Pues aquí os dejo la segunda propuesta LPDF que espero que tambien os guste... pues la escribi con cariño ya que la propuesta anterior la gano mi querida Pruepotter1... por lo tanto esta es una de sus ideas...
Gracias a todos los que me dejasteis review...
CON LOS 5 SENTIDOS...
DIA: 4 de diciembre
HORA: 20:00 h
LUGAR: Biblioteca de Hogwarts- pasillo de invisibilidad
SUJETOS: Hermione Granger y Harry Potter
A FAVOR: la tormenta...
EN CONTRA: Madam Pince y Ronald Weasley
Parece mentira como el destino a veces se empeña en jugarnos malas pasadas... como todos los astros confluyen para llevarnos directos al desastre, como no nos damos cuenta de que somos arrastrados al vacío, y como ese vacío supone el despertar de algunas cosas, supone darnos cuenta de lo ciegos que estamos, tan ciegos como para no ver que toda nuestra vida ha corrido justo para llegar a ese momento... al MOMENTO... de darte cuenta que eras tonto, de que lo tenías frente a tus narices y ni tan solo lo habías percibido...
Eso fue lo que le pasó a Harry aquel viernes en la biblioteca. Y supongo que os preguntareis que hacen tres jóvenes de 17 años en la biblioteca un viernes por la tarde cuando hace un frío que pela, esta a punto de estallar una terrible tormenta y todo el mundo esta en el comedor calentito disfrutando de una suculenta cena. La respuesta es sencilla: Causa- consecuencia
Causa: Clase de pociones, profesor Snape, insulto a Hermione que esta ayudando por lo bajo a Neville... Harry y Ron rojos de furia que saltan a defenderla
Consecuencia: 50 puntos menos para Gryffindor y dos pergaminos de trabajo extra sobre la poción de la hipersensibilidad... Hermione enfadada, Harry y Ron en la biblioteca con ella sin hablarle.
¿Simple no?..., ahora yo debería decir: así son las cosas, y así se las hemos contado, punto y final. Pero no, porque aunque parezca extraño, el que sea viernes y tarde no es motivo para que no haya nadie en la biblioteca, pero esa noche... justo esa noche a nadie más le ha apetecido estudiar, llámalo casualidad, llámalo destino... llámalo como quieras, pero solo están ellos tres en la biblioteca, ellos tres y la bibliotecaria
Quizá sea la amenaza de tormenta, o lo lúgubre que parece la biblioteca iluminada por velas y sus estrechos pasillos de elevadas estanterías, o porque el día esta tan oscuro que lo único que apetece es sentarse en pijama después de cenar en un cómodo sillón delante del fuego... el caso es que no hay nadie más...y Venus y Marte se frotan las manos, porque saben que ha llegado su momento. Y en ese momento... mercurio hace que estalle la tormenta... el cielo se ilumina, tres cabezas se levantan y se miran incómodos...
-Estoy muy harto de este trabajo- protesta Ron
-Si no hubierais insultado a Snape no estaríamos ahora aquí- responde Hermione ácida
-Si no ayudaras a Neville, el no te habría dicho nada y nosotros no te habríamos defendido
-No necesito que me defendáis- protestó ella- estoy acostumbrada
-¿y si estas acostumbrada porque parecías a punto de llorar?- intervino Harry por primera vez mirándola fijamente para recordar como sus ojos se humedecieron, como no pudo resistir el impulso de gritarle a Snape por hacerla sufrir...
-No estaba a punto de llorar- protestó Hermione altiva- se me había metido algo en el ojo
-Claro- añadió Harry dirigiendo su vista hacia el pergamino. Encima de que la defendían se enfadaba con ellos. No la entendía, hacía tiempo que no la entendía. Y encima notaba su mirada dolida encima... de pronto...
Hermione se levantó furiosa y se encaminó con algunos libros hacia el pasillo de pociones que quedaba justo enfrente de ellos. No miró atrás en ningún momento. Estaba muy disgustada con ellos... No, estaba muy disgustada con Harry, no es que le desagradara que la defendiera de Snape. Todo lo contrarío, le encantaba que saltara a la más mínima cuando algo la preocupaba, o cuando sus ojos se llenaban de lágrimas... pero eso no hacía sino confundirla y frustrarla. Pues Harry le gustaba desde que tenía uso de razón (de eso hacía mucho tiempo), y con esos gestos no hacía sino alentar las esperanzas que reposaban en su corazón de que algún día se fijaría en ella y dejaría de verla como a su mejor amiga... que por una vez en su vida la vería como una mujer... que la tocaría como una mujer... su mujer.
Harry levantó la vista levemente para observarla, lo cierto es que últimamente había algo en ella que le desconcertaba, y le molestaba no saber que era, pero no podía dejar de mirarla... era como si le hubieran embrujado. La vio caminar entre las filas de estanterías observando con los ojos, arrugando la nariz en aquel gesto que a Harry le parecía tan encantador, tan suyo, tan único... tan Hermione.
La recorrió con la mirada, sus piernas bajo el uniforme, su cintura... ¿tenía cintura, era difícil de saber bajo la ancha túnica que siempre llevaba... subió por su tronco, su cuello, hasta su rostro, no eran tan guapa como Cho o Ginny, no era fea, pero tampoco era una belleza con aquel cabello enmarañado, siempre cargada de libros y aquella voz de sabelotodo... y sin embargo Harry se quedaba mirándola embobado sin saber porque... a veces hasta horas enteras mientras ella leía un libro... caía en un trance sin poder apartar la mirada de ella, conocía todos sus gestos, había llegado a conocer cuando algo de lo que leía le gustaba o no, cuando no estaba de acuerdo con algo... y eso le tenía desconcertado, no le había pasado nunca antes.
Un movimiento de Ron le sacó de su ensoñación. Se estaba desperezando, y de pronto empezó a recoger todas sus cosas... (saturno y Urano se alinean en ese momento, o llámalo casualidad, no importa):
-¿te vas?- le preguntó Harry en voz baja
-Si, tengo hambre, estoy cansado y no aguanto su cara de malas pulgas
-Se va a enfadar mas. Además ¿si no lo terminas ahora cuando lo harás?
-Ya veré
Ron se levantó tomando su mochila para dirigirse a la puerta de la biblioteca. Harry se volvió para mirar a Hermione que estaba subida en una escalera tratando de coger uno de los libros del estante más alto... la rueda empieza a girar...
La puerta de la biblioteca que se cierra, una ventana que se abre, cristales que se rompen, una ráfaga de viento... un grito... y de pronto todo es oscuridad...
-¡Hermione!- gritó Harry poniéndose en pie haciendo caer la silla. El miedo le recorrió, autentico pánico al no verla
-Estoy aquí- responde ella en un susurro ahogado.
Una sensación de alivio invadió su cuerpo. Lo último que había visto antes de que todo se hiciera oscuro era a Hermione encima de la escalera con ojos asustados, y nunca le ha gustado lo más mínimo verla asustada.
-¿están bien los dos?- la voz de Madam Pince resuena por toda la biblioteca, ambos afirman. Es increíble lo alta que se oye cuando siempre esta pidiendo silencio- No se muevan de donde están. No llevo varita, voy a buscar a Filch para que me ayude a encender todo de nuevo. (¿pero que no es una bruja?... ¡como se le olvida la varita, quizá sea casualidad que ese día no la lleve encima... quizá)
Harry puedo oír desde su posición como se cierra la puerta de la biblioteca. Puede oír como la lluvia cae fuera... otro trueno hace que las paredes se sacudan... un pequeño grito asustado llega hasta sus oídos.
Hermione nunca ha soportado las tormentas... nunca le ha gustado la oscuridad, la hace sentirse pequeña e indefensa. Tiene miedo, esta subida a una escalera, se le agita el corazón. No puede ver a Harry, pero si oye su voz que la tranquiliza. Su voz que de pronto toma una entonación preocupada... esta preocupado por ella:
-¿Hermione¿estas bien?
-Si- Harry nunca lo pensó, pero en ese justo momento descubrió que la voz de Hermione no era gritona y mandona, sino que estaba llena de matices, que podía transmitir con su voz sensaciones antes no perceptibles para Harry, y en ese momento sabía que estaba asustada.
-No tengas miedo. Vendrán enseguida- dijo tratando de sonar firme. No quería que se asustara más de lo que ya estaba
-No estoy asustada- respondió ella débilmente- es solo que...
-Harry rodeo la mesa con cuidado... podía encontrarla por el sonido de su voz, ese iba a ser su guía, necesitaba llegar hasta ella.
De pronto todo había cambiado, la oscuridad lo había cambiado, había despertado el resto de sus sentidos. Podía oler la madera de las mesas, la humedad de los libros... avanzó otro paso y levantó las manos hacia delante para no chocarse con una estantería
-¿Es solo que..?- preguntó con la esperanza de que siguiera hablando para que su voz le mostrara el camino hasta ella, anhelaba llegar hasta ella, rodearla con sus brazos para aliviarle el miedo que supuraba de su voz.
-No me gusta la oscuridad- susurró... y Harry supo que estaba avergonzada, no necesitaba verla, la estaba sintiendo- no me gustan las tormentas, no me gustan los... ahhhhhhh!
Un rayo había iluminado levemente la estancia por la ventana abierta. Un rayo que permitió ver a Harry como Hermione se llevaba las manos hasta los oídos y se acurrucaba en la parte alta de la escalera. Siguió caminando... deseando llegar hasta ella como nunca antes... no le gustaba el sonido de su voz en esos momentos, ni de sus gritos...
-Hermione- dijo con voz firme- sigue hablando para que pueda llegar hasta ti
-...- tenía miedo, las palabras se congelaban en su garganta. Sentía a Harry lejos, muy lejos... no podía soportarlo, estaba perdida en medio de la oscuridad y Harry no llegaba.
-¿Hermione?
-Quiero que pare Harry, quiero que vuelva la luz
-Volverá enseguida. No te preocupes- "¿por qué parece una niña asustada a la que me muero por cuidar y proteger?"
Harry sintió como algo metálico tropezaba con sus manos extendidas... había llegado a la escalera. Suspiró aliviado, ya estaba con ella. Hermione notó como la escalera se movía. Algo había chocado con ella, asustándola, pero de pronto un olor conocido la envolvió, olía a hierba y a menta... olía a Harry, sus pulsaciones se aceleraron. Había venido a por ella...
-Hermione, vamos, tienes que bajar de ahí
-No puedo, me caeré
-No caerás. Estoy aquí abajo para cogerte si es necesario- su voz trataba de sonar firme, no quería preocuparla más de lo que ya estaba. No quería que sufriera. Deseaba protegerla en cuerpo y alma...
-No..., no veo los escalones- Harry lo meditó unos momentos
-Baja un poco una de tus piernas y yo las apoyaré en los escalones. Iré ayudándote a bajar vamos
La voz de Harry había sonado tan firme y decidida que Hermione no pudo sino confiar ciegamente en él. Después de todo era lo que había echo durante siete largos años, confiar en él y amarle sin remedio. Balanceó una de sus piernas al vacío para sentir como era sostenida en su caída... como siempre.
Harry levantó una de sus manos... se encontró con un zapato y siguió el camino hasta el tobillo de Hermione. Su mano se cerró sobre él, sorprendiéndose de lo fino y delicado que parecía entre sus manazas... Muy despacio lo fue guiando hasta el primer escalón, y lo apoyó ahí.
Hermione se sobresaltó al notar la mano de Harry sobre su tobillo, eran unas manos más grandes de lo que ella había imaginado... transmitían tal calor a través del calcetín, tal seguridad que no dudo ni un instante en seguir el camino que le marcaban
- Vamos Herms- dijo con voz suave y confiada- ahora el otro.
Levantó la otra mano y notó como el otro zapato aparecía. Palpó el segundo escalón y dio un suave tirón para indicarle a Hermione que podía bajar. Notó como sin quererlo su mano se deslizaba desde el tobillo por su pierna hasta parte trasera de la rodilla, donde acabó el calcetín, apareció la piel suave de la chica..., y de pronto fue consciente de que estaba notando cada hueco de la rodilla, cada cavidad, tenía una cicatriz justo en el inicio del muslo... no pudo contener una pequeña caricia con su dedo corazón..
Hermione se estremeció con aquel contacto y cerró los ojos. Era como si no llevara calcetín. Había notado como la mano de Harry subía por su pierna hasta sus rodillas descansando tras ellas. Acariciándola suavemente, descubriendo la cicatriz de su infancia, caricia que le produjo un cosquilleo que sacudió su cuerpo desde donde estaba esa mano hasta las puntas de sus cabellos... y el corazón latía saliéndose del pecho...
La otra mano que aún estaba posada en el tobillo la invitó a descender un nuevo escalón... otro rayo... la estancia se volvió a iluminar, vio como Hermione se volvía bruscamente hacia la luz, el movimiento la hizo perder el equilibro, gritó... cayó... y Harry con ella. No pudo obviar el impulso de abrir sus brazos para detenerla, no se iba a hacer daño por nada del mundo aunque el se rompiera todos y cada uno de los huesos de su cuerpo... el duro suelo golpeo contra su espalda y sobre él el cuerpo de Hermione.
Permanecieron unos momentos en silencio los dos... Hermione notó que Harry tenía sus manos descansando sobre su espalda abrazándola, protegiéndola... la conocida sensación de protección hizo su aparición de nuevo. Notó como las manos de Harry bajaban por encima de la túnica hasta cerrarse sobre su cintura... ahogó un suspiro de placer... era un placer exquisito notar con todo su cuerpo el de Harry, desde el contacto de sus piernas hasta sus torsos unidos.
Harry bajó sus manos por la espalda de Hermione intuyendo una delicada curva, llegó hasta la cintura de Hermione, para descubrir lo fina y frágil que era. Le dolían todos los huesos del cuerpo, pero había logrado que ella no se hiciera daño, cuando el dolor cesó un poco, notó otra sensación desconcertante, notó todo el cuerpo de Hermione sobre el suyo, sus pechos subiendo y bajando sobre su tórax en cada respiración, sus codos apoyados en sus hombros, sus caderas rozándose con las de él... sintiendo cosas que nunca antes había sentido...¡¡Y ERA HERMIONE!. Unas manos se posaron sobre su pecho e hicieron algo de presión, la separación de sus troncos hizo que otras partes de sus cuerpos se unieran más... ambos se sonrojaron en la oscuridad. Ninguno hizo nada por evitar cambiar de postura.
-¿Estas bien?- su voz había pasado de asustada a preocupada... su tono y cadencia se lo decían... estaba muy preocupada, y sin embargo sus respiraciones eran agitadas.
-Si, solo un golpe en la cabeza, no te preocupes, ya sabes que la tengo muy dura
Oyó una risita, pero también la sintió, Hermione debía tener su rostro a unos centímetros del suyo, porque su cálido aliento le acarició en la nariz, y eso fue lo que le ayudó a despertar del todo.
Se vio envuelto por una fragancia de flores silvestres, una fragancia que otras veces había notado sin llegar a percibir de quien era, sorprendido volvió a inhalar...Hermione olía a flores del campo... y a él le encantaba ese olor, era el olor que le había acompañado desde sus 11 años, era el olor con el que identificaba Hogwarts, era el olor de sus años felices... era el olor de Hermione, fue toda una revelación: en Hogwarts era cuando se sentía en casa, su aroma era el que lo hacía sentir en casa y su aroma era el de Hermione.
-¿tu estas bien?- le preguntó Harry sin moverse. No sabía porque pero le encantaba notar la cintura de Hermione entre sus brazos, podía rodearla perfectamente, tenía la medida exacta de sus brazos... era la cintura perfecta... aunque en aquella posición ella también podía notar otras partes de su cuerpo, que hacia rato que habían empezado a reaccionar.
-Si, aunque creo que me he torcido un tobillo al caer- susurró ella consciente de que empezaba a hacer mucho calor... ¿o era ella la que tenía calor, y porque el calor empezaba de la parte baja de su cintura¿lo estaría notando Harry?
-Déjame verlo- susurró el con voz ronca.
Harry rodó de lado para sentarse en el suelo, aún tenía la cintura de Hermione sobre la mano que daba al suelo... con la otra fue bajando por su pierna a medida que se incorporaba hasta notar el zapato.
Hermione sintió el movimiento de Harry al girarse. Se dejó llevar con el corazón latiéndole a mil por hora hasta quedar sentada, suponía que frente a él apoyada en una de las estanterías.
-¿es este pie?- le preguntó
-Si- susurró ella notando como empezaba a desabrocharle el cordón, tratando de contener las respiraciones agitadas que se escapaban de su garganta.
Con mucho cuidado desabrochó el cordón. Tenía que quitarle el calcetín, así que sus manos volvieron a recorrer la pierna hasta llegar al final. Con mucho cuidado empezó a bajarlo, no pudo evitar que sus dedos acariciaran el trayecto hasta el tobillo, necesitaba tocar como nunca antes había echo...
Notó como la piel de Hermione se ponía de gallina, creyó oír un suspiro frente a él, las pulsaciones se dispararon en su pecho. Finalmente sacó el calcetín y lo dejó a su lado. Volvió a poner sus manos sobre el pie descalzo de Hermione. Sostuvo el pie de Hermione en alto, la otra mano empezó a masajear por su planta... con suavidad, notando cada uno de sus músculos, subiendo, bajando... apretando en algunas zonas, acariciando en otras... notaba el pulso acelerado de Hermione sobre el dorso de su pie.. su piel fría calentándose bajo sus dedos, sus manos... hizo un movimiento frotando hasta el tobillo...
Ella no se quejó en ningún momento. Al contrarío, cada vez que Harry indagaba por una nueva zona, liberaba un suspiro, contenido si, pero un suspiro.
Harry la oía suspirar, casi podía notar el pie relajándose entre sus manos, casi respirando... sintió el impulso de saber si el resto de la piel de Hermione reaccionaba igual bajo sus manos, sus suspiros y la suavidad de la piel le estaban volviendo loco, decidió aumentar la zona de masaje.
Cuando Hermione notó como las manos de Harry traspasaban la zona de su tobillo, el calor la invadió, todo su cuerpo se tensó, hizo fuerza con el pie sobre la palma de Harry. Inconscientemente sus manos fueron al cuello de la camisa que la aprisionaba y desabrocharon varios botones... la caricia fue subiendo, haciéndose algo más salvaje... suspiró y sus brazos se abrieron en cruz hasta quedar apoyados en las estanterías...
Con mucha suavidad, Harry elevó la pierna de Hermione hasta apoyarla en su hombro, necesitaba tocar con las dos manos... subió por la parte de atrás de su pierna. Notó como se tensaba por la sorpresa, como presionaba sobre su hombro, para luego suspirar de nuevo y relajarse.
Sintió como aquel suspiro hacia que su cuerpo empezase a liberar calor, como el corazón se le salía del pecho... estaba acariciando la pierna a Hermione y se estaba excitando por momentos...Llegó hasta las rodillas y pasó a la zona de delante para bajar en una suave caricia hasta el tobillo, esta vez Hermione gimió satisfecha, y Harry supo por su tono que le gustaban sus caricias, y a él le encantaba acariciarla... de pronto sintió deseos de descubrir si toda la piel de su cuerpo era igual que la de sus piernas... tersa, firme, delicada..., sintió deseos de conocer su sabor, se relamió humedeciendo sus labios...
Esa caricia, hizo que Hermione perdiera la poca cordura que le quedaba. Demasiadas sensaciones en una simple caricia, demasiados latidos, demasiadas cosquillas, y era Harry acariciándola como había soñado tantas veces... la otra pierna le pedía a gritos ser acariciada igual... una de las manos sobre las estanterías bajó para descalzarse y quitarse el calcetín... un frescor la recorrió, ella misma se acarició la otra pierna anhelando que fuera la mano de Harry.. que estaba reposada sobre su pierna moviendo los dedos suavemente, casi de manera imperceptible.. anhelando que volviera a acariciarla como había echo antes... gimió... gimió con fuerza... algo cálido estaba subiendo por la parte interna de su pie...
Harry había llegado al punto en que sus manos no eran suficiente, necesitaba probar, conocer el sabor, notar el olor... elevó la pierna de su hombro llevándola hasta sus labios que deposito suavemente en el arco que formaba el pie de Hermione dando un beso... otro un poco más abajo, siguió su camino...
Un rayo volvió a iluminar la estancia. Ninguno de los dos lo oyó, solo se miraron a los ojos por unos instantes, el verde y el ámbar convertidos en oscuro deseo, Harry miró a Hermione fijamente, con los brazos abiertos contra la estantería, la camisa desabrochada permitiéndole ver el inicio de su pecho y un sujetador verde, sus respiraciones agitadas, sus mejillas sonrojadas...
Hermione miró a Harry, no perdió el contacto visual cuando él abrió lentamente la boca para delinear su pierna con la lengua... la humedad la estaba envolviendo...Todo volvió a quedarse a oscuras, pero esta vez Hermione sintió que también necesitaba acariciar a Harry como estaba haciendo él... hizo lo que nunca imaginó que haría, pero el gemido del chico la hizo darse cuenta de que le gustaba...
Harry había empezado a degustar la piel de Hermione, tan cálida, tan dulce... deliciosa, siguió con la lengua delineando su tobillo... un gemido escapó de sus labios haciendo que la humedad de su lengua y el calor de su aliento marcaran a Hermione haciéndola gemir, pero también animándola a seguir.
Su otro pie descalzo estaba sobre su intimidad, apretando con suavidad, recorriendo con los dedos... jugando, tantenado, excitando, haciendo que cada una de sus partes empezara a reaccionar con más fuerza... dureza... dos nombres se susurraron, Hermione al notar los labios de Harry succionando, Harry al notar a Hermione como estaba atrapándolo con los dedos de sus pies...
La estancia se volvió a iluminar, ojos fundidos, mejillas sonrojadas, respiraciones a la par, corazones agitados... calor, descubrimiento... oscuridad.
Ninguno de los dos pudo aguantar más aquellos roces enloquecedores. Harry perdió la cabeza, necesitaba sentir a Hermione pegada a él, soltó su pie, separó el otro sus manos a oscuras encontró la cintura de Hermione atrayéndola hacia él que estaba sentado en el suelo, Hermione se quedó de rodillas pegada a él, notando su aliento agitado en su oído
Hermione notó como Harry la alzaba de la cintura colocándola sobre él, sus cuerpos pegados, sus intimidades rozándose, balanceo la cadera aumentando el contacto... duro, Harry estaba duro de la cabeza a los pies, lo sentía.
Las manos de Harry subieron desde sus rodillas por sus muslos hasta notar la ropa interior de Hermione, la tomó por los glúteos acercándola más a él, haciendo un roce más brusco, más enloquecedor... humedad... su respiración sobre el cuello de Hermione.
Las manos de ella volaron a sus cabellos introduciéndose en ellos obligándola a echar la cabeza hacia atrás, Harry presionó sobre sus glúteos haciéndola arquear la espalda para aumentar el contacto. Sus narices se encontraron, se acariciaron, sus alientos se mezclaron.. sus nombres fueron susurrados... las cabezas se ladearon, sus bocas entreabiertas sintieron un roce de labios... se separaron, sus lenguas se encontraron, danzaron en el aire... un beso, una caricia, un roce de sus cuerpos... un beso desesperado una lucha de lenguas, sus sabores entremezclados, la increíble familiaridad de sus caricias por tanto tiempo contenidas, tanta tensión inconsciente entre los dos, en ese momento necesitaba ser liberada, al igual que el sentimiento que Harry empezaba a notar en su corazón desbocado... un calor que empezaba a recorrerlo, un sentimiento que era descubierto, un sentimiento que explicaba muchas cosas, un sentimiento adormilado que cobraba fuerza en la oscuridad... Harry amaba a Hermione, y ella le amaba a él, se lo decían sus manos acariciando su pelo, se lo decía el beso al que estaba respondiendo con la misma ansia, la necesitaba... había estado ciego al no darse cuenta de cuanto la necesitaba, y lo sorprendente era que ella también parecía necesitarlo a él.
Hermione se sentía feliz, inflamada... Harry la estaba besando como si la vida le fuera en ello, haciendo realidad su sueño, oyendo su nombre susurrado cuando deshizo el beso y empezó a bajar por el mentón con sus labios, por su cuello, ella arqueó la cabeza hacia atrás permitiéndole un mayor contacto.
Sus manos bajaron por el cuello de Harry hasta su camisa para empezar a desabrocharla, acariciando haciéndole gemir de placer, haciendo que su nombre escapara de sus labios... introdujo sus manos por dentro, el torso de Harry era fuerte, podía notar las marcas de sus músculos tensos bajo sus manos... subió hasta sus pectorales frotándolos con fuerza, el volvió a gemir, le mordió en el hombro haciéndola gritar de placer.
Las manos de Harry volaron por la espalda de Hermione hasta su vientre, noto como ella se inclinaba hacia atrás, le sacó la camisa de la falda, la desbrochó con facilidad, subió su mano por el vientre hasta llegar al inicio de su sujetador. La otra mano subió a la vez por la espalda liberando sus pechos. La mano se coló dentro acariciándolos con fuerza, frotándolos... haciéndola gritar su nombre, la volvió a atraer por la espalda sus labios capturaron uno de sus pezones, la hizo gritar con fuerza por la sorpresa, inmediatamente las manos de Hermione fueron al pelo de Harry acariciándolo, arqueando su espalda para permitirle tocar mejor... sentirla mejor, saborearla si era necesario... sus caderas seguían bailando por encima de su ropa, notando sus cuerpos excitados... excitándose mas... aumentando el contacto... perdiéndose uno en el cuerpo del otro...
Las luces de la biblioteca se encendieron de golpe... sus ojos se abrieron sobresaltados, se miraron asustados, la voz de Madam Pince llegó hasta ellos, los pasos de Filch, se separaron de golpe se miraron unos momentos ambos visiblemente sonrojados... Harry vio como Hermione se ponía en pie de un salto, el mismo lo hizo empezando a vestirse muy contrariado. Notaba como Hermione estaba a su lado acabando de abrocharse la camisa... poniéndose los calcetines...
-¿Están bien los dos?- Madam Pince los observó con el entrecejo fruncido, sus cabellos revueltos, sus rostros sonrojados, sus respiraciones volviendo a la normalidad
-Si- susurró Harry con una voz que no era la suya empezando a andar para recoger sus cosas y salir de la biblioteca apresuradamente... contrariado... tenía que hablar con Hermione decirle lo que había descubierto, saber... saber si ella sentía lo mismo.
Hermione se volvió para verlo caminar por el pasillo hacia la mesa, recoger sus cosas y marcharse apresurado de la biblioteca. Ella quería que la esperase, quería hablar con él... aún notaba sus caricias recorriendo todo su cuerpo, el cosquilleo que le había producido, la necesidad de él... la necesidad de saber que había sido para él todo aquello... y él había huido...
Caminó para recoger sus cosas tratando de omitir el dolor que tenía en el pecho... las lágrimas que pugnaban por salir de sus ojos. Salió al pasillo, nunca le había parecido tan frío como en ese momento, nunca se había sentido tan vacía como ahora. Empezó a caminar rumbo a la sala común... deseando llegar a su cuarto para llorar con ganas... para llorar sola... el había huido.
Notó como unas manos se cerraban sobre ella, empujándola dentro de una de las clases, cerró los ojos, y notó como la arrinconaban en la pared. Una sonrisa acudió a sus labios al sentir un olor conocido... menta y hierba... Harry
Harry la contempló con los ojos cerrados... ¿cómo podía ni tan solo haber pensado que Hermione no era guapa, la belleza de Hermione iba más allá de lo que podía simplemente ver, la belleza de Hermione estaba ahora impregnada en cada poro de su cuerpo, lo había marcado ella... Apoyó su frente sobre la de la chica acariciando su nariz con la suya... ella sonrió:
-Harry- susurró. Él le colocó un dedo sobre sus labios
-Parece mentira que haya necesitado la oscuridad para abrir los ojos, para ver lo que era evidente- susurró en su oído
-¿y que has visto?- preguntó Hermione notando como empezaba a besarla en el cuello
-Que te quiero...- susurró el- que te he querido siempre, que te necesito porque sino me moriré, que sin ti no soy nada, porque tu lo eres todo...
El alivió recorrió el cuerpo de Hermione que apoyó su cabeza en el hombro de Harry escondiéndose de su mirada... las lágrimas llegaron a sus ojos... Harry la abrazó al sentirla llorar... se le hizo un nudo en el pecho:
-¿por qué lloras?- preguntó preocupado- siento decírtelo así, pero quería que lo supieras, que supieras que lo de la biblioteca ha significado mucho para mi...
-Lloro porque estoy contenta, tienes razón, lloro por cualquier cosa- susurró ella ahogando una risita en el cuello de Harry que erizó el cabello de su nuca.
La separó levemente tomándola de las mejillas, sus ojos estaban abiertos mirándolo fijamente, diciéndole sin palabras sus sentimientos...pero esta vez Harry necesitaba oírlo de sus labios:
-¿por qué estas contenta?
-Porque yo también te quiero- susurró ella acercándose para besarlo...
Parece mentira como el destino a veces se empeña en traernos los mejores momentos de nuestras vidas... como todos los astros confluyen para llevarnos directos a la felicidad, como no nos damos cuenta de que somos arrastrados a la total plenitud, y como esa plenitud supone el despertar de algunas cosas. El destino nos hace abrir los ojos para ver, para comprender que toda nuestra vida ha corrido justo para llegar a ese momento... al MOMENTO... de darte cuenta de que el destino no es otra cosa sino la persona que ha estado siempre junto a ti, de que lo tenías frente a tus narices y ni tan solo lo habías visto... y es que a veces la vista es el más ciego de los sentidos...
Besos a todos... feliz navidad y prospero 2006 para todos... y no os olvideis de dejarme algún REVIEW... sino les dire a los reyes que os traigan carbón jajajajajajaja.
Besos
