Crisis en Tierras Infinitas Naruhina

Capitulo 17 Temporada de primavera

Konohagakure, quinto año del reinado del Séptimo Hokage…

En el ultimo año, Kara había hecho su aparición y causado varios desastres. Estaba escrito que Naruto Uzumaki perdería a Kurama en un giro del destino y Sasuke Uchiha sería despojado de su Rinnegan Supremo por un descuido pero esta no es la historia del mundo canónico sino de los tarados que llegaron a ese universo.

Boruto Uzumaki estaba preparado para morir ese día y preparaba du karma para un plan maestro con el fin de destruir a Isshiki Otsutsuki pero un dolor de cabeza lo invadió y su mismo karma cambió de negro a blanco sintiendo que el alma de Momoshiki era arrancada de su ser por obra del universo.

—¿Qué son estos recuerdos?—.

El rubio recordaba la dimensión extratemporal en donde vivía siendo que ahora su cuerpo con el de su otro yo estaban mezclados siendo actualizados en sus memorias.

—Ya entiendo—.

El Uzumaki iba en camino y usó el Jogan en ambos ojos que si logró despertar a voluntad para ver que las almas que la misión requería habían llegado a sus destinos. En otro lado, Naruto del caos había llegado al cuerpo de su versión canónica y este se llenó de sus recuerdos para estar más acorde a la historia.

—Ay dios mío, que horror. Estuve tras las faldas de Sakura y luego obsesionado por Sasuke. ¿Qué le pasa a este yo? Ya veo porque Riki critica tanto mi actuar, demonios—.

A lo lejos este sentía a Isshiki explorar la aldea con su Byakugan y como el Hokage tenía que defenderla. Estaba enojado porque recordaba la derrota que tuvo hace no mucho pero recordaba que había poseído a otro Naruto con el karma y le pateó el trasero.

—Ahora si ya sacaste boleto—.

El Uzumaki se quitó la capa ya que era estorbosa y también las mangas revelando que su cuerpo estaba muy macizo ya que mezcló sus características originales en esta versión claramente sin mucho ejercicio.

—Ya veo que ser Hokage quita tiempo para entrenar. Por eso Riki odia el papeleo sama—.

A lo lejos, Hinata Uzumaki estaba refugiada en su casa junto a Himawari por ordenes de Naruto pero ambas fueron poseídas por sus otros yo del caos.

—¡Ahora si tengo el poder absoluto y me la…!—iba a decir Hinata pero vio a su hija cerca y no completo la frase.

—Ahora si eres mi madre como la recordaba—.

—Uy, no me gusta el corte de honguito. Me hace ver muy madura, aunque sigo siendo una vieja sabrosa—se veía al espejo la peliazul mayor.

Hinata la verdad detestaba este vestuario que la hacía mirarse ñoña y se fue a ver su vestuario para ver que todo era igual para su frustración y Himawari se reía.

—Demonios, que mal gusto tengo. Ya sé, que bueno que aprendí magia—.

La mujer sacó un circulo mágico en el suelo y su look se reemplazó a su versión bad ass, además de que Hima también hizo lo suyo ya que no era bueno la falda para esto.

—Pobre Yuna, ella quería venir pero no se pudo—.

—Si, más tarde la vamos a compensar—.

En el reino, Yuna daba pataletas porque no pudo ir y Shiori la consolaba porque no fue requerida a esa misión familiar.

—Lo siento, son ordenes del rey—.

—¡Buaaaah, soy también hija de Naruto y Hinata!—hizo rabieta la niña Uzumaki enojada.

—No eres canónica en ese mundo—.

—¡Sí pero quería ir!—.

La razón por la que la familia Uzumaki tenía que ir específicamente era simple: Ellos eran los canónicos y tenían que poseer a sus otros yo, además de trazar unos sellos especiales en el suelo para así pasar la información de ese mundo al reino. Esto es porque todos los reclutados de ese mundo debían ponerse en sintonía con un mundo en común, así que fueron al canonico y original.

—Mami, dile a Yuna que no podía ir… ¿mamá?—se volteó Shiori a ver a Riki.

—¡Pero yo también quería ir al mundo canónico, buaaaah!—hacía berrinche la miko en el suelo.

—¡Tu eres la adulta aquí! ¡Compórtate como tal!—.

—Es que me tocó la parte aburrida. Necesito que ustedes me ayuden con un ritual—suspiró Riki ante eso.

Tanto en el mundo ninja como el reino ambas partes dibujaron un sello especial en el suelo mientras que recitaban un coro chino repetido.

—Yu Mo Gui Gwai Fai Di Zao, Yu Mo Gui Gwai Fai Di Zao, Yu Mo Gui Gwai Fai Di Zao—.

El sello brillaba en el suelo listo para hacer su efecto en un rato mientras que Naruto estaba cara q cara con su enemigo. Isshiki veía con menosprecio al Hokage pero con el Byakugan notó que algo había diferente con el rubio.

—No voy a dejar que pongas tu mano en Kawaki, hijo de perra—dijo muy severo el Hotkage.

—No pudiste conmigo antes, ¿qué te hace pensar que ahora si lo harás?—.

—Porque tomé Chocomilk—.

Justo en ese instante, comenzaron los santos putazos y el Otsutsuki notó que el humano se estaba defendiendo bien de los ataques a pesar de estar en modo base.

—No entiendo, antes no podías siquiera contra mí—.

—No soy el mismo de antes—.

Sasuke llegó al auxilio de Naruto pero este notó que el Hokage podía solo sin necesidad de usar su poder. El rubio recordaba su batalla contra el otro Isshiki en otro mundo y sus movimientos eran los mismos, así que podía aguantar.

—¡Papá!—.

El rubio adolescente no había estado presente en el mundo de Renegados y no sabía que podía en contra del alien malvado. Naruto generó una onda de viento tan potente con solo la fuerza de su ki que empujó a Isshiki muy lejos de la aldea para que no hubieran heridos.

—¿Qué demonios? ¿Cómo hiciste eso?—.

—Ya sé todo sobre ti, no permitiré que por nada en el mundo te apoderes de este cuerpo—

Naruto estaba al maximo de sus habilidades siendo este el Modo Caos Kurama como lo bautizó y solo un aura brillaba en su cuerpo.

—¿De donde saca tanto poder este humano inferior? No entiendo nada—.

Sasuke iba corriendo hacia el escenario de la batalla con Boruto y no entendía nada. Los niveles de chakra de su amigo eran gigantes pero ahora era mucho más, ¿qué estaba pasando, doctor Garcia?

—No sé como le hizo tu padre, pero adquirió más poder aun. ¿Alguna pista de como le hizo?—preguntó el Uchiha a su alumno.

—Eeeeh, un hechicero lo hizo—.

Naruto tenía problemas con ese problemático doujutsu del enemigo y aunque había aumentado su nivel de poder no era capaz de anticipar los cambios del tamaño de la materia. Boruto sabía que su padre tenía dificultades así que decidió intervenir.

—¡Jogan!—.

Sasuke miró como es que los ojos de su alumno se convirtieron en el Jogan y luego de eso se cubrió de unas marcas blancas que antes eran negras. Ademas se cubrió de un aura dorada identica a la de Naruto mientras que el Ojo Puro se tornaba mas potente.

—¡Papá!—.

El chico se unió a la batalla y el Otsutsuki comenzó a tener problemas ya que el adolescente si percibía en que momento aparecían los objetos alterados.

—¡¿Qué demonios significa esto?! ¿De dónde sacó ese karma blanco y el Jogan?—.

—Si quieres saberlo, ven a que te lo diga al oido Otsutsuki asqueroso—.

Media hora después…

Sasuke estaba bastante consternado por varias cosas en particular: Una es que Naruto de la nada se hizo más fuerte, Boruto ya no corría peligro con el sello pero sin duda lo que lo sacaba de sus cabales era la forma en que lo derrotaron.

—¿Una chancla? ¿En serio una chancla mató a Isshiki?—.

—No es solo una chancla, es "La Chancla"—alegó el rubio mayor con tono de respeto.

Flashback

El Otsutsuki se resistía a morir y su cuerpo no iba a aguantar demasiado pero el alienígena no se iba a rendir. El Hokage era demasiado fuerte ahora a pesar de ser alguien inferior y quería a Boruto como sacrificio para el Diez Colas pero este niño se había apropiado del poder de Momoshiki al 100%.

—Sasuke, necesitamos tu ayuda para ganar este duelo—le pidió el Séptimo Hokage muy serio.

—¿Cuál es tu plan?—.

—Necesito que lances un Genjutsu a Isshiki—.

—No sé si funcione esto, es un Otsutsuki—comentó el Uchiha.

Cuando Naruto tocó el Rinnegan de Sasuke, este sintió que la potente energía del Uzumaki se concentró en ese ojo y lo tornó de color rojo dándole un potente power up, a la vez que Boruto tocaba su mano para luego revelar que ambos doujutsus se calibraban.

—Yo lo distraigo—fue el Hokage a darle pelea al alien.

La batalla se volvió más encarnizada y el Otsutsuki no dejaba de lanzar ataques devastadores, tanto así que la camisa de Naruto se destruyó en uno de esos embates dejando ver que estaba mamadísimo.

—¡Cielos, que macizo!—dijo en shock el Uchiha al ver que Naruto se había puesto demasiado en forma.

—¡Tío Sasuke, prepare el Genjutsu!—le dijo Boruto apresurado.

—¿Por qué quieren que haga específicamente esa orden con el Genjutsu?—.

—Usted confié en papá—

En un descuido, Naruto le aplicó una doble llave Nelson a su enemigo dejándolo inmóvil por unos instantes, a lo que Sasuke aprovechó para aplicarle un Genjutsu potente que cumplió su propósito.

—¡El Narusaku debió ser canon, perras! ¡Kishimoto es un vendido!—gritó de la nada el alien que después recuperó el control—¿Fui puesto en un Genjutsu ridículo? Perdieron su oportunidad, seres inferiores—.

Justo en ese momento el cielo se puso negro, rayos rojos comenzaron a caer de las nubes y una sensación de muerte se apoderó del planeta.

—"¡¿Naruto, ahora que hiciste cabrón?!"—regañó Hinata telepáticamente a su esposo.

—¡No tuve elección!—.

—¡¿Acaso quieres que el universo exploté?!—.

Sasuke sentía una horrible sensación de muerte en el ambiente y una criatura se formó de la tierra siendo una versión chibi y cómica de Riki que tenía en su mano la chancla del infinito.

—¡¿Quién se atrevió a decir eso del innombrable?!—se oía al ente con un tono entre femenino y demoniaco.

Naruto señaló a Isshiki que no tenía idea de lo que pasaba pero todo su ser gritaba que huyera, aunque su orgullo no se lo permitía.

—¡Corraaaaan!—exclamó Boruto y generó un vórtice espacio-tiempo para llevarse a su padre y futuro suegro.

Una nube atómica se veía a lo lejos y la destrucción causada era gigantesca, tanta que el planeta resultó afectado en esa zona aunque no importaba mucho a estas alturas.

Flashback fin

El cráter que quedó fue gigantesco y una chancla estaba en la zona que Naruto recogió aunque quemaba ya que hervía ante ese uso tan atroz.

—Bueno, ¿quién tiene hambre?—sonrió el Uzumaki.

—Tienes muchas explicaciones que dar—le dijo el emo al rubio.

—Ya sabrás pronto lo que ocurrió—.

Justo en ese instante, el mundo presente fue absorbido por datos al reino de Shiro y los personajes fueron reescritos de forma que siempre pensaran que han vivido ahí con el fin de facilitar las cosas.

—¿Esto no es lavado de cerebro?—preguntó Hinata a Riki que notaba este detalle.

—Sí pero es lo mejor. No quiero dar explicaciones—.

Como dijo la General Chancla sama, algunas personas selectas se salvarían de este lavado de cerebro por el bien de la trama y el guión. Un ejemplo de esto es Sumire Kakei que estaba conociendo el nuevo reino y ella especialmente se reubicó en el área tecnológica ya que era su sueño ser científica junto al equipo de Katasuke y Akita Inuzuka. Sin embargo, hubo un asunto que no terminaba de digerir y estaba en modo sad ya que Sarada Uchiha se le adelantó.

Flashback

La científica en aprendizaje estaba viendo que ya no estaban en su mundo pero fue al encuentro de Boruto que regresó de su enfrentamiento con Isshiki.

—Que bueno que estas a salvo—suspiró ella de alivio.

—Ah, no es nada. Es un gusto verte de nuevo—.

—Pero no tenemos mucho de vernos—dijo ella confundida.

—¡Borutoooooo!—se oía el grito de una adolescente.

Sarada iba con Himawari y Yuna para ver al rubio, pero la Uchiha recibió con un beso a Boruto que dejó en shock a la pobre Sumire.

—¿Estás bien? No te hicieron nada, ¿verdad?—.

—Papá eliminó a Isshiki, estoy bien—.

—Que bueno, si te llegara a pasar algo me dolería mucho—.

—¡¿Qué demonios pasa aquí?!—exclamó la chica violeta en shock total.

—¿Eh, quien es ella?—preguntó Yuna a Hima.

—Eeeeh, creo que una amiga de oni chan—respondió la peliazul sin saber mucho de la chica.

—¡Ladrona, me quitaste a Boruto! ¡Sabías que me gustaba mucho! ¡Te aprovechaste de él! ¡¿Por que lo hiciste?!—agarró Sumire del cuello a Sarada pero ella no se dejó.

—Lo siento por no decirte la verdad, pero te daré mi respuesta. ¡Boruto es mío y aunque seamos amigas, no voy a perder!—respondió ella activando el Sharingan como amenaza.

—¡¿Quieres pelea?!—.

—Parece que oni chan tendrá problemas—sonrió Yuna divertida.

—Ay no, lo que me faltaba—.

—Oni chan es un mujeriego—murmuró Hima divertida.

—¡No soy un mujeriego!—.

—Eres guapo, es el encanto de los Hyuga. Además papá hace mojar las bragas de las zorras calientes, no te sorprendas mucho—alegó la pelirroja.

Kawaki salía del edificio y veía la escena curiosa donde Sumire y Sarada tenían harto pleito por su hermano adoptivo.

—¿Y a estas que les pasa?—preguntó el sujeto.

—Oni chan, que bueno que estás bien. Es que Sarada es novia de Boruto y Sumire anda molesta—explicó Hima a su hermanote.

—¿Y quien es la pelirroja con cara de estúpida?—.

—¡¿A quien llamas estúpida, hijo del Brayan?!—reclamó furiosa la niña.

—Ella es tu nueva hermana Yuna Uzumaki—respondió la peliazuĺ.

—¿Creí que eran dos hijos?—.

—Es una laaaarga historia—.

—¡Boruto es mío!—decía Sarada.

—¡No, es mío!—reclamaba Sumire.

—¡No, mi sol es mío!—dijo ahora Mitsuki que quien sabe a que hora llegó.

—¡Tú callate!—respondió Boruto harto de las referencias gay de su amigo.

En ese momento, Shiori llegó en un carruaje montado por zorros junto a Genji que era el conductor y esta bajó como toda una princesa mientras que notaba que Sarada y Sumire se agarraban de las greñas y el resto armaba escandalo

—¡Sileeeeeeencio!—se escuchó la voz de autoridad de la general y todos por instinto se callaron.

—Adivino, mi primo hizo algo estúpido de nuevo—murmuró Genji que se lo imaginó.

—Como sea, bienvenidos a este mundo nuevo. Soy Shiori Senryaku, la mamá de los pollitos, y espero que nos llevemos bien—.

Desde la perspectiva de Kawaki y Sumire, la niña tenía un aire abolengo muy aristócrata pero a la vez era de confianza, como una princesa. Además se podía notar que poseía un gran poder oculto a pesar de su edad tan corta.

—Shiori onee sama, el plan funcionó—dijo Hima que la veía como una heroína.

—Así es, tú y la señora Uzumaki hicieron un gran trabajo—.

—¿Puedes decirnos que es este sitio tan extraño?—preguntó Kawaki sin rodeos.

—Uy, que malote. Este es la dimensión cero, el reino de los sueños infinitos, donde todo es posible. Aquí no correrán peligro y vivirán para siempre bellos y jóvenes—explicó la general sonriente.

—Hmp, no me convence este sitio—alegó desconfiado el joven.

—Oni chan, Shiori es de confianza. Te lo juro por Dieguito Maradona—le dijo Hima al sujeto que solo rodó los ojos.

—Ahora lo siguiente. ¿Qué pasó contigo, Sarada? ¿Por que peleas así con esa jovencita?—preguntó ahora la general Kumiho a la Uchiha.

—¡No voy a dejar que mi novio me lo quite ella!—abrazó ella a su amado.

—¡Mi amor por Boruto quema más que mil soles! ¡No voy a rendirme!—reclamó la otra chica.

—Demonios, le gusto a las locas—murmuró Boruto ante la opresión yandere de ellas.

—Bueno, solo hay unas opciones—declaró Shiori ante eso.

—¿Cuales?—.

—Una es que la chica violeta se olvide de Boruto—.

—Me llamo Sumire Kakei... ¡y jamás lo haré!—.

—La segunda opción es que Sarada termine con Boruto y le de una oportunidad a Sumire—.

—¡Olvídalo, es mi idiota baboso!—dijo más enojada la Uchiha.

—La tercera opción es que hagan un trío y listo—.

—¡¿U-un trío?!—balbucearon ellas y Boruto se puso palido.

—Ouh—murmuró Yuna sonrojada.

—Es cuando tres personas tocan música—explicó la Uzumaki pelirroja sin querer arruinar la inocencia de la peliazul.

—¡Jajajaja, estás muerto!—se burló Kawaki.

—Mejor un cuarteto—alegó Mitsuki.

—¡Que te calles te dijimos!—le respondieron Boruto, Sarada y Sumire furiosos.

—Que suerte tiene Boruto, yo solo tengo a la norteña—murmuró Genji pero Yuna se enojó.

—¡¿Qué dijiste?!—.

—Nada—.

—¡Te oí!—.

—¿Por que tuvimos que ser primos?—se quejó el pelirrojo.

—El incesto aquí no está prohibido—reveló Shiori a todos.

—¿Que es incesto?—preguntó Himawari a Yuna.

—Es cuando dos parientes se casan—reveló Kawaki a su hermana adoptiva.

—¡¿Queeeeee?!—exclamó la peliazul espantada.

—¡Oye, no arruines la inocencia de Hima!—reclamó Boruto a Kawaki.

—Yo no me ando con tonterías, huasteco—.

—¿Eso es posible?—miró Hima espantada a Yuna.

—Es que... es que...—intentaba hallar la pobre una respuesta.

—Antes los Hyuga se casaban entre primos, Hima. ¿No te lo contaron?—.

—¡Pero yo no me veo haciendo eso!—dijo horrorizada la niña.

—La señora Hinata es una excepción a la regla, por eso no saliste norteña como Yuna—.

—¡Ya me exhibiste!—reclamó la aludida enojada.

—¿En verdad te gusta el primo Genji?—.

—Eeeeh, bueno...—.

—Aquí el incesto es legal siempre que haya amor puro, aunque no es común por dogma social. Nuestros genes son perfectos así que la endogamia no es peligrosa pero no es una practica que usualmente se lleve a cabo—.

Yuna sonreía en su interior porque ahora sabía que su amor no era prohibido legalmente y Genji tragó saliva porque su prima iba a tomar un papel más agresivo.

—Muy bien, Boruto. No me importa si tienes un harem o algo así. Mientras no me afecte está bien y que no termines decapitado. Resuelvan sus problemas de forma pacifica y sin trampas. Si optan por una competencia amorosa de NTR que gane la mejor. Y recuerden, coman frutas y verduras, hasta la próxima—fueron las palabras de Shiori antes de irse en su carruaje como He Man.

La casa canon Uzumaki fue usada para habitarla ya que las casitas kitsune eran demasiado pequeñas y pues la otra tenía recuerdos de esa vida más hogareña.

—¡No es justo, no tengo fotos mías!—reclamó Yuna enojada.

—Se perdieron en la invasión de ese mundo, lo siento—comentó Naruto sobre ello.

—A ver si entendí, todos vienen de líneas de tiempo temporales y ella es una hermana alterna que no debió existir—repitió Kawaki sobre ello.

—Sip—.

—Y este reino de alfombras andantes es gobernado por una señora psicopata que da chanclazos—.

En ese momento, una chancla le dio en la cara al joven ya que la dueña tenía un oido agudo cuando era insultada.

—Si, es la vecina. Ya debiste conocer a la hija Shiori—comentó Hinata al respecto.

—Sí, sí, ya entendí—.

—Su deber como invitados del reino es servir a la señorita Shiori sama. Espero que no hagas algo estúpido para hacerla enojar—le advirtió la peliazul mayor al adoptado.

—¿Por que piensan que la voy a hacer enojar?—.

—Oye Kawaki, ¿ese no es un peluche kitsune?—preguntó Yuna por el objeto en su bolsa.

—Sí, se lo iba a regalar a Hima—.

—Awww, que bonito. ¿De donde lo conseguiste?—.

—¡¿Donde esta mi pelucheeeeeeeeee?!—exclamó Riki furiosa en su casa.

—¿Dime que no te metiste a robar a su casa?—preguntó Naruto con miedo.

La miko pateó la puerta y olfateó su peluche quitándoselo a Hima que no objetó por devolverlo ya que no era suyo. Luego de eso, le dio otro chanclazo a Kawaki y se fue como vino.

—¿Que clase de mujer colecciona peluches a esa edad?—.

—Solo ella—.

Los niños nuevos del mundo ninja fueron inscritos a la escuela y Shiori tenía un problema porque Sarada y Sumire creaban una mala vibra en el ambiente.

—Te odio—.

—Yo más—.

—No sabía que Sumire le gustaba Boruto—comentó Chouchou viendo esto.

—Chicas, no hay que pelear. Todos somos amigos...—intentó calmar la pelirroja pero notó que las dos no escuchaban.

—Boruto será mío—murmuró Sumire.

—Olvídalo, ya es mío—.

—¡Ya basta! ¡No soy un trofeo!—reclamó el rubio enojado.

Himawari estaba dibujando el logo de la campaña con Inojin que ignoraban al resto y el rubio palido no estaba cómodo con el hermano nuevo de la peliazul.

—Oni Oni chan, ayúdame a poner el panfleto—sonrió la niña a Kawaki.

—Como sea—.

El joven más alto no le gustaba este ambiente cursi de flores y fantasía, pero era su nueva vida. Yuna en cambio había decidido actuar más a fondo y ahora vestía de vaquera texana de forma cómica.

—Oye primo, hay que ir por una Carta Blanca, fierro—dijo la pelirroja en tono norteño.

—Que seas norteña, no quiere decir que imites a una—le dijo Genji a la pelirroja.

—¡Aaaaah! ¡¿Por que nadie me lo dijo?!—.

Justo en ese instante, llegó Hanabi que traía bocadillos de parte de Riki y Hinata para notar que su antigua alumna peleaba con la hija de la innombrable y el emo.

—¿Se puede saber por que están como gatas en celo?—preguntó la castaña curiosa.

—Es que Sumire ama a Boruto oni chan y Sarada sale con él—.

—¡¿Desde cuando son novios ustedes dos?! ¡Te lo prohíbo, Boruto chan! ¡Solo me necesitas a mi!—reclamó ella llorando y llevando al Uzumaki a sus pechos.

—¡Cielos, su nivel de norteña es más de 8000!—registró Shiori con su rastreador.

—Aaah, entonces lo de ser norteño no es broma—dijo Hima señalando a su tía que se horrorizó por esa acusación.

—¡No, Hima bebé! ¡Soy una mujer normal! ¡Creeme, soy normal!—volteó a ver la Hyuga sin querer arruinar su imagen a su sobrinita.

—Tia Hanabi, tienes a Boruto entre tus senos—señaló Yuna.

—Solo soy una tía amorosa—.

—Cof, cof, norteña, cof, cof—tosió Kawaki.

—¡Usted cierre la boca! ¡Los adoptados no cuentan!—reclamó Hanabi enojada.

—Como no soy tu pariente—.

—¡No es eso!—.

—¡No me importa, no voy a perder en contra de usted Hanabi sensei!—juró Sumire.

—¡Ni yo!—alegó Sarada enojada.

—Lo unico que me faltaba—murmuró Boruto que trataba de zafarse de su tia.

Luego de eso, los hermanos Uzumaki más Shiori fueron a reportar esto a Riki que no estaba del todo feliz por esto. No le importaba demasiado a la mujer el asunto del harem mientras que no tocaran a Naruto y Hinata, pero Boruto era bastante princeso y lo de Hanabi era muy enfermo, además de que iba en contra de los planes con ella.

—Ya veo, necesito hablar con su sensei Konohamaru ahora—.

Los niños se fueron a reportar con su sensei y el joven Sarutobi no sabía que pasaba. Apenas estaba adaptándose a este mundo nuevo cuando una de las diosas supremas lo mandó a llamar explicitamente junto a Hanabi Hyuga que era su Jonin kohai y antigua conocida.

—Holi, senpai—saludó la ojiperla al hombre.

—¿Sabes por que esa diosa nos mandó a llamar?—.

—No sé, ni mi hermana nos dijo porque—.

—¿Cómo has estado?—.

—Triste, mi bebé tiene novia—.

—¿Eh, hablas de Boruto?—.

—Sí—.

—No lo sabía—.

—¡Aaaaa, que horrible! ¡Quería casarme con mi niño especial!—hizo berrinche la castaña.

—Si, sí, como digas—.

Konohamaru compartía el cariño de Hanabi por Boruto aunque la Hyuga era demasiado extremista en ese aspecto.

—Deberías dejarlo ir—.

Luego de unos minutos, fueron recibidos por la miko chancla digo kitsune que reposaba en un sitio tan místico que era increíble. Shiori estaba a lado como la patiña de su mamá ya que iba a ir con el chisme de lo que iba a pasar en la habitación.

—Hanabi Hyuga, Konohamaru Sarutobi, es un gusto que estén aquí y atiendan mi llamado—dijo Riki muy serena.

—El gusto es nuestro, Kitsune no Mikoto—asintió Konohamaru.

—Ese es un buen nombre, anótalo Shiori—.

—Ok—.

—¿Puedo saber por que nos mandó a llamar?—preguntó Hanabi de forma formal.

—Ejem, los mandé a llamar porque debo hacerles un aviso ambos. Por el poder superior que el cosmos me otorga, el Macroverso los declara prometidos—.

—¡¿Qué?!—exclamaron ambos.

—Oficialmente los comprometo en matrimonio—.

—¡¿Que hay de la libertad del reino?!—reclamó la Hyuga.

—Yo sé lo que hago, mi ciela—.

—¡No, no va a arruinar mi futuro perfecto con Boruto!—se levantó la castaña furiosa.

—Es precisamente ese complejo shotacon que debo hacer esto. Además Boruto no te ve como pareja—.

—¡No, no y no!—.

—Disculpe mi atrevimiento pero debo declinar mi oferta. Hanabi es mi compañera estimada y no podría hacerle eso. Además solo pienso en mi carrera ninja para ser Hokage y no puedo meterme en una relación personal muy seria—declaró caballerosamente el castaño.

—Ooooh que tierno, si es así puedo negar esto—dijo Riki en un tono muy fingido.

—¿De veras?—.

—No. No es una petición, es una orden—sonrió la diosa caprichosa.

—¡Exijo mis derechos individuales como mujer libre y empoderada!—se levantó Hanabi enojada.

—Los pensamientos progresistas están prohibidos, aquí no hacemos eso. Además no permitimos que hayan solteronas de ningún tipo, así que ya decidí, ustedes culearán y fin de la discusióm—.

—Pero...—.

—A partir de ahora vivirán juntos y serán vigilados las 24 horas del día. Serán una bonita pareja de novios y si hacen algo sospechoso serán torturados y sodomizados 1000 años por un oso polar silvestre—.

La amenaza surtió efecto y el par de ahora novios fueron echados a la calle, por lo que fueron por sus cosas. Una casa ya había sido construida cerca de la residencia Uzumaki y Konohamaru sentía que su sueño se había arruinado por la voluntad de una diosa muy cascarrabias.

—Te veo triste—comentó Naruto que ya estaba informado de esto.

—Ya no voy a poder ser Hokage—murmuró el sujeto pero el rubio lo oyó.

—¿Por que?—.

—Para ser Hokage no debo tener tiempo de romances, mi carrera ninja es lo principal y algo así me va a hacer perder mi tiempo—.

—¡Jaja! ¡Jajajajaja!—se rio Naruto de ello.

—¿Que te causa tanta risa?—.

—No tiene nada que ver uno con otro—.

—¡Es que quiero ser como tú y una novia va a estorbar!—.

Naruto lo cacheteó dos veces y el sujeto quedó en shock porque su amigo lo veía con ojos decepcionados.

—¿Que pasó con el antiguo Konohamaru que conozco? ¡El que yo recuerdo habría pensado en las cosas más pervertidas que hacerle a mi prometida!—.

—¡Ya no soy el mismo de ayer! ¡Soy más como tú!—le respondió enojado el joven pero volvió a ser abofeteado por su amigo.

—¡No te pareces nada a mi! ¡A cada segundo pienso en como se lo voy a hacer a mi esposa cada noche! ¡Pienso en sus pechos, lo redondo de su trasero! ¡No me vengas con esas estupideces, te hace falta una sexy Hyuga en tu vida para ser como yo!—.

El hombre sintió una flecha imaginaría siendo atravesado en su pecho y Naruto seguía con su evangelización pervertida.

—¡Sigo siendo el mismo pervertido de hace muchos años pero solo he madurado! Pienso, amo y sobre todo deseo a mi esposa, ella es la que me impulsa a seguir adelante. ¿Cuantas veces te he dicho que no hagas todo solo? Además el abuelo Sarutobi y el Sabio Pervertido estarían decepcionados de ti, ¡el camino del Hokage y el camino de la perversión van de la mano!—.

El antiguo Konohamaru parecía resurgir y fusionarse con el yo serio del presente, siendo evangelizado por los dioses de la perversion pasiva.

—¡Naruto, soy un pecador! ¡He deshonrado a mis maestros! ¡Me convertí en Ebisu sensei!—lloraba Konohamaru lagrimas masculinas.

—¿Cómo te atreves a compararte conmigo si no has probado la suculencia de una mujer Hyuga en sus mejores días? La razón por la que aguanté tanto sufrimiento es mi esposa que me ama y yo la deseo más que a nadie—declaró el Uzumaki fervientemente.

—¡Enséñame de nuevo, Naruto!—.

—¡¿Quieres saber los secretos de la ricura de una Hyuga caliente?—.

—Si—.

—¡Entonces yo seré tu maestro!—dijo Naruto como meme.

Han pasado varias semanas desde la misión Naruhina y un aviso se mandó a la nación entera: Toda la poblacion con edad sexual de forma voluntaria excepto casos especiales señeccionados serían participes en el "Protocolo Flor de la Primavera".

—Shiori, hagas lo que hagas no vamos a salir estos días—comentó Riki al recibir la notificación.

—¿Por qué?—.

—Hay purga sexual—.

—¿Nani?—.

—La población no ha crecido mucho y este es un mundo de recursos infinitos con espacio demasiado extenso por lo que una semana al año tenemos temporada de haber bebés—.

—Ah, entiendo—.

—No quiero arriesgarme a salir contigo, esto va parejo y tengo demasiados enamorados platónicos que no me agradan. Por suerte, tenemos un bunker con todo para esa semana—.

Esto no aplicaba a los humanos sino a las especies que rara vez se reproducían o eran demasiado espirituales, por lo que los zorros en este caso aprovechaban esto para aumentar sus numeros y no atenderían de forma adecuada a Riki y Shiori.

—Tenemos televisión, Netflix, videojuegos, comida y agua, además de juegos de mesa. Es la vida perfecta para una friki—le enseñó la pelirroja a su hija.

De parte de los Uzumaki, los 4 hermanos fueron echados a patadas por sus padres porque era la época de apareamiento y estos iban a limitar sus encuentros que rayaban en lo animal.

—Que buenos son mami y papi, nos pagaron una semana a Kitsunelandia—dijo Hima con su gorrito de zorro.

—Se deshicieron de nosotros, es mas que obvio—comentó Kawaki.

—¿Por que?—.

—Porqueeeee... bueno, no se—dijo el sujeto que no quería revelar que habrían aplausos en ese lugar.

En ese instante, se encontraron a Genji que también fue echado a patadas y saludó a sus primos. La situación de Neji y Karin aún era incomoda y permanecían más como amigos que otra cosa pero ahora iban a probar el frutidelicioso.

—Adivino, tus papás no te quieren en casa—comentó Yuna sonriente.

—Si y no quiero estar en casa—.

—Pobrecito—.

—Como saben, soy el mayor y me pusieron a cargo así que me van a obedecer—declaró Kawaki serio.

—¡¿Por que papá te puso a cargo?!—reclamó Boruto.

—Porque me contaron que la ultima vez que estuviste a cargo, Hima tuvo un ataque de ansiedad por azúcar y su lado maléfico salió a flote—.

Luego de recordar las memorias de Vietnam entraron y se toparon con Sarada y Sumire que secuestraron a Boruto casi al mismo tiempo.

—¡Estabas fisgoneando tramposa!—exclamó la Uchiha a la delegada.

—¡No tengo que dar explicaciones, voy a llevar al tunel del amor a mi amado y no me lo vas a impedir?—.

Las dos se peleaban por el rubio y todos los presentes veían con pena ajena al Uzumaki que era victima de las fangirls en potencia.

—¿A donde llevan a oni chan?—se preguntó Yuna curiosa.

—Al túnel del amor, esperemos a la salida—les sugirió Genji a todos.

El rubio fue amarrado de pies a cabeza para luego que los tres de subieran al túnel del amor y el pobre Uzumaki era victima de las fangirls.

—Una de nosotras sobra—seguía peleando la Uchiha.

—Eres tú—declaró Sumire.

—No, tú—.

—¿Puedo opinar?—dijo Boruto nervioso.

—¡No!—le respondieron ambas.

El sitio se puso algo oscuro y el lugar tenia un letrero que decía: Un beso de amor o lujuria te permitirá avanzar.

—Boruto, ya sabes a quien besar—comentó Sarada.

—Puedes ir conmigo, Boruto—le dijo la violeta muy decidida.

Ambas cerraron los ojos y se acercaron al rubio para que tomara una decisión, al mismo tiempo que se apagaron las luces por completo y el Uzumaki desapareció en humo ya que era un clon de sombra. En las afueras del sitio, se veía al original salir del baño y buscó a sus hermanos para ver que estaban en las afueras del sitio del amor.

—¿Qué hacen?—.

—¿No que estabas con Sarada y Sumire?—preguntó Yuna sobre ello.

—Ah, no sé. Dejé un clon con ustedes pero..—intentó explicar Boruto hasta que recuperó la memoria de ese clon y lo que pasaría no sería bueno.

—Oh oh—.

En las sombras, Sarada y Sumire se besaban creyendo que lo hacían con Boruto y se sobrepasaban bastante. La lengua de ambas chocaban y se manoseaban bien rico sin saber que no era su crush. Cuando salieron del túnel todos veían la escena y Kawaki le tapó los ojos a Himawari ya que no era ina escena family friendly.

—Si alcancé a ver y mi mamá lo hace seguido con papá en modo Naruko—le explicó Hima al adoptado.

—Boruto, Boruto—jadeaba Sumire siendo besada en el cuello por la pelinegra.

Eso trajo de vuelta a la realidad a la Uchiha que oyó el gemido de la chica y se horrorizó de que ese beso que estaba disfrutando demasiado era de una mujer. Cuando la violeta abrió los ojos al dejar de sentir los labios, se dio cuenta de que su primer beso se lo dio a Sarada.

—T-tú...—balbuceó la ex delegada aterrada.

—¡Aaaaaaaaaaaaah!—gritaron ambas horrorizadas ante la sola idea de que ese beso les gustó.

Mientras que esto ocurría, Hanabi y Konohamaru que habían sido obligados a salir por culpa de Riki también tenían la obligación de hacer bebés pero la verdad es que la Hyuga tenía nula experiencia.

—¿En serio tenemos que ir a la casa de Naruto? ¿Y si ya están cosheando?—.

—Espero que no—.

Hanabi tocó la puerta de la casa y salió Hinata con una bata solamente con algo de molestia ya que la interrumpieron antes del frutidelicioso.

—¿Qué es lo que hacen aquí? Estoy ocupada—.

—Es que yo y Konohamaru no...—se avergonzó la castaña y el ex Jonin no se atrevía a decir sus intenciones.

—¿Qué es lo que pasa?—se paró Naruto con todo y tanga de elefante que puso roja a Hanabi de vergüenza.

—Creo que ya sé a que vinieron, ponte una toalla porque espantas a los invitados—.

El par de jóvenes fueron bien recibidos ahí y Naruhina los veían sentaditos en el sofá con bastante vergüenza sobre el tema.

—Creí que Konohamaru era lo suficientemente pervertido para esto—comentó Naruto sobre ello.

—¡Es que es diferente esto!—admitió el hombre avergonzado.

—Entonces vienen por consejos para el sexo, ¿o me equivoco?—.

—No lo digas así de fuerte que da pena—murmuró Hanabi.

—Que bueno que no le dijiste a mamá. Ella te habría hecho hacer cosas muy vergonzosas—alegó la peliazul.

—Es que te tengo más confianza en este tipo de cosas—.

—Bueno, lo que siempre digo es que todo se aprende con práctica. Primero el sexo es algo tan natural en el ser humano y no tienen que avergonzarse de expresar su sexualidad si es con tu pareja—.

El lado originalmente de la Hinata shota geisha salió a flote y era por esto que Hanabi quería consejos de la mejor cortesana que conocía. Su madre en cambio era una gran pervertida y no estaba lista para las miles de posiciones que de seguro ella sabía...eso sería para otra ocasión.

—¿Qué consejos tienen?—preguntó Konohamaru curioso.

En ese momento, Hinata y Naruto susurraron y estos parecían sonrojarse ya que iban a hacer algo para calentar el asunto.

—Pero nada de swinger—.

—Lo sé—.

—¿Qué demonios están susurrando allá atrás?—.

—Como dije, la experiencia hace al maestro. Te daré las lecciones estilo geisha que me enseñaron en mi mundo, ahora quédense en ropa interior—.

—¡Yo solo vine por consejos, no voy a hacer cosas pervertidas!—exclamó la castaña Hyuga bastante contrariada.

—Entonces ve con mamá, ella va a ser mucho peor—.

La Hyuga se encueró y se quedó en ropa interior, pero Konohamaru en vez de excitarse, comenzó a carcajearse y Naruto igual ya que se imaginaban que tendría una lencería sensual y en vez de eso tenía unos calzones de abuelita blancos y un sostén de muy mal diseño.

—Ay hermana, en vez de provocar una erección me das risa—se rio Hinata.

—¡No me gusta la lencería!—.

—Creí que eras algo más pervertida que yo, parece que la acomplejada de su cuerpo es otra—sonrió la peliazul.

Hinata jaló a Hanabi a un cuarto y Naruto le prestó a Konohamaru una tanga estilo Ricardo Milos que Shiro le regaló no hace mucho sin que Riki se enterara.

—¿Por que tiene esos colores?—.

—Hace lucir más sensual según el rey—.

Flashback

No hace mucho que la madre de Hinata y Hanabi se adaptaba a ese mundo, además de que no hacia mucho que reafirmó nupcias ante la ley. Sin embargo, la relación con sus hijas era levemente complicada ya que su personalidad era bastante liberal a comparación de lo recatada de ellas.

Un día de esos, ella se llevó una sorpresa al ver que Hinata la visitó sola por un buen motivo y podría darle alguna información desconocida.

—¿Dices que Hanabi tiene un flechazo por tu hijo Boruto? Eso no es raro en el clan—alegó la mujer.

—¿En serio el clan Hyuga es tan incestuoso?—.

—Asi es, tu padre y yo somos primos terceros. Todo Hyuga tiene una etapa norteña que puede superar o no–.

—No entiendo eso—.

—Por ejemplo, ¿hay algún Hyuga con el que te hayas encariñado bastante?—.

—Eeeeh, ese sería Neji pero siempre lo vi como hermano—.

—Esa es una tremenda mentira—reveló la peliazul más veterana.

—¿Disculpa?—.

—Hasta donde tengo memoria y por donde yo entiendo, a pesar de que Neji te maltrató todavía lo querías mucho. Si Naruto no existiera y Neji no te hubiera maltratado habrías caído ante tu primo—.

En síntesis, según Hanamei Hyuga existen dos opciones en la vida de un Hyuga: La ruta de Monterrey y la ruta del cabeza hueca explosivo. Pueden coexistir al mismo tiempo pero solo una prevalece a lo largo del tiempo hasta que una gana en la mentalidad del Hyuga. Como ejemplo, está la misma Hinata que sintió un leve flechazo por Neji a los 3 años pero fue severamente opacado por Naruto que era alguien tan llamativo que suprimió su lado norteño rápidamente generando que de la ruta norteña solo quedara un cariño fraternal.

—Ay dios mío, eso me dejará otro trauma a la lista—murmuró la Hyuga al darse cuenta de esa situación ya que no tenía idea de que Neji si tenía amor norteño hacia ella.

—Por suerte para ti, Neji está sintiendo cosas por Karin. Cuando un Hyuga supera su etapa norteña, e sustituye por la etapa del bad boy cabeza hueca. Por lo común los Uzumaki son todos así y son blancos principales. Por ejemplo, tuve mi etapa yuri con Kushina hace años debido a esto pero me quedé con la ruta norteña a lado de tu padre—.

—¿Qué hay de Hanabi? ¿Por que tiene algo con Boruto?—.

—Es culpa de las dos—.

—¿Por qué?—.

—Hace un tiempo hablé a detalle con Hanabi y me hablaba maravillas de ti, que eras la mejor hermana y esas cosas, me preocupó el hecho del afecto que te tiene. Cuando me dijiste de Boruto comprendí a la perfección: Su amor norteño es un derivado del complejo de hermana que tiene contigo—.

—¡¿Qué?!—balbuceó ella en shock.

—Dime una cosa, ¿Hanabi en la actualidad no ha tenido un percance contigo sobre tu matrimonio?—quiso saber Hanamei curiosa.

—Veamos...cuando Naruto era Hokage ella quería obligarme a volver al clan ya que él me dejaba sola. No fue hace tanto, la verdad es que me sentí mal pero tienes razón, ese complejo de hermana es bastante retorcido. ¿Qué debo hacer?—.

—Genera una ruta bad boy cabeza hueca, los Hyuga no se resisten a una—.

Flashback fin

En cuanto las hermanas Hyuga estaban solas la castaña no pudo evitar sonrojarse al tener una hermosa lencería negra que parecía demasiado pervertida pero en realidad era lo normal.

—No, no me gusta esto—murmuró la chica.

—Este es el más lindo de mis trajes, tengo mucho peores—le advirtió la mujer a su hermana.

—Hinata, no quiero. No quiero hacer esto, tengo miedo—.

—Hanabi, ¿qué es lo que te da miedo?—.

—Es que yo... yo no quiero darle mi primera vez. Yo...—.

La chica de la nada recibió un beso de su hermana y ella le correspondió por instinto, a lo que la peliazul dejó de hacerlo y tenía un cara de tristeza y lástima.

—Lo siento Hanabi, no puedo corresponder tus sentimientos. No te amo de esa forma, no puedo—le dijo la mujer muy decidida.

—No me digas eso, hermana. Escapemos juntas, llevemos a tus hijos lejos y comencemos desde cero. Juro amarte siempre—comenzó a llorar la castaña.

—Ya te lo dije la última vez, mi corazón, mi vida, mi cuerpo y alma son de Naruto—.

—¿Por qué él siempre es antes que yo? Yo soy tu hermanita, ¿por que siempre él?—.

—Porque él me ama con locura y yo también. Lo siento pero tengo más historia con él que contigo. De no ser por él, no sé que sería de mi—.

Hanabi salió corriendo al baño y se oyó que lloraba bastante ya que fue rechazada tajantemente. Hinata suspiró porque tenía que herir los sentimientos de su hermana ya que ese amor era toxico para ella y tenía que ensuciarse las manos.

La castaña norteña permaneció ahí más de media hora llorando hasta que se calmó pero no salía del baño. Konohamaru fue llevado a empujones por Naruto para que fuera a consolar a Hanabi ya que era su momento y la puerta se abrió ya que la castaña olvidó poner seguro. La chica estaba en la tina en posición fetal con la mirada perdida y los ojos estaban hinchados de tanto llorar, por lo que el hombre se armó de amor aunque realmente no sabía que decir.

—Sé que es estúpido decir esto. ¿Te sientes bien?—.

La castaña volvió a ver al sujeto y se fue a abrazarlo para seguir llorando ya que necesitaba algo de consuelo en su senpai. No quería saber nada más ahorita, solo deseaba quitarse esa tristeza.

—Ahora entiendo porque tenía que romperle el corazón a Hanabi—suspiró la peliazul sentada en su sofá preparando algo de champagne.

—¿Por qué?—preguntó Naruto confundido.

—Estuve reflexionando y mamá tenía razón. El motivo porque me enamoré perdidamente de ti es porque Neji me rompió el corazón muchas veces. Hanabi necesita eso ahora—

En el baño, Hanabi tuvo una especie de regresión infantil temporal y no caía en cuenta de que abrazaba a un hombre en tanga mientras que ella tenía una sexy lencería. Su mente estaba rota por ser rechazada y lo unico que la ataba a la realidad era el hombre presente.

—¿Por que ella no me ama?—se preguntaba la castaña.

—Ella solo te quiere como hermana—.

—Desearía ser Naruto, así se fijaría en mi—.

—Sabes que ella lo notaría—.

—Odio mi vida, no quiero vivir en un mundo donde onee sama no me ama—.

Konohamaru se hartó y le dio una bofetada a la Hyuga que volvió a la realidad y se sobaba la mejilla sorprendida.

—¡¿Desde cuando la heredera Hyuga es una bebé llorona?!—.

—¡No soy una bebé llorona!—reclamó la mujer enojada.

—¡No eres la primera que le rompen el corazón! ¡A Naruto mismo le rompieron el corazón varias veces y no se andaba quejando!—.

—¡Cállate, tarado!—.

—¡Oblígame, perra!—.

El par se comenzó a jalar las greñas pero después de unos minutos, Hanabi cedió ya que se estaba desquitando con la persona equivocada.

—Odio esto, fue mi culpa que mi hermana no se fijara en mi. Perdí desde el principio, todo por no estar para ella en su niñez. Llegué demasiado tarde—murmuró la chica muy furiosa consigo misma.

—Vas a superarlo, me preocupa tu enorme complejo de hermana—.

—¡No es un...! Ay si lo es—suspiró la chica con mucho dolor.

—Ya deberías haberte hecho a la idea de que Hinata no te pertenecía. Hace años que ambos unieron sus vidas—le comentó serio Konohamaru.

—Lo sé, lo sé. Es que... anhelo esa edad donde éramos ella y yo. Soy muy débil y estúpida—.

La chica no quería dejar ir ese flechazo tóxico pero era inevitable, no estaba avanzando en su vida y no sabía que hacer. Quizás la señora chancla sama tenía razón y por eso había formado ese matrimonio arreglado.

—¿Puedes ayudarme, Konohamaru senpai?—se volteó ella al ver al sujeto.

—¿De que hablas?—.

—Quiero olvidar, no quiero saber nada de nada. Quiero que me lleves al séptimo cielo, cura mi corazón, vuélveme loca de amor y placer, has que este dolor desaparezca. Hazme sentir bella y amada, has que te diga te amo con sinceridad, no me dejes sola en esto, de verdad te necesito—susurró ella algo decidida pero había un toque de desesperación y locura ya que deseaba no tocar fondo.

—Entiendo, ¿has leído Icha Icha?—preguntó el castaño de la nada y Hanabi no entendió nada.

—¿A que viene eso?—.

—Entonces lo voy a gozar como no te lo puedes imaginar—.

Mientras que Hanabi y Konohamaru tenían ocupada la casa, el matrimonio Uzumaki salía a ver que hacían ya que su delicioso se pospuso por culpa de su hermana que tenia que superar su lado norteño. Sin embargo, los problemas no se quedarían ahi ya que había otra persona que requería su ayuda.

—Está sonando tu celular, mi amor—comentó Naruto al respecto.

—Bueno, ¿quien habla?—preguntó Hinata una vez que aceptó la llamada.

—Cuñada, soy Karin. Espero que no estés en acción y te haya interrumpido—.

—Eso es bueno, ¿puedes venir a mi casa? Es que Neji y yo estamos en problemas—.

La peliazul no tenía idea de lo que pasó pero asintió y el matrimonio fue a la casa de la amiga de Hinata. Ahi estaban Neji y Karin que explicaron el porqué de su llamada y la razón era también curiosa.

—¿No saben como tener sexo? ¿Acaso no se han visto siquiera desnudos?—preguntó ahora Naruto.

—No—.

—Estos dos no dan una—murmuró la Hyuga suspirando que sus seres queridos fueran demasiado inocentes.

Desde que fueron rescatados de sus mundos, habían tenido una que otra cita pero al ser obligatorio el tema del sexo ahora que estaban en temporada de primavera, no sabían que hacer.

—Es simple, Neji. Metes y sacas, es tan sencillo—comentó el rubio de forma tan casual que hizo enojar a Karin.

—¡Eso es muy grosero! Además sigo siendo virgen espiritualmente, Genji no fue concebido por sexo—alegó la pelirroja sobre eso.

—¿Por que siempre tengo que arreglar sus estupideces?—murmuró la ojiperla con resignación.

Más tarde, Neji y Karin estaban en ropa interior pero esta vez no habría una escena de rechazo ya que no era necesario como lo fue con Hanabi.

—¡¿Por que tengo que estar así?!—preguntó avergonzada la pelirroja.

—Porque tienes que acostumbrarte a pasearte así frente a tu futuro esposo. Además fuiste Geisha—.

—¡Jamás me acosté con nadie!—.

Neji estaba en calzones y no podía aguantar la vergüenza de esto. Incluso su prima y Naruto estaban en ropa interior por un extraño motivo, por lo que estaba peor que antes.

—Neji, espero que estés listo. Vas a graduarte de ser virgen—sonrió el rubio sobre ello.

—Callate—.

Karin no podía dejar de notar que la entrepierna del castaño tenía un enorme bulto que daba a denotar que estaba bien dotado.

—Las mujeres Hyuga tienen grandes pechos por lo común. ¿Qué crees que pasa con los hombres de mi clan?—le dijo la peliazul a su amiga sobre esto.

—Sí—.

Karin se sonrojó ya que esto era peor de lo que se imaginaba, y tragó saliva ya que esto era la punta del iceberg.

—¿Qué tengo que hacer?—.

—Neji, quítale el sostén a Karin—le pidió la ojiperla a su primo.

—¿Nani?—.

—Asi como me oíste—.

—¿De verdad si eres virgen, Karin? Creí que eras una geisha—comentó el castaño incrédulo ante eso.

—¡Claro que soy virgen! Ser geisha no es lo mismo que ser una prostituta—.

Era obvio que Karin estaba muy nerviosa ya que jamás había hecho algo como esto y sus manos estaban sudadas de la ansiedad.

—Primero deben darse un beso para calmar la tensión—les sugirió Hinata al respecto.

Neji asintió y estaba nervioso ya que él no había experimentado algo como esto. Ella era la madre de su hijo pero jamás se dispuso a intentar algo con ella por derecho, solo de tomar su cara le daba vergüenza.

—Tranquilo, Neji. Es solo un beso, ¿que puede pasar?—le animó la pelirroja a su futuro marido.

Tres doritos después...

El matrimonio Uzumaki estaba en la puerta de la casa y se iban de ahí con cara de pocos amigos ya que la experiencia que querían buscar para encender su relación estaba saliendo mal.

—Eso ultimo no me lo esperaba—.

Apenas Neji besó a Karin y todo se descontroló. El par se besaron como animales descarriados y no le prestaban atención a la otra pareja que intentaron llamar su atención sin esfuerzo, por lo que se fueron de ahí.

—¿Por que todo nos sale mal?—murmuró la Hyuga enojada.

—Tal vez ya estamos viejos para esto—.

—Nada de viejos, aún tengo mis 31 años. Lo que quiero es algo diferente, ya nos terminamos el Kamasutra—.

—Ya sé, ¿qué tal el BDSM?—sugirió el rubio sobre eso.

—No hemos comprado las cosas y eso es en casa. Déjalo para después—.

—¿Que tal una versión gender bender?—.

—Ya lo hicimos—.

El matrimonio había entrado ahora a la fase de estancamiento sexual y esto significaba una cosa: Terapia matrimonial. Sin embargo, eso lo pospondrían para mas tarde.

—Mejor vamos a ver a los niños, creo que será lo mejor por ahora—.

—La verdad me preocupa dejarlos solos ahorita. Tengo una mala sensación que Boruto hizo algo estúpido—.

Un rato más tarde, llegaron al parque de diversiones y se encontraron a sus hijos pero notaron que Sarada y Sumire estaban muy avergonzadas de algo y Boruto estaba nervioso.

—¿Qué pasa?—preguntó Hinata a su hijo.

—Tu no has visto nada—le dijo el rubio con ademanes raros.

—Esas dos se besaron por error creyendo que era Boruto—delató Kawaki a su hermanastro.

—¡Chismoso!—.

—¿Eso que tiene de raro?—dijo Naruto en broma.

—Ay no, aquí vamos de nuevo—suspiró la pelinegra.

—¡¿Séptimo, usted besó a un hombre?!—exclamó Sarada esperanzada de que alguien la entendiera.

—Fue un accidente con tu padre—.

—¡¿Nani?!—exclamaron todos menos Kawaki.

—Entonces la homosexualidad de Sasuke es hereditaria—comentó la Hyuga pensativa.

—¡No es cierto, díganme que no es cierto!—exclamó Sarada en shock.

—Si es cierto—.

—¡Nooooooo!—.

Continuará…

Omake

Riki hizo sus actividades del día y luego de eso fue a ver a Inari para esperar ordenes pero Shiro estaba ahí como siempre, pero se reía curioso anotando lo que esta murmuraba.

—¿Qué estás haciendo? ¿No deberías hacer tus deberes?—.

—Es que Inari siempre que duerme habla entre sueños pero los suyos siempre son proféticos—.

Riki no había puesto atención a este detalle y empezaba a oír a la diosa kitsune sin saber que pasaba y se oía gemir a la albina.

—¡Kyaaaa! Riki no sabía que hacer, estaba desnuda frente a ese hombre alto y moreno que tenía una tercera pierna de tamaño caballo—empezaba a decir ella entre gemidos en tercera persona.

—¡¿Qué?!—.

—"¡Oooh Lucifer, que enorme la tienes! ¡No me va a entrar!" Riki se quedó anonadada y fue besada en el cuello de forma que comenzó a gemir descontroladamente y caía bajo las llamas de la pasión kitsune que ocurre cada milenio—seguía diciendo la diosa entre sueños como narradora de una novela erótica.

—¡¿Qué carajos fue eso?!—balbuceó la pelirroja aún más en shock.

—Ella parece que esta viendo tu destino, un futuro no muy lejano—explicó entre risas el rey.

—"Deja de tocar mis pechos así, señor Lucifer. Eres un pervertido". La general siguió gimiendo mientras su amante le tocaba el trasero de forma firme y esta fue cargada de tal forma que la depositaron en la cama y le abrieron las piernas"—.

Justo en ese momento, Riki zangoloteó a la pobre Inari que despertó de golpe por ese movimiento tan brusco a la vez que notaba que la miko estaba muy enojada.

—¿Qué pasa? Estaba en uno de mis sueños proféticos—decía la diosa como si nada.

—¡Yo te mato!—.

—¡¿Por qué?! ¡No tengo la culpa de que tengas en el futuro noches de pasión con un papasote del Mediterraneo!—.

Se veía a unas chibis Riki e Inari corriendo una para asesinar a la otra con una chancla pero el nombre que dio la diosa era extraño. ¿Por qué fue el nombre del Diablo? ¿Acaso se refería a de los crush culposos que ni la misma Riki podía evitar sentir a pesar de su poca confianza en las relaciones pasionales?

—Quizás sea el momento de la temporada de waifus y husbandos—.