¿Hablar con ella?

Eso le causaba curiosidad, ya que ambas no se veían hace varios años y se suponía que todo entre ellas había quedado claro ¿no?

O bueno.

"Claro" para ella.

—¿Hablar Conmigo?— Cuestionó Rumiko desconcertada ¿que quería hablar esa mujer con ella?— ¿De qué?

—Del Internado.

La rubia alzó una ceja— ¿Del Internado?— Preguntó— ¿Por qué querrías hablar del Internado si el que financia el estudio de tus hijos es tu ex esposo?

—No vengo a hablar del financiamiento del estudio de mis hijos.— Respondió Tomoko— Vengo a hablar de la administración de este lugar.

—¿La administración de este lugar?— Preguntó Rumiko— No creo que eso sea algo de cual tu podrías hablar, no inviertes en este lugar, no pagas, hace mucho dejaste de relacionarte con lo que ocurre en aquí.

—Lo hice por culpa de tu estúpido amante.— Contestó Tomoko.

Rumiko hizo una mueca ante esto y observó al rededor, menos mal no había alguien escuchando. Suspiró, no quería seguir con esa conversación, pero lo mejor era hablar en privado. Sin decir más, se acercó a la puerta de su oficina— Ven, no quiero que te escuchen.

—¿Acaso no quieres que todos sepan tu cruda verdad?

Rumiko rodó los ojos— Si quieres hablar conmigo tendrás que aceptar mi condición.— Dijo antes de entrar.

La mujer Kimura rodó los ojos e ingresó al lugar, lo observó, era extraño estar ahí y ya no ser la dueña, tenía muchos recuerdos en aquella oficina con su abuelo y su padre.

Rumiko cerró la puerta y se dirigió a su escritorio— En verdad encuentro absurda esta conversación, este lugar ya no es de tu propiedad hace años, ya no debería importarte.

—Claro que si me debe importar lo que ocurre y deja de ocurrir en este lugar.— Habló la mujer Kimura— Que no se te olvide que este Internado fue fundando por mi abuelo y es parte de mi herencia.

Rumiko hizo una mueca ante esto— ¡Vaya herencia!— Exclamó sarcásticamente— Que perdiste.

—Por culpa de mi ex marido que me jugó sucio.— Respondió Tomoko— Sin embargo, que quiero recuperar.

—Pues llegaste tarde.— Contestó Rumiko— Ya no la puedes recuperar.

—Perdón.— Habló la mujer— ¿Quién dice que no?

—Yo.— Respondió la rubia— La directora del Internado Billonario de Odaiba.

Tomoko rió sarcásticamente— ¿Tú?— Preguntó sonriendo— No me hagas reír, Rumiko, puede que seas la directora, pero eso no te hace dueña de este lugar y lo sabes.

Claro que lo sabía, en realidad todo el mundo lo sabía. El fundador de aquel Internado había sido Kenji Kimura abuelo de Tomoko y había pasado desde su padre hasta ella, pero luego de que Kousei se lo quitara ya no tenía caso que insistiera.

La Nonaka frunció el ceño— No soy la fundadora, ni heredera, pero estoy a cargo de la administración.

—Eres una empleada más.— Respondió Tomoko— Nada más, si los padres de familia se lo propusieran te podrían sacar en este preciso instante.

—Pero no lo han hecho.— Rumiko se cruzó de brazos— Y dudo que lo hagan, a diferencia de ti, porque es seguro que si se enteran que una drogadicta como tú está trabajando aquí de seguro no demoran en sacarte.

—No soy una drogadicta y tú lo sabes.— Respondió la mujer Kimura— Esa fue una mentira que Kousei y tú inventaron simplemente para quitarme todo.

—Si.— Contestó Rumiko— Mentira que todos creyeron y aún creen ¿no? Ante la sociedad eres muy mal vista.

—Puede que lo sea.— Respondió Tomoko— Pero al menos mi consciencia está tranquila, a diferencia de ti, que aparenta ser una fina y elegante mujer sociedad, cuando en realidad todo lo que tienes y has tenido a sido a costa de la venta de tu cuerpo.

—Que tu esposo compró varias veces a tus espaldas.— Rumiko habló desafiante.

Tomoko rió— Si, lo hizo, pero solo por diversión.

—Aunque haya sido solo diversión, te dejó por mi ¿no?

—No.— Respondió Tomoko— Yo lo dejé a él, por eso quedó tan resentido conmigo.

—Mentira.

—Verdad.— Contestó la mujer Kimura— La prueba está en que no reconoció a tu hija bastarda y en que después le haya propuesto matrimonio a Satomi.

Rumiko frunció el ceño y apretó su puño ante aquella afirmación, Tomoko simplemente se mantuvo tranquila y sonrió al no obtener respuesta, ya que la Nonaka sabía que ella tenía razón.

—Bueno, al menos me dio más cosas que a ti.

—Solo por Rika.— Respondió Tomoko— Al momento que no la hubieras tenido, Kousei te hubiera dejado en la calle y lo sabes.

—¿Así como lo hizo contigo?

—Me quitó partes de mi herencia, ensucio mi nombre, pero no me dejó en la calle.— Contestó la oji-azul— Y no tuve que andar vendiendo mi cuerpo como tú.

Rumiko apretó los dientes molesta, esa mujer en verdad le molestaba— Ya no vendo mi cuerpo, al contrario, mientras tú trabajas como reponedora en un super mercado, yo me siento tras esta silla y doy ordenes.

—Bueno disfruta mientras puedas, ya que si no aceptas que yo vuelva a trabajar aquí, perderás tu puesto como directora en este lugar y probablemente tu puesto en la sociedad.— Dijo Tomoko antes de extenderle una carpeta a Rumiko— Toma.

La rubia alzó una ceja sorprendida y tomó la carpeta—¿Qué es esto?— La abrió dejando ver unos papeles.

—Es el registro de tu pasado.— Habló Tomoko.

¿Qué?

Rumiko observó los papeles, habían fotografías, contratos de trabajos en los lugares donde ella bailaba, documentos, entre otras cosas.

—¿De donde sacaste todo esto?— Preguntó la Nonaka.

—Eso no te debería importar.— Respondió Tomoko antes de tomar uno de los papeles— Dime ¿donde fue que te embarazaste de Rika? ¿En el burlesque de Shibuya? o...—Tomó otro documento— ¿En el burlesque de Shinjuku?

Rumiko se mordió el labio inferior ante esto, tenía los contratos de trabajo que la habían hecho firmar cuando trabajaba ahí.

—Dime ¿qué ocurriría si todo saliera a la luz?

La rubia se mordió el labio inferior ante esto ¿por qué siempre las personas buscaban obtener beneficios a base de su pasado?

—Sin duda sería una pena por Rika que todo esto se supiera, finalmente ha cometido errores, pero a diferencia de ti si ha demostrado tener respeto por ella misma, sin embargo tú solo por ambición has arruinado tu imagen.— Habló la mujer Kimura.

Rumiko observó todos los papeles y los arrugó.

—No pierdas el tiempo arrugandolo, rompiendolos o deshaciendote de ellos, tengo muchas copias de estos documentos.— Habló Tomoko.

La rubia dejó caer la carpeta sobre el escritorio— En verdad eres mala Tomoko como para chantajearme con mi pasado.

—¿Mala yo?— Rió Tomoko— No me atribuyas una de tus características, yo sólo estoy buscando recuperar lo que es mío.

—De paso arruinandome a mi.

—Así como lo hiciste tú conmigo ¿no?

Rumiko frunció el ceño, en verdad era molesta esa mujer, igual o peor que su ex mejor amiga, Satoe Tachikawa. Ambas tenían esa cualidad de hacerla enfadar a más no poder y ganarse su odio.

—¿Y cómo rayos planeas "recuperar" este lugar?— Preguntó Rumiko—Destronandome como directora.

—No.— Respondió Tomoko— Sé que el comité de padres no lo dejaría.— Se cruzó de manos— Pero si quiere un papel similar al de Matsuo Yamaki, como sub-directora.

—¿Estás loca?

—No, no estoy loca.— Contestó la Kimura— El sub-director lo escoge la directora a cargo y en este caso me tendrías a mi.

—Se supone que el sub-director es alguien de confianza, mi mano derecha.— Habló Rumiko—Tú nunca serías de mi confianza.

—¿Y eso qué?— Preguntó Tomoko— Quiero un puesto de trabajo en este internado que es de mi propiedad, ya que no quiero ver como se sigue desprestigiando por su mediocre administración.

—Matsuo Yamaki es mi sub-director, no puedo quitarle así como así.

—Si puedes, la administración permite tener a dos sub-directores y si así no fuera me da lo mismo lo que ocurra o deje de ocurrir con él.— Respondió la Kimura— Yo quiero regresar a este lugar y nadie me lo va impedir.

Rumiko hizo una mueca— A Kousei no le va a gustar.

—No, pero tampoco le gustaría que se filtrara todo esto.— Señaló la carpeta— ¿No crees?

Rumiko apretó su puño a más no poder, Tomoko enserio estaba sobrepasando los límites. Lo peor de todo era que gran parte de información que había en esa carpeta era desconocida para Kousei, así que, no podía tomar el riesgo.

—Así que, ya sabes. Tienes hasta mañana para darme la respuesta.— Habló Tomoko— Me contratas como sub-directora de ¡Mi! internado, convenciendo a los padres de familia o tu pasado será descubierto por todos aquí.— Dijo esto antes de tomar su cartera y voltear en dirección a la salida— Sin más que decir me retiro, que tengas bonita tarde.— Esto último fue sarcástico, ya que sabía que no iba a tener buena tarde, al contrario, tendría una tarde llena de problemas.

La mujer de ojos azules caminó en dirección hacia la puerta y salió de la oficina con una sonrisa en el rostro, luego caminó por el pasillo y atravesó la puerta principal.

Respiró profundo al sentir el aire fresco en su rostro, se sentía feliz, tranquila y aliviada, luego de mucho tiempo haría justicia.

Buscó en su cartera su movil, lo tomó entre sus manos y buscó entre sus contacto un número que marcó para llamar. Llevó su movil hacia su oido y esperó a que contestaran.

¿Hello?

—Hello.— Respondió Tomoko— It's a fact, I just entered.


Mimi observó atentamente el techo, en verdad se sentiía mal, esa mascarilla de aire le facilitaba respirar, pero de igual forma sentía su corazón sofocado, ahogado, quebrado, entre otras palabras que no eran agradables.

En verdad no sabía que hacer o que pensar.

Suspiró.

De repente la puerta se abrió, la castaña dirigió su mirada hacia ella y ante sus ojos apareció su hermano mellizo.

—Mimi.— El moreno pronunció su nombre al ver a su hermana

—Takuya.— La chica pronunció su nombre.

Ambos intercambiaron miradas y el moreno no dudó en acercarse a ella para abrazarla—Hasta que al fin puedo verte.— Habló el chico— Estaba preocupado por ti ¿cómo te sientes?

Mimi suspiró.

"Bien"

Era como se sentía físicamente, pero sentimalmente estaba todo lo contrario.

—Mejor.— Habló la castaña refiriendose al tema de salud y no corazón— Al menos puedo respirar tranquila.

—Que bien.— Takuya acarició su rostro— Enserio me tenías preocupado, cuando supe que habías tenido un colapso pensé lo peor princesa.

La oji-miel hizo una mueca— Disculpa.— No había querido preocuparlo.

—No te disculpes, la salud nadie la controla, tristemente.— Respondió el moreno— Pero lo bueno es que ahora te sientes mejor.— Besó su frente.

"Mejor"

Mimi suspiró, no sabía si algún día lograría sentirse completamente mejor.

—¿Les dieron los resultados de mis examenes?— Preguntó Mimi.

Takuya asintió en silencio.

—¿Y? ¿Qué ocurrió?

El moreno se mordió el labio inferior, no quería tener esa conversación, pero debía tenerla, finalmente su hermana ya había sufrido de aquello anteriormente—Nuevamente crisis de pánico.— Respondió sin más.

—¿Qué?— Mimi se levantó levemente de su cama por la impresión, cuando parecía ser que las cosas no podían empeorar se colocaban aún peor.

¡Eso no podía ser verdad!

Otra vez esas malditas crisis de pánico.

—Debí suponer que regresarían.— Musitó la chica, hace bastante tiempo supuestamente se había librado de ellas, pero ahora estaba de vuelta.

—Bueno, el doctor te había dicho que necesitabas cuidado.— Respondió Takuya— Y los últimos días no habías estado bien ¿no?

La oji-miel se mordió el labio inferior, últimamente su vida era un montaña Rusa en la cual vivía teniendo todo tipo de emociones, apenas dormía, se había olvidado hasta de comer de puro nerviosismo y su salud se había visto afectada por aquello, pero nunca se le había pasado por la cabeza que todo era a causa de sus crisis de pánico.

¡Rayos!

—Intento cuidar mi salud Takuya, pero simplemente llego a un punto en el cual eso se me olvida y colapso.— Respondió Mimi— Tuve una semana terrible hermano, ya sabes, con todo lo de Nat, luego con lo de Damar y con otras cosas, que terminé descuidando mi salud, lo que provocó que finalmente ayer con lo que ocurrió con Yamato y Ryo terminé explotando.

—¿Con Yamato y Ryo?— Preguntó Takuya— ¿Qué ocurrió con ellos?

Mimi hizo una mueca, se le había olvidado que su hermano no había estado ahí cuando el idiota del Akiyama se acercó a ella y cuando le dijo la verdad que Yamato ocultaba.

—¿Nadie te dijo?

Takuya negó— ¿Qué debería saber?

Mimi bajó la mirada y suspiró—Ryo se intentó sobrepasar conmigo.

—¿Qué?— Preguntó el moreno.

—Lo que escuchaste.— Respondió la castaña— Ryo se intentó sobrepasar conmigo, estaba borracho, me agarró, besó mi cuello, acarició mi cuerpo, de no ser por Yamato quizás ¿qué me hubiera hecho?

Takuya frunció el ceño a más no poder ¡otra vez ese chico! ¿acaso no le había bastado hace tres años haber arruinado lo que Izumi y él habían comenzado a tener como parra ahora querar hacerle eso a su hermana?

—Es un descarado.— Apretó su puño— Supongo que Yamato le rompió la cara ¿no?

Mimi hizo una mueca y negó— Solo le dio un empujón.

—¿Un empujón?— Preguntó el chico— ¿Nada más?

—Nada más.

—¿Por qué? Eres su novia— Preguntó el moreno— Yo en su lugar lo hubiera golpeado hasta dejar inconsciente a ese idiota.

—Bueno, no sé si tuvo la intención de hacerlo, pero antes de que hiciera Ryo dijo algo que...—Mimi se detuvo un sintió como un nudo se formaba en su garganta.

—¿Qué le dijo?— Preguntó Takuya.

La castaña guardó unos segundos silencio, sentía que apenas podía articular palabra.

—Mimi ¿qué le dijo Ryo a Yamato?

La chica tragó saliva.

—Mimi, dime.— Takuya insistió un tanto ansioso y preocupado.

Nuevamente tragó saliva e intentó hablar—N-no fue algo so-solo a él si no que también esas palabras iban dirigidas a mi.

—Pero ¿qué palabras fueron?

—Q-que Yama-yama...—Habló apenas— Que Yamato...

—¿Yamato qué?

Mimi suspiró y alzó la mirada— Que Yamato tuvo un hijo con Jun y el lo rechazó.

—¿Qué?— Takuya preguntó sorprendido a esto, en realidad sin poder creerlo— ¿Qué cosas dices Mimi?

—Lo que escuchaste, Yamato y Jun tuvieron un hijo.

El moreno alzó una ceja sin poder creerlo, debía ser una broma ¿no?

—Creo que enserio las crisis de pánico te dejaron mal.

—¡No estoy loca! Takuya, te estoy hablando enserio.— Mimi elevó la voz.

—¡Hey, hey! Tranquila.— El moreno se preocupó por su hermana y la tomó del brazo— Respira y no te exaltes mucho, estás muy débil todavía como para tener emociones fuertes.

Mimi hizo una mueca ante esto— Si no me tomaras como loca no tendría que reaccionar así.— Respiró profundo y cerró los ojos intentando recuperar la calma.

—Lo siento, hermana, pero ¿de qué rayos estás hablando?— Preguntó Takuya— ¿Cómo Yamato va a tener un hijo con Jun?

La Tachikawa suspiró un tanto molesta, entendía que Takuya estuviera desconcertado, pero ella nunca jugaría con algo así, se lo había dicho de una manera muy directa ¿cómo no lo iba a entender?

—Ya sabes que es lo que tiene que ocurrir para que quede embarazada.

—Si, lo sé, pero no me refiero a eso.— Respondió el moreno— Me refiero a ¿cómo rayos tuvieron un hijo y que tú recién lo hayas sabido?

—En esos años que estuve ausente tuvieron.

—Pero si Yamato dijo que no quería tener hijos a esta edad.

—Si, pero lo tuvo.— Respondió Mimi— Según las palabras de Ryo, Yamato dejó emabrazada a Jun, pero no se quiso hacer cargo y lo rechazó.

—Espera, si Ryo, significa que no es de fiar.

La oji-miel hizo una mueca— No sería de fiar, si Yamato no me lo hubiera confirmado.

—¿Qué?— Preguntó Takuya— ¿Te lo confirmó?

Mimi asintió— Si, me lo confirmo.— Llevó sus manos hacia su rostro intentando contener las lágrimas que querían comenzar a surgir de sus ojos.

El moreno alzó una ceja sorprendido sin saber como reaccionar, totalmente en shock ¿qué rayos estaba confirmando?

—Ya-yamato tuvo un hijo con Jun Motomiya.— Habló la chica con la voz quebrada.

—P-pero eso no puede ser.— Takuya habló verdaderamente desconcertado, eso no lo hubiera visto venir— Debe ser una broma, una mala pasada, quizás no entendiste bien.

—Si entendí bien, brother.— Respondió Mimi— Yamato tuvo un hijo con Jun, ella quedó embarazada de él luego de que nos fuimos, pero él lo rechazó.

—¿Lo rechazó?— Preguntó el moreno— ¿Cómo que lo rechazó?

—Así mismo como escuchaste.— Contestó la castaña— Él simplemente lo rechazó.

—¿Y por qué?

—No sé, pero de seguro es por lo que dijo antes.— Respondió Mimi— ¿Recuerdas cuando dijo que no era agradable de ser padre adolescente? No me cabe duda de que lo hizo por eso, él no quiere hijos todavía, tiene toda una vida planificada sin ellos todavía.— Llevó sus manos a su rostro.

—No te aflijas Mimi.

—¿Cómo quieres que no me aflija?— Preguntó la chica— Yo tuve una hija con él, que fácilmente podría rechazar.

—Nadie te asegura eso.

—Claro que si, esta situación es la prueba clara de que Yamato podría simplemente rechazarnos a mi hija y a mi.

Takuya hizo una mueca— Pero, Mimi, quizás lo tuyo sea diferente.

—¿Por qué lo sería?

—Porque ustedes son novios y Yamato te quiere.

—Cuando se entere de la verdad me dejará de querer.

—¿Quién te asegura aquello?

—El hecho de que le haya escondido este secreto por tanto tiempo.

—Entonces, dile de una vez por todas.— Preguntó el moreno.

—Luego de esto no, porque queda más que claro que aunque sea su hija, quizás no quiera aceptarla.— Las lágrimas no demoraron en caer por su rostro.

Takuya hizo una mueca al ver esto, no quería llenar a su hermana de emociones negativas, mucho menos sabiendo su condición. Suspiró y sin decir más, la abrazó— ¡Hey! Tranquila.

—N-no puedo.— Habló la chica entre lágrimas— No quiero perderlo, pero sobretodo no quiero que desprecie a Natsumi.

Mimi ya estaba consciente de todo, le dolía saber que podía perder a su novio, sin embargo, Natsumi era su prioridad, le daba terror pensar en que fuera despreciada por su padre, no lo merecia.

—Tranquila, tranquila.— Takuya acarició su cabello— Todo estará bien.


Izumi se paró frente al espejo del baño y observó su reflejo. Sus ojos estaban inflamados, un color rojizo predominaba en ellos, además tenía unas ojeras negras que a pesar de que había intentado ocultar seguían expuestas, no había terminado de maquillar el primer ojo cuando las lágrimas se hicieron presentes arruinando todo su trabajo por ocultar su desvelo. Debido a todo lo que ocurría no había logrado dormir, entre sus preocupación y desesperación solo había llorado.

Suspiró.

Abrió la llave del lava manos y se dispuso a lavar su rostro.

Estaba en eso cuando de repente la puerta se abrió y en el lugar apareció su pelirroja amiga.

—¡Hey! Izumi, estás aquí.— Sora se sorprendió de ver a su amiga, de un momento a otro había desaparecido ante sus ojos.

—Hola.— Respondió la rubia intentando no observar a su amiga de frente mientras secaba sus lágrimas con sus manos.

—Me sorprende verte, de un momento a otro desapareciste.

—¿A si?— Habló Izumi nerviosa— Pues vine a tomar un poco de agua y a arreglar un poco mi maquillaje mientras espero que nos dejen entrar a ver a Mimi.

—Yo vine a lo mismo.— Comentó la pelirroja mientras se observaba en el espejo, en verdad esas ojeras no le favorecían, no era fan del maquillaje extremo, sin embargo, le gustaba ocultar esos pequeños detalles, sobre todo luego de haber tenido una noche tan mala como esa.

—¿Tienes noticias de nuestra friend?— Izumi volteo hacia su amiga— ¿Rumiko ya vino a firmar?

—No, Rumiko, ni nadie de los directivos del internado ha venido a firmar.— Respondió Sora.

—Que mal.

—Pero, al menos dejaron entrar a Takuya.— Comentó la pelirroja— Fue a hablar y por el hecho de ser familiar le permitieron ingresar.

Izumi hizo una mueca al escuchar ese nombre.

"Takuya"

Suspiró.

—Que bien.— Comentó sin interés.

—¡Hey! ¿Qué ocurrió contigo anoche? Pensé que ibas a venir con tu novio, pero desapareciste.

—¿E? Pu-pues...— Habló nerviosa— No pude.

—¿Por qué?— Preguntó la pelirroja.

—Tuve un problema.

—Hubiera sido que hubieras venido, Takuya estaba hecho un lío, necesitaba apoyo, alguien que lo contuviera.— Musitó la Takenouchi— Y no lo culpo, sus ambas hermanas están en la clínica.

Izumi hizo una mueca ante esto, entendía que Sora le dijera aquello, pero la verdad es que no quería hablar de ese chico.

—Es una pena sin duda, Takuya no se merece esto, apenas ha podido descansar con lo de Damar y ahora viene por lo de Mimi.

"Descansar"

Pensó la rubia.

Apretó su puño.

No había podido descansar, pero si divertirse con Nene.

—Luego de que termine aquí deberías aconsejarle que vaya a descansar.

Izumi hizo una mueca— Lo siento, pe-pero yo no quiero ha-hablar con él.

—¿Qué?— Preguntó la Takenouchi desconcertada de ese comentario.

—Y por favor, no vuelvas a decir su nombre en mi presencia.— La voz de la rubia no pudo evitar quebrarse al decir esto.

Sora alzó una ceja sorprendida ante las palabras de su amiga, ya que no se lo hubiera esperado— ¿Por qué dices eso Izumi? Se supone que él es tu novio ¿no?

—N-no.— Habló la oji-verde con pesar en la voz— Ya n-no, él n-no...—Algunas lágrimass comenzaron a brotar de sus ojos dejando a la pelirroja completamente desconcertada ante esto.

—Zoe.— La llamó por la abreviatura estadounidense que Mimi le había dado a la rubia— ¿Qué te ocurre?

—Y-yo...—Intentó hablar Izumi— T-Takuya me-me...

Sora hizo una mueca— Amiga, no te entiendo.

La rubia tragó saliva, se le estaba haciendo difícil hablar, pero debía decirlo de alguna forma. Unos segundos de silencio se hicieron presentes en el cual la oji-verde intentaba secar sus lágrimas y formular palabra.

Respiró profundo.

En verdad admitir esto le dolía.

—Takuya me engañó.— Izumi declaró y nuevamente unos segundos de silencio se hicieran presentes en el cual la Takenouchi analizaba las palabras de su amiga.

—¿Me estás bromeando, verdad?— Sora le preguntó a su rubia amiga, quién evidentemente no estaba bien.

—No.— Respondió la oji-verde llevando sus manos hacia su rostro—Ojalá estuviera bromeando.

En verdad se sentía con el corazón herido, de sus ojos no paraban de brotar lágrimas de todo el dolor que sentía.

—P-pero, si Takuya dijo que te quería ¿no?— Habló la pelirroja— Y recién comenzaron su relación, dudo que haya hecho algo como eso.

—Yo no lo dudo, porque los vi, Sora, los vi, Takuya y Nene estaban juntos.

—Esto debe ser un mal entendido.

—No lo es.— Contestó la oji-verde— Takuya y Nene estuvieron juntos anoche, con mis propios ojos presencie esa escena.

Sora hizo una mueca— Eso explica porque no volviste en toda la noche.

Zoe asintió, en verdad había sido difícil volver a la clínica porque sabía que ahí estaría Takuya, sin embargo, su preocupación por su amiga había sido mayor, aunque había estado toda la noche llorando en su habitación por lo ocurrido apenas pudo en la mañana había regresado a la clínica.

—Me sentía pésimo, no quería ver el rostro de Takuya.— Habló la rubia— No era capaz luego de lo que me hizo.— Las lágrimas no dejaban de caer por su rostro— Jugó conmigo y con mis sentimientos.

Sora abrazó a su amiga quién lloraba desconsoladamente.

—Yo me hice muchas ilusiones, esta vez pensé que enserio iba a funcionar, pero no fue así, él simplemente fue a los brazos de Nene cuando tuvo oportunidad.

—Entiendo que te sientas mal, Izumi, pero tal vez hay una explicación para todo esto.

—¿Cuál?— Preguntó la rubia— ¿Qué quiso devolverme lo ocurrido hace años?

—¿Devolverte que lo?

—Lo de Ryo.— Izumi suspiró y bajó la mirada— ¿Que tal si todo fue una venganza de su parte para devolverme todo lo que sufrió a causa de lo que ocurrió con Ryo hace tres años atrás?

—¿Por qué lo asocias a eso si fue hace mucho?

—Si fue hace mucho, pero, es la única respuesta que encuentro, desde anoche lo pienso y sería una razón lógica.— Respondió la rubia— Por mi culpa tuvimos todo ese enredo esa vez.

—Yo lo dudo.— Contestó— No creo que Takuya te quiera cobrar ahora algo que ocurrió hace años, él no es así.

—Él no es así...—Izumi repitió esas palabras pensativa— Yo también pensé que no era un chico que jugara con los sentimientos de una chica y ahora.— La voz se le quebró.

—¡Hey! Tranquila.— Sora acarició su cabello.

—Lo siento amiga, pero luego de lo que ocurrió no puedo estar tranquila.— Habló la oji-verde entre llanto— Yo di todo por él, porque quería estar con él, me dispuse a luchar por lo que sentía, a diferencia de hace tres años me dispuse no perderlo, sin embargo, ahora con esto me siento con el corazón destrozado.

La pelirroja acarició el cabello de su amiga, no solo su llanto lo decía, ese pesar en la voz demostraba que evidentemente estaba destrozada por dentro y no la culpaba, sin embargo, esto no podía evitar resultarle extraño.

Takuya había dejado muy en claro que no volvería a estar con su ex luego de todo lo que hizo y a pesar de que estuvo en la misma ciudad con ella en Estados Unidos nunca regresaron ¿por qué ahora lo haría?


Hikari se observó atentamente en su espejo, pasó una mano por su rostro, lo sentía adolorido, además en él estaba marcado un moretón y algunos rasguños debido a la pelea que había tenido el día anterior con la estúpida francesa.

Suspiró.

En verdad se sentía molesta por lo ocurrido.

¡Demasiado!

Catherine había logrado fastidiarla con alguien que quería.

La detestaba.

Si, esas palabras sonaban impropias de ella, pero era la verdad, Catherine era la persona que más detestaba en ese mundo, siempre había sido así. Era como si desde que se conocieron Catherine se había propuesto siempre molestarla.

¿Por qué?

Ni idea.

Lo único que sabía es que ahora su comportamiento la hacia enojar, pero hace años la hacia sentir verdaderamente mal.

~Años atrás~

Hikari hizo una mueca al sentir como presionaban su cintura.

—¡Guaj! Mira esas lonjas.— Exclamó Catherine.

—Estas un poco rellena Hikari.

La Yagami hizo una mueca al ver a la rubia junto a su amiga, ellas siempre la molestaban, bueno en realidad Catherine influenciaba a la otra a hacer aquello.

—Y mira esas mejillas.— Musitó la rubia— Están muy infladas.

—Hacen que tu rostro parezca un globo.— Habló la castaña.

Hikari llevó una mano a su mejilla derecha, ella no pensaba aquello de su rostro.

—Dinos, Yagami ¿cómo es posible que no te dé vergüenza estar tan gorda?— Habló la francesa burlonamente.

—No estoy gorda.— Respondió Hikari.

—Claro que lo estás.

—No lo estoy, según el doctor estoy en mi peso ideal.— Contestó la Yagami.

—Pues no se nota.— Catherine rió— Tan solo mira pareces una marrana.— Se acercó a ella y presionó su mejilla— Con esos cachetes.

—Y esas lonjas de grasa.— Esta vez Ruli presionó su estómago.

Hikari rápidamente llevó una mano a su vientre— Auch.— Se quejó levemente, le había dolido aquel pellizcon.

—¡Uh! ¿Te dolió?— Preguntó la castaña entre risas.

La Yagami asintió en silencio.

—Disculpa, pensé que la grasa evitaba que sintieras un leve pellizco.— Respondió Ruli riendo sarcásticamente.

Hikari tragó saliva, la verdad es que en esos momentos se sentía indefensa, generalmente no respondía, porque no le gustaba tener problemas, sin embargo, esto no quitaba el hecho de que sintiera mal.

—¿Acaso te comió la lengua el gato que no respondes?— Preguntó la rubia— ¿O es tu asma que no te deja responder por qué te puedes ahogar al hablar?

La castaña se mordió el labio inferior, no le gustaba que le hicieran ese alcance, ella sufría de asma y generalmente por eso tenía problemas de salud, pero eso no quitaba que pudiera hablar.

—No creo que sea eso Catherine.— Contestó Ruli— Es porque no están aquí Takeru, sus amigas o su hermano para hablar en su lugar, ya que si mal no recuerdas ella es tan endeble que siempre depende de los demás.

La francesa sonrió— Verdad, se me había olvidado ese detalle.

Hikari simplemente bajó la mirada— Por favor, no me molesten.

—¡Hey! ¿Quién te está molestando?— Cuestionó Catherine— Simplemente queremos hablar contigo, así de una forma normal como compañeras.

—¿Enserio tan malas nos crees que por un simple comentario te ofendes?— Preguntó Ruli.

—Que débil eres.— Exclamó la rubia— Y nosotras que solo queremos ser buenas contigo.

—Siempre nosotras somos las malas de película ¡y claro! Hikari Yagami siempre es la víctima.— Respondió Ruli.

—Así como los cerdos.— Comentó la rubia— Que por cosas pequeñas comienzan a chillar como si su vida corriera peligro.

—¡Uh! Justo ese animal combina físicamente con Hikari.— Ruli le habló a Catherine.

—Si.— Contestó la francesa— Con esas lonjas y con su voz horrible cada vez se parece más a un cerdo.

—Suena más lindo marrana ¿no crees?

Catherine rió— Claro.— Respondió— Marrana Hikari.

~Actualidad~

Hizo una mueca al tener ese recuerdo.

Marrana.

Cerdo.

Gorda.

Esas palabras por mucho tiempo resonaron en su cabeza cuando era pequeña. Catherine siempre había buscado diferentes formas de hacerla sentir inferior. Antes de que ocurriera su problema con las drogas, sus padres y Takeru, la rubia francesa acostumbraba a hacerle burlas por alguna característica física o por sus enfermedades, cosa que la habían dejado marcada, sobre todo el tema de la "gordura" ya que, siempre fue insegura con su cuerpo, le gustaba comer -como su hermano- pero cuando ya fue consciente de que una señorita debía tener "buena apariencia" se dio cuenta que comer mucho no hacia bien, porque solo conseguía tener mejillas más grandes y un exceso de grasa en su abdomen que no eran bonitos.

Se mordió el labio inferior, observó su cuerpo frente al espejo y alzó su blusa. Cuando era pequeña acostumbraba a utilizar polos y shorts ajustados, buscando de alguna forma verse más delgada, sin embargo, cuando llegó su desarrollo tuvo que comenzar a utilizar ropa más suelta y grande para ocultar aquellas zonas que estaban más alzadas que otra, y que tristemente por ser de baja estatura la hacían lucir gorda.

Soltó su prenda de ropa y luego alzó su mirada hacia su rostro, llevó una mano a sus mejillas, a pesar de los años parecía que no podía hacer que su cara se viera más delgada, cada vez estaba más cachetona y a duras penas lograba camuflar esto con maquillaje.

Suspiró.

Parecía ser que entre más tiempo transcurría peor se veía.

¿Cómo Takeru podía estar con ella?

No sólo era débil y mala persona, si no que también tenía muchas características físicas negativas...

En cambio Catherine.

Los pensamientos de Hikari se vieron interrumpidos por el sonido de una puerta que al abrirse dejó ver a una Rika quién venía con una bata de baño, pantunflas blancas y su cabello mojado amarrado en una coleta.

—Buenos días Hikari.

—Buenos días Rika.— Hikari saludó a la pelirroja sin ánimos.

—¡Hey! Chica ¿qué te ocurrió?— La pelirroja tomó el rostro de su amiga por la barbilla— ¿Te rasguñó un gato?

—Ojalá hubiera sido un gato.— Musitó Hikari rodando los ojos.

—¿Tan malo fue?

—Terrible.— Respondió Hikari— Me agarré a los golpes con la francesa, rubia, tóxica.

La pelirroja procesó estas palabras y cuando cayó en la cuenta abrió la boca a más no poder—¿Te peleaste con Catherine?— Preguntó sorprendida, eso si que era algo de no esperarse, Hikari era la chica menos violenta del mundo, era tranquila y pacífica siempre intentaba remediar las cosas hablando.

La castaña asintió— Si.

—¿Por qué?— Cuestionó la pelirroja.

—Porque besó a Takeru.

—¿Qué hizo qué?— Preguntó Rika sorprendida— ¿Besó a tu chico?

Hikari asintió— Si.

—P-pero ¿ella lo besó a él o fue algo de ambos?

—Ella lo besó a él.— Contestó la castaña— Y yo no me contuve hasta romperle la cara.

Rika alzó las cejas impresionada ante aquella expresión tan...

¿violenta?

—Catherine también se defendió producto de aquello tengo el rostro así.— Continuo Hikari.

—¿Y que hizo Takeru?

—Nos separó.

—¿Y aclaró las cosas supongo?

Hikari asintió— Si, le dijo unas cosas a Catherine, le dejó en claro que me quiere a mi, le pidió que dejara de molestarme y le dijo que lo mejor sería tomar distancia.

—Es lo mejor.— Comentó Rika— Esa chica solo quiere fastidiarte, molestar, hacerte sentir mal y sabe que para hacer eso debe acercarse a Takeru.

—Exacto.

—Ojalá haya entendido.

—Lo dudo.— Suspiró Hikari, esa rubia podía ser muy molesta y obsesiba cuando se lo proponía.

Suspiró.

Necesitaba de dejar de pensar en esa chica que tanto la fastidiaba.

—Mejor cambiemos de tema ¿si? Ya no quiero hablar de ella.

—Concuerdo.— Respondió la pelirroja, ella tampoco quería seguir hablando de esa chica—Mejor hablemos de hoy.

Quería contarle sobre su cita con Takato.

—¿Qué harás esta tarde?— Preguntó Rika.

—Iré a ver a Damar hoy.— Respondió Hikari— ¿Y tú? ¿También irás antes que le den el alta?

—No.— Respondió Rika— Tenía planeado ir, pero luego de hablar con Takato tuve que cambiar mis planes.

—¿Enserio?— Preguntó la castaña.

La pelirroja asintió— Si, es que ayer cuando regresé me encontré con él, hablamos un poco de lo que ocurrió con Ryo y pues...

—¿Con Ryo?— Hikari lo interrumpió— ¿Qué ocurrió con Ryo?

Fue en ese minuto en el cual la pelirroja cayó en la cuenta de que no le había contado a la Yagami lo que había ocurrido— Él quiso golpear a Takato y lo amenazó para que se alejara de mi.

—¿Qué?— La mandíbula de la castaña cayó ante la impresión— ¿Ryo le quiso a pegar a Takato? ¿Por qué?

—Porque ayer Takato vino a hablar conmigo para arreglar las cosas, luego nos besamos y Ryo justo llegó.— Relató la Nonaka.

—Y se colocó celoso ¿no?

—Celoso es poco, estaba enojado, airado, si no hubiera sido por mi probablemente hubiera golpeado a Takato.— Contestó Rika— Tuve que dejarle bien en claro que yo no quería algo con él, ni nada al respecto, pero él en verdad se enojó, menos mal Takato salió, por unos minutos pensé seriamente en que Ryo podría hacerle cualquier cosa, porque tú sabes como está de obsesionado conmigo ese chico y a pesar de que lo rechazo no cede.

Hikari hizo una mueca ante esto y llevo una mano a su mentón pensativa— Al parecer ayer Ryo se encargó de arruinar las cosas, porque en la fiesta estuvo peor.

—¿En la fiesta?— Preguntó Rika— ¿De qué estás hablando?

—¿No sabes?— Cuestionó Hikari.

—No fui a la fiesta.— Respondió la pelirroja— ¿Qué cosa no sé?

—No era necesario que fueras a la fiesta, lo subieron a la redes sociales, yo borracho dejó en ridículo a los Teenages Wolves.— La castaña sacó su móvil, dezlizó su dedo en las aplicaciones y públicaciones de Facebook hasta encontrar el video del Akiyama para luego voltear la pantalla en dirección a Rika.

La pelirroja tomó el móvil de su amiga entre sus manos y observó el video, en él estaba Ryo con la banda.

~Video~

—Yooooooo noo quiero tocar esoooo

Yamato alzó una ceja— ¿Ryo que haces?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó el chico— Sooolooo te estoy diciendo que no cantemos esas canciones aburriiiidas que tu escribes.

El rubio frunció el ceño y se acercó a él— Ryo baja del escenario, evidentemente no estás bien.

—Siii estoy bien.— Respondió el Akiyama— Nunca estuuuuuuuuve mejor eeeeeeeeen toda mi vida.— Sonrió— ¿Por qué según tú yo estaría mal?— Rió— ¿Por qué no quiero cantar tuuuuuus canciooooooones aburidas?

Un "¡Uh!" por parte del público se hizo presente en el lugar cosa que irritó a Yamato.

—Si no quieres cantar eso, entonces baja del escenario.

—Nooooo.— Respondió Ryo— Yooo quiero tocar y cantaaaaaaaaaar, esta es mi baaaaaaaanda. Lo que no quiero es cantaaaaaaaaaaar tuuuuuus aburriiiiiiiiiidas canciones.

—No son aburridas.

—Si lo son.

Kouji rodó los ojos— Ryo deja de fastidiar, no te mandes un escándalo y baja del escenario.

—Lo dices porque quieres defender a este estúpido que se autoproclamó como el líder de nuestra banda.— Ryo le contestó al Minamoto refiriendose al Ishida.

—No lo digo por eso idiota.— Respondió Kouji.

—Idiota eres tuuuuuuu, en realidad toooooooodos ustedes.— Habló Ryo— Todaaaa esta banda es idiota.

Kiriha hizo una mueca— ¡Hey! Ryo sea lo que te esté pasando no no hagas pasar vergüenza.

—Kiriha tiene razón, si no quieres cantar baja y no nos dejes en ridículo a nosotros.— Habló Ryouma.

—¿Por qué?— Cuestionó Ryo— ¿Acaso no le quieren mostrar al resto que en realidad somos un desastreeeeeeeee?

Los chicos intercambiaron miradas.

Ryo sonrió— Bueno, creo que de una vez por todas todos deberían sabeeeeeeeeeeer que esooo somos un desastre.— Se dirigió al público—Los Teenages Wolves somos un desastre.— Habló por el micrófono— Escucharon, un desastre.

Yamato hizo una mueca ante esto y Kouji se acercó al Akiyama— ¡Hey! Detente.

—¡No!— Respondió Ryo— No me voyyyyyyyyyyyyy aaaaaaaaaaaaa detenerrrrrrrr.— Sonrió y volvió su mirada hacia el público— Esta banda es un desastre, pero claro, todos nos aman porque ustedes creen que se formó a partir de cinco adolescentes con un sueeeeeeeño cosa que es falsa ya que el sueño inicialmente fue mío, yooooooooooooo fui quien comenzó a formaaaaaaaaaarrrr esta banda, y los demaaaaaas se unieron y se quedaron con el crédito aunque inicialmente yo fui quien la creooooooooooooo yyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy

—¡Ya basta!— Kouji le arrebató el micrófono de las manos y Yamato lo tomó del brazo.

—Deja este show ridículo.

Ryo rodó los ojos— ¿Qué? ¿No quieres que te quite tu protagonismo por ser el vocalista?

—No es por eso.— Respondió Yamato— Es porque te ves idiota haciendo este espectáculo, arruinando la fiesta.

—¡No! Yo noooo hago el ridículo.

—Claro que lo estás haciendo, tan solo mirate.— Habló esta vez Kiriha.

—Nooooooo yo no...—Pero no pudo seguir hablando ya que derepente sintio como su estomago se revolvía, sintió algo ácido en su boca y por su gargante sintió como subía algo. Se levemente de sus compañeros de banda con la intención de bajar del escenario, pero antes de que esto ocurriera vomitó sobre el escenario frente a todos los presentes.

~Fin del video~

Rika hizo una mueca— Me extraña que Kouji no me haya contado sobre esto, de seguro estaba molesto.

—No solo él, si no que todos los de la banda.— Respondió Hikari tomando su móvil.

—No es para menos.— Musitó la pelirroja, en verdad ya no sabía que pensar con respecto al Akiyama, en verdad daba vergüenza su comportamiento— Kouji siempre ha sido partidario de que lo saquen, porque ultimamente solo ha provocado problemas.

—Pues deberían hacerlo, para evitar cosas como estas.— Contestó la castaña.

Rika asintió.

—Bueno, volviendo al tema principal, me dijiste que Takato y tú hablaron, ayer vino y se besaron ¿eso significa que todo se arreglo?

La Nonaka asintió— Si, arreglamos las cosas, incluso están mejor que antes.

—¿Enserio?

—Si.— Respondió Rika— Takato ayer me invitó a salir.— Habló nuevamente— O mejor dicho me invitó a una cita.— Sonrió— ¡Una cita!—Recalcó esto.

Hikari alzó una ceja sorprendida— ¿Qué? ¿Una romántica?

La pelirroja asintió— Si.— Llevó sus manos a su rostro— Saldremos hoy a las cuatro.

—Genial.

—No.

—¿No?— Hikari alzó una ceja.

—O digo, si.—Respondió Rika— Pero...—Llevó sus manos a su rostro— Estoy muy nerviosa, no sé que rayos hacer.

—¿Cómo que no sabes?— Habló Hikari— Pero, si ya has salido antes con Takato.

—Si, pero no en una cita tipo romantica, solo como amigos.— Respondió Rika.

—Buen punto.—

La pelirroja hizo una mueca— Estoy nerviosa, no sé como actuar, como vestirme, incluso no sé si cuando nos veamos lo saludo como siempre, no sé que debo o no debo decir. Nunca he ido a una cita, dime ¿qué se hace?

La castaña sonrió conmovida ante esto— Bueno, hay muchas cosas que se ven en el momento, el tema del saludo, lo que se dice o que hay que hacer. Sin embargo...

—¿Sin embargo?

—En algunas cosas yo te puedo ayudar.— Respondió la Yagami— En la ropa y algunos consejos.

Rika sonrió— Bueno, estoy dispuesta a aceptar todo tipo de ayuda, Hikari, sobre todo en eso, no sé que ponerme.

—Dejamelo a mi.— Contestó la castaña y observó a su amiga de pies a cabeza— Yo sé que vestimenta te hará ver perfecta para Takato.


Damar se removió levemente en su cama y a medida que pudo abrió sus ojos intentando a acostumbrarse a la luz que entraba en el lugar.

Hizo una mueca.

Por eso no le gustaban las clíncias y los hospitales, porque siempre había mucha luz en ellos que interrumpia su sueño.

Suspiró.

Al menos este despertar había sido sin ese dolor insoportable de cabeza por las sustancias como lo días anteriores.

Se reincorporó levemente en su cama con la intención de levantarse, pero al dirigir su mirada hacia su costado de derecho no pudo evitar impresionarse al ver que Kouji estaba ahí.

—Hasta que por fin despiertas.

Damar alzó una ceja— Kouji.— Pronunció su nombre— ¿Qué haces aquí? ¿Y tan temprano?

—¿Temprano?— Cuestionó— Son las doce del día.

—¿A si?

El Minamoto asintió.

~Horas antes~

Takuya caminó en dirección a la habitación en que se encontraba su hermana menor, se sentía cansado, tenía un dolor de cabeza insoportable, los ojos le ardían, sin embargo, no podía detenerse a descansar, no tenía noticias de Mimi, Damar aún seguía en la clínica y para variar ahora tenía este problema con Izumi por culpa de Nene, a esto se le sumaba que ell resto de la semana había sido pésima con sus amigos, sus estudios, entre otras cosas.

Pasó una mano por su rostro.

Uno de esos días se daría un baño de sal para alejar las malas vibras, ya en verdad sentía como si le hubieran lanzado algo encima que atraía la mala suerte.

Paró el seco al llegar a la puerta de la habitación y ver que su antiguo mejor amigo salía.

Alzó una ceja.

¿Qué hacia ahí? ¿Y a estas horas?

—¿Kouji?— Preguntó el moreno.

—¡Vaya! Hasta que al fin llegas.— Comentó Kouji ignorando la pregunta del moreno—Damar se quedó dormida anoche esperando a que regresaras.

Takuya hizo una mueca, se suponía que iba a regresar temprano, pero luego de todo lo que había ocurrido se le pasó la hora.

—¿Qué haces tú aquí?

—¿Que no es obvio?

—¿Viniste a verla?— Cuestionó Takuya.

—¿A qué más vendría?— Preguntó el Minamoto.

El moreno alzó una ceja un tanto sorprendido, en verdad no se hubiera esperado este gesto de parte de Kouji, generalmente no era muy atento con las personas que no fueran Koichi o Rika, sin embargo, si pensaba bien las cosas el Minamoto siempre había sido atento con Damar y más de alguna vez había hecho algo que a él no le gustaba por su hermana, pero si era sincero nunca le dio mucha importancia porque lo mismo ocurría con Koichi (y por eso siempre que tuvo la oportunidad alejó a ambos gemelos de su hermana)

—No era necesario que vinieras, yo me estoy encargando de ella.

—La dejaste sola por varias horas.— Respondió el Minamoto— ¿Eso es preocupación?

Takuya se mordió el labio inferior, sin querer se había atrasado más de la cuenta, había salido a las ocho en dirección al internado y ya eran las cuatro de la mañana.

—Sin querer me atrasé, tuve cosas que hacer.— Respondió el moreno—¿Cómo te dejaron entrar? Sólo los familiares pueden entrar a estas horas.

—Recuerda que mi primo trabaja aquí y será el dueño en unos años.— Contestó Kouji.

¡Buen punto!

—¿Y cuanto tiempo has estado aquí?

—Hace rato, pero eso no importa.— Respondió el Minamoto— ¿Por qué demoraste tanto idiota? Vine hasta acá para estar con Damar, porque supuse que tú estarías preocupado y pendiente de tu otra hermana, pero resulta que ni siquiera estabas. Fuiste a buscar unas cosas y te desapareciste por más de cuatro horas.

—Se me presentó un inconveniente.— Respondió Takuya— ¿Damar como está?

—Bien.— Contestó Kouji.

—¿Sabe lo de Mimi?

—No lo sabe.

—¿No le dijiste?

—No.— Respondió el Minamoto— Vine directamente para preocuparme de que no lo supiera, y no debe saber, Damar no está en condiciones para preocuparse de otra cosa más que en su recuperación.

Ya muchas cosas estaban ocurriendo con la castaña, por alguna razón -que él desconocía- estaba actuando de esa forma impulsiva y había colapsado, no quería darle más motivos que actuara así. Quería que se recuperara, que tuviera un poco de paz y esto que había ocurrido con su hermana no la ayudaría

Takuya se mordió el labio inferior pensativo, no quería admitirlo, pero su amigo había tocado un buen punto, la verdad de las cosas es que él no lo había de esa forma, se había centrado tanto en lo que ocurría a su alrededor que sin pensarlo iba a ir de frente donde su hermana menor a contarle las cosas.

—Espero que no le digas.

—No...—Respondió el moreno— No lo haré, pensaba en hacerlo pero...—Se detuvo unos segundos de admitir lo que vendría a continuación— Tienes razón, Damar no debe saber esto.

—Hasta que al fin estamos de acuerdo en algo.— Habló el Minamoto.

Takuya observó atentamente al oji-azul, en verdad parecía preocupado por su hermana— ¿Por qué haces esto Kouji?

—¿Esto qué?

—Preocuparte por ella.— Contestó el moreno.

—No tengo porque darte explicaciones a ti.

Takuya hizo una mueca, esa no era respuesta convincente— No será una tactica para "conquistarla"

Kouji rió irónicamente— En verdad tienes imaginación.

El castaño se mordió el labio inferior, la verdad es que no quería sonar desconfiado, pero le costaba mucho, en parte veía que él Minamoto se preocupaba por su hermana, sin embargo, hasta hace poco estaba con Izumi.

¿Podía ser posible que en verdad Kouji se haya enamorado de Damar?

El Minamoto observó su reloj de pulsera—Ya es tarde, me tengo que ir, mañana quizás regrese, por favor, no estreses a Damar con berrinches tuyos ¿si?— Conociendo a Takuya había una gran posibilidad de que le hiciera una escena de celos y eso no era lo que quería que ocurriera, finalmente no habían hecho algo malo, solo hablar.

—¡Hey! Espera.— Lo llamó.

Kouji volteo hacia él— ¿Qué pasó?

—¿Podrías encargarte de ella por favor?— Preguntó Takuya un tanto dudoso.

El Minamoto alzó una ceja— ¿Va enserio tu pregunta?

El moreno asintió— Damar al parecer se siente bien con tu compañía y luego de lo que ocurrió con Mimi debo estar al pendiente, el doctor puede decir algo en cualquier momento y no quiero que ella se entere ¿podrías estar junto a ella? Por favor.

Kouji alzó una ceja, no se hubiera esperado esa propuesta por parte de Takuya, sin embargo, entendía lo que ocurría— Está bien, yo me encargó.

—Gracias.— Contestó el castaño.

~Actualidad~

—¿Por qué Takuya no está aquí?— Damar le preguntó al oji-azul.

—Estaba un poco cansado.— Respondió el Minamoto, no quería mentirle, pero sabía que Takuya estaba con Mimi y no quería tener que explicarle la situación a Damar, no quería estresarla— Así que fue a descansar.

Damar alzó una ceja— ¿Y te dejó a ti a cargo mío?— Llevó una mano a su mentón— Eso no suena a algo que mi hermano haría.

Buen punto.

—Lo sé, pero lo hizo.—Respondió Kouji— Y aunque no lo haya hecho, de todas formas puedo estar aquí sin problemas.

—Porque tienes santos en la corte ¿no?

—Algo así.— Contestó el Minamoto y se acercó a la chica para acariciar su rostro— ¿Cómo estuvo tu noche?

—Bien.— Respondió Damar— Mejor que la noche anterior.

—Que bien.

—¿Y tú que haces aquí a estas horas?— Habló la castaña.

—Vine a verte.

—Estás desperdiciando tu fin de semana en mi.— Contestó Damar.

—No lo hago.— Respondió el Minamoto— Finalmente no tengo mucho que hacer.

—¿Y yo soy lo que sobra?

—Si.

Damar alzó una ceja sorprendida.

—Claro que no.— Kouji rodó los ojos divertido.

—Ja, ja muy gracioso.— La castaña musitó sarcásticamente— Deja de copiar mis frases Minamoto.

El oji-azul simplemente rió.

Damar se levantó de la cama, pasó una mano de su bata de color coral para eliminar las arrugas y luego estiró sus brazos.

—¡Hey! ¿Qué haces?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó la castaña— Me estoy levantando, no quiero estar todo el día acostada como ayer, quiero caminar, tomar aire fresco, no me gusta estar encerrada.

—No deberías todavía estás muy débil.

—No lo estoy.— Respondió Damar— Ya no estoy bajo el efecto de las sustancias, me siento mejor, incluso más despierta que ayer.

—Aún no te dan el alta.

—No, pero me lo van a dar hoy.— Contestó la castaña— Y además, no es como si vaya a consumir de nuevo sustancias, solo quiero levantarme, cambiarme ropa y salir a caminar un poco, digo, no creo que encuentre algo bueno que ver, pero no soporto estar en estas cuatro paredes.

Kouji hizo una mueca, entendía la situación, pero ¿si por salir a caminar se enteraba que su hermana estaba ahí?

Suspiró.

Ya parecía Koichi viendo hasta la más mínima posibilidad de lo que pudiera venir.

Pero no le gustaba pensar en la posibilidad de que Damar nuevamente reaccionara mal, quería que estuviera bien y eso se debía a que esa chica le importaba, más de lo que le gustaría, siempre había sido así, ni siquiera recordaba desde que minuto comenzó ser así, solo recordaba que una vez se conocieron y al poco tiempo (como ninguna otra chica) vivía en su mente.

—Ya que estás aquí podrías venir conmigo a caminar ¿no crees?— Habló Damar— Supongo que luego de todas las veces que has venido con Rika conoces este lugar mejor que yo.

—Si, pero no es muy agradable, no me gustan ni las clínicas, ni los hospitales, no hay mucho que ver en este lugar.

—Lo sé, a mi tampoco me agradan, pero supongo que en el exterior hay una azotea con buena vista ¿no? O en el patio algo mejor que estar aquí.

—Enserio no quieres estar encerrada ¿verdad?

Damar asintió— Ya he estado mucho tiempo aquí, necesito desperjar la mente aunque sea un tiempo corto.

Esta chica era muy insistente cuando se lo proponía, lo mejor sería ceder, porque si no igual iba a salir sola.

Kouji suspiró, con algo de suerte la llevaría a un lugar lo más alejado de la sala de espera en donde se encontraba el grupo de gente que había venido por Mimi.

—Está bien, te acompaño.— Respondió el Minamoto.

Damar sonrió— Genial.— Señaló su bolso— Me cambio de ropa y salgo ¿si?

Kouji asintió— Está bien.— Se acercó hacia la puerta— Te espero.


Kouji al atravesar la puerta observó a su alrededor mientras esperaba.

Suspiró.

Estaba agotado, apenas había dormido, necesitaba algo para despertar, quizás un café o una bebida energética, algo que lo hiciera sentir bien, porque a pesar de que había intentado dormir no lo había logrado.

¡Un minuto!

Observó a su al rededor.

Ahora que lo recordaba unos pasos más adelante estaba la oficina de Thomas y en ella había una maquina cafetera que ya había utilizado otras veces cuando se quedaba en las noches junto a Rika cuando tenía sus colapsos.

Observó la puerta, Damar seguramente se tomaría su tiempo -así como todas las mujeres- le alcanzaría el tiempo para ir a comprar un café. No lo dudó y se encaminó hacia ese lugar.


—No es por eso.— Respondió Yamato— Es porque te ves idiota haciendo este espectáculo, arruinando la fiesta.

—¡No! Yo noooo hago el ridículo.

—Claro que lo estás haciendo, tan solo mirate.— Habló esta vez Kiriha.

—Nooooooo yo no...—Pero no pudo seguir hablando ya que derepente sintio como su estomago se revolvía, sintió algo ácido en su boca y por su gargante sintió como subía algo. Se levemente de sus compañeros de banda con la intención de bajar del escenario, pero antes de que esto ocurriera vomitó sobre el escenario frente a todos los presentes.

Ryo hizo una mueca al ver el video que andaba circulando en las redes sociales desde anoche.

—Hiciste el ridículo anoche, Akiyama.— Comentó Nene cruzada de brazos.

El oji-azul se mordió el labio inferior, por un momento había pensado que todo fue una horrible pesadilla, pero luego de ver aquello le quedaba más que claro que era verdad y no un sueño— ¿Quién subió esto?

—No lo sé.— Respondió la castaña— Lo único que sé es que eres súper famoso ahora por ser el protagonistas del concierto más vergonzoso de los Teenages Wolves.

—Además ¿qué importa quién lo subió?— Preguntó esta vez Taichi— Se hicieron miles de copias en ese video, de diferentes ángulos, no fue solo uno el que grabó tu espectáculo.

Ryo hizo una mueca ante esto y lanzó su móvil contra un sofá. Parecía que todo iba de mal en peor, después de aquello probablemente tendría problemas con los demás integrantes de la banda, generalmente tenía con Yamato y Kouji si no que también a sus supuestos "amigos" Kiriha de seguro estaba molesto.

Suspiró y pasó una mano por su cabello.

Lo peor de todo era que si eso no había sido sueño, entonces lo que había ocurrido a continuación con Mimi también había sido verdad.

¡Rayos!

Borracho siempre se metía en problemas, pero nunca había llegado a ese extremo de tomar a una chica por la fuerza, generalmente las seducía y nada más. Pero ayer había llegado a un punto que nunca pensó que llegaría.

—¿Sabes? Si no nos llevaramos tan bien probablemente ni siquiera te hablaría luego de hacer el ridículo.— Comentó Nene— Pero considerando que me has ayudado bastante me apiado de ti.

Ryo hizo una mueca, no le gustaba la pena de los demás, pero ¿qué más iba a hacer? probablemente todos lo iban a ver mal o con burla. Cosa que odiaba, porque lo que me nos amaba era el desprecio de la genta, ya que desde pequeño había sufrido de malas miradas.

Suspiró y volteo hacia la castaña.

—En vez de hablar de lo que ocurrió conmigo mejor hablame de lo que ocurrió con Takuya.

—Con gusto te hablo de aquello.— Nene sonrió— Lo que teníamos planeado funcionó.

Ryo alzó una ceja— ¿Enserio?

—Si.— Respondió la Amano— Funcionó.— Y luego dirigió su mirada hacia Taichi— Todo gracias a Taichi.

El Yagami se mordió el labio inferior, no le gustaba recordar lo que había hecho la noche anterior, le había jugado de una manera muy sucia a su amigo, involucrandolo en algo que él no merecía y que nunca quiso, porque de eso estaba seguro, Takuya no quería a Nene.

—Entonces ¿Izumi está enojada con Takuya?

—Si y mucho.— Contestó Nene— Si la hubieras visto te hubieras reido como yo, echaba humo por la boca de lo furiosa que estaba y Takuya apenas sabía que pasaba, lo que me jugó a favor, ya que, no encontraba forma de darle explicaciones.

—Que bien.— Musitó Ryo sin interés, la verdad es que a diferencia de como lo habían planeado ahora no le daba mucha emoción aquella situación, todavía estaba pensando en los espéctaculos que se había enviado y en las posibles consecuencias.

—Lo mejor de todo es que estoy segura que ahora se van a separar.

—¿Por qué estás tan segura?— Preguntó Taichi— ¿Y si arreglan las cosas?

—Lo dudo.— Respondió Nene— Takuya no sabe como llegó conmigo, Izumi nos vio juntos y gracias a ti tenemos los mensajes ¿no?

El Yagami hizo una mueca, la verdad es que por cada vez que recordaba lo que ocurría en verdad se sentía peor. Había hecho todo a causa del chantaje de Catherine y Nene para no perder a Sora, pero la verdad era que el cargo de consciencia no lo había dejado dormir en toda la noche. Había apuñalado a Takuya por la espalda, eso ni él mismo se lo perdonaría.

—Por cierto ¿donde está Catherine?

—No tengo idea, no le vi luego de la fiesta.— Respondió la chica Amano.

Catherine.

Ese nombre resonó en la cabeza del Yagami.

Esa chica en verdad le había traido problemas desde que habían llegado y eso le molestaba, porque enserio se sentía mal al recordar que había caído en la "tentación" sin respetar su relación con su novia.

Sora.

No quería perderla, ella siempre había sido el gran amor de su vida, juntos habían vivido sus primeras experiencias.

~Años atrás~

Muchos pre-adolescentes y adolescentes menores a quince años se encontraban en un gran salón decorado con muchas mesas con comida y música que sonaba de fondo.

—Está aburrida esta fiesta.— Comentó un joven Taichi de trece años.

—Lo sé.— Respondió Yamato antes de darle un sorbo a una gaseosa.

—¡Hey! No digan eso de mi fiesta acabaron de llegar.— Habló un joven Ryo de catorce años recién cumplidos.

—Pero es la verdad.— Contestó el Yagami— Podrías hacer algo para subir el ánimo ¿no crees?

Ryo llevó una mano a su mentón.

—¡Ya sé!— Habló Takuya— Juguemos un partido de fútbol, así como todos los años.

¡Oh no!

El Akiyama hizo una mueca al escuchar esto, se suponía que ese salón lo había pedido su madre para celebrar su cumpleaños, como todos los años, juntaba dinero y arrendaba un lugar (para no ser menos que sus amigos) este lugar era gigante, tenía una gran patio donde podrían jugar, pero tristemente no recomendable luego del año pasado que sin querer habían roto una ventana con un balón que le había costado muchos meses de sueldo a su madre. Este año no podía correr el mismo riesgo, o si no nunca más podría tener otra fiesta en ese lugar.

—Buena idea.— Taichi sonrió.

—No.— Respondió Ryo— No juguemos a eso.

—¿Por qué no?— Preguntó Takuya— Estamos aburridos, habemos hartos niños, podemos jugar un partido tranquilamente.

—Pe-pero las niñas van a quedar fuera.— El AKiyama señaló al pequeño grupo.

—Ni que fueran muchas.— Musitó Takuya y como si hubiera invocado a la buena (o mala) suerte la puerta principal se abrió y al lugar ingresó cierto grupo de niñas.

Unas pequeñas Hikari de diez años, Damar y Rika de once, Mimi e Izumi de doce años y una Sora de trece.

—¡Hasta que al fin llegamos!— Gritó la rubia hermana de Yamato.

—¡Rayos!— Takuya musitó, casi se le había olvidado el hecho de que sus hermanas y sus amigas también estaban invitadas a la fiesta, y que para varia llegarían juntas, ya que Ryo le había pedido a Sora que le dijera a Mimi que convenciera a Damar a que fuera a la fiesta con Rika, porque estaba seguro esta última no iba a venir.

Taichi pasó su mirada por las recién llegadas y no pudo evitar detener su mirada en su mejor amiga, llevaba uno una falda de mezclilla y una chaqueta color coral, para su sorpresa no traía su gorro celeste, su cabello estaba a la vista peinado con un broche (que él le había dado) Sonrió ante esto.

El Akiyama se acercó al grupo de chicas quienes no dudaron en felicitarlo, vio que Izumi lo abrazaba, luego Mimi, a continuación Hikari, Damar, Rika se hizo a una lado y se dirigió hacia Kouji y Koichi, quienes se encontraban a un lado y finalmente Sora saludó al Akiyama.

Taichi se acercó a ellos, al igual que el resto de sus amigos, excepto Yamato quién levemente pasó una mirada por la hermana de Takuya y volteo un tanto ruborizado.

El Yagami alzó una ceja, últimamente su amigo actuaba extraño al ver a Mimi y no sabía por que, de repente se sonrojada y escuchaba que tartamudeaba de vez en cuando.

—Feliz cumpleaños Ryo, que cumplas muchos años más.— Musitó la pelirroja— Te queremos mucho, amigo.

El Akiyama sonrió— Gracias.

—Disculpa la tardanza.— Habló la hermana de Yamato— Pero el chofer se demoró en llegar.

—No se preocupen, lo bueno que llegaron.— Respondió el Akiyama.

—Justo estábamos hablando de jugar un partido de fútbol.— Musitó Taichi.

—¿Un partido de futbol?— Cuestionó Mimi.

—Para divertirnos un poco.— Contestó Takuya.

—Suena bien.— Comentó Sora.

—Que horror.— Exclamó Izumi.

Takuya hizo una mueca— Bueno, a nosotros nos gusta.

—Como siempre, te gusta andar siempre olor a sudor.— La rubia rodó los ojos— Que asco.

Takuya frunció el ceño— Bueno, al menos hago deporte, algo que a ti sin duda te falta, ya que por ahí dicen que mejora el humor y eso es algo que necesitas.

Izumi fulminó con su mirada al moreno y todos al rededor rodaron los ojos, era increíble como apenas intercambiaba palabras ambos lograban fastidiar al otro o ponerse a discutir.

—Bueno la verdad de las cosas es que yo no estaba muy de acuerdo con jugar un partido.— Comentó el Akiyama— Ya que a ustedes las mujeres no les gusta y ya somos grandes como para jugar a cosas de niños en una fiesta.

—Concuerdo contigo, nosotras también queremos participar en algo que no sea fútbol.— Habló Izumi.

—Entonces ¿qué podemos hacer?— Preguntó Mimi.

—Yo tengo un juego.— Dijo el Akiyama antes de dirigirse hacia un mesa y tomar una botella— Juguemos a la botellita.— Alzó la voz llamando la atención de todos los presentes.

—¿A la botellita?— Preguntó Takuya.

—Que aburrido.— Musitó Kouji.

—Claro que no.— Respondió el Akiyama.

—Si lo es.— Esta vez habló Rika— Jugar a darse besitos lo es.

Ryo hizo una mueca— No es un simple juego de darse besitos.— Contestó— Ya somos grandes como para andar jugando a partidos de fútbol y esas cosas, merecemos experimentar cosas nuevas ¿no creen?

Todos los presentes intercambiaron miradas.

—Yo paso de esta.— Comentó Hikari.

—También yo.— Respondió Damar.

Taichi suspiró, menos mal Takeru estaba con fiebre, probablemente si él hubiera estado ahí le hubiera insistido a jugar a su hermana, cosa que no quería. Observó a su amigo Takuya quién al aprecer igual estaba aliviado por esta declaración.

—Tienes razón Ryo.— Contestó Henry de once años.

—Si.— Habló Ryouma.

—Si, juguemos.— Esta vez habló Jun.

—¡Botellita! ¡Botellita!— Animaron Daisuke y Tagiru.

Taichi alzó una ceja.

¿Qué onda con todos en ese lugar?

—Que aburrido.— Musitó el Yagami— Yo no quiero.

Takuya alzó una ceja y se acercó a él— Yo tampoco quiero, pero ¿estás seguro que tú no quieres?

—¿Por qué preguntas?

—Porque podrías fácilmente aprovechar de besar a Sora.

¿Qué?

El rubor no demoró en aparecer en sus mejillas.

No había pensado en eso— Es mi amiga, nada más, ya te lo he dicho Yamato.

¡Rayos!

(Minutos después)

La botellita frente a ellos giraba, giraba y giraba mientras gran parte de los presentes observaban atentos.

—Ya no juguemos más a este juego, por favor.— Rogó Takuya mientras acariciaba su enrojecida mejilla derecha.

Kouji, Koichi y él rieron, sin duda alguna había sido un deleite haber visto como Izumi le daba una buena bofetada a Takuya luego de que los hayan obligado a empujones a besarse.

El Yagami volvió su mirada hacia la botella y luego de vueltas, vueltas, vueltas, paró justo...

¿Frente a él?

Alzó la mirada levemente y recién se percató de que la otra punta de la botella señalaba a Sora.

—A los recién nombrados, capitanes del club de fútbol les tocará besarse.— Musitó Ryo.

—¡Uh!— Fue el grito de todos al rededor provocando que ambos se ruborizaran.

Sora y él alzaron levemente la mirada y al conectar sus miradas ambos se sonrojaron a más no poder, esta situación seria extraña, sin duda alguna.

—¿E? N-no, no podemos, so-somos amigos.— Habló la pelirroja.

—S-si, solo amigos.— Continuó Taichi.

—¡Ay! No sean aburridos.— Ryo rodó los ojos.

—Solo será un besito.— Yamato musitó burlón y el Yagami lo fulminó con la llamada.

—No sean aguafiestas.— Musitó Henry— Miren que ya mucho tuvimos con Takuya y Zoe.

Taichi se mordió el labio inferior y dirigió su mirada hacia su mejor amiga, ella estaba sonrojada a más no poder.

Sora en verdad no sabía que hacer o como reaccionar, nunca en su vida había dado un beso, siempre pensó que ese momento sería especial y con un chico que ella quisiese, Taichi era ese, pero nunca se había imaginado que fuera en ese lugar o por un reto.

—¡Vamos! ¡besense! ¡beso! ¡beso!— Comenzó a gritar Ryo y el resto le siguió esto.

¡Beso, beso, beso!

Taichi nuevamente intercambio miradas con su amiga y luego de unos segundos fue ella quién se colocó de pies, así que él hizo lo mismo y ambos se acercaron quedando uno frente al otro.

—Ta-Taichi n-no es ne-necesario que lo hagas.— Tartamudeo la pelirroja, deseaba besar a ese chico, pero él solo la veía como una amiga y nada más.

—So-sora no...

—¡Claro que es necesario que lo haga!— Ryo lo interrumpió— La botella lo señaló y si no lo hacen tendrán que meter la cabeza al inodoro como lo hizo Daisuke.

—¡Hey! No fue gracioso.— Lloró el Motomiya.

Taichi y Sora hicieron una mueca ante esto, no querían tener que sufrir esa consecuencia como ya otros habían sufrido. Ambos intercambiaron miradas.

El Yagami observó a la chica que estaba evidentemente nerviosa, al igual que él.

Pasaron unos segundos en silencio en el cual ambos se miraban sonrojados y sin decir palabras.

Finalmente Taichi suspiró.

Solo sería un beso.

Un simple beso.

¿Qué tan grave podía ser?

Sin decir más se posicionó frente a su amiga, alzó sus manos temblorosas para tomar las mejillas de su amiga, acercó levemente su rostro. Sora observó atentamente esto totalmente nerviosa, no sabía que hacer ante tanta cercanía.

Taichi respiró profundo armandose de valor.

Solo un beso.

Sin decir más, cerró sus ojos y unió sus labios con los de la pelirroja.

Sora ante esto no pudo evitar sentirse impresionada y por instinto cerro sus ojos correspondiendo a aquel toque que a pesar de ser nervioso al principio, extraño y novedoso, poco a poco, segundo a segundo les comenzó a agradar tanto para la chica como al Yagami, quién nunca en su vida se hubiera imaginado que besar a alguien sería como tocar el cielo con las manos.

~Actualidad~

Taichi suspiró.

Haber besado a Sora por primera vez había sido increíble, una sensación que amo y que amaba, nunca olvidaría aquel momento, porque desde entonces había sido cuando esos sentimientos de amistad comenzaron a cambiar.

—¿Puede ser a solas? Por favor.

—¿A solas?— Preguntó Ryo.

Taichi hizo una mueca al ver como su mejor amiga bajaba la mirada, por lo que le había dicho su amiga ella todavía no daba su primer beso.


Damar terminó de acomodar su cabello en una trenza de lado, volteo hacia el espejo, se había vestido de una forma sencilla y simple, unos jeans, un top blanco de tirantes y su chaqueta de cuero negra, además se había maquillado los ojos con un delineado cat eyes y había pintado sus labios con un labial mate morado.

Suspiró.

Se veía "bien" a pesar de haber llegado convulsionando a la clínica.

Guardó su maquillaje en su estuche y lo guardó en su bolso.

Tomó su móvil y lo revisó.

Hizo una mueca.

Takuya aún no respondía.

¡Rayos!

Suspiró.

Necesitaba hablar con él.

Ya no daba más con esa situación, quería ser sincera con sus hermanos para librarse de una vez por todas de este secreto y para que la ayudaran a arreglar todo eeste lío con Rumiko, porque ya había evidenciado que sola no podría.

Nuevamente suspiró y guardó su móvil.

Bueno, hoy le darían alta, así que apenas pudiera hablaría con él.

E intentaría ser sincera.

Se dirigió hacia la puerta y la abrió, pero al hacer esto, literalmente sintió ganas de cerrarla con un buen golpe.

—Buenas tardes, señorita Tachikawa.— Rumiko musitó.

Damar sintió como su corazón se detenía.

¡No, por favor no!

Damar simplemente se mantuvo en silencio y literalmente sintió como toda la ira que había sentido hace unos días regresaba a ella.

—¿Acaso no me vas a saludar Damar?

La castaña simplemente apretó su puño.

—Que mal educada.— Pensó Rumiko.

La castaña apretó su puño molesta— ¿Qué haces aquí?

—Vine a ver como estabas.

Damar rodó los ojos— Que hipócrita eres.

Rumiko observó atentamente a la chica y se cruzó de brazos, le molestaba su comportamiento y sobre todo que la llamara de "tú"— No puedo creer que sigas con este comportamiento Damar.

—Es el colmo que luego de la forma en que te comportaste el otro día sigas ahora actuando igual.

Damar simplemente observó seriamente a Rumiko, la verdad es que no estaba arrepentida de lo que había ocurrido en esa mañana, lo volvería a hacer, lógicamente evitando darle problemas a sus hermanos y a las personas que le importaban.

—Supongo que me pedirás disculpas.

Damar lanzó una carcajada sarcástica— En tus sueños.

Rumiko frunció el ceño enfadada— Pues deberías hacerlo.— Contestó— Me faltaste el respeto frente a todos, no te comportaste como una señorita de tu clase social debería, cometiste una gran falta.

—Lo sé.— Respondió Damar seriamente.

—¿Y aún así no me pedirás disculpas?

La castaña alzó una ceja y rió nuevamente— Ya te gustaría.

Rumiko apretó su puño molesta, por unos minutos había visto en el rostro de aquella chica a Satoe Tachikawa, hecho que le fastidiaba. No sólo tenía el caracter de su padre, si no que más encima tenía el rostro de esa mujer que tanto despreciaba por haberle quitado al amor de su vida.

—¿En verdad no tienes cargo de consciencia?— Preguntó la mujer— Mira donde estás, llegaste aquí por tu rebeldía de la cual yo fui víctima cuando me faltaste el respeto frente a todos.

"Víctima"

Damar repitó esa palabra en su cabeza y rodó los ojos, Rumiko no era víctima, en lo absoluto. Víctima había sido su madre cuando esa mujer la había asesinado.

—Tú no eres quién para hablarme de cargo de consciencia.— Respondió la castaña.

Rumiko frunció el ceño— ¿Por qué me dices eso?

—Porque es la verdad.— Contestó Damar.

—No lo es.

—Si lo es.— Damar se cruzó de brazos— Y tú lo sabes.

No, no lo sabía, pero la verdad de las cosas es que ya se estaba aburriendo de esa conversación. Esa chica se creía superior, sin embargo, con lo que le diría le bajaría los humos.

—No lo sé, pero me da lo mismo, finalmente no va al caso.— Respondió Rumiko— Yo vine a hablar contigo acerca de lo que ocurrirá contigo como consecuencia de tu mal comportamiento.

¿Consecuencia?

—Hablé con tu padre.— Declaró sin más.

Damar alzó una ceja sorprendida al escuchar esto.

¿Rumiko había hablado con su padre?

¡A ella lo había llamado varias veces esos últimos días y no le había contestado!

Rodó los ojos.

¿De qué se sorprendía?

Era lógico que Keisuke Tachikawa le respondería a su amante.

—Supongo que fue a acusarme ¿no?

—¿Acusar? No sé si sería la palabra.— Rumiko respondió— Simplemente le informé sobre tu pésimo comportamiento y lo que ocurrió contigo.

—¿Y por qué no me llamó a mi?— Preguntó Damar— Yo soy su hija.

—Pero yo estoy a cargo tuyo.— Contestó la rubia— Como directora del internado estoy a cargo de ti.

Por mala suerte.

Pensó Damar.

—¿Y?— Se cruzó de brazos— ¿Te sirvió de algo acusarme?

—No te acusé.— Respondió Rumiko— Pero si me sirvió de algo hablar con tu padre, ya que me dio la solución a este problema que tu tienes.

—¿Solución?

La rubia asintió— Te has comportado tan mal, consumiste alcohol, drogas, literalmente te has vuelto un dolor de cabeza y tu padre no quiere tener problemas o ser el hazme reír de la sociedad por tu culpa, así que encontramos un lugar perfecto para que trates con tu problema.

—Me vas a enviar a una clínica de rehabilitación así como tú lo hiciste con tu hija ¿cierto?— Damar rodó los ojos.

—No.— Respondió Rumiko— La enviaremos a una clínica psiquiatrica.

¿Qué?

Damar no pudo evitar sentirse bastante sorprendida ante aquella declaración, ya que no se lo hubiera imaginado, claro que no—Yo no voy a ir a eso.

—Claro que sí.— Contestó la rubia— Necesita que arreglen su mente.

—No estoy loca.

—Claro que lo está.— Respondió Rumiko— Su comportamiento fue de una enferma mental.

Damar apretó su puño, ella no estaba loca, al contrario estaba cuerda, incluso más que Rumiko, quién era una asesina.

—Pues yo no iré a aquel lugar.

—Claro que irá su padre ya lo autorizó y yo ya tengo todo listo para que mañana mismo se vaya a ese lugar.— Respondió Rumiko.

—No me puedes obligar a ir.

—Claro que puedo, cuando tu padre te dejó aquí te dejó bajó ¡mis! ordenes.

Damar simplemente frunció el ceño, ella no quería ir a ese lugar, Rumiko era quién debía ir, no ella. Tal vez no había actuado bien, pero era un efecto de toda esta impotencia e ira que sentía luego de saber aquella verdad.

—Así que preparese señorita Tachikawa, dentro de veinticuatro horas estará en la mejor clínica psiquiatrica de Fukuoka.

La castaña alzó las cejas sorprendida— ¿Tan lejos?— Rumiko en verdad estaba loca, la quería enviar al Sur del país.

—No estoy loca, simplemente la voy a enviar a la mejor clínica psiquiatrica de Japón y a la vez lograré mantenerla lo más lejos posible de aquí.— Respondió Rumiko, sabía que si la enviaba al Sur del país la alejaría de todos, de sus hermanos, de su mejor amiga, de ella, cosa que no estaría mal, finalmente esa chica se merecía solo lo peor por la forma en que se había comportado.

—No estás hablando enserio Rumiko.

—Nunca hablé más enserio en toda mi vida.— Respondió la mujer.

Damar simplemente se mordió el labio inferior, tenía muchas ganas de gritarle, sacarle en cara lo que ella sabía. Esa mujer no valía, al contrario. No sólo había asesinado a su madre, si no que ahora venía actuar de manera hipócrita ante ella, al aparentar ser "correcta" cuando en realidad no lo era.

—Sé que para ti es una idea terrible, pero deberías considerar esa idea de ir a una clínica psiquiatrica, finalmente solo le estás dando problemas a tu familia.— Habló Rumiko— Incluso viendote a ti es entendible que la salud de Mimi ayer haya terminado colapsando por tu culpa, debe ser estresante para ella tener que lidiar con alguien como usted.

Damar analizó estas palabras y no pudo evitar sorprenderse— ¿Qué dices?— Preguntó— ¿Por qué hablas de que la salud de mi hermana colapsó?

Rumiko alzó una ceja y la observó sorprendida— ¿Qué? ¿Acaso no te dijeron?

—¿Decirme qué?

—Que tu hermana ayer tuvo unos problemas graves de salud.— Respondió la Nonaka— Una taquicardia.

—¿Una taquicardia?— Preguntó Damar alzando levemente la voz sorprendida, ya que no había sabido aquello, ni siquiera se le hubiera pasado por la cabeza que su hermana hubiera sufrido un problema de salud— P-pero ¿está bien?

—No lo sé.— Respondió Rumiko— La verdad es que pensaba en pasar a verla, ya que ella a diferencia de usted, señorita Tachikawa, tiene modales y no me ha dado tantos problemas como usted. Pero su hermano estaba con ella, así que aproveché de venir donde usted.

¿Qué?

¿Takuya estaba con Mimi?

¿Y no le había dicho nada?

—¿Y sabes que tiene?

—Si, pero no me corresponde a mi hablarte de eso.— Respondió Rumiko— Finalmente yo vine a hablar contigo sobre las consecuencias de tu mal comportamiento y nada más.

—Pero quiero saber que le ocurrió.

—En vez de preocuparte por lo que le ocurrió con ella deberías preocuparte por mejorar tu comportamiento y adicciones de drogadicta.

"Comportamiento" y "Drogadicta"

Fueron las palabras que resonaron en su cabeza, el último tiempo se había comportado de esa forma con Rumiko a causa de lo que descubrió. Y sabía que tneía un problema con las drogas, pero esto se dio al no saber como reaccionar ante lo que había sabido, ya que no tenía solución. Y ahora...

—Ahora que lo pienso, usted debería pensar que esta idea a la clínica psiquiatrica es un regalo.— Habló Rumiko— Digo, sus hermanos ya tienen sus propios problemas como para estar lidiando con usted señorita Tachikawa.

Damar se mordió el labio inferior ante esto, no quería admitirlo, pero Rumiko tenía mucha razón. Ella simplemente estaba causandole problemas a Takuya y Mimi, cuando ellos estaban teniendo los propios suyos.

Apretó su puño.

Sentía tanta impotencia y dolor.

Justo ahora que pensaba en decirle la verdad a sus hermanos.

¡Rayos!

Y más encima ahora la enviarían a una clínica aislada de todos.

¿Cómo se podría librar de ese castigo?


Yamato observó atentamente la puerta frente a él en silencio. La verdad era que no sabía que hacer o decir.

Rumiko había venido a firmar, así que ahora más personas podrían entrar a ver a Mimi. Izumi y Sora estaban en la cafetería, les había enviado un mensaje para que vinieran, sin embargo, ellas aún no llegaban.

Suspiró.

Observó la manilla.

No sabía si entrar o no.

Luego de lo que había ocurrido de seguro Mimi no quería verlo, probablemente estaba enfadada y herida, finalmente él le había escondido aquel dato de su vida.

—¿Yamato?— Una voz masculina familiar llamó su atención.

El Ishida volteo y al hacer esto se encontró con el guitarrista de su banda— Kouji.

—Hola.— El Minamoto lo saludó un tanto sorprendido, hace unos minutos había pasado por ahí cuando fue a la oficina de Thomas y no lo había visto en aquel lugar.

—Hola.

—¿Qué haces aquí?

—Esta es la habitación de Mimi.— Yamato señaló la puerta frente a él— Recién nos dieron de permiso de venir a verla.

¿Qué?

Pensó Kouji.

¡Rayos!

No sabía que la habitación de Mimi estaba tan cerca de la habitación de Damar.

—¿A si?— Hizo una mueca el Minamoto, ahora debería llevar a la castaña a otro lado— ¿Y por qué estás afuera? ¿por qué no entras?

—Es que no estoy seguro de que Mimi quiera verme.— Musitó Yamato.

Kouji alzó una ceja.

¿A qué se debía esa respuesta?


Damar caminó de un lado a otro en su habitación, estaba alterada, no se sentía bien, al contrario, se sentía ahogada, oprimida, desesperada.

¡Rumiko la iba a enviar a una clínica psiquiatrica!

¡Psiquiatrica!

Hubiera entendido si la hubiera internado en una clínica de rehabilitación contra drogas o si la hubieran llenado de horas con psicólogos, pero esta vez era más preocupante la situación, ya que sin duda era un castigo.

¡La iban a enviar a una clínica psiquiatrica al Sur del país para que estuviera completamente aislada sin móvil, sin internet, sin poder siquiera ver a sus amigos o hermanos!

¡Necesitaba safarse de eso!

La única forma sería hablando con Takuya y Mimi sobre la situación real la cual estaba así, pero ahora...

Mimi

Suspiró.

Necesitaba saber como estaba, por lo que dijo Rumiko, su hermana estaba en la clínica ¡Y nadie le había dicho! Podía ser que ella estuviera mal, pero la oji-miel era su familia.

Salió de su habitación, caminó por pasillo y paró frente a una enfermera, quién se encontraba sentada detrás de un escritorio.

—Disculpe, señorita.— Se detuvo frente a una enfermera— ¿Usted sabe en que habitación está internada la chica señorita Tachikawa?

—¿Tachikawa?— Preguntó la enfermera y observó sus registros— ¿Damar Tachikawa?

—No.— Respondió la castaña— Mimi Tachikawa.

—Mimi Tachikawa.— Repitó este nombre— ¿La chica que llegó con una taquicardia del internado Billonario de Odaiba?

¿Qué?

¿Con una taquicardia?

—¿E? S-si.— Contestó Damar desconcertada.

—Está en la habitación número veinte.— Respondió la enfermera— Se encuentra aquí a la vuelta.

Damar asintió— Gracias por la información.—Musitó antes de seguir caminando intentando procesar la información.

¿Mimi había tenido una taquicardia?

¿Cómo era posible?

¡Un minuto! Su hermana ya había tenido una par de taquicardias antes, la primera había sido cuando estuvo embarazada de Natsumi y la segunda había sido cuando...

—¿Dices que Mimi reaccionó así por lo que Ryo le dijo?

Damar alzó una ceja al reconocer la voz de Kouji antes de girar hacia la derecha para ir al pasillo donde la enfermera le había indicado que estaba su hermana.

—No, pero fue la gota que revalsó el vaso.— Respondió una segunda voz.

Damar asomó su mirada y al hacer esto vio que Kouji y Yamato estaban a las afueras de la habitación en donde supuestamente estaba su hermana.

—Mimi ya tenía conjunto de muchas cosas, estrés, apenas había dormido y tenía el azúcar baja, lo que desembocó en la taquicardia.

—Taquicardia.— Kouji repitió esto— ¿Mimi sufre de problemas en el corazón?

—No, pero la diagnosticaron con crisis de pánico.

¿Qué?

¿Crisis de pánico?

¡Oh no!

Mimi venía sufriendo de eso hace un tiempo, luego de tener que alejarse de su hija, Mimi no dormía bien, no se alimentaba bien, estuvo un tiempo depresión, tuvo colapsos nerviosos en donde perdía el aire, sentía que el corazón latía con rapidez y luego de unos estudios le diagnosticaron crisis de pánico, pero su padre no se lo había querido tratar, porque según él, era una enfermedad de locos y no quería tacharan de loca a su hija favorita ¡Claro! A ella podía enviarla a una clínica psiquiatrica, porque era la rebelde de la familia, la hija no deseada, solo para darle una lección, mientras que a su hermana, quién necesitaba de verdad ayuda de un especialista no la ayudaba.

—Por lo que dijo Thomas las crisis de pánicos pueden darse a causa de muchas cosas, como dormir poco, con estrés, pero generalmente se dan por emociones fuertes, por eso Mimi terminó colapsando luego de escuchar lo que le dijo Ryo.

Damar se mordió el labio inferior.

¿Qué le había dicho Ryo?

—¿Lo ves?— Habló Kouji— Te dije que ocultarle eso te traería problemas, porque muchos lo sabían.

—Si me dijiste.— Respondió Yamato— Pero simplemente no tuve la agallas de decirle y ahora ocurrió esto.

—Bueno en cualquier minuto se iba enterar ¿no?

—Si, pero no me gustó la forma.

—Es obvio.— Contestó el Minamoto— Ryo siempre resulta ser un dolor de cabeza y se entromete en lo que no debe.

Damar hizo una mueca.

¿De qué hablaba ese par? ¿Qué ocultaba Yamato? ¿Qué dijo el Akiyama para que Mimi reaccionara mal?

—Ahora tendrás que buscar la forma de explicar y aclarar las cosas con tu novia.— Habló el Minamoto.

Yamato asintió— Lo peor es que no sé como.— Respondió— Quizás, entienda la situación, pero no me perdonara que le haya mentido.

—No es para menos.— Contestó Kouji— Debiste haberle dicho desde el primer momento que tuviste algo con Jun, que al poco tiempo ella descubrió que estaba embarazada y te indicó a ti como padre.

¿Qué?

Esto debía ser una broma, una farsa, una mentira ¿Cómo iba a ser posible algo como eso? ¿Yamato tuvo algo con Jun? ¿Ella quedó embarazada? Entonces ¿el Ishida tenía más de un hijo? ¿Natsumi tenía un hermano?

Damar llevó sus ambas manos a su boca sorprendida.

—Fui un cobarde por lo que pudiera pensar.

—Bueno, dandole la explicación correspondiente de como fueron las cosas, explicando que todo fue un en...— El Minamoto no pudo seguir hablando porque la voz de Sora se hizo presente.

—Yamato.

—¿Si?

—¿Ya viste a Mimi?— Preguntó esta vez Izumi.

¡Rayos!

Damar hizo una mueca ante esto, lo mejor no sería no molestar. Antes de que alguien se diera cuenta de su presencia se alejó del lugar lo más rápido posible.

Suspiró frustraba.

Al parecer las cosas ya estaban mal como para que ella las empeorara.

¿Cómo rayos les iba a decir la verdad a sus hermanos si solo habían problemas, problemas y más problemas?

Se mordió el labio inferior.

Al parecer tendría que callar un tiempo más ¿pero cuanto? La única forma de librarse de la clínica psiquiatrica sería haciendole frente a Rumiko con la verdad, sin embargo, eso podría afectar de gran medida a su hermana quién estaba mal de salud.

Llevó una mano a su pecho, sentía una presión en el pecho que no la dejaba respirar tranquila.

¿Qué rayos haría ahora?


—No, no la he visto.— Yamato le respondió a su hermana.

—¿Takuya sabe que Rumiko vino a firmar?— Preguntó Sora.

—No lo sé.— Contestó el rubio.

—Bueno, yo me voy.— Anunció Kouji y volteo hacia el Ishida— Cualquier inconveniente me avisas Yamato.

El Ishida asintió— Si.

Sin decir más el Minamoto se alejó.

Yamato volvió su mirada hacia la puerta y suspiró.

—¿Por qué no entras?— Preguntó Izumi.

El oji-azul suspiró— No creo que Mimi quiera verme luego de lo que Ryo le dijo.

—¿Luego de lo que le dijo Ryo?— Preguntó Sora— ¿Qué le dijo?

Izumi hizo una mueca, entre tantas cosas no le había comentado a su amiga de esa situación y por eso no tenía idea de aquello. Sin embargo, antes de que pudiera hablarle de esa situación la puerta frente a ellos sonó y ante ellos apareció Takuya quién al ver a los tres ahí literalmente se qudó estático.

¡Rayos!

Pensó el moreno al ver a Yamato, luego pasó su mirada por la rubia de ojos verdes quién simplemente desvió la mirada molesta.

Suspiró.

Luego tendría tiempo para arreglar las cosas con ella, ahora tenía que ver por su hermana.

Salió del lugar y cerró la puerta tras él.

—Takuya.— Sora se acercó a él—¿Cómo está Mimi?

—Ella está bien.— Respondió el moreno.

—Que bien.— Musitó la pelirroja— Rumiko vino a firmar.

—¿A si?— Preguntó Takuya.

Sora asintió— Si, así que ahora podemos entrar a verla.

"Entrar a verla"

Esas palabras resonaron en su cabeza, dirigió su mirada hacia el rubio, el no debía entrar o al menos no iba a entrar hasta que hablara con él, necesitaba una explicación, su hermana había reaccionado muy mal por lo que había sabido y no se sentía bien por eso.

—Claro que pueden entrar, Sora y...—Pasó su mirada por la rubia— Zoe.— Dirigió su mirada hacia el oji-azul—Sin embargo, antes de que puedas entrar Yamato debemos hablar.

¿Hablar?

Yamato hizo una mueca, debió suponer que su novia le diría a su hermano sobre esa situación y eso solo significaba una cosa...

Ese tema enserio había afectado a Mimi.

Izumi simplemente rodó los ojos, ya se imaginaba de que quería hablar Takuya con Yamato, pero si era sincera no encontraba que él fuera el más indicado para reclamarle sobre un error cuando el había hecho lo mismo.


¡Chan, chan, chan!

mariacredenza02: Si, pobre Koichi, tristemente se ha enterado por terceros, pero no es que Kouji no quiera aclararle la situación, porque ni él la tiene muy clara, sabe que la quiere, pero oficialmente todavía no lo son, además él sabe como es su hermano y pues...cuando llegue el momento van a saber porque algunas veces es mejor callar jajaja Todas amamos a Hikari porque golpeo a Catherine, se lo merecía, pero ya veremos como vendrá todo para ellas dos y para Takeru. Ryo es un metiche por decir así, pero no sabe el daño que hace y Yamato estaba bajo los dominios de la desilución amorosa, ya veremos como se solucionará esta situación jajajaj creo que logré jugar super bien con ustedes, quería hacerles creer lo del embarazo, pero siempre tuve planeado que sufriera de crisis de pánico (ya que es un tema súper actual y quería abordarlo) jajajasj bueno igual me gustaría saber los nombres jajaj ya veremos si es que algún día puede decirle lo de Natsumi, aunque como se ve el panorama esto se alargará un poco. Todos odiamos a Nene jajajajaj arruinando nuestro Takumi, ya veremos si Takuya y Zoe lograrán superar esto y si traerá consecuencias o no. Paso a paso avanzan Rika y Takato jajaj son la pareja más tímida y todavía queda mucho por experimentar, quiero avivar la chispa del amor entre ellos. Damar y Kouji también tienen su momentos, aunque ya se viene lo que tengo planeado para ellos hace MUUUCHO tiempo jajajaj En este capítulo se reveló que planeaban y ahora nos toca ver que ocurrirá. Tomoko traerá sorpresas de aquí al final de la temporada. Lo de Alice es un tema complejo pero es importante, ustedes después tendrán libre opción de odiarla o amarla, todavía es muy pronto para tomar un veredicto jajajaj Te mando un abrazo a la distancia. Ojalá sigas leyendo y comentando.

milrose: jajaj que bien que te guste que sean largos, la verdad de las cosas es que para evitar llegar a los 100 capítulos los haré largos, vendrán con muchas cosas, pero también sirven para avanzar jajajaj logré jugar con todos los lectores jsjsj quería engañarlos con el tema del embarazo jsjsjsj la verdad es que nunca me lo propuse, ya que tienen a Natsumi jsjsjsj Alice tiene su camino claro en esta historia, no daré spoiler, pero de a poco irán viendo que hará jajajaj si, Yamato estaba tranquilo y fue con Jun, porque es la única chica que se acercaría a él simplemente para fastidiar (además, necesitaba una loca para lo que se viene a futuro) jsjsjsj Hikari actúo por el Fandom jajajaj ya veremos que sucederá con Francesita jajajaj Rika y Takato van paso a paso, porque quier avivar esa llama entre ellos jajaj Taichi traicionó a su amigo, tristemente, ya veremos que ocurrirá, aunque creo que es obvio que todos estarán super decepcionados si es que algún día sale a la luz. Koichi de a poco se irá enterando, no del todo todavía, por el bien de la historia jajajaj Que bueno que te guste el Koumar, ya veremos si es que logran ser felices Kouji y Damar jajajaj Ya veremos si los hermanos logran hablar, aunque con todo lo que está pasando parece que será imposible. Ojalá se dé. Tomoko será importante en el resto de la temporada jajaj ya veremos que se trae entre manos jsjsjsj Todas tus preguntas serán respuestas a lo largo de los capítulos, Te mando un abrazo a la distancia. Ojalá sigas leyendo y comentando. Nos vemos en el próximo capítulo.