Kouji y Damar rodaron los ojos ambos verdaderamente fastidiados.

Otra vez Takuya los había encontrado y sabían que tendrían escándalo.

El moreno observó a su "amigo" y a su hermana menor con un rostro que demostro miles de sentimientos negativos ¿como rayos otra vez se estaban besando? ¿acaso estaban locos? Kouji estaba pasando los límites, bueno, sabía que él también los había traspasado, pero ¿cómo podía hacer esto? ¡Más encima él pensaba en ayudarlo con el tema de Rika! Aunque, esto claramente él no lo sabía.

Zoe simplemente se mordió el labio inferior al verlo juntos, porque, sabía que Takuya no reaccionaría bien, conocía lo celoso que era como hermano, cuando Koichi había comenzado a salir con Damar casi lo había matado, ahora sin duda habría una diferencia, ya que, a Kouji lo mataría definitivamente.

—Segunda vez ¡segunda vez! que los encuentro besandose.— Exclamó Takuya— ¡Besandose! ¿Acaso están locos o qué?

Damar y Kouji intercambiaron miradas ante esto.

—¿Por qué estaríamos locos?— Preguntó el Minamoto.

—¿Por simplemente besarnos?— Esta vez preguntó Damar irónicamente.

—Claro.— Respondió Takuya— Lo que están haciendo no está bien.

—¿De nuevo con eso?— Damar rodó los ojos— Cambia de discurso.

—¡No me hables en ese tono jovencita!— Exclamó el moreno.

—Mejor cambia tú, tu tono de voz.— Exigió Damar— No tienes derecho a meterte en mi vida.

—¿Cómo quieres que no me meta cuando te estabas besando con él?— Habló Takuya— Verdaderamente debes estar muy enferma como para involucrarte con él.

—¡Hey!— Kouji se interpuso— No le hables así.

El moreno observó con ira al Minamoto— ¿Y cómo quieres que le hable si no sólo se comporta de una forma rebelde, si no que se besa contigo, idiota?

Zoe se acercó al castaño y lo tomó del brazo— ¡Hey! Takuya tranquilo.— Verdaderamente no tenía buen rostro.

—¿Cómo voy a estar tranquilo si veo que mi hermana puede ser solo una victima de él?— Preguntó Takuya.

—A diferencia de ti Takuya, yo no haría eso.— Habló el Minamoto, Takuya no sabía lo que él en verdad sentía, lo que sinceramente estaba ocurriendo entre ellos, le molestaba, sin duda, que lo criticara sin saber— No soy un imbecil como tú.

—¿A si? Entonces ¿por qué de un momento a otro los veo tan acaramelados?— Preguntó el castaño— ¿Por qué derepente les bajo el amor? mmm lo dudo bastante.— Verdaderamente estaba enfadado y luego se acercó desafiante al Minamoto— En verdad quieres hacerme molestar ¿cuantas veces te he dicho que con mi hermana ¡no!?

—Lo que haga o deje de hacer no es asunto tuyo.— Respondió el Minamoto, no le daría explicaciones a Takuya, no se las merecías, aunque, él tenía bien claro lo que estaba ocurriendo entre ellos, antes se había sentido mal por enamorarse de la hermana de su mejor amigo y por eso la había perdido, pero, luego de lo que había ocurrido con Zoe no estaba dispuesto a nuevamente caer en ese error.

—¡Es mi hermana!— Exclamó el moreno— No te dejaré que juegues con ella.— Lo agarró de la camisa.

—¡Sueltame!— Kouji tomó al moreno de la chaqueta de la misma forma en que lo sostenía él, pero, este le dio un puñetazo en el rostro que no demoró en responder. Y fue así como una pelea de golpes comenzó por parte de ambos.

—No, Takuya, Kouji sueltense.— Zoe gritó preocupada, pero, no sirvió ya que los chicos continuaron con su pelea.

—Takuya, Kouji basta.— Esta vez habló Damar fastidiada.

Pero, todo grito o palabra fue inutil ya que los dos continuaron con su pelea.

—¿Qué está pasando aquí?— Un grito llamó la atención de todos, quienes al voltear se encontraron con Koichi y Rika, pero, tanto Takuya como Kouji ignoraron su pregunta y presencia para continuar con su pelea.

La pelirroja se mordió el labio inferior.

¡Genial!

Parecía que todo iba de mal en peor. Observó a Damar y luego a Zoe ¿por quién sería la pelea de estos dos? Fue la pregunta que no se pudo evitar hacer.

Koichi se acercó a los dos y a pesar de que estos dos se estaban dando con toda la fuerza de puño y energías pudo interponerse en medio— ¡Basta!— Exclamó—¡Sueltense!—Koichi gritó molesto mientras los separaba dandole un empujón a cada uno, Zoe agarró a Takuya y Rika con Damar a Kouji.

—Tranquilo, Takuya.— Zoe le habló a su chico.

—Kouji, detente, tú no eres así.— Damar le habló al Minamoto.

Koichi los observó atentamente— Diganme ¿qué rayos les pasa?— Preguntó. Esto verdaderamente era el colmo, aparte de haber estado todos estos días haciendose la ley del hielo ahora los encontraba agarrandose a los golpes.

—No te metas Koichi.— Habló Kouji molesto mientras observaba con ira al moreno.

—¿Cómo quieres que no me meta?— Preguntó el Kimura— Es lógico que me voy a preocupar si los encuentro violentando contra el otro.

—No es tema tuyo.— Takuya tomó la palabra molesto.

—Si, lo es, han estado actuando raro todos estos días, no me han querido decir que ocurre y ahora los encuentro de esta estado actuando raro todos estos días y ahora los encuentro violetando contra el otro.—Respondió el mayor de los gemelos— Al menos me podrían dar una pequeña explicación de lo que está ocurriendo, pensé que eran amigos.

—¿Amigos?— Preguntó Kouji con una sonrisa irónica, lo que ellos tenían ya no se podía llamar amistad.

—Ya no.— Respondió Takuya.

Koichi alzó una ceja sorprendido ante las palabras de su hermano y luego volteo hacia el moreno.

—Nunca pensé que ibas a ser tan imbecil, Kouji.— Habló Takuya, verdaderamente le desilucionaba saber que todo esto se había dado producto a que él lo había engañado primero, pero, más le molestaba que quisiera tomar venganza con su hermana. Aún así, no le diría a Koichi, ya que, finalmente él también había hecho las cosas mal al engañarlo con su novia.

El Minamoto simplemente apretó su puño molesto, estaba enfadado con Takuya por su engaño, porque, él siempre le dijo que si algo ocurría entre ellos fueran sinceros, les había dejado la puerta abierta a que fuesen sinceros con él para no quedar como idiota, ya que, sabía como era esto, hace tres años había hecho algo similar al engañar a su hermano, pero, el moreno y la rubia no habían sido capaz de tomar esa posibilidad que les había dado y verdaderamente le desilucionaba por parte de la oji-verde, porque, él le había contado como tristemente había engañado a Koichi, ella conocía la situación y sabía que hubiera preferido mil veces saber la verdad antes estar involucrado en otro lío amoroso.

Suspiró.

Aún así, fuera como fuera, había algo que debía destacar en esta discusión, el castaño nunca sabría, ni tampoco Koichi, lo que ocurría verdaderamente con Damar, sabía que Takuya debía estar pensando que era una "venganza", pero, lo de ellos venía hace mucho tiempo y era muy intenso, tanto así que había sido capaz de engañar hasta a su propio hermano.

—Nunca más te quiero volver a ver.— Takuya le expectó al oji-azul.

—¿Y crees que yo si el tuyo, imbecil?— Ironizó el Minamoto.

Amigos.

En ese momento sin duda no lo eran.

Y ambos dudaban en que podrían arreglar las cosas pronto.


Muy ajenos a lo que estaba ocurriendo.

Takeru e Hikari se encontraban en clases de Historia, escuchando atentamente a la profesora, bueno, supuestamente estaban en eso, ya que, el rubio se encontraba atentamente escribiendo mientras observaba a su musa.

Porque, al mirarte siempre me pierdo en tus ojos, no puedo evitarlo, soy adicto a ti, con tu sonrisa simplemente me sonrojo, sueño con tu boca color carmersí. Es que, sin tí te juro voy a enloquecer, quiero sentir toda tu piel, vente conmigo.

La castaña volteo en dirección al oji-azul y no pudo evitar sentirse intrigada por lo que estaba haciendo— ¿Qué escribes?— Le preguntó provocando que se sobresaltara un poco.

—¿E? ¿e? Na-nada.— Balbuceo mientras escondía la nota bajó sus brazos.

—¿Seguro?— Preguntó Hikari.

—Seguro.

La castaña alzó una ceja— ¿No le estarás escribiendo una carta a alguna enamorada que no sea yo?

—¿Estás loca? Claro que no haría eso.— Respondió el rubio— A la única que le escribiría algo sería a ti.

—¿Enserio?

—Si.

—Entonces ¿por qué no me lo muestras?

—Porque, quiero que sea una sorpresa, cariño.— Contestó el rubio.

—¿Sorpresa?— Preguntó la castaña.

Takeru simplemente asintió mientras sonreía, últimamente le había gustado mucho la idea de convertir sus poemas en canciones, sobretodo cuando esas letras que él escribía trataban de su amada Hikari, pronto sería su cumpleaños y le daría un hermoso regalo.


Damar pasó con suma brusquedad un algodon con alcohol sobre las heridas de Takuya.

—¡Ouch! ¡Damar! ¡duele!— Exclamó el moreno.

—Que bueno que te duela, eso te pasa por actuar como idiota.— Respondió la castaña antes de presionar fuertemente el algodon contra la herida de su labio.

—¡A!— Gritó Takuya alejandose.

Zoe hizo una mueca y se acercó a la hermana de su chico— Damar, mejor dejame a mi.— Tomó el algodón.

Damar simplemente respiró profundo para intentar mantener la calma, pero, la verdad es que tenía muchas ganas de seguir maltratando a Takuya con ese algodon con alcohol e incluso lanzarle la botella entera con ese líquido para que sufriera el triple de ardor y dolor por lo idiota que se había comportado.

Zoe pasó el algodón por la mejilla derecha de su amado— Este golpe está feo.

Takuya se mordió el labio inferior, Kouji le había lanzado todos sus golpes al rostro, mientras que él le había dado golpes bajos. Suspiró. Pasó la mirada por su hermana quién se encontraba de brazos cruzados evidentemente estaba molesta.

—No me mires así.

—¿Así cómo?— Preguntó molesta.

—Molesta.— Respondió el moreno.

—No puedo observarte de otra forma, Takuya.— Contestó Damar molesta— Eres muy impulsivo, celoso y posesivo, me molesta que seas así.

—Solo quiero protegerte.— Respondió el castaño.

—No necesito que me protejas sé cuidarme muy bien.— Habló la castaña.

—No sabes.— Respondió Takuya— Hoy me quedó más que en claro que no y por eso debo tomar cartas en el asunto.

—¿Cartas en el asunto?— Preguntó Damar.

—Desde hoy te prohibo que sigas viendo a ese.— Habló Takuya.

Eso sonaba como si ella tuviera en sus planes encontrarse con el Minamoto.

—Primero, las veces que nos hemos encontrado no han sido planeadas, segundo, tú no eres quién para prohibirme algo.— Damar le respondió al moreno totalmente enfadada.

—Soy tu hermano, así que, me debes respeto.— Takuya se levantó de su sofá— Te guste o no, vas a obedecerme.

—No.— Respondió Damar haciendole frente a su hermano— Deja de actuar de esa forma tan estúpida.

—Y tu deja de actuar de esa forma tan rebelde.— Takuya se acercó desafiante a su hermana.

Zoe se interpuso entre ambos— ¡Hey! Por favor, dejen de discutir.— Rogó— Son hermanos, no deberían estar discutiendo.

—No deberíamos.— Damar se cruzó de brazos— Pero, gracias a este imbecil estamos en esta discusión.

—¿Gracias a mi? Si ¿cómo no?— Ironizó Takuya— Si no te hubieras besado con mi mejor amigo no estaríamos discutiendo en estos minutos.

—¿Mejor amigo?— Damar rodó los ojos— Ahora ya no lo son.

—Bueno, sea como sea, deja de comportarte de esa forma, Kouji no es para ti.— Takuya habló molesto.

—Eso no lo sabes.— La castaña se cruzó de brazos— Y aunque así fuera, me da lo mismo, es mi vida, yo hago lo que quiero y no necesito de tu opinión.— Damar se alejó de su hermano y se dispuso a salir del lugar.

—Sigue comportandote de esa forma y lo terminarás lamentando.— Advirtió el moreno.

—Ojalá tus amenazas me dieran miedo.— Habló Damar— Pero, la verdad es que ni me importan.

Y fue así como la castaña salió del departamento.


—Esto es el colmo Kouji, primero Takuya y tú actuan extraños, se hacen la ley del hielo, prácticamente ignoran la existencia del otro y ahora se agarran a los golpes.— Habló Koichi molesto mientras pasaba un algodon por el labio de su gemelo quién suertudamente había quedado con un corte en el labio, pero, ningún moretón en el rostro.

El Minamoto simplemente morvió su hombro, se sentía terrible.

—Kouji, tú no eres violento.— Habló esta vez Rika— La razón de su pelea debió haber sido bastante grave como para que se hayan agarrado a golpes.

—¿Podemos saber cual es la razón por la cual se agarraron a los golpes?— Preguntó el Kimura.

El menor de los gemelos se mordió el labio inferior, ya que, no podía decirles cual era la causa o al menos no a Koichi— No les interesa.— Sonaba fuerte su respuesta, pero, no estaba dispuesto a decirle a su hermano sobre aquella situación, porque, exactamente no sabía a que juego estaban jugando con Damar.

—¿Nos vas a decir?— Preguntó el Kimura molesto.

—No.— Contestó Kouji.

Koichi apretó los dientes molesto— ¡No doy más! ¿sabes?— Exclamó molesto— Esta situación no me está gustando ¿cómo es posible que ni siquiera me quieras dar una explicación? Entiendo que Takuya no me diga, pero, tú eres mi hermano, deberías confiar en mi.

Kouji suspiró, entendía a Koichi— Lo siento, pero, no quiero involucrarte en esto.

El Kimura apretó su puño— Pues deberías.— Respondió— Ya me estoy hartando de todo esto.— Lanzó el algodón en la mesa de centro y sin decir más, caminó en dirección a la puerta, estaba molesto y a la vez dolido ¿cómo era posible que no confiaran en él?

Kouji y Rika observaron como el Kimura se iba y cuando este salió la pelirroja dirigió su mirada hacia el Minamoto—A mi me contarás todo.— Exigió la pelirroja.

Kouji suspiró, a diferencia de Koichi, con Rika si podía hablar de esto— Takuya me encontró besando a Damar.— Declaró sin más— Y se volvió loco.

—¿Otra vez?— Preguntó la pelirroja.

—Si.

Rika rodó los ojos— Idiota.— Musitó refiriendose al moreno.

Kouji llevó el algodon a su labio inferior que todavía sangraba.

—¡Hey! Dejame ayudarte.— Rika tomó el algodón y comenzó a limpiar su labio—Takuya quiere ser el siguiente Taichi.— No pudo evitar comentar.

—¿Sabes? Me molesta que actue así, pero, no lo culpo, Takuya conoce todo lo que he hecho anteriormente.— Comentó el Minamoto, ya que, era la verdad, a pesar de que Takuya era celoso, a Koichi lo había aceptado porque sabía que no era mala persona, todo lo contrario a lo que hubiera sido con él, porque, no era para nada santo— A diferencia de Taichi que sabía que Takeru es más santo que un ángel.

—Pero, lo que hayas hecho ya no importa.— Habló Rika mientras cambiaba el algodón— Además,, Damar ya no es esa niña que aceptó salir con Koichi por buen corazón.

—Si, pero, él nunca lo verá para él nunca seré lo sufiente para su hermana.— Respondió Kouji— Lo que me hace sentir más imbecil.

Si tan sólo le hubiera dicho desde el principio a Takuya sus sentimienos hacia la castaña las cosas hubieran sido diferentes, Damar no hubiera estado con Koichi, no hubiera engañado a su hermano, no hubiera estado con Zoe y ahora no estaría peleando con el moreno.

Rika hizo una mueca, evidentemente Kouji seguía enamorado de la castaña y a pesar de que Damar no lo admitía, ella estaba segura que sentía lo mismo, no era justo que estuvieran separados, claro que no.


—¿Donde está Zoe?— Sora le preguntó a Mimi.

—No lo sé.— Respondió la castaña— No estuvo en clases ¿no me habías dicho tú que salió temprano del departamento por qué tenía que juntarse con Takuya?

—Si.— Contestó la Takenouchi— Pero, creí que sería algo corto y no faltaría a clase.

Las dos amigas caminaron por el campus.

—Ojalá no se meta en problemas otra vez.— Comentó Sora— Ya mucho tuvo ayer cuando se agarró a golpes con Nene.

—¿Cómo?— Preguntó Mimi— ¿Zoe golpeo a Nene?

—Si.— Respondió la pelirroja— ¿No te lo había dicho?

—No.— Contestó la oji-miel— Se te había olvidado comentarme.

Ambas tomaron asiento sobre una banca.

—Dejame adivinar ¿fue por Takuya?— Preguntó la castaña.

—Si.— Respondió Sora— Nene como siempre vino a fastidiar, le dijo que era una zorra que dejara a tu hermano cosa que Zoe no toleró, una cosa llevo a la otra y finalmente, terminaron tirandose del cabello, dandose cachetadas, golpes a puños, patadas, mordiscos, entre otras cosas más, Takuya y Yamato intentaron separarlas, no fue hasta que llegó Rumiko a la pelea y se las llevó a su oficina.

—¡uh! ya me imagino que vino a continuación.— Comentó la castaña— ¿Las regañaron?

Sora asintió— Y no solo eso.— Respondió— Las castigaron, ambas tendrán prohibido salir mañana y más encima, juntas van a tener que hacer labores domésticas extra, ordenando el comedor luego de la cena y lavando loza.

—¡Iugh!— Exclamó Mimi— ¡Que mal!

—Si.— La pelirroja suspiró— Lo peor de todo es que no podrá ir con nosotras mañana a ver su disfraz para la fiesta y más encima tendrá que pasar tiempo con la idiota de Nene.

—Y tendrá que arruinar su perfecta manicura por hacer todas esas labores domésticas.— Comentó la castaña horrizada— Rumiko en verdad debe estar loca ¿quiere que tengamos incendio al tenerlas juntas?

—No lo sé.— Respondió la pelirroja— Lo único que sé es que Zoe no está agradada.

—No es para menos.— Musitó la castaña.

Nene verdaderamente estaba logrando su objetivo.

Fastidiar.

Suspiró.

Aún no sabía ¿cómo rayos Takuya se pudo fijar en ella?


Zoe observó atentamente al castaño, no sabía exactamente que decirle sabía que lo que había hecho no estaba bien, pero, ella no era quién para criticarlo, hace menos de veinticuatro horas había ocurrido algo similar con Nene.

—Vaya pareja que somos.— Comentó la rubia cruzandose de brazos— Primero yo me agarro a los golpes con Nene y luego tú con Kouji.

Takuya hizo una mueca— Al menos nosotros tuvimos suerte, Rumiko no nos encontró, así que, no estaremos castigos.

—Aunque debieron haberlo estado, sobretodo tú, Takuya, estás actuando como Taichi.— Zoe se cruzó de brazos.

—¿Acaso te convertirás en un segundo Taichi?—Preguntó Zoe molesta.

El moreno se cruzó de brazos— No.—Suspiró.

—Entonces ¿por qué reaccionas así?

—Porque, no soporto la idea de que él esté con mi hermana.

—Eso mismo decía Taichi.

—Esto es muy diferente.— Declaró el castaño— Takeru es un chico excelente para su hermana, quizás, cometió un error esa noche, pero, es demasiado inocente como para hacerle algo, todo lo contrario a Kouji, yo lo conozco, demasiado bien y estoy seguro que él no la quiere.

Zoe alzó una ceja— ¿Cómo puedes asegurar eso?

—Porque, dudo que él quiera estar con la chica que todavía quiere su hermano.

—No metas a Koichi en esta situación, lo de ellos fue hace mucho.

—Lo sé.— Respondió Takuya— Pero ¿tú enserio crees que Koichi la olvidó?

—Si, claro que si, lo suyo fue hace mucho.— Contestó la rubia.

—Pues, conociendo como es lo dudo y bastante.— El moreno se cruzó de brazos.

Zoe rodó los ojos— Estás exagerando.

—No lo estoy.

—Si lo estás.

—No, simplemente estoy diciendo la verdad.

—Sin duda eres una copia de Taichi.— Musitó la rubia.

—Lo siento ¿si?— Takuya rodó los ojos— No quiero actuar como él, pero, es imposible ¡Kouji estaba besando a mi hermana menor! Y más encima por segunda vez, me siento terrible, no soporto verlos juntos.

—Pero, Takuya, ellos no están juntos, no son novios, simplemente se están acercando.

—¡Vaya acercamiento!— El moreno rodó los ojos.

Zoe suspiró, menos mal el castaño no sabía lo que había ocurrido entre Kouji y Damar hace tres años atrás, si lo supiera verdaderamente quedaría la grande.

—Dime ¿no te sientes incómoda?

—¿Incómoda?— La rubia alzó una ceja.

—Kouji es tu ex-novio.

La oji-verde se mordió el labio inferior ante esto, pues si, Kouji era su ex-novio, pero, no podía que se sentía "incómoda" exactamente, finalmente, ella siempre había sabido que el gran amor del Minamoto era esa chica, y pues, lo había engañado con su mejor amigo, así que, no sentía ni siquiera con el derecho de opinar.

—Puede que lo sea, pero, esta situación no me involucra directamente a mi. Más incómoda me sentí cuando nos encontró besandonos.— Admitió la rubia.

Takuya hizo una mueca, cuando Kouji los había encontrado se había sentido muy apenado, pero, en esta situación se sentía hiper-mega-duper furioso. No le gustaba verlos tan cerca.

—Supongo que a pesar de que esta situación sea difícil no pensarás en detenerte con nuestro plan.

—¿Cómo?

—Con nuestro plan de decirles la verdad a Kouji, Koichi y Rika.

Takuya hizo una mueca— ¿Por qué esta situación tendría que cambiar nuestros planes?— Preguntó— Puede que odie a Kouji, pero, eso no significa que permitiré que le sigan mintiendo.

Zoe sonrió ante esto, sonaba bastante maduro de su parte, cosa que le agradaba y siempre le había gustado de ese chico.

¡Bip, bip!

El móvil de Takuya sonó y este lo tomó para contestar.

—¿Hola?

Takuya.

El nombrado reconoció la voz de su amigo— Taichi ¿qué ocurre?

¿Es verdad lo que dijo Koichi?— Preguntó el Yagami.

—¿Qué dijo Koichi?— Cuestionó Takuya.

Recién lo encontré hecho una furia, dijo que ustedes se habían puesto a pelear a los golpes.— Respondió Taichi.

El moreno hizo una mueca, de seguro Kouji le había contado todo ¡Rayos! Ahora él quedaría como el malo de la película— ¡En mi defensa, solo actue como cualquier hermano mayor hubiera actuado al ver como tu mejor amigo besa a tu hermana menor!

Espera...¿qué?— Taichi se detuvo en seco— ¿Kouji y Damar se besaron?

Takuya alzó una ceja sorprendido— ¿Cómo? ¿Koichi no te lo dijo?

No.— Respondió el Yagami— Lo que me dijo fue que ustedes se habían peleado y que ninguno había sido capaz de decirle la razón.

¡Rayos!

Pensó Takuya, no había dejado terminar hablar a Taichi y ahora le había dicho todo.

Al parecer las cosas entre ustedes están peor que mal.

Takuya simplemente suspiró.


Takato observó a todos lados, Rika no se había presentado a las primeras horas de clase y eso le preocupaba, aunque, si lo pensaba bien tampoco su mejor amiga se había presentado a las primeras horas de clases ¿estarían juntas? ¿La Nonaka estaría bien?

Camino en dirección a la salida de la secundaria.

—¡Hey! Takato.— La voz de Takeru llamó su atención y al voltear se encontró con el rubio acompñado de su castaña novia.

—Kari, Tk.— Los saludó— Hola.

—Hola.— Saludaron la pareja.

—¿Vas a la cafetería?— Preguntó la castaña.

—¿E? No, la verdad es que iba a ir a buscar a Rika.— Respondió el Matsuki.

—¿A Rika?— Cuestionó Takeru— ¿No vino a clases?

—No.— Respondió el castaño— Pero, su amiga tampoco vino así que pensé en que quizás estén juntas.

—¿Damar tampoco entró?— Preguntó Hikari sorprendida.

—No.— Contestó el castaño.

Takeru e Hikari intercambiaron miradas preocupados ¿y si Rika se había metido en problemas? ¿o si nuevamente se le había ocurrido hacer una locura?

Lo mejor sería ir a buscarla.

—Vamos te acompañamos a buscarla.— Respondió el rubio.


Damar bajó las escaleras del Internado totalmente molesta, no tenía ganas de asistir a clases, pero, no podía faltar de nuevo, ayer no había asistido por acompañar a Mimi y a pesar de que hoy no estaba de ánimos para ir a clases, pero, no le quedaba de otra.

Llegó al primer piso y caminó en dirección a la salida, pero, cierto grito de la oficina de Rumiko llamó su atención.


—¡Detente Ryo!— Fue el grito de la madre de Rika.

—¡No!— Respondió el oji-azul y golpeo con su puño el escritorio— Tú me prometiste dinero y todavía no me lo has dado y eso que he sido muy comprensible al guardar tu asqueroso secreto.

Rumiko hizo una mueca, el Akiyama tenía ojos en la espalda ¿o qué? Se había enterado de la mentira que le había dicho a Rika y ahora le estaba pidiendo un millón de dolares ¡De dolares! Cómo siempre ese chico buscaba cosas mínimas para sacar ganancias— Deja de chantajearme.

—No, no lo haré hasta que me des lo que me corresponde.— Respondió el castaño.

Rumiko se cruzó de brazos— Tú no te mereces nada, Ryo ¡Nada!

—Claro que sí, he guardado tu verdad, cuando fácilmente podría decirle al mundo que no eres tan adinerada y de sociedad como le has hecho creera todos.— Respondió el Akiyama.

La rubia hizo una mueca y se cruzó de brazos— ¿Sabes qué? En verdad me está molestando esta situación.— Respondió— Puede ser que yo no sea de dinero, pero, a diferencia de la estúpida de tu madre supe surgir.

—A punta de engaños.— Contestó el castaño.

—Si.— Rumiko sonrió desafiante— Pero, logré obtener todo lo que quería, así como lo estás haciendo tú ahora, aunque, evidentemente no te ha funcionado del todo, porque, tu madre sigue limpiando casas.

Ryo apretó su puño— No te metas con ella.

—¿Por qué no?— Preguntó la Nonaka— Si solo estoy diciendo la verdad, tu madre es tan pobre que no tiene donde caer muerta.

—No me insites, Rumiko, yo sé mucho de ti.

—Si, pero, creo que se te olvida el hecho de que si caigo yo, tú también caes.— Respondió la rubia— Yo también sé mucho de ti y a diferencia de ti, tengo mucho más poder e influencias que tú, niño, dime ¿cómo se sentiría tu madre al saber que su hijo se convirtió en un narco luego de que ella ha trabajo toda su vida limpiando casas para pagar tus esudios?

Ryo frunció el ceño— Ustedes igual son narcos.


Damar alzó una ceja.

¿Ustedes?

¿A quienes se refería?


—Si, pero, a diferencia de ti podemos zafarnos fácilmente de la justicia de este país.— Respondió Rumiko— Tenemos mucho más poder e influencias, al contrario de ti, que no tienes donde caer muerto.

El moreno se mordió el labio inferior, tristemente eso era verdad, Rumiko con sus juegos había logrado influenciar a personas grandes e importantes como lo eran Keisuke Tachikawa, Kousei Minamoto y Hiroaki Ishida.

—Así que, de una vez por todas piensa mejor tus estrategias.— Respondió Rumiko—Porque, si sigues así no solo caeremos nosotros, si no que, tú también caerás y sufrirás más que todos nosotros.


Interesante.

Pensó Damar.

Así que, Ryo era pobre.

Ahora muchas cosas tenían sentido.

Pero ¿por qué rayos Rumiko aceptaba que la chantajeara? ¿Qué sabía ese chico de ella?

Bueno, fuera lo que fue esta información podría servirle en algún momento, si ese chico seguía fastidiando.


—Buenos días chicas.— Una voz masculina llamó la atención de Sora y Mimi, quienes al voltear se encontraron con Yamato y Taichi.

Mimi se mordió el labio inferior, tan solo ver al rubio no pudo evitar tensarse al recordar el sueño que había tenido hace unas horas. Se mordió el labio inferior, no quería verlo como un monstruo, porque, estaba segura que no lo era, pero ¿que ocurriría si al momento de saber lo de Natsumi reaccionaba mal o peor?

—Hola amor.—Taichi no demoró en besar los labios de la pelirroja.

—Hola.— Sora sonrió.

—Buenos días Mimi.— Yamato saludó a la castaña.

La castaña intentó sonreír para verse natural— Buenos días.— El oji-azul besó rápidamente sus labios.

—¿Cómo están chicas?— Preguntó el castaño.

—Muy bien ahora que te veo.— Respondió la pelirroja sonriendo.

Mimi sonrió ante este comentario y al ver la sonrisa de su amiga, evidentemente estaba feliz por regresar con su amado Taichi y eso provocaba que ella también se alegrara, ya que, encontraba en cierta medida absurdo el hecho de que estuvieran separados cuando se querían, sobretodo que estuvieran lejos por algo que ocurría entre el Yagami y su hermana, finalmente, Taichi era muy buen partido para ella, tenía una caracter terrible, pero, la amaba. Así como ella amaba a su rubio.

Volteo hacia Yamato.

—¿Cómo estás tú?— Le preguntó— ¿Sigues enojado?— No pudo evitar preguntarle.

El Ishida hizo una mueca, ya lo había dicho antes no le gustaban las mentiras, lo de ayer no le había agradado, pero, era muy difícil estar molesto con la Tachikawa, la amaba mucho, además, había sido algo tan corto y pequeño que no valía la pena.

—No, querida, ya no.— Respondió antes de besar sus labios.

Mimi sonrió, le agradaba escuchar aquello.

—Pero, espero que no vuelva a ocurrir ¿si?— Comentó el rubio— Ayer me preocupaste enserio.

—Lo sé, pero, en verdad lo digo a la otra que me escape del Internado te lo diré.— Respondió la castaña, lógicamente no le diría la razón, pero, al menos en ese sentido intentaría ser sincera.

Mimi besó sus labios y el rubio le correspondió.

—Oye, Yamato.— Sora llamó al Ishida.

El nombrado volteo hacia la pelirroja— ¿Si?

—Mi primo ayer me pidió tu número, porque, quería contratarlos para la fiesta que hará mañana.— Respondió la Takenouchi— ¿Te logró contactar?

—Si.— Contestó el rubio— Ayer me llamó y me invitó a la fiesta para que con mi banda fueramos a tocar.

—Genial.— Musitó la pelirroja— Mi primo por un minuto creyó que no podrían debido a que le avisó muy encima.

—Bueno, no hubiera estado mal que nos dijera antes, pero, con los chicos estamos disponibles para mañana, así que, iremos.— Respondió el rubio.

—¿Estás seguro que podrán ir?— Taichi preguntó prácticamente de la nada.

—¿Por qué preguntas eso?— Cuestionó el rubio.

—Porque, luego de lo que ocurrió no creo que Rumiko deje salir a tu guitarrista estrella ¿no crees?— Taichi le habló al rubio.

Yamato se mordió el labio inferior—No sé, no lo creo, a diferencia de lo que ocurrió con Zoe, Rumiko no se enteró de la discusión entre Takuya y Kouji, y al menos que alguien le llegue a decirle a la señora Nonaka.

Sora y Mimi intercambiaron miradas sorprendidas—¿Qué discusión?— La castaña preguntó al instante al escuchar el nombre de su hermano.

Taichi alzó una ceja— ¿Cómo? ¿No saben?

—No.— Respondieron las chicas.

—¿Qué ocurrió?— Preguntó la Tachikawa.

—Takuya y Kouji se pusieron a pelear a los golpes.— Contestó el Yagami.

—¿Cómo supieron?— Esta vez preguntó Sora.

—A mi me dijo Takuya.— Respondió Taichi.

Mimi alzó una ceja ¿por qué su hermano no se lo había dicho a ella?

—¿Y cual fue la razón de su pelea?— Preguntó la pelirroja.

—Una chica.— Respondió el Yagami.

—¿Zoe?— Cuestionó Sora.

—No.— Respondió Taichi.

—Damar.— Esta vez habló Yamato.

—¿Mi hermana?— Preguntó Mimi— ¿Qué ocurrió con ella?

—Encontró a Kouji y Damar besandose.— Respondió Yamato.

—¿Qué?— Preguntaron ambas sorprendidas y fue en ese momento donde todo tuvo sentido para la castaña, ya que, a pesar de que sus hermanos y ella eran unidos, Takuya y Damar tenían algo en particular, siempre que ellos discutian o algo así intentaban no involucrarla a ella, o viceversa cuando ella tenía problemas con su hermano o su hermana intentaban no involucrar al tercero.

—¿A Damar?— Cuestionó Sora verdaderamente sorprendida, ya que, hace poco tiempo Kouji estaba con Zoe y si hacia memoria nunca había visto que algo ocurriera entre el Minamoto y la menor de los Tachikawa.

—Así de anti-ley están esos dos.— Taichi se cruzó de brazos.

—¿Anti-ley?— Preguntaron Mimi y Sora sorprendidas.

—Si.— Contestó el castaño— Primero uno engaña al otro con su novia y luego el otro le devuelve la mano involucrandose con su hermana, se suponía que habían códigos que impedían aquello, sobretodo con los mejores amigos.— Suspiró— Y para variar, Damar es ex de Koichi y se supone que hay otro código que impide que tu hermano se involucre con tu ex-novia ¿no?

Yamato se mordió el labio inferior ante lo último, Taichi lo decía por lo que estaba ocurriendo ahora, sin embargo, él sabía que ese último código hace mucho tiempo ya se había rompido, cosa que para muchos era criticable excepto para él, porque, siempre supo que Kouji había querido a la hermana de Takuya y por respetar su amistad no se había atrevido a avanzar con ella, cosa que había sido un gran error.

—Bueno, lo de ellos fue hace mucho.— Comentó el rubio.

—Pero, eso no quita que sea grave.— Respondió Taichi— Koichi siempre ha dicho que le guarda un gran cariño a esa chica, además, Damar es hermana de Takuya, no es muy agradable ver a tu amigo con tu hermana.

—Depende, Taichi.— Contestó el Ishida— Creo que a Takuya se le pasó la mano, el igual cometió un error, no debió haberse dejado llevar por sus celos.

—Yamato tiene razón.— Esta vez habló Mimi, no quería inclinarse más por su hermano o su hermana, pero, Takuya era muy celoso y eso era algo verdaderamente estresante.

—Pero, chicos ¿no les parece extraño que derepente aparezcan en esa situación?— Preguntó Sora, no era que quería ponerse del lado del moreno, pero, no podía evitar hacerse miles de preguntas con respecto a esa situación. Sin saberlo, tanto Taichi como ella no tenían toda la información previa que tenían tanto el rubio como la castaña.

—Quizás, no sea tan extraño.— Comentó Yamato.

—¿Por qué no?— Preguntó el castaño.

—Porque, puede haber alguna explicación.

—¿Cual?— Preguntó Taichi— ¿Venganza?

Yamato suspiró, no valía la pena seguir con esa conversación Taichi nunca entendería.

—Bueno, creo que nunca llegaremos a un consenso claro porque cada uno tiene su propio punto de vista.— Comentó Mimi, no quería entrar en un debate o algo así entre ellos, finalmente, esa situación no estaba relacionada directamente con ellos, y además, necesitaba saber tanto la versión de Takuya como de Damar para saber quién tenía la razón.

—Mimi tiene razón.— Respondió el rubio.

Taichi y Sora intercambiaron miradas ¿por qué tenían la sensación de que Yamato y Mimi sabían algo más?

—Mejor volvamos al tema de la presentación de la banda.— Mimi tomó la palabra nuevamente— ¿Dónde será la fiesta?

—Será en el hotel de...

—Sora, Mimi, Taichi, Yamato.— Una voz interrumpió a Yamato y los cuatro amigos voltearon en dirección al lugar de donde provenía, encontrándose con una chica de dieciseis años cabello rubio, ojos azules, piel pálida quién llevaba una falda plizada blanca y una blusa de tirantes negra.

Taichi abrió los ojos de golpe y prácticamente sintió como el alma se le iba del cuerpo al reconocer a la ultra-mega enemiga de su hermana, la Francesa chica Deveune.

¡Oh no!

—¿Catherine?— Preguntaron Sora y Mimi sorprendidas al reconocer a la chica.

—La misma.— Respondió la rubia con una sonrisa.

Taichi se mordió el labio inferior.

¿Qué rayos hacia ella aquí?

—¡Vaya! No esperabamos verte aquí.— Musitó Mimi.

—No te veíamos desde la fiesta en la playa.— Comentó Sora haciendo memoria de que hace una semana la habían visto en el bar donde la banda de Yamato había ido a tocar.

Catherine asintió— Si, más o menos desde entonces.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Mimi, era extraño que esa chica Francesa estuviera ahí, ella había estado en el Internado hasta lo que había ocurrido esa noche del tres de Abril, luego de eso sus padres habían decidido que la chica viviera con ellos, quienes debido a su trabajo viajaban de un lugar a otro, por ende, le contrataban institutrices que le enseñaban.

—Vine a acompañar a mis padres que vinieron a matricularme.— Respondió la rubia.

—¿Qué?— Preguntaron los cuatro a coro.

—¿Regresarás al Internado?

—Si.— Contestó Catherine.

Taichi apretó su puño ante esto.

¡Esto no podía ser verdad!

~Una semana y media atrás~

Los chicos y las chicas llegaron a la fiesta, en el camino Taichi se había intentando acercar a Sora, pero, esta simplemente se había alejado hecho que se había convertido en una paliza en el corazón del Yagami.

Al llegar al lugar la fiesta ya había comenzado, Yamato y Kouji divisaron entre la multitud a los otros integrantes de la banda, las tres chicas se dirigieron a la piesta de baile, mientras Takuya y Taichi fueron a buscar algo a la barra para tomar.

—No sé, porqué, vine.— Taichi suspiró cuando llegaron a la barra con Takuya— Sora ni siquiera quiere verme y justo está aquí.

El moreno hizo una mueca— No te deprimas Yagami.— Le habló— Vinimos a divertirnos, no pienses en Sora, piensa en ti, aunque sea por un segundo, sé que esta separación es difícil, pero, de una vez por todas despierta hombre.

Taichi simplemente suspiró y volteo en dirección a la barra— No puedo, Takuya.— Bajó la mirada— Sora lo es todo.

Llevaban apróximadamente un mes separados y eso no le agradaba en lo absoluto, se sentía perdido, vacío, sin rumbo, Sora y él habían estado hace mucho tiempo juntos, no había querido a ninguna otra chica como a ella, estar lejos era una pesadilla.

Taichi observó la barra frente a él, era noche de alcohol gratis, podían tomar cualquier bebida sin pagar.

Tomó un vaso de cerveza.

—¿Seguirás tomando?— Preguntó Takuya.

—No me queda de otra.— Respondió Taichi.

El moreno rodó los ojos— Si tienes de otra.— Contestó— Dejar de tomar e irte a bañar.

—Ja, ja...—Ironizó el mayor— Muy gracioso, deja de hacer tus bro...

—¿Taichi, Takuya?— Una voz femenina interrumpió a los dos chicos y ambos al voltear se encontraron con una chica de cabello rubio, ojos azules y piel pálida quién llevaba un vestido (Vánia rojo) de espalda descubierta y unos tirantes que rodaban la parte del pecho.

El Yagami hizo una mueca y verdaderamente se sintió de muerte, Sora hace un tiempo se había comprado el mismo vestido y había disfrutado bastante sacandoselo.

¡Un minuto!

Alzó su mirada en dirección a la rubia, esa chica él la conocía.

¿Ella no era la archi-duper-mega enemiga de su hermana que estaba enamorada del idiota de Takeru?

—¿Catherine?— Takuya y él preguntaron prácticamente a coro.

—La misma.— La rubia sonrió.

—¡Vaya! Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos por última vez.— Comentó Takuya.

—Si, bastante.— Respondió Catherine— A ti te veía desde la inauguración del viñedo de mis padres allá en Nueva York hace un año.

Takuya asintió.

La rubia volteo hacia el Yagami— Y a ti no te veía desde el cumpleaños de Sora.

Taichi hizo una mueca ¿por qué todos le recordaban a ella?— Si, más o menos.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Takuya— ¿No deberías estar en Francia con tus abuelos?

—Debía, pero, a mi padre se presentó un nuevo negocio aquí en Japón, entonces, nos vinimos con mi madre y él hasta acá.— Respondió la rubia.

—Ah~ entiendo.— Habló Takuya— ¿Eso significará que regresarás al Internado?

—No estoy segura.— Respondió Catherine— Ya saben, que a mis padres no les agrada mucho la directora Nonaka.— Volteo hacia el Yagami— Pero, ojalá regrese, los extraño a todos, sobretodo a Takeru.

Taichi rió para sus adentros, ojalá el rubio pudiera decir lo mismo, pero, era tan macabeo que dudaba que era casi imposible que él se le acercara a ella si regresaba al Internado, porque, a Hikari no le agradaba.

Fue así como hablaron un poco más hasta la chica decidió ir a saludar a Sora, Mimi y Zoe, quienes se encontraban en la pista de baile. Taichi simplemente siguió tomando, no soportaba ver a la Takenouchi tan lejos de él, bailando de vez en cuando con otros chicos que de seguro ni conocía.

Suspiró.

En un minuto dado pudo divisar que por al entrada ingresaba Hikari junto a sus amigos y novio. Hizo una mueca.

¡Genial!

Lo que le faltaba.

El sufrimiento comenzó a crecer, porque, no sólo veía que Sora feliz sin él si no que veía que todos eran felices y sin él, cosa que lo hacia sentir extremadamente idiota y excluido, se sentía una escoria.

Varios minutos habían pasado cuando Taichi tomó su cerveza número diez ya en esa noche, lógicamente sin contar las que se había tomado en la tarde. Suspiró y levantó su mirada donde Takeru e Hikari bailaban feliz de la vida como si nada más hubiera que ellos dos, luego volteo en dirección a Sora que estaba junto a Mimi y...No pudo evitar sentirse miserable.

De un momento a otro había alejado a las dos mujeres más importantes de su vida.

Ahora estaba más solo que Daisuke Motomiya (¡Y eso es mucho decir!)

—¡Hey! Taichi.— Takuya lo llamó.

Taichi volteo— ¿Si?

Takuya hizo una mueca— Deja eso.— Señaló la cerveza— Vas por la número veinte en este día y hueles terrible.

—Dejame Takuya.— Contestó el Yagami antes de voltear en dirección a la salida— Necesito llorar mis penas tranquilo.— Y sin decir más, comenzó a caminar en dirección a la puerta.

—¿Adonde vas?— Preguntó el moreno preocupado.

—A tomar aire, ya vuelvo.— Contestó Taichi y sin decir más, salió del lugar.

Se sentía mal, muy mal.

Salió en dirección a la playa y caminó un poco, no sabía hacia donde o por donde iba, pero, en un minuto dado sintió que chocaba con alguien.

Rápidamente bajó la mirada y se sorprendió al encontrarse con la rubia de hace unos momentos.

—Catherine, lo siento, no me di cuenta por donde iba.— Se lamentó al verla en el suelo.

La rubia hizo una mueca— No te preocupes.— Respondió.

Taichi le extendió la mano y la chica la recibió para levantarse.

—¿Qué haces aquí? ¿no estabas disfrutando de la fiesta?— Preguntó el Yagami.

—Estaba, decidí salir a tomar un poco de aire.— Contestó la rubia— Mi amiga con la cual vine a la fiesta se encontró con un chico, y pues, se me perdieron, bueno, ya te imaginarás en qué, asi que, decidí retirarme.

Ya te imaginarás en que.

Hizo una mueca. Cuando Sora y él se perdían era porque querían intimar o algo así.

—¿Y tú?— Preguntó la rubia— ¿No estabas disfrutando la fiesta también?

Taichi hizo una mueca ante esto— Bu-bueno, algo así.— Respondió— Disfrutando, no estoy seguro, pero, si estaba en la fiesta y me aburrí, así que, decidí irme.

—¿Cómo que no estabas disfrutando? A ti te gustaban las fiestas ¿no?— Comentó la oji-azul, ya que, esa era la gran fama que tenía el Yagami con su grupo de amigos.

—Si, pero, la verdad es que me estaba aburriendo.— Contestó Taichi y llevó una mano a su bolsillo buscando un cigarro, pero, en ese minuto recordó que Kouji le había votado la cajetilla al basurero.

Suspiró.

¡Genial!

—Oye, Catherine ¿tienes cigarros?— Preguntó el castaño.

La rubia negó con la cabeza— ¡Iugh!— Exclamó— Claro que no.

Taichi hizo una mueca— ¿Sabes si hay algún lugar donde vendan?

—En el bar deben haber.— Respondió la rubia.

—No quiero ir hasta allá.— Comentó el castaño— ¿Sabes si hay otro lugar?

—Si, en el hotel que tienen mis padres frente al bar venden en la parte del casino cigarros.— Contestó la oji-azul— Pero, no creo que sea bueno, digo, el humo hace mal para los pulmones.

—No me importa, lo único que quiero es fumar.— Respondió el castaño.

Catherine simplemente suspiró ¿por qué se afanaban tanto en ese tipo de cosas estos chicos?

—Vamos, ven conmigo.— Le habló la chica antes de comenzar a caminar en dirección al hotel.

Taichi simplemente siguió a la chica en dirección al hotel que quedaba a unos cuantos metros más allá de donde estaban. Al principio la caminata fue silenciosa, él de vez en cuando la mirada a ella y la chica de vez en cuando lo observaba.

—Así que, Sora y tú terminaron.— Comentó la rubia rompiendo el silencio.

Taichi alzó una ceja sorprendido y volteo hacia ella— ¿Cómo lo sabes?

—Porque, ella me lo comentó en la fiesta.— Respondió la oji-azul.

Taichi hizo una mueca, era normal que pronto esa noticia se comenzara a propagar más, cosa que le molestaba totalmente, pero, que iba a ocurrir, Sora ya no era suya, ni él de ella.

—Si, tristemente terminamos.— Comentó el chico.

Catherine hizo una mueca— ¡Que lastima! Ustedes estaban juntos hace mucho.

Taichi asintió— Si.— Suspiró— Pero ¿sabes? No quiero hablar de eso.

Ambos chicos llegaron a la entrada del hotel e ingresaron a aquel lugar. Taichi observó la parte principal, seguía siendo lujosa, pero, a la vez acogedora, otra veces había estado ahí con sus padres o una vez con Sora, no era algo nuevo, era el mejor hotel de playa para aquellos que no les gustaba tener cabañas como los Ishida.

—Ven, vamos al casino.— Catherine le señaló una entrada hacia un lugar en donde habían mesas, asientos y una larga barra con alcoholes.

El Yagami y ella se acercaron a la barra.

—Señorita Catherine.— Un chico de unos veinte años, ojos verdes y cabello negro saludó a la chica— Se ve hermosa esta noche.

La rubia sonrió— Muchas gracias.

—Dígame ¿qué quiere para tomar esta noche?— Preguntó el chico.

—Quiero dos copas de vino y una cajetilla de cigarros.— Respondió la rubia.

—Enseguida se lo traigo señorita.— Respondió el chico.

Taichi alzó una ceja y volteo hacia la rubia— ¿Dos copas de vino?— Preguntó— Solo venía por una cajetilla de cigarros.

—Lo sé.— Respondió la chica— Pero, no puedo ser tan desubicada y no invitarte aunque sea a una copa del vino que trae mi familia ¿no?

Bueno, si lo ponía así entonces no se iba a negar, la familia de Catherine era dueña de una carisima y lujosa empresa de vinos que aparte de ser deliciosos eran fuertes ¡perfectos para olvidar una pena de amor!

El chico no demoró en llegar con las copas y la cajetilla. La rubia no demoró más y tomó una copa para saborear el líquido oscuro.

Taichi alzó una ceja y observó a la chica— No sabía que tomabas.— No pudo evitar comentar, si algo caracterizaba a esa rubia era ser tan inocente como Hikari.

—Bueno, eso era hasta hace un año.— Respondió la chica— No iba a estar toda mi adolescencia viendo como otros se divertían tomando y yo no.

Buen punto.

El Yagami tomó una copa entre sus manos y le dio un sorbo.

Abrió los ojos de golpe ante el líquido, no solo tenía mucho alcohol, si no que, era extremadamente dulce. Le dio otro sorbo más.

—¿Te gustó?— Preguntó la rubia.

—Si.— Respondió el castaño— Está buenísimo.

Catherine sonrió— Que bueno que te gustara.— Dijo antes de darle otro sorbo.

Taichi hizo lo mismo.

—¿Sabes? Aunque, me sorprenda que Sora y tú hayan terminado, creo que es lo mejor ¿no?— Comentó la rubia.

El Yagami alzó una ceja— ¿Por qué dices eso?— Preguntó confundido antes de darle otro sorbo a su vino.

—Porque, han estado desde súper pequeños juntos.— Respondió la rubia— ¿Tú creias enserio que el amor de los quince iba a ser el amor para toda tu vida?

Taichi se mordió el labio inferior ante esto, él nunca había cuestionado aquello, ya que, siempre creyó que Sora sería la única chica en su vida, lo había sido hasta ese minuto, nunca había tenido relaciones con otra chica más que con ella, a diferencia de sus amigos que se habían follado a gran parte del Internado solo por diversión cuando apenas tenían quince años.

Suspiró.

Llevó la copa de vino a sus labios y tomó de una bocada todo el líquido que le quedaba. Cerró los ojos al sentir como todo le daba vueltas por unos minutos.

Nuevamente suspiró.

Abrió los ojos y dejó la copa sobre la barra.

—Por un minuto lo pensé.— Comentó Taichi— Pero, al parecer me equivoque.

—¿Y no te parece un tanto aburrido?— Preguntó la rubia— Digo ¿no te daban ganas de ver si había otra posibilidad?

—¿A que te refieres?— Cuestionó el Yagami.

—Pues, a que quizás habían más sirenas en el oceano que tal vez podían hacerte más feliz que ella...— Respondió la rubia antes de darle el último sorbo a su vino, para luego voltear el chico de la barra— Ai, dos copas más, por favor.

—Enseguida.— El chico se alejó a buscar más copas.

Taichi simplemente bajó la mirada pensando en lo que había dicho la chica, la verdad es que siempre habían chicas que se les acercaban y querían tener algo con él, pero, siempre había sido fiel a Sora— Bueno, cuando uno está enamorado solo piensa en esa persona.

—¿Y nunca pensaste en que quizás podía no ser la persona correcta?— Preguntó Catherine.

El chico de ojos verdes llegó con otras copas.

Taichi tomó una copa y le dio un sorbo pensando en la pregunta de la rubia— Cuando estás en una relación no te detienes a pensar en eso.

Catherine le dio un sorbo a su vino.

—Pero, ahora que lo dices, no estoy seguro si pueda decir que Sora es la persona correcta para mi, ni yo para ella.— Tomó otro sorbo, Catherine hizo lo mismo y unos segundos de silencio se hicieron presentes, segundos que esta vez el Yagami decidió responder— ¿Y que ocurre contigo Catherine?

—¿Conmigo?

—La última vez que nos vimos tu aún morías por el idiota de Takeru.— Musitó el castaño.

La rubia hizo una mueca y le dio un sorbo a su vino— Bueno, eso ya es un tema un tanto superado para mi.— Suspiró— Él está obsesionado con tu hermana, y pues, yo no tengo nada que hacer ahí.

Taichi hizo una mueca— Pero ¿aún lo quieres?

—La verdad es que no estoy segura, por mucho tiempo me gustó, pero, luego de darme cuenta en que nunca se fijaría en alguien como yo perdí las esperanzas, no se si lo quiero, ya que, es una palabra muy fuerte, aún así, no quiero saber de él.— Respondió Catherine.

—Muy bien, Catherine.— Musitó el castaño— Eres una chica muy linda como para andar sufriendo por un chico como él cuando hay miles de chicos detrás de ti que muere por tener una cita contigo.

La rubia alzó una ceja— ¿Enserio crees que soy linda?

—Claro.— Respondió el Yagami antes de tomar varios sorbos del vino y luego dejar la copa vacia sobre la barra— El que dice que no estaría ciego, a puesto a que cualquier chico caería ante tus pies.

—¿Tú crees?— La rubia alzó una ceja llevando la copa hacia sus labios.

—Obvio.— Contestó Taichi— Hasta yo podría caer a tus pies.

Catherine entrecerró los ojos pensativa y pasó la yema de sus dedos por el borde de la copa— Lo dudo, un chico tan guapo como tú nunca estaría con alguien como yo.

—No digas tonterías, tan solo mírate, eres jodidamente sexy, cualquiera caería ante ti.

Catherine sonrió de lado— Interesante.— Comentó antes de darle un último sorbo a su copa.

Taichi tomó la cajetilla que todavía seguía sobre la barra y sacó una cigarro.

—No pensarás en fumar aquí dentro ¿no?— Comentó la rubia.

El castaño alzó una ceja— ¿No se puede?

—No.— Contestó la rubia— Pero, yo sé de un lugar donde puedes fumar.

La chica lo tomó de la mano, salieron del casino y caminaron en dirección a una pequeña terraza que tenía unos asientos y estaba solitaría, a la vez oscura, habían asientos, unos sofás, una sillas.

Ambos salieron y Taichi prendió el cigarro.

—Linda terraza, nunca había estado aquí.

Catherine sonrió— Es la terraza V.I.P solo los dueños o sus hijos podemos estar aquí.

—Verdaderamente no sé como puedes fumar.— Musitó la chica.

—Es una buena forma de apaciguar el estrés.— Comentó el castaño tomando asiento.

—¿A si?— Preguntó la rubia sentandose en una silla— A mi me habían contado que existían mejores formas de apaciguar el estrés.— Dijo mientras se cruzaba de piernas dejando ver cierta parte de sus muslos.

—¿Qué tipo de cosas?— Cuestionó el castaño.

—El deporte, cantar, bailar o...

—¿O?

—El sexo.— Respondió la rubia.

Taichi rió levemente ante esto, esta chica tenía una cara de virgen y santa, así que, era chistoso escucharla decir eso— Bueno, para algunos si lo es, pero, para otros no tanto.

Catherine se cruzó de brazos— ¿Por qué te ries?

—Por nada.— Respondió el castaño y rió nuevamente.

La rubia alzó una ceja— Dime, enserio ¿por qué dices eso?

Taichi se mordió el labio inferior y rió nuevamente— Te ofenderías si te lo dijera.

—Anda, dímelo.— Animó la chica.

El castaño suspiró— Bueno, es que, tu lo dices, pero, dudo que alguna vez lo hayas intentado.

—¿Por qué lo dices?— Preguntó la rubia.

—Porque, es obvio.— Respondió el Yagami— Tienes el rostro de una dulce y tierna virgen niña.

Catherine ladeo la cabeza— Ya no soy una niña.

—Lo sé, pero, si eres pura.

—¿Y si así fuera qué?— Preguntó la rubia.

—¿Qué no es obvio?— Cuestionó el castaño— No podrías hablar de que el sexo desestresa cuando nunca lo has probado.

—¿Y tú si lo has probado?— Preguntó la chica.

—Si y varias veces.

—¿Con Sora? ¿no?

Taichi suspiró y apagó el cigarro— Si.

—¿Y nunca has intentado hacerlo con otra?— Preguntó la rubia.

—Estaba de novio, así que, no pensaba en serle infiel a mi novia.

—Pero, ahora estás soltero.— Respondió Catherine— Podrías probarlo facilmente con otra.

Taichi suspiró, la verdad es que no podía pensar en otra chica que no fuera Sora— Prefiero desestresarme fumando o tomando.

—¿Por qué? ¿son mejores?

—No, pero, en mi caso fumar o tomar son lo único que puedo hacer.— Respondió el Yagami— Aunque, sé que el sexo es mil veces mejor.

—¿A si?— Preguntó la rubia sonriendo de una forma traviesa y observó al chico de pies a cabeza— ¿Y que tal si me lo demuestra mejor?

—¿Yo?— Preguntó el castaño— ¿Cómo?

La rubia se levantó de su sofá y de una forma bastante atrevida se sentó sobre las piernas del Yagami— Follandome de una vez.

¿Qué?

El vestido rojo de la chica subieron sobre los muslos de la rubia y esta unió sus labios con los del Yagami de una forma bastante sorprensiva para él, ya que, no fue un beso tierno, si suave, pero, le sorprendió que la chica besara tan bien, le mordió el labio inferior.

Taichi simplemente cerró sus ojos y la chica tomó sus manos para que recorrieran su cuerpo.

¡Rayos!

La chica llevaba un vestido tan descubierto que sintió su piel desnuda y hasta pudo rosar en un minutos el contorno de sus pechos.

—No, Catherine, no.— Taichi habló.

—Oh, vamos Yagami.— La chica besó su cuello y luego subió a sus labios para besarlos— Dime ¿hace cuanto no sientes los brazos de una chica?

Bueno, desde que Sora había terminado con él.

La rubia besó nuevamente su cuelo y esta vez subió un poco su vestido— Dejate llevar.— Le susurró en el oido.

Taichi cerró los ojos— No, no puedo.— Habló entrecortado.

—No te sientas mal.— Habló la rubia— Sora ya te dejó.— Besó sus labios.

Taichi abrió los ojos, apretó sus puños, no quería tocar, pero, era casi imposible, la chica tenía un cuerpo delicado y pequeño, pero, muy deseable.

—¡Vamos!— Exclamó la rubia abriendo su cinturón, el cierre de su pantalón y bajó su boxer para acariciar su miembro— Follame de una vez.

El castaño se mordió el labio inferior, hace bastante no tenía relaciones, Sora lo había dejado y con nadie más había estado de esa forma. O mejor dicho nunca antes había estado así conotra chica que no fuera la Takenouchi. La chica apretó su miembro y un gemido ronco salió de sus labios.

¡Rayos!

Los cautivadores labios de la rubia besaron nuevamente su cuello y nuevamente besó sus labios.

Taichi no sabía que hacer, tenía a la chica sobre él, con sus suaves piernas sobre él, le estaba dando caricias que solo Sora le había dado y pues...

No sabía que hacer.

La chica nuevamente apretó su miembro y otro gemido ronco salío de él, nuevamente ocurrió esto y gimió de nuevo.

¡Rayos!

Se estaba sintiendo bien.

Las palmas de sus manos se posaron en sus suaves piernas.

—Vamos, follame.— Musitó la chica sobre sus labios.

Taichi se mordió el labio inferior y no pudo evitar corresponderle el beso que la chica le dio. Sus manos se aventuraron en su silueta ¡Vaya! era agradable todo su cuerpo.

La chica mordió el labio inferior y jaló de él.

Las manos de Taichi bajaron hasta su trasero, tenía un buen atributo que eran sus gluteos debía admitirlo.

Suspiró.

Tenía labios suaves debía admitirlo, al igual que su piel, pasó sus manos por su espalda.

La rubia se acercó a su oido— Quizás, Sora está disfrutando en brazos de otro y tú estás sufriendo.

El castaño se mordió el labio inferior, eso podía ser verdad, pero, no estaba seguro.

La chica volvió a besar sus labios y luego se acercó a su oído— Olvidala.— Animó.

Taichi respiró agitado ¡Rayos! Si necesitaba olvidarla y esa chica estaba logrando que su entrepierna se comenzara a mojar. Sus labios se sentían calidos y agradables.

La observó, debía admitir tenía buen cuerpo.

La chica alzó su pecho en dirección al rostro del chico.

Taichi sintió sus labios cerca de ese escote.

¡Rayos!

Tenía unas curvas pronunciadas, Sora en ese aspecto tenía menos, sus atributos eran traseros, pero, los de esta chica eran delanteros.

Taichi subió sus manos hacia el pecho de la rubia y los acaricio provocando que esta gimiera de una forma delicada.

—Ah~

Los masajeo.

Tenía un aroma exquisito a uvas y daban ganas de probarlos.

Se acercó, sacó su lengua y mojó levemente esa parte de su piel.

Catherine sonrió, lo estaba cautivando, acarició su cabello.

El chico besó sus pechos y los chupo.

El castaño alzó la mirada.

—Imaginate que soy ella.— Susurró la chica.

¿Imaginar que era Sora?

—¿Nadie se va a enterar?— Preguntó el Yagami rosando sus labios.

—Nadie.— Respondió la rubia.

Taichi se mordió el labio inferior, bueno, Sora ya no estaba con él así que ¿por qué no?

Sin decir más, ambos se unieron en un apasionado beso mientras recorrían el cuerpo del otro. La rubia tenía buenas curvas, debía admitirlo, pero, Sora tenía mejores.

Catherine no demoró en desabrochar su camisa y besó su abdomen, el castaño acarició sus piernas, tenía una piel suave, no mejor que Sora, pero, pasable. La chica besó su cuello, las manos de Taichi subieron por su cuerpo, en un minuto llegó hasta los tirantes del vestido y desabrochó el nudo.

El vestido cayó y sus labios se aventuraron en los pechos de la chica, los lamió y luego los mordió.

—Ah~

Gimió.

—Ah~

La chica bajó sus manos hacia su miembro y lo acarició, gemidos por parte de ambos se hicieron presentes en aquel lugar.

El chico bajó sus manos hacia sus bragas bajó el vestido, no se lo quitaría entero, ya que, si alguien llegaba no se vería bien.

—Eres virgen, no quieres que esto sea así.— Habló el castaño.

—No importa.— La chica mordió su cuello y luego bajó su mirada hacia el miembro del chico— Correré el riesgo.

xxx

Catherine gimió mientras Taichi la embestía, pero, este no parecía disfrutarlo del todo.

Los gemidos de Sora eran mucho mejores.

La embistió un par de veces más, debía admitir que en la intimidad la rubia tenía un buen rostro, pero, hubiera preferido mil veces ver a Sora en esa posición y...

¡Rayos!

La había jodido de nuevo.

Ambos cayeron rendidos sobre el sofá con la respiración agitada.

Taichi observó el techo de la terraza totalmente espantado.

¿Qué rayos había hecho?

¡No!

Ahora Sora verdaderamente no lo perdonaría.

Volteo hacia la rubia, esta simplemente se tapó con su vestido y cerró sus ojos.

Taichi se mordió el labio inferior.

¡Rayos!

¡Rayos!

¡Rayos!

Se levantó del sofá y rápidamente buscó su ropa, se vistió lo más rápido para salir de aquel lugar corriendo. Salió del hotel y observó la noche nocturna. Se tomó del cabello y miles de lágrimas cayeron por su rostro.

¡No podía creer lo que había hecho!

¡Claro que no!

¡Había engañado a Sora!

Caminó en dirección a la orilla del mar y se dejó caer en la arena.

Se sentía decepcionado, sin duda ¿de quién? de él mismo.

~Actualidad~


—¿Irás a clases?— Rika le preguntó a Kouji mientras salían del Internado.

—Si.— Respondió el Minamoto— Ahora en la tarde tengo examen y no quiero faltar.

La pelirroja observó atentamente al oji-azul, no se le notaba mucho en el rostro que había tenido una pelea, afortunadamente— Prometeme que si te encuentras con Takuya no se pondrán a pelear ¿si?

Kouji asintió— Tranquila, intentaré evitar los problemas con él.

—Muy bien.— Rika sonrió y se acercó al chico para brindarle un abrazo, acto que sorprendió al Minamoto en gran medida ¿desde cuando la pelirroja tenía ese tipo de afectos? Bueno, luego de ayer entendía que estaba sensible. No lo dudó más y le correspondió el gesto.

(P.O.V de Rika)

No sé si esté bien o mal, pero, por el momento no le diré ni a Kouji ni a Koichi sobre lo ocurrido, sé que debo pedirles perdón, sobre todo a Kouji, porque, ha sido al que más he hecho sufrir, sin embargo él tiene sus propios problemas, ahora tiene todo este lío con Takuya y no quiero colapsarlo emocionalmente.

—¿Nos vemos después?— Le pregunté al alejarme de él.

Kouji asintió— Si.— Respondió y sin decir más, se encaminó en dirección a la Universidad mientras que yo me encaminé en dirección a la preparatoria.

Me pregunto ¿donde estará Damar? Luego de lo que ocurrió no la he visto.

¡Bip, bip!

Alcé mi móvil y no pude evitar reír.

Hablando de la reina de Roma.

(De: Damar)
¿Irás a clases?

Teclé mi móvil.

(De:Rika)
Si ¿y tú?

A los pocos minutos mi amiga respondió.

(De: Damar)
Si, nos vemos ahí.

Guardé mi móvil en mi short y comencé a caminar nuevamente.

—Rika...—Una voz familiar llamó mi atención y al voltear me encontré con Hikari, Takeru y Takato.

—Chicos.

—¡Hasta que por fin te encontramos!— Exclamó Hikari aliviada acercandose a mi— ¿Dónde estabas?

—¿Estás bien?— Preguntó Takato.

—¿Por qué no fuiste a clases?— Cuestionó Takeru.

—Hey, son muchas preguntas.— Mencioné levemente— Por favor, que hable uno a la vez.

Los tres intercambiaron miradas.

—Lo sentimos.— Comentó Takeru—Pero, estábamos preocupados por ti.

—No te encontrábamos por ningún lado.— Habló esta vez Takato— Pensamos que te había ocurrido algo.

Me mordí el labio inferior, en otros momentos esa preocupación hubiera sido molesta para mi, pero, luego de lo que había ocurrido ayer entendía que estuvieran intranquilos—Disculpen si los preocupé.—Musité— Pero, se presentó una situación que ameritó que faltara a las primeras horas de clases.

—¿Qué situación?— Preguntó el castaño— ¿Te ocurrió algo? ¿estás bien?

Asentí— Si, yo estoy bien, no te preocupes.— Respondió— Fue una situación ajena a mi, pero, tuve que ayudar. Aún así, no se preocupen, todo está bien.

—¿Segura?— Preguntó Hikari.

—Segura.— Respondí— ¿Vamos a clases?— Si, yo pregunté eso.

Los tres nuevamente intercambiaron miradas extrañados.

—¿E? Está...—Takeru alzó una ceja— ¿Bien?

Sonreí levemente, entendía la extrañesa en sus rostros, ya que, nunca me ha gustado la preparatoria, pero, si hay algo que no quiero ahora es tener problemas con mi madre y sé que si falto tendré contratiempos con ella.

(Fin P.O.V de Rika)

Los cuatro amigos continuaron caminando en dirección a la preparatoria, pero, la pelirroja no pudo evitar parar en seco al divisar a cierta chica rubia de ojos azules en aquel lugar.

—Un minuto...—Habló Rika y alzó su mano— ¿Esa chica no es Catherine?

—¿Catherine?— Preguntó Takeru sorprendido y tanto la mirada del rubio como la de los castaños se posaron en el lugar que señalaba la pelirroja.

¡Ay no!

Pensó Hikari al ver a aquella chica. Takeru simplemente comenzó a maldecir a los mil vientos ¿por qué esa chica estaba ahí? No es que a él no le agradara, pero, cuando esa chica se acercaba a él siempre terminaba teniendo problemas con la Yagami.

—¿Qué hace ella aquí?— Preguntó Hikari molesta.

—¿Ella?— Cuestionó el Matsuki observando a la chica— ¿Ella no es esa chica que estaba en la fiesta de playa?

La Yagami apretó su puño— Si.— Respondió— La misma.

Rika no pudo evitar notar el entrecejo fruncido de su amiga, no era algo que le sorprendía, si había alguien a quién detestaba con toda su vida era a Catherine ¿Por qué? Porque, esa chica andaba tras Takeru, y pues, esa chica estuvo apunto de quitarselo cuando estaban en primaria, bueno, en realidad eso era lo que el rubio le había hecho creer a la castaña, ya que, simplemente había usado a la oji-azul para darle celos a Hikari quién parecía tenerlo mucho en la friendzone.

—¿E? ¿Qué tal si vamos a clases mejor?— Preguntó Takeru un tanto nervioso.

—¡Si! Miren la hora.— Rika observó su reloj de pulsera— El receso está terminando y no quiero faltar a las clases de la tarde.— Mintió descaradamente, generalmente le daba lo mismo ir a clases, pero, prefería mil veces estar en eso, antes de ver a Hikari molesta por la presencia de la Francesa.

Takato simplemente asintió sin entender la actitud -evidentemente- nerviosa de la pelirroja y el rubio, además, de la cara de molestia de la castaña, pero, bueno, lo mejor era ir a clases. Los cuatro caminaron en dirección a la preparatoria, ingresaron a ese edificio y en un punto determinado se separaron para ir cada quién a su clase.

—¿Nos vemos después de clases en la cafetería para comer donas?— Preguntó Takato.

—Suena bien.— Exclamó el rubio sonriendo.

—¡Wuaj! Donas.— Rika hizo una mueca.

—Oye, son buenas...— Takato le comentó a la pelirroja.

—Son ¡pésimas!—Respondió la Nonaka.

—Para ti, todo lo dulce es malo.— Comentó el castaño mientras ambos se alejaban de Takeru e Hikari en dirección a su salón.

—No es que sea malo, pero, sí muy empalagoso.— Contestó Rika— Aunque, bueno, siempre hay excepciones.

—¿Excepciones?— Preguntó Takato.

—Tú eres dulce y no me desagradas tanto como una dona.— Comentó la pelirroja casi sin pensar.

Takato alzó una ceja— ¿Me encuentras dulce?

¡Rayos!

Rika se mordió el labio inferior, había hecho ese comentario sin pensar.

—¿E? Pues...— Habló un tanto nerviosa— Algo, algo dulce eres.— Respondió antes de ingresar al salón de clases.

Mientras tanto con Hikari y Takeru.

—Takeru Ishida, escuchame bien.— Habló la castaña seriamente— No sé que haya venido a hacer esa rubia aquí, no sé si regresará al Internado o si viene solo a vistar, pero, sea como sea ¡Ni se te ocurra acercarte a saludar a esa chica!— La castaña le advirtió al oji-azul.

—¿E?— Balbuceo el rubio— ¿Es mi idea o estás celosa?

—Tu sabes que lo estoy.— Respondió la Yagami sin rodeos— Y tengo mis motivos.

Takeru tragó saliva nervioso al ver la mirada enfadada de la castaña, tristemente él había provocado que la Yagami tuviera cierto descontento con Catherine, así que, mejor era quedarse callado.

—Tranquila cariño.— Se acercó a ella— Yo estoy contigo, no tienes que estar celosa.


Taichi ingresó al Internado bastante molesto.

¿Dónde estaba su cabeza esa mañana?

Se le había quedado el portafolio en el departamento y debía entregar un trabajo super importante.

Suspiró.

Este día no estaba saliendo del todo bien.

Avanzó en dirección a las escaleras, pero, antes de llegar ahí una mano lo agarró por la muñeca.

—¡Hey! Yagami.— Una voz llamó su atención y al voltear se encontró con...

¡Rayos!

¡No!

Se detuvo en seco al divisar a cierta chica rubia de ojos azules con la cual se había encontrado anteriormente.

—Catherine.— Musitó su nombre.

—La misma.— Respondió la rubia.

¡No, no, no!

¿Por qué?

¿Han querido alguna vez que los trague la tierra?

Pues en ese minuto Taichi quiso aquello.

—Así que ¿regresaste con la idiota de Sora?— Preguntó la rubia.

Taichi se mordió el labio inferior y verdaderamente se sintió idiota, imbecil, estúpido. Suspiró, había estado hace varias semanas ignorando cualquier llamado o mensaje de esa chica, pero, al parecer no podría escapar más de ella.

—Ahora entiendo porque no me respondías ni las llamadas, ni los mensajes.— Comentó la rubia.

—Catherine, por favor, no sigas molestandome.— Le habló el Yagami.

La rubia hizo una mueca— ¿Qué no te siga molestando?—Preguntó con ironía— Verdaderamente eres un poco hombre Taichi.— Alzó su móvil— Te he enviado cientos y cientos de mensajes desde aquella noche, como una idiota ¿tanto te costaba decirme que habías regresado con Sora?— Se cruzó de brazos— Si lo hubieras hecho probablemente hubiera dejado de insistir contigo.

Taichi se mordió el labio inferior— Bu-bueno, es que, regresamos no hace más de dos días.

La rubia observó atentamente al chico e hizo una mueca. Sora y él nuevamente estaban de novios.

Debió haberlo imaginado.

Bajó la mirada.

Verdaderamente había sido una idiota al creer que tendría una oportunidad con el Yagami.

Ellos dos se querían, siempre lo habían hecho desde que eran pequeños, nadie jamás había logrado interesarle a Taichi como Sora, a pesar de que tenía miles de chicas tras él. Entre esas chicas...

Estaba ella.

Suspiró.

No quería sentirse mal, pero, era difícil, hiper mega duper enrevesado.

Toda su vida Taichi Yagami había sido su amor platónico, desde que lo había conocido le había gustado, aunque este no pareció registrarla mucho, ya que, era mucho más pequeña, además, porque estaba con Sora. Habían sido varios años de enamoramiento, pero, finalmente, se había dado cuenta que era imposible se había dado por vencida y se había interesado levemente por el rubio -ahora- novio de su hermana.

Aún así, luego de lo que había ocurrido esa vez en la playa, al saber que Sora y él habían terminado creyó tener una oportunidad ¡Claro! Siempre tan ilusa.

—¿Por qué regresaron?— No pudo evitar preguntar— ¿No que ella te odiaba?

—No me odiaba.— Respondió Taichi— Simplemente estabamos peleados y ahora solucionamos las cosas.

—¿Así de simple?— La rubia alzó la mirada.

—Bueno, eso es tema de nosotros.— Respondió el Yagami.

La oji-azul apretó su puño— ¿y no te ibas a dignar nunca a contarme aquello?

—Catherine, por favor, no me reproches.

—¿Cómo quieres que no te reproche?— Preguntó la rubia— Me cogiste y simplemente te fuiste.— Habló Catherine— Ni siquiera te despediste y ahora me entero que volviste con Sora como si nada.

Taichi se mordió el labio inferior, él se había ido, porque, le había dado un colapso nervioso ¡había engañado a Sora! Eso lo hacia sentir terrible.

—Lo que ocurrió entre nosotros fue solo esa vez Catherine, yo estaba triste, y pues, ocurrió, pero, ahora las cosas entre Sora y yo mejoraron, no quiero tener líos.

¡Ouch!

Dolía escuchar aquello.

—Verdaderamente debes estar loco Taichi ¿cómo volver con ella luego de que te hizo sufrir?

—La amo, Catherine.

—Si la amaras tanto como dices no te hubieras metido conmigo.— Musitó molesta—Verdaderamente no pensé que serías tan idiota como para volver con esa tipa, dime ¿ya le dijiste que te acostaste conmigo?

Taichi se mordió el labio inferior, era demasiado lógico que no le diría a Sora, lo único que quería era estar con ella y no lo arruinaría diciendole algo como eso.

—Por tu silencio diría que no.— Respondió la chica cruzandose de brazos.

—T-tú no vas a decirle ¿cierto?— Habló el Yagami.

Catherine sonrió de lado— ¿Por qué? ¿Te da miedo que lo sepa?— Preguntó la rubia.

El Yagami rodó los ojos, obviamente que no le gustaría que le dijera— Claro, recién regresamos, no quiero arruinarlo.

—Pero, relativamente no la engañaste del todo, ustedes ya no estaban juntos.

—Aún así, a ella no le gustaría saberlo.

La rubia hizo una mueca, verdaderamente este chico estaba manipulado por esa pelirroja, algo que sin duda era frustrante.

—Catherine, no quiero tener problemas.— Habló el castaño— Por favor, haz como si eso nunca hubiera ocurrido.

¿Hacer como si eso nunca hubiera ocurrido?

Era casi imposible, Taichi le había quitado la inocencia y no es que se lo reprochara, pero, era difícil olvidar que el chico que siempre quisiste tuvo algo contigo. Podía ser que el Yagami tenía algo con Sora, pero, para ella siempre había sido un chico genial, lo quería y de verdad. Cosa que nunca admitiría, porque, evidentemente no sentía lo mismo.

—Te odio Yagami.— Fue lo único que dijo antes de alejarse de él totalmente molesta.


Nene sonrió ante lo que había escuchado, así que, esa chica había tenido algo con Taichi, novio de la mejor amiga de la idiota de Zoe. Llevó una mano a su mentón ¿cuanto provecho podría sacarle a esa situación?


~Horas después~


—Takuya verdaderamente se está pasando de la línea.— Musitó Mimi un tanto molesta por lo que le había dicho su hermana. Sabía que su hermano era celoso, pero, ya estaba actuando como Taichi y eso no le agradaba en lo absoluto.

Damar asintió y mientras se observaba al espejo arreglando su top de encaje ribete negro con mangas cortas.

—¿Cómo actuar de esa forma tan posesiva?— Preguntó la mayor— Tú sabes perfectamente lo que haces.

—Lo sé, pero, él no cree eso.— Contestó Damar—Cree que puede controlar mi vida.— Rodó los ojos molesta.

Mimi suspiró— ¡Que estresante!— Exclamó— Tendré que hablar con él, no es justo que haya golpeado a Kouji por el simple hecho de haberte besado, puede ser que crea que lo está haciendo por enfado a causa del engaño, pero, él sabe que Kouji es un chico serio, no haría eso, mucho menos cuando es evidente que te quiere.

Damar simplemente suspiró— ¿Sabes? Lo peor de todo no es que se haya agarrado a golpes, lo peor es que cree que puede darme ordenes, cuando él sabe que yo no las obedeceré.— Habló— Prácticamente se está volviendo un doble de Taichi, pero, a diferencia de Hikari, yo nunca me he sometido a lo que mi hermano dice y tampoco lo haré ahora, él no es quién para mandarme.

Mimi suspiró— Bueno, igual en cierto modo entiendo que se comporte así, tu eres nuestra hermana pequeña, él siempre te verá como su niña y quedrá protegerte, aunque, bueno, en este caso creo que debería protegerte de él mismo, ya que, Takuya es quién está actuando mal.

—Ya no soy una niña.— Musitó Damar.

Mimi se mordió el labio inferior, bueno eso era verdad, pero, para Takuya y ella siempre sería su niña, era la menor de ellos.

Damar volteo hacia su hermana— Oye ¿cómo se me ve este conjunto?— No pudo evitar preguntar, ya que, sentía que algo no cuadraba.

Mimi observó detenidamente a su hermana, se veía bien, pero, verdaderamente había algo que debía cambiar—Se ve bien ese top con el short, pero, creo que se te vería mucho mejor con la falda y las medias que te di el otro día.

—¿Tú crees?— Preguntó Damar.

—Claro, deberías probar.

La menor volteo en dirección a su habitación y buscó en su mueble las medias con la mini-falda, cuando las encontró las levantó y las observó, quizás, su hermana tuviera razón y se les vieran mejor.

—Oye ¿y que piensa Kouji?— Preguntó Mimi mientras revisaba su móvil.

—No estoy segura.— Respondió Damar desde su habitación— No he hablado con él.

—¿No?— Cuestionó la mayor— ¿Por qué?

—Porque, luego de la pelea me fui con Takuya.— Contestó la castaña— Y luego, estuve casi todo el día en la preparatoria, no nos volvimos a ver, pero, ahora en la tarde lo iré a ver a la sala en donde ensayan a saber como está.

Mimi sonrió— ¿A ver como está?— Repitió esto último— Eso suena como si estuvieras preocupada por él.

Damar rodó los ojos— Bueno, me importa saber que opina luego de todo lo que ocurrió.— Comentó mientras terminaba de alistarse.

—¿Qué onda con ustedes, sis?— Mimi le preguntó a la menor— Dijiste que se estaban besando, pero ¿qué significa exactamente? ¿Decidieron estar juntos o simplemente fue un beso?

Damar salió de su habitación vestida con el top, la falda y las medias— Simplemente fue un beso.— Respondió.

—¿Nada más? ¿solo eso?

—Si.— Contestó la chica de mechones morados— Sólo eso. Tú sabes más que nadie que en estos minutos nos busco una relación.

—Pero, si entretención ¿no?

—Quizás...— Damar se observó al espejo, no sabía lo que verdaderamente estaba ocurriendo entre Kouji y ella, lo único que sabía es que estaban muy lejos de la seriedad.


—Esta dona está deliciosa.— Musitó Takato.

Rika hizo una mueca observando la dona frente a ella, tenía una cobertura de chocolate negro, cosa que odiaba, era mil veces mejor el chocolate blanco.

—No sé como puedes comer esto.— Comentó Rika— Es mil veces mejor la covertura de chocolate blanco con toque a menta.

Takato hizo una mueca de disgusto ante esto— ¡Wuaj! El chocolate blanco es malísimo.

—Verdaderamente no sabes lo que es bueno, Matsuki.— Musitó la pelirroja.

Takato simplemente rió y le dio otro mordisco a su dona.

Rika le dio un sorbo a su bebida y luego observó al rededor, Hikari y Takeru aún no llegaban. Hizo una mueca, ojalá el rubio no haya tenido problemas con la castaña por la presencia de Catherine en ese lugar.

—Oye, Nonaka...—Takato llamó a la pelirroja.

—¿Si?— Preguntó Rika volteando hacia el castaño, quién extrañamente tenía la mirada baja cosa que le sorprendió.

El castaño se mordió el labio inferior, desde aquella noche en qué ellos dos se habían besado tenía que hacerle una pregunta muy seria a la chica, pero, que no se la había hecho a raíz de todo lo que había ocurrido. Quería y necesitaba saber ¿qué había significado ese beso?

—¿Qué ocurre Takato?— Preguntó la Nonaka.

El Matsuki suspiró y se armó de valor para levantar la mirada, al instante se encontró con esos hermosos ojos color lila que lo observaban con intriga. Sintió como sus manos sudaban por la mirada directa que la chica le daba.

—¿Recuerdas el beso del otro día?— Preguntó el castaño y la chica sintió como sus mejillas se ruborizaban al recordar aquello.

—¿E?— Balbuceo Rika nerviosa— S-si, si lo recuerdo.

Takato se mordió el labio inferior, estaba nervioso, no sabía si hablar sobre eso o no, para él había sido muy importante, ya que, le encantaba esa chica, pero, no sabía que había significado para ella, quizás, solo se había dejado llevar por el momento o por la tristeza y no era importante para esa chica.

Un silencio se hizo presente en el lugar, la verdad es que ninguno sabía que decir o hacer, Rika comenzó a jugar con su pie sin saber que decir o hacer. Takato simplemente buscaba las palabras correctas.

—Fue muy agradable ¿no crees?— Comentó el castaño.

—¿E? S-si.— Musitó la pelirroja nerviosa.

—A mi me gusto.

—¿E?— Rika bajó la mirada, quería decir que a ella también, pero, la verdad es que se sentía muy incómoda hablando de eso, esto era algo nuevo, nunca le había gustado algún chico, nunca había dado un beso. Takato era el primero en producir todas esas cosas en ella— A-a m-mi tam-también me...

—¡Hey! Chicos.— La voz de Takeru interrumpió a la Nonaka y ambos voltearon sus miradas en dirección al rubio quién venía acompañado de la castaño— Disculpen la tardanza, pero, tuvimos un problema con la profesora de Inglés y no nos dejaron salir a la hora que correspondía.

Rika se mordió el labio inferior, no sabía si molestarse o aliviarse por que el rubio los haya interrumpido o salvado de aquella conversación. Takato suspiró, quizás luego podrían hablar de eso.


Koichi ingresó a su departamento verdaderamente agotado, no había tenido muchas clases, pero, emocionalmente no estaba en su mejor estado.

Volteo en dirección a la habitación de Takuya al sentir un ruido provenir de ahí y se sorprendió al ver que su amigo guardaba en su mochila el máximo de ropa a toda prisa.

—¿Takuya?— Preguntó el Kimura.

El moreno alzó levemente la mirada para ver a su amigo— Hola Koichi.— Saludó para luego seguir guardando algunas cosas en su mochila.

—¿Qué haces?— Koichi le preguntó a su amigo.

—Me voy.— Respondió sin rodeos, no quería seguir en aquel departamento, al menos no por esa noche, no quería compartir departamento con el Minamoto.

—No puedes irte Takuya.

—Si puedo y lo estoy haciendo.— Contestó el moreno—No me quedaré viviendo en el mismo departamento que tu hermano.

Koichi hizo una mueca ante esta declaración ¿Takuya se estaba yendo del departamento?

—Pero ¿por qué?— Preguntó el Kimura.

—¿Acaso no es obvio? Kouji y yo estamos peleados.

—Si eso lo sé.— Koichi rodó los ojos— Pero, mi pregunta va a ¿por qué están peleados? ¿qué razón hay para que se estén comportando así? Quiero saber, necesito entender la situación.

Takuya hizo una mueca, en parte entendía que el Minamoto no quisiera involucrar a Koichi y se lo agradecía de cierta manera, ya que, principalmente lo hizo para que él no se enfadara con él por engañar a Kouji, pero, había otra parte de él que le daban ganas de decirle al Kimura que en realidad su hermano estaba intentando cuidar su propio nombre.

—Lo siento Koichi, pero, esto entre tu hermano y yo.— Respondió el moreno.

—¿Tú también no me quieres decir?— Preguntó molesto.

—No es que no te quiera decir, si no que, es algo muy complicado.— Contestó Takuya.

—¿Tan complicado es como para que no confien en mi?— Preguntó el Kimura.

—No es que no confiemos en ti, pero, no queremos decirte. Así que, Koichi, por favor, no te metas.— Cerró su mochila y luego salió de su habitación.

El oji-azul se cruzó de brazó— No me está gustando esta situación.

—A mi tampoco.— Respondió el moreno— Por eso mismo, me iré.

—¿Y no pensaste en qué ocurrirá si hay inspección sorpresa?

—Prefiero soportar los castigos de Rumiko antes de tener que ver a Kouji.— Contestó Takuya provocando que el Kimura verdaderamente se preocupara.

Esto en verdad debía ser grave como para que el moreno dijera eso. Los castigos de Rumiko eran terribles.

Takuya se encaminó a la salida y abrió la puerta— Adiós.— Musitó antes de salir del departamento cerrando la puerta tras él.

Koichi hizo una mueca, esto no era algo bueno, para nada.

¡Bip, bip!

Su móvil sonó y lo revisó.

No llegaré a dormir, no quiero ver a Takuya.

¡Genial!

Pensó el Kimura.

No sólo su amigo se quedaría afuera, si no también su hermano, ahora tendría que pasar la noche solo.

¡Sólo!

Tomó asiento sobre el sofá y observó el suelo.

No le gustaba estar solo.


—Así que ¿te quedarás acá?— Yamato le preguntó al Minamoto.

Kouji asintió.

—¿Estás seguro?— Preguntó el rubio— Si quieres puedo prestarte el sofá de mi departamento.

—¿Y estar con el idiota de Ryo? No gracias.— Respondió el pelinegro.

Yamato hizo una mueca y suspiró, entendía que el chico quisiera estar solo para pensar y meditar en toda la situación, pero, no era muy agradable ver que la amistad de Takuya y él se estuviera derrumbando por el simple hecho de no haber sido sinceros cuando debían— Kouji, sé que esta situación que están pasando Takuya y tú es difícil, pero, ustedes han sido amigos desde primero de primaria, no deberían permitir que esto los aleje.

Kouji simplemente se mordió el labio inferior, las palabras del rubio tenían razón, pero, en esos minutos no estaba con ánimos para arreglar las cosas Takuya, ni si quiera tenía ganas de hacerlo, tenía que pensar en muchas cosas, ya que, ambos ya no estaban confiando uno en el otro y eso ya no era sinónimo de amistad.

—Yamato, las cosas no están bien y por el momento no quiero arreglarlas.— Respondió el Minamoto— Necesito pensar.

El rubio se cruzó de brazos— Bueno, entiendo eso, pero ¿no has pensado en Koichi?— Preguntó— Él evidentemente no está a gusto con esta pelea.— Debía admitirlo, estaba preocupado por el Kimura, ya que, él también era su amigo y cierto aspecto le recordaba a Takeru, podían aparentar ser muy fuertes por fuera, pero, llegando cierto punto era evidente que estaban afectados por alguna situación y eso estaba ocurriendo con el Kimura, quién no entendía que ocurría, porque, ninguno se dignaba a explicarle la situación, algo que él podría cambiar diciendole, sin embargo, no era tema suyo, no se quería involucrar, así que, tampoco le diría, porque, para variar eso era responsabilidad de Kouji y Takuya.

El Minamoto suspiró ante esto un tanto frustrado, no sabía exactamente que hacer con su hermano gemelo, desde un principio no le había querido decir lo de Takuya y Zoe, porque, no quería que su amistad con el castaño cambiara, pero, ahora no le quería decir lo de Damar por la forma en que Koichi podía cambiar con él. Su hermano había sufrido por esa chica y sabía que sería extraño para él saber que su propio gemelo estaba con la misma chica que le había roto el corazón hace unos años.

—Créeme he pensado en decirselo, pero, siempre llego a la misma conclusión.— Respondió Kouji— No quiero entrometerlo en nuestros problemas.

—Pero, evidentemente no se siente muy cómodo sin saber.

—Lo sé, pero, creo que sufrirá más sabiendo las razones por las cuales hemos peleado a estar sin saber que ocurre.— Contestó el Minamoto.

—Bueno, entiendo tu postura, pero, al menos deberían intentar darle una pequeña explicación de su discusión.— Respondió Yamato— Koichi vive con ustedes y notó que no estaban bien, debe ser incómodo y molesto estar en un ambiente tenso.

—Por eso mismo decidí quedarme aquí, aunque sea solo esta noche.— Contestó el Minamoto.

El rubio suspiró, evidentemente su amigo no daría su brazo a torser.

—Bueno, ojalá no te congeles.— Respondió el rubio antes de chocar su puño con el de su amigo en forma de despedida.


—Verdaderamente eres idiota, Takuya Tachikawa.— Musitó Mimi molelsta mientras se encontraba cruzada de brazos observando hiper molesta a su hermano mellizo quién ordenaba su saco de dormir en una colchoneta del gimnasio.

—Otra más...—El moreno rodó los ojos ¿por qué todos venían a fastidiarlo con lo mismo?— Mimi, por favor, eres mi hermana deberías comprenderme.

—Si, soy tu hermana, pero, Damar también lo es y no puedo comprender una situación cuando actúas de una forma tan impulsiva.— Musitó la oji-miel— Estás actuando como...

—Un Taichi dos punto cero ¿no?— Takuya completó la frase de su hermana, tantas veces se lo habían dicho en ese día que ya sabía perfectamente que todos creían eso.

—Exacto.— Mimi respondió seriamente— Y sabes que eso no es bueno, tan solo mira lo que terminó ocurriendo con él por comportarse así, terminó perdiendo a las personas más importantes que tenía en su vida. Dime ¿enserio quieres perder tu amistad de años con Kouji o quieres que Damar se aleje de ti como Hikari lo hizo de su hermano?

Takuya se mordió el labio inferior, claro que no quería tener más problemas con su hermana, a pesar de todo, siempre habían tenido buena relación con ella, pero, su amitad con Kouji en estos minutos no era algo que quisiera o pudiera salvar, porque, finalmente cada quién había hecho algo que al otro no le había agradado, primero él se había relacionado con su novio y ahora ocurría esto con su hermana.

—Mimi, lamento mucho estar peleado con ambos, pero, por favor, entiendeme en parte.— Habló Takuya— No me agrada verlos juntos luego de que yo le fallé a él, porque, lo podría tomar como un acto de venganza.

—Kouji es serio, nunca haría eso, tú lo sabes, mucho menos con Damar, ellos siempre se llevaron bien.

—Si, pero, Kouji nunca demostró mayor interés en ella ¿por qué justo ahora lo hace?

Mimi se mordió el labio inferior, ella sabía muchs cosas, Kouji si había mostrado interés en su hermana y no sólo eso, había sido capaz de besarla más de una vez aún sabiendo que era novia de su gemelo, y quizás se habían intentaod separar un tiempo, pero, había sido casi imposible.

¿Cómo rayos Takuya no se daba cuenta?

Era demasiado obvio que entre ellos dos ocurría algo más.

Suspiró.

—Takuya, sé que te preocupa esta situación, pero, por favor, piensa en frío, entiendo que te cause desconfianza, pero, uno nunca sabe cuando te puede comenzar a interesar una personay no puedas ceder ante esto.— Habló Mimi— Quizás, Kouji estaba de novio con Zoe, pero, ahora Damar volvió, y tal vez, se dio cuenta de que Damar es la chica que en realidad le gusta.

—Lo siento, pero, Damar no llevaba más de una semana aquí cuando los encontré besandose.— Respondió el moreno molesto.

Mimi suspiró, Takuya decía eso porque no conocía el contexto previo, aún así, no sentía que su hermano pudiera ser tan injusto, Damar y Kouji simplemente se habían besado nada más.

—Al menos podrías intentar acostumbrarte a la idea.— Rogó Mimi.

—Lo siento, pero, no puedo.— Respondió Takuya—Damar y Kouji nunca estarán juntos mientras yo pueda impedirlo.— Habló el castaño— No pude evitar que Yamato te dejara embarazada y sufrieras por aquello, pero, con Damar si lo puedo impedir.— Sabía que en cierto modo se estaba pareciendo a Taichi, sin embargo, a diferencia de él, ya tenía la experiencia con Mimi, quién había sufrido bastante por la separación ese chico y su embarazo.

Mimi se mordió el labio inferior ante esto, entendía la preocupación de Takuya, pero, se estaba yendo al extremo.

—Así solo terminarás perdiendo la buena relación que tienes que nuestra hermana, quién evidentemente está molesta con justa razón por esta situación, no estás actuando bien.

Takuya hizo una mueca ante esto y observó atentamente a la castaña—Estás tirando mucho para el lado de Damar ¿no crees?— Se cruzó de brazos— Y no lo digo solo por esta situación, ayer se escaparon las dos solas, sin siquiera decirme donde iban o por qué se iban, cuando se supone que yo también soy su hermano.

Mimi hizo una mueca ante la declaración de su hermano. A ella nunca le había gustado mostrar favoritismo por uno de sus dos hermanos, finalmente, los quería a ambos por igual, pero, por la declaración del moreno evidentemente estaba haciendo aquello.

—Disculpa Takuya.— Se acercó hacia él y se sentó a su lado— Pero, lo de ayer fue tan rápido e inesperado, Damar me dijo que Natsumi estaba aquí y no pude esperar más tiempo para ir a verla.— Suspiró— Y pues, ustedes estaban peleados y yo necesitaba tranquilidad para estar con mi hija.

Takuya se mordió el labio inferior, su hermana había tocado un buen punto, cuando Damar y él se enfadaban verdaderamente eran insoportables y comprendía que para estar con la pequeña Natsumi necesitaba paz y tranquilidad. Pero, eso no descartaba el hecho de que le molestara que no le haya dicho, él también quería ver a su sobrina o al menos si hubiera sabido no habría metido la pata con Yamato preguntandole en donde estaba.

—¿Cómo están Natsumi y Alice?— El moreno no pudo evitar preguntarle a su hermana.

—Están bien.— Mimi sonrió de lado— Muy bien.— Suspiró— Feliz, Natsumi es súper linda, cada día tiene más energías y es muy risueña.

—¿Cómo tú?

—Ni creas.— Musitó la castaña— Esas son las características buenas, porque, tiene un caracter ¡terrible!

—¿Caracter terrible?— Preguntó Takuya— Eso suena a Yamato.

—Si.— Musitó Mimi y no pudo evitar sentir cierta melancolía— ¿Sabes? Ayer cuando regresé Yamato me pregunto porqué no le había dicho que iba a escaparme del Internado y por un minuto...—Bajó la mirada.

—¿Por un minuto?— Cuestionó el moreno.

Mimi hizo una mueca— ¿En qué ocurriría si le dijese la verdad?

Takuya observó atentamente a su hermana ante esto, sin duda era una situación difícil, porque, no estaba segura de decirle la verdad por la reacción del rubio, en verdad le aterraba la idea de que él no aceptara a Natsumi, mucho más allá de enojarse con ella, no quería que rechazara a su hija.

—Anoche tuve una pesadilla horrible con eso.— Comentó Mimi— Soñaba que Yamato se enteraba de la verdad y no reaccionaba bien.— Alzó su mirada al techo— No quería escuchar mis razones, no me quería ver y...—Suspiró— No aceptaba su paternidad.

Takuya hizo una mueca ante esto.

—En el sueño le rogaba que por favor tuviera misericordia, pero, tristemente no me escuchaba, simplemente se iba, dejandome sola.— Habló Mimi.

—Sis...—Takuya se acercó a ella y la rodeo en sus brazos— Simplemente fue un sueño, no significa que las cosas sean así.

—Sé que fue solo un sueño, pero, nada nos asegura que Yamato no reaccione así.— Mimi suspiró— Por mucho tiempo tuve miedo de decirle, porque, pensé que de esa forma no lo recuperaría, pero, ahora tengo terror, no por mi, si no por nuestra hija, no quiero que la rechace.

—Él no la rechazara.— Habló el chico— Estoy seguro.

—Luego de lo que dijo ese día tengo mis serias dudas.

—Lo dijo porque no sabe la verdad, prácticamente lo dijo por la situación del momento, pero, yo estoy seguro que cuando conozca a Natsumi no se a resistir, es sangre de su sangre.— Habló Takuya— Dudo que quiera desamparar a su propia descendencia.

—Quizás, pero ¿qué ocurre si la familia de Yamato no la acepta?

—Estoy seguro que Takeru e Izumi la aceptarán.

—Pero ¿sus padres?

—Bueno, Yamato ya es grande, y pues, Natsuko e Hiroaki nunca han estado para él, dudo que puedan hacer mucho contra esto.— Habló Takuya— Además, ahora nosotros ya somos más grandes, a diferencia de hace años, ahora nosotros podemos proteger a Natsumi y no solo nos tienes a nosotros, si no que, a Alice, ella todo este tiempo la ha cuidado, dudo que quiera que alguien le haga daño a Nat.

Mimi suspiró, eso lo sabía, pero, aún así, le daba miedo todo— ¿Y nuestro padre? Dime ¿crees que Keisuke va a reaccionar muy buen cuando se entere que le mentimos todo este tiempo?

—Nuestro padre ya no puede hacer algo, nosotros ahora podemos tomar nuestras decisiones, a diferencia de tres años.— Respondió Takuya— Si logramos salvar a Natsumi en ese tiempo que apenas eramos adolescentes imagínate ahora que sabemos más de la vida.— Tomó del mentón a su hermana— Por favor, Mimi, no te sientas mal, no te decaigas, lucha por Natsumi ella es lo más importante, deja de mortificarte, tienes apoyo de todos, quizás, nuestro padre te quiera dar la espalda en ambito emocional y económico, pero, nos tienes a tus hermanos que te ayudaremos en eso, a nuestros amigos, no eres la primera o la única madre soltera que conozco, no estás sola, tú puedes salir adelante.

Mimi sonrió de lado, podía ser que el mundo se estuviera derrumbando, pero, saber que tenía personas a su lado, apoyandola y dandole ánimos era alentador. Takuya podía ser muy imbecil a veces, pero, siempre tenía una palabra de apoyo.


¡Chan, chan!

Les dije por Instagram que este capítulo se llamaría: El desprestigio de Taichi.

El xxx fue la parte del corte, no quería seguir escribiendo, pero, quise escribir lo anterior para ver como la chica seducía al idiota de Taichi.

Necesitaba traerles líos para el Takari y el Taiora, y pues, me acordé que existía esta chica quién puede ser una buena aliada de Nene y verdaderamente una chica que tense ambas parejas al estar involucrada con el Yagami, pero, interesada en el rubio.

He pensado mucho en esta historia y en todo lo que quiero hacer, esta historia tiene material para mucho rato más, tengo mucho material para varios personajes, pero, todo dependerá de ustedes, sus lecturas y comentarios, si les sigue gustando o no.

Lo único que diré es que aquí no todo es lo que parece.

Ustedes terminarán odiando a personajes muy inocentes que nunca pensarán odiar y terminarán amando a un personaje que en estos minutos todos odian.

mariacredenza02: jsjsjsjs a muchos creo que a varios los dejé así jsjsj Les di el Spoiler por Instagram simplemente para jugar con sus sentimientos jdjdjd Si fue horrible su suñoe, ya veremos como reaccionará Yamato, ojalá no reaccione así. Ya veremos que le quiere decir su madre a Takato jsjsj no es algo bueno jsjsj es lo único que diré jsjsjsj Todos odiamos a los padres de Rika solo quieren dinero y dinero jsjsj ojalá se haga justicia algún día jsjsjsj Cayó un padre y es el inicio solo me estoy intentando a acercar, ya que, todo en un momento explotará, pero, todavía estoy tanteando el terreno. Que bueno que te vaya haya gustado la conversación de hermanos entre esos dos jsjsj Si, los besos entre Kouji y Damar ya no están prohibidos, ahora ellos dos se están acercando de una forma física, pero, llegará el momento en que profundizaré más en sus sentimientos ahora todo es físico y sexual, sin embargo, llegará un momento en donde hablaré de lo interior y de lo que sienten. Ojalá sigas leyendo y comentando. Un abrazo a la distancia.

Momento de monologo:

Mimi: ¡Wow! No esperé que haría Taichi hiciera eso ¡Hombre tenía que ser!

Yo: Sin duda.

Mimi: No puedes ser más mala.

Yo: ¿Quién yo?

Mimi: Si tú.

Yo: Pero, el degenerado fue Taichi.

Mimi: Pero, tu escribes.

Yo: Bueno, debía ponerle drama, no quería tener a Taichi y Sora como de segundo plano y tampoco a Takeru e Hikari.

Mimi: ¿Takeru e Hikari? ¡Esera! ¿Qué tendrán que ver ellos con esto?

Yo: ¿e? pu-pues...¡Nos iremos a estos cortes comerciales y ya regresamos! (Dice antes de salir corriendo)

Mimi: ¡Hey!