Capítulo 20.

Ambos caminaron en silencio hasta las graderías que rodeaban la cancha de entrenamiento, que se hallaba completamente a oscuras, sólo un par de faroles cercanos iluminaban su camino.

-Taro yo... –trató de explicarse Lily, pero el muchacho se le adelantó

-No tienes que decirme nada, me parece que todo está muy claro... –dijo Taro seriamente- ¿Sabes? Desde la primera vez que te ví quería que entraras en mi vida, y afortunadamente lo logré, aunque eso no duró mucho, sin embargo el tiempo que compartí contigo me enseñó que puedo lograr amar a alguien. Cuando tuve que marcharme a París sentí que dejaba en México algo de mi, algo que siempre me hizo falta, hasta que nuevamente nos encontramos aquí. El volverte a ver fue para mi recuperar momentos maravillosos que había vivido, creyendo erróneamente que el tiempo no había pasado, que sólo se había detenido unos años y que tú y yo podríamos continuar lo que antes teníamos...pero no fue así. Debí imaginarlo desde el primer momento que vi cómo tú y Genzo se miraban; pero no quería creerlo, no podía aceptarlo, no podía concebir que alguien te aleje de mi, que tú te hayas enamorado de alguien más...

-¡Pero jamás me alejé de ti! –alegó Lily rápidamente- Siempre estuviste presente en cada día de mi vida hasta ahora, fuiste mi primer amor, aquél que nunca podría olvidar. Sin embargo, tú mismo lo dijiste, los años pasaron y no podemos pretender que las cosas se reinicien desde el punto que dejamos allá en México

-Genzo te alejó de mi –continuó Misaki con melancolía- Desde que me robó tu atención, la prioridad que yo tenía para ti, aquella sonrisa que sólo me dedicabas a mi, tu confianza, tu cariño, tu amor...

-No puedes decir que él me alejó de ti. Taro, fueron los años y la distancia los que ya nos tenían alejados. Nosotros ya no somos los mismos, cambiamos, y aunque tú y yo sigamos sintiéndonos atraídos, eso no es amor

-¿Entonces por qué me duele verte con él? –preguntó Taro mirándola fijamente

-Porque estás confundido, y porque además te aferraste a mi como la única oportunidad que tendrías de enamorarte ¡pero eso no es así Taro! Mira a tu alrededor y descubrirás que no soy la única junto a ti

-¡Pero yo te quiero!

-Y yo a ti, y no sabes cuánto –reconoció la mexicana poniendo una mano sobre la mejilla de su amigo- Pero es amor de amigos, no de pareja. Sé que sonará cruel, pero es la verdad: Taro, yo amo a Genzo y él a mi

-¿No te importa lo que siento?

-¡Claro que me importa! Eres una de las pocas personas que realmente me importan en este mundo y por eso no quiero verte sufrir. No quiero que sigas confundido y que pienses que Genzo o yo te traicionamos, porque eso no es así. Necesitaba hablar contigo para contarte lo que estaba sintiendo, pero no sabía por dónde empezar, entonces apareció ese horrible reportaje y lo arruinó todo. No quería desilusionarte

-No lo hiciste, al menos ahora eres sincera conmigo

-Perdóname por no habértelo dicho antes

-Perdóname tú a mi por haber lastimado a Genzo intencionalmente y por entristecerte

-No te preocupes, al fin que sólo fue un golpe –bromeó Lily como si no importara (en realidad a mi no me importa XD)- ¿Amigos?

-Amigos...hasta que la muerte nos separe –concluyó Taro con una super sonrisa, abrazando a su amiga con cariño

-Te quiero mucho Tarito –murmuró Lily conmovida (Y bueno,como dice Lily: ése fue el momento cursi auspiciado por Toyota, rumbo a Alemania 2006 ¡ahí te voy Karl! XD)

Después de unos segundos ambos muchachos decidieron marcharse a su habitación. Mientras llegaba a la suya, Lily pensaba que las cosas tomaban su rumbo correcto y se sentía más aliviada. Cuando entró se topó con un cuadro que la dejó muda y estupefacta: Paola se encontraba recostada en su cama, abrazando a Kazuki, quien también estaba recostado abrazándola (Lily malpensada ¬¬U).

-Eh...yo...¡hola chicos! –saludó Lily sonrojándose creyendo haber interrumpido algo inapropiado

-Hola Lily –contestó Kazuki en voz baja, recién entonces la mexicana se percató que su amiga estaba dormida

-¿Pasa algo? –preguntó la muchacha preocupada, acercándose, al notar el tono triste de Sorimachi

-Paola tuvo un pequeño percance –mintió Kazuki mirando a su amiga compasivamente

-¿Por qué tiene los ojos hinchados? –insistió la chica desconfiada- ¡Cuéntamelo Kazuki! No pienso quedarme así sabiendo que Paola estuvo llorando por algo

-Yo... –dudó Kazuki mirándola confundido

-¿Fue por Wakashimazu, no? –dedujo Lily frunciendo el ceño, mientras el muchacho asentía lentamente- ¡Cretino, me las va a pagar! –susurró alterada, levantando un puño

-Lily, sinceramente creo que no sería apropiado agobiarla con el tema –dijo Kazuki preocupado- Preferiría que tratemos de levantarle el ánimo

-Pero...¡no se puede quedar así! –estalló Lily, y su amiga se movió un poco en su cama por lo que tuvo que bajar la voz- Tú eres su mejor amigo ¿no piensas hacer nada?

-¿Qué quieres que haga? ¿que lo golpee? Eso no solucionará nada, el daño está hecho. Nada de lo que haga podrá remediar lo que le hizo a Paola

-¡Pues yo sí lo pondré como marido abusado! Me las va a pagar...

De pronto el celular de Lily sonó y ella no supo cómo callarlo para no despertar a Paola. Miró en la pantalla y notó que se trataba de Genzo. Se alejó un poco y contestó en susurros.

-¿Hola?

-¿Lily? –preguntó Genzo- No sé si es la señal, pero no te escucho bien

-Es que Paola está durmiendo –se excusó la muchacha

-¿Ah sí? –inquirió maliciosamente- Pónmela al teléfono que me entraron ganas de cantarle rancheras

-¡Genzo! De veras no es el momento –lo regañó Lily, pensando que en otro momento habría sido divertidísimo despertarla con el canto de su primo (pobre, habría quedado sorda UU)

-¿Le pasa algo? –preguntó preocupado

-Eh...más o menos, mañana te cuento –sugirió la muchacha- No puedo hablar demasiado ¿pero te encuentras bien?

-Ya no me duele mucho

-Qué bueno, espero verte en el entrenamiento matutino

-Yo también –dijo Genzo suavemente- Buenas noches, que duermas bien

-Te mando un beso –contestó Lily entusiasmada por escucharlo (ja, se emociona con cualquier cosita XD)- Buenas noches –colgó y se acercó nuevamente al jugador japonés- Oye Kazuki ¿no sería bueno que ya te vayas a dormir?

Pero el muchacho no contestó, porque el sueño y el cansancio lo habían rendido y se hallaba durmiendo junto a su amiga.

-Vaya, supongo que hoy te quedarás aquí –murmuró Lily conmovida al ver a la pareja- ¡Se ven tan lindos! Si tuviera mi cámara...Bueno, supongo que como me dijo Taro, lo de ustedes es "amistad hasta que la muerte los separe"...

Lily cubrió a ambos con una manta, y luego de ponerse el pijama en el más absoluto silencio, apagó la luz de su lámpara, les deseó un buenas noches a ambos y se durmió tranquilamente.

Al día siguiente luego de despertar Kazuki saludó a su amiga con un beso en la frente y salió de la habitación sin despertar a ninguna de las muchachas. Cuando Lily despertó descubrió que Paola seguía dormida, así que se dio una ducha, se vistió y salió después de dejarle una nota en su mesita de noche que decía "descansa, pediré permiso para hoy". Lo primero que hizo fue a buscar al doctor Nakata, quien se sorprendió al verla llegar sola.

-Paola no podrá venir, no se siente bien –excusó Lily

-Entonces cuando estén ustedes dos vengan a buscarme –respondió el doctor Nakata sin inmutarse

-Doctor ¿está usted enojado con nosotras? –indagó la muchacha curiosa

-¿Debería estarlo? –devolvió el galeno enarcando una ceja

-No lo sé...

-Nos vemos después, ve a hacer lo que debes –concluyó, mientras Lily asintió y se fue al comedor a desayunar

Cuando entró aun se encontraba entre enojada-triste-preocupada, pero en cuanto vio a Genzo desayunando junto a Taro y Tsubasa, el rostro se le iluminó (ni qué lamparita XD) y se acercó a desayunar con ellos. Como ya lo imaginaba el ambiente que la recibió fue muy agradable y cordial, ni siquiera parecía que había estado en dilemas con Taro, quien la trató como siempre con una tierna sonrisa; mientras Genzo intentaba no ser demasiado atento con ella para no despertar sensibilidades por parte de nadie. Cuando terminaron el portero japonés pidió hablar con ella, por eso sus amigos se adelantaron al entrenamiento.

-¿Cómo te encuentras? –preguntó Lily sonriendo, mientras caminaban hacia la cancha

-Mejor, gracias a la doctora que me inyectó una dosis de ganas de seguir adelante (cursi ¬¬) –respondió el muchacho, guiñándole un ojo

-Me alegra verte bien, ayer realmente me preocupaste, y con lo que no pude ir a verte... –se lamentó la joven

-Ya no importa, ahora quiero saber algo –dijo Genzo seriamente- ¿Qué pasó con Paola?

-¿Tenías que tocar el tema? ¡No puedo decírtelo! Porque no sé exactamente qué paso y porque si te lo digo y ella se entera ¡me mata!

-Pero Lily...

-Genzo, te prometo que yo voy a ayudarla, pero no me pidas que te lo diga, porque sé que luego le reclamarás ¡y no quiero eso!

-Bien, pero no dejes de contarme si necesita algo

-No, no lo haré –respondió ella sonriendo, dándole un rápido beso en la mejilla- Suerte...

Durante todo el entrenamiento Lily se veía pensativa, ni siquiera puso atención cuando Urabe se le acercó y le preguntó "¿quieres atenderme, mamacita?"; sólo atinó a pasarle un pedazo de algodón con alcohol, pese a que el jugador se había golpeado la cabeza al caer luego de intentar una chilena. Cuando el entrenamiento concluyó notó que el doctor Nakata estaba presente, pero que no le prestaba mayor atención, así que se apresuró al comedor, no sin antes dirigirle a Ken una mirada del más puro odio, que él ignoró, ya que se encontraba distraído.

En su habitación Paola se hallaba mirando al vacío, con el ánimo por los suelos, sin querer siquiera levantarse. Pero al mediodía se sintió aburrida, y calculando que todos estarían almorzando, salió a caminar un poco. Cuando pasó por la cancha notó que había alguien corriendo alrededor, sin camiseta, lo que la obligó a esbozar una sonrisa. Iba a marcharse, pero el muchacho la descubrió y se puso a llamarla.

-¡Paola, no te vayas! –pidió Karl acercándose- ¿Estás huyendo de mi? –bromeó el alemán, levantando con sus dedos la cabeza de la muchacha y descubrió su semblante triste- ¿Qué te pasó?

-Problemas, ya sabes –trató de evitarlo mirando en otra dirección- El doctor Nakata seguro me echará por pelear con Hana –mintió Paola- ¿Y tú qué haces aquí trotando semidesnudo?

-En primera no por no tener mi camiseta estoy semidesnudo –aclaró Karl sonrojado- Hace mucho calor, ¿acaso no lo sientes?

-Sólo falta que me sugieras quitarme la camiseta –trató de animarse la muchacha sonriendo débilmente

-No sería mala idea –comentó él guiñándole un ojo, logrando un empujón de la joven

-¡Pervertido!

-Jaja, ¿no quieres correr un rato conmigo? Por lo que veo decidiste no almorzar hoy

-No tengo hambre

-¿Entonces aceptas? –le pidió Karl sonriéndole con ternura

-Mejor tú corres y yo te veo correr –sugirió Paola cansada

-¡Eso sí que no! –exclamó él entretenido, cargándola sobre su espalda- ¡Vienes conmigo!

-¡No Karl, bájame! –pidió Paola divertida, mientras él la llevaba alrededor de la cancha

Después de unos minutos, ambos se cansaron y se sentaron a descansar.

-Hola –saludó Lily tímidamente

-Cómo estás Lily –respondió Karl sonriendo

-Hola Lily –dijo Paola tranquilamente

-Eh...Paola, me alegra verte, sé que no es el mejor momento pero el doctor Nakata quiere vernos –le contó su amiga preocupada- Iba a buscarte a nuestra habitación

-Está bien, vamos –contestó Paola poniéndose de pie- Nos vemos después Karl

-¿Nos vemos en la cena? Quiero hablar seriamente contigo –le dijo el alemán guiñándole un ojo

-Ok, hasta la cena

Ambas muchachas fueron hacia la oficina del doctor Nakata. Antes de entrar Lily se animó a hablar con su amiga.

-¿Todo bien?

-Al menos lo intento...

-¿Quieres contarme algo?

-Después, si sobrevivimos a ésto –propuso Paola con cierto tono entristecido

Tocaron a la puerta y el doctor Nakata les abrió. Luego de hacerlas pasar les ofreció asiento.

-¿De qué quería hablarnos, señor? –preguntó Lily ansiosa

-De esto –contestó él gravemente, mostrándole el periódico del día anterior donde salía la famosa fotografía de ella y Genzo- ¿Qué tiene que decirme al respecto?

-Yo... –trató de explicar Lily, aunque sabía que no tenía una gran excusa que dar

-Eso es cierto, pero no es justo ni precisamente como todos piensan –intervino Paola mirando hacia la ventana

-Disculpe doctora Shinobara pero éste tema quiero tratarlo con su compañera, luego le diré para qué la mandé llamar a usted

-Creo que lo supongo –continuó Paola mirándolo- Pero el tema de Lily también me compete, porque después de todo...ella es novia de mi primo hermano

-¿Cómo dice? –preguntó Tarso intrigado

-Paola, no es necesario –trató de decir Lily, pero su amiga continuó

-Ella conoció a Genzo antes de entrar al campamento, pero como no quería que la echaran ninguno dijo nada –mintió la germano-japonesa seriamente- No sabíamos que vendríamos aquí, precisamente con la selección, así que cuando nos enteramos fue muy tarde. Lily y Genzo se conocieron antes, créame, yo los presenté

-¿Está usted diciéndome, doctora Shinobara, que el joven Wakabayashi es familiar suyo? –indagó el galeno incrédulo

-Y en segundo grado, antes de unos problemas familiares que tuve que soportar yo también era una Wakabayashi, pero ése es otro tema...

El doctor Nakata se sentó para no caerse e hizo una llamada a su enfermera. Minutos después, durante los cuales nadie dijo nada, Genzo apareció.

-Toma asiento Genzo –le pidió el médico, mientras el muchacho veía a ambas con cara de ¿qué está pasando aquí?

-Gracias doctor

-Tengo una pregunta que hacerte y quiero que seas sincero conmigo ¿qué relación tienes con la doctora Shinobara?

-¿Con Paola? –se le escapó a Genzo- Perdón, ¿con esa doctora? No sé a qué se refiere

-¿Es cierto que es pariente tuya?

-¿Paola?

-No tarado, el dinosaurio Barney –murmuró Paola sarcástica

-Pues...sí, es mi prima hermana –confirmó Genzo confundido

-¿Necesita pruebas de sangre o algo así? –preguntó la Wakabayashi desafiante

-No doctora, con su palabra me basta –concluyó el médico más tranquilo- Así que esto inició antes de entrar aquí...

-Sí señor –mintió Lily

-Bueno, con eso no puedo hacer nada, sólo pedirles mayor recato sobre todo cuando estén dentro del campamento –pidió el doctor Nakata- Después de todo no puedo entrometerme en su vida privada

-¿Y qué pasa conmigo? –inquirió Paola impaciente- Si me va a echar por lo de Hana...

-¿Echarla? ¿a qué se refiere? Sólo quería recordarles a ambas que cumplen un trabajo aquí, por lo tanto existe cierta ética que deben conservar, como no involucrarse con compañeros de trabajo, más aun siendo sólo dos mujeres compartiendo las 24 horas sólo con varones

-¿Sólo era eso?

-Ahá, ¿por qué? Qué pensó que hablaría con usted

-Nada, nada doctor –intervino Lily nerviosamente, jalando a su amiga hacia la salida- Lo comprendimos muy bien, gracias por todo, no se preocupe que Genzo y yo nos comportaremos profesionalmente, como se debe

-Así es –corroboró el portero, tapándole la boca a su prima- Y discúlpeme por los malos ratos que les hicimos pasar

Ambos sonrieron nerviosamente y sacaron a Paola del lugar, quien despotricaba palabras inentendibles.

-¡Ouch! –exclamó Genzo sobándose la mano- ¡Por qué me mordiste! XD

-¡Y tú por qué me tapaste la boca! –reclamó Paola desafiante

-Gracias, gracias amiga –le dijo Lily abrazándola emocionada- ¡Nos salvaste!

-No me agradezcas, por culpa suya ahora tendré que llevar la vergüenza de ser catalogada como la prima de éste –dijo, señalando con un gesto despectivo de la cabeza a Genzo

-Qué sufrimiento –añadió Genzo sarcástico

-Ahora vámonos, antes que se arrepienta –sugirió Lily, tomándolos a ambos por un brazo

-¿No se enteró de la pelea? -preguntó Paola extrañada

-Quizá no, y mejor dejémoslo así –pidió su amiga sonriendo nerviosamente

Paola, Lily y Genzo representaban una comiquísima escena que bien podía tacharse de "familiar": Lily caminaba por el pasillo, agarrada por un brazo de Paola y por el otro de Genzo. Dos que tres personas los vieron y algunos los miraron con sorpresa, otros más con sarcasmo y algunos otros con diversión.

-Bueno, ya suéltame.- dijo Paola a Lily, para quien no pasaron desapercibidas las miradas de los demás.- Parecemos una drogada familia feliz...

-¿Drogada?.- Lily frunció el ceño.

-Sí, drogada, porque solo así iría cerca de ese baboso.- Paola señaló a Genzo.

-No cambias.-suspiró él.

-¿Y para qué?.- rió Lily.- Si así es redivertida...

-Óyeme, no soy tu payaso.- se quejó Paola.- Para eso tienes a mi primo...

En ese momento, Ken pasó frente a ellos. El lavacoches, perdón, quesque portero karateca, miró a los tres jóvenes. Paola miró a Ken con tristeza, mientras que la mirada que Lily y Genzo le regalaron era odio puro.

-Buenas tardes.- dijo Ken, con voz neutral.- Doctoras Wakabayashi y Del Valle. Genzo...

-¿Qué tienen de buenas, baboso?.- contestó Lily, en un japonés perfectamente entendible.

-Wakashimazu... .- refunfuñó Genzo.

Paola ni caso le hizo. Ken se sentía incómodo porque parecía que Lily lo estaba matando con la mirada.

-Paola.- dijo Ken, en voz baja.- Me gustaría poder hablar contigo...

-Uh... .- musitó la aludida.

Genzo iba a responder por su prima. Iba a entrometerse y decirle a Ken que se fuera a meter su plática por donde le cupiera, pero Lily se le adelantó.

-Ella no tiene nada que hablar contigo, lavacoches.- dijo Lily, iracunda.- No la molestes, remedo de persona, pedazo de animal.

-¡No me insulte!.- gritó Ken, enojado.- Doctora que se cree el último refresco del desierto, que piensa que el mundo gira alrededor de ella...

Para Genzo esto fue más que suficiente. Se acercó y sin decir nada agarró a Ken por el cuello de su camiseta.

-Más te vale que te disculpes.- dijo Genzo.- Cometí el error de dejar que lastimaras a mi prima, pero de ninguna manera dejaré que agredas a mi novia...

Genzo y Ken mantuvieron un callado duelo de miradas por varios minutos. Lily y Paola se miraron, preocupadas.

-No es para tanto, Gen.- dijo Lily.- No vayas a crear una pelea ahorita, acabamos de salir de un lío, no nos conviene otro...

-Y no es necesario que te ensucies las manos con ése.- añadió Paola, cruelmente.- No vale la pena ni siquiera que te tomes la molestia de enojarte...

Lily se sorprendió muchísimo. Paola básicamente se había puesto del lado de Genzo, no del de Ken... Ahora sí que se iba a acabar el mundo... Genzo soltó a Ken, aunque siguieron mirándose con odio.

-Discúlpeme, doctora Del Valle.- dijo Ken, entre dientes.- No quise ofenderla...

-Pues yo sí.- murmuró Lily, en español.

Ken se marchó, no sin antes lanzarle a Paola una mirada extraña... Paola suspiró.

-Si no les molesta.- dijo Paola a Lily y Genzo.- Quiero estar sola.

Y sin esperar respuesta, la chica se marchó, dejando a Genzo y Lily más preocupados que nunca por ella.

-Bueno, ahora al menos estamos seguros de que Wakashimazu tiene algo que ver con la depresión de Paola.- murmuró Genzo.

-¿Algo que ver? Ese baboso tiene la culpa de todo.- replicó Lily, mirando a su novio con cara de "hello con tu hello".

-Tenemos que averiguar qué pasó aquí.- dijo Genzo.

-No será fácil.- suspiró Lily.

Rato más tarde, Lily regresó a su habitación y encontró a Paola tumbada boca abajo en la cama. Lily se dio cuenta de que su amiga no dormía.

-Paola.- dijo Lily, terminantemente.- Tienes que decirme qué pasó con Ken.

-No quiero.- respondió Paola, sin más.

-Paola, se nota que esto te está afectando.- replicó Lily.- Vamos, dímelo...

-No.- se negó Paola.- No es algo importante...

-¿Y si no es algo importante por qué rayos te pones así?

-Porque soy una estúpida.- susurró Paola.- Por eso.

-No eres una estúpida.- contradijo Lily.- El estúpido es él...

En el entrenamiento de la tarde, Ken volvió a buscar a Paola, lastimándose a propósito una mano para poder acercarse a ella. Pero Paola se limitó a revisarle la mano y curársela sin siquiera mirarlo a los ojos...

-Paola, tenemos que hablar.- dijo Ken.

-¿Sobre qué?.- Paola al fin miró al portero.

-Sobre lo que te dije el otro día...

-¿Qué más me tienes que decir?.- Paola lo miraba con mucha seriedad.- Creí que en esa vez me lo habías dicho todo...

-No, Paola.- insistió Ken.- De verdad, tengo que decirte algo...

Paola suspiró. Si ella no aceptaba, Ken seguiría fastidiando...

-Al final del entrenamiento.- dijo Paola.- Cinco minutos.

-Es todo lo que necesito.- Ken le dirigió a Paola una mirada de agradecimiento, que ella ignoró.

Lily vio que, al final del entrenamiento, Paola se dirigía a un sitio apartado a hablar con Ken. La mexicana dudó en ir a decirle a Genzo, seguir a Paola y a Ken o fingir demencia... La mejor opción era la de fingir demencia, pero a Lily le valió queso. Decirle a Genzo era lo peor que ella podía hacer, así que Lily se dispuso a seguir a Ken y a Paola... Lily se escondió detrás de unos arbustos, desde donde no podía escuchar bien todo lo que los otros dos se decían, así que decidió acercarse un poco más...

-... La verdad, no sé en qué estaba pensando cuando te dije que con eso había conseguido fregar a los dos Wakabayashi, a Genzo y a ti, de paso... .- decía Ken.

-Ken... .- musitó Paola.- Ya no quiero saber nada más de eso...

-¡No! ¡Es que estuvo mal lo que te dije! Nunca debí haberte dicho que eres una interesada, frívola y materialista... Nunca debí haberte dicho que eres una muñeca sin alma...

Cuando Lily escuchó esto, su sangre mexicana se encendió y su demonio se liberó. Estaba enojadísima por lo que acababa de escuchar (créanme, yo me enojé muchísimo cuando leí lo que Ken le hizo a Paola ) y tenía tantas ganas de golpear a Ken que no se las aguantó... Sin importarle que Paola se diera cuenta de que la estaba espiando, Lily salió de sus escondite, se dirigió con paso firme y veloz hacia los jóvenes y le propinó cuatro golpes a Ken en la cara, dos en cada mejilla.

-¡ESTÚPIDO, IDIOTA!.- gritó Lily.- ¡ERES UN INFELIZ DESGRACIADO, POCO HOMBRE! ¡PEDAZO DE ANIMAL! ¡DESECHO DE LA VIDA! ¡ANIMAL RASTRERO!

-¡Lily, basta!.- pidió Paola. sorprendida y ofuscada.

-¡NO PUEDO CREER QUE LE HAYAS DICHO ESO A PAOLA!.- seguía gritando Lily, abofeteando aun más a Ken. El muchacho no hacía nada para defenderse.- ¿CÓMO ES QUE TE ATREVISTE A DECIRLE ESO A MI AMIGA? ¡NO TIENES NI UNA IDEA DE LO QUE DICES, ESTÚPIDO! ¡ERES TÚ EL QUE ES UN BABOSO NOPALÓN SIN ALMA!

Lily estaba realmente furiosa y no dejaba de atacar a Ken. Paola solo había visto así a Lily una vez, la vez en la que un médico regañó injustamente a Paola y a otra compañera por un error que ellas no habían cometido. Paola, en ese entonces, se sorprendió de la reacción de Lily, aunque en esos momentos su amiga estaba casi irreconocible...

-Ya vámonos, Lily, por favor.- pidió Paola, agarrando la mano con la que Lily castigaba a Ken.- No vale la pena que secretes bilis de más por él...

-¡Al fin que ya me extrajeron la vesícula!.- gritó Lily.- ¡Puedo seguir golpeando a este baboso como se lo merece!

Paola le lanzó a su amiga una mirada suplicante, con la cual Lily desistió. Ella le lanzó a Ken una mirada tan cargada de odio que instintivamente él se hizo para atrás. Paola tomó del brazo a Lily y se marchó con ella.

-¡Pero cómo te pudo decir eso!.- gritó Lily.- ¿En qué estaba él pensando? ¡Es un idiota, te advertí que no valía la pena!

-Ya, Lily, por favor.- pidió Paola, cabizbaja.

Lily no dijo nada más, aunque siguió refunfuñando en español, como siempre lo hacía cuando estaba enojada. Ambas chicas llegaron hasta su dormitorio, en donde Paola se dejó caer en su cama, mirando hacia la pared. Lily aun siguió refunfuñando un buen rato y aventando una pelota hacia la pared con todas sus fuerzas, para liberar su energía y enojo. Paola siguió dándole la espalda. Mucho rato después, Lily se acostó a un lado de Paola y la abrazó.

-No puedo hacer gran cosa en estos momentos, amiga.- susurró Lily.- Pero sabes que aquí me tienes...

Paola tomó la mano de Lily y se la apretó, sin decir nada.

-Gracias.- susurró Paola, después de mucho rato.

-¿Por qué?.- preguntó Lily.

-Por estar conmigo.- respondió Paola.- Por ser mi amiga...

(Momento cursi por Lily de Wakabayashi, patrocinado por Pan Bimbo, el mejor pan para cortarse las venas XD).