NA: Antes que todo quiero mencionar que este capítulo era mucho más largo, pero decidí dividirlo, así lo pueden digerir mejor.


—En verdad eres hipócrita, Nanami.— Thomas le musitó a la rubia quién salía de la habitación de Mimi.

La chica ante este comentario volteo molesta hacia el rubio— ¿Hipócrita?— Preguntó— Miren quién lo dice.— Musitó antes de acercarse al Norstein.

Thomas hizo una mueca y retiró sus anteojos— Lo digo de verdad.— Respondió— ¿Por qué vienes así toda buena onda a hablarle a Mimi? Cuando te involucraste con su novio, digo, si ella lo supiese no te volvería a hablar.

—¿Y quién te dijo que ella no lo sabe?

—Pues es obvio.— Respondió el rubio— Dudo que te atrevas a decirle.

—No tuve miedo en decirtelo a ti.— Contestó la chica.

—Porque querías sacarme celos.

—No fue celos.— Fue venganza— Pero de todas formas logré provocartelos ¿no?

Thomas hizo una mueca y se cruzó de brazos, no le gustaba recordar aquello, porque sabía que eso lo había provocado él al engañarla.

—Bueno, dudo que en este caso las cosas salgan bien.— Habló el rubio— Digo, Mimi y Yamato están bien, dudo que a tu amiga le guste saber esto. Y pues, ahora que lo pienso no vas a tener tu diversión de fin de semana, después de todo, dudo que el Ishida quiera seguir contigo.

—¿Y quién dijo que yo quiero estar con él?

—Tus ganas de romper nuestro compromiso ¿no?

Nanami frunció el ceño ante esto, en verdad no le gustaba recordar ese detalle.

—Todavía soy menor de edad, así que mientras pueda seguiré buscando formas de deshacerme de ese maldito contrato.

—Sigue soñando, eso nunca pasará.

—Claro que si.

—Claro que no.

—Ya te gustaría.— Rió Nanami antes de voltear para irse.

—¡Hey!— Thomas la tomó del brazo y la acercó hacia él— ¿Enserio crees que te desharás de nuestro trato?

—No lo creo, estoy segura.— Respondió la chica.


Tomoko observó a su al rededor esperando divisar a la persona que había citado en esa tarde para hablar.

Respiró profundo, en verdad estaba nerviosa, sentía que no podría estar tranquila hasta que lograra hablar con esa persona sobre ese tema, ya que simplemente no podía, mejor dicho no quería creerlo ¿Cómo era posible que Natsuko estuviera involucrada en los negocios de Kousei?

—¿Tomoko?

Una voz la llamó a sus espaldas ante esto volteo y al hacer esto se encontró con una mujer rubia de ojos azules a quién reconoció al instante.

—Natsuko.— Pronunció su nombre se levantó para saludarla— Hola.

—Hola.— Respondió la mujer rubia antes de saludar a la pelinegra con un abrazo— ¡Vaya! Casi no te reconocí con ese nuevo corte de pelo y esa ropa.

—¿Me veo mal?

—No.— Contestó Natsuko— Diferente, pero hermosa, me gusta. Te ves super joven y atractiva.

Tomoko sonrió— Gracias.— Respondió antes de señalar una silla— Ven, sientate.

Natsuko sonrió y tomó asiento.

—Disculpa por molestarte, de seguro estabas ocupada y yo te pedí que salieramos.

—No te preocupes.— Musitó la madre de Yamato— Hace mucho no nos veíamos y pues, necesitaba salir con amigas, aunque me sorprendió que me llamaras, pensé que estarías ocupada en tu nuevo empleo en el Internado.

Tomoko alzó una ceja sorprendida— ¿Cómo lo supiste?

—Tengo buenos contactos amiga.— Respondió Natsuko.

¡Vaya! No quería imaginarse quienes podían ser esos contactos.

Pensó Tomoko.

—Debo admitir que cuando me enteré enserio me sorprendí al saber que estabas contratada, pensé que odiabas estar en un mismo lugar con Rumiko.

Si, pues, todavía odiaba ese detalle.

—Comencé a trabajar ahí, porque necesitaba el empleo.— En parte era verdad, lo necesitaba, pero más que económicamente era por la misión que estaba cumpliendo— Espero que no te moleste.

—No, claro que no, al contrario, tú sabes que siempre te he preferido a ti antes que a la idiota de Rumiko.— Respondió Natsuko— Tú sabes que luego de todo lo que ocurrió ella no me agrada.

Tomoko hizo una mueca, tristemente su amiga había corrido con la misma "suerte" su esposo, Hiroaki Ishida la había engañado con esa mujer, pero a diferencia de Kousei y ella, los Ishida lograron "salvar" su matrimonio, no amorosamente, pero sí de apariencia, ante la sociedad seguían siendo el "matrimonio perfecto" cosa que para muchos estaba mal, pero que había sido estrategico por parte de Natsuko, ya que sabía que si abria la boca o algo así podría terminar igual que ella, así que decididó mantener el silencio y mantener su fortuna, a pesar de estar amorosamente herida.

Lo bueno de esa situación había sido que gracias a eso, Natsuko la ayudó a reincorporarse a la sosicedad, con el poder que tenía (y que no perdió por mantenerse callada) la había sacado de esa clínica psiquiatrica, la ayudó a pelear por la custodia de uno de sus hijos y le había regresado una de sus propiedades, la casa de su familia para poder vivir.

—Me alegra escuchar eso.— Respondió la mujer Kimura— Pero, tristemente no vengo a celebrar por aquello, ya que el tema del que te quiero hablar es más serio de lo que crees.

—¿A si?— Preguntó la rubia— ¿De qué?

—De...—Tomoko resporó profundo ¿cómo decir esto sin dejarse en evidencia?—Estaba haciendo algunas cosas cuando me encontré con un registro de la administración financiera del internado y vi que estaba tu nombre en él.

—No me extraña, soy una de las inversionistas del internado.

—Si, pero...—Tomoko se detuvo y suspiró— Luego de leer me di cuenta que estaba tu firma no solo en eso, si no que en aquellas cifras infladas que Kousei maneja.

¡Oh no!

—No quise creerlo, pero estaba claro en esos papeles, así que tuve más opción que venir a preguntarte.— Habló la Kimura— ¿Te involucraste en los negocios ilegales de Kousei?

¡Rayos!


—Mi hermano me acabó de enviar un mensaje.— Musitó la rubia— Dice que vendrá luego del ensayo de su banda.

—Si, ya me había enviado un mensaje anteriormente.— Comentó Mimi observando su móvil.

—Ojalá llegue rápido, si no lo hace nuevamente le quitaré la posibilidad de quedarse contigo esta noche.

Mimi rió— Por favor otra pelea no.— El día anterior había sido toda una escena comica de televisión ver como ambos debatian por ver quién se quedaba esa noche acompañandola.

~Día anterior~

—¿Izumi estás segura de esto?— Yamato le preguntó a su hermana mientras abrazaba asu novia por la cintura.

—Claro que si, estoy segurísima.— Respondió Zoe— Me quiero quedar con ella esta noche.

Yamato hizo una mueca ante esto, la verdad es que quería esta noche ser él quién se quedase con la Tachikawa, ya que la anterior no había sido posible—Pero tú odias las clínicas.

—Tú igual ¿no?— Comentó la oji-verde.

—Izumi, no debes preocuparte, de verdad, yo puedo ir a cuidar a mi novia.— Respondió Yamato.

—Es mi amiga, puedo cuidarla mejor que tú.— Contestó Izumi y jaló levemente del brazo a la castaña para abrazarla.

—¿Perdón?— Preguntó Yamato— Es broma ¿cierto?

—No, no lo es hermanito.— Respondió Zoe.

—Yo soy su novio, puedo hacerlo mejor que tú.

—Ya te gustaría.— Musitó la oji-verde— ¿Qué puedes darle tú que yo no?

—Pues muchas cosas.— Respondió Yamato y tiró a la castaña del brazo suavemente para abrazarla— Besos, abrazos, comprensión, amor...

—Bueno, yo no le meteré la lengua hasta la garganta, pero también puedo darle abrazos, compresión, inclusive mucho más amor.— Izumi nuevamente jaló a su amiga del brazo.

—¡Hey! Chicos.— Musitó Mimi.

—Son solo amigas, el amor de novios es mayor.

—Ya te gustaría.— Respondió Izumi jalando nuevamente de su amiga.

—Ya te gustaría.— Contestó el chico jalando del otro brazo de su novia.

—Chicos.— Mimi nuevamente los llamó.

—No me gustaría.— Habló Yamato— Es así.

—No.

—Si.

—No.

—Si.

—¡Ya basta!— Mimi alzó la voz— Por favor, dejen de jalarme, no me voy a romper un muñeco, pero tampoco soy de fierro como para que no me duela.

—Lo sentimos.— Musitaron ambos a la vez y al percatarse de esto ambos intercambiaron miradas con recelo.

Mimi suspiró— Chicos, entiendo que ambos quieran quedarse, pero no deben discutir.

—Lo lamento Mimi.— Musitó Izumi— Pero, Yamato debe entender que me toca a mi ahora, por esas noches que no estuve.

—Bueno, pero yo quiero quedarme por la noche de ayer y porque me preocupas Mimi.— Respondió el mayor.

Mimi hizo una mueca— Bueno, a mi me gustaría que se quedaran ambos.— Suspiró— Pero ya que no se puede creo que lo mejor sería que pudieran llegar a un acuerdo hablando y no discutiendo.

Ambos hermanos intercambiron miradas— Yo me quedo.— Musitaron a la vez.

Mimi suspiró y fue así como ambos se sumergieron en otro debate.

~Actualidad~

Había sido divertido, pero a la vez molesto, Izumi después de mucho insistir había convencido al oji-azul, quién se había ido regañando, pero finalmente se resignó gracias a que ella había interferido, Yamato a diferencia de Zoe tenía muchas más responsabilidades y quehaceres, debía descansar, amaba su compañía, pero él también tenía otras labores.

—Oye, Izumi, entiendo que quieras estar conmigo, pero comprendería si quieres volver al Internado.

—Pero ¿qué cosas dices?— Musitó la rubia— Yo amo estar contigo amiga.

—Lo sé, pero amiga, tú igual tienes cosas que hacer y ya estuviste toda la noche aquí, supongo que quieres descansar ¿no?— La verdad de las cosas era que no quería estar sola, pero era necesario que ella se fuera, necesitaba hacer una llamada importante.

—Pero amiga no...— La rubia no pudo continuar hablando, ya que la puerta de la habitación se abrió y Takuya apareció frente a los ojos de ambas.

¡Oh no!

Pensó Izumi ante esto.

Takuya venía completamente sudado y su respiración estaba completamente sudado— Izu-Izumi.— Pronunció su nombre— Que bueno que te encuentro.

La rubia hizo una mueca ante esto, no quería ver a aquel chico luego de todo lo que había ocurrido, al contrario, quería mantenerse lo más lejos posible.

—Takuya ¿por qué vienes tan agitado?— Preguntó Mimiw.

—Por-por...—Takuya intentó recuperar el aliento, había corrido a toda velocidad escaleras arriba al llegar a aquel lugar, ya que sabía que Izumi estaba ahí y tenía miedo de que se fuera antes de llegar a hablar con ella.

—Yo-yo me voy.— Habló Izumi un tanto incómoda tomando su bolso— Hablamos luego Mimi.— Dijo antes de dirigirse hacia la puerta dispuesta a retirarse.

—¡No! No te vas.— Respondió el moreno tomando de su mano.

Izumi volteo hacia el castaño e hizo una mueca— Takuya, por favor, sueltame, quiero irme, tengo cosas que hacer.

—No, Izumi, no te puedes ir.— Contestó el chico— Necesito hablar contigo.

—¿Hablar?— ¡Ay no! Por favor no, ya había llorado demasiado por esa situación, apenas se estaba recomponiendo, apenas, pero lo estaba haciendo, no quería seguir sufriendo— Takuya, no tenemos nada de que hablar.

—Claro que si.

—Claro que no, ya todo está claro entre nosotros.— Respondió la rubia.

—No, no lo está.— Contestó el moreno— Las cosas están mal, mejor dicho borrosas entre nosotros.

—¿Borrosas?— Preguntó Izumi— Creo que no, todo esta claro, Nene y tú es...—Tragó saliva al sentir como se formaba aquel nudo. Suspiró, lo mejor era irse—Mejor me voy.— Dijo antes de disponerse nuevamente a salir.

—No, no puedes irte.— Respondió el chico—Al menos no antes de ver lo que tengo que mostrarte.— Rápidamente abrió su mochila y sacó su laptop.

—¿Qué es eso Takuya?— Preguntó Izumi.

—La evidencia.

—¿Evidencia?— Cuestionó la rubia— ¿Evidencia de qué?— Movió la cabeza— Olvídalo, tengo cosas que hacer.— Dijo antes de voltear.

—No te vayas.— Musitó el castaño.

Izumi suspiró— Deja de insistirme ¿si?— Habló molesta— ¿Qué no te ha quedado claro que quiero que me dejes en paz? Takuya, no quiero escucharte.

—No quieres escucharme por lo que pasó con Nene.

—¡Ni me lo recuerdes!— Izumi llevó sus manos a cabeza— No te quiero escuchar hablar de eso, ni nada.

—Pues debes hacerlo, yo soy inocente.

—¿Inocente?— Preguntó la chica— Si ¿cómo no? Takuya, yo misma te vi, con eso basta.

—Pues no, no basta.— Respondió Takuya— Porque yo no te engañé.

—Te vi.

—Pero no fue así.

—Si fue.

—¡No!— Contestó Takuya— Nos pusieron una trampa.— Declaró sin más.

Izumi alzó una ceja— ¿Una trampa?

—Si, una trampa.— Respondió el moreno—Y tengo pruebas.— Dijo para luego señalar su laptop en donde estaba el video— Aquí están los videos de las camaras de seguridad que prueban mi inocencia.


—Haruhiko me insistió en hacer esa inversión a mi nombre.— Declaró Natsuko seriamente.

La Kimura analizó detenidamente aquellas palabras—¿Haruhiko?— Preguntó Tomoko— ¿Haruhiko Takenouchi?

—Si.— Respondió Natsuko— Él quería hacer esa inversión, pero debido a que no estaba muy bien económicamente me pidió a mi que firmara y pusiera parte de mi dinero, al principio no me agradó la idea, sin embargo, luego de ver las ganancias no me arrepentí.

—¡Un minuto! ¿Por qué rayos te pidió a ti que lo pusieras a tu nombre?— Cuestionó la Kimura— ¿Desde cuando son tan unidos?

—Desde que comenzamos una relación.

—¡Una relación!— Casi grito Tomoko por la impresión— P-pero si Hiroaki y tú siguen juntos.

—Si, recuerda que yo dije que afectivamente no seguiría con él.

—Lo sé.— Eso no era desconocido ni para sus hijos, pero nunca se inmaginó esto— No pensé que tuvieras una relación a las espaldas de Hiroaki.

—Bueno, no iba a estar toda la vida sufriendo por él y su engaño, que para variar se ha repetido miles de veces.

Tomoko hizo una mueca ante esto, entendía la situación de Natsuko, sin embargo, no la compartía, estar viviendo continuamente en una farsa no era bueno.

—Nat.— La llamó— Vivir con engaños no siempre es bueno.

—Lo sé, pero no me quedó opción.— Respondió la Ishida— Con Haruhiko soy feliz.

—¿Y Toshiko lo sabe?— Preguntó Tomoko.

—No.— Respondió Natsuko— Pero, finalmente los dos están separados ¿no?

La Kimura asintió levemente, aún sin salir de ese estado de "shock" en el que estaba, en verdad no lo hubiera esperado. Natsuko por intentar hacer "justicia" había caído en la misma toxicidad de Kousei e Hiroaki, con infidelidades y movimientos extraños de dinero.

—Entonces ¿ustedes tienen algo? ¿e invertiste por él?

—Si.— Respondió Natsuko— Y no me arrepiento, sé que sonará raro, pero estas inversiones me han ayudado mucho económicamente, he ganado más que antes sin depender de Hiroaki.

—P-pero, son cifras infladas.

—Lo sé.— La rubia suspiró— Y créeme no me siento bien, pero gracias a ese dinero he podido ayudar en gran medida al internado en donde están nuestros hijos.

"Hijos"

Si Yamato, Izumi y Takeru supieran en que movimientos extraños estaba su madre se sentirían decepcionados.

—Natsuko, no deberías involucrarte más en eso, si eso sale a la luz podrías sufrir consecuencias y no creo que sea bueno para ti.

—Al principio tenía miedo de eso, pero ya ha pasado tiempo Tomoko y no ha pasado algo malo.— Respondió la mujer Ishida.

—Pero puede pasar.

—Lo sé, sin embargo, todo está bien respaldado.— Contestó Natsuko.

"Bien respaldado"

Eso era mentira, ella había ingresado fácilmente a los archivos y su amiga no lo sabía.

—Nat, no sigas en eso, por favor, estos negocios no son seguros.

La rubia hizo una mueca— Tomoko, entiendo que pienses eso porque el que dirige todo es tu ex esposo, pero créeme todo está bien.

—No lo digo porque lo haga Kousei.— Respondió la Kimura, había algo detrás que sea venía con fuerza y que dependía de ella, no quería afectar a la Ishida— Los negocios ilegales pueden traerte problemas graves.

—Hasta ahora no lo han hecho.

—Pueden hacerlo.

—Tomoko, no te preocupes por mi ¿si?— Habló la rubia— Entiendo que no tengas confianza con esta situación y tienes razón, no son buenos estos negocios, pero por favor no intentes hacerme cambiar de opinión. Yo manejo mi vida, ya soy adulta y tengo todo bajo control, por favor, no te involucres ¿si? Por la amistad que tenemos respeta mi decisión.

—Es exactamente por la amistad que tenemos que te digo todo esto.— Contestó Tomoko— No quiero que tengas problemas.

—Y no los tendré.— Natsuko tomó sus manos— No te preocupes por mi, yo soy consciente de todo lo que hago y sé donde me estoy metiendo, por favor, respeta mi decisión ¿si?

—Kousei no es de fiar.

—Lo sé.— Respondió la rubia— Pero si caigo yo, él también ¿no?

Tomoko se mordió el labio inferior ante aquella última frase, ya que aparte de ser cierta implicaba un circulo vicioso, porque si Kousei caía, ella también lo haría, y pues su principal misión era hacer caer al Minamoto.

Pero considerando esto ahora enserio tenía dudas.


Izumi y Mimi observaron atentamente la pantalla de la laptop del moreno sin poder creer lo que estaban viendo o mejor dicho, sin querer creer que eso fuera posible.

En aquel video se veía explícitamente como Taichi había vertido un líquido en la taza de Takuya cuando este se había volteado, luego uno segundos después se veía como este caía desmayado en el sofá y finalmente en una serie de imagenes en diferentes ángulos del interior como también exterior del Internado se veía como Taichi ayudaba a Nene a llevar a Takuya hasta aquel edificio.

—Pe-pero esto no...—Izumi intó hablar pero fue imposible, no lograba caer todavía en cuenta.

—Taichi no pudo...

—Al parecer sí.— Takuya interrumpió a su hermana antes que pudiera seguir hablando.

Sus miradas nuevamente observaron el video, sin poder creer lo que estaban viendo, diferentes ángulos, momentos y lugares, sin embargo en todos estaba claro que el hermano de Mimi no había ingresado a ese lugar de manera consciente o por iniciativa propia.

—¿Ahora me crees, Izumi, cuando te decía que no tuve intenciones de involucrarme con Nene?— Preguntó Takuya llamando la atención de la rubia.

La oji-verde posó su mirada en el castaño y literalmente se sintió de muerte, avergonzada, triste, ella había desconfiado de él cuando en realidad era inocente, sin embargo, era entendible ¿no? ¿Cómo iba a saber que era una trampa?

—Ta-takuya, no sé que decirte.— Respondió la rubia nerviosa, volvió su mirada hacia la laptop— No lo hubiera esperado, digo, no de esa forma, sino fuera por estos videos no podría...—Suspiró—¿Cómo los obtuviste?

—Luego de una larga busqueda.— Respondió el castaño— ¿Enserio creíste que iba a perderte de nuevo?

Izumi se mordió el labio inferior ante esa pregunta. Takuya sonaba tan decidido, pero a la vez le habían parecido tiernas sus palabras.

—Aquí está más que claro que en ningún momento me encontré con Nene de frente, en ningún momento hablé con ella y ni mucho menos la besé como para haber terminado en esa situación.— Habló Takuya.

Si, estaba más que claro.

¡Rayos!

Izumi nuevamente se mordió inferior, en verdad se sentía mal, había desconfiado de él, le recriminó algo que no hizo, le hizo la ley del hielo por mucho tiempo cuando el realidad era inocente.

—Pero esto no está bien.— Musitó Mimi— Siempre supe que Nene era loca, pero nunca me imaginé que su maldad llegaría a este extremo de tener que sedar a alguien para que se acostara con ella.

Izumi frunció el ceño ante esto, Nene en verdad estaba siendo un dolor de cabeza, que se prepara la próxima vez que la viera no sería una señorita y estrellaría su rostro contra la pared.

—Bueno, de Nene ,e lo hubiera esperado, pero de Taichi.— Habló Mimi— ¿Por qué rayos la ayudó?

—Tendremos que hablar con Taichi para que nos dé una explicación.— Comentó Izumi seriamente.

—Espero que tenga una muy buena explicación.— Respondió el hermano de Mimi en un tono serio y molesto que sorprendió a ambas chicas, ya que sonaba hasta frío. Su rostro lo decía, estaba enojado y decepcionado, no era para menos, no entedía porque rayos lo había hecho y pues, que luego lo hubiese visto tan mal sin decirle nada.

Takuya cerró su laptop.

—Bueno, no pierdan tiempo y vayan a preguntarle.— Habló Mimi, ya que si era sincera ella también quería saber porque su supuesto amigo había hecho aquello.


—Nuestros padres harán su fiesta de aniversario este fin de semana.

—Si me di cuenta.— Respondió Yamato— También me llegó la invitación.

—¿Y que vamos a hacer?

El mayor observó desconcertado a su hermano— ¿A qué se debe esa pregunta?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó el menor— ¿Qué haremos para impedir esa fiesta?

—¿Impedir?— Cuestionó Yamato— ¿Quieres hacer algo?

—Claro que si.— Respondió Takeru— Lo de ellos es una falsa, no podemos permitir que se realice.

Yamato hizo una mueca ante esto— ¿E? Tk, creo que no será posible impedirlo.

—¿Por qué no?— Preguntó el menor— ¿Acaso no me oiste? Lo de ellos es una farsa.

—Si, lo sé, pero Takeru esta no sería la primera fiesta que hacen para la celebrar su mentira.— Respondió el mayor, ya estaba acostumbrado a tene que fingir— Entiendo que para ti sea difícil luego de saber la verdad, pero no podemos hacer nada, es su vida.

—Si, es su vida, pero Yamato ¿cómo quieres que les siga el juego sabiendo la verdad de las cosas?

—Así como Izumi y yo lo hemos hecho todo este tiempo.— Respondió Yamato— Ignorando todo lo que hagan o digan.

—¿Cómo puedo hacer eso?— Preguntó el menor— Ellos son insistentes aunque quiera igual me harán participar en aquella fiesta y...— Bajó la mirada— Yo no quiero.

Yamato hizo una mueca, una de las razones por las cuales Izumi y él no le comentaban de la situación marital de sus padres a Takeru era porque él tendía a ser un tanto más débil en temas relacionados con sus progenitores sobretodo.

—No quieres porque estás decepcionado y eso es entedible.— Comentó el mayor.

Takeru suspiró— No es solo decepcionado, sino que también me hace sentir inseguro por un tiempo pensé que conocía a nuestros padres y a nuestra familia.

—¡Hey! Lo de nuestro padres es falso, pero no toda nuestra familia, Izumi, tú y yo somos hermanos y eso es verdad.

—Si, lo sé, pero luego de saber esto me hace pensar en miles de posibilidades.— Musitó Takeru— Nuestra madre no le es fiel a nuestro padre, ni viceversa ¿quién te asegura que somos sus hijos?

¡Un minuto!

Yamato observó a su hermano menor ¿él estaba insinuando que ellos no eran hijos de sus padres?— Espera Takeru, no digas cosas sin sentido.

—No son sin sentido.— Contestó el menor— Yamato, es evidente que nuestros padres no se quieren, buscan las felicidad en otras personas ¿quién nos asegura que en realidad somos hijos de nuestro padre, considerando que nuestra madre si lo es? ¿O quién te asegura que nuestro padre no tiene hijos por afuera?

—¡Hey! No te pongas en modo drama de telenovela.

—No me pongo en modo drama de telenovela, solo son suposiciones.— Respondió Takeru— Inseguridades a raíz de esta verdad.

—Bueno, bueno, Takeru entiendo que te sientas inseguro con respecto a ellos, pero no debes pensar en ese tipo de cosas.— Habló Yamato— Si nuestro padre tuviera un hijo fuera del matrimonio lo sabríamos.

—¿Cómo puedes asegurarlo luego de todo lo malo que ha hecho nuestro padre?

Yamato se mordió el labio inferior ante esto, la verdad es que jamás lo había pensado de esa forma, ni en esa posibilidad.

—O ¿quién te asegura que nosotros somos hijos de nuestro padre luego de saber que nuestra madre tiene amorios en otros lugares?— Preguntó Takeru.

—Bu-bueno, puede que ambos hayan o estén cometiendo errores, pero supongo que ellos no serían capaz de escondernos algo así.— Musitó Yamato.

—¿Tú crees?

Yamato quiso balbucear antes de responder, sin embargo, se prohibió así mismo para hacerlo, no podía demostrar inseguridad, porque él sabía que sus padres podían tener miles, millones, o mejor dicho trillones de defectos y haber hechos muchas cosas malas, pero jamás harían algo como eso ¿no?

—Takeru, por favor, que esas ideas jamás ronden por tu cabeza.— Musitó el mayor— Si eso fuera así ya nos hubieramos enterado, después de todo nuestros padres han intentado mentirnos de muchas formas, pero Izumi y yo siempre nos hemos enterado de la verdad, y pues, puede ser que sean pésimos padres, sin embargo, yo confió en que al menos tendrían el coraje de decirnos la verdad con respecto a eso.

—Pero dime la verdad ¿nunca se te pasó por la cabeza?

—Takeru.— Yamato suspiró— No, nunca se me pasó, pero es porque la vida no es una telenovela y esto que me dices suena muy rebuscado, no sé, no tiene sentido, pero para ti lo tiene ya que estás todavía decepcionado y enojado por saber esto, pero cuando ya esto se pase te darás cuenta que es una tontería.

—Pues lo dudo.— Respondió Takeru— ¿Sabes? Hay otro tema que me enojada y eso es que no solo nos incluyen a nosotros en su farsa, sino que también involucran a personas que estimamos y queremos en ella, invitaron a mis amigos y estoy seguro que también invitaron a los tuyos.

Yamato hizo una mueca— A mi también me molesta, créeme.— Musitó— Pero ¿qué más le puedo hacer? Tú ya sabes, en nuestro círculo lo que más hay son mentiras y apariencias. Estoy seguro que muchos saben de estos problemas de nuestros padres sin embargo igual irán porque de eso vive nuestro círculo social, de puras apariencias.

—Tristemente.

Si, tristemente, pero ¿qué más podían hacer? Sus padres ya tenían sus vidas formadas, aunque gritaran o reclamaran ellos jamás cambiarían, porque ya era adultos. Sin embargo, ellos todavía estaban creciendo y si se lo proponían desde ahora, cuando fueran adultos...

Ellos no serían como sus padres.


Kiriha y Ryouma observaron a su al rededor, era increíble o mejor dicho imposible de creer lo que estaban viviendo, por primera vez en mucho tiempo eran los primeros en llegar al ensayo de la banda, sin atraso.

—Vaya, parece que los señores puntualidad no van a llegar.— Musitó Ryouma observando su móvil.

Kiriha hizo una mueca y rodó los ojos, e verdad era fastidiante que a ellos siempre le recriminaran cuando era irresponsable con los horarios de la banda cuando habían veces que a ellos también les ocurría.

—Ojalá lleguen pronto, tengo cosas que hacer.— Musitó el rubio molesto.

—Yo también.— Respondió Ryouma.

¡Bip, bip!

El rubio tomó su móvil y lo revisó. Alzó una ceja, tenía un mensaje de un número desconocido. Como no tenía nada que hacer lo abrió.

Hola querido, me conseguí tú numero, espero que no te moleste.

Kiriha alzó una ceja.

¿Quién eres?

Preguntó.

Tu nueva amiga ;)

El rubio alzó una ceja sorprendido ¿quién podía ser? Se pregunto así mismo, sin embargo a los pocos segundos llegó otro mensaje.

Supongo que luego de la divertida noche que pasamos ayer puedo considerarte un amigo.

Y fue en ese momento en el que Kiriha cayó en cuenta que trataba de la castaña hermana de Yuu.

Sonrió al leer nuevamente el mensaje.

"Considerarte un amigo"

"Amigo"

Eso sonaba bien, amigo de la palabra amistad y nada más, no amistad sinónimo de novio que conllevara una declaración de amor típica de las chicas que engatusaba para tener una simple noche y que luego decían estar enamoradas de él. Ojalá esta chica no fuera así.

Pues claro.

Le respondió.


—¿Hablaste con Takuya?— Sora le preguntó a su novio.

—No.— Respondió Taichi— La verdad es que no he tenido tiempo, Sora.

La pelirroja hizo una mueca ante esto, entendía que la situación fuera difícil y no quería recriminarle, sin embargo, debía hacer lo correcto.

—Pero, ahora lo llamaré.— Finalizó el Yagami antes de sacar su móvil.

Sora sonrió ante esto— Muy bien.

Taichi también intentó sonreír, sin embargo, saber que continuaría mintiendo no era algo que le agradase, al contrario, tenía ganas de tirarse de un cuarto piso para abajo.

Observó atentamente su móvil y se dispuso a buscar el contacto de su amigo, sin embargo no fue necesario, ya que antes de que marcara su número la puerta frente a ellos se abrió y ante sus ojos aparecieron Takuya e Izumi.

—Taichi Yagami.— La seriedad en la voz de su amigo no pudo evitar darle un escalosfríos—Tenemos que hablar contigo.

—¿Tenemos?— Preguntó Taichi e hizo una mueca, no tenía un buen presentimiento.

—Si.— Respondió Izumi.

—¿De qué?— Cuestionó el Yagami rogando que no fuera de ese tema.

Sus suplicas fueron en vano al ver como Takuya abría su laptop y mostraba su pantalla—De esto.— Respondió—¿Se puede saber por qué el día de la fiesta ayudaste a Nene a sedarme para hacerle creer a Izumi que me acosté con Nene?

¡Rayos!

Pensó Taichi ante esto y Sora simplemente apretó los dientes nerviosa.


—Lamento la tardanza.— Musitó Yamato al ingresar a la sala de música.

—¡Al fin!— Musitó Ryouma molesto— Te demoraste bastante en llegar ¿e?

—Lo siento.— Respondió Yamato— Estaba ocupado.

—¿Ocupado?— Preguntó el peli-gris— ¿Y donde quedó tu discurso de que primero la banda y luego el resto?

El Ishida hizo una mueca molesto ante esto— Lo siento, lo siento, pero ¿que más da? Aquí estoy, comencemos a ensayar.

Kiriha quién se encontraba a un costado con su móvil en manos alzó su mirada a Yamato— Creo que no será posible comenzar a ensayar.

—¿Qué?— Preguntó el Ishida— ¿Por qué no?

—Porque solo somos tres, Kouji no ha llegado.— Respondió el Aonuma.

Y fue en ese momento en que Yamato recordó que el Minamoto hace unos minutos le había enviado un mensaje comentandole la razón por la cual no vendría al ensayo y por la cual había faltado a los anteriores.

—¡Rayos! Se me había olvidado decirles que no vendrá.— Respondió el Ishida.

—¿Otra vez?— Preguntó Ryouma.

—No, está en otro sitio.— Contestó Yamato— Fuera del Internado.

—Esto es el colmo.— Musitó el peli-gris— Y luego nosotros somos los irresponsables.

—Entonces ¿por qué estamos aquí?— Preguntó el Aonuma.

—¿A qué se debe tu pregunta?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó Kiriha— Es lógico que será imposible que ensayemos.— Comentó Kiriha— No tenemos baterista.

—Tenemos la caja de sonido.

—Bueno, pero tampoco tenemos a Kouji.

—Tú también tocas la guitarra.

—Pero Kouji es quién tiene todos los solos de guitarra, y pues, somos solo tres, no creo que funcione mucho.

No quería darle la razón a Kiriha, sin embargo tenía razón, esto no funcionaría, al menos por el momento.

—Bueno, que así sea entonces.— Respondió Yamato— No tendremos ensayos por hoy, ni por el resto de la semana hasta que al menos vuelva Kouji.

Todos asintieron y sin decir más, el Ishida tomó su mochila para dirigirse hacia la salida— Adiós.

(De: Nene)

Espero que un día me cumplas el sueño de dedicarme una canción.

Kiriha alzó una ceja.

(De: Kiriha)

Pensé que no te conformabas solo con eso.

(De: Nene)

Y no me conformo, pero estaría interesante.
Sobretodo si me la dedicas en un concierto privado ;)
Claro si después vamos a algo más intenso ¿no?

Kiriha sonrió, eso sería divertido, luego de anoche era capaz de hacerle un concierto a solas.

—¡Hey! ¿Desde cuando tan sonriente?

El rubio alzó la mirada y frunció el ceño— No te interesa saber.— Ya presumiría de eso, sin embargo, sus conversaciones con Nene serían algo privado.


Taichi y Sora observaron atentamente el video en la laptop de Takuya. El Yagami se mordió el labio inferior, ahí se veía claramente como él estaba ayudando a Nene, lo bueno era que no se escuchaba nada de su conversación, para su buena suerte. Mientras la pelirroja en verdad estaba hecha un ramillete de nervios y decepción, no podía creer hasta el punto había llegado su novio.

—Y bien.— Takuya rompió el silencio llamando la atención de la pareja.

Taichi se mordió el labio inferior, observó a su amigo y luego a la rubia quienes no lo miraban con buenos ojos, al contrario, era evidente el desconcierto y sobretodo la molestia.

—¿No dirás nada?— Preguntó el moreno aburrido del silencio de Taichi— Claro que podrías decir.— Exclamó con ironía

—Creo que esas imágenes están claras, ayudaste a Nene.— Habló Izumi molesta.

—¿E?— Balbuceo el Yagami, en verdad no sabía como empezar excusarse, evidentemente ambos estaban molestos y sabía que por más explicaciones que les diera de igual forma no lo perdonarían fácilmente.

La pelirroja observó a su novio quién todavía no hablaba y suspiró— Chicos.— Le daría un pequeño empujon—Todo tiene una explicación.— Habló Sora.

—¿Explicación?— Preguntó Takuya— Espero que sea una muy buena porque por más que intento y pienso no me logra entrar en la cabeza ¿cómo rayos ayudaste a Nene?

—¡Un minuto!— Izumi interrumpió al moreno— Dices que hay una explicación.— Observó a su amiga— ¿Acaso tú sabías de esto?

—¿E? Pu-pues...—Sora suspiró— Si.— Respondió— Pero no hace mucho, lo supe ayer y sé que ahora no les agrada, sin embargo tienen que escucharlo.

Taichi tragó saliva, en verdad no sabía como rayos haría esto, pero debía hacerlo.


Hikari corrió al rededor de la cancha, en verdad estaba agotada y literalmente estaba mojada tanto sudar, sin embargo se sentía feliz, mientras más corriera, más calorías eliminaría.

Se detuvo frente a las gradas y se dejó caer en sobre una colchoneta, ahora venían los abdominales.

Cruzó los dedos, siempre había sido mala para eso, sin embargo ahora valía la pena ponerle empeño.

Debía bajar todos esos kilos extra que tenía, sobretodo antes de la fiesta del fin de semana, si lograba bajar esos primeros kilos de agua el vestido para el aniversario de los padres de Takeru se vería bien.


—Tenía miedo de que por aquel video en donde me drogué volviera a tener problemas con Hikari.

—Y decidiste fastidiarnos a nosotros ¿no?— Habló Takuya molesto— Aún viendo como sufriamos, como nos sentiamos y lo mal que estabamos pasando preferiste quedarte callado.

—Pues si.— Respondió Taichi— Lo hice, pero por favor entiendeme, mi relación con mi hermana y con Sora recién estaba mejorando. Dime, si tu estuvieras en mi situación e hicieras algo que sabes que podría afectar tu relación con tus hermanas ¿no reaccionarías así?

—Pues no.— Contestó Takuya— Porque una cosa es la relación con mis hermanas y otra es la lealtad a mis amigos, no voy a sacrificar a personas externas por un error que yo cometí.— En verdad estaba enojado— Además, si te drogaste no fue a causa mía fue simplemente tuya, ese día yo te dije que no tomaras más de la cuenta y que te controlaras.

Eso era verdad, él siempre había estado ahí aconsejandolo de tomar la mejor decisión y si él se había metido en ese lío (no drogas, pero si Catherine) era su culpa.

—Lo siento, Takuya yo...— En verdad no sabía que decir, tragó saliva, no quería seguir mintiendo, finalmente se merecía todo esos desprecios.

—¿Sabes que es lo peor de todo?— Habló el hermano de Mimi— Que yo te pregunté si sabías algo sobre esa situación, sin saber que tenías algo que ver te di una oportunidad para que me dijeras la verdad, pero aún así decidiste mantenerte callado.

Taichi suspiró— En verdad lo lamento Takuya.

—Con lamentarlo no basta, Yagami, pensé que éramos amigos, que nos apoyabamos y tú me diste esta gran puñalada por la espalda.— Habló el Tachikawa molesto, en verdad sentía que aquel chico no era su amigo o al menos no era esa persona que decía conocer.

—Lo sé, nunca podré reparar el daño que he hecho.

—No, claro que no.— Respondió la rubia— Permitiste que nos hicera daño.

—Eso también lo sé, pero...—Taichi suspiró— Bueno, ahora ustedes saben que pueden estar juntos, que todo un plan, que en ningún momento.— Señaló a Takuya— Le fuiste infiel a Izumi, no pierdan más su tiempo conmigo.— Habló— Ahora pueden estar juntos, y pues, ojalá un día puedan perdonarme, porque a diferencia de Nene yo sí me siento mal.

Nene.

Takuya apretó su puño al escuchar ese nombre.

—Puede que Nene no esté arrepentida, pero me va a escuchar.— Contestó el moreno molesto y un golpe cerró su laptop para luego alejarse del lugar.

—Takuya.— Sora llamó al chico.

—¿Donde vas?— Preguntó Izumi.

—¿Qué no es obvio?— Cuestionó Takuya— A hablar con esa chica.


—¡Vaya, vaya!— Musitó el Akiyama— Así que los rumores de tu regreso eran ciertos.

La rubia hizo una mueca al ver a aquel chico— Ryo.— Pronunció su nombre.

—Nanami.

Ambos se miraron en silencio.

—Tanto tiempo ¿e?

—Si.— Respondió la rubia.

—¿Cuantos?— Preguntó el Akiyama— ¿Un año? ¿Doce meses?

Nanami se cruzó de brazos— Doce es un año, genio.— Musitó con ironía.

—Ya extrañaba tu sentido del humor.— Comentó el Akiyama con una sonrisa se acercó a ella.

—No te me acerques.— Musitó la sobrina de Rumiko dando un paso hacia atrás.

—¿Por qué?— Preguntó Ryo— Te quería dar un abrazo de bienvenida.

—Olvida tu abrazo, hueles terrible.— La chica llevó una mano a su nariz.

El Akiyama hizo una mueca, había tomado unas cervezas, pero no sentía que tuviera mal olor.

—Y bien ¿qué ha sido de tu vida?— Preguntó— ¿Por qué regresaste?

—No creo que te interese mi vida.— Respondió la chica— Y pues, creo que está más que claro la razón por la cual regresé.

—¡Hey!— Exclamó Ryo— ¿Por qué me hablas de tan mal humor? Pensé que éramos amigos.

—¿Amigos?— Cuestionó Nanami y lanzó una carcajada sarcástica— Es una broma ¿cierto?

—¿Por qué lo sería?— Preguntó el Akiyama— No me digas que ya no me consideras uno luego de todo lo que ocurrió.

—De todo lo que ocurrió.— Repitió la rubia.

—Ya sabes, lo ocurrió con Jun.— Musitó Ryo— Cuando me pediste que te ayudara a encubrir lo que le hiciste para deshacerte de ella y estar con Yamato.

Nanami frunció el ceño ante esto— No digas tonteras, eso nunca ocurrió.

—¡Wow! ¿Me harás la desconocida?— Preguntó el Akiyama— ¿Acaso quieres olvidar ese gran pecado oculto que llevas?

—Yo no llevo nada, porque no hice nada.— Respondió la rubia.

—Que buena eres para mentir.— Comentó Ryo— Supongo que sigues siendo la misma hipócrita y mentirosa de antes.

—No.— Contestó Nanami— No lo soy, porque nunca lo fui.

—Si claro.— Musitó el castaño— Conociendo como eres.— Una copia de Rumiko— Creo que está más que claro que no te creo.

La rubia sonrió— No me creas, no me importa, tú eres nadie.

"Tú eres nadie"

Ryo hizo una mueca ¿por qué últimamente todos le hacian sentir que nada valía?

—Bueno, en eso tienes razón, no me importa lo que hagas.— Musitó el Akiyama— Pero, creo que a tus amigas si le importara, sobretodo a Mimi, dime ¿Yamato y tú ya le dijeron que tuvieron algo en el pasado?

Nanami hizo una mueca ante esto y se cruzó de brazos— ¿Y por qué tendría que hacerlo? Es pasado.

—Si, lo es, pero dudo que a ella le guste saber que ustedes se involucraron ¿no?— Comentó Ryo— O tal vez le alegre saber todas las atrocidades que hiciste para estar con su novio, digo, no cualquier se deshace de una mujer tan intensa como Jun.

—¿Y por qué me preguntas esto? ¿Acaso sacas algún beneficio en decirle a alguien todo lo que paso?— Preguntó Rumiko— Digo, ya nadie te creo y dudo que alguiente te creería lo de Jun.

—¿A no?— Respondió Ryo— Considerando que todos saben lo de Yamato si sería divertido fastidarte un poco la amistad con tus amigas, después de todo, dudo que puedas mantener la confianza de ellas cuando Mimi sepa que tuviste algo con su novio.

Nanami se mordió el labio inferior ante esto, no había pensado en eso.

—Y pues, tu sabes que tengo pruebas de todo lo que le hiciste a Jun.— Musitó Ryo— Con todo eso dudo que tus amigas o los demás confien en ti.

—¿Y por qué me sacas todo esto en cara?— Preguntó la rubia— ¿Qué sacas con eso?

—Nada.

—Entonces ¿por qué me molestas?

—Porque tu empezaste hablandome como si de un desconocido se tratase, yo simplemente quería saludar y me hablaste mal.

—Tú sabes porque te hablo así.— Habló Nanami, luego de que ella le había pedido ayuda para sus temas, Ryo no había desaprovechado la oportunidad para estorcionarla con miles de cosas y quitarle dinero, eso no le agradaba.

—Bueno, el pasado es pasado ¿no?— Musitó Ryo.

—Para ti nunca el pasado es pasado.— Comentó Nanami— Apuesto que apenas puedas me quitarás dinero ¿no?

—No te quitaré, simplemente te pediré, tomalo coo una pequeña ayuda, digo, con mi silecnio te estoy ayudando a que la gente siga creyendo que eres buena persona ¿no?— Preguntó el Akiyama.

—Soy buena persona.

—Si ¿cómo no?

Nanami apretó su puño y maldijo el día en que le había pedido ayuda, ese chico en verdad era insoportable.

Suspiró.

Lo peor de todo era que tenía razón, si todos se enteraban de lo ocurrido, ya no confiarían en ella, cosa que no podía permitir. Ahora que estaba de vuelta debería encontrar una forma de mejorar su imagen, sobretodo luego de lo ocurrido con novio de Mimi.

—No eres buena persona, eres mentirosa e hipócrita, dime ¿quieres que te lo siga recordando?

—Olvídalo.— Dijo Nanami antes de sacarse su anillo y entregarselo a Ryo— Toma, aquí tienes.

—Un minuto, no te venía a pedir esto.— Musitó el Akiyama— En verdad venía a darte una bienvenida.— Comentó con sacarmo en la voz.

—Si ¿cómo no?— La rubia rodó los ojos— Con esto tengo tu silencio ¿no?

Ryo asintió— Me gusta hacer tratos contigo.


Nene se encontraba tranquilamente revisando en su móvil el perfil de la red social de Kiriha.

No quería sicópata, ni obsesionarse con él, solamente debía indagar bien en él para ejecutar bien sus movimientos. Sin embargo, no podía negar que el chico era bastante atractivo, parecía un Dios griego.

Y pensar que ella ya había estado en sus brazos la noche anterior.

Sonrió al recordar eso último, en verdad se había divertido.

¡Toc, toc!

Escuchó como tocaban. Nene alzó la mirada y no alcanzó a moverse cuando nuevamente sonó.

¡Toc, toc!

Hizo una mueca ¿quién podría ser?

¡Toc, toc!

—Ya voy.— Musitó antes de levantarse del sofá.

¡Toc, toc!

—¡Ya voy!— Respondió molesta caminando hacia la puerta.

¡Toc, toc!

—Dije que ya voy.— Gritó Nene molesta antes de posar su mano en la manilla y abrir la puerta.

Grande fue su sorpresa al ver frente suyo a Takuya acompañado de...esa.

—Nene.

—Cariño.— La castaña musitó— ¿Qué haces aquí?— Dirigió su mirada hacia la oji-verde— ¿Y con esta?

Izumi hizo una mueca y apretó su puño, intentando contenerse para no lanzarse en contra esa castaña para partirle la cara.

—Nene.— Takuya pronunció su nombre— No puedo creer lo enferma que estás de la cabeza.— Musitó con lastima y enojo a la vez.

—¿Perdón?— Preguntó la chica Amano sorprendida— ¿Por qué dices eso?

—Por lo que hiciste.— Respondió el moreno.

—¿Lo que hice?— Cuestionó Nene— ¿Qué hice?

—Y tienes el descaro de preguntar.— Musitó Izumi molesta.

Takuya abrió su laptop y le mostró el video— Miralo con tus propios ojos.

El video corrió y Nene lo observó todo.

¡Rayos!

Pensó.

—¿D-de donde sacaste eso?

—De las cámaras de seguridad.— Respondió Tauya— ¿Creíste que me iba a quedar con los brazos cruzados?

Nene se mordió el labio inferior, debió haberse imaginado que en ese lugar habían camaras de seguridad ¿por qué nadie se lo había dicho? ¿cómo no había pensado en eso?

—Ya dime ¿por qué lo hiciste?

La castaña mantuvo silencio e Izumi no pudo evitar impacientarse ante esto.

—¡Responde!

—¿Acaso no es obvio?— Preguntó la Amano—Lo hice por nosotros Takuya.

—Nosotros.— Repitió esto— No hay un nosotros Nene, hace mucho tiempo no lo hay.

—Si, tristemente no lo hay.— Respondió la castaña— Por culpa de esta.— Señaló a Izumi.

—¿Culpa mía?— Preguntó la oji-verde— Claro que no.

—Claro que si.— Contestó la Amano— ¿O quieres que te refresque la memoria?— Se cruzó de brazos— Desde que Takuya y yo estamos de novios tú no descansaste hasta lograr separarnos.

—Claro que no.

—Claro que sí.— Respondió la castaña— Siempre estuviste ahí, como una piedra de tropiezo, cuando Takuya venía a Japón no te importaba que estuviera conmigo, siempre le coqueteabas.

—Eso no es verdad.— Contestó esta vez Takuya.

—Si lo es.

—No.— Habló Takuya— El que cometió el error en nuestra relación fui yo en un principio al estar contigo cuando sabía que quería a Izumi, pero el más grande lo cometiste tú al engañarte con el novio de Alice.

—Si, cometí ese error.— Musitó la chica Amano— Pero luego me arrepentí de una forma que no te puedes creer y sigo arrepintiendo ¿y sabes por qué?— Preguntó— Porque lo suyo fue solo un juego, una mentira, nada fue real, ni lo que yo sentía por él, porque yo te amo a ti.

—No lo amas Nene.— Habló Izumi.

—Tú no sabes lo que siento.— Respondió Nene.

—Pero es obvio que no me amas.

—Claro que si.— Contestó la chica Amano—Takuya, yo te amo y puede ser que no me creas, pero si me dieras una oportunidad te lo podría demostrar.— Habló— Algo que no me has querido dar.

—Porque no te la mereces.

—Quizás no, pero si lo hicieras podría demostrarte que yo puedo hacerte feliz.— Rogó mientras tomaba su mano derecha— Así como lo fuimos antes ¿lo recuerdas?

El moreno hizo una mueca— Nene, no me ruegues, ya te dije que no podemos estar juntos, yo no te quiero.

—Por culpa de Izumi.— Respondió la chica Amano— Pero, Takuya, tu me quisiste, estoy segura que si me das esa oportunidad para reconquistarte yo podría enamorarte y ambos podríamos ser felices, Takuya yo...

—¡Nene ya basta!— El moreno alzó la voz molesto— Ya te dije que no, Nene, lo nuestro ya pasó, ya fue, no te negaré que si lo disfruté y te quise mucho, pero ya no.— Habló— Por favor, deja de humillarte.

—No me estoy humillando, estoy luchando.

—Eso mismo decía tu madre cuando no quería dejar a tu padre ¿no?— Musitó Takuya— Cada vez te pareces más a ella.

¿Parecida a su madre?

Pensó Nene.

—Claro que no.— Respondió con repudio al pensar solo en la idea de parecerse a la tóxica de su madre.

—Claro que si, tan solo mírate.— Contestó el moreno— Estás igual o peor que ella, obsesionada con un hombre que no te quiere, arrastrandote por algo que ya fue...

—Y perdiendo toda tu dignidad como mujer.— Esta vez habló Izumi.

—Tú no me hables.— Gritó Nene molesta.

—Solo te estoy diciendo la verdad.— Respondió la rubia— Porque si no lo sabías eso es lo que estás perdiendo con todo lo que estás haciendo.

—¿Y tú no hiciste eso engañando a tu novio con su mejor amigo?

—Son dos situaciones diferentes, al menos yo sabía que Takuya me quería, a diferencia de ti, que luchas en vano.— Habló Izumi molesta.

Nene frunció el ceño y apretó su puño en verdad se sentía de lo peor— Takuya, por favor, vuelve conmigo.— Rogó.

El moreno suspiró, esa chica en verdad no quería entender— Nene, ya te dije, no te quiero y jamás regresaré contigo, ni hoy ni mañana ni nunca, mucho menos después de lo que hiciste para alejarnos.

—Luego de todo lo que hiciste deberías ir psicologo ¿no crees?— Musitó la rubia— Piensa, una persona sana no haría eso para tener a un chico a sus pies.

—Lo hice porque lo quiero.

—Nene ¡No!— Respondió Takuya— No me quieres, lo que tienes es una obsesión y eso no está bien, Izumi tiene razón, deberías tratar eso, porque al paso que vas terminarás igual que tu madre, así como te dije antes.— Dijo esto antes de voltearse— Vamos Izumi.


¡Chan, chan!

Había un momento Mimato en este capítulo, pero decidí dividir el capítulo en dos, así se puede digerir mejor, y también porque en el próximo capítulo (segunda parte de este) se vienen momentos dulces y amorosos para algunas parejas, algo agradable que lo dejaré como un capítulo feliz antes del final.

Dije que serían 82 capítulo + el epílogo = 83.

Pero este capítulo viene seguido del otro, literalmente, creo que subiendo este terminaré altiro el otro.

milrose: Que bueno que te gusten, la verdad es que pocas veces los escribo, porque siento que es mucho jajaja Bueno, tenía que tener algún origen su maldad, y pues, ya veremos que ocurre con ella y su maldad, si, tristemente es hipócrita, pero es de familia, digo, se parece a Rumiko. Si, muchas personas lo saben, pero ya veremos que ocurre, si alguien le dice o esperaran a que Yamato lo diga jsjsjsj el personaje que más me he deleitado en escribir es Tomoko, que bueno que te gustara, sin duda es de armas a tomar jsjsjsj Si, nuestro Kouji es super celoso, igual me reí al escribirlo jsjsjsj Imagínate que pensaría si Rika se vistiera así jsjsj Si, a nuestra Sora se le viene fuerte todo por Taichi (y también se me viene fuerte a mi, no sé como haré para que vuelvan a querer a Taichi) Ya veremos que ocurrirá con Takuya e Izumi, ojalá vuelvan a estar juntos jsjsjsj Bueno a Rika le cae mal su prima porque cree que es superficial como su madre, pero no desconfía en ella en el sentido de que crea que ha hecho cosas malas. Ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.