Crisis en Tierras Infinitas Naruhina
Capítulo 12 Reacomodo de inmigrantes
Shiro estaba bastante ocupado con la mudanza y había decidido que iba a crear un lugar nuevo: El reino ninja. En esa dimensión predominaban los caballeros y otra clase de guerreros pero necesitaría escuadrones de infiltración para lo que los ninjas eran los mejores en esa área.
—Pasen aquí para registrarse, con cuidado—decía Kakashi que fue renombrado ahora el Sexto Hokage por su mejor experiencia.
—Los ninjas de cada aldea natal deben separarse en grupos—mencionó Hageshi que era el nuevo encargado arriba de los que serían los nuevos Kages.
Ahora ya no habrían más aldeas ninjas separadas sino que se sería una especie de Unión Soviética Shinobi con 5 a la cabeza en una especie de mesa cuadrada y Hageshi tomaría una decisión compartida.
—¿Kakashi?—se vio a una mujer en shock al ver al ex ninja del Sharingan.
—¿Rin, eres tú?—dijo muy perplejo el peliplateado.
—¡¿Cómo es que estás vivo?! Creí que moriste en las primeras olas de los monstruos—mencionó la castaña muy feliz de verlo.
—No soy ese Kakashi, soy de otro mundo muy diferente. En mi mundo tú estas muerta—le respondió el sujeto.
—Ya veo, por cierto. Obito esta cerca de aquí—.
Por lo que parecía Rin no era tan mayor como debería ser, siendo quizás de unos 17 o 18 años aparentes, cuando debería tener cerca de los 30.
—Perdona que lo diga pero no pareces tan mayor—.
—Bueno, yo si morí por ese incidente con los de la Niebla pero Naruto y Hinata antes de morir me revivieron para chantajear a Obito. Bueno, esa es historia antigua—.
Después de unos minutos, el antiguo Equipo 7 se vieron las caras otra vez y el ex Akatsuki vio como ese Kakashi era algo mayor de lo que recordaba pero sin duda más fuerte que antes. Una diferencia es que el Sharingan que era suyo ya no estaba, por lo que algo debió ocurrir para perderlo.
—Obito, es un gusto verte vivo—saludó el ninja de cabello de plata.
—Así que el rumor de otros mundos era real—dijo el Uchiha sonriendo.
—Tienes tus dos ojos—.
—Te vi morir en las primeras olas y antes de eso, logré capturar mi ojo perdido. Incluso esos monstruos no son capaces de evadir el Kamui—.
El trio estaba en platica cuando Genbu llegó a la zona para avisar algo al Hatake sobre algo muy importante de su esposa.
—Lord Hokage, la señora Hatake quiere pañales y leche para el bebé así que no tardes mucho—le avisó la amante autoproclamada de Gai.
—Ya veo, iré en un rato—.
—¡¿Eres casado?!—exclamó Rin en shock.
—Ah si, se me olvidó decirles. Estoy casado desde hace un tiempo y acabo de ser padre—.
—¿Quién diría que Kakashi se interesaría en una mujer? Estuve seguro que te quedarías con Gai—mencionó Obito al respecto.
—¿Por qué todos haces esa broma tan de mal gusto?—murmuró el enmascarado.
—Ni siquiera yo pude ser tu novia, ¿Cómo es que ella te gustó?—quiso saber la castaña por puro morbo.
—Bueno, creo que podría decir que es mi alma gemela. Según los dueños de los reinos, estoy destinado a conocerla tarde o temprano—alegó el hombre de cabello plata.
—Hasta Gai se sorprendió de ver que Kakashi ya era padre—alegó la ex enfermera.
—¿Gai está aquí?—.
—Ahí viene—.
El cejudo venía huyendo de algo en específico y se escondió detrás de Genbu solo para notar que venían un montón de mujeres que querían un autógrafo de Maito Gai.
—¿A dónde se fue el papucho de Gai?—preguntó una de las fangirls.
—Se fue al reino tortuga—respondió la ex enfermera.
—Gracias—.
El grupo de bulliciosas se fue y el hombre salió de su escondite con mucho miedo de las mujeres de ese mundo.
—Soy tan juvenil que esas víboras quieren algo de mi—murmuró cansado el sujeto.
—¡¿Cómo es posible que Gai tenga un club de fans?! Me la creo de Kakashi pero no de… ¡Es Gai por el amor de los dioses!—señaló Rin ante esa situación.
—Lo que pasa es que esas mujeres son ancianas realmente, pero en este reino no envejeces. Si nos ajustamos a sus estándares de belleza, Gai es el pináculo de masculinidad, o eso me explicaron—declaró Genbu sobre ello.
Mientras ellos seguían en su conversación, Karui y Omoi caminaban en un lado de la fila destinada a la zona denominada Rap Group que en si era muy racista pero no iban a quejarse.
—Karui, Omoi, vengan aquí—los nombraron una voz conocida.
—¿Samui?—voltearon a ver a la rubia que estaba vestida ahora en un estilo militar.
—Me alegra de verlos—saludó ahora Mabui.
—Yugito también está aquí, solo faltaría Bee sensei. Está detenido por andar rapeando—contó Omoi sobre ello.
—Bee sensei está vivo, ¿creí que los monstruos se lo habían comido?—.
—Devoraron uno de sus brazos en las olas pero logró sobrevivir a duras penas. El señor A sí murió—explicó la pelirroja morena.
—Debo ir a pagar la fianza del señor Bee. Aún sigue siendo el hermano del fallecido Raikage y debo pagar mi deuda. Por cierto, el rap está prohibido en este reino, excepto en las zonas especiales para ello—explicó la ex secretaria del Raikage.
—¿Por qué?—quiso saber Omoi.
—Para que la población de hombres como Bee sensei no se propague. Además existe el reggaeton que se paga con pena de muerte—alegó Yugito al respecto.
Luego de eso, Riki se tomó varios días libres ya que el enfrentamiento titanico con papeleo sama fue brutal y sus manitas quedaron peor que anciano con artritis.
—Ahora sí se pasaron con el castigo—lloró la general molesta.
—Eso te pasa por andar destruyendo universos—comentó Inari divertida.
—Todo por culpa de Shiori y esos niños traviesos, me llevé la peor parte. Lo único bueno de esto es que mi proyecto de fusión Uzumaki-Hyuga se hizo más grande. Trajeron muchos Uzumakis y Hyuga de esos mundos—.
—¿Y ahora que vas a hacer?—preguntó la diosa.
—Ahora haré mi parte, reuniré a mis esclavos digo asociados directos—.
—¿Ya tienes una lista?—.
—Así es, en cuanto mis manitas duelan menos iré de viaje. Es hora de cazar miembros de mi club privado kitsune—.
—Me gusta. Por cierto, Shiori parece que va a comenzar a reclutar también su propio equipo para el futuro—.
—Estaría bien, ella debe aprende a liderar su equipo como futura general Kumiho—determinó la pelirroja.
En otro lado, se veía a Hiashi Hyuga de la dimensión Renegados conociendo a sus nietos y Hinata estaba bastante sorprendida de que en la dimensión de la que rescataron a los ninjas su padre actuaba muy diferente de lo normal.
—¡Abuelo Hiashi, ya dejé de abrazarme!—corría Boruto para que el castaño no lo alcanzara.
—Que raro, no es un padre violento o frío—murmuró Hinata a su marido.
—Te llamas Himawari, ¿verdad?—le preguntó Minato a su nieta peliazul.
—Si—.
—¿Quién es tu abuelo favorito?—preguntó Kushina con esperanza de ser la elegida.
—¡El abuelo Hiashi!—señaló la niña.
—¡Gané!—celebró el hombre cargando a su nieta adorada.
—En realidad, el abuelo Hiashi es el único que conocemos de toda la vida. En nuestro mundo, él es el que sigue vivo—explicó Boruto a su madre.
—Ya veo, es que aún no me acostumbro a esa faceta de tu abuelo—admitió Hinata que incluso su padre tenía una esperanza de cambiar para bien con el tiempo.
Los niños se fueron a jugar y los adultos se quedaron a charlar de varias cosas que tenían que conocer unos de otros para evitar confusiones de líneas de tiempo.
—Entonces dejamos algo en claro: Aquí todos fuimos buenas personas o aprendimos de nuestros errores, así que no debe haber rencillas. ¿De acuerdo?—les dijo el rubio Uzumaki a todos.
—De acuerdo—asintieron el grupo.
—Ahora hay que enlistar cosas que no existen en nuestros mundos que aquí sí. Por ejemplo, Yuna es una existencia de mi mundo y soy mayor de lo usual junto a mi madre—.
—Para que lo sepan, según los informes debería tener al menos algo más de 60 años pero la verdad es que tengo más de 80 en mi universo—les dijo Kushina a todos.
—Vieja sabrosa—respondió Hanamei relamiendose los labios.
—¿Qué dijiste?—volteó a ver Hinata en shock.
—Ay, que distraída. Me confundí—.
—Ejem, como sea. Del mundo donde viene Hinata ella es 6 años mayor y Sakura es su peor enemiga. Además fue líder de los Hyuga por un buen tiempo antes de su masacre por Sakura Otsutsuki—les dio a saber Naruto a todos de nuevo.
—Además tengo las memorias de mi otro yo en el mundo de Naruto. Ahí mi madre estaba enamorada de Naruto y mi padre murió porque se lo merecía. Era un abusivo violento—les dio a saber la peliazul a los demás.
—¿Qué tan horrible fui?—preguntó el castaño a su hija.
—Sep—.
—Ay, que mal. Te lo dejo en claro, no me interesa Naruto. Yo fui la madre adoptiva de Naruto después de sus padres lo descuidaron por su hermana gemela. Por cierto, ¿Dónde esta Mito? No la veo—.
En el mundo de Renegados, había otra hija de Minato y Kushina que llamaron Mito y ella estaba en el hospital porque antes de venir a ese mundo resultó muy malherida, por lo que fue intervenida apenas llegó ahí.
—Ya veo, espero que se recupere pronto. Vamos a ir a verla lo más pronto posible—mencionó Hanamei preocupada.
—Que sorpresa, siempre quise una niña. No sé qué tan bien la crié pero me preocupa un poco ya que mi otro yo era pésima madre—expresó Kushina su preocupación.
—Ya es tarde para lamentarse pero vamos a llevarnos bien todos. ¿Algo que tengamos que agregar?—preguntó Naruto al resto del grupo.
—Soy bisexual y tengo mi pequeño harén—alzó la mano la madre de Hinata.
—¡¿Qué?!—voltearon a ver todos a la peliazul.
—Por lo que vi, solo mi mundo tiene una peculiaridad como ustedes dicen. Resulta que las princesas Hyuga de mi universo deben tener un hombre y una mujer de amantes, o sino morirán de corazón roto—explicó a detalle la mujer.
—¡Eres una gran pervertida!—reclamó Hinata sonrojada.
—Es eso o que seas el doble de pervertida de lo normal con tu esposo. Ese es más tu caso, mi hija de mi universo tenía aparte de Naruto a una de las jinchurikis como amante femenina. Sería un problema si estuviera viva—.
Hinata estaba pálida de que otra versión suya era bisexual y ahora que lo pensaba si tenía ese fetiche grave con Naruto cuando se transformaba en "Naruko". Quizás era tan pervertida como esta versión de su madre en cierto sentido pero no le iba a dar el gusto de que lo supiera.
—Oh si—se imaginó Naruto el yuri.
—¡Naruto, ni se te ocurra!—regañó molesta la Hyuga.
—Uf, eso sí es de gansters como dijeran la chaviza—murmuró sonrojada Kushina al saber esta información.
—Por cierto, para que no digan que no se los advertí. Aparte de tu padre, mis amantes son el tío Hizashi y Kannamei—.
—¡¿Por qué los padres de Neji?! ¡Le va a dar un infarto al pobre!—exclamó Hinata en shock.
—¡¿Cómo que mis tíos son tus amantes?!—llegó Hanabi al lugar oyendo todo.
—Ah si, es que soy una gran pervertida. Y no te quejes mucho, que ya sé tus ondas norteñas—le advirtió la peliazul mayor a su hija menor.
—¡No soy norteña, fierro!—.
—¡¿Cómo que eres norteña?!—exclamó el pobre Hiashi queriendo que su hija no adaptara ese camino.
—¡Solo quiero mucho a mis nuevos sobrinos! ¡No es que me los quiera llevar a la cama!—alegó la castaña muy ofendida.
—Así me dijo tu papá y termine con dos hijas—respondió Hanamei sobre ello.
—Pst, Kushina. Ahora si tengo miedo de como vayan a salir nuestros nietos, los Hyuga son muy excéntricos en su sexualidad—susurró Minato temiendo algo con los niños.
—Demasiado tarde, Yuna está obsesionada con Genji—les dijo Naruto a su padre.
—Lo que me temía—.
—Por cierto, una última cosita que revelar. Ustedes dos fueron mis novios cuando eramos adolescentes, vaya que fueron buenos tiempos—les confesó Hanamei divertida.
—¡Noooooo, ya entendí el porqué me dijiste vieja sabrosa!—reclamó la pelirroja furiosa.
—Oye si—se imaginó Minato el yuri.
—¡Ni se te ocurra, tonto!—volteó a ver la Uzumaki con furia a su esposo.
En el hospital, alguien abría los ojos y era una chica muy parecida a Naruto Uzumaki pero tenía algunas grandes diferencias aparte de ser mujer. Su piel era blanca como la de Kushina y su corte de cabello antes largo ahora era estilo Bob con unos mechones rebeldes clásicos de Minato.
—Miren, ya despertó—señaló Himawari curiosa.
—¿Quienes son ustedes? ¿Qué pasó con la alianza? ¿Y los monstruos?—preguntó la pelirroja mayor exaltada.
—Ya no hay monstruos—comentó Boruto al respecto.
La Uzumaki se levantó y viéndolos bien todos eran muy parecidos en facciones a ella. Una de ellas era una calca de su madre Kushina que en pedazos descanse y los otros dos se parecian muchísimo a ella o más bien a su hermano mayor muerto.
—Parece un hospital de lujo, creí que todo había sido destruido. ¿Dónde demonios estoy?—preguntó la mujer.
—Estamos en el Reino de los Kitsunes. Ahí el nuevo clan Uzumaki está reorganizandose—declaró Yuna en tono más formal.
—¿Como que nuevo clan Uzumaki? Los únicos Uzumakis vivos somos yo y el emo de Nagato. No digan mentiras de mal gusto—respondió ella molesta.
—Sí no fuera Uzumaki, no podría hacer esto—le mostró la niña Uzumaki pelirroja usando una cadena morada de su espalda dejando en shock a la mujer.
Esa cadena era una auténtica versión Uzumaki que nadie de otro clan podía replicar con tal exactitud y eso la hizo recordar que esas marcas en las mejillas eran propias de Kurama como en su caso.
—¿Cómo es que se llaman?—.
—Yo soy Boruto Uzumaki—.
—Himawari Uzumaki—.
—Yuna Uzumaki—.
—¿Son hermanos?—.
—Asi es, nuestros padres son Naruto Uzumaki y Hinata Uzumaki—dijo Hima siendo un lapsus brutus de imprudencia.
—¡No debías decir eso aún!—regañó el rubio a su hermana.
—Eso es imposible, Naruto y Hinata murieron. Además no tienen edad para ser sus hijos, apenas fallecieron hace 4 años—dijo incrédula la mujer.
—Eso fue en tu mundo, nosotros somos de otro futuro—explicó Yuna al respecto.
—¿Otro futuro? ¿Me estas diciendo que existe el multiverso?—.
Aunque Yuna se parecía más a Kushina excepto por esos ojos azules que recordaban a un Byakugan, lo que estaba convenciendo a Mito era sin duda el enorme parecido de Boruto a su hermano mayor y ni decir del cabello azul de Himawari que delataba que era de parte de los Hyuga, pero quería más pruebas de antemano.
—¿Díganme algo que me haga creer que son auténticos hijos de Naruto?—.
—Hmmmm, no se como haya sido papá en tu mundo—expuso eso Boruto que era el más listo de los hermanos.
—Hmmm, bueno. Tienes un buen punto, realmente no pude convivir con mi hermano por problemas familiares—recordó la pelirroja mayor ese dilema.
Luego de eso, llegó Riki que desempeñaba como doctora de los Uzumaki en su tiempo libre y atendió gustosa a la hermana gemela de Naruto y que para la buena suerte de la general era pelirroja.
—Buenos días, me llamo Riki Senryaku y soy la capataz del reino Kitsune donde el nuevo clan Uzumaki vive. Sé que tienes muchas preguntas pero te diré algo rápido: Los pocos sobrevivientes de tu mundo fueron evacuados a nuestro reino y ahora vivirán por toda la eternidad aquí ya que no hay un lugar al que puedan regresar—explicó la mujer de forma diplomática.
—Demonios, entonces perdimos nuestro planeta. Aunque ya sabía que ya no había nada que hacer, no íbamos a sobrevivir con esos recuerdos tan limitados—murmuró cansada la Uzumaki.
—Estabas muy malherida pero atendimos tu cuerpo dañado. Ahora estarás bien—.
—Tengo una pregunta, si estos niños son hijos de Naruto y Hinata, significa que sus padres están aquí—le comentó Mito curiosa.
—Así es pero no son los mismos que conociste, ellos son mayores de 40 años y vienen de otro mundo muy diferente—explicó a detalle la general.
—¿Mis padres están aquí también?—.
—Sí, ya les informamos pero también son de otro mundo. Aún así estarán felices que tenerte aquí, después de todo son familia—.
Aunque Mito estaba deprimida, logró un propósito en su vida: Salvaguardar lo poco que le quedaba de esa masacre en cadena. Ahora lo que tenía que hacer era volver a iniciar desde cero y conocer a sus nuevo hermano mayor y nuevos padres que quizás fueran más amorosos y mucho menos disfuncionales.
—Una pregunta, Neji esta vivo también, ¿verdad?—quiso saber la Uzumaki ansiosa.
—Sí, pero tuvo un hijo con la tía Karin—reveló Yuna sonriente.
—¡Esa zorra trepadora también me robó a mi Neji, yo si la mato!—se paró la pelirroja furiosa apenas siendo detenida.
—¡No hagas una estupidez! ¡No es el mismo Neji!—le advirtió la general.
—¡No es justo, quería reiniciar mi relación con mi ex pero esa estúpida me lo ganó otra vez! ¡¿Por qué me persigue la desgracia?!—
En otro lado, Shiro veía todo lo sucedido conforme los resultados y en ese instante llegó Honoka a su estrado para que esta le diera informes del clan Uzumaki en progreso.
—¿Cómo va la mudanza de los nuevos inquilinos?—.
—De maravilla, ahora si estoy convencida de que el clan Uzumaki renacerá de sus cenizas—declaró la mujer muy feliz.
—Te dije que cumplo mis promesas tarde o temprano—.
—Gracias, mi señor—asintió la maid muy agradecida.
—No te preocupes, estarán en buenas manos. Le encargué a Riki el cuidado del clan como la patrona divina de ellos—.
Honoka antes creía que el trato con Shiro implicaba tener sexo con él a cambio de favores siendo igual a la mera prostitución pero jamás la había tocado desde que era su maid. Únicamente había tenido un evento donde se bañaron en trajes de baño en jacuzzi pero hasta ahí llegaron.
—¿No va a cumplir su parte del trato?—.
—¿Qué trato?—.
—Ya sabe, si cuidaba de mi clan y lo hacia crecer iba a ser suya en cuerpo y alma—declaró la pelirroja.
—Ah, eso. Es que me quise lucir como un dios algo maligno pero no me sale del todo bien—admitió Shiro avergonzado.
—¿Ósea que no va a obligarme a tener relaciones sexuales?—.
—No si no lo deseas. Ayame lo desea de vez en cuando porque le perdió el miedo, Natsu aún no se anima del todo ya que en el fondo es una doncella y ni de hablar de ti. Mejor dejemos que todo sea más natural, estaremos vivos para toda la eternidad—alegó el rey que le dio a entender que podía irse con mucha calma.
—Ya veo—.
—Además te puedes marchar si lo deseas, no te obligó a quedarte. Riki te va a reacomodar en el clan Uzumaki—le comentó Shiro.
—No, no lo deseo. Natsu y Ayame son mis kohai y pasamos mucho juntas. Además me agrada tenerlo de jefe, de veritas—dejó salir ella un tic verbal para aclarar que estaba feliz.
Algo lejos de ahí, Riki vigilaba que tanto Natsu como Honoka se salieran del servicio de maids para así armar su plan malvado de emparejarlas con otros hombres pero no había ninguna seña de que ellas quisieran desertar.
—Ay demonios, creo que subestimé el encanto de Shiro—murmuró la general.
—"Por cierto, Honoka. Ayúdame a buscar si hay micrófonos, creo que Riki me espía"—se oyó al rey en el aparato y la general lo apagó porque sabía que fue descubierta.
—Rayos—.
Como tal, Honoka fue nombrada como la embajadora del clan Uzumaki con el rey ya que a veces Riki no podía ser confiable y definitivamente siempre tramaba algo a sus espaldas, por lo que aparte de un nuevo líder de clan que era Kushina en este momento, también habría alguien que sería la voz ante los gobernadores.
—Cada una ha hecho un buen trabajo en el palacio. Se ve que se han llegado lejos—las felicitó Sora.
—Gracias—asintieron el trio de maids.
—¿Alguna queja con los Uzumaki?—preguntó la albina a Honoka.
—Bueno, quieren una tienda de ramen en el reino Kitsune. Es que los zorros de pacotilla tienen monopolizado el kitsune udon y no desean competencia—explicó la maid pelirroja.
—Entonces diles que habrá ramen kitsune. Es una orden del rey, si no hacen caso voy a inaugurar cacería de zorros de forma deportiva—.
—Entendido—.
—¿Alguna queja de los Hyuga?—.
—Quieren carne asada, cervezas Carta Blanca y música banda, fierro—alegó la ojiperla maid en tono muy vaquero.
—Se están pasando de norteños, de ese departamento está encargado Ryoku. ¿Los Uchiha tienen problemas, Ayame?—.
—Bueno, siguen emos como siempre pero no causan problemas. Itachi fue llevado al psicólogo para que no se le ocurra hacer otra masacre digna de estudiantes antisociales gringos—declaró la castaña.
—Que bien, ¿y Sasuke?—.
—También, necesitamos curar su leve tendencia gay hacia Naruto—.
—Estoy de acuerdo—.
Las maids de verdad estaban bastante ocupadas ahora que los ninjas fundaban el nuevo reino Shinobi y platicaban de ese asunto.
—¿Van a cumplir su promesa con Shiro?—preguntó Honoka a sus kohai.
—Yo ya soy su amante, pero no me acostumbro. No es que no me guste, solo que me da pena que me vea en mi modo masoquista—admitió Ayame apenada.
—Aún no sé, no es que aprecie su buena fe pero quiero al menos una cita—alegó Natsu al respecto.
—Yo ya tuve una cita—les comentó la castaña.
—¿Qué?—la voltearon a ver.
—¿Creyeron que solo dejó que me toque? Obviamente una relación requiere algo de coqueteo ligero—.
—Hmmmm, desde cuando Ayame se hizo tan madura—murmuró Honoka que aún era virgen a sus casi 80 años.
—Es oficial, haré mi auditoria para tener una cita—se levantó Natsu.
—Yo solo lo voy a hacer, no es que me interese—dijo Honoka sin estar segura ya que era una anciana conservadora en el fondo.
Los Uchiha establecían una nueva policía militar y los hermanos Itachi y Sasuke se estaban sintiendo orgullosos de que reharían el clan de acuerdo a sus nuevas ideologías.
—Ojalá nuestros padres estuvieran aquí—mencionó Sasuke notando que ellos no fueron reclutados aún en otro mundo.
—Es verdad, ¿Cómo podríamos ir por ellos?—quiso saber el ex Akatsuki interesado.
—Solo hay una forma de saber… ¡Shiori, ofertas de peluches al 60%!—gritó Sarada al aire.
—¡¿Dónde?!—apareció de la nada la miko adolescente.
—Lo siento, no hay peluches—.
—¡Me engañaste!—.
—Sí, sí, como sea. ¿Cómo podríamos reclutar a mis abuelos? Soy la única que quedó sin abuelos—mencionó la pelinegra.
—Oh, esa es una excelente pregunta—.
Shiori estaba pensando alguna manera de hacer un salto dimensional pero sería muy difícil por una sencilla razón: Raramente hay mundos donde los abuelos de Sarada sobreviven.
—Solo nos queda esperar una misión de ir en alguna línea temporal a punto de morir y tener mucha suerte. Si nos volvemos a ir así, nos meteremos en un lío—suspiró Shiori.
—Demonios, lo intentamos—suspiró la chica de lentes.
Sarada se lamentaba de no haber podido traer a los abuelos de su mundo que si habían podido revivir pero todo se reseteó por culpa de la madre de Shiori y los padres de Boruto que ocasionaron la explosión espacio-tiempo.
En otro lado, Shizuka ayudaba a Gaara a salir del hospital y ahora se mudarían al reino de los tanukis por órdenes específicas del rey. Antes el pelirrojo era apoyado por Matsuri que era su novia pero por desgracia murió en las primeras olas y desde entonces la princesa amazona era la nueva escolta del jinchuriki del Shukaku.
—No tienes que cuidarme ahora en este mundo—le comentó el hombre muy tranquilo.
—Soy tu guardaespaldas, no me quites mi propósito de vivir. Además mi linaje de guerrera no me permite retractarme de mis ideales—alegó la pelinegra sonriente.
La verdad es que Shizuka se enamoró de Gaara desde hace no mucho tiempo y fue algo que nació en ella poco a poco. Esto se intensificó cuando la novia del jinchuriki murió y destrozó a su protegido de forma que aseguraría que su corazón no se dañara más.
—Lo que me hace feliz es que mi madre esté viva—admitió el joven muy contento.
Sora había llegado para informar de que dentro del cuerpo de Gaara existía aún el alma completa de Karura, lo que permitía usar el Elemento Imán para controlar la arena sin necesidad del Shukaku.
Flashback
—¿Va a revivir a mi madre?—preguntó consternada Temari que visitó a su hermano junto a Kankuro.
—Así es, no tengo ADN ahora mismo pero iré a una línea temporal infiltrada. Tomaré muestras de su cuerpo y así clonaré a su madre, y luego insertaré esa alma para que pueda habitarlo con todos sus recuerdos—explicó a detalle la asistente de los reyes.
—Esto será bueno—murmuró Kankuro muy sorprendido.
—Es una excelente noticia, Gaara—dijo Shizuka a su mejor amigo.
Flashback fin
Justo en estos momentos, las muestras de ADN de la mujer estaba siendo analizado, corregido y luego mejorado en lo que se pudiera con el fin de hacer mejores resultados. El cuerpo de Karura sería preparado en unos días para así regresar a la vida.
—Vamos a hacer una fiesta cuando tu mami regrese contigo. Comeremos pastel y así recuperarán el tiempo perdido—le sonrió la chica de forma muy maternal.
—Gracias por ser una buena amiga, aprecio lo mucho que me has cuidado—sonrió el pelirrojo muy contento por la compañía de la amazona.
Para Gaara, la compañía de la pelinegra era sin duda lo mejor y fue lo que hizo tolerar la muerte de su novia que en paz descanse. Nunca iba a sacar de su corazón a Matsuri pero tampoco iba a cerrar las posibilidades de rehacer su vida como ella hubiese querido.
—Me gustas mucho—dijo de la nada el jinchuriki a su amiga.
—…—se quedó estática la pobre guerrera y luego recapacitó—¡¿Eeeeeeh?! ¡No digas esas cosas!—se cubrió el rostro Shizuka que andaba muy avergonzada.
—No sé pero me siento feliz si estás conmigo—.
—¡Ya basta! ¡¿Qué hiciste con el despistado Gaara y donde lo ocultaste?!—reclamó la ninja Nadeshiko alarmada.
—¿Qué tiene de malo que diga lo que pienso de ti?—.
—¡Todo, tú no eres así de romántico o coqueto! ¡Aaaaaaah, me tomaste muy desprevenida! ¡Mi corazón no estaba listo para ello!—.
Unos días más tarde, Tenten y Lee que venían del mundo Renegados estaban en el hospital porque la castaña no creía que el niño Metal Lee fuera su hijo. Era evidente el parecido a Rock Lee pero no veía nada suyo y si fuera su madre tendría su hobbie por las armas.
—Veamos, el resultado de ADN indica que efectivamente no es hijo de Tenten—declaró Sora que hizo la prueba.
—¡Lo sabía!—exclamó la mujer aliviada.
—¡¿Entonces quien es mi mamá?!—exclamó el pobre Metal Lee en shock.
—No sé qué te dijo el estúpido de tu papá pero no fui yo quien te engendró, a lo mucho te crié nomás—comentó Tenten al respecto.
—Esa es una excelente pregunta, seguiremos investigando—.
¿Quién era la madre de Metal Lee? El mismo Rock Lee ni siquiera tenía idea de quién podría ser la valiente que tuvo un hijo del cejudo—.
—¿En serio no sabes quien es tu mamá?—preguntó el joven Lee a su hijo de otro mundo.
—¡Siempre creí que era ella pero me mintieron!—respondió el chico.
—Tengo una idea de cómo averiguarlo—alzó la voz Sora bastante segura.
—¿Cómo?—.
—Síganme—.
En una sala especial, Sora condujo a los tres a un sitio diferente del reino con el guardián del tiempo del multiverso ya que era conocido de ellos.
—Holi, vine a hacerte una solicitud—saludó la albina a la entidad.
—Ya sé a que vienes, preparé el archivo especial—declaró el ser vigilante.
—Eso sí es rapidez—.
El rey del tiempo-espacio investigó las posibilidades más constantes en las distintas líneas de tiempo y había un evento que se repetía: Yakumo Kurama.
—¿Esa es… que hace Yakumo ahí?—alzó la ceja Tenten.
—Creo que ya entiendo el que ocurrió, que triste—suspiró la albina asistente.
—¿Quiere decir que esa es mi madre?—volteó a ver el niño a la mujer.
Lo que se veía en pantalla era la época de The Last, justo en los días que se comenzaron a emparejar todos los ninjas. Maito Gai junto a Rock Lee fundaron un dojo del Puño Fuerte y de forma inesperada Yakumo Kurama se inscribió para aumentar algo su resistencia física.
—Lee, ya me cansé—jadeaba la pobre chica castaña con solo media hora de caminata rápida.
—Creo que es demasiado para ti, no deberías estar en este dojo—comentó preocupado el joven.
—No, puedo seguir con un poco de descanso. Quiero ser como tú—sonrió ella de forma linda.
—¡Aaaaaaaaaah, se ve tan linda!—gritó Lee al ver la grabación.
—Entonces quiere decir que ella tuvo al hijo de Lee. ¿Qué ocurrió después? ¿Por qué no la mencionan?—.
Se veía unos días después del nacimiento de Metal Lee y se daba un funeral ya que el cuerpo de la mujer no logró aguantar el parto. El pobre Rock Lee se quedó solo con su pequeño como padre luchón y el resto del Equipo Gai lo apoyaba.
—Tenemos que sellar las habilidades del niño antes de que tenga una doble personalidad—declaró Kakashi al ninja.
—¿Por qué?—.
—Tenemos un reporte completo de la condición de ella y si el Yin de su cuerpo se descontrola va a tener un cuerpo igual de débil que tu esposa. Si quiere ser ninja tendremos que controlar ese Kekkei Genkai antes de que sea tarde—.
—¿Qué hay del clan Kurama? Van a querer al niño—preguntó Tenten preocupada.
—Todos tenían miedo del Genjutsu descontrolado de Yakumo, si vuelve a ocurrir algo similar a los eventos de hace unos años podría causar problemas. Es mejor que el pequeño Metal no sepa quien es su madre—declaró el Hokage Kakashi.
El video terminó y el chico se sentía mal porque su nacimiento ocasionó la muerte de su madre en su mundo, pero la misma asistente del rey lo calmó.
—Tu madre asumió los riesgos de tener un bebé de la persona que amaba, no te mortifiques mucho. Ella te amó desde que supo que te iba a tener—dijo Sora al haber notado los informes del evento.
—Entonces quiere decir que tengo más habilidades de las que parece—.
—En serio, tu ADN es particularmente fuerte. Ya veo porque tenían miedo de la habilidad de tu madre—.
—Ahora que recuerdo, de no ser por Yakumo habríamos muerto en la invasión del caos. Que causalidad que sea muy unida a Lee—comentó Tenten curiosa de que quizás era el destino.
—¿Dónde está Yakumo en estos momentos?—preguntó Rock Lee queriendo tenerla de novia por desesperación más que amor.
—De hecho ella vino a terapia genética y de cuerpo. Su estado es algo deficiente pero con nuestra biotecnología ultra avanzada podrá usar Genjutsu y caminar como rayo sin cansarse—declaró la albina sonriente.
—Eso es una buena noticia, ¡Yakumo y yo haremos arder nuestras llamas de la juventud en el reino!—gritó el cejudo mayor en euforia porque sabía que no iba a morir virgen.
—De verdad que está más ansioso de lo normal—.
