Roce, -Contacto y Pecado-

ADVERTENCIA: Este fanfic es explícitamente YAOI, es decir, que intervienen relaciones sexuales HOMBRE CON HOMBRE; cumpliendo con avisarles, no me quieran romper la cara después de leer esto¿vale?.

El pelirrojo contemplo el cielo, un poco desorientado, mientras reposaba bajo la sombra de un gran árbol en el jardín. Las cosas estaban tan extrañas últimamente... Rukia no había vuelto en semanas, y en cierta parte eso lo tenia muy preocupado...

"¡Que va!" pensaba, cada vez que se preguntaba si estaría muerta, "¡Seguro volverá luego diciendo ´Se me fue el tiempo´ o algo así!" y trataba de sonreír y creerlo.

Bostezo del aburrimiento y puso las manos en su nuca, recargándose por completo en el tronco y cerrando los ojos. Una hoja seca la cayó en la cara; le siguió otra, y otra, y otra... Se harto y se puso de pie, maldiciendo.

"Hasta la naturaleza esta en mi contra..." suspiro resignado y emprendió camino hacia el cuartel del Onceavo Escuadrón, cuando escucho a alguien gritar su nombre.

"¡Abarai-san!" se escucho una voz fuerte y clara a sus espaldas, se dio la vuelta y se encontró con un Shinigami al que jamás en su vida había visto. O no que recordara.

"¿Qué?" repuso bruscamente, mientras el chico de cabello castaño recuperaba el aliento.

"¡Kuchiki-taichou quiere verle!" le informó, hizo una reverencia y se fue sin decir más.

"¡Hey!" el Shinigami se detuvo por un breve instante, "¿para qué me quiere?" cuestionó. No quería encontrarse con Byakuya a menos que fuera importante.

"¡Ni idea¡Lo siento, me tengo que ir a una misión!" y emprendió carrera. Aah... la pobre gente del Sexto Escuadrón estaba taaaan ajetreada... "Bueno, siempre ha sido así desde que ese amargado aristócrata esta al mando" dijo para sus adentros y comenzó a caminar rumbo al cuartel en el que se encontraba la persona ya antes mencionada.

Era otoño y las hojas caídas andaban por doquier, arrastradas por el viento; la escuchaba crujir bajo sus pies, resultándole claramente molesto. Prefería el verano, por más calor que hiciera.

¿Para qué diablos lo quería ver Kuchiki Byakuya, esa pregunta rondaba su mente una y otra vez; ¡ni siquiera estaban en el mismo Escuadrón!. ¿Acaso sería para hablar de Rukia?... ¿Le informaría que estaba muerta, sintió un golpe en el pecho.

"Aunque la verdad..." pensó por un momento, y se detuvo a mitad del camino, "... ella nunca ha sido demasiado fuerte..." empezaba a dudar...

Él y Rukia siempre fueron amigos desde que se encontraron en el Distrito 78 del Rukongai, incluso decidieron entrar juntos a la escuela de Shinigami; sin embargo, las cosas cambiaron drásticamente cuando ella fue adoptada por la noble familia Kuchiki, y conoció a ese sujeto... Desde que ingreso al Seireitei, el principal objetivo de Renji había sido el de superara Kuchiki Byakuya, ya que por su culpa Rukia se alejó de su lado.

Su preciada hermana... ¡había terminado volviéndose la hermana de alguien más, y abandonándolo!. No soportaba pensarlo así, y mucho menos en aquel momento en el que posiblemente le darían una noticia que...

siguió avanzando con la cabeza baja, hasta que llegó al Cuartel de la Sexta División, tan vació como siempre. Solo un alma se asomaba entre las sombras, pero no era la del Capitán. Era una chica, era...

"¿Rukia?" creyó, la persona volteo. Si, misma estatura y parecido corte de cabello... más no era ella. "Ah... ¿Dónde esta el Kuchiki-taichou?" se apresuro a cuestionar, queriendo evadir cualquier tipo de pregunta sobre el comentario anterior.

"En la oficina del Subcapitan" respondió.

"¿Y eso queda en...?"

"Al fondo, siguiendo por este pasillo" señalo un oscuro y sombrío corredor. "Junto a la oficina del Capitán" aclaró, poco antes de salir del lugar. Se hizo un incomodo silencio, mientras el eco de los pasos del pelirrojo resonaba por entre las paredes. Al fina, encontró dos puertas: una decía "Capitán" y la otra "Segundo Capitán". Entró en este ultima, y encontró a Byakuya sentado tras el escritorio, con un montón de papeleo en sus narices.

"¿Me buscaba, Kuchiki-taichou?" dijo formalmente. No era buena idea que un Primer Oficial como él le hablara confiadamente a un Capitán¿o si?.

"Acércate, Abarai" dijo el otro sin más rodeos, y Renji avanzo, poniéndose frente al escritorio. Byakuya se levanto, aproximándose a él y le quito el Zanpakutoh.

"¿Por que...?" no termino la pregunta por el Capitán lo interrumpió.

"No la vas a necesitar mientras estés aquí dentro" dijo fríamente, dejando la espada en un rincón. "Te he estado observando, Abarai Renji" le comento, esta vez poniéndose justo frente al pelirrojo, sin ningún objeto separándolos. "Tienes talento" admitió.

Maldición... ¡las cosas estaban raras!. Oír un halago de Kuchiki Byakuya... A Renji le recorrió un escalofrió por la espalda.

"G-gracias..." atino a contestar.

Y entonces, sin previo aviso, Kuchiki lo tomo por las muñecas y lo recostó sobre el escritorio, tirando al suelo los papeles.

"¿Pero qué demonios te pasa?" exclamo el pelirrojo, tratando se safarse; sin embargo, era inútil: la fuerza del otro era mucho mayor. sintió una mano deslizarse, acariciándole el abdomen. "¡Ku-Kuchiki!" dejando el respeto a un lado, forcejeando aun más.

"Si no te estas quieto, tendré que lastimarte" comento el Capitán, recostándose completamente sobre él, mientras su mano bajaba lentamente.

"¡Suéltame!" grito con todas sus fuerzas al sentir un intruso tocando las partes más intimas de su cuerpo. "¡QUE ME SUELTES, MALDITA SEA!" Byakuya se detuvo, se aparto de él y se puso de pie. Renji aprovecho esto y se levanto, camino hacia la puerta mientras se acomodaba el traje; la parte de arriba ya estaba completamente fuera de su lugar, y la de abajo se encontraba desabrochada.

En ese momento, sintió unas manos tomarlo por la cintura.

"¿He dicho que podías retirarte?" cuestiono Kuchiki, aprisionándolo con los brazos y acercándolo a él.

"¡No me toques!" Byakuya se aproximo a su oído y le susurro:

"Por más que grites, nadie va a escucharte" lentamente termino de desvestirlo, mientras el pelirrojo no hacia otra cosa que forcejear para que lo dejara ir. Pero todo fue inútil. El Capitán empezó a besarle suavemente el cuello, mientras con la mano derecha recorría su miembro de arriba a abajo. "Deberías sentirse honrado de que te he elegido a ti, Abarai" volvió a murmurarle, justo antes de llevarlo bruscamente y recargarlo sobre el escritorio otra vez.

Bocabajo, Renji no podía ver lo que el otro estaba haciendo, hasta que sintió un dedo húmedo introducirse por...

"¡YA BASTA!" sabiendo lo que vendría después, hizo nuevamente un esfuerzo para levantarse, pero fue azotado en la mesa, mientras Byakuya se recostaba sobre él. Metió un segundo dedo.

"Eres fuerte, eso he visto" le dijo fríamente, mientras introducía un tercer dedo y Renji apretaba los dientes. "Y es por eso que sé que soportaras esto¿no es así?" Kuchiki le mordió la oreja, mientras metía y sacaba los dedos causándole un punzante dolor, haciéndole apretar los puños.

Cualquier esfuerzo era inútil, el Capitán lo tenia dominado.

No podía competir contra Kuchiki-taichou... No podía, así como nunca había logrado superarlo, ni arrancar a Rukia de su lado, ni quitarle a este misma esa mirada embelesada cada vez que lo saludaba.

"¡Kk...!" ahogo un gemido de dolor al sentir el miembro de Byakuya adentrarse lentamente en él, mientras este lo sostenía poniéndole las manos en los hombros para que no pudiera moverse.

"Duele¿no se así?" hubo un momento en el que Kuchiki quedo completamente dentro, y ambos se quedaron estáticos, escuchando el eco de estas palabras. "A veces, el dolor trae consigo grandes recompensas" comento, poco antes de comenzar a mecerse. Los únicos sonidos que se oyeron entonces fueron los de leves quejidos de Renji, quien trataba de ser fuerte y soportar; cerró fuertemente los ojos, y apretó dientes y puños, esperando que aquello terminara pronto...

Una de las manos del Capitán se deslizo de la espalda al miembro del pelirrojo, y empezó a darle un suave masaje, penetrándolo una y otra vez.

"Ngh..." entre sentirse bien y sentirse mal, Renji gemía cada vez más constantemente, hasta que sintió más fuerte el placer que ninguna otra cosa. Ahogo un grito y comenzó a temblar, mientras lo invadía el éxtasis. Byakuya rió.

"Tienes poco control¿verdad?" masajeo el miembro con más fuerza, mientras sentía que se le humedecían las manos. "Eres un poco impaciente, querido Abarai" comento, con cierto tono de sarcasmo.

Las embestidas se volvieron más rápidas y bruscas, sin embargo, en poco tiempo cesaron. Y Byakuya se recostó completamente sobre él, penetrándolo aun. Renji respiraba agitadamente, esperando que ese fuera el final de la pesadilla.

Kuchiki no se movió ni emitió ningún sonido, y varios minutos después se retiro, mientras el pelirrojo sentía que el semen le escurría por las piernas. Permaneció un rato tendido sobre el escritorio tratando se recuperarse, tanto que no vio en qué momento Byakuya había vuelto a vestirse; el Capitán le entregó sus ropas.

Renji no pudo soportarlo más. Suspiro, se puso de pie frente a él, le arrebato sus ropas y le pegó un puñetazo. Lo más raro del asunto fue que Kuchiki ni siquiera se molesto en esquivarlo, sino que lo recibió se lleno, y el labio comenzó a sangrarle.

Lo que sucedió después fue algo que ni siquiera el mismo Abarai, después de haber conocido otra cara del Capitán, se habría esperado.

Byakuya lo tomo por la barbilla, diciéndole:

"Tienes agallas", y acto seguido, le planto un beso. La reacción del pelirrojo fue quedarse estático, con los bien abiertos, mientras los labios de Byakuya se unían con los suyos. Luego de eso, el Capitán se fue sin decir una sola palabra.

Una semana después de eso, Renji sentía una furia incontenible cada vez que pasaba junto a ese imbecil; tenia tantas ganas de volver a golpearlo... Entre tanto, para los miembros del Sexto Escuadrón seguía resultando un misterio el cómo su querido y fuerte Capitán tenia una herida en el labio.

Y en cuanto a él... de alguna manera, le era mejor estarse callado. Byakuya era uno de los Capitanes más importantes, por no mencionar el actual Líder del Clan Kuchiki. Nuevamente, no había nada que pudiera hacer.

Pero, seguramente algún día, sería el Capitán quien estuviera en sus manos, y entonces cobraría venganza...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz familiar; al dar media vuelta, se encontró con el mismo Shinigami de la ultima vez, llamándole.

"Kuchiki-taichou quiere verle" le volvió a informar. Por un momento sintió como si las cosas se estuvieran repitiendo, y estuvo a punto de propinarle un buen puñetazo al muchacho, sin embargo, se contuvo.

"Dile que no pienso ir" repuso, mientras el chico ponía una cara de horror.

"El Capitán me ordenó que si me respondía eso, le dijera que lo despedirían de su Escuadrón y lo expulsarían del Seireitei" expuso, algo nervioso. Abarai ya estaba hasta el tope con el autoritarismo de Kuchiki, y fue más bien por simple impulso que tomo al Shinigami por la ropa y lo alzo por los aires, mientras gruñía con enojo.

Poco después reaccionó, bajo al chico y sin media palabra más marchó. ¡Ah, pero si Byakuya pensaba que le haría lo mismo dos veces¡estaba tan equivocado!.

Otra vez, el Capitán estaba en la oficina de Subcapitan; era como si la misma historia planeara repetirse.

El pelirrojo tocó, escucho un "Adelante" abrió la puerta lenta y cuidadosamente. Apretó su Zanpakutoh con la mano derecha, pero sin desenvainarlo; sin embargo, no dudaría en hacerlo.

El Capitán estaba de pie frente al escritorio, con un pergamino en las manos, mirándolo de forma arrogante. En silencio, simplemente le arrojo el rollo al darse cuenta de que Renji no deseaba acercarse ni medio centímetro más.

"Felicidades, Abarai" comenzó, mientras el pelirrojo desenvolvía el pedazo de papel, "haz sido ascendido a Segundo Capitán de la Sexta División". A Renji se le hizo un nudo en el estomago, al tiempo que Kuchiki se aproximaba a él; justo al pasar por su derecha, se detuvo un momento, y complemento: "Tu oficina es esta" y salio.


K... k... k... ¡KYAAAAAA, me pongo tan nerviosa... Mis nervios, mis nervios¡¡mis nervios!; este el primer Yaoi que publico¡y para colmo es uno en el que abusan de uno de los personajes más sexies que he visto nunca, merezco que me maten.

La idea vino de una manera muy curiosa... al principio, dije "Quiero hacer un fanfic de Bleach". Un fin de semana desperté pensando "Será de Byakuya x Renji", y el problema era cómo emparejarlos. Y al final, esta idea surgió a la hora del almuerzo e imaginarla me costo que la soda se me saliera por la nariz (¡esto es verídico!). De cualquier modo, primer Yaoi, primer one-shoot y primer fanfic de Bleach que hago.

Respecto al titulo... ¡No logre decidirme por cual de los dos poner! Si ponía "Roce" sonaría muy vació, y si ponía "Contacto y Pecado" se escucharía bastante dramático.. ¡así que utilice los dos!. Por cierto que lo que NO me gusto de la historia es básicamente que no intervienen sentimientos en los personajes.. ¡Ah, pero verán cuando escriba un UryuuxIchigo! Les agradara más.

Espero sus reviews.

Sakuma Ritsuka, MAK

Diciembre, 2005.

¡Feliz Navidad!.