~Horas después~
—¿Qué le ocurre a Koichi?— Juri no pudo evitar preguntarle a Miyako.
—¿Por qué?— Preguntó la chica de anteojos mientras comía su cena.
—Miralo, se ve triste.— La castaña señaló al chico.
—No es algo nuevo.— No pudo evitar comentar la chica de cabello lila, ya se estaba haciendo costumbre ver al Kimura triste.
—No seas insensible.— La regañó levemente la chica Katou.
—No lo soy.— Respondió Miyako— Pero, Koichi ha andado todos estos días triste por la situación que se estaba viviendo entre Kouji y Takuya.
—Si, pero, míralo.— Habló la castaña— Está solita, ahí en un rincón, ni siquiera Taichi o Yamato están con él.
Eso era un hecho, el Kimura en estos minutos se encontraba cenando en un mesa lejos de todos. Juri no lo dudó más y se levantó de su asiento— Iré donde él.
Miyako sonrió de lado, su amiga verdaderamente se veía interesada en ese chico y aunque no quisiera admitirlo evidentemente algo estaba ocurriendo entre ellos. Lo mejor sería darles privacidad, últimamente sentía que no tenía vela en ese entierro.
La castaña llegó hasta la mesa donde estaba el Kimura— Hola Koichi.
El oji-azul alzó la mirada y se encontró con la castaña— Juri.
—¿Por qué estás solito?— Preguntó Juri.
Koichi hizo una mueca y alzó su mirada, sus amigos estaban en una mesa diferente a él, Kouji y Takuya no estaban. Suspiró, no quería parecer cizañero, pero, sabía que Yamato y Taichi sabían la verdad y no se la dirían, cosa que no soportaba, así que, había tomado la decisión de estar solo.
—Necesitaba pensar.— Respondió el Kimura.
—¿No te molesta si te acompaño?— Preguntó la castaña— No me gusta verte solito.
Koichi sonrió de lado ante esto, Juri siempre tan dulce— No, no molesta.
La castaña no lo dudó y tomó asiento a su lado.
—¿Catherine regresará al Internado?— Preguntó Zoe.
Mimi asintió— Si.
—Eso fue lo que nos dijo ella.— Respondió la pelirroja.
La rubia se detuvo unos minutos a digerir la información ¿esa francesa regresaría al Internado? La chica que por un minuto se vio falsamente interesada en su hermano menor ¿Falsamente? Si, falsamente.
—Que mal.— No pudo evitar musitar esto, ya que, su presencia evidentemente sería un problema, justo ahora que Hikari y Takeru podían estar juntos esa tipa regresaba, suspiró, ya veía los problemas apróximarse.
—¡Hey! Parece que no te agrada la noticia.— Comentó Mimi.
—Claro que no me agrada.— Respondió la oji-verde— Y ustedes saben por qué.
Sora y Mimi intercambiaron miradas, claro que ella sabían la razón, pero, no estaban seguras de que fuera una razón válida, o quizás si, pero, ellas no la sentían real ¿Y cual era la razón? Bueno, pues, Zoe decía que la rubia no estaba verdaderamente interesada en su hermano, que solo se había acercado a él para fastidiar a Hikari, ya que, no se llevaban bien. En pocas palabras, la hermana de Takeru no sentía que fuere sincero su interés por el menor de los Ishida, algunos tacharon a Izumi como loca, pero, su instinto de mujer le decía que así era, y pues, su instinto nunca le fallaba, mucho más cuando trataba de alguna chica acercandose a uno de sus hermanos.
—No sé, Zoe, entiendo que te haya dado desconfianza, pero, Catherine es una chica buena, decente, sé que tiene una leve rivalidad con Hikari, por temas de ellas, sin embargo, no creo que sea capaz de involucrarse con Takeru simplemente para fastidiar.— Respondió Sora— Y no lo digo porque quiera contradecirte, al contrario, pero, a pesar de que yo adoro a la hermana de Taichi, Catherine siempre me ha caido bien y me ha dado buena espina.
La rubia hizo una mueca.
—Bueno, a mi siempre me agradó, ya se los he dicho, porque, mi madre y la suya eran amigas.— Comentó esta vez Mimi— Pero, en sí igual creo en tu teoría, Zoe, de que el interés de Catherine en Takeru no era sincero al cien por ciento, porque, era un tanto evidente que su mirada se fijaba en...—Se detuvo unos segundos, no quería decirlo, por respeto a su amiga.
—¿Taichi?— Preguntó Sora.
Mimi asintió.
—Aún no entiendo como no te molestabas con eso.— Comentó la rubia.
—Bueno, porque, sabía que no iba a ocurrir algo entre ellos.— Respondió Sora, también había notado levemente el interés de la rubia en su chico, pero, no le había dado importancia, ya que, Taichi nunca se vio interesado en ella al ser menor que él, y a diferencia de muchas otras chicas, ella no era celosa, porque, el Yagami le brindaba seguridad— Además, cuando se acercó con Takeru yo lo sentí natural.
—Pues yo no.— Musitó Zoe.
—¿Lo dices por qué no lo sentiste así? ¿o por tus celos de hermana mayor?— Preguntó la pelirroja, porque, conocía a su amiga y si algo la caracterizaba era ser celosa.
—Ojalá fueran celos, pero, lo digo en verdad.— Respondió la rubia— Nunca me dio buena espina, dudo que algún día me la dé, salvo que haya regresado cambiada, pero, por el momento tengo esa percepción de ella.
Damar observó el lugar buscando con su mirada a cierto chico de cabello negro azabache y ojos azules, pero, no estaba. Tenía cierta curiosidad de saber como estaba luego de la pelea con Takuya.
—Así que, Hikari celosa activó sus alarmas.— La voz de Rika la sacó de sus pensamientos y volteo hacia sus dos amigas— Todo por culpa de una rubia francesa que decidió reaparecer.
La Yagami simplemente hizo una mueca, hoy había recibido una pésima noticia ¿cual? Catherine Deneuve, la francesa chica que por un tiempo había estado enamorada de Takeru regresaría al Internado. Suspiró, esa chica verdaderamente le daba miedoen ciertos aspectos, era el estereotio de chicas que le gustaban a su novio.
—Bueno, si fuera tú no me haría problemas por su regreso, al contrario, le daría a Takeru en bandeja y hasta con un moño de regalo.
—No la molestes, Rika.— Musitó Damar cruzandose de brazos.
—No la estoy molestando, simplemente le estoy haciendo leves comentarios.— Respondió la pelirroja.
—Que no estaría mal que te reservaras ¿no crees?— Contestó la Tachikawa cruzandose de brazos.
—¿Por qué?— Preguntó la Nonaka— Si solo les estoy diciendo la verdad.
—Porque, no están siendo muy agradables.— Respondió Damar un tanto molesta, entendía que a la pelirroja le gustaba molestar a Takeru e Hikari, pero, estaba pasando un poco con sus bromas, ella sabía que la rubia lograba despertar grandes inseguridades en la Yagami.
—Tranquila Damar.— Hikari tomó a su amiga del brazo— Ya estoy acostumbrada a su abrupta sinceridad.—Suspiró.
La chica de mechones morados observó atentamente a su amiga, evidentemente no estaba a gusto por las bromas de la Nonaka— Oye, supongo que no le harás caso a esta chica, dudo que Takeru quiera tener algo con Catherine cuando por fin está contigo.
—Quiero pensar eso.— Hikari suspiró— Pero, ustedes ya saben, las chicas de este lugar son bravas cuando se lo proponen y Takeru es el estereotipo de chicas que a todas les atrae.
—No a todas.— Musitó Rika— No a mi.
Damar rodó los ojos e Hikari simplemente suspiró.
—Contigo no pasa, porque, eres un caso especial y lo ves como un hermano.— Habló Damar—Takeru es un buen partido, un chico dulce, agradable el estereotipo de chico que a muchas les atrae. Pero, eso no signfica que él se vaya a interesar a Catherine, puede ser que la otra vez se la otra vez que se le ocurrió la idiotez de darte celos y por eso te sientas insegura, pero, dudo que en realidad le llegue a interesar ella, osea, ahora está contigo luego de todo lo que tuvieron que pasar por Taichi.
—Si, pero, no puedo evitar tener miedo por ella, a diferencia de otras chicas siento que ella es la que más le puede llegar a gustar, además, ella es mucho más jugada que yo.— Comentó Hikari.
—Puede que quizás cumpla con el perfil, pero, tu sabes que a Takeru no le gustan las chicas fáciles.
—Damar en eso tiene razón.— Comentó Rika— Catherine puede cumplir con las expectativas, pero, tu sabes que a Takeru siempre te prefirió a ti, porque, no eras tan fácil como las demás.
Hikari suspiró, siempre el rubio la había hecho sentir segura ante las demás niñas, pero, esto era diferente, porque, aunque él dijo que se había acercado a Catherine para darle celos, esa chica tenía mejores características que ella. Además, había logrado fastidiarla en ese sentido, porque, sabía que nunca habían sido amigas con la rubia, al contrario, siempre habían tenido sus pequeños roces -Si, suena extraño, porque, a ella nunca le había gustado tener problemas, pero, con esa chica nunca logró tener buena afinidad- Su relación con esa chica era muy similar a la situación que comúnmente vivían con Daisuke.
Yamato observó atentamente a Taichi, quién ¡milagrosamente! estaba muy callado, apenas le daba algún bocado a su cena cosa que le sorprendía.
—¡Hey! Yagami.— Lo llamó— ¿Qué ocurre contigo?
Taichi pareció no escuchar simplemente jugaba con los videos.
—Yagami.
Taichi lo siguió ignorando.
—¡Yagami!— Alzó levemente la voz y le pegó levemente en el rostro.
—¡Hey!— Reclamó el castaño molesto— ¿Qué te sucede Ishida?
—Te he llamado varias veces y parece que no mee escuchas.— Respondió el rubio— Desde la tarde estás como ido, volando no sé donde, ni siquiera pareces tú ¿qué te ocurre?
Taichi se mordió el labio inferior ante esto ¿por qué era tan evidente?
Suspiró.
Luego de la conversación con Catherine no había quedado bien, para nada. Si era sincero, se sentía un completo idiota, mucho más de lo que ya se había sentido, había intentado ignorar el error que había cometido y ahora ese error se le iba a ser presente todos los días desde mañana cuando llegara la rubia.
—Taichi.— Nuevamente lo llamó el rubio— ¡Taichi!— Lo zarandeo levemente.
El castaño movió levemente la cabeza para despertar— ¿Qué?
—¿Lo ves?— Preguntó el rubio— Estás totalmente ido ¿qué te pasa?
—¿E?— Balbuceo el Yagami— ¿Te preocupa?
—No.— Respondió el Ishida— Pero, ya que Takuya, Kouji y Koichi no están no tengo nada más que hacer que escucharte a ti.
—Oh~ que buen amigo.— Ironizó Taichi.
—Es broma idiota.— Contestó Yamato— Ya, dime ¿qué te ocurre? Qué tienes la misma cara que tenías hace unas semanas cuando Sora y tú estaban separados, ahora regresaron ¿no? Deberías tener mejor cara.
Sora.
Hizo una mueca al escuchar este nombre, si ella se enteraba que tuvo algo con Catherine nunca se lo perdonaría, por haberse comportado por idiota.
Suspiró.
Ni a su amigo podría decirle que había actuado de esa forma, no quería admitir su derrota, no al menos hasta que pudiera solucionar de verdad ese tema con Catherine.
—Estaba pensando en la situación de Takuya y Kouji.— Mintió descaradamente.
Yamato alzó una ceja— ¿Enserio?— Preguntó.
—Si.
—No te creo.— Respondió— Nunca te han afectado sus peleas.
—Bueno, ahora sí.— Contestó Yagami.
Yamato se cruzó de brazos observando a su amigo ¿Taichi enserio creía que ese iba a creer ese cuento?
Takuya se recostó sobre su saco de dormir, cruzó sus brazos tras su nuca observando el techo, verdaderamente estaba incómodo, pero ¿qué más podía hacer? No quería regresar al departamento, no quería encontrarse con el Minamoto, tampoco había ido a cenar, moría de hambre, pero, necesitaba estar solo unos minuntos, ni siquiera quería cruzarse con su hermana, no quería tener más problemas con ella.
Suspiró.
¿Por qué todo se estaba dando de esa forma?
¿Acaso todo era culpa de él?
Se mordió el labio inferior.
Quizás, si hubiera sido sincero desde el principio no estarían ocurriendo estas cosas. Ver a Kouji con Damar verdaderamente era algo que lo estaba molestando, mucho más que verla con Koichi, ya que, sabía que el Kimura con suerte le daría un beso, era un chico inocente y bueno, mientras que Kouji era todo lo contrario. Tampoco es que su hermana fuera tranquila, pero, quería a un chico como el Kimura que la ayudara a salir de sus vicios, algo como estaba ocurriendo con ese chico nuevo que estaba logrando encaminar a Rika de una manera notable.
Cerró sus ojos.
Lo mejor sería dormir para despejar la mente.
Un silencio apacible se hizo presente en el lugar, no se escuchaba nada más que el viento del exterior golpeando contra la infraestructura del gimnasio y su propia respiración. Todo estaba tranquila, solitario, en cierto modo agradable. Poco a poco el castaño fue perdiendo el conocimiento, cediendo al sueño y...
¡Pluff!
El golpe de la puerta principal provocó que Takuya abriera los ojos de golpe.
¿Qué rayos?
—Lindo...
La voz de Nene provocó que se asustara levemente.
—¿Qué haces aquí Nene?— Preguntó el moreno alarmado.
—Vine a verte querido.— Respondió la castaña.
¡Ay no!
Lo que le faltaba para finalizar ese día, tener que soportar a esa loca. Suspiró ¿en qué minnuto había decidido involucrarse con esta chica que estaba obsesionada con él?
—No deberías estar aquí.— Habló el castaño molesto levantandose del lugar donde estaba.
—¿Por qué no?— Preguntó la chica Amano— Si sólo vine a ver como estabas.
Takuya suspiró— Porque, quiero estar tranquilo.
—Pero, cariño, quiero acompañarte— Nene se acercó al moreno y acarició su mejilla.
—Nene, no...— Se alejó de ella— Vete, por favor.
—¿Por qué? ¿no te aburre estar aquí solito?
—Si, pero, prefiero mil veces la soledad antes de estar contigo, Nene.— Respondió Takuya.
—¿Por qué?— Preguntó Nene— Si yo simplemente quiero que te sientas bien.
—Bueno, es que ese es el tema, contigo nunca estaré bien.— Contestó el moreno.
—Eso mismo no es lo que decías antes cuando éramos novios ¿recuerdas? Nos divertiamos mucho y disfrutabamos de la compañía del otro.— Habló Nene.
—Si, pero, eso cambio.
—Por culpa de esa rubia tóxica.
—No fue por ella.— Respondió Takuya— Tú fuiste la que me engañó a mi.
Nene se mordió el labio inferior— Eso fue un error.— Musitó— Luego me arrepentí y te pedí disculpas, tu me perdonaste y retomamos nuestra relación, pero, por culpa de esa rubia decidiste dejarme definitivamente.
—Deja de culpar a Zoe por algo que fue entre tú y yo.— Respondió el castaño.
Nene respiró profundo e intentó mantener la calma, no venía a pasar malos ratos, al contrario, venía divertirse, estar con SU chico— Tienes razón, dejaré de hablar de ella en estos minutos, porque, no quiero que nos arruine este momento.— Se acercó a el castaño y posó sus manos en su pecho para acercarse a sus labios— ¿Sabes? Extraño mucho estar entre sus brazos.
—Yo no extraño los tuyos.— El moreno se alejó de ella.
Nene suspiró—Takuya.— Habló molesta— ¿Por qué eres tan esquivo conmigo?
—Porque, yo estoy con Zoe.— Respondió el chico.
—Pero, ella no te quiere como yo.— Contestó Nene.
Takuya rodó los ojos— Yo no creo que me quieras, Nene, tú lo que tienes conmigo es una estúpida obsesión.
—No es una obsesión.— Respondió la chica.
—Si lo es.— Contestó el moreno— Sigues insistiendo con algo que es imposible.
—¿Quién dijo que lo nuestro es imposible?— Preguntó Nene— Ya ocurrió una vez ¿quién te asegura que no ocurrirá de nuevo?
—Yo lo dije.— Respondió Takuya— Y seguiré firme en mi decisión.
—Por el momento.— Comentó Nene acercandose nuevamente al chico y tomandolo de los brazos—Porque, yo te prometo que eso cambiará y volverás a caer a mis pies.
—No.
—Si.— Nene se inclinó para besar los labios y Takuya intentó alejarse, pero, no fue necesario, ya que, prácticamente de la nada, Zoe jaló del cabello de la castaña alejadola del Tachikawa.
—¿Hasta cuando molestarás a mi chico?— Preguntó molesta.
Takuya alzó sus cejas ¿de donde rayos había salido Izumi? Bueno, fuera de haya salido lo estaba salvando de esa loca, quién venía dispuesta a molestar.
Nene hizo una mueca de dolor ante esto— ¡Sueltame maldita!— Exclamó.
Zoe simplemente jaló de su cabello y la alejó lanzandola al piso— ¿Hasta cuando seguirás como arrastrada molestando a Takuya.
—No soy arrastrada, simplemente quiero recuperar lo que me robaste.— Musitó Nene.
—Yo no te robé a Takuya, él solo se alejo de ti por lo zorra que eres.— Izumi le respondió a la castaña.
—No soy una zorra.— Respondió la castaña.
—Claro que lo eres, mira como vienes, solo a ofrecerte a Takuya.— Contestó la rubia.
—Así como tú venías a lo mismo ¿no?
—Yo sólo venía a ver como estaba Takuya.— Respondió Izumi y era la verdad, no venía con otra intención, Takuya no había ido a cenar, así que, le había traido un poco de comida, porque, sabía que estaría hambriento.
Nene hizo una mueca y se levantó del piso sacudiendo su falda— Eres en verdad molesta Izumi.
—¿Por qué? ¿Por no dejar que te lances sobre mi chico?— Preguntó la oji-verde.
—No es tu chico.— Insistió la chica Amano— No son novios y aunque así lo fuera al igual que tú no respetaré su relación como tú no respetaste la nuestra.
Zoe se mordió el labio inferior ¿por qué debía ser tan molesta?
—Nene, por favor, vete.— Habló esta vez Takuya, en verdad estaba siendo fastidosa la presencia de la chica Amano, ojalá regresara a Estados Unidos.
—No quiero irme.
Zoe apretó los dientes molesta y sin decir más se acercó a la chica para jalar nuevamente de su cabello—¡Te vas! Te guste o no.— Y sin decir más se dirigió con ella agarrada del cabello hasta la salida— Fuera.— La lanzó lejos.
Nene apretó los dientes molesta, odiaba con toda su vida a Zoe, por quitarle al chico que quería y por humillarla de esta forma. Tendría venganza si o si.
—¿Te vas a quedar solito?— Juri le preguntó a Koichi.
El oji-azul asintió— Si.— Respondió.
—Pe-pero ¿tan fuerte fue la pelea de tu hermano y su amigo como para que se fueran?— Preguntó la castaña.
—Si.— Suspiró el Kimura— Se agarraron a los golpes y mi hermano es súper tranquilo en ese sentido.
—¿Y sabes la razón?
—Eso es lo peor.— Contestó Koichi.
—¿Por qué? ¿Enserio fue una razón fuerte para que se agarraran a los golpes?
—No.— Respondió el Kimura— Ni siquiera han tenido el valor de decirme cual es la razón.
Juri se mordió el labio inferior ¿podría ser que fuera por el tema con Zoe?
—Y eso me hace sentir peor, porque, me hacen sentir excluido, que no confian en mi, cuando yo siempre he confiado en ellos.— Contestó Koichi— Por eso me alejé de Yamato y Taichi, a pesar de que no me gusta estar solo, pero, yo sé que ellos saben y no me quieren decir, me carga que me oculten las cosas.
Juri suspiró, ella también le estaba ocultando algo, pero, no podía decirselo, claro que no. Miyako y ella habían acordado no involucrarse en esas cosas.
—Odio que me dejen solos ¿sabes?— Habló el Kimura— Y ahora tendré que quedarme solo en el departamento sin siquiera saber la causa.
Juri hizo una mueca y tomó la mano de Koichi— Tranquilo, todo se solucionara.
—¿Cuando?
—No sé, pero, todo tiene solución, Koichi.— Respondió— Puede ser que ahora todo se ve gris, pero, siempre sale el sol y estoy segura que llegará el momento en el cual tu hermano y tu amigo te aclararan las cosas.
—Lo sé, pero, ¿Sabes? Hace rato no me sentía solo.
—No estás solo.— Contestó la castaña— Ahora te sientes así por la situación, pero, tienes a muchas personas que te quiere y está contigo.— Tomó su mano— Yo esto contigo, no estás solo, por favor, no tengas esa carita triste, no me gusta verte así, sonrie, te ves súper bien cuando lo haces.
—No quiero sonreír.
—¡Ay no! Por favor, hazlo, sonrie para mi.— Habló Juri— A mi me gusta verte sonreír.
Koichi sonrió de lado.
—Ahí si, mírate, te ves súper lindo.— Musitó la chica.
El Kimura observó atentamente a la chica ¿por qué era ella tan luminosa y optimista? ¿cómo lograba hacerlo sonreír sin mayor esfuerzo? Observó atentamente su rostro, tenía linda cara, unos lindos ojos, una bella sonrisa. Tenía un delicioso aroma a cereza que le encantaba.
—Muchas gracias.
—¿Gracias? ¿por qué?— Preguntó la chica sorprendida.
—Por estar conmigo cuando estoy triste.
—¡Ay! No te preocupes.— Respondió la castaña— Siempre estaré para ti mientras estemos en este lugar a cualquier minuto, a cualquier hora, cuando me necesites sea de noche, madrugada, tarde no dudes en llamarme, para eso estamos, para apoyarnos.
Koichi sonrió más ante esto, le encantaba esa dulzura y forma tan expontanea de ser de esa chica, era sin duda hermosa tanto adentro como por fuera. Se acercó levemente a ella— Eres súper linda, Juri.
La castaña sonrió.
—Siempre estás conmigo, desde el momento en que llegaste.— El Kimura se acercó más a ella, Juri alzó las cejas sorprendida al ver como el chico se acercaba a ella— No solo eres linda por dentro si no que por fuera.— Koichi tocó su mejilla derecha.
Juri se sonrojó levemente.
—Tienes una personalidad increíble, unos ojos bonitos, una piel suave.— Acarició su mejilla y luego bajó su mirada hacia sus labios— Y unos labios que...— No lo dudó más y unió sus labios con los de la castaña.
Damar observó la puerta de la sala de música, se mordió el labio inferior, generalmente uno entraba sin tocar, pero, quizás, Kouji estaría durmiendo, así que, mejor sería tocar, al menos pare avisarle que una persona venía.
Kouji observó el techo mientras se encontraba recostado sobre el sofá, debía dormir, pero, no tenía sueño, tenía muchas cosas en la cabeza, pero, la protagonista de todas ellas era solamente una persona, una chica, como siempre desde el minuto en que había regresado.
¡Toc, toc!
La puerta de la sala de música sonó, alzó la mirada ¿quién seria? y Kouji se levantó a abrir, grande fue sorpresa al ver a la hermana menor de Takuya.
—Hola Kouji.— Saludó la castaña.
—Hola.— Correspondió a su saludo y no pudo evitar observar a la chica de pies a cabeza.
¡Rayos!
Esta chica verdaderamente quería matarlo.
Se mordió el labio inferior.
—¿Te desperté?— Preguntó Damar.
—¿E? No.— Respondió el Minamoto— Estaba despierto.— Intentó desviar su mirada— ¿Qué haces aquí?
—Vine a verte.— Respondió la chica— Me sorprendió no verte en la cena y Rika me dijo que te quedarías aquí.
Kouji le hizo una seña a la chica para que entrara y cerró la puerta tras ella.
—¡Uf! Hace frío aquí.— Comentó la castaña.
—Bueno, es lo que hay.
—Tienes tu departamento.
—Olvida que regresaré a ese lugar mientras Takuya esté ahí.— Respondió el Minamoto.
Damar rodó los ojos, no quería ni siquiera escuchar el nombre de su hermano, tampoco lo había visto, pero, no le importaba saber donde estaba, ni siquiera quería hablar con él.
La castaña dirigió su mirada hacia el Minamoto y observó su rostro, tenía un corte en el labio, evidentemente no había salido tan perjudicado como recordaba haber visto a Takuya luego de la pelea.
Suspiró.
¿Por qué su hermano era tan celoso?
—Mi hermano es idiota.
—Hasta que por fin estamos de acuerdo en algo.
Damar sonrió de lado—Bueno, tampoco es como si fuera el gran descubrimiento ¿no?
—Buen punto.— Musitó el Minamoto.
La castaña observó atentamente el labio inferior del Minamoto ¿por qué Takuya debió justo lastimarlo ahí? Lo mejor que tenía ese chico eran sus suaves y dulces labios. Se acercó al Minamoto, alzó su mano y acarició con uno de sus dedos el labio del chico.
Kouji simplemente se quedó inmovil ante esto, la chica tenía una agradable aroma a fresa que inundó sus narices, además, sus manos eran super suaves.
—Si Takuya se entera que estás acá me terminará matando.—No pudo evitar comentar.
—Lo sé, pero, no me importa.— Respondió la castaña— Pero ¿por qué tendría que enterarse?
Eso era verdad ¿por qué Takuya debería enterarse de eso? Él no se lo diría y evidentemente esa chica tampoco.
Damar bajó la mirada en dirección al sofá—¿Enserio dormirás aquí?— Preguntó al ver que efectivamente el chico había traido su mochila para quedarse ahí.
—No quiero ver al estúpido de tu hermano.— Habló Kouji.
—¿Y no crees que es un acto un tanto infantil hacerle la ley del hielo o ahora hacer esto?— Preguntó Damar.
—¿Tú me estás hablando de actos infantiles?— Preguntó el Minamoto cruzandose de brazos y alzando una ceja— Suena divertido.
—¡Ja, ja! Muy gracioso.— Damar rodó los ojos irónicamente— Lo digo de verdad, este lugar es terrible, frío, nada en comparación a tu departamento. No dormirás bien.
—¿Es mi idea o te estás preocupando por mi?— Preguntó el Minamoto.
Damar se cruzó de brazos y rodó los ojos, en realidad si se estaba preocupando, pero, nunca lo admitiría.
—Tranquila, no me respondas, porque, sé que te importo.— Respondió el oji-azul acercandose a la castaña.
Damar rió— Si claro que me importas.— Declaró— Tengo que preocuparme de mi juguete favorito ¿no?
—¿Juguete?— Preguntó el Minamoto— Ya te gustaría que lo fuera.— Se acercó a ella y entrelazó su respiración con la de la chica.
—Lo eres.— Respondió la castaña.
—Sigue soñando.— Comentó el Minamoto y observó a la chica de pies a cabeza, siempre lo dejaba sin aliento con la forma en que se vestía, pero, hoy más que nunca estaba anhelando arrancarle esa falda o aventurarse en ese escote— ¿Y si fuera al revés y yo estuviera jugando contigo?
—Dudo que sea así.— Comentó Damar— Pero, si así fuera, entonces, sería interesante que ambos jugaramos ¿no?— Se acercó más a él y rosó sus labios, sus narices.
Kouji se mordió el labio inferior, quería él tener el mando de la situación y evidentemente no era así, eso le molestaba, pero, debía admitir que aquel caracter nuevo de aquella chica cada vez le gustaba más.
—No estaría mal.— Respondió el Minamoto y sin esperar más, tomó la chica entre sus brazos la apoyó contra la pared y comenzó a besar sus labios con desespero, deseo y pasión siendo correspondido de la misma forma.
Evidentemente en ese beso no estaba predominando ningún sentido de "amor" o "cariño" si no pasión y mucho deseo.
Las manos del Minamoto recorrieron las caderas de la chica, quien había cambiado bastante, los años habían jugado a su favor, tenía una pronunciadas curvas que amaba tocar. Se separaron unos escasos milímetros por falta de aire, pero, sin dejar de rosar sus frentes y observarse a los ojos. La chica en un momento dado por simple travesura mordió el labio inferior del chico provocando que nuevamente se unieran en un beso tan apasionado y desesperado como el anterior.
Los labios del Minamoto bajaron por cuello para mordisquear esa parte de su cuerpo.
La mano derecha del Minamoto recorrió la pierna derecha de la chica, su piel era suave, muy suave. Su corazón latía, latía con fuerza con fuerza una y mil veces, sus hormonas estaban totalmente revolucionadas, hace mucho no se sentía así, deseando con todo su ser a alguien, a pesar de haber estado con Zoe, ella no había logrado despertar un anhelo como el que tenía en estos momentos, en realidad ninguna chica más que Damar había logrado esto.
¿Qué poder tenía esta chica sobre él para provocarle estas ganas locas de saciar su sed sexual?
Mordió su labio inferior y lo jaló levemente para que a continuación su lengua acariciara la de la castaña. Mientras que sus manos recorrían con desesperación desde la cadera de la chica hasta sus pechos. Damar simplemente sonrió al sentir como los labios del Minamoto volvían a su cuello y bajaban hacia su escote, abrazó su cabeza contra ella cuando sus labios besaron su escote, la lengua del chico mojaba su piel y sus manos comenzaban a jugar con el contorno de sus pechos. No dudó más y llevó sus manos a los botones de su camisa del chico y desabrochó los primeros tres botones mientras besaba muy seductoramente su cuello.
Finalmente se unieron en otro feroz beso desesperado y la chica abrió su camisa para luego de retirarla.
La chica pasó sus manos por el pecho fuerte del chico y sus brazos, sus labios comenzaron a bajar y paso su lengua, sus labios y dado un cierto punto comenzó a dejar mordiscos de una forma muy sensual mientras el chico se aventuraba en las piernas de la chica con sus manos.
Acarició sus muslos y luego sus manos pasaron debajo de la minifalda.
Lo único que en ese minuto quería era despojarla de toda esa ropa e ingresar en ella, hacerla suya.
Kouji retiró la falda de la chica dejandola solamente en su bragas, medias y bralette, la observó era sumamente deseable bajó hasta su abdomen y besó su ombligo rosando aquel piercing, subió por su pecho, besó su cuello y luego ambos se besaron.
El chico la tomó en sus brazos y ella rodeo su cintura con sus piernas.
Avanzó un poco y la recostó sobre el sofá mientras besaba su cuello, acarició sus pechos sobre el bralette, sin dudarlo más, lo desabrochó dejando ver los sensuales y bien formados senos de la chica. Lamió sus pezones, estaban duros y bien forzados, los mordisqueo dejando salir gemidos de la chica y luego pasó a chuparlos como niño desesperado por ser amamantado mientras los gemidos de la chica cada vez eran mayores.
—Ah~
Nuevamente mordió su seno.
—Ah~
Damar pasó sus manos por el cabello del chico, se sentían bien sus caricias.
—Ah~
Las manos del Minamoto comenzaron a masajear los pechos de la chica mientras ella bajaba sus manos a su pantalón, abrió el cierre y no dudó en comenzar a acariciar su erecto y alzado miembro provocando un gemido ronco por parte del chico. La chica bajó los pantalones del chico con su ayuda lo retiró y luego bajó su boxer.
El oji-azul besó el abdomen de la chica, luego bajó hasta su ropa interior, la tomó y la retiró bajandola por sus piernas para luego lanzarla lejos.
Se unieron en otro apasionado beso y ambos giraron quedando la chica sobre el chico y lo observó divertida, podía ser un chico molesto, pero, si que era lindo. Lamió desde su mentón hasta su pecho y dejó mordiscos en sus brazos y en su abdomen, luego bajó hasta su sexo, lo acarició provocando que el chico lanzara un ronco gemido, esto se repitió un par de veces más.
Abrazó a la chica contra él y giró para dejarla debajo de él, sus labios bajaron acariciando toda su piel desde su boca, cuello, pecho, abdomen hasta su sexo, lo lamió y luego su lengua bajó por una de sus piernas para retirar sus medias las cuales también lanzó lejos.
Luego sus labios volvieron a su sexo, lo lamió nuevamente y luego se posicionó sobre la chica, necesitaba penetrarla, embestirla, hacerla completamente suya. Damar se mordió el labio inferior al ver esto y alzó sus caderas para darle la entrada perfecta.
Todo estaba listo, todo estaba excelente para la unión.
Y sin esperar más, el Minamoto ingresó en ella provocando que la chica lanzara un grito y se aferrara a él, sintió sus uñas se clavaban en su espalda mientras ingresaba a más a fondo en ella. Los gemidos por parte de ambos eran inevitables y algunos gritos debido a cierta embestidas que le daba el chico a la chica.
—Kou-kouji...—Gimió la chica antes de morderse el labio inferior.
La embistió varias veces con brusquedad provocando que ella gimiera más.
El clímax llegó para ambos mientras los gemidos aumentaban por el máximo placer que tenían.
Estuvieron así por varios minutos sintiendo y amando aquella unión. Besó sus labios con fiereza mordiendo su labio inferior.
Todo iba bien, todo iba excelente.
Hasta que, finalmente el momento de acabar con eso llegó, el Minamoto salió de ella provocando se mordiera el labio inferior para no gritar.
Antes se recostarse a su lado, el Minamoto lamío nuevamente sus pezones, su respiración estaba agitada, sin duda estaba agotado, pero no perdería la oportunidad que tenía de saborear el cuerpo de esa chica hasta el último segundo.
Damar respiró profundo, necesitaba dejar de gemir, pero era imposible.
El chico de ojos azules subio de sus pechos hasta su rostro y finalmente terminó besando sus labios para luego se acostarse sobre el sofá, la chica se recostó sobre su pecho.
Ambos estaban con las respiraciones acelaradas, sus corazones latían a mil.
El Minamoto observó el techo intentando calmar su respiración, aunque, era difícil, aunque, debía admitir que estaba demasiado feliz, este día había sido terrible, pero, había tenido un buen final ¡Un excelente final!
Juri abrió los ojos sorprendida ante el contacto de los labios del Kimura con los suyos.
¿La estaba besando?
Profundizó en el beso, el Kimura tenía unos labios suaves y delicados, besaba de una forma bastante simple, pero, dulce, sin mucho movimiento, sin atrevimiento, pero, muy agradable.
Koichi abrió los ojos y no pudo evitar preguntarse ¿qué rayos estaba haciendo? Él no le faltaba el respeto así a las mujeres. Se alejó rápidamente de ella desconcertando a la castaña.
—¡Ups! Juri, Lo siento, lo siento.— Se adelantó a decir el Kimura.
—¿E?— Balbuceo la castaña sin saber que hacer o que decir— M-me besaste.
—S-si.— Respondió Koichi— D-9disculpa si te encontró desprevenida, me dejé llevar y se dio.— Llevó una mano a su nuca— Por favor, disculpame. No debí besarte, somos amigos, los amigos no hacen esto, está mal que un chico vaya y besé así como así a una chica, te falté el respeto, disculpame.
—¿E?— Nuevamente balbuceo Juri sin saber como responder, verdaderamente se sentía extraña, en ese tiempo siempre había intentado ver al Kimura con ojos de amigos y nada más, que la haya besado era extraño, muy extraño— N-no te preo-preocupes.— Habló nerviosa y observó al rededor, se sentía tan nerviosa que no sabía que hacer, se detuvo a observar la puerta.
Soldado que escapa, sirve para otra guerra. En cualquier minuto hablaría con Koichi sobre eso, pero, ahora estaba muy nerviosa e incómoda, lo mejor sería irse.
— ¿E? ¿e? C-creo que lo mejor será que me vaya.— Se levantó del sofá.
—¿E?— El oji-azul simplemente balbuceo.
—Nos vemos mañana.— Y sin decir más, la chica se encaminó a salir del lugar, prácticamente corriendo.
Koichi simplemente respiró agitadamente.
¿Qué rayos había hecho?
¿Había besado a su mejor amiga?
Ahora las cosas serían incómodas.
—Eres muy celosa ¿e?— Musitó Takuya mientras acariciaba la mejilla de la rubia.
Zoe simplemente se mordió el labio inferior, no sabía si reír o enfadarse, había sacado a Nene como un perro a la calle, porque, se había intentado propasar con su novio— Tengo que proteger lo que es mío ¿no?— Besó sus labios.
El moreno le correspondió.
—Aún no entiendo como rayos puede insistir tanto.— Habló Izumi.
—Bueno, es que, ella siempre ha sido intensa y muy celosa.— Respondió Takuya— Creo que en parte se parece mucho a su madre, ya que, por lo que sé, Nya Amano era intensa, celosa, tóxica y por eso el padre de Nene se terminó separando de ella.
Zoe hizo una mueca— No sabía eso.
—¿Mimi no te lo había comentado?
—No.— Respondió la rubia.
—Bueno, pues, esa es en parte la razón por la cual Nene es así, sus padres se separaron cuando ella era niña y en parte se quedó con esa mala costumbre de su madre, quién era muy tóxica, a pesar de que lleva años separada de su padre sigue molestando.— Musitó Takuya.
—¿Sabes? Nene se parece mucho a Jun ¿recuerdas? a esa tipa que estaba obsesionada con mi hermano.— Esa tipa había estado años tras Yamato con una obsesión terrible, así como Nene con Takuya, aunque, tenían algunas diferencias, Nene era atractiva, cosa que nunca admitiría en voz alta, pero, que le daba miedo, ya que, Yamato no había cedido a ella porque no era tan linda físicamente como lo era Mimi, en cambio, en este caso Nene era guapa.
Takuya asintió—Si, pero, créeme esta es mucho más intensa.
—Lo sé.— Musitó la rubia— Pero, tranquilo, yo puedo ser igual. Le dejaré bien claro que no se meta con ¡mi! chico.
—Tu chico...—Repitió Takuya estás palabras.
—Si.— Respondió la rubia y el moreno se quedó en silencio— ¿Por qué? ¿No te gusta que te diga así?
—No, no es eso.— Se apresuró a responder Takuya— Pero, es que, me estaba haciendo la pregunta de que, bueno, estamos juntos, tu ya no estás de novia con Kouji, pero, ¿qué somos?— Preguntó el moreno.
Buena pregunta.
¿Qué eran?
¿Novios?
¿Amigos con ventaja?
—No sé, dímelo tú.— Habló Izumi.
—Mejor dímelo tú.— Comentó Takuya— Tú eres la que recién viene saliendo de una relación.
—De forma oficial, porque, si hablamos de sentimientos salí hace mucho.— Respondió la rubia.
—Buen punto.— Respondió el moreno— Pero, aún así, dime ¿te gustaría estar nuevamente en una relación formal con alguien?
—Bueno, si es contigo, claro que si.— Contestó la rubia— Tuve que esperar tres años ¿no?
Takuya sonrió de lado— Pero ¿estás segura?
Izumi asintió— ¿Qué no te lo he dejado claro?— Preguntó antes de besar sus labios, Takuya le correspondió, fue un beso lento, pero, apasionado donde se mordían levemente el labio inferior y sus lenguas jugaban. La chica rodeo su cuello con sus brazos y el chico la abrazó contra él.
—Ya, pero, ¿enserio te gustaría ser novia mía aunque hay veces de que dices que soy un inmaduro?— Preguntó el moreno.
—Un minuto...—La rubia alzó una ceja— ¿Me estás diciendo que quieres que sea tu novia?
Takuya rió levemente— Quizás...
—¿Cómo que "quizás"?— Preguntó la rubia— ¿Si o no?
Takuya sonrió bueno— Bueno, pues, si.— Respondió antes de alejarse de la chica y arrodillarse frente a ella tomando su mano—Izumi Ishida.— Pronunció su nombre— ¿Quieres ser mi novia?
La rubia sonrió y no pudo evitar conmoverse ante la pregunta, tantos tiempo había soñado con esto, desde que había descubierto que no solo le fastidiaba su presencia o molestaba su humor, si no que amaba todos esos aspectos que podían ser "negativos" en el chico.
—Takuya...—Zoe sonrió— Claro que quiero.— Y sin decir más, se abalanzó sobre el chico para darle un beso en los labios, el chico la agarró de la cintura.
—¿De verdad?
—Si.— Respondió la rubia— Te quiero.
Takuya sonrió— Yo también a ti.
Damar pasó sus dedos por el rostro del Minamoto acariciando sus facciones— No te duermas.— Dijo acariciando sus labios.
Kouji sonrió y abrió los ojos— No me estaba quedando dormido.
—Pues a mi me parecía que sí.— Respondió la chica mientras acariciaba sus labios.
Kouji se acercó a ella y besó sus labios mientras acariciaba sus mejillas. La chica abrazó su cuello provocando que sus pechos desnudos chocaran.
Los labios del oji-azul bajaron por los pechos de la chica acariciando sus suave piel.
—Si Takuya se enterase que estamos así me mataría.— Comentó el Minamoto— Si tan solo me golpeo por un beso imagínate con esto.
—Entoces ¿por qué tendría que enterarse?— Preguntó la castaña.
Kouji sonrió y se inclinó nuevamente a la boca de chica para besarla.
—¿Qué hora es?— Preguntó Damar.
El Minamoto hizo una mueca— No estoy seguro.
La castaña volteo levemente hacia el móvil del chico que estaba unos escasos metros.
—¡Hey!— El Minamoto tomó su mano— Ignora la hora.— Besó sus labios.
Damar rió levemente— Lo siento, pero, mañana tengo examen y le prometí a Rika que la ayudaría a estudiar.
—¿A esta hora?— Preguntó el Minamoto.
—Bueno, tú sabes que ella siempre anda a última hora con ese tipo de cosas.— Respondió Damar.
—¿Sólo ella?— Cuestionó Kouji.
—Bueno, yo también.— Comentó la castaña.
El Minamoto rió levemente y luego besó sus labios—No te vayas.— Escondió su rostro en su cuello.
—Pero, debo...
—Ignora ese examen.— Dijo Kouji para besar sus labios, verdaderamente no quería que se fuera, tanto tiempo añorando estar así, además, no quería estar solo, quería estar con ella, no quería que se fuera.
Damar le correspondió el beso, pero, luego de unos segundos se separó del Minamoto—Lo siento, pero, de verdad, me tengo que ir.— Dijo antes de levantarse cubriendose con la camisa del chico, tomó su bralette y lo acomodó.
El Minamoto respiró profundo, estaba agotado, pero, feliz. Se levantó y comenzó a acomodar su ropa y luego volteo hacia la chica quién ya estaba vestida con su bralette y su braga, dejando ver sus largas piernas.
—Disculpa que te pregunte, pero ¿qué planeas hacer con todo lo de Rika?— Damar no pudo evitar preguntar mientras subía sus medias, debido a todo lo que había ocurrido con Takuya no habían tenido la oportunidad de hablar sobre lo que ocurría con la pelirroja, algo que en verdad le preocupaba.
—No lo sé.— Respondió el Minamoto mientras acomodaba su cinturón— No puedo hacer algo para cambiar su realidad, tristemente, y por lo que me doy cuenta no puedo hacer mucho.
Damar acomodó su falda que se encontraba levemente arrugada.
—¿Sabes? Hasta he pensado que hubiera sido mejor no haber investigado sobre su padre, finalmente sólo está sufriendo.— Comentó el Minamoto mientras se colocaba la camisa.
—Si, en parte hubiera sido lo mejor.— Contestó Damar mientras acomodaba su cabello.
—Bueno, ahora ya no puedo hacer algo.— Habló el Minamoto— Solo apoyarla, finalmente, sigue siendo mi familia.
La castaña sonrió— Me alegra saber eso.— Respondió— Ella te valora mucho y no sólo a ti si no que a Koichi también.
—Lo sé.— Contestó Kouji— Y nosotros también a ella.— Siempre lo había dicho, a él no le gustaba expresar mucho sus sentimientos, pero, hablar de esa situación particular era algo que se le daba con facilidad y eso a Damar le agradaba, finalmente, ambos tenían un gran cariño por esa chica. Quizás, por eso al Minamoto le atrajo ella, porque, era una de las pocas personas que soportaba a la Nonaka y para él, que soportaran a Rika era sinónimo de soportarlo a él, ya que, la pelirroja era como él.
Damar terminó cerrando el cierre de su falda y luego volteo hacia el oji-azul— Bueno, me voy.
—¡Hey! Espera.— Kouji se acercó y beso sus labios, la chica le correspondió en un beso bastante pronunciado y lento, bastante sensual— Buenas noches.
Damar sonrió— Buenas noches.— Y sin decir o esperar otra cosa caminó en dirección a la puerta.
Kouji simplemente terminó de abrochar el último botón de su camisa y sonrió. Se sentía bien, se sentía tranquilo, se sentía feliz, había sido una buena forma de finalizar el día, un día terrible.
Mientras tanto, Yamato se encontraba sentado en un sofá de su departamento tocando su guitarra, ensayando un poco los temas que presentarían mañana.
Hoy si abro la mente, sin tragos me pongo demente,
es que me tienes bien tramado, eres lo que tanto he buscado.
Estamos tan calientes que nos quemamos los huesos,
si esto es un crimen que me cierren por esto y ya siento esta pasión.
Quemame con el fuego de tu amor,
me enloquece tu cuerpo, tu calor.
Quedate cerca, lady,
por favor quemame con el fuego de tu amor.
Taichi salió de su habitación totalmente molesto— Yamato Ishida ¿puedes dejar de cantar e irte a dormir?
El rubio alzó una ceja sorprendido ¿qué le ocurría a su amigo?
—¡Hey! ¿Qué te pasa idiota?
—¿Qué no es obvio?— Preguntó el castaño— Quiero descanar ¡es tarde! Y todo tu ruido no me deja.
Yamato alzó una ceja— ¿Tarde?— Cuestionó— ¿Desde cuando las doce de la noche es tarde para ti?
Taichi hizo una mueca— Desde que necesito descansar.
Verdaderamente estaba actuando extraño su amigo, le sorprendía, se suponía que estaba bien con Sora ¿no? ¿por qué actuaba así? Aún así, no dejaría que le diera ordenes, él hacia lo que quería.
—Lo siento, pero, este igual es mi departamento.— Respondió el rubio.
Taichi frunció el ceño ante esto— Quiero dormir.
—Pero, yo no tengo sueño.— Contestó el oji-azul.
Taichi suspiró, si su amigo no entendía por las buenas entendería por las malas, sin esperar más, se acercó a él, tomó su guitarra y luego caminó hacia su habitación.
—¡Hey! ¿Qué...?
La pregunta de Yamato no pudo finalizar ya que el castaño cerró al puerta de un portazo tras él. El Ishida rápidamente se acercó a la puerta e intentó abrirla, pero, no pudo ya que la manilla tenía seguro.
¡Oh no!
—¡Hey! ¡Yagami! ¡Mi guitarra!— Gritó golpeando la puerta, pero, no recibió respuesta— ¡Taichi!— Lo llamó neuvamente sin obtener palabra de su amigo— ¡Si no me abres me conocerás verdaderamente enojado!— Pero, aún así, no obtuvo respuesta.
Suspiró.
¿Qué le sucedía al idiota de Taichi?
Damar se encaminó al Internado, era bastante tarde, apenas se veía algo en toda esa oscuridad, evidentemente todos ya estaban descansando, o la gran mayoría. Suspiró, al menos nadie la vería llegar a estas horas.
Caminó en dirección a la puerta principal y se dispuso a entrar, abrió la puerta y observó que nadie estuviera e ingresó sigilosamente, pero, cierta voz llamó su atención.
—Deja ya, Ryo.— Se escuchó la voz de Rumiko.
Damar alzó una ceja y se acercó caminó sigilosamente por el pasillo hasta llegar a su oficina, la puerta entre abierta, nuevamente en ella estaban Rumiko y Ryo.
—Dejaré de insistir hasta que me des lo que quiero.— Habló el Akiyama.
—Dinero, dinero y más dinero.— Habló Rumiko— ¡Ya basta con eso! ¡Deja de tus chantajes, de una vez!
—No.— Respondió Ryo.
—¿Acaso no te cansas de siempre pedir lo mismo?— Preguntó la Nonaka.
—¡Ja! Mira quién lo dice.— Ryo se cruzó de brazos y rodó los ojos— ¿Acaso tú no eres igual?
Rumiko frunció el ceño— Lo mío es muy diferente.
—No, no lo es.— Respondió el Akiyama— Querías salir de ese basural en el cual vivías, a punta de chantajes y negocios sucios. Lo lograste finalmente, eso quiero yo, al igual que tú salir de la miseria en cual he vivido siempre y ser la "alta sociedad"
Rumiko se mordió el labio inferior— Pero ¿por qué debes chantajearme a mi?
—¿Qué no es obvio?— Preguntó Ryo— Debo sacar provecho de todo lo que sé de ti.
Rumiko apretó su puño.
—¿Sabes? Algún día me voy a cansar y diré todo lo que sé sobre ti.— Comentó Ryo.
—Te he pegado mucho dinero parra quee te quedes callado, no deberías hacerlo.
—Si, pero, ahora no me estás dando lo que quiero.
—Porque, me estoy aburriendo de tus chantajes, idiota, no quiero darte más dinero, porque, verdaderamente te estás pasando, cuando sabes que si caigo yo, tú igual caes.
—Si, sé eso.— Respondió el AKiyama— Pero ¿sabes? puede que todo el mundo le caiga mal, pero, a diferencia de ti no seré tan despreciado como tú cuando se sepa tu más oscuro secreto, uno que tanto he querido decirles a todos.
—¿Cuál?
—Que fuiste amante de Keisuke.— Respondió Ryo— Y a causa de tus celos mataste a Satoe Tachikawa.
¿Qué?
La mandíbula de Rumiko cayó ante la sorpresa de esta declaración ¡Se suponía que Ryo no sabía eso! O bueno, eso creía ella— ¿Q-qué?
Ryo sonrió y se cruzó de brazos— ¿Enserio creíste que nadie nunca iba a saber tu secreto?— Preguntó el chico— Cuando tengo un enemigo yo me encargó de saber todo sobre él.
Rumiko sintió sus manos sudar— T-te equivocas, yo no...
—No digas que no, Rumiko.— El Akiyama rodó los ojos— ¿Enserio creíste que mi madre se iba a creer ese cuento que la muerte de Satoe era coincidencia, cuando le habías deseado miles de veces la muerte por el simple hecho de quitarte a Keisuke.
Rumiko se mordió el labio inferior.
—Estuvo casi perfecta tu estrategia, pagandole a los médicos forenses para que ocultaran tus huellas y le dieran falsos resultados a Keisuke.— Comentó el Akiyama— Pero, se olvidaron las camaras de seguridad.
El chico sacó su móvil y se lo extendió para mostarle un video.
Rumiko abrió los ojos sorprendida y alarmado.
Esas eran las imágenes del momento preciso.
¡Rayos!
Pensó Rumiko y no pudo evitar comenzar a maldecir el día en que había vuelto amiga de Shiro Akiyama, esa mujer sin duda la tenía entre ceja y ceja por haberle quitado al chico que quería, padre de Ryo, simplemente por ambición.
—Dime ¿qué pensaría todo el mundo al saber que mataste a la esposa de Keisuke Tachikawa, la que se suponía que era tu mejor amiga?
Damar llevó las manos a su boca.
¿Qué?
¿Su padre había tenido algo con Rumiko?
Y por eso...
¿Había matado a su mamá?
¡No, no podía ser verdad, claro que no!
Rumiko rápidamente tomó el móvil del chico entre sus manos e intentó borrar el video provocando que el Akiyama carcajeara.
—Eres idiota Rumiko.— Habló el chico— ¿Enserio crees que esta es la única copia que tengo?
El corazón de la Nonaka comenzó a latir con fuerza, la adrenalina y el miedo se apoderaron de ella, esto era lo peor que le podía suceder. Ryo simplemente sonrió, había sido buena idea guardarse esa información hasta ese momento, quería dinero y mucho.
—No pensarás en divulgar esto.— Habló Rumiko alterada.
—No, claro que no.— Respondió Ryo— Bueno, no lo haré mientras me des lo que quiero a cambio.
Rumiko se mordió el labio inferior, ese chico era ambicioso, como lo era ella a su edad, no le sorprendía que quisiera sacarle provecho a esa situación, pero, ya se estaba pasando, entendía que quería sacar a su madre del basural en donde vivía, sin embargo, se estaba pasando, este chico verdaderamente era extremadamente codicioso.
Damar simplemente no sabía que hacer o decir, verdaderamente se encontraba mal, inmovil.
Rumiko, la supuesta mejor amiga de su madre, no era quién decía ser ¡La había asesinado! ¡No! ¡No podía ser verdad!
La escena de Juri y Koichi fue la que más me costó escribir, tenía una idea, pero, fue muy difícil, no sabía como hacerla, quizás, la arregle en algún momento, pero, si a ustedes les gustó la dejaré como está.
milrose: jsjsjsj creo que logre producir lo que me gusta producir en los lectores, dejarlos nerviosos, mordiendose las uñas jsjsjsj Ya veremos que ocurrirá con Mimi, sé que lo estoy aplazando un poco, pero, quiero hacer algo con esta pareja jsjsj ya verán que es jsjsj Si, Natsumi es bellísima como Yamato jsjsjsj Creo que a muchos les está dando rabia Takuya, pero, él está actuando así porque no sabe el contexto previo si lo supiera actuaría mejor jsjsjsj Si Taichi por idiota en otro problema ya veremos que sucederá con él jsjsjsj Si ojalá lo de Damar y Kouji se dé en algún momento jsjsjsj me alegra saber que te gusto jsjsjsj Ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un gran abrazo a la distancia.
mariacredenza02: jsjsjs me alegra saber que te gustara ver a Rika así jsjsjsj ya veremos como todo se mejorará entre ellos jsjsj Hikari está volviendose un poco tóxica jsjsjs si lo sé, pero, es porque tienes sus razones en algún capítulo subiré lo que ocurrió. Ya veremos como es Catherine jsjsjsj Si, Koichi se está llevando lo peor, ya veremos si en algún momento terminará su sufrimiento. Bueno, Takuya ahora no sabe mucho, pero, algún sabrá lo que ocurrió en el pasado y ahí está la clave, porque, puede actuar peor o mejor, ya veremos si seguirá el camino de Taichi o uno diferente jsjsj Takuya es un buen hermano cuando se lo propone aunque sea celoso. Ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un gran abrazo a la distancia.
Momento de diálogo:
Mimi: ¡Wow! Damar y Kouji tuvieron una apasionante noche.
Yo: ¿Qué haces aquí? Hoy Yamato despedía el capítulo.
Mimi: Si, pero, no me iba a perder la oportunidad de comentar este capítulo y hacerte preguntas. Autora dime ¿Cuando subirás el lemon de hace tres años atrás? Todos morimos por saber cómo fue que quedaron en esa situación.
Yo: Algún día lo sabrán, lo único que puedo decir es que quería dejar ese lapso de tiempo a la imaginación de ustedes.
Mimi: ¿Y que ocurrirá con Catherine?
Yo: Ya veremos.
Mimi: ¿Tenemos que temer por Hikari?
Yo: No lo sé...
