Ese collar.

~Tres años atrás~

—Me sorprende verte aquí.— Musitó Taichi.

A Yamato no le sorprendió el comentario de su amigo, ya que no era un secreto para nadie que él tenía poco tiempo para venir al departamento, entre terapias psicológicas, reuniones con sus padres, ensayos de la banda, tiempo con su novia y la preparatoria, apenas tenía tiempo para llegar hasta ahí incluso para dormir, ya que por andar al pendiente de Takeru terminaba quedandose en su departamento, en la sala de música o en el departamento de Mimi.

—A mi también me sorprende verte.— No pudo evitar comentar el rubio, finalmente el castaño tampoco vivía fuera, antes al menos podían salir a tomar algo, generalmente se escapaban a fiestas, pero ahora ni en el desayuno se veían— Pensé que tenías entrenamiento de fútbol.

—No, hoy tenía que acompañar a Hikari al psicólogo.— Respondió el Yagami.

—¿Y por qué no estás ahí?

—Porque, sorprendentemente, mi madre decidió ser ella quién acompañase a Hikari esta vez.— Contestó Taichi.

—¿Tu madre?— Preguntó el rubio sorprendido.

—Si, mi madre.— Respondió el Yagami— Su viaje a Hawai se anuló así que quiso jugar unos minutos a ser una madre responsable.

Era curioso, al parecer todos los adultos luego de lo que había ocurrido querían jugar a ser padres responsables, así se aseguraban de esconder muy bien lo que había ocurrido.

—¿Y tú?— Preguntó Taichi— ¿No ibas hoy a salir con Mimi?

—¿Salir con Mimi?— Cuestionó Yamato— No, hoy tenía ensayo, pero lo suspendimos.

—¿Seguro?— El Yagami alzó una ceja— Tu me habías comentado que el Miércoles iban a salir ¿no?

—Si, a celebrar nuestro aniversario.

—Entonces ¿por qué no fuiste?

—Porque es Martes.

—Yamato.— Habló Taichi— Hoy es Miércoles.

¿Qué?

—No, hoy es Martes.

—Es Miércoles.

—No intentes fastidiarme Yagami, mira que no estoy de humor para tus bromas.— Musitó el rubio.

—No te estoy bromeando, con gusto lo haría, pero estoy diciendo la verdad.— Respondió el castaño y alzó su móvil mostrando el calendario— Hoy es Miércoles.

Yamato observó la pantalla y vio la fecha, sus ojos se abrieron de par en par ¿Hoy era Miércoles? No, no podía ser.

—Tu fecha debe estar mal.— Observó su propio móvil y efectivamente decía que hoy era Miércoles— ¡Rayos! Es hoy.

—Y después yo soy el distraido.— Musitó Taichi rodando los ojos.

¡Rayos! ¡Rayos! y más ¡Rayos!

Le había dicho a Mimi que pasaría por ella a las cinco y ya eran las cinco con diez minutos.

¿Cómo era posible que anduviera tan perdido en las fechas? ¿En qué minuto se había vuelto un doble de Taichi? ¡Esto no podía ser!

El rubio rápidamente corrió en dirección a su habitación y rápidamente comenzó a arreglarse para salir, se colocó una musculosa negra, un pantalon blanco y una chaqueta de cuero negra, también acomodó sus zapatos, sin esperar más salió de su habitación en dirección a la puerta principal y estuvo apunto de salir cuando recordó algo más.

¡El regalo!

Rápidamente volvió hacia su habitación buscó en el primer cajon de su mueble la caja de terciopelo azul, pero no lo encontró ¡Rayos! Bajó al segundo cajon y buscó entre sus pantalones, pero tampoco encontró la caja, así que pasó al siguiente cajon, sin embargo al abrirlo a toda velocidad este se salió del mueble provocando cierta molestia en el rubio, pero en vez de darse el tiempo para acomodarlo, volteo el cajon sobre la cama dejando que su ropa cayera.

¡Rayos!

Tampoco estaba la caja.

—¿E? Yamato.— Taichi lo llamó— ¿Qué estás buscando?

—Un regalo que le compré a Mimi.— Respondió el rubio— Mientras abría su armario.

—¿Regalo? ¿Qué regalo?

—Una caja de terciopelo azul, tiene un colgante dentro.— Contestó Yamato mientras introducía sus manos en los bolsillos de sus chaquetas.

—¿E? Yamato.— Lo llamó el castaño— ¿No es esa caja de ahí?— Señaló la mesa de noche del rubio.

El Ishida rápidamente volteo en la dirección que el Yagami le señalaba y se percató de que efectivamente ahí se encontraba la caja que tanto buscaba, rápidamente se acercó a la mesa de noche y tomó el regalo de Mimi entre sus manos, sin esperar más la guardó en el bolsillo de su chaqueta y se dispuso a salir de su habitación en dirección a la puerta principal.

¡Pero!

Paró en seco al percatarse de algo.

Taichi reía a más no poder.

—Te prohibo volver a mencionar esto que ocurrió.

—Descuida.— Respondió el castaño— Siempre que quiera reírme de ti me acordaré de este día ¿y quién sabe? Tal vez Takuya y los gemelos también se diviertan al escuchar esta experiencia, veamos si al fin me dejan de considerar a mí el distraído.

Yamato apretó el puño totalmente enfadado y tuvo intención de discutir, sin embargo el recuerdo de su cita se hizo presente— Si mencionas esto nuevamente te daré un buen puñetazo.— Amenazó antes de abrir la puerta principal y salir a toda velocidad.

~Actualidad~

Pero también...

~Tres años atrás~

—Lamento mucho la demora, Mimi.— Yamato le musitó a su novia.

La castaña, quién vestía de una forma hermosa con un vestido rosa con encaje de mangas largas y escote en V, sonrió— No te preocupes lo importante es que llegaste.— Musitó— Tarde, pero no te culpo, yo también creí que no alcanzaría a estar lista, se me juntaron muchos quehaceres.— Sin mencionar el hecho de que al momento de arreglarse unas extrañas nauseas se habían hecho presente provocando que devolviera todo lo que había comido en el día, arruinado así su maquillaje y el vestido que se había comprado para esa cita.

—Ya somos dos.— Comentó el rubio— Por un minuto creí incluso que era Martes.

—¿Enserio?

Yamato asintió— Sonará extraño, pero si no fuera por el idiota de Taichi no me hubiera percatado de la fecha.— Comentó.

Si, sonaba poco común, pero no imposible, todos sabían las miles de cosas en las cuales estaba centrado el rubio.

—Lo importante es que ya estamos juntos ¿no?— Musitó Mimi antes de depositar un rápido beso en sus labios.

Yamato sonrió— Si.— Respondió, pero esa sonrisa automáticamente se borró al recordar algo— Pero...

—¿Pero?

El rubio suspiró, mejor sería decirselo de una buena vez—Disculpa, juré que te iba a llevar a un restaurante, pero se me fue el tiempo.— Musitó el rubio— No hice la reserva.— Ese lugar era lujosa requería de una reserva de al menos cinco horas con anticipación y no la había hecho, en verdad era idiota, sabía que Mimi amaba la vista de ese lugar y él también.

Mimi hizo una mueca ante esto, se había ilusionado con ir a aquel lugar, finalmente siempre había sido su sueño ir con su novio -Yamato- en una cita al restaurante más lujoso y romántico de la ciudad. Sin embargo, últimamente no estaba bien del estómago, así que de alguna u otra forma no ir a ese lugar sería algo bueno—No te preocupes.— Respondió la castaña— En verdad, entiendo que estás pasando mil cosas entre Takeru, Izumi, las terapias, los ensayos con la banda, tus estudios y toda la cosa, y tú sabes que no te culpo, finalmente todos estamos atravesando las consecuencias de...—Suspiró— De lo que pasó.

Yamato suspiró— ¿Sabes? Hay veces que me gustaría darle más atención a nuestra relación. Desde lo que ocurrió esa vez siento que en verdad no he estado el tiempo suficiente para ti, al contrario, te molesto cada vez más con mis problemas.

—¡Hey! No digas eso, para mi no es un problema estar a tu lado.— Musitó la Tachikawa— Al contrario, cuando nos pusimos de novios dije que te iba a querer, que estaría a tu lado y no te dejaría. Somos novios ¿no?— Tomó su mano.

—Si, pero tú también tienes tus problemas.— Comentó el rubio— Y siento que cada vez quedo en desventaja, porque yo no he devolverte todo lo que has hecho por mi, no he sido lo suficientemente atento contigo, en vez de tener citas normales o como te gustarían siempre ando a última hora o llevandote a la clínica, porque tengo que estar al pendiente de mis hermanos.

—¡Hey! No te preocupes.— Mimi acarició su mejilla— Con el simple hecho de que me permitas ser parte de tu vida me haces feliz.— Besó sus labios.

—Te mereces más.

—Contigo me basta.— Respondió la castaña antes de darle —Mejor hablemos de la salida del Viernes, después de mucho regrle a Takuya finalmente me conseguí las llaves de la cabaña frente al Lago.— Comentó Mimi.

—¡Ups! Mimi lo siento, pero no podré ir.— Respondió el rubio— Mis padres nos llevarán a mis hermanos y a mi a un retiro espiritual.

—¿Qué?— Preguntó sorprendida la castaña— ¿Un retiro espiritual?

—Si, un retiro espiritual.— Contestó Yamato— Suena extraño, pero según ellos será una buena terapia para apoyar a Takeru a luchar contra las drogas y a Izumi para lidiar con el tema de Ryo, tú sabes, a mi madre no le gustó para nada saber que su hija no se mantuvo virgen hasta el matrimonio como ella quería.

Mimi hizo una mueca— ¿Y es necesario que vayas?

—Se suponía que era para ellos dos, pero tanto Takeru como Izumi me pidieron que los acompañara, ya sabes, la relación con mis padres no es muy buena y si no voy, tú sabes como puede reaccionar Izumi.

Si, tristemente, para nadie era un secreto que en verdad tenían mala relación entre ellos. Bueno en realidad como todos en ese lugar que generalmente no lograban llevarse bien con sus padres.

—Está bien, ve tranquilo.

—¿Segura?— Preguntó el rubio— ¿No te molesta?

—No, claro que no.— Respondió— Yamato, entiendo que tengas que ir ¿si? No te molestes por mi.— Musitó Mimi— Takeru te necesita, Izumi también, son tus hermanos, podemos posponer nuestro plan para otra ocasión sin problema, la familia es más importante.

El rubio simplemente observó a la castaña y no pudo evitar sentirse verdaderamente mal. Muchos consideraban a la Tachikawa una chica un tanto caprichosa y cuando lo ignoraba, él llegó a pensarlo. Sin embargo, ahora que estaban juntos se daba cuenta de lo demasiado buena que era esa castaña, dulce e inocente. Él no la merecía.

—¿Sabes? Para este aniversario te había comprado un regalo.—Comentó Yamato— Pero...— Ingresó su mano a su bolsillo— Luego de ver como te comportas conmigo, me hace pensar que nunca te daré un regalo conforme a lo perfecta que eres.

Si, había sonado como un poema y un tanto cursi, pero era así como se sentía, eran las palabras de su corazon.

—¿Un regalo?— Preguntó Mimi— ¿Cuál?

Yamato sacó de su chaqueta la caja de terciopelo azul— No es mucho, pero espero que te guste.— Dijo antes de abrirla y demostrar que en su interior había una linda cadena dorada con una letra "Y" dorada.

—¡Wow! Es hermoso.— Musitó Mimi— Pero curiosamente se parece al llavero que te di ¿no?

Yamato asintió— Bueno, esa vez tú me regalaste algo con valor, en cambio yo te di algo sin sentido.— Un bolso, si algo estúpido, pero nunca había tenido novia— Pero mandé a hacer este colgante para que se conecte directamente con el llavero que me diste.

—¿Enserio?

—Si.— El rubio sacó de su bolsillo su llavero y lo unió levemente al colgante.

—Tienes razón.— Comentó la castaña— Se conectan bien.

—Dime ¿te gusta?

—Claro que si.

La chica volteo, abrió el collar, Yamato agarró los ganchos y los unió, luego de hacer esto abrazo a la pelirroja por la cintura y se acercó a su oído— Feliz aniversario princesa.— Le susurró.

Mimi sonrió y en un rápido movimiento volteo para besar los labios del Yagami abrazando su cuello. Yamato simplemente la abrazó contra sí y correspondió al beso que su novia. Estuvieron así por un buen tiempo hasta que el aire se les acabó y tuvieron que separarse.

Yamato pasó su mirada por el collar que estaba en el cuello de su novia—Se te ve bien.

Mimi sonrió— ¿Tú crees?

—Si.

~Actualidad~

¿Podía ser?

No, no, ese no era el collar.

¿O si?

—¡Vamos quiero mi helado!— Gritó la niña sacandolo de sus pensamientos ignorando completamente que su cadena había caído.

—Espera Natsumi.— Habló Takuya antes de caminar apresuradamente tras la niña.

Sora también los siguió, Yamato simplemente se mantuvo en su lugar y observó el collar analizandolo, en verdad no sabía si era o no.

Buscó entre sus bolsillo su llavero con el fin de verificar que se pudieran conectar, sacó su llavero y los único.

¡Efectivamente era!


Rika tecleo nuevamente su móvil enfadada. Había llamado varias veces a su mejor amiga, Damar, quién se rehusaba a contestar.

Volvió a marcar su número.

1...2...3...4...5

Su llamada será transferida a un buzón de mensajes.

—¡Rayos!— Apretó su puño.

En verdad estaba preocupada y enfadada ¿cómo era posible que Damar hubiera desaparecido ayer y no lo sabía? ¿Se había escapado de la clínica o algo así? ¿por qué no le había dicho? ¿donde estaba?

Nuevamente marcó su número esperando que la chica respondiera, sin embargo, como las veces anteriores, no tenía respuesta.

Frunció el ceño molesta, más le valía a Damar responder, porque si no lo hacia el momento en que la viera le daría un buen golpe por preocuparla de esta forma.

Otra vez marcó su número y espero a que contestara.

Estaba en eso cuando la puerta principal sonó y al abrirse en el lugar ingresó Hikari.

—Rika.— La castaña sonrió al verla— Hola.

—Hola Hikari.— Respondió la pelirroja— ¡Hey! Llegaste temprano.— No pudo evitar comentar— ¿No tenías actividad con el taller de arte como todos los Martes?

—Tenía, pero se suspendió.— Contestó la castaña— Para mi buena suerte, porque tengo que estudiar para mañana.

Su llamada será transferida a un buzón de mensajes.

Rika escuchó en su móvil.

—¡Rayos!— Exclamó molesta y lanzó el aparato contra el sofá.

—¡Hey! ¿Qué ocurre?— Preguntó Hikari— ¿Qué te hizo el móvil para que te desquites con él?

La pelirroja llevó una mano a su frente y suspiró molesta— Nada, no me hizo nada.

—Entonces ¿qué te ocurre?— La Yagami tomó asiento a su lado.

—No estoy de humor Hikari.— Respondió Rika.

—¿Por lo qué ocurrió esta mañana con Catherine?

—No.— Contestó la Nonaka— Bueno, en realidad si ¿Me creerías si te dijera que mi madre le creyó a Catherine antes que a mi esta mañana cuando nos llevó a la oficina?

—¿Qué?— Preguntó la castaña— ¿Le creyó a Catherine?

—Si.— Respondió la pelirroja— No me sorprende tampoco, pero en verdad me molesta, mi madre prefirió creerle a ella.— Suspiró— Pero la verdad es que no estoy enfadada solo por eso, ni siquiera estoy enojada, estoy preocupada.

—¿Preocupada?— Cuestionó Hikari sorprendida— ¿De qué?

—Mi madre me dijo que Damar está desaparecida.— Habló Rika.

¡Rayos!

Pensó Hikari.

—¿De-desaparecida?— No pudo evitar titubear.

—Si, desaparecida.— Respondió la pelirroja— La he llamado varias veces y no me responde.

La castaña se mordió el labio inferior un tanto nerviosa al escuchar esto e intentó no estar nerviosa ante aquella situación, algo que en verdad era difícil, porque ella sabía más o menos que había ocurrido con Damar.

—Que mal.—Musitó la castaña.

—No mal...—Comentó la pelirroja— Pésimo, no sé como está, si está bien ¿y si le pasó algo y no está bien?

—Hey, no pienses cosas malas, de seguro está bien.

—¿Cómo puedes decir eso? Desapareció de la nada, ni mi madre sabe en donde está.

—Bu-bueno, las malas noticias son siempre las primeras en llegar, si le hubiera ocurrido algo grave ya lo hubieramos sabido ¿no crees?

—Lo siento Hikari, pero saber que está desaparecida es la mala noticia suficiente para preocuparme.

—¿E? S-si, disculpa.— Musitó la castaña.

Rika suspiró, no quería pensar en lo peor, pero que Damar no le respondiera la colocaba muy nerviosa.

—¿Tu madre no te dijo nada más?— Preguntó Hikari— Digo, aparte de culparte, al menos sabe cuando desapareció exactamente.

—No, no me dijo más.— Suspiró— Y al parecer no sabe, pero considerando que no llegó a dormir cuando ya le habían dado el alta me hace pensar que está desaparecida hace más de un día.— Habló Rika— De igual forma eso no me dice mucho así que iré a la clínica...— Se detuvo— ¡Un minuto!— Nuevamente tomó su móvil— Le preguntaré a sus hermanos en donde estáa.

—¿Sus hermanos?— Cuestionó Hikari— ¿Crees que Takuya o Mimi sepan donde está?

—No se.— Respondió Rika— Pero no pierdo nada con preguntar y de no ser así, iré yo misma a la clínica a revisar las camaras de seguridad.

Sonaba como un chiste, pero la Yagami, más que nadie, sabía de lo que era capaz esa chica.

—Mmm...no tengo el número de Takuya.— Musitó Rika— ¿Tú lo tienes Hikari?

—¿E? S-si.—Respondió la Yagami.

—¿Me lo puedes enviar?

La castaña asintió— E-está bien.— Contestó y tomó su móvil un tanto tambaleante, acto que no pasó desaparecibido para la pelirroja.

—Oye ¿estás bien?— Preguntó Rika.

—¿E? S-si, si, estoy bien.— Aclaró su garganta— ¿Por qué estaría mal?— Se detuvo— O digo, estoy preocupada, si, muy preocupada.

La Nonaka alzó una ceja sorprendida ante el comportamiento de la Yagami.

Hikari simplemente buscó rápidamente en sus contactos el número de Takuya y se lo envió a Rika.

—Listo, ahí te lo envie.— Habló la castaña.

¡Bip, bip!

Sonó el móvil de la pelirroja, quién rápidamente lo revisó, lo registro en su contactos y sin dudarlo apretó el botón verde para llamar, mientras tanto Hikari de una manera disimulada y a la vez nerviosa buscaba entre sus contactos el número de Damar para escribirle un mensaje.

1...2...3...4...5

—Mmmm...—Musitó Rika— Contesta Takuya.

Su llamada será transferida a un buzón de mensajes.

—¡Rayos! No contesta.— Respondió la pelirroja y nuevamente marcó el número del moreno.

1...2...3...4...

¿Hola?— La voz del chico se escuchó del otro lado.

—Hola Takuya.

¿Con quién hablo?

—Conmigo.

¿Conmigo quién?— Preguntó el castaño del otro lado.

—Yo.

¿Yo quién?

—¿Cómo no sabes quién soy?

—Es un número desconocido ¿cómo quieres que lo sepa?

—Mi voz ¿no dice algo?

Suenas a cualquier chica.

Rika frunció el ceño con la intención de gritar, pero se contuvo al caer en cuenta de que el moreno tampoco tenía su número registrado— Soy Rika.

¿Rika?— Cuestionó Takuya— ¿Rika Nonaka?

—Si.

¿Qué haces tú llamandome?— Preguntó el moreno— Eso es inusual, ni siquiera sabía que tenías mi número.

Si, eso era algo bastante inusual.

—Te llamaba porque me enteré de algo que en verdad me tiene preocupada.— Habló la pelirroja.

¿Preocupada?— Preguntó Takuya.

—Mi madre me dijo que Damar, tu hermana, desapareció.— Habló Rika.

¿Desapareció?

—Si.— Respondió la pelirroja— Desapareció, o bueno, eso es lo que dijo, ya que no sabe en donde está y pues, no pude evitar preocuparme, se supone que tú estabas con ella en la clínica ¿no? ¿Cómo es posible que haya desaparecido? Dime que sabes donde está.

No sé donde está.

—¿Cómo que no sabes en donde está?

Pues es así, no sé donde está mi hermana.— Respondió Takuya.

¡Rayos!

Al parecer tendría que ingresar a ver las camaras de seguridad de ese lugar.

Pero si sé con quién está.

—¿A sí?— Preguntó la pelirroja— ¿Con quién?

Con Kouji.

¿Qué?

¿Con Kouji?

Rika alzó una ceja sorprendida ¿cómo era posible que estuviera con él?

—¿Cómo sabes eso?

Él mismo me lo dijo luego de que ambos desaparecieran.

"Ambos desaparecieran"

Rika repitió eso en su cabeza.

Así que su amiga no se había escapado sola, si no que con Kouji, pero si esto era verdad ¿por qué no le habían dicho?

Pero ni idea de donde están, no me quisieron decir.— Habló Takuya— Y me sorprende que no te hayan dicho.

No era necesario que lo dijera, a ella más que a nadie le sorprendía que no se lo hayan dicho, se suponía que Kouji y ella eran como hermanos, se confiaban todo.

Deberías llamarlo.

—No es necesario que lo digas, lo llamaré ahora mismo.

Mientras tanto, en paralelo a si llamada, Hikari se encontraba tecleando en su móvil un mensaje para Damar.

(De: Hikari)

Damar, Rika acabó de saber que estás desaparecida, la directora Rumiko creía que te había ayudado a huir y ahora está verdaderamente preocupada, así como me dijiste me he mantenido callada, pero no sé cuanto tiempo estaré así, porque en verdad está histerica. Ojalá te contactes con ella.

Con algo de suerte Damar le explicaría las cosas y ella no tendría que mentirle a Rika.


—¿Quieres la custodia de Natsumi?— Alice le preguntó a Mimi literalmente en shock.

La Tachikawa asintió— Si.— Respondió decidida— Quiero la custodia de mi hija.

"De su hija"

"Hija"

Natsumi era su hija, si, pero ella no podía calificarse verdaderamente como su mamá, finalmente madre es la que cria, no solo la que engendra.

Un minuto, quizás era una broma, un juego, no podía ser verdad.

—¿Me estás hablando enserio?— Preguntó Alice inquieta.

—Si.— Respondió Mimi— Muy enserio.

La pelirroja tragó saliva— Pe-pero ¿por qué?

—Me pediste que tomara una decisión ¿no?

—¿Y cómo la sostendrás, digo, económicamente?— Preguntó la pelirroja— Tu me envías dinero para ayudarme, pero con esa cantidad no es suficiente.

—Lo sé.— Respondió la Tachikawa— Por esto mismo utilizaré mi dinero.

—¿Tu dinero?— Cuestionó Alice— Disculpa pero la mensualidad que te da tu padre no creo que te alcance...

—No utilizaré solo ese dinero.— Interrumpió Mimi.

—¿Así?— Preguntó la pelirroja— ¿Acaso trabajarás o algo así?

—Utilizaré la herencia que me dejó mi madre.— Respondió la Tachikawa— Mientras estudio podré sostener económicamente a Nat.

—¿Y crees que sea suficiente?— Cuestionó la madre adoptiva de Natsumi— Un hijo sale bastante caro, porque demanda gastar dinero todos los días en diferentes cosas.

—Bu-bueno, yo quiero sacar pronto mi carrera y luego de eso comenzaré a trabajar.— Contestó Mimi.

—¿Y tu padre?— Preguntó Alice— Si te quedas con Natsumi por lógica él tendrá que saber que sigue con vida ¿no?

—Si, eso lo sé.

—¿Y no tienes miedo de que haga algo en su contra?

Si, lo tenía, finalmente su padre era de temer, pero no podía seguir de esta manera, debía luchar por su hija, quería estar con ella, verla crecer, acompañarla, no resistía estar de esta forma.

—¿Y tu novio?— Nuevamente cuestionó Alice— ¿Piensas decirle la verdad?

—Claro.

—¿Cuando?— Preguntó la pelirroja— Ha pasado el tiempo y todavía no le has dicho ¿qué ocurre si no la acepta?

—Eso es tema mío.— Mimi la interrumpio— De cualquier forma quiero estar con mi hija, independiente de lo que diga mi novio.

—Pero no creo que sea lo mejor o el tiempo.

—Repito lo que dije antes, tú me pediste una decisión ¿no?— Respondió la castaña seriamente, no le estaba gustando el rumbo que estaba tomando la conversación con tantos cuestionamientos de Alice— Y ahora te la estoy dando.

¡Rayos!

Pensó la mayor.

Sin duda había sido una malísima idea pedirle una decisión a la castaña, nunca se hubiera imaginado que le quitaría a Natsumi, al contrario, siempre creyó que se la daría definitivamente.

—¿E-estás segura de esto?

—Muy segura.— Respondió la castaña— Lo he pensado muy minuciosamente y de cualquier punto de viste llego a la misma conclusión. Tú quieres formar tu propia familia y no critico, ahora viene un bebé en camino y él merece toda tu atención, finalmente es tu hijo.

—Natsumi también es mi hija.

—Adoptiva, no de sangre como será este bebé y pues, tú necesitarás de cuidados en tu embarazo.— Musitó la Tachikawa haciendo memoria de que el primer embarazo que había tenido la pelirroja no había sido bueno.

Bueno, eso no era mentira, necesitaría de cuidados, pensó Alice. Sin embargo esta decisión por parte de la castaña no le agradaba, al contrario, provocaba que enserio se sintiese mal, le hacia recordar al momento en que había perdido a su bebé hace años.


—¿Ryo te mandó a enamorar a Kiriha?— Catherine le preguntó a Nene.

La castaña asintió— Si.

—¿Y lo harás?

—Obvio.— Respondió Nene— De alguna forma debo devolverle la mano a Ryo por todo lo que ha hecho, es mi amigo, y pues, Kiriha es súper guapo, no tengo problemas en hacer esto.

—¿No estabas centrada en recuperar a Takuya?

—Y lo estoy.— Contestó la castaña— Pero no me hará mal divertirme un rato.

—Si tú lo dices.— Musitó la rubia un tanto sorprendida— ¿Y crees que funcione?

—Demás que si.— Respondió Nene, a pesar de querer a Takuya, ella siempre había muchos chicos tras ella y había jugado con más de uno, tanto así que una vez se había involucrado con el novio de su prima, quién era mayor que ella, así que si había logrado hacer eso ¿por qué ahora no podría hacer esto con Kiriha?— A excepción de Takuya, no hay chico que se resista a mis encantos.

Catherine observó a su amiga e hizo una mueca, ojalá ella tuviese su confianza, generalmente cuando se enfrentaba a Hikari fingia tener autoestima y ego, pero en realidad era muy insegura.

—¿Y cual será tu siguiente paso?

—Ya lo verás.— Respondió la castaña, tenía todo planeado, paso a paso, pero el que vendría a continuación sería bastante divertido.

La conversación de las chicas fue interrumpida por el sonido de la puerta del departamento y ambas chicas voltearon sorprendidas ante esto, más grande fue su impresión al ver que trataba de una chica rubia de ojos lila-rosa.

—Permiso.— La chica ingresó al lugar.

Catherine y Nene intercambiaron miradas sorprendidas al ver a la chica ¿por qué estaba ingresando? y sobretodo la castaña se preguntaba ¿quién era ella?

La recién llega al percatarse de la presencia de ambas chicas se detuvo ante ellas y sonrió de lado— Hola.

Nene alzó una ceja— ¿Hola?— Saludó desconcertada.

—¿Nanami?—La francesa preguntó sorprendida.

—Catherine.— La nombrada musitó el nombre de la oji-azul al verla y un segundo de silencio se hizo presente cuando ambas chicas intercambiaron miradas.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó la oji-azul.

—Que buena forma de saludar.— Musitó Nanami— Buenas tardes para ti también, compañera de departamento.

¡Compañera de departamento!

Pensó Catherine alarmada.

¿Acaso ella estaría en la habitación que antes era de Suzie? No, no podía ser, claro que no ¿Por qué justo ella?

Nene no pudo evitar sentir algo incómodo en el ambiente y no pasó desapercibido el rostro de suu amiga.

—Supongo que tú eres mi otra compañera.— Nanami le dirigió la palabra a la castaña.

—¿E?— La hermana de Yuu volteo hacia ella— Hola mi nombre es Nene Amano.

—¿Amano?— Nanami musitó y llevó una mano a su mentón, ese nombre "Nene Amano" le parecía familiar— ¿Por casualidad eres la hermana de Yuu Amano?

—¡Vaya! Parece que mi hermano es bien conocido.— Comentó Nene.

¿Conocido?

Cuestionó Nanami para sí misma, ya que ella sabía que el chico era uno más del montón. Pero el hecho que ella se haya enfrentado a Izumi provocaba que ella fuera conocido como la hermana de ese chico.

—¿Tú quién eres?— Nene preguntó.

—Mi nombre es Nanami.— Se presentó— ¿No has escuchado hablar de mi?

—Pues no.— Respondió Nene— ¿Debería?

Nanami hizo una mueca desagradada ante ese comentario.

Catherine hizo una mueca y volteo hacia la castaña— Nene.— La tomó del brazo— Vamos a mi habitación, necesito que me ayudes en unas cosas.

La castaña no pudo evitar sentirse confundida por el cambio repentino de tema—¿En qué quieres que te ayude?

—En algo.

—¿En qué?

—No preguntes tanto y solo sígueme.— Respondió Catherine jalando de su brazo.

—Está bien.— Contestó un tanto confundida— Adiós.

—Adiós.— Se despidió Nanami.

Y sin decir más las dos chicas ingresaron a la habitación de la rubia cerrando la puerta detrás.

Nanami simplemente sonrió, era divertido ver como aún tenía el respeto de algunas chicas en aquel lugar, sobretodo de personas insoportables como esa francesa.


—Mejor dejemos de hablar de mi, no quiero pensar más en Takuya o Nene.— Musitó la rubia antes de darle un sorbo a su bebida— Mejor dime ¿como has estado tú? ¿Qué ha sido de mi vida en esta última semana?

—Ha sido una verdadera montaña rusa.— Respondió el rubio— Y no solo lo digo por lo que supe de nuestros padres.

—Dejame adivinar, ha sido una montaña rusa por la vuelta de Catherine ¿no?— No era difícil adivinarlo, finalmente todos sabían la mala relación entre la novia de Takeru y esa chica.

Takeru asintió— Si.— Suspiró—Desde que Catherine regresó al Internado he tenido problemas con Hikari.— Comentó— Bastante problemas.

Escuchar eso era preocupante, sin duda—Que ustedes tengan problemas no es algo común hermano, significa que enserio les afectó la llegada de esa chica.

—Si, pues, tú sabes que Hikari y Catherine siempre han tenido problemas, porque ambas no se agradan por todo lo que sucedió en el pasado con ellas, ya sabes.— Musitó el oji-azul— Mi novia no se siente bien con su presencia, al contrario, es como si su autoestima hubiese bajado.

Para nadie era desconocido aquel dato, mucho menos para ella, Catherine siempre se había caracterizado por ser una chica con doble cara -por eso no le agradaba- aparentaba ser un tipo de persona cuando en realidad era otra, con algunas personas podía ser agradable, mientras que con otras podía ser un verdadero monstruo, este era el caso de Hikari, quién había recibido unas cuantas humillaciones, actos que para muchos pasado, porque la rubia le había pedido una "disculpa" luego de que Takeru le pidiera llevar la fiesta en paz y por eso había logrado simpatizar con personas como Sora, ya que decía estar "arrepentida" sin embargo, ella sabía que lo hacia por Tk - o tal vez por Taichi- Si, esto ya eran suposiciones solo de ellas que nadie creía, pero ella conocía muy bien a esa chica, habían sido amigas en el pasado y no lograba engañarla.

—Bueno debes entenderla Takeru, tú más que nadie sabe que esa chica siempre provocó cosas negativas en ella, no solo se llevan mal, si no que siempre le dio desconfianza tu amistad con esa francesa.— Comentó Izumi.

—Si lo sé, pero créeme pareciera que por más que intentamos ignorar su presencia más imposible se vuelve la situación.— Musitó el oji-azul— ¿Me creerías si te dijera que el otro Hikari y Catherine se agarraron a pelear a los golpes?

—¿Qué?— Preguntó la oji-verde sorprendida— ¿A los golpes?

Takeru asintió— Si, a los golpes.

—¿No me estás bromeando?

—¿Por qué lo haría?

¡Wow!

Pensó Izumi sorprendida ante esto sin poder creer lo que había escuchado, era difícil creer que esa chica tan dulce, inocente y pacífica se hubiera puesto a pelear a los golpes con la rubia. Bueno últimamente todos estaban actuando de una manera fuera de lo normal, incluso ella, así que no la criticaba, al contrario, la apoyaba, finalmente Catherine era como Nene, totalmente fastidiosa.

—¿Y por qué fue?

—Porque...—Takeru bajó la mirada.

—¿Por qué?

El rubio dudó un poco antes de contestar— Porque me besó.

—¿Qué?— Preguntó Izumi— ¿Te besó?

—Si, me besó.— Respondió Takeru— E Hikari nos vio.

—¡Qué!— La rubia no pudo evitar gritar ante esto— Con razón Hikari la golpeo.

Takeru asintió.

—¿Y tú dejaste que te besara?

—¿Q-qué?— Preguntó Takeru alzó la mirada— No, claro que no ¿cómo crees? Ella fue la que se tiró encima mío y me besó.

Izumi hizo una mueca al escuchar esto, por alguna razón había recordado la excusa que Takuya le había dado una vez que la castaña se había lanzado contra él a besarlo.

—No tuve tiempo de reaccionar, pero apenas me di cuenta me alejé lo más rápido de ella.— Habló el chico— Yo quiero a Hikari, no a Catherine, ella es solamente una amiga.

—Bueno luego de ese beso quedó más que claro que ella no te considera como un simple amigo.— Musitó la oji-verde— Si no como carnada para molestar a Hikari.

—¿Eso es lo que crees?

—No es lo que creo, es lo que es.— Respondió Izumi— Debes alejarte de ella antes que siga fastidiando tu relación.

—Si lo sé y lo he hecho.— Contestó Takeru— Desde el día de la fiesta he intentado no cruzar palabras con ella, pero eso no quita que la situación siga siendo incomoda.

—No es para menos.— Musitó Izumi— Es molesto que fastidien la relación que por mucho tiempo has luchado por tener.

—Si, lo es...—Respondió Takeru y bajó la mirada— Pero...—Hizo una pausa y respiró profundo.

—¿Pero?

El rubio suspiró, hace unos días venía sintiendose de una forma tanto extraña, sentía algo en su interior que no lo dejaba tranquilo y lo molestaba desde hace un tiempo, no lo había comentado con nadie, pero tal vez si lo hacia con su hermana se sentiría mejor. Alzó la mirada y nuevamente suspiró— Hay algo que me molesta hace bastante tiempo y no es solo la discusion entre ellas dos, si no con mi relación con Hikari.

—¿Sobre tu relación con Hikari?

Takeru asintió— ¿Sabes? Entiendo que Catherine no le agrade por los problemas del pasado, incluso entiendo que no quiera que se me acerqué.— Suspiró— Pero cada vez que me cuestiona lo que ocurre con ella, cada vez que se enoja porque me relaciono con ella o cada vez que tengo que darle una explicación me hace pensar que...— Guardó silencio por unos segundos.

—¿Te hace pensar qué?— Izumi repitió esto último con cierta curiosidad y preocupación en la voz.

El oji-azul suspiró— Que no confía en mi.

—¿Qué no confía en ti?— Preguntó la oji-verde alarmada, eso no sonaba bien.

Takeru asintió— Catherine se me ha acercado, no lo voy a negar e Hikari siempre se enoja, pero yo he intentado por todos los medios hacerle saber que la quiero, que ella es quién me importa, que jamás la engañaría, pero con sus dudas y reclamos me hace pensar en que ella desconfia de mi, digo, siento que todo lo que hago no es suficiente si ella duda tanto de mi significa que algo he hecho mal.

—¿Mal?— Cuestionó Izumi— No, claro que no, tú has hecho todo bien, demasiado bien, no debes recriminarte.— Respondió— Es simplemente que ella se siente insegura, pero no es a causa de ti es a causa de ella.

—¿Sabes? E intentado por todos los medios darle seguridad, no ser tan inepto como hace años cuando no quise ver lo que estaba ocurriendo.

~Tres años atrás~

Takeru caminó por el campus en dirección al lugar donde se realizaba el Club de Artes, su entrenamiento de baloncesto más temprano de lo habitual, así que le daría una sorpresa a Hikari e iría por ella.

Ya estaba apunto de llegar.

—Takeru.— Una voz llamó su atención y al voltear se encontró con la pelirroja Nonaka.

—Rika.— Musitó su nombre— Hola.

—Hola.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó el rubio.

—Vengo a buscar a Hikari, ambas quedamos en ir al cine.

—¿Al cine?

—Si, salió una película interesante de quiero ver y ella aceptó a acompañarme.— Respondió la pelirroja— 'Y tú? ¿Qué haces aquí? ¿No tenías entrenamiento de baloncesto?

—Salí antes.— Respondió Takeru— Y aproveché de venir a buscar a Hikari, ya que no sabía que iban a ir al cine.— Musitó— Pero si tú vas por ella, entonces lo mejor será que las dejé, después de todo yo paso todo el día con ella y entiendo que tú también quieras.

—¡Hey! No es necesario.— Respondió Rika— Si quieres vas con nosotras.

El rubio alzó una ceja sorprendido ante esto— ¿Enserio?

—Si.— Contestó la pelirroja.

Takeru no pudo evitar sentirse verdaderamente impresionado, últimamente la Nonaka y él se estaban llevando bastante bien, cosa que nunca creyó posible, ya que la pelirroja era de caracter difícil y él era todo lo contrario, tal vez nunca se habían llevado mal, al contrario, siempre su relación había sido muy neutral, pero ahora hasta sentía que podía llamar a la Nonaka casi una amiga (Sobretodo después de todas las terapias psicólogicas y charlas anti-drogas que habían asistido juntos)

—Está bien.—Respondió el rubio y sin decir más ambos nuevamente se encaminaron en dirección al Club de Artes.

Todo iba bien, tranquila, en paz.

Sin embargo, cuando llegaron un grito de cierta persona llamó la atención de ambos.

—¿Cómo puedes ser tan hipócrita?

Takeru y Rika intercambiaron miradas sorprendidos, esa era la voz de Catherine. Ambos se asomaron a la puerta y efectivamente vieron como la rubia estaba frente a la castaña.

—Por tu culpa Takeru consumió drogas en esa noche y aún tienes el descaro de acercarte a él.

—Yo no fui la culpable.

—Claro que lo fuiste.— Respondió la rubia— Y lo sabes, tú eres la culpable de que haya consumido drogas, y para variar, dejas que tus padres y Taichi lo dejen como el culpable de que tú hayas consumido cuando fue al revés.

Hikari simplemente bajó la mirada— Yo no he querido.

—Pero has dejado que así fuera.

—No ha sido mi culpa.

—Si lo ha sido, ya deja de decir que no, tú sabes que sí.— Respondió Catherine.

La castaña simplemente guardó silencio, mordió su labio inferior y apretó su puño, en verdad se sentía débil frente a la rubia.

—Aún no entiendo como Takeru te soporta.

—¿Perdón?— La voz del rubio se interpuso en la conversación y ambas al voltear se encontraron con el menor de los Ishida quién venia acompañado de la Nonaka.

¡Ay no!

Pensó Catherine alarmada.

—¿Takeru?— Ambas musitaron su nombre.

—Y Rika.— Musitó la pelirroja.

¡Rayos!

—¿E? ¿Des-des cuando están ahí?— Preguntó Catherine.

—Hace bastante.— Respondió Rika y se cruzó de brazos—Así que ¿sigues molestando a Hikari? ¿e?

Catherine pasó su mirada por Takeru quién parecía no muy agradado— T-Tk esto no es lo que piensas, yo no...

—No intentes justificarte, a Takeru ya le quedó claro que estabas molestando a Hikari.— Musitó Rika— Al fin se te cayó la mascara con él.

—¿Qué?— Preguntó la rubia— No, no claro que no, Takeru yo no quise.

—Claro que quisiste lo estabas haciendo.

—No es lo que ustedes vieron.

—Si lo es, no intentes justificarte, quedó más que claro que estabas molestando a Hikari...— Musitó Rika molesta— Otra vez.

—¿Otra vez?— Preguntó Takeru.

—Si.— Respondió la pelirroja— ¿Acaso no recuerdas que ya te había comentado que Hikari estaba recibiendo burlas en la secundaria? Esta chica junto a su amiga han sido las culpables y responsables, viven diciendole de cosas a Kari de lo que pasó y diciendo que no vale nada.

—Takeru no le creas.— Rogó Catherine— Miente.

—No miento, digo la verdad.— Contestó Rika—Esta chica lleva meses y meses haciendole la vida imposible a Hikari.— Habló la pelirroja.

—Mentira.— Respondió la rubia— Todo esto no es lo que piensas, es una trampa.

—No seas hipócrita Catherine.— Musitó la pelirroja— Takeru ya te escuchó, dime ¿acaso quieres que le pregunte a Daisuke o a otro chico de su clase? Ya todos saben lo que has hecho, después de todo, esta no es la primera vez que la molestas, al contrario.— Rika esta vez se dirigió a el rubio— Catherine lleva molestando a Hikari desde hace mucho tiempo.— Habló la Nonaka— Y esto se intensificó luego de lo que ocurrió esa noche, ya que acusa a Hikari de haberte obligado a consumir sustancias.

—Mentira.

—Ya deja de mentir.— Rika le gritó a Catherine molesta.

Takeru pasó su mirada por la castaña quién simplemente mantenía la mirada baja— Hikari, dime ¿es verdad lo que dice Rika?

Hikari se mordió el labio inferior y apretó su puño ante esto un tanto nerviosa, en verdad no le gustaba estar en esa situación, al contrario, en esos minutos enserio deseaba que la tragase la tierra, porque podía ser que ella no tuviese buena relación con la rubia, pero conocía el aprecio que Takeru le tenía y no quería lastimarlo.

Sin embargo, era una situación dificil que no podía evadir, finalmente Rika era quién había declarado por ella y ahora esperaba que ella finalmente confirmara sus palabras.

—Kari, por favor, dime ¿es verdad?— Takeru le rogó a la Yagami.

La castaña suspiró, no le quedaba de otra más que ser sincera, aunque eso implicase lastimar en cierta medida al rubio, cosa que enserio no quería hacer, pero ya no daba más.

Nuevamente suspiró.

—Hika es...

—Si.— Respondió interrumpiendolo sin querer— Es verdad.— Alzó la mirada y observó a la rubia— Ella ha hecho todo eso.

—No, Takeru, no le creas.— Catherine le rogó— Ella te está mintiendo.

Hikari hizo una mueca y volteo su mirada al chico— No te miento Takeru, te estoy diciendo la verdad.

—Pe-pero ¿por qué no me lo dijiste antes?

—Porque...—La castaña suspiró— Podía estar pasandola mal, pero yo sé que son amigos y tú la aprecias, no quería que sufrieras o te desilucionaras por mi culpa, finalmente este problema es de ambas.

~Actualidad~

—¿Sabes? Deberías hablar con Hikari sobre como te sientes— Acotó Izumi— Quizás ni ella ha sido consciente de lo que ha producido en tí esta situación y si se lo dices tal vez puedan arreglar esta situación, digo, generalmente este tipo de cosas ocurren en las parejas y cuando no se tratan provocan grandes problemas en la relación, lo mejor es ser directo, sin andar con cosas escondidas, te lo digo por experiencia, cuando no se és lo suficientemente sincero en una relación siempre alguien termina lastimado.


—Hey ¿qué ocurre? ¿por qué quisiste salir tan rápido de ahí?— Preguntó Nene— ¿No crees en que quizás la hiciste sentir incómoda con tu cambio repentino?

—¿Incomoda?— Cuestionó Catherine— Esa chica sabe que no me agrada.— Rodó los ojos.

—¿No te agrada?

—No.

—¿Porqué?— Preguntó Nene desconcertada.

—Es amiga de Izumi, Sora y Mimi.— Respondió la rubia.

—¿Enserio?— Cuestionó la castaña.

Catherine asintió— Muy amiga ¿nunca viste alguna de las publicaciones de Izumi con ella o de Mimi?

—Esa chica me tiene bloqueada en todas sus redes sociales hace milenios.— Respondió Nene— Además, nunca le presté atención a Mimi, puede ser la hermana de Takuya, pero es sumamente fastidiosa.

La francesa tomó su móvil y buscó en sus redes sociales el perfil de Izumi, buscó entre ellas unas imagenes de hace un tiempo— Como te decía, esa chica es super amiga de esas tres.— Comentó— Desde que las conozco literalmente son super amigas las cuatro, pero Nanami generalmente vive de viaje, ya que su padre le heredó una fortuna gigantesca y cuando estaba en secundaria era de esas chicas que siempre la escogían para los intercambios, o eso era lo que decían, ya que todos sabemos que en realidad esto se daba gracias a que su madrastra era la directora. Muchos chicos morían por ella en el tiempo que estuvo aquí.

—¿Y te desagrada solo por eso? ¿por ser amiga de Sora?

—No es solo por eso, también por ser hija de su padre, Kyoya Nonaka.

—¿Nonaka?— Preguntó Nene.

—Ese apellido te suena ¿no?

—Es el apellido de la directora.

—Bueno, eso no es coinsciendencia, ambos eran medios hermanos.

—¿Enserio?

Catherine asintió— Si, Nanami es sobrina de Rumiko, y pues, no sé si alguna vez te comenté, pero mis padres no les agrada ni ella, ni su familia, el padre Nanami no fue un hombre de bien, al contrario.

—Entiendo, por eso no te agrada.

—Si.— Respondió la rubia— Y pues, considerando que tu no te llevas con Izumi, no te recomiendo que te relaciones mcuho con ella, digo, ambas son amigas y esta chica es sobrina de Rumiko, podríamos tener problemas.

—Entiendo, entonces tendré cuidado con ella.


—Quiero jugar a las escondidas.— Exclamó Natsumi.

Takuya dirigió su mirada hacia la niña y no pudo evitar alarmarse, habían ido a comprar un helado y había corrido más que en un partido de fútbol.

Tanto Yamato como Sora no pudieron evitar reír ante la expresión de pánico del rostro del moreno, quién evidentemente no quería correr de nuevo.

—Hey, Natsumi, todavía no terminas tu helado, no puedes jugar todavía.— Musitó la pelirroja.

—Pero ¡Yo quiero jugar!— Exclamó la rubia.

—Si, si, lo sabemos, pero Sora tiene razón, todavía no terminas tu helado.— Respondió Yamato.

La niña observó el helado que tenía en sus manos y sin decir comensó a consumirlo como si de eso dependiera su pequeña vida.

—¡Hey, hey! Tranquila.— Musitó Yamato al ver como la niña ensuciaba su rostro, su vestido, inclusive su cabello dorado con el helado de vainilla.

—Quiedo jugar.— Habló la niña sin dejar de devorar el alimento.

—Si, pero mira como estás quedando.— Comentó Yamato antes de tomar una servilleta para limpiar el rostro de la niña. Y por alguna extraña razón al hacer esto tuvo un deja vú asociado vino a su mente, un recuerdo de aquellos días en el cual Takeru era un niño pequeño.

Takuya no pudo evitar sonreír y sentirse un tanto conmovido ante la escena, Yamato compartía con su hija y no lo sabía.

Natsumi hizo una mueca ante esto y tomó la servilleta— Hey, yo puedo limpiarme sola.

Yamato no pudo evitar sentirse un tanto descolocado, a diferencia de su hermana esta niña en vez de agradecer le hablaba de una forma abrupta, casi grosera, le recordaba a él.

La pequeña como pudo, pasó la servilleta por su rostro, cabello y ropa, no limpiandose a la perfección, pero al menos de una forma pasable— Listo, ahora quiero jugar.

Los tres mayores intercambiaron miradas y suspiraron, en verdad parecía que no se quedaría tranquila con nada.

—Vamos, juega conmigo.— Natsumi tiró de la chaqueta a Yamato llamando su atención, luego tiró a Sora de su falda— Tú también.— Luego miró al moreno— Tío Takuya juguemos, por favor.

—No creo que sea buena i...

—¡Por favor!— Gritó la rubia.

Takuya suspiró, sin duda era de Mimi, bastante exigente y un tanto mandona.

—Está bien, está bien.— Habló el moreno— Juguemos.

—¡Si!— Exclamó la niña— Tú cuenta, tío Takuya, nosotros nos escondemos.

El moreno asintió— Está bien.

Yamato y Sora intercambiaron miradas, en verdad no se hubieran imaginado que su tarde se resumiría en eso, pero era un tanto gracioso.

Takuya volteo en dirección a la pared— Uno, dos, tres...

Sin esperar más los otros tres comenzaron a caminar para esconderse.

Yamato observó a su alrededor, ya ni recordaba la última vez que había jugado a las escondidas o a cualquier juego infantil de ese tipo, probablemente desde que tenía 10 o 9 años más o menos, cuando todavía tenía que entretener a Takeru o cuando lo hacian jugar en clase de Educación Física, no le gustaba mucho, pero en ese momento no le quedaba de otra más que esconderse, aunque la verdad era que no le pondría mucho empeño.

Pasó su mirada por el lugar buscando un lugar donde esconderse, pero su atención se centro en la pequeña niña rubia quién ingresaba a todo velocidad en el ascensor especial para el personal de servicio.

Ahí mismo decía "Uso exclusivo de camillas, sillas de rueda o personal de servicio"

Eso no era bueno.

—Oye.— La llamó— ¿No te vas a esconder ahí, cierto?

—Claro que si.— Respondió la niña— En el hotel he visto que muchos usan esto.

¡Oh no!

La puerta se iba a cerrar y rápidamente caminó hacia él para evitar esto.

—Natsumi, no deberías subirte aquí, este ascensor es privado.

—¿Privado?— Preguntó la rubia— ¿Qué es privado?

—¿E?— Balbuceo— Especial, así que debes bajarte.

—¡No quiero!— Gritó la rubia y se cruzó de brazos.

—Pero, Natsumi, debes bajarte.

—¡No! No me bajaré, quiero ganar.— Respondió la niña.

Yamato rodó los ojos— Natsumi no...

—¡Dejame!— Gritó la pequeña— Si no me vas a dejar entonces vete, yo quiero usar esto.

¡Rayos!

En verdad era caprichosa esa niña.

Suspiró.

Lo mejor sería acompañarla, cumplirle por unos segundos el capricho y luego la regresaría a este lugar con su madre. Solo esperaba que no los encontraran, porque decía en el cartel que era especialmente parra emergencia.

—Yo te acompaño niña.— Musitó Yamato e ingresó al lugar.

—¡Si!— Exclamó la pequeña.

Yamato suspiró y las puertas se cerraron.

Mientras tanto con Takuya.

—Trece, catorce y quince.— Volteo— Ya salí.

¡Bip, bip!

Su móvil sonó llamando su atención. Rápidamente buscó en sus bolsillos y revisó la pantalla.

Era un número desconocido.

—Takuya.— Una voz lo llamó.

El moreno volteo ante esto y vio a la pelirroja— Sora.— Alzó una ceja— ¿No te escondiste?

—No.— Respondió la Takenouchi— Acabé de recibir una llamada del club de fútbol, el entrenador solicitó mi presencia urgente, tendré que irme.

—Entiendo Sora.— Musitó Takuya, a pesar de que la chica estaba preocupada por su amiga, ella también tenía responsabilidades que cumplir y ser capitana del club de fútbol femenino, era una.

—Dile a Mimi que apenas tenga tiempo me llame ¿si?

—Si, yo le digo.— Contestó el moreno— Gracias por traer sus cosas.

—De nada.— Respondió la pelirroja— Apenas pueda vendré de nuevo.

Takuya asintió.

—Adiós.

—Adiós.

El moreno vio alejarse a la pelirroja y luego dirigió su mirada a su móvil, ya no lo llamaban.

Suspiró.

¿Qué hora era?

¡Rayos!

Era verdaderamente tarde, si Mimi no terminaba de hablar con Alice pronto no podría ir al internado.

¡Un minuto! ¿Y si le pedía a uno de sus amigos que lo ayudara con ese tema?

¡Bip, bip!

Su móvil nuevamente sonó, otra vez era un número desconocido.

¿Quién podría ser?

Sin esperar más, respondió.

—¿Hola?

Hola Takuya.— Una voz femenina y familiar se escuchó del otro lado.

—¿Con quién hablo?

Conmigo.— Que gran respuesta.

—¿Conmigo quién?— Preguntó desconcertado.

Yo.— Todavía no tenía pistas de quién era.

—¿Yo quién?

¿Cómo no sabes quién soy?

¿Esa pregunta iba enserio?

Es un número desconocido ¿cómo quieres que lo sepa?

Mi voz ¿no dice algo?

Era un número desconocido, definitivamente no iba a saber quién era, solamente podía decir que no era ni la voz de Mimi, ni Izumi, ni siquiera de Damar.

—Suenas a cualquier chica.

Rika frunció el ceño con la intención de gritar, pero se contuvo al caer en cuenta de que el moreno tampoco tenía su número registrado— Soy Rika.

¿Qué?

¿Rika?— Cuestionó Takuya— ¿Rika Nonaka?

—Si.

¡Wow! Eso si que no lo esperaba, ella nunca lo llamaba, inclusive podía ser esta la primera vewz que recibía una llamada de ella.

¿Era posible que fuera el fin del mundo?

—¿Qué haces tú llamandome?— Preguntó el moreno— Eso es inusual, ni siquiera sabía que tenías mi número.

Te llamaba porque me enteré de algo que en verdad me tiene preocupada.— Habló la pelirroja.

—¿Preocupada?— Preguntó Takuya.

Mi madre me dijo que Damar, tu hermana, desapareció.— Habló Rika.

—¿Desapareció?

Si.— Respondió la pelirroja— Desapareció, o bueno, eso es lo que dijo, ya que no sabe en donde está y pues, no pude evitar preocuparme, se supone que tú estabas con ella en la clínica ¿no? ¿Cómo es posible que haya desaparecido? Dime que sabes donde está.

Takuya no pudo evitar sentirse sorprendido ante esto, Kouji generalmente le contaba todo a Rika, le extrañaba que no le hubiese comentado que estaba con Damar.

—No sé donde está.

¿Cómo que no sabes en donde está?

—Pues es así, no sé donde está mi hermana.— Respondió Takuya—Pero si sé con quién está.

¿A sí?— Preguntó la pelirroja— ¿Con quién?

—Con Kouji.

Hubieron unos segundos de silencio del otro lado.

¿Cómo sabes eso?— Finalmente preguntó.

—Él mismo me lo dijo luego de que ambos desaparecieran.— Habló Takuya—Pero ni idea de donde están, no me quisieron decir.— Para variar los había llamado miles de veces a ambos, pero ninguno respondía— Y me sorprende que no te hayan dicho.

Para nadie era desconocida la relación tan cercana que tenían esos dos, eran de hermanos, aunque no supieran que eso eran en realidad.

—Deberías llamarlo.— Le sugirió, tal vez a ella si le dijesen en donde estaban.

No es necesario que lo digas, lo llamaré ahora mismo.— Respondió Rika y no pasaron más de dos segundos cuando la llamada fue cortada por ella sin decir un Adiós, acto que no le sorprendió al castaño, finalmente la pelirroja era así.

Takuya suspiró.

Con algo de suerte, Rika sabría donde estaban, tal vez le reprocharía a Kouji y...¡Un minuto!

Sonrió.

Kouji y Damar se habían escapado de su ira, pero no se escaparían de la ira de Rika.

La puerta de la habitación de Mimi sonó llamando la atención de Takuya, quién al voltear se encontró con la pelirroja quién no venía con buen rostro, al contrario.

—Alice.— La llamó, pero no obtuvo respuesta cosa que desconcerto al castaño— Alice.

La chica simplemente guardó silencio.

En verdad estaba ida, desconcetrada, no parecía estar en este mundo y no era para menos, aún no lograba procesar lo que le había dicho la castaña.

—Alice.— Takuya por tercera vez la llamó.

Alice caminó en dirección a la silla que estaba a un costado y tomó asiento, literalmente en shock, sentía que todavía no caía, no tocaba el suelo, estaba en una pesadilla.

—¡Alice!— Alzó la voz y logró llamar la atención de la pelirroja, ya que esta dirigió su mirada hacia él.

—¿E? Ta-takuya.— Pronunció su nombre— ¿Q-qué ocurre?

—¿Qué ocurre contigo?— Preguntó el moreno— ¿Por qué no me respondes? No tienes buen rostro.

Buen rostro.

¿Cómo rayos iba a tener buen rostro luego de lo que Mimi le había dicho? Le quitaría a Natsumi, su hija, a quién había criado desde el momento en que nació, con quién había vivido miles de cosas.

—Alice.— Takuya nuevamente la llamó al no obtener respuesta— Dime ¿qué ocurre?

—Tenemos que hablar.— Alice le musitó a Takuya.

Alice tragó saliva, en verdad no lograba todavía entender como esto era posible.

El moreno alzó una ceja sorprendido ante esto y al ver el rostro no muy agradable de la chica.

—Tu hermana me quitará a Natsumi.— Declaró sin más.

—¿Qué?— Preguntó el moreno sorprendido.

Alice abrió los ojos y observó el rostro impresionado del moreno— ¿Acaso no lo sabías?

—¿Saber qué?

Si, al parecer no lo sabía.

—Mimi me pidió la custodia definitiva de Natsumi.— Declaró la pelirroja y la mandíbula de Takuya cayó abruptamente por la impresión.

¿Su hermana había pedido la custodia de su hija?

¿Natsumi se quedaría con ella?

¿No más adopción?

—¿Estás hablando enserio?— Preguntó Takuya y de manera inconsciente provocó que la pelirroja en verdad se enfadara.

—¿Crees que bromearía con algo tan delicado como esto?— Cuestionó casi en un grito.

¡Rayos!

—¿E? N-no, no, disculpa.— Llevó una mano a su nuca y bajó la mirada— Pero no me lo esperaba.

Ahora tenía sentido porque su hermana le había preguntado por la herencia de su madre, de seguro quería usarla en la crianza de Natsumi. Pero si hacia aquello su padre sabría la verdad ¿acaso Mimi pensaba enfrentarlo?

—¿Enserio no te había comentado nada?

—¿E? N-no.— Respondió Takuya y luego recordó la conversación que habían tenido anteriormente, su hermana le había querido decir, así que eso era lo que planeaba— O bu-bueno, me había comentado algo, pero no sé si se relaciona con esto.

—Bueno, sea lo que sea, así es, tu hermana me arrebatará a Natsumi.

"Arrebatará"

Esa palabra sonaba un poco bruta y por el comportamiento a Takuya le quedaba más que claro que la chica no estaba agradada con la idea.

—Por cierto ¿donde está Natsumi?—Musitó la pelirroja un tanto inquieta al no verla, observó a su al rededor y a la corta distancia divisó la figura de un chico rubio quién traía a la pequeña en brazos.

—¡Mami!— Natsumi a la distancia.

Alice no pudo evitar sentirse sorprendida al ver a ese chico rubio, novio de Mimi. Pero esa impresión pasó ser un tanto de alamar.

¡Él era el padre de Natsumi!

—Natsumi.— Musitó su nombre y se acercó a ella, pero algo llamó su atención, la rodilla vendada de la pequeña— ¿Nat que te sucedió?

—Mami, me caí.— Musitó la pequeña.

—¿Te caiste?— Preguntó la pelirroja.

—Shi.— Respondió la niña— Pero él me ayudó.— Señaló a Yamato.

~Minutos antes~

—¡Eh! ¿Qué es eso?— Preguntó la pequeña rubia señalando los botones del ascensor.

¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos!

Pensó Yamato al ver como Natsumi presionaba los botones del ascensor.

—¡Hey!— La tomó en brazos y la alejó de los botones— No hagas eso.

—¡Sueltame!— Exigió la rubia— Yo quiedo tocad eso.

—Te soltaré si no tocas esos botones.

—¡Pero yo quiedo!— Gritó la oji-azul molesta.

¡No!

Yamato suspiró, enserio era caprichosa esta niña.

—No puedes, si tocas todos a la vez provocarás que el ascensor se averie.

—¿Aderie?— Preguntó la rubia— ¿Qué es eso?

—No es aderie.— Respondió Yamato— Es averie.— Corrigió— Y significa que se va a echar a perder el ascensor y quedaremos encerrados.

—¿Encerrados?

El Ishida asintió— Si, dime ¿quieres permanecer para siempre en este lugar? Sin poder salir.— Dejó a la pequeña en el suelo.

—Nu, nu.— Negó la rubia temerosa.

—Entonces no los toques.

Las puertas del ascensor se abrió y el rubio bajó del ascensor seguido de la niña.

—¿Donde estamos?— Preguntó la rubia.

Yamato pasó su mirada por uno de los carteles— Estamos un piso más abajo.— Agarró su mano— Vamos, subamos por las escaleras para ir donde Takuya.

—No, no quiedo.— Respondió Natsumi— Debemos escondednos.

—¿Qué?

¿Enserio quería esconderse?

¡Estaban un piso más abajo!

Si Takuya no bajaba por el ascensor nunca los encontraría. Bueno ¿de qué se sorprendía? Al parecer esta niña debido a su edad no era consciente de todo lo que ocurría a su alrededor.

—¡Ven!— Exclamó la niña antes de correr en dirección a unos asientos.

—¡Hey! Espera.— Yamato suspiró, en verdad tenía energía esa niña, era inclusive peor que Takeru cuando era niño y eso era mucho decir, porque si algo caracterizaba a su hermano era ser una bomba de energía cuando pequeño.

Sin esperar más comenzó a caminar de manera apresurada tras la niña.

—¡Vamod code!— Gritó la niña mientras corría, pero antes de llegar a su destino sin querer pasó a pisa la agujeta de su zapatilla derecha con su pie izquierdo y terminó cayendo al suelo.

¡Oh no!

Pensó Yamato alarmado.

La niña al sentir el golpe contra el suelo no dudó en gritar— ¡Ah!— Y miles de lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

¡Lo que le faltaba!

¡No!

—¡Hey, hey! Tranquila Natsumi.— Se acercó a ella y la tomo en brazos— No llores, por favor.

—No puedo, me caí.— Exclamó la rubia mientras lágrimas seguidas de más lágrimas empapaban más su rostro— Mi rodilla.— Señaló su pierna derecha y el mayor se percató de que se había raspado la rodilla— Me duele.

Yamato divisó a corta distancia una silla, rápidamente alzó a la niña en brazos, la posó en ese lugar y observó a su alrededor, se suponía que estaban en una clínica de seguro habían miles de parches, vendas y cosas detener el sangrado.

—Me duele.— Lloró la niña.

—Ya, ya, tranquila.— Intentó tranquilizarla.

—Es una herida gigante.

—¿Qué? No, no es pequeña.— Habló apresuradamente.

—Mentira, es gigante.— Lloró la niña.

—Tranquila, tranquila.— Pasó su mano mano por el rededor, pero no pudo evitar sentir cierto disgusto por la sangre que comenzó a brotar.

¡Rayos!

No pudo evitar sentirse mal ante esto, un verdadero irresponsable, se suponía que él la estaba cuidando -por ese lapso corto de tiempo- ¿cómo había dejado que esto ocurriera?

A su mente vinieron aquellos recuerdos del tiempo en que Takeru era pequeño y el dolor que él sentía al ver que este caía era mucho peor.

Observó a su alrededor alarmado, necesitaban ayuda.

Justo una mujer entró en pasillo caminando.

—¿E? Disculpe, enfermera.— La llamó y esta alzó la mirada—Disculpe podría ayudarnos.— Pidió— Tuvimos un pequeño percanse, necesito desinfectar la herida y parcharla o algo así ¿tiene algo que nos pueda ayudar?

—Claro.— Respondió la mujer— Vengan su hija y usted conmigo.

¿Su hija?

Yamato alzó una ceja sorprendido ante esto y un tanto alarmado, porque ella no era su hija, ni siquiera su pariente, además él no se veía de edad como para ser padre ¿no?

—¿E? Dis-disculpe, ella no es mi hija.— Contestó el rubio.

—¿A no?— Preguntó la enfermera sorprendida.

—No.— El chico negó.

—Ups, son tan parecidos que pensé que si.— Contestó la mujer— Disculpeme si lo ofendí con ese comentario.

—No se preocupe.— Respondió Yamato alzando en brazos nuevamente a la niña, quién no paraba de llorar.

—Vengan, siganme.— Acotó la mujer y se dirigió hacia una puerta que se encontraba a unos pasos.

Fue así como la enfermera se encargó de limpiar la herida y colocar una venda sobre ella.

~Actualidad~

—Fue una herida un tanto grande, por eso la enfermera le vendó la rodilla.— Comentó Yamato.

Alice hizo una mueca ante esto y acarició el cabello de su hija— ¿Cuantas veces te he dicho que no debes correr?

—Lo siento.— Respondió la niña— Pero quería jugar.

—Muy mal estuvo.— Contestó la pelirroja y en un rápido acto arrebató a la pequeña de los brazos de Yamato— Desde ahora no te separarás de mi ¿me escuchaste?— Y no lo decía solo por la caida.

Natsumi asintió— Está bien mami.

Alice dirigió su mirada hacia Yamato— Muchas gracias chico por ayudar a mi hija nuevamente.

—No hay de qué.— Respondió el rubio.

—Bueno, nosotras nos vamos.

—¿Se van?— Preguntó Takuya— ¿No dejarás que Natsumi vea a Mimi antes de irse?

—No.— Contestó la pelirroja— Ya hemos estado mucho tiempo aquí, mi novio debe estar preocupada y pues, Natsumi duerme siesta en la tarde, así que debemos irnos.

Por alguna razón el moreno sintió que enserio tenía ganas de irse aquella chica.

—Despidenos de Mimi.— Alice le habló a Takuya— Nat despidete.

—Adiós tío Takuya.— Luego dirigió su mirada hacia el rubio— Adiós tú.

"Adiós tú"

Yamato alzó una ceja.

—Adiós.


—¿Dices que ese chico tiene información de esa noche?— Izumi le preguntó sorprendida a su hermano luego de haber escuchado su relato de como encontró una carpeta completa con información de La noche del 3 de Abril de hace años atrás.

—Si.— Respondió Takeru— Y no me preguntas ¿por qué? Ya que ni yo sé porque rayos tiene esa información.

—Eso es preocupante.— Musitó la oji-verde, ya escuchar que alguien nuevo buscase información de esa noche no era algo bueno, al contrario, se suponía que lo ocurrido en esa noche había quedado guardado bajo muchas llaves, se estaba prohibido hablar de eso con personas nuevas— ¿Cómo obtuvo esa información? Se supone que nuestros padres se encargaron de callar a la prensa.

—No lo sé, sorella, tú sabes que algunas veces existen páginas a las que no alcanzan a llegar nuestros padres.— Musitó Takeru— Finalmente Internet es una red libre.

Bueno, eso era verdad.

Sin embargo nada quitaba que fuera preocupante, después de todo ¿por qué él buscaría esa información?

—¿Y no has pensado en que tal vez tu amiga, Rika, le pudo haber dicho algo?— Preguntó la rubia— Digo, ellos dos se ven que son super unidos, los veo siempre juntos ¿no será que ella le quiso decir lo que ocurrió esa noche?

—No lo sé.— Respondió el oji-azul— Hikari y yo pensamos en esa posibilidad, pero no nos cabe en la cabeza, ya que Rika es la más reacia a hablar de esa noche luego de que la cocinera...—Se detuvo ante esto, a él tampoco le gustaba recordar lo que había ocurrido con aquella mujer por su culpa— Bueno, tú sabes que ocurrió.— Corrigió— Y pues Rika nunca le ha gustado hablar de ese tema, mucho menos mencionar el tema de Henry y su muerte, ya que se siente culpable por eso.

Para nadie era un secreto aquel detalle, la pelirroja había tenido que estar meses y meses con psiquiatra intentando olvidar que ella había "constribuido" con su muerte.

—Pues si no fue Rika entonces ¿quién le habrá comentado algo sobre esa noche?


Mimi respiró profundo, esa conversación con Alice no la había dejado con muy buenas sensaciones, al contrario, sus pulsaciones y la adrenalina habían subido, los latidos de su corazón estaban a mil, por primera vez había sido valiente para afrentar verdaderamente esa situación.

¡Toc, toc!

La puerta sonó.

—Adelante.— Musitó mientras se abanicaba con su propia mano.

La puerta instantaneamente se abrió y ante sus ojos aparecieron Takuya a Yamato.

—Hola hermana.— El moreno saludó a la castaña.

—Hola Mimi.

—Takuya, amor.— Musitó la Tachikawa y una sonrisa apareció en su rostro, pero se esfumó rápidamente al percatarte de algo.

¡Oh no!

Si Yamato estaba ahí significaba que había visto a Natsumi.

El rubio ignorando completamente lo que pasaba por la mente de su novia se acercó a sus labios y depositó una rápido beso en ellos.

—Me alegra ver que estás bien.— Musitó el rubio.

—¿E?— Balbuceo levemente— S-si.

—Sora te trajo lo que le pediste.— Takuya alzó el bolso que la pelirroja había traido y lo depositó en la cama.

—¿Sora?

El castaño asintió— Si, pero tuvo que retirarse, el entrenador la llamó, al parecer necesitaban hablar de algo urgente.

—Comprendo.— Respondió Mimi y no pudo evitar pasar su mirada por ambos chicos buscando a otra persona— ¿Y Alice con Natsumi?

Takuya hizo una mueca ante esto, sabía que no le iba a gustar la respuesta.

—Se acabaron de ir.— Contestó Yamato.

—¿Qué?— Preguntó la oji-miel sorprendida ¿se habían ido? ¿sin despedirse de ella?

El moreno asintió.

¡Rayos!

Pensó Mimi.

Quería estar con su hija, darle un abrazo, al menos poder despedirse de ella, pero al parecer no sería posible.

—¿Y-y por qué se fueron?

—Al parecer Alice tenía cosas que hacer.— Inventó Takuya, ya que no le había creido para nada la razón que había dado y...

¡Bip, bip!

El móvil del castaño sonó y este rápidamente lo sacó de su bolsillo. Alzó una ceja sorprendido, era el mismo número de antes, que pertenecía a Rika, tal vez le traía noticias de Damar.

Hizo una mueca.

—Permiso, tengo que responder.

—Ve, no te preocupes.— Contestó Takuya.

El moreno salió de la habitación rápidamente para contestar.

Mimi volvió la mirada hacia su novio— Así que ¿vol-volviste a la ni-niña del otro día?— Intentó sonar normal, pero le costó.

—Si.— Respondió el chico— Es bastante inquieta ¿e? Nos hizo jugar a las escondidas.

—¿A las escondidas?

—Si.

Mimi no pudo evitar sentirse sorprendida ante aquella declaración y al imaginarse la escena una sonrisa apareció en su rostro al imaginarse la escena graciosa.

—Y corría de una lugar a otro.— Musitó Yamato—Tanto así que tanto correr se le llegó a caer esto.— El rubio sacó de su bolsillo una cadena dorada— ¿Este es tu colgante? ¿no?

¿Qué?

La oji-miel abrió los ojos a más no poder al ver la cadena dorada con la letra "Y" dorada.

—¿E? ¿C-cómo sabes que es mío?

—Porque conecta perfectamente con el llavero que compartía esta inicial.— Respondió Yamato.

¡Oh no!

Pensó la Tachikawa.

Esto no podía ser verdad, lo que le faltaba.

Pasó su mirada por Yamato y luego por el colgante, repitió esto un par de veces sin saber que contestar.

Tal vez ese era el momento de decirle la verdad, pero ¿y si no aceptaba a Natsumi? ¿Y si ocurría lo mismo que Jun? ¿O si sus padres hacian algo en contra? No, no quería que eso ocurriera, ahora ella lucharía por ella y era probable que debería enfrentarse con su padre, no quería que también tener que enfrentarse a los padres de Yamato para defender a su hija y...

Mimi llevó una mano a su pecho, el aire le había comenzado a fallar, todo le había comenado a dar vueltas, sentía que...

—Mimi ¿estás bien?— Preguntó Yamato.

No, no se sentía bien, al contrario, se sentía bastante mal.

¡Rayos!

¡Otra crisis no!


Si, lo sé, me demoré mucho en escribir este capítulo, pero la razón es que me quedé super bloqueada, de verdad, sé donde quiero llegar, sin embargo no sabía que escribir o como hacerlo, y lo peor es que a mi cabeza venían ideas de nuevas historias (Inspiradas en la época de sultanas, algo parecido a lo que subí la otra vez como un pequeño corto a Instagram) entonces luchar contra eso ha sido más difícil, porque sé que primero debo terminar esta historia.

milrose: jsjsjsj que bueno que te gustara el capítulo jsjsjsj Aunque se haya completa el trío créeme no tengo en mis planes que se lleven bien jsjsjsj Bueno esa tensión puede ser interpretada de muchas formas, pero no es más que la de Mimi y Yamato. Si! Mimi pidió la custodia, que bueno que te haya gustado esa decisión, ahora a ver que ocurre jsjsjsj Obvio! Nuestro Takeru en cualquier universo, cualquier fic, cualquier vida es un amor, un hermano excelente, ya veremos más de su relación con Izumi y con Yamato también. Ya veremos si se reeconcilian esos dos y vuelva el Takumi, ya veremos si Taichi cae o no, espero lograr escribir una buena redención para él. Ya veremos que ocurrirá con Takato. Ya veremos su reacción, yo tengo algo planeado para él, pero no lo he puesto ahora, porque será todo para la tercera temporada. Ya veremos que ocurre entre Nene y Kiriha jsjsjsj sin duda son el uno para el otro, ambos insoportables y con el ego en las nubes jajaja ya veremos si quedan juntos o no jsjsj ya veremos que ocurre con el tema del collar jsjsjsj ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.

mariacredenza02: No lo sé jsjsjsj todo está muy reciente, ya veremos si se formará una pareja o no jsjsjsj Las cosas entre ellos serán diferentes a las de las otras parejas, ellos no tienen historia detrás o sentimientos entre ellos, pero ambos son muy pasionales y tienen hormonas alborotadas, pueden ocurrir muchas cosas con eso, ya que son cosas que pueden hacer avanzar muy rápido su relación jajajaj por el hecho de que Nanami será la villana contra el Mimato no les agrada, mejor me hubiera guardado el detalle, finalmente al principio la rubia mostrará su buen lado (para irse emocionando piensen que es super amiga de Mimi y ya después se desilucionan) Tenía que darle una aliada a Rumiko y pues, su sobrina puede serlo finalmente ambas son iguales jajaj si, ella es la madre consejera, quise que así fuera aquí también jsjsjsj Ya veremos si Yamato aclara las cosas. Si, todos están desilucionados de Taichi (espero lograr hacerle una buena redención) Creo que será lo más difícil de escribir. Si, tristemente Alice no está tomando un buen camino, al contrario, pero es una madre leona intentando cuidar a su cachorro, aunque ella sabe que no es suya y por eso duele más la situación. Si ¡Al fin! Mimi tomó la decisión, ya era momento, ahora tendremos que ver si le dice la verdad a Yamato o no jsjsj que bueno que recuerdes la cadena, pensé que ya la habían olvidado todos jjsjsjsj Ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.

AmiKarina: jsjsjsj si, drama y mucho drama jajajaj Nanami aun no hace nada y ya le temen jsjsjsj creo que debí guardar el spoiler jsjsjsj por el momento para irse emocionando piensen que es super amiga de Mimi y ya después se desilucionan jsjsj ya veremos si Mimi le demuestra en un futuro de lo que está hecha jsjsjsj pero primero Nanami hará que Yamato caiga en sus garras y Mimi también, finalmente ella mostrara su lado bueno jsjsjsjsjsj Que bueno que te guste esa pareja jsjsjs ya veremos si ambos superan sus egos y se enamoran jsjsjsj Si, tristemente Alice está tomando un mal camino, ya veremos que hará ahora en este nuevo contexto, esperemos que no siga con esa actitud de sacarle todo en cara jsjsjsj me alegra saber que te está gustando y que seas fan de la historia, ojalá siga siendo así. Te mando un abrazo a la distancio, espero que sigas leyendo y comentando.