La escena de Catherine y Taichi del capítulo anterior era para este capítulo, así que, pido disculpas y lo borré del anterior para colocarla ahora.
Damar observó atentamente su móvil.
Takeru hace unos minutos había publicado una fotografía con los chicos de la banda, Yamato, Kiriha, Kouij, Ryouma y el Akiyama, observó el letrero tras ellos "Camerinos"
Suspiró.
Ryo.
Apretó su puño.
¡Debía quitarle ese móvil y ver el video!
Damar tomó una chaqueta y se la colocó para luego salir de su departamento, bajó por las escaleras y llegó hasta el primer piso en donde solo se encontraba un chico pelirrojo de ojos oscuros y piel pálida, quién estaba en un sofá. La castaña no lo dudó dos veces y se acercó para tomar asiento a su lado.
—Damar Tachikawa.— El pelirrojo mencionó su nombre.
—Koushiro Izumi.— Pronunció el nombre del pelirrojo.
Y a continuación un silencio se hizo presente, el chico simplemente llevó una mano a su chaqueta y sacó un papel que le entregó a la chica.
—Aquí tienes lo que me pediste.— Habló el chico pelirrojo extendiendole un papel a la castaña.
Damar observó atentamente lo que le había entregado Koushiro.
—Pude haberte enviado esto por mensaje, pero, considerando que cualquiera puede jaquear la señal de wifi en este lugar, preferí no arriesgarme, ojalá te sirva.— Habló Koushiro.
Damar asintió— Gracias.— Dijo antes de levantarse del sofá y dirigirse a la salida del Internado.
Hikari no pudo evitar sentirse un tanto extraña al ver a la rubia en aquel lugar, verdaderamente sentía que estaba "invadiendo su territorio" aunque, en realidad no era totalmente, ya que, podía ser Takeru fuera su novio, pero, no era de su propiedad hecho que debía respetar, porque, finalmente, ella no se adueñaría de él.
Rika hizo una mueca— Cuando pensabamos que tendríamos una noche tranquilla llega esa tipa.— Musitó molesta.
Hikari suspiró— Tranquila Rika.— Tomó del brazo a la pelirroja— Ella tiene todo el derecho de estar aquí.
—¿Qué cosas dices Hikari?— Preguntó la Nonaka— ¿No estás enfadada por qué haya venido cuando Takeru te dijo que no la había invitado?
—Me molesta que esté aquí por nuestra mala relación, pero, si Takeru dijo que no la invitó le creo, finalmente, él no es su único amigo aquí ¿no?— Respondió la castaña.
Podía ser cierto, pero, eso no quitaba que su presencia molestara y bastante. Suspiró, pondría todo de su esfuerzo para intentar pasarla bien, básicamente ignoraría su existencia, finalmente, recién había llegado a la ciudad y merecía divertirse.
Taichi y Sora se encontraban bailando en la pista de baile mientras la banda tocaba, evidentemente estaban felices, disfrutando.
Quemame con el fuego de tu amor,
me enloquece tu cuerpo y tu calor.
Quedate cerca, lady, por favor,
quemame con el fuego de tu amor.
El castaño abrazó a la chica por la cintura.
—Te amo.— Le susurró el Yagami a la Takenouchi.
—Yo igual a ti.— Respondió la pelirroja.
—Me alegra que me hayas perdonado.
Sora sonrió— ¿Cómo no te iba a perdonar? Eres el chico de mi vida.
El chico de su vida.
Taichi suspiró, estaba feliz de tenerla de vuelta, pero, también se sentía un tanto extraño, la había engañado, quizás, no estaban juntos, pero, él nunca había estado con otra chica que no fuera Sora, ella había sido la única chica en su vida en todos los aspectos, sin embargo, eso había cambiado, había estado en los brazos de otra.
—Cariño, tengo sed.— Avisó la pelirroja— ¿Vamos a tomar algo?
Taichi asintió— Si, vamos.— Él igual moría de sed.
Ambos se separaron un poco y se dirigieron a una de las mesas caminando a través de la multitud de personas que bailaban a su alrededor.
En un minuto dado, Sora soltó la mano de Taichi para abrirse paso entre la gente, el Yagami simplemente la siguió, pero, se detuvo al sentir como alguien lo jalaba del brazo.
—¡Hey! Yagami.
Volteo sorprendido ante esto y al hacer esto se encontró con una chica rubia de ojos azules.
¡Oh no!
—Catherine.
—Taichi.— La chica pronunció su nombre.
El castaño se mordió el labio inferior un tanto nervioso, observó entre la multitud, no había rastro de Sora entre toda la gente. Volvió su mirada hacia la rubia.
¿Qué quería esa chica?
—¿Qué haces aquí?— Preguntó el Yagami.
—Lo mismo que tú.— Respondió la rubia— Vine a divertirme un rato.
¡Genial! Venía a divertise ella, pero, a arruinarle la noche a él.
—B-bueno, diviertete.— Dijo antes de voltear para irse, pero, apenas dio un paso, ya que, la mano de la rubia se posó en la suya.
—¡Hey! Necesito hablar contigo.— Respondió la rubia.
—¿E? Catherine no tengo tiempo.— Contestó molesto volteando hacia ella— Quiero estar con mi novia ¿si?
La rubia rodó los ojos ante esto— Es importante.— Se cruzó los brazos.
—¿De qué?— Preguntó el castaño.
—De lo que pasó entre nosotros.
Taichi hizo una mueca ante esto, lo que menos quería en estos momentos era hablar con ella, mucho menos de aquel error.
—Catherine no quiero hablar de eso.— Respondió molesto.
—Lo siento, pero, tendrás que hacerlo.
—Claro que no.
—Claro que si.— Contestó la rubia.
—Catherine, por favor, no me arruines la fiesta, quiero estar con mi novia, sin pensar en ese error.— Taichi se cruzó de brazos— Por favor, cierra este capítulo de una buena vez.
—Es exactamente por eso que quiero hablar contigo.— Habló la rubia— Para cerrar este capítulo de una buena vez.
Taichi observó atentamente a la chica, no tenía ganas de hablar nuevamente de aquella, porque, se sentía muy mal al recordarlo.
—Tranquilo, no te tomará mucho tiempo.— Respondió la rubia.
—Lo siento, pero, no puedo.— Habló el Yagami— Ahora debo acompañar a Sora buscar unos resfrescos, además, si hablamos aquí alguien podría escucharnos.
Catherine rodó los ojos y suspiró— Tranquilo, yo tampoco quiero que alguien nos escuché.— Dijo antes de sacar un papel de su bolso y entregarselo al Yagami— Toma, te espero en esa habitación, más te vale ir.
Damar llegó al lugar y observó el rededor, habían muchas personas en aquel lugar entre la multitud pudo distinguir a sus amigas quienes se encontraban con Takeru, su hermana se encontraba tomando, los Teenages Wolves estaban en el escenario tocando, Yamato cantaba, Kouji tocaba la guitarra y los demás integrantes se encontraban con sus instrumentos. Dirigió su mirada al baterista, hizo una mueca, detestaba con toda su vida al Akiyama.
Suspiró.
Tenía que quitarle el móvil, pero ¿cómo lo haría?
¡Un minuto!
Hace unos segundos había visto una publicación de Takeru junto a la banda de Yamato antes de la presentación en los camerinos del hotel.
Pasó su mirada hacia una puerta tras el escenario que decía "Camerinos"
Cruzó los dedos.
Con algo de suerte el móvil del Akiyama estaría en aquel lugar, de no ser así tendría que robarselo luego de que bajara del escenario.
No esperó más y se acercó a la puerta e ingresó en ella cerrando la puerta detrás de ella.
Observó el camerino.
Habían chaquetas, las fundas de los instrumentos, cosas de los integrantes de la banda.
Se acercó a las chaquetas, reconoció al instante cual era la de Kouji, tenía impregnado su aroma.
¡Concentrate!
Movió levemente la cabeza y observó las demás.
Se detuvo un momento, en la publicación de Takeru el Akiyama llevaba una chaqueta gris. Rápidamente tomó la chaqueta de ese color y buscó en sus bolsillos, había un móvil, lo sacó y prendió la pantalla.
¡Bingo!
En la pantalla estaba la imagen de aquel chico.
Dejó la chaqueta del Akiyama sobre el sofá y luego revisó en su bolsillo, sacó el papel que le había dado Koushiro, sin dudarlo, ingresó la clave y...
¡Funcionó!
Damar sonrió de lado, Koushiro era un genio, había sido buena idea acudir a él.
Observó atentamente la pantalla del móvil y abrió la galería de imágenes.
¿Qué rayos?
Alzó una ceja sorprendida, habían más de diez fotografía de Rika. Ladeo levemente la cabeza -observando todas las fotos, verdaderamente era extraño.
Todos conocian que Ryo estaba interesado en la pelirroja hace bastante tiempo, pero, esto ya era una obsesión.
Bueno, Rika nunca le pondría atención, asi que, perdía memoria del móvil con todas esas imágenes.
Siguió revisando las imágenes y videos del móvil hasta llegar a un video que llamó su atención.
Lo presionó y...
¡Ahí estaba!
Debido a la buena calidad que tenían las cámaras de seguridad de su casa se veía perfectamente a Rumiko Nonaka y Satoe Tachikawa.
Parecía que estaban gritando, no se escuchaba.
Rumiko y su madre jalaban de sus cabellos, peleaban, no se escuchaba lo que decían, pero, evidentemente estaban gritando. En un minuto dado, la madre de Rika lanzó a Satoe fuertemente contra la pared y su madre cayó al suelo, la cortina de la sala cayó sobre la chimenea y el cadaver de Satoe se comenzó a incendiar.
~Media hora después~
Sora observó a todos lados, Taichi se le había pérdido hace varios segundos y no lo encontraba, estaban bailando y de un segundo a otro había desaparecido, dirigió su mirada a Mimi quién llevaba desde el inicio de la fiesta tomando, mientras estaba bailando con Taichi pudo notar que bebía y bebía sin parar y ahora seguía haciendo lo mismo. Se acercó a ella.
—Oye ¿estás bien?— La pelirroja le preguntó a la castaña.
—¿Por qué preguntas?— Cuestionó la Tachikawa antes de darle otro sorbo a su décima copa con wisky.
—Llevas tomando un buen rato.— Le comentó Taichi.
Mimi hizo una mueca, no se sentía bien, luego de lo que se había enterado quería tirarse del último piso de ese edificio.
Suspiró.
—Solo estoy un poco sedienta.— Respondió la castaña.
—¿Sólo un poco?— Preguntó la pelirroja— Llevas tomando desde que comenzó la fiesta.
—¿Y qué tiene de malo?— Cuestionó la Tachikawa.
—Nada, pero, eso es inusual en ti.
—Ahora.— Respondió Mimi— La Mimi de hace tres años no hubiera tomado, pero, la de ahora si.
Sora alzó una ceja sorprendida ¿qué le ocurría a su amiga? Evidentemente estaba borracha e ida.
—Oye ¿no encuentras un poco loco el hecho de que justo la madre adoptiva de tu hija sea la nueva novia de mi primo?— No pudo evitar comentarle la pelirroja a su amiga, hace unos diez minutos atrás su primo, Shun, le había presentado a su nueva novia y coincidentemente era Alice.
Mimi hizo una mueca— Si, no, no sé...—Respondió—Ya no sé que es loco y que no.— Habló un tanto mareada—¿E? Sora, si me disculpas iré a tomar un poco de aire.
Okey, Mimi estaba borracha, sin duda.
—Mimi.— La pelirroja llamó a su amiga— Estamos afuera.
La Tachikawa hizo una mueca— A pues...—Observó el lugar— Iré adentro un rato, necesito despejar la mente y esta música no me deja pensar.
¡Wow! Esto si le extrañaba, esa música era la que estaba entonando la banda de Yamato, su novio. Su amiga era fan número uno de esos chicos ¿por qué ahora no estaba en primera fila gritando por ellos? ¿Qué le estaba ocurriendo? ¿Sería que estaba afectada por el encuentro con su hija? Pero, eso era algo positivo ¿no?
Dirigió su mirada hacia el rubio vocalista de la banda, estaba en el mismo edificio en donde estaba su hija y no lo sabía. Volvió la mirada hacia donde se encontraba su amiga, pero, grande fue su sorpresa al darse cuenta que no estaba.
Hizo una mueca.
Yamato pasó su mirada por el público luego de terminar de tocar la octava canción esa noche, Mimi de un momento a otro se había desaparecido, pero, anterior a eso juraría haberla visto varios vasos de alcohol con una cara no muy buena.
Kouji hizo algo similar, juraría haber visto llegar a Damar, pero, al parecer ni Rika se había percatado de este hecho.
—Chicos...— Kiriha los llamó— ¿Están listos para última canción?
Yamato asintió— Si.— Respondió antes de acercarse a su micrófono para hablarle al público—Para terminar, tocaremos un tema nuevo que esperamos que les guste.— Informó el rubio llevandose gritos por parte de lo oyentes— Bueno, esta fiesta es en honor a el regreso de Shun, quién le ha querido dar la bienvenida a su novia Alice.— Dirigió su mirada hacia la pareja— Y pues, como es debido esta canción será dedicada para ella, pero, también debo mencionar que este tema diferencia de otros no es de nuestra completa autoría.— Dirigió su mirada hacia su hermano— La escribió mi hermano, se llama "Estamos perdiendo el tiempo" y la escribió pensando en una chica especial.— Dirigió su mirada hacia Hikari.
—¿Qué?— Preguntó Rika sorprendida— ¿Takeru escribiste una canción?
—Si.— El rubio sonrió y dirigió su mirada hacia la castaña quién estaba igual de sorprendida que su amiga— Para ti, Hikari.
La Yagami sonrió ante esto, no se lo esperaba, claro que no.
—Siempre dije que eras mi musa para escribir.— Takeru le susurró en el oido— Quizás, no sea la canción más romántica del mundo, pero, es como estamos viviendo esta situación.
Mientras tanto en el camerino.
Damar sintió como el alma se le iba del cuerpo.
No había sido un accidente, Rumiko se había encargado de arrebatarle la vida a su madre y si quiera había dado la cara, y más encima el estúpido de Ryo se aprovechaba de la situación.
Llevó una mano a su frente, había visto el video más de cuatro veces y por más que lo veía no podía creerlo, Rumiko había asesinado a su madre.
Apretó su puño.
Todo esto se había dado por causa de su padre, el Akiyama lo había dicho, ellos eran amantes ¿y con eso Keisuke tenía el descaro de decir que sufría por la muerte de Satoe?
Suspiró.
Observó su propio móvil, llevaba varios minutos ahí, ni siquiera se había dado cuenta de cuantas canciones había tocado la banda de Yamato.
En cualquier minuto podrían terminar.
Observó nuevamente el móvil, buscó el correo electronico, adjunto el video y lo envió al suyo. Buscó su móvil, lo alzó y lo revisó, no pasaron más de dos minutos cuando la carga estuvo completa y recibió el video. Luego dejó el móvil donde estaba y sin decir más, salió del lugar.
Respiró profundo al ver a todos en aquel lugar, la banda seguía tocando, varios bailaban, tomaban, parecían todos estar disfrutando, mientras ella estaba destruida en mil pedazos. Necesitaba relajarse, pero, era imposible. Cerca de ella divisó una mesa con diferentes tipos de bebidas alcoholicas, no lo dudo y se acercó a ella, tomó una copa, abrió una botella de vodka, sin esperar más, bebió todo el líquido sin detenerse a respirar. Cuando la copa estuvo vacía nuevamente la lleno de vodka y otra vez bebió rápidamente hasta acabar con la más mínima gota de aquel líquido.
Necesitaba algo más.
Observó la mesa y a los pocos metros divisó una botella con ginebra blanca, tomó la botella, la abrió y llenó la copa para comenzar a beber aquel líquido tan rápido como las otras veces. Por segunda vez llenó la copa de ginebra, la bebió de manera veloz y fue así como esto se repitió una tercera, cuarta, quinta y sexta vez.
Taichi suspiró, aún no sabía porque rayos había aceptado en ir a hablar con Catherine, probablemente porque quería cerrar de una buena vez ese lamentable capítulo de su vida.
Suspiró.
Observó atentamente la puerta "Habitación 20"
La abrió e ingresó en ella.
Cerró la puerta tras él y avanzó.
—Catherine.— La llamó— Ya estoy aquí.
—Ya era hora.— La voz de la chica se escuchó en aquel lugar y la chica apareció frente a sus ojos.
¡Oh no!
La rubia vestía un baby doll rosa con tirantes y unas largas medias.
¡Rayos!
—Catherine ¿qué haces vestida así?— Preguntó Taichi sorprendido.
La rubia sonrió, Nene le había dado unos tips bastante buenos para tener una apasionante noche con Taichi.
—¿Te gusta?— Preguntó la rubia.
—N-no.— El castaño volteo intentando no observar a la chica y no ruborizarse por ella— ¿Qué haces así vestida?
Catherine sonrió— Me preparé para ti.
Taichi hizo una mueca.
—¿Sabes desde esa noche te he extrañado bastante?— Preguntó la chica acercandose a él.
Taichi se mordió el labio inferior, él desde esa noche había olvidado prácticamente todo, estaba borracho, así que, al día siguiente con suerte recordaba algunas cosas.
—Pensé que me habías citado para acabar con esto.
—Y eso hice.
—Creo que es obvio que no.— Se cruzó de brazos y volteo hacia ella— Si estás vestida así es porque quieres otra cosa ¿no?
Catherine sonrió— Bueno, quizás, si.— Respondió la rubia antes de posar sus brazos sobre los hombros del castaño— ¿Sabes? Desde esa noche he deseado que lo que ocurrió se vuelva a repetir.
Taichi rápidamente se alejó de ella— Pues, yo no, estoy con Sora.
Catherine rodó los ojos— Que estés con ella no es sinónimo de que no hayas deseado que esto se vuelva a repetir.
Claro que no había deseado eso, nunca lo desearía, Sora era mil veces mejor. Ni siquiera recordaba como había sido estar en ella, porque, estaba borracho.
—Creo que lo mejor será que me vaya.— Taichi volteo dispuesto a irse.
—¡Hey!— Catherine lo tomó del brazo— ¿Crees que voy a dejar que te vayas así como así?
—Pues, deberías, estoy de novio.
—¿Y eso qué?— Preguntó la rubia— No estás muerto Taichi Yagami quiero estar contigo esta noche y así será.
Eso había sonado muy directo, pero, loco.
¿Qué le ocurría a esa chica?
Catherine siempre se había destacado por ser una chica como Hikari. Nunca se la hubiera imaginaba pidiendo sexo o algo así, aunque, bueno, si lo pensaba bien ya lo había hecho antes, aunque, eso no quitaba que no estuviera bien, estaba loca.
—Olvida que haré eso.— Habló el castaño— Ya cometí ese error una vez y no lo repetiré.
—Bueno, si no lo haces Sora sabrá toda la verdad.— Amenazó la rubia.
¿Qué?
Taichi volteo hacia esa chica sorprendido.
—Tú no harías eso.
Catherine sonrió— ¿Por qué no? Si lo único que quiero, es que, te separes de ella, nunca me gustó la pareja que ustedes hacen.
¡Rayos!
Una vez había escuchado de la boca de Izumi, la hermana de Yamato, que esa chica estaba flechada por él y como era de la edad de Hikari simplemente se había puesto a reír, ya que, era muy pequeña para él, pero, ahora le quedaba más que claro que era cierto.
—Sora no te va a creer.
—Si me va a creer.— Respondió la rubia— Ya que ¿por qué yo le inventaría algo como eso? Si ella me considera su amiga.
Taichi se mordió el labio inferior y apretó su puño ¿qué ocurrió con esta chica?
—¿Por qué haces esto?
—Porque, quiero divertirme.— Contestó la oji-azul, aunque, la verdad era que quería cumplir cierta "misión"
—Catherine, por favor, yo estoy con Sora.
—Y yo quiero divertirme.— Respondió la rubia.
—Lo siento, pero, yo no quiero hacerlo.
—Tendrás que hacerlo.
—No.
—Si no lo haces Sora sabrá lo que ocurrió. Tengo las cámaras de seguridad de esa noche.— Mencionó Catherine.
—¿Q-qué?— Preguntó Taichi.
—Y se ve claramente que tú estuviste conmigo.— Una mentira piadosa, no tenía pruebas de esa noche, al contrario.
Taichi se mordió el labio inferior, no había pensado en eso, lo habían hecho en un lugar abierto, en la terraza de ese hotel, lógicamente iban a haber cámaras ¿por qué no pensaba las cosas antes de hacerlas?
—Por favor, no lo hagas.— Rogó, no quería perder a Sora.
—La única forma de que impidas a que lo hagas es haciendo lo que yo te estoy pidiendo.— Respondió la rubia.
Taichi se mordió el labio inferior, esto no podía ser verdad, claro que no.
—Piensa solo una noche, un momento, solo eso...
Mientras tanto en el salón principal, una niña de cabello rubio recorría el lugar, se encontraba pérdida, se suponía que debería estar durmiendo, pero, había despertado y su madre no estaba.
En sus brazos llevaba un oso de peluche al cual abrazaba.
Natsumi caminó en dirección a la salida, alzó su mirada, habían muchas personas en ese lugar, pero, no podía distinguir a su mamá, observó hacia el escenario había un chico cantando. Sonrió, le gustaba la música, pero, tristemente sonaba muy fuerte y era un tanto molesta.
Hizo una mueca, sintió sus ojos aguarse, quería a su mamá y no la encontraba.
Mientras tanto Mimi salió del baño totalmente mareada, sentía que todo le daba vueltas, se había pasado con las copas de alcohol, cosa que generalmente no ocurría, no le gustaba tomar mucho, a diferencia de Takuya y Damar, quienes podían tomar varias copas de alcohol y quedar normal.
Cerró los ojos, necesitaba descansar unos segundos.
Caminó en dirección a un sofá y sin dudarlo, se lanzó sobre él cerrando los ojos.
Necesitaba descansar unos segundos.
—¿Tía Mimi?— Escuchó como una voz infantil la llamaba.
La castaña respiró profundo, le dolía mucho la cabeza como para abrir los ojos.
—Tía Mimi.— Nuevamen esa voz la llamó.
¿Quién podría ser?
Había tanto ruido al rededor que no distinguía la voz.
—No te muedas, por favor, no te muedas...— Escuchó nuevamente la voz infantil y no pudo evitar sorprenderse por las palabras que había dicho— Abe los ofjos.
Mimi hizo una mueca y con pereza abrió sus ojos lentamente encontrándose frente a ella a una pequeña rubia de ojos azules a quién reconoció al instante.
—¿Natsumi?
—No puedo creer que hayas estado todo el día evadiendo a Koichi.— Musitó Miyako observando seriamente a su amiga.
Juri simplemente se escondió bajó sus sábanas— No quiero verlo.
Miyako rodó los ojos y alzó las sábanas— Escondiendote aquí no solucionarás algo.
Juri hizo una mueca— No, pero, me salvaré de ver a Koichi.— Respondió antes de arrebatarle las sábanas a su amiga para cubrirse completamente nuevamente.
La chica de anteojos suspiró y se sentó junto a su amiga— ¿Sabes? Tú en vez de estar escondiendote deberías aprovechar lo suertudo que eres, ojalá el chico que me gusta me besará, pero, no ha ocurrido y dudo que ocurrirá, mientras que tú solo te escondes.
—Koichi es solo un amigo.— Respondió Juri— Esta situación es muy incómoda, independientemente de que me guste o no, nunca un amigo me había besado.
—Entiendo que sea incómoda, pero, sigo insistiendo, si sigues actuando así creerá que no le gusto tu beso y harás esta situación mucho más incómoda.
Mimi observó atentamente a la rubia y no pudo evitar sentirse sorprendida— ¿Natsumi que haces aquí?
La rubia depositó su oso de peluche al sofá y con un salto se sentó sobre este— Estaba buscando a mi mamá.— Respondió— La tía que me estaba cuidando se quedó dormida y yo extrañé a mi mami.
Mimi hizo una mueca ante esto ¿qué clase de baby sister se quedaba dormida cuando estaba trabajando? Se incorporó sobre el sofá— No está bien que salgas sola de tu habitación, Nat.
—Pelo, yo extrañala a mi mamá.— Respondió la rubia mientras sus ojos se volvían a aguar.
Mimi se mordió el labio inferior tan solo al pensar en el hecho de que la rubia si había encontrado a su madre, ella era su mamá biológica, pero, no lo sabía. Posó sus manos en sus hombros— ¡Hey! Tranquila, no llores.
—Pelo, quiedo a mi mami.— Contestó Natsumi.
Mimi acarició su cabello— Tranquila, tranquila, yo te ayudaré a buscarla.
—¿Ensedio?— Preguntó la rubia.
La castaña asintió para buscar su móvil y llamar a la pelirroja, pero, antes de que pudiera marcar su número.
—¿Mimi?...—Una voz muy familiar para ella se hizo presente y sintió un agujero en el estomago.
La hermana menor de Taichi observó el lugar mientras la banda tocaba el tema que había escrito Takeru, debía admitir que era una buena canción todos parecían disfrutarlo.
—Hikari.—Rika la llamó y tocó su brazo para llamar su atención— Mira.— Señaló la mesa que se encontraba cerca de los camerinos al otro lado de toda esa multitud de gente, al principio no pudo distinguir a quién señala la pelirroja, pero, luego se dio cuenta que había una chica de chaqueta oscura quién cubría su cabeza con el gorro de su chaqueta.
—¿Damar?— Pronunció su nombre sorprendida.
La castaña alzó sus ojos intentando enfocar, pero, era un tanto difícil, ya ni sabía cuantas copas había tomado de ginebra.
Suspiró.
Le dio otro sorbo a su copa a su copa y luego la dejó sobre la mesa, necesitaba algo más fuerteque el alcohol, llevó sus manos hacia sus bolsillos. Hizo una mueca, no tenía cigarros. Se mordió el labio inferior, necesitaba relajarse y la nicotina generalmente hacia eso o los polvos blancos.
¡Un minuto!
Tomó su collar y lo abrió.
¡Rayos!
No tenía polvos.
Se le había olvidado reponer el polvo luego de consumirlo.
Suspiró.
Ahora ¿qué haría?
—Damar...— Una voz la sacó de sus pensamientos.
De una forma un tanto tambaleante giró sobre sus talones y se encontró con sus dos amigas, Hikari y Rika.
¡Rayos!
No quería hablar con ellas en estos minutos, en realidad con nadie, quería estar sola.
—Hasta que al fin saliste de tu habitación.— Rika le comentó a su amiga.
Damar se mordió el labio inferior, no había querido hablar con ellas, porque, quería que pasara desapercibido lo que quería hacer. Pero, ahora que había obtenido lo que quería no se había preocupado de ocultar su presencia en aquel lugar, en realidad, estaba más pendiente de las copas de alcohol que estaba tomando.
—Nos alegra verte.— Dijo Hikari antes de abrazar a la chica— Pero, a la vez nos sorprende, no pensamos en que vendrías a la fiesta luego de estar todo el día encerrada.
—Por un momento creí que estabas muertas, ya que, no salías.— Comentó la pelirroja—¿Por qué no salias de tu habitación?
Damar suspiró, no quería hablar con ellas— ¿E? Pues...no quería salir por cosas mías...—Respondió un tanto cortante antes de voltear hacia la mesa y tomar copa con champaña.
—¿No te sentías bien?— Preguntó Hikari— ¿Por qué no nos dijiste que ibas a venir? Hubieramos venido juntas a la fiesta.
—¿Por qué no nos contestabas cuando te hablabamos?
—¿Pueden parar un poco con las preguntas?— Preguntó la Tachikawa de mala gana.
—No nos culpes por preocuparnos por ti, ni siquiera te dignabas a respondernos.— Comentó la pelirroja.
—Bueno, no es necesario que se preocupen demasiado.— Respondió la Tachikawa.
Hikari y Rika intercambiaron miradas sorprendidas—¡Hey! ¿Qué te ocurre?— Preguntó la pelirroja sorprendida— ¿Por qué nos hablas así? Simplemente queremos saber que ocurre contigo.
Damar hizo una mueca— No me ocurre nada.— Contestó un tanto hiperventilada antes de dejar su copa en la mesa— Necesito estar sola.— Mencionó antes de disponerse a alejarse de ambas chicas.
—¡Hey!— Rika la llamó— ¿Dónde vas?
—¿E? Pues...yo...—Literalmente todo ya le estaba comenzando a dar vueltas—Voy por ahí.— Declaro— Después nos vemos.— Y fue lo último que dijo antes de alejarse de sus amigas quienes no pudieron evitar sentirse extrañas ante el comportamiento de su amiga.
¿Qué le ocurría?
Taichi observó a la chica y simplemente exhalo todo el aire de sus pulmones.
Catherine lo había amenazado con contarle todo a Sora y eso no era algo bueno, al contrario, sabía que si la pelirroja se enteraba de lo que había ocurrido entre ellos jamás quedría volver a verle.
La conocía, si se había enfadado por lo que había ocurrido con Hikari, entonces, podía enfadarse y hacerla la ley del hielo para siempre, ya lo había hecho una vez y vaya que le había costado recuperar su confianza. Bueno, no la había recuperado del todo, recién habían regresado.
No podía arruinarlo.
Pero, esta chica parecía empeñada en hacer eso.
Suspiró.
—Tic, tac...—Musitó la rubia.
Taichi hizo una mueca.
—Dime ¿quieres que Sora se entere o prefieres que no lo sepa?
—¿Quién me asegura que no utilizaras esto en mi contra?— Preguntó el castaño.
—Yo te lo aseguro...—Cruzó los dedos tras su espalda.
—Ya me habias dicho que nadie se iba a enterar y ahora me amenazas con esto.
—Bueno, esa vez no lo cumplí, pero, ahora si prometo que nadie se enterara.— Respondió la rubia— Solo quiero cerrar este capítulo.
—¿De esta forma?
—Si, bueno, nunca antes había estado con un chico.— Comentó la Deneuve.
—Podrías tener a cualquier chico a tus pies.
—Pero, yo te quiero a ti en estos momentos.— Respondió la rubia— Tan solo mirame me prepararé para ti.— La chica señaló su vestimenta— Es solo un momento ¡vamos! luego de esto te dejaré completamente libre.
—¿Lo prometes?— Preguntó el castaño.
—Lo prometo.— Respondió la rubia— Luego de esto podrás vivir en paz.
Vivir en paz.
Hace mucho no se encontraba tranquilo, siempre venía algo que no lo dejaba estar en calma, suspiró, deseaba mucho estar quieto y la chica le estaba haciendo esa oferta, no decirle a Sora por pasar un rato con ella, cosa que era bastante incómodo por el hecho de que él tenía novia, pero, si aceptaba era por esa relación que recién había logrado recuperar.
Suspiró.
Por más que analizaba y analizaba la situación.
No le quedaba de otra.
Alzó su mirada y observó a la chica.
No quería hacerlo, pero, lo haría simplemente por esconder su secreto.
—Está bien, Catherine, pero, que quede claro, esta será la última vez y nos olvidaremos de esto.— Habló el castaño— Y no le dirás nada a Sora.
—Lo prometo.— Dijo la chica.
Taichi suspiró.
La chica se acercó a él.
Sin decir más, besó a la rubia quién no dudó en corresponderle, sus manos la tomaron de la cintura. Sus lenguas comenzaron a acariciarse y la chica mordió su labio.
La chica lo dejó caer sobre la cama al chico.
Taichi se sacó la chaqueta— No tengo más de quince minutos, así que, hagamoslo rápido.
Catherine sonrió— Con eso basta.— Dijo antes de montarse sobre el castaño mientras besaba sus labios y comenzó a desabrochar su camisa.
Taichi simplemente respiró profundo, debía acabar rápido con esto, pasó sus manos por la figura de la rubia arrugando levemente ese delicado baby doll rosa, luego recorrió las piernas de la rubia. La chica sacó su camisa y acarició su tonoficado abdomen. Se mordió el labio inferior, era extremadamente guapo ese chico, le encantaba.
El chico besó su cuello y ella lo abrazó.
Acarició sus piernas hasta llegar a sus gluteos y bajó aquella prenda.
Catherine se mordió el labio inferior y bajó sus manos en dirección a su pantalón y lo abrió, luego bajó su boxer, la chica sin esperar más se montó sobre el Yagami y unió sus partes mientras sus labios se besaban.
Taichi le correspondió el beso a la rubia, intentando en cierta medida reprimir los gemidos que sentía debido al placer de esa unión, ya había estado en ella, le había quitado esa inocencia, pero, esta vez estaba siendo más pasional.
—Ah~
Gimió la chica.
—Ah~
Taichi se mordió el labio inferior, sentía como la presión en sus piernas era muy intensa, comenzaba a tener un orgasmo. No quería prenderse, pero, estaba muy excitado.
Masajeo sus pechos sobre el baby doll, aquellas curvas eran provocativas y aquel escote igual.
Suspiró.
Giró sobre ella, le dio una embestida provocando que esta gimiera más, otra embestida, otra y otra.
Catherine se mordió la uña de su dedo índice, se sentía muy bien. El chico besó su cuello y luego bajó por su escote besando sus pechos.
—Ah~
Los gemidos de la chica eran delicados y melosos. La chica clavó sus uñas en su espalda. Taichi subió el baby doll, beso sus pechos y lamió sus pezones, la rubia acarició el cabello del castaño y apretó sus piernas con el miembro del chico provocando que el chico gimiera.
¡Rayos!
Taichi respiró profundo, no quería que le gustase, pero, le estaba gustando.
¡Sora!
Su mente gritó el nombre de la pelirroja.
Suspiró.
Alzó el rostro— Li-listo.
—¿Tan pronto?— Preguntó Catherine seguido que un grito al sentir como el chico salía de ella.
Taichi rápidamente acomodó su ropa— Ya te di lo que querías ahora dejame en paz.
—¿Enserio quieres a la estúpida de Sora cuando me tienes a mi?— Preguntó la rubia molesta mientras se tapaba con su baby doll.
Se mordió el labio inferior, quizás, esta chica era sexy, pero, el amaba a la pelirroja.
—Sora es la mujer de mi vida.
Catherine hizo una mueca— Todavía eres muy joven para decir que es la mujer de tu vida.
Taichi abrochó el último botón de su camisa— Eso es cosa mía.
Olvidar ese momento era lo que tendría que hacer luego de salir de ahí.
—No me molestes más ¿si?— Subió sus pantalones y sin decir más, se dirigió a la puerta, la abrió y salió cerrandola tras él.
Catherine hizo una mueca, se había sentido muy bien estar con el Yagami, era una lastima que fuera el perro faldero de Sora.
Suspiró y acomodó su baby doll con el resto de su ropa.
Se levantó de la cama y caminó en dirección al mueble frente a ella en donde se encontraba su móvil. Sonrió y observó atentamente la pantalla, tenía lo que Nene necesitaba, Taichi verdaderamente había caido como idiota.
Damar observó atentamente el lugar y respiró profundo.
Ese lugar le traía recuerdos, la última vez que había estado ahí, Kouji y ella se habían besado provocando que a continuación discutieran con Takuya.
Suspiró.
¿Por qué su vida no podía ser normal?
Primero, se había enamorado del mejor amigo de su hermano, luego se había convertido en la novia del hermano del chico que quería, después se vínculaba con aquel chico y engañaba a su novio, a continuación se dio todo el tema con Henry, las mentiras, el embarazo de su hermana, regresar y encontrarse con los celos excesivos de su hermano, y finalmente, se encontraba con este dato de su madre.
Nuevamente suspiró.
Necesitaba ir a un psicólogo.
Siempre había algo que provocaba que su vida se viera agitada.
—¡Hey! Tachikawa.— Una voz llamó su atención y al voltear se encontró con cierto chico rubia de ojos azules y su amigo de cabello gris.
—Aonuma, Mogami.— Ponunció sus apellidos sin interés.
—Viniste, por un momento pensamos en que no lo harías.— Comentó el peligris acercandose a la chica.
Damar rió para sus adentros, Ryouma sonaba como si le interesara que asistiera a esa fiesta, pero, ella bien sabía que ni siquiera se habían percatado de su ausencia y ahora que había llegado querían divertirse, probablemente con drogas u viendo con quién de los dos caía primero.
—¿Te parece si vamos a bailar un poco?— Preguntó el rubio.
—No quiero.— Respondió la castaña.
—¿Y si tomamos algo? Hay una ginebra increíble.
—Ya la probé.— Contestó la Tachikawa sin interés.
Ryouma y Kiriha intercambiaron miradas, esa chica evidentemente no estaba a gusto con su presencia, pero, desde que había llegado sabían que a esa chica le llamaba la atención algo que ellos poseían, el rubio llevó la mano a su chaqueta y sacó una bolsita trasparente con cocaína.
—¿Quieres?— Kiriha le preguntó a la castaña.
Damar observó atentamente la bolsa con polvo, eso era lo que necesitaba— ¿A cuanto?
—Pues...—El rubio observó atentamenta la bolsita y luego observó a la chica de pies a cabeza— ¿Te parece una noche?
—Ni en mis peores pesadillas.— Contestó la castaña antes de llevar su mano hacia su chaqueta y sacó unos billetes— ¿Les interesan los dólares?
Kiriha hizo una mueca y Ryouma no pudo evitar sonreír burlón por el rechazo que le había dado la castaña al rubio, volteo hacia la chica y observó atentamente el billete— Cincuenta dólares la bolsa de cincuenta gramos.
—Bueno, quiero tres bolsas.— Respondió la chica antes de extenderle tres billetes de cincuenta, el peligris sacó de su chaqueta tres bolsitas parecidas a la que sostenía el rubio y fue rápido el intercambio, el oji-verde tomó los dólares y la chica las bolsitas para luego alejarse.
Quería estar sola.
Abrió una de las bolsitas, depositó polvo sobre la palma de su mano derecha y acercó su rostro.
Aspiró una buena cantidad, alzó la mirada y al instante sintió como su cuerpo se llenaba de energía.
Sonrió.
Eso era lo que quería.
Depositó otra cantidad de polvo en su mano y aspiró nuevamente, acciones que se repitieron varias veces más.
Takuya sonrió mientras sostenía su móvil con la camara en dirección a su novia, quién trapeaba el piso— ¡Que linda te ves, Izumi!— Exclamó burlón.
La rubia lo fulminó con la mirada— No te burles, Tachikawa.— Regañó— Mira que esto lo provocaste tú.— Alzó su trapeador amenazantemente.
—¿Yo?— Preguntó el castaño.
—Si tú.
—Bueno, no es mi culpa ser tan irresistible.— Comentó el moreno.
Zoe rodó los ojos— ¿Irresistible?— Preguntó— Ya te gustaría.
—No me gustaría, lo soy.— Respondió el castaño— ¿Por algo estás enamorada de mi? ¿no?
La rubia hizo una mueca, le gustaría decir que no para bajarle los humos al castaño, pero, tristemente responder que "no" era algo que el moreno sabía que era mentira y ella también.
—Te odio.
—Me amas.— Respondió el castaño.
Zoe hizo una mueca— Eres insoportable.
—Aún así me quieres.— Contestó Takuya.
Zoe frunció el ceño y el moreno sonrió—Verdaderamente eres molesto.
—Pero, soy tu molestia favorita.— Respondió el castaño.
Zoe rodó los ojos y suspiró.
¿Qué haría con ese chico?
Sabía todo el poder que tenía sobre ella y lo aprovechaba.
Era todo un manipulador.
Suspiró.
—Si me sigues molestando sufrirás las consecuencias.— Advirtió.
—¿Así? ¿Cómo cual?— Preguntó el moreno desafiantemente— ¿Una cachetada?
—No.— Respondió la rubia— Una consecuencia peor.
—¿Cual?
—Muchos días sin sexo.— Contestó la oji-verde.
¿Qué?
Takuya observó alarmado a su chica.
Eso no podía ser verdad.
¡Claro que no!
—¿Me quieres matar acaso?
—No.— Respondió la rubia— Pero, ya sabes que te ocurrirá si me sigues molestando.— Dijo mientras volvía a su labor de trapear.
Takuya observó divertido a la rubia, cuando había escuchado de la boca de la oji-verde que no podría salir ese Miércoles por la tarde del Internado pensó que se aburrirían, pero, no había sido así, se habían divertido viendo una película, comiendo palomitas y a pesar de que la chica se había tenido que quedar ordenando luego de la cena junto a Nene, la castaña se estaba encargando de lavar la loza y ordenar la cocina, mientras la rubia se había encargado de limpiar todo el comedo, y a pesar de que, al comienzo la chica no le había agradado la idea, el moreno se había encargado de subirle el ánimo haciendole compañía.
—Estoy agotada.— Musitó la rubia mientras limpiaba— Ya no siento el olfato de tanto alcohol que tienen estos artículos de limpieza.
Takuya hizo una mueca, sabía que esto no era algo que le agradara a la rubia, a él tampoco, pero, debía hacerlo por el castigo. Suspiró y se acercó a ella— Ven, dame eso.— Tomó el trapeador.
Zoe alzó una ceja— ¿Qué? ¿por qué?
—Te voy a ayudar.— Respondió el moreno— Todavía te queda limpiar las mesas, haz eso mientras yo terminó de trapear el suelo.
—P-pero, Takuya, no debes...
—No.— La interrumpió— No debo, pero, quiero hacerlo. Eres mi novia.
Zoe sonrió conmovida ante esto ¿cómo no amar a ese chico?
Se acercó a él y besó rápidamente sus labios.
—Te quiero, idiota.
—Y yo a ti, rubia teñida.— Respondió el castaño antes de besar nuevamente los labios de su novia, pero, esta vez de una forma más pausada.
Nene observó atentamente el besó entre los dos adolescentes y apretó su puño.
Odiaba verlo así.
Quería que se separaran y eso era lo que haría.
El corazón de Mimi comenzó a latir a mil por segundo, no quería voltear, claro que no. No quería ver su rostro, porque, justo en esos momentos ella se encontraba con la hija que ambos compartían, pero, que él no sabía que existía.
—¡Hey!— Exclamó la pequeña rubia— ¡Tú eres el chico del otro día!— Natsumi tomó su oso de peluche antes de bajarse del sofá y correr.
Mimi volteo sorprendida ante esto y se encontró con el Ishida, quién estaba parado observando hacia abajo a la pequeña niña— Natsumi.— La llamó.
—Mida, tía Mimi, este chico fue el que me ayudo a buscar a mi mami el otro día.— La rubia le habló a la castaña.
Yamato alzó una ceja sorprendido y observó a la castaña para luego bajar su mirada hacia la niña— ¿Tú de nuevo?
—Si ¿te acuedas de mi?— Preguntó la rubia.
—¿E?— Balbuceo el rubio— Si.
—¡Qué bien!— Habló la niña— Oye ¿me podías ayudar a buscar a mi mami otra vez?
Yamato alzó una ceja— ¿Otra vez andas perdida?
—Si...— Respondió la niña.
Yamato dirigió su mirada hacia la castaña Tachikawa quién observaba la escena totalmente inmovil, no sabía que hacer o decir, su novio y su hija estaban frente a frente.
—Por favor, ayudanos a la tía Mimi y a mi a buscar a mi mami.— Rogó la rubia.
Yamato observó nuevamente a la Tachikawa quién no decía palabra—Mimi.—La llamó.
—¿E?— Balbuceo la castaña— ¿Si?
—¿Ella es la hija de Alice? ¿no?— Yamato le preguntó a la castaña.
—¿E?— Nuevamente balbuceo la castaña— S-si, es ella.— Dijo antes de levantarse del sofá un tanto tambaleante para dirigirse hacia ellos.
Yamato bajó su mirada hacia la niña— Eso explica porque te dice "tía"
Mimi intentó se mordió el labio inferior.
—Natsumi...—Una cuarta voz se hizo presente en el lugar llamando la atención de todos y la madre adoptiva de la rubia se hizo presente en lugar.
—¡Mami!— Gritó la rubia y se lanzó a los brazos de la pelirroja.
Mimi tragó saliva, había llegado Alice, de alguna forma su presencia la aliviaba.
—Nat ¿qué haces aquí?— La pelirroja le preguntó a su hija.
—Te estaba buscando.— Respondió la rubia— Pelo, me enconte con la tía Mimi y este chico.
Alice observó al Ishida y luego a la Tachikawa, quién estaba más pálida que papel, observó a Natsumi, al parecer sus sospechas eran ciertas, la pequeña rubia se parecía bastante a el novio de Mimi y tenía algunos rasgos de la castaña.
—Pelo, ya te encontré mami.— Nuevamente habló la rubia antes de abrazar a la pelirroja.
Alice observó a su hija— ¿Por qué estás aquí? Te había dejado con una niñera y deberías estar durmiendo a estas horas.
—No quería estar con ella, te extrañaba mami, no puedo dormir sin ti.— Respondió la rubia.
Alice hizo una mueca—Está mal que salgas de la habitación así sin más.— Habían miles de personas en aquel lugar, no sabía que riesgos podría correr— Vamos te llevaré a la habitación.
—No quiero.—Respondió la rubia cruzándose de brazos.
—Nat, cariño, ya es tarde.— Le habló Alice.
—Las niñas de tu edad a esta hora duermen.— Habló Mimi.
—Pero, no quiero...—Contestó la pequeña rubia.
—Las niñas de tu edad a esta hora duermen.— No pudo evitar comentar Yamato— No le hagas regaños a tu mamá y ve a dormir.
—No quiero.— Regañó Natsumi.
Alice suspiró— ¿Qué tengo que hacer para que te quieras ir a dormir?
—¡Quiero que él cante conmigo!— Exigió la niña y señaló a Yamato.
—¿Qué?— Preguntaron los tres mayores sorprendidos.
Esa propuesta nadie la vio venir.
—Él estaba cantando hace rato ahí fueda, quiedo que cante conmigo.— Respondió la rubia.
Mimi verdaderamente no sabía que decir o pensar, pasó su mirada por el Ishida, a él en general no le agradaban los niños ¿qué le diría o haría a la niña?
—Nat, por favor, no seas caprichosa.— Habló Alice— Ve a dormir y...
—Lo haré.— Declaró Yamato sin más llevandose las miradas de sorpresa de todos ahí.
—¿Qué?— Preguntó la madre de la rubia sorprendida.
—Dije que lo haré.— Respondió el Ishida.
Alice hizo una mueca—¿E? Chico, Yamato, no es necesario que lo hagas.
—¿Por qué no?— Preguntó el nombrado— Simplemente quiere cantar.
La niña sonrió— ¡Si!
Kouji caminó por el lugar de la fiesta en dirección a una de las mesas para buscar algo para tomar, tenía sed, había cantado bastante y su boca había quedado más seca que el desierto.
—Kouji...— Una voz familiar lo llamó y al voltear se encontró con la pelirroja de apellido Nonaka.
—Rika.— Mencionó su nombre.
La chica se acercó a él— Muy buen concierto.— Lo felicitó.
Kouji sonrió— Muchas gracias.— Luego la observó atento— ¿Estás sobria?
De cierta forma la pregunta no le sorprendió ni le molestó a la pelirroja—Si, estoy sobria.— Respondió Rika— No he tomado ni una gota de alcohol y no consumí sustancias, solo me tomé un jugo de naranja.
Kouji alzó una ceja sorprendido— ¿Y eso?
—Bueno, quiero cambiar mis habitos.— Respondió Rika— ¿No es eso lo que me has querido enseñar siempre?
Kouji sonrió ante esto, le alegraba saber que la chica quería cambiar.
—Oye ¿Sabes qué le ocurre a Damar?—Rika no le pudo evitar preguntar al oji-azul.
—¿A Damar?— Preguntó Kouji sorprendido— ¿Por qué me preguntas por ella?
—Porque, ha andado extraña desde ayer.— Respondió la pelirroja.
—¿Qué?— Preguntó el Minamoto.
—Desde ayer prácticamente nos anda ignorando a Hikari y a mi, desde que regresó se encerró en su habitación y no salió en todo el día hasta ahora, que para variar con suerte nos quiso hablar.— Contestó la pelirroja.
—Si no sabes tú lo que le ocurre ¿cómo voy a saber yo?— Preguntó Kouji— Se supone que tú eres su mejor amiga ¿no?
—Si, pero, está así desde que volvió anoche cuando te fue a ver.— Respondió la Nonaka.
Kouji hizo una mueca, bueno, ellos no habían pasado un mal momento, así que, no era posible que estuviera enfadada por algo entre ellos— Bueno, nosotros no discutimos, por ende, no está enfadada conmigo.—Llevó una mano a su mentón— Quizás, se enfadó con Takuya o algo así.
—Lo mismo pensé, pero, generalmente a ella no le gusta andar mal conmmigo o con Hikari, siempre nos cuenta todo.— Musitó la pelirroja.
—¿Dónde está ahora?— Preguntó el Minamoto.
—Se fue por allá.— Rika señaló el lugar donde se había alejado su amiga— No quise seguirla, porque, evidentemente no anda de buen humor.
—Iré a ver que le sucede.— Respondió el oji-azul antes de dirigirse en la dirección que había mencionado la Nonaka.
Yamato se acercó a la niña y sonrió— ¿Qué quieres cantar?
—Más allá de la penumbra.— Respondió la rubia fuerte y claro.
El Ishida alzó una ceja y no pudo evitar observar a su novia, esa era la canción favorita de Mimi. La Tachikawa se mordió el labio inferior ante esto "Más allá de la penumbra" era la canción que su madre, Satoe, le cantaba con frecuencia cuando estaba con vida, por eso, era su canción favorita, también las de sus hermanos y ahora su hija le estaba pidiendo a su novio que cantaran su canción favorita— ¿Cómo te sabes esa canción?— No pudo evitar preguntar el Ishida.
—E-es que mi mamá la canta mucho.— Respondió Nat.
Yamato volteo hacia la pelirroja— ¿De verdad?
Alice asintió— Si, bueno, pues, es la canción que a una amiga le gusta mucho.— Observó levemente a Mimi— Porque, la ayudó a salir adelante cuando estaba sola.
La Tachikawa simplemente suspiró.
—Bueno, entonces, esa cantaremos.— Respondió Yamato en parte aliviado por no tener que cantar de nuevo "Pimpon es un muñeco"
(Más allá de la penumbra - La reina del flow)
Yamato: Más allá de la tristeza
Donde el miedo ya no llega, te daré mi corazón
Porque yo hago mi destino
Siempre busco en mi camino, el impulso para hoy
Natsumi: Si sientes que el flow está pesado
Sigue adelante ve luchando, todo tiene solución
Yamato: No pienses que todo está jugado
Saca la fuerza y ve buscando, lo que quieres para vos
Ambos: Sigue volando
Más allá de la penumbra tú solo
Sigue cantando
No lo pienses demasiado, baby
Sigue volando
Más allá de la penumbra tú solo
Sigue cantando
No lo pienses demasiado, baby
Damar aspiró por milésima vez cocaína y cada vez parecía ser que la energía aumentaba.
Rió.
Se sentía muy bien.
Kouji se cruzó de brazos y observó atentamente a la chica ¿por qué no le sorprendía verla haciendo aquello?
Suspiró.
¿Qué le había ocurrido a esa chica durante esos años? ¿por qué luego de tanto decirle que no a Rika, finalmente, ella había caído en aquello?
Verdaderamante le preocupaba.
Se acercó a ella.
—¿Por qué, rayos, siempre debo encontrarte consumiendo sustancias?— Preguntó.
Esa voz.
Pensó Damar y rodó los ojos.
Lo que le faltaba.
Cerró la bolsa con polvo y volteo hacia el chico.
—Minamoto.
—Tachikawa.
Damar se mordió el labio inferior, no quería discutir con él, pero, sabía que a él no le gustaba que consumiera esas cosas, cosa que ella desaprobaba, porque, era su vida.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó molesta.
—Vine a ver como estabas, Rika me comentó que andabas mal.— Respondió el Minamoto— Pero, es obvio que estás mucho peor.
—¿Por qué?— Cuestionó Damar sonriendo de una forma sarcástica— ¿Por qué estoy consumiendo esto?—Señaló la bolsa.
Kouji se cruzó de brazos y observó a la chica— ¿Sabes? Siempre me pregunté ¿qué rayos ocurrió en tu vida como para que cayeras en lo que decías odiar?
Damar se mordió el labio inferior ante esta pregunta.
¿Qué rayos había ocurrido en su vida para caer en estos vicios? ¿Qué acto o qué hechos habían provocado que terminara disfrutando de aquellas delicias?
Eso nunca lo sabría el Minamoto.
—Nunca obtendrás esa respuesta.— Contestó Damar— Porque, no es de tú incumbencia.—Dijo la chica antes de acercarse adonde aún seguía la fiesta tambaleando levemente.
Kouji rodó los ojos y siguió a la chica.
Damar se acercó a una mesa, tomó una botella de vodka que había en una mesa y la abrió, vertió el líquido sobre una copa y sin dudarlo, bebió.
—Verdaderamente te volviste una inconsciente.— Kouji le habló a la chica.
Damar volteo hacia él y sonrió— Simplemente estoy disfrutando de la vida.— Respondió antes de darle un sorbo a su bebida alcoholica.
—¿Disfrutando?— Repitó el Minamoto con una sonrisa irónica— ¿No será "arruinando"?
Damar rodó los ojos— Quizás, pero, aunque así fuera no es tema tuyo.— Dijo antes de darle otro sorbo al ginebra que tenía en manos vaciando la copa. Volteo en dirección a la mesa y tomó la boteela.
—¡Ya deja de tomar!— Exigió Kouji quitandole la copa de las manos.
Damar hizo una mueca molesta— Dejame Minamoto.
—No.— Respondió el oji-azul tomando a la chica del brazo— Mira como estás, con suerte estás siendo consciente de lo que haces con todo el alcohol que has tomado, con todas esas sustancias que has consumido.
—Bueno, eso es tema mío, cariño.— Contestó la chica— Yo puedo tomar y consumir lo quiera, cuando quiera, en las cantidades que quiera.
—Estás loca.
Damar sonrió sacásticamente— ¿Y qué?— Preguntó— Soy feliz.
El Minamoto dejó la copa en la mesa— Vamos, te llevaré al Internado.
—No quiero irme.
—Pero, te irás igual.— Respondió Kouji agarrandola del brazo.
—No.— Respondió al chica observando de frente al Minamoto.
—Si.— Contestó el Minamoto.
—Que la noche anterior nos acostaramos no significa que tienes dominio en mi vida.— Habló Damar molesta.
Kouji rodó los ojos, sabía que la chica era libre de tomar sus decisiones, pero, mientras él pudiera impedir que se arruinara la vida, como Rika, lo haría, sin importar que significase discutir con ella. Sentía demasiadas cosas por la castaña como para dejarla así.
—Sé que no significa eso, pero, no te dejaré así.—Dijo antes de tomarla en brazos.
—¿Qué haces?— Preguntó Damar— ¡Bájame!— Exigió.
—No.— Respondió el Minamoto.
¡Chan, chan!
¿Taichi caerá en la tentación? Natsumi encontró a Mimi borracha ¿podrá ser que algún minuto se encuentre con Yamato?
Este capítulo era más intenso, pero, decidí dividirlo, porque, eran muchas cosas que ocurrian con pocos personajes, específicamente con Mimi, Taichi y Damar, y pues, no podía hacer muchos saltos entre personas considerando que todo pasa paralelamente, entonces, decidí dividirlo.
mariacredenza02: jsjsjsj si, todos adoramos su actitud jsjsj de a poco se posiciona en el buen camino jsjsjsj Si, ya pudo conocer a Nat jsjsjsj ya veremos que pensará Mimi de que la madre adoptiva de Natsumi tengo un novio jsjsjsj si, todo se está poniendo tenso jsjsjsj En este capítulo vimos a quién llamó Damar, creo que fue una sorpresa para todos jsjsj ya veremos que seguirá ocurriendo jsjsjs siempre habrán sorpresas y creanme en el próximo se vienen más. Ojalá sigas leyendo y comentando. Te envió un gran abrazo a la distancia.
