Este capítulo, lo he hecho cortito, el original era bastante largo, de hecho he saltado algunos años, en este caso 2 años Itachi y ella cuentan con 13 años de edad, edad en la que en la serie, él se hizo Anbu.

He decidido que voy a acortar algunos capis, porque en realidad esto es bastante largo. Así que aquí lo dejo, ya iré poniendo los demás.

Saludos; Kurenai.

Naruto pertenece a Masashi Kishimoto

6 de la mañana casa de Itachi.

Su padre vaciaba la pipa en el jardín trasero de la casa.

Un reguero de colillas estaba esparcido por la tierra de la entrada.

Como era de costumbre, la mañana en casa de los Uchiha no estaba calmada, nunca había voces altas, pero si mucha tensión entre padre e hijo, y por consiguiente en la casa entera. Parecía de nuevo que el mayor de los dos hermanos no estaba de acuerdo con su progenitor.

Mikoto: Itachi, cariño, no puedes hacerle esto a tu padre.

El joven no había reparado en la llegada de la madre, aquella mujer que, sin protestar, había aceptado en convertirse en la sumisa sombra de Uchiha Fugaku, el jefe del clan.

En los últimos meses, ella se había resignado de tierra de nadie entre su esposo y su hijo mayor, pero comenzaba a intuir que su mediación, era cada vez más contraproducente.

A menudo, caía en la cuenta, de que todos sus intentos apaciguadores sólo conseguían empeorar las cosas. Por eso, quizás de un tiempo a esta parte sólo se dedicaba a cuidar de la casa, y del pequeño Sasuke, se deslizaba por la casa como un fantasma caminando de puntillas y en silencio, como si temiera provocar el estallido de la desgracia que acechaba por todas partes.

Mikoto: Itachi – Insistió con voz temblorosa – piensa un poco, recapacita, trata de comprender a tu padre...

Itachi: Mi padre... Mi padre... Mi padre... – El joven se irguió en la cama como un resorte liberado de repente - ¿Y tú? ¿Qué opinas tú? ¿No opinas nada? Dime, ¿Eres feliz con mi padre? ¿Eres feliz en éste clan? ¡Mi padre! Siempre mi padre... ¿Eres una mujer o qué? ¿Quién eres tu? -

Mikoto: Hijo, por favor... – La mujer se inclinó como un árbol bajo la tormenta – Soy tu madre, Itachi... Soy tu madre-

La mujer se dio cuenta de que ya era demasiado tarde. La desgracia había prendido su casa como una hoguera incontenible.

El muchacho se quedó mirando a su madre por unos instantes y luego le volvió la espalda para salir de la casa como hacía tantas veces.

El rayo de sol en sus ojos la hizo pestañear. Miró a su alrededor mientras se desperezaba. A la luz del día la habitación de madera era mucho más acogedora, además la tibieza que aún anidaba en las mantas desordenadas parecía comunicarse al resto de las cosas.

Se esperezó, mientras se asomaba a la ventana, pero una imagen cortó su bostezo, Itachi estaba abajo, frente a su casa.

Sarah: ¡Itachi! – Llamó.

La casa se estremeció bajo unos pasos fuertes y apresurados que bajaban por la escalera. La puerta de la salida se abrió violentamente.

Los ojos verdes de ella se clavaron en los negros de él, que la esperaba de pié, con las manos en los bolsillos frente a la puerta de entrada a su casa.

Itachi: Quiero hablar contigo un momento, así que estaré donde siempre, no tardes mucho - Y echó a andar. Ella se quedó mirando por unos segundos y volvió a entrar en la casa rápidamente.

La expresión tan serena y relajada de Itachi solo podía ser un mal augurio.

Él se había hecho frío en cuanto a sus sentimientos para con los demás, menos con ella, y quizá tampoco con su hermano pequeño, aún guardaba una esperanza con él, solía decir.

Se vistió lo más rápido que pudo, para llegar al lugar donde él la había citado.

En la calle del clan había ambiente, igual que en la verde aldea de Konoha, la muchacha caminaba deprisa para llegar al árbol donde se sentaba con él a charlar siempre y en el camino iba saludando a todo el que encontraba.

Una vez allí, Itachi estaba apoyado del hombro izquierdo en el árbol, de pié, con los brazos cruzados y la mirada al frente de espaldas a ella.

Decidió caminar hasta él.

Sarah: Ya estoy aquí, ¿Qué ha ocurrido? –

Itachi: Hoy es mi examen de jounnin..., esta tarde – Suspiró... ella lo miró un poco entre asustada y sorprendida - ¿Podrás ir a verme?

Sarah: Por supuesto que voy a ir- La muchacha pensó que él solo necesitaba saber que alguien lo apoyaba y que no estaba solo del todo.

Itachi solo asintió sonriendo levemente.

Ya en la tarde llegó la hora del examen del muchacho y tal y como ella había prometido, se encontraba allí, en las gradas.

Sarah todavía seguía siendo chuunin, no tenia tanta prisa como Itachi, o por lo menos ella no quería eso aún, ni tenía un padre autoritario como él, por suerte.

Por supuesto su actuación en el examen de jounnin fué alabado y vitoreado por todos los congregaos en el estadio por su magnifico combate, sin embargo, para su padre solo fué un paso más. Algo que debía hacer como obligación, para no convertirse en alguien que, si no contraía las exigencias del clan sería un necio sin futuro como solía decirle de manera autoritaria.

Su padre se retiró de allí en el momento en que su hijo abandonó ganador el albero del estadio.

Ni una mueca de alegría, ningún sentimiento parecía lucir la expresión del rostro de Uchiha Fugaku.

Sarah se encaminó a el lugar por el que salía Itachi a descansar para felicitarle y ver como se encontraba.

El muchacho se sentó, sonriéndole levemente, aunque sus ojos expresaban gratitud y ternura hacia ella como siempre, las miradas hacia el resto de los mortales (exceptuando su hermano) eran diferentes, cambiaban con cada cual.

A sus 13 años, Itachi se había convertido a Jounnin, y en la tarde, el sandaime Hokage Sarutobi, junto con el consejo, decidieron proponerlo como líder de Anbu.

Estuvo toda la tarde fuera hasta que cayó la noche, a la vuelta de su reunión, pasó primeramente por casa de Sarah para darle la noticia, la cual, se alegró enormemente saltando a su cuello y abrazándolo.

El parecía estar más alegre por ella que por él mismo.

Volvió como de costumbre a su casa, y se sentó en la sala de siempre con su padre, en el tatami, su padre en uno y él en otro, frente a frente, para escuchar sus palabras de siempre.

Fugaku: Como lo esperaba de mi hijo, Anbu... Eso es una buena noticia para la familia y para el clan.

Itachi: ... – Silencio y mirada constante a los ojos de su padre.

Había mucha tensión entre los dos la conversación no duró mucho, Itachi le explicó que tendría pronto su reunión explicativa y que no sabía mucho más, así que su padre decidió levantarse del lugar y salir fuera dejando al muchacho sentado sumido en sus pensamientos.

Bueno hasta aquí la explicación de este capi. Pronto subiré otro,

Saludos!