Crisis en Tierras Infinitas Naruhina
Capítulo 8 Prologo a Las Familias Uzumaki y Uchiha viajan al pasado
Kakashi aún estaba recuperándose del trauma que fue ver a Gai en tanga y Kahyo estaba consolándolo en sus piernas acariciando su cabeza de forma tierna y gentil.
—Ya pasó, señor Kakashi. Ya pasó—.
—¿Por qué tengo que sufrir esta clase de cosas?—se quejó el enmascarado.
En ese momento, llegó la que era la enfermera del cejudo y les entregó un volante especial a la pareja de esposos, mientras que la mujer leía esto.
—Aunque no engordamos por la terapia genética, el negocio de zumba es rentable para socializar. El señor Gai puso su centro de zumba para ejercitar con los movimientos de la juventud o eso dice él—explicó la ex enfermera.
—Ah, gracias… ¿Cómo te llamas?—.
—Nomas dime Genbu, olvidé mi nombre real por entrar en Raíz—.
—Espera, ¿eras ANBU de Danzo?—quiso saber interesado Kakashi.
—Así es, era de las más letales ninjas de su organización. Sin embargo, Danzo murió a manos de Naruto Uzumaki y Hinata Hyuga en la invasión de la Arena—reveló ella estos hechos.
—Eso no ocurrió en mi dimensión, Danzo se ocultó como rata de coladera—pensó en voz alta el enmascarado.
—¿Eso tiene que ver con el hecho de que te volviste la enfermera del señor Gai?—quiso saber el chisme Kahyo.
—Aaaah, es una larga historia y aburrida—se sonrojó ella.
—Tenemos tiempo, al cabo que estoy retirado del servicio—alegó Kakashi sobre eso.
—Bueno, ocurrió como dije hace muchos años. Danzo murió y Raíz quedó disuelta para siempre. La Quinta Hokage comenzó a cazarnos a todos y yo tuve que ocultar bien mi identidad. Perdí mi trabajo como ninja y no podía hacer algo más, así que me sentí una herramienta vacía—empezó a contar la enfermera.
Flashback
Genbu era una mujer cerca de sus 30 años cuando ocurrió la invasión a Konoha por parte de la Arena y el Sonido. Ella estaba en una misión por su cuenta ya que había sido parte del escuadrón que había asesinado al Kazekage y esperaba instrucciones de su líder pero ya no hubo respuesta y cuando regreso a la organización vio que todo había sido destruido.
Más tarde se enteraría de que fue el jinchuriki del pueblo y la líder Hyuga que asesinaron a su líder, pero ella jamás quería venganza por el anciano ya que ahora tenía más cosas de que preocuparse como donde viviría ya que la nueva Hokage estaba cazando a los ANBUs Raíz que quedaban vivos.
El dinero se le estaba acabando y sus talentos ninjas no podían ser aprovechados ya que eso la etiquetaría, y tendría que huir como renegada. Los oficios civiles no era precisamente su especialidad ya que desde niña era una herramienta de matar y aunque los sentimientos habían sido suprimidos en ella, la frustración y la desesperación comenzaron a surgir dentro de ella.
A pesar de ser una mujer sin emociones como la antigua herramienta de Raíz, no podía escapar a su humanidad y su propósito de existencia que ahora ya se había esfumado así que estaba en una profunda depresión así que ahora iba en sentido automático cada día que pasaba.
El poco dinero que ganaba de sus trabajos temporales, el rencor a los que hicieron perder su estilo de vida, su sentido de existencia destruida y la frustración generaban que cada noche se pusiera a llorar de rabia y coraje por lo que estaba pasándole. Sin embargo, todo cambiaría un día cuando lo conoció a él y su sonrisa, su maldita sonrisa.
Genbu tenía una cuerda que había conseguido de uno de sus trabajos y había contemplado el suicidio varias veces ya que el enorme vacío crecía día a día y se había decidido a tomar su vida sin duda pero en el trayecto un sujeto tomó su soga e iba persiguiendo a alguien.
–¡No, Gai sensei!—exclamó Tenten siendo atrapada por un ninja cejudo.
—¡Has faltado a tus entrenamientos, Tenten! ¡Eso se merece que infunda más mi juventud!—.
—¡Su juventud es un asco, déjeme sola!—intentó zafarse la castaña pero era arrastrada.
La mujer no salía de su shock por esa escena peculiar y reconoceria a ese sujeto como uno de los Jonin más peligrosos y excéntricos según Danzo Shimura: Maito Gai. Su nivel de peligro era tal que podía enfrentar a alguien con Sharingan según los reportes y siendo el peor rival para su ex jefe, por lo que lo tenía vigilado.
—Gracias por la soga, señorita. Ahora debo ir a castigar a mi estudiante—le sonrió el hombre con el exceso de entusiasmo que a ella le faltaba.
Esa noche, ella no pudo dormir pero definitivamente había olvidado el tema de su depresión memorizando al Jonin que vio en la tarde. Ella era una sensor y noto que a pesar de ser un ninja sin clan era claramente el ninja más fuerte después de los Sanin o quizás era muy infravalorado. El atractivo físico no era algo que ella se fijara ya que su libido fue suprimida pero en cambio su curiosidad fue levantada: ¿Por qué no le daba vergüenza a ese sujeto salir con ese horrible traje? Admitía qué a pesar de lo feo de ese diseño, la comodidad y flexibilidad era sin dudar superior al traje estándar ninja.
Al día siguiente después de uno de sus trabajos mal pagados tuvo la curiosidad de ir a buscar a ese excéntrico ninja y se encontró con que estaba parado de pies caminando por el campo de entrenamiento junto a sus alumnos.
—¿Qué clase de ejercicio es ese?—se cuestionó la ex ANBU Raíz curiosa.
Ella hizo lo mismo y notó que las manos dolían pero era un ejercicio inesperadamente eficaz para fortalecerse el cuerpo. Si que era un ninja extraño pero efectivo, por lo que su curiosidad iba aumentando más y más, hasta que un día se convirtió en un fanatismo similar a una otaku enamorada de su crush.
—Por fin lo pude conseguir, después de tanto tiempo—.
Genbu había transformado su pequeño departamento en un santuario con fotos de Gai y tenía un peluche gigante de él con el que dormía siempre.
—Mi Gai, algún día estaremos juntos—se repetía seguido la mujer tomando un spandex usado que se robó hace tiempo.
Flashback fin
Kakashi estaba con cara de WTF por la historia de ella y Kahyo no sabía que pensar ya que claramente tenían a una especie de fanática extremista del hombre cejudo.
—¿Y como es que terminaste siendo la enfermera de Gai?—quiso saber el enmascarado.
—Fue después de que Pain invadió Konoha. Mi santuario fue destruido y tenía que empezar de cero, así que tuvimos que que trabajar bastante semanas. Ahí fue donde realmente conocí formalmente a Maito Gai—.
Flashback
—Demonios, ya que había conseguido mi colección completa del poderosísimo Gai viene ese imbecil y destruye Konoha. ¡Te odio Akatsuki!—refunfuño la ex ANBU ayudando en la reparación de Konoha.
Sin embargo, en un descuido dejó caer unas herramientas desde el techo y oyó que le cayó encima a alguien.
—¡Oh, lo siento mucho!—.
La mujer bajó y vio con horror que era Maito Gai que estaba noqueado en el suelo con un gran chichón en la cabeza ya que le cayó todo el estuche.
—¡Señor, despierte! ¡Fue un accidente!—exclamó ella llorando amargamente porque pensó que ya lo había matado.
Afortunadamente para ella, esto no era nada en el caso de Gai ya que no podias hacerle más daño mental a alguien ya dañado. El hombre vio a la hermosa mujer preocupado y se paró al notar que habían herramientas tiradas.
—Señor, ¿se encuentra bien?—preguntó ella curiosa y preocupada.
—No te preocupes, soy tan duro como una roca—alegó el sujeto presumiendo.
—Sí, ya lo he visto—murmuró ella sonrojada pero no fue oída afortunadamente.
—Porque nadie la ayuda a reparar el techo—.
—Ah, no tengo familia. Soy huérfana—explicó ella sin mentir realmente.
—Esta bien, me ofrezco a ayudarle en lo que puedo—declaró el cejudo servicial.
—¿Haría eso por mi?—.
—Sí, me va a servir como ejercicio—.
Flashback fin
—Ese fue el día más feliz de mi vida en ese instante. La persona que más admiraba me ayudaba a construir la casa de mis sueños y así pude estar con él hasta que ocurrió la guerra ninja. No pensé que Gai fuera a venir muy grave a Konoha por usar las 8 Puertas así que fui a verlo cada día y lo cuidé todos los días en su rehabilitación—.
—Así que Gai se fue a vivir contigo después de la guerra. Ya entiendo, que bueno que lo cuidaste—sonrió Kakashi viendo que la fan loca era en realidad una buena persona.
—Por cierto, espero que vayan. A Gai le gusta el nuevo proyecto de zumba y nada le haría más feliz que ustedes lo acompañen—.
—Yo aun no puedo por lo de mi bebé pero Kakashi si puede—mencionó Kahyo su embarazo.
—Bien, pero que no salga en tanga o le meto un rasho láser en el culo—.
Mientras tanto, Yuna había cumplido su castigo que fue leve para su buena suerte y Genji que se tomó en serio su cuidado estaba regañandola.
—Esta vez la libraste, Yuna. La próxima vez no tendrás tanta suerte—suspiró el primo norteño de la chica.
—Pamplinas, esto fue una advertencia. Nadie se mete conmigo y mis amigos, de verdad—.
—Espero que no traten de desquitarse contigo en la clase de defensa personal—.
—Oh si, pero nadie puede con el estilo Uzumaki—sonrió ella muy fanfarrona.
En ese momento, entraba Kanna al salón de clases y tenía en sus manos un volante donde se veía un anuncio muy importante.
—¿Y esto?—quiso saber confundida Yuna.
—Esto es el torneo de artes marciales mágicas interescolar, nos vamos a inscribir—declaró la chica dragona.
—Oh, si. ¡Quiero medir mis habilidades!—exclamó la pelirroja de forma hiperactiva.
—¿Aquí dice que son equipos de 4?—leyó Genji al respecto.
—Shiori nos fue a inscribir y el torneo será dentro de unos días. Su nivel de combate es más que suficiente para entrar—.
—¡Al fin algo interesante va a pasar!—alabó la niña Uzumaki queriendo desquitar su violencia acumulada.
Varios días pasaron y el torneo de las artes marciales infantiles estaba en curso siendo el evento del año ya que por una "extraña" razón los mismos reyes se dieron el lujo de asistir a un evento "x".
—Es raro que haya querido asistir a un torneo de mocosos estirados—mencionó Sora a su majestad.
—Solo vengo por Kanna, Shiori y los primos Uzumaki. No hace falta saber quiénes van a ganar pero quiero ver las humillaciones—alegó el rey.
Por consejos de Riki, los 4 integrantes vestían Gis especiales naranjas típico de un anime de artes marciales y habían bastantes personas ahí apoyando.
—¡Tu puedes Yuna!—apoyó Naruto con una bandera con la cara de su hija chibi.
—¡Genji, demuestra porque eres un genio!—apoyó Karin a su bodoque.
La primera en salir fue Shiori que fue apoyada por su madre que estaba en las grasas con la escuadra de los delincuentes subordinados a ella y la pequeña se sentía algo avergonzada de la exageración en las porras.
Su rival era un joven más alto de ella con 15 años y se le veía bastante engreído aunque no se podía negar que se veía guapo.
—No quisiera lastimar ese lindo rostro, preciosa. Si te gano me gustaría salir contigo…—intentó coquetear el muchacho pero fue interrumpido.
—Piérdete—.
Shiori no estaba pensando en una relación ahora ya que aún era una niña y además quería que su primer amor fuera espontáneo aunque fuera raro como el caso de las norteñas de Yuna y Kanna.
—¡Te vas a arrepentir por haberme ignorado, niña estúpida!—declaró con enojo el contrincante dolido por el rechazo.
El chico golpeó sin piedad a Shiori con puños y patadas pero esta ni siquiera se movía ya que usaba su energía para fortalecer su cuerpo de forma que era dura como un diamante y ni sentía cosquillas.
—¡Largo!—le dio un manotazo la pelirroja sacando violentamente a su contrincante de la arena.
El pobre diablo chocó con la pared y su cara estaba roja del impacto, además de que perdió varias muelas del golpazo de la niña. Todos los espectadores quedaron sorprendidos de esto y Riki animaba más a su hija.
—¡Así se hace, Shiori!—.
La siguiente fue Yuna que quería sacarse todo el coraje acumulado y su rival era un joven de dos metros y medio, musculoso y de aspecto terrible, digno de un hentai de violacion.
—¡Oye, ese no es un niño!—reclamó Hinata en el estrado.
—Sí lo es, ya vimos sus documentos—declaró el árbitro.
—Pero que linda niña, lastima que tengo que arruinar esa carita bonita—mencionó el sujeto gigante.
—No cabe duda que es un estúpido—pensó la chica muy molesta.
La pelirroja de ojos azules comenzó a esquivar finamente los puñetazos toscos y brutos de su rival denotando su herencia Hyuga y ni siquiera se molestaba en usar el Byakugan.
—¡Deja de moverte, enana!—.
—¡Oblígame perro!—.
La chica corrió hacia el sujeto gigante y este trató de golpearlo pero bastó un golpe de palma ligero para hacerlo vomitar sangre y cayó al suelo muy adolorido.
—No tienes posibilidades de ganarme, el destino ha dictado que yo seré la ganadora. Rindete, perdedor—declaró la chiquilla en un tono muy conocido por Hinata.
—Neji, ¿no le has metido cosas a la cabeza de mi hija, verdad?—volteó la peliazul molesta a su primo.
—¡Solo son frases de intimidación, lo juro!—dijo el castaño aterrado.
El gigantesco golem atacó muy colérico a Yuna que sólo se puso en posición de combate y esta se lanzó al contrataque rellenando sus puños de chakra en la técnica de su madre: Los Puños de León.
—¿Cuándo aprendió esa técnica?—volteó a ver Hinata a Naruto.
—Fue antes de que fuéramos a tu mundo—.
—¡Paso Suave : Puño de Meteoro ¡—exclamó la niña lanzando sorpresivamente puños de chakra a distancia en forma de esferas.
—Eso no se lo enseñamos—se levantó Hanabi en shock.
Uno, dos, cuatro, muchos golpes a la velocidad del sonido que pasó en un parpadeo. Para los espectadores fue solo un brillo pero para ojos expertos fueron un montón de golpes de Puño Suave a distancia destrozando a su rival.
—Así que tenias una técnica reservada, querida Yuna. Ya verás cuando llegue mi turno—declaró Genji que tenía sus trucos bajo la manga.
El golem estaba tirado en el suelo echando espuma por la boca y Yuna se iba del lugar sin siquiera haber sudado haciendo sido declarada ganadora.
—Bien hecho, Yuna—dijo Kanna sonriente.
—Pensé que iba a ser más desafiante, creo que somos muy fuertes para ellos, de verdad—mencionó la chica.
—Ahora sigo yo, deséenme suerte—se fue Genji a pelear.
El hijo de Neji y Karin estaba en el sitio y su oponente era una chica bastante fresona en apariencia y es que se veía que era una peleadora de hace tiempo.
—Me tocó con un niño, no tienes nada que hacer aquí—dijo engreída la mujer adolescente.
—Tus palabras no van a intimidarme, señorita. Comience a pelear—declaró calmado el Uzumaki-Hyuga.
En ese instante, la mujer se fue a la carga y en ese instante Genji usó el Byakugan para finalizar el combate.
—¡8 Trigramas: 64 Palmas! ¡1, 2, 4, 8, 16, 32, 64! ¡Paso Suave: Puño de Cometa!—.
De uno de los Puños de León de Neji, este se concentró su energía de forma similar a la fuerza de Tsunade pero más potente y siguiendo la lógica de la técnica de Yuna. La chica quedó estrellada en la pared noqueada y el chico ni siquiera se molestó en ver.
—¡Genji, eres el mejor!—dijo Yuna con corazones en los ojos.
—Tranquila, Toretta—le comentó Shiori con una cara de molestia.
—¡Ese es mi bebé!—exclamó Karin feliz.
—Ja, tenía que ser mi hijo—admitió Neji que tenía su genio.
—Aquí es donde entro yo—se fue Kanna a su pelea.
La diosa dragona tenía un rival bastante peculiar: Un joven de aspecto maduro que le recordaba a su padre que le hizo tener problemas de concentración.
—No, aléjate de mi Complejo de Electra—maldijo la dragona.
—¿Qué le pasa a Kanna?—preguntó Yuna a Shiori.
—Ese niño me recuerda vagamente al señor Ryoku por su porte, Kanna le cuesta ignorar esos detalles—.
La niña dragón estaba en pose de pelea y el chico se le acercaba de forma caballerosa a ella quedando aun más desconcertada todavía.
—Espero que tengamos un buen duelo, milady—asintió el chico de manera muy formal.
—No puedo hacerlo, no puedo golpearlo. Es tan lindo así—maldecía la chica albina.
Sin embargo, esto era una charada de parte del peleador que era un especialista en disfrazarse y consiguió datos de sus rivales encontrando la debilidad de la dragona para usarlo a su favor. Kanna no sabia que hacer y volteó a ver a su padre Ryoku que la apoyaba pero notó que Tsukiko estaba a su lado coqueteando con él y todo ese lapsus de amor incestuoso se transformó en odio puro pasajero que generó que sus dudas se disiparan.
—¡Te odio, te odio, te odio!—gritó ella sacando su aura de rayo y sus cabellos parecían los de un Super Saiyayin.
—¿Nani?—balbuceó el rival desprevenido.
Ella le dio un golpe que lo tumbó feo y en el aire comenzó a lanzar ondas de poder electrificado mientras daba gritos de guerra como berserker, haciendo que el lugar temblara.
—¡Te odio, te odio, te odio!—seguía ella desquitándose.
—¡Kanna, ya para! ¡Ya ganaste!—intentó reprimir Ryoku como podía pero su hija estaba poseída por odio draconiano.
—Oh oh, ya la cagaste Ryoku—advirtió Shiro a su amigo.
—¡¿Yo que hice?!—.
—¿No le has puesto suficiente atención a tu dragona, verdad? Ellos se ponen muy sensibles si tienen celos en su corazón—explicó el rey a su general.
—¿Y los dragones como Chimuelo que son salvajes?—preguntó Riki hablando del tema.
—Ellos son diferentes, son como los demás animales. El problema son los dragones humanos como ella que son muy celosos de sus cosas sin antes pedir permiso—.
Kanna terminó la pelea yéndose del lugar llorando y sus amigos fueron a consolarla a los vestidores, siendo este un tema muy delicado que había que tratar más tarde.
—Pensé que los Hyuga eran norteños pero esta niña esta a otro nivel—mencionó Kushina divertida ante esto.
—¡No somos norteños, fierro!—reclamaron los Hyuga aludidos en el lugar.
El torneo terminó y varios equipos avanzaron dentro de un mes a la siguiente ronda para desafiar a rivales más poderosos con un buen premio a quien llegara en el primer lugar que no se sabía que era.
—Bueno, eso fue muy divertido. Tienes que consolar a Kanna, y no va a ser bonito—se fue riendo el rey.
—¡¿Cómo se consuela a un dragón enojado?!—.
—Sí te lo digo, va a venir por mi el FBI—.
—¡No me jodas!—.
Esa noche, Ryoku intentó hablar con Kanna al respecto pero ella se veía muy molesta por ello e intentó tocarla.
—Kanna, hablemos de esto—.
—Padre, es ella o yo. No puedes hacer tratos así de la nada con otra diosa sin consultarme—le advirtió la chica.
—Mi amor, solo te veo como una hija. Ese fue el deseo que te pedí cuando te creé, nada va a cambiar lo que siento por ti más que fraternidad—.
—¿Esa es tu decisión, verdad?—.
—Sí, Kanna—.
En ese instante, el cabello, ojos y piel de la dragona cambiaron de color repentinamente dándole un aspecto más rebelde y se le había ido su encanto kawaii.
—Señor Ryoku, entonces deje de tratarme como hija. Nuestra naturaleza es muy distinta a la de los humanos, con eso que me dijo acaba de llenar mis esferas del dragón de energía muy negativa—declaró ella más vacía en sus emociones.
—Kanna, ¿Qué te ocurre?—.
—Regla de contrato: Antes de recibir el amor de otra diosa, debes pasar por mi autorización como la diosa dragona guardiana. La violación a la regla se cancela el contrato entre nosotros—reveló la dragona rompiendo un papel.
Esto había hecho que Ryoku sintiera un descenso abrupto en su nivel de poder y ella creció bastante hasta convertirse en adulta.
—¡¿Qué demonios?!—.
—Iré a dormir fuera, ya no soy una diosa dragón sino una dragón demoníaca. No me busques, firma el contrato con Tsukiko y yo buscaré un nuevo paladín dragón—fueron la últimas palabras de Kanna antes de irse volando.
La dragona fue directo al palacio del rey a reportar su deserción y Shiro había sentido que el poder de Ryoku disminuyó ya que Kanna había roto ese contrato con él.
—Lamento lo que ocurrió, le advertí de eso—mencionó el rey de esto.
—Kanna, debes hacer un nuevo contrato. No debes andar sin un caballero dragón—comentó la dragona Tío que estaba siempre velando en las sombras a su creador.
—Eso deseo, pero no hay nadie digno de mi poder. Ryoku era sin duda perfecto pero Tsukiko me venció en encanto—.
—Yo creo que te rendiste rápido, mira ese cuerpazo que tienes ahora. Fácilmente podrías seducir a tu antiguo amo y rehacer ese lazo—.
—¿Se puede eso? Aunque pudiera, Ryoku solo me ve como una niña inocente, hace años que perdí mi inocencia. Nací como una niña y tengo mi mente de adulta, esta es mi verdadera forma negativa pero a él le gustan las lolis—declaró la dragona.
—Yo prefiero mi forma malvada, me da un toque sexy. Creo que a ti te va lo kawaii, deberías volver con Ryoku—le sugirió la dragona.
—Aunque vuelva, quiero darle una lección a ese sinvergüenza. Ryoku es mío, pero nadie hiere el corazón de una diosa dragona sin pagar un precio—declaró la chica en un tono muy seco que haría temblar de miedo a muchos.
En ese momento, Shiro le entregó un pergamino y Kanna miró muy interesada esto, sintiendo que esto era perfecto para su plan malvado. Más tarde, se veía a la dragona llegando a la casa de Shiori con unas cosas en la mano y está notó que había huido de su reino por el día de hoy.
—¿Puedo quedarme contigo hoy? No quiero ver a mi padre hoy—.
—¡¿Qué demonios te pasó?!—exclamó Shiori al ver los graves cambios que sufrió.
—Te diré después, estoy muy cansada—.
Shiori notó que el cabello de Kanna era negro, sus ojos eran rojo sangre, y su piel era morena, además de que era condenadamente sexy y eso expresaba mejor su etapa rebelde sin duda según advertencias de lo que aprendió de esa raza.
—Pasa, Yuna y Genji están dentro. Podemos hacer una pijamada—.
Los Uzumaki-Hyuga notaron el cambio repentino en la apariencia de su amiga y se les explicó que en su etapa de pubertad al tener sentimientos negativos los dragones cambiaban de color.
—¿Es permanente?—preguntó Genji viendo eso.
—No, es temporal—.
—Mejor no hablemos del tema, estoy muy enojada y quiero olvidarme de los malos ratos. ¿Tienen bocadillos?—.
—Sí—.
Después de un rato, todo esto se había vuelto aburrido y ya habían jugado la enorme tanda de videojuegos que Shiori tenía en casa así que estaban ideando que hacer.
—¿Qué vamos a hacer? Ya me aburrí—bostezó Genji.
—Podemos darnos de besos entre primos—sugirió Yuna.
—¿Eh?—volteó a ver el chico a la niña.
—Que diga, podemos ir a hacer bromas al reino—.
—Mi mamá no quiere que salga tan tarde—suspiró Shiori al respecto.
—¿Qué tal si hacemos un viajecito secreto?—sugirió malvadamente Kanna.
—Espera, no podemos viajar así sin más a otra dimensión. Apenas sobrevivimos la última vez que fuimos a uno de esos viajes—dijo la heredera Kitsune.
—Recuerda que puedo conceder deseos y ahora con mi enojo se volvieron más poderosos. Puedo llevarlos y regresarlos de un mundo seguro y libre de caos—.
—Ahora que lo dices, quisiera conocer Konoha cuando mis padres eran niños. Me han contado de que era muy diferente antes de la guerra ninja—admitió Yuna trayendo el tema.
—¿Y si nos reconocen?—dijo Genji no muy aceptando la sugerencia.
—No creo, nadie nos relacionaría. Pidan el deseo y yo hago el resto—preparó Kanna su energía.
—¡Deseo ir a la época donde mis papis eran niños!—dijo de una vez Yuna.
—Concedido—.
En ese momento, Riki entraba con galletitas para los niños y sonriendo cuando vio que los niños desaparecieron en un agujero de gusano aterrada.
—¡¿Qué demonios?!—.
Riki después de tres infartos en marcha y una parálisis facial completa se fue a presionar la alarma para reunión de emergencia y los generales sabiendo que por lo común ella no hacía esas cosas fueron a ver que ocurria para notar que a la pobre Miko le dio sindrome de Alejandria.
—¡¿Por qué tu cabello se volvió blanco?!—exclamó Ryoku aterrado.
—¡Esto es es tu culpa, tu hija no está bien de la cabeza!—empezó a ahorcar la ahora albina furiosa.
—Cálmate, explícanos que ocurrió—.
Después de varios chanclazos a Ryoku, la mujer explicó a los generales que ocurrió y esto era un grave problema ya que si algo les pasaba a Yuna y Genji, tendrían repercusiones y además podían cambiar el equilibrio de alguna dimensión.
—Tenemos que ir a rescatarlos, avisemos a Shiro—intentó ir Nageru pero fue detenido por Ryoku.
—¡¿Sabes que me va a hacer si se entera que fue por lo de Kanna?! ¡No quiero volver a repetir el último castigo!—le advirtió el General Dragón.
—Para empezar como vamos a saber a donde viajaron—dijo ahora Riki muy preocupada.
—Dejenmelo a mi, saluden al Agujero de Gusano Portátil—mostró el sujeto sacando un aparato de sus bolsillos.
—¿Desde cuando eres Doraemon?—.
—Cállate, con esto iremos en la misma ruta que fueron esos niños traviesos. Los agujeros de gusanos dejan marca así que esto va a funcionar—explicó el General Mecha a todos.
—Me gusta, ¡vamos por esos niños traviesos ahora!—.
Continuará…
