—No puedo creerlo Takato, mi madre...—Habló Rika— Esa mujer.—Corrigió— ¿Me mintió?
Takato hizo una mueca ante esto, no quería hablar mal de la madre de la pelirroja— Quizás, haya tenido una buena razón.
—Lo dudo.— Respondió la Nonaka— Ella es tan egoísta, fría y calculadora, no me sorprende que me mienta, pero, no puedo creer que haya creado toda una historia de un hombre, quién simplemente no existe.
—Quizás, todo tenga una explicación.
—Eso espero, porque, verdaderamente le exigiré que me de una respuesta clara.— Respondió Rika— Ahora tiene sentido, porque, el detective no encontró algo y porque mi tío...—Hizo una pausa— Él O bueno, el que dice ser "primo de mi padre" no me daba alguna información de él, de seguro fue cómplice de mi madre.
La pregunta que verdaderamente se hacia a raíz de eso era ¿cómo se había prestado para eso? Kousei era un hombre serio ¿no?
Suspiró.
Fuera como fuera.
Si esto era verdad y no tenía ningún parentesco con los Minamoto, le dolería bastante ¿por qué? porque, sería perder ese bonito lazo que tenía con los gemelos a quienes consideraba de su familia.
Mimi se lanzó sobre su cama con ganas de llorar, verdaderamente se sentía mal, muy mal. Tenía a su hija tan cerca, en la misma ciudad, en el mismo país y luego de más de un mes sin verla quería abrazarla, escuchar su dulce voz, besar su frente y decirle todo lo que la ama.
Suspiró.
—¿Cómo puede ser tan idiota ese hombre?— Preguntó Mimi totalmente entristecida.
Damar hizo una mueca y tomó asiento a su lado— Fácil, es hombre, todos hombres son idiotas.
¡Buen punto!
—¡Ay! Damar, no puedo creerlo, tengo a mi hija tan cerca y no puedo ir a verla.— Habló la mayor con un gran dolor en su corazón.
—Tranquila, Mimi, ya llegará el momento para ir.
—¿Cuando? ¿El miércoles que es nuestro día libre?— Preguntó la chica de ojos miel— Falta mucho para eso.
—¿Tú enserio crees que voy a esperar para ese día?— Cuestionó Damar— Mañana fácilmente podemos escaparnos, Yamaki tiene todo cerrado ahora, porque, es Domingo, pero, mañana no podrá hacer eso, todas las entradas tienen que estar para el ingreso de profesores y demás.
Mimi alzó su mirada ante esto, no lo había pensado así, pero, su hermana tenía razón, mañana por ser Lunes todo el lugar estaría abierta— ¿Quieres que nos escapemos?
—Si.— Respondió Damar— Dime ¿mañana tienes algún examen o algo así?
—Yo tampoco.— Contestó la castaña— Vamos a primera hora al hotel en donde están Alice y Natsumi, estamos lo más que podamos allá y listo.
Mimi sonrió— Buen idea.— Musitó— Pero ¿no te molesta escaparte o dejar lo tuyo por lo mío?
—Lo dices como si nunca me hubiera escapado de la escuela.— Comentó Damar— Y pues, dejar la preparatoria para mi no es molestia, al contrario, tú sabes que no gusta mucho.
—Muchas gracias, hermanita.— Agradeció la chica de ojos miel.
—De nada.— Contestó Damar, si era sincera, ella también quería ver a su sobrina.
—Yamaki verdaderamente es un idiota.— Habló Taichi mientras jugaba con un balón de fútbol dentro del departamento haciendo que rebotara contra la pared.
—Deja de jugar con ese balón aquí, terminarás rompiendo un vidrio.— Regañó Yamato, quién se encontraba en un sofá con su guitarra en los brazos.
Taichi hizo una mueca y tomó el balón— Dime ¿qué haremos hoy para no aburrirnos? Es Domingo y estamos aquí encerrados, todo por culpa de Yamaki.
—No lo sé.— Respondó Yamato, él igual estaba molesto por culpa de ese sub-director, la madre de Rika podía ser exigente, pero, al menos los dejaba salir el fin de semana.
—Justo hoy quería invitar a Sora a salir.— Se lamentó el Yagami— Quería llevarla a ese restaurante caro que le gusta.
—¿Y por qué no haces algo más simple?— Preguntó el rubio— ¿Cómo llevarla a ese lugar? ya sabes, el antiguo edificio.
—Lo haría, pero, luego de la última vez que estuve ahí me da miedo.— Respondió Taichi.
Yamato rodó los ojos— ¿Todavía sigues creyendo que en ese lugar hay espiritus?— Preguntó el rubio.
—Si.— Respondió el castaño— Siempre se escuchan ruidos extraños.
—Tu sabes cuales son comúnmente las razones de esos gritos.— Habló Yamato.
—Puede ser, pero, no siempre hay parejas ahí e igual se escuchan gritos.— Contestó el Yagami.
Yamato rodó los ojos, Taichi verdaderamente podía ser valiente cuando se enfrentaba a una banda de ladrones -como la otra vez que casi le robaron el auto- pero, cuando trataba de algo "paranormal" verdaderamente era lamentable.
Suspiró.
—Bueno, entonces, sacala a caminar para recorrer el campus.— Sugirió el rubio— Suena sencillo, pero, las chicas generalmente aman esas cosas simples.
Taichi llevó una mano a su mentón— Suena bien...
—Me siento terrible.— Musitó Takuya mientras apoyaba su cabeza en las piernas de la rubia quién acariciaba su cabello.
Izumi hizo una mueca— ¿Te arrepientes de estar conmigo?
Takuya se mordió el labio inferior y acarició el mentón de la rubia— No, claro que no.— Respondió— Pero, esta situación entre Kouji y yo verdaderamente está siendo molesta.
La rubia acarició su cabello— ¿Lo dices por qué ya no te habla?
Takuya negó con la cabeza— Ojalá fuera sólo eso.— Respondió— Hasta ayer él era quién estaba molesto, pero, ahora soy yo por lo que hizo ayer.
—¿Qué hizo?— Preguntó la rubia.
—Lo encontré besando a mi hermana.— Contestó Takuya— A Damar.
Izumi abrió levemente la boca ante la declaración.
¿Takuya había encontrado a Kouji y Damar besándose?
Ahora tenía sentido, porque, el moreno estaba enojado no sólo con su amigo si no que con su hermana. Era de esperarse, ya que, si algo caracterizaba a Takuya eran sus celos, que a diferencia de Taichi no lo hacian actuar sin pensar, pero, que si provocaban que actuara un tanto mal. No lo culpaba, desde la muerte de su madre se sentía con la responsabilidad de cuidarlas.
—¡Imagínate! Besandola.— Exclamó Takuya— Luego de todo lo que ha ocurrido no puedo pensar cosas buenas con respecto a esa situación.
Izumi alzó una ceja— ¿Por qué?
—¿Acaso no es obvio?— Preguntó el moreno— Nosotros los engañamos y que luego aparezca besando justamente a mi hermana me hace pensar que no la besó, porque, le atraiga si no que porotra cosa.
La rubia se mordió el labio inferior, entendía que Takuya pensara eso, porque, no sabía el contexto previo que había en la historia de Kouji y Damar.
Suspiró.
—¿Y que le dijiste cuando los viste?
Takuya suspiró— Pues...—Suspiró— No reaccioné bien y le dije básicamente lo que pensaba, que no me gusta que se estuvieran besando cuando hace poco había ocurrido el problema entre nosotros, pero, también saqué algo a la conversación, que quizás no tenía mucha relación con lo que estaba ocurriendo.
—¿Qué cosa?— Preguntó la hermana de Yamato.
—Que no estaba bien que se besaran, porque, Damar es ex de Koichi.
Izumi hizo una mueca ante esto— Eso es una historia bastante antigua.
—Lo sé, pero, estaba enfadado.— Respondió el moreno— Tan solo ver que se estaban besando me hizo arder la sangre, Damar es mi hermana pequeña y Kouji es...—Hizo una pausa— ¿o era?— Cuestióno levemente antes de continuar hablando— Mi amigo, no es muy agradable ver que algo así ocurra entre ellos.— Suspiró.
Zoe hizo una mueca.
Si tan sólo Takuya supiera.
Suspiró.
No quería mentirle a su chico, pero, era un tema que no la involucraba directamente a ella. Además, Damar los había ayudado a guardar ese secreto, le había dicho sobre esas chicas, así que, no podía simplemente rebelarle aquello a Takuya.
—Cariño, entiendo que te moleste esta situación, pero, quizás, debas indagar un poco más en esta situación.
—¿Por qué dices esto?— Preguntó el castaño.
—Porque, Kouji no es impulsivo como para actuar así simplemente por rebeldía y Damar es inteligente, dudo que haya aceptado su beso si hubiera considerado que trataba de un acto rebelde contra ti.— Respondió la rubia abrazandolo.
Takuya hizo una mueca, no había pensado en eso. Era un buen punto, pero, de igual forma sentía algo extraño con respecto a esa situación ¿por qué Kouji la habría besado si no era para "vengarse" de él? Además, el Minamoto le había dado dicho...
"¿quién te afirma que no la besé antes?"
Pregunta que verdaderamente le hacia cuestionar algunas cosas, Kouji pudo haberlo dicho para molestarlo, pero ¿y si era verdad?
No, no, claro que no. Ellos nunca tendrían algo y Damar llegó hace muy poco era imposible que algo haya ocurrido antes ¿no?
—¿Qué cosas dices?— Preguntó Hikari sorprendida.
Takeru asintió en silencio.
—No puede ser.
—Pues, yo creo que si.— Contestó el rubio.
Hikari abrió la boca ante lo que le había dicho su novio, así que, el padre de Rika ¿podía ser sólo un invento?
—P-pero, si esa era la única información que tenía Rika de su padre.— Respondió la castaña— Que se llamaba Hiro Minamoto, que había muerto hace unos meses antes de su nacimiento y que era primo de Kousei.
—Bueno, según los registros de Koseki ese tal Hiro Minamoto no habría ni alcanzado a cumplir la mayoría de edad.— Respondió el rubio— Y que habría muerto hace muchos años más.
La Yagami hizo una mueca— Pobre Rika.— Musitó, conociendo a su amiga se derrumbaría de una forma terrible, ella siempre había sufrido al no conocer a su padre, al no saber mucho de él, al tenerlo ausente en su vida.
Suspiró.
Ojalá esto que le dijera Takato no la hiciera hacer una locura como comúnmente ocurría con la pelirroja.
Damar camino por uno de los pasillos del Internado, luego de salir de la habitación de su hermana quiso volver a su departamento, pero, se dispuso a subir a la azotea, necesitaba tomar aire y estar a solas.
No se sentía bien, quizás, ante Mimi intentaba ser fuerte, pero, verla mal a ella provocaba que ella también se sintiera mal, todo lo que les ocurría era a raíz de no tener a su madre, siempre pensaba en eso y eso simplemente la hacia sentir miserable.
Si Satoe Tachikawa estuviera viva todo sería más fácil, ya que, no hubieran tenido que hacer todo lo que hicieron para enconderse de su padre.
Suspiró.
Iba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta que cierto chico apareció en su camino y terminó chocando contra él.
Damar hizo una mueca ante esto.
¡Lo que le faltaba!
—¡Hey! Ten más cuidado por donde cami...—Quiso reclamar, pero, al voltear se encontró con cierto chico de ojos azules y cabello azul— ¿Kouji?
El Minamoto se cruzó de brazos y la observó— Damar.— Pronunció su nombre.
—¿E?— Damar balbuceo al verlo ¿por qué rayos lograba dejarla sin palabras? Suspiró— Ten más cuidado por donde caminas.
—La que debería tener más cuidado eres tú, tu chocaste contra mi.— Respondió el Minamoto.
Damar hizo una mueca ante esto— Tu apareciste de la nada.
—No aparecí de la nada.— Respondió el Minamoto— Estaba aquí desde que entraste al pasillo y ni cuenta te diste.
¿Enserio?
Damar se mordió el labio inferior, generalmente cuando andaba muy pensativa o aproblemada en su mente ocurría aquello y no se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor, pero, era justificable, la situación en la cual estaba no daban ganas de centrarse en lo que ocurría al rededor.
—Ya ¿lo siento? ¿si?
Kouji alzó una ceja— ¿Tú piendiendo disculpas? ¿estás bien?
Damar rodó los ojos— No estoy de humor ¿si?— Dijo antes de disponerse a alejarse del Minamoto, no estaba de humor.
—¡Hey!— La agarró del brazo— Espera, necesio hablar contigo.
—¿A sí?— Ya se imaginaba de que quedría hablar el Minamoto, pero, no estaba de ánimos.
—Necesito hablar contigo.
—¿De qué?— Preguntó la castaña— ¿De lo que ocurrió ayer?
El Minamoto asintió.
Damar rodó los ojos—¿Sabes? Yo no quiero hablar de eso.— Contestó Damar antes de voltear en dirección a su habitación, pero, Kouji la tomó del brazo.
—¿Prefieres ignorar el tema?— Preguntó Kouji.
Damar rió irónicamente— ¿Sabes? Creo que esta situación ya la vivimos antes.— Comentó recordando que algo similar había ocurrido hace tres años— Pues si, prefiero ignorar el tema.
—¿Por qué?— Cuestionó el Minamoto.
—Porque, fue un simple beso.— Respondió Damar— Nada más que eso.
—No fue un simple beso.
Damar rodó los ojos— Kouji, por favor, ya no somos unos niños, un beso es sólo eso.— En realidad, los besos del Minamoto significaban mucho más, producían muchas cosas en ella, pero, claramente no se lo haría saber. Además, en parte tenía razón, entre ellos habían ocurrido otro tipo de cosas y un beso era algo muy mínimo.
—¿Dices eso por qué en verdad lo consideras así? o...—Se acercó a ella— ¿Te da miedo admitir que te siguen ocurriendo cosas conmigo?
Damar rió— No repitas mis frases...— Se acercó a él— Porque, puedes salir perdiendo.— Se observaron fijamente— Fue un simple beso y ya, no veo porque debería interferir en nuestras vidas.—Observó sus labios, se veían tan deseables, si era sincera, el beso de la noche anterior la había hecho recordar, porque, amaba tanto sentirlos sobre los suyos.
—Ojalá fuera un simple beso, pero, tú sabes que no es solo eso.— Habló el Minamoto.
La castaña alzó una ceja— ¿Sabes? Podría besar Kiriha ahora mismo y mi vida seguiría igual.
Kouji rodó los ojos, Damar ingresaba al rubio a esa conversación, porque, sabía que él no le agradaba esa cercanía que estaban teniendo últimamente— Es verdad, si lo besaras tu vida podría seguir igual, pero ¿sabes por qué?— Se acercó a su boca— ¿Por qué él no provoca en ti, lo que yo sí?
—¿A sí?— Preguntó la castaña desafiante y Kouji se acercó a sus labios con toda intención de besarla, anhelaba sus labios, como a ningún otro, quería tomar posesión de ellos, besarlos y morderlos. No sabía hasta que punto había llegado ese rubio con la castaña, pero, si de algo estaba seguro, era que, él producía más cosas en ella que Kiriha no podría ni en un millón provocar en ella.
Sus labios se rosaron y Damar abrió sus labios para recibir al Minamoto.
¡Pero!
El Minamoto se alejó—Tienes razón, es un simple beso, no vale la pena.
Damar alzó una ceja— ¿Perdón?— Preguntó.
—Ten buena tarde Tachikawa.— Contestó el Minamoto antes de alejarse de ella, enserio esa chica creía que podía jugar con él, si él podía también jugaría al mismo.
Damar rodó los ojos ante esto y suspiró.
¡Lo que le faltaba!
~Horas después~
Mimi se observó al espejo acomodando sus largas medias color rosa que combinaban con su nueva minifalda rosa a cuadros con un top escote de corazón rosado con manga larga, suspiró, puede que el sub-director Yamaki le haya dicho algo por su ropa, pero, lo ignoraría, finalmente, él no mandaba, la directora Rumiko podía tener muchos defectos, aún así, nunca les había prohibido andar a la moda o con la ropa que ellos quisieran, ya sea, utilizar escote, minifalda o shorts cortos.
Además, necesitaba sentirse bien con ella misma y verse bien ante los demás, luego de lo que había ocurrido no tenía ganas de hacer muchas cosas, pero, debía hacerlo, no quería levantar sospechas de que estaba triste y sabía que demostrandolo con su ropa lo haría, ella era así, según como estaba su ropa lo diría, así que, con sus amigas querían inaugurar su ropa nueva que les había llegado en la tarde.
—Amiga, la ropa nueva que compramos se te ve increíble.— Habló Izumi.
La castaña sonrió— Gracias.— Contestó y volteo hacia ella— A ti igual se te ve super bien.
La rubia llevaba una falda negra, un top de tirantes celeste y unas medias de encaje celeste— Gracias.
—Sin duda, esa chica diseña súper bien.— Esta vez comentó Sora quién se veía bastante bien con su nueva minifalda negra, un top negro y medias de encaje negras— Aunque, si les soy sincera, creo que tu hermano, Mimi, se va a morir cuando te vea con esa ropa.
Mimi rodó los ojos— No importa.
La verdad, es que, Takuya y sus celos era algo que le estaba comenzando a molestar, sobretodo luego de ayer, entendía que no le gustara ver a Kouji con Damar, pero, si ellos querían podían tener hasta relaciones y él no podría enojarse. Ellas ya eran grandes y no se iban a someter a sus órdenes.
Además, hoy necesitaba sentirse bien consigo misma, luego de lo que había ocurrido en la tarde lo que menos quería era complacer a los demás.
—¿Qué Kouji? ¿qué?— Preguntó Hikari sorprendida.
—Lo que escuchaste, me quiso besar y luego se alejó, así, sin más.
—Bueno, no me sorprende.— Respondió la castaña— Lo que más has hecho es jugar con él desde que llegaste y conociendo lo orgulloso que es era sorprendente que no hiciese lo mismo, aunque, bueno, bastantes celos te sacó besando a Izumi, quién ahora de por si, ya no es su novia.
—¿Celos?— Preguntó Damar mientras amarraba su blusa dejando ver parte de su escote y brallete— Claro que no lo eran.
—¿A no?
Damar negó seriamente— En realidad me da gracia que intente sacarme celos y ahora que sé lo que le ocurre conmigo me da mucha más gracia.— Volteo hacia su amiga— Por cierto, te quedó muy bien ese conjunto que te dio Sora.
La castaña vestía unas medias blancas largas y falda rosa.
—Gracias.— Respondió Hikari— Yo pensé que también utilizarías la falda y las medias que te dio Mimi, estaban bonitas.
Damar sonrió— Las dejaré para otra ocasión.— Contestó— Está linda, si, pero, tiene ese toque Mimi.
Hikari carcajeo ante esto, ya que, sabía a que se refería con este "toque Mimi" algo que, generalmente estaba en la ropa de ella.
¿Cuál era ese toque?
Un toque.
Seductor.
Minifaldas, minishort, mini ¡todo! prácticamente era algo que en esa chica era como su marca personal y todos en aquel lugar lo sabían. Quizás, Izumi y Sora vestían súper bien y atractivas, Damar igual vestía bastante bien con su nuevo estilo, al igual que otras chicas del Internado, pero, todos sabían que Mimi era la Queen.
—No digo que el toque de mi hermana no me guste, pero, dejaré esa ropa para otro momento.— Respondió— Además, ahora sólo bajaremos a cenar y no quiero que las miradas de todos esos chicos de abajo estén sobre mi.
—Mejor dejarles todo ese protagonismo a Mimi, Izumi y Sora.
—Exacto.— Respondió Damar.
—Además, tú solo quieres la mirada de uno que te mira sea como andes.— Habló Hikari.
Damar rodó los ojos— Claro que no.
—Yo creo que si.— Habló Hikari.
—Mejor cambiemos de tema ¿has visto a Rika?— No pudo evitar preguntar por su amiga, hace mucho no la veía.
Hikari hizo una mueca— No, no lo he visto.— Respondió— De seguro debe estar con Takato de seguro los veremos abajo.
—Si.
—Amo la cena.— Musitó Taichi.
—Tu amas todo lo que tiene que ver con comer.— Habló Yamato.
—Matt tiene razón.— Respondió Koichi.
—¡Je! Bueno, tengo algo serio con la comida.— Habló el Yagami.
—Igual que Takuya ¿cierto, Kouji?— Habló el Kimura.
Los nombrados intercambiaron miradas, pero, no dijeron palabra, al contrario, cada quién siguió en lo suyo.
Yamato rodó los ojos— ¿Hasta cuando seguirán así?— Estaba bien que estuvieran peleados, pero, se estaban ignorando como dos niños pequeños.
—Ya deberían arreglarse.— Habló esta vez Taichi, ya que, verdaderamente estaba molesto, cuando dos se peleaban en ese grupo, lograban tensionar todo el ambiente entre ellos.
Takuya y Kouji simplemente continuaron sin hablar, ninguno de los dos quería arreglar las cosas por el momento, todavía estaban molestos.
Koichi suspiró— Tienen suerte ustedes dos que no tienen que soportar esta discusión ridícula en el departamento.— Le habló al Yagami y al Ishida.
Kouji hizo una mueca ante esto, nunca había querido molestar a su hermano con la discusión de ellos, pero, era evidente que se sentía extraño en medio de ese lío y eso igual le preocupaba, finalmente, eso no era lo que quería, podía estar matándose con Takuya y Koichi no merecía estar en medio, ni siquiera merecia tener problemas con el Tachikawa por su culpa, ellos eran amigos, Takuya no lo había engañado a él.
En cambio él si.
Apretó su puño ante esto, lo peor, es que, nunca se lo había dicho, por cobarde.
Alzó su mirada levemente y pudo ver como al lugar ingresaba la castaña hermana menor de Takuya junto a Hikari. Cómo siempre se veía hermosa.
Se mordió el labio inferior, pensar que antes pudo saboreado sus labios, pero, finalmente no lo había hecho para demostrarle que él igual podía manejar aquella situación entre ambos, ayer le había dicho todo y al parecer a ella no le importaba, al contario, desde que había llegado se divertía haciendolo sufrir, él podría hacer lo mismo ¿no?
Takuya suspiró al notar como su "amigo" observaba a su hermana, hizo una mueca ¿quién no miraría así a su hermana de la forma tan bella que se vestía? Pero, le molestaba bastante que específicamente su amigo hiciera luego de besarla ayer habiendo terminado una relación hace poco.
Nene observó atentamente a Takuya, se supone que él ya tendría que haber caído a sus pies, pero, no era así, solo por esa rubia tóxica, la odiaba, sin duda, el Tachikawa era solamente para ella.
Suspiró.
¿Qué haría para recuperarlo?
—Verdaderamente eres estúpida para estar tan pegada con Takuya.— Ryo le comentó— Eres tan guapa y mueres por ese idiota que no te pone atención.
—No me pone atención ahora, pero, antes si lo hizo.— Respondió la castaña de ojos morados— Nadie asegura que no vuelva a ser así.
—Bueno, mi oferta sigue en pie.— Habló el Akiyama.
—Dudo que me sirvas de mucho.— Comentó Nene.
—¿Tu crees?— Cuestionó el chico de ojos azules— Yo sé mucha información que te podría ayudar.
Taichi alzó levemente su mirada y prácticamente se atraganto con su comida al ver a Sora, Mimi e Izumi ingresar.
—¡Rayos!— Dijo antes de comenzar a toser.
Yamato abrió la boca totalmente sorprendido y Takuya apretó su puño con furía ¿su hermana quería presumir que sabía de moda? ¿o quería enseñar sobre la anatomía del cuerpo? esa mini-falda no dejaba mucho a la imaginación.
El rubio se mordió el labio interior, Mimi siempre se vestía deseable, pero, hoy más que nunca, esa minifalda se le veía estupenda, dejaba ver a la perfección sus piernas. Frunció el ceño al pensar que todos la estaban observando con aquel mismo deseo que él estaba sintiendo en aquel momento, ella era de él y todos debían saberlo, de su propiedad, su novia, su chica.
—Cómo siempre llamando la atención de todos ¿no?— Comentó la rubia provocando que tanto Mimi como Sora rieran.
Las tres amigas se dirigieron a la barra y tomaron unas bandejas.
~Minutos más tarde~
Muchos ya estaban terminando de cenar, algunos se encontraban haciendo vida social, hablando con amigos, como generalmente ocurría en la cena -sobre todo en ese día que la mayoría se había encontrado aburrido sin poder salir-
—Este día verdaderamente ha sido aburrido.— Habló Zoe.
—Tienes razón.— Contestó Sora.
—¡Hey! Hermosa.— Una voz llamó la atención de las chicas y ante los ojos de las chicas apareció el rubio mayor de los Ishida.
Mimi sonrió y saludó a su novio con un beso en los labios— Hola amor.
—¿Cómo estás?
—Muy bien ¿y tu?
—Bien, ahora que te veo.— Respondió Yamato.
—Feliz de verla a ella ¿y no a tu hermanita?— Habló Zoe.
El rubio rió ante esto— También estoy feliz de verte a ti, Izumi.
La rubia de ojos verdes rió ante esto.
—¿Les molesta si me robo a Mimi por unos minutos?— Preguntó Yamato.
Mimi alzó una ceja— ¿Robarme? ¿Por qué?
—Porque, quiero que salgamos a caminar un rato, ya sabes, por estar todo el día aquí encerrados.— Respondió el rubio— A estas horas el idiota de Yamaki ya no está aquí en el Internado y no puede molestar ¿Te parece si salimos?
La castaña sonrió— Me encantaría.
Izumi sonrió— Bueno, por mi no hay problema.
—Por mi tampoco.— Respondió Sora.
—Muchas gracias chicas.— Dijo Mimi y sin decir más, la pareja se alejó del las dos amigas.
Izumi intercambió miradas con pelirroja— Mi hermano y Mimi se ven tan felices.
La pelirroja asintió.
—¿E? Sora.— Una voz familiar llamó la atención de ambas y al voltear se encontraron con el Yagami.
—¿Tai?— La pelirroja lo nombró.
—¿Cómo estás?— Preguntó el chico.
—Bien ¿y tú?
—Muy bien.— Respondió el Yagami— Aunque, un poco aburrido ¿te parece si salimos a caminar o algo así?
—¿A caminar?— Preguntó Sora sorprendida.
—Si.— Contestó Taichi— ¿Puedes?
Zoe sonrió— ¡Claro que puede!— Se apresuró a contestar y Sora volteo hacia ella— Justo Sora me comentaba que quería hacer algo divertido y caminar será un muy buen panorama.— Le guiñó el ojo a su amiga.
Sora sonrió nerviosa ante esto, la verdad no sabía porque, pero, pensar en estar a solas con Taichi en mitad de la noche la colocaba de esa forma, nerviosa.
—¿Quieres, Sora?
—¿E?— Balbuceo la Takenouchi y observó como su amiga le hacia una seña para que respondiera que si. Suspiró— Bu-bueno...
—Este lugar enserio tiene muy poca luz.— Comentó Mimi, la noche estaba bastante oscura, había solo una media luna y no todas las luces funcionaban, Yamato y ella habían tenido que usar las linternas de sus móviles para alumbrarse para llegar una parte del campus bastante apartado.
Ambos tomaron asiento en el cesped y apagaron las luces de sus móviles, Mimi alzó la mirada hacia el camino, con suerte divisaba el Internado o alguna institución educativa a los lejos.
—Yamaki es idiota al creer que por apargarnos las luces no vamos a salir.— Comentó el rubio— Se le olvida que la tecnología avanza y es más fácil hacer cosas como estas.
Mimi asintió— Si.— Contestó antes de posicionarse junto al rubio, este la rodeo con el brazo— Muchas gracias por invitarme a salir, verdaderamente me sentía ahogada en ese lugar.
—Necesitaba estar unos minutos contigo, cariño.— Yamato besó su mejilla—Además, necesitaba hablar contigo.
—¿De qué?
—Sobre lo que está ocurriendo contigo.
—¿Conmigo?— Mimi preguntó preocupada ¿a que se refería con eso?
—¿Me puede decir mi dulce princesa por qué ha estado tan extraña estos últimos días?— Preguntó el rubio.
—¿Extraña?— Cuestionó Mimi sorprendida.
—Si.
Mimi hizo una mueca— Son cosas tuyas, no ando extraña.
—Claro que sí.— Respondió el oji-azul— Te conozco y sé que andas extraña.
Mimi se mordió el labio inferior ¿por qué Yamato lograba saber con tanta facilidad lo que ocurría con ella? Suspiró.
—Es que, últimamente no me he sentido bien con la universidad y todo lo que tiene que ver con los estudios.— Mintió, si, pero, no podía hablar de Natsumi, claro que no.
Yamato hizo una mueca ante esto— ¿Enserio?
Mimi asintió— Si, ya sabes, mucho estrés por estudiar. Mi cabeza no da para muchos libros y materia ¿sabes? Era más fácil estar en la preparatoria.
Yamato rió— Te entiendo, el primer año de Universidad siempre es duro.
—Durísimo.— Contestó Mimi.
—Tranquila, yo sé que te irá bien, finalmente, estás estudiando una carrera que te gusta.
—Si.— Contestó la Tachikawa, ella a diferencia de muchos, tenía ese beneficioso.
Estudiar lo que ella quería.
No cómo muchos en ese lugar que estudiaban las carreras que a sus padres les gustaba.
—¿Sabes?— Habló el rubio—Yo sé como hacer sentirte mejor.
—¿A sí?— Preguntó la castaña y el chico comenzó a besar sus labio, ella rápidamente le correspondió, el rubio la abrazó por la cintura y ella envolvió su cuello con sus brazos. El beso fue dulce y tierno, pero, con el paso de los segundos se volvió mucho más intenso.
De un momento a otro, todo ese frío que sentían se convirtió en calor.
Las manos del chico acariciaron la cintura de la chica, mientras los brazos de la chica abrazaban su cuello. Y sus labios se unían en un apasionado beso un minuto dado ambos se recostaron de espaldas en el cesped mientras seguían besandose.
La chica abrazó la cintura del rubio con sus piernas y el chico las comenzó a acariciar. Los besos del chico bajaron por su cuello y mientraas Mimi jugaba con su cabello.
—Eres hermosa princesa.— Le susurró el rubio bajando por su escote.
Mimi se mordió el labio inferior y alzó su vista. Solo la Luna estaba siendo testigo de lo que estaba ocurriendo entre ellos. Las manos del rubio bajaron por sus piernas y acarició el borde de su minifalda— Me encanta esta ropa.
Mimi sonrió— La escogí perfectamente para ti.
Yamato se mordió el labio inferior y hundió su rostro en la entrepierna de la castaña, esa minifalda le había encantado, dejaba ver sus sexy piernas, pasó su lengua por una de ellas y luego subió aquel lugar de la chica. Mimi cerró los ojos al sentir como el rubio pasaba su lengua por aquel lugar, alzó su rostro y jadeo ante esto, las manos del rubio acariciaron sus piernas.
Las manos dle rubio bajaron aquella prenda y Mimi abrió las piernas para darle más accesibilidad. El rubio besó la parte más intima de su novia.
—Ah~
Pasó la lengua.
—Ah~
Introdujo su lengua.
—Ah~
Sin duda, Yamato sabía como quitarle los problemas de la cabeza.
El rubio la masturbó con sus manos y los gemidos comenzaron a ser más intensos, tanto así que la castaña tuvo que morderse el labio inferior para no gemir.
—Yama-yamato.— Susurró su nombre y este alzó la mirada— Te amo.
El rubio sonrió y besó sus labios.
Las manos de la castaña bajaron hasta el pantalón del rubio y lo abrió, acarició su miembro que estaba erecto provocando gemidos por parte del Ishida, quién besaba su cuello con deseo, pasión y amor.
—¿Te parece si...?— Preguntó la castaña divertida y no fue necesario terminar la frase, ya que, el rubio entendió al instante.
—¿Aquí? ¿Estás segura?
Mimi asintió.
El rubio sonrió, y sin esperar más, bajó su boxer. Mimi sonrió ante esto, no tenía mucho tiempo, así que, lo mejor sería directo a lo interesante. El rubio la tomó entre sus brazos y besó sus labios pasionalmente.
El rubio sacó un condón, debía cuidarse, luego de lo últimos rumores de embarazos debía andar alerta. La castaña apoyó las palmas de sus manos contra el cesped, lo que venía sería doloroso y placentero. El rubio alzó su falda y acarició sus gluteos.
—Te amo.— Le susurró el rubio antes de embestirla, Mimi abrió la boca ante esto no gritar, pero, su respiración se comenzó a acelerar mientras el rubio la penetraba— Ah~
Yamato la embistió nuevamente introduciendo su miembro hasta el fondo de la castaña, quién apretaba el cesped con sus palmas. Nuevamente la embistió mientras esta gemía, ambos se comenzaron a mover de una forma rítmica.
—Ah~ Ah~ Ah~
En un minuto dado, el rubio mordió uno de los pechos de la castaña sobre el top provocando mayor placer en la chica.
—Yama-yamato.— Gimió Mimi sintiendo al rubio en ella.
El oji-azul respiró sobre su cuello y lo mordió, sus hormonas estaban al máximo, quería más, mucho más.
Todo iba bien, todo iba perfecto.
¡Pero!
En paralelo a ese momento.
Taichi y Sora caminaban -al igual que sus amigos- con las linternas de sus móviles encendidas.
—La noche verdaderamente está oscura.— Comentó la pelirroja.
Taichi asintió— Pensé que podríamos ver el cielo estrella e iluminado por la luna, pero, al parecer me equivoque.— Se lamentó.
Ambos tomaron asientos en una banca del campus cerca del Internado.
—Gracias por invitarme a salir.— Agradeció la pelirroja.
Taichi sonrió— Fue un gusto.— Contestó— La verdad, pensaba en sacarte hoy a comer, pero, ya que nos prohibieron la salida, tuve que improvisar.
La Takenouchi sonrió— Buena improvisación, me sentía ahogada luego de estar todo el día estudiando.
—¿Cómo vas con la carrera?
—Bastante bien.— Respondió la pelirroja— No es tan difícil como el año pasado ¿y tú como vas?
—Bien.— Contestó el Yagami.
—¿Seguro?
—¿Por qué preguntas?— Cuestionó Taichi.
—Porque, la última vez que me respondiste eso al día siguiente recibiste tres malas calificaciones.
—Eso fue solo una vez.— Respondió el castaño— Ahora estoy más aplicado, en mis examenes logré aprobar.
—Me alegra escuchar eso.— Contestó la pelirroja.
Taichi sonrió y un silencio de hizo presente. Silencio que el Yagami quiso terminar— ¿E? Sora.
—¿Si?— Preguntó la Takenouchi.
—Necesito hablar contigo.
—¿De qué?
—De nosotros.— Respondió el Yagami.
Sora se mordió el labio inferior.
—Sé que terminamos hace mucho y sé que me comporté mal, pero, los últimos días he intentado arreglar las cosas.— Habló Taichi— Y pues, me gustaría saber...
—¿Qué te gustaría saber?
—¿Si tu me darías otra oportunidad para hacerte feliz?— Preguntó el Yagami— Sé que llevó poco tiempo no actuando como un idiota, pero, necesito saberlo. Quiero saber, ya que, yo muero por ti, siempre lo he hecho, pero, me gustaría saber si eso sigue siendo así contigo o prefieres pasar la página definitivamente.
Sora se mordió el labio inferior ante esto, entendía que Taichi le hiciera esa pregunta, era de esperarse, finalmente, ella había terminado con su relación, y pues, él quería recuperarla, pero, también tenía miedo de que ella no quisiera que así fuera, lo cual era un error, ya que, lo que más deseaba la Takenouchi era volver a ser la chica de Taichi, volver a su novia y estar juntos.
—Quizás, en este tiempo te diste cuenta que definitivamente no quieres estar conmigo y eso me dolería mucho, sin duda, pero, necesito saberlo, porque, no quiero que sea en vano todo lo que estoy haciendo, quiero saber que tengo una oportunidad, quiero saber que aún existe algún sentimiento de amor de ti hacia mi o si simplemente yo soy el idiota al no superar nuestra ruptura y...
No pudo seguir hablando, ya que, la pelirroja lo cayó con un beso.
Taichi alzó una ceja sorprendido— ¿Qué fue eso?
—Mi respuesta.— Contestó la pelirroja.
—¿Tu respuesta?— Cuestionó el Yagami.
—¿Quieres saber si puedes recuperarme? ¿cierto?— Preguntó la pelirroja— Y pues, yo quiero que sepas que tienes miles de oportunidades, tienes todos los puntos a favor y ¿sabes por qué?
—¿Por qué?
—Porque, yo siempre he estado enamorada de ti y eso no ha cambiado.— Respondió la Takenouchi— Y dudo, que eso cambie algún día, porque, yo te amo.
Taichi sonrió ante esto.
Sora seguía sintiendo cosas por él.
Sora seguía enamorada de él.
¡Sora aún no lo amaba!
Y sin decir más, tomó su rostro entre sus manos y la besó con mucha pasión, siendo correspondido de la misma forma. Los brazos de la pelirroja se enrrollaron en su cuello y él la abrazó contra él.
Ambos deseaban aquello hace mucho y era evidente en aquellos besos que se daban.
—Te amo.— Susurró Taichi sobre sus labios y luego bajó a besar su cuello.
—Yo también a ti.— Respondió Sora.
Nuevamente se unieron un apasionado beso, pero, que al diferencia del otro fue mucho, mucho, mucho más intenso. Se separaron por falta de aire, los besos del Yagami comenzaron a bajar por su cuello. Las manos del chico acariciaron la figura de la pelirroja, su delgada figura que amaba, sus besos bajaron hasta su escote y besó su piel en aquella parte. Sora mordió su cuello, las manos de Taichi acariciaron sus piernas, pero, al hacer esto no pudo evitar sentir en que quizás...
—So-sora, disculpa yo no...
—Sh...— La chica lo hizo callar— Continua con el momento.
—Pero ¿aquí?
—Está oscuro, nadie nos verá.— Además, estaban bastante lejos.
Taichi sonrió y besó apasionadamente sus labios, luego la chica besó su cuello y lo mordió, su manos comenzaron a desabrochar su camisa, las manos del Yagami subieron la ombliguera de la chica y la retiró de su cuerpo, Sora sacó su camisa, Taichi quitó su sujetador y comenzó a masajear sus pechos provocando que la pelirroja gimiera.
En un minuto dado, ambos se recostaron sobre la banca en donde estaban sentados, Taichi lamiendo los pezones de la chica y ella acariciando su espalda fuerte. El Yagami besó sus pechos, luego bajó por su abdomente y retiró su minifalda que tanto había deseado sacar desde que la vió con ella. Sora desabrochó su pantalón y bajó su boxer. El Yagami bajó sus bragas y besó sus piernas.
—¿Estás segura?
La pelirroja asintió.
Y sin decir más, el Yagami ingresó en ella provocando que la chica rasguñara su espalda ante esto, la embistió una, dos, tres veces, cada provocando más gemidos en ambos, pero, estos se volvieron en gritos cuando llegaron al orgasmo se hizo más fuerte.
Se besaron pasión y ferocidad.
Era evidente que ambos se extrañaban, demasiado, bastante.
Todo iba bien, todo iba perfecto.
¡Pero!
En paralelo a ese momento.
Damar caminó por el campus alumbrandose con su móvil, suspiró, necesitaba fumar, tomar o algo así, se sentía muy estresada. Pero, tristemente la noche estaba terriblemente oscura, con suerte se divisaban algunas cosas.
Caminó entre unos árboles en dirección a unas bancas que se encontraban cerca de aquella del edificio quemado, no eran la gran cosa, pero, estaban lo suficientemente retiradas del Internado. Pero, grande fue su sorpresa al ver que en ese lugar se encontraba cierto chico de ojos azules.
—¿Kouji?— Preguntó sorprendida— ¿Qué haces aquí?
La mirada azulada del Minamoto se centró en ella y al igual que ella se sintió sorprendido— Esa misma pregunta debería hacerte yo a ti.
Damar hizo una mueca ante esto— Yo pregunté primero.
Kouji rodó los ojos ante esto— ¿Saliste a drogarte verdad?
—¿Por qué preguntas si ya sabes?
El Minamoto rodó los ojos ante esto y se acercó a la chica.
—¿Qué haces tú aquí?— Preguntó la castaña.
—Salí a caminar, necesitaba tomar un poco de aire.— Contestó el Minamoto, la verdad es que estar encerrado no le gustaba mucho, le gustaba salir, aunque fuera sólo.
—¿Seguro?— Preguntó Damar— ¿No me estás siguiendo?
—¿Por qué dices eso?
—Porque, desde que llegué tengo esa impresión, donde voy te me apareces.— Respondió la castaña— Y molestas a la vez.
—No es culpa mía que justo aparezcas en mi camino, como ahora.— Contestó el Minamoto.
—Entonces, te pondré algo que me diga donde estás para no acercarme.— Comentó la chica.
—¿Por qué?— Preguntó el Minamoto— ¿Enserio te coloca nerviosa estar conmigo?
—¿Nerviosa?— Rió Damar, en realidad ahora si estaba logrando colocarla nerviosa, pero, eso nunca se lo diría— Sigue soñando, tú ya no logras ponerme nerviosa como antes.
—¿Segura?— Preguntó el Minamoto acercandose peligrosamente a su rostro.
Damar se mordió el labio inferior y le hizo frente acercándose más— Segura.—Respondió antes de alejarse— ¡Hey! ¿Qué onda con Takuya?
—Creo que es obvio está enfadado conmigo por haberte besado.
—Es un estúpido.— La castaña rodó los ojos— ¿Enojarse por algo así?
—Tu sabes cómo es tu hermano.— Respondió Kouji— Súper celoso.
Damar rodó los ojos— Ni que haya sido tan grave, fue solo un beso.
—Si, pero, él nunca lo va a entender.— Contestó el oji-azul.
—Los hombres son tan idiotas.— Murmuró Damar.
—No todos los hombres somos como él.— Habló Kouji.
—¿A no?— Cuestionó la castaña— ¿Y no eras tú quién estaba celoso de Kiriha cuando apenas le di un beso en la mejilla?
Kouji rodó los ojos— Estaba enfadado por eso, porque, no quería que se acercara a ti, ya que, no un chico para ti.
—¿A no?— Preguntó Damar— ¿Y tu si?
Kouji se mordió el labio inferior ante esto sin saber que responder, ya que, exactamente no sabía que decir ante esto ¿él era el chio indicado para ella? Por mucho tiempo creyó que no, que Koichi era mejor, mucho mejor y por eso la había terminado perdiendo.
—Es increíble como muchas veces te dejo sin respuestas.— Habló Damar antes de acarcarse peligrosamente a su rostro— Que me hayas dicho que seguías sintiendo cosas por mi fue el peor error de tu vida, porque, me diste una ventaja increíble para hacerte callar y jugar contigo.
—¿Jugar conmigo?— Preguntó Kouji y rió irónicamente— Sigue soñando, Tachikawa, eso no lo vas a lograr.
—¿A no?— Preguntó Damar antes de rosar sus labios de una forma bastante seductora— Yo diría que si.— Susurró sobre ellos.
—¿Y si es al revés?— Preguntó esta vez Kouji, antes la había dejado con las ganas de un beso ¿no? ¿Quién decía que era difícil dominarla?— Y yo logró jugar contigo.
—Sigue soñando.— Damar rió irónicamente— Eso nunca lo lograrás.
—¿Por qué?
—Porque, a pesar de que denantes de dejaste con las ganas de un beso, eres muy bueno para jugar conmigo.— Respondió la castaña.
—Estás admitiendo que tenías ganas de besarme antes, Tachikawa.— Habló Kouji.
—Puede ser...— Habló Damar— Pero, a diferencia de ti puedo soportarlo.
—¿A si?
—Si, porque, a diferencia de ti, yo no admiti estar interesada en esto.
Kouji se acercó al oído de la chica— No lo admitiste, pero, si lo estás.
—No.
—Si.— Se acercó a sus labios— Yo lo sé.
Damar se mordió el labio inferior.
Quizás...
Estaban tan cerca, a poco centímetros el uno del otro, sus miradas lo decían, sus almas lo gritaban, se necesitaban el uno al otro. Kouji observó labios de la chica y luego observó su cuerpo, la deseaba con todas sus fuerzas, más que a otra chica en toda su vida. No quería perder más el tiempo, claro que no. Sin esperar más, tomó a la chica entre sus brazos y comenzó a besar sus labios con desespero, deseo y pasión siendo correspondido de la misma forma.
Ambos adolescentes parecían hambrientos el uno del otro, era evidente que se quería devorar mutuamente, sus lenguas se acariciaban y jugaban entre ellas, las manos de la chica se perdieron en su cuello, mientras las manos del Minamoto recorrían su cintura.
Ambos cayeron de rodillas al suelo y la chica rodeo la cintura del Minamoto con sus piernas.
Los besos del chico no demoraron en bajar por el cuello de la castaña mientras sus manos subían por el cuerpo de la chica para desabrochar su blusa, retirarla y dejarla caer, su boca bajó hasta los pechos de la chica, los besó y lamió, luego sus labios volvieron a los de la chica y sus manos se posicionaron sobre sus pechos para masajearlos y apretarlos, esto se repitió. La castaña cerró los ojos y se mordió el labio inferior intentando no gemir, se sentía muy bien. Las manos del Minamoto bajaron hasta sus piernas y acarició su suave piel.
Los labios de la chica se abrieron y su lengua bajó por el mentón del chico, mordió su cuello de una forma muy sensual. Sus labios volvieron a unir y las manos del Minamoto se dirigieron hacia los broches del bralette de la chica y lo desabrochó produciendo que el brallete cayera levemente, los labios no demoraron en aventurarse en el torso de la chica con su lengua, lamió sus pezones, las manos de Kouji nuevamente comenzaron a masajear los pechos de la castaña, quién gemía mientras disfrutaba de sus toques.
Las manos de la chica comenzaron a desabrochar su camisa dejando su fornido abdomen a su vista y besó su pecho de una forma muy sensual hasta llegar a su cuello.
Kouji mordió el cuello de la chica mientras ella lo abrazaba por el cuello, rosando sus torsos desnudos, ambos se observaron a los ojos con la respiración agitada. Para el Minamoto era un placer absoluto sentir los pezones de la chica contra su piel, sus labios nuevamente se unieron en un sensual beso.
Todo iba bien, excelente para ambos, verdaderamente lo estaban disfrutando.
¡Pero!
En paralelo a ese momento.
—Rika ¿te sientes mejor?— Takato le pregunto a la pelirroja.
En estos minutos los dos se encontraban en las gradas que daban para la cancha de fútbol, no había nadie más que ellos, estaban en mitad de la noche, y pues, llevaban un buen rato ahí, prácticamente desde la tarde, la Nonaka no había querido entrar y la entendía, estaba en shock.
Rika se mordió el labio inferior y asintió— Si, pero, no quiero entrar todavía.—Respondió, se sentía ahogada, atrapada, ingresar a ese edificio probablemente la haría sentir peor.
Takato hizo una mueca— Hace mucho frío, si sigues aquí te terminarás enfermando.
Rika suspiró— Lo sé.— Respondió— Pero, Takato, no quiero entrar, por favor, entiende. Si tienes frío, entonces, entra.
El castaño observó detenidamente a la pelirroja, se sentía pérdida, engañada, enfadada y no la culpaba, esa insertidumbre de saber si su madre la había engañado o no era muy fuerte en ella.
—Olvida que te voy a dejar aquí sola.
—Pues, deberías.— Habló la pelirroja— Has soportado toda la tarde mis preguntas, maldiciones, malas palabras, mal humor, entre otras cosas, cualquiera en tu lugar me hubiera dejado sola.
—Bueno, yo no soy cualquiera.— Contestó el castaño— Soy Takato Matsuki y te dije que no te dejaría sola, dije que te acompañaría y aquí estoy.— Tomó su mano casi de manera inconsciente.
Rika observó esto detanidamente.
La mano de Takato sobre la suya.
Se sentía cálida y agradable, ninguna otra mano se sentía así.
Alzó la mirada.
Sus ojos.
Estaban llenos de inocencia y ternura, algo que jamás había visto en los ojos de otros chicos.
Su rostro.
Se mordió el labio inferior ¿por qué tan solo en pensar o ver su rostro sentía mariposas en su interior?
Su voz.
¿Por qué tan sólo recordar su voz o escucharl, su corazón comenzaba a latir con tantas fuerzas?
Su sonrisa.
Era como su mano, cálida, sincera y la hacia sentir ganas de ella también sonreír.
Suspiró.
Sus labios.
Al formar parte de la sonrisa se veían bien, pero, ¿cómo sería probarlos? ¿serían cálidos?
Ni cuenta se dio la Nonaka cuando se inclinó hacia el castaño y unió sus labios en un dulce beso.
Takato abrió los ojos sorprendido por esto.
¿Rika lo estaba besando?
No lo dudó más y cerró sus ojos para profundizar en aquel suave beso.
Que pasó prácticamente a ser de película, ya que, no pasaron más de unos segundos cuando comenzó a llover.
Dije que este capítulo tendría un giro jsjsjs
mariacredenza02: jsjsj me alegra saber que te gustar ese momento lo escribí con mucho amor y dulzura jsjsj Casi, pero, se controlaron un poco, ya veremos si no cometen los mismo errores y hablan, aunque, lo dudo mucho jsjsj Mimi no iba a dejar que las insultara o algo así, ese director enoja a todos cuando es solo un empleado jsjsj mi pobre Damar está confundida, sin duda, pero, no es para menos, Kouji terminó hace poco una relación, aunque, muy en el fonde sabe que él siempre la ha querido. Si tristemente Koichi se está llevando un lado malo, ojalá lo arreglen. Ya veremos, también que occurre con esta nueva información. Estamos llegando al momento en donde todos los secretos están comenzando a salir a la luz. Ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un abrazo a la distancia.
