—¿Cómo es eso que Jun estaba embarazada?— Takuya le preguntó al rubio.
Yamato hizo una mueca, como lo había supuesto, Mimi le había contado a su hermano de esa situación y ahora quería aclarar todo ese lío, cosa que en realidad no le molestaba, ya que si lograba explicarle las cosas a él, Takuya podría ayudarle con la castaña.
—No es lo que piensas.
—Mimi me lo confirmó Yamato.— Respondió el moreno— Ahora entiendo porque reaccionó así.
—Si, pero...
—Nunca se lo hubiera imaginado.— Habló el castaño— ¿Con Jun?
—Takuya...— Intentó hablar el rubio.
—¡Con Jun! Eso si suena loco.— Habló el castaño.
—No es...
—Me decepcionas Yama...
—¡Takuya!— El Ishida elevó la voz llamando su atención— ¡Ese hijo no es mío!
El moreno alzó una ceja sorprendido—¿A no?— Preguntó— Pero ¿si Mimi me dijo que tú...
—No pude terminar mi explicación.— Respondió el rubio— Yo solo le dije que si tuve algo con Jun y que al poco tiempo quedó embarazada, pero nunca le confirmé que ese hijo fuera mío, ella se desmayó antes de que le dijera, pero ese bebé no era mío, era de Jou.
—¿De Jou?— Preguntó Takuya— ¿Jou?
—Kido.
El moreno abrió los ojos sorprendido— ¿El nerd que estudiaba para doctor?
—Si.
—¿El consentido de sus padres?
—El mismo.
El castaño alzó una ceja sorprendido— ¿El de lentes?
—Ya sabes a quién me refiero.
Takuya hizo una mueca— Pero, entonces...—Se detuvo unos momentos intentando unir cables— ¿Por qué Mimi me dijo que era hijo tuyo y que tú supuestamente lo rechazaste?
—Porque Ryo le dijo la parte de la historia que Jun se encargó de divulgar, pero no la versión verdadera.— Respondió Yamato— Yo nunca hubiera sido tan descuidado como para no cuidar al involcrarme con una chica de ese estilo.
Eso era un tanto cuestionable a Mimi la había dejado embarzada y ni idea tenía, pero en parte era un buen punto, con mujeres como Jun era necesario tener precausiones, ya que los rumeros decían que andaba de fiesta en fiesta con uno y otro.
—Nunca sabes cuando los métodos pueden fallar ¿Cómo puedes estar tan seguro que no fue tuyo?— Preguntó Takuya— O mejor respondeme ¿cómo rayos fue que te involucraste nuevamente con ella sabiendo que cuando estabas con Mimi, Jun era la que más imposible le hacia la vida? Y si no lo recuerdas a ti también, recuerda que fue la líder del fanpage todos contra Yamato y su pareja.
Yamato hizo una mueca, en realidad no le gustaba recordar aquello, había sido un error de él, uno muy grave— Takuya luego de que tu hermana me dejó sin explicación hice muchas cosas de las cuales me arrepiento.— Suspiró— Y esta fue una que me dejó una grave consecuencia.
El moreno observaó atentamente al rubio, quién en su rostro demostraba una amargura, incomodidad y frustración.
—Luego de que ustedes se fueron yo quedé súper mal, Takuya, créeme, si me hubieras visto no me hubieras reconocido, nunca en mi vida había estado triste por una chica o sufrido por alguna, tu sabes como era antes de estar con Mimi, me gustaba estar con una y con otra, pero cuando tu hermana se fue, quedé destruido, suena dramático pero así fue.— Yamato guardó silencio por unos minutos antes de admitir lo siguiente— Me drogué.
—¿Qué?— Preguntó Takuya.
—Si, me volví a drogar.— Respondió el Ishida—Tomé mucho e hice muchas cosas de las cuales no estoy orgulloso, entre ellas fue haberme involucrado noche ¡Solo una noche con Jun! sin saber que ella ya estaba embarazada y cuando todo salió a la luz, porque se desmayó, ella apuntó a que yo era el padre y como no tenía pruebas de que esto no fuera así caí como idiota antes su mentira.
~Dos años y medio atrás~
Yamato caminó en dirección al internado a paso presuroso, tenía una fiesta muy importante e iba tarde. Observó su reloj e hizo una mueca, había citado a una linda chica rubia para esa fiesta, así que no podía hacerla esperar, no porque le importara, si no porque luego Ryo dijo que le presentaria a otra chica para divertirse.
Si, sonaba muy mujeriego esa frase, pero ¿que más podía hacer? La única forma de olvidar a la innombrable era de esa forma, aunque fuera por unos minutos.
Iba centrado en su camino cuando de repente cierta chica castaña apareció frente a él— Yamato.
El rubio hizo una mueca al reconocer a Jun, rodó los ojos— ¿Qué quieres Jun?
—Necesito hablar contigo.
¡Ay no!
No tenía tiempo para esa chica, además, siempre que los buscaba para "hablar" era para declararse su amor-obsesivo y él siempre la terminaba rechazando.
—No tengo tiempo voy tarde.
—Es importante Yamato.
—Luego hablamos ¿si?— Lógico que no lo haría, simplemente quería safarse de ella.
—Te dije que es importante.
—Pero no tengo tiempo Jun.— Dijo antes de alejarse.
La castaña suspiró molesta—Estoy embarazada.— Declaró sin más provocando que el rubio se detuviera ante esto y volteara hacia ella.
—¿Qué?— Yamato preguntó totalmente sorprendido, ya que no esperaba que la chica dijera eso.
—Estoy embarazada.— Repitió la castaña— Y es tuyo.
¿Suyo?
¿Qué?
¿Estaba loca?
Ese bebé no podía ser suyo, apenas habían estado solo una noche juntos.
¡Una!
—¿Es una broma cierto?
—No, no lo es.— Respondió la Motomiya— Me acabaron de hacer unos examenes y me lo confirmaron.
Yamato hizo una mueca, esto no podía ser verdad, él se cuidaba para que cosas así no ocurrieran, de vez en cuando se le olvidaba, pero a pesar de estar borracho recordaba haberse protegido cuando estuvo con ella— N-no, no puede ser mío.
—¿Cómo que no?— Preguntó la chica castaña— Tú y yo estuvimos juntos y quedé embarazada, no hay nada más que discutir.
—Claro que si.— Respondió el rubio— Yo me cuidé la vez que estuvimos juntos.
—Al parecer te falló, porque estoy esperando un hijo tuyo.
—No.— Contestó Yamato— Estoy seguro que no falló.— Las únicas veces que recordaba haber olvidado alguno fue cuando estaba con Mimi, pero con Jun no— Ese hijo no puede ser mío.
Jun frunció el ceño— ¿Enserio vas a ser tan poco hombre para evadir tu responsabilidad?
—No es evadir.— Respondió el rubio— Es simplemente reclamar lo que estoy seguro que no es, yo me cuidé las veces que estuvimos juntos.
—Estabas borracho ¿cómo te vas a acordar?
—Porque no sería tan idiota de dejarme llevar sin cuidarme antes.— No quería ser ofensivo, aunque ganas no le faltaban, pero con chicas como ella siempre tenía precausión, no es que con su novia...¡corección! No es que con "esa chica" no tuviera cuidados, sin embargo, con la innombrarble había tenido su pequeños deslices y se le había olvidado (una vez y nunca más) Generalmente era cuidadoso en ese sentido— Además, nosotros estuvimos juntos hace muy poco como para saber si estás embarazada.
—Pues lo estoy, el analisis médico lo dijo.— Respondió Jun.
—Pero no dice que yo soy el padre.
—Yo si te le aseguro.
—¿Y como lo puedo estar yo?— No confiaba en las palabras de la Motomiya, él más que nadie sabía que esa chica no era de estar tranquila, siempre salía de fiestas y se iba a los brazos de diferentes chicos, era prácticamente una mujer de mundo que ni siquiera sabía donde iba.
—¡Vaya! En verdad eres tan poco hombre como para rechazar a tu hijo.— Jun rodó los ojos— Apuesto que si la estúpida de Mimi estuviera en mi lugar no le reclamarías como a mi.
Yamato apretó su puño, no iba a responder eso, ya que no quería involucrar a "esa chica" en esa historia.
—Estoy embarazada y me tendrás que responder.— Habló Jun molesta— Mis padres ya lo saben y tomarán las medidas necesarias.
—¿Qué?— Preguntó el rubio— ¿Cómo que les dijiste? ¿Y sin decirme antes?
—Debía decirles, ya que supuse que ibas a querer zafarte de esta responsabilidad.— Respondió la Motomiya— Ellos van a hablar con los tuyos para arreglar esta situación, porque olvida que seré el hazme reír de la sociedad por ser madre soltera.
~Actualidad~
—Fue así como me llevó hacia sus padres y ahí se armó todo el problema.—Relató el rubio— Ya que hablaron con los míos y ellos no tuvieron buena reacción, yo no iba a librarme de esa responsabilidad, pero yo sabía que no era mío, por eso le pedimos examen de ADN, sus padres no quisieron porque según ellos sería una "vergüenza"
~Tres años atrás~
—¡Su hijo desprestigio a mi hija!— El padre de Daisuke y Jun golpeo con su puño el escritorio.
—¿Qué?— Natsuko e Hiroaki intercambiaron miradas sorprendidos ante esto, la verdad de las cosas es que no esperaban esa declaración, un día cualquiera los señores Motomiya los habían citado urgentemente en el internado para hablar, al principio no le habían prestado atención, pero nuevamente insistieron y aprovecharon un viaje que tenían a Japón por una nueva inversión para hablar con ambos.
Yamato simplemente le dirigió una mirada fulminante a Jun, quién simplemente lo observaba con una sonrisa. Ya se imaginaba la razón por la cual estaban ahí y no le gustaba, la Motomiya quería darle una responsabilidad que a él no le correspondía. Él había tenido siempre cuidado de lo que hacia o no con ella.
—¿A qué te refieres con desprestigiar a tu hija?— Preguntó el padre de Yamato sin entender completamente a lo que se refería.
—¿Qué no es obvio?— Cuestionó el Motomiya y jaló levemente a Jun del brazo para levantarla de su puesto— ¿Acaso no ve el vientre crecido de mi hija?
¿Vientre crecido?
Jun sacó sus manos de su estómago y efectivamente pudo notar que su vientre estaba un poco más grande de lo normal.
—¡Yamato!— Natsuko exclamó sorprendida y volteo hacia su hijo— No me digas qué ¿dejaste embarazada a esta chica?
—¿Qué?— Preguntó el rubio— No, no, claro que no. Yo no la dejé embarazada.
—Claro que si.— Respondió la castaña— No intentes evadir tu responsabilidad, tú sabes qeu este hijo es tuyo.
—No lo es.— Contestó el Ishida.
—Claro que lo es.— Habló esta vez el padre de Jun— Ella lo dice y mi hija no es mentirosa.
—Ese hijo que viene en camino es de Yamato.— Habló esta vez la mujer Motomiya.
—No lo es.— Respondió el Ishida.
—Si lo es.— Insistió Jun— ¿O acaso vas a negar que te relacionaste conmigo?
El rubio apretó su puño.
—Yamato ¿eso es cierto?— Hiroaki le preguntó a su hijo.
El oji-azul no podía negar aquello porque tristemente había sido verdad, sin embargo, él estaba seguro de que ese hijo no era suyo— Pu-pues si, pero fue una sola vez.
—Y mi hija quedó embarazada.
—No.— Respondió Yamato— Es imposible que ese hijo sea mío, porque yo me cuidé.
—Estabas borracho.— Habló Jun— ¿Cómo vas a recordarlo?
—Porque yo lo sé.— Contestó el Ishida.
—Bueno aunque así haya sido parece que te fallo, porque de igual forma dejaste embarazada a mi hija.— Habló el señor Motomiya.
—Que no es mío.— Reclamó Yamato.
No lo era y él lo sabía, no había manera, Jun era una chica que andaba con muchos, incluyendolo, lo que siempre sería un error para él.
¡Maldito el día en que había obedecido a Ryo!
Si hubiera sido más consciente y razonable no estaría en esta situación.
—Mi hijo tiene razón, ese hijo no es suyo.— Hiroaki habló seriamente y se levantó del puesto.
—¿Cómo puede estar tan seguro señor Ishida?— Preguntó Jun.
—Porque le creemos a nuestro hijo.— Respondió esta vez Natsuko.
¡Un minuto! ¿Su madre había dicho eso? Yamato no supo si sentirse aliviado o impresionado por eso. Sus padres generalmente le recriminaban todo, sobre todo su madre, mucho más luego de esa noche del 3 de Abril cuando lo regañaban por haber dejado que Takeru se drogase, pero eso ya era otra historia.
—Su hijo miente.— Habló el señor Motomiya.
—Si, él me embarazó, debe responder.— Insistió Jun.
—No.— Respondió Natsuko— No te vamos a dejar que arruines la imagen de nuestro hijo por algo que tal vez no sea así
"La imagen"
Yamato rodó los ojos, por un minuto enserio creyó que sus padres le habían creído, pero al parecer les importaba más lo que pensaran los demás.
—¿Su imagen?— Preguntó la madre de Jun— Nosotros seremos el hazme reír de la sociedad al tener una hija adolescente, embarazo y soltera.
—¿Y qué?— Cuestionó Hiroaki— Yamato no tiene que encargarse delos errores de su hija.
—No fue solo un error de ella, fue uno de él también.— Contestó el señor Motomiya— Y debe responderle ¡Casandose con ella!
¿Qué?
¿Casandose con ella?
Ni en pesadillas.
—Yo no haré eso.— Habló Yamato.
—Claro que no.— Respondió Natsuko— No lo permitiremos.
—¿Por qué no?— Preguntó la madre de Jun— Tan sólo piensenlo de este grave error podríamos sacar beneficios mutuamente.
Hiroaki llevó una mano a su mentón.
Eso sonaba interesante.
—No.— Respondió Yamato— No quiero.
—Esto no es algo que quieras o no.— Contestó Jun— Es algo que debes hacer.
Hiroaki observó atentamente a la chica y luego a sus padres. Los Motomiya tenían buena posición económica, no eran los más ricos, pero tenían influencias.
—Solo mediten un poco, sería bueno.— Habló el padre de Jun.
—Lo siento, pero eso no será posible.— Esta vez Natsuko tomó la palabra.
¿Qué?
Hiroaki alzó una ceja y observó a su esposa sorprendido.
Natsuko simplemente se cruzó de brazos y observó a los demás. No estaba de acuerdo con esa idea en lo absoluto, ella se había casado con Hiroaki por quedar embarazada y había sido un grave error. Además, para la vida de su hijo tenía otros planes con otra familia mucho más adinerada y no dejaría que ellos se lo arruinaran.
—No casaré a mi hijo con ella, porque para variar nadie nos asegura que ese bebé sea de mi hijo.— Respondió la mujer de ojos azules.
—Yo te se lo aseguro.
—Tu palabra no basta Jun.— Contestó Natsuko.
—¿Acaso quieres que me haga una prueba de ADN?— Preguntó Jun— Eso arruinaría mi imagen.
—Ese examen de ADN seria una vergüenza para nuestra imagen y no son quienes para pedirla, finalmente su hijo fue quién embarazó a Jun.
—Ustedes con esta acusación arruinas la nuestra.— Respondió la mujer Ishida— Ese hijo no es de él y salvo que nos den una prueba de aquello nosotros no permitiremos que Yamato reconozca a ese bebé.
~Actualidad~
—Estuvimos en ese proceso cuando Koushiro, de la sala de comunicación, el ex mejor amigo de tu hermana Mimi, me dijo que había escuchado una conversación entre ellos en cual discutían sobre esto de la paternidad de ese hijo. Así fue como le hice frente a Jou y luego de tanto insistir lo admitió, pero aún así no se quiso hacer cargo de su hijo, y lógicamente yo tampoco lo haría, los padres de Jun prácticamente querían que me casara con ella.
Takuya analizó atentamente todo lo que le había dicho Yamato, entonces ¿Natsumi no tenía un hermano? ¿Jun no había tenido un hijo suyo? ¿Todo había sido un error?
—Entonces ¿por qué Ryo dijo eso?
—Porque estaba enojado y simplemente utilizó la versión erronea, en parte es cierta porque yo rechacé al hijo de Jun, pero él no cuenta que ese bebé no era mío.
—¿Y por qué nunca se lo dijiste a Mimi antes?
—Porque tenía miedo de que pensara algo malo de mi, como ocurrió ahora, ella no sólo desconfia porque se lo oculté, si no que está más que claro que está decepcionada.
—Bueno, esta decepción se irá facilmente si le explicas las cosas como recién lo hiciste conmigo.
—¿Y crees que quiera escucharme?
—No, pero yo te ayudaré para que al menos tenga intenciones de escucharte.— Habló Takuya.
—¿Enserio?
—Si.— Respondió el moreno, Yamato se había dado el tiempo de explicarle las cosas de manera clara y eso era algo que él valoraba. Cada vez le quedaba más que claro que el Ishida quería de verdad a Mimi.
—Mimi.— Sora pronunció el nombre de su castaña amiga al abrazarla.
—Que bueno que estes bien.— Esta vez respondió Izumi también abrazando a su amiga.
La Tachikawa sonrió de lado ante esto, sin duda se sentía feliz de ver a sus amigas, ellas siempre lograban sacarle una sonrisa hasta en los momentos más difíciles, eran como hermanas, desde siempre se habían llevado bien.
—Sora, Izumi.— Pronunció sus nombres correspondiendo al abrazo de ambas— Me alegra verlas.
—A nosotras nos alegra mucho más.— Respondió la rubia— Ya que la última vez que te vimos enserio nos preocupó ver que apenas respirabas.
Mimi hizo una mueca ante esto, tristemente no recordaba mucho de lo que había ocurrido a su al rededor hasta llegar a la clínica.
—¿Sabes? Cuando te vimos de esa forma enserio pensamos muchas cosas.— Comentó la rubia— Pensé por un minuto que te ibas a morir.
¿Morir?
La Tachikawa alzó una ceja sorprendida.
¿Tan mal se había visto en esa situación como para que su amiga pensase eso?
—Pero cuando Thomas comenzó a hacerte los análisis llegué a pensar que estabas embarazada.
—Yo también.— Respondió Sora.
¿Embarazada?
Pensó Mimi sorprendida.
¿De nuevo?
No, claro que no. Ella no eran tan descuidada como para tropezarse con la misma piedra otra vez, no es que haber tenido a Natsumi haya sido un problema o lago malo, pero otro embarazo adolescente no era algo que deseara en esos momentos, ya había sido muy dificil tener a su hija y protegerla de su padre, no podia repetir la misma historia, así que siempre se preocupaba por estar al día con sus inyecciones y de vez en cuando se tomaba una píldora.
—Que cosas piensan.— Musitó Mimi— Yo me cuido para que eso no ocurra.
—Pero uno nunca sabe.— Respondió la rubia— Ya que muchas veces en un momento de...—Se detuvo— Bueno, tú ya sabes, una no se acuerda si está al día con las inyecciones, con las píldoras y esas cosas.
Mimi se mordió el labio inferior, ya que ella más que nadie sabia aquello.
—Lo bueno es que fue falsa alarma.— Comentó Sora— Aunque...
—¿Aunque?— Preguntó Mimi.
—Crisis de pánico.— Mencionó la pelirroja y unos segundos de silencio se hicieron presente en aquel lugar debido a frágil y compleja que era la situación.
—¿Por qué no nos habías dicho que sufrías de aquello?— Preguntó Izumi preocupada, se suponía que eran amigas ¿no? Estaban contarse todo, no solo las cosas buenas o románticas si no que la cosas malas como esas y delicadas como esa.
Mimi hizo una mueca— Lo siento chicas, pero no se me presentó la oportunidad.— Hablar de eso siempre le había traido malos recuerdos, porque había comenzado a sufrir de ellas en el embarazo y a continuación como un tipo de depresión post parto principalmente por tener que alejarse de Natsumi, hechos que quería olvidar, ya que le hacian arder el alma.
—Pues hubiera sido bueno que nos hubieras dicho, nos preocupamos bastante por ti.
—De haberlo sabido hubieramos buscado la forma de evitar que tuvieras emociones fuertes.
—¡Hey! No es para tanto.— Comentó Mimi—En ese caso en particular se dio, pero tampoco es como si tuviera que estar aislada de todo.
—Claro que sí.— Respondió la rubia— Este es un tema complejo, no queremos que te suceda algo grave.
—Eres nuestra amiga, Mimi y las amigas están para cuidarse.— Habló Sora.
La castaña sonrió de lado ante esto, sin duda esas dos chicas eran las mejores del mundo.
—Por sus ojeras diría que no han dormido en toda la noche.
Las chicas alzaron las cejas sorprendidas ¿tan notorias eran? La pelirroja y la rubia intercambiaron miradas, aunque había intentado maquillarse no habían logrado mucho, ni ella, ni Izumi, quién había llorado a más no poder.
—S-si, bueno, estuvimos toda la noche aquí esperando a ver como estabas.— Respondió Sora omitiendo el hecho de que Izumi había llorado por su situación con Takuya.
—¿Enserio?— Preguntó Mimi— ¿Toda la noche?
—Nos tenías preocupadas amiga.— Contestó Sora— Y no solo a nosotras, también a tu hermano y a Yamato.
Mimi no pudo evitar tensarse al escuchar aquel nombre, cosa que notó la rubia.
—Quién por cierto ha estado esperando varios minutos fuera de esta puerta esperando a verte.— Comentó la pelirroja.
La Tachikawa hizo una mueca y bajó la mirada, no se encontraba en las mejores condiciones para verlo— No quiero.— Respondió.
—¿Qué?— Preguntó la pelirroja— ¿Por qué?
Izumi hizo una mueca y observó atentamente a su amiga castaña, ella sabía que había ocurrido, así que entendía esa reacción— ¿Es por lo que ocurrió ayer? ¿cierto?
Mimi alzó la mirada sorprendida hacia la oji-verde y Sora quedó desconcertada.
—Dime ¿es por eso? ¿cierto?
Mimi se mordió el labio inferior y asintió levemente.
—Pues deberías al menos hablar con él.
—No.— Respondió Mimi.
—¿Por qué?
—Porque no quiero.— Respondió la castaña, se sentía con real miedo de afrentar esa situación ¿qué ocurría si obtenía una respuesta que le desagradase?
—Él está preocupado por ti.
—Lo sé, pero no quiero verlo.— Contestó Mimi—Luego de lo que supe no quiero ver a Yamato.
—¿Qué?— Preguntó Sora y en verdad se sintió desconcertada, antes habían mencionado algo y ahora Mimi también ¿A que se referia?
—Mimi, sé que no es el momento porque todavía estás delicada, pero considerando que todo esto desembocó a raíz de esto creo que lo mejor que podrías hacer es aclarar las cosas.— Comentó Izumi.
—¿Aclarar las cosas?— Preguntó la pelirroja— ¿A qué se refieren?
Mimi e Izumi intercambiaron miradas y la castaña suspiró, no valía la pena intentar ocultarlo, porque de seguro todos sabían sobre esa situación.
—Nos referimos a algo que recién ayer me enteré sobre Yamato y la hermana de Daisuke.
—¿Jun?
Mimi asintió— Acercar del embarazo de ella.
—¿De su embarazo?— Cuestionó Sora sorprendida— ¿Por qué tendría que afectar aquello en tu relación con Yamato cuando todos saben que el hijo de Jun era de Joe, pero este no lo quiso reconocer?
Espera.
¿Qué?
Pensó Mimi sorprendida ¿Qué había dicho Sora? ¿Qué el hijo de Jun que Ryo había dicho ser de Yamato era de Joe? ¿Kido? ¿Uno de los hijos de los doctores amigos de sus padres?
—Porque Ryo le dijo la versión erronea y Yamato no tuvo tiempo de explicarle lo ocurrido en realidad.— Respondió la rubia.
¿Versión erronea?
¿Lo ocurrido en realidad?
¿Qué quería decir con eso?
¿Acaso era posible que existiera otra versión?
—¿A qué te refieres Izumi?— Mimi le preguntó.
—A lo que en realidad pasó.— Respondió al oji-verde— Ryo simplemente te habló de lo que inicialmente ocurrió, lo que todos creían como la "supuesta" verdad, sin embargo, no es la verdad de todo, pero eso no es algo que yo deba explicarte.— Amaba a su hermano, sin duda, pero esa situación era entre ellos y Yamato merecía que Mimi lo escuchara— Yo solo puedo decirte que el hijo de Jun no era suyo, sin embargo, Matt es el único que puede explicar como fueron realmente las cosas y como tristemente se vió involucrado en esa situación.
Su amiga sonaba decidida y que hablaba con la verdad, aún así, nada sacaba que se sintiera extraña.
¿Debía escuchar a Yamato?
Mientras tanto en el internado.
Koichi se encontraba en el exterior leyendo un libro de anatomía, pero la verdad es que por más que intentaba e insistía no podía concentrarse, ya que solo lograba pensar en lo que había ocurrido la noche anterior.
~Noche anterior~
—No quiero escuchar tu maldita voz, Kiriha, ni siquiera quiero volverte a ver.— Habló Kouji.
—¿Por qué?— Cuestionó el rubio— ¿Acaso no quieres que lo demás sepan la verdad?
—No es eso.
—Entonces ¿por qué no lo admites de una vez y veamos que opina el resto?— Habló Kiriha— O tu hermano.— Dijo antes del voltear hacia el Kimura— Dime Koichi ¿qué se siente saber que tu hermano no solo ha besado si no que quiere de todo con tu ex?
¿Qué?
Koichi no pudo evitar sentirse impresionado ante esa pregunta, mientras que Kouji simplemente apretó su puño a más no poder.
—No te metas en donde no te llaman, Aonuma.— Respondió el Minamoto molesto.
—Obligame.— Contestó el rubio y Kouji intentó nuevamente tuvo intención de lanzarse sobre el rubio, pero fue impedido por un grito que llamó la atención de todos.
~Actualidad~
Suspiró.
Lo peor de todo es que ayer había quedado con la impresión de que Kouji no quería hablar ese tema o al menos aclararle las cosas.
—Koichi.
Escuchó que una voz dulce lo llamó y al voltear se encontró con cierta chica castaña de ojos cafés.
—Juri.— El Kimura sonrió al ver a la chica, sin duda le agradaba su presencia, tan solo verla provocaba que una sonrisa apareciera en su rostro.
Ella se acercó a él— No esperaba verte aquí.
—Yo tampoco a ti.— Respondió el Kimura.
Juri pasó sus ojos por el libro— ¿Estabas estudiando?
—Estudiando.— Repitió esto— La verdad es que estaba intentando estudiar.
—¿Intentando?— Cuestionó Juri— Eso suena a estar distraído.
Koichi hizo una mueca— Bueno luego de todo lo que ha pasado es imposible concentrarme ¿no crees?
—Con todo lo que ha pasado— Juri repitió esto y ya supuso a que se refería su amigo— Sobre lo que me comentaste ayer ¿no?
Koichi asintió, la verdad de las cosas era que físicamente se sentía bien, pero internamente se sentía extraño (en ambito sentimental)
—¿Has intentado hablar con tu hermano?— Preguntó la castaña.
—Intenté.— Respondió Koichi— Pero estaba muy ocupada, prácticamente ignoró mis preguntas y luego desapareció toda la noche dejandome con mayor intriga?
—¿Mayor intriga?— Preguntó Juri— ¿Por qué?
Koichi suspiró— No quiero aburrirte con este tema otra vez.
—¡Hey! No me molestas.— Habló la castaña.
Koichi suspiró, algún día de estos le daría un gran obsequio a la chica Katou por estar al pendiente de él y ser como su psicóloga.
—Somos amigos ¿no?— Comentó la chica— Estamos para escucharnos y apoyarnos.
Koichi sonrió ante esto.
—Vamos, dime ¿qué te dejó peor que ayer?
—La pelea entre Kiriha y Kouji.
—¿Su pelea?
Koichi asintió.
—¿Por qué?
—Porque en mitad de la pelea Kiriha le gritó a Kouji que...
—Tu hermano quería de todo con tu ex.— Juri completó la frase.
El Kimura alzó una ceja— ¿Tú lo escuchaste?
—Todos los que estaban al rededor lo escucharon.— Contestó la castaña e hizo una mueca— Y si te soy sincera ya sospechaba que estabas así por esa situación.
Koichi bajó la mirada y suspiró, en verdad no le gustaba todo esto y había una gran posibilidad de que muchos lo anduvieran comentando, considerano lo que había dicho la castaña que todos al rededor habían escuchado al Aonuma gritar aquello.
Suspiró.
—La verdad es que si, estoy mal por eso, incluso más que ayer.— Comentó Koichi— Me siento desconcertado por esta situación.— Hizo una mueca— Saber que mi hermano besó a mi ex es muy extraño e incómodo, sobretodo el hecho que digan que él quiere algo más con ella, finalmente Damar fue mi novia.
—Si, pero eso fue hace bastante.
—Lo sé.— Respondió el Kimura— Pero se supone que hay códigos entre los hermanos ¿no?
Juri hizo una mueca ante esto.
—Kouji vio todo lo que sufrí por nuestra separación, yo la quería mucho ¿sabes?
—Me imagino.— Comentó la Katou, si aún pensaba en ella y no le tenía rencor a pesar que la castaña lo había dejado a él significaba que en verdad había sido importante para el Kimura.
—Fue la primera chica que quise de verdad.— Habló Koichi— Y hasta el momento ha sido la única.
Juri se mordió el labio inferior ante esto, ya que por alguna razón desconocida su corazón se apretó levemente al escuchar esto— E-entiendo, pero si Kouji y Damar se gustaran tu los dejarías ser feliz ¿no?
Koichi se mordió el labio inferior pensativo, si era sincero no había pensado en eso, pero ahora que Juri se lo presentaba como una posibilidad no podía sentirse aún más extraño— N-no estoy seguro.
—¿No?— Preguntó la castaña— P-pero si ustedes están separados hace mucho.
—Lo sé.— Contestó el Kimura— Mas debes entenderme, aunque haya pasado tiempo para mi no deja de ser incómoda esta situación.
La puerta de la habitación de Mimi sonó y Yamato al alzar la mirada se percató de que Zoe junto a Sora venían saliendo ahí.
—Izumi.— El Ishida llamó a su hermana— ¿Cómo está Mimi?
La oji-verde volteo hacia su hermano y asintió— Si.— Respondió— Ella está bien.
—Que bueno.— Musitó Yamato— Necesito verla.
Sora e Izumi intercambiaron miradas ante esto, ya que entendían que este estuviera preocupado y quisiera hablar con ella, sin embargo, antes tenían que cerciorarse de que el rubio hiciera la cosas bien con la castaña.
La pelirroja le hizo una leve seña a su amiga, ya que, a pesar de que Yamato y ella eran amigos, solo Izumi, su hermana, sabía como tratar con él.
—Hermano.— Zoe volteo hacia Yamato— Antes de ir a ver a Mimi necesito hablar contigo.
El rubio alzó una ceja.
—Permiso, los dejaré solos.— Habló Sora— Izumi te espero en la sala principal.
La rubia asintió y sin decir más, la pelirroja se alejó. Izumi esperó a que su amiga estuviera lejos varios metros para luego voltear hacia su hermano.
—Es efectivo Yamato.— Comentó la oji-verde— Mimi reaccionó así por lo que supo ayer.
El mayor hizo una mueca— Ya lo sabía.— Respondió— Takuya me lo dijo.
Izumi alzó una ceja— ¿Enserio?
Yamato asintió— De eso quiso hablar conmigo y tuve que explicarle toda la situación.— Comentó.
—¿Le dijiste la verdad, cierto? Sin esconder detalles.
—Si.— Respondió el oji-azul— Fui sincero, ya que finalmente solo de esa forma Takuya me podría entender.
—¿Y lo hizo?
—Eso creo.— Contestó Yamato— Le pedí que me ayudara con Mimi para poder aclarar las cosas.
—No creo que sea tan difícil.
—¿Por qué dices eso?— Cuestionó el mayor.
—Porque Sora y yo hablamos recién con MImi sobre ese tema e intentamos contarle la verdad de las cosas.— Respondió la chica— Sin embargo, no le contamos todos eso te corresponde a ti, Yamato, ya que finalmente fuiste tú el que decidió esconder este secreto ¿no?
—Lo sé.— Yamato suspiró— Y me arrepiento.
Esconder la verdad siempre le traía problemas, luego de tantas cosas que habían pasado siempre llegaba a la conclusión de que era mejor ser sincero y directo en la vida, pero parecía que nunca lograba hacer aquello.
—Ahora tendrás que recuperar su confianza.
El rubio asintió— Eso haré.— No importaba que tuviera que hacer, pero recuperaría su confianza.
Mimi observó atentamente el techo sin decir palabra y suspiró.
En verdad no se sentía de ánimos, aunque sus amigas le hayan dicho eso no estaba con muchas ganas de hablar con el Ishida, se sentía extraña, triste y desalentada.
¡Toc, toc!
La puerta sonó.
—Adelante.— Respondió la castaña.
A los segundos la puerta se abrió y ante sus ojos apareció su hermano mellizo.
—Takuya.
—Hola Mimi.— La saludó e ingresó a la habitación— Necesito hablar contigo.
—¿Conmigo?— Preguntó la chica y por alguna razón desconocida sintió que lo que vendría a continuación no le gustaría— ¿Es sobre mis examenes? ¿o esta situación?
—En parte es de esta situación.— Respondió Takuya y se detuvo unos segundos.
Suspiró.
—Es sobre Yamato.
—¿Yamato?— Preguntó la castaña.
—El quiere verte.— Respondió Takuya.
—¿Qué?— Mimi cuestionó— Brother, yo...
—Mimi escuchame.— La interrumpió— Sé que está situación es difícil, que tienes miles de preguntas en la cabeza, pero debes escucharlo, por favor.
La Tachikawa bajó la mirada y suspiró.
—Hay una explicación para todo y deberías considerarla.
Taichi llegó al lugar había escuchado que estaba Mimi, hizo una mueca, quería ver a Sora.
Como si el destino estuviera a favor apenas ingresó al pasillo se encontró con la pelirroja, quién extrañamante estaba sola.
Taichi se detuvo unos segundos observando a su novia a la distancia.
Suspiró.
Sabía que habia estado toda la noche en aque lugar esperando noticias de su amiga. Pero sabía que Takuya estaría ahí, Izumi también y luego de lo que les habia hecho no se sentía con la capacidad de observarlos de frente.
Aunque si era sincero desde que Catherine y Nene lo comenzaron a chantajear no se sentia con la suficiente destreza de observar de frente a sus amigos, a su hermana y sobretodo a su novia.
Siempre se había caracterizado por tener valor para afrontar las cosas, pero últimamente había cometido tantos errores que esta cualidad no resaltaba en él, porque no quería afrontar las consecuencias de sus actos.
Nuevamente suspiró.
Ya no podía hacer nada contra aquello, lo hecho, hecho estaba.
Respiró profundo y sin decir más se acercó hacia la pelirroja.
—Sora.— La llamó.
La pelirroja volteo hacia él y sonrió al verlo— Taichi.— Se acercó a él para besar sus labios— Me alegra verte.
—Lo mismo digo.— Respondió el Yagami— ¿Qué haces aquí sola?
—Vengo recién saliendo de ver a Mimi, estaba con Izumi.— Contestó Sora— Pero tuvo que arreglar algunos temas con su hermano.
—Bueno al parecer llegué justo para hacerte compañía.— Comentó Taichi.
—Si.— Sora asintió—¡Hey! ¿Qué ocurrió anoche contigo?
—¿Conmigo?
—Ayer te estuve esperando en la fiesta y no te vi.
Taichi no pudo evitar sentirse nervioso ante esto, la verdad de las cosas era que por estar con Catherine y ayudar a la estúpida de Nene en su plan había decidido mantenerse un tanto lejos de su novia.
—A-a pues y-yo.— Balbuceo levemente— No me sentí y me retiré super temprano de la fiesta.
—No me dijiste.
—Si, no te dije, pero fue porque sabía que estabas ocupada con todo lo de la fiesta, ya que eres parte del comité y no quise molestarte.— Respondió el Yagami.
—Debiste haberme dicho cariño, te estuve esperando y no llegaste, me preocupe levemente.— Comentó la pelirroja.
Taichi hizo una mueca— Bueno, ahora estoy bien.— Respondió— Supe que estuviste la anoche aquí.
Sora asintió— Si, no tuve ganas de irme sin saber que ocurría con mi amiga.
—¿Cómo está Mimi?
—Ahora está mejor.— Respondió la pelirroja— Al menos ahora puede respirar sola a diferencia de ese colapso, sin embargo sigue con la mascarilla de aire por prevención.
—¿Por qué se dio ese colapso?— Preguntó Taichi.
—Por estrés.— Contestó Sora— Últimamente no había comido bien, andaba con nauseas, apenas durmió ¿sabes? Por un minuto creí de verdad que eran síntomas de embarazo.
—¿Embarazo?— Cuestionó el Yagami— ¿Otra vez está embarazada?
—Fue lo que pensé.— Comentó la Takenouchi— Pero fue una falsa alarma, la verdad de las cosas es que fue diagnosticada con crisis de pánico.
¿Crisis de pánico?
Pensó el Yagami.
—Eso es grave y delicado.
Sora asintió— Si.— Respondió— Y por lo que nos dijo Takuya hace bastante sufría de eso, pero no lo trataron, ahora tendrá que comenzar a tomar algunas cosas, ir al psiquiatra, entre otras cosas.
—Que mal.— Comentó el Yagami— Ojalá se recupere y logre salir de esto.
La pelirroja asintió, su amiga no merecía que más cosas malas le ocurriera, ahora debía comenzar a centrarse en su hija y buscar la forma de decirle la verdad a Yamato.
—Supongo que debes estar cansada.— Taichi acarició la mejilla de la pelirroja.
Sora asintió levemente— Un poco.— Contestó.
—Deberías ir al internado a descansar.— Habló el castaño— No vaya a ser que tu también te me desmayes.
—¡Hey! Eso no va a pasar.— Respondió la pelirroja.
—Pero igual te haría bien ir a dormir, es obvio que necesitas descansar.— Habló el Yagami— Vamos, yo te llevo.
Sora suspiró y asintió— Está bien, le avisaré a Izumi que me marcho.
Takuya salió de la habitación y le dirigió su mirada hacia Yamato quién se encontraba acompañado de su hermana— Yamato, puedes entrar.
Yamato no pudo evitar sentirse un tanto nervioso ante esto, se mordió el labio inferior por esto y asintió. Le dirigió una mirada a su hermana— Hablamos después.
La oji-verde asintió.
Y sin decir más, el Ishida golpeo la puerta de la habitación de Mimi.
—Adelante.— La voz de la chica se escuchó y a continuación el rubio ingresó a la habitación.
Takuya dirigió su mirada a la hermana de Yamato que aún seguía ahí, ella también lo miró. Sus miradas se conectaron por unos segundos, pero esto acabo cuando la rubia volteo dispuesta a irse.
—Izumi.— El moreno la llamó a la rubia cuando la vio pasar delante de él.
La chica simplemente ignoró su voz y se dispuso a alejarse rápidamente de él, pero este fue más rápido y la agarró de la muñeca derecha.
—Izumi.
—Dejame Takuya.— Exigió la oji-verde molesta.
—No, necesito hablar contigo.— Respondió el moreno— Necesito explicarte.
—¿Qué? ¿Qué me vas a explicar?— Preguntó la rubia— ¿Qué nunca pudiste olvidar a Nene? ¿Qué la quieres y por eso ayer corriste asus brazos?
—No, Izumi, yo no quise hacerlo.
—Pero lo hiciste.
Takuya guardó silencio, la verdad de las cosas era que había despertado junto a ella, sin embargo no recordaba haberla besado, abrazado, ni siquiera haberla visto antes de eso.
—Izumi, yo no quiero a Nene.— Habló el castaño.
—Eso no fue lo que me demostraste ayer.— Respondió la oji-verde intentando evitar que su voz se quebrara en esos momentos, en verdad sentía ganas de volver a llorar.
Realmente estaba herida.
Muy herida.
Cuando creía que al fin había recuperado a Takuya todo se tornaba oscuro, desde su vuelta había insistido mucho para que estuviesen juntos, demasiado, algo que nunca creyó hacer por un chico, pero lo había hecho. Pero al parecer nada había servido.
—Por favor, Izumi escuchame yo no sé como rayos llegué ahí.
—¿Cómo no vas a saber?— Preguntó molesta— ¡Un minuto! De seguro estabas borracho y por eso no lo recuerdas, lo que es peor porque ellos siempre son los que dicen la verdad.
Takuya se mordió el labio inferior, ya que tristemente ni eso sabía, apenas recordaba algo de ayer, solo su conversación con Taichi y has ahí, no sabía si luego había tomado o algo así al respecto, literalmente estaba en negro su mente.
—Zoe, por favor, créeme yo no quiero a Nene, yo te quieor a ti.— Habló el moreno— Lo que ocurrió ayer es algo que no debió pasar, yo no fui consciente, por favor perdoname.
—No Takuya.— Respondió la rubia y su voz no pudo evitar quebrarse— Me has herido gravemente con esto.— Tragó saliva— Dime ¿quisiste devolverme lo que te hice hace años, cierto?
—¿Qué?— Preguntó el castaño— No, no, claro que no.
—Pues a mi me parece que si.— Habló Izumi con los ojos llorosos— Porque sin duda ahora siento lo que viste y lo que sentiste, y en verdad dan ganas de morir.— Llevó una mano a su pecho— Me has destruido Takuya y no solo a mi, si no que a esto que recién estábamos empezando a construir...—Volteo— Otra vez.— Suspiró, pensar en que esto era una venganza por lo de hace tres años la hacia sentir como a ella como principal culpable de esto y quizás, esto era lo que se merecía— Pero no te preocupes, entiendo que ahora quieras estar con ella y no conmigo que simplemente ha provocado que desde el primer minuto esto no funcione.— Fue lo último que dijo antes de alejarse del lugar mientras lágrimas caían por sus mejillas.
Takuya sintió como un nudo se formaba en su garganta, un fuerte dolor se formó en su pecho y enserio sentía que se derrumbarían.
Esto no podía estar ocurriendo.
No, por favor no.
~Tres años atrás~
—Takuya.— Izumi llamó al moreno.
Takuya simplemente rodo los ojos y siguió su camino.
—¡Oye!— Lo llamó nuevamente la chica.
Takuya no se inmutó.
—¡Espera!— Zoe agarró el brazo del chico— Necesito hablar contigo.
—¡Suéltame!— Exigió Takuya molesto.
—No, antes debes hablar conmigo.— La chica se colocó frente a él impidiendo que avanzara.
—¿Acaso quieres seguir riéndote de mi?— Preguntó el chico.
—No, Takuya, yo quiero aclarar las cosas.
Takuya se cruzó de brazos— ¿Qué cosa quieres aclarar? ¿Qué me querías ver la cara de idiota?
—Claro que no.— Respondió Izumi triste— Quiero explicarte como en realidad sucedieron las cosas.
Takuya rodó los ojos— No importa lo que me digas creo que es más de evidente por las fotos y por lo que vi que Ryo y tú se divierten mucho juntos. Ahora entiendo porque te sentías tan incómoda al hablar ese tema conmigo ¿querías esconder tus aventuras con él?
—¡Claro que no!— Exclamó la chica— Lo que viste en realidad no es como se dieron las cosas, yo no quería estar con él, yo enserio no quería.
—¿Ryo te puso una pistola en la cabeza para que lo hcieras?— Preguntó el moreno.
—No exactamente, él utilizó esas fotos para acostarse conmigo.— Respondió la chica— Ya que él dijo que te las mostraría si yo no hacia lo que él quería.
Takuya frunció el ceño— Nadie te mando a tener algo con él, si o hubieras tenido relaciones con Ryo, entonces, él no tendría esas fotos.
—Lo sé, Takuya, lo sé.— Respondió la chica— Pero, cuando me metí con Ryo estaba enojada, cegada por la ira todo por la culpa de esos mensajes que recibí en el verano de Nene y tú.
—¿Qué tienen que ver esos mensajes con esto, Izumi?— Preguntó el moreno.
—Pues, antes de salir de vacaciones tú y yo habíamos tenido brevemente algo y yo quedé super ilusionada, pero, cuando recibí esos mensajes me sentí tan enojada, desesperad e impotente porque pensé en que me habías engañado, que en lo único que pensé fue en pagarte con la misma moneda.—Habló la rubia—Estaba muy enfada y dolida contigo.—Admitió la rubia— Antes de vacaciones me habías prometido amor eterno y todas esas cosas, pero, luego recibí esas fotos y quise desquitarme, y fue así como me metí con Ryo, cometiendo el peor error de mi vida.
—¡Un minuto!— Habló Takuya— ¿Estás diciendo que te metiste con Ryo porque querías vengarte haciendo lo mismo que supuestamente yo estaba haciendo con Nene?
Izumi asintió— Si, pero, luego me enteré que no era verdad y me arrepentí, por eso quise terminar con Ryo.
Takuya alzó las cejas— Izumi...— Pronunció su nombre totalmente decepcionado por lo que recién la chica había admitido ¿Ella le había dado su virginidad a Ryo por venganza de él? ¿Qué clase de chica era?— ¿Dices que te ofreciste a Ryo simplemente para vengarte de mi?
Izumi asintió nuevamente— Porque yo pensé que estabas con Nene...
—Izumi.— La observó detenidamente— ¿Qué clase de chica eres?
Izumi alzó una ceja ¿por qué le decía eso?
—¡No debiste haber hecho eso! Solo una loca le da algo tan importante a cualquiera.— Comentó Takuya— Yo no debería reclamarte por esto, ya que, es tu vida, tu sabes con quién estar o no.— Suspiró enojado— Pero, me acabas de decir que actuaste sin pensar de una forma tan estúpida, simplemente por devolverme con la misma moneda. Ryo simplemente quiso jugar contigo, para él lo que hubo entre ustedes no fue importante, ya que, con muchas lo ha hecho y tú caíste en su juego, entregándole algo tan importante a alguien como él, quién tu sabías que no era bueno para ti, sabías de lo que era capaz y aún así lo hiciste sin pensar.
—P-pero...
Takuya frunció el ceño— ¡Eres peor de lo que pensaba!— Exclamó enojado— Eso lo hiciste para vengarte de mi.— Movió la cabeza— ¿Sabes que era lo que me gustaba de ti?— Izumi alzó una ceja un tanto confundida por la pregunta— Que sentía que verdaderamente eras diferentes a la demás, que se hacia del respetar y que no actuaba por simples impulsos, algo totalmente contario a mi.— Se alejó de la chica— Pero, veo que me equivoqué.— Volteo en dirección a la salida del lugar— Puede que quizás quisiste solamente deshacerte de esas fotos, pero, luego de lo que me has dicho hacen que te desprecie completamente.
Aunque la amara.
—¡No! Takuya, no te vayas.— Le rogó— Yo si soy diferente, lo de Ryo fue simplemente algo sin importancia.
Takuya lanzó una carcajada irónica— ¡Ja! Puede que lo haya sido— Rodó los ojos— Pero, me hace desconocer a la chica que yo creía amar...— Y sin más salió del lugar dejando a la rubia con lágrimas en los ojos y con el corazón totalmente destrozado, ya que, aunque no quisiese decirlo en voz alta el chico tenía razón. Había hecho una tontera solo por venganza, quizás, era su vida, ella podía estar con quién quisiese, pero ¿por venganza? eso sonaba a no estar cuerda.
La quería, sin duda, pero, él siempre había pensado que Izumi era una chica precavida y que algún día si estaba con alguien sería con él, ya que, antes del verano ambos se habían prometido "amor eterno" bajo una luna roja que se dio por un eclipse, pero, tristemente habían sido palabras ilusas e dos adolescentes.
~Actualidad~
Un error generalmente era una consecuencia de hacer las cosas inconscientemente y generalmente es fácil culpar al que cometió la falta como él había hecho hace tres años. Ahora que estaba en sus zapatos en verdad sentía lo que la rubia había sentido en esos momentos y sin duda la comprendía. La había condenado sin más y ahora él hacia algo similar (aunque no recordara como fueron las cosas)
Takuya desordenó sus cabello y luego apretó su puño.
¡Esto no ocurriría de nuevo!
¡Claro que no!
No sabía cómo rayos lo haría, pero le demostraría a Izumi que la quería y que todo eso había sido un error.
Mimi respiró profundo, al observar que su hermano salía, elevó su vista al techo, no se sentía bien, al contrario, ya había escuchado a sus amigas y a su hermano, pero tenía muchas dudas, por una razón desconocida sentía que no le gustaría la explicación del rubio.
¡Toc, toc!
La puerta sonó.
—Adelante.— Respondió.
La puerta se abrió y ante sus ojos apareció su novio.
Se mordió el labio inferior al sentir la leve tensión del lugar ante su presencia.
—Mimi.
Hizo una mueca, debía saludar, pero estaba muy nerviosa.
—Ho-hola.
El rubio cerró la puerta tras él y observó levemente a la chica, no sabía si acercarse o no, quería hablar con ella, pero se sentía inquieto.
La castaña respiró profundo y luego de unos minutos de silencio decidió romper el silencio—Takuya me dijo que querías hablar conmigo.
Yamato asintió en silencio, la verdad era que no sabía como comenzar con esa conversación, iba a ser difícil, pero debía al menos intentar.
—S-si.— Respondió Yamato— Necesito hablar contigo.— Respiró profundo armandose de valor— Mimi, yo...—Se acercó a ella— Necesito explicarte la verdad de las cosas, lo que escuchaste ayer no es verdad.
—Izumi ya me comentó algo.— Habló Mimi.
—¿A si?
La castaña asintió— Pero no todo, ella quiso que tu me explicaras con detalles lo que ocurrió.— Suspiró— Y la verdad es que quiero escucharla.— Podía no estar de ánimos, pero necesitaba saber la historia real.
Yamato suspiró, lo que no había hecho antes era lo que debía hacer ahora, con algo de suerte si decía toda la verdad lograría obtener su perdón.
—Todo aconteció después de que tus hermanos y tú se fueron a Estados Unidos.— Comenzó a contar— Luego de que te fuiste todo mi mundo se quebró Mimi.— Habló el rubio— Tú sabes que yo te amaba, eras lo más importante para mi, nunca me había enamorado de otra chica, pero, luego de que te fuiste me sentí destrozado.— Suspiró— Yo había jurado no volver a probar una droga y lo hice, me sentía una escoria, estaba triste, solo y estaba en ese proceso cuando en una noche me crucé con Jun, tuvimos algo y según ella, producto de eso quedó embarazada.
—¿Tuvieron una relación?
—No, Mimi, estuvimos juntos una vez, pero, nunca fuimos novios.— Respondió el rubio.
—Vez que dio como fruto a ese supuesto embarazo ¿no?— Preguntó la castaña.
Yamato se mordió el labio inferior, verdaderamente no quería hablar de aquello, pero, debía explicarle, aunque, le costase y doliera—Mimi, en ese tiempo yo no sabía que hacer con mi vida y no fue algo que planificamos.— Habló el rubio— Al contrario, fue algo que se dio, pero, que yo no consideré en mis planes y ella tampoco.— Suspiró— Jun quedó embarazada y me pidió que me hiciera cargo.
—¿Y qué hiciste?— Preguntó la castaña.
—Sus padres se enteraron y quisieron que me casara con ella.— Respondió el oji-azul— Pero, no lo hice, mis padres no lo permitieron...
—¿Tus padres?— Cuestionó la Tachikawa.
Yamato asintió— Ellos interfirieron y no me permitieron dar ese mal paso.— Contestó— Finalmente, nadie me aseguraba que el hijo de Jun era mío y yo tampoco quería responderle en ese sentido, era muy pequeño para tener un hijo a esa edad.
—¿Cómo que no tenías seguro que el hijo de Jun no era tuyo?— Preguntó la Tachikawa.
—Porque, Jun tenía dos meses cuando me llegó un rumor de que había tenido una aventura con Joe Kido ¿recuerdas a ese chico inteligente que era amigo de Taichi?
Mimi asintió al recordar aquel nombre— Si.
—Y por eso, tuve mis dudas, pero, Jun siguió insistiendo en que ese hijo era mío, y pues, mis padres no querían atarme a ella, yo era demasiado joven para hacerme cargo de un niño que no estaba seguro que era mío.— Respondió el rubio.
"Era demasiado joven para hacerme cargo de un niño"
Mimi se mordió el labio inferior, ella había quedado embarazada de Yamato unos meses antes que Jun.
—Fue así como mis padres llegaron a un acuerdo con lo suyos, y finalmente, Jun dejó el Internado y no me obligaron a casarme con ella.— Respondió el oji-azul.
—¿Y qué ocurrió c-con el b-bebé?— Preguntó la castaña.
Yamato bajó la cabeza— Pues...—Suspiró— Por acuerdo de nuestros padres y de los suyos lo dieron en adopción.
—¿Qué?— Preguntó Mimi sorprendida— ¿Lo dieron en adopción?
Yamato asintió— Si.— Respondió.
—P-pero ¿por qué? ese niño no merecía que decidieran su futuro por un simple acuerdo entre ellos.
—Lo sé.— Contestó el rubio— Y créeme, a mi no me gustó, pero, Mimi, yo no tenía la seguridad de que ese bebé no era mío, hasta nació prematuro o según sus palabras era antes de tiempo, Jun insistía que era mío, pero, yo sabía por terceros y por las fechas que no llevaba mi sangre. Además, mis padres y los de Jun simplemente quisieron deshacerse de él, tu sabes como son mis padres, no les gustó la idea de que me hiciera responsable de un bebé a esa edad y yo tampoco quería. Mimi, estaba en una etapa muy difícil de mi vida, me alejé de ti, estaba con el tema de Takeru, problemas con mis padres y la verdad es que creo que fue la mejor opción.
—¿La mejor opción?— Cuestionó Mimi— Era un niño, una persona, no una cosa.
—Lo sé.— Yamato suspiró, enserio era difícil explicar esa situación porque principalmente ese rechazo que sentía se daba más por Jun que por otra cosa— Pero, no pude hacer más, aunque, hubiera querido eran mis padres contra mi.
—¿Y nunca te hiciste una prueba de ADN al menos para saber si era tuyo?— Preguntó la castaña.
—Quise hacerlo, pero, mis padres lo impidieron.— Respondió Yamato— Finalmente, fuera o no fuera mío querían deshacerse de él y los padres de Jun también.
Mimi simplemente no sabía que decir o hacer, escuchar aquello la había hecho tan solo pensar en su situación, ella había quedado embarazada de Yamato cuando apenas tenía quince años y él dieciseis ¿qué hubiera ocurrido si le hubiera dicho a su novio que estaba embarazada? ¿qué hubiera ocurrido si sus padres se hubieran enterado? ¿Qué ocurriría si le dijera ahora a Yamato sobre Natsumi? ¿serían tan crueles para deshacerse de ella como lo habían hecho con ese niño?
—Ayer cuando Ryo te dijo eso en parte fue cierto, porque no me quedó opción más que negar mi paternidad, pero erró en el dato de que yo el padre, porque no lo soy.
Mimi guardó silencio ante esto, ya que evidentemente todavía estaba procesando la información.
—Por favor Mimi tienes que creerme, por favor.— Rogó el rubio y tomó su mano— Sé que esta situación es difícil de asimilar.
—¿Difícil?— Cuestionó la castaña— Esa palabra suena a poco, Yamato.— Suspiró— El hecho de que no me lo hayas dicho aunque asegures que ese hijo de Jun no era tuyo me hace desconfiar.— Admitió.
—Lo sé, debí haberte dicho, tuve la intención, pero, por favor entiendeme.— Habló el rubio— No fue algo facil, ni algo real, no valía la pena que te lo dijera, porque finalmente no es mi hijo.
Yamato suspiró frustrado.
—Además, tenía miedo.
Mimi alzó una ceja— ¿Miedo?— Cuestionó.
—A perderte.— Respondió el rubio—Supuse que esta situación no te gustaría porque finalmente Jun nunca fue de tu agrado y pues...—Bajó la mirada— Tuve miedo a que te decepcionaras de mi por ocultarte las cosas.
La Tachikawa se mordió el labio inferior ante esto, eso era lo que ella sentía cada vez que pensaba en decirle la verdad de su hija.
—Prometo que desde ahora en adelante intentaré ser los más sincero posible contigo.
¡Rayos!
Mimi no se sentía merecedora de esa promesa, podía ser que su novio fuera trasparente, pero en su caso en particular ella era la que guardaba un secreto mucho mayor.
—¿Me perdonas?— La voz de Yamato la sacó de sus pensamientos.
La castaña se mordió el labio inferior, lo que había ocurrido le había dolido, sin embargo, ahora evidentemente estaba arrepentido y le explicó las cosas, no se había quedado con las manos cruzadas y en su mirada se evidenciaba el arrepentimiento.
Suspiró.
Esto era algo poco, no podía quedarse con el rencor, además, ella también estaba haciendo las cosas mal.
—Mimi...— La llamó.
La oji-miel hizo una mueca— No te preocupes, te perdono.
El rubio sonrió, eso lo aliviaba.
Sin embargo, esta situación seguía siendo difícil, porque ahora MImi más que antes tenía miedo de decir la verdad.
Hikari observó atentamente a su amiga, una sonrisa apareció en sus labios al ver que había hecho un buen trabajo.
—Rika.— Pronunció su nombre— Estás bellísima.
La pelirroja volteo hacia el espejo y se observó, vestía un delicado mono blanco y corto, además llevaba una chaqueta de mezclilla, también tenía puesto unos zapatos negros, su cabello estaba suelto, liso y tenía los labios levemente pintados con un brillo.
—¿Tú crees?— Preguntó.
—No es lo que creo.— Respondió Hikari— Es lo que es.
Rika sonrió de lado, la verdad de las cosas era que nunca le había importado mucho lo que tenía que ver con su apariencia física, a diferencia de sus amigas no le importaba si se veía como una vagabunda o como una burguesa, porque lo pensaran de ella no era de su interés, mientras se sintiera comoda consigo mismo. Sin embargo, ahora todo era diferente, quería verse presentable para su cita con Takato, estar a la altura de la situación y con la ayuda de Hikari lo había logrado, ahora parecía una...
Señorita.
Llevó una mano a su cabello.
Era extraño no llevar su coleta.
—¿Qué hora es?— Preguntó la pelirroja.
Hikari observó su móvil— Diez para las cuatro.
Rika hizo una mueca al sentir cosquillas en su estómago, en verdad estaba nerviosa, Takato llegaría en cualquier minuto, suspiró.
—¡Hey! Tranquila.— La castaña exclamó al ver la cara de pánico de la pelirroja.
—Eso es lo que intento.— Habló la Nonaka— Pero me cuesta, Hikari, no sé como actuar delante de Takato, ahora que lo vea ¿cómo lo saludo? ¿con un beso en los labios o en la mejilla? ¿O con un abrazo? ¿o simplemente normal?
Hikari sonrió conmovida— Rika eso no se planea.— Respondió— Todo se ve en el momento, ya sentirás que hacer cuando lo veas.
—¿Y si siento en eso minuto querer salir corriendo o tirarme por la ventana por el nerviosismo que siento?— Preguntó la pelirroja.
La castaña rió levemente ante la ocurrencia de su amiga.
—¡Hey! No te rias.— Regañó levemente Rika.
Hikari suspiró— Lo siento, pero es divertido verte de esta forma.— Comentó— Bueno esas sensaciones son algo de momento, cuando las sientas tienes que cerrar los ojos y respirar profundo, solo así podrás tranquilizarte y pues, con respecto al saludo solo debes dejar que todo fluya ¿si? Si sientes de besarlo y él te da lugar para que lo hagas entonces hazlo, pero si por algún momento solo te saluda con un "Hola" es porque tal vez él igual está nervioso.
La Nonaka suspiró— ¿Sabes? Nunca creí que salir con un chico fuera tan difícil.
—Tranquila.— Habló la castaña— Cuando es la primera vez es normal que sientas que es lo más complejo del mundo, pero ya te acostumbraras.
¡Toc, toc!
La puerta sonó.
—¡Uh! Debe ser él.— Comentó la Yagami y Rika literalmente sintió como el aire le comenzaba a escasear.
Respira Rika.
Respira Rika.
Respira Rika.
Se repitió en la mente.
Hikari abrió la puerta y sonrió al ver al castaño— Hola Takato.
—Hola Kari.— Respondió el Matsuki.
—¿Vienes por Rika, cierto?
El castaño asintió— Si.
Hikari volteo hacia la pelirroja— Rika vienen por ti.
La pelirroja respiró profundo armandose de valor para luego caminar en dirección a la puerta. Takaro al ver a la chica acercarse sintió como sus mejillas se enrojecian a más no poder debido a la belleza que destilaba la pelirroja.
—Ho-hola Ri-rika.
—Hola Takato.— La Nonaka saludó igual de nerviosa, pero sin titubear— Que b-bueno que llegaste, m-me alegra verte.
—L-lo mismo digo.— Dijo el castaño antes de acercarse a la pelirroja y depositar un beso en su mejilla en señal de saludo.
Rika se sonrojó a más no poder por esto, llevó una mano a su mejilla y sonrió.
Takato observó de pies a cabeza a la chica, se veía bastante bien, por primera vez veía su cabello suelto y eso le agradaba, su rostro se veía angelical.
—T-te ves lin-linda.— Takato habló sonrojado.
—Gra-gracias.— Respondió la Nonaka nerviosa.
Hikari simplemente sonrió ante esto, daba ternura el nerviosismo que ambos sentían en ese momento.
—¿Va-vamos?— Preguntó el castaño.
—¿E? S-si.
Y sin decir más ambos se dispusieron a caminar en dirección hacia las escaleras.
Sora bostezó levemente y llevó una mano a su boca para esconder esto.
Taichi sonrió de lado— En verdad tienes sueños ¿e? Ya has bostezado veinte veces con esta.
—Bueno, tú sabes que no soy buena trasnochar.— Comentó la pelirroja.
—Cuando no estás de fiesta en el TK NIGHTCLUB.— Musitó el castaño.
La Takenouchi rió— En eso tienes razón.
Si algo caracterizaba a esa chica era que amaba las fiestas que se realizaban todos los fines de semanas en la discoteca "TK NIGHTCLUB" donde podía estar la noche en ellas, sin dormir, sin comer, solo tomando, bailando y era feliz.
—Pero sabes precisamente que yo no soy la única que es fanática de las fiestas del Tk Nightclub.- Comentó Sora— Tú también amas las fiestas que se realizan ahí ¿no?
Taichi sonrió de lado y asintió.
¡Obvio que amaba las fiestas!
Y sobretodo si eran en ese lugar, ya que había vivido muchas cosas en ese lugar, algunas no muy agradables como haber pasado de la marihuana a la cocaína, pero otras que serían inolvidades como haberse entregado por primera vez en alma y cuerpo.
~Cinco años atrás~
Sora y Taichi caminaban de un lugar a otro completamente borrachos, ambos reían, cantaban y gritaban a todo pulmón, mientras la música sonaba a todo volumen y personas también se encontraban haciendo lo mismo que este par.
Ambos llegaron a un costado de salón tambalenado levemente.
—Esto es divertido.— Comentó la Takenouchi.
—¿No ves? Te dije que aceptar esas invitaciones de Ryo no era algo malo.— Musitó el Yagami.
Esas invitaciones a las cuales se refería el Yagami eran pases V.I.P. ilegales, ellos apenas tenían catorce años no podían ingresar a un lugar así, pero el Akiyama tenía personas en ese lugar que se las bridaban.
Sora hizo una mueca, por mucho tiempo le había negado a Taichi aceptar una de esas invitaciones porque sabía que se podía meter en problemas. Sin embargo, hoy había aceptado (luego de muchas insistencias por parte de su mejor amigo) y no se arrepentía, nunca había tomado, pero debía admitir que se sentía bien.
Taichi tomó una copa de la barra y se la entregó a Sora, luego tomó otra.
—¡Hey! ¿Quinta copa?
—No hay cuarta sin quinta ¿no?— Comentó el Yagami.
—Eso mismo dijiste con la primera.— Rió la pelirroja.
—Bueno hay que aprovechar que estamos aquí ¿no?— Habló Taichi.
Sora rodó los ojos divertida en su vida había tomado tanto y ahora iba por la quinta copa de alcohol.
Ambos chocaron las copas en señal de "salud" antes de darle un rápido sorbo cada quién a su licor.
La pelirroja llevó una mano a su frente— Mañana vamos a tener una resaca de muerte.
Taichi asintió- Valdrá la pena ¿no crees?
Sora asintió, nuevamente tomaron otra copa.
"So cover your eyes
I have a surprise
I hope you got a healthy appetite
If you wanna dance
If you want it all
You know that I'm the girl that you should call"
—¡Wow! Amo esa canción.— Exclamó Sora antes de tomar a Taichi del brazo— Sigamos bailando.
Ambos bailaban al son de la música que era rápida, en un minuto dado ambos se comenzaron a bailar más apegados. Taichi en un momento dado abrazó a la pelirroja, Sora sonrió ante esto y continuo bailando, era un chico guapo, debía admitirlo.
En otro minuto dado el castaño la giró acercando su rostro al suyo.
La Takenouchi se mordió el labio inferior, se acercó a él y acarició sus labios entrelazando sus respiraciones. Luego de alejo y continuo bailando.
De repente en la música comienza a sonar un reaggeton.
El chico nuevamente la abrazó por detrás, agarró su cintura y comenzaron a bajar.
Cuando subieron volvió hacia él y Sora en un rápido movimiento de manera sorpresiva unión sus labios en un beso suave, pero a profundo, ya que no fue un simple toque de labios si no que la pelirroja mordió el labio inferior del Yagami dispuesta a ingresar su lengua en la boca de Taichi.
El castaño no pudo evitar sentirse impresionado ante esto, pero abrazó a la pelirroja contra él profundizando en aquel beso que duró varios segundos y que finalizó por falta de aire más que por gusto.
—¡Hey! ¿Qué fue eso?— Preguntó el Yagami en un pequeño susurro uniendo sus frente con la de la pelirroja.
—Te estoy besando.— Respondió la pelirroja— ¿Acaso no te gusta?
—¿E?— Balbuceo nervioso la verdad era que le gustaban sus labios, pero luego de la fiesta de Ryo hace unos meses no se habían vuelto a besar, se suponía que eran amigas y nada más ¿no? La pelirroja sabía que era su primer beso y él sabía que también lo era para ella, sin embargo no habían vuelto a hablar de eso- N-no es eso es que me sorprendiste.
Sora simplemente sonrió y rosó su nariz por el rostro del Yagami- ¿Sabes? Desde el beso que nos dimos no he dejado de pensar en ti.
—¿Q-qué?— El Yagami se ruborizó.
—Me gustas Taichi.— Declaró la Takenouchi.
¿Qué?
Pensó el castaño.
Sora se acercó a ella y sin decir más volvió a besar los labios del Yagami.
Taichi no pudo evitar sentirse nuevamente impresionado, sin embargo, no dudó mucho en ese estado de inercia y le correspondió a ese delicado contacto de sus labios que comenzó siendo suave donde comenzaban a profundizar en la boca del otro de una forma nueva, sus lenguas se acariciaron y en un minuto dado el Yagami succionó la lengua de la pelirroja.
El nitido contacto de sus cuerpos se comenzó a ser más fuerta, ya que ambos se aferraron al otro como si de eso dependiera su vida.
Ambos se separaron por falta de aire rosando sus frentes con sus respiraciones totalmente agitadas, no pasaron más de cinco segundos cuando nuevamente se volvieron a besar, pero esta vez no solo sus lenguas se acariciaron si no que también sus manos que se comenzaron a aventurar en el cuerpo del otro.
En un minuto dado ambos se alejaron de la pista de bailando mientras seguían acariciandose, los labios del castaño bajaron por el cuello de la chica de una forma suave y delicada dejando besos humedos hasta llegar a su clavícula luego subió y unió sus labios en un feroz beso.
Y fue como mezclar un incendio con la más poderosa ventisca. El deseo y el placer que los recorrían en aquellos instantes era nada comparado con nada. Los labios de Sora eran simplemente exquisitos, deleitables, con una frescura propia, y Taichi casi sentía una ráfaga de brisa en su boca. Sora se inclinó hacia arriba y enredó los dedos en la melena de Taichi, borrando de éste todo vestigio de autocontrol. Sus manos viajaron a la cintura de ella, y a la piel expuesta del abdomen, que acarició como si fuesen suyos propios, mientras se negaba a abandonar sus labios, los labios más adictivos que él había probado jamás. Algo primitivo corría en sus venas, casi que lava pura cuando tomó a Sora en sus brazos y la levantó, obligándola a que enredara sus maravillosas piernas en torno a su cintura. Ambos jadearon por el esfuerzo y la falta de aire, pero no se separaron. Aquél beso se tornó en una furia implacable de labios y lengua, en un dominio completo por el otro. Más rápido, más caliente, más excitante, ambos querían más, y anhelaban más. Taichi llevó las manos hacia sus piernas y las acarició como si su vida dependiera de ello, y le gustaba así, que en el fondo, ella sentía lo mismo que él. No pudo contener un gemido cuando sintió sus suaves manos recorrer su duro abdomen por el encima de la tela negra. Sintió, deseos, ganas, de poder decirle mía, y que sólo fuese su propiedad, propiedad intocable de Taichi. Con un gruñido salvaje, abandonó la boca de Sora por unos segundos.
—E-esto n-no está bien.— Preguntó Taichi.
—L-lo sé.— Respondió la pelirroja, la verdad de las cosas era que ambas estaban tan hipnotizados en el otro que ni cuenta se habían dado de que eso que estaban haciendo no era algo que hicieran los amigos. Pero la energía que había entre ambos era mucho más fuerte, sin decir más ambos se volvieron a besar.
~Horas más tarde~
El Yagami y la Takenouchi se encontraban durmiendo tranquilamente sobre una cama, Taichi sostenía a la pelirroja entre sus brazos.
El castaño se removió levemente entre sueños, hizo una mueca, sentía un fuerte dolor de cabeza, intentó incoporarse, pero no pudo ya que la presencia de otra persona lo impidió.
¡Un minuto!
¿Otra persona?
Abrió sus ojos ante esto y al hacer esto no pudo evitar sentirse sorprendido al ver a su mejor amiga durmiendo junto.
—¿Sora?
La pelirroja se removió levemente al escuchar su nombre y luego de unos segundos abrió los ojos.
¿En donde estaba?
¡Un minuto!
Sora al ver a su amigo en verdad se sintió impresionada- ¿Taichi?- Pero esto pasó a ser mayor cuando se percató de que tanto él como ella estaban solo cubiertos por una sábana y como si fuera un resorte se reincorporó sobre la cama— ¡Oh, rayos!— Sostuvo la sábana contra su cuerpo- ¿Qué rayos ocurrió aquí?
Taichi llevó una mano a su cabeza mientras algunas imagenes venían a su cabeza.
¡Oh no!
Anoche habían tomado demasiado, Sora se le había acercado, se habían besado mucho y luego había ocurrido...¡Rayos!
—Cr-creo que tú y yo anoche...-Intentó hablar- ¿Lo recuerdas? No creo, estabas muy borracha.
—¿Borracha?— Cuestionó la pelirroja ¡Un minuto! Recordaba que habían estado tomando, ella se le acercó a Taichi ¡Ella lo había besado! y luego...
Se habían dejado llevar.
Esto no era posible.
—Taichi ¿tú y yo tuvimos?
El Yagami asintió en silencio sonrojado a más no poder.
—¡Oh! Rayos.— Sora llevó una mano a su cabeza alarmada.
¿Cómo rayos había dejado que eso pasara?
Se suponía que su abuela le había enseñado la importancia de llegar pura al altar.
¡No!
—Esto no estuvo bien, Taichi, yo...—Balbuceo— Lo siento.— Dijo antes de levantarse de la cama cubriendo su cuerpo con la sabana para buscar su ropa que estaba tirada en el suelo.
—¿No?- Preguntó el Yagami— ¿P-por qué?
—Porque tú y yo somos amigos.— Habló Sora mientras recogía su ropa.
—¿Y eso que tiene que ver?— Preguntó el Yagami.
—Esto no es algo que harían los amigos.
—Lo sé.— Respondió Taichi— Pero...
Sora alzó una ceja al escuchar esto y volteo hacia el Yagami— ¿Pero?
El Yagami suspiró y se levantó del lugar donde estaba, caminó en dirección a la Takenouchi quedando frente a ella. Respiró profundo armandose de valor para lo que diría a continuación-Yo no me arrepiento de esto que ocurrió.
Sora alzó una ceja sorprendida al escuchar esto, no esperaba esa declaración por parte del Yagami, mucho menos de una manera tan directa. Pero ¿qué quería decir con no estar arrepentido? ¿Acaso él correspondía a lo que ella sentía?
Taichi observó atentamente a su amiga, evidentemente estaba impresionada por aquella declaración, pero era la verdad, no estaba arrepentido por lo que había ocurrido, al contrario estaba muy feliz.
Sin decir más tomó el rostro de Sora entre sus manos y unió sus labios en un dulce beso.
~Actualidad~
Taichi sonrió de lado, ese momento había sido incómodo y novedoso para ambos, pero luego de que él la había besado las cosas fluyeron mejor y lo que ocurrió en esa noche se había vuelto a repetir varias veces hasta que finalmente aclararon lo que en verdad sentían, se declararon y se habían vuelto novios.
Suspiró.
Nunca se hubiera imaginado que iba a ser capaz de estar con otra chica en ese sentido, ni siquiera se le paso por la mente alguna vez besar a alguna mujer que no fuera Sora.
Se mordió el labio inferior, por siempre se lamentaría haber hecho lo que hizo, Catherine lograba en parte activar su deseos carnales, pero Sora activaba muchas más cosas en él que la rubia, sentimientos puros y sinceros que hacian su corazón latir.
Algo que nunca había sentido antes por otra chica y que nunca dejaría de sentir.
—Sora.—La llamó.
—¿Si?—Preguntó la pelirroja y volteo hacia él siendo sorprendida por un beso del Yagami quién la tomó suavemente del rostro.
La Takenouchi no pudo evitar sentirse impresionada, pero no dudó en corresponderle.
Tal como siempre ocurría, sus lenguas se movían de manera sincronizada. Un beso en donde el castaño disfrutaba con mucho gusto la dulzura y suavidad de los labios de la pelirroja, un momento en el cual sentía más que pasión o calentura, solo paz y buena vibra.
Ambos literalmente ignoraban lo que ocurría al rededor, incluida cierta chica rubia de ojos azules que los observaba con recelo.
Catherine evidentemente estaba molesta por esto, en verdad no le gustaba saber que el Yagami estaba tan enamorado de la Takenouchi.
¡Esto era injusto!
Taichi le gustaba Sora solo porque había llegado primero a su vida, cosa que ella no había podido hacer por ser menor ya que si no hubiera esa diferencia de edad daba por hecho que el Yagami se hubiera enamorado de ella.
O tal vez...
Si no hubiera tenido a esa odiosa hermana menor que siempre la había hecho quedar como villana ante Taichi.
Frunció el ceño molesta.
Ella lo quería de verdad, incluso más que esa pelirroja.
Apretó su puño.
Fuera como fue ellos no contnuarian juntos.
¡Claro que no!
Ellas se encargaría de separarlos.
Hikari se observó en el espejo e hizo una mueca.
Movió levemente su falda.
¿Era idea suya o le quedaba más ajustada que la vez anterior?
¡Rayos!
La acomodó de mejor forma e intentó cerrarla, pero era casi imposible, le apretaba bastante.
Suspiró.
Tendría que buscar alguna forma para bajar de peso.
Esas lonjas que tenía arruinaban todo en ella.
Pasó sus manos por su estómago.
Hizo una mueca.
Este sería un punto de burla para Catherine.
¡Toc, toc!
La puerta del departamento sonó.
¡Rayos!
De seguro era Takeru, ambos habían acordado en ir juntos a ver a Damar, ninguno de los dos había podido ir anteriormente por estar centrados en otras cosas -lamentablemente- pero hoy irían sin falta a ver a su amiga.
Pero ella aún no estaba lista.
Rápidamente retiró su falda y la cambio por un short de jeans.
Pasó una mano por su cabello y sin decir más, fue a abrir la puerta encontrandose así frente a su novio.
—Takeru.
—Hola Hikari.— El rubio saludó.
—Disculpa la tardanza.— Habló la castaña— Es que todavía no estoy lista.
—No te preocupes, tenemos tiempo para ir.— Contestó el menor de los Ishida.
—Ven, pasa.
Takeru ingresó al departamento e Hikari cerró la puerta.
El rubio volteo en dirección hacia su novia y tomó su rostro por el mentón.
—Tus heridas...
Hikari bajó la mirada rápidamente— No las mires.
Takeru hizo una mueca ante esto— Lo siento, no quiero incomodarte, pero no tienen buen aspecto.
La Yagami se mordió el labio inferior, tristemente Catherine tenía unas garras de ágila terribles que le había dejado rasguños demasiado notorios.
—No es algo que no pueda solucionar.— Comentó la castaña antes de dirigirse a su habitación y tomar su estuche de maquillaje.
Takeru hizo una mueca ante esto, no quería sentirse culpable, pero la verdad de las cosas es que enserio sentía que eso había sido su responsabilidad— Hikari yo...—Respiró profundo— Lo siento.
—No tienes porque disculparte.
—Claro que sí, finalmente tu me advertiste anteriormente que Catherine tenía otras intenciones conmigo y no te hice caso, de haberlo hecho no tendrías esas marcas en tu rostro.— Se suponía que él siempre la protegería y esas marcas eran la clara muestra de que no lo había hecho.
Hikari hizo una mueca y volteo hacia su novio— Sólo confiabas en ella, Takeru, no te culpo.— Tal vez al principio se enojó, pero luego de analizarlo muchas veces y después de lo ocurrido la noche anterior le había quedado más que claro que su novio erraba por ingenuidad con esa chica.
—Tú me lo habías dicho y no confie.
—No es eso, simplemente quisiste ser su amigo.
—Me alejaré de ella.
Hikari se mordió el labio inferior, esa declaración era algo que esperaba hace mucho, pero también sabía que no estaba bien, en lo absoluto, finalmente él podía tomar sus propias decisiones, no tenía que depender de ella para calificar a una persona, finalmente Takeru era un buen chico, siempre tenía buena relación con todos, no quería que por ella esto se viera truncado.
—Takeru, si te soy sincera debo admitirte que esta conversación me pone en muchos puntos de vista que no sé a cual seguir, no quiero ser una novia tóxica o maniatica finalmente tu puedes tomar tus propias decisiones, Catherine a pesar de no llevarse bien conmigo siempre ha sido una buena amiga tuya y no te culparía si quisieras seguir siendo su amigo, pero como tu novia te pido límites, sin embargo sé que estoy mal porque no debo dominarte ustedes siempre han tenido buena relación, sin embargo ella y yo no nos llevamos para nada.— Habló Hikari.
El rubio hizo una mueca ante esto, evidentemente la castaña tenía un gran debate y todas las posturas eran válidas, no quería ser posesiva, pero tenía miedo de Catherine.
Hikari suspiró— Sea como sea yo no quiero perderte.— Admitió— Independientemente de que Catherine y tú se arreglen o no se hablan jamás, yo no quiero que te vayas.— Bajó la mirada.
Takeru se mordió el labio inferior y tomó sus mejillas entre sus manos— ¡Hey! No me perderás.
—¿Estás seguro?— Preguntó la castaña.
—Seguro.— Respondió el rubio— Yo te amo, Hikari, te amo y no te dejaré por nada en el mundo ¿si?
Hikari sonrió ante esto.
Eso era lo que esperaba.
No quería perderlo, era su alma, el gran amor de su vida, sin él probablemente no podría seguir.
Sin embargo, ella no podía controlar su vida siempre y...
Catherine estaba al acecho.
Ryo observó atentamente como Rika, el amor de su vida, salía junto a ese chico castaño del internado, evidentemente feliz.
Se mordió el labio inferior.
Se veía bellísima, pocas veces la había visto con su cabello suelto y hoy lo llevaba así lo que provocaba que su rostro se viera excelente. Esa ropa que llevaba no se ajustaba a ella, pero de igual forma lograba que se viera bien.
Suspiró.
Lo peor de todo es que a pesar de verse bien, no estaba vestida así para salir con él.
Apretó su puño.
¿Qué tenía ese chico que él no tuviera?
¿Por qué había logrado atraer la atención de la Nonaka apenas había llegado? Él durante años había intentado hacer aquello pero nunca lo logró. Se había dispuesto a entregarle su corazón, a ser parte de su vida, sin embargo, ella nunca había caido ante sus encantos, al contrario, solo se alejaba.
Suspiró.
En verdad había sido muy iluso al enamorarse de una chica como ella, una chica de clase alta, hija de un empresario exitoso (aunque no lo supiera) Rika era prácticamente una burguesa, mientras que él simplemente era un chico que había nacido casi en la calle, bajo el alero de una mujer que limpiaba casas para sobrevivir, pero que no lograba ganar lo suficiente, debido a aquello se había involucrado en unos negocios clandestinos para que darle a su madre lo que nunca tuvo y aunque había obtenido dinero, parecía ser que todo el mundo -que conocía sus origenes- siempre lo verían como un muerto de hambre.
Takuya llevó sus manos hacia su cabello y lo desordenó.
Suspiró.
Esta situación que estaba viviendo con Izumi no era algo que le agradase, al contrario, lo único que quería encontrarle una explicación a todo ese tema, ya que no recordaba haberse encontrado Nene la noche anterior, a lo más recordaba haber ido al internado para buscar las cosas de su hermana, luego fue a la cocina y se encontró con Taichi con el cual habían conversado de...
¡Un minuto!
Tal vez él sabía que había ocurrido a continuación, porque por más que intentaba no lo recordaba.
—¡Hey! Takuya.— Una voz familiar lo llamó y este alzó la mirada.
Y hablando de Yagami.
Pensó al ver a la hermana de su amigo junto al hermano de Yamato.
—Hikari, Takeru.— Pronunció sus nombres.
—Hola.— Saludaron ambos con una sonrisa.
—¿Cómo estás?— Hikari le preguntó.
Takuya se mordió el labio inferior, responder "bien" sería una mentira, pero tampoco podía responder "mal" por cortesía y también porque si decía esto último tendría que dar explicaciones.
—Mejor.— Contestó el castaño y decidió referirse al tema de Mimi— Aquí pasando un poco el mal rato.
—¿Cómo está Mimi?— Preguntó Takeru— Antes de venir me contacté con Izumi y me dijo que le detectaron crisis de pánico ¿es verdad?
Takuya asintió— Si.— Respondió— Sufre de crisis de pánico.
Hikari hizo una mueca ante esto, Mimi era una chica alegre y con mucha energía, nunca se hubiera imaginado que algún día sufriría de algo tan delicado como eso.
—Pero este día ha estado muy bien.— Comentó el moreno— Se ha sentido mejor. Inclusive ahora hemos podido entrar a verla y Yamato está con ella.
—Que bien.— Saber eso en cierto modo tranquilizaba al menor de los Ishida, de seguro ahora su hermano estaba mejor y más calmado, algo bueno, ya que ayer su cara de pánico al ver a su novia de esa forma no había sido la mejor.
—¿Y cómo está Damar?— Hikari ahora le preguntó por su otra hermana.
¿Damar?
Pensó el moreno y en ese minuto se percató del hecho de que literalmente no la había visto en todo el día.
—A-ayer se sintió bastante bien en el día.— Respondió el moreno.
—¿Ayer?
—Bu-bueno, creo que hoy también, es que con toda esta situación no la he ido a ver.— Admitió Takuya y bajó la mirada un tanto avergonzado.
Takeru e Hikari no pudieron evitar compadecerse del chico ante esta declaración, quizás a él le daba pena reconocer esto, pero en realidad era algo razonable que no pudiera estar al pendiente de las dos al mismo tiempo, ambas habían caído en la clínica por diferentes razones, estaban en habitaciones diferentes, cada quién con sus análisis médicos y deberían estar en compañía de un adulto responsable (sus padres) rol que estaba cumpliendo el moreno.
—Nosotros justo vinimos a ver a Damar.— Comentó la Yagami—¿Podemos, cierto?
—Claro, a mi hermana le hará bien verlos.— Respondió Takuya.
Hikari y Takeru sonrieron ante esto y sin decir más emprendieron camino tras el hermano de su amiga.
—Llegamos.— Takato musitó al bajaba del autobus.
Rika hizo una mueca, sabía que ese chico tenía una vida muy diferente a la de ella, en vez de tener chofer personal o pedir un uber, lo cual no era algo que se molestara, pero si que la hacia sentir extraña. Muchas personas iban en un solo automovil y este iba lleno, algunos iban parados, otros sentados, y siempre se subían más, cosa que la hacia sentir un poco ahogada, ya que ella odiaba estar con muchas personas en un solo lugar.
Lo peor de todo es que había que soportar todo tipo de cosas, bebés llorando, personas comiendo, otros durmiendo, y niños molestosos como el chico que pateaba su asiento una y otra vez desde atrás.
Suspiró.
El viaje había comenzado bien, Takato y ella hablaban como siempre lo hacian de manera fluida y alegre, de diversas, sin embargo, ese niño le había arruinado todo, provocando que se sintiera verdaderamente irritada, pero se contuvo a gritarle o decirle algo malo, ya que no quería formar algún escándalo en la cita que recién comenzaba a tener con Takato.
La pelirroja bajó del autobus y pasó sus manos por su ropa, en verdad la había arrugado.
—¿Es tu primera vez?
La Nonaka alzó la mirada sorprendida ante esta pregunta— ¿Q-qué?
—En autobus.— Se apresuró a responder Takato.
Rika bajó la mirada centrandose en limpiar su chaqueta— ¿Es muy evidente?
—No.— Respondió el castaño— Pero me lo imagine, ya que lo asimilé en base a lo que habías dicho antes que nunca habías subido a un tren porque no te gustaba el transporte público.
—Bu-bueno, no es que me guste.— Comentó la pelirroja— Es simplemente que me criaron así.
—Tranquila, no te culpo.— Habló Takato— Probablemente si yo tuviera dinero también le pagaría a alguien para evitar estos viajes con muchas personas.— Suspiró— Y para no tener que hacerte pasar por este tipo de cosas en esta cita.
—¡Hey! No te preocupes.— Comentó la pelirroja, subir a ese autobus enserio había sido molesto, pero no lo iba a admitir frente al castaño.
Ambos comenzaron a caminar en dirección al parque frente a ellos donde habían niños jugando, mujeres hablando entre ellas y algunas personas paseando a sus mascotas.
—Mira.— Takato señaló un carro de helado— ¿Quieres un helado?
—¿Helado?— Preguntó la pelirroja.
—Si.— Contestó el castaño— Supongo que no los rechazas como a las donas.
—Claro que no.— Respondió la Nonaka—En general no soy fan de lo dulce, pero siempre me ha gustado el helado, sobretodo el de pistache.
—Pistache.— Takato repitió esto— Bueno, al menos no es raro como lo es pedir donas con cobertura de menta.
—¿Me estás diciendo rara?— Rika alzó una ceja sorprendida.
—A ti no.— Contestó el castaño— Al sabor de tus donas si, incluso es inusual que a alguien le guste esa cobertura, por algo la querían descontinuar ¿no?
—Pero finalmente no lo hicieron, porque habemos personas que nos agrada el sabor a menta.— Respondió la Nonaka— Por ejemplo, Kouji, Koichi y Takeru también aman la cobertura de menta.
—Bueno si hablamos de sabores extraños y mencionas a Takeru se pueden pensar muchas cosas ¿no crees?
Rika llevó una mano a su mentón— Buen punto.— Si había alguien que amaba los sabores extraños ese era su amigo Takeru— Nadie lo supera con su helado de mango de escabeche.
Takato hizo una mueca— No sé como rayos le gusta, ese sabor es pésimo.
—Lo sé y se lo he dicho.— Comentó Rika— Pero es su sabor favorito. Cuando éramos pequeños Takeru siempre para su cumpleaños nos daba de ese helado, era práctiamente una tradición.
—¿Enserio?
La pelirroja asintió— Si.— Contestó— La mayoría de los invitados dejaban toda la copa con helado, Hikari siempre era educada y lo consumía, mientras que Damar, Henry y yo jugamos a piedra, papel y tijeras para ver quién haría sufrir a su paladar comiendose la porción de los demás.
—¿Henry?—Takato preguntó al escuchar ese nombre.
¡Rayos!
Rika se mordió el labio inferior al darse cuenta que de manera inconsciente nuevamente había nombrado a su amigo.
—¿Ese es el amigo del que me hablaste el otro día y que me dijiste que falleció?— Preguntó Takato— ¿Cierto?
La pelirroja bajó la cabeza y asintió— S-si.— Respondió un tanto nerviosa.
—¿Sabes? Aparte de ser la segunda vez que lo nombras, ocurre lo mismo que en la primera, nombras a Henry, Takeru, Hikari y Damar en la misma oración.— Comentó el castaño— Eso me hace pensar en que ese chico fue alguien importante.
Rika alzó una ceja sorprendida ante esto, ya que no se había dado cuenta de ese detalle, aunque tampoco era algo que la impresionara, finalmente Henry había sido uno de sus mejores amigos.
Suspiró.
—Si, lo fue.— Declaró sin más— Él era mi mejor amigo desde que éramos pequeños, juntos vivimos muchas cosas, pero tristemente por una mala decisión que tomamos él...— Se detuvo— Murió.
¿Tomamos?
El castaño alzó una ceja sorprendido al escuchar esto—¿Decisión que tomaron?— Cuestionó— ¿Ambos?
Rika hizo una mueca ante esto— S-se podría decir que si.— Alzó la mirada al cielo y suspiró— Pero no quiero hablar de eso ¿si?
El castaño observó atentamente a la pelirroja, eso por alguna razón le había dado curiosidad, pero lo mejor sería no insistir— Está bien.
—Llegamos.— Musitó el castaño al llegar a la habitación de su hermana.
Hikari y Takeru se detuvieron tras el moreno y este abrió la puerta.
Los tres adolescentes ingresaron a la habitación, pero grande fue sorpresa al ver que la menor de los Tachikawa no estaba, al contrario, había una mujer de cabello rojizo y ojos verdes ordenando la cama.
Takuya alzó una ceja desconcertado, ya que el lugar parecía muy bien ordenado, prácticamente como si nadie hubiera pasado por ahí.
—¿E? Señora.— El moreno llamó a la mujer, quién volteo hacia él.
—¿Necesita algo joven?
—Si.— Respondió el castaño— ¿Donde está mi hermana?
—¿Su hermana?
—Si, la chica que estaba aquí esta mañana.
—La señorita que estaba en este lugar ya le dieron el alta.— Respondió la señora.
—¿Qué?— Preguntaron los tres sorprendidos.
—Si.— Contestó— ¿No sabían?
Takuya intercambio miradas con Takeru e Hikari totalmente desoncertado.
¿Cómo era posible que le hubieran dado el alta a su hermana y no lo sabía?
Takato y Rika recibieron sus helados y a continuación comenzaron a caminar por al rededor del parque.
—¿Sabes? Cuando era pequeña odiaba estos helados con conos.— Comentó Rika— Siempre se me caían, se me derretían en las manos y me molestaba mucho, tanto así que terminaba lanzando el resto del helado que me quedaba al basurero casi sin probarlo.
—¿Enserio?— Preguntó el castaño.
La pelirroja asintió— Si.— Contestó— Por eso siempre me han gustado los helados en vasos o copas.
—De haberlo sabido hubiera pedido de otro tipo.— Comentó el castaño.
—No te preocupes.— Respondió la pelirroja mientras limpiaba su chaqueta, ya lo tenía en la mano y no lo iba a desperdiciar.
Ambos caminaron por el parque mientras cada quién saboreaba su helado y vez en cuando intercambiaban palabras de manera alegre y tranquila. Sin embargo esto cambió cuando prácticamente de la nada apareció un niño que venía corriendo y que pasó frente a la pelirroja provocando que el helado que llevaba en su mano diera contra su rostro y luego cayera al suelo.
—¡Hey!— Gritó Rika— Ten más cuidado, niño.
Takato rió levemente al ver esto.
—¡No te rías!— Exigió la pelirroja molesta.
—Lo siento.— Respondió el castaño entre carcajadas— Pero mira tu rostro.
Rika hizo una mueca y tomó su móvil para reflejarse en él— ¡Rayos!— Estaba llena de helado, rápidamente llevo su mano derecha a su rostro intentando limpiarlo.
—¡Hey! Tranquila, yo te ayudo.— Takato tomó una servilleta y la llevó al rostro de la pelirroja para limpiarla.
—Por este tipo de cosas no me gusta venir a los parques, siempre hay niños corriendo y siempre me pasan a llevar.
—¿Siempre?
—Si, siempre.
—No es para tanto.
—Créeme lo es.— Respondió la pelirroja— Es como si los niños pequeños tuvieran un complot contra mí, siempre chocan conmigo, me tiran del cabello o me escupen.
Takato simplemente rió ante esto, en verdad eran graciosas la elocuente forma de hablar de esa chica.
Observó atentamente su rostro mientras pasaba la servilleta por su mejilla derecha, el borde de la nariz, el mentón y...Sus deseables labios.
¡Rayos!
Se mordió el labio inferior al rosar levemente sus dedos por ellos, eran tan suaves y a pesar del helado que había consumido estaban calidos. Quería probarlos...
Otra vez.
—¡Hey! ¿Qué miras tan concentrado?— Preguntó Rika al observar que la mirada del chico se detuvo por varios segundos en su rostro.
El castaño se mordió el labio inferior, no pensó que se daría cuenta— Estaba observando tus labios.
—¿Mis labios?— Cuestionó la pelirroja sorprendida— ¿Por...— No pudo terminar la pregunta porque Takato la interrumpió con un sorpresivo beso que no dudó en corresponder.
Takuya llegó al final de las escaleras de la clínica y suspiró, había buscado por todos lados a su hermana, pero no estaba, la había llamado, sin embargo, no contestaba. Preguntó por Kouji, al parecer se había ido hace varias horas, también lo había llamado miles de veces y tampoco contestaba.
Suspiró.
Ahora solo le quedaba esperar la respuesta de Takeru e Hikari quienes estaban en el internado y habían prometido llamarlo si sabían algo de Damar.
¡Bip, bip!
Su móvil sonó y rápidamente lo tomó.
Hikari.
Decía en la pantalla.
No lo dudó y contestó al instante.
—Takuya.— La voz de Hikari al otro lado de la linea.
—Hola Hikari.— Respondió el moreno— Dime ¿encontraste a mi hermana?
—No.— Contestó la castaña— Aún no ha llegado al internado, con Takeru la buscamos por el lugar pero no estaba, le preguntamos a algunos pero ninguno la vio.
¡Rayos!
¿Donde estaría?
—¿Llamaron a Rika?
—Si, pero no contesta.— Respondió Hikari— Si están juntas quizás llegue más tarde.— Comentó la castaña— En cuanto tengamos información de ella te la haré llegar ¿si?
—Muchas gracias Hikari.— Respondió Takuya.
—Que tengas buena tarde.
—Igualmente.— Contestó el castaño y la llamada de cortó.
Respiró profundo y pasó una mano por su cabello, en esos minutos en verdad estaba pensando en la posibilidad de que los planetas se habían alineado para crear una maldición contra él, porque todo a su alrededor se puso negro de un momento a otro.
¡Bip, bip!
Su móvil nuevamente sonó y al llevar su vista a él se percató que esta vez lo llamaba el menor de los gemelos Minamoto-Kimura.
¡Al fin!
Rápidamente contestó.
—Hola.
—¿Por qué me llamas?— La voz del oji-azul se escuchó al otro lado de la línea.
—Kouji.— Takuya pronunció el nombre de su exmejor amigo— Damar no está, me dijeron que le dieron el alta, pero no está en la clínica y tampoco ha regresado al internado.
—No te preocupes.— Respondió el Minamoto.
—¿Cómo quieres que me preocupe?— Cuestionó el moreno— La dejé contigo y desapareció sin más ¿sabes donde está?
—Si.— Respondió Kouji.
—¿Enserio?— Cuestionó el moreno— ¿Dónde?
Una voz se escucho a lo lejos y luego la voz de Kouji, no pudo distinguir exactamente que era lo que decían.
—No te puedo decir donde está, solo te diré que está bien y te reitero que no te preocupes.—Contestó Kouji.
—¿Cómo quieres que no me preocupe si ella hasta hace unos días no estaba bien y ahora no está en donde debería estar?— Preguntó Takuya— Necesito verla, estoy preocupado, ni siquiera sé como está. Al menos necesito una explicación de...
—Ella está bien.— El Minamoto lo interrumpió— Y si te digo que no debes preocuparte es porque en verdad debes hacerlo.— Suspiró— Tu hermana simplemente necesitaba un cambio de aire y yo la estaba ayudando, luego podrás hablar con ella, ahora preocupate por Mimi.
—Pero, Kouji ¿por qué necesitaba un cambio de aire?
—Esta un poco estresada.— Respondió el menor de los gemelos— Y no necesita que las estreses más ¿si? Luego podrás hablar con ella.
—¿Luego?— Preguntó Takuya casi en un grito desesperado— ¡Necesito ahora!
—Adiós.— Fue lo único que dijo Kouji.
—¿Cómo que "adiós"?— Cuestionó el moreno— No me cortes la llama...
¡Pip, pip, pip!
Fue el sonido que se escuchó en móvil de Takuya y se dio cuenta de que el Minamoto le había cortado la llamada.
Apretó su puño y golpeo la pared— ¡Rayos!
Ahora sí estaba preocupado ¿en qué minuto había dejado a Kouji a cargo de Damar?
Ahora ambos estaban en -quien sabe donde- juntos ¡y estaba punto de anochecer!
Mimi pasó su mirada por la ventana, ya era bastante tarde— Yamato ¿estás seguro que quieres quedarte esta noche?
Yamato asintió— Si.— Había hablado con Thomas y luego de muchas insistencia por su parte le habian permitido quedarse.
—No tienes que hacerlo.— La castaña acarició su mejilla— Debes estar cansado.
—No, no lo estoy.— Respondió el rubio.
—No me mientas, lo veo en tu rostro.— Pasó una mano por el contorno de sus ojos— Esas ojeras te delatan.
Yamato hizo una mueca, la verdad es que no tenía ganas de alejarse de ella, casi la había pérdido, tenía mucho miedo de irse y después no verla más— ¿No quieres que me quede?
—No es eso.— Contestó Mimi— Simplemente no quiero que pierdas tiempo con mi estúpideces.
—No digas eso, jamás pierdo tiempo contigo, eres mi novia.— El rubio besó su frente— Para mi eres una de mis prioridades.
La castaña sonrió de lado ante esto, la verdad es que le agradaba saber que Yamato la seguía amando y había dejado atrás todo lo que había sufrido por su ida, sin embargo, esto la hacia sentir peor, porque él le hablaba abiertamente de su amor sin saber su secreto.
Suspiró.
—Ven, duerme, necesitas descansar.— Yamato acomodó su almohada sobre su cama.
La castaña observó su cama y luego el sofá a su lado— Duerme conmigo.
—¿Qué?— Yamato preguntó conmigo.
—Duerme conmigo.— Repitió Mimi— Dijiste que te vas a quedar toda la noche ¿no? No creo que ese sofá sea más cómodo que mi cama.
—No creo que sea buena idea, debes estar comoda.
—Yo solo estaré comoda entre tus brazos.— La castaña besó su mejilla.
Yamato suspiró— Está bien.
Y así fue como ambos se recostaron en la cama de aquella habitación, Yamato abrazó a la chica y esta apoyó su cabeza en su pecho.
—Cantame.
—¿Qué?
—Quiero que cantes.— Respondió la oji-miel— ¿Puedes?
—Estamos en una clínica.
—¿Y?—Preguntó la castaña— Canta.— Acarició su mejilla— Tu me dijiste que tenías una nueva canción en mente ¿no?
—¿E? S-si, pero no está lista.
—Bueno, quiero escucharla ahora.— Contestó Mimi—Así como yo te presenté una vez la mía.
—No está lista.
—Lo sé, pero quiero escucharla.— Nuevamente habló la castaña— Por favor, por mi.
Yamato se mordió el labio inferior, ese "por mi" era algo clave en sus decisiones.
Suspiró.
(Besos en Guerra - Morat, Juanes)
Yamato: ¿Quién te dijo esa mentira?
Que eras fácil de olvidar
No hagas caso a tus amigos
Solo son testigos de la otra mitad
Dos besos son demasiado
Y un beso no bastará
Y aunque adviertan a soldados
Si está enamorado en guerra morirá
Ya no tienes que cuidarme porque yo
Siempre he sabido que tus besos matan
Que tus promesas riman con dolor
Que eres experta en robarle latidos a mi corazón
Y tú nunca juraste que saldría ileso
Ya no te atrevas a pedir perdón
Yo te confieso que no me arrepiento
Y aunque estoy sufriendo podría estar peor
Woah oh oh
Sabiendo que tus besos matan moriré de amor
Woah oh
Sabiendo que tus besos matan moriré de amor
Woah oh
Sabiendo que tus besos matan.
Los ojos de la castaña de a poco se comenzaron a cerrar sintiendo acada vez más lejos la voz del rubio.
~Al día siguiente~
Hikari se observó atentamente al espejo.
¡Rayos!
Pensó mientras veía su reflejo.
Pasó una mano por su estomago, por alguna razón se sentía muy rellena, el pantalón de su pijama se había remarcado bastante en su cintura, evidentemente había engordado el último tiempo.
Suspiró.
Esto en verdad sería un problema, si seguía comiendo como lo hacia seguiría subiendo tallas y no quería tener que comprar ropa más grande.
¡Bip, bip!
El sonido de su móvil la sacó de sus pensamientos, rápidamente lo tomó en sus manos y al observar la pantalla se percato que decía el nombre de su amiga: Damar.
No dudo y contestó al instante.
—¿Hola?— Habló Hikari—Damar.
—Hola Hikari.— La voz de su amiga se escuchó al otro lado.
—Me alegra escucharte.— Comentó la Yagami— Te estuve llamando varias veces.
—Si, me di cuenta, disculpa por no contestar.— Respondió Damar.
—No te preocupes lo importante es que ahora me llamas de regreso.— Contestó Hikari, ya que por un momento enserio pensó en que su amiga había desaparecido de la faz de la tierra— ¿Qué ocurrió contigo? Ayer Takeru y yo fuimos a ver como estabas, así como te lo había dicho el día anterior, porque queríamos verte.
—Si lo sé, lamento mucho no haber estado ustedes fueron, pero se me presentó un inconveniente y tuve que irme.— Respondió Damar.
—¿Dónde estás?— Preguntó Hikari preocupada— Ayer nadie donde te encontrabas, Takuya estaba preocupado, nosotros también.
—Disculpenme Hikari, no quería darle más preocupaciones.— Respondió Damar del otro lado de la línea— Pero tuve que irme de la clínica y no pudo regresar al internado por Rumiko.
—¿Por Rumiko?
—Si.— Respondió Damar.
—¿Por qué?— Preguntó Hikari.
Hubieron unos segundos de silencio en el cual la Yagami escuchó un suspiró de su amiga acto que la hizo sentirse una tanto curiosa.
—Hika, te voy a confiar algo, pero tú no se los digas ni a mi hermano, ni a Mimi y mucho menos a Rika.— Habló Damar.
La Yagami alzó una ceja— ¿Por qué?—Preguntó sorprendida— ¿Qué ocurrió?
—Rumiko me quería enviar a una clínica psiquiatrica.
—¿Qué?— La castaña no pudo evitar alzar la voz sorprendida ante esto— ¿Una clínica psiquiatrica?
—Si, a una clínica psiquiatrica.
—Pero, tú no estás loca.— Comentó Hikari— ¿O si?
—¿Cómo crees? Claro que no.— Respondió Damar— Rumiko simplemente quiere fastidiarme luego de lo que ocurrió el otro día, pero Kouji me ayudó a librarme de ese castigo.
—¿Kouji?— Preguntó la Yagami— ¿Estás con él?
—Si.— Contestó la chica del otro lado— Estoy con Kouji.
—¿En donde?— Cuestionó Hikari.
—En otro momento te contaré.— Habló Damar— Por el momento te llamo para decirte que estoy bien, vi tus llamadas y la verdad es que no quería preocuparte más, no me pasó algo grave, dentro de lo que puede decir salud, sin embargo, no estoy de condiciones para regresar por el momento.
—Entiendo.— Respondió la Yagami, en su lugar probablemente hubiera hecho lo mismo— ¿Necesitas algo? Ropa, dinero o algo así.
—No, no te preocupes, tengo todo.— Contestó Damar— Al menos tengo ropa para dos días.
—Si necesitas algo no dudes en pedirmelo.
—Gracias Hikari.— Respondió la chica del otro lado— Disculpame, pero te tomaré la palabra en este mismo instante.
—¿A si?
—Necesito que Rika no se entere de esto.
—¿Qué?— Preguntó Hikari sorprendida de aquella declaración, se suponía que la Nonaka era su mejor amiga ¿no? Era extraño que no quisiera decirle que estaba fuera y más encima con Kouji, finalmente Rika era fan número uno de esa pareja— ¿No quieres que lo sepa?
—Por el momento no.— Respondió Damar— Sé que es mi amiga, pero no quiero agobiarla con este problema que tengo con su madre.
Eso era un buen punto, Rika no tenía buena relación su madre, si se enteraba de aquello había una gran posibilidad de que discutieran.
—Está bien.— Respondió Hikari— Yo me encargaré de que no lo sepa.
—Gracias, amiga.
—No hay de que.— Contestó la Yagami— Lo importante es que ahora tú estés bien ¿si? Ojalá te recuperes del todo y estés bien.
—No estoy segura de que lo pueda hacer, pero lo intentaré.— Habló Damar.
—Bueno sea como sea no dudes en llamarme si necesitas a alguien.
—Lo haré Hika.— Declaró la Tachikawa del otro lado.
~Dos años y medio atrás~
Mimi observó atentamente a su bebé y acarició su pequeña mano izquierda.
Suspiró.
Saber que en pocos minutos se iban a separar en verdad era algo difícil.
Un ángel.
Eso era lo que parecía Natsumi.
Su ángel.
—Puede que ahora te alejes de mi, pero amor y afecto nunca te dejaran porque nos tenemos solo a nosotras en la vida, eres parte de mi corazón.— Mimi sintió como unas lágrimas brotaban de sus ojos, en realidad le dolía saber que por pocos minutos más seguiría viendo ese angelical rostro— Tristemente estaremos a la distancia y no podremos hacer mucho, pero de igual forma tu madre te amará, porque eres mi alma.
La pequeña bebé se movió levemente y Mimi pudo notar que Natsumia abría levemente sus ojos azules lo que provocó que la Tachikawa sonriera.
—Te pareces mucho a tu padre.— Musitó la Tachikawa— Mi ángel.
La puerta sonó levemente y en el lugar apareció Takuya.
—Princesa.— El moreno la llamó— Alice acabó de llegar.
—¿Tan pronto?— Preguntó Mimi.
El moreno asintió— Si.— Respondió— Y quiere conocerla.
La Tachikawa hizo una mueca, sabía que Alice sería una buena madre adoptiva, ella era una buena mujer, sin embargo, eso no aplacaba su dolor.
—Dejala pasar.
Takuya asintió y volteo en dirección a la puerta— Alice, puedes entrar.
A los pocos segundos unos pasos se escucharon y en el lugar ingresó la pelirroja.
—Alice.
—Buenas tardes Mimi.— La recién lelegada saludó.
—Hola.— Respondió la Tachikawa— Me alegra verte.
—A mi también.— Dijo Alice y dirigió su mirada hacia la bebé— Takuya me dijo que fue mujer y no hombre.
Mimi asintió— Si.— Contestó— Fue mujer y se llama Natsumi.— La alzó levemente en sus brazos.
La chica pelirroja se acercó a la castaña observando atentamente a la recién nacida. Sonrió al ver su rostro— Tiene los ojos azules.
—Si.— Contestó la Tachikawa— Como su padre.
—¿Es es de los ojos claros?
—Si.— Respondió Mimi.
Alice observó atentamente a la bebé— ¿Puedo tomarla?
La Tachikawa se mordió el labio inferior, si era sincera no quería tener que separarse de ella todavía, pero sabía que eso debía ser así.
Tristemente.
Mimi suspiró y sin decir más le entregó la pequeña en brazos a la pelirroja.
—Natsumi es un lindo nombre.
La castaña sonrió— Gracias.
Alice observó atentamente a la pequeña— Hola...— La saludó— Desde hoy tú y yo estaremos juntas. Yo seré tu mamá.
"Yo seré tu mamá"
Esa frase resonó en la mente de Mimi, en verdad no le había gustado aquello porque fue como una puñalada en su corazón, sin embargo, esa era la realidad que debía aceptar.
Mientras no le dijera a Yamato.
—Ña~
La bebé se removió levemente y comenzó a llorar.
—Ña~
Alice movió levemente a la niña— ¡Hey! Tranquila.
Mimi se acercó a la pequeña, acarició su mano y casi al instante la pequeña, como si reconociera a su madre, dejó de llorar.
—Mimi.— Damar ingresó al lugar llamando la atención de todas.
La oji-miel alzó la mirada y observó a su hermana— ¿Qué ocurre Damar?
—Lamento molestar, pero no traigo buenas noticias, nuestro padre viene en camino.— Comentó Damar.
Mimi hizo una mueca ante esto, tristemente debería hacer lo que tanto temía y no quería hacer.
Separarse de su hija.
—Bueno, entonces creo que debo partir.— Habló Alice.
—Mimi.— Takuya se acercó a su hermana— Creo que debes despedirte.
Y en ese minuto la oji-miel en verdad sintió como su alma se desgarraba, en cualquierminuto su corazón saldría de su pecho y lloraría a más no poder.
Alice le acercó a la pequeña y Mimi acarició su frente, no quería separarse de Natsumi, pero no le quedaba otra opción, debía ser así.
Mimi besó la frente de su pequeña mientras algunas lágrimas brotaban de sus ojos— Te amo mi ángel.— Le susurró— Por favor, no lo olvidemos.— Suspiró— Y algún día volveremos a estar juntas.
~Actualidad~
Mimi abrió sus ojos y rápidamente la luz que ingresaba por la ventana impactara con su mirada.
¿Ya era de día?
Hizo una mueca.
Suspiró.
La noche se había pasado tan rápido, pero a pesar de haber dormido no se sentía tranquila por el sueño que tuvo. No le gustaba recordar ese momento de su vida, porque Parecía que por cada hecho que ocurría más lejos estaba de cumplir esa promesa que le había hecho a su pequeña.
Se movió levemente e intentó incoporarse en su cama, pero estuvo no se pudo ya que se dio cuenta que unos brazos la rodeaban.
Alzó la mirada y se dio cuenta que su novio dormía con ella. El rubio se encontraba tranquilamente sobre la cama con los ojos cerrados y la luz provocaba que su cabello se viera más claro de lo que era.
¡Rayos!
Ver a ese chico era como ver a su pequeña Natsumi, la hija que ambos tenían y que Yamato no conocía.
Suspiró.
Sin duda era extraño tener ese sueño y luego despertar en sus brazos.
No la hacia sentir bien, porque ella prácticamente lo estaba engañando. Quizás lo hacia por un "bien" porque tenía miedo de que algo le ocurriera, principalmente por su padre y ahora se le sumaba otra pregunta luego de lo que se enteró ayer ¿qué ocurría si los padres de Yamato hacian algo similar con ella como la habían hecho con Jun?
Se mordió el labio inferior.
Esta situación cada vez se volvía más difícil, sin embargo ella...
Debía tomar una decisión.
Pero para hacer aquello necesitaba hablar con Takuya.
Se movió levemente en el lugar dispuesta levantarse, sin embargo a pesar de que logró zafarse de los brazos de su novio este a los pocos segundos se removió entre sueños, sus ojos se abrieron y su prenetrante mirada se fijaron en ella.
—Yamato.— Mimi hizo una mueca— Disculpa, no quería molestarte.
El chico observó a su al rededor intentando orientarse— Mi-mimi.— Balbuceo y pasó una mano por su rostro— No te preocupes, estoy bien.— Se levantó levemente— ¿Tu estás bien? ¿Qué ahces despierta?
—Yo te estoy bien.— Contestó la castaña— Simplemente me levanté porque mira, ya es tarde.— Alzó su móvil y observó la hora— Ya son las once.
—¿Ya?— Preguntó Yamato sorprendido y al revisar su móvil se dio cuenta que efectivamente era esa hora— Tienes razón, es bastante tarde.
Mimi asintió— Llegarás tarde a tu clase.
—¿A mi clase?— Preguntó el rubio.
—Si ¿no entras temprano los Lunes?— Preguntó la castaña.
—Creo que te equivocas.— Respondió el Ishida— Recuerda que hoy es día festivo, ni las universidades, preparatorias y demás tienen clases.
Mimi hizo una mueca— Se me había olvidado, disculpa.
—No te preocupes.
Mimi se acercó a él, acarició su rostro y besó su mejilla— Muchas gracias por acompañarme.
—No me agradezcas fue un gusto.— Respondió Yamato.
Mimi sonrió— Debo agradecerte, cualquiera no haría esto a nadie les gusta las clínicas y supongo que querías aprovechar tu fin de semana con la banda o haciendo otras cosas.
—Bueno, quería pasarlo contigo y aquí estamos.— Contestó el rubio.
Mimi no pudo evitar sentirse conmovida ante esto, era increíble ver la forma en que la trataba aquel chico, Yamato siempre había sido frio y distante con los demás, pero con ella tenía gestos bonitos.
¡Toc, toc!
La puerta sonó.
Yamato y Mimi intercambiaron miradas.
—¿Esperas a alguien?— Preguntó el rubio.
—No.— Respondió la castaña— Pero debe ser...
—Mimi ¿estás despierta?— La voz de Takuya se escuchó desde afuera.
—Mi hermano.— La Tachikawa completó su frase.
Era increíble, parecía como si lo llamara con la mente.
Rumiko tomó asiento sobre su asiento al rededor de su escritorio. Suspiró un tanto molesta, hoy era feriado, pero tenía que resolver todo ese tema que tenía con Tomoko y luego en la tarde con la menor de los Tachikawa.
Observó el reloj.
Tomoko le había enviado un mensaje diciendo que llegaría temprano.
Hizo una mueca, en verdad no quería contratarla, pero no le quedaba de otra, no quería perder todo lo que tenía.
¡Toc, toc!
La puerta sonó.
—Adelante.
La puerta al instante se abrió y la mujer Kimura ingresó al lugar.
—Buenos días.
Rumiko se mordió el labio inferior, ese día no tenía algo bueno— Hola.— Respondió sin más.
Tomoko cerró la puerta y se acercó al escritorio—Vine a saber si es definitivo o no mi contratación en mi internado, supongo que etá listo ¿no?
—No es tu internado.— Rumiko respondió molesta.
—Lo es y tu sabes que si.— Contestó la mujer Kimura— Pero eso no importa, ya dime ¿me vas a contratar?
La mujer rubia hizo una mueca— No me gustaría hacerlo.
—Pero debes.— Tomoko se cruzó de brazos— ¿O quieres que todos sepan lo que hiciste antes?
Rumiko frunció su ceño ante esto y suspiró, en verdad le molestaba esa situación, no quería que su pasado arruinara su presente— No, no quiero.
—¿Entonces?
La rubia suspiró y se levantó de su asiento, sacó una carpeta de su escritorio y la extendió— Toma aquí tienes el contrato de trabajo, será vigente por seis meses.
—¿Solo por seis meses?— Preguntó la mujer de ojos azules.
—Es lo que tengo por el momento, mañana Yamaki se irá a hacer un postgrado a las afueras del país durante seis meses iba a buscar un sub-director reemplazante y apareciste tú.— Alzó una lapicera— Tomalo o dejalo.
Tomoko hizo una mueca, la verdad es que esperaba más, pero no le quedaba más de otra que aceptar, al menos por el momento podría ingresar al internado de forma facil.
Sin decir palabra, la oji-azul abrió la carpeta y revisó el contrato, eran muchas letras, pero las leería.
Rumiko nuevamente tomó asiento en su silla y observó atentamente a la mujer quién leía atentamente el contrato.
Suspiró.
Lo mejor sería esperar.
~Minutos después~
Tomoko llegó al final de la página y dibujó su firma en el lugar donde le correspondía.
—Listo.
—Al fin.— Musitó la rubia antes de tomar la carpeta— Comienzas mañana.
—Muy bien.— Comentó Tomoko— Traeré todas mis cosas entonces al edificio de los empleados.
Rumiko se mordió el labio inferior, en verdad sería fastidioso vivir en el mismo edificio con esa mujer y ver todos los días su rostro.
—Supongo que no podré utilizar ¡mi! habitaciónde seguro tu la tienes ¿no?
—Si.— Respondió la rubia.
—Bueno, vas a tener que desocuparla.
—¿Qué?— Preguntó Rumiko sorprendida— ¿Es una broma, cierto?
—¿Tengo apariencia de estar bromeando?— Cuestionó la Kimura.
La rubia se mordió el labio inferior— Pues olvídalo, yo estoy ahí y no me sacarás.
Tomoko rodó los ojos— Lo harás, Rumiko, quieras o no, este lugar es parte de ¡mi! herencia y que no se olvide que yo sé muchas cosas de ti que te pueden jugar en contra.
Rumiko su puño a más no poder ante esto ¡en verdad era el colmo las amenazas de la Kimura!
Tomoko simplemente sonrió al ver el rostro de la Nonaka, esa mujer ya no tendría el control de todo, al contrario, desde ahora ella se encargaría de acabar con ese imperio de mentiras de Rumiko Nonaka.
Sora observó atentamente la puerta de la habitación de su rubia amiga, se suponía que ambas habían acordado en ir a la clínica temprano, sin embargo, había escuchado a su amiga llorar toda la noche, dudaba que estuviera despierta y la prueba estaba en que había golpeado más de tres veces la puerta sin obtener respuestas.
Suspiró.
¡Toc, toc!
Golpeo por cuarta vez.
—Izumi.— La llamó— Ya es tarde.
No obtuvo respuestas.
—Zoe, ambas quedamos en ir.— Le habló.
Nuevamente no obtuvo respuesta.
—¿Sigues durmiendo?— Preguntó la pelirroja.
Esperó unos segundos una respuesta hasta que en el momento que Sora consideró verdaderamente darse por vencida obtuvo respuesta.
—Lo siento, Sora.— La voz de su amiga se escuchó al otro lado.
—Izumi.— Pronunció su nombre al escucharla— ¡Al fin despiertas!
No pasaron más de diez segundos cuando la puerta de su habitación se abrió y ante sus ojos apareció una Izumi versión zombie. Lucía peor que ayer, tenía unas ojeras terribles, los ojos hinchados, su cabello estaba terrible.
Sora hizo una mueca— Evidentemente no tuviste buena noche.
—N-no.— Respondió la rubia antes de llevar un pañuelo hacia sus ojos— Apenas logré pegar ojo en toda la noche.
—Eso no es bueno.— Comentó la pelirroja— Tu salud se puede ver afectada al estar dos días sin dormir.
—Lo sé, pero se me hizo imposible.— Contestó la oji-verde— Cada vez que cierro mis ojos la escena de Ta-ta...—Balbuceo al final— Ta...—Suspiró— El inombrable y esa idiota viene a mi mente.
La Takenouchi simplemente observó a su amiga con pena, esa situación sin duda alguna era difícil, ella nunca la había vivido, pero se podía imaginar que era peor que haberse enojado con Taichi a causa de la situación con Takeru e Hikari.
—¡Hey! Amiga.— Sora abrazó a la rubia— Debes estar tranquila.
—¿Como quieres que esté tranquila?— Preguntó Zoe— Él jugó con mis sentimientos.
—Lo sé.— Respondió la pelirroja— Pero, tu diste lo mejor de ti en esta relación, siempre le fuiste leal, él fue quién no te valoró, no al revés. Eres fuerte, podrás salir de esto.
—Lo dudo Sora.— Contestó la rubia.
Meses le había tomado olvidar a Takuya luego de todo ese lío con el Akiyama y ni siquiera habían alcanzado a ser novios, ahora la situación sería peor porque habían vivido algo más profundo, se habían entregado en alma y cuerpo, formalizaron su relación ¿cómo superaría aquello?
¡Toc, toc!
La puerta principal sonó.
—Ese debe ser Taichi.— Comentó Sora— Nos ibamos a ir con él a la clínica.
—¡Rayos!— Exclamó Zoe y llevó sus manos a su rostro— Sora, disculpa, pero creo que no iré.
—¿No?— Preguntó la pelirroja.
—No me siento bien, no quiero que Takuya me vea así y tampoco estoy en las mejores condiciones para darle mi apoyo a Mimi.— En esos momentos la Tachikawa necesitaba buenas vibras y energías, todo lo contrario a lo que ella tenía.
Sora hizo una mueca, quería que ambas fueran, sin embargo, entendía la situación— Está bien Izumi, no te preocupes, yo le enviaré tus saludos.
—Gracias amiga.— Respondió la rubia.
¡Toc, toc!
La puerta nuevamente sonó.
Izumi ingresó nuevamente a su habitación cerrando su puerta tras ella y Sora se encaminó en dirección a la principal, cuando llegó abrió y efectivamente el que tocaba era su novio.
—Hola Taichi.
—Hola amor.— Respondió la Takenouchi depositando un beso en sus labios.
—¿Están listas?— Preguntó el Yagami.
—Yo si.— Contestó Sora— Izumi no irá.
—¿No?— Cuestionó Taichi sorprendido.
—No.— La pelirroja cerró la puerta tras ella.
—¿Por qué?— Preguntó el castaño— Pensé que estaba preocupada por Mimi.
—Si, lo está.— Respondió— Sin embargo, no está de ánimo luego de lo que ocurrió con Takuya.
¡Rayos!
Esta vez pensó Taichi ante esto.
—¿C-con Takuya?— Cuestionó Taichi—¿Qué o-ocurrió?— Preguntó como si no supiera lo estaba ocurriendo.
—Ayer tuvieron un problema.— Respondió la pelirroja volteando hacia su novio.
—Que mal.— Musitó.
—Al parecer él le fue infiel.
—¿In-infiel?— Preguntó Taichi.
—Si.—Respondió Sora— Ella lo encontró con Catherine anoche.
—¿Enserio?
La pelirroja asintió— ¿Acaso no sabías?
—N-no he tenido la oportunidad de hablar con Takuya.— Contestó el Yagami nervioso— ¿Cómo es posible que la haya engañado? ¿no habían comenzado recién su relación?
—Si.— Contestó la pelirroja— Pero al parecer Takuya aún quiere a Nene, o bueno, eso es lo que dice Izumi, aunque a mi me deja desconcertada, se supone que él la dejó hace mucho y ella por más que había insistido Takuya siempre la rechazo ¿Por qué después de tantas humillaciones y rechazos vendría a tener algo con ella?
Taichi se mordió el labio inferior ante el análisis de su novia. Sora era una chica súper inteligente e ingeniosa, notaba que algo no cuadraba en esa situación y tenía razón.
¡Rayos!
No quería que se viera involucrada con aquello.
—No sé, Sora, algunas veces hacemos cosas sin pensar.— Respondió Taichi— Pero mejor no sigamos hablando de esto ¿si?
—¿Por qué?— Preguntó la pelirroja— Son nuestros amigos ¿no te preocupa?
—Pu-pues si.— Respondió Taichi— Sin embargo, nosotros no podemos hacer mucho ¿no crees? Ellos dominan su relación.— Habló un tanto intranquilo— Además por experiencias pasadas creo que lo mejor será que tú y yo no nos involucremos en otros líos amorosos, porque podemos tener ideas diferentes y terminara ocurriendo lo mismo que pasó con el tema de mi hermana y su novio.
Buen punto.
La última vez por un problema ajeno ambos habían terminado, no podía permitir que eso otra vez ocurriera, ya que a pesar de que lo de Takeru e Hikari estaba más directamente relacionado por ser hermana de Taichi, en desta situación en particular Taichi iba a querer apoyar a su amigo, Takuya, mientras que ella apoyaría hasta la muerte a su amiga, Izumi, y eso podría traerles problemas.
Mientras tanto en otro lado del internado cierta chica pelirroja de ojos lilas y piel pálida cepillaba su cabello de una manera muy alegre -demasiado para solo estarse peinando-
—Haces que mi día eterno y gris sea fiesta, haces que una luz en mi ya se prenda.— Tarareo Rika mientras se observaba al espejo— Dentro de mi corazón...— La chica pasó una mano por su cabello suelto y sonrió, luego observó su ropa llevaba una remera blanca, una chaqueta celestes y unos jeans rasgados.
¡Rayos!
Hizo una mueca, por un momento pensó en que se vería bien, sin embargo, el detalle de sus pantalones no era muy agradable. Lo mejor sería cambiarlos, pero ¿por qué ropa? Su ropa no era muy bonita.
¡Un minuto!
¿Y si le pedía algo a Hikari?
Rápidamente dejó su cepillo en su mueble y abrió la puerta de su habitación para salir.
¡Bingo!
Pensó al ver a la Yagami en la sala principal.
—Buenos días, Hika.— Saludó sonriente.
—Buenos días.— Respondió la castaña.
—¿Cómo estás? ¿Cómo amaneciste?
—Muy bien ¿y tú?— Hikari le preguntó a Rika curiosa.
—Bien.
—¡Hey! ¿A que hora regresaste ayer? No te escuché llegar.
—Llegué a las doce, supuse que estabas durmiendo así que no te moleste.
Hikari no pudo evitar observarla con cierta intriga— ¿Puedo saber como estuvo su cita?
La pelirroja al escuchar aquello no pudo evitar sonreír al recordar la increíble cita que había tenido el día anterior con Takato— Claro que puedes.
—Por esa sonrisa diría que al parecer estuvo bien tu cita.
—No bien.— Respondió la Nonaka— ¡Excelente! Takato fue todo un amor conmigo, nunca pensé que tener un cita sería algo tan genial.
—¿Enserio?— Preguntó la castaña— ¿Qué hicieron?
—Muchas cosas, al principio no estuve del todo feliz porque viajamos en autobus y tú sabes que odio los transportes públicos, pero cuando llegamos a la plaza todo se olvidó, comimos helados, hablamos y ¡me besó!— Contó rápidamente— Pero a diferencia de otras veces no fueron besos cortos o tímidos, perdí la cuenta que cuantas veces me besó, fuimos a ver una película, no me preguntes de que trataba estaba más centrada en que él tomó mi mano y en que me abrazó miles de veces para besar mis labios.
Hikari sonrió ante esto— ¡Hey! Eso explica porque llegaste tan tarde, la estaban pasando muy bien como para regresar ¿no?
Rika asintió— Si, bastante bien.
—¿Quién lo diría? Tú en una cita.
—Lo sé, suena extraño.— Respondió la pelirroja— Ni yo me lo creo.
—Evidentemente Takato te gusta.— Comentó Hikari.
—No te lo negaré, ya que es verdad.— Habló Rika— Takato me gusta y mucho, tanto así que hoy también saldremos para disfrutar el feriado.
—Eso explica porque estás tan arreglada.— Musitó la castaña, ya que ver a su amiga de esa forma era inusual.
—Casi.— Respondió la pelirroja— Estos pantalones no me gustan ¿tienes algo que me prestes? Quizás un short o una falda.
—¿Falda?— Preguntó la Yagami sorprendida, su amiga siempre se había caracterizado por ser anti-vestidos y anti-faldas, que ella lo pidiera la hacia pensar en que tal vez se acabaría el mundo— ¿Estás bien? ¿o escuché mal? ¿Me pediste una falda?
—Estoy bien.— Contestó Rika— Y no, no escuchaste mal. Quiero verme presentable ¿si?
Hikari sonrió ante esto— Está bien.— Se levantó del sofá— Iré a ver que te puedo prestar.
Rika asintió y su amiga ingresó a su habitación, la pelirroja pasó su mirada por ella y luego su mirada se posó en la otra puerta que estaba cerrada.
¡Cierto!
—¿Damar ya volvió?
—¿Qué?— Hikari volteo rápidamente a observar a su amiga.
—Pregunte si Damar regresó.— Habló la pelirroja— Se supone que ayer le darían el alta y tú estabas con ella.
—¿E?— Balbuceo la Yagami, debía encontrar una excusa, Damar le había pedido que por favor Rika no se enterara de eso, sin embargo, aún sabiendo eso no había pensado en una excusa— S-si, se suponía que le darían el alta, pero hubo un cambio de planes.
La Nonaka alzó una ceja— ¿Cambio de planes?
—Si, ella no regresará todavía.
—¿Por qué?
—Porque no se sentía muy bien.— Respondió la Yagami— Pero dijo que pronto volvería.
—¿Y donde está?— Preguntó Rika— ¿Sigue en la clínica?
—N-no sé.— Contestó Hikari mientras revisaba su armario— No me dijo donde, pero está bien.— Tomó un short celeste— ¡Mira! Esto te servirá.— Se acercó a Rika y se lo entregó— Toma.
Rika sonrió— Muchas gracias.
—Bueno yo ahora debo bajar a ver unas cosas con Takeru ¿si?— Habló la Yagami, en verdad no tenían nada que hacer juntos por el momento, pero no quería seguir con esa conversación— ¿Nos vemos después?
La pelirroja asintió— Si, ve tranquila.
Yamato salió de la habitación dejando a su novia con su hermano, ambos necesitaban hablar a solas, mientras tanto aprovecharía de ir a la cafetería a tomar un té y comer algo, tenía hambre.
Caminó a través del pasillo tranquilamente sin apuro y sin molestias, echo que se vio interrumpido cuando su móvil sonó.
¡Bip, bip!
Tomó su móvil y observó la pantalla.
Kiriha.
Alzó una ceja.
¿Qué quería ese chico ahora?
—¿Hola?— Preguntó el rubio.
—Hola Yamato.— Respondió Kiriha del otro lado— Oye ¿hoy tendremos ensayo?
El Ishida hizo una mueca ante esto, estaba cansado y preocupado por Mimi.
—No, no tendremos.
—¿No? ¿Por qué?
—Porque no estoy de ánimo.
—Pues deberíamos.— Respondió Kiriha— Luego de lo que ocurrió el Sábado necesitamos hablar, Ryo nos dejó en vergüenza a todos.
Ryo.
Yamato apretó su puño al escuchar ese nombre. La verdad de las cosas era que se había olvidado de lo ocurrido con la banda, sin embargo, no había olvidado lo que había hecho a continuación de eso con ¡su! novia. Ese chico en aquella noche tocó o mejor dicho pasó los límites de su paciencia, por mucho tiempo le había soportado muchas cosas, pero ya estaba aburrido y totalmente molesto por esa situción.
Necesitaba hacer algo al respecto contra él por todo lo que hizo.
¡Y lo haría!
—Tienes razón Kiriha, debemos hablar de esto.— Respondió Yamato— Dile a los demás que tendremos ensayo a la misma hora de siempre, pero a Ryo dile que llegue más tarde.
—Está bien.— Contestó el rubio al otro lado de línea.
Takeru observó su habitación.
Suspiró.
En verdad era un caos y todo por su culpa, de manera casi inconsciente había comenzado a dejar su ropa sobre su escritorio y ahora se había acumulado un gran bulto de calcetines mal olientes, camisas, pantalones, chaquetas entre otras cosas que debería llevar a la lavandería.
¡Que mal!
Odiaba tener que ir hasta ella, pero no le quedaba de otra.
Rápidamente tomó el canasto que utilizaba para llevar su ropa, luego tomó el bulto y lo depositó sobre este.
¡Rayos!
El canasto era muy pequeño en comparación a la montaña de ropa, tendría que se cuidadoso con ella para que no se cayese.
Tomó el canasto entre sus manos y salió de su habitación, atravesó la sala principal en direccción a la puerta principal para salir del departamento, pero estaba en esa pequeña caminata cuando una sudadera y unos pantalones cayeron del canasto contra el sofá provocando que una carpeta que había en ella se abriera y miles de papeles se esparcieran por el suelo.
Takeru bufó.
Esto si era mala suerte.
Depositó la canasta con ropa en el suelo, a continuación recogió su sudadera y su pantalón, los depositó en la montaña de ropa y luego su mirada se desvió hacia los papeles que estaban en suelo junto a la carpeta.
Hizo una mueca.
Esa carpeta era de Takato ¡Rayos! De seguro era un trabajo importante o algo así.
Rápidamente comenzó a tomar los papeles uno por uno depositandolos sigilosamente en la carpeta intentando dejarlos lo más ordenado posible. Estaba en esos cuando derepente algo llamó su atención ¿Qué cosa? Un gran título color negro -al parecer de noticia de diario- que decía "Niños de sociedad corruptos" y tenía una subtitulo "La noche del tres de Abril que arruinó la imagen del internado Billonario de Odaiba"
¿Qué?
Takeru alzó las cejas alarmado.
—¿De qué quieres hablar conmigo, Mimi?— El moreno le preguntó a su hermana.
La oji-miel tomó aire armandose de valor para decir lo siguiente—Takuya, sé que nos estoy en el lugar indicado o en la situación más apropiada para pedir esto, pero no sé cuantos días he estado aquí.— Habló— Y la verdad es que toda esta situación me ha hecho pensar solo en mi hija.
—No es para menos, Mimi.— Comentó el moreno, entendía que luego de saber que Yamato pudo haber tenido otro hijo haría más presente la imagen de Natsumi.
—S-si, bueno yo...— Bajó la cabeza y suspiró— Takuya sé que esto te sonará extraño, pero quiero ver a Natsumi.
—¿Ver a Natsumi?— Preguntó Takuya sorprendido— Cuando salgas de aquí podrás verla...
—Si, pero necesito verla ahora.— Respondió la Tachikawa— A su madre adoptiva y a ella.
—¿A si?— Cuestionó el moreno— ¿Por qué?
—Porque tomé una decisión.— Contestó Mimi— Y se la haré saber a Alice.
—¿Qué decisión?
—Ya sabrás.— Respondió la oji-miel— Ahora necesito que la llames.
Takuya alzó una ceja— ¿Quieres que vengan?
—Si.— Contestó Mimi decidida— Luego de esto que me ocurrió me quedó más que claro que la vida es fragil, no digo que me vaya a morir, pero uno nunca sabe lo que puede ocurrir.— Suspiró— Necesito hablar con Alice, por favor, llamala y dile que traiga a mi hija.
—¿No te preocupa que Yamato pueda verla?— Preguntó el moreno.
La castaña se mordió el labio inferior al escuchar esto, la verdad es que si le daba miedo, sin embargo, el rubio ya había visto a la pequeña rubia anteriormente y nunca sospechó que fuera su hija.
—No.— Respondió Mimi— Por favor, llama a Alice.
El otro día la madre adoptiva de Natsumi le había hecho una pregunta y no la había podido responder, hoy tenía en claro que lo que quería hacer.
—Está bien.— Respondió Takuya aún impresionado por la actitud de su hermana, pero lo haría.
Takeru observó una y otra vez los papeles que tenía en sus manos sin poder creer lo que decía en ellos.
¡Eran artículos de aquella maldita noche!
¿Cómo rayos Takato los tenía?
Se suponía que nada de eso estaba redes (o al menos eso creía) sus padres se habían encargado de callar a los medios para que su "deshonra" no fuera pública. Pero este chico ahora tenía esa información en su poder.
¿Por qué?
No recordaba haber hablado de algo así con él.
¿O si?
El sonido de la puerta de la habitación de Takato lo sacó de sus pensamientos y rápidamente guardó la carpeta entre su ropa que aún yacía en el suelo.
—¡Hey! Takeru.— El castaño lo saludó.
—Ho-hola Takato.— Respondió el oji-azul mientras ordenada la ropa para camuflar la carpeta.
—¿Qué haces?
—¿E?— Balbuceo el rubio levemente y en un rápido movimiento acomodó su ropa con la carpeta en su canasto— E-estoy llevando ropa a lavandería.— Tomó una chaqueta— Mira la montaña que se armó en mi habitación.
Takato observó el canasto lleno de ropa— Te tomará un buen tiempo.
—Si, tristemente.— Respondió Takeru y se levantó—¡Hey! Ayer Llegaste bastante tarde, no te escuché llegar.
—¿E? S-si.— El castaño llevó una mano a su nuca— Con Rika llegamos un poco tarde.
Takeru sonrió de lado— Uh~ eso significa que estuvo buena la salida.— Le dedicó una mirada picarona al chico provocando que se sonrojara.
—¿E? S-si a-algo así.— Balbuceo.
El rubio simplemente rió para sus adentros, sin dud esos dos se estaban enamorando y era muy gracioso en cierta medida porque ambos eran muy diferentes, pero se complementaban en cierta medida.
—Oye ¿tienes algo que hacer esta tarde?— Preguntó Takato— Aparte de ir a lavar.
—¿A que se debe tu pregunta?— Cuestionó el rubio un tanto sorprendido.
El castaño asintió— Es que saldré con Rika.
—¿A si?— Cuestionó Takeru— ¿Donde?
—A comer y luego a recorrer la ciudad.— Respondió Takato— O tal vez otra cosa, en el momento se verá.
—Que bien.— Comentó el oji-azul.
—Y queríamos invitarlos a Hikari y a ti.— Preguntó el Matsuki.
—Rayos, es buena la invitación, la aceptaría con gusto.— Contestó Takeru— Pero mira toda la ropa que debo lavar y lamentablemente tengo dos trabajos que entregar en la semana y una presentación a preparar junto a Hikari.
—Entiendo.— Habló Takato— Para la otra será ¿no?
El rubio asintió— Si con gusto aceptamos tu invitación.
¡Bip, bip!
El movil del castaño sonó, así que lo sacó de su chaqueta y lo observó.
—Me tengo que ir.— Anunció Takato.
—¡Uh! No me digas que Rika te está controlando.— Comentó el oji-azul.
—¿Q-qué? N-no, no, claro que no.— Respondió el castaño— Es simplemente que voy un poco tarde y se nos va a pasar el autobus.
—¿Autobus?— Preguntó el rubio— ¿Desde cuando Rika viaja en transporte público?
—Desde que sale conmigo.— Contestó Takato.
—Eso ya suena compromiso.— Bromeo el rubio.
El castaño rodó los ojos— En verdad eres molestoso.— Ahora entendía a lo que se refería Rika cuando se refería a Takeru.
—¿Mimi quiere ver a Natsumi?— Preguntó Alice sorprendida ante las palabras que recién le había dicho Takuya.
—Si, quiere ver a su hija.— Respondió el moreno del otro lado de la línea.
¡Rayos!
Pensó Alice ante esto, a diferencia de otras veces no le agradaba la idea de tener que llevar a su pequeña donde Mimi. Después de todo lo que estaban viviendo los hermanos Tachikawa, no le daba mucha confianza en llevar a Nat donde ellos.
Sabía que eran su familia, Mimi su madre, Takuya su tío, Damar su tía, sin embargo, no estaban bien, la oji-miel tenía crisis de pánico, la menor había tenido un colapso de drogas (algo sumamente grave y preocupante) Y más encima querían que Natsumi fuera a ver a su madre que estaba en la clínica.
¡En la clínica!
La rubia era super enfermiza, si la llevaba hasta allá había una gran posibilidad de que pescara un resfrio o algo así.
—Takuya ¿estás seguro de esto?— Preguntó Alice.
—¿Por qué preguntas?— Cuestionó el moreno sorprendido.
—Pu-pues, es una clínica, Mimi no está bien.
—Si, lo sé, pero ella me pidió hablar contigo y ver a su hija.— Respondió el castaño— Luego de todo lo que le ha ocurrido no es para menos que quiera estar con ella.
Alice se mordió el labio inferior, entendía que Mimi la estuviera pasando mal, sin embargo, era difícil esta situación.
—¿No estás ocupada, cierto?— Preguntó el moreno.
—La verdad es que si, en estos minutos no podría llevarla.
—Entiendo.— Respondió Takuya—¿Y mañana?
La pelirroja guardó silencio por unos minutos, en verdad no quería ir, pero sabía que no podía negarse, Mimi era su madre, aunque le costase admitirlo.
Suspiró.
—Takuya ¿no podríamos esperar a que Mimi salga de la clínica?
—Tristemente no sabemos cuando le darán el alta a mi hermana.— Habló el castaño— La taquicardia no fue leve, podría darle otra.
¡Rayos!
Pensó Alice.
Hubieron unos segundos de silencio y la pelirroja pensó serimanete en cortar la llamada para no seguir con esa conversación.
—Por favor, Alice, es importante que vengas.—Habló Takuya— Mimi me dijo que aparte de ver a su hija necesitaba hablar contigo.
¿Hablar con ella?
—¿Enserio?
—Si.— Respondió el moreno.
—¿De qué?
—No sé, solo me dijo que debía decirte algo.
—¿Y no podría ser después?
—Ella insistió que era importante.
¡Rayos!
Alice pensó y se mordió el labio inferior.
¿De qué quería hablar? ¿Podría ser que tal vez le daría una respuesta a la conversación del otro día?
Bueno, fuera como fuera no estaba totalmente convencida de llevar a Natsumi a ese lugar.
—Por favor, Alice.
Ryo caminó en dirección a la sala de música, sus compañeros de banda lo habían citado a una reunión de la banda. La verdad es que no iba de buen humor, lo único que quería era disfrutar de su día feriado tomando y fumando, sin embargo, debía asistir. Sabía que sus compañeros lo iban a regañar por lo ocurrido el otro día y aunque no quería esto, no podía faltar luego de lo ocurrido.
Cuando llegó a la puerta, giró la perilla e ingresó al lugar y todos los presentes voltearon hacia él.
—Llegué.— Anunció el chico castaño— Disculpen la tardanza, pero estaba ocupado.
"Ocupado"
Yamato rodó los ojos, ese chico traía un fuerte aroma a marihuana y alcohol, evidentemente estaba ocupado en sus vicios y no en cosas importantes.
—¿Y bien? ¿Comenzamos a ensayar?— Preguntó el Akiyama, pero se percató de que en ese lugar habían cuatro y no los cinco integrantes de la banda— ¡Un minuto! El señor puntualidad todavía no llegó.
El Ishida se cruzó de brazos— No, no ha llegado.
—Y luego yo soy el imputual.— Musitó el Akiyama rodando los ojos— Ahora ¿cómo vamos a ensayar sin nuestro guitarrista principal?
—No importa que Kouji no haya llegado, finalmente esta junta no es para ensayar.
—¿A no?— Preguntó el Akiyama sorprendido— Entonces ¿por qué estamos aquí?
—¿Enserio preguntas?— Cuestionó el Ishida.
—Necesitamos hablar sobre lo que ocurrió el otro día.— Informó Kiriha.
—¿El otro día?— Cuestionó Ryo.
—Supongo que al menos lo recuerdas, a pesar de lo borracho que estabas no deberías haber olvidado el escándalo que armaste el otro día.— Habló Yamato.
El castaño se mordió el labio inferior ante esto un tanto nervioso, luego de tantos videos circulando en redes era imposible olvidar el escándalo que había armado.
—S-si lo recuerdo.— Respondió el Akiyama.
—¿Y?— Preguntó Ryouma.
Ryo alzó una ceja— ¿Y?— Cuestionó esto.
Los otros tres intercambiaron miradas.
—¿Esto es enserio?— Preguntó Yamato molesto— Eres tan miserable que ni siquiera vas a pedir aunque sea una insignificante disculpa.
¡Rayos!
El baterista se mordió el labio inferior y guardó silencio por unos segundos, en general le costaba asimilar sus errores, sin embargo, sabía que debía pedir disculpas, porque no había sido algo leve.
—¿E? Bueno y-yo...—Respiró profundo— Lo siento ¿si? Yo no quise...—Habló con dificultad buscando alguna excusa para esa situación— No fue gran cosa...
—¿No fue la gran cosa?— Cuestionó el Ishida— No puedes ser más imbecil, Akiyama.
—Nos dejaste en ridículo a todos en frente del internado.— Habló Ryouma.
—No solo del internado, de todo Japón.— Comentó Kiriha— Videos con tu escándalo se han hecho viral la disquera está enfadada.
¿Qué?
—¿La disquera?— Preguntó Ryo alarmado.
—Si.— Respondió Yamato— Nuestro representante nos acabó de llamar diciendo que estaban a un paso de romper nuestro contrato.
—Pe-pero, no pueden hacer eso.
—Claro que si.— Contestó Ryouma— Y estuvieron apunto de hacerlo, de no ser por el primo de Kiriha probablemente lo hubieran hecho.
¿Cómo?
—Entonces ¿no lo hicieron?
—No.— Respondió Kiriha—Gracias a que mi primo lo impidio.
Ryo suspiró aliviado.
—Pero eso no minimiza esta situación.— Habló Yamato— Lo que hiciste no estuvo mal, estuvo pésimo.
—Lo-lo sé, lo sé.— El Akiyama bajó la mirada— Lo siento de verdad, yo no quise.
—Lo hiciste.
—Si, pero no volverá a pasar.
—Claro que no se repetirá.— Habló el Ishida— Porque nunca volverás a subir a un escenario con esta banda.
Ryo alzó la mirada sorprendido— ¿Cómo?
—Lo que escuchaste, no subirás de nuevo a un escenario con nosotros.
—¿Por qué?
—Porque hemos decidido quitarte de la banda.— Informó Yamato con un tono serio y frio en su voz.
¿Qué?
Ryo no pudo evitar brir la boca a más no poder, literalmente su mandíbula llegó hasta el cielo, ya que no esperaba que eso sucediera.
—¿Es una broma cierto?
Yamato lanzó una carcajada irónica— ¿Va enserio tu pregunta?
El Akiyama se mordió el labio inferior, esto no era justo— Claro que va enserio ¿cómo rayos pueden pensar en querer sacarme de la banda?
—Luego de lo que ocurrió en la última presentación es lo mínimo que podemos hacer, Ryo.— Respondió esta vez Kiriha.
—Nos dejaste en ridículo frente a todos, estabas borracho y ni siquiera te dignaste a cantar.
—S-si, pero fue solo esa vez.— Habló Ryo— Todos tenemos días malos ¿no? Ese día no fue bueno para mi, no pueden condenarme por un error que cometí solo un día.
—Si podemos porque fue grave.— Respondió Yamato— Sin embargo, tú sabes que no ha sido la única vez que has hecho cosas contra la banda, siempre llegas tarde a los ensayos, no rindes completamente, te desafinas, nos desafinas, y además muchas veces nos has dejado sin baterista, hemos tenido que reemplazarte por una caja de sonido.
—Bu-bueno, eso no quiere decir que no esté comprometido.— Insistió el Akiyama.
—Si lo demuestra.— Contestó el Ishida— Y es por eso mismo que queremos sacarte de la banda.
—Pero no pueden.
—Si podemos.
Ryo apretó su puño— ¡Claro que no!— Frunció el ceño— Está banda la formé yo, si no lo recuerdas.
Yamato se cruzó de brazos y observó seriamente al chico— No, no lo he olvidado.— Respondió—Pero que la hayas formado no significa que puedas hacer lo quieras con su reputación.
—No, pero me da más derechos a estar en ella.— Respondió el castaño.
—Te equivocas.— Habló esta vez Ryouma.
Ryo al escuchar su voz no pudo evitar voltear hacia el Aonuma y el Mogami— ¿Ustedes también están de acuerdo con esto?— Se suponía que ellos eran sus "amigos"
—Si.— Respondió Kiriha.
—¿Y con eso ustedes se hacen llamar mis amigos?— Preguntó el castaño de una forma sarcástica.
—Los temas de la banda van más allá de que tú hayas creado la banda, seas el baterista o que seamos amigos.— Habló el Mogami seriamente.
—Nos dejaste en ridículo, no podemos permitir que eso siga ocurriendo.
Ryo frunció el ceño— Apuesto a que Yamato les propuso la idea.
—¿Eso que importa?— Habló esta vez el Ishida— Todos concordamos en que tu debes salir de la banda luego del escándalo que armaste.
—Luego del escándalo que armé.— Repitió el castaño seriamente—¿Estás seguro que haces esto por la banda o por lo que ocurrió el otro día con tu novia?
Yamato hizo una mueca totalmente enfadado— Estoy enojado por lo que ocurrió y créeme tengo ganas de romperte la cara, Akiyama.— Admitió— Sin embargo, esto no es por lo ocurrido esa vez, si no que por la banda que no merece tener a alguien como tú en ella.
—Pues lo dudo.— Respondió Ryo—Conociendo como eres debes estar disfrutando esto luego de lo que le hice ¿no?
La verdad era que si, quería una lección, sin embargo, no se relacionaba, la banda necesitaba un cambio.
—¿Te lo tengo que repetir?— Cuestionó el Ishida—Ya te dije que principalmente es por la banda, hiciste el ridículo, nos dejaste en vergüenza ¿cómo vamos a dejar que un chico como tú continue con nosotros luego de lo que hizo?
—Es mi banda.
—No es solamente tuya.
—Yo le cree.
—Bueno pero la jodiste, aunque la hayas creado no mereces continuar en ella.
—¡Claro que si!— Gritó Ryo.
—No.— Respondió Yamato— Y aunque insistas ya es una decisión tomada.
—¿Tomada?
Kiriha y Ryouma asintieron.
—Desde ahora mismo dejas de ser parte de esta banda.— Contestó el Ishida— Y es nuestra última palabra.
Ryo salió echa una furia de aquel lugar, en verdad estaba molesto a más no poder, este día había sido horrible para él, había visto a la chica que quería salir con otro y a continuacón lo habían expulsado de ¡su! banda.
¡Toc, toc!
¡Toc, toc!
¡Toc, toc!
La puerta del departamento de Hikari sonó una y otra vez.
—Ya voy.— Anunció la castaña.
¡Toc, toc!
—Ya voy.— Anunció nuevamente la Yagami.
¡Toc, toc!
—Dije que ya voy.— Exclamó Hikari molesta antes de abrir la puerta y encontrarse frente a frente con su novio.
—Kari.
—Tk.— Lo llamó por su seudónimo— ¿Por qué rayos golpeas tanto? Casi rompes la puerta.
—Lo siento.— Habló el rubio— Pero necesito hablar ugentemente contigo.
Hikari observó atentamente a su novio y se detuvo a observar el canasto con ropa que llevaba en manos— No me digas que quieres que te ayude a lavar la ropa de nuevo porque no sabes utilizar la lavadora.
—Pu-pues...—Takeru se detuvo unos segundos— No venía para eso, pero ahora que lo pienso no estaría mal que me dieras una mano para esto, aún no se utilizar la lavadora.
La castaña alzó una ceja— ¿No venías para eso?
—No.— Respondió el rubio.
—Entonces ¿por qué golpeabas como si no hubiera un mañana?— Preguntó la Yagami.
—Porque mira lo que encontré.— Respondió Takeru antes de dejar el canasto en suelo, buscar entre su ropa la carpeta y luego entregarsela a la castaña— Takato sin querer dejó esto en la sala principal.
Hikari observó atentamente la carpeta— ¿Qué es esto?
Tomó la carpeta entre sus manos, la abrió y se dio cuenta de los papeles que estaban en ella.
"Niños de sociedad corruptos.
La noche del tres de Abril que arruinó la imagen del internado Billonario de Odaiba"
Hikari alzó una ceja sorprendida y comenzó a leer lo que decía a continuación.
Debía ser broma.
—Takeru ¿por qué tienes esto?
—No es mío, ya te dije que es de Takato.— Respondió el rubio.
—¿De Takato?— Preguntó alarmada— ¿Por qué el tendría esto?
—No lo sé.— Contestó Takeru— Cuando vi esto literalmente quedé en shock, no sé porque rayos Takato tendría eso en su poder.
—Se suponía que toda información acerca de esa noche había sido eliminada.
—Lo mismo creí.— Respondió el rubio— Pero Takato lo tiene.
Hikari hizo una mueca— ¿Y por qué?
—No lo sé.
—¿Alguna vez le hablaste sobre esta noche?
—No, claro que no.— Contestó el oji-azul— Jamás he hablado con él sobre esto, tu sabes que lo tenemos prohibido.
¡Rayos!
Hikari pasó la primera hoja y luego se percató que había una gran artículo títulado "La misteriosa muerte de Henry"
—¿Seguro que es de Takato?— No le cabía en la cabeza aquella posibilidad.
—Segurísimo, a él mismo lo vi con esa carpeta el otro día.— Respondió Takeru— Y no podría ser de alguien más, recuerda que Tomoki se fue del departamento, ahora solo somos nosotros dos.
La Yagami hizo una mueca y observó atentamente la carpeta— Esto debe ser una broma ¿por qué él tendría esto?
—No lo sé.— Habló el rubio— ¿Es posible que Rika le haya dicho algo?
¿Rika?
—¿E? N-no.— Balbuceo Hikari— No creo.— Suspiró— Supongo que no. Tu sabes que para ella así como para todos fue un tema muy complicado y delicado, dudo que le haya querido decir.
—Ambos están comenzando algo.
—Lo sé...—Se detuvo unos segundos a analizar todo— Pe-pero, no creo que todavía tenga la confianza en decirle ¿o si?
—No sé por eso vengo hacia ti.— Respondió Takeru— ¿Puede ser que Rika le haya dicho todo?
Esa era una pregunta que no sabía exactamente si podría responder o no.
¡Rayos!
Fuera como fuera, que el castaño tuviera eso en su poder era algo malo.
Malísimo.
Miyako observó atentamente a Juri, quién evidentemente no estaba de mucho ánimo, su rostro lo decía no sonreía como lo hacia habitualmente, apenas hablaba, llevaban una hora a las afueras del internado y ninguna palabra salía de sus labios, parecía perdida en sus pensamientos.
—Juri.
La llamó, pero pareció no escucharla, porque se mantuvo en silencio.
—Juri.
Nuevamente pronunció su nombre, sin embargo, el silencio fue su respuesta.
¡Rayos!
Se acercó a ella y movió su brazo— ¡Hey! Juri.
La castaña movió levemente su cabeza saliendo del trance en el cual estaba— ¿Q-qué?— Preguntó— ¿Qué ocurrió Miyako?
—¿Qué ocurrió?— La chica de anteojos repitio esto— Mejor dicho ¿qué ocurrió contigo? Has estado callada casi todo el día. Te he hablado mil veces y no respondes, es como si estuvieras en cualquier lugar menos aquí.
Juri hizo una mueca ante esto y suspiró— Lo siento, Miyako, es que estoy un poco distraida.
—Si me di cuenta.— Respondió la peli-lila— ¿Por qué estás así?
—P-por nada.— La castaña tartamudeo levemente al responder.
—No me respondas eso, porque es evidente que si ocurre algo.— Contestó la Inoue— Dime ¿te ocurrió algo? ¿Tienes algún problema?
—No es importante.
—Claro que si, tan solo mira tu expresión.— Habló Miyako— Puede ser que nos conozcamos hace poco, pero ya te conozco lo suficiente, sé que algo te está ocurriendo, dime ¿qué es?
Juri hizo una mueca, su amiga en verdad la estaba aprendiendo a conocer.
Suspiró.
Lo mejor sería desahogarse.
—Es alg con respecto a Koichi.
—¿A Koichi?— Cuestionó la chica de anteojos— ¿Por qué no me sorprende?— Preguntó sarcásticamente.
El último tiempo su amiga solo hablaba de él, pensaba en él o hacia cosas con respecto a él.
Juri se mordió el labio inferior, no quería parecer obsesiva, pero involucrarse con el chico era imposible de evitar.
—¿Qué ocurrió con él esta vez?— Preguntó Miyako.
—Pu-pues él...—Suspiró— Está un tanto complicado con la situación de Damar y Kouji, sobretodo luego de la discusión de ayer.
—Ya me lo imaginaba.— Respondió la chica de anteojos— No es para menos, Kiriha le grito a Kouji frente a todos que supuestamente muere por ella y además está la situación que ya me habías comentado acerca que se habían besado ¿no?
Juri asintió— Si, pero Koichi dijo algo que me dejó un tanto...—Buscó la palabra adecuada— Desconcertada.
—¿Desconcertada?— Preguntó Miyako— ¿Por qué?
—No sé si desconcertada sea la palabra, pero si extrañada.
—¿Por qué?— Cuestionó la chica de anteojos— ¿Qué te dijo?
—Pues...—Juri suspiró— Me acerqué a él, hablamos sobre esta situación, él me comentó que ella fue la primera chica que quiso de verdad y que esta situación con su hermano sin duda alguna es extraña, pero yo quise saber si habría algún problema si es que Kouji y Damar se gustaran, ya que se supone que es su ex, yo pensé que me diría que no, pero me respondió que si y...
—Te rompió el corazón ¿no?— Miyako la interrumpió.
Juri se detuvo ante esto— ¿Q-qué?
—Lo que es escuchaste.— Respondió la peli-lila— ¿Te rompió el corazón?
—¿Por-por qué dices eso?— Preguntó la castaña.
—Porque es evidente que te afecto ¿no?— Habló Miyako— Digo, es notorio en tu rostro que esta situación te afecto.
Juri se mordió el labio inferior, la verdad es que al momento de hablar con su amiga no pensaba en decir esto, pero Miyako había visto algo que ella ni siquiera pensó.
¿Esta situación le había herido el corazón?
—N-no me afecto, simplemente me dejó pensando en que Koichi quizás aún la quiere, nunca dije que me rompio el corazón.
—Pero es evidente que así fue.— Habló Miyako— Por algo te dejo tan desconcertada ¿no?
—Me dejó así porque Koichi es mi amigo.
—Si solo fuera un amigo no te molestaría.— Habló la Inoue.
—Nunca dije que me molestara.
—No, pero si tanto piensas en aquello significa que en verdad algo provocó en ti ¿no?
—Pues claro, preocupación por un amigo, nada más.
—Yo lo dudaría.— Respondió Miyako— Luego del beso que se dieron y de la forma en que lo miras, creo que está más que claro que algo más que una amistad sientes por él.
Ese beso.
¡Rayos!
—No, no, claro que no.
—Yo diría que si.
—Pues te equivocas, Miyako.— Contestó la Katou— Koichi es solo mi amigo, nada más, yo no siento algo más por él.
—Eso es lo que dices.— Habló la chica de anteojos— Pero tu actitud dice lo contrario.
—La actitud que tengo es la que tengo con cualquier otro amigo.
—Bueno, a mi me parece lo contrario y como te dije, tu mirada lo dice.
¿Su mirada?
—Sientes algo por Koichi.
¡No, claro que no!
Ellos solo eran amigos nada más, ella jamás se había confundido con un amigo.
—Estás hablando bobadas.— Habló Juri— Yo no siento algo más que un sentimiento de cariño amistoso por él y aunque nos hayamos besado, no cambia las cosas, jamás me he enamorado de un amigo, yo respeto la amistad, Koichi no me gusta y jamás me va a gustar.
—¿Estás segura de eso?
—Segura.— Respondió la castaña.
—¿Segura que estás segura?
—Claro.
—Bueno deberías pensarlo bien, porque no lo aparentas, tu mirada cuando mira a Koichi demuestra que sientes algo más por él.
Eso era imposile, Miyako debía estar loca ¿cómo su mirada iba a reflejar algo que no sentía?
oichi era simplemente un muy buen amigo y nada más.
Nada más.
Repitió esto último en su mente.
Izumi bajó las escaleras en dirección al comedor sin ánimos, literalmente caminando con los pies a la rastra. No quería salir de su habitación, sin embargo, el hambr ela había obligado a bajar.
Cuando llegó al último escalón observó a su alrededor, sorprendetemente no habían personas, bueno no era para menos, todos debían estar disfrutando de ese día feriado.
Mejor para ella, ya que no quería toparse con nadie.
Caminó en dirección hacia al comedor, pero antes de llegar a la puerta de ahí mismo salió cierta chica castaña de ojos morados.
¡Oh no!
Pensó.
—Miren nadie más quién está aquí.— Habló Nene— La cornu...¡Ups! Digo, Izumi Ishida.
Ambas no se veían desde el último incidente.
La castaña observó a la rubia de pies a cabeza y no pudo evitar notar su aspecto desfavorable.
—¿Es idea mía o luces más fea de lo habitual?— Preguntó Nene.
Zoe rodó los ojos molesta, no quería hablar, ver, ni siquiera estar en el mismo lugar con ella. Luego de todo lo que había acontecido sentía más odio que nunca por ella, quería golpear su rostro contra la pared, pero no lo hacia por respeto a la pared.
—No me hables, Nene.— Respondió antes de seguir caminando.
La castaña simplemente sonrió— ¿Sigues molesta por lo que ocurrió el otro día, cierto?
"Molesta"
Eso era poco.
Se sentía desilucionada, herida, traicionada, despechada, entre otras cosas no muy bonitas.
—No sé para que pregunto, si es obvio.— Habló Nene.
La rubia apretó el puño.
—Debes estar muriendo por dentro al saber que tu novio ama a otra ¿no?— Nuevamente habló la castaña.
"Ama a otra"
Esas palabras resonaron en su mente.
—Dejame Nene.— Quiso avanzar pero la castaña la agarró fuertemente del brazo.
—¿Sabes? Esa noche fue increíble.— Habló Nene— Takuya sin duda sabe complacer a una chica.—Izumi apretó el puño— Entre besos, abrazos, caricias me demostró el amor que siente por mi.— La castaña sonrió— Algo que por ti nunca ha sentido y nunca...—Apretó su brazo— Escuchame ¡Nunca! Va a sentir por...
La chica Amano no pudo continuar hablando porque
¡Pluff!
El puño derecho de la rubia dio en su rostro provocando que la castaña cayera al suelo.
—¡Hey!— La castaña agarró su mejilla— ¿Qué te sucede? Me golpeaste como un hombre.
—Eso es lo que te mereces, Nene.— Respondió la oji-verde.
—Señorita Ishida ¿qué rayos está haciendo?— Una voz se hizo presente interrumpiendo su conversación.
¡Oh no!
Pensó la rubia y al voltear se encontró con la directora, Rumiko, quién no la observaba de buena manera.
La mujer pasó su mirada por ambas chicas.
—Directora, que bueno que llegó.— Nene se levantó del lugar.
¡Lo que faltaba!
Zoe se mordió el labio inferior, ahora si estaría en problemas.
—Esta chica me golpeo.— Nuevamente la castaña le habló a la directora.
—No tienes para que decirlo Nene, la vi.— Respondió Rumiko molesta y luego dirigió su mirada hacia Izumi— Señorita Ishida, esto es el colmó ¿cómo golpear a alguien como un hombre?
La rubia hizo una mueca y bajó la mirada— Lo siento directora Rumiko, pero no tuve más opción.
—¿No tuvo más opción?— Cuestionó la mujer— Claro que si, siempre hay más opciones, mucho más considerando el hecho de que no es primera vez que la encuentro golpeando a alguien y para variar con la misma persona.
—Directora, esta es la muestra de que ella es la agresiva.— Habló la castaña— La otra vez yo simplemente me quise defender, pero ahora no pude.
Zoe dirigió su mirada hacia la oji-morada— No soy agresiva.
—Claro que sí, el golpe que recién me diste es la muestra.— Respondió Nene.
—Ese golpe te lo di porque te lo merecías.— Izumi dirigió su mirada hacia Rumiko— Directora, Nene fue quién comenzó a molestarme.
—Claro que no.— Habló la castaña.
—Claro que si.— Insistió la oji-verde.
—No me importa quién empezó.— Rumiko las interrumpió— Lo que me importa es su reacción señorita Ishida. Por segunda vez la encuentro golpeando a alguien, eso no está bien para una señorita de su clase.— Señaló a Nene— Mire como le dejó el rostro a esta chica.
Zoe observó el rostro de Nene y tenía una notoria marca rojiza en su mejilla.
—Directora, no quería molestarla, pero esta chica desde que llegué se ha encargado de hacerme la vida imposible.— Habló la castaña— Yo simplemente he querido ser su amiga, sin embargo, ella está celosa porque soy cercana con su novio Takuya.
La oji-verde frunció el ceño molesta.
—¿Con su novio?— Preguntó Rumiko— ¿Takuya Tachikawa?
—Si, él mismo.— Respondió Nene.
Qué irónico.
Pensó Rumiko.
Al parecer Takuya había heredado el mismo encanto de su padre, Keisuke Tachikawa, provocando que chicas se pelearan por él.
—No seas mentirosa, yo no te he molestado, tú eres la que se ha encargado de hacerme la vida imposible desde que llegaste porque estaba con Takuya.— Habló Izumi molesta.
—Mentira, tú eres la que comenzó con todo.— Insistió Nene.
—Di la verdad, Amano, fuiste tú.— Contestó Zoe.
Rumiko rodó los ojos, era increíble como las historias se repetían. Dirigió su mirada hacia la castaña e hizo una mueca, ese golpe no desaparecería facilmente. Volvió su mirada hacia la rubia, sin duda esa chica era hija de Natsuko Ishida/Takaishi.
~Recuerdo~
Rumiko iba caminando tranquilamente en dirección a su casa, ya era tarde y tenía una cita muy importante.
Sintió como alguien tiraba su cabello.
—¡Hey!— Exclamó ante esto y al voltear se encontró con una mujer de cabello castaño claro, ojos azules y piel pálida— ¿Natsuko?
La mujer no tenía buen rostro.
—Hasta que al fin te encuentro.— Habló la castaña molesta.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó la Nonaka sorprendida— ¿Por qué me tiras el cabello?
—Porque es lo menos que te mereces.— Respondió Natsuko y luego a Rumiko del borde de su chaqueta de forma amenazante— ¿Creíste que le enviarías mensajes a mi esposo sin que yo me diera cuenta?
¡Rayos!
Rumiko hizo una mueca y llevó sus manos hacia el agarre de la castaña, sin embargo, no pudo quitar sus manos.
—Así que la mosca muerte en verdad lo era.— Habló la oji-azul— Tomoko siempre tuvo razón al decir que tú habías arruinado su matrimonio.— Frunció el ceño— ¡Eres de lo peor!
Rumiko se mordió el labio inferior ante esto— Suel-sueltame.
—¿Cómo te atreves a pedirme eso?— Preguntó la castaña— Después de todo lo que hiciste ¡Te involucraste con mi esposo!
La Nonaka hizo una mueca, el agarré era demasiado fuerte, estaba perdiendo el aire— Fue él quién se involucró con-conmigo.
—Los mensaje me dejaron más que claro que no fue solo un juego de él, si no que tuyo también.— Respondió la oji-azul— Ambos me fueron infiel, me vieron la cara de idiota.— La agarró del cuello.
¡Rayos!
—A diferencia de todas, yo siempre desconfie de ti, nunca me diste buena espina ¡y mira! siempre tuve razón, eres una zorra.
—Natsuko yo no quise...
—¡Claro que quisiste!— La interrumpió— Y lo hiciste, jamás te lo perdonaré.— Dijo antes de golpear su rostro con su puño derecho.
~Actualidad~
Detuvo su mirada hacia Izumi, quizás no era la copia de su madre físicamente, pero todo en su caracter era de Natsuko.
Dirigió su vista hacia la castaña.
Pobre chica.
Pensó.
No la culpaba, si Takuya era como su padre de seguro atraía a todas con su encanto y falsedades, y como consecuencia ahora tendría que sorportar a Izumi, al copia de la odiosa de Natsuko.
Debía tomar cartas en asunto.
—Señorita Izumi a mi oficina.— Declaró Rumiko.
—¿Qué?— Preguntó la oji-verde sorprendida.
—Como escuchó, a mi oficina.— Demandó.
—Pe-pero yo...
—Nada de "pero" vaya sin reclamar ahora mismo.
Nene sonrió ante esto e Izumi apretó su puño completamente furiosa. Por culpa de esa castaña ahora tendría problemas.
Takuya pasó sus manos por su cabello, observó el suelo y exhaló todo el aire que tenía en sus pulmones. En verdad se sentía cansado y estresado, primero Damar, luego Mimi y finalmente su problema con su novia, Izumi. Con quién ni siquiera había podido hablar. Y parar variar ahora parecía ser que tendría otro, Alice por primera vez en su vida se había negado a una petición de ellos, entendía la situación, pero por alguna razón esa situación le dio mala espina.
¡Rayos!
Era como si una nube de mala suerte se hubiera puesto sobre él trayendole problemas y más problemas.
—Takuya.— Una voz femenina se escuchó junto a él y al voltear se encontró con sus amigos.
—Taichi, Sora.— Pronunció sus nombres.
—Hola Takuya.— Saludó Sora.
El castaña se levantó del lugar donde estaba y acercó a ellos— Me alegra verlos.
—Lo mismo digo.— Respondió Sora—¿Cómo está Mimi?
—Está mejor.— Contestó el castaño— Recuperándose de a poco, al menos no ha tenido otra taquicardia y ya no necesita de la mascarilla de oxígeno para respirar.
—Que bien.— Musitó la pelirroja— Izumi y yo no creímos que luego de esa taquicardia lograría respirar sin la mascarilla.
Takuya observó a su alrededor al escuchar el nombre de la rubia— Izumi ¿no vino con ustedes?
Sora negó con la cabeza— No.— Respondió— No vino.
El moreno hizo una mueca ante esto, ya se imaginaba que no iba a querer verlo luego de todo lo que había ocurrido, sin embargo, esperaba que al menos fuera a ver a Mimi y así intentaría hablar con ella.
—¿Puedo entrar a ver a Mimi?— Preguntó la pelirroja.
Takuya alzó la mirada—Si.— Señaló la puerta— Entra.
Sora sonrió y avanzó hacia ella, Taichi quiso hacer lo mismo, sin embargo, Takuya lo tomó del hombro antes.
—Taichi necesito hablar contigo.— Habló el moreno.
—¿Conmigo?— Preguntó el Yagami.
—Si.— Respondió Takuya— Es importante.
¡Rayos!
—Mimi.— Sora se acercó hacia la castaña y la abrazó.
—Hola Sora.— Respondió Mimi correspondiendo a su gesto— Me alegra verte.
—Más me alegra a mi verte a ti.— Habló la Takenouchi y la observó— Ya no tienes la mascarilla de aire, eso significa que estás mejor.
Mimi asintió— Si, ahora puedo respirar sin esa cosa.
—Que bien.— Musitó la pelirroja— Estábamos preocupadas por ti.
"Estábamos"
Esa palabra resonó en su cabeza, porque curiosamente su solo estaba Sora en aquel lugar y no la rubia.
—¿Donde está Izumi?— Preguntó Mimi.
Sora hizo una mueca— No vino.
—¿No?— Cuestionó la castaña, bueno debía suponer que su amiga estaba ocupada en otras cosas.
—Quería venir, sin duda, pero luego de lo que ocurrió con Takuya, Izumi no tiene muchas ganas de toparse con él.
¿Cómo?
La Tachikawa observó a su amiga sorprendida ante aquel comentario.
—¿Con Takuya?— Preguntó Mimi sorprendida— ¿Qué ocurrió entre Y fue en ese momento que la pelirroja cayó en cuenta de que la Tachikawa no sabia.
¡Rayos!
—¿E?— Balbuceo la pelirroja— ¿N-no sabías?
—¿Saber qué?— Cuestionó la castaña.
—¿E? Na-nada.— Respondió Sora.
—¿Cómo qué "nada"?— Preguntó Mimi— Me acabaste de decir que algo había ocurrido entre ellos.
La Takenouchi se mordió el labio inferior y guardó silencio, maldiciendose por haber hablado más de la cuenta.
—Sora.— Nuevamente habló la Tachikawa— ¿Qué ocurrió entre ellos?
La pelirroja no pudo evitar sentirse más tonta de lo habitual, finalmente ella no era de las personas que hablara demás o sin pensar.
¿Cómo no se le había pasado por la cabeza que Takuya no le había dicho a Mimi sobre lo que ocurría entre ellos?
—Sora.— La oji-miel nuevamente llamó a su amiga.
—Ig-ignora lo que dije, amiga, son solo cosas sin importancias.— Respondió la Takenouchi.
—Que quieras evadir el tema me hace pensar de que si tiene importancia.— Mimi se cruzó de brazos.
La pelirroja suspiró, su amiga era insistente, finalmente lograría que le contara y ya no podía actuar como si algo pasara, porque por hablar sin pensar ahora estaba en esta situación.
—Ocurrió algo entre ellos, tristemente.
—¿Tristemente?— Preguntó la castaña— ¿Qué ocurrió?
—T-tu hermano...—Se detuvo.
—¿Qué hizo?
Sora bajó la mirada— Takuya...— Suspiró— Mimi, no creo que yo sea la persona más indicada para hablarte de esto, son problemas de ellos.
—Problemas.— La Tachikawa repitió esto— Significa que algo grave ocurrió, dime.
—No puedo, es tema de ellos.
—Hasta el momento nadie me ha dicho algo lo que significa que no me quieren decir.— Habló Mimi— Así que tendrás que decirmelo tú.
—Pero Mimi.
—Dime.
Sora suspiró molesta consigo misma, esto le pasaba por hablar sin pensar.
—¿Qué hizo mi hermano?
—Él...
—¿Él?— La castaña observó intrigada a su amiga.
—Mimi no quiero sonar chismosa.
—Dime de una vez.— Respondió la Tachikawa.
Sora nuevamente suspiró— Tu hermano engañó a Izumi.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste...— Respondió la pelirroja— Takuya engañó a Zoe.
—Su comportamiento es completamente inaceptable señorita Ishida.— Habló Rumiko molesta.
Izumi hizo una mueca ante esto y apretó sus puños.
¡Era injusto que ella se llevase todo lo malo de esa situación!
Nene había comenzado a fastidiara.
—Segunda vez en esta semana, no me diga que ahora comenzara a comportarse a diario de esta manera.
Si Nene la seguía incitando probablemente lo haría, sobretodo luego de lo que había ocurrido con Takuya hace unos días atrás.
—Su comportamiento no está siendo correcto.
¿Correcto?
Izumi alzó la mirada y no pudo evitar sentirse verdaderamente ofendida ante aquel comentario, porque esa mujer -Rumiko Nonaka- no tenía el derecho de hablarle de un comportamiento "correcto" finalmente lo que ella le estaba haciendo a su hija no era algo que estuviera bien, ni mucho menos lo que había hecho para quedar embarazada, se suponía que Kousei y Tomoko estaban casados ¿no? Rumiko se había entrometido entre ellos.
Quizás ella, como adolescente, no había hecho las cosas bien al engañar a su ex novio o al involucrarse con Ryo, pero Rumiko como adulta tampoco lo estaba haciendo bien.
—Directora Rumiko yo...
—No me responda, la que está hablando soy yo.— La mujer la interrumpió.
Izumi se mordió el labio inferior y apretó con más fuerza sus puños, ella tenía muchas cosas que decir, sentía impotencia, enojo, decepción, entre otras cosas y en serio se sentía molesta por saber que la directora le había creido a Nene antes que a ella.
—Al parecer el castigo que le di no fue lo suficiente para acabar con esta confrontación, tendré que darle otro castigo más.
¡Rayos!
—Pero...
—Nada de peros señorita, no tiene derecho a reclamar luego de lo que hizo.
La rubia apretó sus dientes totalmente furiosa,no quería meterse en más problemas, pero estaba siendo casi imposible controlarse.
Suspiró.
—Tendré que castigarla.— Habló Rumiko— Otra vez.
—¿Qué?— Preguntó la oji-verde— No...
—Silencio.— La mujer la interrumpió— Usted no está en la mejor posición para reclamar.
Zoe apretó los dientes molesta.
—Por su mal comportamiento tendrá que trapear sola el suelo de todo el internado.
¿Qué?
¡Eso no!
—Pero es mucho.
—Bueno entonces comience desde ya.
—Hoy es día festivo para descansar.
—Lo hubiera pensado mejor antes de comportarse de la forma en que se comportó.— Respondió Rumiko.
Izumi apretó sus puños completamente enfadada, la que merecía ese castigo era Nene ¡No ella! pero por caer en sus provocaciones ahora tendría que cumplir.
—Permiso.— Fue lo único que dijo antes de levantarse de su asiento y encaminarse a la salida.
Rumiko simplemente observó esto y suspiró, en verdad estresante trabajar en aquel lugar.
La puerta se cerró tras la chica y la adulta se dejó caer sobre su asiento recriminandose así misma por no haber aceptado aquella invitación que le habían hecho a las termas. Sabía que debía cumplir con su trabajo en este lugar, pero parecia que todo iba de mal en peor. Y ahora todo se veía peor con la llegada de Tomoko.
Suspiró.
Tal vez, debía conseguir otro trabajo.
¡Bip, bip!
Su movil sonó y observó la pantalla.
"Tally Onodera"
Reconoció el nombre de una de sus supervisoras, se suponía que ella tendría el día libre hoy, pero luego de todo lo que había ocurrido decidió dejarla a ella a cargo de toda la hospitalización de la menor de los Tachikawa, ya que no soportaba la de tener que lidiar nuevamente con esa chica.
Tomó su móvil y contestó.
—¿Hola?— Rumiko habló al movil y unos segundos de silencio se hicieron presente— ¿Cómo?— Otro silencio— Debe ser una broma.— Apretó el puño— ¡No puede ser!
¡Genial!
Otro problema más.
—¿Por qué necesitas hablar conmigo Takuya?— Taichi le preguntó al moreno un tanto intranquilo, no tenía muy buena espina de esa conversación, enserio sentía que las cosas no saldrían bien, quizás su amigo había sabido la verdad y ahora quería encararlo.
—De Zoe.
¡Rayos!
Pensó Taichi.
—¿D-de la hermana de Yamato?— Preguntó nervioso— ¿Por qué necesitas hablar conmigo de ella?
—Porque ella está enojada conmigo por algo que ocurrió la noche de la fiesta.— Respondió Takuya tomando asiento en donde se encontraba anteriormente a que llegaran el Yagami con su novia.
—¿La noche de la fiesta?— Cuestionó— ¿Por qué?
—Porque luego de que tú y yo hablamos, algo ocurrió que provocó que Izumi me encontrara con...—Takuya suspiró— Nene.
—¿Con Nene?— Preguntó Taichi— ¿En qué situación?
—En la cama.— Habló el moreno con pesar— Ya te imaginaras en que contexto.— Continuo el Tachikawa— Y Zoe nos vio.
El Yagami hizo una mueca— ¿Enserio?— Intentó fingir sorpresa— Eso no es bueno, no debió gustarle.
—Para nada.— Respondió el moreno— Se enfadó conmigo.
—Bueno no es para menos, finalmente te encontró siendo el infiel con tu ex.— Habló el Yagami.
—Lo sé, pero hay algo que no me cierra en esta historia.
¡Rayos!
—¿Qué no te cierra?— Cuestionó el hermano de Hikari— ¿Por qué?
—Porque de un momento a desperté al lado de Nene, pero no recuerdo haberme encontrado con ella en esa noche, ni mucho menos haberla besado o haber pasado algo más.— Habló el hermano de Mimi— Literalmente es como si hubiera aparecido de la nada en aquel lugar.
Taichi se mordió el labio inferior nervioso ante aquella declaración, ya que tristemente el sabía el trasfondo de toda situación, lamentablemente, porque él la había provocado.
—¿Y-y por qué me dices esto a mi?— Intento no tartamudear pero fue imposible.
—Porque lo último que recuerdo es que me encontré contigo y luego de que dejamos de hablar pierdo el conocimiento de lo que sucedió a continuación.— Respondió Takuya— Por casualidad ¿tú sabes lo que ocurrió conmigo después?
—¿e?— Taichi balbuceo levemente ante esto.
~Días atrás~
Taichi observó atentamente el sofá en donde yacía Takuya durmiendo, al parecer el medicamento que le había entregado Nene había funcionado, porque el moreno parecía dormir sin molestia.
—¡Vaya! Hiciste todo conforme al plan ¿e?— Una voz femenina se escuchó tras él y al voltear se encontró con la castaña.
El Yagami se mordió el labio inferior y simplemente guardó silencio ante la molestia e impotencia que sentía por aquella situación. En verdad había sido tonto al caer en esa trampa y al haberse involucrado con Catherine por despecho, finalmente él sabía que sus sentimientos serían hacia la pelirroja y no hacia otra chica.
¡Maldita habia sido esa noche en la playa!
Siempre se recriminaría por aquella mala decisión y principalmente por estar haciendole esta mala jugada a su amigo, quién a diferencia de muchos otros siempre había estado a su lado apoyandolo y aconsejandolo.
—¿Por qué colocas esa cara de sufrimiento Taichi?— Preguntó Nene.
El Yagami hizo una mueca— ¿Acaso quieres que sonría?
—Pues claro.— Contestó la oji-morada— Finalmente si haces todo esto no perderás a tu amada Sora.
Taichi apretó su puño— Le arruinaré la relación a mi amigo por proteger la mía.
—Le estás haciendo un bien Taichi.
—¿Un bien?
—Si.— Respondió la chica Amano—Cuando esté conmigo va a ser mucho más feliz que ahora está con esa rubia idiota.
Eso lo dudaba en lo absoluto, Takuya siempre había dicho que relacionarse con aquella chica había sido un error, porque no la quería, tal vez con ella vivió diferentes experiencias, pero a la persona que él quería en verdad era a Izumi.
La chica caminó en dirección al sofá y pasó su mano por su rostro— Por fin volveremos a estar juntos, así como siempre debimos estarlo.— Depositó un beso en la mejilla del moreno, luego volteo en dirección al Yagami— ¡Vamos! Ayudame.
—¿Qué?— Preguntó Taichi— ¿A qué?
—A llevarlo a ese lugar que me dijo Catherine.
Al Internado antiguo.
¿Acaso estaba loca?
—Ese no era el trato.— Habló el chico— Ustedes simplemente me dijeron que debía hacerlo dormir.
—No te dijimos solo eso.— Respondió Nene— Te dijimos que debías hacer todo lo que nosotras te dijeramos, incluido el hecho de hacerlo dormir.
—No.— Respondió Taichi— No lo haré.
—Lo tendrás que hacer.
—No quiero.
—Bueno, entonces puedes despedirte de tu relación con Sora.— Nene alzó su móvil mostrando el video— Aquí está la prueba de que no la quieres como tanto decías.
Taichi observó atentamente la pantalla y la impotencia subio de nivel al ver esas imágenes ¿cómo rayo había sido tan idiota?
Apretó más sus puños y observó al moreno.
En verdad no quería hacerle esto, después de todo eran amigos, pero no le quedaba de otra, no quería romper el corazón de Sora y mucho menos perderla por algo que había hecho sin pensar.
Nene tomó el brazo derecho de Takuya— ¡Vamos! Ayudame a llevarlo antes de que despierte.
Taichi alzó su puño derecho completamente molesto y con todas sus fuerzas golpeo la pared provocando que en el lugar resonara el golpe.
—¡Hey!— Nene exclamó asustada ante el estruendoso golpeo— No seas agresivo.
Taichi simplemente ignoró a la chica y volvió a golpear la pared un par de veces más hasta que se percató de que un liquido rojizo salió de él.
~Actualidad~
Llevó su vista a su mano derecha en donde llevaba una muñequera tipo guante sin dedos que utilizaba desde entonces para ocultar la autoflegelación de aquella noche.
Suspiró.
—Disculpa Takuya, pero no sé que ocurrió luego de nuestra conversación.
Mintió, si, mintió.
Y fue en ese momento que se dio cuenta de lo mala persona que era.
"Takuya engaño a Izumi"
Esas palabras resonaron en su cabeza sin poder creerlo, ya que era completamente imposible que así fuera, literalmente una locura, su hermano no podría engañarla, se suponía que la quería ¿no? (Bueno a Kouji lo consideraba su mejor amigo y también lo estimaba y le quitó la novia, pero este caso era diferente) Además, recién estaban comenzando una relación...otra vez.
¡Rayos!
En verdad esto era una pésima noticia.
—Es broma ¿cierto?
Sora hizo una mueca— Ojalá lo fuera, amiga.
¡No!
La seriedad en su voz, la verdad en su mirada y las expresiones daban indicios de que la Takenouchi estaba siendo sincera, tristemente.
Se mordió el labio inferior.
—Pe-pero ¿cómo?— Intentó hablar— ¿Cómo ocurrió? ¿Cuando? ¿Por qué no me habían dicho?
—Mimi, por favor, no te sobresaltes.— Sora la tomó del brazo intentando tranquilizarla.
—Lo siento, Sora, pero no puedo evitar ponerme así luego de lo que me dijiste.— Habló la castaña— Dime ¿cuando? ¿Cómo? y sobre ¿por qué rayos nadie me lo dijo?
La Takenouchi guardó silencio por unos segundos nuevamente maldiciendose así misma por haber hablado demás ¡Ella no era de ese tipo de personas! Siempre era prudente y limitada al hablar, siempre meditaba muy bien sus palabras antes de decirlas ¿por qué esta vez no lo había hecho?
—Sora.— Mimi la llamó nuevamente.
La pelirroja suspiró, lo mejor seria resignarse a decirle todo— Fue el mismo día que llegaste a la clínica, cuando sufriste la crisis.
—¿El día de la fiesta?
Sora asintió— Si.— Respondió— Fue ese día, Izumi los encontró juntos en aquel lugar donde te llevó Yamato la otra vez.
—¿Juntos?— Preguntó Mimi— ¿De qué forma?
—Acostados.— Contestó la Takenouchi.
¿Qué?
No, eso era imposible. Salvo que Nene hubiera acudido a sus planes malvados o amenazas como para que eso ocurriera.
—Zoe lógicamente no reaccionó bien al verlos así y por eso no se han hablado.— Continuo la Takenouchi— Y tampoco te habíamos dicho porque justo se presentó esto, no merecías tener más emociones fuertes de las que ya tienes.
Mimi hizo una mueca, entendía su punto, pero no lo compartía.
—Debieron haberme dicho, esto es importante, son mi mejor amiga y mi hermano los que se vieron afectados por esta situación.— Habló la castaña— Dime ¿enserio crees que Takuya haría algo como eso?
—No estoy segura, Mimi, tu conoces a tu mejor que yo.— Respondió Sora— Lo único que te puedo decir es que Zoe está mal, nunca la había visto así, ni siquiera cuando discutía con Kouji, y eso es mucho decir porque esos dos como pareja no funcionaban del todo, pero eso ya es otra historia.
Mimi se mordió el labio inferior y llevó una mano a su mentón esta situación no estaba bien.
—Te gusta.
—No.
—Te gusta.
—No.
—Te gusta.
—¡Ya te dije que no!— Juri elevó la voz un tanto molesta.
—Eso es lo que tus palabras dicen, pero tu mirada dice otra cosa.
—No.
—Si.
—No.
—Si.
—Estás inventando.
—Claro que no.— Respondió Miyako.
—Ya deja de molestarme con eso ¿si?
Juri suspiró, su amiga era muy insistente y ya le estaba comenzando a molestar esa situación.
Ella no estaba enamorada de Koichi.
Y nunca lo estaría.
—Bueno, bueno, dejaré de molestarte con Koichi, pero seguiré hablando de él ¿planeas contarle lo que supimos de Rumiko?— Preguntó Miyako.
—¿Lo que supimos de Rumiko?— Juri repitió esto y ese recuerdo regresó a su mente.
~Días atrás~
—Usted no me va a expulsar.— Ryo le habló a la madre de Rika.
—Debería hacerlo.— Rumiko habló molesta golpeando su escritorio— En realidad, debí haberte expulsado hace mucho de este Internado.— La voz de la madre de Rika se escuchó en el lugar.
Ryo sonrió—Pero, no le conviene a usted y a su amante.— Se cruzó de brazos— ¡Ups! Mejor debería decir el padre de Rika, porque, curiosamente su amante es el padre de Rika.— Habló divertido— Digame ¿qué pensaría su hija cuando se enterase que su madre la ha engañado toda su vida y que su padre ha estado cerca de ella todo este tiempo?
Rumiko apretó los dientes, eso claro que no lo debía saber su hija, claro que no, que ella supiera la verdad podría provocar que ganara su odio y también provocar el enojo de Kousei, algo que sin duda no quería, ya que, perder a Kousei sería perder todo ese dinero que le daba por ser su amante, todos los lujos que le ofrecía por sus encuentros, esos viajes que ambos se daban en vacaciones u otras cosas.
—¿O digame que pensaría su hija al saber a que profesión se dedicaba antes de ser una reconocida modelo?— Preguntó Ryo.
Rumiko apretó su puño derecho al escuchar esto— ¡Ni se te ocurra volver a mencionar eso!—Le exigió.
—¿Por qué no?— Preguntó Ryo— ¿Acaso no le da orgullo haber entrado a la alta sociedad por todo el dinero que recibió de eso?
—Callate.— Exigió la oji-lila— Yo trabajé de verdad, en un trabajo justo para ganar mi dinero, igual que los demás trabajé y adquirí dinero.
—Trabajando de teibolera.— Rió Ryo— Así se gana dinero facil ¿no?
Rumiko frunció el ceño a más no poder, verdaderamente le molestaba que ese chico supiera tantas cosas de ella y se las sonsacara en la cara.
—¿Digame? ¿No sería divertido que su hija supiera que estuvo con el padre de uno de sus amigos? El Señor Ishida.— Habló divertido— ¡Oh no! Sería terrible para ella porque uno de sus hijos es Izumi y no le agrada.— Llevó una mano a su mentón— ¿Y si se supiera que por su culpa los padres de los propios hermanos de su hija, Rika, se divorciaron? y ¿que usted inventó todo ese rumor de las drogas simplemente para fastidiar a Tomoko Kimura?— Preguntó y bajó su mano para ladear su cabeza— ¿O que tal si le dice que usted por un tiempo creyó por un tiempo que era hija de Keisuke Tachikawa? El padre su mejor amiga.— Sonrió— ¡Imagínese! Sería divertido para Rika saber que casi fue hermana de su mejor amiga.
Rumiko apretó sus puños con todas sus fuerzas y sin dudar más, se acercó al chico quién para variar era unos centimetros más alto que ella por la camisa— ¡Ni se te ocurra volver a repetir eso!— Exigió— Tu no sabes nada.
—Claro que lo sé.
—¡Claro que no!— Respondió molesta—No vuelvas a decir eso en voz alta, tu no sabes las cosas de mi vida, tú eres solo un niño que no sabes de todo lo que he tenido que pasar.
—¿Lo que usted tuvo que pasar?— Preguntó divertido— Ni que fuera tan difícil, tenía sexo con cualquiera a la hora que quería por puro placer y porque, le pagaban, dígame ¿cuanto dinero obtuvo por todas esas veces que se fue de crucero con Kousei? Digo, para yo igual conseguirme a una mujer de sociedad que me pague un viaje divertido y por cada noche divertida.
Rumiko lo miró totalmente enfurecida, probablemente si no hubiera sido la directora le hubiera dado una buena paliza.
—¿Sabe? Usted critica mucho a su hija de andar en malos pasos.— Ryo sonrió— Pero, a diferencia de todo lo que ha hecho usted, ella si se hace respetar y no se anda entregando a cualquiera, puede que vive drogandose o algo así, pero, nunca se ha vendido para tener dinero, que eso si es una actitud mucho más desprestigiable en un usted.
~Actualidad~
Juri se mordió el labio inferior, en verdad no sabía como rayos había terminado sabiendo cosas que no debería.
—A Koichi no le gusta que le oculten las cosas y quedó demostrado luego de la última vez.— Habló Miyako— ¿No has pensado a hablarle de lo que escuchamos?
Juri hizo una mueca— Si, lo he pensado, pero...
—¿Pero?
La castaña tragó saliva— No sé si hacerlo, nosotras escuchamos, pero no tenemos pruebas.
—Koichi el otro día nos dijo que Rika no era su primera, significa que algo sabe, pero no nos dijo la supuesta "verdad" que le dijeron.— Habló la peli-lila— ¿A ti te dijo que fue lo que dijeron Rumiko y su padre?
—No.— Respondió Juri— Y no he querido preguntarle, con todos los temas que se nos han presentado, su enojo, decepción y nuestro...—Se ruborizó al pensar en eso— Beso.— Murmuro en voz baja esto último.
—Bueno luego de todo lo que ocurrió yo intentaría darle aunque sea una pista.— Habló Miyako— Finalmente él mismo dijo que no le gustaban las mentiras y pues, Ryo está sacando provecho de esa situación mientras Rika sufre.
Esa era la aprte más lamentable de esta situación, pero sentía que era algo muy externo como para entrometerse.
Juri alzó una ceja— ¿Y por qué no lo haces tú?— Preguntó— También es tu amigo.
—Si, lo es, pero...—Bajó la mirada— Tristemente no tengo el valor de hacerlo, Rumiko me da miedo.
—¿Y prefieres tirarme a mi?
—No es eso, es solo que tu tienes una relación mucho más cercana con Koichi.— Habló Miyako— Finalmente Koichi con lo otro se enfadó con las dos, pero a la que más le afectó fue a ti ¿no?
Ese era un buen punto.
Sin embargo, no sabía exactamente que hacer o decir ¿debía decirle a Koichi?
La rubia introdujo con todas sus fuerzas el trapeador en el balde y suspiró.
Como castigo le habían dado trapear el piso del Internado.
Observó a su al rededor.
No llevaba ni siquiera el primer piso terminado, aún le quedaban muchos más. Literalmente jamás terminaría ¡Y se suponía que ese era un día feriado! En pocas palabras: Un día libre. Pero ella ahora estaba condenada a cumplir con esa labor.
¡Todo por culpa de Nene!
Apretó los dientes enfadada.
En verdad le molestaba tener que pagar por culpa de esa chica que tan imposible le hacia la vida desde que había llegado, mejor dicho, desde el día en que había sabido de su existencia hace años atrás cuando Takuya llegó al internado, luego de unas vacaciones, que tenía novia.
Takuya
Estrelló el trapeador en el suelo al recordar ese nombre.
Observó su reflejo en el agua que había en balde y suspiró.
En verdad no sabía como reaccionar ante aquella situación, quería gritar de enojo, golpear al moreno por impotencia, pero a la vez quería llorar a mares por esta situación, así como lo había hecho las dos últimas noches.
Nuevamente suspiró, dirigió su mirada hacia el suelo y comenzó a trapear.
Se mordió el labio inferior mientras realizaba su labor. En verdad no se sentía con fuerzas de realidar aquel trabajo, quería dormir o simplemente descansar su cabeza sobre la amohada debido a lo estresada que se sentía, sin embargo, no le quedaba de otra más que cumplir con aquello. Ya había tenido mcuhos problemas con Rumiko como para tener más.
¡Rayos!
En estos minutos en verdad envidiaba a Rika y Damar, ellas no tenían miedo de enfrentarse a Rumiko cuando encontraban que algo no era justo, sin pensar en las consecuencias.
¿Y si hacia eso?
No, mejor no.
No quería tener más problemas y no quería involucrar a su círculo de amigos o familiares en un problema de ella.
Cerró sus ojos por unos segundos meditando toda aquella situación.
En verdad le dolía.
¿Por qué?
Porque a pesar de que Takuya y ella llevaban super poco tiempo, ya era segunda vez que algo así les ocurría, o tal vez tercera, la primera vez que quisieron tener algo Nene le había enviado esas fotos, las segunda vez fue luego de aclarar ese mal entendido pero se había arruinado por culpa de Ryo, y ahora todo esto ocurría por el engaño del hermano de Mimi ¡Rayos! Era como si algo no quisiera que estuviesen juntos.
Nuevamente suspiró y abrió los ojos centrandose nuevamente en su tarea mientras continuaba meditando en aquella situación.
Tal vez, y solo tal vez, todo lo que le había ocurrido era algo que se merecía ¿no?
Después de todo, Takuya había comenzado con Nene, porque ella siempre lo desprecio (nunca fue clara con él, aunque quizás esto era justificable porque eran niños y se odiaban de forma natural) Luego estaba el hecho de que ella se había involucrado con Ryo sabiendo que no estaba bien, porque fue solo por despecho. Y también estaba su otra mala actitud que había tenido al engañar a Kouji, porque quizás su relación no estaba funcionando como deberían, ambos estaban marcados por sus sentimientos hacia otras personas, sin embargo, nadie merece que lo engañen y por eso mismo, quizás, ella ahora había recibido un poco de su propia de medicina.
Finalmente, todo esto que le estaba ocurriendo parecía ser el karma que le estaba devolviendo todo lo malo que alguna vez había hecho.
Suspiró.
En verdad daban ganas de acabar con todo, pero sabía que no podía, debía afrentar los problemas aunque costasen...
o se vieran imposibles
Un nudo en su garganta se formó al recordar la escena de Takuya y Nene juntos. Tan solo pensar en ese momento provocaba que su corazón se rompiera más de lo que estaba.
Unas lágrimas brotaron en sus ojos y a pesar de que intentó evitar que cayesen fue imposible, en menos de lo que esperó su rostro se empapó en llanto.
Mientras tanto a unos escasos metros cierto chico rubio se encontraba caminando en dirección a la puerta principal.
Yamato suspiró, luego de esa reunión en verdad se sentía extraño, sabía que esto que había ocurrido con Ryo era lo que debía pasar, finalmente, él se lo había buscado, sin embargo, él no podía reírse de las desgracia ajena, aunque estuviese enfadado con él, sabía debía hacer algo y lo había hecho, pero aún así se sentía perdido en comocer sentirse al respecto.
Había algo que le preocupaba ¿y eso que era? La reacción del Akiyama ante esta situación, generalmente acostumbraba a hacer todo tipo de cosas todo con el fin de vengarse, cuando alguien hacia algo que no agradase ¿y si ahora hacia aquello?
¡Más le valía no hacer algo al respecto!
Levantó su mirada en dirección al pasillo de la puerta, sin embargo algo o mejor dicho alguien llamó su atención ¿quién? Una chica rubia, quién se encontraba trapeando el suelo.
Alzó una ceja sorprendido ante esto—¿Izumi?— Yamato se sorprendió de ver a su hermana en ese lugar, pero más grande fue su sorpresa al ver como lucia, estaba prácticamente irreconocible, su cabello estaba totalmente desordenado, tenía unas ojeras terribles, no llevaba maquillaje y eso si era extraño porque su hermana amaba los cosmeticos.
La oji-verde al escuchar la voz no pudo evitar sentirse extraña, porque a pesar de aun no haber volteado ya sabía de quien se trataba, porque la voz de su hermano era inconfundible.
¡Rayos!
Pensó.
No quería que su hermano la viera así.
Rápidamente llevó sus manos a sus ojos e intentó limpiar sus lágrimas acto que no pasó desapercibido para el oji-azul.
—Izumi.— Yamato observó atentamente a la oji-verde— ¿Qué te sucede?
—¿e?— Balbuceo— Her-hermano.— Volteo hacia él luego de secar sus lágrimas.
—¿Estás llorando?
—¿Llorando?— Preguntó Izumi— Cla-claro que no.
—Claro que si, solo mira tu rostro.— Yamato tomó su rostro por el mentón—¿Qué te ocurre sorella?
La rubia hizo una mueca— Na-nada.
—No me digas que nada, es obvio que algo te ocurre.— Respondió el oji-azul.
Su mirada estaba apagada, su rostro demacrado y su aspecto en general demostraba que no estaba bien. Generalmente su hermana tenía una presencia increíble, luminosa y feliz, algo que en estos minutos no estaba emanando.
Izumi tragó saliva—Ya-yamato no te preocupes por mi.
—¿Qué no me preocupe?— Preguntó el chico— Claro que debo preocuparme por ti, Izumi, eres mi hermana. Dime ¿qué te ocurrió?
La chica simplemente bajó la mirada, no se sentía con la fuerza de decirlo.
—Izumi.— Yamato la llamó alzando su rostro— Dime ¿qué ocurrió?
La oji-verde guardó silencio.
—Izumi, dime, por favor.— Habló el oji-azul— Me estás asustando.
Zoe no pudo evitar sentirse mal ante esto, no quería preocupar a su hermano, ya mucho tenía con Mimi, pero si no le decía seguiría insistiendo.
—Izumi.— La llamó nuevamente.
Suspiró.
Lo mejor sería no esconderlo y decirle de una vez.
—Ta-takuya me...— No quería decirlo ni pensarlo, pero era imposible.
—¿Takuya? ¿Qué hizo él?— Preguntó el oji-azul.
—É-el me...—Tragó saliva— Me engañó con Nene.
—¿Qué?— Yamato preguntó sorprendido.
—Lo que escuchaste.— Respondió la oji-verde— Takuya me engañó con Nene.
El rubio literalmente no supo como reaccionar ante aquella declaración ¿cómo rayos era posible de que aquel chico hubiese engañado a su hermana? Se suponía que la quería ¿no? Pero últimamente las cosas estaban de cabeza, pero Takuya no era ese tipo de chico ¿o si?
Las lagrimas no demoraron en aparecer nuevamente en los ojos de Izumi.
¡Rayos!
Pensó el mayor ante esto y secó sus lágrimas con su dedo pulgar.
—¡Hey! Tranquila.
—Me gustaría lograr aquello, pero es imposible, hermano.
—Pero ¿estás segura de lo que me dices?— Preguntó Yam-ato, en verdad se reusaba a creerlo.
—Claro que lo estoy.— Respondió Izumi— Los vi.
—¿Qué?— No esto no podía ser verdad— ¿Los viste?
—Si, los vi.— Contestó la oji-verde— El día de la fiesta los encontré acostados.
¡Acostados!
Yamato observó sorprendido a su hermana sin saber que decir, no quería creerlo, pero si la rubia lo decía debía ser verdad, finalmente la oji-verdeno acostumbraba a inventar cosas y de la forma en que lo decía era evidente que estaba diciendo la verdad.
¡Rayos!
Observó atentamente el rostro de su hermana y como había hecho antes limpio las lágrimas que nuevamente brotaron de sus ojos.
—¿Por qué no me habías dicho?— Preguntó Yamato.
—Porque no tuve la opotunidad.— Respondió Izumi— Y porque tu estabas preocupado por Mimi, no quería darte más problemas.
—Debiste haberme dicho, mira como estás.— Habló el chico.
—Lo siento, pero estaban ocurriendo muchas cosas, no quería que tuvieras una discusión con Takuya en estos momentos que deben estar bien por Mimi.— Habló la chica.
Entendía su punto, no lo criticaba, pero tampoco lo compartía del todo.
Takuya y él debían estar bien por Mimi, sin embargo, él también debía ver por el bien de su hermana.
—Izumi, siempre te he dicho que cuando tengas problemas o te suceda algo acudas a mi.— Habló el chico— Antes que todo eres mi hermana y debo preocuparme por ti.
La rubia suspiró— Lo sé, ya me lo has dicho antes, pero...—Bajó la mirada— No quería darte problemas por algo como esto que es un problema de nosotros.
Si, era un problema de ellos, pero Izumi muchas veces lo había ayudado con Mimi, él también podía darle una ayuda con esta situación.
—Puede que lo sea, pero evidentemente no estás bien y al ser mi hermana, me involcuras.— Respondió Yamato— Hablaré con Takuya.— Declaró sin más.
—¿Qué?— Cuestionó Izumi.
—Lo que escuchaste, iré a hablar con él.— Repitió el oji-azul.
—¿Q-qué le dirás?
—Le pediré una explicación.— Contestó el mayor.
—No pierdas tu tiempo pidiendo explicaciones.— Habló la oji-verde— Es demasiado obvio que si me engañó es porque aun sigue queriendo a Nene y nunca se olvidó de ella, como dijo que lo hizo.
—Pero él fue capaz de engañar a su mejor amigo para estar contigo.— Habló Yamato— No tiene sentido que te haya engañado luego de haber arruinado su amistad por estar contigo.
—Yo tampoco lo entiendo.— Respondió Izumi— Lo único que sé es que no quiero volver a ver a Takuya.
Su corazón ya no latía, sus sentimientos ya no tenían valor, literalmente ahora se sentía muerta por dentro y ya no le importaba nada más que olvidar de una vez por todas lo que había ocurrido con aquel chico, aunque sería dificil luego de tener que lidiar con las consecuencias de su pelea con Nene.
Yamato simplemente guardó el silencio y abrazó a su hermana, generalmente no hacia esto, pero la situación lo ameritaba, Izumi estaba herida y no era para menos.
Quizás, Zoe quería olvidar lo que había ocurrido, pero él en verdad necesitaría una explicación.
No soportaba ver a su hermana de su manera y nunca lo aceptaría.
—¿Tomaste una decisión con respecto a tu hija?— Preguntó la pelirroja sorprendida.
La castaña asintió— Si.
—Pero ¿de qué?— Cuestionó la Takenouchi— ¿Por qué? Yo pensé que todo estaba bien, normal ¿no?
—Lo estaba.— Respondió la Tachikawa— Sin embargo...— Bajó la mirada y suspiró— Alice me pidió que tomara una decisión, porque Shun y ella quieren formar una familia, tienen armado un plan de vida juntos que quieren realizar con ese nuevo bebé, pero está Natsumi, quién es hija adoptiva de Alice y pues...
—Entiendo.— No fue necesario decir más, Sora comprendió al instante en la situación que estaban Shun, curiosamente su primo, y Alice, la madre adoptiva de Natsumi.
—Quiere saber si me haré responsable de mi hija o si definitamente puede considerarla su hija.— Habló Mimi—No es para menos, ella ha sido la que ha estado siempre con ella.
—Pero tu eres la madre biológica.
Mimi asintió en silencio.
—¿Qué planeas hacer?— Preguntó la pelirroja.
—Tengo algo en mente.— Respondió la Tachikawa y llevó una mano a su frente— Al principio estaba confundida, sin embargo, luego de todo lo que me ocurrió, luego de casi ver la...—Tragó saliva— La muerte.— Suspiró— Creo ya saber lo que haré.
—¿Y que harás?— No pudo evitar preguntar Sora intrigada.
Catherine hizo una mueca al observar el rostro de su amiga que tenía una gran marca rojiza casi morada— ¿Qué te ocurrió Nene? Ese golpe está horrible.
La castaña apretó los dientes completamente molesta y pasó su mano derecha por su adolorida mejilla— La idiota de Izumi me golpeo.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste, Catherine, la estúpida de Izumi me golpeo.— Respondió Nene— Como si fuera un hombre, casi me boxeo.
—Se nota.— Comentó la oji-azul— ¿Qué le hiciste para que te dejara de esa forma?
—¿Yo?— Preguntó la castaña— Yo no hice algo para que me golpeara.
Catherine rodó los ojos y carcajeo— Nene, a mi no me engañas, sé como eres.
Eso era verdad.
Aquella chica sabía muy bien sus tacticas, estrategias y maneras de fastidiar a la oji-verde, porque básicamente ella tenía las mismas con Hikari.
—En verdad luces mal.— Habló la oji-azul— Y es evidente que este golpe no desaparecerá facilmente.
Nene volteo hacia su espejo— No es algo que con el maquillaje no pueda ocultar.— Dijo esto antes de sacar su estuche con cosmeticos— Así como el tuyo camufla todos los rasguños que te diste con Hikari.
Bueno, en eso tenía razón, ella había logrado camuflar con maquillaje todos los golpes que le había dado esa maldita.
—¿Y que ocurrió con Izumi?— Preguntó Catherine— ¿Tú igual la golpeaste como el otro día?
—No fue necesario.— Respondió la oji-morada— La directora llegó justo en el momento que me golpeo y la regañó, además la mandó a su oficina, probablemente para castigarla, otra vez.
—Supongo que a pesar del golpe debes estar feliz ¿no?
—Obvio.— Contestó Nene— No solo me gusta ver su sufrimiento por lo que ocurrió con Takuya si no que ver a Rumiko regañandola, su cara de sufrimiento, ira e impotencia fue lo mejor del mundo.
—Ya me imagino.— Comentó Catherine.
—Enserio es insoportable esa chica.
—Ni que lo digas.— Musitó la oji-azul— A mi siempre me desagradó Izumi y sus amigas.
—Sus amigas.— Nene repitió esto— Ahora que mencionas a las otras dos, dime ¿por qué si Sora te desagrada, tú le agradas a ella?
—Facilmente puedo darte esa explicación.— Respondió la rubia— A mi nunca me agradó, pero siempre fue la mejor amiga de Taichi, así que para acercarme a él también debía ser amiga de ella.— Suspiró— Claro, eso fue antes de darme cuenta que ambos tenían una relación mucho más allá que de amistad, lamentablemente.
—¿Sabes? Las veo a ambas, a ella, a ti y pienso que enserio ese chico está ciego.— Comentó Nene— Tú eres mucho mejor, te arreglas mejor y no sudas como cerdo como esa chica por el deporte que práctica.
—Tristemente, Sora siempre fue de las chicas de arreglarse bien.— Respondió la rubia— Yo era una niña, así que en ese entonces no iba a competir con ella, porque para variar ella llamaba mucho la atención de todos, así como la odiosa de Izumi y luego Mimi, cuando dejó de ser esa chica tímida, sin brillo y se comenzó a arreglar.
—Bueno eso pudo ser antes, pero ahora tú eres mucho más linda que ella, no ssé que hace ese chico perdiendo su tiempo con ella en vez de estar contigo, porque eres mucho mejor que ella, inclusive, no sé porque te esmeras en molestar a Hikari, tu sabes que eres mucho mejor que ella, tan solo tu presencia lo deja claro.
—¿Sabes? Taichi siempre me ha gustado desde que somos pequeños, pero con su hermana siempre he tenido problemas, incluso en algún momento de mi vida llegué a envidiar que Taichi la protegiera y quisiera tanto.— Comentó Catherine— Y lo peor era que no solo él estaba al pendiente de ella, si no que Takeru también.
—El hermano de Izumi.
Catherine asintió.
—Por lo que me dijiste el no te gusta ¿no?
—En un momento de mi vida me atrajo, no más que Taichi, pero lo encontré lindo, tristemente era otro perro faldero de Hikari.— Habló la rubia— Siempre me desagradó esa situación porque para él siempre su mundo fue Hikari, Hikari y más Hikari, por eso la odie más, porque siempre llamó la atención de todo el mundo, de los chicos y también de las chicas, todas querían ser sus amigas.
—¿Nunca intentaste ser su amiga para acercate a Taichi?— Preguntó Nene.
—Si, quise ser su amiga por un tiempo, sin embargo, no fue posible, era evidente que no quería ser la mía, así que decidí valirme por mi misma, sin embargo, ella siempre era el centro de atención y se hacia la mosca muerta. Ella era la víctima y yo era la que le hacia la vida imposible, me cargaba y me sigue molestando, Takeru, Taichi y todos la ven como la buena, pero no lo es.
—¿Y por eso la fastidias con su novio?
Catherine asintió— Takeru es lo más preciado que tiene, todos lo saben, perderlo sería su destrucción.
—¿Lo crees?
—No es lo que creo, es lo que es.
—¿Y no sería más fastidioso para ella saber que su peor enemiga se involucró con su hermano?— Preguntó Nene— Finalmente tu misma me dijiste que ella adora a la novia de Taichi, le molestaría saber que la engaño y sobre todo la desilucionaría saber que fue contigo, prácticamente rompería completamente su relación de ellos como hermanos ¿no crees?
Catherine alzó las cejas sorprendida— ¿Sabes? Nunca lo había pensado de esa forma.
¿Cómo sería la reacción de Hikari al saber que su hermano cayó en las redes de la persona que más odia en la vida?
La Takenouchi salió de la habitación de Mimi y al hacer esto se encontró con los dos castaños.
—Sora.— Taichi pronunció el nombre de su novia.
—Hola, disculpa la tardaza.— Habló la chica y observó reloj de pulsera, se supone que ella había venido a clínica a ver a su amiga y luego irían con Taichi a ver una película para disfrutar el día feriado, sin embargo, habían pasado más de una hora y aun seguían ahí— Sé que dije que esta visia sería corta, pero el tiempo pasó volando.
—No te preocupes.— Respondió el Yagami intentando disimular su incomodidad, Sora se había tardado minutos que para se habían transformado en una eternidad al estar con Takuya hablando de aquella situación que él quería olvidar—Creo que aún tenemos minutos para llegar al cine.— Mientras más rápido saliera de ahí, mejor se sentiría.
—¿No piensas en pasar a ver a Mimi?— Preguntó Sora.
—¿E? N-no, seguramente necesita descansar, ya luego pasaré a verla, además a compramos las entradas del cine ¿no?— Contestó el Yagami nervioso.
—Está bien.— La Takenouchi volteo hacie el moreno— Que tengas buena tarde Takuya.
—Igual ustedes.— Respondió el nombrado— Que les vaya bien en el cine.
—Gracias.— Contestó la Takenouchi— Adiós.
—Adiós.
Takuya simplemente observó la pareja se alejaba y suspiró.
En verdad estaba agotado.
Este día se estaba haciendo verdaderamente largo, quería dormir, era temprano, pero quería dormir igual.
—Takuya.— Una voz femenina lo llamó.
¿Ahora qué?
El moreno suspiró y volteo encontrandose con la directora, Rumiko.
¡Rayos!
—Señora Nonaka.
—Joven Takuya, que bueno que lo encuentro.— Habló la rubia seriamente cruzandose de brazos— Necesito hablar con usted.
—¿Conmigo?— Preguntó el chico— ¿De qué?
—De su hermana.
—¿Mimi?
—No.— Respondió Rumiko— Damar.— Corrigió— Necesito que me diga ¿donde está?
¡Rayos!
Takuya pensó.
—¿Dónde está?— Cuestionó— ¿Por qué pregunta?
—Porque se suponía que ayer le dieron el alta, pero por orden de su padre hice un acuerdo con la clínica de que permanecería aquí hasta hoy para su traslado.
—¿Su traslado?— Preguntó Takuya sorprendido— ¿A qué se refiere?
—¿Acaso no sabe?
—¿Saber qué?
—¿Su padre no le dijo?
—No he hablado con él.— Respondió el castaño.
—¿Su hermana tampoco le dijo?
—¿Decirme qué?
Rumiko suspiró— Que será llevada a una clínica psiquiatrica.
¿Qué?
¿Una clínica psiquiatrica?
Pensó Takuya alarmado.
¿Había escuchado mal?
No, claro que no. Rumiko había clínica psiquiatrica.
¡Psiquiatrica!
Eso era otra cosa, mucho peor que la rehabilitación de drogas.
¡Rayos!
Ahora entendía porque su hermana se había fugado.
¿Por qué rayos no se lo había dicho?
—¿Enserio no le había dicho?
—No.
—No me sorprende.— Comentó Rumiko— Digame, Takuya ¿donde está?
—¿P-por qué me pregunta?
—Porque Tally Onodera estaba a cargo de movilización y ahora que la vino a buscar se dio cuenta de que no estaba.
Nuevamente ¡Rayos!
—Usted debe saber donde está, digame ¿donde está su hermana?
—¿E?— Balbuceo— Disculpe pero yo no sé donde está.
—¿No?— Preguntó Rumiko sorprendida.
—No.
—Pero, usted es un hermano.— Habló la mujer.
—Si, pero no sé donde está, la he llamado miles de veces y no me responde.— Respondió Takuya— Pensé que había regresado al internado.
—¿Está seguro de eso?
—Seguro.
Okey, no estaba mintiendo, simplemente estaba omitiendo información por el bien de su hermana.
La mujer se cruzó de brazos— No me estás mintiendo Takuya ¿cierto?
—¿Por qué lo haría?— Cuestionó— Usted me está diciendo que desapareció eso no es algo bueno, al contrario, me hace sentir preocupado ¿Qué clase de seguridad tienen en este lugar y en el internado para que una adolescente de diecisiete años se escape sin dejar rastro?
Sonó a melodrama, si, sonó a melodrama, pero no podía hacer más.
Damar no estaba bien, lo sabía, sin embargo, la solución de Rumiko era absurda ¿una clínica psiquiatrica? Ni en pesadillas, su hermana estaría bien en cualquier lugar, menos ahí.
Rumiko observó atentamente al moreno, no parecía estar mintiendo o algo así, parecía incluso preocupado, pero eso tampoco quería decir en que quizás él podía aber donde estaba.
—Joven Tachikawa, si usted en verdad sabe algo debería decirme, porque si no lo hace tendrá graves consecuencias.
—Lo sé y por eso le estoy diciendo la verdad.— Respondió el castaño— No sé donde está.
Mimi observó atentamente su móvil, Sora se había retirado hace unos segundos, así que había aprovechado de revisar su almacenamientos en donde se encontraban imágenes de cierta chica rubia de ojos azules en diferentes etapas de su corta vida.
Sonrió.
Amaba aquellas imagenes de cuando apenas tenía meses, era hermosa, tierna, literalmente un ángel.
Sin embargo, dentro de su corazón una nostalgia inmensa se hacia presente, saber que no había podido disfrutar de ella en aquellos momentos enserio la hacia sentir mal y una pésima madre.
Suspiró.
¡Bip, bip!
Su móvil sonó y en la pantalla apareció el nombre de su hermana.
"Damar"
Alzó una ceja sorprendida ¿por qué la estaría llamando?
Sin embargo, no dudó en contestar.
—Hola Mimi.— Escuchó la voz de su hermana.
—Hola.— Respondió Mimi— Damar ¿Cómo estás?
—Eso mismo te iba a preguntar a ti.— Contestó la chica del otro lado— Me enteré que sufriste una crisis de pánico.
¡Rayos!
Mimi hizo una mueca ante esto, ya debió imaginar que su hermana lo sabría.
Eso no era bueno.
Ella igual estaba mal.
—¿Cómo te sientes?
—Estoy bien.
—¿Segura?
—Si...—Contestó la mayor— Al menos mejor que antes.— Añadió— ¿Cómo estás tú? Se suponía que te darían el alta ¿no?
—Pues si.— Respondió Damar— Ya me dieron el alta, estoy bastante bien, quizás un poco debil, pero me siento mejor.
—Que bien.— Suspiró Mimi aliviada— Me alegra escuchar aquello, lamento no haber podido estar contigo las últimas horas que estuviste aquí.
—No te preocupes, tú tenías tus propios asuntos, tampoco estabas bien.— Habló Damar— La que lamenta no estar contigo en estos momentos soy yo.
—No es necesario, princess, debes quedarte en el internado descansando.— Pero luego de decir esto un silencio se hizo presente del otro lado de la línea por parte de Damar.
—¿E? Sis, no estoy en el internado.— Damar finalmente rompió el silencio.
—¿Cómo?— Mimi se sorprendió al escuchar esto— ¿No estás en el internado?
—No.— Respondió la menor— Y tampoco estoy en la ciudad.
—¿Qué?— La mayor no pudo evitar sentirse completamente desconcertada ante aquella declaración— Entonces ¿donde estás? ¿con quién? ¿por qué?
Damar simplemente suspiró— Es una larga historia, no quiero estresarte con ella, porque tienes tus propios problemas simplemente te diré que debido a todo lo malo que hice Rumiko y nuestro padre quisieron castigarme.
—¿Castigarte?
—Si.
—¿Con qué?
—Con algo, pero no te diré porque si te digo te vas a alterar y no quiero que eso ocurra, debes estar tranquila luego de lo que ocurrió con esta taquicardia que te dio.— Habló— Sin embargo, quise llamarte para saber como estabas y para que supieras de mi boca que estoy bien, nada malo me ocurrió, quizás no me vean por unos días, ya que tengo algunos asuntos que arreglar, pero es probable que Rumiko les pregunte a Takuya y a ti por mi, y quiero que al menos estés enterada de que no estoy en el internado, ni en la clínica, ni en la ciudad.
—¿Estás sola?
—No, no estoy sola.— Respondió Damar.
—¿Con quién estás?
—No estoy sola.
—Si lo sé, pero ¿con quién estás?— Insistió Mimi— Al menos dime eso para estar más tranquila.
Damar guardó silencio y finalmente suspiró— Estoy con Kouji.
—¿Con Kouji?— Preguntó Mimi sorprendida.
—Si, con él.— Respondió la menor.
—Si Takuya no le gustaría saber...
—Ya lo sabe.— Damar la interrumpió.
—¿Lo sabe?— Cuestionó la mayor.
—Si.— Respondió Damar.
—¿Y por qué no me había dicho?
—No lo sé, pero él tampoco sabe mucho. Porque fuimos cortantes con él.— Habló la menor— Sabía que no le iba a agradar la idea, pero enserio necesitaba estar lejos, no me encuentro muy bien emocionalmente por eso quise alejarme. Espero que logres comprenderme, tal vez no te estoy dando muchos datos, pero quiero que sepas que estaré bien ¿si? Y que si me necesitas no dudes en llamarme.
Mimi se mordió el labio inferior, que su hermana no le diera muchos detalles de aquella situación en verdad la dejaba un tanto preocupada, significaba que algo estaba ocultando y quizás no era bueno. Pero sabía que por más que le insistiera no lograría saber, Damar estaba siendo justa y precisa en esa conversación, eso quería decir que en verdad no quería decirle.
Suspiró.
—Está bien Damar.— Respondió la Tachikawa— Pero ¿estás segura que estarás bien lejos de nosotros? Luego de todo lo que ocurrió no me gustaría que nuevamente te drogaras.
—Aunque quisiera, Kouji no me dejaría.— Musitó Damar— Mas, debes estar tranquila Mimi, no sé cuanto me demoraré en estar completamente bien, pero es exactamente por eso que me alejé, quiero mejorar y estando allá en el internado no iba a poder, solo iba a ser un problema para Takuya y para ti.
—Damar tu no eres un problema, eres mi hermana, nunca lo serías.— Declaró la mayor.
—Pero tu también necesitas estar bien y no estaba siendo un gran apoyo para ti, al contrario.— Habló la menor— Por eso necesito alejarme, aunque sea un tiempo.
Alejarse.
Aquella palabra resonó en su mente. Su hermana lo veía como solución y si se detenía a pensar en aquello, si ella tuviera la oportunidad también escaparía de ahí, finalmente ese internado parecía un infierno.
—Comprendo sis, no te preocupes.— Respondió Mimi— Entiendo la situación, si Rumiko me pregunta inventaré una excusa.
—Has como si no supieras nada ¿si? Como si no te hubiera llamado.
—Está bien, así lo haré.— Contestó la mayor— Pero cuidate, por favor, no quiero que te suceda algo.
—La misma recomendación te la doy a ti, sis, por favor, cuidate de las emociones fuertes y malos ratos.— Habló la mejor— No quiero que te suceda algo y recuerda siempre puedes contar conmigo.
—Y tú conmigo.
*Fuera como fuera la situación, pasase lo que pasase, ocurriese lo que ocurriese la familia siempre estaría presente, en las buenas o en las malas, en la salud o enfermedad, en la alegría o la tristeza siempre estarían los unos para los otros*
¡Chan, chan, chan!
Disculpen la tardanza, pero últimamente he tenido muchas ideas para nuevas historias que estoy escribiendo para que no se me vaya, pero me quedo atrás con esta, me estreso y no avanzo. Pero tranquia iré avanzando hasta llegar al final.
Por cierto, ya tengo sipnosis de la tercera temporada.
~Sipnosis~
No pensé que nos separaríamos así, todo lo que tengo es un corazón roto, si, me doy cuenta que sin ti no puedo seguir.
He estado en soledad desde que te fuiste, pero te lo diré solo una vez:
~No puedo dejarte ir~
Si se dan cuenta algunas escenas bajaron su calidad y eso se debe a que no sabía como redactarlas, no quería dar muchas vueltas y estaba corta de diálogos, sin embargo, aquí estamos, no quería aplazar más este capítulo, ya que mañana tenemos elecciones en mi país y voy a centrarme en esto, pero tampoco quería dejar pasar el Lunes, así que me apresuré, no quedó perfecto, aún así, aquí lo tienen.
Ojalá les haya gustado.
Por Instagram hice una pregunta, se vienen navidad y año nuevo, entonces estaba pensando en escribir un especial, pero ustedes deben escoger, hasta el momento están empatados Año Nuevo y Navidad. Así que si comentan o me dicen por interno puede romper este empate. También acepto ideas para el especial.
mariacredenza02: Si jajaj Tomoko viene con todo, todos la van a amar, Rumiko debe temerle. Zoe tristemente está sufriendo por culpa de Nene, ojalá algún día se haga justicia. Hikari tristemente comenzará a vivir un proceso difícil, en ella muchas nos veremos representadas al desconfiar de nuestro físico por comentarios de otros. Luego de todo lo que ha hecho Ryo merece que al menos sienta remordimiento. Si, eso se traían entre manos ese par, ya veremos que ocurrirá con Damar y si Kouji logrará ayudarla jsjsj necesitaba que Damar se enterará así de las cosas, en parte pasó desapercibida para muchos en ese sentido. Tranquila, tranquila, si a Takuya le dan una buena explicación puede ser calmado, sobre todo si es un amigo, una vez dije como dato curioso que Yamato y Takuya podían ser los mejores amigos (si sus mejores amigos correspondientes no existieran) porque ambos tienen una amistad hace tiempo y el moreno la valora. Ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un gran abrazo a la distancia.
milrose: Si jsjsjs la pongo difícil con ella, pero necesito que así se den las cosas, ya que necesito que caiga y luego se rehabilite para ser un pilar fundamental de apoyo y compresión para su hermana, Mimi, cosa que por el momento no puede hacer, pero que hará luego de rehabilitarse como persona. Rumiko algún día sufrirá. Yamato intentó aclarar las cosas y lo logró, sin embargo, más miedo me da que Mimi no lo haga hasta la próxima temporada. Las interacciones entre Taichi y Sora las tenía guardadas para estos capítulos que se vienen, de a poco conocemos como se fueron dando las cosas entre ellos. Tomoko si será de gran ayuda para destapar todo lo ocurrido en ese lugar jajaj Ojalá logre tener el apoyo suficiente. Kouji sin duda es un amor, pero debo descatar que es solo un amor con Damar (la chica que quiere), Rika (su hermana) y de vez en cuando con Koichi, porque si esta situación se diera con otro, él probablemente no estaría al pendiente jajaj Todos amando a Yamato, bueno él es uno de los protagonistas principales en esta historia. Sin duda a Ryo le caerá todo el peso de la ley en algún momento, así como a las otras dos brujas por ser tan malas haciendoles la vida imposible a los demás, sobre todo a Takuya y Zoe que ahora se vieron bastante afectados. Te mando un gran abrazo a la distancia.
