Crisis en Tierras Infinitas Naruhina

Capítulo 16 General Kumiho y Brony

Luego de varias actividades extraoficiales, los ninjas de la nueva generación recogidos del mundo de Boruto se transfirieron a la escuela pública ya que la campaña presidencial de Shiori había comenzado y necesitaría de esclavos, digo colaboradores para que la ayudaran. Ahora estaban reunidos en una cafetería con el fin de darse a conocer todos los jóvenes para no perder detalle.

—Ella es Shiori Senryaku, la General Kumiho quien nos ha acogido en estas instalaciones—presentó Boruto a la chica de cabello rojo.

—Espero llevarme bien con todos—dijo la chica de forma amable.

—"Kawai"—pensaron todos los que la veían por primera vez.

—¡Yo soy Yuna Uzumaki, la hermana de Boruto y Himawari de otro mundo, de veritas!—gritó la Uzumaki desconocida.

—Yuna, estás gritando demasiado. Soy Genji Uzumaki, soy primo de ella—dijo a secas el joven.

—Entonces eres primo de Boruto—comentó Shikadai al notar que ambos tenían cabello rojo.

—Shiori chan, que bueno que nos reunimos. Me has dejado tan abandonada, creí que éramos amiguis—interrumpió Yuna llorando exageradamente.

—Ay, lo siento. Es que con esto de la mudanza, cambio de escuela y todo eso me ha absorbido tanto—suspiró la chica.

—Hay algo que no me queda claro, ¿a que se refiere con eso de "general"?—dio a saber Inojin que le llamó la atención ese título.

—Verás, en este mundo los cargos militares de mayor rango son los generales. No es un título concedido, sino divino. Shiori es una de ellos—explicó Mitsuki que estaba informado.

—¡Entonces es una noble!—exclamaron todos ellos.

—Shiori, vamos a ver quien come más ramen—intentó decir Yuna en tono demasiado amistoso pero los niños comenzaron a jalarla.

—Estas en presencia de una noble, ¡¿Cómo se te ocurre decir eso?!—exclamó Shikadai nervioso.

—Ah si, hace tiempo que no comemos rallys de ramen—comentó como si nada la miko.

—Por cierto, ¿Cómo se llaman ustedes? No los vi en mi mundo—comentó Genji queriendo indagar sobre ellos.

—Mi nombre es Metal Lee, mucho gusto—.

—Aléjate de mi, no te me acerques—se fue atrás el pelirrojo de Yuna.

—¡¿Qué, por qué?!—exclamó el cejudo en shock.

—Mi padre me dijo: "Si ves un cejudo de spandex verde, huye"—.

—Oh, creo que me acuerdo de algo. Tú eres el hijo de Rock Lee. Él es hijo del tío Neji—delató Yuna a su primo.

—¡Cállate!—.

—¡Aaaaah, eres el hijo del rival de mi padre! ¡Por fin encontré a mi rival juvenil!—exclamó feliz el niño cejudo.

—¡Noooooooo!—trató de huir el pobre Genji pero Yuna lo detuvo.

—¡Por fin, un digno oponente! ¡Nuestra batalla será legendaria!—.

—No seas grosero, Genji. Los amigos de mi hermano son nuestros amigos también—dijo Yuna extrañamente educada.

—Mi nombre es Chouchou Akimichi, es un gusto conocerlos—se presentó la morena.

En ese instante, el par se quedó viendo feo a la gordita y se acercaron a Sarada a preguntarle algo en privado.

—Pst, ¿ella es de Kumo?—preguntó la Uzumaki curiosa.

—Su mamá es de allá, ¿por qué?—.

—¡Aaaaaaaah, corran!—internaron huir el par de primos pero fueron detenidos de forma cómica por Boruto.

—¿Y a ustedes que les pasa? Solo es Chouchou, es una gorda que solo se la pasa tragando pero es inofensiva—comentó Inojin curioso.

—Eso fue irrespetuoso—reclamó la morena al rubio.

—¡Revisen sus carteras, estoy segura que ya les robó dinero!—exclamó Yuna aterrada.

—¿De qué están hablando? No soy una ladrona—dijo la morena muy molesta por esa acusación.

—No le creas Shiori, así le dijeron a mi mamá y ahora tengo bastante hermanitos—le dijo Yuna a Shiori de forma exagerada.

—Vamos, no creo que Chouchou quiera robarnos nada. Ella no es del tipo matona—comentó la general sobre ello.

—¿Eh, de que hablas?—preguntó Boruto que no entendió.

—Por lo que alcancé a ver en los humanos de Kumo, todos son un estereotipo viviente de personajes de color en la literatura y ella no se salva—.

—¡Yo no soy un estereotipo viviente, soy única y diferente!—reclamó ahora la morena enojada.

—¿Segura? Es que me recuerdas a algunas mujeres de películas de actores de color que actúan muy directas y exageradamente seguras de si misma—comentó Shiori que veía muchas pelis Family Friendly con su mamá.

—Ja, te dijeron estereotipo televisivo—se río Yuna sin reparos.

—¡Tú cállate!—se enojó Chouchou con la pelirroja Uzumaki y miraba feo a la general.

—Cálmate, gordita. No es que no diga mentiras de ti—admitió Inojin que su compañera tenia una personalidad muy peculiar.

—Parece que eres confiable, ¿como te llamas?—preguntó la hija de Riki.

—Inojin Yamanaka—.

—Con que un Yamanaka—miró Genji al rubio presente.

—Debes conocer a mi madre Ino Yamanaka y a Sai Yamanaka—.

—Ah, ya recuerdo ese nombre—habló Genji sobre ello.

—¿Dijo algo mi mamá de ella?—volteó a ver Yuna a su primo.

—De Sai no sé pero de Ino decía que era una zorra malagradecida. Según ella en su mundo trató de acostarse con el tío Naruto cuando este se hizo popular—.

—¡¿Qué mi mamá hizo que?!—exclamó el chico en shock.

—Tú solo has estado un día, yo he estado aquí varios meses con el bullying—lloró Sarada recordando a Sakura Otsutsuki y los traumas que le ocasionaron el nacimiento del Mangekyo Sharingan.

—¿Dime que mi mamá no hizo algo parecido? Se llama Temari Nara—pidió saber Shikadai.

—Temari… la tía Hinata la llamo "La hermana arrastrada puta del Quinto Kazekage". Intentó usar un matrimonio político cuando la guerra terminó según contó ella—recordó Genji lo que la peliazul le contó.

—Mejor no quería saber eso—.

—Mi madre es Karui, ¿hizo algo ella?—quiso indagar la morena.

—No se de ella, tú ni existes en mi mundo. De hecho nadie de ustedes existe, no conozco a nadie—dio a saber el pelirrojo.

—Genji viene de un mundo donde nadie de nosotros nació a excepción de él—dio a saber Shiori según lo reportado en esa misión.

—Que mundo tan solitario—dijo Metal Lee.

—De hecho yo apenas los conozco, soy hija única y me alegra conocer a los amigos de mi hermano mayor. Espero que nos llevemos bien… excepto la ladrona de Kumo, ella me genera demasiada desconfianza—señaló Yuna demasiado prejuiciosa.

—¡Que no me robo las carteras, tarada! ¡Ubícate!—hizo unas señas la morena que hizo que Shiori se riera.

—Esos movimientos marcan más tu estereotipo, Chouchou san—señaló la general divertida.

—¡Demonios!—.

—Por cierto, ¿Qué tal les ha ido con sus nuevos padres? Debe ser difícil convivir con otras versiones de ellos—cambió el tema Boruto.

—En mi caso estoy feliz de tener una familia, mi hermana mayor me ha tratado bien y es bastante consentidora. Mi padre es el que sigue siendo Orochimaru—comenzó a contar Mitsuki mostrando fotos de su familia nueva.

En una foto se podía ver a Orochimaru yendo a un parque de diversiones de dragones con Genbu y Mitsuki y el Sanin se veía demasiado molesto e incómodo.

—Me imagino que el Ayuwoki está molesto por hacer cosas de padres—dijo Shiori sobre ello.

—No, está molesto porque Gai sensei se fue con ellos y no puede creer mi padre que sea su cuñado—.

—Pobrecito—.

Flashback

Orochimaru estaba planeando que en este mundo comenzaría desde cero sus investigaciones pero los reyes ya tenían visto ese detalle y le armaron una propuesta interesante: A cambio de la inmortalidad y los conocimientos que tanto anhelaba, tendría que convivir con su familia biológica.

—¿Hijos? Yo no tengo hijos—dijo el hombre serpiente confundido.

—En tu mundo no, pero en varios si. Hemos ido recorriendo líneas de tiempo y encontramos a dos hijos tuyos. Es bueno que se conozcan—.

El Sanin tenía bastante curiosidad de que saldría de su estirpe ya que jamás estuvo interesado en una familia pero quizás sería interesante este rol. Cuando llegó a la sala, se veía a un jovencito de 13 años de cabello blanco y pálido, con sus ojos similares a los suyos. Al lado había una mujer madura, muy hermosa y sus rasgos se parecían bastante a los de él.

—Es un gusto verlo de nuevo, padre—saludó Mitsuki al hombre.

—Parece que tú sí me conoces—.

—Mi nombre es Mitsuki—.

—Con que Mitsuki, entonces mi experimento si fue un éxito. Planeaba hacerte pero no pude ya que esos malditos monstruos invadieron todo el mundo—explicó el sujeto al joven.

—Mi nombre es Xuan Wu, pero mi apodo Raíz es Genbu. En mi mundo tuviste una aventura con mi madre antes de que te volvieras malo. Danzo me reclutó sin saber mi origen—explicó ella en resumen.

—Eso explica mucho—.

En ese instante, Orochimaru notó que la barriga de la mujer estaba abultada y era signo característico de un embarazo, lo que significaba que iba a ser abuelo.

—¿Quién es el padre?—señaló el Sanin curioso.

—Bueno, es…—.

—¡Xuaaaaaan, encontré en oferta la cuna que querías! ¡Además hay paquetes de spandex de bebé!—se veía a Gai llegar.

—¿Conoces a ese imbécil?—preguntó Orochimaru serio.

—Es mi prometido—mostró la chica su anillo.

—¡No, de todas las personas tenía que ser él!—exclamó el Sanin horrorizado.

—No se preocupe, querido suegro. Voy a cuidar bien de su hija o sino dare mil vueltas a todos el reino—prometió Gai al hombre.

—¡¿Aaaaaaaah, que clase de sitio es este?!—gritó Orochimaru al cielo.

—Creo que le cayó bien—volteó a ver Mitsuki a su hermana mayor siendo ignorante del asunto.

Flashback fin

—Entonces vas a ser tío, felicidades. Espero que te vaya bien, Mitsuki—le deseó su bienestar Boruto.

—No se nada de niños pero intentaré dar lo mejor de mi—.

—Cambiando el tema, ¿Qué hay de ustedes? No nos han contado sobre sus nuevos padres—dijo Sarada que quería saber de ello.

—Hmmmmp, mis padres comenzaron a salir en citas. Por suerte, ellos ya estaban enamorados y creían que no iban a sobrevivir a la invasión—comentó Shikadai de ese asunto.

—Sí, ahora que lo pienso nuestros padres ya estaban casi a punto de declararse. Nosotros nos presentamos como el trio InoShikaCho de nuestro mundo y eso los convenció de que comenzaran a salir—contó Inojin sobre ese asunto.

Flashback

Luego de llegar a ese mundo, los niños del mundo de Boruto sobrevivientes fueron reacomodados con sus padres de otra línea de tiempo. Metal Lee fue llevado a donde estaba Rock Lee, y luego de eso el trio InoShikaCho eran guiados por Sora.

—Normalmente pasarían por huérfanos y se les asignarían un puesto en el reino Kitsune ya que Riki no le gusta dejar a niños sin padres. Sin embargo, llegaron versiones de sus progenitores de otro mundo y eso facilita las cosas—les explicó la albina a los chicos.

En una sala, Temari y Shikamaru, Ino y Sai, y Chouji con Karui estaban sentados esperando misteriosamente en el edificio de servicio social ya que se les impuso una condición para ser aceptados en el reino como refugiados políticos.

—Ay, no quiero ser madre adoptiva. Soy muy joven y bella para criar niños—comentó enojada la rubia Yamanaka.

—No sé ni porqué me asignaron a la loca del abanico—se quejó el Nara de Temari.

—¡Repite eso en mi cara! ¡Yo tampoco me quiero juntar contigo, deseo ser independiente y empoderada!—.

—Yo quería retirarme de ser ninja y comenzar a cantar hip hop. No debería ser madre—alegó Karui.

—A mi me da igual—admitió Sai.

—Yo siempre quise hijos—asintió Chouji.

Justo en ese momento, llegaron los tres niños a la sala y los 6 vieron que eran una mezcla exacta de cada pareja, por lo cual el amor materno de las mujeres nació de golpe.

—¡Ay, que hermoso es!—abrazó Ino a su hijo.

—Guau, te pareces mucho a ese haragán pero esos hermosos ojos son mios—declaró Temari muriendo de amor.

—Estas muy regordeta, así me gustan—decía la pelirroja morena tomando por culo sus sueños.

—A partir de hoy se harán cargo de ellos hasta que sean adultos. No se aceptan devoluciones—se fue la asistente del rey.

Los hombres veían que esos niños sí eran suyos y leían los papi eles que aclaraban las pruebas de ADN y los nombres de ellos.

—¿Cómo es que terminé casado?—se preguntó Sai qué veía que Inojin era muy parecida a él.

—No preguntes, solo gózalo—sonrió el castaño Akimichi viendo que si tendría novia y esposa.

—Bueno, ya que—comentó Shikamaru que notó que esto no estaban mal después de todo.

Flashback fin

—Actualmente no están en planes de casarse pero todo a su tiempo—dijo Shikadai que veía que iban en buen canino.

—Eso me recuerda, ¿Qué hay de tu madre, Metal? Dijiste que resulta que Tenten no era tu mamá—preguntó Boruto sobre ello.

—Así es, la encontramos y fue extraño—.

Flashback

Después de que aclararan la falsa maternidad de Tenten, se llamó a Yakumo Kurama al edificio de servicio social con el fin de hacer la prueba de ADN para Metal Lee.

—¿Por qué creen que soy tu mamá? Lee y yo somos amigos—dijo con algo de timidez la castaña.

—Es que queremos corroborar esa posibilidad—aclaró el niño a la mujer.

—Solo de pensar eso, ay me da vergüenza—se sonrojó ella sobre eso.

—Es hora de pasar las muestras, en unos minutos se darán los resultados—advirtió la asistente llevando la sangre a los laboratorios.

Varios minutos después, la prueba dio positivo y Yakumo se desmayó por el shock de que si tuvo un hijo con Rock Lee en un mundo muy distinto al suyo.

—¡Yakumo, Yakumo, despierta!—decía el cejudo muy asustado.

—Pobrecita, bueno así es la vida—comentó Sora sonriente.

Flashback fin

—Entonces por eso jamás conocimos a tu madre, eso explica muchas cosas—asintió Boruto uniendo los cabos sueltos.

—Que bueno que hayas encontrado a tu mami. ¿Qué tal se llevan ellos?—preguntó Himawari curiosa.

—Aún son amigos pero van conociéndose más de lo que hacían. Ya saben que mi padre no esperaba esto—.

—Ya veo—.

Shiori solo escuchaba y era información interesante que le iba a contar a su madre que tenía hambre de información sobre el Naruverso, así que memorizó cada conversación que se daba y conocía a los que serían miembros potenciales en su equipo ya que no siempre contaría con sus miembros actuales ya elegidos y tendría que reemplazarlos en caso de que algunos de ellos formaran familias.

Pasando a otro asunto, la situación de reclutamiento iba bien para todos, pero era momento de un descanso merecido ya que pronto vendría un evento muy interesante que no tendrían tiempo libre. La reina Konran veía por la ventana el cielo y Shiro que descansaba la veía curioso.

—¿Pasa algo?—.

—Nada, estoy un poco nostálgica. Es que hemos cambiado mucho desde que éramos jóvenes, hace tanto que éramos humanos y ahora somos más que dioses—comentó la reina.

—Ya sé, pero me siento satisfecho con esta vida—dijo Shiro con una sonrisa optimista.

La reina se sentó en las piernas de su esposo y puso su cabeza en su pecho porque quería un poco de momentos a solas con él. La idea de un harem era consensuada y ambos lo disfrutaban mucho pero les hacía falta algo más matrimonial en ese momento. Ella recordaba justo hace unos meses antes en la semana en que Shiro supo de la identidad de Konran como su amiga de la infancia.

Flashback

—Recuerdo cuando éramos tú y yo nada más, amigos de toda la vida. No estoy orgullosa de mi pasado, de verdad que me odio por ser una carga para ti. Siempre te decían que yo no te convenía, que debías alejarte de una zorra como yo que rompía corazones pero te quedaste con esta niña tonta e inmadura—le susurró la mujer con bastante tristeza en su voz ya que su lado humano aún cargaba con remordimientos.

—No seas tonta, sé que eras de lo peor pero aun así yo soy el que decidí ser tu amigo. Nadie más que tú estaba ahí para mí cuando yo lo necesitaba—.

—Eso no es verdad, yo te abandoné cuando me enamoré de mi ex. Fui muy mala contigo cuando puse mi raya entre los dos por su capricho. ¿Por qué aún me quieres? Deberías haber elegido como tu reina a alguien más—.

—Quizás si, debí odiarte. Estaba enojado pero sabía que estabas cegada. Esperaba sinceramente que regresaras y lo hiciste—declaró el sujeto dándole una caricia a su esposa.

—No te merezco, Shiro. No merezco ser tu reina, soy una mujer sucia. Me metí con muchas personas antes que tú antes de revivir como un ser del caos. Debería haberme conservamos virgen y así no tener ese remordimiento, ¿por qué me llevaste al altar de blanco?—.

—Puede que me llamen imbécil aunque no me interesa. Te amo y eso no va a cambiar—.

Konran bajaba la mirada y aún tenía más remordimiento porque en su interior la culpa de ese día jamás la iba a dejar pero un beso muy apasionado de su esposo la calmó bastante y este le limpió las lágrimas.

—No tienes que llorar por algo que ya pasó, yo te perdoné desde hace mucho. Ya te dije que quiero estar por toda la eternidad a tu lado, somos marido y mujer y voy a tenderte la mano cuando te sientas mal—le comentó el hombre en un tono muy tierno.

—Te amo demasiado—.

Flashback fin

Una vez al mes, la reina Konran pasaba de ser la reina sádica y casi siempre llena de lujuria a una versión más humana y llena de remordimientos por los sucesos de su pasado.

—Shiro, quiero tener un bebé contigo—le susurró la mujer con mucha ilusión.

—¿Crees que es momento de formar una familia?—.

—Sí quedó embarazada, sería la mujer más feliz de los mundos—.

—Quiero ser padre pero quisiera que fuera en un tiempo más tranquilo. Ahora las cosas están muy agitadas—.

—Lo sé, mi amor. Tal vez cuando la recolección de mundos finalice. Quisiera ser mamá del hombre que amo—sonrió la chica besando a su marido en la mejilla.

—Yo igual, seria lindo tener un niño corriendo en el castillo—.

Ambos se abrazaban mirando el cielo y Konran ya no sentía tanto remordimiento en su corazón porque gracias al amor de su esposo comenzaba a perdonarse por los errores de su juventud que la hicieron como era ahora.

—Algún día será, Shiro—.

Por otro lado, Tayuya Uzumaki no se acostumbraba a su nueva vida y es que desde que llegó con Nageru era tratada como toda una princesa. Para empezar venía de un clan antiguo de su mundo y constantemente se estaba educando en el reino Kitsune junto a sus parientes biológicos que eran muy buenos con ella.

Sin embargo, la mayor parte del tiempo pasaba tiempo con su senpai Anko Mitarashi que no sólo era la primera reclutada por el General Brony sino que fue la primera alumna de Orochimaru convirtiéndola en su hermana discípula superior.

—¿Cómo vas con el sello, querida?—preguntó la mujer mayor a la pelirroja.

—Después de que esa señora loca de los zorros hizo esas modificaciones a mi sello, cambiaron varias cosas—admitió la pelirroja tocando su cuello.

Tanto Anko como Tayuya sufrieron el mismo proceso de modificación ya que ambas tenían sellos idénticos. Se dejó la habilidad del sello de absorber energía pero se extrajo el alma del Ayuwoki con el fin de que su influencia negativa ya no estuviera ahí. Fuera de eso, tuvieron que entrenar el Modo Sabio sin falta con el fin de que la energía natural que entraba de forma pasiva no las volviera locas.

Todo esto provocó un cambio en los aspectos físicos de la versión 2 del ahora llamado Sello Sagrado del Cielo y su Transformación del Sabio. En el caso de Anko, las características serpentinas no eran muy notorias pero sus ojos eran parecidos a los de Orochimaru y de parte de Tayuya las características de oni solo se conservaron unos cuernos.

—¿Qué raro que no hayas ido con tu clan? ¿Por qué te quedas con el señor Nageru?—quiso saber Anko curiosa.

—Ja, no es como si me interesara que me gusta ser tratada como una princesa. Solo deseo estar cómoda—se volteó la pelirroja en una actitud tsundere.

—Bueno, a mi si me gusta el capitán—admitió la ex Tokebetsu Jonin.

—¡¿Qué dijiste?!—se volteó la Uzumaki molesta.

—¿No que no te interesa?—.

—Bah, no me interesa. No es como si me importara lo que piense Nageru de mi—.

—Que tsundere—.

La chica se sentó en una silla sin ver a Anko y esta se sentó sonriente porque notaba que en realidad ella quería todo con el sujeto.

—Según me enteré, los generales pueden tener varias esposas—.

—¡¿En serio?!—se volteó otra vez la adolescente esperanzada pero se giró de nuevo la cara sonrojada por su dureza.

—Van a haber más mujeres de seguro. Vi a las maids del rey una vez y de algo estoy segura. Si no nos apuramos, no vamos a estar en lo alto de la escala de este reino—le advirtió la ex ninja acariciando la cabeza de la pelirroja malhumorada.

—¿Tú crees? ¿Crees que debamos hacer nuestro movimiento de una vez?—.

—No tiene caso una rivalidad, si fuera en nuestro mundo si pero aquí las cosas funcionan diferente. Ya no somos ninjas de Konoha o el Sonido, sino las elegidas por los dioses. Nuestra descendencia poblaran los reinos pero no podemos descuidamos. ¿Acaso no quieres perder tu puesto de la princesa consentida de Nageru y armar un berrinche por eso?—.

En otro lado Kanna estornudó y tenía la sensación de que hablaban mal de ella pero no hizo caso y siguió con sus cosas. De vuelta con Tayuya, ella lo estaba pensando bien y no sabía si iba a llegar alguien que la reemplazara así que tomó la mano de su senpai.

—Dime que vamos a hacer—.

De mientras, Nageru llegaba muy exhausto de hacer varias cosas muy importantes como intentar que el Cruz Azul saliera campeón en algún mundo pero se le fue negado y llegó a su hogar. Se sentó en su sofá y comenzó a mirar algún partido de fútbol de Holanda que curiosamente también tenía la maldición salina como le decían los generales.

—Nageru, ¿puedes venir?—se escuchó la voz de Anko a lo lejos.

—Ahora no puedo, debo ganar lo que aposté por Holanda—.

—¡Qué vengas te digo!—.

—Ya voy, ya voy—.

El General Brony llegó al cuarto que estaba oscuro y las dos lo emboscaron de forma que fue tomado desprevenido. Luego de esto estaba amarrado a la cama, desnudo y con una bola en la boca que le impedía hablar.

—¡Hmmmmm, hmmmmmm!—.

—Ahora si eres nuestro—se escuchó a Anko de manera traviesa.

El par de taradas estaban vestidas como dominatrix con cuero negro pero Tayuya estaba apenadísima ya que parecía una gran pervertida aunque eran medidas desesperadas.

—¿Q-quien va primero, tú o yo?—preguntó la chica muy nerviosa.

—Bueno, creo que tú. Si yo comienzo va a ser más difícil que te animes—.

La Uzumaki se desnudó frente a Nageru y su cuerpo se notaba que estaba modificado ya que originalmente era bastante plana pero después de esto ya tenía curvas y una delantera decente.

—Eso no va a entrar dentro de mi—.

—Vamos, deja que te ayude—.

Anko comenzó a masturbar a Tayuya frente al general que no estaba haciendo algo para liberarse y la chica comenzó a gemir hasta comenzar a mojarse.

—Es hora de que seas una mujer—.

—Ahí voy—.

La pelirroja se deslizó lentamente y metió todo eso en su interior, doliéndole más que cualquier cosa en su vida, indicando que era virgen hasta ahora.

—¡Duele, duele!—exclamó la chica casi arrepentida.

—Sssssh, relájate. Duele al principio—tranquilizó la pelimorada.

Para eso, ella le dio un beso que no esperaba ninguno en la habitación y Tayuya quería intentar no disfrutarlo pero se rindió ya que era su primer beso, llegando a meter la lengua.

—Anko senpai, deme otro beso—se quedó la Uzumaki embobada.

—Déjalo para al rato, concéntrate en lo que tienes frente a ti—.

La adolescente volteó a ver a Nageru que sangraba algo de la nariz y luego ella comenzó a mover las caderas. Al principio fue lento y poco a poco no dejaba de balancearse, dejando los nervios de lado.

—¡Aaaaaah, aaaaaaah, aaaaaaaaah!—.

La cara excitada de Tayuya reflejaban su lado Uzumaki en la cama y hacia ahegaos mientras esos pechos eran manoseados por Anko que también besaba su cuello.

—Lo sabía, eres una zorra. Sólo te haces la dura, te gusta que te sometan—.

Anko le dio una bofetada a la pelirroja que se comenzó a reír denotando que la vena masoquista si estaba en ella y con esto se consideraba una switch, al igual que su clan.

—Más, más, más. ¡Yes, yes, yes!—se volvía loca la mujercita.

Anko fue a traer el látigo y comenzó a darle en la espalda a Tayuya mientras ella seguía siendo estocada por Nageru que estaba a punto de venirse.

—¡Aaaaaaaah, más duro!—.

—Eres una zorra pervertida—comentó Anko mientras le daba a su compañera con el látigo.

—¡Aaaaaah, me vengo!—.

Nageru no podía gritar pero si logró correrse dentro de la chica y esta cayó en su pecho bastante exhausta y agitada, para después ver a la kunoichi sentándose y quedando desnuda.

—Ahora verás lo que es hacerlo con una verdadera mujer—.

La mujer comenzó a darle una mamada y Tayuya no daba señales de recuperarse de esa sesión de masoquismo ya que antes era del departamento con Ibiki y sabía bien esos detalles.

—¿Verdad que te gusta? Mi lengua es larga, ¿te gustan las mamadas?—.

Ella no le dio lugar a nada y esa lengua se tornó algo serpentina mientras relamía el pene erecto de su superior. Era oficial que la hembra alfa sería Anko ya que Tayuya por donde quiera que lo vieras sucumbía a la influencia de su senpai aunque eso no importaría.

—Es hora de hacerlo, quiero tener un hijo suyo. Su linaje debe crecer, seré la primera de sus esposas—sonrió la ex ninja siendo penetrada por el hombre.

Aunque le dolió ya que era virgen, no hizo muchos gestos al estar acostumbrada a esta clase de cosas y comenzó a columpiarse en un vaivén de caderas.

—¿Qué se siente, te gusta mi vagina o prefieres la de Tayuya?—.

Justo en ese instante, la Uzumaki se levantó medio mareada y le quitó la bola roja que tenía en su boca ya que no se iba a quedar atrás.

—Vamos, onii chan. Beba de mi ser, ese es mi tributo. Soy su princesa, daré todo de mí ser—decía la ex ninja de Oto ya borracha de placer.

Esta puso su entrepierna en la boca de Nageru y así sintió la lengua de su superior lamiendo esos jugos de amor, comenzando de nuevo a estar embriagada de lujuria.

—¡Aaaaaah, se siente bien! ¡Perdí mucho tiempo! ¡Esto es ser cogida por un dios, solo de pensarlo me hace mojar!—decía excitada la chica.

—Parece que perdiste el miedo, querida—.

Tayuya pasaba su lengua entre los pechos enorme de Anko y está se tocaba los pezones, mientras que Nageru se vino otra vez dentro de Anko antes de que esta tuviera su orgasmo aunque tenía una erección.

—Vamos Tayuya, ven conmigo—.

Ellas dos se juntaron para hacer unas tijeras usando el pene de Nageru y así no perdían el tiempo. Ambas jadeaban bastante y decían sus nombres repetidas veces mientras el par de chicas tomaban sus pechos para poder tener ese inminente orgasmo.

—¡Aaaaaaaah, no puedo más!—jadeó Anko arqueándose.

—¡Me vengo, me vengo!—se oyó a Tayuya en su límite.

Ambas quedaron jadeando en la cama y Nageru aún no daba el todo ya que su cuerpo divino era superior al de un mortal, por lo que una relación sexual no era nada. Ese era el motivo por el que ellos tenían que armar harenes.

—Uf, eso fue divertido—dijo el General Brony que se olvidó del partido.

—Y apenas comienza la noche. Tayuya, pásame el consolado con púas para Nageru—pidió Anko a su kohai.

—Entendido—.

—¡¿Qué?! ¡Ah no, eso sí que no!—intentó zafarse el sujeto pero las cuerdas eran a prueba de todo y estaba atrapado.

—La noche es larga—sonrió la kunoichi.

—"Tengo que hacer algo o me la van a meter!"—pensó rápido el hombre y alcanzó a ver su cerveza de barril de lata que seguía fría por los hielos.

La lata fue levitada por los poderes mentales de Nageru para ir a su habitación y esta se apretó para sacar la bebida hacia la boca del general al puro estilo de Popeye. Este recuperó sus fuerzas y sus músculos se inflaron rompiendo las cuerdas mágicas, para después ver que en sus músculos tenía el tatuaje del Cruz Azul.

—¡Ahora si, voy a tomar el mando!—dijo el hombre con un tono estilo Popeye.

—¡Esas cuerdas deberían ser indestructibles!—exclamó Anko aterrada.

—Nadie me mete cosas por el culo, hora de retribuirles mi amor—sonrió Nageru de forma malvada.

—Espera… —.

Esa noche, el par de chicas fueron llenas de besos y semen que terminaron con chupetones por todos lados, de forma que no podían salir por varios días debido a las marcas.

—Esa si fue una gran velada—suspiró el General Brony satisfecho.

—¡Cállate!—reclamó Anko llena de los chupetones que era casi imposible cubrirlos con ropa.

—Onii chan me va a llenar de amor otra vez—dijo Tayuya interesada.

—No, casi termino en silla de ruedas—declaró la kunoichi con dolor de espalda.

—Aaaaaaaw—.

Mientras tanto, Mei Terumi también se adaptaba a su vida nueva como una de las supervisoras de la construcción del pueblo. Esta era algo aburrido pero era mejor que estar al borde de la muerte y se sentía a gusto ahora que tenía a alguien como Hageshi que la ayudaba ya que se había quedado sola en la vida.

—Que bueno que terminamos, señor Hageshi—suspiró la mujer muy satisfecha.

—Sí, necesito irme a mi casa—.

—¿Puedo preguntarle algo?—.

—Eh, adelante—.

—He oído de que los generales tienen un puesto alto en esta sociedad. ¿En qué encaja usted con todo esto?—.

—Hmmmm, creo que soy como un Kage según lo que están acostumbrados—aclaró el hombre sonriente.

—Ya veo—.

Mei estuvo a punto de irse a su campamento cuando notó que Iruru llegó al lugar justo donde estaba la pelirroja y esta pidió hablar con esta.

—¿Quieres que fornique con él?—balbuceó en shock la mujer.

—Yo lamentablemente no puedo hacerlo sin permiso de mi amo, todos los dragones no podemos tomar la iniciativa hasta que nuestros creadores deseen que tengamos sexo. Sin embargo, usted es humana y puede saltarse esa regla. Mi señor necesita descendientes—alegó la dragona pequeña tetona.

—Estoy segura de que soy bastante bella pero tengo muy mala suerte con los hombres—.

—Yo misma me encargo de eso. Mi amo es demasiado tímido con las mujeres, apenas habla con usted porque es su trabajo y así rompe su miedo. Sin embargo, es seguro que morirá virgen de seguir así—.

—Hmmmm, ¿no suena a aprovecharme de su inocencia y colocarme como la esposa del Comandante Supremo del Ejército Real?—.

—Eso es lo de menos, he ahuyentado a varias arrastradas que quieren su prestigio pero noto que no tiene malas intenciones—reveló Iruru sobre eso.

—Bien, entonces si ya cuento con tu permiso debo poner manos a la obra—.

Hageshi llegó a su departamento y a los pocos minutos de instalarse se veía a Mei en la puerta, cosa que dejó perplejo al hombre.

—¿Puedo quedarme a dormir? El lugar donde duermo se llenó y no quisiera estar en la intemperie—.

—Ya veo, pasa—.

El sujeto no vivía en lujos como esta pensaba ya que no sabía en qué gastar la fortuna que tenía siendo bastante minimalista y simple. Después de eso, Hageshi le ofreció un vaso de agua a lo que Mei aceptó y no decían algo en lo absoluto.

—Puedes dormir en mi cama, yo dormiré en mi sofá—comentó el sujeto de forma caballerosa.

—Preferiría que durmieras conmigo, quiero el calor de un hombre en mis brazos—.

El Jojo Comandante se puso muy nervioso ya que recordó un consejo de Shiro sobre las mujeres y claramente ella tenía cara de. "Cógeme". Aunque era algo ingenuo e inocente, incluso él notó que Mei quería una aventura y se puso nervioso.

—¿Qué pasa? Deberías haber estado con mujeres a este paso—.

—No he tenido novia—admitió apenado el sujeto.

—¿De verdad eres virgen? Yo también soy virgen, a ese punto llega mi mala suerte—.

—¿Por qué haces esto? ¿Acaso te doy lastima?—preguntó Hageshi confundido.

—Un poco—.

—Rayos—.

—Es broma, la verdad es que me simpatizas. No eres como otros que he conocido, me gustas—.

—¿Qué tengo de especial? No soy siquiera un general, ¿por qué soy especial?—.

—Porque tú me salvaste la vida, estaba a punto de quitarme la vida hasta que tú llegaste—reveló Mei tocando la mano del sujeto y la puso sobre su pecho donde aparte de sentir lo suave de era, se podían percutir los latidos cardíacos altos de la pelirroja.

—¿Qué dices?—.

—No lo sabes, pero ese mundo era un caos total. Mi vida, mis sueños, mis amigos, todos murieron. Perdí demasiado, ya no tenía nada porque vivir. Estaba vacía, mi vida sin sentido. No le veía el caso seguir con una batalla perdida. Justamente había tomado mi decisión cuando llegaste a la base y decir que nos ibas a sacar de ese infierno—confesó la ex Mizukage comenzando a llorar bastante.

—Mei, no te quiero hacer sentir mal—dijo bastante nervioso Hageshi.

—No estoy triste, al contrario. No sabes lo mucho que has hecho por mi, mi vida vuelve a tener un propósito, puedo sonreír otra vez. Me haces reír con cada cosa que dices aunque suene estúpida, yo no quiero un galán, solo deseo sentirme viva, agradecerte tanto por darle una nueva oportunidad—.

Lo que decía la mujer era real y esta era la excusa perfecta para sacarse del pecho todo lo que había sentido en estos días. Mei se enamoró perdidamente de Hageshi desde que este sin querer le devolvió las esperanzas, la razón de sonreír o siquiera el deseo de vivir.

—Déjame agradecerte como yo puedo hacerlo, no tengo más que ofrecerte mi vida, mi cuerpo, mi alma, todo de mi ser. Aunque no me ames como quisiera, yo si te amaré por siempre. Déjame darte todo lo que tengo—se pegó la pelirroja a su superior.

Ella lo besó desprevenidamente y todo lo que Hageshi pensaba era en la frase: "¡Yes, yes, yes!". Mei de verdad iba a hacerlo y se quitó en ropa interior, quedando en una lencería azul muy sexy que generó que las dudas del hombre se disiparan quitándose los pantalones.

Mientras tanto, Iruru estaba haciendo unos encargos con tal de darle tiempo a Mei de que avanzara en lo suyo con el fin de que su amo por fin salga del cascarón y así ella también podría unirse en el futuro.

—Te lo dejo en tus manos, señorita Mei. No me defraude—sonrió de manera malvada la dragona.

En el departamento, habían pasado una hora desde que esos dos comenzaron a fornicar como locos y no se detenían por nada. Hageshi pasó muchos años sin hacerlo por su virginidad que su peor lado salió ahora.

—¡Ora, ora, ora, ora, ora!—decía el sujeto mientras empalaba por detrás a la chica que ya estaba con caras ahegao.

—¡Este si es un hombre, ya me voy corriendo más de 6 veces! ¡Es imposible que sea humano!—.

Mei estaba sudada, roja de placer y sus nalgas chocaban contra las caderas de su superior que la penetraba sin piedad. Luego de eso, se la chupó de forma que seguía eyaculando varias veces en su boca y no parecía tener fin.

—Ya no puedo más, ya no puedo más—.

Su vagina chorreaba semen y sus pechos ya estaban irritados de tanto ser manoseado, pero la erección seguía ahí. Ella estaba exhausta y su visión nublada, además de que no sintió el momento en que Iruru llegó para relevarla.

—Mi señor, Mei ya no puede más. Termine conmigo—le pidió la dragona sonriente.

—Ven aquí, Iruru—.

La ex Mizukage aoenas podía notar que la dragona montaba con lujuria a su amo y esta jadeaba gozante en su pene erecto.

—¡Aaaaaah, si! ¡Me gusta el pene de mi amo!—decía entre alaridos la dragona.

Varias veces cambiaron de posición y la dragona comenzó a perder su conciencia ya que incluso ella estaba siendo sometida por su cansancio. Mei ayudaba pero se cansaba luego y al final el par terminaron exhaustas, llenas de semen y sin poder mover un solo músculo.

—No se puede, creí que se podía manejar entre las dos. Fui muy ingenua—decía muy débil la dragona.

—No creo poder soportar otra noche así, necesitamos ayuda —lloró Mei sintiendo que no iba a caminar en días.

—Estoy de acuerdo, no más sexo hasta encontrar mínimo dos mujeres más—asintió Iruru que estaba muy adolorida.

Omake Samui la soviética

Con el paso de los días, Mabui notaba que Samui se ponía más rara con el paso de los días. Si bien era una mujer fría y calculadora, estaba comenzando a tomar algunos gustos muy raros.

—Señor Chusai, déjeme expresar mi preocupación por mi compañera Samui—le solicitó la morena a su superior.

—¿Por qué dice eso?—preguntó el General Geek.

—Bueno, ella no era una mujer normal pero últimamente me comienza a preocupar—.

—¿Cómo que?—.

—Ayer que fuimos a comprar una mascota a quien criar, ella tomó un oso. ¡¿Quién rayos tiene un oso como mascota?!—dio a saber ella.

—¿Un oso?—.

—Eso no es todo, ahora tiene la idea de que todos debemos ser iguales y repartirnos los botines en partes equitativas. Todo eso según por ser más equilibrados—.

—Aja, sigo escuchando—.

—Ella comenzó a tener un gusto por el vodka que me preocupa. Bebe uno al día—.

—Oh, oh, dije una cosa. ¿Samui es supersticiosa?—preguntó Chusai ya sabiendo a donde iba este asunto.

—Siempre lo ha sido aunque no lo aparente. ¿Por qué?—.

—Ay no, lo que me faltaba—.

Justo en ese momento, se veía a Samui llegar en un traje militar muy sospechoso y con un osezno en las manos que hizo que Chusai se diera una palmada en la mano.

—Samui a sus servicios, mi general—saludó la rubia con un acento soviético muy bien marcado.

—¡¿Qué carajos te pasó?!—.

—No lo sé, solo leí algo de Marx y me gustó—.

—¡El socialismo y el comunismo no funcionan!—le gritó enojado el hombre.

—Idiota—murmuró Mabui al ver con pena ajena a su compañera.

—Como sea, iré a aprender polca. Me dijeron que es bueno—se fue la rubia de ahí.

—Recuérdame castigarla cuando me desocupe—murmuró el sujeto molesto.

—Afirmativo—asintió Mabui.