Takeru pasó su mirada por su castaño amigo quién se encontraba a unos centímetros de él esperando a las chicas.

No sabía muy bien que hacer o que decir, días anteriores se habían visto en la misma situación, debido a esos papeles llenos de información que había encontrado. Sabía que en algún momento debería preguntarle, pero no sabía si era tiempo.

O quizás si lo era.

¡Rayos!

Se mordió el labio inferior.

—¿E? Takato.

—¿Si?

—Yo quería...—Takeru se detuvo antes, no sabía que hacer o que decir, estaba totalmente curioso y a la vez preocupado sobre esa situación, quería saber que ocurría, sin embargo, no pudo continuar hablando, ya que unos pasos se escucharon y la voz de Rika se escuchó en el lugar.

—Disculpen la tardanza chicos.— Se disculpó la pelirroja.

Si, se disculpó.

Sorprendentemente.

Ambos chicos voltearon en su dirección y literalmente la mandíbula de Takeru cayó literalmente al suelo al ver como su amiga pelirroja vestía tan...¿femenina?

La pelirroja llevaba un ¿vestido? de mezclilla con mangas largas y un cinturón color café.

El rubio alzó una ceja y la observó de pies a cabeza, ya que sentía que no podía reconocerla, no parecía ella, ese no era su estilo, sin duda alguna Hikari había contribuido en arreglarla, se veía bien (Claro, no mejor que su novia, pero perfecta para Takato)

—Hola cariño.— Hikari saludó al oji-azul para luego depositar un corto beso en sus labios.

—Hola preciosa.— Respondió el rubio.

El castaño observó a la pelirroja y se mordió el labio inferior.

Tranquilo Takato.

Se dijo así mismo, ya que ver a aquella chica sin duda provocaba muchos sentimientos en su interior, pero luego de todo lo que había sucedido provocaba más y no podía dejarse llevar por ellos, después de todo, él tenía que seguir con esa vida.

—Hola Takato.— La chica fue la primera en hablar.

—Hola Rika.— Saludó Takato y posó un rápido beso en sus labios provocando que se ruborizara.

—¿Cómo estás?

—Bien.— Su respuesta era relativa, no totalmente sincera, sin embargo, no quería preocuparla o ponerla alerta— ¿Y tú?

—También.

—¡Hey! Takeru ¿qué te ocurrió?— Hikari le preguntó a su novio y pasó su mano por el cabello rubio del chico— ¿Tienes el cabello color verde y pegajoso?

El rubio hizo una mueca— Es una larga historia.— Respondió— Luego te cuento.— Le susurró y luego observó a los demás— Bien ¿les parece si nos vamos?

Todos asintieron y sin decir más se dispusieron a retirarse del lugar, siendo observados sigilosamente por cierto chico quién en verdad sentía el corazón roto y en la mano.


Yamato observó atentamente a la pequeña que corría de un lugar a otro sin cansancio, sin duda alguna era envidiable su energía, aunque un tanto cansadora cuando no le puedes seguir siempre el ritmo.

El Ishida aún no sabía como la niña lo había convencido de jugar con ella, pero llevaba más de media hora en ese lugar.

—Vamos atrapame.— Musitó la rubia.

—Eso intento, pero eres muy rápida.— Mentira piadosa, pero suficiente para alegrar a la pequeña.

Natsumi sonrió y se acercó al mayor— Bueno, entonces juguemos algo más simple.— Dijo esto antes de tomar de la mano al Ishida para jalar de ella, Yamato simplemente caminó y a los pocos metros divisó como había una zona de juegos para niños, unos columpios, unos toboganes, una casa de juguete y en el centro una gran rayuela de cartón acoplada al suelo, la pequeña paró justo en frente de esta y sonrió.

—Juguemos a la rayuela.

—¿A la rayuela?— Preguntó el rubio sorprendido.

—Si, es mi juego favodito.— Dijo antes de sacar de su cabello un pinche gigante forma de flor desarmando una de sus coletas y lanzarlo sobre un número— La tía Mimi me enseñó a jugad.

"La tía Mimi"

Eso resonó en su mente.

Justo Mimi le había enseñado a jugar.

—Ella es genial en este juego.— Exclamó la pequeña.

Eso le traía recuerdos.

~Años atrás~

Taichi, Sora, Yamato y Ryo se encontraban en esos momentos jugando a la rayuela, si, a la rayuela ¿Por qué? Porque anteriormente se encontraban jugando con el balón del Yagami, pero a este se le había ido contra una niña y una de las inspectoras se los había quitado, por lo tanto, habían buscado una forma de esperar a que llegase la hora de su clase y finalmente habían comenzado a jugar a la rayuela gracias a Sora.

Yamato saltó con un pie hasta llegar al número ocho de la rayuela y tomó la pequeña caja para regresar.

—Número ocho, no está mal.— Comentó un pequeño Taichi de siete años.

—Puedo hacerlo mejor.— Alardeo el Akiyama.

—Tu siempre dices que puedes hacer todo mucho mejor.— Musitó Yamato un poco molesto, en verdad le fastidiaba cuando ese chico se creía mejor que los demás.

—No lo digo, lo hago.— Respondió Ryo antes de tomar la pequeña caja en sus manos y lanzarla en el número nueve, sin decir más se dispuso a saltar, pero no alcanzó a llegar ni al seis cuando perdió el equilibrio y cayó al suelo provocando la risa de todos al redededor— ¡Hey! No se rían.— Dijo levantandose molesto.

—Si nos reímos ¿no eras tú quién decía que era mejor que todos?— Musitó Yamato de siete años.

—Si soy mejor, es simplemente que me distraje.— Respondió el Akiyama— Puedo hacerlo y se los demostraré.— Nuevamente lanzó la cajita al diez, saltó en un pies, pero nuevamente cayó antes de llegar provocando que todos rieran a más no poder.

—Creo que está más que claro que no puedes.— Musitó Taichi burlón.

—No se rian.— Reclamó el Akiyama verdaderamente molesto mientras se levantaba del suelo— Y claro que puedo.— Respondió— Se los demostraré.— Dijo esto para tomar la caja, pero antes de que pudiera nuevamente lanzarla una voz se interpuso.

—Deberías dejar de humillarte Akiyama.

Al escuchar esto, tanto el nombrado como los demás voltearon en dirección al lugar donde provenía la voz y al hacer esto todos se encontraron con unas pequeñas Izumi y Mimi de seis años, quienes observaban la escena.

—¿Humillarme?— Cuestionó Ryo— Yo no estoy haciendo eso.

—Claro que sí.— Respondió Izumi— Tan sólo mira como te caes y todos se ríen.

—Bueno ya dejarán de reírse, porque no me volveré a caer.— Respondió el Akiyama molesto antes de lanzar la cajita y se dispuso a saltar, pero no alcanzó a llegar ni al número tres cuando se cayó provocando nuevamente la risa de todos y la enfado a más no poder en el niño de ojos azules.

—Que torpe eres.— Musitó Mimi rodando los ojos.

Ryo se levantó del suelo molesto y la observó enojado— ¿Acaso tú puedes hacerlo mejor, niña?

—Claro que sí.

—Lo dudo.

—Pues no lo dudes tanto es mi juego favorito.— Respondió Mimi antes de acercarse a ellos y tomar la cajita en sus manos para lanzarla al número final, el diez— Mira y aprende.— Fue lo único que dijo antes de comenzar a saltar en un pie el 1,2,3, luego con ambos el 4 y 5, 6 con uno, 7 y 8 en dos, finalmente 9 y 10 en uno llegando así al final. Sin perder tiempo tomó la caja entre sus manos y volvió por las casillas hasta llegar al inicio— Lo logré.— Musitó alegre y una radiante sonrisa, que a Yamato le pareció agradable, apareció en el rostro de la castaña— Te gané, Akiyama.— Dijo antes de posar la pequeña caja en las manos del castaño, quién la fulminó con la mirada.

—Hiciste trampa.

—No, no la hice.— Respondió Mimi seriamente— Simplemente fui mejor que tú en este juego.

—No seas presumida.

—Bueno ¿no habías sido tú el que comenzó a presumir ante nosotros?— Yamato tomó la palabra y Ryo frunció el ceño a más no poder, completamente molesto.

~Actualidad~

Desde tiempos memorables Ryo siendo un presumido, los demás riendose de él y Mimi siendo excelente en todo lo que hacia. Aunque nunca lo admitiese para él siempre había visto a la Tachikawa como alguien perfecta, a pesar de lo caprichosa y presumida que en algún minuto llegó a ser antes de convertirse en alguien tímida y retraída en su pre-adolescencia, escapandose de él.

Se mordió el labio inferior, no quería ponerse nostálgico, pero algunas veces extrañaba su niñez, aquellos momentos de inocencia en la cual todos se llevaban a pesar de que tuvieran pequeñas diferencias todo pasaba desapercibido, todos eran amigos, todos se apoyaban en las buenas y en las malas, y lo mejor de todo era que todo era inocencia pura, sin alcohol, sin drogas, sin fiestas, sin problemas y sin consecuencias debido a todo lo ya mencionado.

Posó su mirada en aquella niña, por alguna razón le recordaba a él cuando era pequeño, a sus hermanos y a Mimi.

Suspiró.

Ojalá su vida fuera tranquila y sin problemas o vicios.

—¿Tú sabes jugar?— La voz de Natsumi lo sacó de sus pensamientos.

—¿E?— Yamato balbuceo levemente— S-si.

—Bueno, entonces, juega.— Dijo la niña antes de extenderle su adorno del cabello.


Takeru pasó su mirada por su castaño amigo quién se encontraba a unos centímetros de él esperando a las chicas.

No sabía muy bien que hacer o que decir, días anteriores se habían visto en la misma situación, debido a esos papeles llenos de información que había encontrado. Sabía que en algún momento debería preguntarle, pero no sabía si era tiempo.

O quizás si lo era.

¡Rayos!

Se mordió el labio inferior.

—¿E? Takato.

—¿Si?

—Yo quería...—Takeru se detuvo antes, no sabía que hacer o que decir, estaba totalmente curioso y a la vez preocupado sobre esa situación, quería saber que ocurría, sin embargo, no pudo continuar hablando, ya que unos pasos se escucharon y la voz de Rika se escuchó en el lugar.

—Disculpen la tardanza chicos.— Se disculpó la pelirroja.

Si, se disculpó.

Sorprendentemente.

Ambos chicos voltearon en su dirección y literalmente la mandíbula de Takeru cayó literalmente al suelo al ver como su amiga pelirroja vestía tan...¿femenina?

La pelirroja llevaba un ¿vestido? de mezclilla con mangas largas y un cinturón color café.

El rubio alzó una ceja y la observó de pies a cabeza, ya que sentía que no podía reconocerla, no parecía ella, ese no era su estilo, sin duda alguna Hikari había contribuido en arreglarla, se veía bien (Claro, no mejor que su novia, pero perfecta para Takato)

—Hola cariño.— Hikari saludó al oji-azul para luego depositar un corto beso en sus labios.

—Hola preciosa.— Respondió el rubio.

El castaño observó a la pelirroja y se mordió el labio inferior.

Tranquilo Takato.

Se dijo así mismo, ya que ver a aquella chica sin duda provocaba muchos sentimientos en su interior, pero luego de todo lo que había sucedido provocaba más y no podía dejarse llevar por ellos, después de todo, él tenía que seguir con esa vida.

—Hola Takato.— La chica fue la primera en hablar.

—Hola Rika.— Saludó Takato y posó un rápido beso en sus labios provocando que se ruborizara.

—¿Cómo estás?

—Bien.— Su respuesta era relativa, no totalmente sincera, sin embargo, no quería preocuparla o ponerla alerta— ¿Y tú?

—También.

—¡Hey! Takeru ¿qué te ocurrió?— Hikari le preguntó a su novio y pasó su mano por el cabello rubio del chico— ¿Tienes el cabello color verde y pegajoso?

El rubio hizo una mueca— Es una larga historia.— Respondió— Luego te cuento.— Le susurró y luego observó a los demás— Bien ¿les parece si nos vamos?

Todos asintieron y sin decir más se dispusieron a retirarse del lugar, siendo observados sigilosamente por cierto chico quién en verdad sentía el corazón roto y en la mano.

—¿Hacen linda pareja? ¿no crees?— Hikari le comentó a Takeru.

—¿E?— Balbuceo levemente— S-si, creo que si.— Musitó llevando una mano tras su cabeza.

—¿Crees?— Esa palabra le pareció curiosa a la castaña, ya que se suponía que él había sido el primero en comenzar a shipear a esos dos ¿por qué de repente decía eso?— Yo pensé que estabas de acuerdo en que ambos salieron.

—¿E? Si, si, no he dicho lo contrario.

—Entonces ¿por qué respondes así?— Preguntó Hikari— Como si estuvieras dudando.

—¿E?— Balbuceo el rubio— E-es que, no he podido dejar de pensar en eso, ya sabes, lo que...— Observó a su alrededor y se acercó— Lo que encontré el otro día en su carpeta.— Susurró.

La castaña hizo una mueca ante esto y entendió la preocupación de su novio, después de todo no era para menos, que ese chico tuviera toda esa información no significaba algo bueno o confiable, finalmente tenía datos de un suceso para nada agradable en sus vidas.

—¿Crees que signifique algo malo?

Takeru hizo una mueca— Pues...—Suspiró— No lo sé, me gustaría pensar que no lo es, pero es muy extraño, digo, él no estaba esa noche y pues, no recuerdo haberle comentado, ni tú, pienso que Rika tal vez pudo haberlo hecho, pero lo dudo, ella no es de las personas que hable de esa noche, tú sabes que siempre ha sido un tema delicado.

Hikari asintió— Si, lo sé.— Respondió, ella más que nadie sabía que esa chica odiaba esa noche a más no poder, luego de la muerte de Henry eran contadas con los dedos las veces que había mencionado lo ocurrido esa noche— Pero si no fue ella, entonces ¿quién?

—No sé.— Suspiró Takeru— ¿Sabes? Tengo ganas de preguntarle a Rika, pero no sé como se lo tomará, no quiero preocuparla, pero...

—Si ella no es quién se lo comentó es lo que posiblemente pase.— Hikari completó su frase.

—Exacto.— Respondió el rubio.

La castaña hizo una mueca ante esto— Mmm...si quieres yo podría averiguar sobre eso.— Sugirió— Digo, podría preguntarle de manera cautelosa, sin que se dé cuenta.

—¿Enserio?

Hikari asintió— No tendría problema en hacerlo, digo, después de todo este tema igual me preocupa.— No quería imaginarse lo peor, pero no tení un buen presentimiento luego de haber visto aquella carpeta.

—Está bien, cuando puedas preguntale a Rika, sin que se dé cuenta y me dices que averiguas.

La castaña asintió— Si, eso haré.

No habrán pasado ni siquiera dos segundos cuando luego de la respuesta de Hikari cuando un hombre pasó frente a ellos junto a su carro de helado.

—Helados, helados.— El hombre se paró frente a ellos— Jovenes enamorados ¿les gustaría comprar un dulce helado para complementar su cita?

El rostro del rubio se iluminó ante la propuesta, él amaba los helados— Claro.— Respondió— Hikari ¿quieres uno?

La castaña ante esta propuesta no pudo evitar hacer una mueca. Sin duda alguna amaba los helados, sobretodo el de frutilla, pero tristemente tenían muchas calorías, y pues, no estaba segura si le haría bien.

—No gracias.— Respondió Hikari— No tengo hambre.

—¿Segura?— Preguntó el rubio— Hay de tu helado favorito de frutillas con nueces.

¡Rayos!

Pensó la Yagami y no pudo evitar imaginarse el sabor del helado en su boca, literalmente se le hizo agua a la boca ¡Pero! Tristemente no podía darse el lujo de ceder ante la tentación.

—Segura.— Mintió— No quiero helado.


—No nos veíamos hace bastante ¿e?— Musitó el castaño.

La pelirroja asintió—Desde ayer en la mañana.

—No fuiste a clases.

—No.— Respondió Rika— Luego de la discusión que tuve con Catherine no tuve ánimos ni siquiera de salir de mi habitación.— Se había saltado la hora de almuerzo debido a lo enfadada que estaba con la rubia no quería salir de su habitación, y tampoco tenía hambre, esto literalmente había desaparecido debido al enojo/preocupación que sentía al no saber de Damar y Kouji, luego le había pedido a Hikari que le subiera la cena y así se había ido su día Lunes, ni cuenta se dio cuando sus ojos se cerraron, pero posiblemente haya sido temprano, ya que al día siguiente cuando sonó su alarma se sentía súper relajada.

—¿Tuviste problemas con tu madre?

La pelirroja asintió— Ella prefirió creerle a esa francesa antes que a mi.

—¿Enserio?

—Si.— Respondió la Nonaka— No me sorprende para nada ¿sabes? Para mi madre siempre he sido lo peor del mundo.— Se cruzó de brazos— Pero, no importa, no quiero hablar de eso.— No quería que su día se arruinara, después de todo hasta el momento iba mejorando— Mejor dime ¿qué ocurrió contigo hoy? No te vi hoy en clases, se suponía que teníamos examen y no fuiste.

El castaño hizo una mueca y llevó una mano a su nuca— Si, se suponía.— Suspiró— Me da pena decirlo, pero me quedé dormido.

—¿Dormido?— Preguntó la pelirroja— ¿Tú? ¿El chico más responsable del mundo quedandose dormido?

Takato asintió, no lo diría en voz alta, pero había estado hasta muy tarde atando cabos sueltos, mejor dicho procesando información, luego de la discusión de la pelirroja y la rubia sentía que su cabeza iba a explotar, había tenido que analizarlo todo con precausión, debido a esto cuando se había dispuesto a dormir le costó un mundo cerrar los ojos ya que su cerebro seguía funcionando mientras intentaba procesar todo. No recordaba exactamente a que hora había logrado conciliar el sueño solo sabía que había visto algunos rayos de Sol aproximarse por la ventana antes de que ¡al fin! lograra conciliar el sueño provocando que no escuchara su alarma, ni la de Takeru, despertando al rededor de las doce del medio día.

Si, una irresponsabilidad de su parte, pero no lo había podido evitar.

—Bueno, a todos nos puede pasar.— Comentó el castaño.

—Tienes razón, a mi me ha pasado miles de veces.— Respondió la pelirroja.

—Pero dime ¿cómo estuvo el examen? Supongo que lo aprobaste.

—Pues...—Musitó Rika y una sonrisa apareció en su rostro, la verdad era que apenas había logrado estudiar el día anterior, si había repasado levemente los apuntes que él le había entregado la semana pasada, sin embargo, no podía asegurar haber aprobado— Aún queda mucho del año escolar ¿sabes?

Takato alzó una ceja— No me digas que lo reprobaste.

—Eso no lo voy a saber hasta que me entreguen la nota.

—Pero ¿estudiaste?

—Si pero ¿en qué momento comenzamos a hablar de estudios? Pensé que habíamos salido a distraernos.

—Tienes razón.— Respondió el castaño— ¿Quieres un helado?

—¿Helado?

El castaño asintió.

Rika hizo una mueca, no quería helado— ¿Sabes? Yo quiero otra cosa.

—¿Qué?

La pelirrojo se mordió el labio inferior armandose de valor para lo que estaba apunto de hacer. Sin esperar mucho posó sus manos en los hombros del chico y unió sus labios en un dulce beso.


Catherine y Nene bajaron las escaleras de manera calmada.

—¿Estás segura que no quieres venir conmigo?— Nene le preguntó a la rubia.

—No gracias.— Respondió la oji-azul— Estoy un poco cansada, me duele un poco la cabeza, así que iré a la enfermería a pedir una pastilla y me acostaré a dormir.

Ambas llegaron al final de las escaleras.

—Está bien.— Contestó Nene— Entonces nos vemos luego.

Así es como ambas se despidieron y finalmente la castaña caminó en dirección a la salida, mientras que la rubia caminó en dirección a la enfermería.

Sin embargo, el sonido de un sollozo llamó su atención, cosa que no le dio importante hasta que algo, mejor dicho alguien llamó su atención. ¿Quién? Un chico de cabello castaño quién se encontraba sentado a un lado de la enfermería. Catherine lo reconoció al instante e hizo una mueca al sentir el aroma a alcohol.

—¡Hey! Ryo.

—¿E?— Balbuceo el chico y alzó la mirada dejando ver sus ojos rojos ¿con lágrimas?— ¿Ca-catherine? ¿Qué haces aquí?

La rubia hizo una mueca ante esto— Eso mismo iba a preguntarte.

—¿E? Y-yo vine a buscar una pastilla.— Dijo antes de limpiar su lágrimas y acomodar sus gafas de Sol sobre sus ojos.

—¿Estás llorando?

—¿Qué?— El castaño alzó su mirada— Llorando.

—Si, llorando.

—¿E? N-no, claro que no.

—Claro que sí.— Respondió la rubia antes de sacarle las gafas en un rápido movimiento— Dime ¿qué te ocurre?

—¿E? Na-nada.— Respondió el Akiyama y de manera inconsciente cayeron lágrimas por sus ojos.

—Tus ojos están derramando lágrimas.

—Cla-claro que no.

—Claro que si y es obvio que estás triste, escuché tus sollozos.

¡Rayos!

—Dime ¿qué te sucede?

Ryo se cruzó de brazos y volteo— No te interesa.

—Claro que si, es evidentemente que no estás bien.

—¿Y por qué te interesa?

—Porque somos amigos ¿no?

Ryo hizo una mueca ante esto, enserio tenía ganas de desahogarse, pero no sabía si Catherine fuera la mejor persona, o tal vez si.

¡Rayos!

Suspiró.

—¿No te ha pasado que te le declaras a una persona de una forma sincera, esperando que entienda el dolor que sientes al no tenerla, pero sale completamente mal?

Catherine analizó esa pregunta, la verdad era que nunca se había declarado a alguien. Bueno, nunca le había hecho saber sus entimientos abiertamente a Taichi, solo le había hecho saber que le tenía ganas, pero nada más. Sin embargo, de cualquier forma había sido rechazada porque sabía que él no la quería y si, le había dolido.

—¿Por qué me haces esta pregunta?— Preguntó— ¿Acaso te le declaraste a alguien y salió mal?

—Si.

—¿A quién?

—A...—Ryo se detuvo antes de responder— A Rika.

—¿Qué?— Preguntó Catherine— ¿Te le declaraste a Rika?

Ryo asintió— Y no salió bien.

—¿Por qué?

—Porque...—Ryo se detuvo y suspiró— Le dije todo lo que sentía pero ella simplemente me rechazó, como siempre...—Bajó la mirada— Pero esta vez fue...—Suspiró— Diferente. Me dijo que le arruine la vida con mis drogas.

Catherine hizo una mueca ante esto— ¿Y por qué te afecta?

—¿Qué no es claro?— Ryo alzó la mirada molesto— Me duele saber eso, Catherine. Rika siempre ha sido importante para mi, yo nunca quise hacerle mal, simplemente quise llamar su atención, pero...—Bajó la mirada nuevamente— Terminé provocandole heridas y dolor como lo hice conmigo mismo.

—¿Y por eso estás llorando?— Preguntó Catherine.

—¿Acaso te parece poco?— Preguntó el Akiyama.

—No.— Respondió la rubia— Me parece mucho, dime ¿enserio solo estás llorando por ella?— Preguntó— Por Rika, quién no vale la pena.

—¿Qué cosas dices?— Habló el castaño— Si vale la pena.

—Claro que no, Ryo.— Contestó Catherine— Tú crees que tú eres poco para ella, pero la verdad es que ella es poco para ti, no vale nada, al contrario, da vergüenza como mujer y como persona, por eso nadie la quiere y pocos se juntan con ella, en cambio tú siempre has sido mejor, solicitado por todos, guapo, no tienes porque sentir que eres menos o sentirte mal porque no puedas estar con ella.

—Dices eso porque te desagrada, pero si sintieras lo que yo...

—Ryo, por favor.— Catherine rodó los ojos— No lo digo solo porque me desagrade, si no que es la verdad, tú no deberías sufrir por ella, al contrario, ella debería hacerlo por ti, después de todo, tu eres mucho mejor, guapo, atractivo, simpático, dime ¿qué haces perdiendo tu tiempo con ella cuando puedes tener a miles bajo tus pies?

Si, podía tener miles, pero entre esas miles no estaba ella.

—No lo sé, solo sé que la quiero.

—Bueno podrías comenzar a cambiar eso ¿e?

—Nunca he podido hacerlo.

—Pero deberías ¿Enserio quieres sufrir por ella cuando sabes que eres guapo y atractivo?

Pues no, a nadie le gusta sufrir.

—¿Enserio quieres sentirte mal cuando eres mucho mejor partido que ese chico con el que está saliendo?

Ese chico.

Ryo apretó su puño, recordar la sonrisa de la pelirroja al estar con él era como un estaca en su corazón.

—¿Enserio vas a permitir que te siga humillando?— Preguntó la rubia.

"Humillando"

Esa palabra resonó en su cabeza.

—Así como los chicos de la banda, así como la novia de Yamato, así como...—La rubia se acercó al oido del castaño— Tu padre humilló a tu madre.

Ryo apretó su puño al recordar esto.

—Porque si sigues sufriendo por Rika, terminarás igual que tu madre, al ser rechazado por el gran amor de su vida.

¡Rayos! No, él no quería terminar como ella, al contrario, no quería sufrir por amor o por ser rechazado o humillado, él no pasaría lo mismo que su madre, claro que no, él sería mucho mejor.

—Dime ¿enserio quieres tener su mismo final?— Preguntó la rubia.

—No, claro que no.

—Entonces...—Catherine lo observó de frente— ¿Por qué sufres por ella?


—Que extraño, Sora todavía no ha llegado.— Comentó Izumi revisando su móvil— A mi me dijo que vendría.

—Si, yo también tenía entendido que iba a venir.— Respondió Mimi y también revisó su móvil—De seguro se atrasó o quizás no pueda venir, digo, ya es bastante tarde.

—¿Sabes? Más me sorprende el hecho de que mi hermano no haya llegado.— Musitó la rubia— Él dijo que vendría y pues, estaba bastante preocupado por ti esta mañana.

—Quizás se le presentó un inconveniente y no pudo venir.

—De ser así te hubiera avisado ¿no?

Buen punto.

—Bueno, tampoco quiero presionarlo.— Musitó la castaña, lo que menos quería ser era un novia tóxica.

—Oye, tengo un poco de sed, iré a comprar una botella con agua.— Comentó Izumi— ¿Vamos? Así también te distraes saliendo de esta habitación.

—Si, buena idea...

¡Bip, bip!

El móvil de la castaña llamó su atención y evito que terminara su frase.

Grande fue su sorpresa al ver que en la pantalla decía el nmbre de "Alice"

¿Por qué la estaría llamando? ¡Rayos! Ojalá no le haya sucedido nada a Natsumi.

—Oye, Izumi, ve tú por el agua ¿si? Tengo que responder esta llamada es importante ¿si?— Comentó la castaña.

—Está bien.— Respondió la rubia— Iré, tú responde tranquila, ya regreso.— Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación cerrando la puerta tras ella.

Mimi al quedarse completamente sola no dudó en responder— ¿Hola?

Hola Mimi.— Respondió seriamente y manera cortante la pelirroja del otro lado de la línea.

—¿Cómo estás?

Bien.— Contestó la pelirroja de una manera cortante— Necesito hablar seriamente contigo.

—¿Seriamente?— Preguntó la castaña intrigada— ¿De qué? ¿Ocurrió algo?

Si.— Contestó Alice— Algo muy grave.— Sonaba molesta— ¿Me puedes decir por qué tu novio vino hasta aquí a preguntar por el collar que le diste a Natsumi?

¿Qué?

Pensó Mimi sorprendida y alarmada.

—Espera ¿qué haces dicho?— Preguntó creyendo haber escuchado mal.

Pregunté ¿por qué rayos tu novio vino a preguntarle por el collar que le diste a Natsumi?— Cuestionó la pelirroja.

¡Rayos!

Efectivamente había ido, la certeza y seriedad en la voz de la pelirroja lo decía.

¡Rayos y más rayos!

—¿E?— Balbuceo la castaña— Disculpa, es que ayer encontró el collar de Nat cuando ustedes vinieron y me preguntó por él, pero no pude res...

¿Por qué?— Alice la interrumpió— ¿Por qué preguntó por el collar? ¿Por qué es tan importante?

—Porque...—Mimi lamió sus labios un tanto nerviosa— Fue un regalo syuo hacia mi.

¿Qué?

—Si, fue un regalo de él para mi.— Respondió la castaña.

¿Y no planeabas decirmelo?

—No pensé que fuera importantes, verás, Yamato no sabe que es su hija, Natsumi desconoce que es hija de nosotros y pues, no pensé que en algún minnuto se fueran a encontrar, mucho menos que se fijaría en ese detalle.— Contestó Mimi.

Bueno debiste habermelo dicho.— Habló Alice evidentemente molesta por su tono de voz— Como madre adoptiva de su Natsumi debo saber todo hasta el más mínimo detalle de su vida para que no me tome desprevenida.

—Lo siento de verdad, nunca pensé que se daría una situación como esta, mucho menos que él iría a preguntar.

Pues debiste estar más atenta.— Respondió Alice— No me agradó que él viniese para acá, puede que sea el padre, pero nosotras tenemos un acuerdo ¿no? Yo la estoy cuidando y escojo con quién debe o no relacionarse.

Mimi hizo una mueca ante esto, evidentemente la pelirroja estaba molesta y no la culpaba, después de todo ella veía por la pequeña, sin embargo, no debía enfadarse que ambos se relacionasen eran padre e hija después de todo— ¿E? Lo siento Alice, pero no pensé que él iría y pues, si lo hubiera sabido tampoco sé si lo hubiese impedido, digo, al fin y al cabo es su padre ¿no?

No, no lo es.— Respondió Alice.

¿Qué?

—¿Cómo que no?— Preguntó la castaña— Yo misma te dije que él es su padre.

Si, eso lo sé, pero para Natsumi él es un simple desconocido, no su padre.— Respondió Alice.

—Bueno, pero genéticamente lo es.

¿Y eso qué?— Preguntó la pelirroja molesta— Mientras él no sepa la verdad o Natsumi, la genética no vale mucho ¿no crees?

Mimi se lamió los labios un tanto nerviosa— Bueno eso es porque yo lo he impedido, pero no quita el hecho de que son padre e hija.

Bueno tú al no decirle le has quitado ese derecho.— Respondió la pelirroja molesta.

La Tachikawa frunció el ceño molesta ¿acaso le estaba recriminando aquello? ¿cómo era posible que lo hiciera luego de saber todo lo que ocurría con esa situación?

—De todas formas es el padre, aunque no le haya dicho y tú sabes porque no lo he hecho.

No lo has hecho por miedo a su reacción.— Habló Alice— Y lo entiendo, pero considerando eso no me da confianza que él venga aquí con Natsumi.

—Pues tampoco es que se relacione mucho, digo, Yamato es buena persona, no debes porque temer de él.

Bueno, sea como sea, no quiero que él se acerque mucho a Natsumi si no estoy enterada.— Exigió Alice.

Mimi se mordió el labio inferior antes de responder, no le estaba gustando para nada el tono con el cual esa chica le estaba hablando, entendía que fuera la madre adoptiva, pero también tenía que respetar que Yamato y ella eran sus padres, independientemente de las decisiones que ella haya tomado por su cuenta con respecto a la paternidad del rubio.


Takuya pasó una mano por su cabello humedo, luego de haber dormido una larga y relajante siesta se había dado una buena ducha y en estos minutos se encontraba tomando un delicioso café mientras esperaba a que cierto chico llegara.

Al comedor llegó un chico pelirrojo de ojos oscruso quién al divisar al castaño no tardó en ir donde él.

Takuya sonrió al ver al chico.

—Buenas tardes Takuya.

—Buenas tardes Koushiro.— Respondió el castaño y le indico el asiento frente a él, el pelirrojo entendió al instante y tomó asiento—Muchas gracias por atender a mi llamado.

—No hay de qué.— Respondió el pelirrojo con una sonrisa, tal vez ya no eran tan amigos como antes debido a que sus vidas tomaron caminos diferentes, pero siempre se podrían apoyar. El chico buscó en su maletín hasta encontrar una memoria externa y depositarlo en la mesa— Aquí está todo lo que me pediste.

—¿Todo?— Preguntó el moreno sorprendido.

—Si, todo.

—¿Las imágenes del Internado y también del exterior?— Cuestionó el castaño.

Koushiro asintió— Si.

—Pe-pero ¿cómo?— Preguntó el castaño sorprendido— No pensé que las tendrías todas y a estas horas, era mucho y tú ¿ya lo tienes todo?

El pelirrojo asintió— No eres el primero en pedirme este tipo de favores Takuya.— Respondió— Son muchos los que me piden que me meta al sistema de seguridad del Internado y sus alrededores, y ya que pertenecen a la misma red no es difícil para mi, con los años cada vez es más debil la seguridad de este lugar.— Musitó como si fuera lo más normal del mundo.

El moreno simplemente observó la memoria externa sorprendido, ese chico en verdad era un genio, verdaderamente se estaba perdiendo en ese lugar, ya que debería estar haciendo investigaciones súper importantes o científicas en vez de estar encerrado en ese Internado.

Koushiro posó su mano en la memoria externa— Aquí está todo.— Comentó—No te envié los archivos, porque son demasiado pesados, pero en esta memoria externa encontrarás todas las grabaciones de esos días, eran muchas, sin embargo seleccioné las de ese día, ojalá encuentres lo que buscas.

Takuya recibió la memoria externa y la observó— Okey, las revisaré entonces.— Respondió— ¿Basta con conectarlo a la computadora?

Koushiro asintió— Si, nada más que eso.

—Está bien.— Respondió el moreno— Muchas gracias nuevamente Koushiro.

El pelirrojo asintió— No me agradezcas y ya dame lo que te pedí.

¡Rayos!

El moreno se mordió el labio inferior ¿por qué no existía gente con buenas intenciones en ese lugar?

Suspiró.

De su bolsillo sacó una pequeña bolsa con polvo blanco.

Hizo una mueca, se había propuesto eliminar eso de la habitación de Damar, pero debido a que Koushiro solo realizaba favores a cambio de eso no tuvo más opción que guardar una dosis.

—¿Sabes? Estas cosas van a terminar arruinando tu vida, así como lo han hecho con la vida de miles, incluyendome.— Musitó.

El pelirrojo hizo una mueca ante esto, pero simplemente se resignó a tomar la pequeña bolsa y guardarla en su chaqueta— Que tengas buena tarde, Tachikawa.

Takuya se mordió el labio inferior ante esto y suspiró, no sabía porque rayos le había entregado eso, no estaba bien, pero ¡Rayos! En ese lugar todos estaban viciados por esas cosas y por más discursos que les dieran parecía que ninguno quería entender.

Nuevamente suspiró.

Lo mejor sería concentrarse en lo suyo.

Así fue como sacó su laptop de su mochila y la depositó en la mesa.

Takuya conectó la memoria externa al computador, se demoró unos segundos hasta que apareció la opción de abrirla, así fue como al ingresar encontró una gran serie de carpetas. Se mordió el labio inferior, se tardaría un poco en encontrar precisamente la imagen que estaba buscando, pero la encontraría.


Nene ingresó al bar en donde se estaba realizando la fiesta de Kiriha que tanto se comentaba en el Internado, observó su alrededor, era un lugar bastante grande y lujoso, tenía luces de colores, además había una gran barra y una pista de baile donde miles de personas estaban bailando.

Suspiró.

Debía admitir que todavía estaba un poco inestable debido a la conversación con Taichi, pero su amiga Catherine tenía razón, ella era Nene Amano, podía tener a quién quisiese cuando quisiera y su vida no dependía solo de Takuya, habían muchos otros chicos que morirían por estar con ella y otros chicos que podría fácilmente enamorar si se lo proponía. Este era el caso de aquel rubio integrante de la banda, organizador de esta fiesta, a quién pudo divisar en la barra.

Se mordió al divisar su objetivo. El chico estaba bastante guapo, llevaba puesta una camiseta ajustada a su cuerpo y dejaba ver sus tonificados brazos. Además tenía el rostro de un Dios griego, rubio, ojos azules.

Sonrió.

Sería una buena distracción.

Sin esperar más se acercó a él y de manera discreta chocó contra él "sin querer" asi como las otras veces.

—¡Ups! Disculpa.— Musitó la castaña.

Kiriha tuvo intenciones de protestar, pero al levantar la mirada decidió guardarse su reclamo—¿Tú otra vez?

—¡Vaya! Otra vez nos encontramos ¿e? Guitarrista.— Musitó Nene "sorprendida"

Kiriha observó de pies a cabeza a la castaña, llevaba un vestido de tirantes unicolor panel con encaje negro ajustado completamente a su cuerpo dejando apreciar sus curvas. El rubio se mordió el labio inferior ante esto, se veía super sensual.

—Señorita ¿qué desea?— El mesero le preguntó a la castaña.

—Una copa de champagne por favor.

El mesero asintió.

Nene volvió su mirada hacie el rubio— ¿Puedo sentarme aquí, cierto?— Señaló su lado.

Kiriha asintió.

Nene no esperó y tomó asiento.

—¿Es mi idea o me estás siguiendo?— Preguntó el rubio.

—¿Siguiendo?— Cuestionó la castaña— Eso suena curioso.— Musitó— ¿Por qué lo haría? ¿Por ser tu fan?

—Si.— Respondió Kiriha— No serías la primera hacerlo.

Ya te gustaría.

Pensó Nene.

—De seguro no.— Comentó la chica— Pero no, no te estoy siguiendo.

—¿A sí?— Preguntó el oji-azul.

El mesero dejó la copa con champagne frente a la chica— Aquí tiene señorita.

—Gracias.— Respondió Nene antes de alzar la copa frente al rubio— Salud.

Kiriha alzó su copa con cerveza correspondiendo al gesto y sin decir más cada quién tomó un sorbo de su respectiva bebida.

—Si no me estabas siguiendo entonces dime ¿por qué estás aquí?

—¿Acaso no puedo venir a divertirme?— Preguntó Nene— Escuché que había una fiesta esta noche y quise venir, pero no sabía que tú la estabas organizando, mucho menos me hubiera imaginado que estabas aquí, pensé que los integrantes de los Teenages Wolves iban a fiestas en lugares más privados.

—¿Privados?— Cuestionó el rubio— ¿Este lugar no te parece lo suficientemente privado acaso?

—La verdad es que no.— Respondió Nene— Parece más público, han entrado miles de personas a este lugar, inclusive yo, que no estaba invitada personalmente por ti.

—Bueno tampoco es como si hubiera enviado invitaciones personalizadas.— Comentó Kiriha.

—Y si así fuera.— Musitó la castaña mientras pasaba la punta de su dedo por el borde su copa— ¿Me invitarías?

—Supongo.— Respondió el rubio.

—¿Supongo? ¿Debo tomar eso como un sí?— Preguntó la oji-morada.

En muchas ocasiones diría que no, considerando que esa chica aún no caía en sus redes debía ser "amable"

—Claro.

Nene sonrió ante esto.


Damar observó atentamente las dos cartas en sus manos y juntó sus puntas de manera sigilosa esperando que no tambalearan sobre el primer piso de la torre de naipes que ya había construido, sin embargo, no pasaron más de dos segundos cuando los dos naipes del segundo piso perdieron equilibrio provocando que toda la torre cayera.

—¡Rayos!— Exclamó la chica.

Kouji intentó evitar reír, pero fue imposible una carcajada salió de sus labios.

—¡Hey! No te burles.— Musitó Damar molesta.

—Lo siento.— Respondió el Minamoto— Pero no puedo.— Admitió—¿Enserio creíste que podrías armar una torre de naipes?— Preguntó Kouji.

—Si, bueno, en las películas no se ve difícil.

—En las películas.— El Minamoto repitió esto y una sonrisa burlona no demoró en aparecer en sus labios.

—¡Hey! No te rías de mi.— Regañó la castaña.

Kouji simplemente continuo con su burlesca sonrisa— Lo siento, Tachikawa, pero en verdad eres comica cuando te lo propones igual que Takuya.

—Bueno, en mi familia siempre me decían que yo era la amargada, en comparación a Takuya y Mimi.— No pudo evitar comentar Damar mientras acomodaba los naipes— Pero supongo que igual puedo compartir sus características en menor proporción.

Bueno, el hecho de ser un poco más seria no debía ser sinónimo de amargada, al contrario, que lo fuera le daba un toque de madurez, en su caso era así.

La castaña comenzó a ordenar las cartas de los naipes— ¿Qué vamos a pedir para cenar?

—¿Pedir?— Cuestionó el Minamoto— Pensé que tú habías dicho que cocinarías.— Musitó burlón.

—¿Y morir ambos de intoxicación? No gracias.— Musitó la castaña.

Kouji no pudo evitar lanzar una pequeña carcajada y sacó su móvil— ¿Qué quieres pedir?

—Mmm...—Damar musitó pensativa— Me gustaría unas papas a la francesa y una limonada rosa.

Kouji asintió.

—Espera, no, quiero papas a la francesa y me gustaría un milshake de fresa.— Corrigió la castaña— No, creo que se antoja más lo dulce, así que mejor un pie de manzana con un milkshake.— Llevó una mano a su mentón— Pero si se me antoja algo salado.— Musitó— Unos nachos también estarían bien.

Kouji observó a la chica de manera silenciosa, sin decir palabra, literalmente debatiendose en si reír o volver a preguntarle ¿qué rayos quería para cenar? Acto que no pasó desapercibido para la castaña.

—¡Hey! ¿Por qué me miras así?

Kouji sonrió— Porque veo que algunas cosas verdaderamente nunca cambian.— Musitó.

Si algo caracterizaba a esa chica era lo indecisa que era al momento de pedir delivery, desde tiempos memorables.

—Bueno, recapitulando ¿quieres un pie de manzana, un milshake de fresas y nachos?— Preguntó el Minamoto.

—Mmm.— Damar hizo una mueca— Descarta lo último, solo un pie de manzana y un milshake.

—Bastante dulce para la noche ¿e?— Comentó el Minamoto— No dormirás hasta mañana.

—Bueno, cuando mi cuerpo está tanto tiempo sin drogas y sin alcohol tiende a pedirme azúcar.— Musitó la castaña.

—¿Y te logra mantener tranquila?

—Un poco.— Contestó la castaña— Un poco bastante, digo, tampoco es que sea tan adicta a la azúcar, tú sabes siempre he sido team salado, pero bueno, ayudan con las ansias.

—En ese contexto entonces pediré un buen cargamento de alimentos dulces para evitar que tengas antojo de sustancias y esas cosas.— Musitó el chico.

—Bueno también existe otra forma de evitar mis ganas de consumir y esa es dandome una distracción.— Respondió Damar— Mi cell-phone.

Kouji hizo una mueca, desde hace unos días él le había quitado su móvil, ya que sentía que este n cooperaría en su recuperación, y pues, se lo había regresado esta mañana, debido a las llamadas insistentes de Rika, sin embargo, nuevamente se lo había quitado y no estaba en sus planes devolverselo— Olvida que te regresaré tu móvil.— Musitó—Nuestro trato era que no te devolvería tu móvil hasta que volvamos al internado ¿no? Hoy simplemente fue la excepción porque uno de los dos tenía que lidiar con Rika, pero olvida que ahora te lo regresaré.

—¿Por qué no?

—Tú sabes porque.— Respondió el Minamoto mientras tecleaba en su móvil enviandole un mensaje al delivery más cercano.

Damar se mordió el labio inferior ante esto— Ya te dije que no volvería a ver ese video.

—Eso mismo dijiste muchas veces e igual lo hiciste.

—Si, pero ya no lo haré.

—Bueno aunque así fuera, no te regresaré tu móvil.— Respondió Kouji.

—¿Por qué?

—Porque no quiero.— Contestó el Minamoto más para fastidiar a la castaña que por otra razón.

—¿Y por qué no quieres?

—Deja de preguntar ¿si? No me convencerás.

—¿Acaso quieres que muera?— Preguntó Damar.

—Eso mismo dijiste cuando me encargué de no comprar alcohol, sacar el botiquín de emergencia alejando todos los medicamentos y te alejé de cualquier cosa que pudieras usar para drogarte, y mirate, estás sana y salva.— Respondió el Minamoto.

—Y te agradezco, pero mi móvil es importante, digo, necesito estar conectada con el mundo.— Comentó la castaña— Rika e Hikari dijeron que me van a llamar en la noche.

—Bueno antes de llamarlas deberías considerar la idea de llamar a tu hermano ¿no crees?

Damar hizo una mueca ante esto— ¿Otra vez con eso?

Kouji simplemente asintió.

—¿Por qué? ¿No que estaban peleados?

—Lo nuestros es una cosa, tu relación con él es otra.— Respondió el Minamoto— Y por sus mensajes está más que claro que él enserio está preocupado por ti, merece saber que estás bien.

—Él sabe que estoy contigo, con eso debería ser suficiente.

—Tú sabes que para él no lo es.

—Bueno, pero si lo hago terminaremos discutiendo, ya sabes.

—Es tu hermano después de todo.

—Si, lo es, pero en todos los contextos terminaremos discutiendo, Takuya cree que todavía soy una niña.

—¿Y no lo eres?— Preguntó Kouji.

Damar rodó los ojos ante esto y tomó una de las almoadas del sofá para golpear al Minamoto— Ya te he dicho miles de veces que no lo soy.

—¡Hey! No lo digo para fastidiarte.— Musitó el Minamoto— Lo digo porque me coloco en su lugar, para él siempre será difícil ver que has crecido, para él siempre has sido su adoración, su pequeña, su bebé y por más que crezcas eso no cambiará, al menos no para él.

Damar se mordió el labio inferior y observó al Minamoto en silencio, era increíble como Kouji lograba hacer a un lado sus problemas con Takuya y ponerse en su lugar en ese tipo de situaciones.

—Y no lo culpo, después de todo, a pesar de que con sus celos sea fastidioso con su comportamiento te demuestra que eres importante para él ¿no?

Si, en eso tenía razón, sus celos podían ser insoportables, pero él siempre demostraba que la amaba demasiado.

—Dime ¿cómo lo haces?

—¿Qué cosa?— Preguntó el Minamoto.

—Lograr separar tus diferencias con él y defender su postura, a pesar de lo molesta que puede ser.

—Bueno no es difícil.— Musitó Kouji— Tú para él eres tan importante como...— Se detuvo ante esto.

—¿Cómo?— Preguntó la castaña.

Kouji se mordió el labio inferior, no quería decirlo, pero era predecible.

Damar era importante para Takuya, así como también lo era para él. De maneras diferentes, pero aún recordaba como le había hervido la sangre al ver que se acercaba a Kiriha, ya se podía imaginar que los celos del moreno eran muchos más al ver que sus propios amigos, quienes tampoco tenían buenos antecedentes, se acercaban a ella.

¡Bip, bip!

El móvil de Kouji sonó llamando su atención y este lo revisó— Están listos nuestros pedidos, llegaran en unos minutos.

—Genial.— Musitó Damar antes de rápidamente tomar el móvil del Minamoto.

—¡Hey! ¿Qué haces?

—Te quito tu móvil, ya que no me permitirás utilizar mi móvil, tú tampoco podrás utilizar el tuyo.

Kouji hizo una mueca— No tengo problemas con no utilizar mi móvil, pero uno de los dos debe estar conectado con el mundo exterior ¿no?

—Si me entregas mi móvil podríamos estar los dos conectados con los demás.

—Ya te dije que no lo haré.

—Bueno entonces olvidate de tu móvil.— Musitó Damar.

—Alguien debe recibir los pedidos.

—Si, pero no te llamarán para eso, tocarán el timbre.— Respondió la castaña.

Kouji hizo una mueca— Eres intensa ¿e?

—No más que tú.— Respondió la chica.

—Puede ser, pero tu intensidad es más molesta que la mía.

—No lo creo.— Contestó la castaña— Y aunque así lo fuera, soy tu molestia favorita ¿no?

Sin duda, pero no lo admitiría.

—¿Y yo soy la tuya?— Preguntó el Minamoto.

—¿Estás admitiendo que eres una molestia cuando te lo propones?

—No, tú me estás dando esa cualidad.— Respondió Kouji.

—Pero en parte la estas asimilando.

—Todavía no has respondido mi pregunta.

—Ni tú la mía.— Contestó Damar— ¿Soy tu molestia favorita?

—Mejor devuelveme mi móvil.— Respondió el Minamoto antes de acercarse a la chica y buscar su móvil entre sus manos que estaban tras su espalda, pero la chica fue rápidamente y se alejó del Minamoto, este rápidamente la agarró de un brazo y nuevamente buscó su móvil entre sus manos tras su espalda, pero la castaña hizo todo lo posible para impedir esto.

Literalmente era una batalla de rapidez, en un minuto dado el Minamoto estaba rodeando completamente a la chica entre sus brazos, pero esta seguía sosteniendo el móvil como si de eso dependiera su vida. Fue así como en un movimiento desprevenido de la castaña, tanto ella como él cayeron juntos sobre el sofá, quedando en una posición no muy favorable para la castaña al quedar bajó el pelinegro. Sus rostros quedaron a unos escasos centímetros, sus respiraciones se entrelazaron y las puntas de sus narices se rosaron.

Damar no pudo evitar sentirse nerviosa al sumergirse en la azulada mirada del chico que la observaba fijamente.

Kouji se mordió el labio inferior.

Estaban tan cerca, un pequeño movimiento y sus labios se rosarían como ocurría con sus narices.

—Devuelveme mi móvil.— Fueron las únicas palabras que salieron de sus labios antes de sostener por las muñecas a la chica sobre su cabeza.

—No.— Respondió Damar decidida sin soltar el móvil— Hasta que me devuelvas el mío.

—Olvídalo.

—Entonces ninguno de los dos lo tendrá.— Contestó la castaña.

—Que mal.— Musitó el Minamoto antes de acortar la distancia entre ambos y rosar los labios de la chica.

—¡Hey! ¿Por qué haces eso?— Preguntó la castaña.

—¿Eso qué?— Cuestionó Kouji nuevamente rosando sus labios.

—¿Acercarte?

—¿Acaso te molesta?— Preguntó el Minamoto.

La verdad era que si.

Se suponía que ella era quién se acercaba de esa manera peligrosa, jugando con él con una cualidad que solo ella poseía, su sensualidad, colocandolo nervioso, teniendo ella el control de la situación.

—No me molesta.

—¿A pesar de que estás nerviosa?

—No estoy nerviosa.

—Lo estás.

—Ya te gustaría.— Respondió Damar, no quería sonar insegura, pero si lo estaba logrando.

El Minamoto se mordió el labio inferior y con sus labios rosó su cuello, subió por su mentón, por su mejilla derecha, rosó su pomulo derecho y luego se detuvo a observar los labios de la chica, deseaba tanto besarlos, como siempre.

Sin mover sus manos, sin mover ni un musculo de su cuerpo, solamente se acariciandose mutuamente con las puntas de sus narices, con el roce de sus labios el chico acarició los de la chica con un pequeño movimiento provocando que esta abriera la boca y sus lenguas se rosaron antes de que sus labios se unieran en un beso.

El beso fue suave al inicio, lento, pronunciado, rosando sus lenguas de vez en cuando y profundizando en la boca del otro.

Todo iba bien, todo estaba tranquilo, agradable para ambos.

¡Pero!

¡Ding, dong!

El timbre sonó provocando que ambos se detuvieran y se separaran.

¡Rayos!

Pensó el Minamoto.

—De seguro es el delivery.— Comentó Damar.

¡Maldito delivery!

El oji-azul suspiró y se dispuso a levantarse del lugar para ir a recibir la comida.

—Voy a ver.

Damar asintió en silencio.

¿Qué había sido?

Un beso.

Si, pero ¿por qué sentía su corazón palpitar a mil si había sido un simple toque de labios? Nada intenso como los anteriores, ni siquiera se habían movido, simplemente habían dejado que sus lenguas bailaran y nada más.

Sus manos temblaban.

Al parecer el Minamoto había logrado colocarla más que nerviosa, eso no debía pasar, ella era quién lo ponía nervioso a él.


Kiriha observó atentamente a la chica— No entiendo porque estás tan interesada en ese idiota.—Comentó antes de darle un sorbo a su cerveza— Mejor dicho no sé como Izumi y tú peuden estar tan coladas por él.

—Por favor, no nombres a esa chica ¿si?— Habló Nene un tanto fastidiada— Y pues, eso es asunto nuestro ¿no crees?

—Tienes razón.— Respondió el rubio— La verdad es que poco me importa lo que pasa con ustedes y ese chico, pero que una chica como tú esté tan obsesionada con él me hace pensar en que enserio estás mal.

—¿A si?— Preguntó la castaña—¿Por qué? ¿Soy mucho para tan poco?

—Tú misma lo has acabado de decir.— Contestó Kiriha.

—De alguna forma debo divertirme ¿no?

—Bueno, por divertirte algunos te consideran una loca.

Nene rodó los ojos ante esto, Izumi enserio había logrado encerrar a todos con esa idea era fastidiante— Ahora que me conoces ¿tengo apariencia de serlo?

Bueno debía admitir que cuando había escuchado hablar sobre ella no se había imaginado que fuera tan atractiva, realmente se había impresionado al saber que ella era la famosa ex de Takuya, porque no era lo que se imaginaba. Sin embargo, las apariencias generalmente engañaban.

—No, pero...—Habló Kiriha—Todavía no te conozco del todo.

—En eso tienes razón, no me conoces del todo.— Respondió Nene— Pero...— Pasó la punta de su dedo índice por el borde de la mano izquierda del rubio— Podrias hacerlo ¿no? O al menos podría darme la chance de conocerte yo a ti ¿no crees?— Nuevamente tomó su copa y le dio un sorbo— Digo más allá de tener una banda ¿qué haces?

—Muchas cosas.

—¿Qué cosas?— Preguntó la castaña.

—¿Enserio te interesa saber?

—Bueno, sería interesante saber más cosas de ti, no soy como las típicas fans que se alegran solo con escucharte cantar, ni nada de eso. Generalmente buscó que tengan cosas más interesantes.

—¿Sabes? Yo también busco eso en mis fans.— Dijo el rubio y observó de pies a cabeza a la chica— Pero, generalmente todas terminan siendo aburridas.— Algunas enserio eran aburridas en la cama y por esto mismo la dejaba al rato.

—¿A si?

Kiriha asintió.

—Bueno, yo soy diferente.

—¿Cómo puedo asegurarlo?

—Porque lo digo yo.

—Que lo digas tú no significa que sea así.— Comentó Kiriha— Al menos no con tu obsesión que tienes con tu ex.

—No soy tan aburrida como todos creen que soy simplemente por seguir interesada en mi ex.— Musitó Nene— ¿Sabes? Igual me gusta divertirme de vez en cuando.

—¿A si?— Preguntó Kiriha— ¿Cómo? ¿Discutiendo con la hermana de Yamato?

—Pues no.— Respondió la castaña y se acercó al oido derecho del rubio— De una forma mucho más agradable ¿Sabes?— Apoyó su manoderecha en su pequeño y al voltear sus miradas se encontraron, sus respiraciones se entrelazaron y no demoraron en acelerarse, mientras sus labios se rosaban, fue así como ninguno resistió y ambos se unieron en un beso bastante apasionado, pero corto.

Nene sonrió ante esto.

—Dime ¿a ti también te gusta la diversión?— Pasó su dedo indice por sus labios.

Nene tomó su pequeño bolso y caminó en dirección a una de las puertas que se encontraban al costado de la barra. Kiriha al ver esto, tomó de un solo golpe el resto del líquido que quedaba en su copa y a continuación siguió a la chica.

Nene simplemente sonrió al ver al chico acercarse y abrió la puerta tras ella ingresando a la habitación, era perfecta, una cama, había también un sofá pero lo utilizó para dejar su bolso justo antes de que sintiera como una mano la agarraba de la cintura, la volteara y su rostro quedó a escasos centimetros del rubio.

—No pensé que te refierieras a este tipo de diversión.

—¿Por qué?— Preguntó la castaña— ¿No te gusta?

Ambos se unieron en un pasional beso.

—Dime ¿no te gusta?— Nene rosó sus labios con el cuello del chico.

—Tal vez.— El rubio se mordió el labio inferior, esta chica era caliente, le gustaba.

Nene sonrió— Bueno, entonces, juguemos.

Esa era un propuesta interesante.

—¿O no quieres?— Preguntó la castaña rosando sus narices con el chico para luego voltear decidida a "irse" pero antes que se alejara Kiriha la tomó de la mano y la volteo uniendo sus labios en un profundo beso.

Nene no dudó en corresponder.

Las manos del chico comenzaban a recorrer la figura de la chica, quién le correspondió de la misma forma.

Los labios del rubio bajaron por el escote de la chica, la chica lo empujó sobre la cama y ella se sentó sobre sus piernas presionando su entrepierna.

Kiriha se perdió en su escote y Nene abrió la camisa del chico. Kiriha depositó a la castaña sobre la cama y acarició su sensual cuerpo. El chico bajó su vestido dejando ver sus pechos, era increíble tenía unos muy bien formados y no llevaba sujetador, con sus manos comenzó a masajear los pechos de la chica quién comenzó a gemir, bajó su rostro por ellos y lamió sus pezones.

Nene se mordió el labio inferior, debía admitir que esto estaba siendo divertido y solo era el comienzo, ojalá fuese lo suficiente para terminar bien ese día.


Y ahí los dejó jajajajaj No más información jajajaj Creo que está claro porque lado irá la relación de Nene y Kiriha, ojalá les guste.

Me di cuenta que necesitaré ampliar la historia a los 83 capítulos (máximo) ya que debo agregar algo especial y pues, en tres capítulos no logro hacer todo, pero ya verán les gustará. Quizás sean menos, pero ya veremos, el final se viene, pero les avisaré cuando lleguemos al penúltimo capítulo jsjsjsj

También debo decir que el próximo capítulo será diferente a lo que estamos acostumbrados, ojalá les agrade, ya que quiero darle el desarrollo correspondiente a una pareja, porque luego de esta temporada necesito centrarme en las otras.

milrose: Jsjsjsj si, quise que pensarán eso, de manera sorpresiva para ustedes Yamato se acerca a la verdad cada vez más, no es tonto, él sospecha que algo no cuadra. Ya veremos cunado todo saldrá a la luz jsjsj me alegra que te haya gustado, necesitaba que saliera natural y creo que lo logré jsjsj todas queremos qeu Yamato nos apliqué la rcp sin duda jajajaj Taichi va de mal en peor, ahora tendrá que lidiar más con sus mentiras, sin embargo, creo que pronto vermeos una reconciliación Takumi gracias a Sora jsjsjsj la amistad de Damar, Rika e Hikari ha sido lo que más he intentado trabajar o mejor dico le he puesto mucho empeño para quedase de esa forma, quise complementarlas a pesar de lo diferente que eran y creo que lo logré jsjsj me alegra saber que te gustara y que te diviertiera nuestra Rika en modo Drama Queen jajajaj Alguien debía decirselo y pues, Taichi logró ser hiriente cosa que en parte funcionó hasta que Catherine metió sus narices, ojalá algún día todos caigan jajajaj Ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.