Pues para no perder la costumbre... otra historia subidita de tono... para LPDF, en fin... que espero que os guste y dar las gracias a todos los que leeís y me dejais algun review... eso es lo que más ánimo me da...
EL GOURMET:
Hermione Granger sabe muchas cosas, siempre las ha sabido, no en vano fue el premio anual de su colegio hace dos años... le gusta estudiar y lee por placer. Algunos no saben que hay de placentero en ello, pero ve en cada libro una fuente de sabiduría, ve una forma de enriquecerse por dentro... sabe muchas cosas y sabe que Harry Potter es el chico de su vida.
Lo ha sabido desde siempre, aunque se negó a verlo hasta su último año en el colegio. Pasaron mucho tiempo juntos tratando de desentrañar el misterio de los Horcruxes para acabar con Voldemort... mucho tiempo, tanto como para que los dos se dieran cuenta de cuanto se querían y se necesitaban. Y hoy dos años después, los estudiantes más brillantes de la academia de aurores viven juntos, estudian juntos y duermen juntos, con todo lo que dormir juntos implica...
Pero si hay algo que le gusta a Hermione más que los libros... es Harry, y esa forma que tiene de comer... degustando cada cosa... saboreando hasta el último detalle del plato que tiene delante... regodeándose en cada sabor y matiz.
Hermione no es una gran cocinera, pero le encanta preparar algo para Harry y ver como paladea con sus platos, como cierra los ojos cuando toma el primer bocado al llevárselo a la boca. Si le gusta, inmediatamente libera un pequeño susurro algo que suena como un mugido... ronco y personal..., si no le gusta o no es lo suficientemente especial, abre los ojos y sigue comiendo como si nada... quizá sea que Harry de pequeño no comía mucho, o que nadie le cocinó lo que le gustaba y por eso encuentra en los platos de Hermione algo delicioso... algo que sabe esta echo con amor... y el sabor del amor es lo que enriquece las comidas más que cualquier condimento.
Hermione, la perfecta dama inglesa, recatada en cierto punto, chistosa cuando la ocasión lo requiere, nunca esta fuera de lugar, guarda la compostura, siempre sonriente, íntegra, idealista... pero hay ciertas cosas que la turban, cosas como ver a Harry mover los labios sobre la cuchara... en ese momento se estremece y desea, desea con todas sus fuerzas ser esa cuchara... o la copa de vino a la que pega sus labios.
No es que cuando Harry y ella están juntos no quede satisfecha... esta muy satisfecha... pero hay algo más,... ¡es que se excita cuando ve comer a Harry, cuando le ve cerrar los ojos o mojarse los labios o cuando su lengua corre por sus labios eliminando los restos de comida... Hermione se pone a cien, a mas que eso... le encantaría coger la salsa de champiñones y ensuciarse la boca con ella para que Harry se la limpie con la lengua... y esa sensación no puede continuar... es que ya le pasa hasta cuando están fuera de casa, se queda embobada mirándole comer... empieza a entrarle calor... mueve las piernas acariciándose... y se queda con las ganas de llenarse el cuello de helado.
Sabe que no puede seguir así, pero tampoco sabe como pedirlo... ¡la chica más lista del mundo no sabe como pedirle a su novio que le haga lo mismo que hace con la comida!... pero ese día, Hermione esta espacialmente inspirada, quizá se la primavera, o el sol que calienta más de lo normal... pero esa noche cuando Harry vuelva de la biblioteca se va a llevar una sorpresa, o al menos eso espera, espera que cuando vea todo lo que esta preparando se vuelva loco por comer... o comer sobre ella..., es una chica, debería poder conseguir que Harry hiciera lo que ella quiere sin tener que pedírselo...
Harry Potter, el niño que vivió, el mejor jugador de quidditch del colegio, uno de los mejores alumnos de la academia de aurores... ahora mismo vuelve agotado de la biblioteca donde ha estado haciendo un trabajo sobre métodos de rastreo mágicos, trabajo que Hermione le dijo que hiciera hace dos semanas... y no a última hora como siempre... Solo desea llegar a casa, cenar y sentarse delante de la tele con Hermione apoyada sobre sus rodillas mientras lee un libro..., pero sobre todo cenar.
Ha encontrado en la comida un placer que no sabe describir, algo que esta lleno de matices, lleno de sabores diferentes... pero sobre todo le gusta la comida de Hermione, sabe diferente cuando ella se la prepara... siempre esta deliciosa... y no es necesario que haga nada especial, una simple tortilla le parece un manjar exquisito si se lo prepara ella...
Sonríe cuando sale de la biblioteca mágica donde ha estado estudiando, deseando llegar a casa y cenar, probar esos deliciosos manjares de Hermione..., no es que ella cocine siempre, normalmente lo hace uno de los dos, generalmente el primero en llegar, pero esa noche es Hermione la que esta en casa y seguramente al ser viernes habrá echo algo especial... o no... da igual
Cuando Harry desaparece en un callejón cercano piensa que se comería cualquier cosa que Hermione le preparara solo por ver como se queda quieta esperando su veredicto, como le mira apretando los puños sobre sus rodillas tiesa como un palo hasta que Harry la mira y sonríe, aunque no ha podido evitar darse cuenta de que últimamente cuando abre los ojos tras degustar el primer bocado. Hermione esta mordiéndose el labio inferior totalmente sonrojada... y nerviosa mirándolo con intensidad sin perderse ninguno de sus gestos.
Harry cierra los ojos y cuando los vuelve a abrir esta en el comedor de su casa, mira hacia todos lados, pero no se oye nada, normalmente cuando uno de los dos vuelve a casa, el otro va a su encuentro... es un beso, es un ritual... Harry espera unos momentos y se desespera al ver que Hermione no llega, así que con un suspiro enfurruñado se va hacia la cocina, quizá no le ha oído... Su frustración aumenta cuando ve que ella no esta allí, que la cocina esta impecable y que no hay cena "¿habría quedado con alguien y a él se le habría olvidado?", si, tenía que ser eso..., desilusionado, Harry avanza hacia la nevera para buscar algo de comer... una nota bailando en el aire junto a la nevera de esmerada caligrafía aparece ante él:
Si quieres cenar...
Te espero en el cuarto...
No olvides pagar la prenda
Harry miró la nota sorprendido... ¿cenar en el cuarto, pero si Hermione siempre se queja de que luego la cama esta lleno de migajas... mas la tentación es demasiado grande como para ignorarla, así que Harry sale rumbo al dormitorio en el piso de arriba... la primera sorpresa esta por llegar... Sobre un plato en el inicio de las escaleras... un bombón de cereza... y los zapatos de Hermione junto con sus medias de seda... los que usa siempre para salir...
Harry coge el bombón... esta delicioso... "no olvides pagar la prenda", eso cada vez le gusta más, se quita los zapatos y calcetines antes de seguir subiendo... al final de la escalera hay otra sorpresa... una cuchara sobre otro plato con mantequilla de cacahuete y la camisa de Hermione, esa azul de seda que se pega tan bien a su pecho... Harry casi se atraganta con la cuchara al llevársela a la boca relamiéndose... mientras se quita el suéter y la camiseta de un tirón, esta deseando llegar al cuarto... avanza por el pasillo, dejando atrás la cuchara... la última sorpresa esta justo delante de la puerta cerrada... una copa de cava... y los pantalones negros de Hermione... Harry no se lo piensa un momento, se quita los pantalones quedando en boxers... antes de coger la copa... bebe un poco, no sabe que se va a encontrar dentro, pero sea lo que sea... tiene que ser delicioso...
La mano ya esta sobre el picaporte, la puerta se abre lentamente ante sus ojos, el cuarto esta en penumbra, simplemente iluminado por unas velas... una a cada lado de la cama, y entonces la ve, y siente que se le corta le respiración, Hermione esta junto a la cama de pie... hermosa, perfecta, iluminada levemente por las velas y esta vestida con un delantal blanco que le cubre el pecho y apenas algo de sus caderas. Harry traga duro al mirarla, esta seguro que debajo de ese delantal no hay nada... pero nada de nada...
Cuando Hermione empieza a caminar de manera sinuosa, sonriendo levemente, hacia él, ve en el suelo varios dulces de los que más le gustan iluminados por una vela... el estomago le ruge de manera salvaje..., y las ganas de comer le sacuden...
-Tu cena- murmura Hermione llegando hasta él
Cuando la chica le coge la mano y le arrastra hasta allí, no puede evitar suspirar, Hermione si esta desnuda debajo del delantal, y no poder verlo del todo, es... excitante. Cuando llegan hasta allí Harry se sienta en el suelo. Hermione se arrodilla junto a él... y entonces nota algo...
-No hay platos y cubiertos
La sonrisa de Hermione se ensancha... hay un pequeño cuenco de chocolate blanco fundido... ese que tanto le gusta a Harry...
-No lo necesitas- y esa frase es casi un susurro, se lo dice al oído y cierra los ojos al notar el cálido aliento de Hermione casi como una caricia
Cuando vuelve a abrir los ojos, Hermione tiene un dedo delante de sus labios, un dedo lleno de chocolate, le mira con una sonrisa, antes de asomar la lengua entre sus labios y probarlo... y Harry se muere de ganas de probarlo también, sin dejar de mirarla en ningún momento... coge sus manos entre las suyas, para llevar ese de dedo índice que tanto ansía hasta sus labios... su lengua lo acaricia... en la punta, se separa un poco de ella y cierra los ojos antes de besar ese dedo... el mugido de placer que libera Harry en esos momentos hace estremecer a Hermione que también cierra los ojos al notar como va eliminando los restos de chocolate... succionando en algunas partes con sus labios... es delicioso, y la piel de Hermione es tan dulce como el chocolate... nunca nada le había parecido tan exquisito como en esos momentos...
Vuelven a mirarse... los ojos de Hermione parecen más claros, los de Harry más oscuros, y cuando ella coge una cereza en almíbar y se la lleva a los labios sosteniéndola y se acerca a Harry, el chico no duda ni un momento... se acerca a ella, acaricia con su lengua la cereza encontrándose en el camino el labio de Hermione, Harry abre más la boca, nota los labios de Hermione sobre los suyos... juega con ellos, saben a cereza, usa la lengua para separarlos, es un beso, una caricia llena de cereza y azúcar, pero cuando el chico toma a Hermione de la cintura para atraerla a él, la cereza bañada en azúcar resbala hasta el suelo corriendo por el mentón de Hermione no se lo piensa... la besa y empieza a bajar por él con la lengua eliminando el dulce de la piel... y es lo mejor que ha probado nunca, tanto que le hace preguntarse por primera vez, si la piel de cada parte del cuerpo de Hermione sabe de la misma manera... quiere saberlo...
No la libera de su abrazo mientras inspecciona todos los manjares de su cena, a Hermione ya la tiene... la nata aparece ante sus ojos... no necesita llegar hasta ella, casi vuelca convocada por el deseo hasta sus manos...
Hermione sonríe expectante, Harry la contempla unos momentos, su cuello le pide a gritos ser comido, la mano en la cintura de Hermione, que la mantiene firmemente pegada a él sube por su espalda en una caricia que hace que la chica suspire... llega hasta su cabello y lo aparta con cuidado enredando sus rizos entre los dedos... Hermione ya sabe lo que quiere Harry así que ladea la cabeza dándole mayor acceso, pero las tiras del delantal anudado a su cuello se interponen, no le dejan suficiente camino libre... y el delantal se rompe como por arte de magia dejando a Hermione totalmente desnuda... cierra los ojos.
Harry ve la curva de su cuello, y deja caer un poco de nata sobre él, nata líquida que se escurre desde su cuello hasta ese hueco que une sus clavículas y baja entre sus pechos hacia el vientre, esa caída le produce mareo a Hermione, pero nunca tanto como los labios de Harry recorriendo su cuello... no, saboreando su cuello... siente vértigo, y le toma de sus poderosos hombros para sostenerse...
Harry la vuelve a atraer de la cintura ... se ha acabado la nata de donde estaba y necesita bajar, así que sus manos van hacia los muslos de Hermione y la obligan a ponerse de rodillas sobre él, rozándose con él que a esas alturas empieza a estar más duro que nunca...,
Hermione no puede evitar gemir al notarlo, pero un pequeño grito escapa de su boca cuando los labios de Harry bajan por su cuello directo a su pecho... acariciándola con la lengua... limpiando la piel con sus labios... Hermione arquea la espalda al notar que Harry esta bajando cada vez más, y cae con él, enreda los dedos en el pelo de Harry... quiere que siga y él lo hace, acariciándole la espalda con una mano, la otra ha ido a por otro delicioso manjar... mermelada de calabaza... sus dedos se escurren dentro del bote abierto dentro del gelatinoso material, dos dedos que vuelven a salir directo a los labios de Hermione...
La chica al notar los dedos de Harry sobre sus labios abre los ojos, y los labios, degusta los dedos del chico con la lengua, los recorre... Harry está extasiado viéndola comer de sus dedos con los ojos entrecerrados, los labios sucios de calabaza, va retirando la mano lentamente, guiando a Hermione que le sigue tratando de alcanzarle..., pero Harry se detiene, recorre los labios de Hermione con sus dedos, los introduce dentro de su boca... ella succiona con fuerza, casi mordiéndole... Harry no puede sino menos gemir.. y cuando su dedo sale de la boca de Hermione, la atrae con fuerza de la nuca y sus labios se encuentran... cierra los ojos, la calabaza es dulce..., los labios de Hermione son más... su lengua se cuela dentro de la boca de la chica... toda ella sabe a azúcar, a calabaza... la recorre mientras Hermione lucha con la de él saboreándole, saboreándose... no se separan, pero Harry quiere más, sus manos buscan otra cosa, lo que sea...
Lo encuentra, algo viscoso y frío... la mano recorre el pecho de Hermione... casi puede notar como sus pechos ya endurecidos se erizan bajo su tacto... rompe el beso y le besa el cuello, el lóbulo de la oreja.. el mismo gime mientras la tumba en el suelo sobre la alfombra, sigue bajando, con los ojos cerrados hasta el pecho de Hermione, lo recorre con la lengua... vainilla... sabe a helado de vainilla... recorre la areola de la chica que arquea la espalda sobre el suelo buscando un mayor contacto... le encanta ese sabor sobre Hermione es diferente sobre su piel... recorre el pecho de la chica, labios, lengua, dientes... le encanta, le vuelve loco, todo él esta loco... y necesita más...
Una de sus manos, va hacia sus boxers y se los quita sin dejar de besarla, de amarla... esta preciosa, las mejillas sonrosadas, la lengua recorriendo sus labios.. el mismo imita el movimiento antes de tumbarse sobre ella, sus intimidades se rozan... se incitan Harry alarga la mano y toma una de esas cerezas que le invitan a perderse entre los labios de Hermione... la toma con suavidad y la roza desde el ombligo subiendo por su vientre, entre sus pechos, delinea cada uno de ellos, sin dejar de mirarla, sin dejar de perderse en el ámbar de sus ojos... sube por su esternón, por el cuello, recorre su mentón, la barbilla y la posa justo en los labios semiabiertos de Hermione, y entonces empieza una auténtica tortura... la mejor de todas...
La lengua de Harry se posa sobre su ombligo, sopla antes y Hermione se ríe, le encanta que le haga eso, pero acto seguido su lengua lo acaricia y ella suspira... esa lengua cargada de sensualidad que la vuelve loca... junto con los "mnnn" de Harry mientras sube por su vientre, siguiendo el camino que el ha marcado antes mientras se va tumbando sobre ella...
Llega hasta el primero de sus pechos, sus sexos se rozan en ese momento y ambos suspiran satisfechos, ardientes, encendidos... cuando Harry sigue subiendo, las piernas de Hermione se abren para que sus caderas encajen... se rozan, se mueven una contra la otra... y Harry sigue subiendo por su cuello.. lengua, saliva y azucar... sube hasta llegar a la boca de Hermione, y cuando sus labios se encuentran, sus cuerpos se unen... se besan, empiezan a bailar... pero esta vez todo sabe a chocolate, vainilla, calabaza y cereza y es mucho mas dulce, pero frenético al mismo tiempo, se acarician, se besan... se degustan y bailan al compas... el calor les recorre, les sacude les hace contraerse y suspirar en medio de besos y caricias, en medio de amor y comida... y allí, en el suelo de su cuarto se aman hasta la locura... hasta que el placer les recorre, les sacude, les envuelve y les hace explotar cayendo rendidos uno junto al otro... abrazados, sucios, dulces, pegajosos... pero felices y sonrientes.
Harry no puede dejar de mirar a Hermione, que tiene los ojos cerrados recostada sobre su pecho, tranquila y relajada... deposita un beso sobre su frente y ella le mira:
-¿qué tal la cena?- le pregunta con una sonrisa
-Estupenda... la mejor de mi vida- le responde con idéntica sonrisa- solo hay un pequeño problema
-¿cuál? Le pregunta Hermione levantando una ceja
-Que cada vez que vea una de esas comidas... no me sabrá igual si no es sobre tu piel- Hermione sonríe, casi se sonroja
-Puedes comer sobre mi piel siempre que quieras
-¿y si hay más gente delante?
-No me des ideas- añadió ella haciendo reír a Harry
Unos instantes después, el chico se puso en pie y la tomó con cuidado en brazos para acostarla en la cama... justo antes de abrazarla y susurrarle "me encantan tus ideas subversivas... y te quiero"...
