8.- La Boda

Un par de semanas luego de la pelea entre Hermione y Ron, la boda de Percy se acercaba. Estaban todos nerviosos, empezando por los novios. La señora Weasley era la más descontrolada de todos, cuando veía a cualquiera de sus hijos comenzaba a llorar, no podía creer que su tercer hijo se casara, no podía creer que en un par de meses sería abuela, en realidad no podía creer que vinieran tantas cosas buenas después de todo lo malo ocurrido en los últimos años, no podía creer que estuvieran todos vivos.

Aunque todo pareciera bien, Ron y Hermione no lo estaban. Luego de lo sucedido con Alex vinieron otras escenitas a pesar de que Ron se controlaba lo más que podía, a veces simplemente dejaba vencer sus impulsos y actuaba bastante desagradable con los compañeros de Hermione. Ella trataba de resistir las ganas de golpearlo que la invadían cuando esto sucedía porque se estaba ahogando por dentro, la actitud de Ron era un duro golpe que le quitaba el aire. Ella trataba de arreglarlo todo pero entre los dos crecía un abismo muy grande.

Hermione contaba con que todo se arreglara en la boda pues admitía que no habían pasado mucho tiempo juntos debido a sus respectivos trabajos y estudios. Ella creía que algunas disfrutando un evento familiar les haría bien. Necesitaba que todo mejorara, Ron era su único soporte, sin él ella no podría estar de pie. El amor que él le daba era la única razón que ella tenía para vivir, la única razón por la cual el secuestro y las torturas estaban en el pasado, todo lo malo sucedido ya no estaba en su mente porque ocupaba todos sus pensamientos pero Hermione sabía que si él se iba, ella se hundiría en la desesperación de aquellos recuerdos poco placenteros.

El sábado 2 de octubre todos se levantaron muy temprano. Hermione y Ginny habían pasado la noche en la madriguera para ayudar desde temprano a la señora Weasley a preparar el jardín para la recepción. La ceremonia se realizaría en la capilla de Hogsmeade y después los invitados irían a celebrar la unión a la casa Weasley.

La señora Weasley iba de un lado para otro ajustando los detalles, muy nerviosa. A las 11 de la mañana las chicas se empezaron a alistar para el gran evento. Ginny era la madrina y se veía hermosa en el vestido verde que había escogido Penélope. El vestido era de tiras finas, largo y liso, tenía una apertura que iba desde el muslo al suelo, incluía un cinturón dorado a la cadera que dejaba caer un pedazo de tela del mismo color y hacía juego con las sandalias del mimo color que llevaba la pelirroja. Ginny se había dejado el pelo suelto pero ligeramente ondulado, la partidura al lado y la chasquilla tomada con una orquilla dorada.

Por otra parte, Hermione se había puesto un vestido azul de escote en V que se abría ligeramente desde las caderas a la rodilla. Lo había combinado con unas sandalias blancas y un bolso diminuto del mismo color. Llevaba el pelo alisado recogido en un rodete.

Llegaron a la capilla 15 minutos antes de la ceremonia para calmar a la novia que estaba al borde de una crisis de nervios. Asombrosamente Penélope sólo se calmó cuando Hermione le habló.

-Yo sé que los hombres Weasley son complicados, sé que son testarudos, celosos y todo lo demás.- Hermione le hablaba despacio y en un tono bajo mirándola a los ojos.- Pero si uno los ama, entonces los defectos no importan porque todo el amor que ellos son capaces de dar compensan todo. Penélope, piensa que no sólo te ganas un marido sino a toda una familia.

-Verdad, todo va a salir bien. Percy me ama y yo lo amo, da lo mismo que a veces se comparte como un idiota.

-Al final una se acostumbra.

-Toda la razón, no sé ni porqué estoy nerviosa, lo amo y con eso basta.

-Ese es el espíritu.

Una vez que Penélope se calmó las chicas salieron y la dejaron con la señora Weasley. Harry y Ron las esperaban en el vestíbulo.

-Wow, Gin, te ves fantástica.

-Gracias Harry, ustedes también lucen bastante apuestos.- Ambos chicos llevaban puestos unas bastante aceptables túnicas de gala.- Que bueno que decidiste no sacarle las mangas a esta hermanito.

-Jajaja, te ves linda Ginny pero hay que admitir que mi chica se ve aún mejor.- Ron se acercó a Hermione y la abrazó. La chica sonrió.- Para mí tú siempre eres la más bonita.- le susurró al oído.

Los chicos conversaron un rato hasta que llegó el señor Weasley y les indicó que la boda estaba a punto de empezar. Los invitados tomaron asiento y la boda empezó puntual al mediodía. Las palabras de los novios, declarándose su amor eterno, fueron bastante profundas e hicieron llorar a muchas de las mujeres que habían asistido. Luego de la ceremonia los invitados se dirigieron a la madriguera donde los esperaba un festín preparado por la señora Weasley.

Luego del almuerzo, los brindis y las risas, los novios abrieron la pista de baile al son del vals de rigor, poco a poco se les fueron uniendo los invitados. Hermione y Ron bailaron de todo juntos, la estaban pasando fenomenal hasta que alguien apreció por detrás e invitó a Hermione a bailar. Era un búlgaro conocido por todos.

-Viktor! Que bueno verte ¿Qué haces aquí?

-Acompañando a una amiga. ¿Te importaría bailar conmigo esta pieza?

-Por supuesto que no, vamos. Ron ¿Porqué no descansas un poco, eh? Vuelvo enseguida.

Ron quedó perplejo viendo como su novia se alejaba con el jugador de quidditch. Se fue a sentar junto a Harry que miraba como Ginny bailaba junto a su padre. Los señores Weasley se habían puesto muy contentos al saber que Harry y Ginny eran novios, si antes lo trataban como un príncipe ahora lo trataban como un rey.

-¿Te lo crees? Llegó y la invitó a bailar como si nada.

-Ron, ellos son amigos, es lógico que Hermione haya querido bailar con él, ponerse al día hace tiempo que no se ven, claro que ella está emocionada con verlo.

Ron no le prestó importancia a lo que su amigo le dijo, tomó un vaso de whiskey de fuego y comenzó a beber. Cuando terminó la canción Ron ya estaba algo bebido, Hermione intentó sacarlo a bailar pero ante la negativa de este la castaña volvió con Viktor.

Hermione siguió bailando con Viktor durante algunos minutos y luego Ron los observó ir a dar un paseo. El pelirrojo sentía la sangre hervir en su cabeza y pensó que una buena manera de ignorar esa sensación era bebiendo. Minutos después, al ver que no volvía, Ron se levantó para ir a buscar a su novia.

Los vio de lejos abrazados y comenzó a acercarse silenciosamente. Cuando estaba a algunos metros vio a Hermione besarlo en la mejilla y al búlgaro volver a la fiesta.

-Se puede saber ¿qué estabas haciendo?

-Ron! Me asustaste.

-Así que ahora ni te tomas la molestia de ocultar tus sentimientos por otras personas.

-Has estado bebiendo? Probablemente porque ni te das cuenta de las estupideces que dices.

- No me trates como a un estúpido, hip.- gritó Ron.- Yo sé que tú me engañas con el bul, hip, garo ese.

-Este tema no lo habíamos tratado antes?

-No te hagas la ingenua, maldita...

¿-Maldita qué? Ahora me vas ofender directamente?

- Eres una perra, hip, apuesto lo que sea a que ya te acostaste con él

PLAF! La mano de Hermione atravesó la cara de Ron. La castaña tenía los ojos vidriosos y las lagrimas amenazaban con salir.

Eres un imbecil. Si piensas así entonces porqué estas conmigo, ah?

Porque soy un imbecil que te, hip, ama. Pero obviamente tú no me amas a mí porque si así fuera, hip, no me harías esto.

Das pena. Tú no me amas, yo no puedo seguir así. Soy una estúpida por pensar que esto tenía solución.

Sí, eres una estúpida, hip, pero yo lo soy más por creer todas tus, hip, mentiras.

Hermione no aguantó más y salió corriendo dirigiéndole a Ron unas cuantas miradas iracundas. Ron se quedó ahí, quieto, murmurando cosas incomprensibles al tiempo que una lágrima solitaria se deslizaba por su mejilla y parte de él entendía lo que acababa de pasar.


Harry y Ginny bailaban abrazados, casi no se movían, simplemente se balanceaban de un lado para otro. Estaban agotados. La mente de ambos divaga en lugares ajenos a la pista llena de gente, ambos se imaginaban solos en alguna ciudad exótica o romántica disfrutando de su amor, sus pensamientos llegaban a la pregunta de si fuesen ellos los que algún día conmemoraran un momento tan especial. Creían que sí.

Bailaron hasta tarde y se fueron cuando ya casi no quedaba nadie. Harry llevó a Ginny a su casa y se quedaron allí conversando hasta que ambos cayeron dormidos en el sofá.

Harry fue el primero en despertar ya que el sol le daba en la cara. Vio la hora, eran las nueve de la mañana. Miró a su alrededor, abrazada a su cintura se encontraba su amada pelirroja. La tomó en sus brazos y la llevo a su habitación pues consideró que era muy temprano para despertarla. Se dirigió a la cocina para buscar algo de comer. La puerta de la habitación de Hermione estaba abierta pero no había nadie adentro por lo que Harry pensó que su amiga probablemente se había quedado en su apartamento con Ron. Ni Harry ni Ginny sabían de la pelea que la pareja había tenido la noche anterior por lo cual Harry no se preocupó por Hermione.

Luego de comer unos cereales Harry volvió a la habitación de Ginny y se recostó en la cama junto a ella. La tomó por la cintura y la acercó hacia él. Su aroma lo inundó por completo, olía a jazmines luego de una llovizna. La amaba demasiado, no podía creer que hubiera perdido tanto tiempo dudando. Luego de suspirar por ella unas cuantas veces más cayó dormido junto a su amada.


Ron despertó cerca del mediodía. Estaba tirado de espaldas en su cama, aún llevaba puesta la túnica que había usado la noche anterior y ni siquiera se había sacado los zapatos. Intentó incorporarse pero sintió una punzada en su cabeza y volvió a recostarse. Ron recordaba haber bebido en exceso la noche anterior pero no se acordaba porqué.

Luego de esperar algunos minutos, el pelirrojo se levantó y entró al baño. Abrió la llave de agua caliente y se metió en la ducha. Aún estaba medio dormido pero de repente se le vino a la cabeza todo lo que había sucedido la noche anterior. Giraron en su cabeza diferentes voces: "Viktor! Que bueno verte"; "Ella está emocionada con verlo"; "Tú me engañas con el búlgaro"; "Apuesto lo que sea a que ya te acostaste con él"; "Yo no puedo seguir así".

Los recuerdos iban y venían. Una vez que Ron recordó todo con claridad salió corriendo de la ducha y se vistió. No podía haber sido tan idiota, no podía haber tratado tan mal a la mujer que amaba.

Una vez vestido, el pelirrojo tomó su auto y lo aceleró todo lo posible para llegar rápidamente al apartamento de Hermione. Tenía que hablarle, explicarle que todo lo de la noche anterior no lo había hecho a conciencia, tenía que solucionarlo.

Ron llegó al edificio y subió las escaleras lo más rápido que pudo. Tocó la puerta desesperadamente y le abrió un somnoliento Harry. Ron miró hacia adentro y vio que Ginny estaba colgando el teléfono, no se veía muy contenta. Ron no tenía tiempo de saber porqué su hermana estaba triste ni por qué su novio había pasado la noche en su apartamento. Ron sólo tenía un objetivo en su cabeza: Hermione.

-¿Dónde está?- preguntó Ron a Ginny. Esta lo miró confundida.- Vamos, Gin, dime ¿Dónde está Hermione?

-¿Hermione? Ella no está aquí.

-Si no está aquí, entonces ¿Dónde está?

-Pues no lo sé, pero ella está bien así que no te preocupes.-ahora era Ron quien miraba confundido.- Acabo de hablar con ella, me contó todo lo que sucedió anoche. Está muy enojada.

-Lo de anoche fue un error. Soy un estúpido.

-Sí, lo eres.

Ron se apoyó por unos segundos en el sofá y luego salió del apartamento. ¿Por qué la había tratado tan mal¿Por qué se había comportado tan idiotamente? Seguramente era tanto el miedo que tenía perderla que no soportaba la tensión de que estuviera con otro hombre, otro hombre que la podía alejar de él. Pero ya no tenía que preocuparse por eso, él mismo se había encargado de alejarla.


Bueno, creo que quedó bien. Por lo menos a mi me suena totalmente razonble todo lo que pasa, me gustó como quedó. Les adelanto eso sí que al final feliz de cuentos de hadas le queda aún mucho para llegar.

Dejen Reviws please!

Roci