Damar bajó el último escalón de la escalera, su conversación con Mimi ya había terminado y pues, la hora de la cena se acercaba, pero, antes iría a buscar a Rika. Había ido al departamento que compartían y no estaba, así que, había decidido ir hasta la oficina de la señora Nonaka a ver si estaba ahí.

Caminó hasta la puerta de la oficina, al voltear pudo divisar que cierto chico de cabello castaño y ojos azules ingresaba a la oficina de la directora, y pues, Damar simplemente siguió caminando a ver si Rika estaba ahí o no, pero, algo llamó su atención, la puerta no estaba cerrada, y el chico que recién había entrado era Ryo...


—¿Qué te sucedio Ryo?— Rumiko no pudo evitar preguntarle al Akiyama.

Ryo hizo una mueca— El idiota de Yamato me golpeo.— Respondió— Pero, no vengo a hablar con ustedes eso. Vengo a buscar las llaves.

—¿Las llaves?— Preguntó Rumiko.

—Del lugar en donde haremos la fiesta.— Contestó el Akiyama— ¿Acaso se le olvidó?

Rumiko rodó los ojos ante esto y llevó una mano a su chaqueta para sacar las llaves— Aquí están.

Ryo sonrió y se acercó para tomar las llaves— Así me gusta.

Rumiko se cruzó de brazos— Deberías dejar de pedirme ese lugar para tus fiestas.

—¿Por qué?— Preguntó el Akiyama— Si ese lugar es perfecto a eso.

—Porque, son instituciones del Internado para el estudio, no para tus fiestas.— Respondió la Nonaka— En donde muchos se drogan, toman y hacen otras cosas. Si alguien los ve, sea un inspector o un directivo se armará un gran problema.

—Bueno, por eso esta usted enterada de esto.— Contestó Ryo— Para que nadie nos encuentre ¿no?

Rumiko se mordió el labio inferior, si fuera por ella le prohibiría a toda costa hacer esas fiestas.

¡Pero!

El la chantajeaba con algo.

¿Con qué?

Con sus secretos.

—Usted ya sabe que si yo caigo, usted tambien.—Habló el Akiyama observandola desfiantemente a los ojos— Dígame ¿le gustaría que alguien se enterara de sus secretos?

Rumiko frunció el ceño— No.— Respondió de una forma seca— Claro que no.


Damar se mordió el labio inferior al escuchar aquello.

Así que, Ryo Akiyama sobornaba a Rumiko Nonaka.

Interesante.


Mientras tanto en el comedor.

—¡Amo la hora de la cena!— Exclamó Takato degustando la comido.

Takeru sonrió— Está delicioso.— Respondió.

—La cocinera cada vez cocina mejor.— Habló Hikari.

—Hablando de cocinar, ustedes dijeron que Rika era buena cocinera ¿no?— Preguntó Takato.

Hikari asintió— Una excelente cocinera.

—Algún día de estos podría hacer unaa degustación para ver si es tan buena cocinera como dicen.— Contestó el Matsuki.

—Y hablando de Rika.— Esta vez habló Takeru— ¿Dónde está?

—Supongo que debe estar con Damar.— Respondió la castaña.

Y como si Hikari hubiera invocado a la hermana de Mimi con tan solo la palabra en la puerta del comedor apareció cierta chica de ropa oscura y cabello castaño con puntas moradas platinadas, quién al igual que en la mañana se llevó muchas miradas de los presentes.

Damar recorrió el lugar con su mirada buscando a sus dos amigas.

—¡Hey! Damar.— Hikari llamó a su amiga.

Damar volteo hacia Hikari quién la había llamado y caminó en su dirección.

—Hola Damar.— Takeru saludó a la chica.

—Hola Takeru, Hikari.— Damar saludó a sus amigos y luego detuvo su mirada en el chico de googles amarillos— ¿Y?...

Hikari sonrió de lado—Damar, te presento a nuestro nuevo amigo, Takato.— Hikari señaló al chico— Takato, te presento a nuestra amiga, Damar.— Esta vez señaló a la chica.

—Hola, mucho gusto.— Habló con habitual entusiasmo el castaño Matsuki.

Damar simplemente le dirigió una seria mirada al chico, provocando que este sintiera un pequeño escalosfríos recorrer su cuerpo ante la directa y frivola mirada que le daba la chica— Hola.— Fue lo único que respondió la chica sin mostrar entusiasmo.

Takato se mordió el labio inferior.

—¿Han visto a Rika?— La chica no pudo evitar preguntar al no ver a su amiga pelirroja.

—No.— Contestó la Yagami— Pensé que estaba contigo.

—Estaba conmigo, pero, hace rato nos separamos y no la he vuelto a ver.— Respondió Damar.

Takato hizo una mueca, que Rika se desapareciera era algo preocupante.

—De seguro anda por ahí, en sus cosas.— Respondió Takeru— Pero, ya es hora de la cena, así que, lo más probable es que pronto se aparecerá por acá.

Damar alzó una ceja, había escuchado que Ryo haría una fiestal. Recorrió el lugar con su mirada, Ryo y sus grupo de amigos no estaban, Rika tampoco.

¿Podría ser que Rika ya estuviera en la fiesta?

—Ven, sientate con nosotros para cenar.— Hikari le ofreció a la chica.

—Gracias, pero, no tengo hambre.— Respondió Damar— Me iré al departamento.

—¿Segura que no tienes hambre?— Preguntó el rubio— La comida está mucho mejor que la comida que de hace tres años, la cocinera es excelente.

Damar hizo una mueca ante esto, ya que, aquel comentario simplemente la había hecho recordar a la antigua cocinera, la que había estado hace tres años en aquel lugar, la que había tenido que...pagar el precio.

Suspiró.

—Segura.— Respondió a la pregunta del rubio antes de voltear— No quiero comer.— Posósus manos en los bolsillos de sus pantalones— Nos vemos después, adiós.— Fue lo único que dijo antes de alejarse.

Takeru e Hikari intercambiaron miradas— Adiós.— Respondieron un tanto sorprendidos, la actitud de la chica había sido un tanto distante y cortante, eso era extraño, sobretodo con ellos. Pero, bueno, debían aceptar que esos la habían cambiado, cambios que poco a poco irían conociendo.


Mientras tanto con Taichi, Takuya y los gemelos.

—Koichi Kimura.— Takuya llamó al mayor de los gemelos— ¡Deja de mirar como bobo a mi hermana!

Koichi se mordió el labio inferior sin poder despegar su mirada de la hermana menor de Takuya, ignorando completamente que su hermano gemelo de una forma disimulada hacia lo mismo.

Kouji suspiró.

¿Cómo era posible que los hipnotizara a ambos?

Ambos gemelos desviaron su mirada de la chica.

—Disculpa, pero, tu hermana está bellísima.— Habló Koichi.

Takuya hizo una mueca.

—Es como una versión dark de Mimi.— Comentó el Yagami.

Takuya volteo hacia el Yagami un tanto molesto— ¿Perdón?

Taichi sonrió de lado— No me malinterpretes, pero, es bien guapa tu hermana melliza.— Suspiró— Y pues, tu hermana menor está siguiendo sus pasos a su modo.

—¿No que estabas enamorado de Sora?— Preguntó el moreno.

—Y lo sigo estando.— Respondió Taichi— Pero, simplemente hice un comentario, por eso te dije que no me malinterpretaras.

Takuya frunció el ceño, verdaderamente le molestaba que hicieran esos comentarios de sus hermanas, era celoso, sin duda— Mejor reservate tus comentarios.— Respondió molesto— Y de una vez deja de mirar a mi hermana, Koichi.

Koichi suspiró.

—Bueno, mejor cambiemos de tema.— Habló Taichi—Me entere qe, Ryo hará una fiesta hoy.

—¿Una fiesta?— Preguntó Koichi sorprendido.

—Si.— Contestó Taichi— A las diez en el salón, ahí donde siempre hace sus cosas. Y por lo que se rumorea por los pasillos trajo un nuevo encargo.

Kouji, Koichi y Takuya intercambiaron miradas.

—Y al parecer es bastante fuerte.— Finalizó Taichi.

—¿Fuerte?— Preguntaron los tres sorprendidos.

Taichi asintió.

—¿Cual?— Preguntó Takuya.

—Pues...—Taichi se acercó a sus amigos y observó a todos lados, para luego susurrarles a muy baja voz el nombre del nuevo encargo de Ryo para que nadie los escuchara.

—¡Oh no!— Exclamó Koichi.

—Cada vez parece que sus encargos son peores.— Comentó Takuya.

—Si.— Taichi asintió.

Kouji no dijo palabra alguna, simplemente recorrió el lugar con la mirada buscando a Rika, saber que Ryo había hecho una fiesta y que había traido una droga nueva era sinónimo de que la Nonaka asistiera a esa fiesta.

Hizo una mueca.

Rika no estaba.

Suspiró.

—De seguro Rika irá.— Kouji rodó los ojos.

—Si.— Respondió Koichi.

Kouji suspiró y se levantó de su lugar.

—Kouji.— Koichi llamó a su hermano— ¿Dónde vas?

—A buscar a Rika.— Respondió Kouji, que Ryo trajera una droga nueva y fuerte le preocupaba, porque, conocía a Rika. Quizás, parecía un idiota siempre insistiendole que no fuera a fiestas o se drogara, ya que, Rika nunca le obedecía, pero, él se sentía con el deber de aconsejarla, era algo extraño, pero, le ocurría como con Koichi, tenía como una necesidad de protegerlos, aunque, bueno, con Rika esto no siempre funcionaba.

En todo caso, esta vez verdaderamente necesitaba hablar con ella, ya que, los rumores decían que Ryo había traido una nueva droga y pues, no sabía de cual se trataba, pero, temía que fuera algo que afectara la salud de Rika.


Yamato observó su reloj, el ensayo con Mimi pronto comenzaría. Suspiró y dirigió su mirada a su mano derecha que estaba roja por los golpes que le había dado a Ryo.

Se mordió el labio inferior.

Verdaderamente le había molestado esos comentarios.

¿Por qué rayos se metía en donde no lo llamaban?

Aunque, bueno, no podía culparlos en su totalidad, porque, aunque le molestarán esos comentarios, sabía que la belleza de Mimi era excepcional. Pero, tristemente sus comentarios eran bastante subidos de tono y pues, eso le molestaba.

Tomó asiento en un sofá que tenían en la sala de ensayo, un sofá pequeño que tenían para las veces que llovía y tenían que ensayar en la sala de música.

Suspiró.

Algunas veces verdaderamente pensaba en dejar de tocar con Ryo, Kiriha y Ryouma, porque, hace bastante tiempo habían comenzado a tener diferencias, Kouji siempre había sido su amigo y se entendían, pero, con los demás, quizás, en un principio se llevaban bien, pero, luego las diferencias no tan solo musicales sino sociales se comenzaron a hacer presentes.

La puerta sonó y en el lugar apareció la castaña Tachikawa.

—¡Buenas noches!— Exclamó la chica.

—Buenas noches, Tachikawa.— Respondió el rubio y volteo hacia ella, pero, al hacer esto no pudo evitar examinar a la chica de pies a cabeza.

¿Por qué rayos se vestía así?

Se mordió el labio inferior.

Llevaba el mismo top corto sin mangas con cuello Halter y tirantes cruzados por encima de la parte delantera y con espalda descubierta, un top increíble en donde se veía gran parte de sus atributos y una minifalda blanca con botones delanteros que con sus grandes tacones blancos hacia que se viera más corta.

—Así que, el rubio vocalista de los Teenages Wolves golpeo el rostro del Akiyama.— No pudo evitar comentar Mimi.

—¿Cómo supiste eso?— Preguntó el rubio sorprendido.

—Las noticias vuelan rápido en este lugar.— Respondió la castaña— Ryo andaba reluciendo su gran moretón en el rostro y Ryouma no se contuvo a responder cuando preguntaron que había ocurrido aquí.

Yamato hizo una mueca y se levantó del sofá.

¿Por qué en ese lugar no existía la privacidad?

—En todo caso, creo que estuvo bien que le hubieras dado un buen golpe a ese chico.—Comentó Mimi— Es lo que se merece por todas las estupideces que ha hecho en su vida.

Yamato sonrió de lado, ese comentario lo dejaba tranquilo, no le importaba lo que pensaran los demás, solo lo que pensaran sus hermanos y esa hermosa chica de cabello castaños que llamaba su atención.

—¿Estás lista para comenzar a ensayar?— Preguntó el chico.

La chica sonrió de lado— ¿Ensayar?— Contestó— A diferencia de otras veces, yo no vine por eso.

—¿A no?— Preguntó el rubio sorprendido— Entonces ¿para qué?

Mimi rodó los ojos— Tu sabes a que tipo de saludo me refiero.— Y sin decir más, la chica se acercó al rubio para acarse a sus labios—¿Enserio crees que luego de lo que ocurrió voy a querer solo ensayar?— Y sin decir más, depositó sus manos en el pecho del chico y besó suavemente sus labios. Yamato la agarró de la cintura y correspondió al suave beso que la chica le dio.

El rubio alzó una ceja— Si querías besarme no tenías que usar esto como excusa.

—Bueno, pues, quería que por una vez estuvieramos en un solo solo en donde no nos puedan interrumpir.— Dijo una "inocente" Mimi, rosó sus labios y con sus brazos rodeo el cuello de Yamato.

Y sin decir más, ambos se besaron, el beso al principio fue despacio, suave, dulce. Pero, con el paso de los segundos se volvió más intenso, las manos del rubio recorrieron la cintura de la chica, una cintura perfecta de piel suave, mientras saboreaba los labios sabor a frutilla de la chica.

Mimi simplemente disfrutaba de lo relajante que era sentir las manos del rubio en su cintura, mientras profundizaba más en el beso.

En un momento dado la chica abrió su boca y mordió el labio inferior del chico jalando levemente de él, mientras el rubio acariciaba su espalda.

La chica tiró levemente de él y el chico cayó sobre el pequeño sofá del lugar, la castaña simplemente acomodó su cabello sobre su hombro derecho y se sentó sobre las piernas del rubio provocando que su mini-falda subieron dejando a la vista sus muslos que no dudó en acariciar el Ishida mientras ella nuevamente besaba sus labios.


Damar rodó los ojos, Rika no estaba en el departamento. Ya se estaba aburriendo de buscarla, en verdad, tenía algo que decirle con respecto a esa fiesta que se estaba rumoreando, pero, no se dignaba en aparecer.

¡Toc, toc!

La puerta sonó.

Damar se dirigió a abrir la puerta y al hacer esto simplemente hizo una pregunta...

—¿Tú otra vez?— Preguntó sorprendida al ver al menor de los gemelos Minamoto-Kimura frente a ella.

Kouji se mordió el labio inferior.

¿Esto era enserio? ¿Cómo era posible que Rika no fuera la que abriera la puerta? Aunque, bueno, debía admitir que no le desagradaba ver a la hermana menor de Takuya.

—Hola Damar.— Kouji saludó a la chica.

Damar alzó una ceja— Hasta que al fin dices algo.

Hace unas horas Koichi y él habían estado frente a ella y pues, él no había dicho si quiera un "Hola" Aunque, bueno, ella tampoco se había empeñado en dirigirle una palabra.

—Tanto tiempo sin vernos.— Comentó Kouji.

—Tres años apróximadamente.— Respondió Damar cruzandose de brazos.

—Estás cambiada.— No pudo evitar comentar. Kouji no pudo evitar observar a la chica de pies a cabeza, ya no parecía esa chica de quince años, los años la hakbían favorecido, estaba más alta, su cabello lo llevaba más largos y pues, su ropa era oscura, pero, ajustada a su figura que debía admitir era muy...atreyente. Suspiró—Muy cambiada.— Finalizó.

Damar asintió— Y pues, tu igual estás...—Lo observó de pies a cabeza, sin duda, estaba mucho más guapo de lo que recordaba, llevaba las mangas de la camisa doblada hasta la mitad de sus musculos, que para variar, estaban mucho más grandes de lo recordaba, evidentemente entrenar kendo lo había ayudado, si es que seguía entrenando aquel deporte. Se mordió el labio inferior, en otro momento eso le hubiera encantado su físico— Cambiado.— Finalizó su frase, para luego alzar la mirada y provocando que sus miradas se encontraron en un contacto visual, como los que habían tenido anteriormente, pero, a diferencia de las otras miradas que habían tenido ninguno desvió la mirada, el silencio se hizo presente, pero, no se podría decir que era incómodo, ambos se observaban a los ojos como si...con eso examinaran al otro.

Básicamente es como si con esa mirada dijeran más que mil palabras.

¡Pero!

—Kouji ¿qué haces aquí?— La voz de Rika se hizo presente llamando la atención de ambos.

Damar y Kouji voltearon en dirección a la pelirroja que los observaba un tanto sorprendida de verlos juntos, aunque, bueno, exactamente no sabía a que había venido Kouji.

Kouji se mordió el labio inferior, en un momento había hasta perdido la noción de porque había llegado hasta ahí por aquel intenso contacto visual.

¿A qué había venido?

Rodó los ojos al recordarlo.

—¡Hasta que por fin te encuentro, Rika!— Fue lo único que respondió el Minamoto.


Takuya caminó por el pasillo en dirección a su departamento, iba normal, tranquilo. Solo. Koichi se había quedado en el comedor hablando con unos compañeros de clases, Taichi se había a su departamento y Kouji había ido a buscar a Rika.

No tenía compañía por el momento.

Hasta que, sintió como alguien jaló de su brazo— ¡Hey!— Escuchó una voz dulce y al voltear se encontró con la rubia hermana de Yamato.

—Izumi.— Takuya pronunció el nombre de la chica— ¿Qué haces aquí?

—Vine a verte.— Respondió la rubia—¿Sabes? Te extrañaba.— La chica posó sus brazos sobre los hombros.

—¿Me extrañabas?— Preguntó el chico— Pero, si estuvimos toda la tarde juntos.

Zoe sonrió de lado— Lo sé.— Contestó— Pero, quise venir a darte el beso de las buenas noches.— Y depositó un rápido beso en sus labios.

—¿E? Izumi.— Habló Takuya— No creo que sea buena idea.

—¿Por qué no?— Preguntó la rubia.

—Porque, nos pueden ver.—Respondió Takuya observando al rededor.

Izumi hizo una mueca, el chico tenía razón.

¡Pero!

La chica dirigió su mirada a la primera puerta del pasillo en donde decía armario de limpieza. Sonrió de lado— Ven.— Jaló del brazo del chico hasta llegar a aquella puerta y la abrió, nuevamente jaló del brazo al chico para ingresar al lugar. Izumi cerró la puerta del lugar y Takuya observó el lugar, el armario de la limpieza del pasillo de su departamento— ¿Ahora si?— Preguntó la rubia y se acercó a los labios del moreno para besarlos.

Takuya simplemente le correspondió el beso y posó sus manos en la cintura de la chica.


Miyako suspiró ante lo que había visto, al parecer Juri tenía razón. Ella venía subiendo las escaleras, cuando vio que la rubia besó rápidamente los labios del moreno, producto de esto simplemente se había quedado quieta a mitad de escalera y ni Takuya, ni Zoe se percataron de que ella los había visto.

Suspiró.

¿Cómo era posible que Takuya y Zoe le pusieran los cuernos a Kouji?

Hizo una mueca.

Eso le recordaba algo...


—Debí suponer que como siempre vendrías a hablarme de eso.— Rika le habló a su primo mientras se sentaba sobre uno de los sofás de su departamento— Siempre vienes a darme esta charla cuando se rumorea que Ryo hará una fiesta ¿no?

Kouji simplemente se cruzó de brazos—Tú sabes porque lo hago.— Respondió seriamente.

Rika rodó los ojos, la verdad es que, aún no sabía si ir o no a la fiesta, tenía sus dudas. Pero, que le vinieran a decir que es lo que debía o no hacer era molesto, ya que, era su vida— Porque te gusta decirme que hacer.

Esta vez fue Kouji quién rodó los ojos— Porque, me preocupo por ti, Rika.— Contestó.

—No deberías perder tu tiempo preocupandote.— Respondió la chica.

—Claro que sí.— Respondió el Minamoto— Eres mi prima y luego de como quedaste hace tres años no puedo permitir que cometas nuevamente el mismo error.

—Bueno, pues, esa vez no morí.— Contestó la chica— Exageras mucho por simplemente una vez que quedé inconsciente por unas horas.

—No fueron unas horas.— Insistió Kouji— Tu sabes que fue por más y no exagero, que no hayas muerto fue prácticamente un milagro, pero, nadie me asegura que no volverás a ese estado con estas fiestas de Ryo.

—Bueno, yo te lo puedo asegurar.— Respondió la Nonaka— Yo sé cuidarme, sé controlarme, debes estar tranquilo, no llegarás conmigo al hospital o a la clinica mañana.

Kouji rodó los ojos— Eso no suena a algo convincente.

—No.— Contestó la chica— Pero, dime ¿en estos últimos tres años has tenido que llamar a una ambulancia luego de que yo asista a una fiesta de Ryo?

—No, pero, eso no quiere decir que esta vez siga siendo así.— Habló Kouji.

Rika rodó los ojos— Eres muy exagerado.

Kouji suspiró— ¿Sabes? Quizás, si.— Respondió— Pero, es porque me preocupas Rika, no quiero que te suceda algo por asistir a esas fiestas en donde solo consumes sustancias tóxicas.

Rika suspiró.

Sabía que su amigo la quería cuidar y lo entendía, ambos eran muy unidos.

Pero, ella no era una niña, podía tomar sus propias decisiones.

—Kouji, sé que te preocupas, pero, yo puedo tomar mis decisiones.— Respondió la pelirroja— Deja de perder tiempo en estas conversaciones ¿si? No quiero que terminemos discutiendo como siempre que tenemos estas conversaciones.

Kouji rodó los ojos.

¿Por qué Rika no quería entender?

¿Qué tenía en su cabeza que no entendía sus razones?

Suspiró.

—Rika, sé que eres grandecita, pero, mientras yo pueda insistirte que no hagas algo, lo haré.— Respondió— Y aunque tenga que darte mil veces esta conversación para entiendas, no me cansaré. Por favor, piensa. No quiero que te suceda algo malo, no quiero que termines como Henry..

Rika hizo una mueca ante esto, recordar lo que había ocurrido con Henry no era algo muy grato para ella, ni siquiera que se lo mencionaran, eso verdaderamente la hacia dudar de algunas cosas, porque, su muerte en verdad la había marcado. Suspiró y movió levemente la cabeza intentado ahuyentar aquel recuerdo de su amigo— ¿Me viniste solo a hablar por esto?— Preguntó seriamente.

Kouji suspiró y rodó los ojos— No.— Respondió— No vine a hablar contigo solo por eso. Vengo a hablar contigo sobre los resultados de la investigación.

La pelirroja alzó las cejas sorprendida— ¿Resultados?— Preguntó— ¿Llegaron los resultados?

—Si.— Contestó el Minamoto— Pero, la verdad es que hace mucho tiempo el detective viene dandome una actualización de sus resultados y pues...—Suspiró— No son buenos...


Mientras tanto en la sala de música.

Mimi y Yamato profundizaban en un apasionado beso, en donde sus lenguas bailaban, mientras las manos del chico acariciaban la espalda de la castaña. Se separaron por falta de aire y la chica alzó su cabeza respirando agitadamente, mientras los labios del chico bajaron por su cuello hasta su pechos. Los labios del rubio pasaron por el escote de la chica pasando su lengua por la hermosa forma de sus senos.

Las manos de la chica pasaron por la camisa del rubio y desabrocharon algunos botones de una forma muy sensual mientras el chico se perdía en su escote.

Cuando el pecho del rubio estuvo descubierto la chica besó su cuello y luego bajó para besar su pecho descubierto, mientras sus manos seguían desabrochando la camisa.

Yamato se mordió el labio inferior ante esto y con la respiración agitada se alejó levemente de la chica, se sentía tan bien, pero, no debían hacerlo— ¿E?— Balbuceo—Mimi, no creo que sea buena idea hacerlo aquí.

—¿Qué tiene de malo hacerlo aquí?— Preguntó la castaña.

—Es la sala de música.— Respondió el rubio levantandose del sofá.

Mimi hizo una mueca—La primera vez que lo hicimos fue en un armario de limpieza.— Dijo mientras se levantaba del sofá.

Eso era verdad, la primera vez que habían tenido relaciones había sido en un cuarto de limpieza, ambos, solos, una experiencia increíble para él, ya que, lo había hecho con tanta intensidad, le había quitado la inocencia a esa chica, había sido el primero en experimentar aquel cuerpo majestuoso, que ahora era perfecto.

—¿Acaso no quieres terminar con lo que comenzamos el Sábado?— Preguntó la castaña inocentemente mientras desabrochaba los primeros botones de su falda.

Yamato se mordió el labio inferior, moría de ganas, de verdad.

—¿Quieres?— Pregunto la chica.

Yamato suspiró y volteo en dirección a la puerta, debía terminar con esto...

Mimi se mordió el labio inferior al ver como el rubio caminaba hacia la puerta.

Yamato llegó a la puerta, tomó la manilla y cerró con seguro.

Debía terminar con eso, pero, no quería.

Además, nadie más vendría a ese lugar.

Mimi sonrió al ver esto y el chico volteo hacia ella para caminar en su dirección. Sin decir más, el rubio besó sus labios ferozmente, totalmente desesperado y la acorraló contra la pared, Mimi simplemente le correspondio abrazando su cuello, las manos del chico bajaron y acaricio sus muslos sobre la falda, mientras esta comenzó a besar su cuello y desabrochaba su camisa rápidamente para luego retirarla del torso del rubio dejando ver su tonificado abdomen y musculosos brazos que la chica acarició, mientras se volvían a besar con desespero.

Yamato introdujo su lengua en la boca de la chica, mientras sus manos se perdían en su figura y en sus piernas, desabrochó los últimos dos botones de falda, provocando que esta cayera, mientras sus lenguas se besaban con pasión y deseo. Mimi pasó una mano por su pantalón y bajó el cierre e introdujo su mano para acariciar el miembro del chico, mientras las manos de Yamato se perdian en sus gluteos perfectos acariciando su pieza de encaje blanco.

Las manos del rubio subieron a su chaqueta y la retiró de los hombros de la chica, sonrió era una imagen perfecta, en top y esa pieza de encaje. Mimi simplemente besó su cuello mientras sentía las manos del rubio acariciando su piel, su cadera, sus gluteos y sus muslos.

El chico tomó a la chica en sus brazos y la llevó hasta el sofá para depositarla con cuidado y fue su lengua la que comenzó a aventurarse en los senos de la chica, en su abdomen, en su cintura, en sus piernas. Las manos de la chica bajaron a su pantalón y lo bajó, Yamato ayudó a la chica a retirarlo de sus piernas, quedando solo en boxer. Las manos del chico subieron a su top y lo desabrocho, lanzadolo lejos, dejando a la vista todos los atributos de la chica, Yamato no lo dudó más y sus manos se apoderaron de sus pechos, los apretó levemente y luego comenzó a masajear sus pezones mientras la chica gemía.


—I-izumi.— Takuya murmuro el nombre de la chica mientras esta besaba su cuello.

—¿Si?— Preguntó la chica.

—Esto no está bien.— Respondió el castaño— Primero debes arreglar tu situación con Kouji.

Izumi hizo una mueca y alzó la mirada— Lo sé.— Suspiró— Pero, nadie puede evitar que nos demos muestras de cariño ¿no?

Takuya se mordió el labio inferior y sin decir más, la rubia besó sus labios ferozmente.


La última pieza de ropa de la castaña cayó por sus piernas, mientras ella se encargaba de bajar el boxer del rubio.

Yamato besó sus labios con ferocidad mientras esta acariciaba su miembro provocando gemidos roncos de su parte.

Ambos se separaron con la respiración agitada y Yamato se incorporó sobre la castaña, la observó detenidamente, perfecta, senos perfectos, cintura perfecta, piernas perfectas, todo. Acarició sus piernas con sus manos y las separó.

Las manos de Yamato se posaron sobre sus caderas y depositó un beso en el vientre de la castaña, seguido de otro para luego comenzar a bajar hasta aquel lugar sagrado de la chica. Sus dedos comenzaron acariciar aquel lugar provocando que la chica gimiera, los intrujo levemente tocando el interior del aquel lugar sagrado—Ah.— Gimió la castaña y Yamato nuevamente introdujo sus dedos—Ah.— Otro gemido.

Yamato sonrió y apartó sus dedos acercandose sus labios a aquel lugar y sin dudarlo pasó la punta de su lengua por ese lugar, acto que se repitio y finalmente, se pasó a ser mayor cuando estiró su lengua para introducirse en aquel lugar— Ah.— Fue el gemido de la chica al sentir como la lengua del chico entraba en ese lugar— Ah.—Otro gemido más. Yamato simplemente disfrutaba de aquel lugar, cuando lengua llegó a lo más profundo que pudo con sus labios besó aquel lugar estampando su rostro contra aquel lugar provocando que los gemidos que la chica fueran mayores. Se sentía tan bien, ese lugar introdujo nuevamente su lengua.

—Yama-yamato.—Mimi alzó sus piernas— Yamato.— Gimió su nombre de una forma muy sensual.

Yamato alzó la mirada— ¿Estás lista?

Mimi asintió con la respiración agitada y sin decir más, Yamato posicionó su miembro y sin decir más, ingresó en al chica, no con cuidado, no con cautela, no era su primera vez, ambos se conocían, él ya había conocido ese lugar hace tiempo atrás.

Mimi simplemente se abrazó a su espalda mientras comenzaba a gemir y a gritar su nombre, con gritos agudos que hacian volver loco al chico— Ah.— Gimió— Ah.— Mientras abrazaba al chico contra ella.

Era perfecto, un momento perfecto, Yamato le estaba dando todo el placer que había extrañado sentir.

Yamato simplemente mordió uno de los pechos de la chica.

El miembro ingresó más en ella y los gritos por parte de la chica eran inevitables, sus uñas arañaban su espalda.

Yamato la besó apasionadamente mientras su unión era completa, Mimi le correspondió mientras sentía al rubio dentro de ella, el placer en esos momentos era máximo, increíble, apretó sus piernas sosteniendo al chico dentro de ella, mientras sus gemidos eran música para los oídos del rubio.

—Ah.—Gimió la chica— Ah.— Echando su cabeza hacia atrás mientras los labios del rubio bajaban por su cuello.

Yamato la abrazó contra él.

El clímax para ambos ya había llegado y fue con un rápido, medio brusco movimiento envistió a la castaña provocando un grito agudo y que las uñas de la chica rasguñaran fuertemente su espalda.

Mimi observó el techo mientras su boca estaba abierta, el chico la había dejado sin aliento, esto era perfecto. Hace tres años atrás no tenía relaciones y en esos minutos esos tres años de abstienencia se habían acabado.

¡Al fin!


Rika salió de su habitación con sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

Suspiró observando la puerta principal.

La verdad es que había tenido sus dudas en un minuto de no ir a la fiesta, ya que, en su mente de vez en cuando resonaban las conversaciónes que había tenido con su primo y pues, la conversación del Sábado con Takato.

Pero, luego de saber los resultados de esa investigación...

Bajó la mirada.

¿Cómo era posible que no encontrara algo de él?

¿Cómo era posible que ese detective haya decidido finalizar la investigación sin darles una respuesta clara?

¿Cómo era posible que no haya servido contratarlo?

Verdaderamente se había hecho ilusiones de que al menos consiguiera una fotografía de él, algo que su madre por mucho tiempo le había negado, o al menos le dijera en donde había vivido, quienes eran sus padres (para ella sus abuelos) o la causa de su muerte. Algo mínimo, se había ilusionado por algo mínimo de él.

Pero, no había funcionado.

Suspiró.

Necesitaba olvidarse de aquello.

Alzó la mirada.

La fiesta sería una buena opción.

Quizás, muchos le habían dicho que no fuera por el tema de las drogas, pero, ella ya no era un niña, podía tomar sus decisiones. Aunque fuera por esta vez, para olvidar ese trago amargo. Solo era una fiesta ¿no? No le ocurriría lo de Henru si se moderaba, aunque, bueno, hace mucho tiempo había dejado de preocuparse si le ocurría algo como Henry o no.

Suspiró y avanzó hacia la puerta.

La puerta de una de las habitaciones sonó y Rika volteo.

—¿Adónde vas Rika?— Damar le preguntó a la Nonaka.

Rika hizo una mueca al ver a Damar, quién se encontraba de brazos cruzados observandola. Se mordió el labio inferior, ya se imaginaba lo que vendría a continuación, quizás, otra charla como la de su primo, Kouji.

Hace tres años atrás, ella era una de las personas que siempre le prohibía las drogas y cosas así, que la mantenía vigilada y que prácticamente era su piedra de tope para seguir en todo a Ryo y sus amigos a sus locuras.

—¿Vas a la fiesta? ¿no?— Preguntó Damar.

—Ya lo sabes.— Respondió Rika— Te advierto que sigo siendo igual de testaruda que siempre, aunque me des diez mil sermones de no ir como lo hacias antes, no te obedeceré.

Damar sonrió de lado— ¿Y quién dijo que te iba a decir que no fueras o que no consumas tus sustencias? Finalmente, tu eres quién para tomar tus decisiones ¿no?

Rika alzó una ceja sorprendida— ¿Lo dices enserio?

Damar asintió— Si.— Respondió y se acercó a la chica— Aunque, bueno, si hay algo que necesito decirte con respecto a la fiesta.

—¿Qué cosa?

—Estoy un poco aburrida en este lugar, y pues, me gustaría ir.— Respondió Damar.

—¿Cómo?— Preguntó Rika sorprendida— ¿Quieres ir?

Damar asintió— Si.

—¿Sabes que es una fiesta organizada por Ryo y básicamente en estás fiestas solo hay alcohol y sustancias?— Preguntó la Nonaka— Básicamente todo eso que no te agrada.

—¿Quién dijo que las sustancias o el alcohol no me agradan?— Preguntó Damar sonriendo de lado.


—¿Ryo hará una fiesta?— Fue la pregunta a coro que hicieron Takeru, Hikari y Takato ante lo que había dicho Tomoki hace unos momentos.

—Si.— Contestó el chico de ojos verdes quién sostenía la mano de su novia.

En estos minutos tanto Takato, Takeru, Hikari como Tomoki y Suzie se encocntraban en el departamento que compartían los tres chicos.

—Eso es lo que se rumorea por los pasillos.— Respondió Suzie.

—Ahora tiene sentido porque Rika no aparece.— Comentó Takeru.

—¿Crees que irá a la fiesta?— Takato le preguntó al rubio.

—Es lo más probable.— Respondió Takeru.

Takato se mordió el labio inferior, ya que, el hermano de Yamato tenía razón,que Rika fuera era lo más probable. Suspiró.

Pero, él estaría para evitarlo.


—¡A!— Gimió Mimi mientras los labios del rubio pasaban sobre sus pechos, como sus manos acariciaban su espalda y como su miembro estaba en ella.

Era suya.

Suya.

Totalmente suya.

Sus piernas rodearon las caderas del rubio y sus manos pasaron por su musculosa espalda.

—¡A!— Gimió y los labios del rubio pasaron por su cuello.

El rubio se levantó levemente y su miembro se retiró de la chica provocando que esta lanzara un grito seco ante esto.

Ambos se miraron frente a frente con las respiraciones agitadas y Yamato se recostó su cabeza en el pecho de la castaña Tachikawa, quién comenzó a masajear su cabello rubio.

Ambos estaban con las respiraciones agitadas, ambos sudaban y sus corazones latian a mil por segundo.

Mimi sonrió— No sabes cuanto esperé esto.— Comentó.

Yamato sonrió también y posó su mano en el abdomen de la castaña— ¿Me extrañaste en estos años?

—Obvio que si.— Contestó la chica— No estuve con ningún otro chico.

—¿A no?— Preguntó el rubio sorprendido.

—No.— Respondió la Tachikawa.

Yamato alzó la mirada— Entonces, debo sentirme afortunado por ser el único hasta el momento.

—Se podría decir que si.— Respondió la castaña— ¿Y tú? ¿Me extrañaste?

Yamato se mordió el labio inferior— Claro que sí.— Contestó— Me dejaste totalmente atraído hacia ti, enamorado, y que te hayas ido para mi fue un suplicio. Exxtrañaba todo de ti.— Acarició su mejilla— Sobre todo estos momentos.— Depositó un beso en sus labios que la chica correspondió de una forma suave y delicada.

La chica posó sus brazos tras el cuello del chico y este la abrazó provocando que sus pechos desnudos se rosaran.

Ambos se separaron cuando el aire les faltó y la castaña recostó su cabeza sobre el pecho del chico.

El silencio se hizo presente, pero, no fue un silencio incómodo, sino agradable.

—Yamato...—La castaña llamó al chico.

—¿Si?— Preguntó el rubio.

Mimi se mordió el labio inferior y suspiró— Mira, sé que dijimos que iríamos lento, que seríamos amigos, pero, bueno, ocurrió esto y...

—¿Y?— Preguntó el chico.

—Yo me preguntaba ¿en que fase estamos?— Preguntó el chico— ¿Qué significa esto para ti? o si quizás...

—¿Fue sexo pasajero?— Preguntó el rubio finalizando la pregunta de la castaña.

Mimi asintió.

Yamato sonrió de lado, últimamente estaban muy unidos, sus relaciones eran más intensas, y pues, luego de las palabras que le había dicho Ryo ese día, a pesar de ser molestas, lo habían dejado pensando.

Él se había enamorado de la Tachikawa, como nunca se había enamorado de otra, si ida lo había dejado desecho, triste, y por mucho tiempo la había culpado a ella por ni siquiera decirle la razón por la cual se había ido. Pero, ella ahora había vuelto y pues, le había intentado explicar las cosas, tanto así, que habían comenzado a ser amigos, porque, él tenía miedo.

¿Miedo a qué?

A sufrir.

A sufrir por enamorarse nuevamente, pero, había sido imposible mantenerse alejado de la chica. Se habían acercado de una forma muy diferente a la de tres años, habían tres años ambos se habían acercado de una forma dulce y tímida. Pero, ahora se habían acercado de otra forma, con deseo, con pasión, algo mucho más intenso, que le había agradado, ya que, a diferencia de las otras chicas que había estado en un pasado, sabía que esta cercanía con la Tachikawa se debía a la relación inconclusa, pero, seria que habían tenido hace un tiempo y que no había sido un juego.

—Bueno, pues, quedamos en ser amigos.— Habló Yamato— Pero, no creas que esto es pasajero.— Suspiró— Mimi, yo quiero que sepas que yo todo lo que hago y se relaciona contigo es enserio, no pasajero, no un juego ¿si?

Mimi sonrió, esas palabras la dejaban tranquila, saber que esto no era solo pasajero y que tenía cierta seriedad, casi moría por el deseo de estar en los brazos de Yamato, pero, en verdad no quería que fuera pasajero, sino que le diera seguridad de que él aún quería estar con ella.


Takeru e Hikari ingresaron al departamento de la Yagami y sus compañeras.

—Rika, Damar.— Hikari llamó a sus amigas al ingresar al departamento, pero, no recibió respuesta.

Takeru recorrió el lugar con la vista, las puertas de las habitaciones estaban abiertas y ninguna estaba ahí— Al parecer no están.

Hikari asintió— Lo más probable es que Rika haya ido a...bueno, tu sabes a que.

Takeru hizo una mueca y asintió— ¿Y Damar donde está?

—Probablemente está durmiendo.— Señaló la puerta de su habitación que estaba cerrada.

Hikari se sentó sobre el sofá— Eso significa que podemos regalonear unos minutos.

Takeru sonrió de lado nervioso, ya que, a su mente vino el recuerdo de lo que había ocurrido el día Sábado y la verdad es que no pudo evitar sentirse incómodo.

Suspiró.

Debía encontrar la forma de reparar lo ocurrido esa vez ¿no?

Se acercó al sofá y tomó asiento junto a su novia— ¿Regalonear?— Preguntó divertido— ¿Solo con abrazos y caricias o con besos también?

Hikari sonrió de lado— Dime tú ¿qué quieres? ¿Abrazos y caricias o besos?

—Los tres.— Respondió el rubio, se acercó a la castaña— Abrazos, caricias y muchos besos.— Y sin decir más, juntó sus labios con los de la chica Yagami en un beso suave que la chica no dudo en corresponder, las manos del chico pasaron por su cintura y la chica abrazó su cuello.

El beso en un principio fue suave, delicado y duraron así unos segundos, tranquilos disfrutando del contacto. Pero, llegó un minuto en el cual este beso se hizo más intenso, sus labios se abrieron y sus lenguas comenzaron a bailar coordinadamente y según pasaban los segundos el beso casi desesperado..

Takeru se separó levemente de sus labios y comenzó a besar el rostro de la chica con besos suaves y delicados, bajando desde la frente hasta el mentón y en un momento dado el chico comenzó a besar su cuello.

Hikari simplemente acarició su cabello.

Las manos de Takeru recorrieron su cintura mientras Hikari abrazaba su cuello, el beso de ser dulce y suave al principio pasó a ser uno muy apasionado y casi desesperado, cada uno intentaba succionar la lengua del otro y sus labios se movían a un compás muy sincronizado.

Sus labios se tuvieron que separar cuando se quedaron sin aire, pero, Takeru no había demorado en comenzar a besar su cuello. Hikari simplemente cerró sus ojos y acarició el cabello de Takeru.

Los labios del rubio nuevamente volvieron a los de Hikari y fue correspondido, fue un beso apasionado y desesperado, como si ambos quisieramos succionar al otro. Por mientras las manos de Hikari habían bajado del cabello de Takeru y habían acariciado suavemente su cuello, las manos de Taker recorrían la cintura de la castaña.

En un minuto dado, la castaña cayó suavemente de espaldas sobre el sofá mientras Takeru la besaba. Estaban los dos recostados sobre el sofá besandose con toda la pasión del mundo, como si de eso dependiera su vida.

Ambos se separaron unos centímetros y esta vez fueron los labios de Hikari que bajaron por el cuello del chico, sus respiraciones estaban agitadas. Las piernas de ambos se entrelazaron y la castaña pudo sentir como una mano del rubio bajaba a acariciar su pierna sobre su pantalón.

Takeru alzó la mirada y observó a la chica— ¿E? Hikari...

—¿Si?

—D-disculpame por lo que ocurrió el otro día ¿si?— Habló el rubio— Estaba muy nervioso y...

—Shhh...— La chica llevó sus manos hacia su boca para hacerlo callar— No hablemos de eso ¿si?— Acercó sus labios a los del rubio— Aprovechemos de este momento que es ahora y olvidemos ese pqueño incoveniente.

Takeru sonrió— Está bien.— Y nuevamente unió sus labios con los de la chica.


Takato caminó a través del campus, hacia bastante frío, pero, se había propuesto en ir por Rika y lo haría. Se acercó al lugar donde supuestamente sería la fiesta, habían muchos chicos y chicas en ese lugar, la música sonaba super fuerte. El castaño hizo una mueca ante esto.

¿Cómo rayos ningún inspector se daba cuenta de esa fiesta?

Si la música estaba al 100%

Suspiró.

Recorrió su lugar con la vista, rogando al cielo que Rika estuviera ahí y que no tuviera entrar a aquel lugar a buscarla.

¡Bingo!

Pensó al ver que Rika se encontraba en la entrada del lugar.

Tomó aire y se acercó, habían persona alrededor, pero, él solo venía por ella.

La pelirroja simplemente se encontraba en la entrada fumando, mirando prácticamente a la nada, se sentía extraña, muy extraña, diferente a otras veces que había asistido a fiestas, por más que se sentía mal por las noticias con respecto a la investigación de su padre, había algo que la dejaba intranquila. Cuando Ryo le había propuesto la idea de su fiesta había tenido ciertas dudas en ir o no ¿y por qué? Por la conversación que había tenido con Takato el Sábado, verdaderamente no entendía como era posible que estuviera pensando en él y en todo lo que él le decía. El último tiempo ese chico había puesto mucha energía de su parte para impedir que ella fuera a fiestas y se drogara, pero, a pesar de todos sus esfuerzos ella aún seguía teniendo tendencia a esas cosas.

Suspiró.

¿Cómo era posible que estuviera pensando en eso?

Quizás, porque, a diferencia de otras veces, el chico no se había aparecido en su camino para evitar que ella fuera a la fiesta y...

—¡Hey! Rika...— Una voz familiar la llamó.

Rika volteo hacia el lugar donde prevenía esa voz—¿Takato?— La pelirroja preguntó sorprendida— ¿Qué haces aquí?

—Vine a buscarte.— Respondió el castaño— ¿Creiste que te librarías de mi está vez?

—¿Qué?— Preguntó sorprendida y no pudo evitar pensar que con su mente lo había invocado. Se mordió el labio inferior, esto no le gustaba, pero ¿cómo se había atrevido en ir ahí mismo solo para buscarla?— Takato, por favor, no me molestes otra vez con respecto a esto, yo ya te dije que no tengo solución.

—Eso es lo que tú dijiste, pero, yo te dije que no te dejaría sola y te demostraría que puedes hacer algo más que esto.— Respondió el castaño antes de tomarla del brazo— Ven, nos iremos de aquí.

Rika hizo una mueca— Takato, vete solo ¿si? Este lugar no es para ti.

—Y tampoco para ti.— Respondió el castaño— Así que, te vendrás conmigo.

—Takato, no.— Insistió la pelirroja, verdaderamente no estaba ánimos de regresar al Internado, necesitaba despejar la mente, necesitaba centrarse en otras cosas— Dejame ¿si? Por más veces que tengamos esta conversación no lograrás algo.

—Claro que lo lograré.— Respondió el castaño— Te dije que te ayudaría a salir de esto y lo haré, así que, vendrás conmigo...— La observó seriamente— Te guste o no.

Rika hizo una mueca, tristemente ese chico era tan insistente que por alguna razón, siempre terminaba ganando y eso le sorprendía, ya que, ni sus primos o amigos de toda la vida lograban hacer lo que él hacia. Aunque, bueno, últimamente las actitudes del chico no le estaban desagradando del todo y eso le preocupaba— ¿No me harás hacer ejercicio? ¿no?

Takato sonrió de lado— Si nos vamos ahora mismo de aquí haremos otra cosa y no ejercicio.


Mientras tanto a unos metros de ellos.

—¡Vaya! Así que, Rika está nuevamente con su amigo.— Comentó Kiriha.

Ryouma volteo hacia Ryo— Al parecer ese chico verdaderamente está avanzando mas que tu, todos estos años con Rika.

Ryo frunció el ceño— ¡Callense!— Exclamó molesto— Idiotas.

—¡Hey! Solo decimos la verdad.— Respondió Kiriha— Al parecer ese chico nuevo verdaderamente está siendo del agrado de Rika.— Sonrió— ¡Mira! Hasta se la está llevando de la fiesta.

Ryo se mordió el labio inferior, apretó la lata de su cerveza totalmente molesto y se dispuso en ir hacia ellos, pero, Kiriha lo agarró del hombro.

—¡Hey! No pierdas tu tiempo en ella.—Habló Kiriha.

Ryo apretó su puño.

—Mira, hay miles de chicas mejores que ella.— Habló Ryouma señalando a ciertas chicas que se encontraban en el lugar.

Ryo suspiró, habían miles de chicas, pero, a él solo le importaba esa mujer, esa chica de cabello rojo y ojos lilas.

—¿Sabes? Ryo, aún no entiendo ¿qué le ves a esa chica?— Habló Ryouma— Si hay muchas mejores. Ella es aburrida, quizás, toma e ingiere sustancias, pero, no creo que sea divertido pasar alguna noche con ella, aunque, bueno, es evidentemente es virgen...

Ryo hizo una mueca, Ryouma, Kiriha o cualquier otro de sus amigos nunca entendería porque tanto interés en ella, aparte de ser una chica hermosa, que provocaba cierta curiosidad en él, era una de las pocas que se resistía a caer en sus encantos y pues, a él le encantaban las chicas dificiles y ella era una de esas, que no cayera en la primara conquista, en el primer comentario, en el primer piropo, hacia que le gustara más. Quizás, era evidente que era virgen, pero, hacia con muchas ansias que quisiera ser el primero.


¡Toc, toc!

La puerta del departamento de Izumi, Sora y Mimi sonó.

La pelirroja alzó la mirada, Izumi ya dormía y Mimi aún no volvía, así que, tendría que ir a abrir. Se levantó de su cama, salió de su habitación y luego abrió la puerta de la sala principal.

Hizo una mueca al ver que no había alguien, que estaba vacio.

Alzó una ceja.

¿Trataba de una broma o algo así?

¿Por qué había sonado la puerta y nadie estaba?

Estiró su pierna derecha con intención de salir del lugar, pero, al hacer esto puso sentir que algo había bajo sus pies.

Bajó la mirada desconcertada y al hacer esto frente a sus ojos encontró un hermoso...

Ramo de flores.

Abrió la boca sorprendida.

¿De donde rayos había salido?

Las tomó en sus manos y las observó, eran una flores lindas, pero ¿de quién eran? Su mirada se posó en una tarjeta que había en ellas. La tomó en sus manos y la revisó.

Sé que dijiste que cometí errores, y sé
qué estás molesta conmigo.
Pero, no te dejaré ir. Sé que actue
como un idiota, soy un idiota. Pero, soy un idiota
que está enamorado de ti.
Y te juro que encomendaré mi error y volverás
a enamorarte de mi.

De: Taichi.

Para: Sora (El amor de mi vida)


¡Chan, chan, chan!

Los dejé con la intriga de la conversación de las hermanas Tachikawa jajaj

Preparense para el próximo capítulo.

mariacredenza02: Bueno, aqui tuvimos la primera charla en solitario, pero, con esa mirada lo dijeron todo sin hablar jajaj ¿qué se habrán dicho con la mirada? jsjsj Ya veremos como Kouji se enterara de la nueva forma de ser de Damar jsjsj Es bonito verlos juntos, pero, deben decirle la verdad a Kouji, ya veremos como o cuando se lo dirán jsjsj Ryo se merece todos los golpes por todo lo que ha hecho. La conversación es secreta aún es muy pronto para que sepan que le dijo jsjsj pronto lo sabrán jsjsj Ojalá sigas leyendo, comentando y te mando un gran abrazo a distancia

AmiKarina: Si jsjsj está fuerte jsjsj La conversación todavía no jsjsj quiero que sea sorpresa lo que ocurrirá con Natsumi jsjsj Ryo solo está comenzando con esto, algún día enserio se va a enfadar y pues, ya veremos que hará, no será bonito, todos les traen ganas a Mimi jsjsj por ser tan linda jsjsj ya veremos como Yamato se pondrá más celoso jsjsj Ya veremos como será cuando Mimi le cuente o cuando este se entere, todo lo tengo planificado, pero, deben ocurrir algunas cosas, ya veremos que ocurrirá. Exacto! todos tienen secretos, pero, ya veremos que ocurre cuando la olla se destape jsjsj ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un gran abrazo a la distancia.