Afterglow
Autora: Molvanian Queen In Exilie, antes llamada Cha Cha Chica
Traductoras: Alima21
Esta historia está clasificada R por una razón, gente, tengan eso en mente! Además, ADVERTENCIA¡SLASH Y MPREG¡SI ESTO TE MOLESTA, SAL AHORA!
Capítulo 4
A la deriva
¡Potter!- siseó Severus, mirando amenazadoramente los largos escalones de piedra-. ¡Deje de llorar en este instante¿Se le ha ocurrido, a ese denso cerebro suyo, que el Director fijó una cita por una razón?
Ante la voz del hombre mayor, Harry levantó la cabeza lentamente. Sus ojos esmeralda, habitualmente llenos de calidez y ánimo, estaban sin vida.
Lo siento, señor. No fue mi int...- hipó-...tención ser una carga- cerró los ojos y permitió que las lágrimas se deslizaran por su rostro. Dando rienda suelta a sus emociones, sacudió la cabeza con tristeza-. Es lo que he sido siempre, lo sé...
Snape bufó por lo bajo, sacudido internamente por la conducta del mocoso. Sin embargo, el chico debía saber que no recibiría ninguna simpatía... no del maestro de pociones, a ningún nivel, lo que condujo a Snape a la casi impactante revelación de que quizás esto era un grito de auxilio. Y si eso era así... ¿podría él, Severus-el cretino grasiento-Snape, ayudarlo?
No sin luchar.
Le exijo que deje de revolcarse en la autocompasión- espetó, descendiendo al nivel del joven mago-. No es momento de este vergonzoso y doloroso despliegue de humillación- por supuesto, se estaba refiriendo a su humillación al tener que hablar deliberadamente con el pequeño sollozante.
Naturalmente, hizo a un lado la idea de que él había propuesto deliberadamente ser el guardián del Gryffindor durante el verano.
Harry intentó controlar los sollozos que estaban haciendo que todo su cuerpo temblara una vez más, y se obligó a mirar al Maestro de Pociones.
Lo siento tanto- logró dejar salir antes que otro ataque de llanto escapara-. Lo siento tanto...
Definitivamente lo sentirá si no termina con ese estúpido comportamiento y regresa a la oficina del Director Dumbledore conmigo- se deslizó la respuesta desde los labios de Severus sin dudarlo un segundo.
"No" anhelaba gritar Harry. "No lo haría. No hay un modo posible que pudiera sentirlo más de lo que lo lamento justo ahora." Sin embargo, todo lo que pudo hacer fue emitir un estrangulado aullido y sacudir la cabeza.
Oh, por Merlín, Potter- suspiró el Jefe de Slytherin, entendiendo que el único modo de calmar al disgustado joven sería humillándose a si mismo-. Si continua comportándose de esta manera, no está haciendo ningún favor, ni a usted ni a su bebé no nacido- habló con suavidad, sonando como si le preocupara que el mocoso Potter y su prole estuvieran saludables en todos los aspectos.
El llanto de Harry cesó al instante, y sus ojos se abrieron en lo que sólo se podía describir como impacto. Severus luchó contra la urgencia de poner los ojos en blanco. ¿Acaso era tan sorprendente que él pudiera ser gentil y considerado? Otra mirada a la estupefacta expresión del rostro de su estudiante le confirmó que sí, en realidad, lo era. Con otro suspiro continuó en su papel de 'Sentimental Snape' haciendo una nota mental de amenazar al mocoso para hacerle prometer que nunca mencionaría esto a nadie.
Al contrario de lo que pueda creer, Potter, no soy ningún tirano y, si durante estas vacaciones siente la necesidad de discutir el asunto que lo está preocupando, no me alejaré.
Y, mientras el mocoso siguiera en su actitud testaruda, nunca tendría que hacer honor a esa promesa.
Mientras tanto, los pensamientos de Harry estaban lejos de conseguir su confianza o energía positiva. De hecho, mientras Snape le hablaba, un sentimiento de culpa aún mayor fluía a través de sus sentidos. Después de todo, el hombre estaba destruyendo su imagen de 'cretino malvado' para tratar de ayudarlo, de hacer que El-dolor-en –el-trasero-de-Snape Potter se sintiera mejor.
Éste era el hombre real de quien Harry se había enamorado, a pesar del hecho de que nunca había sido testigo de su acción. Él sabía, de alguna extraña forma, después de presenciar como el hombre se suavizara ligeramente en clases, que Snape era una persona de buen corazón. Y él había arruinado cualquier posibilidad de hacerse su amigo, a causa de la aventura amorosa ilegal que tuvo con Draco. No sólo eso, sino que sabía que su niño nonato se vería privado de su otro padre, y ni siquiera de un padre cruel y malvado, sino de uno que podría ser amoroso, gentil y preocupado (si el actual comportamiento de Snape era un indicativo) bajo circunstancias 'normales'.
Otro torrente de lágrimas cayó de los ojos de Harry cuando el último pensamiento se filtró en su cerebro. Había arruinado la vida de su niño incluso antes de empezar, todo por su egoísmo. Todo porque había logrado realizar sus propias fantasías egoístas. Todo porque había anhelado, sólo por un momento, sentirse deseado y necesitado por el único hombre que jamás lo miraría con otra cosa que desprecio.
Pero no te está mirando con desprecio ahora¿verdad? La pequeña voz en la cabeza de Harry decidió interrumpir, haciendo que el adolescente mirara al hombre cuyos genes estaba compartiendo su niño. No, no lo está. Y él te escuchará. Era cierto...pero por otra parte, Snape no tenía manera de saber qué era exactamente lo que estaba disgustando a Harry. Y cuando lo descubriera... Se estremeció al pensar en su reacción. No que no lo mereciera, la verdad. Pero, viendo el comportamiento pasado de Harry¿sería capaz de no juzgar mal o maltratar al niño que era genéticamente suyo? Probablemente no. Sin embargo, esto no significaba que Harry no debía al menos tratar de enmendar sus errores. Y podría, de hecho, comenzar por disculparse por este comportamiento tan vergonzoso, y luego tratar de avanzar el resto de las vacaciones.
Sorbiendo por la nariz y enrojeciendo, trago cuanto pudo sus sollozos y se obligo a reunirse con la calculadora mirada de Snape.
Lo... lo lamento, Profesor...- luchó por levantarse del piso mientras hablaba-. No sé que me pasó- respirando profundamente, se obligó a aparentar calma y orden-. No merezco su amabilidad- esta parte, sentía que era la más verdadera-, y prometo que haré lo que pueda para arreglar todo en este aspecto- tenía mucho que arreglar, mas de lo que Snape, posiblemente, podría imaginar-. Y... y juro que est...esto no volverá a pasar.
Observando al chico con cautela, Severus se elevó en toda su estatura y asintió fríamente.
De hecho- giró rápidamente, dirigiéndose con elegancia hacia el castillo-. Vamos entonces, Potter. El Director ya se ha visto obligado a esperar demasiado tiempo.
°°°°°°
Harry suspiró y se sentó sobre la cama. Aunque rápidamente, ya Snape le había mostrado la mansión y los terrenos, y había establecido claramente las áreas que estaban estrictamente prohibidas. A pesar del tamaño de la finca, apenas le había tomado una hora el Maestro de Pociones arrastrar a Harry alrededor de la propiedad, repartiendo órdenes, antes de ocultarse en su estudio privado, dejando a su estudiante que se 'entretuviera' solo. Y se había entretenido solo, con pensamientos de Hermione, Ron y de si alguno de ellos le volvería a hablar, ya que seguramente Ron había sido informado, numerosas veces, en el tren a casa, de cuan cruel había sido su supuesto 'mejor amigo'.
Harry dejó escapar un sollozo. Se sentía, una vez más, culpable y miserable. Hermione había tenido razón en enojarse con él, y no podría culparla si eligiera ignorarlo, pero el simple pensamiento de que ello pasara traía lágrimas a los ojos del Chico-Que-Vivió, y hacía que su pecho se encogiera del modo más doloroso. No que él no lo mereciera, por supuesto. Después de todo, había sido positivamente desagradable... y realmente no sabía por qué. Sus manos derivaron lentamente hacia su abdomen y comenzó a frotarlo de manera inconsciente.
Entonces lo golpeó un pensamiento. ¿Podría haber sido ese exabrupto de carácter hormonal? Eso tenía sentido. Después de todo, desde que quedó embarazado había estado malhumorado... pero no había hecho una conexión hasta ahora. ¡Oh, cómo esperaba que Hermione también la hiciera!
¡Por supuesto que la hará! Gorjeó la voz dentro de su cabeza. ¿Desde que la conoces, cuándo has visto que guarde algún rencor sin primero analizar lógicamente la situación?
Tenía que admitirlo, su cerebro tenía un buen punto. Pero de cualquier modo se aseguraría de enviarle una lechuza disculpándose, sólo para hacer lo correcto.
°°°°°°
Severus se sentó en su escritorio, un ceño fruncido adornando su rostro. Estaba frustrado. Frustrado con Potter por comportarse de esa manera inquietante y frustrado consigo mismo por preocuparse por eso. ¿Qué, por Merlín, tenía el mocoso que le intrigaba de esa maldita manera? Ciertamente no era su personalidad Gryffindor, o su comportamiento, ni siquiera su actual predicamento. No, era algo que el Slytherin no podía señalar, y que lo estaba enloqueciendo más allá de lo creíble, lo que, por supuesto, era el epicentro de un ciclo exasperante.
¡Por Merlín, incluso había tratado de conversar con el mocoso¡Esta creciente preocupación por la salud y seguridad del joven mago era ridícula¿Por qué él, Severus-Potter es un dolor en mi trasero-Snape, daría dos knuts porque el chico fuera feliz o no?
Porque dejaste que él se metiera bajo tu piel, respondió su mente. Por eso.
Y, mientras testimoniaba su creciente locura, puso los ojos en blanco como respuesta a su monólogo interno.
Maldición, por supuesto que había dejado que Potter se metiera bajo su piel. Lo que realmente deseaba saber era por qué
Amo Snape, señor...-una pequeña voz interrumpió sus reflexiones-... siento mucho molestarlo...
El hombre miró a su elfo.
¿Qué ocurre, Kreeper?- preguntó suavemente, observando a la criatura, que se movía nerviosamente, con expectación.
Kreeper estrujó sus manos nerviosamente. Esa no era una buena señal. Las peores sospechas de Snape fueron confirmadas cuando el elfo habló nuevamente.
Es el señor Harry Potter, señor... Él no le dice a Kreeper por qué está triste... ¡No le dice a Kreeper qué puede hacer para que se sienta más cómodo!
El pobre chico. La voz interna de Snape arrastró las palabras con sarcasmo. Todavía manipulando por llamar la atención, sin duda
Suspiró.
No te preocupes por el señor Potter, Kreeper- le dijo al elfo, friccionando el puente de su aquilina nariz-. Él no está...bien...por el momento- levantó una mano para silenciar el intento de hablar del elfo-. Y no, todavía no hay nada que puedas hacer por él.
Kreeper bajó las orejas, en señal de tristeza y derrota. Tímidamente, levantó la vista hacia su amo, una pregunta jugueteando en sus arrugados labios.
¿El señor Harry Potter se pondrá mejor?
Severus permitió que una pequeña sonrisa agraciara sus facciones. Kreeper era un elfo doméstico mimado; se le había suministrado un uniforme apropiado y siempre se le había tratado con amabilidad... ¡Incluso la propia madre de Snape le había ofrecido un salario! Por tanto no era sorprendente que el elfo sintiera que tenía libertad de pensamiento y acción.
Con el tiempo, Kreeper, él estará bien.
Siempre que hablaba con el elfo doméstico, los pensamientos del Profesor de Pociones derivaban hacia su madre. Ella realmente respetaba a la criatura... Snape tenía la certeza de que incluso consideraba a Kreeper como un miembro más de la familia. Su tierna sonrisa se ensanchó. Su madre había sido un alma tierna. En realidad, nunca comprendió como había llegado a 'relacionarse' con su padre.
Su padre.
Severus frunció el entrecejo. El hombre había sido un completo tirano. Había sido arrogante, exigente y abusivo. De hecho, había sido un verdadero Mortifago. Uno de los del círculo original, para ser preciso.
Se estremeció ante el pensamiento.
Después de todo, sabía lo que implicaba tal posición. Él mismo había estado ahí numerosas veces. Por la Causa de Dumbledore. Se enfureció al pensar que su propio padre había participado de buena gana en la violación y asesinatos despiadados de incontables muggles y nacidos de muggle por igual. Qué él había disfrutado tal comportamiento.
Por tanto, en realidad no era difícil de creer que hubiera acabado con la vida de su propia esposa sin siquiera pensarlo. Así que su madre había muerto a manos de su esposo, después que ella descubriera la impactante verdad.
Y luego había tenido la audacia de exigir que Severus, por aquel entonces con apenas dieciséis años, dispusiera de sus restos.
Había sido este incidente el que empujara a Severus dentro de la vida del espionaje. Todo lo que había hecho por la Luz, lo había hecho en nombre de su pobre madre.
Amo Snape¿se siente bien?- la vacilante voz de Kreeper interrumpió sus reflexiones por segunda vez en el día.
Miró hacia abajo, al elfo.
Estoy bastante bien, Kreeper, gracias.
El elfo doméstico hizo una señal de alivio.
Es muy bueno saberlo- replicó, sus orejas aleteando con el alegre balanceo de su cabeza-. Kreeper estaba preocupado de que el amo se sintiera indispuesto, igual que el señor Harry Potter.
El Maestro de Pociones se permitió una leve sonrisa ante la ingenuidad del elfo. Ciertamente, Kreeper no sabía los detalles de la 'enfermedad' de Potter, pero se sentía vagamente divertido de pensar que él pudiera 'contraerla'.
Déjame asegurarte, Kreeper, que no hay ninguna posibilidad, en absoluto, de que yo contraiga la desafortunada afección de Potter.
De hecho, se había rendido, muchos años antes, a la evidencia de que la línea Snape moriría con él. Por supuesto, al principio le había resultado doloroso, al darse cuenta que tendría que pasar su vida solo, pues cualquier pareja que eligiera estaría en constante peligro... sin contar con que no podría prometerle que regresaría de sus misiones de una pieza, si es que regresaba. Una vida así no habría sido justa para otra alma. Y ahora era demasiado tarde.
O, al menos, así lo sentía.
Era cierto, a los treinta y seis todavía era joven, especialmente siendo un mago. Pero se había acostumbrado a estar solo. Y no era sólo eso. Sabía que podría aprender a compartir su hogar, pero también sabía lo que los demás pensaban sobre él. Sabía cómo lo veían. Un Mortífago. Un hombre no mejor de lo que había sido su padre. Así que se protegía, cansado de que cualquiera que sentía un leve interés por él, frecuentemente lo cambiaban ante su carácter cruel y gruñón, que sus estudiantes tan bien conocían, y que usaba para protegerse de posibles cortejantes.
Saliendo de su ensoñación, se dio cuenta de que el elfo seguía parloteando a su lado.
...eso es muy bueno, Kreeper siempre está diciendo a los demás elfos que el Amo Snape nunca está indispuesto... el Amo Snape siempre fue un muy buen chico...
El mago suspiró y sacudió la cabeza.
¿Eso es todo, Kreeper?
El elfo lo miró con ojo crítico y él maldijo la memoria de su madre por permitir que la criatura tuviera tanta libertad a veces.
Severus suspiró.
¿Qué?- espetó.
Va a hablar con el señor Harry Potter¿verdad?- el tono del sirviente era acusador, como si supiera que su amo iba a ignorar la obvia angustia del joven a su cargo.
¡Qué más quisiera él!
Sí, Kreeper, iré a hablar con Potter- entrecerró los ojos y no se sorprendió cuando el elfo ignoró su mirada-. ¿No tienes trabajo que hacer? Tenía la impresión de que la lechucería todavía necesita algunas reparaciones.
Murmurando, Kreeper desapareció, dejando a Severus reflexionando sobre cómo se suponía que animaría al maldito mocoso.
°°°°°°
Harry suspiró mientras enrollaba el pergamino, esperando contra toda esperanza, que Hermione lo pudiera leer, el lugar de botarlo en su enfado.
Cerró los ojos e intentó ignorar la oleada de culpa que amenazaba con abrumarlo. Un golpe en la puerta lo sacó de su estupor. Sabía que era Snape. Después de todo él era la única persona en la mansión, aparte de los elfos domésticos, y éstos, Harry lo había descubierto, no tocaban.
Está abierto, señor.
El Maestro de Pociones entró, sus ojos inspeccionando la habitación antes de posarse finalmente en el joven mago.
Confío en que haya encontrado su aposento aceptable.
Harry asintió como respuesta, ofreciéndole al Jefe de Slytherin una pequeña y sincera sonrisa.
Es maravilloso, Profesor. Nunca he estado en un sitio así, tan...- luchó por encontrar la palabra apropiada-...elegante- sus mejillas se tiñeron de rojo y apartó la mirada, sintiéndose bastante avergonzado-. No merezco su hospitalidad.
Vaya- Severus arqueó una ceja-. ¿Y que lo llevó a esa conclusión?
Enfrentémoslo, señor- el Gryffindor se obligó a encontrarse con la penetrante mirada del otro-. Nunca he sido exactamente complaciente con usted- el hombre mayor se burló, como enfatizando que eso era una subestimación. Harry frunció el ceño y continuó-. No es como si alguno de nosotros hubiera dado oportunidad al otro. Y en lo personal, no lo culpo, después de ver cómo se comportó mi padre- miró hacia los jardines-. En su lugar, yo también me hubiera odiado.
Yo no lo odio, Potter. Ya no, en todo caso- Severus se sintió impulsado a ser honesto con el joven. Éste parecía sinceramente afligido por su comportamiento, y por el de su padre antes de él.
Harry sacudió la cabeza.
Pero yo lo merezco... su desprecio, quiero decir. He hecho muchas cosas estúpidas, crueles- su mano bajó hasta su abdomen, capturando sin intención la atención de Severus. Ignorante de la mirada del mago mayor, continuó balbuceando-. Y de verdad lamento haber mirado en su pensadero el año pasado... no debería haberlo hecho... y no espero que me perdone... sólo quiero decirle que estoy arrepentido de todas las cosas malas que he hecho... y de todo lo que hizo mi papá, espero que no use eso contra nues...- se corrigió rápidamente- mi niño.
Snape suspiró. Sabía que había estado equivocado al juzgar al chico por su padre, no que lo fuera a admitir abiertamente, por supuesto, pero empezaría la existencia del mini-Potter con un borrón y cuenta nueva.
Tiene mi palabra, señor Potter.
El muchacho lanzó un suspiro de alivio.
Gracias, Profesor Snape.
Una invisible sonrisa tiró de la esquina de la boca del Slytherin. Había descubierto parte de lo que encontrara tan intrigante en el mocoso.
Potter no temía luchar por lo que sentía que los demás necesitaban. Era imprudente, pero lo bastante astuto como para manipular la situación a su favor. Y era terriblemente sensitivo, y siempre lanzaba la última palabra.
Harry Potter era un Slytherin en ropas de Gryffindor.
Le recordó a una versión más joven de si mismo... sin las ropas de Gryffindor, naturalmente.
Quizás descubrir sus secretos no sería tan difícil y agotador después de todo.
°°°°°°
Profesor- se encontró Harry preguntando luego de tres semanas de vacaciones-. ¿Sería demasiado pedir que diera un vistazo a mi ensayo de Defensa?
Estaban sentados en la biblioteca, vagamente cómodos en su mutua compañía. Cierto que ya habían peleado varias veces, sobre cosas triviales, pero lentamente habían construido cierta clase de relación positiva. Esto complacía a Harry, pues estaba determinado a conseguir que el Slytherin aceptara a su niño como propio. Y complacía a Severus, quien estaba determinado a descubrir los secretos del Gryffindor.
Snape elevó una ceja en su dirección.
¿Está preparado para mi crítica?
He lidiado con eso por seis años, señor. Y le aseguro que usted está cerca de ser tan...severo...como Hermione.
Ah, Hermione. Todavía no había recibido respuesta. Trataba de decirse que ella debía estar muy ocupada con su viaje, pero, en su interior, estaba preocupado, y la culpa lo corroía. Severus observo que el rostro del muchacho decaía, luego de mencionar a la chica. Él apenas hablaba de la sabelotodo o el chico Weasley, y cuando lo hacía, un aire de tristeza parecía abrumarlo.
"No todo está bien en el paraíso"Se aclaró la garganta, y clavó su mirada en el joven mago.
¿Quizás siente que el tipo de crítica de la señorita Granger es más dolorosa porque su opinión realmente le importa?
El Gryffindor pareció considerarlo.
Supongo... pero, a pesar de lo que usted pueda pensar, su opinión ha sido más importante para mí en los últimos años... Incluso si ha sido un tanto...- captó la peligrosa mirada de su profesor y terminó rápidamente-...intimidante.
¿En serio, Potter?
Había algo en el modo de hablar del otro que hizo que Harry enrojeciera
Lo he respetado por algún tiempo, en realidad...quiero decir, por bastante tiempo antes...- dejó la oración en suspenso, no deseando especialmente admitir su indiscutible enamoramiento, a pesar del hecho de que realmente existía.
Snape, por su parte, decidió empujar al muchacho un poco más.
¿Antes de su lapsus de locura, Potter?
Los ojos de Harry se abrieron cuando escuchó sus propias palabras usadas contra él. Se sentía fatal.
Señor... no quise decir... Bien, yo dije eso por rencor...- adquirió un profundo tono carmesí pero siguió adelante-. Pero en realidad no fue un lapsus... Fue probablemente mi momento de mayor cordura- de nuevo, sin ser consciente, puso una mano en su estómago-. Esto...esto no fue un lapsus. Nunca lo será.
Y, con estas palabras, se levantó del asiento y salió de la habitación, dejando tras él a un Maestro de Pociones increíblemente perplejo.
°°°°°°
Potter- Severus tocó la puerta de la habitación del muchacho la mañana siguiente-. Estoy consciente de que no desea hablar conmigo... Sin embargo, no es saludable que permanezca encerrado en su habitación.
No sólo eso, sino que estaba disgustando a Kreeper, lo cual era la razón real por la que se estaba comportando como tonto otra vez.
Esperó por una respuesta, pero no la recibió. Con creciente impaciencia, golpeó la puerta una vez más.
Potter, si no me contesta en este instante, no vacilaré en romper la puerta.
Ningún sonido de vida salió de la habitación. Trató con el tirador, y la puerta se abrió con facilidad. Al revisar la habitación, se dio cuenta que el joven a su cargo no se encontraba allí.
¿Potter?
Se escuchó un débil gemido proveniente del baño.
Siguiendo el sonido, Severus pronto encontró a Potter arrodillado frente a la poceta. Lucía espantoso; un brillo de sudor cubría su piel, y hacía que su cabello se aplastara contra su frente. Sus ojos estaban inyectados en sangre, y estaban sombreados por círculos oscuros.
Vencido por una oleada de simpatía, Snape se acercó al chico, y convocó una toalla húmeda del lavabo. Se la tendió al joven mago, quien le lanzó una pequeña y agradecida sonrisa.
Gracias- graznó, secando su frente y las comisuras de sus labios. Luego, sin advertencia, otro ataque de náuseas lo golpeó y lo dejó desmadejado sobre el tazón de porcelana una vez más.
Severus estaba inseguro de lo que debía hacer. Sentía la urgencia de consolar al chico, pero eso iba contra todo lo que había aprendido y todo lo que sentía que él era.
Potter continuó con arcadas, y Snape podía ver como las lágrimas amenazaban con derramarse de sus ojos. Estaba llorando. Entonces, antes de saber exactamente lo que estaba pasando, su mano empezó a trazar suaves círculos sobre la espalda de Potter, en un intento de relajar sus doloridos músculos, y quizás, en algún nivel, ofrecerle apoyo.
Sintió la sorpresa del joven, antes que Potter se inclinara hacia el toque que le ofrecía consuelo.
Harry cerró los ojos, no deseando que Snape viera lo débil que en realidad se sentía. Rehusaba llorar. Su garganta hervía, su espalda dolía por haber estado inclinado tanto tiempo, y su estómago, sin tener nada más que expulsar, se agitaba de la manera más dolorosa. Pero no lo demostraría.
De repente había una mano en su espalda, trazando tranquilizadores círculos, aliviando sus adoloridos músculos, asegurándole que no estaba solo.
Se inclinó hacia el contacto. Saboreando el familiar toque. No sabía cuanto duraría, así que atesoró cada segundo en su memoria, deseando que los fuertes brazos lo envolvieran y lo abrazaran con fuerza.
La nausea cedió.
Él abrió los ojos, y alcanzó nuevamente la toalla, limpiándose un poco. La mano dejó su espalda y deseó llorar ante la pérdida el contacto.
Obligándose a mirar a su anfitrión, se sorprendió ante la preocupación enlazada a las orbes de obsidiana que lo miraban con fijeza.
Gracias- logró murmurar, su garganta constreñida con sus emociones, y quemando aún. Las lágrimas brotaron de sus ojos e intentó parpadear para alejarlas-. Lo siento, profesor...
Pellizcando el puente de su nariz, Severus suspiró y, sin saber cómo responder, dejó que la replica escapara de sus labios sin pensar.
Es Severus, Harry.
Continuará...
RewiewsCerdo Volador: Hola Lucero, que penita que tengas poco tiempo, pero entendemos que tienes que hacer tus cosas. Esperamos que el nuevo capítulo te haya gustado. Besitos y suerte.
Gala Snape: Hola linda. Sip, jajja, nos suena a que sí, esperemos que se conduela del pobre embarazadito y de su bebé y no empiece a lanzar maldiciones imperdonables. Besitos.
Mariet Malfoy: Claro, con gusto se lo diremos. Tranquila, que de a poquito pera aquí seguimos. Besitos.
Azalea: Sí, nosotras también la extrañábamos. Harry se portó mal con Hermione y está arrepentido, pero como bien dice, son las hormonas. Ahora se está acercando un poquiño a Sev, veremos qué pasa. Besitos.
Carly-mckinnon-potter: Hola Linda¿cómo nos íbamos a olvidar de ti? Y nada de hartas, que nos encanta leer tus reviews y tu apoyo es muy importante. Tenemos unas historias en espera que ya nos dieron los permisos, lo que pasa es que preferimos terminar primero Cadenas de Oro, en una o dos semanas empezaremos una traducción nueva. En cuanto a otras historias, como dijimos en Cadenas, a veces recibimos tan poquitos comentarios que llegamos a pensar que el tipo de historias que nos gustan, no gustan a los demás. Pero gracias al lindo apoyo de ustedes, aquí seguimos y esperamos continuar por mucho tiempo. Besitos
Akhasa bennington: Pues Sev no sólo acepta, sino que él es quien sugiere que dejen a Harry a su cargo, fíjate en lo que dice Dumbly en su conversación con Sev en su oficina, casi al final del cap. 3. Sobre nuevas historias, como ya comentamos a carly, hay algunas esperando en el tintero, una la comenzaremos próximamente, ojalá te guste. Besitos
BISHOUJO-HENTAI : Jajja, vaya, sí que se nota que Hermione no te cae bien, pero aquí es buena chica. Y esperamos que es eso de todos somos estúpidos no nos incluyas a nosotras jajjajjja. Besitos.
Marla : Si, nosotras también nos alegramos un montón. Lleva ocho, aquí te dejamos el 4to. Según ella le faltan dos o tres capítulos más. Besitos
