Storm Warning

Los personajes son de S. Meyer y la historia le pertenece a Curlywurl95. Yo solo traduzco.

The characters are S. Meyer's and the story belongs to Curlywurl95. I'm just translating.


Capítulo 1: La chica nueva

—¡Hey, Cullen! —oigo a alguien gritar mi nombre por encima de la música y me volteo a ver a quién pertenece la voz. Tan pronto como veo quién se dirige a mí, me preparo para el impacto.

—Hola, Emmett. — jadeo cuando el enorme niño-hombre choca conmigo antes de envolver sus brazos alrededor de mi cintura con tanta fuerza que creo que mis costillas podrían romperse—. ¿Crees que podrías soltarme? —grazno.

—Oh, lo siento, Ed —se ríe—. Es bueno verte hombre, ¿cómo ha ido tu verano? —pregunta.

—Oh ya sabes, lo mismo de siempre— respondo, encogiéndome de hombros—. ¿Qué tal el campamento de fútbol? —le pregunto.

Emmett es uno de mis amigos más antiguos y ha jugado fútbol desde que tengo memoria. Este verano se fue a un campamento de fútbol con la esperanza de que un cazatalentos lo notara y, a su vez, asegurar su beca para la universidad. No tengo ninguna duda de que lo conseguirá. Es el mejor jugador que he visto.

—Estuvo bien, hombre. Cansado, pero bien. Algunos analistas me vieron, solo estoy esperando a escuchar de ellos ahora. — me dice. Asiento con la cabeza en entendimiento.

—Eso es genial.

De repente, mira por encima de mi hombro y dice que tiene que ir a «conocer y saludar» y que me verá más tarde. Le hago un gesto para que se aleje, cuidando mi cerveza.

Actualmente estoy parado en la sala de estar de Emmett, rodeado de bastantes personas que conozco de la escuela secundaria. Emmett siempre organiza una fiesta de regreso a la escuela el fin de semana antes de que comiencen las clases. Por lo general, es bastante animado y es una especie de última despedida alegre para los días brumosos del verano. Siempre me ha parecido un momento un poco agridulce.

Me apoyo contra la pared y miro alrededor, notando a algunas personas de mis clases y asintiéndoles con la cabeza. A pesar de ser bastante popular entre mis compañeros, elijo mantenerme un poco apartado, siempre sintiéndome un poco incómodo y fuera de lugar en este tipo de cosas. Afortunadamente, soy salvado por Jasper de parecer un completo solitario.

—Hey, ¿hay alguien más aquí? — pregunta, apoyándose contra la pared a mi lado y bebiendo su cerveza.

—No que yo haya visto. Emmett acaba de venir a saludar y Alice ha desaparecido con una chica que conoce de Bio— le digo—. Aunque te estaba buscando antes, creo.

Alice, mi hermana gemela, ha estado muy enamorada de Jasper desde hace aproximadamente un año. Solía ser un adolescente alto y larguirucho con brazos y piernas esbeltos, pero luego fue a un campamento de natación el verano pasado y volvió convertido en un Dios griego, o eso dice mi hermana. Solo pensar en ella describiéndolo a mi mamá hace que un poco de bilis se me suba a la garganta.

—Oh, ¿sí? —él responde rápidamente— ¿Ella dijo por qué o...?

Contengo mi giro de ojos. A pesar de los mejores esfuerzos de Jasper, está bastante claro que él también está loco por Alice. Sé que quiere invitarla a salir, pero se ha contenido para mi beneficio o simplemente es demasiado cobarde. Aparentemente, los dos son demasiado tontos para darse cuenta de lo jodidamente enamorados que están el uno del otro.

—No, no lo dijo. —respondo. Él asiente un poco y puedo ver la ligera caída en su rostro.

Mierda. Está jodidamente dominado.

—Oye, ahí está ella —le digo, tratando de levantarle el ánimo, señalando al otro lado de la habitación a mi hermana de pelo puntiagudo y del tamaño de un duendecillo—. ¡Alice! —levanta la vista al oír su nombre y su mirada pronto me encuentra. Señalo a Jasper y veo que sus ojos se iluminan desde el otro lado de la habitación.

Ugh. Sálvenme ahora.

Observo cómo se abre paso a empujones entre la multitud de personas hasta que finalmente nos alcanza, con los ojos brillantes y las mejillas sonrojadas por el alcohol.

—Hola Jasper. — ella respira cuando lo ve, balanceando su cuerpo levemente, haciendo que su vestido se hondee con el movimiento. Prácticamente puedo ver los corazones en sus ojos.

—Hola, Allie, ¿cómo estás?

Muerdo el interior de mi mejilla para contener mi risa por lo parecido que suena a Joey de Friends en este momento.

Maldito idiota.

—Qué onda, perras —escucho una voz decir a mi izquierda. Miro y veo la bomba rubia que es Rosalie Hale.

—Hola— la saludo—. ¿Buen verano?

Ella se encoge un poco de hombros.

—Sí, estuvo bien. Fui a Florida a ver a los abuelos, ¿sabes?

—Eso es genial. — respondo antes de que mis oídos casi se revienten por los chillidos de mi hermana.

—¡Oh, Dios mío! ¡Rose, estás tan jodidamente bronceada!

—Gracias, nena —ella responde, acercándose al lado de Alice y dándole un breve beso en la mejilla.

De repente, Emmett aparece de nuevo en nuestro pequeño círculo, con la lengua prácticamente fuera de la boca mientras bebe el bronceado de Florida y el pelo rubio decolorado de Rosalie.

—Hola, Rosie. —dice, y sus ojos se mueven sobre su cuerpo de una manera en la que no quiero estar presente, observando su conjunto de blusa y pantalones cortos. Emmett lo ha tenido mal con Rosalie desde la secundaria cuando fue una de las primeras chicas en tener senos. Rosalie también lo sabe, pero es demasiado dura como para ceder a sus encantos neandertales.

—Hola, Em— responde, levantando una ceja hacia él—. ¿Terminaste de mirar boquiabierto o qué?

Me río un poco de su intercambio antes de mirar el resto de la habitación. Veo algunas caras que conozco de las clases; principalmente Lauren, Tanya y Jess, las tres arpías sentadas cerca de algunos de los deportistas de nuestra escuela, todas arrastrando sus largas garras por un pecho u otro. Solo mirarlas hace que un escalofrío me recorra la espalda.

¿Cuál es su atractivo?

—Joder, hace calor aquí —dice Rose, sacándome de mis cavilaciones—. Vamos afuera.

Todos la seguimos a través de la multitud de compañeros, diciendo algunos hola y cómo estás en el camino antes de salir al aire fresco de la noche. A pesar de estar en Forks, este verano ha sido sorprendentemente cálido y pegajoso. Todos tomamos asiento en los escalones que descienden desde el porche de los McCarthy hasta el césped. La cubierta está decorada con luces de cadena y linternas y la iluminación le da un brillo mágico al patio mientras se llena de gente. Tomo una bocanada profunda de aire de finales de verano y todavía puedo oler el leve aroma de la hierba cortada y el protector solar.

—Oigan, ¿ya conocieron a la chica nueva? —Rosalie nos pregunta.

—¿Chica nueva?

—Sí, comienza mañana. Se acaba de mudar al final de mi calle —cuenta—. La conocí a ella y a su papá la otra noche.

—¿Cómo es ella?

—Agradable… divertida— Rosalie contesta—. Oh, ¡ahí está! La del vestido rojo. —dice, señalando a través del césped.

Giro la cabeza para mirar a esta chica nueva que parece haber despertado el interés de todos y, de repente, es como si me hubieran arrojado directamente a una escena de película. Noto un destello rojo entre algunas personas antes de que el mundo se vuelva lento súbitamente. Las pocas personas que bloquean mi vista se separan como el Mar Rojo y revelan a la chica más hermosa que he visto en toda mi vida. Lleva un vestido rojo y su cabello largo y oscuro ondea con la brisa de la tarde. Siento que me quitan todo el aire y sé que tengo la boca abierta.

—Wow, es muy bonita. —escucho a mi hermana decir a mi lado.

Mierda. Ni me lo digas…

—Los presentaré — dice Rose, antes de gritar—: ¡Bella!

La chica del vestido rojo, Bella, aparta la cabeza de la persona con la que está hablando y mira alrededor. Su cara se ilumina cuando mira a Rose y la sonrisa más bonita aparece en su rostro.

Santo Dios.

Nos saluda con la mano antes de hablar una vez más con el chico con el que está y se dirige hacia nosotros. Mis ojos la siguen a cada paso, moviéndose desde las sandalias doradas en sus pies hasta sus piernas blancas cremosas hasta el vestido rojo que cuelga de sus hombros delgados hasta que observo su rostro en forma de corazón. Cuanto más se acerca, más mi corazón comienza a latir con fuerza y siento que mi boca se seca.

—Hola, Rosalie— saluda—. Gracias a Dios que me encontraste. Pensé que iba a quedarme con él toda la noche— se ríe y de repente dice—: ¡Vaya! No eres amiga de él, ¿verdad? —pregunta en voz baja, luciendo preocupada.

—¿De quién? —Rosalie le pregunta.

—¿Mike… algo? Está usando una chaqueta de béisbol.

—¿Mike Newton? No, no somos amigos de él — Rose le responde riendo—. Bella, estos son mis amigos, Emmett, Jasper, Alice y Edward.

Bella nos mira a todos individualmente antes de que sus ojos caigan finalmente sobre mí. Siento que mi corazón va a explotar en este momento y mis palmas han comenzado a sudar.

—Hola— nos saluda, sus ojos todavía en los míos—. Soy Bella Swan, es un placer conocerlos a todos —responde y sus ojos se mueven de nuevo a los demás.

—¡Estoy encantada de conocerte también! — Alice le dice—. Ven, siéntate con nosotros. Edward, acércate.

La miro, incapaz de procesar lo que acaba de decirme.

—¿Qué? —respondo tontamente.

—Deja que Bella se siente. —repite, mirándome como el idiota que soy.

—Oh, lo siento. —murmuro antes de deslizarme más abajo en la fila, dándole a Bella espacio para sentarse entre nosotros.

¡Oh, Dios mío! ¡Ella está aquí! ¡Puedo olerla!

Tómalo con calma.

Bella me da una cálida sonrisa antes de deslizarse entre Alice y yo.

—Así que, ¿de dónde eres? —mi hermana le pregunta.

—Originalmente Arizona, pero me acabo de mudar aquí desde California.

—¡Oh, Dios mío! ¡Eso es genial! —chilla Alice—. ¿No es genial, Edward? —dice, sus ojos se encuentran con los míos.

—Sí. Realmente genial— respondo, mi voz suena como si mis pulmones hubieran corrido un maratón, y gracias a que Bella me robó todo el aire, lo hicieron. Veo que los ojos de Bella brillan mientras me mira antes de volver su atención a Alice.

—Entonces, ¿por qué de todos los lugares te has mudado a Forks? —Alice le pregunta.

—Oh, bueno, a mi papá le dieron un trabajo aquí, así que él y yo nos mudamos —Bella responde. Alice asiente un poco—. Lo que significa que soy la chica nueva...—suspira.

—Bueno, deberías pasar el rato con nosotros en la escuela mañana, ¿cierto, chicos? —Alice continúa diciendo.

—¿En serio? —Bella pregunta como si genuinamente no pensara que es la mejor cosa que le ha pasado a Forks—. ¿Estás segura? No quiero ser un dolor en el trasero.

—Por supuesto que no. Queremos que lo hagas, ¿verdad? — le contesta Alice, sus ojos encontrando los míos para confirmación. Bella me mira, siguiendo la mirada de ella. Asiento con la cabeza.

—Sí, claro— digo, sintiendo que cada vez que los ojos de Bella se encuentran con los míos, debe encender un letrero de neón sobre mi cabeza que dice: «¡ESTE IDIOTA PIENSA QUE ESTÁS CALIENTE!». Me sonríe y siento como si todo mi estómago se hubiera derretido dentro de mi cuerpo, lo cual no es tan desagradable como suena.

—Gracias— contesta en voz baja, sus ojos todavía en los míos—. Es un poco difícil ser nuevo en el último año. —me dice. Solo asiento, sin saber si mi boca está realmente abierta o no. Oigo a Jasper resoplar levemente y lo miro. Me hace la señal de «estás babeando» y yo cierro la boca de golpe, echándole una mala mirada.

—Oye Edward, ¿quieres otra cerveza? —Jasper me pregunta un momento después.

—Claro —respondo, decidiendo que necesito un momento lejos de Bella y todo su atractivo—. ¿Alguien quiere otra?

—¡Yo, por favor! —pide Alice.

—¡Y yo! —dice Rose.

—¿Bella? —pregunto, mis ojos se encuentran con los de ella una vez más y la acción envía ese zumbido ahora familiar a través de mí.

Su nombre se siente tan bien en mi lengua.

—Sí, por favor. —contesta con una sonrisa. Asiento antes de dirigirme hacia Jasper, siguiéndolo dentro de la casa y hacia la mesa de bebidas.

—Joder hombre, ¿qué fue eso?

—¿Qué fue qué? —respondo, fingiendo ignorancia.

—Eh, ¿qué estaba pasando entre tú y Bella? —me pregunta como si fuera un maldito idiota.

—Nada está pasando entre Bella y yo. —respondo en voz baja, sin querer que nadie me escuche.

—¿Oh, en serio? ¿Así que te sentaste allí con la boca abierta sin ninguna razón?

—¡No tenía la boca abierta, Jas! —protesto.

—Totalmente la tenías. Y cuando la viste al otro lado del patio, parecía que acababas de presenciar algún tipo de... cometa volador o algo así. —me explica antes de abrir los ojos como platos y dejar caer la boca abierta y verse como un puto idiota.

—¿Qué se supone que es eso? —pregunto, señalando su rostro.

—Eres tú; así es como te veías. —responde antes de mostrarme su ridícula expresión de nuevo.

—Vete a la mierda, Jas.

Él no puede saber.

—Te gusta. —bromea, chocando mi cadera con la suya.

Él jodidamente lo sabe.

—¡Ni siquiera la conozco! —discuto.

—¿Entonces? A veces, todo lo que se necesita es mirar a través de una habitación llena de gente. Escucho que sucede todo el tiempo. —dice como si él, un virgen de diecisiete años que no ha tenido ninguna experiencia en citas aparte de Kathy Bateman cuando teníamos doce, supiera de lo que está hablando.

—¿Oye, Jasper?

—¿Sí?

—Cierra la puta boca. —digo con una sonrisa. Me mira mal antes de que regresemos al patio. Jasper lleva su cerveza, la de Rose y la de Alice mientras yo tomo la mía y la de Bella. Tomo mi asiento anterior junto a ella y le entrego una cerveza.

—Gracias, Edward. —dice dulcemente. Trato de ignorar la forma en que mi estómago burbujea al escucharla decir mi nombre.

¡¿Qué jodidamente está mal conmigo?!

—Fue un placer.

—Así que Bella, cuéntanos sobre California —dice Alice, bebiendo su cerveza y mirando a Bella como si acabara de conocer a su puto ídolo. Conozco el sentimiento hermana.

—Oh... bueno, es agradable. Vivía en San Diego y es una ciudad muy bonita. Tiene un ambiente bastante indie y para ser honesto, pasé la mayor parte de mi tiempo en la playa, aprendiendo a surfear. Sólo viví ahí dos años, así que no fue mucho tiempo, pero me gustó. —responde. Inmediatamente me inundan imágenes de Bella con un traje de neopreno ceñido a la piel y niego con la cabeza, tratando de evitar una erección mientras estoy junto a ella.

Abajo, chico.

—Me encantaría ir a California —Alice suspira dramáticamente y casi me pregunto si está a punto de ponerse a cantar. Ruedo los ojos hacia ella.

—Entonces... ¿ustedes son todos de Forks? —Bella nos pregunta, con sus ojos moviéndose alrededor del grupo.

—Todos menos Jasper —Rose le contesta— Él es originario de Texas, ¿no es cierto, grano de azúcar? —dice, haciendo el peor acento sureño que he escuchado.

—¿En serio? No noté el acento.

—Realmente ya no tengo uno; solo sale si he tomado una copa. —Jasper espeta encogiéndose de hombros. Bella asiente en comprensión.

—Entonces, ¿por qué te mudaste aquí? —Bella le pregunta.

—Mi papá estaba en el ejército, así que nos mudábamos mucho cuando yo era joven, pero cuando lo dieron de baja tomó un trabajo de consultoría en Port Ángeles y nos mudamos. He estado aquí desde que tenía diez años. —dice. Bella asiente un poco.

—Eso es genial. —ella responde con una sonrisa.

—De todos modos, no eres quién para hablar, no noté un acento de Arizona o California.

—Ah, bueno, los escondo bien a los dos. Solo salen cuando es necesario. —bromea.

—¿Oh sí? —Emmett dice riéndose—. Creo que es necesario ahora.

Ella se ríe rodando los ojos.

—Bueno, si estoy en Arizona, sueno un poco así. —dice con acento de Arizona. Todos se ríen y no puedo evitar la risa que sale de mi boca—. Pero si estoy en California, puedo sonar un poco más como chica del Valle, ¿verdad? —ella continúa, con un acento perfecto. Abre la boca para hablar de nuevo, pero de repente aparece una figura frente a nosotros.

—Hola Bella, pensé que te había perdido por un tiempo allí. —Mike Newton le dice.

Mike es uno de esos tipos que se cree la gran cosa, pero en realidad es solo una mierda. Le gusta hacerse pasar por uno de los chicos malos de la escuela, pero en realidad, eso lo convierte en un maldito imbécil. Sin embargo, algunas chicas parecen encontrar eso atractivo, así que, ¿quién soy yo para juzgar?

—Oh, hola, Mike. —Bella le responde, luciendo como si no estuviera contenta de que él la haya encontrado. Mi interior baila un poco feliz.

—¿Puedo ofrecerte una bebida? —él le pregunta, mirando su lata de cerveza claramente llena.

—Oh, estoy bien, gracias, Edward ya me consiguió una. —dice, dándome una sonrisa. Le devuelvo la sonrisa antes de ver a Mike mirarme mal y Jasper me guiñarme un ojo.

Maldito infierno.

—Correcto. —él le contesta. Claramente no tiene nada más que decir, pero tampoco se irá.

—¿Cómo estuvo tu verano, Mike? —Alice le pregunta, desviando su atención de Bella.

—Estuvo bien, gracias —dice antes de lanzar un discurso sobre lo fantástico que fue en la playa y cómo salvó a un gatito de ahogarse o alguna otra historia de mierda. Afortunadamente, cuando termina de hablar, otra pobre hembra desprevenida ha atrapado su atención y desaparece de nuevo en la casa.

—Dios, es un poco intenso, ¿no? —Bella masculla, con sus ojos mirando hacia donde Mike acaba de desaparecer—. ¿Siempre es así? —pregunta y su mirada se encuentra con la mía.

—Bastante —respondo—. Es parte de su encanto.

Ella se ríe y siento que mi ritmo cardíaco aumenta con el sonido. Miro más allá de ella a Jasper y él agita sus pestañas hacia mí. Me contengo para no hacerle una seña.

—Oigan, vamos a ir por pizza —nos dice Rose—. ¿Quieren algo?

—No, estoy bien —respondo.

—Yo también —le contesta Bella.

Rose asiente antes de ponerse de pie, seguida rápidamente por Emmett, antes de desaparecer en la casa. Jasper me mira a los ojos antes de girarse para mirar a Alice.

—¿Quieres ir por otra cerveza, Allie? —pregunta.

¡Va a dejarnos a Bella y a mí! ¡Juntos!

No sé si besarlo o golpearlo.

—Claro —ella le responde sonriéndole. Tiene una cerveza llena en la mano, pero aun así se levanta y lo sigue dentro de la casa, con sus ojos como jodidas estrellas. Eso nos deja a Bella ya mí solos en el patio.

Siento que se me revuelve el estómago mientras trato de pensar en algo que decir, porque no quiero parecer un idiota frente a ella. Tomo un largo trago de mi cerveza, sintiendo que el alcohol humedece los nervios en mi estómago antes de preguntar lo primero que me viene a la cabeza.

—Entonces, ¿estás emocionada por tu primer día mañana? —le pregunto, mis palabras saliendo en un gran respiro. Ella se ríe un poco y sus ojos se encuentran con los míos.

—Supongo —se encoge de hombros—. Me siento un poco mejor ahora que sé que tengo a alguien con quien pasar el rato.

Asiento, bebiendo mi cerveza.

Oh, puedes pasar el rato conmigo cuando quieras, Bella...

—¿Ya tienes tu horario? —le pregunto.

—No, lo recibo en la mañana.

—Oh, bueno, avísame si necesitas ayuda para orientarte.

¡¿De qué carajo estoy hablando?!

—Gracias— responde, dándome una sonrisa—. Entonces, ¿no eres realmente un chico fiestero?

—¿Qué? ¿Qué te hace pensar eso? —inquiero, preguntándome si luzco como si estuviera pasando un mal rato o algo así.

—Nada en realidad. Supongo que tengo un... presentimiento sobre la gente —dice encogiéndose de hombros—. Es como... ya sabes, ¿cuando a veces puedes leer a alguien?

—¿Y puedes leerme? —le digo, la cerveza que he bebido haciéndome sentir un poco más relajado.

Ella se ríe.

—Tal vez.

Joder, me encanta ese sonido.

—Continúa, entonces —me río entre dientes, apoyándome en mis codos. Veo que sus ojos van a mi boca por un segundo y siento que mi estómago se contrae ante la acción antes de que mis ojos hagan lo mismo con ella.

Joder, sus labios se ven tan suaves...

¡Concéntrate!

—Mmh —dice, fingiendo pensar por un momento mientras se da la vuelta para mirarme correctamente, metiendo las piernas debajo de ella—. Eres callado, tal vez un poco tímido, pero creo que eres divertido y más ruidoso cuando estás cerca de personas que conoces. Eres educado y respetuoso, además de protector. Pareces un buen estudiante y probablemente quieras ir a una buena universidad y hacer algo realmente interesante con tu vida.

La miro fijamente, con la boca ligeramente abierta.

—Oh, también creo que eres divertido cuando dejas entrar a los demás —agrega—. Entonces, ¿estoy en lo correcto? —pregunta cuando sigo mirándola con la boca abierta.

—¿Supongo? —le digo con una risita—. Quiero decir, no sé si puedo ser el juez sobre si soy respetuoso, protector o divertido, pero...— me encojo de hombros un poco—. ¿Cómo puedes decir algo de eso de todos modos?

—Sé que eres callado y tal vez un poco tímido porque eres el miembro del grupo que menos ha hablado desde que llegué aquí —me dice—. Pero creo que eres divertido y ruidoso con la gente que conoces porque te vi bromeando con Jasper cuando fuiste a buscar nuestras cervezas antes y él se estaba riendo de lo que estabas diciendo —continúa.

—¿Cómo sabes que soy respetuoso? —pregunto.

—Bueno, Rosalie trae shorts y una blusa corta y tiene un cuerpo por el que la mayoría de las chicas matarían y, sin embargo, no la has mirado ni una sola vez.

Me río de ella, tomado por sorpresa por la observación.

—¡Rosalie es como mi hermana! —argumento—. La recuerdo cuando tenía frenos —le señalo.

—También Emmett por lo que parece, pero no parece haberlo desanimado. —dice. Me encojo de hombros un poco.

Tal vez tenga razón...

—¿Qué hay de lo protector? —le pregunto.

—Alice dijo que eras su hermano gemelo. La viste a ella y a Jasper entrar en la sala de estar hace un minuto y aunque él es uno de tus amigos, no les quitaste los ojos de encima —se encoge de hombros.

—¿Y que soy un buen estudiante y quiero ir a una buena universidad? —pregunto finalmente.

—Eres inteligente e ingenioso. No te vuelves así sin estudiar mucho y en lo que respecta a la universidad, ¿nombras a un chico inteligente que no quiere ir a una buena universidad? —responde. Me río con ella.

—Uh, eso es bastante impresionante —le digo—. Todo un Sherlock Holmes. —agrego.

Ella se encoge de hombros y me da una sonrisa.

—Intenta leerme.

—¿Yo? No sé cómo —digo con un movimiento de cabeza—. Soy más un Watson que un Sherlock. —respondo.

—Adelante, ya sabes cómo adiviné la mayoría de las cosas sobre ti. Pruébalo conmigo. —dice con una sonrisa. Suspiro un poco antes de mirarla por debajo de mis pestañas.

—Eres inteligente y buena leyendo a la gente —empiezo, haciéndola reír. Siento que la comisura de mi boca se levanta ante el sonido—. Eres segura y bueno cuando conoces gente nueva, tal vez porque te has mudado. Eres divertida y... sabes que eres hermosa pero no te importa, lo cual es refrescante —me doy cuenta de que las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas. Hay un latido de silencio entre nosotros y casi puedo sentir el tiempo moviéndose.

—¿Cómo sabes que sé que soy hermosa? —pregunta en voz baja con sus ojos clavados en los míos. Trago con dificultad, mi boca repentinamente se siente seca.

—¿Cómo podrías no saber? —le pregunto. Nos miramos el uno al otro por un momento antes de que vea movimiento por el rabillo del ojo. Miro y veo a Emmett y Rose sentados de nuevo con nosotros.

—Hola chicos, ¿de qué están hablando? —Emmett pregunta, mordiendo una rebanada de pizza.

—Oh, solo sobre la escuela. Estaba diciendo que sería bueno comenzar en algún lugar y saber que ya conozco a algunas personas —Bella le contesta antes de mirarme y darme una pequeña sonrisa. Se la devuelvo; me gusta que de alguna manera tengamos un pequeño secreto entre nosotros.

De repente, Alice y Jasper también regresan, sentados más juntos y del otro lado de Emmett y Rose. Jasper me mira a los ojos y puedo ver la pregunta silenciosa escondida allí.

¿Qué sucedió?

Articulo con mi boca en respuesta.

La llamé hermosa y no se asustó.

Él me sonríe en respuesta.

Buen chico.

Todos continuamos sentados afuera, yo rehusándome a beber más cerveza ya que soy el conductor designado, hasta que finalmente es hora de ir a casa y prepararme para el día siguiente. Todos nos ponemos de pie, dirigiéndonos al camino de entrada antes de despedirnos.

—Entonces, Bella, ¿cómo llegaste aquí? —le pregunto mientras nos despedimos.

—Oh, caminé.

—¿Quieres que te lleve a casa? Es bastante tarde para caminar sola.

—Te lo dije, eres protector —dice en voz baja, para que solo yo la escuche, haciéndome reír—. No quiero ser una molestia, Edward —agrega.

—No lo serás, también vamos a dejar a Rose. Ella solo vive a unas pocas puertas de ti, ¿cierto?

—Sí —responde—, ¿estás seguro de que no te importa?

—Para nada, cuantos más mejor. —le digo. Ella me sonríe y mi estómago hace esa extraña cosa burbujeante de nuevo.

—¿Están listos para irse? —Jasper nos pregunta a todos.

—Sí, también vamos a dejar a Bella —respondo.

—Buen chico —dice en voz baja, pinchando mis costillas. Lo empujo en el brazo haciéndolo reír.

—¡Está bien, está bien, me voy! —responde, esquivando mi ataque—. ¡Los veré mañana! —se despide de los demás antes caminar por el camino de entrada a su propia casa unas puertas más abajo.

—Nos vemos, Em —le digo mientras todos nos dirigimos a mi auto.

—¡Adiós, chicos! ¡Adiós, Rosie! —Él se despide, dándole un guiño descarado. Resoplo un poco cuando ella pone los ojos en blanco.

—¡Adiós, inmaduro! —ella le responde. Él no se desanima en absoluto.

—Bella, tú ve al frente —dice Alice.

—¿Estás segura?

—Sí, totalmente.

Bella le sonríe y mis ojos miran a Alice, quien me da un guiño conspirador.

Joder, ¿también está jugando a la casamentera?

Me deslizo detrás del volante y me abrocho el cinturón, esperando a que las chicas se suban detrás. Miro a Bella, le doy una pequeña sonrisa y siento una corriente eléctrica entre nosotros ahora que estamos en la oscuridad. Ella me devuelve la sonrisa, cruzando los tobillos. Cuando todos estamos listos, salgo del camino de entrada antes de dirigirme hacia las casas de Rose y Bella.

—Así que, ¿quieres tomar un aventón conmigo mañana, Bella? —Rose le pregunta.

—Claro, eso sería genial —dice, girándose para responderle por encima del hombro. Mientras lo hace, percibo un olorcillo a champú de fresa y tengo que contener físicamente un gemido.

Joder, soy como un puto animal...

En unos minutos estamos frente a la casa de Rose.

—¡Gracias por el aventón, perras! —grita mientras sale del coche. —Nos vemos mañana, Bella —le dice antes de cerrar la puerta y decir adiós. Bella va a desabrocharse el cinturón pero hablo antes de que pueda salir del auto.

—¿Dónde está tu casa, Bella?

—Oh, solo el final de la calle —responde, señalando el final de la cuadra.

—Conduciré hasta allí —digo antes de arrastrarme por la calle. En un minuto estamos afuera de la casa de Bella y no puedo evitar mirar hacia el edificio. La casa es bastante pequeña con revestimiento blanco y un patio delantero ligeramente descuidado. Veo una patrulla de policía en el camino de entrada.

—Hay un coche de policía en tu camino, ¿está todo bien? —le pregunto.

Bella se ríe y me giro para mirarla.

—Sí, mi papá es policía. De hecho, es jefe de policía. Por eso nos mudamos aquí.

Mierda. ¡¿Jefe de policía?!

—Oh, está bien.

—Así que… ¿los veré mañana?

—¡Sí! ¡Nos vemos mañana, Bella! —Alice se despide antes de que Bella me dé una última sonrisa y salga del auto.

Observo mientras camina alrededor de la parte delantera del coche y luego sube por el camino de entrada al porche delantero. Se da la vuelta cuando llega a la puerta principal, iluminada por la luz del pórtico delantero, y me da un último saludo. Le devuelvo el saludo antes de que entre y cierre la puerta detrás de ella. Continúo sentado allí por un minuto, solo mirando la puerta de entrada.

—Entonces...—Alice comienza a decir después de un momento. Salto ante el sonido, recordando de repente que todavía está en la parte trasera del auto—. ¿Vamos a mirar su casa toda la noche o...?

—Vete a la mierda, Allie —respondo, gruñendo cuando me da un codazo en la cara mientras se sube por la consola central hacia el asiento delantero.

—¡Oh, vamos, Edward! — dice, dejándose caer en el asiento a mi lado. Se ríe—. Admítelo, te gusta ella.

—¡No lo hace! —respondo, pero ya siento el calor subiendo por mi cuello por la mentira.

—Mentiroso —se ríe. Resoplo un poco mientras pongo el auto en marcha y me dirijo hacia nuestra casa—. Creo que a ella también le gustas. —me dice después de unos momentos de silencio.

—¡¿En serio?! —pregunto, sonando demasiado entusiasta.

—Ves, te dije que te gustaba —se ríe. Pongo los ojos en blanco, apoyando la cabeza en mi puño mientras recorro el camino a casa—. Sin embargo, creo que le gustas.

—¿En serio? —pregunto en voz baja, incapaz de ayudarme a mí mismo.

Se ríe.

—Sí.

—¿Por qué piensas eso?

—Por la forma en que te miró.

—¿Cómo me miró? —inquiero, sintiéndome como una chica por preguntar pero también queriendo todos los detalles.

—De la misma forma en que la mirabas a ella —responde, girándose para mirarme. Ella sonríe y, a pesar de mi vergüenza y negación, siento que también le devuelvo la sonrisa.

—Creo que este va a ser un buen año —Alice habla de nuevo mientras llegamos a nuestro camino de entrada.

—Oh, ¿sí? —digo, mirándola en la oscuridad y viendo sus ojos brillar hacia mí.

—Sí, tengo un buen presentimiento —responde. Le sonrío antes de salir del auto y dirigirme a la casa.

Yo también, Allie, yo también.


Les juro que van a amar a Edward, si es que no lo aman ya jaja, es demasiado tierno como para ser real!

Pd.: con esta historia participaré en los martes de adelantos de Elite FF :)

Espero sus reviews, ¡son bienvenidos!

¡Nos vemos el siguiente jueves! y feliz día de la independencia, por cierto:).