Crisis en Tierras Naruhina

Capitulo 20 Angeles y Demonios

Prologo…

Riki hizo sus actividades del día y luego de eso fue a ver a Inari para espera ordenes pero Shiro estaba ahí como siempre, pero se reía curioso anotando lo que esta murmuraba.

—¿Qué estás haciendo? ¿No deberías hacer tus deberes?—.

—Es que Inari siempre que duerme habla entre sueños pero los suyos siempre son proféticos—.

Riki no había puesto atención a este detalle y empezaba a oir a la diosa kitsune sin saber que pasaba y se oía gemir a la albina.

—¡Kyaaaa! Riki no sabía que hacer, estaba desnuda frente a ese hombre alto y moreno que tenía una tercera pierna de tamaño caballo—empezaba a decir ella entre gemidos en tercera persona.

—¡¿Qué?!—.

—"¡Oooh Lucifer, que enorme la tienes! ¡No me va a entrar!". Riki se quedó anonadada y fue besada en el cuello de forma que comenzó a gemir descontroladamente y caía bajo las llamas de la pasión kitsune que ocurre cada milenio—seguía diciendo la diosa entre sueños como narradora de una novela erótica.

—¡¿Qué carajos fue eso?!—balbuceó la pelirroja aún más en shock.

—Ella parece que esta viendo tu destino, un futuro no muy lejano—explicó entre risas el rey.

—"Deja de tocar mis pechos así, señor Lucifer. Eres un pervertido". La general siguió gimiendo mientras su amante le tocaba el trasero de forma firme y esta fue cargada de tal forma que la depositaron en la cama y le abrieron las piernas"—.

Justo en ese momento, Riki zangoloteó a la pobre Inari que despertó de golpe por ese movimiento tan brusco a la vez que notaba que la miko estaba muy enojada.

—¿Qué pasa? Estaba en uno de mis sueños proféticos—decía la diosa como si nada.

—¡Yo te mato!—.

—¡¿Por qué?! ¡No tengo la culpa de que tengas en el futuro noches de pasión con un papasote del Mediterraneo!—.

Se veía a unas chibis Riki e Inari corriendo una para asesinar a la otra con una chancla pero el nombre que dio la diosa era extraño. ¿Por qué fue el nombre del Diablo? ¿Acaso se refería al crush culposo que ni la misma Riki podía evitar sentir a pesar de su poca confianza en las relaciones pasionales?

—Quizás sea el momento de la temporada de waifus y husbandos. Pasemos a unos comerciales.—

Comerciales…

¿Está cansada de los juguetes aburridos de princesas y ponys coloridas que solo los masoquistas hinchas del Cruz Azul compraría? No te preocupes niña promedio de escuela pública, llegó ahora la figura de acción la guerrera miko Chancla sama.

—¿Hija, ya no quieres jugar con tus muñecas?—preguntó Shiro que fingía una voz de mujer malhecho y vestido de mujer.

—No mamá, quiero la muñeca de acción Chancla sama—decía Shiori que fue sobornada para participar en el comercial.

—Oh, enseguida te la compro—.

Chancla sama tiene integrado su clásico traje de sacerdotisa nipona y la chancla del infinito que acaba con los malos.

—Papi, ¿Qué compras a Chancla sama?—preguntó Kanna a Ryoku.

—¿No estás grande para muñecas?—.

—Papá, di tus líneas—.

—Ah si. Te la compro—.

Chancla sama viene integrada con un botón en su abdomen que dirá unas palabras de amor a los niños, solo observen.

—¡Dejen mis peluches en paz! ¡Naruhina forever bitches! ¡Muere Narusaku!—se veía a Shiori apretar el abdomen de la muñeca Chancla sama.

Si compras de edición limitada a Chancla sama, te llevarás de edición limitada a su versíón scout como defensora de la paz.

—¡En el nombre del Naruhina te castigaré! ¡Chancla power! ¡Shiro, deja de grabarme!—se veía ahora a Kanna apretar el abdomen de la muñeca.

Si encuentras el boleto dorado, conocerás de forma personal a Chancla sama en carne y hueso. No pierdas tiempo y compra la tuya. Aplica restricciones, la chancla usa baterías.

Fin del comercial…

—Muy gracioso, muy muy gracioso—se veía extremadamente enojada y sonrojada a Riki que veía que las muñecas fueron vendidas en su totalidad a pesar del pésimo comercial.

—¿Pensé que querías ser popular?—comentó Shiro haciéndose el desentendido.

—¡Pero no así! ¡Además no metas a Shiori en tus estupideces!—regañó ella sacando la chancla.

—¡Miren, es Chancla sama!—dijo un niño random y una multitud se acercó a ver a la mujer.

—¡No soy Chancla sama, soy la poderosa General Kitsune, destructora del mal!—intentó aclarar la pelirroja.

—La heroína debe ocultar su identidad secreta—les dijo el hombre cerca de ahí.

—¡Deja de lavarles el cerebro!—iba a darle Riki un chanclazo a Shiro pero fue interrumpida.

—¡Miren, es la Chancla Stream!—señaló una niña que reconoció la técnica de la tele.

—¡¿Qué?!—volteó a ver la miko en shock.

—Ah cierto, tienes un programa anime muy popular en Internet. Se llama Chancla sama enojada—explicó Shiro pero comenzó a ser zangoloteado por la mujer más enojada.

—¡Miren, es un show en vivo!—se reunieron más niños.

—¡¿Quién hace ese estúpido programa?!—exigió saber la pelirroja.

—Shiori, dice que ya no le das mesada porque ya está grande y tiene que sacar dinero de otras fuentes—volvió a explicar el rey.

—¡Shioriiiiiii!—gritó la miko al aire.

—Este fue el Show Live Action de Chancla sama, síganme en mis redes sociales y denle like también a Yunita bebé—se veía a Shiori grabando pero comenzó a correr porque su madre iba a chanclearla.

—¡Pequeña demonia! ¡Ven aquí, no solo serán chanclazos!—.

—Esta es solo la antesala para el show de Temporada de Waifus, lo ricolino está por venir—fue lo último que dijo el rey que recogió la cámara de la adolescente y apagó la transmisión.

Please stand by….

Play game…

DC: Arrowverse, Tierra 666, Los Ángeles…

Una melancólica melodía se desprendía de un impresionante piano en medio de un antro cuyo nombre dictaba Lux. El ejecutante era un hombre esbelto, bastante alto, de ascendencia mediterránea, un encanto sin igual, tocaba con pereza las notas mientras bebía un vaso de whisky. Ese ambiente de paz era completamente lo opuesto de lo que se vivía a las afueras del edificio, como si aquel sitio tuviera un escudo invisible que protegía el interior del caos reinante.

—Es todo.. de aquí no la contamos Luci.. —se veía a alguien entrando como dueño del lugar a un sujeto caucásico, pelo negro como sus ojos, vestido con un traje casual debajo de un sobretodo raído, lo opuesto del elegante pianista que bien podría ser modelo de trajes de Armani o Gucci.

—¿Y que esperabas, que él se olvidara de ti.. Johnny?—contestó con un tono inglés cargado de sarcasmo—Sabía que recurría a un desafío directo a esos estúpidos dioses del omniverso en el momento que acepté cobijarte bajo mis alas durante esa Crisis de Tierras Infinitas.. y fue divertido hasta que esas criaturas empezaron a destruir todo.. nunca había visto más feliz a Maze divirtiéndose con esas abominaciones..—.

Lucifer Morningstar era el regente del infierno, pero cansado de estar en el averno había decidido tomarse unas vacaciones indefinidas en Los Ángeles donde ha estado disfrutando una vida ociosa como dueño de un pub llamado Lux. Todo iba normal hasta que un desorientado John Constantine quien se asemejaba muchísimo al actor Keanu Reaves cayó muy malherido tras una batalla contra unos esbirros del caos que iban detrás de una semilla del caos que debía haber sido destruida por un centinela llamada Asterión quien al no poder cumplir su misión estaba actuando como una novia tóxica tras sus huesos.

Sin opciones aceptó ser uno de los protegidos de Lucifer y el ángel caído además de ser orgulloso con su libertad no le importaba desafiar directamente la voluntad de su padre, cuyo mensaje había ordenado a través de su hermano Amenadiel de no ofrecer asilo político a un extraño de esa dimensión. Eso generó la degradación de ese mundo, con criaturas del caos penetrando para cazar al extraño Constantine quien no debería más existir.

Luego de eso, se fue descansar en lo que parecía ser su última siesta antes de ser devorado por el mismo caos desenfrenado y algo raro ocurrió. Una mujer de larga caballera roja y su traje con chaqueta blanca y ajustados pantalones escarlatas, daban un aire misterioso a la recién llegada.

—Lucifer Morningstar, has sido victima de un complot de los altos mandos. El protocolo indica que los generales deben actuar—se oía a la chica.

—¿Disculpa, quién eres?—.

—Soy una de las más grandes enemigas del sistema actual de los dioses cósmicos. Como dije, este mundo no debía desaparecer y Asterion saboteó este universo. Conozco los detalles, mi única oferta es inmunidad diplomática y una demanda por intento de asesinato ilegal—.

—¿Qué es lo que quieres de mi?—.

—Ya lo sabrás, papi. Nos veremos muy pronto—.

Mientras tanto, Riki apenas había entrado a la casi extinta Tierra 666 del Arrowverso y ya le estaban lloviendo los vergazos. Un montón de monstruos desalmados la perseguían y ella corría en una moto, que ella había conseguido del modelo que usaba Bulma en Dragon Ball, como podía ya que era demasiados.

—¡Estúpida Sora, te odio!—maldecía la mujer a la asistente del rey por mandarla en una zona infestada.

En ese momento, Lucifer Morningstar junto a John Constantine veían que una horda de monstruos perseguían a una pelirroja en moto que corría bastante rápido para ser humana. El ángel caído no había tardado mucho durmiendo y tenía el presentimiento de que debía estar fuera.

—Constantine, ve a ayudarla—le ordenó el diablo al detective.

En ese momento, Riki recordó que era una maquina asesina y bajándose ágilmente de la moto para convertirla en capsula tras un salto, se dio una palmada a la cara por lo que se volteó y se arrancó su traje de miko para ver debajo el traje de motociclista amarillo con linea negra de La Novia de Kill Bill.

—¡Mueran!—.

Ella comenzó a hacer una masacre bastante rápido a las bestias y John miró a Lucifer con duda ya que la pelirroja no requería ayuda.

—¿A quién?—dijo el detective ya que la extraña iba ganando Lucifer veía en cámara lenta a Riki mientras que una canción de ensueño se figuraba en su mente.

La sangre del enemigo caía mientras que ella se reía como loca además de golpearlos con fuego fatuo y decapitándolos sin piedad, cosa que comenzó a excitar al sujeto.

—La voy a llevar a casa con mamá—dijo el señor de la tinieblas.

—¿Tienes una madre?—.

—Eeeh, tenía. Ahora está muerta—.

—Este es un universo raro—murmuró John al recordar que en su mundo no había una Diosa.

En ese instante, un enorme monstruo salió del suelo y era del tamaño de un rascacielos, cosa que intimidaría a cualquiera pero la hechicera ni se inmutaba.

—¿Por que está sonando la canción del Pato Lucas?—se preguntó Constantine mientras que esa rola se oía en el ambiente.

—¡Juajuajua! ¡Caguabunga!—.

Riki sacó sus chakram y se aventó a la cabeza del enorme monstruo dañando uno de sus ojos y dándole como una desquiciada sociópata.

—¿Será descendiente de Kratos?—se preguntó el detective.

Luego de eso, Riki abrió la boca del monstruo y ella escupió fuego fatuo atómico azul para quemarlo por dentro. Luego de esto este cayó al suelo y Riki aulló a la Luna Llena que era roja sangre como una loba de forma algo comica.

—Lo hizo ver muy fácil, ¿quién demonios es esta mujer?—se preguntó John curioso.

—No lo sé, pero creo que me gusta—admitió el ángel caído.

La General Kitsune se sentó y no sabía por donde comenzar a buscar. Esta era su primera misión en solitario y comenzó en nivel Legendario así que no iba a ser tan sencillo.

—Los monstruos del caos son más fuertes de lo normal, parece que si van en serio. ¿Dónde está ese papucho?—se preguntó la mujer.

La pelirroja no tardó mucho ya que su objetivo la teletransportó en un portal al mismo Lux que también estaba siendo destruido pero en menor medida que la Tierra.

—Guerrera de cabello rojo, bienvenida a la resistencia—declaró el mismo Lucifer sentado en su trono a lado de Maze y John Constantine.

—¿Eh? ¡¿Qué carajos hace John Wick aquí?!—señaló la mujer al detective.

—No apellido Wick, es Constantine—aclaró el sujeto.

—¡Se supone que el John Constantine de este mundo es rubio y de ascendencia inglesa! ¡No es el doopelganger de Keanu Reeves!—.

Hasta donde tenía en claro Riki es que el Constantine de Reeves era de otro mundo muy distante al Arrowverso. La seña es que el Lucifer de ese mundo era de aspecto más viejo y tenebroso y un traje blanco que contrasta con el que tenia frente suyo.

—Parece que tienes información sobre el Multiverso. El Constantine rubio no es de este mundo, solo viene cuando desea verme de su propia línea de tiempo—aclaró el rey de las tinieblas.

—Bueno, lo que pasó fue que...—.

En la televisión, Asterion veía la televisión junto al resto de centinelas ya que el programa estaba dando buenos resultados con la información del Asesino de Dioses y sus aliados pero había un pequeño detalle.

—Mira Asterion, es la Tierra 666. Está a tu cargo—señaló Mariska muy burlona con un acento ruso muy estereotípico.

El centinela se puso frío y vio que era precisamente un mundo que efectivamente era el suyo pero tenía un pleito marcado con esos dos.

—Lo que pasó es que yo venía de un mundo muy distante. Tuve un problema con un objeto llamada semilla del caos que destruyó mi mundo y un tal Asterion quería matarme por portarla—explicó el hombre a Riki.

En ese instante, Asterion sintió la mano de la Reina del Caos que lo miró feo y todos se fueron menos Mariska que quería ver el regaño porque este la cagó con un detalle muy importante: Al parecer ella era fan de todo lo que se pareciera a Keanu Reeves.

—¿Cómo que intentaste matar al Constantine Reeves?—le dijo molesta la reina.

—Es que yo...—.

—Ese sujeto quiso venir a mis dominios y que yo me inclinara ante él, para que yo entregue a este humano. Prefiero morir que arrodillarme ante alguien que no respeto, por algo soy un ángel caído. Luego se largó amenazándome de que iba a hacer que este mundo iba a desaparecer y esas cosas—terminó de contar Lucifer.

—"Bueno, ¿tú estas pendejo o que, hijo?—preguntó la centinela rusa en broma.

—¿Dónde esta esa semilla del caos?—preguntó Riki curiosa.

—No sé, alguien me la robó—.

La reina veía con más enojo a Asterion y se lo llevó de las orejas a la base de operaciones donde residían las memorias de los mundos pero antes le pidió un favor a la presente.

—Mariska, ve a arreglar el problema que este tarado hizo—.

—Recibido, en un momento parrrto al lugarrr—.

La Centinela rusa tenía un tiempo de no ir a uno de los mundos y esta sonreía ya que cumpliría una promesa secreta que hizo con Shiro no hace mucho tiempo.

—Buen dia, mi lady. ¿Va a salir a alguno de los mundos?—se presentó una Shin vigilante.

—Afirrmativo, quierrro que busques bien las siguientes coorrrdenadas. Ahora mismo la heroína Chancla sama debe estar en la Tierra 666 corrompida por el caos—designó la mujer.

—Ok, veamos... hmmm. No había sido reportado, que extraño—.

De mientras, los reyes veían en las grabaciones donde Asterion creó un clon humano que robó la semilla del caos para condenar en automático a ese mundo rápidamente.

. —¿Tienes algo que decir?—preguntó la reina a su subordinado.

—¡No me dejó otra opción, no respetó mi autoridad!—reclamó el centinela pero le jalaron las orejas.

—Olvidaste una regla especial que todos aquí seguimos: Keanu Reeves es un símbolo positivo del Multiverso, debe ser apapachado y protegido por nosotros. ¡¿Por que desobedeciste una ley tan sagrada, lombriz de agua puerca?!—.

Una información que todo ser divino del multiverso debe saber es que había un grupo predilecto de personas que eran más vitales que otras para conservar en caso de un Apocalipsis o que deben ser consideradas al cuidado de los dioses. En esta lista estaban Keanu Reeves, Ricardo Milos, Terry Crews, las chicas de BlackPink entre otros. Violar esta regla era como para los humanos es pegarle a un perrito chihuahua.

—En cuanto terminemos con tu castigo vas a pagarlo muy caro, un mundo saboteado es en contra de nuestro dogma. Que te quede claro, una más y serás despedido, ¡¿oíste?! ¡Ahora comenzará la sanción!—se oyó a la reina llevarse a un sitio de indescriptible dolor.

De vuelta con Riki, ella no sabía que hacer y sabía que este mundo sería destruido, por lo que se metió a su papel de general bad ass para después dar su solución.

—Este universo está condenado a la destrucción, pero le propongo un trato. Si vienen conmigo les daré refugio en un territorio neutro, yo gobierno sobre un reino exclusivo para mi y nadie puede tocarlo—declaró la pelirroja seria.

—¿Que gano yo con esto?—preguntó Lucifer sospechoso

—Hmmm, ¿quieres negociar a pesar de que te ofrezco refugio?—dijo la mujer en un tono burlón.

—Señor Lucifer, deberíamos considerar la oferta—le comentó Maze sobre ello.

—No pienso aceptar una oferta así de milagrosa. Además huele a trampa, ella se seguro quiere que sea su subordinado—declaró el sujeto y ella se puso nerviosa.

—Sí quería eso pero no es lo que crees—.

—No me gusta tener jefes, eres linda pero no soy alguien que trabaje para un superior. Me gusta seguir mis reglas—.

—Te ofrezco vivir en mi reino, ¿por que no aceptas a cambio de algo tan simple?—empezó a refunfuñar Riki.

—Oblígame—.

—Ya veo porque este mundo está condenado—.

Lucifer era de esas personas que prefería morir que tener que obedecer a alguien de forma altruista. No por nada era el ángel caído más famoso de todos los mundos, por lo que tenía que ir por el plan B.

—Bien, ¿qué es lo que quieres?—suspiró la pelirroja.

—Quiero de vuelta a Lux—.

—Eso es fácil—.

—Si de verdad quieres tenerme como aliado y solo como aliado, no deseo que me des ordenes estúpidas—.

—Bien, ¿algo más, su majestad?—dijo la mujer en tono de sarcasmo.

—Bueno...—miraba el sujeto de reojo la figura de Riki pero ella se dio cuenta. —¡Ah no, eso no!—.

—¿No es lo que quieres? Apuesto a que me buscabas reclutar no tanto por mi poder—alegó el demonio.

—Eeeh, 50-50. ¡No soy tan fácil! ¡Hablamos de eso después!—.

El momento se rompió cuando todo el Lux se tambaleó, alertando a Maze y a Constantine de la situación tan peligrosa que se manifestaba.

—¡El escudo no aguantará, Lucifer!—avisó Maze a su jefe pero el mencionado solo observaba a la pelirroja, como si quisiera encontrar una brecha en su postura desafiante.

—Tú ganas con una condición. ¿Dime que es lo mas deseas?—le planteó el sujeto con su mirada hipnótica que tenía completamente alelada a la pelirroja quien suspiraba para revelar su secreto.

—Y-yo.. yo deseo.. ¡Yo deseo un helado de vainilla!—.

Los tres parpadearon confundidos por la respuesta dada por la mujer, hasta que ella estalló en carcajadas porque no aguantó su humor extraño.

—Lo siento, lo siento es que no me pude aguantar, tenía que aprovechar el bug, jajaja—seguía ella riéndose y cuando se pudo calmar tenia una amplia sonrisa de victoria—Ahora, ¿tenemos un trato?—.

—Tsk, es mi línea doña Comedia -decía el demonio encogiéndose los hombros al tiempo que rodaba los ojos—Si nos aseguras sacarnos ilesos de aquí lo consideraré—.

—Yo voy donde vas Lucifer—preparó sus cuchillas Maze.

—Yo no debería estar aquí.. pero si es para cabrear a Asterion, firmo donde sea—sacó una caja de chicles el exorcista.

—Les aseguro donde vayamos habrá diversión—les guiñó el ojo la pelirroja—Ahora salgamos de este mundo decadente—.

—Voy a extrañar a Lux—dijo melancólico Lucifer, pero ya no pudo continuar porque un quiebre dimensional provocó un estallido, lanzando los cuatro a través de la ventana.

—¡Añarakópeguare! -gritó la mujer pelirroja, mientras mordía su dedo sacando sangre y rebuscando con la otra mano un pergamino, lo abrió para revelar a un dragón—¡Vamos Chimuelo!—.

El dragón negro salvaje rápidamente fue a rescatar a los tres sobrevivientes de aquel mundo, con la pelirroja subida en la montura. Al primero en agarrar fue a Constantine, quien abrió ampliamente sus ojos al ser atrapado por el dragón, ya Lucifer desplegó sus alas como un reflejo al caer, abriendo ampliamente sus ojos recordando la escena donde Maze los había cortado en la playa, pero estaban ilesas en su espalda, saliendo de esa memoria al grito femenino de Maze se abrió paso para atraparla antes de que cayera en las fauces de los monstruos del caos.

—¡Lucifer!—chilló Maze con los ojos desorbitados por la sorpresa al ver como su amo volaba para rescatarla usando sus alas, que no debían existir.

—¡Vamos!—gritaba Riki volando con Chimuelo para ayudar, pero una bola de fuego los paro.

A lo lejos se veía al clon centinela Asterion de cabello pelirrojo, su mirada color aqua con un "fuego" frio por la furia, mientras preparaba un poderoso ataque de fuego. Riki soltó una sarta de palabras altisonantes, que hasta a Lucifer lo espantó por el idioma natal de la pelirroja.

—¡Se nos agotó el tiempo, maldita sea! -rumiaba mientras estabilizaba su vuelo con Chimuelo con Constantine en sus patas, ya Lucifer por su parte había atrapado a su leal secuaz.

—Conque es un centinela, estamos jodidos—admitió Lucifer muy serio.

-Asterion—murmuró Constantine apretando sus dientes con impotencia.

—¿El león de fuego? Por favor. Es el apodo de un drag queen—resoplaba Riki con fastidio y sarcasmo.

—¡¿Cómo dijiste, Senryaku?!—exclamó el clon centinela con desdén—No sabía que ibas a llegar a este mundo en particular.

—Tengo permiso para ir al mundo que se me pegue la regalada gana—dijo la general con una voz falsamente inocente.

—No sé de que hablas -escupió el Centinela apenas moderando su tono de voz, reflejando la furia interna que mantenía apenas a raya—No puedo tocarte, pero deja a estos mortales en su mundo—

—Lo siento, ahora están bajo mi custodia, vendrán conmigo a la Pradera Fushimi—usó Riki su permiso siguiendo el protocolo con la autoridad mientras preparaba un par de sellos.

—¡No, no lo harán!—disparó el sujeto una serie de ráfagas de bolas de fuego, a lo que Riki rápidamente con Chimuelo lograron evadir, mientras Lucifer protegía a Maze con su vuelo evitando que las bolas de fuego los atraparan.

—¡Ay, que abusivo opresor!—reclamó la generala de Shiro, mirando por donde podrían escaparse.

—¡Ni siquiera lo pienses Senryaku, están atrapados! Tú puedes irte, no puedo tocarte, pero como he dicho, estos mortales quedan en su mundo—.

—Técnicamente no es mi mundo—aclaró Constantine solo para deleitarse con la cara congestionada del Centinela quien ardía de furia por la desfachatez del exorcista.

—¡Tú serás el primero que caerás bajo mis fuegos!—.

—Guau, que tóxico eres. De verdad no sabes manejar un rechazo, Asterion, te he dicho que no bateo para tu lado—.

—¡No soy gay, desgraciado!—.

—Es norteño, no puñal—reveló Riki ese detalle y el aludido la miro feo.

—Eso no me lo esperaba—admitió Maze curiosa.

El centinela se hartó y expulsó una gran parte de sus poderes que superaban con creces al de Riki, sacudiendo la misma realidad.

—¡Cuidado! -grito Maze, quien no quitaba sus ojos del Centinela,

El enemigo voló furioso hacia donde Chimuelo volaba y Riki rápidamente manejó a su dragón para maniobrar y evitar que el Centinela pelirrojo vestido completamente de negro decapitara al pobre Constantine. Con el tiempo corriendo en su contra, evidenciado por la ruptura de continuidad del cielo salpicado de rojo por los humos de incendios. Maze veía desde los brazos de su amo, que mientras más tiempo permanecían allí menos posibilidades de éxito tendrían en su escape.

—Lucifer, déjame ir—susurró Maze a su amo—Podrán escaparse si lo distraigo—.

—Mazekeen, no me gusta lo que tu cabecita esta inventando—le advirtió el sujeto con una voz mortalmente seria y extremadamente preocupado.

—Solo soy un demonio sin alma—le sonrió la súcubo con una sonrisa triste, pegando un golpe a Lucifer quien la suelta para luego ella lanzarse al vacío cayendo en una terraza de un edificio en llamas.

—¡Maze!—gritó indignado y a la vez aterrado el ángel caído.

—¡Oye, centinela de mierda! -gritó con fuerza la demonio, logrando sacar la atención del Centinela por Constantine—¡Sí, tú! ¡Quiero ver que tan fuerte eres!—.

—¿Por qué debería pelear con un ser inferior?—declaró el pelirrojo con sorna.

—¿Qué?—apenas pudo decir Riki, mientras veía como Lucifer aterrizaba al lado de Maze.

—¡Vamos Mazekeen, no me hagas...! -dijo el celestial pero fue callado por un beso de la demonio.

—Por favor, no me olvides, vayas donde vayas—se despidió la lilim con una sonrisa triste.

—Pero Maze…—Lucifer parpadeaba confuso—No puedo ir sin ti—.

—Esa mujer te ha elegido por un propósito mayor—Maze dirigió su mirada hacia Riki—Si no, no estaría aquí en este embrollo, ¡solo vete de este mundo!—

—¡No sin ti!—.

—Que tiernos, realmente hubiera sido interesante ver evolucionar este mundo sin la presencia del regalo de Dios—dijo el clon de Asterión con malicia, a lo que Riki afiló su mirada—Ya que ella murió dando a luz a un niño muerto… terrible…—.

—¿Regalo de Dios..? -dijeron los tres a lo que Asterión se carcajeo.

—Siempre estuvo condenado desde el momento que el regalo de Dios Chloe Decker murió, por lo que su encuentro con Lucifer MorningStar nunca sucedió—.

Sin embargo, era raro que este sujeto dijera algo así y notó lo oculto entre las palabras del centinela que hizo que se enojara más.

—Mataste a Chloe Decker, ¿verdad? Saboteaste este mundo -murmuró Riki furiosa al mismo tiempo que activó un pergamino con su sangre—Eso ya no importa, espero que lo distraiga lo suficiente—.

El pergamino extraño se activó delante del enemigo quien frunció el ceño ante el objeto antes de que un brillo incandescente lo golpeó desprevenido. Ese momento fugaz de aturdimiento fue suficiente para que Riki lograra llevar a Constantine, mientras Lucifer agarró a la fuerza a Maze para poner distancia y así poder escapar. Pero ni siquiera pudieron reorganizarse cuando tenían en su cola a Asterión quien los perseguía con una sonrisa sádica.

—¡Malnacido hijo de perra!—gritó exasperada la pelirroja al tiempo que activaba unos sellos explosivos que no hacían mella en la persecución—¡¿Alguna otra idea?! Escucho sugerencias—.

Maze estuvo callada, estaba segura que solo Lucifer debía abandonar ese mundo, en algún otro mundo quizás ella si obtenía lo que más ansiaba, un alma. Sabia por John, que un autosacrificio muchas veces era la respuesta, y por eso estaba decidida a dar tiempo a esa mujer extraña que salve a ese par.

—¡Tengo una!—gritó la lilim, pero Lucifer negaba con su cabeza, al tiempo desviaba las bolas de fuego lanzadas por el pelirrojo vestido como uno de los rebeldes extras de Matrix.

—¡Mala idea, Mazequeen! ¡Por el maldito de mi padre, no seas una cría rebelde!—.

—Adios Luci—susurró ella con una sonrisa.

Constantine quedó impresionado por la determinación de la demonio, incluso Riki hacia muecas de comprensión ante la inevitable muerte de la demonio.

—Maldita sea, Shiori me va a odiar por no poder llevar a Maze. ¡Añarakópeguare!—

Riki sacó un pergamino y lo lanzó hacia Maze quien lo cogió al vuelo. Con un asentimiento, la lilim supo que la comprendía y que le permitiría ese gesto ya que a Lucifer no le estaba gustando el giro de los acontecimientos. Riki activó una bengala que hizo que todo el ambiente se iluminara sin permitir que nadie, incluso Asterion pudiera ver, excepto Chimuelo. En un movimiento osado, Maze pateó a Lucifer cayendo al vacío al mismo tiempo que el ángel caído gritaba herido por dicha acción.

—¡Mazeeeeeeee!—.

A duras penas Chimuelo lo atrapó para salir velozmente del lugar gracias a un portal abierto por una esfera de Riki quien lo había activado tan pronto como la bengala hizo efecto.

—Que pena, no los podrás alcanzar—comentó el enemigo con burla.

—No me interesa, lo que importa es que no pudiste ganar ante seres inferiores—respondió Maze quien sonreía ante la mirada de menosprecio de Asterión.

La demonio sacó sus cuchillas lista para el ultimo combate de su vida, mientras el León de Fuego solo la esperaba con una sonrisa sardónica. La verdadera victoria no era derrotar al enemigo sino proteger a un ser amado y eso es lo que iba a hacer Mazequeen en su primer y último de puro amor, empatía, autosacrificio y desinterés por un ser querido.

Unos segundos más tarde, Chimuelo aterrizó en el prado cercano al templo de Inari donde una pequeña pelirroja esperaba el regreso de su madre con sus invitados. Corriendo había notado solo la presencia de dos individuos, faltando la tercera por quien mas esperaba. Al ver el rostro de su madre, supo que la tercera no pudo escapar.

—¡Mamá, mamá! -grito la niña ya con lagrimas en sus ojos, no necesitaba saberlo.

—Lo lamento Shiori, casi me muero. Que horror—decía la mujer apenada mientras consolaba a su hija.

Ya Constantine levanto ambas cejas viendo el parentesco de la mujer con la niña. En cambio, Lucifer aun no asimilaba el sacrificio de su leal secuaz y no estaba en sus sentidos.

—Maze, ¿por qué tenías que hacer una estupidez justo en ese momento?—solo pudo decir antes de ser abrazado a la altura de sus piernas por una versión chibi de la mujer que los rescató.

—Le doy mis condolencias, señor Lucifer. Espero que Maze sea feliz en un nuevo comienzo—asintió la pelirroja empática por el sujeto que no tenía como expresar su dolor.

—Era una estúpida.. -remató Lucifer con fastidio—Como si un demonio podría tener alma—murmuró este en negación por lo ocurrido.

—Pero lo que hizo podría haber hecho que lo pudiera ganar—replicó John calladamente ya que él más que nadie sabia las recompensas de un autosacrificio.

—Y mírate donde está ahora—respondió con sarcasmo el ángel caído.

—No podíamos haberla detenido—.

—Eso es lo peor, eso es lo que más me enoja—.

—Bueno, aviso que ahora serán mis capitanes, me ayudaran en las misiones que nos asigne el rey Shiro. Es un bajo precio para toda la eternidad en este mundo—comentó la pelirroja con un guiño coqueto hacia Lucifer quien ladeó la cabeza y levantó una ceja.

—Sí, pero como Maze no vino no cumpliré el trato completo—le aclaró Lucifer con molestia.

—¡No tuve en cuenta que ese hijo de perra estaba ahí!—.

—¡Ah saber, un trato es un trato! ¡Si cumpliste a medias yo también haré a mi modo las cosas!—.

—Ay, que pesado es—murmuró Shiori enojada.

—Bueno, después vemos como modificamos el trato. Si deseas puedes levantar un Luz aquí en la Pradera Fushimi, no creo que haya problemas—.se encogió de hombros la mujer, tomando la mano de su hija para llevarlos al castillo.

Fue en ese momento que Lucifer se percato un detalle muy importante ya que salió el shock y entró en otro porque Riki tenía una minion suya.

—¡¿Tienes una hija?!—exclamó el sujeto lento y John solo meneó la cabeza siguiendo a la mujer quien estalló en carcajadas porque Lucifer seguro sería padrastro.

Mientras tanto, el clon malvado de Asterion veían el cuerpo sin vida de Maze en el suelo. No le dio mucha batalla pero no había miedo en su mirada y parecía sonreír ya que no le tenía miedo a la muerte.

—Maldita zorra, esos sinvergüenzas no se me van a escapar—.

Justo en ese instante, una espada de puro energía de orden atravesó el corazón del sujeto de forma inesperada y se veía por detrás a Mariska que sonreía de forma maligna ante esto.

—¡¿Q-qué estás…haciendo…?!—volteó a ver el sujeto mortalmente herido.

—Elimino a un sujeto corrompido por el caos, son las rrreglas a seguirrr—declaró la centinela rusa.

Ella veía como este se comenzaba a desintegrar poco a poco porque esa espada era especial para este tipo de casos y el clon vomitaba sangre en abundantes cantidades.

—Rrrrompiste bastantes rrreglas, Asterrrion. Nada pasa por alto para mí, la rrreina está furrriosa—seguía ella torturando al clon.

—¡Maldita soviética, deberías ayudarme a destruir a la competencia, no a apoyarlos!—.

—De hecho, Shirrro me ha dado las mejores folladas de mi vida. Jamás me había sentido tan bien en eones, ¿crrrees que voy a secundarrrte ahorrra?—reveló ella ante el sujeto que la miró en shock antes de ser decapitado—Se siente bien decirrr la verrrdad—.

Omake Los Kitsunes son cobardes

Desde que Riki entrenaba con los zorros, se sentía plena y cumplía cada uno de sus sueños más recónditos de su niños. Su estereotipo es que los kitsunes eran valientes, implacables y dados a la misticismo pero acababa de describir algo curioso y deprimente: Unos cachorros de zorro estaban haciendo bromas como dictaban sus instintos y Riki los descubrió, así que estaba enojada.

—Bien, díganme. ¿Quié fue el que hizo la travesura con la estatua de Inari?—preguntó la general a los kitsunes de una cola.

—Yo no fui—dijo uno al respecto.

—Entonces les diré a sus padres para que los hagan abrigos de piel—sonrió malvada Riki.

—¡Está bien, yo fui pero no quiero ser un abrigo!—reveló uno en el sitio llorando.

—¿Eh? Eso fue rápido—.

Después de reportar eso, Riki tenía mucha curiosidad de porque pasaba esto e Inari no quería decir algo sobre eso ya que se veía incomoda con el tema así que fue directo con la asistente del rey ya que parecía saber algo.

—Que raro que Inari no te lo haya dicho, la verdad es que los zorros son cobardes por naturaleza—explicó la mujer a la pelirroja.

—¿Cobardes?—.

—Sí. Son traviesos y maquiavélicos, pero cuando son atrapados en el acto tienden a no oponer resistencia y quieren negociar porque le temen a los castigos—.

Eso decepcionó a la general pero a la vez podía usarlo como ventaja en el caso de que alguien quisiera pasarse de listo, así que lo iba a comprobar con alguien conocido.

—Que bueno que regresó, señora Senryaku. Hay que ir por aburaage de descuento—asintió animada Inari.

—Sobre eso, tengo una pregunta. ¿Sabes quien fue el que se acabó el Kitsune Udon que me iba a desayunar en la mañana?—.

La diosa Kitsune se puso nerviosa y la general sospechaba de ella, así que la miró con más y más reproche hasta que la albina no pudo más.

—¡Tenía mucha hambre y no quería ir a cazar mi desayuno! ¡Perdóneme!—lloró ella ante eso.

—Sí, los zorros son cobardes—.

FIN