Damar cerró la puerta de la habitación de su hermana y suspiró— ¡Rayos!— Se lamentó.
—¡Qué incómodo!— Exclamó Zoe.
—Si.— Respondió la castaña.
Nota mental.
Nunca abrir la puerta de la habitación de Mimi si esta no se ha levantado.
Yamato abrochó su camisa mientras Mimi cubría su cuerpo en una sábana.
—Lamento mucho esto.— Se disculpó la castaña y alzó su móvil— Se me olvidó poner la alarma.
—No te preocupes, yo debí haberme ido apenas terminamos.— Habló el rubio— Pero, te veís tan linda durmiendo que no me quise ir de tu lado.
La castaña sonrió, sin duda, estar con él era lo mejor que le podía pasar.
¡Pero!
Debía concentrarse, hoy iba a ver a su hija.
Se acercó a su armario y buscó su ropa, sacó una falda amplia negra con cordones blancos en la cintura y un corpiño blanco de encaje, no lo dudó y se comenzó a vestir.
—¡Hey! Cariño ¿te parece si pasamos la tarde juntos?— Preguntó el rubio.
Mimi se mordió el labio inferior— ¿E?— Balbuceo— No puedo.
—¿Por qué?— Preguntó el oji-azul— ¿No que tienes libre hasta las tres?
La Tachikawa hizo una mueca ante esto, no sabía cuanto tiempo iba a estar con Natsumi, pero, quería estar el máximo tiempo posible con su hija— Disculpa cariño, pero, no puedo.
—¿Por qué?— Preguntó el rubio.
—¿E? Porque...—Mimi buscó una excusa— En la tarde tenemos reunión con el comité.— Respondió— Y tenemos que ver los detalles de la fiesta del fin de semana y ya sabes que nos demoramos bastante en eso.
Yamato abrochó su cinturón sobre sus pantalones.
—Entiendo.— Contestó el Ishida— Bueno, cuando termines ve a verme.
—Si.— Respondió Mimi mientras acomodaba su corpiño— Apenas pueda iré a verte.
—Está bien.— El chico se acercó a ella, la tomó por la cintura y la acercó hacia él para besar sus labios. La castaña le correspondió. Yamato se alejó de ella y la observó, se veía hermosa en ese corpiño blanco que combinaban su braga blanca de encaje.
Suspiró.
No sólo la amaba por los buenos sentimientos que tenía, si no que, por lo sexy que era.
Nuevamente besó sus labios con pasión mordiendo su labio inferior.
Mimi le correspondió.
Se separaron por falta de aire.
—Bueno, me tengo que ir, nos vemos después.— Dijo el rubio.
Mimi asintió y sin decir más, el Ishida se acercó hacia la puerta, la abrió y salió. Pero, al hacer esto no pudo evitar sentir las miradas tanto de su hermana y su cuñada quienes se encontraban en los sofás.
Volteo hacia ellas.
Si fueran otras personas no sentiría la necesidad de darles una explicación, pero, trataban de su hermana menor y de la hermana de su novia, debía decir algo.
—¿E? Chicas...—Habló— Sobre lo que vieron.
—¿Qué vimos?— Preguntó Damar— No recuerdo haber visto algo.
Sonrió ante esto.
—Yo sí, yo si vi algo.— Esta vez habló Izumi y la sonrisa del rubio desapareció.
¡Rayos!
—Supongo que se cuidaron.
Yamato hizo una mueca ante esto.
Eso era privado.
Rodó los ojos.
—Claro que sí.— Respondió el mayor.
—Muy bien.— Contestó Izumi— Porque, no quiero ser tía.— Bromeo levemente.
Damar rodó los ojos ante esto.
Sonaba como chiste, pero, la realidad era que efectivamente era tía hace 3 años.
Rumiko tomó asiento en su silla de terciopelo color negro y suspiró, había tenido un día Domingo relajante, pero, ahora tenía que volver a la cruda realidad.
Suspiró.
Lo bueno es que iba a comenzar una semana de una forma relajada.
Luego de un día completo, ayer, en el Spa ¿quién no estaría así?
—¡Rumiko!— Un grito se hizo presente y la puerta de su oficina se abrió de golpe.
La mujer alzó las cejas sorprendida y a la vez molesta— ¿Qué es esto Rika? ¿Cómo entras así? ¿Y por qué estás aquí? ¿no deberías estar en clases?
—Necesito hablar contigo.— Contestó la pelirroja.
—Al menos das los buenos días.
—No tienen nada de buenos.— La menor se cruzó de brazos.
Rumiko rodó los ojos, eso no era novedad, su hija siempre estaba de mal humor.
—¿De qué quieres hablar?
—De mi padre.— Respondió Rika.
Rumiko frunció el ceño.
¿Por qué tanto la insistencia con ese tema?
—¿Otra vez con ese tema?— Preguntó la mayor molesta— Rika, tu sabes que no me gusta hablar de eso, es un tema estúpido.
Rika rió para sus adentros ante esto, ahora todo tenía sentido, no le gustaba hablar de este tema, porque, todo era una farsa.
—Ya me enteré de tu gran mentira acerca de mi padre.— Declaró sin más la pelirroja.
—¿Cómo?— Preguntó Rumiko sorprendida de esto.
No había forma de que lo supiera o no.
—Busqué información acerca de mi padre.— Habló la pelirroja— Y resulta que es imposible que yo sea hija de Hiro Minamoto.
—¿Por qué dices eso?— Preguntó Rumiko.
—Porque, el supuesto Hiro Minamoto, primo de Kousei, murió hace más de treinta años.— Declaró Rika.
Rumiko abrió la boca ante la impresión, ella si sabía aquella información, cuando había comenzado esa mentira— Dudo que tu investigación este correcta si encontraste aquella información.
—Mi investigación esta correcta.
—¿Cómo me lo puedes asegurar?
—Porque, es de una muy buena fuente y es confidencial.— Respondió Rika y sin decir más, lanzó los papeles sobre la mesa, no iba a encarar a su madre sin pruebas, claro que no, ella era inteligente, así que, los había impreso para mostrarselos.
Rumiko sintió el alma se le iba del cuerpo al ver el sello de Koseki (registro familiar de Japón) en la hoja. Tomó los papeles en sus manos y los revisó.
¿Cómo rayos su hija había tenido acceso a esa información?
—Por un minuto no quise creerlo, pero, luego de analizar la situación todo tiene sentido.— Habló Rika.— Sólo una mala madre como tú seria capaz de engañar a su hija.— Y con todas sus fuerzas golpeo con su puño el escritorio de Rumiko— Quiero que me digas en este mismo minuto ¿quién es mi padre?
Rumiko se mordió el labio inferior.
Mimi y Damar caminaron por la calle.
—¡Vaya, vaya! ¿No podíamos esperarte hasta hoy en la noche para divertirte con Yamato?— Damar le preguntó a su hermana.
—Lo siento ¿si?— Habló Mimi— Pero, era algo que necesitaba, luego de lo que ocurrió ayer necesitaba dejar de pensar en mis ganas locas de ir donde Natsumi.
—¿Y preferiste hacer campaña para tener otro hijo?— Preguntó Damar.
Mimi rió levemente— No tan así.— No tendría otro hijo en mucho tiempo más, todavía era jóven tenía toda una vida que vivir, además, tenía que primero resolver este tema con Natsumi— Tu sabes que me cuido.
—Lo sé, solo es una broma.— Respondió Damar— Aún así, debiste haberte acordado que hoy íbamos a ir, sabes que no me gusta la impuntualidad y habíamos dicho a primera hora.
—Lo siento, hermana, de verdad.— La abrazó— Sé que no te gusta la impuntualidad, pero, por favor, no te enojes, simplemente se me fue la noche y la hora a todos les puede pasar.
Bueno, en eso tenía razón, en esa situación a cualquiera se le hubiera ido la hora o se le hubiera olvidado colocar la alarma.
—Te envidio Mimi.— Declaró la menor.
—¿Por qué?— Preguntó la mayor.
—Porque, a diferencia de mi si pudiste tener una noche apasionada.— Comentó Damar.
—Tu no la tienes, porque, no quieres, tienes a miles de chicos tras de ti y no te has dado ningún gusto.
—¿Me creerías si te dijera que ayer casi me di ese gusto?— Preguntó Damar.
—¿A si?
Damar asintió— Estuvimos con Kouji a punto de hacerlo, pero, la lluvia llegó a estropearlo todo.
—¿Qué?— Preguntó la mayor— ¿Cómo que la lluvia?
—Es que, se me ocurrió salir a caminar un poco, estaba estresada, así que, salí, me lo encontré, una cosa llevó a otra y nos terminamos besando, tocandonos un poco y...—Hizo una mueca— Llegó la lluvia.
Mimi rió para sus adentros, algo así le había ocurrido ayer con Yamato— ¿Y por qué no seguiste la fiesta adentro?
—¿Para qué me ocurriera como a ti hoy?— Preguntó Damar— No gracias.
Mimi rodó los ojos divertidas— ¿Y no quedaste con ganas de continuar con aquello?
Damar se mordió el labio inferior ante esto, ya que, la respuesta era un rotunda si.
—A ti no te puedo mentir.— Respondió la menor— Si.
—¿Entonces?— Preguntó la mayor— ¿Por qué no continuaste?
—Tengo que hacerme del respetar ¿no?
Ambas hermanas intercambiaron sus miradas y no habrán durado más de tres segundos en silencio antes de comenzar a reír por lo gracioso del comentario.
—¿Lo dices enserio?
—Claro que no, simplemente, no se me ocurrió hacer lo que tu hiciste.
Mimi rodó los ojos— Bueno, deberías pensar en continuar con aquello y darte el gusto para quitar aquellas ganas.
¿Darse el gusto?
—¡Ja! Yamato, no puedo creer que te haya ocurrido aquello.— Comentó Taichi mientras reía a más no poder.
El rubio se ruborizó— No sé, porque, se me ocurrió contarte esto.— El Yagami aprovechaba cualquier situación para burlarse de él y esta situación la aprovecharía en su totalidad. Suspiró, aún no sabía ¿cómo rayos había terminado contandole algo como eso?
—Que mala suerte.— Habló Taichi— Que te encuentren tu cuñada y tu hermana junto a tu novia.
Yamato suspiró, esto le serviría como lección. Siempre que quisiera estar con la Tachikawa la llevaría fuera del Internado, ahora habían sido ellas quienes los habían encontrado, pero, existían esas inspecciones sorpresa que traían malas consecuencias al encontrarlos en situaciones así.
Le dió un sorbo a su cerveza.
—No te rías idiota.
—Lo siento, pero, no puedo evitarlo.— Comentó el castaño.
Yamato rodó los ojos— ¿Sabes? Nunca más te contaré algo así.
Taichi simplemente rió— Bueno, esto les servirá como experiencia para la próxima cerrar con seguro.
—Si.— Suspiró el rubio.
Taichi siguió riendo unos segundos más antes de declarar—Tengo una noticia muy buena amigo mío.
—¿Qué noticia?
—Ayer me reconcilie con Sora— Preguntó el Yagami.
Yamato alzó una ceja sorprendido— Eso explica tu buen humor.
Taichi asintió.
Había tenido una buena noche con esa chica, hace mucho no estaban así y ahora había ocurrido, se sentía excelente.
—Me alegro por ti.— Comentó el Ishida, ya estaba siendo bastante fastidio, aburrido y triste ver a esos dos separados. Era muy obvio que todavía se querían.
—¿Te vas a dignar a decirme algo, Rumiko?— Rika le preguntó a la mujer.
—No me digas Rumiko, soy tu madre.— La mujer se levantó enfadada.
—¿Mi madre?— Rika preguntó con una sonrisa irónica— Si al menos fueras sincera y buena conmigo te consideraría como una.
La directora se mordió el labio inferior.
—Ahora tiene sentido, porque, el detective no encontró información sobre él, porque, murió hace miles de años, nunca se casó, nunca tuvo hijos, nunca estuvo relacionado conmigo.— Habló la chica.
Rumiko se mordió el labio inferior, la verdad de las cosas es que ese detective no había encontrado información por culpa de Kousei, pero, aunque, ese hombre se hubiera dispuesto a buscar verdadera información no la hubiera encontrado.
—¿Te seguirás quedando callada?— Preguntó la pelirroja molesta.
La mujer suspiró, no podía decirle la verdad, claro que no.
—Rika yo nunca quise lastimarte.— Habló— Por eso te mentí.
La pelirroja se cruzó de brazos.
—La verdad de tu padre siempre fue un caso difícil, porque, él nunca te quiso, cuando le dije que estaba embarazada simplemente decidió irse y desde entonces te inventé toda esta historia para que no sufrieras con la verdad de que...
—¿La verdad de qué?— Preguntó la menor.
Rumiko se mordió el labio inferior, lo que estaba apunto de decir era una mentira absoluta, pero, no podía rebelarle la verdad a su hija, claro que no, Kousei se lo había prohibido, así que, así sería. Suspiró.
—Tu eres hija de un abuso.
Rika abrió la boca y los ojos sorprendida ante esto— ¿Qué?— Preguntó.
Rumiko suspiró, no le gustaba mentirle a su hija, pero, si quería seguir conservando tu estatus social y buena imagen ante la sociedad debería mentir, incluso a su propia hija para que no sufriera las malas miradas de los demás.
—Lo que escuchaste, Rika.— Respondió la rubia— Yo nunca tuve algo con el hombre que es tu padre, ya que, él simplemente se aprovechó de mi y luego se fue para disfrutar de su vida.
La menor simplemente no sabía que decir o como responder.
¿Qué había dicho?
¿Que era hija de un abuso?
—Por eso nunca te quise hablar de tu padre.— Finalizó la mayor.
Literalmente, sintió como el alma se le iba del cuerpo, como todo su ser se estremecía, todo le comenzó a dar vueltas.
¿Ella era hija de un acto tan repudiante?
Ahora muchas cosas tenían sentido.
Por eso, su madre nunca le había dado cariño.
Por aquella razón, siempre la dejaba sola.
Por esa causa, la había dejado en ese Internado prácticamente a su suerte.
Ella era fruto de un acto terrible, ella era consecuencia de un error ¡ella era un error!
—¿Por qué nunca me dijiste?— Preguntó la pelirroja en shock.
—Porque, no quería que sufrieras.
¿No quería que sufriera?
¿Era broma?
Ella ahora estaba sufriendo a más no poder al darse cuenta que toda su vida había llorado por un hombre que no valía la pena, que se había arruinado la vida por alguien que no merecía la pena, por alguien que había cometido un acto atroz que dió como fruto...
Su nacimiento.
—E-esto, no puede ser.
Rumiko suspiró, verdaderamente se sentía mala madre, pero, prefería que su hija dejara de buscar información sobre su padre y que pensara en algo como eso, antes de que descubriera que Kousei era su padre y se acabara su decisión.
—Es así, Rika.— Respondió con frialdad— Es tu realidad, tu cruda realidad, así que, aceptala y deja de preguntar por un hombre que no vale la pena.
—P-pero ¿por qué todo este tiempo me hiciste creer que él era pariente de Kousei?
Rumiko hizo una mueca, eso tenía una razón, ella le había exigido a Kousei que le respondiera por la niña y no quiso, por ende, lo había amenazado contarle a la prensa la verdad de las cosas, el padre de este (abuelo de los gemelos y Rika respectivamente) había intervenido y finalmente, llegaron a ese acuerdo, la harían pasar por un pariente de los Minamoto y así tendría participan en la alta sociedad como una de ellos, pero, no como hija de Kousei, quién mantendría su honra intacta.
Suspiró.
Lo que haría a continuación no era algo que le gustara hacer, no quería que Kousei quedara como el bueno de la película, pero, no se le ocurría otra razón.
—Porque, Kousei es mi amigo.— Respondió hipócritamente— Y le dió pena que tuvieras que pasar vergüenza frente a la sociedad, así que, prefirió hacerte pasar por tu sobrina.
—¿Hizo eso solo por caridad?
—Se podría decir que si.— Contestó Rumiko— Y finalmente, estuvo bien, ya que, nadie te señaló con el dedo, gracias a que creyeron que pertenecías a su familia fuiste bien vista por toda la sociedad, amntuviste un buen estatus, eres una niña de sociedad.
Rika sintió cómo las lágrimas salían de sus ojos— ¿Preferiste que me ilusionara con una familia que no era mía sólo por eso?
—No reclames ¿si?— Habló Rumiko— Agrade mejor que fuiste feliz creyendo que sus hijos eran tus primos, y pues, hubieras seguido siendo feliz si no hubieras insistido con encontrar esta verdad.
La menor verdaderamente se sentía mal ¡terrible! Sólo quería salir corriendo de aquel lugar, no sólo era hija de un acto despreciable, si no que todo lo que creía en su vida era una mentira.
¡Una gran mentira!
Mimi observó el gran parque frente a sus ojos y verdaderamente sintió emoción.
—¿Dónde dijo Alice que estarían?
—Alice dijo que estarían cerca de la pileta.— Respondió Damar.
Las dos hermanas caminaron por el parque en dirección a la pileta en donde se encontraría la chica pelirroja y la pequeña rubia.
Mimi verdaderamente sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, por cada paso que daba su corazón latía con más fuerza.
¡Vería a su hija!
¡A su niña!
¡Su bebé!
—Mimi, mira...—Damar la llamó y la mayor volteo para encontrarse con una joven mujer de entre veinte y veintiún años, pelirroja de ojos chocolates y piel pálida que llevaba un lindo vestido floreado color verde con tirantes. Y junto a ella había una pequeña niña de tres años quién llevaba su rubio cabello estaba peinado en dos coletas con dos cintas color rosa y llevaba un lindo vestido celeste.
El corazón de Mimi saltó al ver a la niña.
Necesitaba abrazarla, necesitaba escuchar su voz, necesitaba estar con ella.
—Natsumi.— Mimi la llamó antes de correr hacia ella.
La niña al escuchar su nombre.
—Natsumi.— Alice le susurró a la niña dejandola en el suelo— Ve a saludar a la tía Mimi.
La pequeña rubia sonrió— ¡Tía Mimi!— Exclamó la niña antes de correr hacia ella.
La palabra "tía" era un detalle, uno muy pequeño, lo único que quería la castaña era abrazar a su hija.
Mimi corrió hacia la niña y cuando estuvo frente a ella la tomó en brazos para darle un muy fuerte abrazo.
—Natsumi...—La llamó— Mi niña.— Unas lágrimas salieron de sus ojos mientras estrechaba a la pequeña en sus brazos.
Después de tanto tiempo, de tantas horas, días y semanas de separación al fin tenía a su hija junto a ella, en sus brazos, al fruto del amor entre Yamato y ella.
Izumi ingresó al Internado, era la hora del almuerzo, Mimi no estaba, así que, almorzaría sola en aquel lugar, aunque, pudo haber comido en la Universidad, prefirió irse hasta ese lugar, era mucho más acogedor, además, hacia frío luego de la lluvia de ayer.
Suspiró.
Estar sin Mimi era extraño.
Sin duda.
—¡Hey! Zorra.— Escuchó un grito tras ella.
Se mordió el labio inferior al reconocer esa chillona e irritante voz.
—¡Hey! Zorra.— Nuevamente se escuchó esa voz.
No volteo, no iba a voltear, no se sentía identificada con esa palabra.
—¡Hey!— La chica esta vez apareció en frente de ella— ¿Por qué no responde, acaso estas sorda, zorra?
Zoe rodó los ojos.
¿Acaso esa chica no la dejaría tranquila?
—No respondo, porque, no soy una zorra.— Respondió la rubia— Y yo no hablo con perras como tú.
Nene hizo una mueca.
—¿Acaso nunca vas a dejarme tranquila?— Preguntó la oji-verde molesta.
—No.— Respondió la castaña— Hasta que dejes a Takuya.
—De nuevo con esa historia...— La rubia rodó los ojos— ¿Verdaderamente no da vergüenza ser tan arrastrada?
—La arrastrada aqui no soy yo.— Habló Nene molesta— Tu fuiste la arrastradda en esta historia cuando comenzaste a molestar a Takuya cuando estaba de novio conmigo.
Zoe suspiró— Yo no andaba de arrastrada, yo siempre respeté su relación, cuando Takuya y yo nos besamos por primera vez, él estaba sufriendo por tu engaño.
—Mentira, yo sé que a ti te gustaba y no soportabas la idea de que estuviera conmigo, aprovechaste que eras amiga de Mimi para alejarlo de mi.
La rubia rodó los ojos—Nene, por favor, termina con esto.— Verdaderamente se estaba aburriendo de discutir con esa chica.
—No, hasta que dejes a Takuya.
—No lo voy a dejar, porque, yo lo quiero y no dejaré que se arruine la vida estando con un zorra como tú.
—No soy una zorra.
—¿A no?— Preguntó la chica Amano— ¿No que te habías acostado con Ryo por venganza?
Zoe abrió la boca sorprendida— ¿Cómo sabes eso?
—Tengo mis contactos.— Respondió la Amano.
Zoe frunció el ceño ante esto ¿por qué ese chico no dejaba que fuera feliz?—Puede que yo haya cometido ese error, pero, no encagañé a mi propia prima con un chico que quería ganar una apuesta.
—¿Cómo supiste eso?— Preguntó Nene sorprendida.
—Así como tu te informaste de mi, yo me informé de ti.— Respondió la rubia.
La castaña hizo una mueca.
—Puede que yo haya cometido un error, pero, yo en ese tiempo no estaba con Takuya de una forma oficial, por tu culpa, y a diferencia de ti no traicioné a mi familia.— Habló la oji-verde— Porque, eso si es de zorra y despreciable ¿enserio crees que Takuya volverá contigo luego de que lo engañaste de una forma tan vil?
—¡Callate!— Gritó Nene y le dio una fuerte cachetada.
Zoe apretó los dientes ante esto y tocó su mejilla— ¿Cómo se te ocurre golpearme? Zorra.— Y sin decir más, le devolvió la cachetada aumentando la ira de la chica Amano quién se lanzó con fuerza sobre ella y tirar su cabello, comenzando una pelea mortal entre ambos.
Zoe jaló de su cabello, la castaña golpeo su rostro, la oji-verde mordió su brazo, la oji-morada la pateo.
Ni cuenta se dieron cuando algunas personas a su al rededor comenzaron a gritar, algunos pidiendo que se separaran, otros animando a la pelea.
—Zoe.—La rubia escuchó la voz de su hermano mayor, pero, simplemente lo ignoró lanzando otra cachetada hacia la castaña.
—Nene sueltala.— Esta vez la voz de Takuya se hizo presente, pero, la Amano siguió tirando del cabello a su contricante.
—Te odio maldita.— La castaña le gritó a la rubia.
—Yo te odio más.— Respondió Izumi.
La Ishida jaló de su cabello, la Amano de chaqueta, la oji-verde pateo su estómago, la oji-morada mordió su brazo.
—¡Basta!— Takuya tomó a Nene del brazo intentando separarla de Zoe.
—Izumi, detente, tu no eres así.— Yamato tomó a su hermana de cintura alejandola de la castaña.
—¡Sueltame Yamato!— Gritó la oji-verde— Quiero romperle la cara a esa zorra.
—Zorra tu abuela.— Respondió Nene mientras Takuya la agarraba de los brazos.
Izumi frunció el ceño— ¡No ofendas a mi abuela!— Gritó molesta intentando abalanzarse contra ella, pero, fue imposible, porque, su hermano la detuvo.
—¿Por qué no?— Preguntó la castaña burlona— De algún lado debiste haber salido así.
—¡Callate estúpida!— Exclamó Izumi.
—Izumi ¡ya basta!— Yamato la regañó.
—No.— Respondió la rubia— No me detendré hasta que esa zorra se vaya de este lugar.
—¡Que pena! No tengo planeado irme de aqui.— Contestó Nene.
—Pues deberías, aquí nadie te quiere, eres nueva, pero, ya todos sabemos la clase de chica que eres.— Habló Izumi— Deja de molestarnos a Takuya y a mi de una buena vez, él no te quiere y por más que intentes no nos vas a separar.
—¡Claro que lo haré!— Gritó Nene intentando lanzarse contra ella, pero, fue imposible por la fuerza de Takuya.
—Zorra.
—Perra.
—¡Ya basta!— Una voz madura se hizo presente en aquel lugar y ante los ojos de los presentes apareció Rumiko Nonaka evidentemente molesta— No puedo creer lo que está ocurriendo, señorita Amano, señorita Ishida, las dos ¡a mi oficina!
Ambas intercambiaron miradas molestas ante esto.
Bueno, cada día intento avanzar más con esta historia, estaba pensando que esta temporada no la cortaré aunque escriba 100 capítulos los dejaré aquí, ya que, la otra vez la corte porque quería darle un cambio de aire, pero, ahora no quiero cambiar de aire jsjsj quiero que todo esté en la misma sintonía.
mariacredenza02: jsjsj todos en ese momento odiamos la lluvia jsjsj si Nene está loca, solamente estoy aplazando lo fuerte, pero, ya se viene jsjsj si, Yamato y Mimi no perdieron el tiempo jsjsj Tampoco Takuya y Zoe se divirtieron mucho esos dos jsjsj Rika sin duda está sorprendida por esto y a la vez un tanto ilusionada nunca había besado a alguien y ahora quiere que se repita jsjsj Si, bueno, quería darle algo cómico o chistoso jsjsjs Ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un abrazo a distancia espero estes bien.
