Takato se encontraba mirando de una lado a otro, buscando a Rika, de un momento a otro se le había perdido, más o menos cuando los Teenages Wolves iban en su segunda canción, y pues, ya habían terminado la número cinco y la pelirroja aún no volvía.
Hizo una mueca y se dirigió hacia la puerta.
Salió del lugar y el viento fresco le dio en la cara.
Comenzó a caminar por la calle del lugar buscando a la chica, pero, ni rastro de ella.
Suspiró y volteo en dirección al bar, a su lado había una portón abierta, así que, no dudó y se entró ahí quedando frente camino por una especie de jardín que envolvía el lugar y...
¡Bingo!
Frente a sus ojos, sentada en el suelo se encontró con Rika Nonaka.
¡Pero!
En pésimas condiciones.
—¡Hey! Rika.— La llamó y se arrodilló junto a ella tomando sus mejillas.
La chica abrió ojos sintiendo como todo le daba vueltas, estaba muy desorientada, muy confundida— ¡Hey! Takato.
Takato hizo una mueca al sentir el aliento alcoholisado de la chica, pero, mezclado con un sabor a ¿marihuana? y la observó— ¿Estás drogada?
La chica sonrió— Quizás...—Contestó— ¡Je!
Takato bajó su mirada hacia un cigarro de marihuana que la chica sostenía en su mano derecha y no lo dudó por un segundo, se arrebató, lo apagó contra el suelo y lo lanzó lejos.
—¡Hey! ¿Qué haces?— Reclamó Rika.
—¿Cuantas veces tendré que repetirte que las drogas ahcen mal?— Preguntó el castaño molesto.
Rika rodó los ojos— ¿Otra vez con ese discurso?— Preguntó— Deja de perder tu tiempo, tus discursos no me interesan.
—Deberían interesarte.— Habló el castaño— ¿Cómo una chica tan joven y tan linda está metida en esas tonteras?
—Porque, son lo mejor del mundo.
—¡No!— Respondió Takato— Claro que no lo son. Esas cosas son lo peor del mundo, arruinan la salud de las personas.
—Claro que no, la marihuana es un remedio que se utilizaba antiguamente.— Habló la pelirroja— Si antes la usaban como medicina ¿por qué ahora tendría que hacerme mal?
Takato rodó los ojos— Porque, sus efectos son pésimos, por algo son ilegales.
Rika hizo una mueca— ¿Por qué estás aquí, Takato? ¿Acaso te gusta actuar como mi niñero? Y siempre andar molestando.
Takato hizo una mueca— No es que te quiera molestar, es porque, me preocupa lo que haces.
—¿Por qué?— Preguntó la chica— Si recién me conoces.
—Porque, no puedo quedarme sin hacer algo observando como alguien con una vida por delante arruina su salud y vida con estas cosas.— Respondió el castaño.
—Deberías saber que esto no me arruina la vida.— Habló la Nonaka— Sino que yo mejoro mi vida con estas cosas.
—Claro que no.
—Claro que sí.— Respondió la chica.
—¿Cómo vas a mejorar tu vida con cosas tan tóxicas y tan malas para tu cuerpo?— Preguntó el castaño— Con sustancias que te dejan con un terrible dolor de cabeza y que te hacen olvidar todo.
—Exactamente por eso.— Contestó la Nonaka— Porque, me hacen olvidar todo.— Suspiró— Olvidar todo lo que sucede al rededor mío es lo que siempre he querido, olvidar a mi abuela, a mi padre, mis problemas, el Internado, básicamente ¡todo!
Takato alzó una ceja un tanto sorprendido ante esa declaración, ya que, nunca antes la había escuchado por parte de la pelirroja y le llamaba la atención que dijese que quisiera olvidarse de su abuela y de su padre—¿Por qué con las drogas intentas olvidarte de ellos?— No pudo evitar preguntar.
—Porque, desde que ambos murieron mi vida es un infierno.
¿Qué?
Takato abrió los ojos totalmente sorprendido.
¿El padre de Rika estaba muerto?
Yamato y su banda bajaron del escenario luego de terminar su concierto.
Habían tocado al rededor de ocho canciones y ya estaban exhaustos.
—Buen concierto, chicos.— Ryouma le habló a sus compañeros—Lastima que Ryo se lo perdiera.
—Sino fuera tan idiota pudo haber asistido.— Habló Kouji.
—¡Hey! Chicos.— Una voz femenina se escuchó y los chicos de la banda voltearon encontrandose con Mimi, Zoe y Sora.
—Hola chicas.— Ryoum no dudó en saludar mientras con su mirada analizaba cada cuerpo de cada chica siendo fulminado por la mirada de Yamato.
—Felicidades por el concierto.— Habló Mimi—Cantaron excelente.
—Muchas gracias.— Esta vez contestó Ryouma— Pero, hubiera sido mejor si nos hubieras acompañado con tu hermosa voz ¿no crees?
Mimi sonrió de lado— Hubiera sido genial, pero, este era su momento como banda.— Respondió.
—Todo el mundo se divirtió con sus canciones.— Habló Sora.
—Muchas gracias chicas por sus comentarios.— Yamato les habló a las chicas— Nos alegra saber que fue del gusto de gente nuestra música y que se hayan divertido, finalmente nuestra presentación es con ese proposito.
—Y hablando de diversión...—Habló Mimi—Supongo que ahora ustedes igual pueden divertirse, quizás, no con la música de la banda, pero, con otras cosas...— Y su mirada se fijó en el rubio.
Yamato se mordió el labio inferior.
—Bueno, todos queremos divertirnos en esta fiesta.— Habló Kiriha.
Pero, antes que alguien pudiera decir otra cosa, Takuya apareció en el lugar—Yamato.
El rubio volteo hacia él— Takuya.
—¿Cuando estabas ahí en el escenario pudiste divisar a Taichi?— Le preguntó el moreno.
Yamato hizo una mueca— Pues no.— Respondió.
—¡Ay, no!— Takuya llevó una mano a su cabeza.
—¿Qué ocurre?— Preguntó Mimi ante la expresión de su hermano.
—Estoy preocupado por Taichi hace rato me dijo que iba a salir y pues, ya que se demoraba lo salí a buscar, pero, no está.— Habló Takuya.
—¿Qué?— Preguntó el rubio.
—Salió hace varias horas.— Contestó el moreno— Lo llamé, pero, no contesta y pues, tu sabes como es cuando está borracho, no actúa bien, puede hacer cualquier cosa.
—¡Oh no!— Sora llevó sus manos a su boca preocupada— Taichi borracho es capaz de hacer cualquier locura. Debemos ir a buscarlo.
Kiriha y Ryouma intercambiaron miradas— Vayan ustedes.— Habló el peli-gris.
—A nosotros no nos importa.— Respondió el rubio Kiriha.
Sora rodó los ojos.
—Bueno, a ustedes no, pero, a nosotros si.— Habló Yamato, ya que, por todo lo que le había dicho Takuya, considerando los triste que estaba y más encima lo borracho eso si era preocupante, ya que, todos sabían como era de agresivo el Yagami al estar borracho, era capaz de hacer muchas cosas.
—¿T-tu padre está muerto?— Preguntó Takato sorprendido.
Rika asintió.
—No lo sabía.
—Claro que no lo sabías.—Rika rodó los ojos— Nunca te lo dije. Pero, es así, la pobre e idiota Rika Nonaka nació sin padre.
Takato hizo una mueca y observó detenidamente a la chica—¿Cómo que naciste sin padre? ¿Acaso murió de que nacieras?
Rika asintió— Si.— Suspiró— Murió antes de que yo naciera.
—Ou.— El chico apretó los dientes, ya que, no esperaba algo así— ¿Y cuando te refieres al olvidar tus problemas te refieres a olvidar eso?
Rika asintió—¿Acaso no fui muy obvia con mi respuesta?
—¿E?— Balbuceo el castaño e hizo una mueca.
—Sé que las drogas y los sedantes son malos, sé que perjudican mi salud, sé que son tóxicos, pero, son lo único que me han hecho olvidar que...—Suspiró Rika y bajó la cabeza— Me hace olvidar que nunca lo tuve a mi lado, que nunca estuvo ahí, por un maldito accidente, lo perdí, ni siquiera lo alcance a conocer.
Takato hizo una mueca— Rika, entiendo que quieras olvidar eso, pero, no deberías perjudicar tu salud con esto.
—Todo el mundo me dice eso.— Rika suspiró—Pero, la verdad es que hace mucho me dejó de importar mi salud, o mi vida en general.— Admitió—Quizás, muchos me critican, pero, las personas no saben todo lo que yo he sufrido.— Suspiró— Ni mis amigos me entienden, ni mi familia, no sienten esta soledad que yo siento...—La chica señaló su pecho, la verdad es que, no sabía si era por efecto de las drogas o porque se había acordado de su padre, pero, se sentía débil, con ganas de soltar todo lo que sentía y pues -aunque no quisiera admitirlo- ese chico le inspiraba...confianza y paz.
—No estás sola.
—Si lo estoy.— Respondió la pelirroja— Nací sin padre, tristemente no tengo hermanos, y desde que nací, mi madre simplemente quiso deshacerme de mi, me dejó con su madre, mi abuela, que en paz descanse. Ya que, según ella no podía cuidar a su hija y a la vez trabajar, se iba por dias, por semanas, por meses, habían veces que ni siquiera llamaba, en general pasé mis niñez más con mi abuela que con mi madre.— Suspiró— Mi abuela, ella era la única persona en quién confiaba, pero, murió cuando yo tenía trece años y desde entonces todo ha ido de mal en peor.
Takato observó atentamente a la Nonaka, mientras ciertas lágrimas comenzaban a caer por su rostro.
—Cuando era niña muchas esas veces vi a niñas de mi clase felices con sus padres, pero, yo tenía que aguantar estar solamente con mi abuela, que en paz descanse, porque, mi padre murió y mi madre simplemente se iba a viajar por el mundo en su carrera como modelo.—Rika suspiró— Prácticamente mi madre no estuvo cuando la necesite cuando niña y pues, cuando murió mi abuela prácticamente eramos unas desconocidas, quizás, ante todos ella era la mujer perfecta, la madre perfecta, pero, conmigo nunca fue compresiva, siempre quiso imponerme lo que ella quería y yo...—Suspiró la pelirroja— Cada vez me sentía más desesperada, tenía amigos, si. Pero, no tenía a mi familia, no tenía a mis padres, quienes debían estar conmigo y fue así como finalmente terminé cayendo en esto.— Suspiró— En las drogas.
Rika alzó su mirada al cielo.
—Mi vida ha sido un desastre desde que soy pequeña y quizás, muchos me critican por las drogas y el alcohol, pero, la verdad es que esas cosas son las únicas que me hacen olvidar que...—Rika suspiró— Estoy sola.
Takato observó atentamente a la chica, miles de lágrimas caían por su rostro, suspiró, suponía que alguna razón debía haber para que Rika actuara de la forma en que actuaba, pero, nunca se creyó que la razón fuera tan profunda, fuerte, triste y dificil. Evidentemente la chica estaba en pedazos, su corazón estaba en pedazos, sus sentimientos estaban en pedazos. Se sentía sola, pero...
Takato tomó su mano y la chica bajó la mirada hacia él— Rika, quizás, yo no soy tu familia directa y quizás, recién nos estamos conociendo, pero, luego de esto, créeme, yo nunca te dejaré sola ¿si? Nunca más estarás sola.
—No necesito caridad.— Dijo la chica con voz quebrada.
—Esto no es caridad.— Respondió el castaño— Juro que te demostraré que las drogas no son la solución para tus problemas y juro que te demostraré que tu vida no se basa en esto, en ser un desastre, tu eres una chica hermosa.— No pudo evitar sonrojarse ante esto— Joven, tienes toda una vida en adelante, solo dejame demostrarte que puedes cambia ¿si?
Suspiró.
Rika observó atentamente al chico— Dudo que lo hagas, yo estoy en lo más profundo del abismo, ya no tengo salvación.
—Si la tienes.— Habló el castaño— Yo te demostraré que si.
Rika sonrió de lado, sus palabras sonaban llenas de esperanza, llenas de inocencia y llenas de...paz.
Paz.
Algo que hace mucho no sentía, pero, que el chico tan solo transfería con sus palabras. Sin esperar más, Takato se acercó a la Nonaka y la abrazo. Para su sorpresa Rika no digo nada, no reclamó ni nada, simplemente se mantuvo callada, llorando, pero, no se apartó.
Efectivamente como había dicho Takuya, Taichi no estaba por ningún lado, por ende, los chicos se habían encaminado a la cabaña, mientras las chicas seguían buscando por los alrededores del bar.
—¿Dónde estará este, idiota?— Preguntó Kouji molesto.
—No está aquí en la cabaña.— Habló Takuya saliendo de la cocina— O en tu auto, solo nos queda revisar buscar en la playa.
—¿Y si volvió al bar?— Preguntó Yamato.
—Esa también ser una opción.— Respondió Kouji.
—Bueno, entonces, ustedes revisen en la playa y yo regreso al bar a buscarlo.— Habló Takuya.
—Si.— Respondió respondieron los dos chicos de ojos azules.
Y sin decir más, Takuya se encaminó al bar.
—No puedo creer que Taichi no aparezca.— Se lamentó la pelirroja Takenouchi preocupada.
—Tranquila, de seguro pronto lo encontraremos.— Mimi intentó tranquilizarla.
Sora hizo una mueca— Me siento tan culpable, Taichi vino hasta aquí para alejarse de mi y pues, ahora que me vio empezo a tomar, tomar, tomar y tomar.
—No es tu culpa, tu no sabías que él igual estaría aquí.— Habló la rubia.
—Además, nadie lo obligó a tomar hasta ponerse borracho.— Esta vez habló Mimi.
Sora suspiró— Lo sé, pero, no puedo evitar sentirme culpable. Además, llevamos horas buscandolo y no lo encontramos ¿donde podrá estar?
—No lo sé, pero, llamaré a los chicos, quizás, ellos lo hayan encontrado.— Izumi se dispuso a buscar su móvil.
¡Pero!
Se dio cuenta de algo.
—¡Oh no!— Exclamó la rubia—Mi bolso.— Hizo una mueca, habían salido tan rápido y estaba tan concentrados en buscar a Taichi que se había olvidado el bolso.
—¿Se te quedó en el bar?— Preguntó Mimi.
—Al parecer si.— Contestó la rubia— Tendré que ir a buscarlo.
—¿Vamos contigo?— Preguntó la castaña.
—No, tranquilas, ustedes sigan buscando a Taichi, yo regreso altiro.— Respondió Izumi.
Sora asintió— Está bien.
Y sin decir más, la rubia volteo en dirección al bar mientras sus amigas caminaron en dirección contraria buscando al castaño Yagami.
Mientras tanto en el Internado.
—No puedo creer que hayamos escuchado eso.— Juri se lanzó sobre un sofá.
Miyako asintió— Yo tampoco.— Contestó—Aunque, no puedo evitar dejar de pensar de que ahora tiene sentido porque Ryo todavía no ha sido expulsado.— Suspiró— Gracias a sus chantajes continua en este lugar a pesar de que él haya sido el culpable de muchas cosas.
—Lo que más me da impotencia, Miyako, es que, tengamos que compartir hogar con él.— Habló la castaña— Ese chico es capaz de todo y ahora me quedó muy en claro, ya que, si es capaz de chantajear a la directora con...sus secretos.
Miyako hizo una mueca y suspiró— No puedo creer todas las cosas que dijo Ryo de ella. De verdad me deja...—Buscó las palabras adecuadas— Marcando ocupado.— Respondió— ¿Dijo que había sido un teibolera?
Juri asintió— Si y le había mentido a su hija con respecto a su padre.
—¿Te digo qué? No sé si es peor saber sobre su profesión de teibolera, saber que le ha mentido a su hija toda su vida o...—Miyako suspiró y se acercó a Juri— Saber que no se metió con un solo hombre, sino, que con varios padres del Internado.— Susurró.
Juri hizo una mueca— Pero ¿tú crees que efectivamente sea así?
—Bueno, Ryo lo dijo y ella no lo negó ¿o no?— Habló Miyako.
—Si, pues, en eso tienes razón.— Respondió la chica Katou.
—No puedo lo creer que es esa señora, ahora tiene sentido ese rumor de la madre de Koichi.— Habló la chica de anteojos.
—¿Rumor de la madre de Koichi?— Preguntó la castaña— Recuerdo haber escuchado eso cuando Ryo hablaba con ella, pero ¿de que trata ese rumor?
Miyako bajó la mirada— Pues...—Suspiró— Es un rumor sobre su divorcio con Kousei Minamoto.— Alzó la mirada— Mi madre una vez me contó que Kousei y Tomoko por un tiempo fueron uno de los matrimonios más adinerados y admirados de la alta sociedad, pero, que de un momento a otro se separaron, sin explicación alguna. Tiempo después se filtró en la prensa que ambos se habían separado por una drastica y fuerte adicción de Tomoko Kimura, quién estaba sumido en las drogas y tenía negocios ilegales o algo así.— Respondió— Por ende, al ser desubierta habría perdido dinero y Kousei tomó la decisión de divorciarse de ella.
—¡Wow! No sabía eso.— Dijo Juri más horrorizada que sorprendida.
—No había forma que lo supieras, ocurrió hace muchos años atrás, nosotras probablemente no teníamos ni siquiera un año.— Miyako acomodó sus lentes— Yo supe la historia, porque, mi madre es amiga de Tomoko Kimura y pues, mi madre nunca creyó en los rumores de la prensa, ya que, Tomoko siempre se ha caracterizado por ser una persona buena y dulce, como Koichi, su hijo, y pues, esos rumores la hacian quedar como mujer terrible, cuando en realidad no lo es. Mi madre por mucho tiempo creyó que ese rumor había sido creado por la familia de Kousei, para difamar a Tomoko y a la familia Kimura.—Suspiró— Pero, ahora me doy cuenta que fue un rumor de Rumiko, porque, ella es su...—Tragó saliva— Amante.
Juri apretó los dientes ante esto, la historia de la difamación de la madre de Koichi no le había gustado en lo absoluto.
—¡Y ahora todo cuadra!— Miyako llevó sus manos a su cabeza.
— En un momento Ryo mencionó a un tal Kei...no sé cuanto, Tachikawa— Llevó una mano a su mentón pensativa— ¿Quién es él?
Miyako hizo una mueca— Es el padre de la mejor amiga de Rika, también padre de Takuya y Mimi.— Suspiró— Bueno, luego de todo lo que escuchamos no me extrañaría, al ser una teibolera no saber quién es el padre de su hija, aunque, me extrañaría, ya que, por lo que tenía entendido, Satoe Tachikawa y Rumiko Nonaka eran amigas.— Llevó una mano a su mentón pensativa— Sería muy dificil creer que esa mujer sea tan perra para hacerle eso a su "amiga"
—Tu misma lo dijiste, después de todo lo que escuchamos, podríamos pensar muchas cosas ¿no?
Miyako se mordió el labio inferior.
—¿Escuchaste eso de que Rika tenía hermanos?— Preguntó Juri.
—¿Hermanos?— Preguntó la Inoue.
Juri asintió— En un momento Ryo dijo que ella había sido culpable de la separación de los padres de los "hermanos" de su hija.
Miyako hizo una mueca— Bueno, quizás, el padre biológico de Rika tenía otra familia antes de conocer a Rumiko.
—Pero, también dijo que el padre de Rika estaba cerca y por lo que me dijiste él está muerto ¿o no?
—Bueno, pues, se suponía que estaba muerto.— Respondió Miyako, pero, luego de todos lo que habían escuchado era más que evidente que su padre no estaba muerto.
La pregunta que se hacia era ¿quién podría ser el padre de Rika? Ryo había dicho algo así como "por su culpa se habían divorciado los padres de los hermanos de Rika" ¿de alguna forma estaba intentando decir que Kousei era el padre de Rika? Aunque, también no pudo evitar recordar que había nombrado al señor Ishida, y pues, él con su esposa habían estado separados mucho tiempo hace años atrás.
Sora y Mimi caminaron por la playa buscando al Yagami, no aparecía y la pelirroja enserio comenzaba a desesperarse.
—Mimi, enserio, no puedo creer que esto esté ocurriendo.
—Tranquila.— Respondió Mimi mientras caminaba observando el lugar— De seguro él está...—Se detuvo en seco cuando su mirada pasó por la arena— ¡Un minuto!— Exclamó— ¿Ese tipo que está en suelo no es Taichi?
—¿Qué?— Sora volteo rápidamente al lugar adonde estaba Taichi.
Si, era él.
Sin dudarlo, ambas chicas se acercaron al chico y al llegar pudieron notar que efectivamente era él quién se encontraba ¿durmiendo?, pero, estaba con un terrible aroma a alcohol.
Mimi llevó una mano a su nariz para no respirar, en cambio Sora se arrodilló y tocó a Taichi.
—¡Hey!— Lo llamó— Taichi, Taichi.
El chico se removió entre sueños— No quiero ir a la escuela.
Sora rodó los ojos— No tienes que ir a la escuela, estás en mitad de la playa y borracho, tienes que levantarte.
Taichi abrió los ojos sorprendido al reconocer la voz de la Takenouchi— ¿Sora?
La pelirroja asintió— Así que, aquí estabas.— Se cruzó de brazos.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó el chico.
—Esa pregunta debería hacerte yo a ti ¿qué haces durmiendo aquí en mitad de la noche y borracho?
Taichi hizo una mueca— No te interesa.
—Claro que si me interesa.— Habló la pelirroja— Nos tenías preocupados a todos, desapareciste de la nada.
Taichi sonrió de lado irónicamente— Ahora te preocupas por mi.— Rodó sus ojos— ¡Ja! Que chistoso.
Sora hizo una mueca ante el comentario del chico— No me hables así, lógicamente me iba a preocupar por ti, desapareciste de la nada sin decir palabra alguna.
—¿Por qué tendría que decirte adonde voy si ya no somos novios?— Preguntó Taichi molesto— Recuerda que terminaste conmigo.
Sora se mordió el labio inferior— Terminé contigo, pero, eso no significa que no pueda preocuparme por ti.
—Pues, deberías dejar de preocuparte por mi.—Respondió el castaño—Tu al terminar conmigo buscabas hacerme cambiar y lo lograste ¡Mírame! Cambie, pero, para mal.—Sonrió sarcasticamente.
—Yo no quería que eso ocurriera.
—No, pero, finalmente lograste tu objetivo con mi hermana ¿no?—Preguntó Taichi—Terminaste conmigo porque según tú, ya no te entendía, tu no querías estar con un machista y no dejaba ser a mi hermana feliz.— Habló el castaño— Y pues, tu plan de terminar conmigo te funcionó, ya que, mi hermana está siendo feliz con ese rubio y yo...—Taichi hizo una mueca— Estoy hecha una escoria.
Sora hizo una mueca.
—Lo lograste Takenouchi, terminando conmigo lograste hacerme ver lo miserable que era e hiciste que esa miseria creciera.— Habló Taichi.
—Taichi, yo no quise eso, pero, lo lograste.— Respondió el Yagami y empezó a aplaudir— Bravo Sora, lograste destruir más al idiota de Taichi.— Habló sarcásticamente— Más de lo que ya estaba, porque, siempre ha sido un miserable.
—Tanto decías que me amabas ¿y de que me sirvió ese amor si me dejaste solo? Cuando habías dicho que no me dejarías.— Habló Taichi.
—Lo dije, pero, Taichi, tu también entendiendeme a mi, nuestra relación empezó a base de la confianza que teníamos, de la comprensión que teníamos, de todo eso y tú el último tiempo me necesitabas solo para tener relaciones y no me escuchabas.
Taichi hizo una mueca— ¡Ay, vamos!— Rodó los ojos— ¿Acaso no te gustaba como divertiamos?— Preguntó— ¿No te gustaba acaso que te hiciera mía?— Se acercó a ella—¿Acaso no te gustaba gritar mi nombre mientras te unías a mi?
Sora se mordió el labio inferior, la verdad es que esos momentos los amaba, todo ese placer que Taichi le daba, el amor que le demostraba, todo. Pero, ese no era el caso— Taichi, que me gustara no es sinónimo a que todo estuviera bien entre nosotros.— Suspiró— Lo que te quiero decir es que no soportaba que nuestra relación ya no fuera tan profunda como antes. Que no me escucharas me dolía.
—¿Y tú crees que hayas temrinado conmigo no me duele?— Preguntó Taichi.
—A mi también me dolió.
—Pues eso no pareció.—Respondió Taichi.
Sora bajó la mirada y suspiró, Taichi seguía siendo el mismo de siempre, un chico que no entendía aunque miles de personas le dijeran que todo lo que está haciendo está mal. Nuevamente suspiró y apretó su puño.
Mimi, quién había presenciado toda la conversación, pero, no había dicho palabra alguna, ya que, ese momento era de los dos, se acercó a su amiga y la tomó del brazo—No sigas perdiendo el tiempo en esta conversación ¿si?
Sora se mordió el labio inferior.
Mimi sacó su móvil— Llamaré a Yamato y le diré que encontramos a Taichi.
Izumi tomó su bolso blanco y pequeño que se encontraba en la barra, una mujer lo había guardado y pues, ahora que ella volvía se lo había entregado de vuelta.
Suspiró.
Y se dispusó a salir del lugar, pero, cuando alzó su mirada pudo notar que cierto chico de cabello castaño, ojos chocolate y piel morena ingresaba al lugar.
¿Por qué había regresado?
El chico pareció no verla, ya que, caminó en dirección a la puerta de los camerinos.
Aparentemente había regresado solo, porque, no estaban ni Yamato, ni Taichi, ni Kouji con él.
Izumi hizo una mueca.
Por un momento pensó que esta noche sería divertida para ambos, pero, él solo la estaba esquivando. Suspiró ¿por qué se hacia el díficil? ¿Era por los errores que había cometido en el pasado? ¿o por qué de verdad quería serle fiel a su amigo?
Suspiró.
Ya no había caso, ahora todos estaban empeñados en la busqueda de Taichi y ya no tendría oportunidad con Takuya. Estaba más preocupado de su amigo...
¡Bip, bip!
Escuchó como su móvil sonó.
No dudó y lo sacó de su bolso para revisarlo.
Mimi:
Encontramos a Taichi.
Izumi no pudo evitar suspirar aliviada ante esto, que bueno que habían encontrado a Taichi, ya no deberían preocuparse y...
¡Un momento!
Alzó su mirada hacia el camerino.
Tenia una idea.
Izumi:
Me alegro. Ahora necesito que me cubras. Porque, vi a tu hermano.
(Luego te cuento)
Takuya ingresó al camerino detrás del escenario, como le había dicho a sus amigos había vuelto al bar, pero, no había encontrado al Yagami por ningún lado, el último lugar que le quedaba por buscar era el camerino, pero, no estaba ahí.
Suspiró.
—¿Donde estás idiota?— Preguntó el moreno y volteo en dirección a la puerta para salir, pero, apenas hizo esto ante sus ojos apareció cierta chica rubia de ojos verdes quién llevaba un lindo vestido blanco.
—Hola Takuya.— La rubia lo saludó.
Takuya la observó sorprendido—Izumi ¿qué haces aquí?— Preguntó el moreno.
—Pues, estábamos buscando a Taichi cuando me di cuenta que se me había quedado el bolso.— La chica alzó su bolso— Y pues, me causó extraño ver que ingresabas al camerino.
—Es que, vine a buscar a Taichi, pensamos en que quizás había vuelto al bar, pero, no está.— Respondió Takuya.
¡Bip, bip!
El móvil de la rubia sonó.
El chico no lo dudó y alzó su móvil.
—¡Genial! Encontraron a Taichi.— Takuya sonrió.
—Que bueno.— Contestó la rubia.
Takuya guardó su movil en su chaqueta— Bueno, lo mejor será que nos vayamos a la cabaña, todos están ahí con Taichi.— Y se dispuso a salir, pero, antes que hiciera esto Izumi lo tomó del brazo.
—¡Hey!— Habló la rubia— No hay prisa, ya lo encontraron ¿qué tal si nos quedamos un poco más y tomamos algo?
Takuya hizo una mueca ante esto— ¿E? Izumi, no creo que sea buena idea.
—¿Por qué no?
—Porque, estaba preocupado por Taichi y pues, quiero ir a verlo.— Takuya suspiró.
Izumi rodó los ojos— Takuya.—Suspiró— ¿Hasta cuando seguiras esquivandome?
—¿Esquivandote?— Cuestionó el castaño.
—Si.
—Pues, no, no te estaba esquivando.— El castaño rodó los ojos.
—Yo diría que si, has estado toda la noche alejandote de mi.
—Son solo ideas tuyas, no te estaba esquivando.— Respondió Takuya, no quería admitir que eso era verdad, aunque, fuera muy obvio. La rubia sabía todo lo que provocaba en él y estar ahí, solos en ese lugar, con ella vestida de una forma bastante reveladora, luego de ambos haber tomado algunas gotas de alcohol no era buena idea— ¿Por qué lo haría?
Izumi rodó los ojos— Tú sabes porque...— Dijo la chica posando su mano sobre su pecho y acercando sus labios a los del chico provocando que sus respiración se entrelazaran— Porque, te pongo nervioso.
—Cl-claro que no.—Balbuceo el chico y retrocedió un paso.
—Entonces ¿por qué te alejas?— Preguntó la rubia.
—B-bueno, porque, eres la novia de mi amigo.— Respondió el castaño— Deberíamos respetar cierta distancia entre ambos ¿no crees?
Izumi rodó los ojos molesta— ¿Podríamos olvidar por unos minutos que soy novia de Kouji?— Preguntó— De verdad me molesta que te alejes de mi solo por eso.
—Entiendeme, Kouji es mi amigo, no quiero hacerle daño.
—¿Daño?— Cuestionó la chica— ¿Y no has pensado el daño que me haces a mi alejandote?
Takuya se mordió el labio inferior.
La chica tomó su mano derecha— ¿O acaso no has pensado en cuantos pedazos destruyes mi corazón cada vez que me dices que nos alejemos?
—Izumi, cuando te digo que nos alejemos es por una razón valiosa.
—¿Valiosa?— Cuestionó— ¿Y para ti no es valioso saber que mi corazón late por ti cada vez que estás cerca?— Y dicho esto posó la mano derecha de Takuya sobre su pecho.
Takuya se mordió el labio inferior al no solo sentir no latidos de su corazón, sino la piel desnuda de la chica.
Suspiró.
Izumi verdaderamente le estaba haciendo las cosas difíciles.
—Zoe, por favor, no me hagas esto.— Rogó Takuya bajando su mano— Por favor, no nos hagamos daño ni a nosotros ni a Kouji.
—Takuya, yo te quiero a ti, tu lo sabes. Y si tu me pides soy capaz de terminar ahora mismo con Kouji.
—Si, pero, Zoe lo nuestro ya no funcionó antes ¿quién te asegura que esta vez si funcionara?— Preguntó el moreno— Tu relación con Kouji es mucho más solida de lo que fue conmigo, no pierdas eso.
Zoe se mordió el labio inferior— Esa vez no funcionó por mi culpa, pero, Takuya, te juro que si lo intentamos de nuevo nunca más cometeré un error, daré todo de mi por nosotros.
Takuya bajó la mirada y no pudo evitar repasar esas palabras en su cabeza, Zoe le estaba diciendo que daría todo de ella por ellos, eso era algo que le agradaba.
¡Pero!
Era novia de su amigo, y pues, estar con ella sería una situación muy incómoda, ya que, quizás, Kouji les había pedido sinceridad si algo ocurría entre ellos, pero, Takuya era consciente que tan solo una palabra de lo que ocurría, volvería incómoda la situación entre ellos, y eso no podía ser, no debía ser, ambos eran amigos y compartían departamento, no quería vivir en un ambiente tenso o destruir una amistad de tantos años.
—Izumi, por favor no.— Dijo Takuya.
Izumi bajó la mirada triste— Al parecer de verdad no me queires.
—Tu sabes que no es así.— Respondió el castaño— Pero, lo nuestro no puede ser.
—Claro que si puede ser.— Habló la rubia— Pero, tú eres él que no quiere.
—No es que no quiera.— Contestó Takuya— No puedo.
—¿Por qué no?— La chica alzó la mirada y se acercó a él tomando a Takuya de los hombros provocando un profundo y directo contacto visual entre ambos— ¿No es sufiente con todo lo que sentimos? ¿Con todas las veces que te diga que te quiero?
Por un minuto creyó no haber escuchado bien, pero, era sorprendente escucharlo. Esas alabras las había añorado tanto.
Takuya hizo una mueca y observó fijamente a la rubia a los ojos, era una mirada intensa, triste, pero, a la vez llena de sentimiento, Takuya estaba aproblemado sin duda pero verla ahí rogandole que le diese una oportunidad y luchara por lo de ellos provocaba que la quisiera más.
Su corazón latía a más no poder y podía sentir el corazón de la chica latir a mil por segundo. Estaban tan cerca, tan conectados, tan hipnotizados en el otro que Takuya se verdad sentía que en verdad no iba a poder hacer o decir más que...besarla para demostrarle lo mucho que aún...la quería.
Suspiró.
¡No podía más!
Sus manos tomaron las mejillas de la rubia y sus labios besaron los de ella con intensidad.
Izumi no lo dudó ni un segundo y le correspondió a Takuya.
Muy ajenos a lo que ocurría con Taichi (porque, para variar, Sora no había querido preocupar a Hikari)
Takeru e Hikari se encontraban observando las estrellas, luego de que la banda de Yamato había terminado de tocar ambos habían salido del bar, Takato y Rika no estaban, eso era extraño, le enviaron un mensaje al castaño y este les había respondido que estaban bien y que iban en camino a la cabaña. Por ende, Takeru e Hikari también habían decidido irse a la cabaña, pero, antes de llegar a Takeru se le había ocurrido recostarse sobre la arena de la playa y observar el cielo, había una hermosa Luna y miles de estrellas que iluminaban el oscuro cielo.
Hikari había aceptado y heme aquí.
—Mira, esa constelación parece un gato.— La castaña le comentó a Takeru.
El rubio sonrió— Para ti todo se parece a un gato.— Beso su mejilla— Fanática de los gatos.
Hikari carcajeo levemente— Bueno, tienes razón.
—Mira, esa parece una especie de ¿murcielago?— Takeru señaló una constelación— ¿O un hamster con dos alas de murcielago?
Hikari alzó una ceja— Creo que estás delirando un poco ¿cómo va a ser un hamster con alas?
Takeru sonrió— Bueno, eso parece.
Hikari sonrió y se levantó levemente sentandose sobre la arena abrazando sus brazos— Hace un poco de frío.
Takeru imitó su acción, pero, en vez de abrazarse así mismo se sacó la chaqueta y la posó sobre los hombros de Hikari— ¿Ahora tienes frío?
—Ahora no.— Respondió la castaña y posó en un beso en sus labios.
Takeru le correspondió.
—¿Sabes? Amo estar aquí.— Habló Hikari— Amo ver las estrellas y el cielo nocturno junto a las olas del mar.
—A mi también.— Contestó el rubio, llevaban dos fin de semanas consecutivos haciendo eso a la orilla del mar, en aquella hermosa playa y era lo mejor del mundo— Pero, lo que más amo es estar aquí contigo.
Hikari lo observó conmovida y acarició su mejilla— Eres un tierno.— Posó sus narices— A mi también me gusta estar aquí contigo.—Takeru la rodeo en sus brazos.
—Si fuera por mí, estaríamos juntos todo el tiempo frente a una vista tan maravillosa como está.— Habló el rubio.
Hikari asintió—Lastima que dure tan poco.
Takeru asintió.
—Te quiero ¿lo sabes?
El rubio sonrió— Si, pero, no me quieres más de lo que yo te quiero a ti.
Hikari sonrió y sin decir más, acercó sus labios hacia Takeru y ambos se unieron en un dulce y suave beso, un beso que ambos correspondieron con el mismo cariño, con la misma dulzura, con la misma suavidad. Luego de unos segundos, la castaña introdujo la punta de su lengua en la boca de Takeru y este la acarició con la suya, primero fue una caricia suave, delicada, pero, con el paso de los segundos comenzó a ser un baile mucho más profundo y rápido. Y poco a poco el beso comenzó a ser más apasionado.
Las manos de Takeru recorrieron su cintura mientras Hikari abrazaba su cuello, el beso de ser dulce y suave al principio pasó a ser uno muy apasionado y casi desesperado, cada uno intentaba succionar la lengua del otro y sus labios se movían a un compás muy sincronizado.
Sus labios se tuvieron que separar cuando se quedaron sin aire, pero, Takeru no había demorado en comenzar a besar su cuello. Hikari simplemente cerró sus ojos y acarició el cabello de Takeru.
Los labios del rubio nuevamente volvieron a los de Hikari y fue correspondido, fue un beso apasionado, desesperado, como si ambos quisieramos succionar al otro. Por mientras las manos de Hikari habían bajado del cabello de Takeru y habían acariciado suavemente su cuello, las manos de Takeru habían recorrido la cintura de la castaña.
En un minuto dado y casi sin que se dieran cuenta, la castaña cayó suavemente de espaldas sobre la arena mientras Takeru la besaba. Estaban prácticamente los dos recostados sobre la arena besandose con toda la pasión del mundo, como si de eso dependiera su vida.
Los labios de Takeru nuevamente volvieron al cuello de Hikari y simplemente cerró sus ojos sintiendo los besos del rubio, su respiración estaba agitada igual que la del rubio. Las piernas de ambos se entrelazaron y la castaña pudo sentir como una mano del rubio bajaba a acariciar su pierna derecha sobre el vestido. Hikari abrió los ojos y efectivamente así era, se mordió el labio inferior y sin esperar más, alzó su pierna derecha enrrollandola en la cadera del rubio provocando que el vestido se resbalara y su muslo quedara totalmente descubierto.
Takeru observó esto y no pudo evitar acariciar la pierna desnuda de la chica, Hikari sintió un pequeño cosquilleo ante esto y Takeru no pudo evitar repetir más mismas caricias de hace unos segundos, pero, esta vez a piel desnuda.
Sus labios volvieron a los de la castaña y los besó con toda la pasión que sentía en aquel momento.
Hikari le correspondió sin dudarlo.
Se sentía tan bien estar así.
Se preguntaba hasta donde podían llegar.
Se separaron unos centimetros por el aire, sin dejar de rosar sus narices, finalmente fueron esta vez los labios de Hikari que comenzaron a besar el cuello del rubio mientras este intentaba controlar su respiración.
—¿E? H-Hikari.—Takeru le habló en un susurro.
—¿Si?— Preguntó.
—Amo todo esto.— Habló el rubio— Pero ¿estás segura de hacerlo aquí?
Hikari alzó su mirada— ¿Acaso no quieres?
—Si, si, claro que quiero.— Respondió el oji-azul— Pero ¿no quieres algo más preparado?
Hikari rosó sus labios— Solo quiero estar contigo.— Respondió.
Takeru sonrió— Yo igual quiero estar contigo.— Contestó y sin decir más, besó apasionadamente los labios de la chica mientras comenzaba a acariciar su espalda. La chica simplemente profundizó en el beso.
Takeru retiró la chaqueta que le había prestado a Hikari y la chica comenzó a desabrochar los primeros botones de la camisa del rubio.
Botón Uno, Botón dos, Botón tres, Botón cuatro, Botón cinco y...
Takeru se separó unos centimetros— ¿Segura que estás segura de esto?— Preguntó nuevamente, ya que, siempre que se imaginó ese momento con Hikari pensó que seria en algún lugar especial, privado, no al aire libre, o en la arena de la playa.
Hikari alzó una ceja— Si.— Respondió la chica y besó los labios de Takeru, el rubio le correspondió y Kari desabrochó el último botón de la camisa dejando a la vista el tonificado abdomen de Takeru, lo acarició, mientras Takeru profundizaba en el beso. Las manos de Hikari acariciaron sigilosamente el abdomen del rubio hasta llegar a la parte superior y agarró la camisa de los bordes para quitarsela a Takeru.
¡Pero!
Cuando la camisa iba en la mitad de los brazos del rubio.
Takeru se separó de la castaña— ¿E? Hikari ¿segura que estás segura de hacer esto?— Preguntó el rubio.
—¿Por qué preguntas de nuevo?
—Es que, hace un poco de frío ¿no crees?— Preguntó el rubio.
Hikari rodó los ojos— ¿Esto es enserio?
La verdad es que estaba un tanto nervioso, ya que, siempre había esperado ese momento, pero, no estaba seguro de que quisiese que fera en ese lugar.
Hikari hizo una mueca— La pregunta debería hacertela yo a ti, mejor.— Habló— Porque, él que parece no querer eres tú.
—No, claro que no.— Respondió el rubio— Yo si quiero.
—¿Entonces?— Preguntó la castaña.
Takeru hizo una mueca— Tienes razón, disculpame ¿si?— Y sin decir más juntó sus labios con los de la chica, pero, en vez de unirse en un apasionado beso terminó chocando sus sientes contra los de la castaña.
—¡Ouch!— Exclamó Hikari llevando una mano a su boca.
—¡Oh! Disculpame.— Dijo Takeru apenado.
—Eso estuvo feo.— Comentó la chica mientras tocado sus dientes.
Takeru asintió— Nuevamente me disculpo.
Hikari hizo una mueca ysuspiró.
—¿Continuamos?— Preguntó Takeru.
Hikari asintió y sin decir más, ambos acercaron sus labios al del otro, pero, al hacer esto a la vez y tan directo, ambos terminaron chocando sus frentes y narices antes de que sus labios se unieran.
—¡Ouch!— Exclamaron los dos al golpearse en la frente.
Hikari llevó una mano a su frente.
Takeru simplemente se maldecía por ser tan idiota.
La castaña suspiró y sin decir más, se sentó sobre la arena y el rubio tuvo que hacer lo mismo y moverse unos centimetros, ya que, estaba prácticamente sobre ella.
—¿Estás bien?— Takeru le preguntó a Hikari.
La castaña asintió— Si, estoy bien.— Contestó.
—Disculpame, otra vez, es que, estoy nervioso.— Habló el rubio.
Hikari suspiró y rodó los ojos— No te preocupes.— Dijo mientras se acariciaba la frente, ese golpe le había dolido más que el choque de dientes— Creo que lo mejor será irnos a la cabaña.
Takeru hizo una mueca y asintió con mucha culpa y pesar por lo que había ocurrido— S-si.
Los brazos de la rubia rodearon los hombros de Takuya.
Cada segundo el beso aumentaba en Intensidad, cada vez profundizaban más en aquel beso, cada vez más sus lenguas bailaban más.
Los brazos de Takuya rodearon la cintura de la rubia, cerró la puerta y literalmente la acorraló contra pared.
Los labios del hermano de Mimi comenzaron de a poco a bajar por el cuello de la rubia mientras, mientras las manos sus manos comenzaban a acariciar la espalda desnuda de la chica.
Izumi abrazó la cabeza de Takuya mientras este besaba su cuello, en un minuto dado Takuya la alzó por la cintura, Izumi alzó su pierna descubierta por el corte del vestido enrollandola en la cadera del chico, con su mano derecha Takuya tocó la delicada pierna de la chica apretando contra él, mientras sus besos en el cuello comenzaban a ser mordiscos.
Sus labios volvieron a los de la chica besandola con pasión.
Rayos.
Fue lo que pensó Takuya, se sentía tan bien besar sus labios y masajear su desnuda pierna, su piel era adictiva, la acaricio, la apretó y en un minuto dado sus labios fueron los que decidieron acariciar aquel lugar, bajó en dirección a la pierna descubierta de la chica y depositó unos besos en ella. Izumi con sus manos deshizo su coleta, mientras disfrutaba de cada beso de Takuya, beso que un momento pasó a ser mordisco.
Takuya alzó la mirada y besó nuevamente los labios de la rubia. Beso que fue correspondido mientras las manos de Takuya pasaba sus manos por la espalda desnuda de la chica.
Cuando sus labios se separaron fue esta vez la chica quién comenzó el cuello de Takuya y sus manos comenzaron a desabrochar su camisa.
Ambos comenzaron a caminar en dirección al sofá del camerino, cuando la rubia llegó al último botón de la camisa la retiró de los brazos de Takuya y la lanzó lejos. Mientras tanto una mano de Takuya se posó en uno de los delgados tirantes y sin dudarlo, lo retiró, lo mismo hizo con el otro y el vestido no demoro en caer dejando ver los bien formados y sensuales pechos de la chica.
Takuya e Izumi cayeron en el sofá del camerino y Takuya pudo sentir como los pezones de la chica rosaban su pecho, la tomó por su espalda desnuda y la besó, Izumi posó sus manos en el cueelo de Takuya mientras profundizaba en ese beso.
Enserio se sentía bien estar así.
Pensó Takuya, besar sus labios mientras sus abdomen y sus pechos se posaban. Fue así como las manos de Takuya subieron de la cintura y comenzaron a acariciar sus pezones de la rubia, suavemente como si de una princesa se tratase, Izumi sonrió y alzó la mirada mientras comenzaba a sentarse sobre el torax del chico, quién comenzaba a masajear sus pechos de una forma un poco más intensa, en un minuto dado sus manos apretaron sus ambos senos y abrió la boca por lo bien que se sentía dejando escapar un profundo suspiro, esta acción se repitió, una vez, dos veces, tres veces más y la chica en ese punto ya había comenzado a gemir.
Takuya se mordio el labio, primero por la sensación que sentía entre sus piernas y segundo por la sensación de los pechos de aquella chica, eran perfectos, prácticamente se había adueñado de ellos con sus manos y evidentemente la rubia estaba disfrutando. En un minuto dado sus manos bajaron nuevamente por su cintura y esta vez alzó su boca para con su lengua probar los pezones, mientras jugaba con el cortorno de su cintura, los succionó como si de un niño hambriente se tratas, y luego mordió uno de los pezones de la chica mientras la chica gemía mientras sus brazos abrazaban la cabeza del hermano de Mimi.
Esto solo comenzaba, Takuya rodó sobre ella, Izumi alzó sus caderas y Takuya bajó el resto del vestido hasta dejar a la rubia en la ropa interior de abajo, unas hermosa pieza de encaje lila, Takuya lanzó el vestido y ambos se unieron en un beso que ambos disfrutaron.
Las manos de Takuya apretaron los pechos de la chica mientras ella bajó sus manos al pantalón del chico y bajó el cierre. Takuya alzó la cadera y la rubia los bajó, otra prenda más que fue lanzada lejos.
—Te quiero.— Habló la rubia— ¿Lo sabes?
Takuya la observó atentamente y sonrió— Yo igual te quiero a ti.
Y como si de una niña pequeña se tratase, con dulzura los labios de Takuya besaron su cabello, luego su frente, luego la punta de nariz, depositó un corto beso en sus labios, a continuación depositó un beso en su mentón, sus labios siguieron descendientes besando en su clavícula, en uno de sus pechos, besó su abdomen y luego bajaron a uno de sus muslos, beso su pierna, pasó su lengua y en un minuto clavó sus dientes en una de ellas mientras sus manos comenzaban a acariciar la cadera de la chica sobre la delicada pieza de encaje que tapada aquel lugar de la rubia. Takuya alzó la mirada y sus ojos comenzaron a brillar.
Izumi sonrió ante esto y asintió entendiendo la pregunta de su mirada.
Las manos de Takuya se posaron en la pieza y la sacó de su lugar.
Alzó su mirada hacia la rubia y sin decir más, la beso con dulzura.
Mientras tanto las manos de la chica comenzaban a bajar a su boxer para bajarlo.
Ahora si, todo era perfecto, todo estaba listo.
Ambos desnudos en un mismo lugar, nada podría arruinar aquel momento. Se besaron apasionadamente como si nunca lo hubiera hecho, las manos del castaño recorrieron el cuerpo de la rubia, la manos de oji-verde recorrieron el cuerpo de Takuya.
Takuya posó sus manos sobre las caderas de la rubia e Izumi supo lo que venía.
—No sabes cuando he deseado esto.— Takuya le susurró.
—Yo también.— Respondió la rubia.
Takuya acarició sus piernas— Supongo que te cuidas ¿no?
Izumi rodó los ojos— Mata pasiones.— Bromeo.
Takuya lanzó una leve carcajada y sin decir más, se posicionó frente a la chica y con un movimiento penetró dentro del lugar de la chica provocando que esta se mordió el labio inferior intentando oprimir un gritó, de a poco el miembro de Takuya comenzó a entrar más en ella de una forma bastante rítmicamente de adentro hacia afuera, sin cuidado, no era la primera vez de ninguno de los dos, así que, ninguno tenía miedo, Izumi apretó el sofá con una mano y con la otra arañó a Takuya cada vez más fuerte, al sentir como Takuya ingresaba más a fondo de ella, mientras ella gemía cada vez.
—Takuya.— Gimió— Takuya.
Cuando ya todo el miembro de Takuya estaba dentro de ella eran casi inevitable los gemidos, los gritos y los arañasos de Zoe.
Mientras tanto en la playa.
—¿Donde está mi hermano?— Mimi les preguntó a Yamato y Kouji cuando llegaron adonde estaban Sora, Taichi y ella.
—Pensamos que Taichi pudo haber vuelto al bar y pues, fue a buscarlo.— Respondió Kouji y no pudo evitar notar que su novia tampoco estaba ahí.
¿Al bar?
Ahora tenía sentido porque Izumi le había pedido que la cubriera, no le había dado más explicaciones, pero, simplemente le había que la cubriera. Coincidentemente Izumi también vuelto al bar y hace varios minutos ya no volvía, ni su hermano, ni su novio sabían adonde estaban y ¿Takuya también estaba en el bar? De seguro Izumi estuviera efectuando su plan.
—¿Donde está Izumi?— Kouji preguntó un tanto extrañado al no ver a su novia.
—Pues...— Habló Mimi, no tenía seguridad de que Izumi estuviera con Takuya o algo así, pero, por las dudas la cubriría— Takeru le llamó.— Mintió descaradamente, pero, era lo único que podía hacer, Izumi era su mejor amiga, no podía traicionarla, mucho menos si en verdad estaba haciendo algo con Takuya, su hermano.
—¿Takeru?— Preguntó el rubio.
—Si.— Contestó la castaña— No me dijo para qué, pero, fue.
—¡A!— Se escuchó un leve jadeo de Izumi al sentir como Takuya salía de ella.
Las respiraciones de ellos se entrelazaban, estaban agitados a más no poder, sudados, agotados. Takuya hizo una mueca, lo que habían hecho no estaba bien, ella estaba de novia, él era el mejor amigo de su novio. Eso que había ocurrido era algo prohibido, pero, aunque eso no estuviese bien no podía sentirse del todo mal. Se había se había sentido tan bien estar dentro de ella, tanto así que no quería salir de ahí, escuchar su nombre entre gemidos, entre jadeos, entre besos, entre gritos, sentir que era solamente suya era algo que había querido desde siempre.
Izumi se recostó sobre su hombro y suspiró— Eres increíble.— Le susurró.
Takuya besó su mejilla y se acercó a su oído— Y tú eres magnifica.— Besó su cuello— No sabes como deseaba esto.
—¿Enserio?— Preguntó la chica— Con tu indiferencia de estas tres semanas, me haría pensar que no.
Takuya acarició su mejilla— Disculpa, rubia, pero, ahora sé que estuvo mal intentar alejarme de ti.— Unió sus frentes.
Izumi cerró los ojos y se mordió el labio inferior mientras sus respiraciones se entrelazaban.
—Te quiero.— Susurró Takuya y al rubia abrió los ojos— Más de lo que pensé que iba a querer a una chica y estos tres años separados me hizo dar cuenta que aunque me muera nunca podré dejar de pensar en ti.
Izumi sonrió— Me alegra escuchar eso.— Lo abrazó— Yo igual te quiero y enserio, perdoname por haber actuado tan impulsivamente esa vez.
—No hablemos de esa vez ¿si?— Takuya besó su mejilla.
Izumi sonrió— Está bien.— Y sin decir más, ambos se unieron un apasionado beso.
Adrit126: Eso lo saqué de la manga, ni yo lo tenía planeado jsjsj Y si, mató a la madre de los Tachikawa, ojalá algún día lo sepan. Todos entendemos a Takuya, la situación es dificil...es un hermano genial sin duda jsjsj En realidad Kouji le depositó un rápido beso en los labios, pero, básicamente de costumbre. Takato sin duda es un amor. Ojalá sigas leyendo, comentando y te mando un gran abrazo a la distancia.
AmiKarina: jsjsj creo que a muchos los dejé en shock jiji a todos ahora odian a Rumiko Nonaka jsjsj Tranqui, tranqui, el Karma llegará en su momento jsjsj Takuya un hermano celoso sin duda ya veremos como reaccionará cuando vuelva Damar jiji Bueno, la actitud de Rika es insoportable en algunos momentos, pero, poco a poco se irá rehabilitando jsjsj Lastima que esos tres estén en un ambiente tan tóxico, pero, ya veremos que ocurrirá. Yamato está hasta el límite ya veremos si alguna vez cae jsjsj Ojalá te siga gustando la historia, sigas leyendo y mandó un abrazo a la distancia.
mariacredenza02: Si, pobre Taichi, se terminó pegando el show, pero, ojalá se mejore. Los chicos no paraan de babear jiji Takuya un celoso chistoso no como Taichi jsjsj Esos cupcakes eran peores que el infierno jijiji Ojalá Juri y Miyako no se traumen. Ya veremos si algún día los Tachikawa saben que la madre de Rika mató a su mamá. Keisuke la llamó por algo jsjsj ya veremos jsjsj Pues, quería dejarlos con las ganas jsjsj Ya vendrá lo bueno jsjsj Ya veremos que seguirá ocurriendo con Takato y Rika jji Ojalá te siga gustando la historia, sigas leyendo, comentando y te mando un abrazo a la distancia.
