Takeru tragó saliva al sentir toda la tensión en el aire.
Catherine de vez en cuando se lanzaba una mirada de enojo con Rika y luego otra a Hikari.
Prácticamente, había una batalla de miradas, cosa que no pasaba desapercibido para el rubio.
—Así que, decidiste regresar.— Rika le habló a la rubia, simplemente para romper el hielo.
—¿Acaso no me ves aquí?— Preguntó Catherine con una sonrisa falsa.
Rika rodó los ojos— Si, tristemente estás aquí.
Nuevamente el silencio se hizo presente en aquel lugar.
Hikari bajó la mirada, no quería actuar mal, no quería que las cosas se sintieran tensas, esa chica había regresado y no quería volver a tener los problemas que alguna vez había tenido con ella.
—Estuvo buena la fiesta ¿no?— Comentó Takeru intentando romper el hielo nuevamente.
—Si.— Respondió Catherine sonriendo y no pudo evitar pasar una mirada por la castaña, si tan solo supiera que su hermano había estado con ella, probablemente se sentiría de muerte— Al parecir tenías mucha razón en lo que me dijiste antes, tu hermano cada vez es más bueno.— Volteo hacia Takeru.
—Si, Yamato es genial.— Comentó el rubio.
—¿Y tú, nunca has pensado en seguirle los pasos y ser cantante?— Catherine le preguntó al chico.
—No, nunca lo he pensado, el artista en mi familia es mi hermano.— Respondió Takeru.
—Pues, deberías...—Habló la chica y acarició su rostro, Hikari apretó el puño ante esto y Takeru hizo una mueca.
—¿E? N-no, mi sueño nunca ha sido ser un cantante.— Respondió el hermano de Yamato alejando su rostro de la chica.
—Que lastima, eres tan guapo, causarías furor como él lo hace.— Comentó la francesa.
—Bueno, a él no le gusta.— Respondió esta vez Rika molesta— Si lo conocieras sabrías que a él le gusta todo lo que tiene que ver con la literatura y no con subir a un escenario.
—Lo conozco, pero, solo le hago leves comentarios.— Contestó la rubia.
—Aburridos.— Respondió Rika—Aburridos comentarios.
Otro silencio incómodo se hizo presente en el lugar.
—Y cuentanos ¿cómo te fue en tu aburrida vuelta por el mundo?— Rika le preguntó a Catherine, más por fastidiarla con la palabra "aburrida" que por interés.
—¿Aburrida?— Preguntó Catherine— No fue para nada aburrida.
—¿A no?
—No.— Respondió la rubia— Fue bastante divertida ¿sabes? Porque, conocí lugares increíbles con personas agradables y no con adolescentes drogadictas que arruinaban la vida de sus amigos.— Le respondió Catherine a Rika.
La pelirroja apretó el puño completamente molesta por lo que había dicho aquella chica, evidentemente se estaba refiriendo a ella, a lo que había hecho en esa noche del Tres de Abril, cuando en vez de salvar a Takeru e Hikari terminó permitiendo que consumieran sustancias y en consecuencia de eso tuvieran que pasar miles de cosas.
—¿E?— Balbuceo el rubio y observó la ventana— Miren, acabamos de llegar al Internado.— Dijo antes de abrir la puerta del auto.
~Al día siguiente~
Damar se incorporó sobre su cama y sintió al instante un dolor de cabeza. Llevó su mano derecha a su frente. Hizo una mueca, se observó así misma, llevaba la misma ropa de ayer, no estaba bajo sus sábanas, solo tenía una manta sobre su cuerpo.
Observó a su alrededor.
¿Cómo había regresado?
Recordaba que anoche había ido a la fiesta, había tomado, no recordaba mucho que había hablado con Rika e Hikari, pero, si recordaba que le había comprado polvos a Ryouma, los había esnifado y...
Había aparecido Kouji.
Él la había traido de vuelta.
Suspiró.
No recordaba mucho lo que había ocurrido con él o si habían hablado, solo recordaba que habían llegado al departamento y nada más. Se mordió el labio inferior, no le gustaba cuando perdía la memoria luego de una borrachera. Pero, esta vez no se arrepentía de no recordar lo que había ocurrido, había logrado olvidar todo. Aunque, tristemente ahora todo regresaba.
Apretó su puño al recordar la razón por la cual se encontraba tan triste el día anterior, y porque, había consumido todo ese alcohol y sustancias ayer.
Llevó una mano a su chaqueta, sacó su móvil y lo revisó.
Su padre aún no se dignaba a contestarle sus mensajes.
Buscó su nombre entre sus contactos y presionó su número para llamarlo.
1...2...3...4...5...
Tonos y...
Su llamada será transferida al buzón de mensajes.
Rodó los ojos y nuevamente marcó su número.
1...2...3...4...5...
Tonos y...
Su llamada será transferida al buzón de mensajes.
Por tercera vez marcó su número.
1...2...3...4...5...
Tonos y...
Su llamada será transferida al buzón de mensajes.
Apretó su puño y suspiró.
No le sorprendía que no le contestara, ya que, siempre le llevaba problemas, de los Tachikawa, ella era la más problemática.
Suspiró.
Observó la hora de su móvil.
06:54
Había despertado bastante temprano.
Tenía ganas de seguir durmiendo, pero, a diferencia de ayer no quería estar todo el día en su habitación. Sin embargo, no se sentía de ánimos, seguía queriendo olvidar que ese mundo existía.
Tan solo pensar en el hecho en que esa mujer había asesinado a la suya provocaba que quisiera morir.
Hizo una mueca, quizás, debería hablar con sus hermanos sobre esto para desahogarse, pero, tristemente no se sentía capaz, con Takuya las cosas estaban pésima y Mimi tenía sus propios problemas, no quería darle más.
Sin duda, sus vidas eran un asco, muchos problemas y líos que no daban ganas de seguir viviendo.
Buscó en su chaqueta, pero, no estaban las bolsas con polvos que le había comprado ayer a Ryouma.
Rodó los ojos y llevó sus manos hacia su colgante.
Abrió su collar y suspiró, juraría que ayer lo había llenado, pero, si lo pensaba bien, había una gran probabilidad de que Kouji lo haya votado. Hizo una mueca, no quería sedantes, ni amsiolíticos, necesitaba andar despierta.
¡Un minuto!
Se levantó de su cama y caminó a su mueble, lo abrió, movió su ropa hasta llegar a un frasco con el nombre de "MDMA"
Sonrió.
Tenía un buen sabor aquella sustancia y producía el efecto que justamente necesitaba.
Abrió el frasco, ingresó su dedo índice y llevó un poco de polvo a su boca.
Mimi abrió los ojos y se incorporó en su cama, verdaderamente se sentía agotada, le dolía la cabeza, llevó una mano a su frente y recordó los tragos de ayer.
Suspiró.
Generalmente no tomaba mucho, porque, siempre terminaba con resaca.
Se levantó de su cama y se acercó a su mueble, necesitaba ducharse, tenía un aroma terrible. Sacó sus toallas y su estuche de maquillaje para luego dirigirse a la puerta, la abrió y al hacer esto pudo divisar a su amiga rubia.
—¡Hey! Buenos días.— Saludó Izumi.
—Buenos días.— Respondió Mimi saliendo de su habitación.
—¿Cómo despertaste?— Preguntó la rubia.
—Bien ¿y tú? ¿Cómo amaneciste?
—Amanecí bien.— Contestó la oji-verde— Llegaron bastante tarde ayer Sora y tú, no las escuché cuando llegaron.
—Si, es que, se nos fue la hora, cuando nos dimos cuenta ya eran las doce, y pues, cuando llegamos aquí ya estabas durmiendo.
—¿No tuvieron problemas para entrar?
—No.— Respondió Mimi— Entramos por la puerta de la cocina y no nos encontranmos con ningun inspector o Rumiko, así que, no tuvimos problemas ¿Cómo estuvo el castigo?
—Mejor de lo que esperaba.— Contestó la rubia— Al principio pensé que seria insoportable, pero, Rumiko nos repartio las tareas, Nene se encargó de la cocina y yo del comedor, no nos topamos, y pues, yo pude estar con Takuya sin que ella nos molestara.
—Que bien.— Musitó la castaña.
—¿Cómo estuvo la fiesta?— Zoe le preguntó a la Tachikawa.
—Estuvo bien...—Respondió la castaña— Tu hermano y la banda tocaron, hubo música, baile, lo que siempre hay en una fiesta.
—¿Cómo está Shun?— La rubia le preguntó.
—Está bien.— Contestó Mimi— Ayer nos presentó a su nueva novia.
—¿Novia?— Preguntó Zoe sorprendida.
La castaña asintió.
—Wow, eso si que es sorprendente, ese chico nunca había formalizado una relación.
—Pero, ahora lo hizo.— Habló Mimi— Al parecer va enserio.
—¿Y quién es su novia?— Preguntó la rubia— ¿La conozco?
—Curiosamente es prima de tu amiga Nene.— Contestó la castaña.
—¿Qué?— Cuestionó la oji-verde— ¿Es prima de Nene?
Mimi asintió.
—Wow, no me esperaba eso.— Comentó la rubia— ¿No es loca como Nene?
Mimi negó con la cabeza— No, Alice es una chica súper dulce y seria, no es como su prima, al contrario, la detesta luego de hacerle eso con su novio.
—¿Alice?— Preguntó Izumi— ¿Ella es la prima a la cual Nene engañó?
—Si, ella es.
—Wow, que chico es el mundo y ahora está con Shun que no tiene fama de ser buen chico.
—Bueno, al parecer enserio está enamorado de ella y quiere tener algo serio.— Comentó Mimi omitiendo todo lo que ayer la pelirroja le había dicho.
—Ojalá así sea, luego de todo lo que me contaste no creo que esa chica merezca sufrir.— Musitó Izumi— Y ojalá, Nene no se meta de nuevo en su relación.
—Lo mismo digo.— Comentó Mimi, ya que, si había algo que esa chica siempre quería era arruinar la vida de su prima, Alice, siempre se habían llevado mal— Aunque, dudo que lo haga, ella en estos minutos está más empeñada en fastidiarte a ti.
—No es necesario que lo menciones.— La rubia rodó los ojos— Desde que llegó ha sido un fastidio, solo por tu hermano.
Mimi asintió— Bueno, ella siempre ha estado obsesionada con él.
—¿Cómo es posible que no se aleje? Takuya ya le ha dejado en claro que no la quiere.
—Mi hermano siempre ha creído que todo ha sido por la influencia de su madre y no lo dudo, la mamá de Nene se ganó la fama de loca y celosa luego de su divorcio.
—Que horror.—Musitó Zoe.
—Si, es terri...—Mimi tuvo la intención de seguir hablando, pero, no pudo, ya que, al levantarse sintió como todo le daba vueltas, se tambaleo levemente, sintió un líquido ácido en su boca, algo extraño sintió en estómago y...
Rápidamente llevó sus manos a su boca y salió corriendo en dirección al baño para devolver.
Zoe alzó una ceja y se acercó— Mimi ¿estás bien?
—¿E? S-si...—Respondió.
Sin duda, el alcohol de anoche la había dejado con una fuerte resaca.
—Buenos días Hikari.— Rika saludó a su amiga al verla salir de su habitación.
—Buenos días.— Respondió la pelirroja.
—¿Cómo amaneciste?— Preguntó Hikari.
—Bien.— Respondió la pelirroja— ¿Sabes? Hace mucho no iba a una fiesta y al otro día no despertaba con resaca.
Hikari rió levemente— Bueno, para que veas que hay beneficios al no tomar o consumir sustancias.
Debía admitirlo, ayer su cuerpo le había reclamado sustancias y alcohol durante la fiesta, pero, resistió hasta el último segundo y funcionó, ahora se sentía bien, sin ganas de vomitar y sin dolor de cabeza.
—¡Hey! ¿Crees que debamos despertar a Damar?— Hikari le preguntó a su amiga.
—No lo sé.— Respondió Rika— Debe estar con una seria resaca.— Pero, al instante que dijo esto la puerta de la habitación de la hermana de Takuya se abrió, dejando ver a la chica con el uniforme de la preparatoria y su mochila.
—Buenos días.— Damar saludó de una forma bastante agradable, nada que ver a como estaba el día anterior.
Rika alzó una ceja— ¡Vaya! Estás despierta, yo juraba que estabas durmiendo luego de todos los tragos que tomaste ayer.
—Fueron unos cuantos tragos, amiga...—Damar sonrió, sin duda, esa sustancia era increíble, se sentí llena de energías y alegre— No fueron lo suficiente para que me quedara en cama.
—Si, eso veo.— Respondió Rika aún extrañada.
Hikari observó preocupada a su amiga, ayer había estado actuando muy extraña— ¿Te sientes bien?
—¿Por qué preguntas?
—Porque, ayer anduviste todo el día actuando de una manera extraña.— Contestó la Nonaka— ¿Qué te había ocurrido?
—A pues, no me sentía bien, pero, ya no importa, ahora estoy mejor no se preocupen por mi.— Respondió Damar— Me siento excelente.— Comentó esto último sonriendo.
Rika e Hikari intercambiaron miradas.
—¿Segura?— Preguntó la pelirroja— Ayer apenas saliste de tu habitación y anoche no estabas de buenas en la fiesta, evidentemente lo que te ocurrió fue algo serio, porque, te afecto de gran manera, amiga.
Si, había sido algo serio, pero, no quería hablar de eso. Todavía no estaba completamente de buenas, pero, el efecto de esa sustancia la hacia sentir mucho mejor y opcaba aquellos sentimientos negativos.
—Eso fue ayer.— Habló la hermana de Takuya— Hoy es otro día.
Sus amigas nuevamente intercambiaron miradas, sin saber que pensar, de la nada su amiga amanecía feliz, era extraño, pero, bueno, si ella estaba feliz, lo mejor sería no preguntar.
¿quienes eran ellas para amargarle el día?
—Vamos, no quiero llegar tarde a clases.— Contestó la castaña mientras sonreía y se dirigía hacia la puerta.
Takuya abrió la puerta de su habitación y prácticamente se quedó estático al ver que de la habitación de en frente salía su supuesto mejor amigo, Kouji, quién no pudo quedar también un poco estático al ver al moreno.
Ninguno de los dos había sido consciente o se había percatado de que el otro había estado en el departamento, cada quién estaba en sus cosas y prácticamente se habían olvidado de la existencia del otro.
—¡Vaya! Así que, los dos regresaron.— La voz de Koichi llamó su atención.
Takuya y Kouji observaron al Kimura quién los observaba con una sonrisa.
—Me alegra verlos.— Habló nuevamente Koichi— Supongo que ya arreglaron las cosas.
¿Arreglar las cosas?
Ambos intercambiaron miradas y no pudieron evitar demostrar la molestia que todavía sentían.
Kouji se cruzó de brazos, Takuya rodó los ojos y cada quién volteo en dirección a su propia habitación dandole la espalda al otro.
—¿Van a seguir sin hablarse?— Preguntó el Kimura, pero, no obtuvo respuesta. Suspiró— ¿Ni siquiera me van a decir la razón de su discusión?
—Preguntale a tu hermano.— Takuya le respondió a Koichi.
Kouji rodó los ojos, él no le diría a su hermano la razón de su pelea, ya que, él había sido el principal responsable de su discusión, luego venía el tema con su hermana, pero, no quería hablar sobre su beso con Damar, porque, eso implicaría tener que darle otro tipo de explicaciones a Koichi que por el momento no tenía intenciones de aclarar.
Koichi observó a su hermano en señal de pregunta.
—No perderé mi tiempo hablando de esto.
Koichi suspiró, parecía que ambos se habían puesto de acuerdo en no decirle lo que ocurría— Yo pensaba que éramos amigos, que nos apoyabamos en todo y nos contabamos todos ¿por qué todo debe cambiar de la noche a la mañana?
Takuya y Kouji intercambiaron miradas, ellos siempre habían sido amigos, muy buenos amigos, tenían sus problemas, pero, siempre los resolvían, sin embargo, esta vez ninguno se sentía con ganas de arreglar este problema, ambos estaban decepcionados y todo estaba muy reciente, hablar de esto simplemente empeoraría la situación.
Koichi apretó su puño, ya estaba harto de esta situación— Verdaderamente son idiotas.— Dijo antes de salir por la puerta cerrandola con fuerza.
¡Un minuto! ¿Él había dicho eso?
—Tengo sueño.— Musitó Sora mientras tapaba so boca al bostezar.
—Yo también.— Comentó Mimi mientras retiraba una bandeja con su desayuno.
—Yo no.— Respondió la rubia quién se encontraba radiante como un sol y feliz.
—Algo positivo debía tener quedarte aquí ¿no?— Musitó la pelirroja.
—No andas con dolor de cabeza o apariencia de zombie como nosotras.— Comentó Mimi, quién se había demorado varios minutos frente al espejo intentando maquillar sus ojeras.
Las tres chicas se sentaron al rededor de una mesa.
—¡Por cierto! ¿Fueron a buscar los disfraces?— Preguntó la rubia.
—Si, si lo fuimos a buscar.— Respondió Mimi— Se nos había olvidado comentarte.
—¡Genial!— Exclamó la oji-verde— Supongo que les gustaron ¿no?
—Obvio, están bellísimos.— Contestó Mimi antes de acercar un poco de arroz a su boca, pero, apenas hizo esto sintió un poco de nauseas lo que provocó que rápidamente dejara el recipiente con arroz en la mesa y tapara su nariz con su mano—Ay no.— Exclamó.
—¿Qué ocurre?— Preguntó Sora sorprendida.
—No sé, de repente sentí un olor extraño.— Respondió la castaña.
—¿Extraño?— Cuestionó Izumi sorprendida y tomó el tazón de arroz que pertenecía a su amiga— Que raro, no tiene ningún aroma extraño.
Sora se acercó al tazón y lo olfateo— Izumi tiene razón.
Mimi hizo una mueca, no se sentía para nada bien, llevó una mano a su estómago.
Takato observó atentamente la taza de café que tenía frente a sus ojos, como si de ese lugar fuera a obtener alguna respuesta. Suspiró, verdaderamente se sentía extraño luego de lo que había descubierto el día de ayer.
—Takato...—Takeru llamó a su amigo, pero, no recibió respuesta— Takato...—Nuevamente lo llamó— Takato...
—¿E?— El chico balbuceo levemente y volteo hacia el rubio— ¿Qué ocurre?
—¿Qué te ocurre a ti?— Preguntó Takeru— Desde que salimos del departamento te he notado como ido, en otro planeta, te he llamado y no contestas.
—¿E?— Balbuceo nuevamente— Disculpame...—Bajó la mirada— Es que, estoy un poco distraído.
—Si lo noté.— Respondió el rubio— ¿Por qué estás así? ¿tienes algún problema? ¿te sientes mal?
—N-no te preocupes, Takeru, son cosas mías.— Takato suspiró, no podía hablar de ese tema con el rubio, claro que no, todo lo que sus padres le habían dicho era muy preocupante y a la vez decepcionante.
Alzó la mirada, todo ese lujoso lugar escondía muchas cosas, todo lo que a la vista era lujoso y fino venía tras algo terrible. Observó a las personas de ese lugar y pudo evitar preguntarse.
¿Cuantos de ellos tendrían padres narcotraficantes?
Y...
¿Cuantos de ellos caerían cuando la DEA llegara a ese lugar?
—Mira, las chicas ahí vienen.— Dijo Takeru y el chico volteo en dirección a la puerta donde venían Hikari, Rika y Damar.
Takato hizo una mueca, no estaba en condiciones de observar de frente a la pelirroja, al menos no por el momento, así que, tomó su bandeja y se dispuso a salir del lugar—¿E? Takeru, tengo que irme.
—¿Por qué?— Preguntó el rubio— Aún no terminas.
—Es que, no tengo hambre y se me olvidó algo en el departamento.— Respondió el Matsuki antes de alejarse— Luego nos vemos.
—Está bien.— Respondió el oji-azul sorprendido.
Y fue en cosa de segundos cuando las tres chicas llegaron a su lado.
—Buenos días cariño.— Hikari saludó a su chico.
—Buenos días preciosa.— Respondió el rubio antes de depositar un rápidamente en sus labios.
—¡Guaj! ¿Cuantas veces les he dicho que no me gustan las muestras de afecto frente a mis ojos?— Preguntó Rika.
Damar rodó los ojos— No seas dramática, Nonaka, fue un simple beso.
—Si, pero, ustedes saben que ese tipo de cursilerías no me gusta.— Contestó la pelirroja.
—No seas exagerada, Rika, apuesto que si tu amigo hubiera estado aquí te hubiera encantado darle un beso.— Damar rió.
Rika se ruborizó al instante— ¿E? N-no, cl-claro que no.— La verdad era que sí, pero, no lo admitiría.
—Yo sé que si, admítelo de una vez.— Respondió Damar.
Rika se mordió el labio inferior y no pudo evitar sentirse extraña— Hey, Takeru, Takato estaba contigo ¿donde fue?
—Se le quedó algo en el departamento, ya vuelve.— Contestó Takeru.
Nene observó atentamente su móvil y sonrió, tenía exactamente lo que necesitaba.
—Eres mala, Amano.— Ryo le comentó a la castaña mientras observaba el video que se reproducía en el móvil de la castaña.
—Takuya no quiso regresar conmigo por las buenas.—Respondió la chica Amano.
—Catherine hizo un buen trabajo.— Musitó el Akiyama— Taichi cayó como idiota.
Nene asintió— Si y con esto llevaré mi plan a cabo.
—¿Estás segura que funcionará?— Preguntó Ryo.
—Segurísima.— Respondió Nene sonriendo, su plan se pondría en marcha cuando Taichi estuviera comiendo de la palma de su mano.
El Akiyama simplemente observó a la castaña, debía admitir que le sorprendía el grado de maldad tenía esa chica— Pero ¿por qué Taichi?
La chica rodó los ojos— ¿Acaso no es obvio? La única forma de lograr lo que quiero es influenciando a uno de sus amigos. Kouji ya me dijo que no, el Kimura tiene cara de niño bueno, Yamato es hermano de la idiota de Zoe.— Respondió— Con esto que sé, Taichi es hiper-mega-duper influenciable.
—¿Y si no acepta? ¿y si le dice a Takuya?— Preguntó el Akiyama.
—Si lo hace perderá a su novia.— Contestó Nene— Y luego de todo lo que ocurrió entre ellos dudo que quiera perderla nuevamente.
Debía admitirlo, Nene era ingeniosa, tenía mucha astucia, sonrió, eso le agradaba.
Rika y Damar ingresaron al salón de clases y al instante la mirada de la pelirroja se centró en el castaño que estaba en su respectivo escritorio.
Se mordió el labio inferior.
Como todas las mañanas, se veía guapísimo, le encantaba su rostro, sus ojos, sus labios.
Se ruborizó al recordar su beso.
—Mira, ahí está tu amigo.— Le musitó Damar.
Rika asintió.
—¿Sabes? Si no te ruborizaras cada vez que lo ves yo te creería que no te interesa, pero, tan solo mira tu rostro, es evidente que te encanta.— Comentó la castaña.
—¿Qué?— Preguntó la pelirroja y sintió arder su rostro— Cl-claro que no.
—Claro que si.— Respondió Damar— Y aunque digas que no, yo estoy segura que sí, te conozco y he notado como miras a ese chico ¿y sabes? No está mal que te guste, deberías considerar en la idea de decirle lo que sientes, si no, terminarás sufriendo como yo, cuando no fui capaz de afrontar lo que sentía por Kouji.
Rika volteo hacia su amiga— ¿Tú crees que podría cometer un error similar?
—Uno nunca sabe.— Respondió Damar— Los errores en el amor con demasiado comunes.— Sonrió— Y por eso sufrimos como estúpidas.
Rika alzó una ceja ¿cómo su amiga podía decir eso con una sonrisa?
—Buenos días estudiantes.— La profesora ingresó al salón y ambas chicas se dirigieron a sus respectivos escritorios.
Damar observó el puesto de su compañero, estaba vacío. No le sorprendía, de seguro Ryouma estaba con resaca por la noche anterior, sonrió, al menos no tendría que soportarlo. Depositó su mochila en su mesa para esconder lo que haría a continuación. Llevó las manos a su colgante, abrió su collar, introdujó su dedo índice y llevó polvo a la punta de lengua.
Paralelo a esto, Rika al llegar a su escritorio, tuvo que respirar profundo para tomar aire y voltear hacia el castaño.
—Hola Takato.— Lo saludó.
El castaño hizo una mueca, no se sentía lo suficientemente valiente para observala al rostro, pero, no podía ser tan mal educado en no saludar— H-hola.— Respondió sin levantar la mirada y Rika no pudo evitar notar esto, pero, antes que pudiera decir más la profesora tomó la palabra llamando la atención de todos.
—Estudiantes, por favor, abran sus libros en la página número cincuenta para comenzar la clase.
Hikari y Takeru tomaron asientos en sus respectivos lugares.
—La fiesta de anoche estuvo buena.
—Si.— Respondió la castaña omitiendo el hecho de que había sentido hiper-mega-duper incómoda con la presencia de Catherine en el auto.
—¿No te molesto que haya invitado a Catherine irse con nosotros?— Takeru le preguntó.
Hikari hizo una mueca, el rubio sabía que si, pero, no quería entrar en debates o charlas aburridas.
—Buenos días alumnos.— La profesora ingresó al salón.
—Buenos días.— Respondieron los alumnos.
La mujer observó a todos y les dedicó una sonrisa— Espero que todos hayan amanecido bien.— Comentó y luego dirigió su mirada hacia la puerta— Hoy tenemos una alumna nueva.
¡Oh no!
Pensó Hikari al ver como al salón ingresaba la misma rubia francesa de ayer.
—Ella es Catherine Deneuve.— La presentó la mujer— Y desde hoy será su compañera.
¡Genial!
Se le había olvidado que la rubia tenía su misma edad y cursaban el mismo año.
—Por favor, Catherine, toma asiento.— Dijo la mujer.
Y la rubia asintió.
Hikari suspiró al ver que cerca de Takeru y ella no había algún puesto libre.
Pero, la calma no duró mucho, ya que, la chica se paró frente a ella.
—Quiero sentarme aquí.— Musitó la rubia.
—¿Qué?— Preguntaron Hikari y Takeru sorprendidos.
—Quiero sentarme.— Repitió la francesa.
—Pero, este es mi puesto.— Habló la castaña.
—Si, pero, yo quiero sentarme aquí, tiene buena posición a la pizarrón.— Habló la rubia— Y supongo que no serás tan mal educada como para negarte a darle el puesto a la chica nueva.
Hikari hizo una mueca, Catherine estaba recién llegada, pero, no era del todo nueva, no quería cambiarse de puesto.
—Hikari, la señorita Deneuve tiene razón, no sea mala compañera y brindele su puesto.— Habló la profesores.
Catherine sonrió ante esto, había sido bueno darle unos billetes extra a la profesora para que la dejara estar sentada junto a Takeru.
—Pero, profesora no es jus...— Intentó hablar el novio de Hikari.
—No reproche.— La mujer interrumpió el rubio, Catherine le había dado unos billetes por quedar junto a Takeru, así que, debía cumplirle.
Hikari hizo una mueca y observó a la rubia molesta ¿por qué la profesora le estaba aceptando aquello? Prácticamente la estaban corriendo, sin explicación.
Suspiró.
No quería problemas, así que, debía obedecer.
Llegó la hora del recreo para los chicos de la preparatoria y por alguna extraña razón, Rika verdaderamente se sentía desconcertada por el comportamiento de su mejor amiga, quién estaba hiper-mega-duper feliz, contestaba a todo, se veía de buen humor, y también el comportamiento de Takato era extraño, ya que, tenía la sensación de que el castaño la estaba esquivando.
La hora del recreo llegó y el castaño desapareció.
—¡Hey! Rika.— Damar la llamó— ¿Vamos a la cafetería? Tengo ganas de tomar algún refresco.
—¿Refresco?— Preguntó Rika— ¿Con este frío?
—¿Tienes frío?— Cuestionó la castaña— Yo siento calor.
Rika alzó una ceja, hacia mucho frío, hasta sus huesos los sentía congelados ¿cómo rayos tenía frío?
—¿Vienes conmigo?— Preguntó la castaña.
Rika asintió— Si vamos.— Respondió.
Y sin decir más, las chicas se encaminaron en dirección a la salida del Internado.
—Hoy si abro la mente, sin tragos me pongo demente, es que me tienes bien tramada, eres lo que tanto he buscado. Estamos tan calientes que nos quemamos los huesos, si esto es un crimen que me cierren por esto y ya siento esta pasión.—Cantó la castaña.
Rika alzó una ceja, hace bastante no la escuchaba cantar—¿Segura que estás bien?— Le preguntó a su amiga mientras salían de la preparatoria en dirección a la cafetería, estaban en el recreo y debido al frío que hacia habían decidido ir a tomar un café.
Damar asintió— Si.— Mentira, se sentía terrible, pero, toda esa MDMA que había consumido provocaba que todo fuera más llevadero— Oye ¿en la cafetería aceptan tarjeta?— Sacó su billetera y la observó
—No, solo efectivo.— Respondió la pelirroja.
—Rayos.— Exclamó Damar, solo había traido tarjeta.
—¿No traes efectivo?— Preguntó la Nonaka.
—No.— Respondió la castaña— ¿Tienes que me prestes?
—Si.— Contestó antes de revisar los bolsillos de su chaqueta y darse cuenta que no la había traído— Rayos, se me quedó en el salón.
—Bueno, entonces, vamos a buscarla.
—No creo que sea lo mejor.— Respondió la pelirroja.
—¿Por qué?— Preguntó la castaña.
—Mira la fila que hay.— Contestó la Nonaka y la castaña al voltear se percató de que efectivamente había una gran fila.
Hizo una mueca.
—Hace tu la fila mientras yo voy a buscar la billetera ¿te parece?— Preguntó Rika.
—Si.— Respondió Damar— Creo que será lo mejor.
Y sin decir más, la pelirroja se dirigió en dirección a la preparatoria, ingresó al edificio, caminó por los pasillos y en menos de cinco minutos ya estaba a las afueras del salón.
Paro en seco al divisar a aquel chico castaño que movía su suelo en el salón, tragó saliva y sintió como se colocaba nerviosa.
Tranquila Rika, relajate.
Pensó.
Y respiró profundo armandose de valor para entrar.
—¡Hey! Takato.— Lo saludó al ingresar al salón.
El castaña alzó la mirada sorprendido y a la vez un tanto alamardo al ver a la pelirroja. La había estado esquivando hace rato, pero, no quería que fuera tan evidente.
—¿E? H-hola.— Respondió.
—¿Qué haces aquí?— Rika le pregunto al chico mientras se acercaba a su escritorio.
—¿E? Pues, vine a...—Dirigió su mirada a su mochila— Buscar dinero, quería ir a la cafetería y se me había olvidado.
—Mira que coincidencia, yo también venía a buscar dinero para ir para allá.— Contestó la Nonaka.
—A que bien...—Musitó el castaño— Bueno, nos vemos después yo voy...
—Esperame, vamos juntos, yo también voy para allá.
—¿E?— Balbuceo el castaño— N-no creo que sea una buena idea.
—¿Por qué?— Preguntó la Nonaka.
—E-es que, n-necesito ir rápido y...
—Es mi idea ¿o me estás evadiendo?— Preguntó la pelirroja.
—¿Evadiendo?
—Si, evadiendo.
—No, claro que no.— Respondió el castaño nervioso.
—¿Seguro?
Takato asintió.
Rika observó atentamente al chico, parecía nervioso y no era para menos, desde ayer las cosas habían ido extrañas luego de recordar ese beso.
—Oye, Takato.— Lo llamó.
—¿E? ¿Si?
—Necesito hablar contigo.— Respondió la Nonaka.
—¿Conmigo?— Preguntó el castaño— ¿De qué?
—De...—Se ruborizó la pelirroja— Bu-bueno, de...—Balbuceo.
¡Rayos!
Creyó que sería más fácil.
—Pues...—Tragó saliva— D-de...—Suspiró— De nosotros y so-sobre aquel beso.
Ese beso.
Takato se mordió el labio inferior, cuando había besado a esa chica se había sentido en el cielo, pero, ahora no sabía verdaderamente que pensar, luego de lo que le habían dicho sus padres se sentía perdido.
—¿Qué ocurre con eso?— Preguntó el castaño.
—Pues...—Rika respiró profundo intentando armarse de valor—Estuve mucho pensando en eso y...— Habló la pelirroja nerviosa— Y-yo quiero que sepas que para mi ese fue beso fue muy importante para mi y no fue solo porque si.— Respondió la Nonaka— Y-y pues...— Respiró profundo— Esto no es fácil para mi, Takato, yo no soy buenas con las palabras en general, mucho menos en este tipo de situaciones, ya que, nunca había dado un beso y nunca había sentido algo como esto, pero, yo quiero que sepas que tú...— Se detuvo.
—¿Yo te?— Preguntó Takato curioso.
—Tú m-me...—Balbuceo la pelirroja.
El castaño la observó intrigado.
—Takato, me gus...—Rika alzó la mirada y se mordió el labio inferior, sus palabras eran muy torpes, lo mejor sería ser directa de otra forma, así que, no lo dudó más y se acercó al castaño para unir labios en un delicado y dulce beso.
—¡No soporto la Universidad!— Exclamó Takuya llevando sus manos a su frente— Muchas tareas, mucho estudio, mucho estrés, dime, Taichi ¿cómo se sobrevive al primer año de Universidad?— Volteo hacia el Yagami, pero, este pareció no escucharlo.
Taichi simplemente se encontraba pérdido en sus pensamientos, específicamente en lo que había ocurrido ayer, no podía dejar de pensar en Catherine, Sora y en lo que había hecho.
Iba de mal en peor, siempre la arruinaba más y más,daban ganas de darse un tiro en la cabeza.
—¡Hey! Taichi.— Takuya elevó la voz y lo movió levemente llamando su atención— Taichi.
—¿E?— El Yagami hacia él— ¿Qué ocurre?
Takuya rodó los ojos— ¿Qué ocurre contigo?— Preguntó— Te estaba hablando y tú pareces ido, no me respondes, ni siquiera pareciera de que me escucharas.
—Si te estoy escuchando.— Respondió Taichi.
—¿A si?— Preguntó el moreno— Entonces ¿de qué te estoy hablando?
—De...—Taichi se detuvo a pensar— De...— Se mordió el labio inferior— De ¿Zoe?
Takuya rodó los ojos— ¿Lo ves?— Preguntó el moreno— No me estás escuchando, yo te estaba hablando de la Universidad.
—A pues...— Respondió el Yagami— Disculpa, pero, estaba en las nubes.
—No es necesario que me lo digas, me di cuenta.— Contestó Takuya— ¿En qué piensas?
Taichi se mordió el labio inferior, Takuya era su amigo, confiaba en él, pero, no quería hablar con él sobre lo de Catherine, quería olvidarse de esa situación de una vez por todas y compartirla con uno de sus amigos no le ayudaría a olvidarla.
—En una tontería.— Respondió el Yagami— No tiene importancia.— Le dió un sorbo a su gaseosa—Dime, ¿Cómo van las cosas con Kouji? ¿han podido arreglar las cosas?— Preguntó para cambiar de tema.
El moreno hizo una mueca ante esto—Bastante mal.— Respondió Takuya— Hoy vi a Kouji y ni siquiera pudimos intercambiar palabra.
—¿Y con Damar?— Preguntó el Yagami.
—Peor.— Contestó el moreno— No he hablado con mi hermana desde que la vida besandose con Kouji.
—¿Y tú como estás con respecto a esa situación?
—Enfadado, absolutamente enojado.— Respondió Takuya— No me gusta esta situación, no soporto la idea de que Kouji bese a mi hermana solo porque yo lo engañé con su novia.
—Pero ¿tú enserio crees que Kouji hizo eso solo por lo que le hiciste con Zoe?— Preguntó Taichi.
—No tengo otra explicación.
—¿Y por qué no intentas averiguar?
Takuya alzó una ceja— ¿Averiguar qué?
—Cual fue la razón porque se estaban besando.
—¿Por qué me dices eso?— Preguntó el moreno.
—Porque, eso que me dices no suena a algo que Kouji haría.— Respondió el Yagami.
Takuya observó a su amigo sorprendido— ¿Qué? ¿Te vas a poner del lado de él?
—No, Takuya, no es eso.— Respondió el Yagami— Es solo que creo que deberías replantearte esta situación y no es porque quiera ponerme de lado de uno, si no que, es porque yo viví hace un tiempo una situación similar, en la cual cometí miles de errores, como ya sabes, pero, el error que más cometí fue haber actuado como un patán con Hikari.— Taichi le comentó a Takuya— Y pues, entiendo que te sientas advenedizo ante esta situación y que estés enfadado con Kouji por involucrarse con ella, pero, Damar es tu hermana y deberías intentar arreglar las cosas con ella, así como me lo aconsejaste en su momento, finalmente, son familia.
Takuya se mordió el labio inferior ante las palabras de su amigo, no creyó que fuera posible, pero, el consejo de Taichi era cierto, y tenía bases, debía arreglar las cosas con ella, finalmente, era su hermana.
Y hablando de hermanas.
Mimi apareció ante sus ojos.
—Taichi, Takuya.— La castaña se acercó a él y Takuya supo por su rostro que no se encontraba bien.
—Hola Mimi.— Saludaron los chicos.
—Taichi ¿me podrías prestar unos minutos a mi hermano?— La oji-miel le preguntó al Yagami.
—Claro.— Respondió Taichi antes de levantarse de donde estaba— ¿Nos vemos después Takuya?
Takuya asintió.
Sin decir más, el Yagami se alejó de los hermanos Tachikawa.
Takuya volteo hacia su hermana— ¿Qué ocurre Mimi?
La oji-miel suspiró— Takuya, estoy al borde del colapso.
—¿Por qué? ¿Qué ocurre?— El moreno le preguntó a la oji-miel.
—Takuya, Alice ayer me preguntó que tenía planeado para Natsumi.— Mimi le habló a su hermano— Y me dejó con el alma en un hilo.
—¿Por qué?— Preguntó el moreno preocupado.
—Porque...—Mimi se detuvo unos segundos ante de responder, suspiró— Ella está embarazada, tiene todo planeado, tiene un novio, quieren formalizar su relación y considerando que Nat está bajo su tutela, su novio le propuso darle su apellido y Alice quiere aceptar, porque, ella considera a Natsumi como su hija, quiere formar una familia y todo, pero, eso es un problema para mi, ya que, en cierta forma Alice le está ofreciendo una familia bien constituida, tiene trabajo, gana dinero y tiene todo para quedarse con ella, no me lo dijo, pero, yo estoy segura que quiere quedarse con Natsumi de forma absoluta y yo...yo...— Verdaderamente estaba alterada, se sentía mal, por no decir terrible.
Como había dicho, Alice le estaba ofreciendo todo a Natsumi y aunque no lo había dicho, Mimi sabía que la pelirroja quería quedarse definitivamente con la niña, ya que, ella la había criado, la había tenido en sus brazos desde el primer día que había llegado a este mundo, no quería perderla, la consideraba su hija.
—Un minuto ¿qué me estás diciendo Mimi?— Preguntó Takuya— ¿Alice está embarazada?
Mimi asintió.
—¿Y tiene novio?
—Si.
—¿Y por qué no me habías dicho?
—Porque, recién ayer me enteré.— Respondió Mimi— Ella está con Shun.
—¿Qué?— Preguntó el moreno sorprendido— ¿Con el primo de Sora?
Mimi asintió.
—Wow.— Exclamó Takuya, verdaderamente no se lo esperaba.
—Y al parecer la relación va enserio, ya que, ella se vino a vivir con él y ahora está esperando un hijo suyo, y para variar, él le ofreció en darle su apellido a Natsumi, porque, tienen planes juntos con Alice, y pues, Natsumi cada vez crece más y tiene más apego a Alice que a mi y...— Se detuvo unos segundos para respirar, estaba muy alterada.
—Hey, tranquila.— Takuya se acercó a ella y la abrazó.
Las lágrimas no demoraron en asomarse por sus mejillas.
—Takuya, no sé que hacer, Alice tiene todo para estar con ella.— Habló Mimi— Mientras que yo no tengo nada más que ofrecerle que mi amor.
—Entiendo, pero, tú eres la mamá.
—Si lo soy, sin embargo, Natsumi la considera a ella como su madre y lo es, porque, ella ha estado ahí en todas sus etapas ahora, mientras que yo solo la he visto de lejos.— Respondió la castaña— Apenas he estado con ella, y además, Alice quiere ahora comenzar a formar una familia, quiero consolidar su vida con un chico, tiene los medios y entiendo que quiera regular esta situación, finalmente, ella ha sido más madre que yo.
—No digas eso, tu no has sido la madre de Natsumi, porque, no has podido, no porque no hayas querido.
—Pero, eso no basta, Takuya.— Respondió Mimi— Quizás, debí haber luchado, no haberme quedado de brazos cruzados.
—Si luchaste Mimi.— Contestó el moreno— Corriste un gran riesgo al desafiar las órdenes de nuestro padre y aceptaste tener que alejarte de Nat para que estuviera bien, eso es lo que jace una madre ¿no? Dar todo para que sus hijos estén bien.
—Si, pero, eso no basta Takuya.— Suspiró— Ahora las cosas son muchos más difíciles, siento que no podré...
—Claro que podrás.— El chico la interrumpió— La situación se ve mal, pero, nosotros siempre hemos encontrado solución a nuestros problemas y esta no será la excepción ¿me escuchaste?
Mimi asintió mientras miles de lágrimas caían por su rostro, antes se había sentido mal, pero, ahora estaba en aprietos, sin duda, Alice tenía razón en muchas cosas que había dicho, este era el momento para decirdir si iba a luchar por su hija o no.
Takuya acarició el cabello de su hermana, sabía que esto no sería fácil, pero, era la única forma de hacerlo, debían contarle de una vez por todas la verdad a Yamato, él lo conocía, eran amigos, quizás, se enfadaría con Mimi, pero, era un chico responsable, él lo spodría ayudar con Natsumi, su hija. El tema principal era saber si ¿la castaña estaba preparada para decirle la verdad de una vez por todas?
Suspiró.
Esta situación se veía difícil y necesitaban estar unidos ante cualquier adversidad que pudiese venir.
Rika se apartó unos centímetros del chico, verdaderamente sin saber si mirar al castaño de frente o salir corriendo.
Takato estaba hiper-mega-super sorprendido, no esperaba que la chica lo besara, pero, al sentir la suavidad de sus labios no pudo evitar corresponderle y por unos segundos se había dejado llevar, se había sumergido en la dulzura de aquel beso, en la agradable sensación que le daba el contacto de sus labios hasta que la chica se alejó unos centímetros de él.
La pelirroja se sonrojó a más no poder y observó atentamente al castaño, no sabía si hablar o no, se sentía bien, pero, extraña. El chico también estaba sonrojado a más no poder y su rostro decía que estaba sorprendido.
—D-disculpa si te sorprendí.— Habló— P-pero, yo no sabía co-como decirte que aqul beso significo algo y que me gus...—Tragó saliva— Que me gustas.
Takato alzó las cejas sorprendido— ¿Qué? ¿Y-yo te gusto?
La pelirroja asintió— S-si.— Respondió llevando una mano a su rostro totalmente apenada.
¡Rayos!
Pensó el castaño, se mordió el labio inferior ¿por qué justo ahora la chica le declara sus sentimientos? Justo ahora que tenía miles de dudas en la cabeza, en otro momento hubiera saltado de alegría, pero, ahora...
No sabía como reaccionar.
—¿T-tú que dices al respecto?— Rika no pudo evitar preguntar luego de unos segundos de silencio.
—¿E? Y-yo...—Balbuceo el castaño, en verdad se sentía confundido, no sabía que hacer o que decir, ese beso le había gustado, pero, había otro lado que le recordaba lo que ayer había hablado con sus padres y no lo dejaba responder— Yo...—Se mordió el labio inferior.
Ese beso le habían dicho miles de cosas, al parecer la pelirroja le correspondía, pero, en otro momento hubiera sido mejor saberlo, luego de hablar con sus padres en verdad no sabía que hacer.
—L-lo siento, tengo que irme.— Dijo antes de dirigirse hacia la puerta y salir del salón dejando completamente desconcertada a la pelirroja, quién verdaderamente quedó en shock con miles preguntas en la cabeza, pero, sobretodo decepcionada ¿había besado mal? o ¿Takato no sentía lo mismo que ella?
Hikari camina a toda velocidad por un pasillo de la preparatoria bastante molesta y el rubio la seguía intentando llamar su atención.
—Hikari...—El rubio hermano de Yamato llamó a la castaña.
Pero, no obtuvo respuesta.
— Hikari...—Nuevamente la llamó.
La chica siguió su camino.
—Hikari.— El rubio apuró el pasó y la agarró de la muñeca.
La castaña hizo una mueca y volteo ante esto— ¿Qué?
—¡Hey! ¿Por qué me ignoras?
—La pregunta debería ser otra ¿no crees?— Preguntó la Yagami— ¿Qué haces aquí? ¿no deberías estar con tu amiga?
Takeru rodó los ojos— Sabía que estabas molesta por ella.
—Claro ¿cómo no voy a estar molesta? Esa chica no lleva mucho aquí y ya ha logrado fastidiarnos.— Habló la castaña.
—Pero, eso no es culpa mía.— Declaró el rubio.
Hikari se mordió el labio inferior— Lo sé.— Suspiró.
—Entonces ¿por qué te enfadas conmigo?— Preguntó el oji-azul— Yo no la he buscado a ella, Catherine me ha buscado.
La castaña observó atentamente a su novio y no pudo evitar sentirse estúpida.
¿Por qué debía enfadarse con él?
Era la francesa quién se le acercaba.
Suspiró.
—Lo siento Takeru.— Musitó— Pero, por favor, entiendeme, Catherine logra que me coloque celosa y tu sabes como soy cuando estoy celosa, mucho más cuando trata de ella.
—Lo sé, Hika, lo sé.— Respondió el rubio— Pero, por favor, no te molestes conmigo, yo no la quiero a ella, yo te quiero a ti.— Se acercó a la chica y besó su mejilla.
—Si, pero, ella se ve que está verdaderamente empeñada en querer acercarte a ti y eso no me gusta, luego de todos los problemas que tuvimos hace años por lo que ocurrió esa noche cuando yo...
—Eso ya es pasado Hikari.— Takeru besó su frente— Debes olvidarlo.
—Ojalá pudiera, pero, no puedo por lo que ocurrió esa noche, yo te metí en un lío terrible.— Se lamentó la castaña— Te incité a que hicieras exactamente lo que no debíamos hacer y luego permití que mis padres le creyeran a mi hermano cuando te culpó.
El rubio hizo una mueca— Kari, eso ya pasó, no tienes que mortificarte.
—Lo siento, pero, no puedo.— Hikari bajó la cabeza, el regreso de esa chica le habían traido recuerdos de esa noche que tanto quería olvidar, no eran solo celos, si no que, ella la hacia recordar sus faltas.
~Tres años atrás~
—La culpa es de este chico.— Taichi señaló al rubio y tantos los padres de los Yagami como los Ishida intercambiaron miradas sorprendidos— Él fue quién incitó a Hikari probar esas sustancias.
—¿Eso es verdad?— Preguntó Yuuko.
—Claro que lo es.— Respondió el castaño— Varias veces Takeru ha querido probar sustancias y alcohol, también se las ha ofrecido a Hikari.
Takeru y ella intercambiaron miradas, esta vez había sido diferente, ella le había ofrecido las drogas al rubio.
—¡Hey! Taichi, no culpes a mi hermano él no fue...— Habló Yamato.
—Tú no lo sabes, no estuviste ahí.— Contestó Taichi.
—Tú tampoco.
—Pero, tú sabes que tu hermano el dia anterior le habían ofrecido sustancias y si no hubiera sido por ti, las hubiera consumido.— Respondió el Yagami.
—¿Eso es verdad Takeru?— Natsuko Ishida alzó la voz molesta.
El rubio bajó la cabeza sin decir palabra.
—Takeru Ishida, responde.— Le exigió Hiroaki.
Takeru tragó saliva— Pues, si, fue así, la noche anterior me ofrecieron una sustancia, pero, finalmente no la consumí...
—Eso no importa.— Habló Natsuko— Finalmente, igual terminaste consumiendo drogas cuando te habíamos dicho miles de veces que no lo hicieras.
—Y más encima se las ofreció a nuestra hija.— Esta vez Yuuko Yagami tomó la palabra.
—N-no, eso no es verdad.— Intentó hablar Hikari— Él no me las ofreció...
—No lo intentes defender, Hikari.— Taichi interrumpió a su hermana.
—Pe-pero...
—Mi hijo es un desastre, así que, no pierdas saliva.— Habló Natsuko.
Takeru apretó su puño, no le sorprendía que dijera eso, finalmente, sus padres nunca le habían demostrado una mmuestra de cariño ni a sus hermanos, ni a él.
—No...— Hikari intentó a hablar, pero, Takeru tomó su mano.
— No te preocupes.— Le susurró, sabía que por más explicaciones que diera su madre o a su padre, incluso a Taichi, no harían cambiar su vista hacia él, siempre sería el chico desastre, el hijo no planeado de sus padres, el problema de su familia y grupo de amigos.
~Actualidad~
Damar observó su movil sorprendida, su hermano la estaba llamando.
Suspiró.
Ojalá no fuera para discutir nuevamente.
Respondió.
—¿Hola?
—Hola Damar.
—¿Y ese milagro que me llames?— Preguntó la castaña, no hablaban desde ese día en que habían tenido esa discusión.
—Necesito hablar contigo.
—¿De qué?— Cuestionó la chica rogando al cielo que no fuera para hablar nuevamente del tema de Kouji y ella, no quería tener más problemas—¿No me estarás llamando para discutir nuevamente? Porque, si es así te diré que no estoy á...
—No, Damar, no es para discutir.— Respondió el chico— Es para hablar de Mimi y Natsumi.
Y al escuchar esos nombres no pudo evitar preocuparse— ¿Por qué?— Preguntó— ¿Ocurrió algo?
—Si, Alice le dijo algo sobre la custodia, algo que no la dejó bien, está echa un lío, no se siente bien, bueno, ya sabes como se comporta Mimi cuando trata de su hija, y pues, tengo una idea para ayudarla...—Takuya suspiró.
Damar hizo una mueca, al parecer existía algo que no quería dejarlos descansar, había algo no los quería dejar vivir en paz.
—Pero, te daré más detalles en personas ¿te parece si nos vemos a la hora que sales de la preparatoria, antes de mi entrenamiento?
—Si.— Respondió Damar— Ahí nos vemos.
—Bueno, ten buen día hermanita.
¿Buen día?
Desde que había sabido la verdad de Rumiko sería difícil tener un buen día, pero, lógicamente no sabía si algún día le diría a sus hermanos, ya tenían sufientes problemas, no quería darle otro más a Mimi.
Dirigió su mirada a su móvil, buscó el contacto de su padre y lo presionó para llamarlo.
1...2...3...4...5
Tonos.
Su llamada será transferida al buzón de mensajes.
Suspiró.
En verdad se sentía sola.
~Horas después~
Damar observó al rededor, su hermano dijo que se encontrarán a las afueras de su preparatoria, pero, aún no llegaba y ella había salido hace varios minutos de clases.
Hizo una mueca, tenía el presentimiento de que lo que le tenía que decir Takuya no le iba a gustar.
Retiró de su cuello su colgante y lo abrió, necesitaba desestrarse. Llevó su dedo índice hacia el polvo y luego a su boca.
—Damar...— Una voz la llamó.
¡Rayos!
Rápidamente escondió su colgante tras su espalda y volteo, encontrándose con su hermano.
—Takuya.—Pronunció su nombre e intentó sonreír— Al fin llegas.
—Si, disculpa la tardanza, pero, la clase salió un poco tarde...—El castaño observó a su hermana atentamente la había visto con algo en las manos—¿Qué tienes ahí?
—¿Ahí donde?
—Eso que escondiste.
—¿E? No es algo importante.— Respondió Damar escondiendo su collar tras su espalda.
—Si no es importante ¿por qué lo escondes?— Cuestionó el moreno.
Damar se mordió el labio inferior.
—¿No será lo que creo que es?— Preguntó el castaño, había visto claramente ese largo colgante donde antes guardaba las sustancias que consumía, se acercó a ella— Muestrame lo que tienes.
—No.— Respondió la castaña— ¿Para que quieres te lo muestre si no es importante?
—Repito la pregunta, si no es importante ¿por qué lo escondes?— Nuevamente preguntó, se acercó más a ella y estiró su brazo hacia su espalda.
—¡Hey! Enserio no lo es.— Contestó la chica.
Pero, el chico en un rápido movimiento le arrebató el colgante y como el collar estaba abierto la sustancia cayó al suelo, cosa que el castaño notó al instante y no dudó en arrodillarse, con sus dedos tocó el polvo, lo llevó a su nariz y por el aroma sabía exactamente que era...
MDMA
—Damar ¿qué haces con esto?— Preguntó el moreno levantandose— ¿De nuevo estás consumiendo esta sustancia?
—No.
—Entonces ¿por qué la tienes?— Cuestionó Takuya, pero, la chica no le respondió.
La castaña simplemente se mantuvo en silencio, no tenía excusa.
—Damar...—La llamó— Dime...—La tomó de los hombros y la miró fijamente— ¿Te sigues drogando?
La chica simplemente tragó saliva— No es tema tuyo.
Esa respuesta le decía todo— ¿Qué rayos?— Frunció el ceño—Tú me habías dicho que ibas a dejar de consumir estas sustancias.
Damar simplemente apretó su puño, hace unos meses su hermano la encontró ingiriendo drogas y le había dicho que le diría a su padre, pero, ella le había dicho que dejaría de consumir, cosa que había sido imposible, sobretodo luego de que sus hermanos volvieran a Japón y la dejaran sola en Estados Unidos.
—Damar...— Takuya la zarandeo levemente— Tú me dijiste que...
—Si, lo sé.— Respondió la castaña— Pero, no pude hacerlo.
Takuya se mordió el labio inferior— Tú me habías prometido...
—No, no te lo prometí.— Contestó Damar— Yo te dije que solo lo intentaría.
Takuya observó a su hermana y no pudo evitar sentirse decepcionado, airado y triste. Apretó su puño— Pero, al parecer ni siquiera lo intentaste.
—No, no digas eso, si lo intenté, pero, no pude.
El moreno apretó los dientes totalmente molesto, esta situación no le gustaba— No puedo creer que sigas obsesionadas a estas cosas ¿acaso no aprendiste de las experiencias pasadas que esto no hace bien?
Damar frunció el ceño— No me vengas con el mismo discurso de la otra vez, mira que no sirve.
—Si, ya me di cuenta.— Respondió el moreno— No puedo creer que hayas caido de nuevo en esto, en verdad me decepcionas, yo creí en ti, pero, tú decidiste ignorar mis consejos y preferiste verme la cara de idiota al pensar que ya no consumias esto.
Damar se mordió el labio inferior, no sabía que responder.
—Yo venía a arreglar las cosas contigo, porque, necesitaba que nos unieramos para ayudar a Mimi con lo que ahora se le presentó con Natsumi, pero, ahora que me encontré con esto no creo que tengas la suficiente madures o los pies en la tierra como para que nos ayudes en esta situación.— Takuya le habló a su hermana.
¿Madures?
—¿Quién rayos te crees para hablarme así? Tú mismo probaste las drogas.
—Y por eso mismo te doy mis consejos para que no cometas mis mismos errores.— Habló Takuya— Pero, evidentemente a ti no te importan.— Declaró, en verdad se sentía decepcionado ¿cómo había sido tan ciego? Enserio había creído cuando su hermana le había dicho que había dejado aquellas sustancias— Con Mimi estábamos hablando un tema muy importante de Natsumi y quería ver si nos podías ayudar, pero, creo que es evidente que no podrás, ya que, ni siquiera puedes ayudarte a ti misma a salir de las drogas.
Damar tragó saliva ante esto, esas palabras le habían dolido.
Takuya simplemente observó molesto a su hermana—En verdad me siento decepcionado, muy decepcionado, ya no se ni quién eres, Damar ¿qué ocurrió con esa chica racional que buscaba hacer lo correcto?
Lo que correcto.
Hace mucho su propósito en la vida no era ese, al darse cuenta que su vida no valía algo.
—¿Cómo pude haber sido tan imbecil en creer en ti cuando era más que obvio que no saldrías de eso?— Se cuestionó el castaño— ¿Sabes? No sólo me siento decepcionado, si no que enojado, muy enojado, yo venía a arreglar las cosas contigo, pero, ahora me quedó más que claro que nunca podremos arreglar las cosas, porque, cada vez me decepcionas más con actuar.— Dijo antes de voltear e irse, no quería ver a su hermana.
Damar se mordió el labio inferior, no sabía si molestarse o sentirse mal, era su vida, pero, finalmente, su hermano tenía razón ella era un desastre.
—Takuya...
Pero, el moreno pareció no escucharla, ya que, simplemente continuo con su camino a toda prisa.
Suspiró.
Taichi respiró profundo mientras caminaba en dirección al Internado, ese entrenamiento de Fútbol había sido agotador y más encima, ahora debía estudiar para un examen. Suspiró, necesitaba vacaciones.
—¡Hey! Yagami.— Una voz lo llamó y paró para voltear a ver quién lo llamaba, grande fue sorpresa al encontrarse con la ex-loca de Takuya, Nene Amano. Alzó una ceja ¿por qué lo estaría llamando? La chica se acercó a él— Hola.— Lo saludó.
—¿Hola?— No pudo evitar que la insertidumbre y la sorpresa se expresaran en su tono de voz, no recordaba haber intercambiado alguna palabra con ella.
Nene observó al chico— Necesito hablar contigo.
—¿Hablar conmigo?— Cuestionó sorprendido— ¿De qué?
—De algo muy importante.— Respondió la chica Amano.
—¿Ya?— Respondió totalmente desconcertado— ¿Y que sería eso tan importante? Si tú y yo apenas nos conocemos.
Nene asintió— Si, con suerte nos hemos visto en la vida.— Respondió— No nos conocemos, pero...—Sonrió— Yo conozco tu relación con Catherine.
¿Qué?
Los ojos de Taichi se abrieron a más no poder ante aquella declaración— ¿Q-qué relación?
—La que tienen a las espaldas de Sora.
El Yagami hizo una mueca— C-creo que te equivocas, nosotros no tenemos una relación.
—¿No?— Cuestionó la Amano llevando su mano derecha a su mentón de forma "pensativa"— Eso no es lo que me dice esto.— Alzó su mano izquierda mostrandole la pantalla de su móvil y Taichi sintió como el alma salía de su cuerpo, todo su mundo se movió, tuvo intención hasta de desmayarse al ver lo que se mostraba en la pantalla.
Era un video de lo que ayer habían hecho con Catherine.
¡No!
Pensó y apretó su puño.
—¿Cómo obtuviste esto?— Preguntó el Yagami.
Nene sonrió—Pues, me lo envió una amiga...— Respondió.
—¿Quién?
—Yo.— Una tercera voz se hizo presente y Taichi al voltear en realidad sintió la ira recorrer su cuerpo.
—Catherine.
La rubia sonrió.
—¿Por qué rayos le enviaste eso a Nene?— Preguntó el castaño— Se suponía que ayer era para terminar con esta historia.
La francesa rió— ¿Enserio creíste que te ibas a librar simplemente de mi?— Cuestionó— Esa vez en la playa algo conmigo y después me diste la espalda como si fuera un objeto.
Taichi se mordió el labio inferior ante esto y apretó más su puño— Tu sabías que estaba mal esa vez en la playa.
—Pero, nadie te puso una pistola en la cabeza para que lo hicieras.— Esta vez habló Nene cruzandose de brazos— Y pues, no estaba mal, porque, no estabas del todo con Sora, pero, ayer si.
—Ayer no me pusieron una pistola, pero, me chantajeo con lo que ocurrió anteriormente.— Respondió el Yagami y señaló el video— Catherine, tú me dijiste que tenías camaras de esa vez en la playa y se las mostrarías a Sora, solo por eso lo hice.
—Enserio eres idiota Yagami.— Catherine rodó los ojos—Yo no tenía en las camarás de seguridad grabado lo que había ocurrido entre nosotros.— Habló— Sólo lo dije como excusa y caíste.
Taichi frunció el ceño— ¿N-no tenías camarás de la playa?
—Claro que no.— Respondió la rubia— En ese lugar no habían cámaras solo lo usé como excusa y funcionó, ahora tengo video bajo mi poder, gracias a tu torpeza.
—Tenemos...—Corrigió la castaña— Tenemos bajo nuestro poder.
Taichi observó el video y luego a las chicas—¿Para qué tienen ese video?— Preguntó— ¿Qué quieren?
—No es lo qué queremos es lo que yo quiero, mi nueva amiga simplemente me ayudó.— Respondió Nene.
—¿Y qué es lo que quieres?— Preguntó el Yagami.
—Necesito tu ayuda para volver con Takuya.
Taichi alzó una ceja— ¿Regresar con Takuya?— Cuestionó— Debe ser una broma, él ya te ha dicho mil veces que no te quiere.
—Si, lo ha dicho, pero, yo sé que no es verdad.— Respondió la castaña.
Taichi rió irónicamente— Está con otra persona ¿acaso eso no es prueba suficiente?
—Tú estuviste con Catherine.— Habló Nene— ¿Eso significa que no quieres a Sora?
—Eso es un tema muy diferente.— Respondió el Yagami.
—No lo es.— Contestó la rubia esta vez.
Taichi hizo una mueca— Takuya está enamorado de Zoe, yo no lo estoy de Catherine.
La rubia apretó su puño ante esto, era molesto en cierta medida escuchar eso.
—No está enamorado.— Respondió la chica Amano.
—Si lo está.— Contestó Taichi.
—No lo está, solo está cegado.— Habló Nene—Porque, esa rubia que está con él se ha entrometido todo el tiempo en nuestra relación.
—¿Y por qué crees que yo te puedo ayudar en eso?— Preguntó Taichi— Aunque sea su amigo no lo lograré convencer de que regrese contigo.
—Pues, tengo un plan.— Contestó la castaña— Y tú eres parte de él.
—¿Salió corriendo?— Hikari le preguntó a la pelirroja.
Rika asintió mientras abrazaba sus piernas contra ella— Si, se fue sin más luego que lo besé.— Escondió su rostro en sus rodillas.
—Pero ¿no hablaste luego con él?
—No, no me atreví, lo vi en clases, pero, prácticamente me ignoró y pues...—Rika tragó saliva— Me hizo sentir estúpida, quizás, no debí haber sido tan directa, tal vez, él no siente lo mismo y yo me ilusione como idiota.
—¡Hey! Lo que hicise fue de valientes no de idiotas.— Respondió la castaña.
—No me sirvió de nada "ser valiente" finalmente, él se fue, evidentemente no le gusto y yo confundí una amistad con algo más...
—De seguro no es eso.— Habló Hikari.
—Si no es eso, entonces ¿qué es?
—Pues...—La castaña pensó muy bien todo antes de hablar— Takato es un chico muy tímido, y quizás, se cohibió, pero, eso no significa que no le haya gustado su beso.
—¿Cómo puedes estar segura de aquello?— Preguntó la pelirroja.
—Porque, su situación me recuerda mucho a la de Takeru, conmigo.— Respondió la Yagami— Cuando él me besó por primera vez igual quise salir corriendo, porque, no sabía como reaccionar ante esa situación, pero, eso no significó que no me gustara, era solo que no sabía como afrentar aquello que me ocurría, tuve que darme unos días para aclarar mis ideas y darme cuenta que en verdad era amor y no solo una amistad.
—¿Y tú crees que para mi fue fácil afrentarla e ir sin más a besarlo?
—Obvio que no.— Respondió la castaña— Pero, quizás, debes darle tiempo, Takato es un buen chico, recto y claro en todo lo que hace de seguro ya te dará una explicación.
Rika suspiró— Eso espero.— Musitó.
Sin duda, las cosas del corazón eran difíciles.
—¿Que te parece si...— La castaña no pudo terminar de hablar, ya que, el sonido de la puerta llamó la atención de ambas amigas, quienes al dirigir su mirada hacia ella divisaron a Damar ingresar al departamento.
—¡Hey! Damar, al fin llegas.— Musitó la pelirroja.
—No me molestes.— Respondió la castaña de una forma cortante, antes de dirigirse a su habitación y cerrar la puerta con un portazo.
Hikari y Rika intercambiaron miradas sorprendidas.
—¿Ahora que le pasó?— Preguntó la Yagami.
—No sé.— Respondió la pelirroja.
¡Toc, toc!
Takuya tocó la puerta del departamento de su hermana, habían acordado juntarse luego de su entrenamiento, pero, la verdad era que ni siquiera había tenido la fuerza o energía para ir.
La puerta se abrió y ante sus ojos apareció Mimi.
—Hermano.
—Hola.— La saludó.
—Pasa.— La chica abrió la puerta y Takuya ingresó—Llegaste temprano ¿no tenías entrenamiento?
—No fui.— Respondió el moreno— No me sentía bien.
Mimi alzó una ceja— ¿No te sentías bien?— Preguntó— ¿Qué ocurre? ¿estás enfermo? ¿tuviste algún problema?
Takuya se mordió el labio inferior y observó a su hermana melliza, en verdad se sentía mal luego de encontrar a Damar drogándose, pero, Mimi ya tenía muchas cosas en mente, no podía darle otra preocupación más, ni muchos menos que se sintiera igual de decepcionada como él, Damar les había dicho que dejaría las sustancias, sin embargo, no lo había hecho, estaba claro que había sido un engaño.
Suspiró.
—No, no estoy enfermo y tampoco tuve un problema, es que, estoy un poco agotado con las cosas de la Universidad, pero, no es importante.— Respondió el castaño lanzandose sobre el sofá.
Mimi hizo una mueca ante esto, verdaderamente se sentía mal dandole más problemas a su hermano, él tenía su vida y sólo le daba dolores de cabeza. Suspiró.
—¿Estás sola?— Preguntó el moreno.
—Si.— Contestó la chica— Sora fue a buscar a Taichi e Izumi fue a la sala de computación a imprimir un informe.
—¿Cómo estuvo tu día?
—En general bien, si no hubiera sido por todo este tema excelnte.— Respondió la oji-miel— No he dejado de pensar en Alice y en Natsumi todo el día.— Suspiró— Pienso, pienso y pienso, pero, simplemente terminó armando más líos en la cabeza.
Takuya hizo una mueca— Entiendo.— Comentó y suspiró.
Alzó la mirada hacia el techo, no se sentía bien, primero lo de Natsumi y ahora nuevamente tenía problemas con Damar.
—¡Hey!— La castaña se acercó al chico— Es evidente que no estás bien, porque, tu rostro lo dice.
El moreno suspiró— Estoy mal por todo el estrés, ya te dije.
—Si, pero, tengo la sensación de que no estás contando algo. Mi intuición de melliza me lo dice.
Takuya hizo una mueca, no podía contarle a Mimi lo que estaba ocurriendo con su hermana, ya tenía muchas cosas en mente, el tema de su hija era algo serio e importante.
—Dime ¿qué te ocurre?— Nuevamente habló la oji-miel.
Takuya suspiró— Pues...—Habló— Es que , he estado todo el día pensando en tu situación, buscando una solución y la única que encontré no te va a agradar.
La chica observó a su hermano— ¿Qué solución?
—Mimi...—Suspiró, sabía que lo diría a continuación no sería fácil, pero, debía, luego de analizar la situación y ver todas las opciones, siempre llegaba a la misma conclusión— Lo mejor es que le digas la verdad a Yamato.
La castaña observó a su hermano sorprendida— ¿Qué?— Preguntó— ¿Quieres que le diga la verdad?
—No es que quiera, pero, creo que es lo que debes hacer.— Respondió Takuya— Antes de tomar cualquier decisión con Natsumi y su custodia, ya que, Yamato podría ayudarte con ella.
—P-pero...—Mimi habló nerviosa— ¿Qué ocurre si le digo la verdad y no lo toma a bien? ¿Qué ocurre si se enfada? ¿Qué ocurre si le da la espalda a nuestra hija?
—Bueno, estaría en todo su derecho para enojarse, porque, a nadie le gusta que lo engañen.— Contestó el moreno— Sin embargo, antes que todo, él es el padre de Natsumi, ella es sangre de su sangre y no creo que la rechaza, finalmente, es su descendencia. Y pues, tú me has dicho miles de veces que Yamato es un buen chico, que tiene un buen corazón y en honor a eso yo creo que tu deberías confiar en que él no será un idiota en darle la espalda a su hija.
Mimi se mantuvo en silencio unos segundos analizando las palabras de su hermano, en cierta forma tenía razón, ella había conocido el lado bueno de Yamato y debía de confiar en eso, pero, eso no quitaba que le asustara que reaccionara mal. Suspiró, de cualquier forma debía encontrar una solución a su problema y para luchar por Natsumi, antes que todo debía ser sincera. Cosa que le daba en verdad miedo, porque, no quería perder a Yamato...
—En verdad estás loca.— Exclamó Taichi— ¿Hacer todo eso para regresar con un chico que no te quiere?— En verdad era cabeza dura esa chica, por más que le decía aquello, parecía no querer entender.
—Ya te he dicho que si me quiere.— Respondió la chica de ojos morados—Es solo que está cegado por esa rubia, pero, si logro sacarla de en medio Takuya se dará cuenta que yo soy la chica para él.
Taichi rodó los ojos— ¿Por qué estás tan obsesinada con él?
—No estoy obsesionada, estoy enamorada.— Corrigio la castaña— Yo lo amo.
—Esto no es amor, Nene, querer estar con él a cuesta de cualquier cosa es obsesión.— Respondió el Yagami.
—¿Y lo tuyo no es obsesión?— Preguntó la Amano.
—Claro que no lo es, a diferencia de Takuya y tú, Sora me ama y yo la amo.
—¿Y por eso le fuiste infiel?— Cuestionó Nene— No, espera, verdad que tuviste algo con Catherine porque Sora te dejó por algo externo a su relación y tu te arrastraste por ella, a pesar de que te dejó sufrir, tú igual regresaste con ella, dime ¿eso no es obsesión?
—No compares mi situación con la tuya.— Habló el castaño.
—¿Por qué no?
—Porque, no es de tu incumbencia.
—Quizás, la situación en sí no lo es, pero, puedo sacar mucho provecho de ella ¿no?—Señaló el video.
Taichi frunció el ceño— No le haré esta jugarreta a mi amigo.
—No te queda opción, Yagami.— Habló Nene— Me ayudas o Sora se va a enterar que le fuiste infiel. Y dime ¿tú crees que te perdonaría por algo como esto a poco tiempo de haber regresado? ¿o crees que seguirá contigo si terminó contigo por algo tan externo a ustedes?
Taichi se mordió el labio inferior, no quería perder a Sora, claro que no, si había estado en ese momento con Catherine había sido por cuidar su relación con la Takenouchi, pero, había caído en la trampa y ahora esa chica sí tenía pruebas para alejarla de ella.
—¿O qué pensaría tu hermana luego de esto?— Preguntó Catherine— Tú sabes que ella adora a Sora.
Taichi hizo una mueca quería demostrarle a ella que él había cambiado, pero, si veía aquello quedaría en evidencia que no había cambiado en lo absoluto. Suspiró, no quería perder a su chica, claro que no, pero, el precio era muy alto, Takuya era su amigo.
—Dinos, Taichi ¿prefieres perder a la chica que amas o perder a un amigo?— Preguntó Nene.
El Yagami apretó el puño al escuchar aquello, era una buena pregunta y si los ponía en una balanza la opción que ganaba era...
¡Rayos!
Apretó su puño.
No podía ¿o si?
¡Toc, toc!
Izumi golpeo la puerta del departamento de su novio, no habrán pasado más de treinta segundos cuando el moreno apareció frente a sus ojos.
—Izumi.
—Hola cariño.— Saludó antes de depositar un beso en sus labios.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó el moreno— ¿No tenías reunión con el comité?
—Si, pero, ya termino.— Contestó la oji-verde— Así que, vine a verte, ya que, no contestabas mis llamadas.
Takuya hizo una mueca— Lo siento, pero, no estaba de humor, no me sentía muy bien.
—Me preocupó que no contestaras.
—Lo sé y lo siento.— El moreno bajó la mirada y la rubia pudo notar que algo no andaba bien.
—¡Hey! No tienes buena cara.— Comentó la rubia— ¿Te sientes bien?
El moreno hizo una mueca— La verdad, es que, no.— Suspiró— No me siento muy bien.
—¿Por qué?— Preguntó la oji-verde— ¿Estás enfermo?
—No, no es eso.
—Entonces ¿qué es?— Cuestionó preocupada.
—Es que no tuve una agradable conversación con Damar.— Respondió el castaño.
—¿Qué?— Cuestionó la chica— ¿Discutieron nuevamente?
—Si.
—No me digas que otra vez por el tema de Kouji.
—No, esta vez fue por algo mucho peor...— Declaró el moreno antes de hacerle una seña con mano para que ingresara al departamento, fue así como la Ishida entró a la sala principal, Takuya cerró la puerta y ambos tomaron asiento en uno de los sofás.
—Con lo celoso y sobreprotector que eres para ti cualquier cosa puede ser grave.
—Esto es serio Izumi.— Respondió Takuya.
La rubia alzó una ceja y lo observó preocupada— ¿Qué ocurrió?
—Encontré a Damar...—Takuya alzó la mirada al techo— Drogándose.
—¿Qué?— Preguntó la rubia sorprendida— ¿Con sedantes y ansiolíticos?— Hasta lo que ella tenía por entendido era que la hermana de Takuya y Mimi tenía una obsesión por esas pastillas, y por eso, había sido llevada a rehabilitación.
—No.—Contestó el moreno— Con...—Respiró profundo—Éxtasis.
—¿Qué?— Cuestionó la oji-verde— No sabía que ella consumía ese tipo de cosas.
—Pues lo hace.— Respondió el castaño desordenando su cabello— Y hoy la encontré.
—Eso es grave.— Exclamó la rubia preocupada, habían muchas malas experiencias en aquel lugar con las drogas, Damar las conocía, su mejor amigo había muerto por exceso ¿por qué ella caía en el mismo error?
—Gravísimo.— Contestó Takuya— Pero, no sé que hacer. No es primera vez que la encuentro consumiendo esta droga.
—¿A no?
—No, ya la había encontrado consumiendo sustancias hace unos meses, cuando estábamos en Nueva York, pero, ella me había dicho que las iba a dejar...— Suspiró— Pero, evidentemente me vio la cara de idiota, porque, no lo hizo.— Se lamentó Takuya— No sé si enojarme o estar triste, me enfada saber que me engañó y que siguió con su mal actuar luego de haberle dado mil consejos y haber confiado en ella, pero, también me deja mal saber que está tomando ese camino.
Izumi hizo una mueca al ver el rostro su novio, evidentemente no estaba bien, se podía notar el lío que tenía en la cabeza, estaba abatido— ¿Mimi lo sabe?
—No, no le he dicho.— Respondió Takuya, no quería darle otra preocupación a su melliza— Y te ruego, por favor, que no le cuentes.
—¿Por qué? — Preguntó la rubia— Es su hermana también.
—Si, también es su hermana, pero, no quiero preocuparla.— Contestó el castaño.
—Deberías decirle.— Comentó la rubia— Quizás, ella pueda darle algún consejo.
—Lo dudo.— Contestó el moreno— Lo que tiene Damar es serio, no es algo de una droga y ya, cuando la encontré la otra vez estaba totalmente drogada, sus amigos me comentaron que compraba bastante y yo quise ayudarla, se me secó la boca de tantos consejos que le di y no sirvieron.
—Al parecer la clínica de rehabilitación que fue para dejar los sedantes no le sirvió mucho.
Takuya hizo una mueca ante esto.
Otra mentira más.
Suspiró.
Damar esa vez se había lanzado a la piscina por Mimi, había inventado todo lo de la clínica simplemente para encubrir lo de su embarazo.
Nuevamente suspiró.
Quizás, ahí estaba la clave de todo, Damar siempre intentaba apoyarlos en todo, cubriendo sus errores, dando la cara ante las personas por ellos, estaba ahí tanto para Mimi como para él, prácticamente intentaba ser la fortaleza de ambos, cuando debía ser al revés, porque, ella era la menor. Tal vez, había tomado muchas responsabilidades que no le correspondían, luego de la muerte de su madre, y finalmente, había terminado colapsando.
¡Rayos!
Aún así, nada justificaba que se drogara, ella sabía que consumir sustancias no era bueno.
—Me siento mal, Izumi.— Declaró el castaño— No quiero que mi hermana esté en ese mundo de las drogas y vicios, no quiero que quiera seguir el camino que tomó Henry o Rika.
—Te entiendo Takuya.— La rubia tocó su hombro.
—¿Sabes? Cuando la vi con esa sustancia me sentí tan enfadado que solo quería gritarle, regañarla, pero, no lo hice, ya que, mi decepción y tristeza fueron mayores.
Zoe hizo una mueca ante esto—Takuya, comprendo que te sientas enojado, porque, creíste que había dejado las drogas, pero, considerando que es una situación delicada lo que menos debes hacer es enfadarte o regañarla, ya lo vi con Yamato y Takeru, los regaños simplemente van a provocar que hayan más problemas con ustedes y eso no está bien, Damar antes de todo es apoyo.
—No creo que sea capaz de darle mi apoyo luego de ver que ignoró mis consejos.
—Pues debes ser capaz de hacerlo, Damar antes que todo es tu hermana y si es posible deberías hacer hasta lo imposible por ayudarla, aunque, ella lo desprecie, finalmente, son familia.— Habló la rubia— Y en su caso, ustedes no tienen a su madre, su padre con suerte los ve, deben apoyarse entre ustedes y tú debes estar ahí, aunque, ella no quiera.
Takuya se mantuvo en silencio unos segundos analizando las palabras de su novia.
La verdad es que eran muy ciertas, en su totalidad cada una de sus palabras estaban en lo correcto.
Damar era su hermana y debía estar ahí, aunque, eso implicara ser ignorado.
Suspiró.
Parecía que el Karma le estaba devolviendo todo, antes encontraba un poco molesto y a la vez aburrido que Kouji fuera tan insistente con Rika cuando trataba de consumir drogas, pero, ahora que estaba en esa situación solo podía decir que su amigo (ex-mejor amigo) en verdad había tenido valor, coraje y fuerza para ayudarla, a pesar de que no supieran que en realidad eran hermanos, él había actuado como uno con ella.
Ahora se le presentaba la misma situación.
¿Sería capaz de ayudar a su hermana?
Claro que si. Era su deber como su hermano.
Volteo hacia la rubia.
—Tienes razón Izumi.— Declaró— Debo ser capaz.
La rubia asintió— Será difícil, pero, ya verás que no será imposible.
—Eso espero.— Suspiró el moreno y se dejó caer completamente al sofá observando el techo.
¿Por qué tenían vidas tan complicadas?
¿Sería que todo esto estaba ocurriendo por la ausencia de su madre?
Juri caminó por el campus, iba sola, Miyako estaba en la sala de computación solución un problema técnico junto a Koushiro Izumi, y pues, ella para no interferir se había ido al Internado, era bastante tarde, pronto sería la hora de cenar, pero, antes quería darse una ducha para relajar el estrés que sentía, este día, sin duda, había sido agotador en la preparatoria.
Suspiró.
Estaba bastante cansada, últimamente las clases se estaban volviendo muy agobiantes, necesitaba vacaciones o al menos una semana para descansar.
Iba tan concentrada en sus pensamientos, deseando poder descansar que ni siquiera se dio cuenta que alguien se atravesó en su camino y cochó contra él provocando que se tambaleara levemente.
—¡Ups! Lo siento.— Se disculpó la castaña y al alzar la mirada se encontró con...
¡Koichi!
¡Oh no!
—Koichi.
—Juri.— El chico pronunció su nombre.
La chica Katou se mordió el labio inferior, desde el día en que el Kimura la había besado no habían hablado, ni siquiera se habían acercado, estaba muy nerviosa.
—¿Cómo estás?— Preguntó la castaña.
—Bien.— Contestó el Kimura— ¿Y tú?
—También estoy bien.— La castaña sonrió y luego de decir esto un silencio incómodo se hizo presente en el lugar, ya que, ninguno habló.
—¿E? ¿V-vas para el Internado?—Preguntó el oji-azul.
—Si.
—¿Vamos juntos?
—¿E? B-bueno...— Respondió la chica ruborizada, sin decir más, ambos se encaminaron en dirección a la escalera y nuevamente el silencio se hizo presente. Ambos caminaron en silencio, en verdad se sentían incómodos, era evidente.
Koichi se mordió el labio inferior, no le gustaba aquel ambiente incómodo, mucho más sabiendo que eso lo había provocado él, Juri era su amiga, lo apoyada y comprendía, no debió haberse dejado llevar por la situación.
—¿E? Ju-juri.— Llamó su atención.
—¿Si?
—Quiero disculparme.— Declaró apenado.
—¿Disculparte?— Preguntó la castaña— ¿Por qué?
—P-porque, t-te bese...—Habló Koichi y tragó saliva nervioso— Disculpame por eso, sé que eso no es algo que hagan los amigos, pero, me dejé llevar, ya que, te comportaste de una forma bonita conmigo, y pues, ocurrió, pero, sé que no está bien, finalmente, solo somos amigos y...—Paró para tomar aire, había hablado tan rápido que el aire se había ido de sus pulmones— Lo siento.
—¿E? N-no te preocupes.— Contestó la castaña sonrojada.
—Esto no cambia las cosas entre nosotros ¿no?— Comentó el Kimura— ¿Seguimos siendo amigos?
—¿E? N-no, claro que no.
—Que bien.— Suspiró Koichi aliviado— No me agradaba pensar en la idea de que por algo que hice por impulso arruinara nuestra amistad.
—¿Por impulso?— Preguntó la chica.
—Si...— Respondió el chico— Osea, no tanto por impulso, si no por dejarme llevar por el momento, ya que, encontraba vulnerable y tu me ayudaste, no lo pensé mucho y te besé, pero, eso no está bien, finalmente, solo somos amigos, ninguno siente algo más allá que aprecio por el otro ¿no?
Pues, por su lado no tenía muy claro aquello, nunca le había ocurrido algo así con un amigo, en realidad nunca había tenido novio, así que, no sabía si esto que esta sintiendo era algo más allá que una amistad o un simple aprecio. Estaba confundida en lo absoluto, pero, eso no se lo diría al Kimura, no quería hacer esta situación más incómoda de lo que ya era por algo que ni ella tenía claro.
—Cl-claro somos amigos y nada más.— Respondió la castaña nerviosa.
Damar observó hacia atrás y suspiró, no quería estar en ese lugar, necesitaba olvidarse de sus problemas, aunque fuera por solo un momento, no soportaba la idea de estar ahí.
Zoe se acercó a su chico y acarició su cabello.
—Disculpame por molestarte con mis problemas.— Declaró sin más.
—No te disculpes.— Respondió la rubia— Soy tu novia, conmigo puedes contar en las buenas y en las malas.
Takuya observó atentamente a la chica, tenerla era una bendición, sin duda, pero, a pesar de que amaba tenerla, no podía evitar lamentarse por no poder ser totalmente sincero con ella, finalmente, Natsumi era su sobrina también, pero, aquella verdad dependía de su hermana.
Suspiró.
Cada vez se convencía más en que Mimi debía decirle la verdad a Yamato.
—¡Hey! Cariño ¿te parece si luego de que termine de hacer el aseo salimos a dar una vuelta para que despejes la mente, tomes aire y te relajes?— Preguntó la rubia.
—Me gustaría, pero, debo terminar un informe.— Respondió el castaño— Es para mañana y apenas llevo la Introducción, como siempre dejó todo a última hora.
—Así no se puede cariño, debes ser responsable.
—Lo sé, pero, me cuesta.
La rubia hizo una mueca— Que mal, yo quería pasar más tiempo contigo.
—Bueno, después no podemos salir, pero, podemos aprovechar el momento que tenemos ahora juntos.— Respondió el castaño.
Zoe sonrió ante y no lo dudó dos veces para besar los labios de su chico, Takuya depositó sus manos en la cintura de la chica y le correspondió el beso.
Decir la verdad.
Decir la verdad.
Decir la verdad.
Era lo que se repetía una y otra vez la Tachikawa en la mente, pero, por más que se repetía aquello era difícil pensar en hacer aquello, ya que, siempre llegaba a la pregunta ¿Cómo hacerlo? Y no encontraba una respuesta clara, no podía ir y decirle así sin más la verdad a Yamato ¿no? Debía tener un poco de filtro, debía ser blanda y a la vez intentarle explicar todo lo que había ocurrido con su padre y esos años, sin ahogarse en su propia tristeza y desesperación para que el rubio la comprendiera.
¡Aunque!
Sabía que de una u otra forma se iba a enfadar, llevaba más de un mes ahí y no le había dado ni una pista mínima de que tenían una hija.
Y al pensar en esto, llegaba a la siguiente pregunta.
¿Yamato aceptaría a Natsumi? ¿O le daría la espalda? ¿Qué pensarían sus padres? ¿Sus hermanos? y sobretodo su mejor amiga, Izumi.
Se mordió la uña completamente nerviosa mientrass observaba la ventana de su departamento. Verdaderamente se sentía al borde del colapso, quería llorar y gritar a la vez, en cualquier minuto su cerebro iba a estallar por las miles de cosas que pensaba por cada segundo que pasaba.
Hizo una mueca al sentir su dolor de piernas, llevaba varios minutos de pie y ya le comenzaban a doler las rodillas.
Suspiró y volteo en dirección a un sofá para irse a sentar, pero, cuando dio un paso tuvo que agarrarse rápidamente de la pared al sentir como todo le daba vueltas, como el corazón le comenzaba a latir con mucha rapidez y como su respiración se aceleraba.
Llevó la mano izquierda a su frente y cerró sus ojos.
¿Qué le estaba ocurriendo?
Sus piernas se tambalearon.
—¡Hey! Mimi.— La voz de Sora se hizo presente— ¿Estás bien?
Sora se mordió el labio inferior y abrió sus ojos— ¿E? S-si.
—¿Segura?— Preguntó la pelirroja tomando a su amiga del brazo.
—S-si...—Respondió la castaña— Sólo me sentí un poco mareada, pero, creo que es por la resaca.
—¿Tú crees?
Mimi asintió— Hace mucho no tomaba tanto como ayer.— Respondió.
Sora hizo una mueca, su amiga se veía pálida— Deberías descansar.
—Si.— Respondió la castaña, lo mejor sería no bajar a cenar y dormir.
Koichi observó la puerta de su departamento y respiró profundo, rogando no encontrarse Takuya y Kouji, ya que, verdaderamente estaba disgustado con la situación, porque, sentía que en parte estaban siendo inmaduros.
¿Qué podía ser tan grave como para que se dejaran de hablar, se hayan ido del departamento y hayan dicho que ya no eran amigos?
Ingresó las llaves a la cerradura de la puerta, la abrió y...
¡Rayos!
Paró en seco a ver como Takuya y Zoe se encontraban recostado en él sofá, la rubia estaba sobre el castaño, las manos del chico recorrian el cuerpo de la rubia mientras se besaban como su no existiera un mañana, prácticamente desesperados se comian la boca del otro.
—¿Qué está pasando aquí?— Preguntó el Kimura totalmente sorprendido.
mariacredenza02: jsjsjsj que bueno que te guste jsjsjsj si, bueno, cada vez Mimi está más presionada y ahora se vienen otras cosas que ya veremos jsjsjsj ojalá algún día se lo diga a Yamato jsjsjsj Si, Taichi es imbecil, tristemente cayó en la trampa del león jsjsjsj te me estás adelantando, los momentos lindos para Kouji y Damar se vienen pronto, primero debe ocurrir el punto de quiebre de Damar jsjsjsj Bueno, ya vimos que no explotó, pero, vimos que Rika echa más humos que Hikari jsjsj es fan del Takari esa chica y defenderá a su relación, sobretodo de ella jsjsjsj ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un gran abrazo a la distancia.
Momento de diálogo:
Takeru: Hace mucho no hacias esto.
Yo: La verdad es que se me había olvidado que hacia dialogos jsjsj
Takeru: ¿Qué se viene para el próximo capítulo?
Yo: No daré spoiler.
Takeru: ¡Vamos! Al menos solo uno...
Yo: (Rodo los ojos) Está bien, el spoiler es una pelea de hermanos, con eso digo todo.
Takeru: ¿Qué hermanos? ¿Ishida, Minamoto, Tachikawa o Yagami?
Yo: No lo diré...
