Takuya respiró profundo luego de darle un sorbo a la bebida que recién había sacado de una maquina. Cerró los ojos, su vida en verdad parecía ir cada vez de mal en peor, tenía ganas de ir corriendo donde Izumi para intentar explicarle las cosas, pero no podía hacerlo, debía estar a cargo de Mimi, quién no estaba bien y para variar, también estaba preocupado por su otra hermana, por lo que le había dicho Rumiko, Keisuke quería enviarla a una clínica psiquiatrica ¡psiquiatrica! simplemente para castigarla por su rebeldía, sin embargo, no estaba bien y ahora en verdad temía no solo por ella si no que por Mimi ¿qué haría su padre si supiera que nuevamente sufre de crisis de pánico?
—Takuya.— Escuchó que una voz lo llamaba y al alzar la mirada se encontró con el hermano gemelo de Kouji.
—¿Koichi?— Respondió el moreno.
—Hola.— Contestó el Kimura—¿Cómo estás? ¿Cómo están Mimi y Damar?
—Bien, mejor, ambas.— Respondió Takuya—¿Qué haces aquí? No esperaba verte.
—Vine a ver a tu hermana.
—¿A mi hermana?— Preguntó Takuya— ¿Cuál de las dos?
—Damar.
El moreno alzó una ceja sorprendido— Me alegro que vengas a verla, a ella le haría bien verte, pero ella ya tuvo el alta.
—¿Enserio?— Preguntó Koichi sorprendido— ¿Cuando?
—Ayer.— Respondió el moreno.
—¿Ayer?— Cuestionó el Kimura.
—Si.— Contestó Takuya— ¿Kouji no te lo dijo?
Koichi hizo una mueca ante esto, así que Kouji sabía mucho más que él acerca la castaña— ¿E? N-no, apenas he visto a mi hermano.
El moreno alzó una ceja sorprendido ante aquella declaración— ¿Enserio?
Koichi asintió— No ha llegado desde hace un buen rato, ni siquiera me ha llamado, no hemos hablado ni nada.
Eso era extraño, ya que los gemelos se caracterizaban por siempre estar en comunicación.
Sin embargo, al Kimura ya no le estaba sorprendiendo esa actitud de su hermano, desde el otro día sentía como si lo estuviese evitando.
—¿Te expulsaron de tu famosa banda?— Preguntó Nene.
—Si, eso fue lo que te dije recién.— Respondió Ryo abruptamente.
—¡Hey! No me respondas tan pesado, yo no te hice nada.
El oji-azul suspiró— Lo siento.— Rodó los ojos— Pero no puedo estar alegre luego de lo que me hicieron esos ineptos, me expulsaron de mi banda.— Habló molesto— ¡Mi banda!— Repitió esto último— Estoy realmente enfadado.
—Bueno, disculpa que te lo diga pero luego del espectaculo que protagonizaste el otro día no es para menos.— Habló Nene— Entiendo que te moleste esta situación, pero tu también te desubicaste.
—Lo sé, lo sé.— Ryo rodó los ojos molesto— Pero el alcohol se apoderó de mi.— Respondió— No estaba en mis casillas y al cualquiera le puede pasar, ellos también han hecho el ridículo cuando han estado tomados y no por eso los expulsan.— Suspiró— Yo estoy seguro que Yamato está haciendo esto por lo que estuve apunto de hacerle a su novia.
—Bueno, él no es el único que te expulso, Kiriha y Ryouma también tuvieron que ver en esa decisión.— Comentó Nene.
—Ni me nombres a esos dos.— Habló Ryo— Se suponía que eran mis amigos, pero esos imbeciles se dejaron influenciar fácilmente por el idiota de Yamato y de seguro por Kouji, él siempre quiso quitarme de la banda— Apretó su puño.
—¿Y ahora que harás?— Preguntó Nene— ¿Dejarás que todo se quede así?
No, claro que no, ellos se la pagarian, porque al dejarlo fuera lo habían humillado y nadie le hacia eso a Ryo Akiyama sin tener consecuencias.
—Me vengaré de cada uno de ellos.— Contestó el Akiyama— Y tú me vas a ayudar ¿si?
—¿Yo?— Preguntó Nene— ¿Y por qué lo haría?
—Porque yo te he ayudado con Takuya.— Respondió Ryo— Además será principalmente para acabar con Kiriha y Ryouma.
—¿Con ellos?— Cuestionó la castaña— ¿Por qué? ¿No que los que te desagradaban más eran Yamato y Kouji?
—Si, lo son, pero debo hacer pagar a esos idiotas por ser tan infulenciables.— Habló el chico— Y pues, comenzaré con lo simple.
—¿Y para qué necesitas mi ayuda?— Preguntó Nene.
—Ya verás...
—Necesito que me des una explicación Takuya.— Habló Mimi seriamente cruzada de brazos.
—¿Yo?— Preguntó el moreno— ¿Explicación? ¿De qué?
—De lo que Sora me dijo recién.— Respondió la oji-miel— ¿Cómo es posible que me haya tenido que enterar por ella y no por ti que tienes problemas con Izumi?
—¿Qué?
¡Rayos!
Pensó Takuya, Sora le había dicho a su hermana sobre su problema con Izumi, eso no era bueno, Mimi no necesitaba estar más estresada.
—¿Por qué no me lo dijiste?— Habló la castaña— Dime.— Exigió.
—Hermana, no te sobreexaltes, todavía estás delicada de salud.— Takuya le habló a la oji-miel.
—¿Cómo quieres que no reaccioné así?— Preguntó Mimi— Se supone que somos hermanos, debiste haberme dicho.
—Lo sé, Mimi, pero estabas delicada de salud y no quería molestarte con mis problemas.— Respondió el moreno.
La oji-miel hizo una mueca molesta— Puede que tenga problemas, pero siempre te he dicho que la confianza debe ser mutua, no me gusta que me escondas las cosas hermano.— Habló seriamente—Por favor, dime que no es verdad lo que Sora me dijo que Izumi vio.
Takuya se mordió el labio inferior, en verdad no tenía ganas de hablar de ese tema, pero Mimi ahora se lo estaba exigiendo y no era para menos, finalmente Zoe era su mejor amiga, era entendible que se preocupara por ella.
—Dime...
—Bu-bueno, Izumi si nos encontró a Nene y a mi juntos.
—¿Qué?— Preguntó Mimi ¡No esto no podía ser!
—Pero eso no significa nada.— Se adelantó a decir Takuya— No tengo ni idea de como rayos llegué a estar en esa situación.
—¿Cómo que no sabes?
—Pues no sé.— Respondió el moreno— No recuerdo haberme acostado con Nene esa noche, ni haber tenido una conversación con ella, ni siquiera recuerdo haberla visto en esa noche, sólo sé que ese día fui al internado, hablé con Taichi y de la nada aparecí junto a Nene.
—Eso suena a perder la consciencia, dime ¿estabas borracho?
—¿Borracho?— Cuestionó Takuya— No, claro que no, ese día estaba preocupado por Damar ¿recuerdas? ¿Cuando hubiera tenido para tomar si ni siquiera fui a la fiesta?
Mimi observó atentamente a su hermano y se cruzó de brazos— Pero entonces ¿cómo explicas haber aparecido junto a Nene acostados?
—No tengo idea, hermana.— Contestó el chico— He lo que más me intentado responder, busco y busco en mi memoria mas llego a nada, inclusive ahora le pregunté a Taichi por si sabía algo, ya que con él fue el único que me encontré esa noche, pero ni él sabe.
En verdad esta situación estaba siendo molesta, su hermana demostraba estar enfadada, pero él estaba diciendo la verdad y no quería que desconfiara de él.
—Por favor, créeme ¿acaso crees que después de todo lo que ha ocurrido yo seria tan idiota de involucrarme con Nene de nuevo?— Preguntó Takuya— Luego de todos mis intentos por alejarme.
Eso era un buen punto, Mimi más que nadie sabía las miles de cosas que había hecho su hermano para alejarse de esa chica, porque no la quería y luego de todo lo que había hecho no estaría con ella.
—Bu-bueno, sé que ella no te gusta, pero ¿cómo rayos podríamos explicar que apareciste junnto a ella?
—No sé, esa chica está loca, tú sabes que es capaz de hacer cualquier cosa, incluso convertirse en bruja para hacerme dormir y llevarme a su cama.
—¿Qué?— Preguntó Mimi— ¿Estás insinuando que ahora hace brujería?— No pudo evitar alarmarse, ya había escuchado de casos paranormales que involucraban a mujeres que eran brujas en Estados Unidos y que le hacian todo tipo de cosas a personas inocentes.
—¿E? N-no era una manera de decir, no creo que se haya vuelto bruja, pero uno nunca sabe.—Respondió Takuya— Pero a lo que quiero llegar es que yo no tuve ver en eso, al contrario, tú sabes que quiero a Zoe, fui capaz de traicionar a mi mejor amigo para estar con ella, le perdoné el tema de Ryo porque en verdad la quiero, jamás le haría algo como eso, mucho menos con Nene.
Mimi observó atentamente a su hermano, sin duda esa situación la tenía en jaque, ya que quería creerle a su amiga, porque ya se imaginaba como estaba sufriendo. Sin embargo, en la mirada de Takuya veía la sinceridad, en sus palabras sentía el desespero y todas sus razones eran validas para ella, finalmente ella era testigo de todo lo que había hecho para alejarse de Nene.
—Por favor, créeme hermana.— Rogó el chico.
La chica se mordió el labio inferior un tanto nerviosa, su hermano le estaba pidiendo credebilidad y la verdad es que no podía negarsela, como había dicho sentía su sinceridad, y pues...
Era su hermano.
—Bu-bueno te creo Takuya.— Habló la oji-miel— Pe-pero dime ¿cómo planeas demostrarle a Zoe que todo esto no es obra tuya? De seguro está sufriendo y necesitara una muy buena razón para que te perdone.
—Lo sé y he intentado buscarla, pero se me ha hecho imposible.
—¿Imposible?— Preguntó Mimi— ¿Por estar en la clínica aquí conmigo, cierto?— Hizo una muecav Has tenido que detener tu vida por esto que me pasó.
En parte sí, pero no se lo diría finalmente su hermana era su prioridad, además había otra razón.
—La principal razón es que simplemente que no sé todavía como averiguar lo que ocurrió.— Respondió Takuya— Pensé que Taichi podría ayudarme, pero ni él sabe como rayos terminé con Nene.
Mimi hizo una mueca— Que mal.
Takuya asintió.
Esto en verdad sonaba extraño ¿cómo rayos su hermano no sabía como había terminado de esa forma? Podía ser que estuviese borracho, pero él aseguraba no estarlo, quizás la chica Amano sabía, sin embargo, dudaba que ella le dijese como había ocurrido, finalmente a ella le convenía esa situación y...
¡Un minuto!
—¿Y si por casualidad alguien te hizo dormir?
—¿Dormir?— Preguntó Takuya— ¿Cómo?
—No sé.— Respondió Mimi— Dices que no recuerdas nada ¿no?
—Bueno aunque así fuera ¿cómo sabré eso?
Buen punto.
Mimi llevó una mano a su mentón pensativa.
¿Cómo podía saber aquello?
—¿Y no has pensado en ir a ver las camaras de seguridad del internado?
—¿Las cámaras de seguridad?— Preguntó el moreno.
—Si, digo, si nadie sabe ahí debe haber alguna respuesta.— Respondió Mimi.
—Suena bien, pero ¿cómo rayos me meteré a ese lugar?— Cuestionó Takuya— Tú sabes que solo el personal de Rumiko puede ingresar a las cámaras.
—Bueno, si las solicitas quizás no te las den, pero ¿qué tal si no pides permiso y simplemente te escabulles en la sala de camaras para verlo?
Takuya alzó una ceja— ¿Te refieres a que me robé las imágenes de ese día?
—Algo así.
El morneo llevó una mano a su mentón— Eso podría traernos problemas si alguien nos descubre.
—Pero mi amiga lo vale ¿no?
Eso era un buen punto.
~Al día siguiente~
—¡Que Takuya se prepare lo voy a matar!— Gritó Takeru molesto.
¡Rayos!
Yamato pensó al ver el rostro enfadado de su hermano menor que junto con el grito demostraba que el chico no estaba agradado.
—Tranquilizate.— Le exigió.
—¿Cómo quieres que esté tranquilo, Yamato?— Preguntó el oji-azul— Takuya engañó a Izumi, después de que le dimos la confianza de que estuvieran juntos sin criticar que hayan engañado con eso al ex de nuestra hermana, porque sabíamos que Izumi lo quería.
No iba a criticar a su hermano por esa declaración, ya que pensaba lo mismo. Sin embargo, él no era quién para tirarse directamente contra el castaño, finalmente él le había dado una oportunidad para explicarle la situación con Jun.
—Entiendo como te sientes, pero debemos esperar a...
—¿Esperar qué?— Preguntó el menor— ¿Qué Izumi siga sufriendo?
—No, solo quiero darle una oportunidad a Takuya.
—¿De qué? ¿De qué la siga engañando?
—No...—Yamato suspiró—Mejor no te hubiera dicho lo que ocurrió.— Musitó el mayor— No pensé que reaccionarías así ¿no que tú eras el pacífico?
—Bueno, puede que con Izumi discutamos, pero tú sabes que me importa y mucho.
—Lo sé.— Respondió Yamato— A mi también me importa nuestra hermana, pero no reaccioné de esa manera.
—¿Cómo quieres que reaccione? Takuya la engañó.
—Eso es lo que dijo, pero yo creo que deberíamos esperar a su explicación.— Habló Yamato— Esto que ocurrió me parece muy extraño, tú sabes que él siempre ha dicho que no le importa su ex, al contrario, la ha ignorado lo máximo posible desde que llegó que haya tenido algo con ella es muy difícil de creer.
—Izumi dijo que los vio.
—Si, pero tú ya has escuchado lo loca que es Nene, ella puede hacer cualquiera cosa.
—¿Cualquier cosa?— Cuestionó Takeru— ¿Insinuas que hay gato cerrado detrás de todo?
—No sé, solo digo.— Comentó Yamato— Quiero darle al menos el beneficio de la duda a Takuya, así como él lo hizo conmigo cuando le dije sobre el tema de Jun.
Takeru hizo una mueca ante esto— Bueno entiendo tu postura, pero Izumi, nuestra hermana, está sufriendo ¿no? Tú mismo me dijiste que estuviste hasta tarde con ella consolandola.
—Si.— Respondió el mayor— Y es exactamente por eso que vine a hablar contigo, yo hoy tengo muchas cosas que hacer, quiero hablar con Takuya, tengo que ir a la Universidad, quiero ir a ver a Mimi y también estar a cargo de Izumi, pero son muchas cosas y tengo miedo de que en mi ausencia Zoe se deprima más, ella dijo que no asistiría a la Universidad y no es para menos, nunca la había visto tan demacrada ¿podrías tú hacerle compañía en los momentos que no esté?
—Claro, no tengo problema.— Contestó Takeru— Pero ¿estás seguro que hay una explicación tras esto? ¿Qué ocurre si Takuya la engañó por qué en verdad quiso?
—Bueno de ser así no responderé de mis acciones, le confiamos a Izumi sin criticar lo que le hicieron a Kouji y que haga esto no es bueno, al contrario.— Respondió Yamato— Pero ya te dije, debo darle el mérito de la duda, él me ayudó con Mimi cuando el idiota de Ryo le dijo lo de Jun.
El menor hizo una mueca— Ryo en verdad se pasa ¿cómo revelar algo tan delicado y privado?
—Con tal de siempre tener el mando de todo es capaz de revelar hasta lo más intimo de una persona.— Respondió Yamato.
—¿Y qué harás? No solo se intentó sobrepasar con ella si no que también dejó en ridículo a la banda.
—Ya hice algo.— Contestó el mayor— Lo expulsamos de la banda.
—¿Qué? ¿Lo expulsaron de la banda?
—Si.
Takeru alzó las cejas sorprendido, no esperaba esta declaración, tampoco era como si no se lo mereciesa, pero en verdad nunca consideró que eso pudiese pasar.
—¿Y pensaste en que conociendo como es, haga algo al respecto, en forma de venganza?
—Lo pensé, pero me da lo mismo.— Respondió Yamato— Ryo ya nunca más se saldrá con la suya.
—Me sorprende mucho que Damar no haya llegado.— Musitó Rika observando su móvil— Se supone que ayer le habían dado el alta ¿no?
Hikari hizo una mueca ante esto, ella sabía que su amiga efectivamente tenía el alta, pero a diferencia de la pelirroja tenía más información acerca de aquella situación que no podía darle, Damar se lo había pedido.
—¿Tú has sabido algo?— La Nonaka le preguntó.
¡Rayos!
Tragó saliva y dirigió su mirada hacia la fila que estaba esperando por su bandeja con desayuno.
—¿E? N-no.— Respondió la castaña.
—Que extraño.— Comentó la pelirroja, aunque luego cayó en la cuenta de que su amiga en realidad estaba cambiada, así que no debía sorprenderse por este cambio. Pero ella estaba la última que se habían visto, eran amigas ¿por qué no le hablaría?
Buscó en sus contactos el nombre de su amiga y se dispuso a llamarla, pero una voz se escuchó junto a ellas.
—Buenos días chicas.
Tanto Hikari como Rika voltearon ante esto encontrando con el castaño de apellido Matsuki.
—Buenos días Takato.— Esta vez saludó la Yagami.
—Ho-hola.— Saludó Rika un tanto nerviosa por la presencia de aquel chico.
Takato observó a la pelirroja— Hola Rika.— Dijo antes de posar un beso en su mejilla provocando que se sonrojara.
—¿Cómo estás?
—Bien ¿y tú?
—Bien.— Respondió la Nonaka intentando calmar sus nervios.
La hermana de Taichi sonrió ante esto, era increíble ver a su amiga tan sonrojada y nerviosa por un chico, probablemente si Takeru estuviera ahí la molestaría y..
¡Un minuto!
Hikari observó a su al rededor y se percató de que su novio no venía con el castaño— ¿Donde está Takeru?
—Apuesto a que se quedó dormido de nuevo.— Musitó Rika.
Takato asintió— La verdad es que no sé donde está, me levanté y no estaba en su cuarto.
—¿Enserio?— Preguntó Rika.
Takato asintió— Si, no estaba, salió sin decir palabra.
—Chicos...—Una voz los llamó y al voltear se encontraron con la cocinera— Avancen.— Señaló las bandejas.
Ni cuenta se habían dado de que fila había avanzado, rápidamente los tres se acercaron y tomaron sus bandejas correspondientes para luego disponerse a buscar un lugar en una de las mesas, sin embargo, cuando comenzaron a caminar la castaña Yagami sintió como alguien la empujaba por "accidente" provocando que la chica cayese junto a su bandeja.
—Kari.— Rika se preocupó por su amiga al verla caer.
La Yagami hizo una mueca ante esto, la caída no había sido dolorosa, pero su desayuno había quedado incomible.
—¡Ups! Lo siento.— Una voz familiar se escuchó.
Hikari alzó la mirada y se encontró con la persona que deseaba no ver.
Catherine.
Rika frunció su ceño al ver a esa rubia fingiendo preocupación por la castaña de una manera bastante falsa al tener una risa en sus labios.
La pelirroja depositó su bandeja en una de las mesas y rápidamente ayudó a su amiga a levantarse.
—¿Estás bien?
—S-si, estoy bien.— Respondió Hikari mientras se levantaba y luego limpio sus rodillas.
Rika frunció el ceño y luego dirigió su mirada hacia la rubia— ¡Ten más cuidado por donde caminas!
—Fue un accidente.— Mintió Catherine.
—No lo fue.— Respondió la pelirroja— Yo lo sé.
—Si lo fue.
—No.
Hikari se mordió el labio inferior y tomó a su amiga del brazo— Rika, no te preocupes.— Dijo antes de observar la bandeja en el suelo y observar los vidrios del los platos rotos que estaban en el suelo— Ayudame a recoger esto.
La pelirroja hizo una mueca— Pero Hikari, ella...
—No te preocupes, no quiero que tú tambien tengas problemas con ella por mi culpa.
Catherine sonrió y observó la bandeja—¡Ups! Al parecer no vas a poder desayunar hoy.— Habló la rubia—Bueno no te haría mal no comer por hoy, tan solo mira, toda esa comida tiene miles de calorías y te harán ver más gorda de lo que ya te ves.— Habló la oji-azul.
¡Rayos!
Hikari se mordió el labio inferior ante esto, la verdad de las cosas es que no quería hacerle caso a esa chica con aquellos comentarios, pero había sido dificil no torturarse con los recuerdos de esas burlas que ahora nuevamente se estaban haciendo presentes.
La Nonaka frunció el ceño— ¿Quién te crees que eres para hablarle de peso y calorias a Hikari? ¿Acaso te crees muy delgada acaso?
—No me creo, lo soy.
—En tus sueños.— Musitó la pelirroja— Mira esas lonjas, tus mejillas, todo tu cuerpo, no pareces modelo, ni persona con lo horrible que eres.
—¿Qué cosas dices?— Cuestionó Catherine molesta— Soy hermosa.
—¿Hermosa?— Preguntó Rika y rio— No porque tengas el cabello rubio y los ojos azules significa que eres bonita.— La señaló— Tan solo mira tu cabello, parece paja, mira tu rostro tan gordo y tu cuerpo, pareces un hipopótamo.
La francesa frunció el ceño molesta— ¿Y tú quién te crees que eres para hablarme así? Físicamente tú eres feísima.
—A mucho a honra.— Habló la pelirroja, la verdad dar por hecho esa afirmación si con ello lograba hacerla enfadar, después de todo no le importaba que la críticase por su físico, finalmente a ella nunca le habían importado esos detalles— Pero aunque físicamente no sea lo mejor no dejaré que ofendas a Hikari, rata inmunda.
—¿Rata inmunda?— Cuestionó la rubia— ¿Cómo te atreves a llamarme así?
—Solo te digo lo que eres.
—No lo soy.— Respondió Catherine.
—Si lo eres, porque tú poco vales.
—Mira quién lo dice.— Habló Catherine— Si yo valgo poco, entonces ustedes dos valen nada.— Señaló a Hikari y Rika— Luego de todo lo que le hizo a Takeru, al igual que tú, Rika.— Catherine le dirigió una mirada a la pelirroja— Que no tuviste miedo de ofrecerles drogas en la maldita noche que murió Henry.
¿Qué?
Takato se sorprendió el escuchar esto, en cambio, Rika simplemente apretó su puño molesta.
—Dime ¿acaso querías que él tambien muriera como lo hizo tu amigo?
—¡Callate!— Gritó la pelirroja.
—No me voy a callar.— Respondió Catherine—Dime ¿eso querías hacer con tu amigo?
Segunda vez desde su llegada que esa chica le hacia comentarios de ese tipo a la pelirroja, pero ella a diferencia de Hikari no tenía muchas paciencia, la Yagami había esperado días y días para golpear a la chica, ya que no le gustaba la violencia, solo acudía a ella cuando no podía más. Mas, ella no era Hikari, no era paciente, no le gustaba que la molestaran mucho y siempre que podía recurría a la violencia.
Así como lo haría ahora.
Rápidamente se lanzó contra ella y para una pelea a golpes con la rubia.
¡Oh no!
En paralelo a aquello.
Koichi bostezó por milésima vez en esa mañana mientras revolvía su té.
Otro día de clases estaba comenzando y a pesar de que el fin de semana había sido largo apenas había logrado descansar, entre preocupaciones por sus estudios, luego las dudas que habían surgido acerca la situación de Damar y Kouji, y finalmente en la noche anterior su hermano ni siquiera había llegado a dormir dejandolo bastante preocupado, ya que lo había llamado varias y no respondía.
Era como si lo estuviera evitando.
Nuevamente bostezó.
—Buenos días Koichi.— Una voz se escuchó a su lado y voltear se encontró con el capitán del club de fútbol, Taichi, quién no traía un buen aspecto, como era de costumbre.
—Buenos días Taichi.
El chico se acercó a él y depositó su bandeja con comida en la mesa para luego observar a su alrededor— ¿Estás solo?
El Kimura asintió— Takuya sigue en la clínica.
—¿Y tu hermano?— Preguntó el Yagami por el Minamoto.
Kouji.
El oji-azul hizo una mueca al escuchar aquel nombre.
—No sé donde está.
—¿Cómo que no sabes donde estás?
—Pues no llegó a dormir anoche.— Respondió el Kimura.
El Yagami alzó una ceja sorprendido— ¿No te avisó que se quedaría fuera?
—No.— Contestó Koichi— Lo llamé para preguntarle ¿qué onda? pero no me respondió.
—¿No estará en la clínica acompañando a Damar?
"Acompañando a Damar"
Recordar que su hermano había estado junto a la castaña todo ese tiempo en verdad no lo reconfortaba luego de saber lo que ocurría entre ambos o bueno, lo que los demás le había dicho sobre ellos.
—Damar salió ayer de la clínica, así que no está ahí.
—Mmm...¿y no habrá salido con alguien? A alguna fiesta o algo así.
—No sé.— Respondió Koichi— Por más que lo llamo no me contesta.
—Bueno, ya aparecerá.— Comentó el Yagami para tranquilizar al Kimura.
Eso espero.
Pensó Koichi.
—¿Y Yamato?
—No sé.— Respondió el Yagami— No lo he visto, pero de seguro está con Mimi.
No había que ser adivino, finalmente era su novia, debía estar con ella.
—Oye ¿qué te ocurrió en la mano?— Preguntó el Kimura señaló su puño.
¡Rayos!
Taichi hizo una mueca ante esto, se le había olvidado colocarse su muñequera.
Suspiró.
—Sin querer me pase a golpear.
—Que mal.— Musitó Koichi— Se ve mal.
Taichi asintió para luego en silencio, lógicamente no le diría la verdad al Kimura, ya que eso implicaría decirle todo y no quería admitir su derrota, en lo posible queería olvidarla, aunque fuera imposible. Hizo una mueca al distinguir a la rubia entrar al comedor y hacerle una seña con la mano. Apretó su puño al recordar todo lo que estaba ocurriendo en su vida por culpa de esa chica...
Y por la suya.
Suspiró y bajó la mirada.
Enserio se sentía un cobarde y un idiota ¿cómo había dejado que esto ocurriera? Esa seria la pregunta que siempre se haría. Y peor ¿cómo rayos había terminado soñando con ella el otro día?
De repente un ruido de unos platos cayendose llamó su atención y al alzar su mirada se encontró con su hermana en el suelo junto a la rubia francesa.
¡Rayos!
Hizo una mueca ante esto.
Fue en cosa de segundo como vio que la pelirroja Nonaka ayudaba a su hermana a levantarse, Catherine les decía algo, Hikari baja la mirada triste y Rika fruncía el ceño enfadada, intercambiaron palabras que por la distancia no escuchó hasta que...
—¡Callate!— Gritó la pelirroja.
—No me voy a callar.— Respondió la rubia en otro grito—Dime ¿eso querías hacer con tu amigo?
Y fue en cosa de segundos en que ambas se lanzaron la una contra la otra para pelear.
—¡Rayos!— Exclamó Koichi al ver a la pelirroja dandole bofetadas a la rubia, esto en realidad era el colmo ¿acaso estaba de moda acudir a la violencia? Primero Kouji y luego Rika, rápidamente se levantó de su lugar dispuesto en ir hacia la Nonaka.
Todo lo contrario a la reacción del Kimura, Taichi ni siquiera se dispuso a moverse de su lugar, simplemente observó la escena teniendo una lucha interior consigo mismo al querer gritar "¡Vamos Rika! Dale con todo" y al compadecerse por la rubia, aunque esto último no debía ser, finalmente ella estaba logrando molestarlo bastante.
Hasta en sueños.
¡Rayos!
Su llamada será transferida al buzón de mensaje.
Rumiko frunció el ceño totalmente enfadada, apretó su móvil con todas sus fuerzas, en verdad estaba enojada.
Llevaba horas intentando localizar a Damar, pero estaba siendo imposible, tristemente no podía denunciar una desaparición ya que aun se cumplian las veinticuatro horas que decía el protocolo policia. Su personal había ido a buscarla, sin embargo, nadie se había reportado todavía. Así que había decidido llamar a Keisuke, pero este ni siquiera se dignaba a responder.
Suspiró.
En verdad tendría problemas si no encontraba a esa chica, porque era menor de edad y estaba bajo su cuidado, pero ¿cómo rayos la encontraría? Los doctores y enfemeros de la clínica no sabían donde estaban, sus hermanos tampoco y sus amigos...
¡Un minuto!
Quizás Rika sabía.
—Directora.— Derepente la puerta de su oficina se abrió de golpe y frente a sus ojos apareció una chica de quince años—Disculpe por entrar así, pero hay una pelea en el comedor.
La llamó— Hay una pelea en el comedor.
—¿Qué?— Preguntó Rumiko.
¿Otra vez?
¡Lo que faltaba!
Rápidamente salió de su oficina acompañada de aquella chica, llegó al comedor y ahí se encontraban personas formando un circulo al rededor de donde parecía ser el conflicto, sin esperar mucho se acercó al lugar.
—Permiso.— Musitó mientras avanzaba entre la multitud y al llegar al centro se encontró con su hija, Rika, quién golpeaba a la rubia francesa, Catherine, mientras era jalada por Koichi y la otra por un chico que no recordaba como se llamaba.
—Rika, Rika detente.— El Kimura le susurró
—Dejame Koichi.— Respondió Rika— Le quitaré esas extensiones y se quedará calva.
—No son extensiones.— Gritó Catherine— Es cabello y mucho mejor cuidado que el tuyo que parece paja.
—Paja el tuyo.— Rika dijo antes de lanzar otro golpe hacia ella, pero antes de que Catherine pudiese responder la voz de Rumiko se interpuso.
—¿Qué está ocurriendo aquí?— La voz de la directora se hizo presente.
¡Rayos!
Pensó Rika al ver a su madre.
Ahora en verdad tendría problemas, su madre no tenía mucha paciencia con ella, seguramente ahora la mataría.
—Señora Rumiko, su hija comenzó esta pelea.— Lloró Catherine.
—No le creas.— Habló Rika— Ella me golpeo primero, ella comenzó esta discusión con palabras.
—Mentira, fuiste tú.
Rumiko se cruzó de brazos molesta ¿qué ocurria ultimamente que todas se agarraban a golpes? Se suponía que en ese lugar le enseñaban ética y moral para que no hicieren ese tipo de cosas, sin embargo era lo primero que hacian. Bueno no le sorprendía que Rika hiciera esto, pero Catherine era una chica de elite con buenos modales ¿por qué reaccionaba de esta forma?
—No me importa quién empezó, esta no es una actitud que debería tener una señorita.— Respondió Rumiko— Las dos, a mi oficina.
—¿Qué?— Preguntaron las dos sorprendidas.
—Lo que escucharon, a mi oficina.— Contestó la mujer rubia.
Rumiko observó atentamente a las dos adolescentes frente a ella con malos ojos, en verdad estaba molesta por esta situación, tenía muchas cosas en mente como para lidiar con otra pelea. Más encima ahora en esta discusión estaba involucrada su hija.
—Esto no puede ser señoritas, en este lugar no se acepta violencia.— Habló molesta.
—Ella empezó.— Ambas dijeron a la vez.
—Ya les dije que no me importa quien empezó, lo importante es que dos señoritas de este internado se agarraron a los golpes como hombres y eso no está bien.— Dirigió su mirada hacia la rubia— Me sorprende este comportamiento, señorita Catherine, ya que no es propio de usted, siempre fue muy educada y nunca fue agresiva ¿cómo es posible que se esté comportando así?
—Disculpeme señora Rumiko, pero no tuve opción, su hija se lanzó contra mi, sin ninguna explicación.
—Mentirosa, yo me lancé contra ti porque estabas molestando a Hikari.
—Yo no hice eso.
—Si lo hiciste.— Respondió la pelirroja—Le dijiste un montón de cosas, yo simplemente quise defenderla.— Habló Rika— Y para variar también la empujaste a propósito provocando que cayera.
—Ya dije que pasé a chocar con ella por accidente.
—No lo fue.
—Si lo fue.
—Aunque así haya sido de todas formas la comenzaste a insultar.
—Porque tú me atacaste primero.— Respondió la rubia.
—Mentira.— Rika volteo hacia Rumiko— Madre, no le creas, yo te digo la verdad.
—Directora Rumiko, no le crea a ella, creame a mi.— Habló la rubia—Usted conoce a su hija, es problemática, mal hablada, drogadicta, siempre busca problemas y hacerle la vida imposible a los demás.
Rika se mordió el labio inferior ante esto, ella sabía que todas esas características se las merecía, después de todo lo que había hecho, sin embargo, esto ya no era así, al contrario, ella estaba intentando cambiar.
—Madre yo no fui, lo prometo.
Rumiko simplemente frunció el ceño y las observó detenidamente, ambas le contaban una versión de la historia y apelaban a ella para darle credebilidad algo difícil, sin duda, porque una de las chicas era una señorita de sociedad que siempre había tenido buenos modales y nunca se involucraba en problemas, muy por el contrario de la otra, Rika, quién era su hija, pero la conocía y sabía lo problemática que era, siempre buscando provocar a los demás y molestar, sobre todo a aquellas personas que no son de su agrado como lo era esta chica rubia.
—Directora, usted me conoce siempre he tenido buenos modales y nunca busqué problemas el tiempo que estuve aquí, mi comportamiento ha sido ejemplar, usted lo sabe ¿enserio cree que buscaría arruinar aquello cuando apenas llevo una semana aquí?
Bueno, esa chica nueva, Nene, también llevaba poco tiempo aquí y también había protagonizado otra pelea.
Sin embargo, a diferencia de la otra situación, ella conocía a Catherine y también a su hija, si ponía todo en una balanza sin duda ganaba...
—Directora.— Catherine la llamó.
—Madre.— Rika nuevamente habló
Rumiko suspiró, sin duda ser directora y madre era difícil.
—Catherine dejame a solas con mi hija.
¿Qué?
Rika alzó una ceja sorprendida ¿acaso su madre no le creía?
—Necesito hablar con ella por esta situación.
La rubia asintió, sin decir más se levantó de su asiento para dirigirse hacia la puerta y salir del lugar.
Al quedar solas Rumiko volteo hacia su hija verdaderamente enfadada.
—En verdad que te gusta molestar, Rika.— La regañó.
—¿Qué?— Preguntó la pelirroja— Pero madre yo te dije que...
—Ya escuché Rika lo que me dijiste.— La interrumpió— Sin embargo, me cuesta mucho creerte Catherine siempre ha tenido buen comportamiento, ha sido una chica tranquila, nunca causó problemas, en cambio todo eso es tú especialidad.
Rika se mordió el labio inferior.
—Además sé que no te agrada esa chica y te conozco, eres de las personas que busca la más mínima excusa para enfrentarte con aquellos que no te caen bien, no me sorprendería que toda esta historia tuya fuera una excusa barata para fastidiarla.— Continuo hablando la rubia.
Rika apretó su puño ¿enserio su madre le estaba creyendo más a Catherine que a ella?
—Madre, no fui yo.
—No mientas.
—Pero es la verdad.
—¿Enserio crees que te creeré luego de la forma en que te comportas?
—Soy tu hija.— Habló Rika— Por una vez en tu vida podrías creerme ¿no crees?
—Puede que seas mi hija, pero me has dado razones para que no lo haga.— Respondió Rumiko.
Si, eso lo sabía, no lo negaría, finalmente ella se había ganado todas esas calificaciones, sin embargo, eso no quitaba que le molestase.
Rumiko suspiró, en verdad estaba molesta y cansada— Esto en verdad es agotador ¿sabes? La semana recién comienza y ya tengo problemas, primero la desaparición de tu amiga Damar y ahora otra pelea más, no solo tuve que lidiar con Izumi y Nene si no que con Catherine y tú, por una estupidez.
¿Qué?
Rika alzó una ceja— ¿Damar?— Preguntó— ¿Qué ocurrió con ella?
—No te hagas la sorprendida Rika, lo más seguro es que tú sabes más que nadie en donde está.
—¿En donde está?— Cuestionó— ¿No estaba en la clínica?
—Rika, lo digo enserio, no intentes fingir conmigo, estoy segura de que tu sabes donde rayos se escapó tu amiga para no recibir su castigo.— Habló seriamente Rumiko.
—Lo digo de verdad, mamá, no tengo ni idea de lo que me hablas.— Respondió Rika.
Rumiko suspiró, en verdad le tomaría tiempo sacarle la verdad a su hija, pero tenía que hacerlo— Damar desapareció ayer.
—¿Qué?
—Se supone que Tally la iría a buscar para que cumpliera con su castigo, supongo que ya sabes cual es, y no estaba, curiosamente.— Comentó la rubia— Y luego de preguntarles a sus hermanos solo llegué a la conclusión de que tú debes saber en donde está.
—¿Yo?— Preguntó Rika— ¿Por qué?
—Porque no sería primera vez que lo haces, esa chica y tú siempre se han cubrido las espaldas ¿no?
Si, pero en verdad ahora no tenía ni la más mínima idea de donde rayos estaba su amiga, ni siquiera sabía que había desaparecido. No iba a negar que si le había parecido raro que no llegase a dormir cuando se suponía que todavía estaba delicada de salud, pero supuso que aún seguía en la clínica o algo así. Sin embargo, ahora su madre le estaba diciendo que estaba desaparecida y más encima suponía que ella sabe en donde está cuando ni siquiera sabía de su desaparición.
—Mamá yo en realidad no sé en donde está.
—Rika.— Rumiko se cruzó de brazos— Si me dices te evitarás problemas.
—Digo la verdad.
—Sé que no.— Respondió la mujer— Si no me dices no solo tendrás que ser castigada por esta pelea con Catherine si no que también por haber ayudado en este escape.
¡Rayos! En verdad su madre no le estaba creyendo en nada, eso era molesto.
—Madre te digo la verdad.
—Rika, ya dime.
—Te lo digo enserio.— Elevó la voz molesta y se levantó de su asiento— No sé donde está.
—Sigues sumando más horas de castigo.
—Pero si ya te dije que no sé.— Rodó los ojos molesta— ¿Tanto te cuesta creerme?
—Lo único que sabes hacer es mentir e involucrarte en problemas, no me sorprende que me estés mintiendo una vez más.— Comentó Rumiko.
La pelirroja se mordio el labio inferior, en verdad estaba situación no la estaba haciendo sentir bien, al contrario, ser consciente de toda la fama que se había armado solo le producía más rechazo por sí misma.
—Madre...—La llamó y con seria voz dijo—Por una vez en tu vida, madre, solo por una vez te estoy pidiendo que me creas, porque por primera vez estoy siendo sincera contigo.— Alzó la mirada— Me enfrenté con Catherine por Hikari, no porque quisiera, puede que esa francesa no me agrade, pero esta vez fue netamente por defender a mi amiga y...—Suspiró— Puede ser que Damar sea mi amiga, pero en verdad no sé en donde está y si te soy sincera ahora en verdad me preocupa saber que no .— Repitió— ¿Sabes? Ojalá me creyerás, porque aunque no lo veas estoy intentando hacer las cosas bien, pero entiendo que esto me lo merezco porque no valgo ni como hija, ni como persona.
Ya aceptaba su realidad, no necesitaba fingir, esto era lo que era, una escoria, no valía, literalmente era un desperdicio, pero desde que Takato y ella habían comenzado algo se había propuesto ser mejor y aunque le costase eso sería.
—Permiso.— Dijo antes de voltear en dirección a la salida.
Izumi se observó atentamente al espejo y tomó su cabeza entre sus manos, en verdad le dolía, no era para menos, había llorado toda la noche, apenas había dormido, igual que las noches anteriores. Suspiró.
¡Toc, toc!
La puerta de su departamento sonó.
Hizo una mueca, sus amigas no estaban en departamento, así que tendría que ella ir a abrir. Solo rogaba que no fuera una persona indeseada.
Cuando abrió grande fue su sorpresa al ver a su hermano menor, Takeru, quién venía con una gran bolsa en sus manos.
—Tk.— Lo llamó— ¿Qué haces aquí?
—Me dijeron que mi sorella estaba triste y quise venir a acompañarla.— Respondió el oji-azul y abrió su bolsa— Traje tus helados favoritos de vainilla y frutilla.— Señaló unas cubetas— Tus galletas favoritas, papitas fritas y...—Sacó dos cajas— Muchos y muchos pañuelos.
Izumi observó esto y no pudo evitar emocionarse— Takeru no era nece...
—¡Eps! Si es necesario.— Habló el menor— Sé que las estás pasando mal y como hermano es lo menos que puedo hacer.
La oji-verde sonrió.
—¿Por qué Alice todavía no trae a Natsumi?— Mimi le preguntó a su hermano.
El moreno simplemente se mordió el labio inferior y guardó silencio, luego de la llamada de ayer había quedado con la impresión de que la pelirroja no estaba muy agradada de la idea de traer a la pequeña rubia a la clínica, pero no se sentía con la suficiente fuerza de decirle, ya que todavía no estaba bien y no quería preocuparla.
—No, me dijo que estaba un tanto ocupada, pero apenas pudiese vendría.— Si, mintió, pero ¿qué más podía hacer? Si era necesario insistiría a más no poder para que eso fuera así.
—Quiero ver a mi hija.
—Lo sé princesa, pero debes estar tranquila, de seguro Alice pronto la traerá.— Respondió el chico.
—Eso espero.— Musitó Mimi.
En verdad necesitaba ver a su hija, era lo que más amaba en el mundo y luego de lo que le había ocurrido solo ella lograría traer paz a su vida.
Además había algo que debía hacer y ahora tenía el valor para hacerlo, Alice le había pedido una respuesta y se la daría definitivamente, finalmente esto solo le había servido para darse cuenta que sus hermanos tenían razón, lo más importante era Natsumi, nadie más que ella. Ya vería que ocurría a continuación con su padre y con los demás, lo único que quería ahora era velar por ella haciendo lo que de un principio debio hacer.
—Takuya.— Llamó a su hermano.
—¿Si?— Preguntó el moreno.
Mimi bajó la mirada y suspiró— Quizás te sonará extraño lo que te preguntaré pero necesito que me respondas.
—¿Qué cosa?— Takuya alzó una ceja sorprendido— ¿Qué ocurre?
La chica alzó la mirada— ¿Te acuerdas una vez cuando nuestro padre te confió revisar los archivos de las cuentas bancarias de nuestra madre?
—¿E? Si, si lo recuerdo.— El moreno respondió y unas imágenes de ese momento llegaron a su mente, en realidad unos aburridos recuerdos de ese día, ya que eran puros números, letras y cosas que no entendía, finalmente eran enormes cuentas con miles de retiros, depositos, ahorros, que no se dio el tiempo de leer, porque verdaderamente no le interesaban— ¿Por qué me preguntas?
—Cuando viste eso ¿no viste cuanto dinero del que nuestra madre tenía es de nuestra herencia?
—¿De nuestra herencia?— Cuestionó el moreno sorprendido— ¿Te refieres al dinero que nos dejó mamá?
Mimi asintió— Si.
—¿E?— Llevó una mano a su nuca— Bu-bueno la verdad es que no le puse mucha atención, solo sé que todo eso estaba en una cuenta aparte, no las que vínculan a la de nuestro padre, si no las que se relacionan con la de nuestro abuelo.— Respondió— Pero ¿por qué preguntas?
—Porque necesito saber con cuanto dinero dispongo si decido tener bajo mi propiedad la parte de la herencia que me corresponde.
Takuya alzó una ceja sorprendido, en verdad no se esperaba que su hermana le hablase de eso, ya que ellos nunca habían sido de esas personas que se encargaran de administrar dinero, al contrario, siempre eran de gastarlo y generalmente se conformaban con lo que le daba su padre, que no era poco.
—¿Podrías hablar con nuestro padre o con uno de sus Contadores para revisar esa cuenta?— Preguntó Mimi— Necesito saber cuanto dinero tenemos.
—¿E? S-si, podría hacerlo.— Respondió Takuya— Pero ¿por qué? ¿Y para qué necesitas saber de cuanto dinero disponemos?
—Por algo importante.
—¿Importante?— Cuestionó el moreno.
—Se relaciona con Natsumi...—Respondió Mimi— Y Alice.
—¿Qué?— Preguntó el moreno sorprendido al escuchar esto.
—Alice me dijo que tomara una decisión y ya la tomé, cuando venga se la diré.
—¡Un minuto!— Takuya alzó la voz— ¿No me digas que piensas darle definitvamente a Natsumi con herencia incluida?
Mimi simplemente tragó saliva, esa idea en verdad sonaba macabra y debía admitir que en un momento había pensado en eso.
—La verdad es que...
¡Toc, toc!
La puerta sonó llamando la atención de ambos.
—Permiso.— Una enfermera ingresó— Debo revisar a la señorita Tachikawa.
—Rika me golpeo por la fastidiosa de tu hermana.
Taichi alzó una ceja sorprendido— ¿Por Hikari?
—Si, por ella.— Respondió la rubia— Como siempre le gustaba fastidiarme.
—¿Ella a ti?— Cuestionó el castaño— ¿No será que tú la estás molestando a ella?
—¿Cómo crees eso de mi?— Preguntó la rubia.
—No lo creo, te conozco y estoy seguro que eso es lo que es.— Respondió Taichi.
Catherine hizo una mueca, en verdad le molestaba que esa chica tuviera hipnotizados a todos.
—Y te dejaré una cosa en claro, más te vale no molestar a mi hermana si no...
—Si no ¿qué?— La rubia lo interrumpió acercandose de manera desafiante a su rostro acortando demasiado la distancia entre ellos— ¿Qué me vas a hacer?
Taichi se mordió el labio inferior ante esta cercanía, sus respiraciones se habían entrecruzado, sentía su aliento sobre su boca, estaba muy cerca ¡Demsiado cerca! No le gustaba.
—Cuando se trata de mi hermana soy capaz de todo.— Respondió el Yagami.
—No me esperaba menos de ti.— Contestó Catherine— Pero ¿acaso se te olvida que yo puedo hacer muchas cosas en tu contra?— Preguntó— Dime ¿serías capaz de perder a Sora por tu hermana?
Taichi analizó estas palabras en su cabeza, era una pregunta bastante seria y difícil de responder. Él amaba como un loco a la Takenouchi, desde el minuto en que se habían conocido él se enamoró de lla a más poder, cayó rendido ante sus pies y haría todo por ella.
Sin embargo, Hikari era su hermana, eran familia, tenían la misma sangre corriendo por sus venas y era un pilar fundamental en su vida, literalmente sin ella nada tendría sentido. Su hermana era su luz, su esperanza, su paz, pero sobretodo el gran amor de su vida, siempre sería la mujer que amaría con todas sus fuerzas mucho más que a las demás, ella era sus ojos, su vida, su tesoro, ella siempre sería la mujer más importante para él.
—Puedo perder a Sora, pero Hikari siempre será lo más importante para mi.— Respondió el Yagami seriamente.
Catherine hizo una mueca ante esto, en verdad no le gustaba que defendiera tanto a Hikari.
—Puede que sea tu hermana, pero es aburrida.
—¿Y eso qué?— Cuestionó Taichi— Puede ser muchas cosas, pero siempre será mi hermana, así que no te atrevas a fastidiarla.— Amenazó.
Catherine se mordió el labio inferior, el Yagami no se veía agradado y su amenaza sonaba fría, desafiante, algo que no le gustaba, ya que le encantaba tenerlo a él comiendo de su mano, no al revés.
—¿Sabes? No me agrada tu hermana, ni que me amenasen.— Habló la rubia— Pero te ves tan irresistible hablando de esta manera seria y dominante.— Acarició su mejilla y se acercó más a él.
—¿Q-qué?— Taichi rápidamente se acercó de la chica— Alejate.
—¿Por qué?— Preguntó la rubia— ¿Acaso logró colocarte nervioso?
—No es eso.— Respondió el Yagami— Tengo novia y por respeto a ella no deberías acercarte así.
—¿Por respeto?— Rio la rubia— Que gracioso ¿el mismo respeto que tuviste cuando te involucraste conmigo?
Taichi frunció el ceño molesto— Tú sabes que en ese momento no estaba bien.
—No estabas bien, pero admite que te gusto, finalmente fue divertido.
—No responderé eso, porque no me gusto.— Habló el Yagami incomodo, en verdad no quería hablar de eso.
—Si evitas la conversación significa que tengo razón.— Respondió Catherine.
—¡No!
—Si.— La rubia roso sus labios con los del chico.
Taichi rapidamente retrocedió— Alejate.
Catherine sonrió— Es divertido verte tan nervioso.— Se acercó más a él— Dime ¿no te gustaría divertirte?— Apreto su muslo izquierdo.
¡Rayos!
Esto le recordaba el sueño.
~Sueño~
— Pero, a ti te gusta que esté aquí.— Apretó su muslo izquierdo.
El Yagami se mordió el labio inferior— ¿Qué estás haciendo?
—Lo que tú quieres.— Contestó la chica mientras acariciaba su rostro— Lo que la aburrida de Sora seguramente no hace bien.
Taichi observó el cuerpo de la chica— De-deberías irte.
—Debería.— Contestó la rubia— Pero, no quieres que lo haga.
—Cl-claro que quiero.
—No.— Respondió Catherine— No quieres.— Dijo antes de acercarse a su rostro— Tú me deseas.
—N-no.
—Si, no lo niegues.— Rosó los labios con su cuello.
—Catherine no.
—Sh.— La chica rosó sus labios— Estamos solos, Sora no se va a enterar.— Dijo antes de abrazar su cuello y besar sus labios.
¡Rayos!
Besaba bien.
Taichi simplemente se quedó estático ante esto, la chica comenzó a besar su cuello.
—Vamos.— Le susurró la chica— Tocame y cumple tus deseos.
El Yagami acarició el delicado cuerpo de la rubia sobre ese babydoll, tenía buenas curvas. La rubia alzó su rostro y besó sus labios, Taichi cerró sus ojos y le correspondió a su beso mientras sus manos recorrían su cuerpo. Al principio el beso fue suave, lento y delicado, pero luego de unos segundos este beso se convirtió en uno más desesperado y apasionado.
El Yagami rodó sobre ella y besó su cuello, tenía una piel suave y agradable.
Las manos de la chica acariciaron su espalda.
El chico se aventuró en su escote
~Realidad~
¡Esto era el colmo!
¿Cómo rayos habia soñado? Ahora no podía darse el lujo de ceder ante esta sensación.
¡Él estaba de novio!
¡Amaba a Sora!
¡No caería de nuevo!
Aunque sus hormonas estuvieran demsiado revolucionadas.
—¡Dejame Catherine!— Taichi se alejó para voltear— Tengo cosas que hacer, no perderé el tiempo contigo.— Dijo antes de caminar.
La rubia frunció el ceño molesta ¿por qué simplemente no se dejaba llevar? Se divertiría bastante si solo dejaba que ese momento se diera.
—Algún día volverás a caer a mis pies y te olvidarás de la idiota de Sora.
—No le digas idiota.— Respondió el Yagami antes de salir del lugar y volteo hacia la chica— Ya que el idiota soy yo por haberme involucrado contigo.
Yamato caminó en dirección hacia el internado, su clase había terminado temprano entonces aprovecharía el tiempo para estar con Mimi, antes de su proxima clase, y también para hablar con Takuya, ya que le urgía tener una explicación de la situación que estaba viviendo con Izumi.
¿Cómo rayos había sido capaz de engañarla?
No lo entendía, por más vueltas que le daba no le lograba entrar en la cabeza, finalmente el mismo moreno había dicho que ya no sentía algo por Nene, al contrario, siempre demostraba despreciarla y la rechazaba apenas podía.
Sin duda había algo que no le cuadraba.
¡Bip, bip!
Su móvil sonó, lo sacó de su bolsillo y lo revisó.
(De: Mimi)
Tenemos que hablar de nuestros hermanos.
Como si le hubiera leído la mente, quizás ella le daría una explicación.
Se dispuso a responder, pero antes de que udiera hacer esto chocó contra alguien.
—¡Hey! Cuidado.— Una voz femenina se escuchó.
—¡Ups! Lo siento.—Yamato volteo hacia la persona a quién había empujado, pero al hacer esto literalmente se sintió super impresionado al ver a una chica rubia de ojos exóticos color rosa y piel pálida, quién vestía un elegante y ajustado vestido negro.
—¿Nanami?— El Ishida reconoció al instante a la chica.
—Yamato.— La rubia sonrió.
El oji-azul alzó una ceja sorprendido, no esperaba en ver a esa chica en aquel lugar— ¿Qué haces aquí?
—¿Esa es tu forma de saludar a una antigua...—Guiñó su ojo— Amiga?
Yamato se mordió el labio inferior.
¡Rayos!
Pensó.
Con esa palabra tan simple "amiga" muchos pensarían que simplemente se refiere a una amistad común, pero él sabía que con el guiño le decía otra cosa.
—¿E?— Balbuceo un tanto desorientado— Disculpa pero no esperaba verte aquí.— Aclaró su garganta— ¿No estabas de intercambio en España?
Nanami asintió— Tu mismo lo dijiste, estaba.— Respondió— El intercambio finalizó y regresé.
Ese famoso intercambio.
¡Rayos!
Se mordió el labio inferior.
Tal vez y solo tal vez, si no estuviera con Mimi se hubiera alegrado de su vuelta, sin embargo, ahora no, porque lo que había sucedido con esa chica era pasado.
—No sabes lo feliz que estoy al verte de nuevo.— Dijo la chica antes de depositar un beso en su mejilla, acto que tomó a Yamato desprevenido— Fuiste una de las personas que más extrañé en España ¿sabes?
¡Rayos! Se mordió el labio inferior.
Ellos el último tiempo antes de que se fuera a España habían sido un tanto "unidos" ya que se divertían juntos de vez en cuando, pero eso ya era pasado él ahora estaba con Mimi.
—Y supongo que también extrañaste a tu novio Thomas ¿no?
La chica alzó una ceja ante esto y sonrió— ¡Vaya! Ni te imaginas como...
—Nanami.— Una tercera voz lo interrumpió y al voltear se encontraron con la señora Onodera— La directora la está esperando.
—Voy altiro.— Respondió Nanami— Yamato, me tengo que ir, ojalá nos veamos de nuevo pronto.
Ojalá que no.
Pensó Yamato.
Takuya pasó las manos por su cabeza, apenas había dormido en la noche que había pasado porque ese sofá junto a Mimi era bastante incómodo, sentía el cuello rígido, adolorido y sus musculos estaban contraidos.
Suspiró.
Estaba casando, sin duda, pero tenía muchas cosas que hacer ese día. Gracias a que Mimi conocía la situación ahora podía priorizar sus problemas con Izumi y lo haría. Su melliza le había un buen plan, así que lo haría.
Sin decir palabra se dispuso a caminar al final del pasillo para salir del lugar y encaminarse hacia el internado. Sin embargo, tuvo que detenerse rápidamente al darse cuenta que por la puerta final del pasillo ingresaba cierta mujer cabello pelirrojo con una niña rubia.
Alzó una ceja y la mujer al verlo se acercó a ella junto a la pequeña.
—Takuya.
—¿Alice?— Takuya pronunció su nombre sorprendido al ver a la pelirroja.
—Hola.— Respondió la joven mujer.
El castaño dirigió su mirada hacia la niña que estaba junto a ella— Natsumi.
—Hola.— Saludó la pequeña con una sonrisa para luego caminar hacia Takuya y literalmente lanzarse a sus brazos.
Takuya rápidamente al sostuvo y la alzó para abrazarla, sin evitar que una sonrisa se formara en sus labios, hace tiempo, meses, no veía a su sobrina.
—Me alega vedte tío Taku.
El moreno sonrió— Lo mismo digo.— Dirigió su mirada hacia la pelirroja— Me alegra verlas a ambas.
—Me contadon que tía Mimi edtá enferma.— Habló la niña.
—Si, está un poco delicada de salud.— Respondió Takuya— Pero ahora que estás aquí, esoty seguro que se recuperará.— Habló el moreno— A Mimi le hará bien verte.— Dirigió su mirada hacia la pelirroja— Y a ti también Alice, le hará bien verlas.
—Eso espero.— Comentó la pelirroja.
—Vamos, las llevaré a su habi...
—Espera.— Alice lo interrumpió.
El moreno alzó una ceja sorprendido— ¿Qué ocurre?
—Antes de ir necesito hablar seriamente contigo Takuya.
—¿Conmigo?
Alice asintió.
Natsumi movió levemente sus pies señalando el suelo y Takuya entendio que quería que bajase, así que eso hizo y luego dirigió su mirada nuevamente hacia Alice.
—¿Qué ocurre Alice? ¿De qué y por qué necesitas hablar conmigo?
—Necesito hablar contigo porque necesito aclarar algunos puntos de nuestro trato.— Respondió con seriedad.
El castaño alzó una ceja sorprendido— ¿Aclarar algunos puntos de nuestra trato?— Preguntó desconcertado.
—Entiendo que Natsumi sea hija de Mimi y que quiera verla, pero también creo que es necesario que respeten algunos parametros.— Habló Alice seriamente— Siempre yo he estado dispuesta a llevar a Nat con su madre, porque es bueno que tengan comunicación, pero no puedo andar siempre a la voluntad de ustedes, el otro día le propuse que se juntaran, porque estaba disponible y era un día adecuado, así como en Estados Unidos, pensé que continuariamos con los Sábados de reunión, pero ustedes cambiaron esto y me piden que la traiga en la semana cuando estoy ocupada, y para variar, me piden que la traiga a una clínica ¡Una clínica! Natsumi es super enfermiza, cualquier rotavirus podría provocar estragos con su salud.
¡Rayos!
—L-lo siento Alice, pero últimamente han ocurrido muchas cosas en nuestra vida que...
—Ese es el tema.— La chica lo interrumpió— Tienen muchas otras cosas que le dan prioridad antes que a Natsumi, ser madre, padre o tíos no implica solo en pagar para que esté bien.
—Si, lo sé, pero todo lo que ha ocurrido han sido problemas, han ocurrido cosas en nuestro entorno que no son agradables.
—Se supone que la responsabilidad de una niña debe ir más allá que los problemas Takuya.
—Lo sé, pero Alice, entiende que para nosotros no es fácil, todavía somos menores de edad.
Si, lo sabía y ese un tema crucial, sentía que las decisiones de ellos en verdad estaban siendo my inmaduras, en todos los sentidos.
—Puede que todavía no tengan edad suficiente, pero yo hablo de ser maduros ante esta situación, siento que la forma en que se están comportando no es con la suficiente madurez.
Takuya hizo una mueca— ¿Tú crees?
—Claro, tan solo mira lo que ha pasado, Natsumi no necesita estar rodeada de un ambiente así, es una niña, no deberían involucrarla en ellos, entiendo que Mimi sea su mamá, pero debe ver lo mejor por ella.
El moreno se mordió el labio inferior.
Bueno, quizás Alice tuviese razón y no estuviesen tomando las mejores decisiones y entendía que no le agradace.
—Entiendo Alice, hablaré seriamente con mi hermana de esta situación.— Respondió el castaño— pero cuando esté bien ¿si? Ahora no está del todo bien.
Ese era el tema.
Siempre habían excusas, excusas y más excusas.
Ser madre no implicaba aquello.
En Instagram ya les di el Spoiler de Nanami (villana de Digimon temporada 5: DATS o Savers) Necesitaba una villana para el Mimato y ya dije que esta no será como Catherine o Nene, será mucho más ingeniosa y a diferencia de las otras dos no buscará arruinar a Yamato porque lo ame o algo así, busca dinero y pasión.
milrose: Sin duda, se merecen lo peor esas dos jajajaj Ya veremos que le dirá a nuestra Kari jsjsjsj Taichi sin duda está logrando que lo odiemos, pero debe ocurrir todo esto para darle un arco agradable e impresionante al persona, ahora todos los odian y quizás sufra consecuencias, pero al cometer tantos errores, terminará comprendiendo a aquellos que tampoco han hecho las cosas bien. Si, pobre Sora, pero en la próxima temporada dará más pena, ella será una de las principales protagonistas. Sin duda Zoe está en la peor eetapa de su vida y también sufrirá mucho en lo que continua, ya veremos como se dará todo jajajaj lo de Mimi será secreto hasta que nos encontremos con la su conversación con Alice jsjsjsj me alegro que te guste su relación de hermanas, por eso Damar está en esta historia, siempre quise darle a Mimi una hermana para que tenga confianza y con quién pueda siempre contar, ya que pueden ocurrir muchas cosas pero Damar siempre estará para Mimi y viceversa, a diferencia de las amistades jjajajj ya veremos si Juri lo dice o no, recordemos que Takuya también lo sabe jsjsjsjsj Ojalá sigas leyendo y comentando te mando un gran abrazo a la distancia.
Sé que me demoré, pero estaba terminando mi año de estudio y aquí estoy de vacaciones dispuesta a escribir hasta que no pueda más.
Feliz navidad y Año Nuevo a todos (sé que es tarde, pero ahora se los digo)
