Describir a Fate Testarossa siempre había sido una tarea complicada, ni siquiera las personas más cercanas a él podían hacerlo sin errar en una o dos cosas. Inclusive, si se juntaban las precepciones de varias personas, comenzaban a contradecirse entre sí, principalmente, porque casi no le gustaba hablar de su persona y entonces la gente a su alrededor tenía que hacer suposiciones en base a lo que observaba.

La lectura es algo que siempre le acompañaba, era su pasión más destacable, había algunos cuantos que se preguntaban cómo es que no tenía todavía algún problema visual si se la pasaba siempre en algún libro físico o digital. Solamente sus padres y su hermano mayor sabían que en realidad sí tenía un ligero problema de visión, pero que usaba lentes de contacto la mayoría del tiempo.

Muy pocas personas sabían que pintaba en sus tiempos libres. Es verdad que se la pasaba garabateando en las clases cuando se sentía particularmente aburrido, pero nunca fue fan de mostrar sus obras a otra gente.

Le gustaban las matemáticas y por lo general era muy racional, le gustaba analizar las cosas desde un punto de vista lógico. Debido a esto, sus compañeros de clases solían creer que era muy serio, organizado y raras veces se reía. Sin embargo, quienes le conocían más a profundidad afirmaban que solo dividía el plano profesional del personal, que se reía de cualquier cosa y era un desorganizado con mucho orden.

Hayate siempre había sido muy buena leyendo a las personas y, aun así, le costaba mucho llegar a Fate, por lo menos hasta que le reveló ser un chico transexual. Hayate juraría que en el preciso momento en que las palabras se resbalaron de sus labios, todas las piezas sueltas del rompecabezas comenzaron a llenar los huecos que había querido llenar desde hacía tres años, y una que otra cosa comenzó a encajar.

Sus bromas fue lo primero.

Hayate recordaba que Suzuka dudaba en si "salir del closet" con el Testarossa era una buena idea, ya que Fate siempre hacía uno que otro chiste que no era necesariamente ofensivo, pero si algo duros sobre la comunidad, principalmente sobre el mundo T. Era un humor bastante pesado, si Hayate tenía que ser sincera, pero nunca dirigía las bromas hacia otra gente, solo hacia sí mismo, inconscientemente reprochándose sobre su sentir y es que si había algo que tanto Hayate como Suzuka habían concluido es que Fate Testarossa tenía de femenina lo mismo que Precia tenía de open mind: nada. Su feminidad era de las cosas más forzadas de la vida, y por más que a su amigo prefiriera no meterse en problemas, siempre empujaba los reglamentos a sus límites con tal de no usar la falda obligatoria.

Durante las ceremonias el uniforme era algo que no podía evitarse, de hecho, durante la primera semana, probaba a los prefectos y a los miembros del consejo estudiantil, buscando siempre una excusa perfecta para justificar que usaba el chándal deportivo. En serio, Fate no dominaba el instituto nomás porque no quería, ni siquiera Hayate misma con todo su ingenio podía salirse tanto con la suya como el joven rubio.

Otra cosa que le hizo sentido fue su reticencia al contacto físico, era mucho peor a la del japonés promedio ¡Y era extranjero!

Nanoha era la única persona que Fate dejaba que lo tocara de manera repetida, ni siquiera con sus familiares era tan afectivo. Nunca en los tres años que llevaban siendo amigos lo vio abrazar a su hermano o alguno de sus padres. Hayate tenía varias teorías de porqué Nanoha era la única permitida, la que más validez tenía es que enfrentarse a Nanoha era agotador y Fate se terminó acostumbrado a sus abrazos repentinos; ahora según lo dicho por Fate, no le gustaba sentir por medio de otras personas (ni que estas sintieran) el cuerpo que tanto detestaba, pues esto solo le recordaba que su pubertad se había ido por el otro lado.

Sus modales también comenzó a verlos desde otra perspectiva.

Fate siempre fue muy educado, pero tenía ciertas actitudes que eran un poco contradictorias a ratos. Hayate siempre pensó que era una chica conservadora, reunía muchas características y con la existencia de Precia Testarossa, no se le podía culpar. Si lo comparaba, por ejemplo, con Chrono, el hermano mayor de Fate, o su padrastro, Clyde, era evidente que, fuera de los modales básicos, también seguía el comportamiento socialmente bien visto para los hombres, junto con ese instinto protector que estos por algún motivo siempre tenían.

Todavía recordaba lo molesto que Fate había estado con el representante de su clase por la manera en que trató a una de sus compañeras, abusando de su posición de poder sobre la clase y sobre la sociedad justamente, por ser hombre. Fate le recitó todo un código de honor que dejó a más de uno con la boca abierta. Según Suzuka —ya que Hayate no había estado allí para comprobarlo—, ese fue el momento en que sus compañeras de clase comenzaron a referirse a Fate con el adjetivo de "príncipe", mismo que ahora comprendía porque lo hacía sonreír cada que lo escuchaba.

Fate se reía de muchas cosas, hacerlo reír no era complicado a menos que lo estuvieses intentando en un ámbito profesional, pero sonreír… Suena raro que una persona pueda reírse con facilidad, pero no sonreír. Las sonrisas de Fate siempre se sentían falsas, casi siempre emitían un simple sentimiento de tristeza por lo que este, conscientemente, elegía no sonreír; pero cada vez que escuchaba que se referían a él como "príncipe", dejaba salir una sonrisa tímida, pero cálida, misma que Hayate le veía cuando Nanoha tenía un gesto especial con él.

Describir a Fate Testarossa será siempre una tarea complicada, cada día se descubría algo nuevo de su persona, y ahora que decidió dejar de esconderse, Hayate podía asegurar que más cosas saldrían a la luz, cosas que ocultaban al verdadero Fate y Hayate sinceramente se sentía honrada de verlo desde cerca.


SIGO SIENDO LA MISMA PERSONA

CAPÍTULO 2


Decir que Nanoha se encontraba de mal humor era quedarse corto, Arisa se encontraba a nada de gritar alerta roja e irse a esconder con Suzuka, el demonio blanco estaba a nada de despertarse y, como siempre, no sería la persona que lo despertó quien lidiaría con su ira y el mapache que tenía por amiga no le estaba ayudando para nada a apaciguar a la bestia, riéndose descaradamente.

Habían tocado la campana de receso hacía unos minutos y ya que Suzuka no se había aparecido por la puerta. No vieron nada de malo en ir a su salón, estaban a un pasillo de distancia únicamente, y eventualmente tendrían que pasar por allí si realmente tomarían su almuerzo en la azotea. Lo que recibió a Arisa fue la imagen de Fate ayudando a su novia con lo que parecía ser un problema matemático, con notablemente MUCHO menos cabello del que recordaba haberle visto el viernes y… ¿Era idea suya o le habían desaparecido los pechos?

No tuvo tiempo de decir nada, porque Nanoha repentinamente carraspeó para hacer notar su presencia, a lo que tanto como Suzuka como Fate se giraron a verlas. Su novia les hizo un gesto de disculpa antes de girarse con Fate e igualmente disculparse. Fate le restó importancia y dijo que no tenía problema en ayudarla más tarde si todavía necesitaba ayuda. Entonces el demonio comenzó a despertar, pues mientras Suzuka guardaba sus cosas y sacaba su bentō, otra chica se acercó a Fate a devolverle un bolígrafo al mismo tiempo que otra más pedía ayuda también con un ejercicio.

—Fate-san se ve realmente bien con el cabello corto—Dijo una de las chicas sentadas en la ventana, cotilleando con una amiga suya.

— ¿Crees que se moleste si le dijera que se ve como todo un príncipe? —Respondió con una pregunta la otra chica.

—Nunca la he visto molestarse por el apodo, así que no creo—Mencionó—Pero si se lo dices en medio de una confesión será incómodo.

— ¿Por qué Suzuka-chan tarda tanto? —Masculló Nanoha molesta.

¿Tardar? Pero si ni siquiera había pasado un minuto y… oh.

Las fans de Fate, otra vez.

Ah~ Pero la nena seguía sin hablarle.

—Me voy adelantando.

Hayate no soportó más y terminó riendo mientras entraba al salón y abrazaba a la Testarossa. Suzuka se vio confundida cuando se acercó a ella.

— ¿Y Nanoha-chan?

—Celosa.

Suzuka rio.

—Te preguntaba dónde estaba.

—Se adelantó a la azotea—Se giró hacia Hayate quien despeinaba el cabello de Fate— ¡Mapache, te esperamos arriba!

Recibió un pulgar arriba como señal de que ya podían irse.

Suzuka le tomó de la mano y caminaron tranquilamente a donde Nanoha ya las esperaba, masticando con mucho enojo y maldiciendo por lo bajo. Ya estaban en cierta parte acostumbradas a esas actitudes infantiles causadas por bueno, celos. Nanoha no era precisamente discreta respecto a sus sentimientos por la rubia y el que Fate siguiera inconsciente de estos es lo que sorprendía a Arisa, si hasta ella se había dado cuenta…

Fate era otro nivel de densidad, no cabía duda.

Sin embargo, esto no significada que estuvieran a gusto con ellos, y a Arisa en específico, le exasperaban. Suzuka por otro lado, siempre decidía ser una buena amiga.

—Fate-chan no saldrá con ninguna de ellas, lo sabes ¿verdad?

—No me importa—Dijo Nanoha, arisca. Arisa sintió como su paciencia se reducía, en primera, por la forma en que le contestó a su novia, quien hacía lo mejor posible para apaciguar sus demonios, y en segunda, por lo orgullosa que Nanoha se comportaba, ¡y la orgullosa del grupo era ella!

— ¿Sigues molesta con ella? ¿No piensas hacer las paces todavía? —La respuesta era obvia, pero Suzuka necesitaba una reafirmación.

—Fate-chan se comportó y se sigue comportando como una idiota. Si alguien debe disculparse, es ella—Respondió.

Dios, dale paciencia.

—Bueno, pero ¿qué es lo que hizo?

Ese empalagoso par llevaba ya dos semanas sin dirigirse la palabra, todo un récord. Desde que Arisa podía recordar, lo máximo que duraban molestas era… dos horas, o dos minutos si es que Fate hacía uno de sus típicos comentarios fuera de lugar, pero que les arrancaba a todos mínimo, una sonrisa. Por esto comprenderán, que le es difícil, casi imposible, descifrar que causaría una disputa de tal magnitud.

Nanoha se veía bastante ilusionada antes de que procedieran a ignorarse, según lo que les había dicho Suzuka, Fate se veía más nerviosa conforme las horas avanzaban. Según lo que Hayate les comentó en medio del cotilleo que Nanoha, es que Fate le había pedido que hablaran a solas bajo los cerezos, a lo que Hayate apostó que al día siguiente ese par regresaría como una pareja.

Y bam, que les golpeó la realidad.

— ¿Le declaraste tus sentimientos y te rechazó?

Aunque eso no tenía mucho sentido, igual Hayate no les había podido decir nada, alegando que la única persona que podía declarar la razón de esa pelea era Fate, razón por la que tanto Suzuka como Arisa seguían en la oscuridad. De acuerdo con Hayate, la verdadera idiota era Nanoha, y por ende quien debía hacer las paces (además de disculparse profundamente), era Nanoha misma, razón más de que se encontraran tan confundidas.

—No, no me declaré, y nunca estuve más feliz por eso. —Otro bocado más fue masticado con mucha molestia.

Arisa se vio preocupada.

— ¿Fate va a mudarse de nuevo?

No pudo pensar en otra cosa que tuviera sentido, era bien conocido por el fucking maldito todo mundo que Fate había vivido, por lo menos, en 6 países distintos debido al trabajo de sus padres. Entonces era lógico que solo Fate pudiera hablar sobre ello y que Nanoha estuviera tranquila de no haberse declarado.

—Ojalá lo hiciera, así no tendría que verla más.

Bueno, al demonio con la lógica, tal parece que por hoy no existe.

—Sabes perfectamente que no quieres eso, si Fate realmente se fuera, estarías llorando a moco tendido. —Dijo una voz detrás de ellas, era Hayate, que había llegado al fin, la única persona que había sobrevivido al demonio blanco las veces suficientes como para considerarse que era inmune al dolor o simplemente inmortal.

Nanoha no respondió a lo dicho por Hayate, era dolorosamente evidente que no podía rebatir eso, ni siquiera con la cantidad de enojo que llevaba cargando.

— ¿Podemos hablar de otra cosa que no sea Fate?

— ¿Por qué? ¿Te sigue carcomiendo la culpa?

—Hayate-chan, creo que de verdad deberíamos cambiar de tema—Dijo Suzuka al ver como la cobriza se iba tensando cada vez más.

La aludida se cruzó de brazos, pareciendo que seriamente estaba debatiendo si hacerle o no caso a Suzuka. Arisa se encontraba en las mismas, no queriendo que entraran en una pelea acalorada, pero a la vez cansada de tratar a Nanoha con pinzas.

—No me importa realmente, solo venía a decirles que no desayunaré con ustedes hoy, y que también dejaré de acompañarlas en las tardes—Como que Arisa repentinamente prefería que siguieran hablando de Fate, aunque bueno, lo más probable es que se relacionara con su situación.

Su rara y misteriosa situación.

—Creo que escuché mal—Dijo Nanoha con un tono helado. Hayate no se incomodó ni un poco por ello.

—Escuchaste muy bien, Nanoha-chan.

Wow, realmente había roto sus palillos.

—No lo entiendo.

—Ese es, justamente, el problema. No lo entiendes—Suspiró—No vine aquí a pelear, soy persona de paz y lo sabes. Sin embargo, una de mis amistades más cercanas ocupa de mí en estos momentos, ya que como bien sabrás, no cuenta con el apoyo de nadie más. La persona en la que más confiaba recientemente le dio la espalda.

¡¿Y DICE QUE NO QUIERE PELEAR?! ¡ESTA MUJER ESTÁ LOCA!

—Haz lo que quieras—Bufó.

—Cuídense, nos veremos pronto—Se despidió Hayate con su característica sonrisa de "ignoraré olímpicamente el hecho de que aquí correrá sangre" y se fue tan repentinamente como llegó.

Silencio, solo eso hubo.

—Traigo otro juego de palillos, Nanoha-chan—Dijo su novia, ganándose una mirada sorprendida por la aludida—Arisa-chan a veces se olvida de guardar los suyos.

Nanoha no pudo evitar sonreír por la respuesta de la peli-morado a su muda pregunta.

—Puedo imaginarlo.

—Hay cosas peores—Y así fue como una hora avergonzando a su persona, comenzó.


La lluvia continuó cayendo con intensidad. Estaban mediados de Junio, por lo que la temporada de lluvias en medio de su apogeo, y como era costumbre, olvidó su paraguas en casa. Por lo regular no era algo por lo que debiera preocuparse, casi siempre Fate compartía el paraguas con ella de camino a la estación y Hayate le ayudaba a llegar a su casa seca, pues eran vecinas; pero desde hace un par de meses, las cosas cambiaron lo suficiente como para que dicha escena se volviera impensable.

Fate no volvió acercarse a ella, ni buscó pedirle disculpas.

Debía admitirlo, en cierta manera le dolía, porque los sentimientos no desaparecen tan pronto, y lo que sentía por Fate era intenso, algo normal si se considera que hablamos de una adolescente; pero tampoco es que pudiera permanecer de la misma manera, se iba apaciguando. Nanoha nunca pensó que su primer amor terminaría de una manera tan deplorable, sin siquiera tener la oportunidad de expresar sus sentimientos, siendo cada día más distantes.

Nanoha no mentiría, la extrañaba, mucho.

Más de una vez se encontró mirándola desde la distancia… se veía bien sin ella. Una parte egoísta quería verla siendo miserable sin su compañía, pero a la vez se alegraba que no volviera a ser ese pozo depresivo que era cuando la conoció, suponía que era por el apoyo de Hayate, cosa que agradecía, pero a la vez le enojaba, Nanoha quería ser igual de cercana a Fate y verla sonreír mientras salía de su caparazón.

Sabes perfectamente que debes hacer, no es tan difícil.

No se iba a disculpar.

Fate solo estaba confundida y el tiempo le daría la razón.

—Si no salgo pronto, llegaré tarde al Midori—Se lamentó tras ver la hora en su celular. Debía olvidársele el paraguas justo cuando debía cubrir turno, simplemente fantástico. Para hacerla peor, Hayate llevaba enferma tres días, así que se ausentó, como era lógico. Estaba ya considerando seriamente irse corriendo y al demonio con mojarse, pero eso haría que cuando llegara a casa debiera ducharse y cambiarse, lo que le haría llegar todavía más tarde aparte de recibir un sermón por parte de su padre acerca de no cuidarse bien; porque era casi seguro que también se enfermaría, así era ella de todos modos.

¿Qué hacer? No es como que le quedaran muchas opciones.

Ese día tuvieron educación física, y el chándal estaba en su casillero, si lo usaba, escondiendo su cabello y cubriendo su cabeza con su bolso, podría llegar de manera medianamente decente a la cafetería además de poder cambiarse al instante, el regaño le sería dado igual, pero podría cubrir un par de horas hasta la hora de cierre al menos.

Se dirigió a los sanitarios una vez recogió su uniforme deportivo, había un par de chicas conversando mientras retocaban su maquillaje, ocupando toda el área del lavamanos. Nanoha rodó los ojos y se metió a uno de los cubículos. Escuchó a varias personas entrar y otras salir junto unas cuantas risillas antes de salir, preparada para darse la carrera de su vida. Fue al único lavamanos libre, observando un paraguas sospechosamente familiar que no estaba ahí hace un par de minutos. Observó a la chica del centro hacer una seña a las demás a través del espejo antes de que todas hicieran ademán de abandonar el lugar, como un séquito.

—Oye—Llamó, todas se giraron—Se te olvida el…

La que Nanoha suponía que era la líder le sonrió con ese sentimiento que conocía bastante bien: envidia.

—Es tuyo—Dijo ella—Te lo vinieron a dejar.

— ¿Quién? —Preguntó, temiendo la respuesta.

La chica reviró los ojos.

—El príncipe, ¿quién más? —Preguntó como si fuera algo obvio antes de abandonar junto con sus amigas el sanitario.

Nanoha nunca odió ese apodo tanto como en ese momento. Siempre le pareció irrespetuoso que se refirieran a su Fate de esa manera, por más que Fate sonriera y le dijera que no le molestaba; pero ahora que sabía de dónde provenía esa aceptación, simplemente le hervía la sangre, porque fomentaba la confusión de Fate.

Tomó el paraguas con la firme intención de encontrar a la Testarossa y decirle que se ocupara de sus propios asuntos y que no necesitaba su ayuda, pero se detuvo en seco al ver una nota debajo de éste.

«Sé que tienes turno en el Midori-ya y lo que pasará si te atrasas más, así que úsalo. Por mí no te preocupes que lo más seguro es que ya esté en la estación, y de aquí a que llegues mi autobús habrá pasado. Puedes devolvérmelo con Hayate si todavía no quieres tener nada que ver conmigo, yo lo entiendo, pero no podía quedarme como si nada pudiendo ayudarte»

Sonrió sin poder evitarlo. Solo había dos maneras en que Fate supiera sobre sus turnos en la cafetería de sus padres, o lo recordaba por una mención que hizo el año pasado, o le había estado preguntando a Hayate sobre su persona. Fuere como fuere, eso calentaba su corazón. Fate todavía pensaba en ella, como Nanoha también lo hacía, pero por lo visto todavía no se disculparía tampoco. Parece que era cuestión de ver quien de las dos era más terca.

Guardó la nota como si fuera una carta del mismísimo papa y salió de la escuela camino a la estación, bajo el mismo paraguas que Fate usó en años anteriores para cubrirles a ambas, solo que esta vez, no la acompañaba.

No tuvo que esperar mucho a que su ruta pasara, un par de minutos nomás. Mientras caminaba por el pasillo con el fin de tomar uno de los asientos traseros vio a Fate caminando tranquilamente bajo la lluvia, cubriendo su cabeza con la capucha del polerón que le regaló la navidad pasada.

Se rio abiertamente, causando que uno que otro pasajero se quedara viéndole.

"¿Sabías que te mojas más corriendo bajo la lluvia que caminando?"

—Tonta.


Muy buenas~ Según mi reloj, son las 12:01, así que ya es miércoles, por lo tanto puedo subirles el capítulo e irme a mimirs en paz porque debo presentar examen a primera hora de la mañana Jajajaja

¿Qué tal les ha parecido el cambio? Siento que los cambios poco a poco se van comenzando a notar cada vez más, a pesar de que la esencia, en sí, es la misma, jsjs Nanoha nos salió bastante terca ahora, pero tranquilos, que buenas cosas vienen para la siguiente semana (?)

Quiero agradecerles nuevamente por el apoyo que me dan, público y anónimo, todo es válido pues me hacen saber que voy por buen camino nwn

Sin embargo, por el día de hoy quiero mandar un saludo especial, y a su vez dedicar el capítulo a... Zaisoooh, krishellsolís, LostNeko120 y nadaoriginal.

Sin más que decir, espero que tengan un bonito miércoles, y a los que esperan Contra Reloj... dense una vuelta por mi perfil ;)