Holas, pues aquí os traigo la propuesta 11 de LPDF...

La mente pensante de esta magnífica propuesta es Julieta... que tuvo la brillante idea de que escribieramos un lemon mientras los Harry y Herms estan haciendo algun tipo de tarea domestica... (y no precisamente esa tarea malpensados)... bueeeeeno, un poco si, sino no sería lemon.

Por cierto, la canción se llama Love me do y pertenece a los Beatles... seeee, soy original para los títulos.


La culpa fue de los Beatles

Desde que había ido a recoger a Ron a su casa, el pelirrojo no dejaba de refunfuñar. Harry subió el volumen de la música del coche para acallar las protestas de su amigo, una música movida de un grupo de moda empezó a sonar con fuerza mientras Harry tamborileaba con los dedos sobre el volante, pero los bufidos de su amigo no eran tapados por la música:

-No se en que estabas pensando cuando le dijiste que la ayudaríamos- le recriminó su amigo pelirrojo

-Vamos Ron... acaba de mudarse¿sabes como estará el jardín?- añadió Harry tan tranquilo

-Si, pero te ofreciste tu... no veo porque me metiste a mi en todo esto

-Porque entre los tres acabaremos antes- dijo Harry sabiamente

-Estamos en verano- siguió protestando- a 40ºC... ¿no puede esperar al invierno para arreglar el jardín?

-Si, pero ya sabes lo perfeccionista que es

-Justamente porque lo se- suspiró Ron- nos va a tener todo el día cortando hierbajos... ¡y sin magia!- añadió como si fuera la cosa más horrible del mundo

-Todos sus vecinos son muggles, no podemos arriesgarnos a que salga alguno y nos vea agitando unos palitos

-Ya lo se- repitió Ron cansado

Ron no dijo nada más en todo el camino. No es que los argumentos de Harry lo hubieran convencido, pero lo había visto tan emocionado con la idea de ayudar a Hermione en su mudanza que cuando lo había metido de por medio no había querido decir nada.

Además estaba el hecho de que últimamente Harry solo quería pasar tiempo con ella, y sobre todo se ponía muy nervioso con ella delante, y Hermione se ponía histérica cuando estaba con Harry y empezaba a tirar cosas al más puro estilo Tonks, por lo que hasta el despistado Ron se dio cuenta de que algo estaba pasando entre sus mejores amigos, y era evidente... se gustaban, y mucho. Pero ninguno de los dos se decía a dar el paso final... decirse lo que sentían mutuamente. Así que más que molesto por tener que trabajar estaba enfadado por tener que ver a sus amigos haciendo el ridículo.

Harry estacionó su coche delante de la nueva casa de su amiga, dejó que los últimos compases de la música sonaran y apagó el motor.

Ron y él salieron a la calle, y aunque aún era temprano, echaron de menos el frescorcillo que les brindaba el aire acondicionado del coche... el sol, les acariciaba con sus rayos. Los dos amigos, se miraron y caminaron hacia la casa. De pronto la puerta se abrió y vieron a una chica alta salir corriendo hacia ellos

-¡menos mal que ya estáis aquí!- exclamó Hermione con una sonrisa

-Ron se ha dormido

-¡Oye!- protestó el pelirrojo- tampoco ha sido para tanto

La dulce risa de Hermione hizo que los dos reparan por primera vez en ella y en como iba vestida. Llevaba el pelo castaño suelto y ondulado alegremente hasta la mitad de la espalda recogido con un gran pañuelo azul cielo a la altura de la frente, una camiseta del mismo tono que el pañuelo y unos pantalones cortos ceñidos a su cadera de color negro.

-Vamos pasad... - les indicó cogiendolos de la mano

En el interior, los chicos agradecieron el frescor de las anchas paredes de la casa, que les resguardaba del sol. Casi de inmediato Harry y Ron se vieron sentados en el cómodo sofá de su amiga mientras ella iba a por unos refrescos.

Harry observó a su alrededor, se notaba que Hermione hacía poco que se había mudado porque aún había muchas cajas llenas de libros y estanterías vacías. Harry observó la puerta por donde Hermione se había marchado para verla entrar por la con refrescos. Se los dio y se sentó frente a ellos como los indios con una gran sonrisa en su rostro:

-¿y bien?... ¿cómo estáis?

-Muertos de calor- añadió Ron dando un sorbo del refresco mientras se recostaba en el sofá

-Estamos muy bien

-Ya lo veo- suspiró Hermione por lo bajo con mirada soñadora

-¿qué has dicho?- preguntó Harry sorprendido haciendo que Hermione pegara un bote y se derramara parte de la bebida por la camiseta

-Que parecéis estar bien a pesar del trabajo que habéis tenido esta semana- se rectificó Hermione algo azorada sacando la varita para limpiar el estropicio

¿Por qué de pronto se sonrojaba como una colegiala cuando Harry la miraba así? Vale que estaba guapo, alto, que ya no era aquel niño delgado y pusilánime y que tenía una sonrisa que tumbaba de espaldas, pero era Harry... su amigo de toda la vida Harry... solo Harry "si, pero a "solo Harry" te mueres por besarle" dijo una voz dentro de Hermione.

-¿te pasa algo?- le preguntó Ron- te has puesto como un tomate maduro mirando a Harry

-Ronald Weasley, lo único que pasa es que he estado tomando el sol, y siempre me pongo roja antes de hacerme morena- respondió ella con su tono de sabelotodo.

-Si ya- añadió Ron como si no se creyera ese cuento

-¿no te lo crees?- preguntó Hermione con una mirada peligrosa

-No

-¿no?... Pues déjame decirte que...

Harry sonrió contento..., desde que trabajaban en diferentes departamentos, no se veían tan a menudo, y había echado de menos esas peleas, los ojos brillantes de Hermione y la forma en que su pelo chisporroteaba cuando se enfadaba haciéndola parecer más alta

-¿qué os parece si empezamos con el trabajo?- preguntó Harry cortando la discusión

-Por mi... estupendo- dijo ella

Se levantó mientras sus dos amigos la seguían a través de una pulcra y ordenada cocina hacia el exterior. Hermione no había exagerado ni un ápice cuando les había dicho que su jardín necesitaba unos buenos arreglos.

Estaba separado del de los vecinos por lo que antaño había sido un seto, y ahora estaba lleno de hierbajos que habían crecido sin ningún orden, El césped, tenía por lo menos 5 cm de alto y los rosales del pequeño jardín necesitaban una buena poda, y sobre todo eliminar las hierbas salvajes que crecían por doquier. Junto al pequeño porche de la casa, crecía sin control una verde enredadera que estaba pidiendo a gritos que le pararan los pies.

-¿estas segura de que no nos atacará ninguna fiera salvaje?- preguntó Ron con sorna

-¡cielos, espero que no- añadió Hermione divertida

-¿por donde quieres que empecemos?- quiso saber Harry

-Había pensado en repartir las tareas- sus amigos asintieron conformes- Tu puedes cortar el seto, Ron el césped y yo me ocuparé del jardín- terminó Hermione práctica como siempre.

Como era costumbre, ninguno de ellos se atrevió a replicarle, así que fueron cogiendo las cosas que necesitaban para sus quehaceres. Y bajo un sol infernal, Ron cogió la segadora, Harry las tijeras y Hermione los útiles de jardinería.

Harry, agradeció su experiencia pasada en estas labores, porque el seto realmente necesitaba una mano experta para su doma, además estaba acostumbrado a trabajar a pleno sol, así que no lo acusaba en exceso. Ese no era el caso de Ron, que refunfuñaba sin parar cada dos pasos. Ni el de Hermione... Hermione. Harry paró unos instantes para mirarla, con sus delicadas rodillas posadas suelo, se había colocado unos guantes de jardinero y estaba arrancando los hierbajos de raíz con seriedad. Harry sonrió al recordar como una niña de cabellos castaños arrancaba una mandrágora de su maceta antes de volver a trasplantarla...

Se la quedó contemplando embobado, como sus rizos parecían brillar a la luz del sol. En ese instante, Hermione se incorporó para limpiarse el sudor que perlaba su frente. Harry suspiró al ver como la camiseta que empezaba a estar húmeda se pegaba a su vientre.

Hermione volvió a agacharse dándole una vista buenísima a Harry que tuvo que tragar duro. Entre la postura y los pantalones ceñidos no había lugar para la imaginación... ¿cuándo se le habían echo a Hermione esas caderas tan redondeadas y perfectas?

-¡au!- gimió ella de pronto

-¿qué ha pasado?- preguntó Harry corriendo hacia ella que estaba quitándose el guante.

-Me he pinchado con algo- le dijo enseñándole a Harry el dedo índice

-Pues que drama..., igual pierdes la mano. Menos mal que ahora no tienes que levantar la en clase- farfulló Ron mientras volvía al trabajo.

Hermione abrió la boca para seguramente dar una respuesta mordaz, pero las palabras se perdieron en su garganta cuando dos cálidas manos se cerraron sobre la suya.

-Déjame ver

Hermione se quedó quieta tratando de controlar el calor que había ido a instalarse a su rostro. Mientras, Harry inspeccionaba la mano de su amiga como si fuera un preciado tesoro. Entre la suyas era tan pequeña y delicada. La miró a aquellos ojos castaños y sonrió... tenía la cara llena de tierra, ligeramente acalorada... estaba preciosa.

Con cuidado siguió la inspección de la mano de Hermione, sin poder contener una caricia con sus dedos para descubrir una gota de sangre en el pulpejo... roja... muy roja, Harry se la quedó mirando fascinado, aquella gota resaltaba sobre la suave piel de Hermione, y sobre todo era suya, de ella, algo de ella exclusivamente, su sangre.

Muy despacio se inclinó para acortar la distancia que lo separaba de la herida, y justo cuando sus labios estaban a escasos milímetros del dedo, Harry clavó sus ojos verdes en la chica para descubrir que tenía una extraña expresión en el rostro, y la besó, besó su dedo de manera delicada... y Hermione suspiró, y sin dejar de mirarla, Harry introdujo ligeramente el dedo en su boca succionando, Hermione cerró los ojos dejando escapar un gemido de su garganta, mientras Harry usaba su lengua para acariciar esa exquisita parte de la piel de su amiga haciendo que ella volviera a gemir de auténtico placer... muy lentamente Harry empezó a sacar el dedo de su boca deleitándose con los ojos brillantes de su amiga, deseando poder morder ese labio inferior que ella estaba apretando con sus dientes..., era un gran espectáculo

-¿se puede saber que hacéis los dos plantados ahí como dos pasmarotes?- dijo la voz de Ron

Harry abrió los ojos confuso, para descubrir que seguía sosteniendo la mano de Hermione entre las suyas, todavía a una distancia prudencial, la castaña le miraba con una expresión que no supo definir... Harry se sonrojó violentamente y soltó la mano de su amiga... ¿desde cuando tenía esa clase de sueños estando despierto?...

-¿estas bien Harry?- preguntó Hermione mirándole preocupada al ver su expresión

-Perfectamente- añadió él revolviéndose el pelo nervioso

-Creía que te habías quedado dormido de pie- añadió ella divertida

-¡que?... no- respondió Harry bajando la mirada apenado. No estaba durmiendo de pie, pero si soñando despierto

-Si estás muy cansado podemos dejar el arreglo del jardín para otro día- añadió ella con semblante preocupado

-¡No!- exclamó Harry antes de añadir- pero si deberías lavarte la herida con agua y jabón para que no se te infecte.

-Si- añadió Hermione en un suspiro mirando su dedo distraídamente pasando por delante de él para dirigirse al interior de la casa.

Harry la contempló mientras se iba, y justo cuando entro en la casa, se dio un fuerte golpe en la frente por estúpido... ¿qué estaría pensando Hermione de él ahora?


Pues esa pregunta sería fácil de responder, Hermione estaba pensando en la cara de éxtasis que tenía Harry mientras acariciaba lentamente su mano con los ojos cerrados y los cosquilleos que le había mandado a todo el cuerpo mientras lo hacía. Abrió el grifo de la cocina y sumergió su mano dentro viendo como la sangre se perdía por el fondo del desagüe. Se maldijo interiormente por sonrojarse cada vez que Harry estaba cerca de ella, por lo nerviosa que se ponía.. si seguía así Harry iba a darse cuenta de sus sentimientos con facilidad... pero es que no podía evitar ese revoloteo de mariposas en su estómago cada vez que veía a Harry, y no podía apartar la vista del que fuera su mejor amigo cuando sonreía o se atusaba el pelo.

Con un suspiró terminó de lavarse las manos para salir, no sin antes tomar una botella de agua bien fría para ofrecérsela a sus amigos y una radio, quizá eso la distrajera de los pensamientos malos que estaba teniendo.

Salió al exterior y conecto la radio en una emisora muggle que pasaba grandes clásicos... sonrió para sus adentros... los Beatles... le encantaban.

-¿os apetece algo de agua?- preguntó a los chicos

Love, love me do.
You know I love you,
I'll always be true,
So please, love me do.
Whoa, love me do.

Ron, fue corriendo hacia ella y casi se la quitó de las manos dando grandes sorbos, Harry, siempre observó como su amigo iba terminándose la mitad de la botella.

-Ya esta bien, vas a tener un corte de digestión- recriminó Hermione quitándosela de las manos.

Ron observó malhumorado a su amiga, pero por unos momentos Hermione le recordó de tal manera a la profesora McGonagall, que a pesar del calor un escalofrío le recorrió la espalda:

-¿tu también quieres agua... Harry?- terminó en un susurró ahogado

Harry se había quitado la camiseta mientras ella estaba dentro de la casa y aquello era todo un espectáculo. Adiós Harry Potter enclenque y bajito... hola dios del Olimpo Harry... ¡Merlín que torso!... sudado, marcado, con ligeros abdominales y el vello justo que debe tener el torso de un chico, y una pelusilla negra subiendo hasta el ombligo. Harry agradecido y con una sonrisa deslumbrante tomó la botella de agua que una petrificada Hermione le tendía.

Love, love me do.
You know I love you,
I'll always be true,
So please, love me do.
Whoa, love me do.

Hermione casi idiotizada por el espectáculo contempló como el torso de Harry se tensaba, junto con su brazo y empezaba a beber con ansias... ¡oh horror, una gota de agua se escapó de entre los labios de Harry y bajó rebelde por su barbilla, recorriendo el camino del cuello, sobre la nuez... hacia el hueco de las clavículas... entre los pectorales y Hermione no pudo más... descubrió una nueva forma de beber... sobre la piel del perfecto torso de Harry.

Avanzó hacia él con un paso brusco sin perder de vista la gota, Harry no se dio cuenta, siguió bebiendo, ni tan solo se movió cuando las manos de Hermione se apoyaron sobre sus pectorales y sus labios se posaron sobre su piel para detener el camino de la gota de agua rebelde y empezó a deshacer el camino que esta había trazado sobre la piel de Harry, pero esta vez con sus labios... succionando en ocasiones, en otras usando la lengua. Le oyó gemir, sintió como la mano que sostenía la botella caía a su lado mientras el se quedaba quieto, y subió entre sus pectorales en una caricia con su lengua... si... beber de Harry era mucho mejor que beber de una botella, no tenía ese sabor a plástico, no estaba frío como el agua... pero era sencillamente delicioso. Llegó hasta el inicio del cuello... allí la piel se volvía más áspera... varonil por los restos de una ligera barba, llegó hasta la nuez donde no pudo evitar succionar con fuerza logrando que Harry ahogase un gemido de placer. Hermione sintió como Harry se tensaba contra ella y estiraba el cuello pidiéndole más caricias.

Las manos de la chica subieron hasta sus fuertes hombros para impulsarse hacia arriba, hacia su objetivo... besar a Harry como nunca antes, beber de su boca, de sus labios... sus ojos esmeralda estaban brillantes y fijos en ella, con los labios entreabiertos invitándola a adentrarse en oscuras y húmedas cuevas...

Someone to love,
Somebody new.
Someone to love,
Someone like you.

-¿Hermione?- oyó la voz de Ron llamándola desde lejos- Hermione ¿estas bien?

Hermione abrió los ojos para encontrarse con las caras de sus amigos mirándola fijamente, Ron con una sonrisa extraña en sus labios, Harry con semblante preocupado. Enrojeció con violencia al ver la situación en que se encontraba.

-Yo...- dijo en un susurro ahogado. Se mordió frustrada el labio inferior ¡Cielos, parecía tan real!

-¿No quieres agua?- preguntó Harry tendiéndole la botella

Hermione miró la botella que le ofrecía Harry y la tomó con algo de brusquedad para volcársela encima ante la mirada sorprendida de sus amigos... estaba muy fría... ¡justo lo que necesitaba para apagar el calor que parecía haberse adueñado de su cuerpo¿Por qué los tenía que sonar esa canción en esos momentos?

-¿Tenías mucho calor no?- preguntó Ron con sorna

-Si- gimió Hermione bajando la cabeza. No podía mirar a Harry o se pondría tan roja como el pelo de Ron- ¿en que estabas pensando?- preguntó de pronto el pelirrojo- parecías muy feliz

Hermione retrocedió dando un salto hacia atrás... ¿tan obvia era¿o es que Ron había aprendido legeremancia, No podía ser, él no podía entrar en sus pensamientos de esa manera... y mucho menos en sus pensamientos íntimos con Harry "dios" Potter.

-Creo que no deberías estar más al sol- añadió Harry con semblante preocupado

-Yo... si, claro que puedo seguir trabajando- dijo retrocediendo hacia atrás.

Harry y Ron la miraron con expresiones extrañas en sus rostros mientras Hermione avanzaba de espaldas con una sonrisa nerviosa en sus labios.

-¡CUIDADO!- gritó Harry de pronto

Demasiado tarde, Hermione tropezó con una de las piedras que delimitaba el jardín y tuvo que hacer auténticos malabarismos para mantenerse en pie

-¡estoy bien!- exclamó abriendo los brazos totalmente sonrojada con una risa histérica en sus labios.

-¿Estas segura que no quieres descansar?- volvió a insistir Harry

-No...no

Repuso Hermione poniéndose de espaldas a ellos para agacharse, coger los útiles de jardinería y ponerse a arrancar hierbas como una posesa... era lo único que podía hacer para quitarse la sensación de humillación de encima... porque si empezara a darse golpes contra la pared de la casa Harry y Ron todavía se preocuparían más

La mañana avanzó un poco más tranquila, pero el sol estaba cada vez más alto y les quemaba a todos en la piel. Hermione no podía aguantar la sensación de que la camiseta se pegara a su piel así que optó por hacerse un nudo debajo del pecho dejando todo su vientre al descubierto. Fue una suerte que estuviera de espaldas a Harry, porque si en esos momentos lo hubiera mirado, se habría llevado un buen susto... o no.

Harry dejó las tijeras de podar el seto en el suelo, lo cierto es que le estaba costando más que nunca, aunque claro, en casa de sus tíos no tenía una distracción añadida como era ver a Hermione adoptar posturas graciosas para alcanzar las ramas más difíciles de los rosales.

Love, love me do.
You know I love you,
I'll always be true,
So please, love me do.
Whoa, love me do.

Con cuidado y mucho disimulo... (eso ante todo), hizo como que se secaba la frente de sudor y dirigió su mirada hacia la chica para descubrirla con la camiseta atada debajo del pecho, de pie, de espaldas a él, revelándole una elegante línea de piel que se perdía por dentro de ese pantalón asesino pegado a sus caderas.

Estaba hipnotizado con su movimiento, pero ante todo, estaba hipnotizado por el aspecto suave que tenía la piel de la espalda de su amiga... "¿la de su vientre será igual?" se dijo sin dejar de contemplar el exquisito espectáculo. Sintió como sus pulsaciones se aceleraban al ver como los glúteos de Hermione se tensaban al pasar una de sus piernas por encima de un pequeño rosal para luego agacharse ligeramente y cortar unas hojas secas...

Sus piernas, casi le llevaron hasta ella, sin darse cuenta estaba detrás de la chica, Hermione se incorporó lentamente y Harry avanzó un pequeño paso, la frágil espalda de la chica quedó apoyada sobre su torso, pero ella no se movió, al contrarío acomodó su cuerpo al de él uniéndose de manera perfecta. Muy despacio, Harry pasó una de sus manos hasta su vientre para reposarla allí, haciendo círculos con sus dedos. Hermione acomodó su cabeza en el hombro y el cuello de Harry, lo que le permitió ver que Hermione tenía los ojos cerrados y el rostro tranquilo disfrutando de la caricia.

Con mucho cuidado enredó sus dedos entre el pelo de Hermione para descubrirle el cuello, tenía un aspecto terriblemente apetecible. Se inclinó sobre la chica para besar la piel trémula de su cuello, nada mas unirlos a su piel Hermione suspiró de tal manera que Harry pensó que había estado toda su vida deseándolo, porque casi al instante ladeó la cabeza para darle un mayor acceso a su cuello. La mano de su vientre se cernió sobre la estrecha cintura de Hermione atrayéndola más, si es que eso era posible hacia su cuerpo, casi la sintió estremecerse entre sus besos.

Hermione tenía una oreja pequeña y delicada, Harry fue subiendo por su cuello, justo por donde palpitaba el desbocado corazón de Hermione para empezar a juguetear con su lóbulo, Hermione arrugó un poco el cuello mientras ronroneaba como una gatita, lo que enloqueció a Harry.

Pero ya que había empezado quería descubrir si toda la piel del cuerpo de Hermione era tan exquisita como la zona de su cuello, así que esa mano que estaba atrayéndola hacia él subió por su vientre hacia una zona un poco más peligrosa. Harry se detuvo a la entrada de la camiseta, tanteando por la zona para darle tiempo a Hermione de echarse para atrás, pero ella simplemente levantó un poco su pecho, como si ansiara que de una vez por todas Harry se colara por dentro de su ropa..., así que los hábiles dedos de Harry volaron hacia su interior para descubrir la tela del sujetador, allí sin dejar de besarla en el cuello en ningún momento, el chico acarició los turgentes senos haciendo que ella arquease la espalda buscando un mayor contacto, así que su mano empezó a desplazar la tela...

Love, love me do.
You know I love you,
I'll always be true,
So please, love me do.
Whoa, love me do.
Yeah, love me do.
Whoa, oh, love me do

-¡HARRYYYYYY!

Harry dio un salto hacia su derecha y miró a su alrededor confundido. Ron lo miraba con exasperación, y Hermione con la mano en el pecho producto del susto los miraba a su vez a ambos extrañada.

-¿estas loco?- increpó Harry a su amigo algo enfadado- ¿por qué me chillas?

-Llevo media hora llamándote- protestó Ron

-¿y para que si puede saberse?- le increpó Harry "¿es que ya nadie podía tener sus fantasías a gusto y sin que le interrumpieran?"

-Llevas como 10 minutos mirando a Hermione embobado- protestó Ron- Si queremos terminar antes de mañana no podemos parar

-Tampoco hace falta ponerse así- añadió Harry cogiendo las tijeras para seguir con el seto.

-Si seguís los dos así de tontos- empezó Ron- yo me voy a casa

-No hace falta- respondió Harry

Ron refunfuñando se marchó hacia el césped... estaba más que harto de esos dos y de sus tonterías, y encima aún le quedaba toda la zona de la piscina... y estaba empezando a hacer un calor asfixiante. ¿Por qué no se dejaban de tonterías y se decían lo que sentían de una vez, cuando se quedaban atontados mirándose o se ponían torpes no había quien les aguantara. Al principio lo encontraba gracioso, él y Luna solían reírse durante muchas horas recordando como hacían el ridículo... pero es que ya empezaban a cansarle la verdad... o se decían lo que sentían de una vez por todas o iba a terminar matando a alguno de los dos.

Ron se volvió para echar un vistazo a sus "amigos", si, no me miréis así, amigos entre comillas, porque como siguieran así de insoportables iban a dejar de ser sus amigos para convertirse en magos muertos hechos picadillo. Pero al volverse para controlar que siguieran haciendo su trabajo se quedó blanco como la pared... justo antes de que toda la sangre se le agolpara en la cara. Eso ya pasaba de castaño oscuro, no le importaba que se quedaran empanados... pero que hicieran esas cochinadas delate de él

-¡SI QUEREIS ESCANDALIZAR A LOS VECINOS VAIS POR BUEN CAMINO!- les gritó enfadado.

Y es que el espectáculo no era para menos, Harry había caminado hasta Hermione, había atravesado la zona de los rosales y la había arrinconado contra el seto. Y eso no era lo peor... Hermione había rodeado a Harry alrededor de la cintura con sus piernas... y encima era imposible distinguir donde se encontraban las manos de cada uno.

-¿QUERÉIS PARAR DE UNA VEZ¡¡¡ESTOY AQUÍ!

Love, love me do.
You know I love you,
I'll always be true,
So please, love me do.
Whoa, love me do.

Y como si fuera el detonante, Harry y Hermione se separaron como impulsados por una extraña fuerza mirándose con los ojos abiertos como platos y las caras como dos tomates maduros...

-No estaba soñando- gimieron los dos a la vez

Ron puso los ojos en blanco... ¡lo que había que oír, se pegaban el lote delante de él..., no...¡¡peor! casi montaban una película digna de Nacho Vidal delante de sus narices y encima tenían la desfachatez de decir semejante tontería. Pues él ya había tenido bastante... ¿cómo iba a mirarles a la cara a partir de ahora?. Fue a encaminarse hacia la puerta cuando una mata de pelo castaño pasó por delante de él y entró en la casa...

Ron se volvió hacia Harry para descubrirlo parado en medio del jardín mirando hacia el suelo...

-¡que haces ahí parado como un pasmarote!- le gritó indignado haciendo que su amigo levantara la cabeza- ¡ve tras ella!- le gritó exasperado

-Yo..., no puedo

-¿cómo que no puedes?- Ron tuvo que luchar contra sus impulsos asesinos...comer, desgarrar... destripar... matar a Harry con sus propias manos- ¡por el amor de merlín!- gritó exasperado- ¡lo llevas deseando desde hace meses!

-Pero... ha sido un impulso... yo... creía... no me hubiera atrevido nunca... creía que era una fantasía... ha sido el calor... o yo que se...- trató de justificarse Harry desasiéndose el pelo

-¡Harry James Potter... como no vayas tras Hermione y termines lo que has empezado te juro que te lanzo una maldición imperdonable!

-Pero...

-¡DILE LO QUE SIENTES!- le gritó sacando la varita

Harry en vista de que los instintos de su amigo estaban a flor de piel decidió que lo mejor era hacerle caso... aunque fuera para disculparse con Hermione... ¿pero como justificar que la quería y que deseaba hacerla suya desde hacía meses? Si casi se había abalanzado sobre ella como una fiera en celo... ¡era su amiga, le debía un respeto¡¡maldito calor¡¡malditos beatles y sus canciones pornográficas!

Cruzó la puerta de la cocina temblando para buscar a Hermione.


Hermione entró a su cuarto como una exhalación cerrando tras de ella la puerta y empezó a dar vueltas por el cuarto.. ¿cómo había podido¿cómo se había atrevido¡¡se había echado encima de Harry como una gata en celo!... ¡malditos beatles... maldito calor, malditas hormonas maldito verano... maditomalditomaldito!

Se dejó caer desesperada en la cama con las cara entre las rodillas cubierta por sus manos... Es que no podía creerse lo que había hecho. ¿qué estaría pensando Harry de ella en esos momentos?. A la mínima invocación de Harry, su cara se puso roja como un tomate, mientras su cuerpo recibía una sacudida eléctrica, aún podía notar las manos de Harry sobre su cintura, su olor... su torso contra el sus pechos pegándola a la pared, su boca, sus labios, su lengua, sus manos recorriendo sus piernas y lo que no eran sus piernas... lo duro que parecía estar todo en Harry en aquellos momentos, lo inflamada que estaba ella... ¿qué le había pasado para confundir la ficción con la realidad?... es que tenía que haberse dado cuenta antes de que las caricias eran demasiado ásperas, pero es que todo su cuerpo anhelaba a Harry desde hacía tanto tiempo que estaba segura su mente le había jugado una mala pasada. Dos suaves golpes en la puerta la hicieron salir de su ensimismamiento, y sobre todo dar un salto en la cama del susto, el corazón se le subió a la garganta, las pulsaciones aumentaron, se le secó la garganta... estaba segura de quien era, Harry... venía a pedirle explicaciones por su atrevimiento.

-¿Hermione?- la voz de Harry llegó amortiguada desde la puerta

Hermione no sabía donde esconderse, pensó en lanzarse por la ventana, pero caería en el patio de los vecinos, y haber como les explicaba que estaba huyendo de su mejor amigo porque se le había abalanzado como una posesa..., claro, eso sin contar que no se rompiera nada en la caída.

Harry estaba fuera del cuarto esperando en el pasillo nervioso esperando que Hermione le diera permiso para entrar. No sabía como disculparse con ella, pero estaba dispuesto a arrastrarse y besar sus pies si era necesario. Había llegado el momento de enfrentar la realidad, confesar sus sentimientos y hacerle saber a la que hasta ahora había sido su mejor amiga que a pesar de que ella no sintiera lo mismo no se abalanzaría sobre ella nunca más, sino que la respetaría como ella se merecía.

Harry empezó a desesperarse y se atusó el pelo del indomable flequillo deshaciéndolo un poco más¿estaba tan enfadada con él que no quería ni verle?... Harry se sintió derrotado al no recibir respuesta por parte de su amiga, ya estaba dándose la vuelta para marcharse cuando sintió una mano que se cerraba sobre la suya. Se volvió para descubrir a Hermione roja como un tomate. Le soltó de manera algo brusca:

-Lo siento- dijeron los dos a la vez de pronto

-Yo no- respondieron juntos

-¿no?- repitieron como si lo tuvieran ensayado

Se quedaron los dos en pie en mitad del pasillo mirándose fijamente... y de pronto estaban los dos enredados como si se hubieran pegado con pegamento... sus cuerpos, sus bocas unidas en un compás perfecto.

Harry levantó a Hermione por la cintura mientras ella enredaba sus dedos entre los cabellos alborotados de Harry. El chico comenzó a caminar por el pasillo para flanquear la puerta del cuarto de la que hasta ahora había sido su mejor amiga. Sin dejar de besarla, ni tocarla, cerró la puerta del cuarto con uno de sus pies y guió a Hermione en volandas hasta la cama, tropezaron con ella, y en medio del beso Hermione rió divertida mientras caía sobre el edredón mirando a Harry.

Es que no podía creerlo, era mejor que en sus fantasías, Harry la miraba con unos ojos tan verdes como nunca le había visto. Observó como se ponía de rodillas en la cama con ambas piernas sobre ella, pero lo mejor estaba por llegar:

-No sabes lo que te quiero y cuanto he soñado con estar así contigo

-Si lo se- añadió ella contenta. Llevó una de sus manos hasta la nuca de Harry y tiró de él para acostarlo sobre ella- porque yo siento lo mismo

Se fundieron en un nuevo beso, lleno de amor y de caricias, de sentimientos confesados, de anhelos que estaban a punto de convertirse en realidad, de fantasías que poco a poco iban cumpliéndose, porque a Harry Potter y a Hermione Granger solo les quedaba una cosa para ser uno solo, y estaban a punto de confesarse todo de la forma más sublime que existe en el mundo...

FIN...

EPILOGO DE LA AUTORA:

Ron estaba en el vestíbulo de la casa de pie varita en mano dispuesto a lanzarle a Harry una maldición si bajaba por las escaleras sin haber hablado con Hermione. El sonido de unos pasos apresurados y una puerta al cerrarse le hicieron agudizar los oídos, pero cuando un golpe y el sonido de la cama llegó hasta él supo que ya había tenido suficiente espectáculo por una buena temporada.

Salió a la calle y bufó molesto... ¿y ahora como volvía el a casa si estaba en un vecindario muggle y Harry estaba haciendo cosas con Hermione que prefería no imaginar?

Maldijo para sus adentros por su mala suerte y se dirigió hacia la cálida calle para buscar un sitio desde el que poder aparecerse con seguridad, estaba deseando llegar a casa y contárselo a Luna. Igual la tarde no había sido una perdida de tiempo después de todo...