Kouji se mordió el labio inferior totalmente molesto por no poder dormir a esas horas.

Por alguna razón había despertado a las cuatro de la mañana y por más que había dado vuelta en su cama no había logrado dormir, así que, finalmente había decidido bajar a la cocina a tomar algo. Suspiró, verdaderamente estaba cansado, pero, su sistema nervioso no lo dejaba descansar y esto no tenía sentido, el día anterior había quedado tranquilo luego de ver que ese chico de googles había traido a Rika de vuelta, no había dormido con la preocupación de que ella estaba en esa maldita fiesta.

Volteo hacia la puerta dejó su tazón en el lavabajilla y volteo en dirección a la puerta para retirarse del lugar, pero, antes de que hiciera esto la otra puerta de la cocina se abrió y por ella entró cierta chica castaña con mechones de colores morados, quién traía unas ojeras terribles, pálida a más no poder.

—¿Damar?—Kouji llamó a la chica totalmente sorprendido de verla entrar por la puerta de la cocina ¡a esas horas!

Damar simplemente dio unos pasos mientras se tambaleaba, sin interés de observar al Minamoto.

—¿Qué haces aquí a estas horas?—Preguntó Kouji cruzándose de brazos.

Damar hizo una mueca y sacó un vaso del estante—No creo que te importe.—Dijo antes de abrir la llave para que agua cayera.

Kouji se acercó a la chica y al instante pudo sentir un fuerte olor a alcohol, marihuana y al observar la ropa de la chica pudo notar que ciertos polvos blancos descansaban sobre sus hombros— ¿Vienes drogada?

Damar le dio un sorbo a su vaso con agua—¿Qué te importa?—Preguntó.

Kouji la observo totalmente desconcertado ¿Qué había sucedido con ella durante esos tres años? Ella hace tres años atrás no hubiera actuado así— No me digas que ¿fuiste a la fiesta de Ryo?

Damar simplemente hizo una mueca— Si fuera así ¿a ti que te importa?— Preguntó la chica molesta.

Kouji se mordió el labio inferior, con esa respuesta le había dicho todo, era evidente que había ido a esa fiesta porque sino ¿de donde más vendría en ese estado? Verdaderamente no sabía que hacer o que decir, estaba muy sorprendido ante la actitud de la chica, nunca se hubiera esperado que precisamente ella fuera a una fiesta de Ryo, ya que, aparte de odiarlo, hasta hace tres años ella odiaba las drogas, hace tres años ella nunca hubiera llegado en ese estado, mucho menos a esas horas, mucho menos tomada o drogada o utilizando esa ropa, toda ajustada, aunque debía admitir que no se le veían mal, resaltaba sus...

Movió la cabeza.

¡Concentrate!

Se exigió así mismo.

—Estas no son horas de llegar.

Damar sacó la lengua— Me lo dices tú que más de una vez escapaste con la banda a tocar a antros hasta super tarde cuando apenas tenías catorce años.

Kouji frunció el ceño, eso era parte de su pasado, un pasado que en lo posible olvidaría, se acercó a ella— ¿Estás tomada, drogada o ambas?

—No te interesa saber.

—¿Cómo que no?— Preguntó el oji-azul—No está bien que llegues a estas horas en ese estado.

Damar hizo una mueca—¿Por qué no?—Preguntó— Es mi vida.

Kouji rodó los ojos, esa respuestas sonaban a una respuesta que daría su prima, Rika, eso no le agradaba, en lo absoluto.

La chica dejó el vaso que había utilizado para tomar agua sobre el lavaplatos y luego se encaminó hacia la puerta que daba al comedor. Kouji no lo dudó ni un segundo y siguió a la chica, quién de manera tambaleante salía de la cocina y luego del comedor.

En un minuto dado la chica llegó hasta las escaleras del lugar, pero, en vez de comenzar a subir se sentó en el último escalón.

Damar llevó una mano a su frente, verdaderamente estaba mareada, le dolía la cabeza, todo lo que había comsumido y aspirado verdaderamente la había dejado sin energías.

Suspiró.

—¡Hey!— Kouji llamó a la chica.

Damar se mordió el labio inferior y alzó la mirada— Deja de molestarme.

—No.— Contestó el Minamoto— Llegas en este estado, a estas horas y no quieres que me preocupe. Que te deje como si nada.

—No tienes porque preocuparte por mi.— Respondió Damar antes de levantarse del lugar en donde estaba.

Kouji rodó los ojos y se cruzó de brazos observando como la chica se acercaba a uno de los sofás cerca de la escalera.

Damar tocó su sudadera, tenía calor, y sin esperar más, retiró su sudadera quedando en su bralette negro dejando ver las curvas de sus pechos.

Kouji se mordió el labio inferior intentando desviar la mirada, pero, era imposible. Sin duda, los años habían jugado a su favor, esa delantera de la chica era muy deseable y...

¡Concentrate!

Se exigió así mismo y movió la cabeza intentando reaccionar.

—Deja de observarme.— Damar le habló a Kouji, para luego recostarse sobre el sofá. Acomodó su sudadera, apoyó su cabeza en el sofá y cerró sus ojos con toda la intención de dormir, estaba demasiado cansada para subir las escaleras.

—¿Qué haces?— Preguntó el Minamoto.

Damar abrió los ojos molesta— ¿Qué acaso no ves?— Preguntó— Quiero dormir.

—Estás loca.— Kouji le habló a la chica— ¿Cómo planeas dormir aquí?

Damar rodó los ojos— Durmiendo.— Fue la única respuesta que le dio al chico— ¿Enserio crees que tengo la energía suficiente para subir esa escalera?— Y sin decir más, cerró sus ojos dispuesta a dormir.

Kouji simplemente la observó todavía intentando procesar la forma en la cual se estaba comportando aquella chica, verdaderamente no la reconocía, si antes se le había hecho dificil por la ropa, ahora era más difícil por su actitud. La observó detenidamente, ese maquillaje ocultaba aquel hermoso rostro que amaba observar, esa ropa ya no reflejaban a esa chica alegre, ese estado de chica drogada o tomada era era algo que verdaderamente le sorprendía, ya que, nunca se hubiera imaginado que ella ¡Ella! Quién le quitaba la droga de las manos a Rika, fuera a caer en eso.

Suspiró, para luego acercarse a ella, lo mejor sería llevarla a su departamento. La tomó del brazo y la alzó levemente.

—¡Hey! ¿Qué haces?—Preguntó Damar un tanto molesta y sorprendida.

—Te llevaré a tu departamento.—Respondió.

Damar hizo una mueca—No tienes que hacerlo.

—¿Y dejarte aquí para que te metas en problemas? ¡Olvidalo!

Fue así como ambos comenzaron a subir las escaleras.

—Dices que no te gusta que la gente se meta en tu vida, Minamoto, pero, a ti te encanta fastidiar a los demás.— Habló Damar.

Kouji simplemente rodó los ojos, bueno, simplemente le gustaba entrometecerse en la vida de aquellas personas que verdaderamente le interesaban.

Ambos subieron las escaleras hasta llegar al segundo piso.

—Dejame aquí.— Habló la chica— Mi departamento queda unas cuantas puertas más allá.— Señaló el largo pasillo del sector A del edificio y se alejó del chico, pero, apenas hizo esto se tambaleo.

—Apenas puedes mantenerte estable de pies y quieres caminar sola hasta allá.— Habló Kouji.

Damar rodó los ojos y Kouji la agarró del brazo para comenzar a caminar en dirección al departamento de la chica.

—¿Por qué estás ayudandome?— Damar le preguntó al chico.

—Porque, no quiero que te metas en problemas.— Respondió el Minamoto— ¿Sabes que no está bien que llegues en este estado?

—Mmm...lo dice el chico que hasta hace unos años también salía a disfrutar de las fiestas de Ryo con sus amigos...

Kouji se mordió el labio inferior, ante esto, ya que, no pudo evitar que cierto recuerdo pasara por su mente.

~Tres años y medio atrás~

Una pequeña Damar de catorce años, observó su reloj un tanto ansiosa, eran las dos de la mañana eso era tarde ¡Muy tarde! Y Takuya y sus amigos no volvían.

En estos minutos se encontraba en la pequeña sala principal del departamento de su hermano Takuya, se encontraba tan preocupada porque aún no llegaba, que se había quedado varias horas ahí, esperando con su novio, pero, finalmente el sueño había vencido al Kimura. La chica dirigió su mirada hacia la habitación de Koichi, la puerta estaba abierta y se podía ver claramente como el mayor de los gemelos se encontraba durmiendo en su cama.

¿Cómo podía dormir tan tranquilo sabiendo que su hermano estaba en una fiesta?

Suspiró.

Quizás, tenían razón cuando decían que las mujeres eran exageradas. Pero, la verdad es que no podía evitar sentirse preocupada porque Takuya asistiera a esta fiesta. Esto era verdaderamente estresante, Ryo, como siempre, los había incitado a ir a una de sus fiestas y pues, no podía evitar sentirse preocupada, ya que, tristemente a pesar de tener solo quince años, su hermano y sus amigos no estaban en buenos pasos.

¿Cómo rayos teniendo solo quince años se habían abierto a ese tipo de cosas, alcohol y drogas?

Se mordió el labio inferior.

Cuando se había enterado que su hermano había probado una lata con cerveza no le había preocupado, cuando su hermano había probado un cigarro no le había preocupado, cuando se había enterado que su hermano no solo besaba y abrazaba a su ex-novia, sino que de vez en cuando realizaban sus actos pre-matrimoniales tampoco se había preocupado, ya que, finalmente, Takuya era un adolescente con el derecho a vivir y disfrutar de la vida.

¡Pero!

Cuando se había enterado que Ryo se conseguía unas entradas VIP (practicamente ilegales ante la ley) con sus amigos y contactos narcotraficantes, rompe ley, interesados solo en el dinero que Ryo les ofrecía para conseguir esas entradas que les ofrecía a su hermano y a sus amigos. Verdaderamente se había preocupado.

Suspiró.

En eso la puerta del departamento se abrió y la chica al voltear se encontró con cierto chico de cabello negro azabache y ojos azules.

—Kouji— Damar reconoció al chico.

—¿Damar?— Kouji la observó sorprendido— ¿Qué haces aquí? ¿y a estas horas?

—¿E? Pues, estaba esperando a mi hermano.— Contestó Damar— ¿No que estaba contigo?

Kouji se mordió el labio inferior— Si, si, estaba conmigo.— Contestó cerrando la puerta tras él— Pero, mejor ve a dormir.

Damar alzó una ceja y se acercó a él— ¿Por qué?

—No creo que regrese hasta mañana.— Respondió y se acercó a un sofá— Porque, se estaba divirtiendo con una chica.

Damar suspiró y rodó los ojos— Debí suponerlo.— Se cruzó de brazos— Cómo siempre él y sus...cosas.

Kouji tomó asiento sobre el sofá.

Damar hizo una mueca al sentir el olor a alcohol del Minamoto— Vienes pasado a alcohol, al parecer la fiesta estuvo buena.

Kouji suspiró— Se podría decir que si.— Y cerró los ojos— Me duele la cabeza.

—Lógico.— Contestó la chica— ¿A quién no le duele la cabeza luego de una borrachera?— Suspiró y se acercó a él— Al menos tú no consumes esas sustancias que vende Ryo.— Y sin decir más, tomó asiento junto al Minamoto.

Kouji abrió los ojos y volteo hacia la chica— Por cierto ¿donde está Koichi?— No pudo evitar preguntar, desde que eran novios -tristemente- era extraño no verlos juntos.

—Se quedó dormido.— Respondió Damar y señaló la habitación del chico— Ya sabes, cuando el sueño le llega no logra vencerlo.

—¿Y tú?— Preguntó el Minamoto— ¿No tienes sueño?

—Más o menos.— Contestó la castaña— Pero, quise esperar a mi hermano, aunque, bueno, no fue buena idea, porque, él al parecer se divertirá esta noche.

—¿Tan preocupada estabas por él, como para esperarlo hasta tan tarde?— Preguntó Kouji.

Damar asintió— Es mi hermano ¿no?

Kouji observó atentamente a la chica, él sabía lo importante que era para ella su hermano y también sabía lo importante que era ella para Takuya, eran muy unidos entre ellos dos, mejor dicho entre ellos tres, porque, con Mimi igual tenían buena relación.

—Y pues, Koichi igual estaba un tanto preocupado por ti, pero, bueno, el sueño fue mayor que su preocupación.— No pudo evitar reír levemente señalando al chico.

—Koichi sabe que no debe preocuparse, le dije que regresaría temprano y aquí estoy.— Contestó el Minamoto.

—¿Temprano?— Cuestionó la chica— Las dos de la mañana ¿eso es temprano para ti?

Kouji asintió— Si.

—Aún no entiendo como ustedes van a esas fiestas con Ryo.— La chica se cruzó de brazos— ¿Acaso no saben que esas entradas VIP son ilegales?

—¿Cómo sabes de las entradas?— Preguntó el Minamoto sorprendido.

—Porque, a diferencia de Hikari y Mimi, yo no me creí eso de "los antros para menores de edad"— Contestó la chica— Considerando que Ryo es quién les consigue las entradas era muy obvio que no trataba de nada legal o licito. Terminé sacandole verdad por mentira a mi hermano y me contó sobre las entradas.

Kouji hizo una mueca ante esto, debió haber supuesto que la menor de los Tachikawa lo terminaría descubriendo, era muy despierta como para que le pasaran gatos por liebres.

—Verdaderamente no entiendo como vas a esas cosas.— Comentó la chica— Yo pensé que tu no estabas de acuerdo con las locuras de Ryo.

—No estoy de acuerdo con sus drogas.— Respondió Kouji— Pero, de vez en cuando no hace mal ir a una de esas fiestas, tomar un poco...

—¿Y pasar momentos a solas con chicas? ¿no?— Preguntó Damar intentando ocultar su irritación por aquel dato— Porque, muy bien que se divierten tanto Yamato, Taichi, Ryo, Takuya y tú, con ellas.

Kouji se mordió el labio inferior ante esto, que ella le dijera sobre eso verdaderamente le incómodaba, porque, a pesar de que como sus demás amigos se divertía de vez en cuando estando en los brazos de alguna chica, por ninguna de ellas había tenido algún sentimiento o algún afecto, ya que, en la única chica que lograba pensar era en ella.

La novia de su hermano.

Suspiró.

—Bueno, es nuestra vida.— Contestó Kouji intentando desviar su mirada de la chica.

Damar rodó los ojos— Típica vida de hombre. Solo piensan en fiestas, chicas, chicas y más chicas.— Suspiró— Y lo peor es que solo la utilizan para pasar un momento, no las toman enseiro, solo para diversión.

—¡Hey! No siempre es así.— Respondió Kouji dirigiendo su mirada hacia la chica.

—¿A no?— Preguntó la castaña— Entonces ¿acaso me vas a negar que de todas las fiestas que has ido has estado siempre con la misma chica?— Damar apretó su puño, verdaderamente no sabía porque estaba dando lugar a que sus celos hablaran, ella en general lograba controlar ese tipo de sentimientos, sobre todo desde que estaba con Koichi, pero, era imposible, saber que el chico que quieres vive en brazos de otras no era muy agradable.

—Bu-bueno...— Habló Kouji— Eso ocurre, porque, simplemente ninguna de ellas es la chica que quiero.

—¿No?— Preguntó Damar— ¿Acaso ninguna de ella te da el suficiente placer?

El Minamoto rodó los ojos.

Si tan solo supiera.

Ninguna de esas chicas era la indicada, ninguna de ellas podría llamar su atención más que para una sola noche, porque, él estaba totalmente enamorado e hipnotizado por la hermana menor de Takuya, Damar, a quién nunca podría llamar suya, porque, tristemente era la...novia de Koichi.

Suspiró.

—No es por eso...—Finalmente respondió a la pregunta de la chica.

—Entonces ¿por qué?

—Porque, no tomaré enserio a una chica que no sea tan especial como tú.— Respondió casi de manera incosciente.

Damar alzó las cejas sorprendida ante esto— ¿Cómo?

Kouji se mordió el labio inferior un tanto nervioso por lo que había dicho hace unos segundos—¿E?—Balbuceo— Digo, que no sea tan especial así como tú eres para Koichi.— Corrigió rápidamente.

~Actualidad~

Kouji suspiró.

Eso había sido parte de su vida pasada, su lamentable pasado, en donde no había logrado ser un buen ejemplo para Rika y cuando se había dado cuenta ya era tarde.

Ambos llegaron a la entrada del departamento de la chica y Kouji observó la puerta.

—¿Tienes tus llaves o despierto a Rika para que habra?— Preguntó el Minamoto dispuesto a llamar a su prima a esas horas de la mañana para que abriera.

Damar rodó los ojos y buscó entre los bolsillos de sus pantalones.

Kouji agarró las llaves y sin decir más, abrió la puerta del departamento.

—Bueno, ya puedes irte.— Dijo la chica.

Kouji rodó los ojos— De nada.

Damar también rodó los ojos y tomó la llaves— Nadie te pidió que me trajeras.— Y sin decir más, ingresó al departamento.


~A la mañana siguiente~


Trate de olvidarte y me tocas así, y no hay nada que hacer. Porque tu eres mi obsesión tengo por ti una fijación sentir tu cuerpo con mi cuerpo, será mi perdición.— Cantaba Mimi Tachikawa, mientras arreglaba su su chaqueta de mezclilla sobre sus hombros haciendo una buena combinación con su vestido rosa pastel, ajustado— Porque tu eres mi obsesión tengo por ti una fijación sentir tu cuerpo con mi cuerpo, será mi perdición.

—¡Hey! Mimi.— Su rubia amiga quién vestía una polera negra de escote corazón, tirantes delgados, unos ajustados pantalones blancos, con un cinturón negro y unas largas botas negras— Cada vez con una canción nueva.

Mimi sonrió de lado— Bueno, pues, siempre estoy con inspiración nueva.

—Por la letra de esta canción diría que la inspiración viene de un buen ensayo de anoche ¿no?— Sora apareció en la puerta utilizando un top negro con mangas largas, dejando descubierto su ombligo y unos jeans color beige sueltos, con unas zapatillas del mismo color— Zoe y yo no sentimos cuando llegaste anoche.

—Al parecer el ensayo duró más de lo habitual.— Habló esta vez la rubia.

—En realidad no ensayamos.— Contestó Mimi.

—¿A no?— Preguntó la rubia divertidad.

Mimi asintió— Tuvimos un pequeño inconveniente.— Respondió.

—¿Cual?

—En realidad, Yamato tuvo un gran inconveniente.— Comentó la castaña— No poder resistirse a mis encantos y besos.

Sora e Izumi intercambiaron miradas sonriendo.

—¿No nos digas que Yamato y tú, lo hicieron?— Sora le preguntó a la castaña.

—¡Si!— Exclamó la castaña.

Izumi y Sora abrieron la boca sorprendidas.

—¡Hey! Ya era hora.— Comentó la rubia— Yo ya me estaba preguntando ¿qué onda con mi hermano que no caía a tus pies? Con todo lo que muere por ti.

—Por tu forma de actuar puedo decir que Yamato te dejó feliz con todo.— Comentó la pelirroja.

Mimi se mordió el labio inferior— Ni te imaginas.

Verdaderamente había sido una noche gratificante para ella, estar con Yamato era lo mejor del mundo, estaba sumamente feliz. Hace mucho tiempo no se sentía así de feliz, desde que se tuvo que separar de Natsumi, su hija, parecía que se iba a sumergir en la tristeza, pero, ahí había aparecido Yamato.

—Me alegro por ti, Mimi.— Izumi se acercó a su amiga y tomó sus manos— Y por mi hermano también, tu no sabes todo lo que mi hermano te extraño estos años.

—Yo igual lo extrañé a él.— Habló Mimi.

Las tres chicas salieron de la habitación de la Tachikawa.

—Pero, tú no te imaginas todo lo que él te extraño.— Habló Izumi— En verdad, nunca lo había visto así por una chica.

—Y no exagera, hasta en un momento creimos que verdaderamente había perdido el gusto por las mujeres, ya que, se alejaba de todas.— Comentó la pelirroja.

Mimi sonrió de lado, ella también se había alejado de todos los chicos que se le habían acercado en Estados Unidos, solo por él, en verdad lo extrañaba.

—¡A propósito!— Habló la Tachikawa— Ayer en la noche cuando llegué pude ver que estaban estas lindas flores.— Se acercó a la mesita de centro que se encontraba entrelos dos sofás de su pequeña sala principal en donde había un florero con unas lindas rosas— No es que las rosas no me gusten, pero ¿qué ocurrió con los tulipanes que estaban en este florero?

Izumi observó el florero sorprendida— Que extraño, no me había dado cuenta de ese detalle.

Sora sonrió de lado— Yo las cambie.— Respondió— Como los tulipanes estaban apunto de marchitarse, preferí dejar estas rosas.

Mimi observó el ramo— Están lindas estas flores.

—Si.— Contestó la pelirroja— Apuesto a que no adivinan quién me las mandó.

—¿Cómo?— Preguntó Izumi sorprendida— ¿Alguien te las envió?

Sora asintió— Si.

—¡Uh! Un admirador secreto.— Exclamó la rubia.

—No es tan secreto...—Comentó la pelirroja.

—¿A no?— Preguntó Mimi.

—Me las envió, Taichi.— Respondió la Takenouchi.

—¿Taichi?— Preguntaron la rubia y la castaña a coro.

—Si.— Respondió la pelirroja.

—¡Wow!— Exclamó Zoe sorprendida— Simplemente ¡wow! ¿Taichi te envió estas flores?

Sora asintió.

—Interesante.— Comentó la rubia— Cuando estaban de novios él nunca fue partidario de regalarte flores, siempre te regalaba collares, adornos para cabello o cosas así, pero, nunca flores, a pesar de que sabía lo que te gustaban.

—¿No será esto una estrategia para que lo perdones?— Preguntó Mimi— Luego de lo que dijiste ayer.

—Mimi tiene razón, no me extrañaría que quisiera recuperarte.

—Bueno, pues, con el ramo venía esta nota.— Sora les entregó la tarjeta que venía con el ramo el día anterior.

Mimi recibió la tarjeta y junto a Izumi la leyeron.

Sé que dijiste que cometí errores, y sé
qué estás molesta conmigo.
Pero, no te dejaré ir. Sé que actue
como un idiota, soy un idiota. Pero, soy un idiota
que está enamorado de ti.
Y te juro que encomendaré mi error y volverás
a enamorarte de mi.

De: Taichi.

Para: Sora (El amor de mi vida)

—Sé que con una tarjeta y flores no se puede remediar todo, pero, es un lindo gesto de su parte que Taichi te enviara esto.— Habló Mimi.

Sora asintió, como había dicho Mimi, quizás, no remediaba todo, pero, Taichi sabía que las flores eran su punto débil y pues, esa tarjeta decía mucho con tan solo unas pocas palabras. Aún así, quería ver si Taichi se quedaría solo con eso o haría algo más.


Mientras tanto en el departamento de Hikari, Rika y Damar.

—¿Qué, Takeru y tú, qué?— Preguntó Rika sorprendida de lo que había escuchado.

Hikari hizo una mueca y escondió su cabeza en sus rodillas, de verdad no sabía como había terminado contándole eso a Rika, quizás, porque eran amigas aparte de compañeras de departamento, pero, la verdad es que la situación había sido tan vergonzosa que la verdad a nadie se la hubiera contado. Pero, Rika había visto esa marca que Takeru le había dejado

¡En el oído!

Llevó una mano a la parte donde estaba una pequeña cicatriz. Suspiró, nunca había vivido una situación tan incómoda con Takeru.

~Noche anterior~

Takeru e Hikari se encontraban apasionadamente besandose, evidenciando el gran deseo de estar juntos, demostrandose todo el amor que sentían el uno por el otro.

—Te amo.— Le susurró Takeru contra sus labios.

—Yo igual a ti.— Respondió la castaña y sus labios se unieron a los del rubio en un suave y delicado beso que Takeru correspondió.

Con el paso de los segundos y minutos el beso suave y delicado se hizo un poco más intenso, las lenguas de ambos comenzaron a acariciarse, el chico había mordido levemente el labio inferior de la chica e Hikari acariciaba su cabello. En un momento ambos se dejaron caer sobre la espalda de la chica quedando Takeru sobre ella y sin esperar mucho, el rubio comenzó a besar el cuello de la chica.

Sus manos se movieron sobre la cintura de la chica mientras sus piernas se entrelazaban.

Los labios de Takeru volvieron a los labios de Hikari y este fue mucho más pronunciado, un poco desesperado y bastante apasionado.

El chico pasó sus manos la cintura de la chica llegando al borde de su chaqueta y la alzó levemente, la castaña alzó sus brazos, el chico entonces alzó más la chaqueta y la retiró, pero, apenas hizo esto su reloj de pulsera se quedó enganchado en el cabello de la chica, Takeru al ver esto lo jaló levemente, pero, al hacer esto tiró el cabello de la chica y moviendo su cabeza.

—¡Ouch!— Exclamó la chica al sentir como jalaba su cabello.

—¿E?— Balbuceo Takeru nervioso— Lo siento.— Con su mano izquierda desabrochó el reloj y con eso sacó el cabello de la chica.

Hikari acomodó su cabello pasando sus manos sobre él.

Takeru lanzó el reloj a uno de sus muebles y luego volvió la mirada hacia la castaña— Bueno ¿seguimos?—Hikari asintió levemente luego de un largo suspiró. Takeru sonrió y posó sus manos en su cintura, ella volvió sus brazos a su cuello y se dieron un beso. El chico recorrió su espalda con sus manos.

En un momento dado el chico besó desde su cuello a su mentón, mejilla, pómulos hasta llegar a su oreja la cual mordió y jaló levemente.

¡Terrible error!

Debido a la "inconsciencia" del momento, Takeru no había sido consciente de la fuerza con la cual había jalado el oído y no se había dado cuenta que sus dientes se habían enredado en su arete y provocando al jalar un terrible dolor para la castaña— ¡Ouch!— Exclamó adolorida y en un movimiento rápido llevó su mano hacia el lóbulo de la oreja, pero, al hacer esto sintió un líquido en su mano.

—¡Oh no!— Takeru exclamó horrorizado al ver como el lóbulo donde se encontraba el arete que sin querer había tirado comenzaba a sangrar.

Al principio fueron unas mili-gotas de sangre, pero, cuando la castaña decidió retirar el arete la mili-gotas ya no eran tan pequeñas, la oreja de la chica se llenó de un líquido rojo carmesí que preocupó al rubio.

—¡Oh no!— Exclamó nuevamente el rubio.

Hikari hizo una mueca, le dolía, le ardía y por había sentido un líquido, observó su mano y pudo ver ¡Estaba sangrando!

Rápidamente la chica se incorporó sobre el sofá y el rubio igual.

Takeru observó preocupado a la chica— ¿Te duele?

—Un poco.— Respondió— Pero, tendré que ir a la enfermería para que no se me infecte.

Takeru hizo una mueca— Si, creo que será lo mejor.— Dijo con un tanto de pesar.

~Actualidad~

—¡Lo que escuchaste!— Respondió la chica roja de la vergüenza.

Rika sonrió y llevó una mano a su boca intentando no reír, pero, la verdad es que le había dado mucha gracia lo que le había dicho la Yagami— Ay, Hikari.— Carcajeo levemente.

Hikari alzó su mirada hacia su amiga—¡Hey! No te rías.

—Lo siento, pero, no puedo evitarlo.— Contestó la Nonaka— Esto es peor que lo de la playa. Y peor, cuando veo tu oreja con esa pequeña venda en el oido.— Carcajeo nuevamente— De todas las experiencias que he escuchado esta es la más graciosa, nunca pensé que Takeru y tú serian tan torpes en esa situación.

Hikari se mordió el labio inferior, nunca se había sentido tan incómoda con Takeru o mejor dicho nervios, aunque evidentemente los dos estaban nerviosos.

—Al paso que vas, llegarás virgen al altar.— Comentó la pelirroja.

Hikari suspiró, eso tampoco sonaba mal, pero, la verdad es que esas situaciones la hacia sentir tan extraña, amaba a Takeru, él a ella, pero, que tuvieran tan mala suerte al querer hacer el amor, enserio la hacia sentir estupida.

—Mejor vamosnos a clases.— Dijo la castaña levantandose del sofá.

—Si.— Rika también se levantó del sofá.

Hikari alzó su mirada hacia la puerta de la habitación de su otra amiga— ¿Damar aún despierta?

—Al parecer no.— Respondió la pelirroja— Su alarma sonó hace mucho, pero, ni rastros de ella.

Hikari se acercó a la habitación y tocó un par de veces.

¡Toc, toc!

¡Toc, toc!

¡Toc, toc!

Hikari hizo una mueca— No responde.

Rika se mordió el labio inferior, ayer habían llegado a la fiesta y verdaderamente se había sorprendido de todos los vasos de cerveza que se había tomado, cuantos cigarros se había fumado ¡y más encima había aspirado! Rompiendo con toda la imagen que ella tenía de su amiga, correcta, cero alcohol, cero drogas, al parecer su adicción por los sedantes había pasado a mayores. Así que, habían dos posibilidades a que no abriera, estaba sumergida en un sueño post-borrachera o simplemente no había llegado. La pelirroja se acercó a la puerta y sin decir palabra, giró la manilla y abrió la puerta dejando ver a su amiga castaña de mechones morados durmiendo tranquilamente en su cama.

Hikari abrió la boca sorprendida— ¿Es mi idea o hay un aroma a cerveza en el ambiente?

Rika se mordió el labio inferior— Hikari.— Volteo en dirección hacia su amiga— Damar ayer fue a la fiesta de Ryo.

—¿Qué?— Preguntó la Yagami sorprendida de esta declaración.


De ti yo quiero na na na tienes el fuego que me castiga, mi ser te anhela nunca te olvida na na na.— Tareareo Yamato mientras bajaba la escalera.

—¡Hey! Amaneciste de buenas hoy, Yamato.— Habló Taichi sorprendido— Vienes tarareando esa canción desde que salimos del departamento.

Yamato simplemente sonrió— ¿Acaso no puedo simplemente tararear una canción?

—Puedes, pero, con esa sonrisa en tu rostro verdaderamente me hace pensar en que va a llover.— Comentó Taichi— No es normal verte con esa sonrisa en el rostro ¿acaso ocurrió algo que te hizo amanecer así de feliz?

Yamato simplemente rodó los ojos divertido— Quizás...—Fue la única respuesta que le dio antes de llegar al final de las escaleras y dirigirse a la puerta del comedor.

Como siempre cada quién fue a tomar una bandeja para el desayuno y tomaron asiento en su respectiva mesa en donde estaban sus amigos.

—Entonces, cada proposición tiene que ser justificada con una tabla de verdad, solo así sabremos si es Tautología, Contigencia y...—Takuya parecía verdaderamente concentrado en un libro intentando repasar materia para su examen— ¡Ay, no!— Golpeo su frente con su mano derecha— No entiendo.

Koichi sonrió de lado— Eso te pasa por estar estudiando a última hora.

—No es por estar a última hora.— Habló Takuya— Es que, simplemente no me entra esta materia en la cabeza.

—¡Hey! Buenos días, brothers.— Taichi saludó a los chicos.

—Buenos días Taichi.— Saludaron los gemelos y el castaño.

—Hola.— Saludó Yamato.

—Hola Yamato.— Saludaron los tres chicos.

—Así que, repasando a última hora como siempre, Takuya.— Comentó Taichi.

Takuya suspiró— No es a última hora, es que simplemente esta materia no me entra.— Respondió molesto— Ojalá fuera más fácil.

—Y pensar que tu padre te quiere dejar su empresa.— Comentó Taichi.

—Se terminarán yendo a la quebra los Tachikawa si de ti depende.— Habló Yamato.

Takuya hizo una mueca— Muchas gracias por el apoyo "amigos"

Taichi y Yamato simplemente carcajearon levemente, mientras tanto que la mirada de Koichi se centraba en su hermano gemelo, ya que, era extraño que no se estuviera riendo o burlando del moreno, eso entre ellos era natural y su hermano no parecía ni siquiera inmutarse.

—¡Hey! Kouji.— Koichi llamó a su hermano— Se están riendo de Takuya y tú nada.

Kouji simplemente hizo una mueca, le dolía la cabeza, en verdad se sentía estresado, en toda la noche no había logrado conciliar el sueño ¡Mucho más con lo que había presenciado ayer! Damar se había vuelto como Rika y eso no le agradaba.

¡Él no la recordaba así!

¿Qué había ocurrido con ella durante en estos tres años?

—Kouji, tienes unas ojeras terrible.— Koichi le comentó a su hermano.

—Lo sé.— Respondió Kouji molesto y le dio un sorbo a su café— Apenas pude dormir anoche.

—Que mal.— Musitó Koichi.


Mientras tanto con Miyako y Juri.

—¿Tú igual los viste?— Juri le preguntó a la chica de anteojos.

Miyako asintió— Era algo que se veía venir, pero, no pensé que sucediera, Takuya y Kouji son amigos desde hace mucho tiempo, no me hubiera creído que tendría algo con su novia.— Comentó— Aunque, bueno, se supone que el primero interesado en ella fue Takuya.

Juri se mordió el labio inferior— ¿Crees que lo mejor sería decirle a Koichi?

—¿A Koichi?— Preguntó Miyako sorprendida.

—Si, él es hermano de Kouji, quizás, él podría decirle...

Miyako hizo una mueca— ¿Tú crees que sea buena idea?— Comentó.

—La verdad...—Juri se mordió el labio inferior— No sé, pero, es su hermano el que está siendo engañado ¿no?

Miyako se mordió el labio inferior— Tienes razón.— Volteo en dirección al Kimura quién estaba con sus amigos y su hermano. Hizo una mueca— Pero, no podemos ir y decirselo así como así, ellos son amigos de toda la vida.

Juri hizo una mueca ante esto— Mmm...tienes razón.— Y sin decir más, se levantó del lugar en donde estaba y se encaminó hacia el Kimura.

—¿Dónde vas?— Preguntó la Inoue.

—Tengo una idea.— Respondió la castaña y sin decir más, se aceró a la mesa en donde estaba el Kimura con sus amigos, quienes al notar la presencia de la chica no pudieron evitar voltear hacia ella—Buenos días Koichi.— Juri saludó al Kimura.

—Hola Juri.— El Kimura saludó a la chica— ¿Cómo estás?

—Bien ¿y tú?

—También estoy bien.— Contestó Koichi.

—Que bueno.— La chica sonrió— Oye, con Miyako hoy estábamos pensando en salir a dar unas vueltas luego de clases, ya sabes, típica salida simple de amigos, tomar aire, tomar algo, para olvidarnos un rato de los estudios.

Koichi sonrió de lado— Suena bien.— Contestó, hoy era su último examen y pues, no le haría mal salir a dar unas vueltas, caminar por el campus, tomar aire y pasar un momento agradable con Miyako y Juri, quienes sorprendetemente último tiempo se estaban volviendo unas buenas amigas para él, le agradaba estar con ellas.

—¿A qué hora tienes disponible?— Preguntó la castaña.

—A las cuatro.

—Perfecto, entonces, nos vemos.— Dijo la chica antes de alejarse de la mesa del Kimura.

Ignorando por completo que debido a su presencia en lugar, lloverían miles de bromas hacia el Kimura.

—¡Uh!— Los musitaron los chicos al ver como la chica se iba.

—Así que, tienes una nueva conquista, Koichi Kimura.— Taichi bromeo al mayor de los gemelos.

—¿e?— Koichi se sonrojó— N-no, claro que no.— Respondió— Juri es solo mi amiga.

—¿Seguro?— Preguntó Takuya— Últimamente pasan mucho tiempo juntos.

Koichi asintió— Si, solo eso ¿no creerán que entre ella y yo hay algo más?

—Considerando lo tímido e idiota que eres con las mujeres no.— Comentó Taichi— Pero, nadie dice que no pueden ser algo más.

—¿A-algo más?— Preguntó nervioso— ¿E? N-no claro que no.— Koichi bajó la mirada.

—¿Por qué no?— Cuestionó Takuya— Ella es linda.

—S-si, pero, es mi amiga.— Contestó Koichi, luego de lo vivido con la hermana de Takuya se había dado cuenta que una amistad era mucho mejor cuando los sentimientos no pasaban a más— Nada más que mi amiga.

—Deberías considerar la opción.— Habló Taichi— Llevas tanto tiempo soltero.

—¿E? Si, estoy hace mucho, pero, no quiero estoy listo para una relación.— Contestó Koichi.

—Pero, ustedes hablan mucho y evidentemente se llevan bien, entre charla y charla no les haría mal que se acercaran un poco ¿no?— Comentó Yamato.

—Exacto.— Respondió Taichi— Así como Yamato, que entre ensayo y ensayo, cada vez está más cerca de Mimi...—Sonrió— Y no me refiero a solo cantar, sino en el ensayo de los labios.

Yamato sonrió de lado ante esto, luego de ayer estaba considerando en gran medida aumentar la cantidad de ensayos entre Mimi y él, o quizás, dejar de usar los ensayos como pretextos e invitarla a salir formalmente.

—¡Hey! Taichi.— Takuya regañó al Kimura ante esto— Tampoco queríamos tanta información.— SIn ocultar sus celos de hermano por el comentario con respecto a su hermana.

—¡Je!— Rió el Yagami— Lo siento, no quería activar tu radar de hermano celoso

—Miren quién lo dice.— Habló Takuya.


Damar llevó sus manos a cabeza totalmente adolorida— Mi cabeza.

—Estuvo buena la borrachera de anoche.— Habló la chica Nonaka observando a su amiga con una sonrisa.

—Ni me la recuerdes.— Habló la chica de mechones teñidos abrieron sus ojos y acomodando su cabello.

—¿Tan mal estuvo?— Preguntó la oji-lila.

Damar hizo una mueca— Ni tanto, normal.

—Define normal.— Hikari habló totalmente sorprendida sin todavía poder creer lo que estaba presenciando.

Damar observó atentamente a la Yagami— Ni tan aburrida, ni tan fascinante.— Respondió.

Hikari hizo una mueca— Verdaderamente no puedo creer que estés en esta situación.

Damar se mordió el labio inferior.

—Tampoco yo.— Habló Rika— Se suponía que yo era la rebelde ¿no?

—Sorprendentemente te volviste súper temprano ayer.— Damar le comentó a su amiga— ¿Qué te ocurrió?

—No estamos hablando de mi, estamos hablando de ti.— Respondió Rika sonriendo, no perdería esa opotunidad de regañar a su amiga por su actitud, había esperado mucho ese momento, que una de sus amigas fuera rebelde— Por tu borrachera diría que estuvo buena la fiesta ¿no?

—Si.— Contestó Damar sin interés— No pensé que me agradaría, porque, es una fiesta del idiota de Ryo, pero, estuvo pasable.

—¿Te divertiste?

—Se podría decir que si.— Respondió la chica de mechones teñidos— Aunque, la hubiera pasado mejor si no hubiera tenido un estresante regreso al departamento.

—¿Por qué?— Preguntó Hikari— ¿Estaba muy oscuro o se te movía mucho el suelo para subir?

—Ojalá hubiera sido eso.— Comentó Damar— Pero, me ocurrió algo peor.—Suspiró— Me encontré con tu primo.

—¿Cual de los dos?

—El Minamoto.

—¿Con Kouji?— Rika abrió los ojos sorprendida y Damar asintió— Ahora entiendo porque estuvo estresante tu regreso, a puesto que no le agradó que llegarás así.

Damar asintió— Si.— Rodó los ojos— Fue muy aburrido.

—¿Te regañó por llegar así?

—Me trajo hasta el departamento.— Damar suspiró.

—¡Wow! Básicamente lo mismo que hace contigo.— Hikari le habló a Rika.

—Supongo que ahora me entiendes como se sienten esos regaños.— Rika le habló a su amiga.

Damar hizo una mueca— Mejor no hablemos más de este tema.— Y sin decir más, se levantó en dirección a su armario sacando su fastidioso uniforme de la preparatoria.


Yamato y Taichi salieron del comedor luego de haber tomado su desayuno.

—¡Hey! Yamato, sigues con esa sonrisa y todavía no nos has dicho cual es la razón.— Taichi le habló al rubio.

—No te interesa saber.— Yamato le respondió a Taichi.

Taichi rodó los ojos divertidos— Ya me imagino cual será la razón.— Comentó divertido y ante sus ojos apareció la figura de cierta chica castaña que salía del comedor— ¡Uh! Creo que ahí viene la razón.

Y dicho esto el rubio volteo hacia la puerta del comedor por donde venía Mimi.

Taichi tomó el hombro del rubio— Mejor los dejo solos, no quiero presenciar otro momento de tensión...—Rió para sus adentros— Sexual.— Provocando que el rubio se sonrojara y sin decir más, se alejó del lugar.

—¡Hey! Lindo.— La Tachikawa saludó al rubio.

—Hola princesa.— Saludó Yamato—¿Cómo amaneciste?

—Excelente.— Contestó la castaña— Luego de anoche amanecí divina ¿y tú?

—De la misma forma.— Respondió el rubio— ¿Sabes? Hace mucho no tenía una noche tan buena.

—Me alegra mucho, mucho...— Se acercó al rubio— Mucho.— Rosó sus labios— Saber eso.— Y sin decir más, Mimi tomó entre sus manos el rostro del chico, Yamato la tomó de la cintura y unieron sus labios en un dulce beso— La noche de ayer fue magnífica, hace mucho no tenía una noche como esas.

—Yo tampoco.— Respondió el rubio— De verdad.

—Deberíamos repetirla ¿no crees?— Comentó la castaña.

—Si...—Respondió el rubio y alzó una ceja— Pero, no deberías utilizar el ensayo como excusa ¿no crees?

—Bueno, pues, no quería que nos interrumpiera.— La chica ladeo la cabeza divertida— ¿Y funcionó? ¿o no?

Yamato sonrió— Si, funcionó.— Se acercó a su rostro— Pero, algún día de estos prometo llevarte a un lugar mejor.

—¿Un lugar mejor?— Preguntó la Tachikawa.

Yamato asintió— Si, donde podamos estar solos, juntos los dos.

Mimi se mordió el labio inferior— Sería increíble.— Y sin decir más, ambos volvieron a besarse ignorando completamente que Takuya y los gemelos venían saliendo del comedor.

—¡Uh! Takuya, no mates a Yamato.— Koichi volteo hacia su amigo, Takuya, alias hermano celoso.

Takuya simplemente se cruzó de brazos sin saber si reír o enojarse por el comentario de Koichi, o si ir donde Yamato y Mimi a separarlos, aunque, bueno, no debía.

Takuya observó atentamente la escena sin saber que hacer o que decir, ya que, verlos besandose hacia que tuvieran diversos sentimientos, como hermano celoso, por él, Yamato no le tocará ni un mechón de cabello.

¡Pero!

Él no era quién para decirle eso, porque, hace unos días había pasado la noche con su hermana y pues, en ese caso él igual podría recriminarle, aunque la verdad es que él no sabía que habían pasado la noche juntos.

Además, ambos merecían estar juntos por el tiempo que habían estado separados y aparte de quererse por

Natsumi.

La hija que ambos tenían.

~Tres años atrás~

—¿Es mujer?— Takuya preguntó sorprendido.

Damar asintió— Si.— Respondió— Al parecer se equivocaron en las ecografías y fue mujer.

—¡Wow!— Exclamó el moreno— ¡Tenemos una sobrina, entonces!— Sonrió.

—Si.— Contestó Damar— Su nombre es Natsumi.

—¿Natsumi?— Preguntó Takuya.

Damar asintió.

Takuya llevó una mano a su mentón— Que curioso, Natsumi tiene la misma raíz del nombre de Natsuko, el nombre de la madre de Yamato.

—Así que, sabes pensar hermanito...—Damar comentó divertida cruzandose de brazos.

—Ja, ja, muy graciosa.— Takuya rodó los ojos— Mejor, dime ¿Mimi aún sigue con aquella idea?

Damar asintió— Si.

Takuya se mordió el labio inferior— ¿Están seguras?

Damar suspiró— ¿Tú no?

Takuya suspiró y llevó su mano derecha a su nuca— Es que, se me hace difícil que enserio estén considerando esa idea.— Admitió— ¿Llevar a nuestra sobrina con Alice Amano?

—Que sea prima de tu ex no es sinónimo de que sea tan estúpida o loca como ella.— Damar comentó seriamente.

—¿E?— Balbuceo Takuya— Si, si lo sé, pero, aún así. Es prima de mi ex, Nene Amano. Entiendo que sea amiga de ustedes dos, que aún esté dolida por la muerte de su hijo y toda la cosa, pero, yo veía a Nene normal ¿qué sucedería si Alice es igual? Normal de apariencia, pero, sicólogicamente loca.

—Bueno, no tenemos más opciones Takuya.— Habló Damar— Debemos esconder a la bebé lo antes posible.

—Pero ¿si Nene se entera?

—¿Y tienes alguna idea mejor para esconder a nuestra sobrina?— Preguntó Damar.

Takuya se mordió el labio inferior ante esto.

Suspiró.

—No.— Admitió, la verdad es que no tenía más ideas, pero, aún no estaba muy convencido que su sobrina estuviera bajo el cuidado de Alice Amano.

Alice Amano.

Era una jóven chica de diecinueve años, pelirroja de ojos azules, muy agradable y amorosa, amiga de Mimi desde hace mucho tiempo, a diferencia de todos no de una clase social alta, sino que de clase media, tristemente era prima de Nene Amano, su exnovia. Y pues, había sido la única que se había enterado del embarazo de Mimi, ya que, ambas se habían encontrado, sin querer, en la clínica donde Mimi se había hecho la ecografía, ya que, ella estaba embarazada. Pero, tristemente para ella su hijo había nacido enfermo y había muerto, por ende, Mimi le propuso cuidar de su hija por una cifra de dinero y ella al estar tan triste y dañada, acepto.


~Actualidad~

—No sé, como puedes estar tan bien luego de la borrachera de anoche.— Rika le comentó a su amiga quién no lucía tan mal como ella lucía luego de una borrachera o de haber estado una noche entera consumiendo.

—No fue tan grave.— Respondió Damar— Por lo menos no fue algo que no pueda ocultar con este maquillaje.

Rika observó atentamente a su amiga sin saber que decir o hacer ante esto, ya que, esto era muy diferente al problema que había tenido con ansiolíticos y los sedantes hace tres años— Aún no puedo creer que hayas estado en esa situación, pensé que te habías ido a rehabilitación para bajar tus ansias por los sedantes, pero, parece que volviste peor.

—Bueno, si a ti no te ayudó para dejar las drogas ¿por qué a mi me debería ayudar a abstenerme de estas cosas?— Preguntó Damar— Las rehabilitaciones no funcionan.

—Concuerdo contigo.— Respondió la pelirroja—¡Por cierto! ¿Qué crees que te dirá mi primo, hoy, por haber llegado así?— Preguntó Rika.

—¿Tendría que decirme algo?— Preguntó Damar sin interés.

—Es lo más probable, tu sabes como es.— Respondió pelirroja.

—No debería decirme algo, es mi vida y a diferencia de ti, él no es pariente mío.— Respondió Damar sin interés— No debería meterse.

Ambas chicas ingresaron al salón de clases.

—Mira, ese amigo tuyo está ahí.— Damar le habló a Rika al distinguir entre los alumnos al chico de cara inocente de nombre Takato.

—No es mi amigo.— Habló Rika— Es solo un conocido.

—¿Solo un conocido?— Preguntó Damar— Qué te logró sacar de la fiesta ayer, que te ha logrado quitar más drogas de las manos que Kouji y yo, quién además pasa más de la mitad del día contigo al ser tu compañero de escritorio aquí en la preparatoria. Eso no suena a un simple conocido, como tu le dices.

Rika se mordió el labio inferior ante esto, ya que, puesto de esa forma ese chico podía ser que lo considerara más que un conocido ¿o no?— B-bueno ¿qué quieres que te diga? Simplemente es un chico que por alguna razón se acercó a mi...—La verdad es que la Nonaka no quería admitirlo, pero, Takato ultimamente le estaba demostrando que no era tan desagradable, su forma de ser útlimamente le estaba...¿agradando?

—¡Hey! Nonaka, Tachikawa.— La voz de un chico llamó la atención de ambas chicas, quienes al voltear se encontraron con cierto chico de cabello gris y ojos verdes.

—Ryouma.— Damar pronunció el nombre del chico de cabello gris y ojos verdes.

—El mismo.— Respondió el chico.

—¿Qué hace él aquí?— Damar preguntó sorprendida al reconor a Ryouma Mogami, uno de los integrantes de la banda de Yamato y Kouji, ya que, se suponía que él era una año mayor que ellas.

—Reprobó un año.— Respondió Rika— Y por eso nosotros corrimos con la maldición de tenerlo en nuestro salón.

—¿Maldición?— Preguntó Ryouma— Eres muy amigable, Nonaka.— Rodó los ojos sacásticamente.

Rika rodó los ojos, sinceramente, los amigos de Ryo eran aburridos.

Ryouma se acercó a la castaña—¡Hey! Tachikawa, así que has vuelto.

—¿Acaso no me ves aquí?— Damar preguntó sin interés, era muy lógico que había vuelto ¿no? Ya estaba aburrida de que todos hicieran la pregunta de "¿Volviste?" Si estaba ahí, frente a todos, estaba más que claro que había regresado.

Ryouma simplemente rodó los ojos y se cruzó de brazos, la observó de pies a cabeza, no estaba para nada mal, sin duda, era hermana de Mimi, igual de guapa, atractiva y seductora, aún con el uniforme de la preparatoria se veía bastante bien.

—Buenos días alumnos.— La profesora Fujeda ingresó al salón.

Rika hizo una mueca y volteo hacia su amiga— Tendré que irme a sentar.

Damar asintio.

—¡Hey! Damar.— Ryouma llamó a la castaña— Si quieres te puedes sentar junto a mi, ya que, tu amiga tiene a otro compañero de escritorio...

Damar simplemente hizo una mueca y recorrió el lugar con su mirada, suspiró, tendría que aceptar la propuesta—Si no me queda de otra.— Rodó los ojos y sin decir más, se acercó al chico.


—Hikari, disculpame por lo de anoche de verdad, disculpame— Takeru rogó por milésima sus disculpas correspondientes a la castaña por lo ocurrido la noche anterior, en verdad no sabía donde esconder su vergüenza.

—Takeru, no es necesario que me pidas disculpas.— Habló Hikari.

—Claro que si.— Habló el menor de los Ishida— Soy un idiota al arruinar momentos como esos.

—No eres idiota.— Hikari tocó su mejilla— Simplemente son errores que a cualquiera le pueden ocurrir.

—Pero, Hikari, mira como te dejé el oido.

Hikari rodó los ojos— No te preocupes.— Tomó su oido— Fue algo poco, ya pasará. No te mortifiques.

Takeru hizo una mueca y observó a la chica ¿Enserio lo quería tanto como perdonarle ser tan ton tonto, torpe, idiota y gallina en esa situación?


—Así es como Japón involucra a Estados Unidos en la segunda guerra mundial por el bombardero de Pearl Harbor...— Habló la profesora.

Takato observó a la Nonaka quién sostenía su cabeza con su mano derecha, evidentemente aburrida y con evidentes ganas de que algún minuto terminaría quedandose dormida. El castaño sacó una hoja de su cuaderno, lo dobló sigilosamente haciendo un avión de papel y cuando estuvo listo, lo lanzó levemente contra la pelirroja.

Rika abrió los ojos al sentir como el papel impactaba contra su rostro e hizo una mueca— ¡Hey!

Takato sonrió de lado— Despiertate chica.— Le susurró a la pelirroja.

La Nonaka simplemente tomó el avión de papel y lo retiró de su cabello— ¿Cómo quieres que despierte cuando ayer me tuviste hasta las once de la noche haciendo muffins?

—Bueno, pues, quería probar tu mano en la cocina.— Habló Takato— Y pues, debía divertirte con algo para que no regresaras a la fiesta. Y ya que no quisiste hacer ejercicio.

—Aún no sé, como permití que me sacaras de la fiesta.— Habló Rika, eso no lo había logrado ni su primo, ni su mejor amiga en su tiempo ¿Cómo había obedecido a ese chico?— ¡O peor! No sé como te dieron las agallas para ir hasta ese lugar.

—¿Por qué dices eso?— Preguntó Takato.

—Porque ¿Cómo se te ocurre ir solo en la noche hasta ese lugar lleno de chicos y chicas tomando alcohol o drogándose? Prácticamente ¿Cómo te atreves a un lugar como esos?— Preguntó la pelirroja, esos lugares eran peligrosos para personas como él, para una chicas como ella que andaba de fiesta en fiesta, de sustancias en sustancias, de alcohol en alcohol era un lugar normal, pero, para él no. Además, muchas veces en esos lugares ocurrian algunas peleas, Ryo o sus amigos borrachos se ponían a pelear— ¿Acaso no te diste cuenta del lugar donde te fuiste a meter solamente para buscarme?

—¿Es mi idea o estás preocupada por haberme ido a meter a ese lugar?— Comentó Takato sorprendido.

Rika rodó los ojos— No es eso, Takato, lo digo enserio.— Respondió— ¿Sabes? La última vez que Hikari y Takeru fueron a buscarme a una de esas fiestas verdaderamente quedaron mal.— Luego de la noche del tres de Abril era muy dificil para ellos rodearse de un ambiente como esos, ya que, a diferencias de las fiestas hechas por el comité del Internado, las fiestas de Ryo eran libres, permitían ¡Todo!

Takato alzó una ceja— Si dices que aquellos lugares son tan peligrosos ¿por qué tu vas?

—Porque, son lugares peligrosos para personas inocentes como tú...


—¿Fiesta de disfraces?— Preguntaron Izumi y Sora a la vez.

Mimi asintió— Si, una fiesta de disfraces.

En estos minutos las tres amigas se encontraban disfrutando de su momento de descanso en el campus, Izumi y Sora como miembro del comité de fiestas y eventos, habían comenzado hablar de la fecha del aniversario del Internado que se aproximaba y la Tachikawa como nueva integrante del comité no pudo evitar dar una idea.

—Buena idea.— Comentó Izumi— Hace mucho no hacemos una fiesta con disfraces.

—Pero, podrían ser disfraces con temáticas.—Respondió Sora— ¿No creen?

—¿Cómo que temática?— Preguntó Izumi.

—Los superheroes.— Respondió la pelirroja— Es una temática que nunca hemos utilizado, sería novedosa.

—Tienes razón.— Comentó Mimi— Lo bueno es que tenemos tiempo para organizar todo de aquí hasta la próxima semana.

—Y hablando de tiempo.— Sora observó su móvil— Tengo una clase, debo irme.— Se levantó de la banca— ¿Nos vemos después?

—Si.— Contestó Izumi.

—Que te vaya bien.— Mimi le habló a su amiga.

—Gracias, ustedes igual.— Sora respondió antes de alejarse.

Izumi volteo hacia Mimi— Por lo que me comentaste ayer yo ppodría decir que mi hermano y tú están mejor que nunca.

—Se podría decir que si.— Respondió la Tachikawa— Así como mi hermano y tú.

Zoe sonrió— Si.— Respondió— Parece que las cosas de a poco se van acomodando en el lugar donde siempre debieron haber estado ¿no?

—Si, y créeme estoy muy feliz por mi hermano y por ti.— Habló Mimi— Aunque...

—¿Aunque?— Cuestionó la rubia.

—¿Qué harás con el tema de Kouji?— La Tachikawa no pudo evitar preguntar.

La rubia se mordió el labio inferior— Pensando bien las cosas creo que lo mejor será terminar con él ¿no?

Mimi asintió— Si.— Contestó— ¿Y cuando planeas hacerlo?

—Pues, no se ha presentado la oportunidad, pero, debo hacerlo.— Respondió la rubia— Sobre todo luego de la vuelta de...

—¿Mi hermana?

Izumi asintió— Si.— Respondió— Con Kouji no hemos hablado, pero, estoy segura de que su vuelta ha significado algo.

—¿No quedrás utilizar eso como excusa?— Preguntó Mimi.

—No ¿cómo crees?— Habló la oji-verde— Pero, nada me saca de la cabeza en que tal vez a él le pudo suceder una situación similar a que me ocurrió con Takuya ¿no crees?— La rubia se acercó a su amiga— Tu sabes lo que ocurrió entre ellos.

—Si, lo sé.— Respondió la castaña— Pero, mi hermana no es la misma y pues, Kouji se puso de novio contigo ¿no? Lo que ocurrió con ellos fue hace mucho tiempo, tres años.

—Si, sé que fue hace tres años, pero, dime ¿tú dejaste de querer a mi hermano por estar tres años afuera?— Preguntó la rubia.

Mimi se mordió el labio inferior— Pues no.— Respondió— Pero ¿tú enserios crees que lo de ellos sea así? Por lo que conozco a Kouji, él es un chico serio ¿no? ¿Tú crees que te va a decir que sintió algo al ver a mi hermana estando de novio contigo?

Zoe hizo una mueca, era un buen punto lo que había dicho su amiga, Kouji era un chico serio, habían posibilidades de que no le dijera, pero, también la seriedad implicaba muchas veces sinceridad ¿no? Aunque sea en esta situación, para poder terminar con él, no es que quisiera colgarse de eso para no admitir su error, pero, no quería tener que involucrar a Takuya en esto, ambos habían tenido una amistad hace años, una situación como esa no podía terminar con su amistad de años ¿no?


—Así que, Mimi y tú pasaron la noche juntos.— Repitió Kouji las palabras de su rubio amigo— Ahora tiene explicación porque andas tan sonriente.

Yamato simplemente sonrió de lado— Bueno ¿qué quieres que te diga?— Habló— Esa chica me vuelve loco.

—Sé nota.— Respondió Kouji— Y dime ¿piensas en volver a ser su novio, en una relación formal como hace tres años o serán algo así como amigos con ventaja?

—Bueno, desde que volvió en intentado ignorar todo lo que pasó y nos hemos acercado.— Habló Yamato— No quiero que sea solo una diversión de una noche o algo así, pero, no sé si ella quiera que tengamos una relación formal como hace tres años, Mimi volvió muy cambiada a cuando vivía antes aquí, ya no es esa niña tímida, quizás, no le guste la formalidad o quizás, si.

—Pero ¿tú quieres formalizar algo con ella?

—Obvio que sí.— Respondió el rubio— Quiero que recuperemos todos estos años separados.— Mimi era una chica que en verdad le interesaba, no era algo que pudiera considerar como diversión para una noche, sino que siempre creyó que ella era de esas chicas para formalidades— Y hablando de años separados, Damar regresó.

Kouji se mordió el labio inferior al escuchar aquel nombre, luego de anoche, recordar aquella chica tener miles de sentimientos encontrados— ¿E? Si, regresó.— Respondió.

—¿Cómo estás con eso?— Preguntó Yamato.

—Normal.— Respondió el Minamoto— ¿Cómo debería estar?

—Considerando que significó bastante para ti podrías estar de muchas maneras.— Habló Yamato cruzandose de brazos.

Kouji suspiró, a Yamato no lo podía engañar, él sabía mucho de la situación que ambos habían vivido como para esconderle algo así, aunque, también era díficil, ya que, Yamato era hermano de su actual novia— Se supone que estoy de novio ¿no? No debería afectarme.

—Pero, conociendote yo diría que si.— Contestó el rubio.

Kouji hizo una mueca.

—No tienes porque esconderme las cosas, que estés de novio con mi hermana no significa que estés excento a sentir algo por alguna otra chica, mucho más si es alguien con quién tuviste historia.—Habló Yamato.

Kouji suspiró y rodó los ojos— Bueno, no te voy a negar que verla de nuevo me dejó bastante sorprendido.— Admitió— Regresó bastante cambiada, ya no es esa chica o niña prácticamente de catorce años.

—Es como una versión dark de Mimi con toda esa ropa.— No pudo evitar comentar Yamato.

Kouji asintió— Si, pero, no solo volvió cambiada físicamente, sino que volvió diferente en otro sentido.

—¿En qué sentido?— Preguntó el rubio.

Kouji suspiró— Damar llegó esta mañana drogada de la fiesta de Ryo.

—¿Drogada?— Preguntó el rubio alarmado.

Kouji asintió— Si.

—¿Y de la fiesta de Ryo?— Preguntó Yamato.

—Si.

—Pero, si ella no era fan de las drogas, siempre estuvo contra ellas y odiaba a Ryo ¿no?— Habló el Ishida sorprendido— ¿Cómo es posible que haya ido a su fiesta?

—La verdad es que no sé que pasó con su vida.— Respondió Kouji— Enserio pensé que su ida a Estados Unidos sería para luchar contra su adicción a los amsiolíticos y sedantes, pero, nunca pensé que llegaría así, actúo como Rika.

—¿Y que hiciste cuando la viste así?

—La fui a dejar a su departamento, estaba tan drogada que ni siquiera quería subir las escaleras, terminé haciendo lo mismo que con mi prima, la fui a dejar a la puerta de su departamento.— Respondió el Minamoto.

—¡Wow!— Exclamó el rubio, aunque, la verdad es que luego de lo que le había contado Mimi podía pensar muchas cosas. Aún así, no podía evitar hacerse la pregunta de ¿qué había ocurrido con ella? De un momento a otro había cambiado— Conociendote no debes estar muy agradado ¿no?

—Claro que no.— Respondió Kouji— Aunque, no debería.— Suspiró— O al menos eso me dijo, ella y yo no somos algo.

—Pero, hubo un tiempo en que te hubiera gustado que lo fueran ¿no?

Kouji suspiró, eso había sido hace tres años atrás, cuando ambos recién estaban comenzando a vivir emociones y sentimientos nuevos. Pero, ahora todo era diferente.

Suspiró.

Él había intentado olvidarla y por eso se había puesto de novio con Zoe, ahora él estaba de novio y pues, debía admitir que ver a Damar lo hacia pensar miles de cosas, pero, él se había propuesto olvidarla, por su hermano.


—¿Estás segura de esto?— Miyako le preguntó por milésima vez a Juri, mientras caminaba de un lado a otro por el salón de clases, era hora del recreo, pero, hacia tanto frío que se habían quedado junto a calefactor del salón.

—La verdad es que, segura, segura, no lo sé— Respondió Juri— Pero, Koichi es nuestro amigo, no creo que debamos ocultarselo ¿no?

—Pero, meternos ahí, en algo que no esta relacionado con nosotras ¿no será peligroso?— Preguntó la chica de anteojos— Ellos son amigos hace mucho y nosotras no tenemos pruebas para esto.

—Bueno, pero, si tú y yo estuvieramos en esa situación ¿no te gustaría que nos dijeran la verdad?— Preguntó Juri.

—Si, pero...—Habló la Inoue—No creo que a Koichi le guste saber que Takuya, su mejor amigo, está engañando a su hermano gemelo, Kouji, con su novia.— Comentó Miyako de una forma un tanto melodramática ignorando completamente que cierta chica se acercaba hacia la puerta.

Damar se detuvo en la puerta totalmente sorprendida al escuchar aquellas palabras de la chica Inoue.

¿Qué había dicho?

¿Qué su hermano estaba engañando a Kouji con su novia?

—Sé que va a ser difícil, pero, Miyako...— Respondió Juri— No podemos quedarnos calladas con esto ¿no? Koichi es nuestro amigo y pues, sabemos algo que involucra a su hermano. Además, este lugar tiene tantos secretos de cuales me he enterado que no creo ser capaz.

Damar se cruzó de brazos ante esto.

¿Cómo era posible que Takuya y Zoe tuvieran algo a espaldas de Kouji?

Bueno, tampoco le sorprendía, Takuya y Zoe tenían historia inconclusa era lógico que su regreso haría que sentimiento pasados regresaran, tampoco podía molestarse, ella no era la figura de la fidelidad en un pareja, pero, le sorprendia que Takuya no lo mencionase.

Aún así, debía ver si era cierto.

De ser así, no podía dejar que esas chicas le dijeran a Koichi ¿no?


Taichi caminó hasta uno de los salones del gran edificio en donde estaba, para ser más específico se encontraba en el área que correspondía a Diseño, tanto de modas como gráfico y todo eso.

Su clase había terminado y sabía que en esos minutos Sora también saldría de su clase, así que, aprovecharía hablar con ella.

No fue hasta llegar hasta la penúltima puerta del último salón del pasillo hasta que divisó a la pelirroja Takenouchi, ahí estaba ella luciendo una hermosa ombliguera negra con mangas largas, abdomen descubierto y tonificado y unos pantalones grandes.

Suspiró, estaba hermosa.

—¿Taichi?— Sora al ver al castaño no pudo evitar alzar una ceja sorprendida.

—Buenos días preciosa.— Taichi le habló a la pelirroja.

—¿E? ¿Qué haces aquí?— Preguntó la pelirroja sorprendida.

—Vine a verte.— Respondió el Yagami—¿Cómo estás?

—Estoy bien ¿y tú?— Contestó la Takenouchi.

—Bien, ahora que te veo.— Contestó el Yagami— ¿Recibiste mis rosas anoche?

La pelirroja asintió— ¿E? Si.— Respondió—Gracias por las flores.— Agradeció— Estaban muy lindas.

—Me alegra que te gustaran.— Habló Taichi— Sé que las rosas te gustan y por eso las elegí.

Sora se mordió el labio inferior— Pero, no era necesario que lo hicieras.

—Claro que si, Sora.— Respondió el castaño— Yo me porté deuna forma muy grosera contigo y pues...—Si, Sora, si era necesario.— Interrumpió Taichi a la pelirroja— Sé que tu me dijiste que te hice daño con todo lo que ocurrió con mi hermana, pero, yo tomé una decisión.

—¿Decisión?— Preguntó la pelirroja.

—Lucharé por ti.— Respondió Taichi.

—Taichi...—La Takenouchi habló— No es necesario.

—Si lo es.— Contestó el castaño— Muy necesario, sé que cometí miles de errores, pero, yo no quiero que todos años juntos se vayan a la basura, yo te amo y te lo demostraré.


Li Claus: Hola! Me alegra mucho que escribieras un comentario, y sobre todo que tu primer comentario sea en una de mis historias jsjsj Que bueno que gusten mis historias, ojalá sigas leyendo y también comentado que te parece la trama, los personajes, que quieres que suceda, estoy abierta a todo tipo de comentario jsjsjsj Mi instagram es: a.a_girl ahí estoy subiendo constantemente avances, imagenes, datos de los personajes y también habló con mi lectores. Aquí está la actualización de hoy, te mando un gran abrazo a la distancia y gracias a ti por leer.

mariacredenza02: Jsjsjsj de nada, por la plática, la verdad es que mi idea era que tuvieran una plática así desde el comienzo, ya que, ahora empieza una etapa un poco más relajada para algunos personajes jsjsj si, se pusieron románticos, en este capítulo vimos que pasó finalmente jsjsj Es un amor ese Takato jsjsj Rika de a poco se irá ablandando con ese chico jsjsj Ryo en realidad siente algo por ella, aunque, al principio la vio como un reto finalmente se terminó enganchando de ella y debido a su forma de ser ella no lo toma enserio. Taichi intentará recuperar a Sora, ahora empieza todo lo que tenía planeado desde un inicio para ellos jsjsj Ojalá sigas leyendo, comentando y te mando un gran abrazo a la distancia jsjsj