Crisis en Tierras Infinitas Naruhina
Capitulo 21 Culminación de la Temporada de waifus
De vuelta a la casi extinta Tierra 666, Mariska estuvo a punto de borrar todo ese universo corroido cuando miró un alma flotando que se resistía a morir y ella la tomó delicadamente.
—Así que esa demonio adquirrrió un alma propia. Reencarna y vive una vida feliz, te lo ganaste—declaró la centinela y esa alma cruzó el portal que apenas iba a cerrarse rumbo a la dimension de Riki.
La alma recién creada de Mazequeen viajó por los rastros del agujero de gusano y llegó al Reino Cero donde estuvo vagando instintivamente hasta que se vio atraída hacia el objeto con mayor poder espiritual de todos: El peluche favorito de Shiori llamada Ahri que siempre llevaba consigo.
Lucifer y Constantine iban rumbo al hospital para tratar ciertas heridas entre otras cosas, siendo acompañadas por Riki y Shiori. En lo que esperaban, el ángel caído tuvo un vago presentimiento de que Maze seguía ahí de alguna forma y notó que Shiori peinaba a su peluche de Ahri.
—Recuerdo que Maze jugaba mucho League of Legends, escogía mucho a Ahri—comentó Lucifer a la niña.
—Nos habríamos llevado bien—sonrió ella al ver terminada su cabellera de su juguete.
—Shiori, tu Ahri tiene demasiada energía espiritual. Mañana vamos a darle una limpia—declaró Riki notando eso.
—No me gusta que les hagas limpias a mis cosas. La última vez todo olía a incienso y lagrimas de jugadores del Atlas—.
—Dije que mañana hay limpia y se acabo—.
Después de eso y que cayera la noche, Shiori se fue a dormir temprano porque saldría con Yuna a ver cosas de la escuela. En la madrugada, el peluche con el que siempre dormía comenzó a brillar como pokemon cuando evoluciona y tomó la forma de una kitsune humanoide realista teniendo un cuerpo fisico real pero estaba dormida. En la mañana, Yuna llegó y Riki la invitó a pasar para despertar a Shiori pero cuando llegó se llevó una sorpresa.
—¡Comadrita, ya llegó la tiburona!—.
En ese instante, ella notaba sonrojada que una hermosa mujer que claramente era una kitsune humana estaba abrazando a una adormilada Shiori que no se había dado cuenta pero tenía su cara enterrada en esos pechos de buen tamaño que tenía esta.
—¡¿Que demonios está pasando?!—exclamó la Uzumaki poco después de tomar una foto para la posteridad.
La chica despertó y lo primero que vio fueron unos melones para luego notar a una mujer bastante hermosa que apenas despertaba.
—¡¿Qué haces en mi cama?!—dijo espantada la niña.
—¿No la conoces? Pensé que ella era algo tuyo—comentó la otra pelirroja haciendo tijeras con las manos.
—¡No soy la reina para tirarle a eso! ¡¿Y tú quien eres?!—reclamó Shiori al par de las presentes.
—Onee sama, ¿por qué me trata así después de todos estos años? Oh, parece que estoy viva—se miró ella con curiosidad.
—¿Ahri? ¡¿Cómo es que pasó esto?!—
—Eeeeeh, tal vez okaa chancla lo sepa—.
Riki llegó en ese instante al oir los gritos de su hija y se topó con la sorpresa de que el peluche de ella cobró vida. Ciertamente había querido reclutar a Ahri en sus misiones pero no esperaba que apareciera así.
—Okaa chancla, ¿que vamos a comer? Quiero higado encebollado y harto tofu—.
Justo en ese momento, Riki tocó el botón de emergencia de Among Us y reunió a todos los de su bando para presentar a la nueva miembro de la familia.
—Interesante, muy interesante. Debido a la energia espiritual de Yuna, ella creó una Tsukumogami muy particular. No es una yokai, sino una yogoe—analizó la diosa Inari a fondo.
—¿Yogoe?—preguntó Hinata confundida.
—Los yogoe son los antepasados salvajes de los yokai, más malvados y antes de ser asimilados por los dioses. Shiori tiene este tipo de energía lo que hace crear criaturas de esta estirpe—.
—Ya veo—.
Mientras discutían lo que se iba a hacer con Ahri, algo se estaba gestando en otro lado. Después de volver a sus dominios, Mariska había reportado todo lo encontrado y no se guardó ningún detalle ya que un escandalo que un centinela que tenía que proteger el multiverso se convirtiera en lo que juró destruir. Mientras esperaba el juicio a Asterion ella se quedó terminando unas tareas aunque extrañaba la presencia de ese hombre que la revitalizó hace unos meses.
Flashback…
Meses antes del asalto al Naruverso…
Shiro no sabía porque había sido citado por una de los centinelas que claramente lo querían fuera del mapa. ¿Acaso era una emboscada? Su sensor de peligro no había sido activado y eso lo aliviaba un poco aunque no podía evitar sentirse algo intranquilo. Al parecer, esta cita era secreta por lo que se notaba en el ambiente y una mujer de unos 30 en físico lo recibió en sus aposentos.
—No crrreí que aceptarras mi invitación, Asesino de Dioses—.
El hombre notaba que el sitio tenía banderas de la Unión Soviética y otras de la Madre Rusia, con varias estatuas de Vladimir Putin musculoso montado en un oso greezly muy enorme. La mujer era rubia de ojos verdes, de piel pálida y un físico perfecto en todos los sentidos, aunque su acento era claramente ruso, muy marcado en su forma de hablar. Además vestía de verde con un estereotipo de un general soviético anime que la hacía diferente de sus compañeros.
—Adivino, vienes de un mundo donde la Unión Soviética ganó la Guerra Fría—.
—Afirrrmativo, aunque el socialismo puro no funciona. En cambio lo fusionamos con el capitalismo—admitió ella en el fondo.
—Lo supuse—.
—Dejame prrresentarrme, mi nombrrre es Marrriska, a diferrencia de mis colegas mi intención es forrmarrr alianzas pacificas—.
Shiro notaba que los ojos de ella denotaban una frialdad divina que podía helar a un mortal del miedo pero él no era uno de estos casos. Sin embargo, este notaba que era más dada a los negocios por su carácter frivolo digno de la Madre Rusia.
—¿Qué te lleva a querer negocios? No soy de fiar—.
—Puedo verrrlo en tus ojos. Parreces serrr la peorr escorria que ha pisado suelo santo perrro erres noble muy en el fondo. Tienes una humanidad que nuestrros congenerres han perrdido—.
—Siento que hay algo más que me ocultas—notó el hombre detrás de las palabras de la rubia rusa
—Tienes un sexto sentido muy bueno. Quisierra nominarrte como mi sucesorr—reveló la mujer para el desconcierto de este.
—¡¿Qué?!—.
—Aún con el examen psicológico deficiente, tienes lo necesarrio a tu manerra. Podrría serr el mejorr de nosotrros.
—Sorry, la oferta es buena pero tengo cosas que hacer. Tengo proyectos con mi reino que ejecutar—sonrió amable el sujeto.
—Entiendo—.
En ese instante, una alarma de reloj sonó y ella se paró a buscar algo entre sus cosas. Shiro notó que ella poseía bastantes medicamentos, cosa que debería ser imposible para alguien como ella que era inmune a enfermarse.
—¿Tomas antidepresivos?—.
—Incluso los dioses como yo sufrrimos de sindrromes mentales—.
—No tenía en cuenta esto. ¿Acaso hay algo en tu vida que odies?—.
—De hecho, odio este trrrabajo mas que nadie. ¿Sabes lo que es estarrr obserrrvando por eones mundos infinitos una y otrra vez? Odio a mis compañerrros porrr hacerrr esas leyes tan rrrestringidas, no he tenido vacaciones porrr billones de años—se quejó ella comiendo un poco de cabrito.
—Que pena—.
—Me das envidia, demasiado. Interrrfierrres con el orrrden naturrral de las cosas perrro… te divierrrtes, odio mi vida inmorrrtal—confesó ella en un momento de debilidad.
—¿Por qué me dices esto?—.
—No puedo morrrir, mi alma existirrrá porrr la eterrrnidad. Aunque yo no puedo, he intentado de todo. Tomé antideprrresivos, tomo terrrapia semanal y aún así… estoy vacía. ¿Cómo es que le haces parrra diverrrtirrte?—.
—Aaaaah, hago lo que se me antoja y no tomo atajos. Es más divertido hacerlo así y me deja satisfecho—alegó el hombre.
—Me toca mi pastilla, espérrrame un minuto—.
Ella ingirió un potente medicamento y esta veía con tremendo desgano ya que esta no le estaba surgiendo efecto. Shiro la veía con lástima y la mujer quería renunciar pero no podía y respiraba profundo como parte de su tratamiento. Sin embargo, ella sintió que las manos de su invitado estaban en sus hombros masajeandola y ella sintió que varios puntos de tensión se manifestaban dolorosamente.
—Tienes síndrome de Burnout, necesitas un descanso, unas vacaciones. Ya es justo—le comentó el hombre.
—Tus manos… son muy firrrmes, ne siento un poco mejorrr—respondió la centinela rusa un poco relajada.
—Deberías tomarte un buen descanso—.
—Tengo mucho trrrabajo—.
—Puedes hacerlo después, ¿no lo crees? Eres eterna, primero debes poner en prioridad tu salud mental—le intentaba convencer el sujeto de buena gana.
—No sé que hacerrr, los demás se van a burrrlarrr de mi porrr esto—.
—No les digas nada, sal a la playa. Duerme bien, sal con alguien, lo que quieras—.
—No tengo amigos, solo compañerrros—.
—Ssssh, entonces puedo salir contigo en tus vacaciones. Soy un buen anfitrión—.
Los puntos de tensión de la mujer eran tantos que ella se estaba relajando bastante con las manos mágicas de Shiro y sus palabras eran tan tentadores que decidió aceptar.
—¿Qué quieres de mi, Shirrro?—.
—No busco lucrar con esto. No me gusta ver a alguien estresado con si trabajo—.
—Errres rrraro, no tengo de otrra. Has lo que quierrras conmigo, solo quiero sentirrrme bien—.
Flashback fin
Mariska sonrió al ver que después de tanto tiempo no necesitaba ir a terapia y su mente estaba al 100%. Parecía lejanos esos días en que no podía más con su vida y ahora parecía que volvió a nacer.
Flashback
La mujer fue llevada a una de las dimensiones creadas por Shiro que ni pertenecían a la agrupación del multiverso y esta se sorprendió por esto ya que los centinelas no creaban mundos.
—Este es mi mundo para vacaciones, espero que lo disfrutes—.
—Me agrrrada la idea de un mundo para vacaciones aunque no crrreo que eso alivie mi estrrrés—.
—¿Quieres enfocarte en tu estrés? Entonces tengo vía libre para lo que se me ocurra—.
—Como dije, has lo que se ocurra. Solo alivia mi estrrés—.
—Tu estrés está tan marcado que tardaría años, muchos años. Por suerte en este mundo el tiempo es muy lento y somos inmortales—reveló el rey a la chica.
—Eso es un alivio, así no se me acumula el trabajo. Estoy a tu disposición, Shirrro—.
—En ese caso, necesito que quedes desnuda—.
—Sabía que esto pasarrría, no me imporrrta a estas alturrras—.
La centinela estaba en un modo tan apático con su vida que no le importaba nada de nada. Sin embargo, desde que Shiro le masajeó sus hombros sintió que una mínima parte de su ser le gustó y estaría dispuesta a llegar a las últimas consecuencias.
—Hmmmmp, hmmmmp—.
Mariska estaba completamente desnuda con Shiro y este tenía un lubricante en sus manos con el cual masajeaba su espalda de forma firme y enfocando sus dedos en sus puntos debiles y tensos. Ella mordía su almohada del dolor y alivio que esta comenzaba a tener, mientras que un sonrojo aparecía en su rostro.
—¿Cómo te sientes, preciosa? ¿Te gusta lo que hago?—le susurró este en el oido y ella asintió.
La espalda de la chica era masajeado con tanta firmeza y precisión que ella comenzó a gemir bastante siendo ahogada con su almohada por instintos y luego respiraba profundo.
—Shirrro, quierrro descansarrr—se volteó ella y se sentó bastante agitada.
—Está bien, como quieras.
Ella se quedó así unos minutos y miró al suelo triste ya que fueron unos minutos de relajación pero su espiritu derrotado por el trabajo era una herida que no sanaría de la noche a la mañana.
—Ya terminó el descanso, vamos a continuar—.
Justo en ese momento, este manoseó sus senos que apenas cabían en la mano del rey y ella jadeaba mientras más pasaban los segundos. Sus pezones eran duros y sus mejillas se volvían rojas a la vez que sentía que su entrepierna se mojaba.
—Shirro, me siento tan rrara y feliz. ¿Porrr qué?—.
—Calla y no preguntes, solo déjate llevar—.
Flashback fin
Luego de acomodarse y tomar un poco de vodka, ella se relamía los labios de forma sensual recordando los 100 años que pasó en esa dimensión donde experimentó el placer a nivel de los dioses que la hizo ya no necesitar de medicamentos. Era como si algo roto hubiera sido reemplazado por algo nuevo en su ser y se sentía tan bien que volvía a amar a su trabajo.
Flashback
Había pasado cierto tiempo desde que llegaron a esa dimensión donde todo era atemporal y en el multiverso apenas pasaban segundos escasos. La tensión del alma de Mariska desaparecía mientras que ella era estocada por detrás siendo rellenada como pavo de Navidad.
—¿Qué se siente ser domada por alguien inferior? ¿No te duele el orgullo?—preguntó el hombre susurrándole al oído esto.
—No lo dices en serrio, sigo siendo una mujerr con necesidades—respondió ella de forma juguetona llevando la cara del hombre a sus pechos.
—¿De verdad quieres continuar?—.
—Quierrro el serrvicio completo, a este paso mi dignidad no me interrresa—.
Ella tenía muchos chupetones en el cuerpo y una mirada que indicaba que el exceso de estrés laboral bajó bastante. Además quería seguir jugando en este periodo libre que se tomó siendo algo parecido a un juguete sexual.
—¿Tienes algo nuevo parra mi? Me coges muy bien, me has hecho venirrme como no tienes idea. Perrro odio rrrepetir las cosas—le instó ella un desafio.
—¿Has probado el BDSM?—.
—¿BDSM?—.
Flashback fin
La centinela recordaba lo rico que se sentía ser azotada en ciertos lugares ya que liberaba su estrés y quería repetirlo de nuevo.
—Shiro, no puedo esperar a nuestro próximo encuentro—.
Mientras tanto, Shiro y Konran leían los reportes de sus subordinados para llevar un control de la caza de waifus cuando llegaron a la parte de su comandante.
—¿Ahora con que pendejada me va a salir?—murmuró el rey.
—No lo sé, tu dime—respondió la reina.
Bitácora de Jojo Comandante…
Hageshi aterrizó en un mundo que no muchos otakus frecuentaban pero él conocía a detalle muy personalmente: Danganropa. Este era uno de esos universos casi muertos por la energía del caos y no se sabía porque había sido invadido pero eso era lo de menos.
—¿Por qué vinimos de nuevo a un mundo infectado?—.
—Porque es el único que tengo total libertad de hacer lo que me pegue la gana sin llamar la atención—.
Dos horas después…
—¿En serio tenías que capturarlas?—preguntó Iruru con jaqueca por la actitud de su amo.
—Apenas me vieron y no me querían dejarlas explicar porque vine a salvarlas—se veía a a Hageshi con un carrito y detrás se veían a dos chicas sin poder zafarse.
—Veamos, ellas son Chisa Yukizome y Seiko Kimura. Objetivo conseguido—declaró la dragona lista para irse.
—No, todo fue muy rápido. Hay algo que quiero hacer antes de irnos—
—¿Qué cosa?—.
Una hora después? Hageshi estaba cazando a una ardilla del caos mientras las dos estudiantes del mundo Danganropa aún seguían atadas pero veían a lo lejos lo que pasaba cubiertas por un campo de energia. El sujeto jugaba con el revolver que tenía en sus manos y la ardilla se paseaba en una antena.
—¡Ardilla, detente o disparo!—exclamó el comandante.
La criatura se volteó y al hombre se le fue una bala, por lo que le dio al monstruo, a lo que Hageshi se asustó.
—¡La mataste!—exclamó Chisa.
—¡Estás enfermo!—comentó asustada Seiko.
—He matado una de las criaturas más inocentes del multiverso—suspiró el hombre con remordimiento y luego cambió a una expresión maquiavélica—Y me gustó—.
En ese momento, unos rayos adornaron el ambiente tétrico y el sujeto se untó la sangre en la cara como marca, luego como labial y se carcajeó malignamente ante el miedo de las estudiantes.
Reporte de Hageshi en primera persona…
Como un tampón cada mes, yo quería más sangre desde la primera vez que maté seres del caos y me fui a cazarlos directamente. Esta vez eran patos hechos de energía del caos.
—¡Muere pinche pato!—declaró el cazador con malicia.
El hombre disparó al pato del caos con su revolver hasta que le dio en la cabeza. Iruru lo recogió para mostrarlo a su amo pero cuando salió el siguiente ave, este se quedó sin balas y se fueron las aves, a lo que la dragona perro se rio de él.
—¡Ahora si!—declaró enojado Hageshi y este comenzó a disparar a lo loco pero se le escaparon los patos—Esta no es la forma de cazar, debo hacer algo más—.
Luego de eso, Hageshi fue al reino por un momento y se abasteció con un montón de armas especiales para seres del caos para armar una masacre.
—Oh sí, voy a tener más armas que todo el ejército nazi, muajajajaja—se rio el sujeto de forma maligna.
Flashback fin…
Ahora que estaba más armado era el inicio de la verdadera caza. Iruru se metió al bosque para traerme los botines ee guerra.
Flashback…
—¡Depredador silencioso mis bolas!—.
El sujeto se fue a disparar a cuanto monstruo se encontraba en su camino y caían uno a uno bajo sus pies, mientras que las chicas se veían aterradas por la masacre que armaba Hageshi.
Flashback fin
En el palacio, el Comandante Supremo entraba a sus anchas frente a Shiro mientras arrastraba un montón de monstruos ensangrentados como trofeos de caza.
—¡Ya regresé!—avisó el hombre y depositó una pila de cadáveres en el sofá.
—¡¿Animal, qué te pasa?!—reclamó Konran que le cayó una cabeza sospechosamente similar al Chtullhu.
—¿No crees que te pasaste un poquito con lo de cazar monstruos del caos?—preguntó la asistente Sora enojada de que le costaría limpiar la sangre verde de las criaturas.
—Meh, las armas son mías y cazaré lo que me plazca. Si me disculpan, iré a llevar de paseo a mis nuevas compañeras de equipo—declaró el hombre serio.
—¿Por qué estan amarradas?—señaló Shiro curioso.
—Querían huir en medio de la cacería—.
—¡Hmmmmm, hmmmmm!—se veía a las dos estudiantes retorcerse en el piso para tratar de huir.
—Hageshi, así no reclutamos waifus. Esto ya es secuestro—comentó la reina preocupada.
—Se iban a morir de todos modos, no les he contado que las iban a asesinar cruelmente—alego el sujeto para la sorpresa de las secuestradas.
—Ya sé que se iban a morir pero spoilear la muerte destinada es contra las reglas—.
Luego de eso Chisa y Seiko fueron liberadas para luego ser informadas de una triste realidad: Ellas estaban destinadas a morir de forma muy trágica en su mundo y por loco que pareciera Hageshi este les salvó el trasero.
—¡Se dice gracias, malditas cerdas malagradecidas!—dijo el comandante en tono norteño.
—Eeeeh, gracias—dijo Chisa sin saber si agradecerle o no.
—¿Qué va a pasar con nuestro mundo?—.
—Su mundo ya estaba condenado, así que iniciarán su vida desde cero. Hageshi se va a encargar de su educación, aquí no se gradúan por muerte así que será lo mejor para ustedes—declaró el rey sonriente.
Las dos veían a Hageshi que limpiaba sus armas y se ponían su sombrero de Jojos clásico, sin saber si de verdad estaban mejor en su mundo condenado o no.
—¿Juras que no vas a matarnos?—cuestionó Chisa a su nuevo jefe.
—¿Matarlas? Ese no es mi estilo, si me tomé la molestia de ir a su mundo es porque yo lo decidí. Si van a ser útiles, usen su talento en mis misiones y me conformo con eso. Díganme que saben hacer—.
—Yo soy asistente de profesores—.
—Yo estudiaba para química farmacéutica y doctora—dijo Seiko con cierta timidez.
—Entonces tu iras a la escuela de química y medicina, y tú iras a la escuela de maestros. Luego de eso, ejercerán su oficio para ayudarme—declaró el sujeto sin decir más.
—¿Cuánto nos pagan?—.
—Mucho dinero—.
—Aceptamos—.
Fin de la temporada de waifus…
Caza del Narutoverso en marcha…
