PARTE 3

En el castillo también era de noche, la mayoría ya se encontraba durmiendo… Endo, el rey, era una excepción. La prueba del día siguiente era la más importante y eso lo ponía bastante nervioso, esperaba que todo logrará salir bien; bueno, ahora el resto quedaba en manos de Hiroto, él bebe Goenji y los participantes.

Sin embargo, lo que más lo ponía nervioso era el hecho de que ya habían pasado 3 días desde que le había hecho la visita a su madre y lo amenazaron. Tenía miedo, de eso no había duda, esperaba encontrar a la persona ideal en la última prueba, claro está que era posible que todos fallaran la última prueba y él se vería obligado a casarse con la persona que su madre le escogiera.

Volviendo a casa de Kazemaru

El de pelo azul se encontraba bastante triste acostado en su cama, aún no podía creer que su amigo hubiera hecho eso con tal de estar a su lado de forma romántica. Bien, lograba comprender que Miyasaka tenía fuertes sentimientos por él desde hace algún tiempo, pero ya le había dicho que NO aceptaría sus sentimientos porque SOLAMENTE lo veía como amigo… ¿No lo entendió bien?

Pensó que todo estaba resuelto pero que equivocado estaba, Miyasaka era alguien cruel y despreciable que jugaba sucio para obtener lo que quería, ahora lo sabía. Su abuelo, por otro lado, lo decepcionó, era estricto, pero nunca había hecho algo como eso y realmente le dolió ver como apoyaba la decisión de casarlo con alguien que no amaba.

Suspiró decepcionado y limpió algunas pocas lágrimas que salieron de sus ojos. Tenía 23 años, ya no era un niño pequeño como para llorar por todo, sin embargo, la traición de su amigo y la decepción que se llevó de su abuelo habían sido motivos suficientes para hacerlo. Colocó su alarma, no tenía que llegar temprano, la hora citada era a las 2:30 pm, de todas formas, no hacía daño estar prevenido para cualquier cosa; además, estaba seguro que no iría al castillo junto al rubio.

Finalmente cayó rendido ante el sueño.

Al día siguiente

Eran alrededor de las 9:00 de la mañana cuando el joven Kazemaru despertó, aún recordaba los sucesos del día anterior así que sin muchas ganas se levantó de la cama y comenzó a arreglarse. Una vez listo y después de abofetearse las mejillas para reaccionar –claro, era el día en que el rey escogería a su pareja y debía estar listo para las adversidades que se le presentarían- bajó a desayunar, el ambiente era tenso y no se escuchaba nada más que el sonido de los cubiertos.

-Saldré a caminar un rato- mencionó Ichirouta al terminar de comer.

-Sí, adelante, pero no olvides llegar puntual a tu prueba-le comentó su madre ante la mirada reprobatoria que le mandaba el anciano de la familia.

-No lo haré- respondió el otro para salir de la casa.

-No lo alientes mujer, la caída será peor- regañó el abuelo.

-Sé que mi hijo es lo suficientemente capaz de ganar la prueba- contradijo la señora de la casa.

-Detén está locura- suspiró el señor.

-¿Por qué eres así padre?- preguntó el padre de Ichirouta,

-Soy realista-

-¡NO LO ERES! ¿¡POR QUÉ TRATAS DE ESA FORMA A ICHI-CHAN!? ¿¡POR QUÉ LO HACES SUFRIR TANTO!?- gritó ya molesta la madre de la familia.

-¡NO QUIERO LASTIMARLO!- se defendió el de mayor edad- Es sólo que quiero que mi nieto tenga un futuro seguro. Me gustaría que Ichirouta fuera feliz con la persona que ama, pero, ¿qué me asegura que después de pasar las 3 pruebas va a ser feliz? Después de todo, no se conocen de nada, el rey ni siquiera sabe que existe… entonces, ¿por qué insiste en estar con él? El hijo de los Miyasaka lo ama y puede llegar el día en que Ichirouta le corresponda… Yo solo quiero que mi nieto sea feliz-.

Vaya sorpresa, no lo habían visto de ese modo, ellos solo habían tratado de que su hijo fuera feliz teniendo a la persona que ama, pero ¿y si su vida era infeliz después de las pruebas? Les dolería bastante.

-No creo que el rey sea tan cruel, además cabe la posibilidad de que también se enamoré, no podemos asegurar nada aún, sólo queda esperar a ver qué es lo que le deparará el futuro a nuestro chico- comentó por primera vez la abuela en toda la discusión que se había provocado; estaba orgullosa del marido que tenía, sin embargo, la noche anterior pudo haber tratado de explicarle a Ichirouta la situación en vez de soltarlo de esa forma.

Mientras tanto, con Ichirouta

Por las calles y dando un paseo se encontraba el inquilino de la familia que se encontraba en plena discusión; pensativo y afligido. ¿Estaba seguro de lo que estaba a punto de hacer? Amaba al rey Endo con todo su corazón desde hace 7 años, pero… ¿casarse por una prueba estaba bien? Su abuelo tenía algo de razón después de todo.

-Kazemaru- interrumpió una voz sus pensamientos. Era Miyasaka su "supuesto" amigo y tal vez futuro prometido.

-¿Qué?- preguntó cortantemente.

-Lamento lo que sucedió ayer, no pensé que las cosas se salieran de control- se disculpó el rubio menor.

-Está bien, entiendo por qué lo hiciste, pero no me gustó lo acordado-

-Lo sé y lo siento, pero ya no podía ver como perseguías un sueño imposible, tenía que actuar-

-No es imposible… Solo que parece un poco irreal, de todas formas quiero hacer el intento, eso no lo puedes impedir-

-Pero cuando las pruebas acaben y no ganes…-

-Si no gano- corrigió Kazemaru.

-Si no ganas, por favor, considera ser mi prometido y casarte conmigo- pidió Miyasaka.

-Lo haré- suspiró derrotado el de ojos color avellana… Pronto regresó a sus pensamientos, estaba comenzando a preocuparse por la hora y la prueba.

-Vas a perder Kazemaru, no tienes ninguna oportunidad- pensó el rubio.

-Yo sé que puedo- pensó ahora el co-protagonista de la historia.

En el castillo

-Entonces lo dejo en tus manos Hiroto- dijo el rey.

-Wow, Hiro-chan tiene un papel importante- sonrió el esposo del nombrado mientras aplaudía y miraba feliz a su pareja, quien estaba riendo nervioso; jamás había hipnotizado a tantas personas a la vez.

-Endo, por favor, ten cuidado con mi hijo- rogó Goenji Shuuya con un bebe entre sus brazos al lado de su esposo.

-Te advierto- empezó a decir Shiro después de acercarse a la oreja del rey- que, si algo le pasa a mi hijo, lo lamentarás- y después se alejó para volver al lado de Shuuya con una sonrisa.

-No se preocupen, todo saldrá bien- comentó con miedo Endo ante las palabras amenazantes de su amigo, sin duda Shiro podía dar miedo si se lo proponía.

-Tengo ciertas dudas sobre esto- suspiró Kido al aire mientras los demás lo escuchaban y asentían.

2:30 pm, castillo, hora de la prueba.

Todos llegaron puntuales y bien arreglados ese día, ósea no era cualquier día… Era EL día, la 3ra prueba se llevaría a cabo, Endo-sama anunciaría a su futura pareja. El gran salón estaba repleto con las 12 personas que competirían en la última prueba. Los nervios y la tensión podían sentirse en el aire y Kazemaru no podía estar más preocupado… Era todo o nada, bueno, tal vez estaba exagerando un poco, pero estaba más que seguro que nunca podría corresponder los sentimientos del rubio, no quería vivir una mentira.

Por otro lado, Shiro miraba la cara del peli-azul desde el barandal, no sabía que le preocupaba, pero esperaba que eso no afectará su desempeño en la prueba.

-¿Y bien?- se acercó su hermano a su lado mirando al chico.

-¿Qué cosa?- preguntó el de ojos pacíficos.

-¿Por qué estás tan interesado en él? No me mientas, tu esposo está lo suficientemente lejos para escucharnos, habla sin contenerte hermano mayor- exigió Atsuya.

-Bueno, ¿te acuerdas de aquella vez que salía de la casa para "hacer las compras"?-

-Sí, todas las veces aprovechabas para espiar al idiota de tu esposo-

-Bueno, no estaba realmente solo, cada que yo veía salir a Shuuya, el chico de ojos cafés estaba ahí, supongo que espiaba a Endo-

-Entonces… ¿lo conoces por tus habilidades de espionaje?-

-Así es y cómo somos amigos espías y yo logré quedarme con Shuuya, quiero que él consiga quedarse con Endo; aunque claro, la prueba final es la decisiva, para ver qué tan buena persona es-

-Supongo que las 2 anteriores nada más eran para sacar gente-

-Ya va a empezar, vamos- y dicho esto ambos hermanos se alejaron del lugar para acercarse a sus amigos.

-¡FELICIDADES A TODOS AQUELLOS QUE HAN LLEGADO HASTA AQUÍ!- gritó Endo emocionado ganándose varios aplausos- Desafortunadamente solo una persona puede ganar y convertirse en mi esposa, sé que los reyes pueden tener más de una pareja, pero prefiero jurarle fidelidad eterna a mi pareja- muchos "Aww" se escucharon.

-En esta ocasión- Kido comenzó a hablar, lo mejor era apurar las cosas- la prueba será anunciada al final del baile, el rey quiere ver cómo bailan cada uno de ustedes- anunció sorprendiendo incluso a Endo.

-El propósito del baile es más que nada celebrar y darles un gusto a ustedes concursantes, llegaron muy lejos y eso es algo de admirar- habló en esta ocasión Terumi.

-Que comience la celebración- y con las palabras de Midorikawa comenzaron a tocar los músicos.

-Entonces es una prueba de baile- comentó un chico cerca de Kazemaru.

-Pero dijeron que el baile era una celebración- debatió una chica a lado.

-No seas tonta, esa es una excusa, el que mejor baile se va a quedar con el rey-

-Oh no, no sé bailar, debí hacerle caso a mi padre cuando me dijo lo de las clases de baile, ¿qué hago?- pensó preocupado Kazemaru.

-Hasta aquí llegaste Ichirouta, no sabes bailar- pensó está vez Miyasaka.

Endo miraba atentamente a todos los concursantes, y ahora… ¿cómo les decía que no sabía bailar?

-Kazemaru, ¿quieres bailar?- preguntó el rubio estirando su mano al chico al ver como varios comenzaban a bailar entre ellos.

-Este… Al rato- trató de excusarse, pero el otro no le hizo caso y comenzaron a bailar.

Una de las chicas estaba encantadísima bailando con el rey, estaba en su mundo de fantasía que ni cuenta se daba que el rey ni la estaba mirando.

-Auch- exclamó Miyasaka al ser pisado como por 7ma vez.

-Lo siento- se disculpó un avergonzado Ichirouta.

-No te preocupes, sabía a lo que me estaba enfrentando cuando te pedí bailar-

Por su parte, Shiro y Shuuya bailaban cerca de ellos.

-Parece que tu protegido no sabe bailar- comentó el mayor.

-Oh vamos, tú eras igual- se burló Shiro sonrojando al otro.

-Pobre chico, lo han pisado ya muchas veces- también, cerca del peli-azul estaban bailando Midorikawa y Hiroto.

-No lo juzgues amor, aunque no tuvimos nunca ese problema, creo que bailar es bastante difícil- defendió el de ojos esmeralda.

-Solo hay que dejarse llevar- dijo casi cantando dando vueltas por toda la pista con su amado.

Regresando a Endo, llevaba ya varios cambios de pareja y por fin se acercó a Ichirouta; Miyasaka vio su oportunidad en ese momento, se alejó de Kazemaru para que el rey bailara con él, esa era la forma más rápida para que el Rey lo rechazará; por su parte, el abandonado no podía estar más nervioso, era la primera vez que no quería que Miyasaka se alejará, iba a pisar al amor de su vida.

-Me permite esta pieza- se inclinó Endo ante Kaze.

-Cla-Claro- tartamudeó y ambos se colocaron en posición. La mano derecha de Endo se posó en la cintura del otro mientras que la mano izquierda de Ichirouta descansaba en el hombro de Endo, ambos se tomaron de las manos con la mano que les sobraba y dirigieron su mirada a los pies del otro para comenzar a bailar.

-1,2,3 1,2,3, vamos recuerda las clases con Kido- pensaba Endo.

-No lo pises, no lo pises, no lo pises- pensaba Kazemaru.

-Se ven incómodos- comentó al aire Tachimukai sentado en el regazo de su novio.

-Pobres- dijo ahora Atsuya sentado a lado.

En una ocasión Kazemaru volteo a ver a Endo pisándolo por error.

-Auch- se quejó en voz alta.

-¡Perdón! Como lo siento, es que… no sé bailar- explicó apenado.

-¿No sabes bailar?- preguntó asombrado, todos los anteriores bailaban muy bien, todos sus amigos sabían bailar, encontrar a alguien que no supiera bailar, era… simplemente… genial, ya no se sentía tan mal.

Kazemaru estaba del color de cabello de Hiroto, seguro que sería rechazado en ese mismo instante.

-Yo tampoco sé, ¿qué te parece si aprendemos juntos?- sonrió de la manera más amable.

-Sí- contestó embobado con la sonrisa del otro y como si fuera por arte de magia, ambos miraban el rostro del otro, se admiraban y lo mejor de todo… ¡No se pisaban! Pero… era imposible, ¿aprender de un segundo a otro a bailar?

-Sólo hay que dejarse llevar- susurró Kido bailando con Akio y viendo al rey.

Claro, que no siempre todo es perfecto, Miyasaka estaba que sacaba espuma de la boca de lo enojado que estaba.

Endo pisó a Kazemaru, Kazemaru volvió a pisar a Endo… Los pisotones regresaron de golpe, pero ya no les importaba, al contrario, se reían de ellos. La canción terminó y ambos tuvieron que despedirse, al ver que era su turno Miyasaka salió corriendo al baño, no tenía la mínima intención de bailar con el rey, no es que odiará al rey… Bueno, sí, lo odiaba, lo odiaba como persona ya que le había quitado al amor de su vida, sin embargo, como rey era una persona admirable.

-Bueno, muchas gracias a todos por bailar con el rey, creo que todos han podido tener su momento de gloria- dijo Goenji viendo las caras felices de todos. Miyasaka regresó del baño asqueado por tanta felicidad que veía en los ojos de su mejor amigo.

-Ahora, quiero que pongan atención a la pantalla- llamó la atención de todos Hiroto, atrás de él una pantalla gigante de color blanco con remolinos negro apareció, inmediatamente todos los que conocían la prueba se colocaron unos lentes- Y solo escuchen mi voz, nada más, el sonido de mi voz, no dejen de mirar la pantalla- los ojos de todos se volvieron de igual forma que la pantalla y comenzaban a marearse- les está dando mucho sueño, tienes ganas de dormir, estás en un lugar cómodo, mucho sueño, voy a contar del 1 al 3 y quiero que duerman… 1… 2… 3…- y con un chasquido todos quedaron dormidos.

Sus amigos vieron la hazaña de Hiroto con asombro, sabían de las habilidades del mismo, pero verlas en persona era algo nuevo, excepto para Ryuji, él estaba encantado con su esposo.

-Ahora, todos ustedes olvidarán las pruebas del Rey, ustedes, aunque no tienen pareja, tienen un hermoso hijo en su habitación, cuando cuente 3 y dé un chasquido ustedes despertarán- y dicho esto la pantalla se apagó.

-Guardias, llévenlos por pares a las habitaciones- ordenó Endo, el trabajo de Hiroto apenas comenzaba y ya comenzaba a anochecer.

PRIMERA HABITACIÓN

-1…2…3…- y tronó los dedos, ambos chicos que estaban ahí despertaron de golpe y antes de poder preguntar algo Hiroto sacó un reloj y comenzó a moverlo de derecha a izquierda- Ese de ahí es su hijo- señaló una cuna en la habitación, ambos chicos asintieron ya bajo los hechizo del hipnotista- Lo aman mucho, pero hay un conflicto, el rey ha solicitado una audiencia para decidir de quién es el hijo pues uno de ustedes miente respecto a que es su hijo- ambos chicos mostraron cara de confusión y enojo- En estos momentos están en trance, cuando vuelva a dar un chasquido, despertaran del trance- y dicho esto dio un chasquido y se acercó a la puerta.

-¿Qué hora es?- dijo el chico desconocido número 1, de cabello verde, vio a sus alrededores y observó la cuna, se acercó y vio al bebé ahí, durmiendo tranquilamente se podía ver en su cabecita unos mechones de pelo color crema y su piel era tan blanca como la nieve- Hijo mío- sonrió, no se parecían en nada, pero estaba hipnotizado.

-¡Aleja tus sucias manos de mi hijo, idiota!- exclamó el otro chico ahí en esa habitación, de cabello anaranjado.

-¡Es mi hijo!- se volteó a reclamar.

-¡NO! ¡ES MI HIJO!-

-¡MÍO!-

-Chicos, cálmense- ambos jóvenes voltearon a ver al pelirrojo dentro de la habitación- El rey solicita la presencia de ambos y del niño- ambos caminaron olvidando al bebé en la cuna, Hiroto suspiró y agarró al bebé, suponía que ninguno de ellos pasaría la prueba.

Los 3 se encaminaron al salón del trono, donde Endo y sus amigos los esperaban; los demás estaban un piso arriba viendo todo asomados por el barandal, el único en el trono era el rey, como debe ser.

-¿Cuál es el problema?- preguntó seriamente Endo.

-Ese niño es mío, pero este igualado me lo quiere quitar- comentó molestó el de pelo anaranjado.

-¡Al revés! El niño es mío y él me lo quiere quitar- exclamó el otro.

Arriba Shiro miraba a su hijo en los brazos de Hiroto, estaba aterrado y su esposo lo abrazo para mostrarle su apoyo.

-Mmmm- Endo miró seriamente a los participantes y al hijo- Como no puedo saber quién miente y quién dice la verdad, sólo puedo decir… ¡Partan al niño a la mitad, una mitad se la quedará uno y la otra el otro de ustedes!- dictó la sentencia, los guardias aparecieron dispuestos a cortar al niño a la mitad verticalmente- ¿Están de acuerdo?-

-Noo- susurró Shiro aterrado.

-Por mí, bien- dijo el de pelo verde.

-Jah, yo estoy más que de acuerdo- dijo el otro ante la mirada horrorizada de todos arriba, la de los guardias y la del mismo Endo; Hiroto ya lo veía venir.

-Descalificados, ustedes no tienen un buen corazón- dijo Endo algo molesto.

Hiroto al final los puso a dormir y se los llevaron a la habitación.

Mamoru suspiró, la prueba era difícil para él, si ninguno tenía buen corazón no podría encontrar una buena pareja, al final terminaría casándose con la persona que su mamá escogiera, esperaba que al menos su mamá tuviera buen ojo para ver el alma de las personas.

Ya en la habitación Hiroto estaba deshipnotizando a los 2 chicos ahí.

-Y cuando cuente 3, ustedes habrán olvidado todo este incidente, sin embargo, recordaran las pruebas y seguirán pensando que la última prueba era el baile, 1… 2… 3- ambos despertaron desorientados- Duerman- dio un chasquido y cayeron rendidos otra vez.

El bebé fue dejado en la 2da habitación y el proceso se repitió nuevamente. Las respuestas eran las mismas y la decepción era aún mayor; Shiro no podía creer lo que realmente estaba pasando con su hijo.

-¡MI HIJO! ¿¡Cómo pueden tratarlo de esa forma!?- exclamó Shiro infartado viendo cómo se llevaban a su bebé a la sexta y última habitación.

-Mataré a Endo cuando todo esto acabe- gruñó molesto Shuuya.

-Su hijo seguro se está divirtiendo mucho- suspiró Midorikawa- la próxima vez le diré a Endo que ocupe a mi bebé- dijo decidido el de pelo verde ante la mirada incrédula de los demás.

SEXTA HABITACIÓN

Un chico de pelo azul y un rubio se encontraban durmiendo cada uno en camas separadas. Hiroto entro y dejo al bebé en la cuna. Se acercó al espacio que dividía ambas camas y sacó su reloj.

-1…2…3…- y tronó los dedos, ambos chicos que estaban ahí despertaron de golpe.

-Au, mi cabeza, ¿dónde estoy?- preguntó confundido Ichirouta, volteo a ver a Hiroto quién le sonreía. ¿Estaba en el castillo? ¿Qué hacía ahí? Hiroto solo comenzó a mover su reloj de izquierda a derecha ante la atenta mirada de ambos, quienes comenzaron a mover sus cabezas como el reloj.

-Ese de ahí es su hijo- señaló una cuna en la habitación, ambos chicos asintieron ya bajo los hechizó del hipnotista- Lo aman mucho, pero hay un conflicto, el rey ha solicitado una audiencia para decidir de quién es el hijo pues uno de ustedes miente respecto a que es su hijo- ambos chicos mostraron cara de confusión- En estos momentos están en trance, cuando vuelva a dar un chasquido, despertaran del trance- y dicho esto dio un chasquido y se acercó a la puerta.

-¿Qué?- el de pelo azul volteo a todos lados, en la cama de al lado Miyasaka parecía igual de confundido que él. Vio una cuna enfrente y se acercó a ella, había un bebé precioso en ella… Su bebé- Hola pequeño, ¿cómo estás?- y el bebé abrió los ojos mostrando su hermoso color gris- ¿Ya despertaste? Mi pequeño Sora- sonrió y el bebé comenzó a balbucear felizmente.

Hiroto estaba asombrado, ¡le había puesto nombre al bebé!, y no solo eso, era el primero en cargarlo.

-Suelta a mi hijo Kazemaru, por nuestra amistad eres su tío, pero no te confundas- bufó el rubio molesto.

-Pero es mi hijo, no tienes el derecho de dar acusaciones falsas- dijo molesto abrazando al bebé.

-Chicos, cálmense- ambos jóvenes voltearon a ver al pelirrojo dentro de la habitación- El rey solicita la presencia de ambos y del niño- Miyasaka salió primero de la habitación y Kazemaru solo se acercó inseguro, no quería perder al niño- Tranquilo, todo saldrá bien- lo calmó Kiyama; Ichirouta solo suspiró tratando de confiar en las palabras de aquella persona.

Entraron a la sala del trono y Mamoru prestó más atención, por fin apareció el chico con el que se sentía cómodo al bailar, aquel que le llamaba tanto la atención.

-Está cargando a mi hijo- Shiro vio a su compañero de espionaje y se soltó de los brazos de Goenji, en aquella persona si confiaba.

Hiroto tomo al bebé de los brazos de Kazemaru.

-Bueno, ¿qué está pasando aquí?- preguntó Endo fingiendo seriedad y siguiendo el libreto.

-Kazemaru es mi amigo de la infancia, por eso deje que fuera el tío de mi hijo, pero ahora piensa que es suyo- explicó Miyasaka molesto.

-No es cierto majestad, ese bebé de ahí, ese niño precioso es Sora, es mi hijo y lo quiero mucho, no sé cómo demostrarlo, pero no dejaría que nada le pase, deje que Miyasaka fuera su padrino, pero eso no significa que sea suyo- dijo ahora Kazemaru sonrojando a Endo.

-Ehem… bueno, mmm- observó a ambos concursantes y luego al bebé- Como no puedo saber quién miente y quién dice la verdad, sólo puedo decir… ¡Partan al niño a la mitad, una mitad se la quedará uno y la otra el otro de ustedes!- dictó la sentencia, los guardias aparecieron dispuestos a cortar al niño a la mitad verticalmente- ¿Están de acuerdo?- y como si el bebé entendiera lo que acababan de decir, comenzó a llorar.

-Yo sí- dijo Miyasaka sin darle importancia.

-¡NOOO! ¡NO HAGAN ESO! ¡EL NIÑO ES DE ÉL! ¡YO MENTÍA! PERO NO LO PARTAN A LA MITAD- suplicaba Ichirouta en lágrimas tirado en el suelo.

-Tú…- pensó el soberano.

-Eso es, al fin, mi hijo, pobrecito, está llorando- pensó Shiro

-Levanta la cabeza, no partiremos al niño a la mitad, has demostrado querer al niño tanto como para dárselo a otra persona con tal de salvar su vida- y Endo se levantó y se acercó al de ojos cafés- Gracias, tienes un corazón muy noble- sonrió limpiando las lágrimas del contrario- Hiroto- llamó y los 2 competidores quedaron inconscientes.

En los brazos del rey se encontraba Kazemaru, el mismo fue a dejarlo en la habitación y después salió.

Ya en la habitación Hiroto estaba deshipnotizando a los 2 chicos.

-Y cuando cuente 3, ustedes habrán olvidado todo este incidente, sin embargo, recordaran las pruebas y seguirán pensando que la última prueba era el baile, 1… 2… 3- ambos despertaron desorientados- Duerman- dio un chasquido y cayeron rendidos otra vez- Uff, por fin acabe- suspiró para abandonar el lugar.

En la sala del trono ya estaban todos los demás

-Supongo que ya tomaste tu decisión- dijo Tobitaka.

-Sí, ustedes lo vieron, él fue el único que defendió al bebé- Mamoru sonrió.

-Y con el único con el que te sentiste a gusto- dijo esta vez Toramaru.

-Hasta parece que en las clases de baile si prestabas atención- se burló Kido.

-Hablando de…- Goenji, molesto, se acercó a Endo y le dio un golpe en la cabeza- Eso fue por mi hijo- dirigió su mirada a su pareja que cargaba al bebé tratando de hacer que dejará de llorar.

-Perdón- se disculpó.

Acto seguido entraron todos los guardias con los 12 participantes.

-Despierten- con un chasquido por parte del de ojos esmeraldas todos despertaron en la sala del baile… Estaban muy confundidos.

-Muchas gracias a todos por participar, ahora, me gustaría anunciar a la persona que ganó todas las pruebas y con ellas mi corazón- anunció Endo emocionando a todos- No se desanimen, sé que encontraran a su persona soñada tarde o temprano, yo encontré a la mía y espero no juzguen ni critiquen mi decisión, tampoco quiero saber que alguien le hizo daño por celos- mencionó esto último algo preocupado y molesto.

Kazemaru suspiró nervioso, la prueba había sido un éxito, o al menos así lo veía él, a pesar de no saber bailar, Kazemaru pensaba que habían pasado un buen momento juntos y eso era lo que importaba.

-Esa persona… es…- sip, a Endo le gustaba generar tensión- Kazemaru Ichirouta, felicidades- se acercó a él- has conseguido enamorarme- y beso sorpresa… El de pelo azul estaba sorprendido pero feliz, cerró los ojos y correspondió, Miyasaka, a su lado, estaba furioso y solo salió de ahí. El beso termino un rato después, los demás participantes ya se habían retirado.

-¿Cómo?- preguntó.

-Tu corazón es muy bonito, desde la prueba de cocina me causaste un gran interés, el ver cómo te esforzaste en la 2da prueba me enamoró más, me sentí muy bien bailando contigo y… en la última prueba, cuando defendiste al bebé, dios, eres perfecto- sonrió.

-¿Bebé?- preguntó confundido.

-¿Quieres convertirte en mi reina?- preguntó nervioso e hincado con un anillo en mano. Un precioso anillo color plata con un pequeño rubí.

-Sí, oh santo cielo, ¡SÍ!- gritó y se tiró a los brazos del otro tirándolo al suelo. Las risas no se hicieron esperar.

-¿Podemos tener nuestra primera cita mañana?-

-Sí, ahora… iré a contarle a mis padres- se salió de los brazos de Endo y fue corriendo a su casa.

-Y ahí va tu pareja- dijo Akio en la oreja de Endo sobresaltándolo.

-Oh, siguen aquí-

-Maldito- se burló Atsuya.

-¿Y a dónde lo vas a llevar mañana?- preguntó Tachimukai.

-Pues…-

Mientras tanto, en casa de Kazemaru

El hijo de la familia entró azotando la puerta.

-¡GANÉ! ¡ME AMA! SOY TAN FELIZ- exclamó abrazando a su madre, quien limpiaba el comedor para distraerse.

-¿Enserio? ¡Lo sabía! Sabía que tú lo lograrías- le devolvió el abrazo.

-Lo siento abuelo, no me casare con Miyasaka, el rey me ama-

-¿Y si solo mintió?-

-¡EL REY NO ES ASÍ! Y yo sentí una conexión con él, bailamos juntos y… ah~ fue genial- suspiró.

-Ya veremos en unos años más, que tan feliz eres-

-Ya déjalo así querido- regaño la abuela.

-¿Y qué harás mañana? Debemos celebrar- habló el papá.

-Mañana no puedo, voy a salir con él, pero tenemos toda la noche- Ichirouta no se daba cuenta de nada fuera de su burbuja de felicidad.

Tocan la puerta… Y la mamá va a ver.

-Señora Kazemaru, solo le informamos que su hijo y el rey se verán a las 12 del día de mañana en el jardín de flores del palacio- anunció un guardia.

-Él estará ahí, muchas gracias, ¿quiere pasar a tomar algo? - preguntó la señora amablemente.

-No hace falta, gracias- el guardia se retiró.

-Hijo, mañana a las 12 en el jardín de flores-

Y esa familia apenas pudo dormir de los felices que estaban celebrando.

Miyasaka, en su casa, solo estaba deprimido, su padre trataba de animarlo y su madre solo negaba con la cabeza, ella le había advertido que no era sano seguir persiguiendo a alguien que llevaba enamorado de alguien más la misma cantidad de tiempo.

Al día siguiente

Kazemaru se puso sus mejores vestimentas, sentía mucha presión, el rey seguro iba a ir elegante, él no tenía muchas prendas elegantes, por lo que se vistió con lo mejor que había en su armario, se peinó como siempre y partió rumbo al palacio. Su abuelita le dijo: "la persona que te ama te aceptara tal cual eres, sin importar tu vestimenta o descendencia" y era cierto, si el rey verdaderamente lo amaba no lo despreciaría por su forma de vestir.

Por su parte, Endo en el castillo estaba muy nervioso, ese día le diría a su futura reina, en realidad rey, que se casarían mañana… Debían conocerse hoy. Se vistió lo más cómodo que pudo (informal) y esperó en el jardín, estaba nervioso. Sus amigos lo dejaron solo en el castillo mientras se iban a divertir porque las citas eran cosa de 2, no tenían por qué andarse metiendo otras personas para incomodar.

Los guardias le abrieron las puertas al peli-azul y este entró agradeciendo.

Llegando al jardín lo primero que hizo fue buscar a Endo, al no verlo decidió esperarlo cerca de unas flores azules, parecían hechas de cristal y le gustaban mucho… Así esperaron media hora, no sabían por qué el otro tardaba tanto hasta que Endo decidió investigar y la escena lo dejó maravillado, Kazemaru parecía brillar con todas las flores… Y si podían esperarse por media hora sin recriminar al otro, entonces estaba seguro que serían muy felices.

-¡Ichi-chan!- lo llamó y el nombrado volteo al reconocer la voz del amor de su vida, no importaba el apodo.

-Oh, Endo-san, ya llegó-

-Llegue hace un buen rato, supongo que tú también, pero yo estaba esperando por allá- sonrió divertido contagiando al otro y luego se puso serio- Ichi-chan, nos vamos a casar mañana entonces no es necesario que seas tan formal conmigo, puedes llamarme por mi nombre-

-Está bien, Mamoru- y Endo se sonrojó, su nombre sonaba tan malditamente bien de sus labios- ¿Mañana?-

-Sí, ¿tienes algún inconveniente?- si Ichirouta no quería que la boda se celebrará mañana, con todo el pesar de su alma la pospondría.

-Ninguno, solo me sorprendió-

-No te preocupes, todo saldrá bien, lo tendré todo listo para mañana, tu solo debes decir sí y verte bien, no es problema para ti, ahora, andando, quiero saber todo sobre ti para mañana-

De esa forma comenzó su cita, ninguno se daba cuenta de que eran seguidos por los amigos de Endo al ser tan felices. Pasearon por el reino, montaron a caballo y ahí Endo descubrió que el otro nunca había montado uno; compraron algunas cosas divertidas, incluso fueron a comprar amuletos; una adivina intentó decirles su futuro, pero ambos estaban de acuerdo en algo, eso no les interesaba, preferían vivirlo a seguir una predicción.

Recorrieron algunos campos de flores, fueron a comer en un restaurante pequeño porque al humilde chico le daba cierto temor la comida exclusiva; entraron a ver una obra romántica y jugaron futbol un rato.

Para el final del día ambos estaban cansados y se sentían morir, pero aún sonreían por la presencia del otro. Ya conocían sus gustos, disgustos, alergias, fortalezas, debilidades, amigos, historias divertidas, malos recuerdos, Kazemaru incluso llegó a confesarle que lo espiaba 7 años atrás, dato que sorprendió y sonrojó a Endo.

7 años atrás Endo observaba que el peli-azul estuviera observándolo a la distancia, claro que se había dado cuenta, para eso entrenaba, cada que el peli-azul faltaba él se preocupaba; el saber que era el mismo peli-azul que tenía enfrente le daba gusto. Claro también se lo confesó a su novio. A lo mejor su destino siempre fue estar juntos.

-Para la boda de mañana… ¿Puedo invitar a Miyasaka?-

-Umm- Mamoru estaba un poco molesto, más bien… celoso.

-Es un amigo de la infancia-.

-Que gustaba de ti-

-No te pongas celoso, desde hace 7 años solo te amo a ti- lo abrazó y besó su mejilla.

-Bueno, solo porque tú me lo pides, pero espero que no intente nada raro- dijo girando para darle un beso en sus labios.

-No lo hará, te amo… Pero ya me tengo que ir, quiero contarle todo a mis padres- se levantó el peli-azul para despedirse de su amado.

-Recuerda que mañana tienes que estar aquí temprano para que yo no te vea- dijo el castaño.

-Porque es de mala suerte que los novios se vean… Si, lo sé. Extraño, pensé que al príncipe le gustaba madrugar- se burló Kazemaru recordando las pruebas donde exigían puntualidad.

-A nadie le gusta madrugar-

-Hasta mañana- con guardias en ambos lados Kazemaru salió rumbo a su casa.

EN CASA DE KAZEMARU

-¡Ya llegué!- se anunció Ichirouta.

-Qué bueno que llegas, cuéntamelo todo, ¿cómo te fue en tu primera cita con el rey?- preguntó su madre emocionada. Jaló a su hijo a la sala, donde la demás familia lo esperaba sentado en los sillones.

-Eh… Ah, sí, bueno, por dónde empezar- soltó una risa nerviosa y comenzó a relatar todo, desde cuando se encontraron en el jardín, vieron el atardecer juntos, se despidieron y algunos datos de la boda.

-Aun así, me siento mal por no aportar nada a la boda- suspiró el padre deprimido, no podría costear una boda tan cara como la del rey.

-No te preocupes papá, Mamoru me dijo que él se encargaría de todo porque quería casarse ya, no podía dejar pasar otro día; de hecho él se disculpa por lo apresurado que se está dando todo esto y dice que es lo menos que puede hacer, su consejero real se está encargando de todo- explicó Kazemaru, la verdad también estaba apenado por no aportar mucho con la boda, pero no esperaba casarse de la noche a la mañana, tal vez era algo apresurado, pero no podía detener a su corazón… Y le dijeron que si se presentaba y se arreglaba ya estaba haciendo demasiado, claro, él era "la novia".

Bueno, desde un inicio supo que haría el papel de la chica si estuviera en una relación con el rey, no le molestaba, era grandioso que pudieran estar juntos.

-Hijo- se acercó el abuelo y le puso una mano en su hombro- ¿Estás seguro de que quieres esto? Aún puedes cancelar-

-Gracias por preocuparte tanto por mi abuelo, pero sí, es lo que quiero- y aunque seguía un poco enojado con el mayor, ya lo había perdonado.

-No discutamos más, mañana es el día de nuestro querido Ichirouta y hay que brindarle todo nuestro apoyo, cariño, vete a descansar, no queremos que mañana no despiertes a tiempo- dijo la abuelita.

La familia su fue a dormir temprano ese día.

Por su parte, Miyasaka estaba deprimido, habían anunciado y pegado carteles que mencionaban la boda de su amor platónico el día de mañana; suponía que el chico de pelo plateado y ojos grises lo había hecho a propósito… Goenji Shiro…

A la mañana siguiente

Kazemaru despertaba muy a gusto de su sueño, se estiró un buen rato hasta que se sintió observado.

-¡AHHH!- gritó al ver su habitación repleta de algunos amigos del rey.

-¡AHHH!- gritaron los otros.

-¡AHHHHHH!-

-¿Ahhhhh?-

-¿Ichirouta qué pasa?- preguntó su mamá entrando a la habitación y viendo lo que pasaba- Oh, ¿ellos?, yo los deje pasar, dijeron que venían a arreglarte para tu gran día.

-No somos tan feos como para que gritarás así- reclamó Midorikawa molesto.

-No, yo sólo… me sorprendí un poco- suspiró Kazemaru viendo a su mamá retirarse.

-¿¡UN POCO!? Casi me dejas sordo, eso no fue un poco-

-Atsuya, cálmate- regañó Shiro.

-Bueno, dejemos esto de lado, vístete rápido, debemos llevarte al castillo para que Tachimukai pueda trabajar- ordenó Yuuto.

-¿Trabajar en qué?- dijo comenzando a vestirse.

-En tu traje, ¿en qué más?- dijo Toramaru.

-Trabajé toda la noche en un diseño, espero que te guste- y con eso comenzaron a salir de la habitación.

-Tome señora, una invitación, todo el reino está invitado, pero queríamos hacer una especial para la familia- extendió Shiro la invitación a la señora.

-Muchas gracias-

Una vez fuera de la casa, Kazemaru agarró una invitación de las que tenía Shiro y se acercó a la casa de su amigo.

-Miyasaka- llamó y la puerta se abrió de inmediato mostrando a un rubio con ojeras y algo pálido- Ugh, te ves un poco mal, ¿así vas a ir a mi boda?-

-Eres muy cruel, sabes que te amo y aun así me invitas a tu estúpida boda, jah, no tienes corazón-

-Desde un principio te dije que no quería nada fuera de la amistad contigo, el hecho de que tú te confundieras no es mi culpa; pero eres un gran amigo para mí y por eso me gustaría que estés en mi boda- el rubio se le quedó mirando un rato y luego le cerró la puerta en la cara- ¡Auch! Espero verte ahí- y paso la invitación por el pequeño espacio de la puerta.

-No puedo creer que aun seas su amigo- dijo Midorikawa cuando el peli-azul estuvo de nuevo con ellos.

-No puedo tirar 10 años de amistad por esto, espero que con el tiempo pueda superarme- suspiró.

-Nada de cosas tristes o la boda saldrá mal, apúrense- dijo Shiro y todos comenzaron a correr.

En el castillo

-¡DESPIERTA ENDO! ¡HOY TE VAS A CASAR!- gritaba Goenji en un intento desesperado por despertar al rey, era simple y sencillamente increíble cómo es que Endo no se despertaba ni porque era su día especial.

-Apártate- dijo Fudou con un plato hondo en las manos, el peli-crema se hizo a un lado y Fudou tiro el líquido de dudosa procedencia que estaba dentro del plato encima de Endo.

-¡AHHH! ¿Qué es eso?- gritó el castaño levantándose de golpe.

-Agua fría, para despertarte- explicó Hiroto.

-Eso no era agua- se quejó Endo.

-No les voy a decir que era, pero así me despertaba Yuuto cuando no quería levantarme- se encogió de hombros.

-De todas formas Endo, tienes que alistarte, te vas a casar hoy- dijo Tsunami.

-Ya voy, ¿está todo listo para la boda?-

-Sí- respondió Tobitaka.

-¿Y para la llegada de mi madre?- volvió a preguntar.

-También- respondió está vez Afuro.

-Entonces comencemos- dijo para levantarse de la cama.

En otro lado del castillo

-¿Y bien? ¿Te gusta?- preguntó Tachi con una hoja en sus manos mostrando el contenido a Kazemaru.

-Es… hermoso- agradeció.

-Bueno, entonces déjame tomarte medidas para empezar y que esté listo a tiempo- dijo para comenzar a medir.

-Ahora vamos a bañarte- dijo Midorikawa emocionado después de que el pequeño castaño se alejará con las medidas.

-¿¡Vamos!?-

-Sí, ¿acaso creíste que te ibas a bañar solo?- se burló Atsuya.

-Pues… sí-

-No, para eso están estas chicas de aquí, ellas te ayudaran a verte presentable- explicó Toramaru.

-Yo realmente no creo que sea necesario, toda mi vida me he bañado solo así que puedo hacerlo y salir rápido- murmuró avergonzado.

-Jajajajajaja, ya deja de bromear y desvístete- atacó Shiro y se podían escuchar gritos de vergüenza, el plebeyo intentaba huir, pero al final no le quedó de otra.

-¿El agua está bien?- preguntó una de las doncellas que enjabonaba su cabello.

-¿Eh? Ah, sí, está bien, ¿pero por qué han puesto rosas?-

-Consideramos que de esa forma tendrá un aroma más bello, sabemos que al rey le gustará- explicó otra doncella.

Ichirouta asintió avergonzado. Al terminar el baño las doncellas le pusieron una bata y mandaron a llamar a los amigos.

-Bueno, es hora de arreglarte completo- Midorikawa hizo una seña a las chicas y estás salieron.

-Es verdad, tu cabello, tus manos, tu espalda, tus piernas, todo, después de todo hoy será tu noche de bodas, ¿no?- enumeró las cosas con sus dedos Shiro.

-Bueno yo…- Kazemaru no podía mentir, no había pensado en ello y ahora que lo mencionaban le daba demasiada vergüenza.

-Nada de "Bueno yo", serás la reina de este lugar, deberías dejar de ser tan inseguro, no dudes más- regañó Atsuya.

-Es que me siento un poco perdido y fuera de lugar- confesó.

-Es entendible, te acostumbrarás pronto- lo tranquilizó Kidou y el contrario suspiró esperando que así fuera.

-Basta de hablar, tenemos que dejarlo listo rápido-apresuró Toramaru.

En toda su vida Ichirouta nunca se había sentido tan toqueteado como en esa hora en la que lo estuvieron arreglando, pero a su vez tampoco se había visto tan hermoso como ahora.

-Ahora solo faltaría que Tachimukai traiga tu traje- comentó Atsuya viéndolo.

-Ojalá se dé prisa, la boda empieza dentro de 10 minutos- preocupado Shiro miraba la puerta en la espera del castaño.

Irónicamente, en el salón ya esperaban los invitados, la familia de Kazemaru e incluso el mismo Endou.

-Ichi-chan aun no llega- comentó al aire Mamoru, estaba nervioso.

-Tranquilo, ya llegará- Shuuya colocó una mano en el hombro de su amigo.

-¿Y si se arrepintió? Básicamente yo lo obligué a casarse conmigo, tal vez él no quería y por eso huyó-

-¿Quién lo diría? Incluso el despistado y siempre optimista Endou está nervioso- se burló Akio.

-En tu boda estuviste a punto de traer a rastras a Kidou, digo, a Yuuto por los nervios de que no llegaban- contradijo Afuro.

Antes de cualquier réplica posible la familia de Kazemaru se acercó a la escena.

-Disculpe…- llamó la atención la madre.

-¡Oh! Ustedes son la familia de mi Ichi-chan, ¿verdad?- preguntó apenado Endou, era la primera vez que se cruzaba con ellos directamente y le aterraba de cierta forma el no tener su aprobación.

-Sí, estoy algo apenado, a pesar de que Ichirouta se casa yo no he podido aportar nada- bajó la cabeza el padre.

-Ah, no, por favor, levante la cabeza, también ha sido culpa mía por querer casarme lo antes posible- también bajó la cabeza.

-¿Y por qué la prisa?- el abuelo hizo acto de presencia y no se veía muy contento.

-Disculpen por arrebatarles a Ichirouta de esa forma, es solo que, es perfecto, es amable, lindo, con un buen corazón, nos conocemos desde hace un tiempo, pero no hablamos, me hace feliz-

-¿Y tú harás feliz a mi nieto? Dentro de este castillo, ¿se sentirá como en casa? ¿Estará seguro? ¿No será un infierno?- cada pregunta revelaba la preocupación de la familia completa.

-Yo me aseguraré de ello, se los prometo- habló con seriedad.

-Buajajajaja, entonces espero cumplas tu promesa- se rió y mostró una sonrisa típica de un abuelito.

-Si gustan ir pasando a la sala donde se llevará a cabo- interrumpió Tsunami y los llevó a la mencionada sala.

A pesar de que la fiesta era inmensa pues asistía todo el pueblo, la boda debía ser tradicional, es decir, se efectuaría únicamente con las familias de los involucrados en una habitación privada, debían beber vino entre ellos y hacerse una promesa. Una vez que las familias terminarán ese evento se incorporarían a la gran fiesta que probablemente no tendría fin hasta el día siguiente.

-¡MAMORU!- se escuchó un ruido que le heló la sangre al rey.

-¿Mamá?- preguntó sorprendido.

-Así es, llegué yo, me alegra que prepararás la boda tal como te lo pedí, pero no veo a tu prometido o prometida- comentó buscando.

-Bueno, él…- comenzó a hablar nervioso.

-¿Él? Espero que no te lo estés inventando, sabes que conozco a todos tus amigos así que no puedes fingir casarte con ninguno- amenazó.

Esperaron unos minutos más pero el prometido no aparecía.

-¿Ves? Yo lo sabía qué bueno que vine preparada, saluda a…- una melodiosa voz no la dejó terminar.

-¿Mamoru?- la voz de Kazemaru los hizo voltear, se notaba agitado y respiraba de manera rápida, Endou se sonrojó ante la vista, parece que había corrido para llegar.

Déjenme les cuento lo que paso en esos 15 minutos de tortuosa espera para el emperador del reino.

15 minutos atrás en la habitación de Kazemaru

-Tachimukai se tarda demasiado- todos en la habitación estaban demasiado nerviosos.

-¡Perdón por la tardanza!- entró por la puerta Yuuki.

-¡TACHI!- gritaron todos aventándose encima.

-WOW, cuanto amor- exclamó divertido.

-¡No hay tiempo! ¿Tienes la ropa?-

-Aquí está- se la extendió a Kazemaru.

-Uhm… ¿Cómo se pone esto?- miró confundido.

-Nosotros te ayudamos- sonrieron todos al mismo tiempo.

Primero retiraron la toalla y estando Ichirouta en ropa interior, comenzaron a vestirlo, un traje bastante bonito para haber sido hecho tan deprisa, Tachimukai sin duda era muy hábil con las manos. Era un hanfu rojo puro y brillante con detalles dorados y naranjas. Comenzaron colocando la primera capa de ropa, la que era considerada ropa interior, blanca. Encima le colocaron la segunda capa, es decir, primero la falda larga o chang que llegaba hasta los tobillos y encima el yi o túnica de corte estrecho que llegaba a las rodillas. La última capa se la pusieron por mera formalidad, lo bueno es que iba abierta y de esa forma se lograba apreciar bien los detalles y adornos de rosas que representaban la longevidad.

Claramente se enredaron mucho entre ellos pues Kazemaru, al no estar acostumbrado, se movía demasiado con tan solo un toque que le dieran.

-¡POR FIN! Debes comenzar a acostumbrarte o nunca llegaremos a ningún lado a tiempo- se quejó el menor de los Fubuki.

-No le hagas caso, ¿cómo te sientes?- preguntó el mayor de los Fubuki.

-Nervioso, sé que tal vez no hicimos las cosas como debíamos al apresurarnos, por dios que Endou seguro conocerá a mis papás abajo y no en nuestra casa como debió pasar… Tampoco nos pusimos de acuerdo para la fecha de la boda porque solo sucedió; pero aun así quiero terminar haciendo las cosas bien- suspiró el de cabellos azul turquesa.

-Es normal estar nervioso, si te hace sentir mejor la ceremonia la harán solamente las familias, la fiesta es para nosotros- volvió a hablar el de cabellos plateados.

-Exacto, así que si quieres llegar a desaparecer a mitad de la fiesta con Endou no te preocupes por nosotros- se burló Midorikawa.

-Ehmm… Bueno, gracias Tachimukai, eres demasiado rápido con los trajes- la futura reina, más bien, rey, decidió ignorar el comentario del de ojos negros y agradecer al de ojos azules.

-No hay de qué, la idea ya la tenía y las telas ya estaban preparadas, solo fueron detalles-

-No es por apresurarlos, pero ya vas tarde- Kido rompió la burbuja alegre que se había formado.

-¡ES VERDAD! No puede ser, llego tarde el único día que no debería- se apresuró agarrar sus cosas, el velo rojo con el que se cubrió el rostro y a salir corriendo.

-Tranquilo, Kid… Yuuto-san igual llegó tarde el día de su boda- lo persiguieron los demás, quien había hecho sonrojar al consejero real había sido nada más y nada menos que Toramaru.

Probablemente habría llegado a tiempo de no ser porque el castillo era enorme, inmenso, cuando llegó a la sala principal su corazón brincó por los nervios y el miedo al ver a Endou con una señora mayor muy parecida a él, a su lado un señor y detrás de ellos una jovencita.

-¿Mamoru?- lo llamó un poco confundido y agitado por el tremendo maratón que se había echado, su futuro esposo se veía hermoso con ese hanfu amarillo con toques rojos.

Los demás tampoco se veían mal, llevaban hanfus de varios colores excepto amarillo y rojo brillante pues estaban reservado para el matrimonio.

-¡Ichi-chan! Qué bueno que llegas, aunque así no deberían suceder las cosas, pero me alegro, deja te presento, mamá, papá, él es Kazemaru Ichirouta mi prometido, futuro esposo y reina; Ichi-chan, ellos son mis padres y… ¡Lo siento! Desconozco quien es la persona tras ellos- presentó el castaño confundido, pero tomando la mano del contrario.

-Mucho gusto- hizo una reverencia apenado.

-¡Oh! Vaya, no pensé que sucedería esto, pero el gusto es nuestro- sonrió la madre del rey mientras su esposo solo asentía alegre por su hijo- La chica detrás nuestro es la princesa de un reino algo lejano, su nombre es Mia- presentó.

Era castaña y de ojos lilas, tez pálida pero una complexión bastante robusta, parecida a Hijikata, uno de los cocineros del castillo. Todo mundo parecía querer evitarla y la princesa ya se sentía bastante incomoda. La habían prometido con el rey Endou sin siquiera consultárselo y ahora resultaba que se iba a casar con otra persona.

Endou, por su parte, entendió que esa era la prometida que sus padres le habían preparado debido a la desconfianza que le tenían para encontrar pareja, se sintió un poco fuera de lugar.

Los padres rezaban por no entrar en conflicto con la princesa del otro reino, había sido su culpa anticiparse de esa forma.

-Mucho gusto- Kazemaru fue el único que reaccionó a tiempo sonriendo debajo del velo a la invitada y extendiendo su mano esperando no ser descortés.

-Lo mismo digo, que bonita boda- comentó la chica con una voz grave.

-Gracias, lo apreciamos mucho, te ves muy bien- comenzó una plática con ella y logrando sonrojar a la princesa.

Y mientras la de otro reino estaba encantada platicando con Ichirouta, el rey regañaba a sus padres.

-Tienen suerte de que Ichi-chan es de buen corazón y no se haya molestado o habríamos entrado en guerra-

-Lo sentimos- murmuró apenado el padre.

-Pero entiende nuestro punto, pensamos que no te casarías pronto y sabemos que tienes buen corazón, esta princesa ha sido muy dejada de lado en su reino así que sabíamos que contigo podría ser ella misma, aunque parece que tu pareja la hace sentir mejor- mencionó la madre.

-Está bien mamá, comprendo, la princesa puede quedarse a la fiesta, estaremos encantados de recibirla- tranquilizó Endou y se acercó a su novio- ¿Te lo puedo robar un momento? - le preguntó a la princesa quien solo asintió y se fue por una bebida- Ichi-chan, ¿te parece si pasamos a la habitación donde nos casaremos? Tus padres nos esperan- explicó.

-Oh, de acuerdo- y de la mano caminaron a la habitación donde ya estaban los principales de cada familia.

-Es un gusto conocerlos al fin- saludó el padre de Mamoru a los familiares.

Estaban en una habitación mediana, sentados en pequeñas almohadas que reposaban en el piso, del lado derecho estaban los abuelos y padres de Ichirouta, el único hijo de ese matrimonio se sentó junto a ellos. Del lado izquierdo se encontraban los padres de Endou y el propio rey, quedando Mamoru e Ichirouta uno frente a otro.

-El honor es nuestro- respondió ahora el abuelo Kazemaru.

-Tuvimos el placer de conocer un poco a su hijo afuera, me parece que es una persona encantadora, me alegra mucho que seamos familia de una familia tan bella como la suya, lamentamos mucho que esto sea tan apresurado- se disculpó la antigua reina.

-No se preocupe por ellos, únicamente nos sorprendió un poco la velocidad con la que se dieron las cosas, siempre y cuando nuestros hijos sean felices no habrá ningún problema- habló ahora la abuelita.

-Estoy totalmente de acuerdo, me parecen unos pensamientos muy sabios, realmente es un honor que nuestras familias se unan- comentó encantado el antiguo rey.

-Una vez acabadas estas formalidades, ¿deberíamos proseguir con la ceremonia? - preguntó el padre de Ichirouta.

-Me parece bien- hablo la señora Endo y con ello el padre que iba a ejercer la ceremonia asintió y todos se pusieron de pie.

-Estamos reunidos en esta ocasión para unir el alma de estas dos personas por toda la eternidad, que su amor sea bendecido por todos los tiempos y vuelvan a encontrarse incluso después de la reencarnación- comenzó la ceremonia.

Mamoru dejó de prestar atención, de todas formas, no era de los que se podían concentrar en una sola cosa, recorrió con la mirada a sus padres que observaban atentos al padre, la familia de su amado también parecía muy pendiente de lo que mencionaba el señor. Cuando giró su vista al joven de largos cabellos celestes no pudo evitar que su rostro se tiñera de un leve color rojo, era hermoso, sus ojos color avellana que no lo miraban a él, su perfecta tez… ¿Cómo pudo tener la suerte de encontrarlo y enamorarlo? ¿Qué hizo en su vida pasada como para que este ser tan perfecto estuviera ahora a su lado, en su boda, a punto de aceptar pasar toda su vida juntos? ¿A quién debía agradecer por mantener a Ichirouta soltero?

Su ceño se frunció ligeramente, definitivamente a Miyasaka no… ¿O tal vez sí? ¿Miyasaka amaba a Kazemaru tanto como para alejar a sus pretendientes? En ese caso tal vez debía agradecerle, aunque no le gustará demasiado.

Volvió a mirar al frente, ahora esos ojos que tanto le gustaban sí lo estaban mirando, un poco confundidos y nerviosos. Le sonrió para asegurarle que no había nada malo y el contrario le devolvió la sonrisa y prestó atención al padre.

Realmente no entendía lo que había hecho para merecer a alguien como Kazemaru… Pero se alegraba de que por fin pudieran hablar. El que fuera Ichirouta quien lo espiaba en sus años de entrenamiento lo llenó de una gran felicidad; probablemente si Endo no hubiera estado tan ocupado tomando el control del reino o si no le hubiera dado pena acercarse al chico, seguramente se hubieran casado antes.

A pesar de eso, no cambiaría nada.

Era curioso como el cuerpo del castaño se movía de manera automática, fácilmente se ponía de pie cuando se indicaba y se sentaba junto a los demás cuando era el momento. Difícilmente podrían darse cuenta que no prestaba atención.

-En estos momentos, comenzaremos con la entrega de los regalos para los novios- eso devolvió a Mamoru a la realidad- Comencemos con los regalos de la familia prometida- el padre de Kazemaru se acercó con una caja en sus manos; colocó su almohada separada de la del actual rey, sin embargo, frente a él.

-No estábamos muy seguros de qué podíamos regalarle a un rey, pero después de pensar un tiempo en esto, llegamos a la conclusión de que esté podría ser un buen regalo para ustedes- menciona entregando la caja.

Endo Mamoru sonrió para tranquilizar al mayor y abrió con cuidado el obsequio; dentro había un libro y cuando miró su contenido sus ojos mostraron sorpresa. No era un libro de texto, era un álbum, tenía imágenes de Kazemaru en todas las etapas de su vida que Mamoru se había perdido. Había un Ichirouta bebe, también había de niño, incluso de adolescente y pasando ya a una vida adulta. Había más espacios vacíos.

-Probablemente le gustaría conocer más facetas de nuestro Ichirouta, es por ello que pusimos algunas imágenes del pasado, al mismo tiempo, estamos seguros de que crearán muy buenos recuerdos juntos y por ello el espacio- explicó el significado.

-Muchas gracias, es perfecto- sonrió sinceramente agradecido, era perfecto, de esa manera podría conocer al Kazemaru de antes. Pudo darse cuenta que su prometido estaba sonrojado por ello.

-Procedemos en estos momentos con la promesa- volvió a hablar el padre.

Lentamente el señor Ichirouta sirvió un poco de sake dentro de la copa que se encontraba en la bandeja delante de Mamoru y se la ofreció. La tradición indicaba que la cabeza de la familia debía servirle una copa a la pareja de su descendiente.

-Por favor, cuiden de él siempre- recitó las palabras el mayor mientras hacia una ligera inclinación con la cabeza a manera de reverencia.

-Lo recibo con humildad y cuidaré de él siempre- respondió Mamoru antes de beber del trago en su copa para después mirar al Kazemaru más joven. El padre de Ichirouta regresó a su lugar.

-Es el turno de la familia real para ofrecer su regalo- comentó el oficial de la boda nuevamente.

Esta vez quién se movió fue la antigua reina.

-Para ser honesta nos tomó muy de sorpresa que nuestro hijo encontrará a alguien para casarse, recién nos encontramos contigo apenas hace unos minutos en el salón- murmuró apenada, pero Kazemaru sonrió con tranquilidad, tenía sentido que no supieran que otorgar pues era verdad que apenas llevaban 40 minutos de conocerse- Sin embargo, me alegro mucho que vayas a formar parte de nuestra familia- entregó una caja pequeña.

El de ojos avellana la abrió y también se asombró con el contenido. Se trataba de un relicario (un collar para poner fotos) con forma de relámpago, digno del reino de Inazuma y un accesorio para el pelo, un Kanzashi, era una especie de aguja gruesa hecha de un material que no pudo distinguir, tal vez madera o algún otro. Terminaba en un diseño como de relámpago, pero con una flor bajo él, básicamente el relámpago se veía como la hoja de la flor.

-Tienes un cabello precioso- le sonrió la señora.

-Es precioso, muchas gracias- Ichirouta estaba encantado tratando de aguantar las lágrimas, por su parte, su amor ya correspondido se veía emocionado seguramente queriendo ver cómo se vería en su cabello.

-En estos momentos se hará la promesa por parte del prometido-

La señora Endo sirvió la bebida en la copa del de cabellos celestes mientras recitaba las palabras "Por favor, cuiden de él siempre".

-Lo recibo con humildad y cuidaré de él siempre- respondió la promesa después de tomar la bebida.

Una vez todos en su lugar y las bandejas hechas a un lado, se pusieron de pie y la ceremonia continuó.

Siguieron las instrucciones del cura al pie de la letra, la familia de Kazemaru más nerviosa que la otra, se trataba de una ceremonia real después de todo, no querían arruinar nada, no solo por la razón antes mencionada sino también porque era el día especial de su querido primogénito.

-Ahora con gozo y dicha en nuestros corazones procederemos a compartir los votos matrimoniales, Su Alteza, Rey Endo Mamoru, ¿acepta usted a Kazemaru Ichirouta como su legítimo esposo para que los dos sean uno solo de ahora en adelante, para bien o para mal, en riqueza o en pobreza, en prosperidad o adversidad, para cuidarlo, amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe? -

-Acepto- respondió el castaño maravillado con su pareja, se estaba casando, ya solo faltaba que Kazemaru aceptara, algunas firmas y estaría casado con el de ojos color avellana; tan concentrado en sus pensamientos no se dio cuenta que el cura le estaba hablando nuevamente.

-Ehem… ¿Rey Endo? – trató de llamar su atención, los antiguos reyes solo veían a su hijo con resignación sabiendo que algo así pasaría, la familia Kazemaru lo veía confundido y preocupado.

Sin embargo, la mirada que le daba Ichirouta a su prometido fue la que más le importaba a Mamoru, lucía divertido y más tranquilo, había adoración en su mirada.

-¡REY ENDO!- gritó el cura ya algo molesto de no poder continuar. Endo salió de su ensoñación y miró al cura- Ehem… Como le decía, por favor, repita los votos para sellar su participación-

-Ah, sí, está bien. Yo, Endo Mamoru, te quiero a ti, Kazemaru Ichirouta, como esposo y me entrego a ti, prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida- terminó Endo; estaba feliz de haber practicado con sus amigos la noche anterior porque seguramente habría olvidado la frase.

-Ahora el joven, Kazemaru Ichirouta, ¿acepta usted a Su Majestad, el rey Endo Mamoru…- el castaño frunció el ceño ante ello, ¿por qué tenían que usar su título incluso en su boda?, ¿no podía ser alguien común y corriente ni el día más feliz e importante de su vida?- … como su legítimo esposo para que los dos sean uno solo de ahora en adelante, para bien o para mal, en riqueza o en pobreza, en prosperidad o adversidad, para cuidarlo, amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?-

-Acepto- sonrió el peli-turquesa con la sonrisa más grande que alguna vez sus padres hubieran visto- Yo, Kazemaru Ichirouta, te quiero a ti, Endo Mamoru- y el mencionado no pudo ser más feliz, al menos su futuro rey lo trataba como una persona normal-, como esposo y me entrego a ti, prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida-.

-Con el poder que se me fue conferido, me honra declararlos marido y… marido; puede besar al… novio- digamos que el cura realmente no había oficiado bodas del mismo género en un tiempo por lo que estaba un poco oxidado en cuanto a qué términos usar, pero se relajó cuando vio que nadie se molestó.

Endo simplemente no pude contenerse más y besó a Kazmearu hasta que ambos estuvieron en el suelo.

-Ichi… Gracias por hacerme la persona más feliz del mundo- le susurró al oído.

-Gracias a ti por ser mi destino- le dijo de la misma forma- Pero ¿crees que podamos levantarnos del piso? Tachimukai se esforzó mucho con mi ropa y no quisiera arruinarla- pidió divertido.

-De todas formas, se va a arruinar en nuestra noche de bodas, solo le estamos dando un pequeño adelanto-

-No, definitivamente no, quiero que está ropa dure todo lo posible así que levántate-

-Ichi… soy el rey, ¿sabes? Se supone que no debes hablarme así- hizo un puchero, se trataba de una broma, pero quería ver su reacción.

-Bueno, debiste pensarlo antes de decirme el sí, ahora estás atado a mi de por vida- dijo empujándolo levemente.

-Estaremos atados después de la muerte también, el cura solo dijo hasta que la muerte nos separe, pero no la voy a dejar-

-Mamoru, eso sonó muy tétrico- lo regañó su madre.

-Bueno, bueno, solo quedan las firmas de ustedes dos- la familia de Ichirouta ya había firmado mientras ellos estaban distraídos en el suelo- Así que si quieren hacerlo oficial comiencen a firmar- les entregó el papel que contenía su acta de matrimonio y una pluma para que la remojaran en tinta.

-Una vez terminen de firmar pasen a la fiesta, creo que todos los están esperando- dijo ahora el señor Endo mientras se retiraba.

La antigua reina estaba hablando con la señora Kazemaru y el abuelo platicaba feliz con el antiguo rey.

-Estamos casado oficialmente ahora- murmuró el ex Kazemaru viendo las firmas en el papel.

-Ya no podrás deshacerte de mi tan fácilmente-

-No planeaba hacerlo- sonrió y tomó su mano- Vamos, nos esperan-

Tan pronto salieron del lugar se desplazaron por el salón para llegar a la que era su mesa; sus amigos esperándolos cerca… Esa mesa era solamente para el matrimonio, eso no impidió que sus amigos los rodearán.

-Felicidades, por fin empieza la fiesta- se acercó Tsunami.

-Me alegra mucho saber que ya se casaron- felicitó Shiro.

-Mis mejores deseos, espero sean muy felices en la vida y en la cama también, ¿por qué no?- se burló Midorikawa.

-Gracias por sus buenos deseos- sonrió Ichirouta- Creo que me costará trabajo separarme de mi apellido, pero estoy muy feliz de estar con la persona de mis sueños-

-Oh~ ¿Y qué tipo de sueños?- se burló ahora Atsuya- ¡AY!- se quejó tan pronto su hermano jaló su oreja.

-¿Y ya saben cuáles serán los votos que dirán en frente de todos?- preguntó Tobitaka cambiando de tema.

-Yo diré lo que me nazca en el momento- mencionó Mamoru confiado.

-¿No preparaste nada?- preguntó preocupado Kido.

-No, soy un hombre del momento, seré honesto en ese momento, pero prefiero que salga de mi corazón a tener algo planeado- explicó.

-¿Y tu Kaze-Ichirouta?- se corrigió a tiempo Goenji.

-Yo tampoco preparé nada, creo que acumulé demasiados sentimientos en estos años que plasmarlos en un papel me habría sido imposible, solo espero no quedarme en blanco en ese momento- respondió.

-Aun falta tiempo para eso, no te preocupes, de momento disfrutemos la fiesta, deberían abrir el baile- pidió con entusiasmo Toramaru.

El reciente matrimonio se miró a los ojos, se tomaron de las manos y se pararon en el centro de la pista.

-Creo que han pasado dos días desde la falsa prueba de baile, no practiqué mucho que digamos, perdón si te piso- susurró el de pelo azul.

-No te preocupes, yo tampoco mejoré mucho que digamos- respondió igual de bajo el castaño.

Se miraron a los ojos, mantenían unas sonrisas radiantes y la música comenzó a sonar; sus pies se movieron de manera instantánea. Recorrieron toda la pista de baile y tan pronto volvieron al centro las demás parejas se unieron a bailar.

-Mamoru no ha tenido ningún accidente, ni siquiera mira sus pies, estoy tan sorprendida- sonrió la antigua reina bailando con su esposo.

-¿Cuándo se volvió Ichirouta tan bueno bailando?- preguntó el señor Kazemaru a su esposa mientras bailaban.

-Casémonos pronto- le mumuró Shiro a su esposo mientras bailaban juntos.

-Ya estamos casados- respondió Goenji confundido.

-Volvámonos a casar-

-¡Suéltame idiota! Yo no bailo, suelta, suelta- gruñó Atsuya a su novio, no volvería caer en la misma trampa dos veces.

-Prepárate para nuestra noche de bodas Yuu- Akio le dijo a su esposo.

-Eres un tonto, no vamos a tener una noche de bodas, ya tuvimos la nuestra hace mucho-

Parecía un cuento de hadas, la canción pronto terminó e inició una nueva; ni Mamoru ni Ichirouta se separaron, continuaron durante 4 canciones más hasta que el castaño decidió que necesitaba tomar agua.

-¿Crees que podrías permitirme una pieza?- Mia se acercó.

-Sería descortés de mi parte negarle un baile a una princesa tan bonita- aceptó Kazemaru, estaba seguro que Mamoru no se molestaría… Si había entendido bien la situación de antes Mia era una princesa prometida a Endo sin saber que ya estaban comprometidos, debió haber sido difícil para ella llegar a su boda y descubrir que no era su boda después de todo.

-Basta, me sonrojas- murmuró apenada; Kazemaru la tomó de la cintura con su mano izquierda, ella tomó su hombro y ambos agarraron sus manos restantes- Me alegra que encontrarás el amor tan rápido, pareciera que lograste enamorarlo en una semana, ¿cómo lo hiciste?-

-Digamos que parece un amor de una semana, pero a mí me gusta desde muchos años atrás-

-Uhm, me gustaría tener un amor tan bonito y puro como el suyo, pero nadie se enamora de una princesa tan grande y con voz grave- murmuró con tristeza.

-Tal vez si nos hubiéramos conocido antes yo me habría enamorado de ti; la apariencia no lo es todo, la voz tampoco lo es; mientras tengas buenos sentimientos estoy seguro que encontrarás el amor- trató de animarla el de ojos almendrados.

-No es fácil encontrar personas así; pero muchas gracias por tus palabras…- el baile terminó y ella estaba a punto de despedirse viendo como el rey de Inazuma los veía con una sonrisa, parecía estar esperando su turno para bailar con su futura "reina".

-En realidad- la detuvo antes de que ella pudiera alejarse- Hay alguien a quien me gustaría presentarte, es un amigo mío de mucho tiempo atrás, me lo encontré hace un rato por ahí y creo que se llevarán bien- tomó su mano y la arrastró por la fiesta.

-Kazemaru-san, comprendo su intención, pero no estoy muy segura de poder lidiar con otro rech…-

-¡Ahí está!- la interrumpió con una voz alta- ¡Hola!- tocó el hombro de esa persona para llamar su atención- Kabeyama, me gustaría presentarte a mi amiga, la princesa Mia- la princesa miraba apenada.

-Hola, soy Kabeyama Heigoro- se presentó con un sonrojo el moreno alto, robusto y de pelo verde.

-Ho-Hola, soy Mia- saludó de regresó, ninguno de los dos notó que Ichirouta se había alejado hasta que regresó con una especie de guardia.

-Y este de aquí es Someoka Ryugo, un guardia muy amable que conocí ayer; ¿crees que podrías darles un tour por el castillo y los jardines?- le preguntó amablemente al guardia.

-Sin problema, por favor, acompáñenme- los escoltó.

La princesa volteó su mirada un segundo a Kazemaru e inclinó la cabeza con agradecimiento, el contrario solo levantó un pulgar.

-Kazemaru… O bueno, supongo que ahora debería llamarte Ichirouta- una voz que provenía de la entrada lo sacó de sus pensamientos.

-Miyasaka, viniste- sonrió con calma.

-Supongo que no podía abandonarte en un día tan importante- susurró.

-Por eso somos grandes amigos, ven, hablemos fuera- lo tomó del brazo para alejarse del bullicio siendo seguidos por la mirada del rey.

-¿Celoso?- se burló Midorikawa junto a Endo mientras veía bailar a Hiroto con Tachimukai.

-Un poco, pero confío en Ichi-chan, tal vez estoy más molesto que celoso-

El de pelo verde lo miró confundido, pero no siguió con el tema, ya habían traído la fuente de chocolate.

-No puedo decirte que me alegra ver que tu sueño y amor no correspondido de tanto tiempo se hiciera realidad, estaría mintiendo y no puedo mentir de esa forma incluso siendo tu día especial- el rubio dijo.

-Comprendo, no planeaba pedirte que lo hicieras, eso habría sido muy cruel-

-Pero- llamó la atención del recién casado- puedo decirte con toda sinceridad que me alegro de verte feliz… No me gusta el por qué eres feliz, pero me gusta que seas feliz-

-Miyasaka- susurró conmovido el otro e intentó abrazarlo fallando.

-No lo hagas, no me abraces por favor, esto es demasiado difícil, no lo compliques más, necesito algo de tiempo, llevo mucho tiempo enamorado de ti a pesar de que sabía que no sería algo mutuo; no será fácil dejar de sentir algo hacia ti; necesito tiempo para sanar, para despejarme y poder superarte- pidió.

-Yo… lo entiendo, perdón-

-No te disculpes, tienes un corazón de oro, no me sorprende que incluso el rey cayera a tus pies- trató de burlarse como lo hacían antes pero su rostro mostró una mueca incomoda- Bueno, solo quería decirte eso y que probablemente viajaré a otro reino-

-¡¿Eh?! ¿A otro reino?-

-Sí, te dije que necesito tiempo para pensar en mí mismo-

-¿Tanto?-

-Lo suficiente, tu nunca superaste al Rey, ahora yo debo superarte a ti, ponte un rato en mi lugar- casi sonó como reclamo, pero ambos estaban seguros que no lo era- Me tengo que ir, mis padres me están esperando, ambos quieren aprovechar la oportunidad para ir al reino vecino y explorar diferentes culturas- explicó.

-¿Cuándo volverás?-

-Hasta que pueda seguir adelante sin ti-

-Ya veo… Por favor, cuando regreses envíame una carta, quiero que volvamos a ser amigos-

-Cuando llegué el momento… Lo haré, nos vemos- comenzó a alejarse- Que seas muy feliz- fue lo último que dijo antes de ser tragado por la oscuridad de la noche.

-¿Todo bien?- se acercó Mamoru.

-Eso creo, se va… Necesita tiempo para superarme-

-Espero que lo logré pronto y puedan recuperar su amistad- lo abrazó por la espalda.

-Yo espero lo mismo- se recargó, momentáneamente se quedaron en silencio.

-¿Qué hacen aquí? Ya es hora de lanzar el ramo- se acercó Atsuya.

-Astuya, te dije que no los interrumpieras- bufó molesto su hermano mayor.

-Oye, debo saber quién será el próximo en casarse si Tachimukai o Toramaru, apuesto a que será Toramaru; ese pequeño cocinero ya no aguanta para casarse y seguramente Tobitaka lo consentirá en ello… Tsunami ya quiere casarse, pero no creo que presione a Tachi hasta que nuestro adorado ojiazul le diga- especulaba el menor de los Fubuki.

-Cállate y vámonos- lo jaló fuera de ahí.

-¿A quién le lanzarás el ramo?- preguntó curioso Mamoru

-Eso es un secreto, ni yo sé, seré lo más parcial posible-

Juntos corrieron al salón donde en la pista de baile ya había mucha gente acumulada. Midorikawa y Shiro se aseguraron de darle muchas vueltas al novio después de taparle los ojos con una venda.

-De esa manera no harás trampa, a dónde lo lances ahí queda- le había dicho Shiro.

Tan pronto dejo de girar aventó el ramo y cayó al suelo por el mareo.

-¿Te encuentras bien?- se acercó su pareja.

-Mareado pero bien, ¿quién recibió el ramo?- preguntó curioso.

El ramo había sido lanzado al área de la cocina y caído justo en la cabeza de un confundido Tobitaka.

-¡Seiya-san!- gritó Toramaru sorprendido al otro lado de la habitación.

-¡Te dije Shiro! Los siguiente son Toramaru y Tobitaka.

-No esperaba esto Seiya-san- se acercó apenado.

-Pero si estaba listo para aventar a las personas por el ramo- murmuró Tachimukai divertido.

-No seas celoso Yuuki, la próxima boda será la nuestra-

-¡No lo decía por eso!-

Kazemaru miró con alegría la que sería su vida a partir de ahora, había perdido un amigo, pero conoció nuevas personas, se reencontró con viejos amigos y estaba muy feliz con ello. La noche estaba por terminar y aun así parecía eterna.

-Ichi… ¿Y si nos vamos de una vez? Ya no queda nada importante, ya lanzaste el ramo, el pastel lo pueden partir mis papás y ya abrimos el baile- sugirió Endo abrazando su cintura.

-Pero…- no pudo rechazar, no cuando Endo lo miraba como cachorro aplastado. Tomó su mano y sonrió- Vamos antes de que se den cuenta-

Y corrieron hasta los establos donde estaba preparado su carruaje.

-¿Ya terminó la boda?- preguntó el cochero.

-Algo así, queremos ir a…- y Endo le susurró al pequeño hombre la dirección, era una sorpresa para su pareja, la cabaña en una playa sería un lugar tranquilo para su noche de bodas y estaba seguro que a Ichirouta le gustaría.

El cochero asintió y tan pronto se subieron los llevó.

Por otra parte…

-Y ahora, quiero empezar con el discurso para mi buen amigo y su actual pareja…- pidió la atención de todo Goenji Shuuya- Endou … ¿Endou? ¿Alguien ha visto a Endou?-

-No me digas que se fue- murmuró molesto Kidou- Aun faltan los discursos de sus amigos y familia-

-Deberíamos irnos también- susurró Akio a su lado.

-Quítate-

-Bueno, que su partida no detenga la celebración, hoy el reino está de fiesta, sigamos hasta que no podamos más- dijo en voz alta la antigua reina.

Todo mundo se quedó despierto hasta muy tarde ese día, había sido una gran fiesta y seguramente nadie olvidaría como los nuevos monarcas se habían ido a mitad de su fiesta… No podían esperar para la fiesta de coronación de la nueva "reina", porque si, no creerán que es el final, ¿o sí?

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FIN


Santo cielo, les juro que esté capítulo fue super complicado de escribir, tenía la primera parte (el final de las pruebas) escrito desde hace mucho, creo que en a mitad del 2020 terminé esa parte, pero para la boda tuve que investigar muchísimo.

No recuerdo si les dije que en este universo alternativo existirían algunas cosas como de tecnología para que algunas cosas me cuadrarán, pero por si las dudas, en el regalo que Endo le da a Kazemaru puse "imágenes" en vez de fotos, ya ustedes decidirán si son retratos, dibujos, arte abstracto o lo que quieran.

Yo nunca he presenciado una boda (a la de mi tía creo que solo llegué a la fiesta jajajaja), así que no tenía la menor idea de qué poner en los votos matrimoniales, tampoco he tenido pareja nunca en mi vida así que no estoy segura de sí las palabras románticas se me dan bien.

Definitivamente dónde me tarde más es en el vestuario y accesorios, a duras penas sé cómo son las bodas en mi país que voy a andar sabiendo de las bodas de Japón y en otro periodo de tiempo. Pido perdón si algunos datos están mal y espero no haber faltado el respeto a la cultura japonesa. Les recuerdo que es un fic y solo es algo que salió de imaginación y traté de hacer que cuadrará.

Por otro lado, definitivamente me divertí mucho escribiendo la parte de la última prueba porque precisamente es esa prueba la que hizo que todo este short fic naciera.

Seguramente por la cantidad de tiempo que me tardé en actualizar muchos van a tener que volver la parte uno y/o la parte 2, una disculpa por ello; pero incluso yo tuve que hacerlo para poder escribir algo coherente sin tratar de repetir mucho.

Muchas gracias a todos por leer y haber llegado hasta aquí. Han sido grandiosos lectores y los quiero mucho.

Atte: Mimori-chan