Crisis en Tierras Infinitas Naruhina
Capitulo 24 Ginny Weasley
Mientras que Harry estaba echándose acido clorhídrico en los ojos por haber visto a su waifu sin nada, Ginny Weasley pensaba en la situación tan extraña que le pasó anoche. ¿Quién era ese sujeto tan similar a los gemelos Potter? ¿Cómo es que había llegado a su dormitorio y escapado? No podía dejar de pensar con vergüenza el hecho de que un hombre la vio desnuda y lo peor es que algo en su interior cambió desde que vio por primera vez esos hermosos ojos.
Después de las clases, se fue a su comedor y en medio de su almuerzo se vio su lechuza le entregó una carta. ¿Que raro? Sus padres raramente le escribían desde el segundo año en que sucedió ese incidente que la marcó bastante hasta ahora pero se dispuso a leer la nota.
De: Tu más grande admirador.
Para: La más grande bruja para mis ojos.
Asunto: Perdón.
Querida Ginny:
Como primer punto, lamento demasiado lo que pasó en tu dormitorio. No era la forma en que quería charlar contigo. Si deseas escuchar mis explicaciones, te veo en el bosque cerca de la casa de Hagrid.
Te ama con toda el alma.
Harry James Potter.
¿Qué es lo que pretendía ese hombre? ¿Por qué tenía los nombres de los hermanos Potter? ¡¿Por que decía que la amaba?! ¿Quién amaba a una Slytherin fuera de su casa? Quizás solo un Hupplepuff. Desde esa vez, todos la veían con asco por asociarse sin querer con el diario que la hizo abrir la Cámara de los Secretos. Si hubiera sido una Griffindor, esto no sería problema y el director Dumbledore habría aclarado todo pero solo fue una pieza desechable en su juego de ajedrez. Solo Harry y James importaban, ninguno de ellos la apoyó. Su familia ahora la veía con recelo por ese incidente, excepto su madre que aún tenía algo de tacto con ella pero no era lo mismo.
La alegría que sentía se vio anulada por la amargura y el odio de su casa, hasta el día de hoy. ¿Por que una sola carta de alguien que no conocía la ponía extrañamente feliz? ¿Acaso aún quería amor en el fondo y se lo daría al primero que le diera algo de eso? No tenía nada que perder y fue cerca de la casa de Hagrid que estaba vacía ya que el semigigante se fue a hacer unos deberes.
La chica decidió acudir al encuentro aunque estaba con la incertidumbre de que podría ser una trampa o una broma de sus hermanos mayores y volteaba seguido a sus alrededores por si acaso había algo entre manos. Cuando menos se dio cuenta estaba el hombre extraño detrás suyo. La pelirroja se puso en guardia con su varita lista para lanzar alguna magia ofensiva pero no veía que el sujeto estuviera en posición de atacarla.
—Ginny, no quiero hacerte daño—intentó tranquilizar el joven a la chica.
—¿Quién eres de verdad? ¿Por qué te pareces tanto a esos imbéciles de los Potter? ¿Acaso es una broma de mal gusto? ¡Ya tengo suficiente de esta horrible escuela!—se expresó de forma agresiva la señorita.
—Ginny, nunca te haría daño. Te amo, no podría siquiera pensar en la posibilidad—.
—¡Cállate, mentiroso! ¡Apuesto a que Fred y George están en una de sus estúpidas bromas! ¡Di la verdad!—.
Ella estaba muy a la defensiva y el joven no retrocedía, como si tuviera la confianza en que no lo iba a atacar. Este se acercaba lentamente y pegó su varita en el pecho para dejar en claro su determinación.
—Apunta a mi corazón, es tuyo después de todo. No puedo vivir en un mundo en el que no me ames, Ginny—.
Ella estaba en shock por esas palabras tan temerarias y en esos ojos preciosos estaba alguien que no le tenía miedo a la muerte y que su dolor era aún peor que el suyo aunque este logró salir adelante. Estos instintos la hicieron bajar la varita y no pudo verlo a la cara pero luego de ello volvió a alzar su varita.
—No te importara si uso Legeremancia contigo—.
—¿Quién te enseño?—.
—Es un secreto, es mi condición si quieres hablar conmigo—lo miró ella con un odio pero a la vez llena de confusión y miedo.
Desde que ocurrieron los eventos de la Cámara de los Secretos, ella se sumergió mucho era parte a la magia oscura con el fin de defenderse de cualquier agravio y Snape en un acto de curioso remordimiento ya que tenía muchas similitudes físicas con Lily y en parte recordando su pésima infancia le enseñó ese hechizo además de varias cosas para defenderse.
—Ve lo que necesites saber, no quiero mentirte, no a ti—.
Ella asintió y usó el hechizo para ver en los recuerdos del hombre, comenzando a aterrarse por lo que comenzó a ver. Todo era tan confuso y lo que ella no sabía es que tanto su alma como la de Harry se conectaban debido a su hilo del destino.
Un beso es lo que veía entre ella y el misterioso joven en la sala común de Griffindor mientras vestía las ropas del equipo de Quidditch de esa casa. ¿Por qué estaba en el equipo? Siempre quiso jugar y la vetaron sin siquiera dejar probar su valía. ¿Por qué estaba besándolo y lo disfrutaba?
—¿Qué es esto?—.
Una mirada a un pasado que ya no existía se podía contemplar y era Harry matando al Basilisco mientras ella estaba tirada ahí siendo drenada de su energía vital. No había otro gemelo que matara a la horrible criatura y cuando todo terminó, el chico la consoló de que no había sido su culpa. ¿Por qué terminó todo tan diferente? Podía notar que esa versión suya portaba el emblema del león y eso pudo influir.
Luego de eso miró el evento trágico que era lo que marcó la vida del sujeto que la involucraba y era que el Señor Tenebroso estaba cara a cara para matar a Harry cuando ella se interpuso en el Avada Kedavra cayendo muerta en el acto. Esto la horrorizó y notó cuanto esto hizo sufrir al joven que tomó su varita y lanzó el Avada Kedavra que contenía su furia.
—¡Al fin abrazas tu lado oscuro pero esto termina aquí!—.
En este mundo, la varita de Sauco si le pertenecía a Tom Riddle ya que Draco no pudo desarmar a Dumbledore y fue Snape quien lo hizo de forma que Voldemort al asesinarlo, se quedó con su lealtad. Sin embargo, Harry por razones caóticas del destino no tiró la Piedra de la Resurrección y la portaba en el bolsillo, cosa que fue decisiva.
Cuando la magia negra de Voldemort estuvo a punto de alcanzar a Harry, este milagrosamente recuperó la ventaja y la piedra brilló mientras que los espectros de las vidas arrebatadas ese día prestaron su magia para sumarse a la de Harry.
—¡Vénganos Harry, tú puedes!—oyó decir una Ginny muerta en el lugar pero Voldemort no lo hizo por los efectos de la reliquia de la muerte.
Harry miraba con odio a su enemigo y luego volteó la mirada al cuerpo de Ginny y notó que tenia su varita tirada. Justo en ese instante, se le ocurrió un plan arriesgado para salir de ese punto muerto y usando su mano libre generó un Accio en la varita que respondió a los deseos de venganza del sujeto.
—¡Experlliarmus!—.
Se necesitaría de una gran cantidad de magia, una mente muy aguda y adrenalina suficiente para poder ejecutar instintivamente dos hechizos al mismo tiempo y eso fue lo que ocurrió. Voldemort fue desarmado en ese instante para su sorpresa y se podía ver a Harry con la varita de Sauco en su poder.
—No hay tiempo de vacilar, no tengas miedo. La piedad no es una opción ahora—logró oír a Snape en el lugar el chico de lentes.
Harry estaba decidido a acabar de una vez por todas pero cualquier instinto asesino que tenía se había ido debido a que la adrenalina bajó pero recordando al Príncipe Mestizo que murió para protegerlo, se decidió a vengarlo con su mejor hechizo.
—Septumsempra—.
La cara de horror de Voldemort no tenía precio desde que le quitaron la varita de Sauco ya que no tenía previsto esa acción milagrosa y tampoco sabía que le iban a aplicar ese potente hechizo que creó su mejor hombre al que traicionó. Que duro era el karma ya que había sido aplicado con la Varita de Sauco y los efectos eran más potentes matando de forma horrible al mago tenebroso.
—Por fin todo terminó—.
El chico no hizo más que abrazar al cuerpo muerto de Ginny a su lado y miró al fantasma de ella invocado por la reliquia de la muerte que le sonreía y no le dijo nada más que denotar que se verían de nuevo.
Las visiones terminaron y la chica estaba perturbada por todo lo que vio, a lo que apuntó con su varita por instinto creyendo que todo lo que vio era un truco ingenioso.
—¡¿Dime quién eres realmente?! ¡¿Qué quieres de mi?! ¡¿Por que precisamente yo?!—.
—Me llamo Harry James Potter, vine por ti, únicamente por ti—.
—¡No me engañes, no puede ser real esto! ¡Apuesto a que alteraste tus recuerdos, no me vas a engañar tan fácil!—reclamó ella pero el joven no hacía algo para replicar.
—Yo te amo Ginny, no me importa lo que haya pasado. Sé que en el fondo sabes que es real, mira. Esta es tu varita—.
La pelirroja miró con horror que esa efectivamente era su varita. Era imposible replicar una varita al 100% y ella podía sentir la afinidad que se establecía entre amo-objeto de forma que era simplemente irreal.
Solo había una forma de saber si una varita era el mismo núcleo y esta era con el efecto Priori Incantantem. Ella puso magia en ambas varitas y el efecto fue inmediato ya que estas se conectaron de inmediato y algo muy raro ocurrió.
Muchos de los recuerdos de una vida que ya no existía pasaron en la mente de la chica en cuestión de pocos segundos: La primera vez que conoció a Harry James, su mala experiencia con Tom Riddle y un final distinto, el amor de su familia a pesar de todo, el tórrido romance entre ella y el joven, y el hecho de que a pesar de que rompieron todo era un acto para pasar desapercibidos por la guerra mágica. Finalmente esa muerte que desembocó en el final del conflicto gracias a esta varita que le pertenecía por derecho.
—¿Ahora me crees? Esta varita te pertenece—.
Ginny hizo unos pasos hacia atrás y cayó por los efectos del shock ya que no sabía que creer hasta que recordó que pudo pasar: Los efectos de un Giratiempo. Según tenía entendido, la tramposa de Granger en su tiempo tuvo uno para no faltar a las clases por lo que Ron anduvo divulgando en casa y eso podría ser un motivo por el que se modificó aunque era raro que uno avanzara tan atrás en el tiempo.
—¿Alguien usó un Giratiempo, verdad? Entonces este no es el mundo real, tenemos que ir al pasado—dedujo rápidamente la pelirroja de forma errónea.
—Ya es demasiado tarde—.
—¿De qué hablas? Podemos cambiar las cosas. Si de verdad eres del mundo original, podemos parar este mundo de locos—.
—El mundo ya está reconfigurado, no podemos ir al pasado. Es algo más que esto—.
—¡¿Qué caso tiene estar viva entonces?! ¡Yo era más feliz en tu mundo, es como si todos conspiraran en contra mía! ¡Estoy así de unirme a los mortífagos para desquitarme de todo lo que me hicieron. ¡¿Por qué debería de desistir si no puedo arreglar todo con un Giratiempo?!—.
—Porque este mundo va a terminar como el mío—.
—No entiendo—.
Flashback
Harry y Sirius estaban siendo informados de algo más por Riki que lucía preocupada ya que la información que ellos intuía era errónea y ahora se les informaría la verdad del asunto.
—Cuando me sincronicé con su mundo creía que el pasado fue alterado pero no fue así—.
—¿Entonces alguien no usó un giratiempo?—preguntó Harry confundido.
—No, al parecer su mundo forma parte del Multiverso Oscuro—.
—Pongamos el contexto de forma fácil. Hay muchos mundos con su propia historia que deben seguir un guión de equilibrio para existir. Si algo sale muy mal ese universo es destruido de forma inmediata como ocurrió con el suyo y es sustituido por otro candidato—.
—¿Qué cosa salió mal que pudo destruir nuestro mundo?—cuestionó Sirius muy serio.
—La muerte de alguien vital para el futuro. Hay seres que su sola desaparición condena a la existencia en automático. Adivinen quien es la existencia que no debió desaparecer—.
—Ginny—dedujo rápidamente Harry al respecto.
—Así es, tanto tú como Ginny son en extremo importantes. Si uno de ustedes siquiera no nace, el mundo se condena en automático—.
—¿Por qué puede pasar esto?—.
—Digamos que las líneas de tiempo siempre querrán que la guerra mágica ocurra y que Harry gane pero Ginny debe sobrevivir sea quien sea que muera. La descendencia de ustedes dos son muy importantes para el futuro del mundo mágico—.
—Deja ver si entendí. Cualquier cambio al final de la guerra mágica no importa mientras sobrevivan Harry y la señorita Weasley. No se debe alterar siquiera el nacimiento de esos dos o se destruye ese mundo—comentó de nuevo el animago.
—Así es, si por ejemplo Snape llegase a matar a James en su adolescencia, esto condena al mundo porque el nacimiento de Harry se ve imposibilitado—ejemplificó la pelirroja.
—¿Y qué pasa si por ejemplo Harry o Ginny se casan con alguien más?—.
—Ni se te ocurra pensar en eso, Sirius—le reclamó el joven a su padrino muy enojado.
—Eso es motivo de destrucción del mundo. A menos que ellos se divorcien de sus parejas y se junten en un matrimonio feliz, el mundo será destruido sin remedio. Eso es el Multiverso Oscuro, mundos que sale todo mal y son destruidos hasta obtener uno mejor—.
Flashback fin
—Esas son patrañas, a mi no me atraen esos idiotas de los Potter. ¡No han hecho más que darme problemas desde que entré en la escuela. ¡Al diablo con este mundo!—empezó ella a dar diatribas pero Harry la arrinconó contra un árbol de la nada.
—No digas idioteces, sé cuanto te han lastimado. Solo pido que te concentres un momento, mirame a los ojos solamente—.
Ese era el problema, a Ginny se le dificultaba ver a los ojos al joven por una extraña razón. Aunque apenas se conocían era como si algo dentro de su ser le instaba a confiar ciegamente en él y esas emociones que creyó haber enterrado en un sepulcro de odio y desinterés por los demás estaban saliendo a flote apenas tuviera cerca a aquel muchacho.
—Alejate de mi—intentó sacarse de encima a Harry pero no ponía nada de resistencia.
—Dime que me crees. Ya no tengo nada que perder. Yo sé que dentro de ti sabes que es verdad. Mírame a los ojos—.
La chica no se podía resistir a esos ojos verdes, tan iguales a los de esos gemelos odiosos pero a la vez distintos en la esencia que emitían. Los de este joven irradiaban confianza y calidez, además de que se podía ver que había atravesado por dificultades que superaban a las malas experiencias que ella pasó y aún así no se dejaba vencer, dándole vergüenza porque esto quería decir que se había rendido fácilmente y comenzó a llorar bastante.
Harry simplemente la abrazó aunque no entendía del todo porque ella comenzó a llorar de la nada pero sentía que algo se rompió dentro de su ser que ya no pudo más. Ginny no paró por muchos minutos que parecían eternos y lo que ellos no sabían es que eran espiados por una esfera de cristal.
—Snif snif. ¡Oigan, ya dejen las cebollas picadas!—regañó Riki al resto.
—Puta que sad—lloraba Lucifer de verdad ante la escena.
—Pobre niña, no sé que le pasó pero suena a algo muy malo—comentó Constantine sobre ello.
—Estoy viendo sus antecedentes, es muy malo—mencionó Shiori al resto.
—Iré por la tacita de café y galletitas—se fue Hinata a hornear algo.
Mientras tanto, Ginny seguía siendo abrazada por Harry y no quería soltarlo ya que tenía esa hambre de atención y amor tan gigantesca que una sola muestra bastaba para cambiar su lealtad.
—¿Qué tanto te importante? ¿Qué tan importante soy para ti?—.
—Mi amor por ti es mas grande que todo el universo—fue la respuesta del joven.
—¡Aaaaah, entendí esa referencia! ¡Shiro, eso huele a tu intervención!—reclamó Riki entre el shock diabético y la obvia intromisión del sujeto antes del viaje.
—Esa frase funciona en jovencitas que no ven anime—declaró Lucifer experto en seducción.
—Cierto—.
Luego de un rato, Harry y Ginny estaban frente al lago del castillo mirando hacia el agua y estaban callados aunque no dejaban de verse de reojo.
—¿Harry, verdad? ¿Por que tenías que llamarte igual que ese niño imbécil y emo?—murmuró la pelirroja entre triste y divertida.
—No fue mi culpa—.
—Lo sé—.
—Aún así, te amo—.
—¿Qué vas a hacer ahora? No tienes a donde ir—le preguntó la pelirroja preocupada.
—Eso no es verdad, tengo a donde ir. No estoy solo—.
—¿En serio?—.
—Pero aún así, quiero estar contigo. Sé que no me conoces, pero quiero que me ames como ya lo hiciste—.
—Esto es demasiado repentino, ¿no te importa que sea una Slytherin?—.
—Solo me importas tú, seas una mortífaga o una dementora—.
—Eso es demasiado, aunque entiendo tu punto—.
Ginny estaba sorprendida de lo maduro que era Harry y su visión gris de la vida. No era blanco o negro para él y probablemente era porque vivió tantas cosas que veía luz en algunos casos que se podrían dar como perdidos o movidos por los prejuicios.
—No esperes a que sea tu novia de un día para otro, Harry. Tienes que hacer mucho para considerar salir contigo, traerme muchos regalos y hacerme muchos mimos y cumplidos—declaró algo arrogante la pelirroja aunque era broma.
—Sí, lo sé. Puedo esperar un poco más—.
—Eres agradable... aunque me hayas visto desnuda... vas a tener que hacerme un gran favor. Si no fueras tan gentil de hacerte responsable, no podría casarme—.
—Sí, ya sé. Lo siento por eso—.
—¿Te gustó?—mencionó ella en un tono algo juguetón.
—No voy a responder a eso—.
—Cobarde—.
—Soy educado que es distinto—.
—Por cierto, ¿Cuántos años tienes? Pareces mayor a los gemelos papanatas—cambió el tema la chica.
—18 años. La batalla en Hogwarts ocurrirá dentro de aproximadamente dos años. Tú estabas en el sexto año—
–No falta mucho, estuve oyendo rumores de que querían más mortífagos. El Harry que conozco se va a unir solo por molestar a sus padres—.
—Espera, ¿mis padres están vivos?—se levantó el sujeto confuso.
—¿Acaso no los conociste?—.
—Soy huérfano—.
—Ay, que mal. No te pierdes de mucho, los Potter tienen tan mimado al gemelo James que no lo soporto. Un Griffindor en la medula pero llega a aburrir con sus declaraciones de héroe barato—.
—Soy Griffindor, ¿acaso no soy igual?—.
—No, tú eres más un héroe gris. Puedo ver que tu vida es muy interesante, además de ser más cool. No te pareces nada a ninguno de los hermanos Potter—se acercó ella en tono coqueto.
Mientras tanto…
—Guau, puso ojos de "Cógeme"—comentó Lucifer interesado.
—¡Lenguaje que hay niños presentes!—regañó Riki al angel.
—Hasta yo sé que Ginny se quiere aparear—admitió Shiori sobre ello.
—¡¿Dónde aprendiste eso?!—.
—Escuela pública—.
—Demonios—.
—De verdad es su chica destinada, tienen una atracción muy fuerte apenas se conocieron. ¿Cuál es el siguiente paso?—preguntó Naruto sobre ello.
—Vamos a transformar esta historia aburrida en algo más entretenido—sonrió la general de forma siniestra.
Al día siguiente, Ginny fue llevada por Harry a la ubicación de sus amigos y ella se asombró de que todos eran adultos y no jóvenes como ellos. ¿Por qué pasaba esto?
—Te presento a mis nuevos amigos—.
—Mucho gusto, me llamo Ginevra Molly Weasley, pero llámenme Ginny a secas—.
—Soy Riki Senryaku, la Hechicera Suprema. Mucho gusto en conocerla–saludó la mujer mayor.
—Que cabello tan rojo. ¿De verdad es natural?—.
—Sí, todo esta hermosa melena es natural—.
—Se lo pintó—dijeron todos al unísono.
—¡Oigan, no me quemen!—.
—Yo si tengo el cabello rojo natural. Soy Shiori Senryaku—saludó la que parecía ser la hija de la aludida.
—Mi nombre es Lucifer Morningstar. Principe de la Tinieblas y el antiguo Rey del Infierno—.
—¡Ah! ¿Eso no es una mitología muggle?–preguntó Harry que si sabía de ello.
—En su mundo si es real, soy John Constantine, detective exorcista—.
—A mi debes conocerme. Soy el padrino de Harry, Sirius Black—se presentó el hombre.
—No me suena, ¿Dónde he oído ese nombre?—empezó a dudar la chica.
—¿Cómo que no conoces a Sirius? Es uno de los 4 Merodeadores, uno de los mejores amigos de los Potter—comentó Riki curiosa.
—Deja recordar. Hmmmm, creo que el profesor Snape me contó algo junto a uno de esos estúpidos gemelos. Veamos, ah si...—.
En resumen, esta fue la información que Ginny dio al grupo de Riki que fue sorpresiva pero se dedujo con poco los efectos colaterales:
1. Sirius era el guardián de los Potter y no le pasó por la cabeza pasar la estafeta a Peter, por lo que fue asesinado cuando este delató la presencia del sujeto.
2. Debido a ello, los Potter lograron huir a tiempo con los gemelos, lo que generó que ninguno quedara marcado con la cicatriz.
4. Peter fue descubierto bajo sospecha de Lupin ya que se corroboró que él jamás se uniría a los hombres lobos comandados por Greyback. Esto provocó que fuera asesinado por dementores después de sacarle toda la información.
5. Debido a que la guerra mágica comenzó a salirse de control, llegaron aurores de otros países lo que generó que Voldemort escapara a Albania para esperar que todo se calmara.
6. La profecía sobre los Potter era algo distinta y más extensa: Uno de los gemelos mataría a Voldemort, pero antes ambos hermanos se tendrían que enfrentarse a duelo ya que no podían coexistir en el mismo mundo. Debido a esto, el señor Tenebroso eligió al gemelo que iba a Griffindor ya que no mataría a un Slytherin pero quien quedara de pie de los hermanos sería su rival a muerte sea de la casa que sea.
—Sí, como sospechaba. En este mundo son más idiotas—comentó Lucifer muy disgustado por ir a un fanfic de hermanos que se odian ya que tuvo suficiente con muchos descendientes de Adán y su ex Eva.
—¿Qué es esa poción?—.
—La llamo Felices por siempre—.
—¿Y eso que hace?—preguntó Harry viendo la botella.
—Digamos que será la mejor decisión que habrán tomado—.
—¿Tiene efectos secundarios negativos? No quiero terminar sin cabello—comentó Ginny desconfiada.
—Bébela o no querrán que me ponga verde—les dijo la mujer enojada y ellos obedecieron.
—No pasó nada—miró Sirius que no habían efectos inmediatos.
—Lo verán en la mañana, se va a notar la diferencia—comentó Shiori que conocía los efectos de esa poción.
—Demonios, ya es tarde. Si no me reporto, me van a regañar. Los veo mañana—.
Ginny se fue corriendo de ahí directo a su dormitorio y Harry se fue con el grupo a descansar sin saber lo que se aproximaba. La pelirroja despertó al día siguiente y se estiró para iniciar su nuevo dia. En cuanto puso un pie en el suelo, notó que era algo más alta y su visión era tan nitida que le dolía la cabeza.
—Creo que no debí tomar esa poción, todo me da vueltas—.
Ella se sentía bastante mal y se tambaleaba en la habitación para verse a un espejo. Sus compañeras irrelevantes de cuarto estaban dormidas y no vieron lo que la pelirroja notó en su reflejo que la asustó mucho.
Sus ojos castaños eran más claros que se tornaron miel, su cabello rojo anaranjado ahora era rojo carmesí con tonalidades que rozaba en llamas, su piel pecosa en extremo era blanca como la nieve y de aspecto nacarado, sus labios parecían ser rojizos como las de un vampiro de cuento muggle resaltando su belleza. Como se dijo era algo más alta, sus piernas eran algo más largas y estilizadas, sus pechos que tenían un tamaño decente anteriormente crecieron unas copas más, cosa que se resaltaba en su pijama floja heredada de sus hermanos, además de que estaba más nalgona.
—¡¿Pero qué...?!—.
Su cintura estaba más femenina que antes y su abdomen era plano, además de que sus ojeras desaparecieron y cualquier rastro de imperfección estaba fuera de lugar. ¿Este era el efecto de la poción? No preguntó antes sus efectos o si era temporal acaso pero por lo que se temía era permanente.
—Bueno, no está tan mal. Jajaja, hasta yo me enamoraría de mi cara—sonrió ella viendo todo en el espejo.
Debido a que la ropa floja de sus hermanos era grande para ella, no hubo problemas para que se cambiara el guardarropa, excepto por el sostén y las bragas ya que el pecho y trasero aumentaron de medida.
—¿Pero quien es ella?—.
—¿Es la Weasley maldita?—.
—Esta bien preciosa—.
—¿Qué le pasó?—.
Los murmullos no se hicieron esperar y ella se iba corriendo a su clase siendo recibida por la única amiga que tenía en el lugar: La extraña y adorable Luna Lovegood.
—Hola—saludó ella como siempre.
—¿No vas a decir algo de mi?—preguntó la chica con duda.
—Aaaaaah, ¿te hiciste otro corte?—.
—Olvídalo—.
—Ya sé, te gusta alguien—sonrió ella en picardía.
—¡Eso no va al caso!—.
—Si tienes un enamorado, ¿verdad?—.
—Eres rara, muy rara. Si tengo uno, alguien que me ve por lo que soy—suspiró la pelirroja en tono de enamorada.
—¿En serio? ¿Es Michael?—.
—¿Te quieres morir, verdad?—le comentó la Weasley ofendida.
—Era broma, ¿quien es?—.
—Hmmmmp, es difícil decirlo. Como describirlo sin comprometerlo, es alguien mayor—.
—¿Ya no eres virgen?—.
—¡Claro que aun lo soy! ¡¿Qué clase de preguntas haces?!—le reclamó ella enojada y avergonzada.
—Haa cambiado muy rapido—notó Luna ese detalle.
—¿Hablas de mi cuerpo?—.
—No, tu brillo en los ojos. Antes eras una emo, ese muchacho te devolvió algo que perdiste desde hace años—.
Luna tenía una gota de sudor anime en la nuca y aunque si había notado su cambio de patito feo a un cisne de cabello rojo intenso, lo que le llamaba la atención es que de verdad estaba enamoradísima. ¿Quien era el causante de que el corazón de la Bruja de Hielo como se le conocía a Ginny se le derritiera de esa forma? Debía ser un sujeto impresionante.
—Por cierto, Astoria no va a venir a la clase. Sigue enferma—.
—Esa maldición es problemática. Yo que quería presumirle a mi nuevo novio—.
—Por cierto, ¿como se llama?—.
—Se llama...—.
Ginny estaba petrificada porque no había pensado en el hecho de que su novio secreto se llamara Harry y no debía delatarlo tan pronto.
—Buenos días, iniciamos la clase de hoy—interrumpió el profesor Slughort.
La campana había salvado de momento a la Weasley y apenas terminó la clase y se fue a buscar al grupo de forasteros pero lo que vio la dejó boquiabierta.
—¿Harry?—.
—¡¿Pero que te pasó?!—.
—¡Lo mismo digo yo!—.
La pelirroja se fue al lago mas cercano y sumergió su cabeza caliente ya que la poción puso a Harry mucho más sexy de lo que recordaba.
—¡Debo permanecer virgen!—gritaba ella en el agua para no ser escuchada.
—Gracias por el cubetazo—suspiró Harry mojado con un Lucifer llevando una cubeta vacía.
—Mamá, se te pasó la mano con lo sensual—mencionó Shiori viendo los efectos secundarios.
—Ni tanto, la poción funciona si hay algo que sacar a flote. Pueden ser mas hermosos si hay una posibilidad minima—.
—¿Los efectos de la poción son permanentes?—preguntó Ginny comiéndose con la mirada a un incomodo Harry.
—Sí, las modificaciones son a nivel genético. Ah si, no sabes de ADN. Como sea, nada en el mundo puede deshacer tu mejora, ahora puedes hacer lo que sea con tu belleza sacada a flote—.
—Si, si, como diga—miraba la joven de reojo a su casi novio.
—Parece que sus sentimientos a Harry se intensificaron más. No hay peligro de que se rompa el ship—analizó Constantine desde lejos.
—Ay, que bonito. Dos jóvenes unidos por el destino—se veia encantada a Hinata por ver esto.
—Parece que esa niña tiene solo ojos para él, me recuerda a ti—comentó Naruto al respecto.
—Si—.
En ese momento, Ginny recordó a que venía y todos se pusieron a pensar en un nombre apropiado para Harry como alias cuando Constantine se le ocurrió uno perfecto.
—Tim Hunter—.
—¿Por qué ese nombre?—preguntó Riki curiosa.
—Conocí hace años a un joven muy parecido a Harry que usaba magia, era muy bueno que podría haberme superado—.
—Yo si entendí esa referencia, queda el nombre—comentó Lucifer que captó el porqué ese nombre.
—Gracias, no puedo ausentarme mucho. Juro que volveré por más, adios—se fue ella viendo de reojo a Harry.
—Esta loca por ti—comentó Naruto reconociendo esa conducta.
—¿Cree eso?—.
—Si—.
Al dia siguiente, Ginny tuvo su examen de pociones que estaba súper difícil y por algún motivo podía recordar al pie de la letra todo lo que estudió, literalmente memorizó la pagina y su numero.
—Ya terminé—alzó la pelirroja su examen a los pocos minutos de iniciado.
—Señorita Weasley, ¿tan pronto?—.
—Eh, si. Terminé—.
El profesor se puso a ver las respuestas y todas estaban tan bien respondidas que miró con ojos de huevo a la chica que no sabía que responder.
—No se que decir, vaya a su pupitre—.
Todo ese tiempo fue una perdida para ella y no solo era ese libro de pociones sino lo que había leido anoche. ¿Acaso los efectos afectaron así su capacidad de retener información? Ahora que lo pensaba recordaba bien cada centímetro de ese cuerpo divino que tenía Harry y babeaba al recordarlo, pensando en como llevarlo a la cama, no iba a perder el tiempo si se daba la oportunidad.
—Ginny, ya terminó la clase. Vámonos—la despertó Luna de su ensueño.
—¿Cuanto tiempo me fui?—.
—Toda la clase, sacaste nota perfecta—.
—Que bien—.
—Mejoraste en pociones, por algo eres la favorita de Snape—.
—No me iba tan bien, me ponía los nervios de punta—.
—¿Sigues pensando en tu novio imaginario?—.
—¡No es imaginario!—.
—¿Como se llama?—.
—Se llama Ha..., perdón. Tengo carraspera, se llama Tim Hunter—fingió la pelirroja ese detalle porque iba a meter la pata.
Desde ese día, la popularidad de Ginny comenzó a subir de espuma después de esos años de mala racha. Una es que ella estaba caliente, tan buena que muchos la querían cortejar. La poción fue extremadamente efectiva y las feromonas de la Weasley comenzó a hacer babear a los adolescentes urgidos.
—Weasley, son demasiadas tarjetas de amor—se quejó Astoria Greengrass viendo que la chica recibió varias lechuzas en la tarde.
—No paran de llegar, estoy harta—.
—¡Hasta hay una de Malfoy! ¡El es mio!—le reclamó la chica enfermiza.
—Si, no me interesa. Mi novio es todo para mi—alegó Ginny reuniendo todas las cartas en el jardin de Hogwarts.
—Algo me comentó Lunática. ¿Por que reúnes las tarjetas?—.
—Para incendiarlas, ¡que arda Troya!—.
Los estudiantes veían en shock como es que la Bruja de Hielo ironicamente hacía la hoguera con sus corazones y al fondo Harry veía con su capa invisible entre risas que Ginny iba en serio con su relación.
—Esa es mi chica—.
—¿Por qué bailas así, Luna?—preguntó Astoria a la rubia que llegaba ahí.
—¿Que no vamos a hacer la danza de la lluvia?—.
—¡Claro que no!—.
Justamente empezó a llover de la nada y Ginny veía enojada a su amiga porque apagó con su ritual pero luego el papel se mojó tanto que se deshizo en la hierba.
—Bueno, que lo limpie Filch. Me muero de hambre—se fue Ginny con esas dos al comedor.
Días mas tarde, Ron Weasley veía con horror que su hermana menor distanciada estaba extremadamente reluciente y comenzó a estrenar un nuevo guardarropa. ¿De dónde sacó dinero si son tan pobres? ¿Qué le había pasado?
La respuesta al misterio es que sustraían galeones de algún universo alterno de una cuenta de Harry, al cabo que no iba a faltarle dinero.
—¿De donde sacaste dinero?—.
—Es un secreto, ve a volar con las lechuzas. Tengo cosas que hacer—lo ignoró ella olimpicamente.
Ella estaba muy enojada con su hermano mayor ya que desde el segundo año se tomó muy en serio su papel como Griffindor y de manera inconsciente tomó más en cuenta su amistad con James que su hermandad. A veces no sabía si Percy tenía razón en desligarse de ellos pero recordaba que era un papanatas y se le pasaba.
—Estúpido Ron, estúpido Percy—.
Lo que ella ignoraba es que alguien la espiaba de lejos aunque el sexto sentido en desarrollo de la pelirroja le gritaba que había un acosador.
—¡Ya sé que estás ahí, Potter!—apuntó ella con su varita hacia la nada.
—Eres buena para encontrarme, Weasley—.
De la capa de invisibilidad estaba James Potter II o como le decían Jimmy. El mago era identico al Harry original a su edad pero no poseía la cicatriz y su aura no era cool sino algo fanfarrona.
—Apúrate, tengo cosas que hacer. ¿Qué quieres de mi?—.
—Estaba pensando en que no deberías estar alejada de tu familia. ¿Por qué no hablamos un poco del tema?—.
—Aja, oh claro—.
—¿De veras?—.
—No, piérdete—se fue ella de ahí.
—¡Espera, no seas así!—.
—Ya dije, adiós—.
Ginny estaba irritada por tener que tratar con ese sujeto. Ahora que Harry James Potter apareció y se convirtió en ese papucho que la calentaba más que los rayos del sol se le hacía una imitación muy barata y sin comparación.
—Ja, ni en sueños me le uno—.
En realidad tenía mejores cosas que hacer ahora que se desocupó como intentar algo interesante que la señora Uzumaki le mostró el día de ayer: Camina en los arboles.
Flashback
—¡¿Cómo es eso posible?!—.
Ginny veía que Hinata estaba de cabeza en un árbol muy grande del bosque usando su energía vital para ello. Lo que se le explicó es que si concentraba de forma estática magia en sus pies podría recrear ese efecto.
—Y esto se puede hacer en el agua—comentó Naruto que se dedicó a caminar en el lago de la escuela.
—Es parecido a usar magia de vuelo en una escoba, solo que requiere practica—les comentó Riki al respecto.
Flashback fin
Después de muchos intentos y golpes, la mujer empezaba a entenderle al proceso de quedar pegada a un árbol. El proceso era delicado como hacer un hechizo en síntesis, estar en armonía con los arboles para evitar romperlos aunque se le dificultaba hacer magia con los pies en vez de las manos por falta de costumbre.
—¿Necesitas ayuda?—.
Ginny volteó y vio a la señora Uzumaki que veía cuanto se esforzaba ella por su objetivo lo que la hizo empatizar con la chica.
—Parece que no te bastó ser mejorada con esa poción, quieres ver hasta donde puedes llegar—.
—Es que yo... no quiero ser tan conformista. No lo hago por nadie, bueno... si quiero que Harry se sienta orgulloso de mi. También quiero sentirme a gusto conmigo, no me acostumbro a los cumplidos—admitió su sentir la chica.
—Te entiendo bien. Tuve una infancia difícil, Naruto fue el único que me dio un motivo para seguir adelante. A la vez me dio esa esperanza de que también valgo sin importar lo que digan los demás—le reveló Hinata su pasado.
—¿En serio?—.
—Si, vas por buen camino. Solo recuerda quien eres y porque es que quieres luchar. Por tu orgullo, por la persona que mas, por los pocos amigos que están para ti—.
Ginny sonrió porque esa señora la entendía mejor que su propia madre al parecer. Tal vez era porque ella estuvo en ese infierno negro y fue salvada de forma principal pero a la vez ella salvó a su amado de caer en la desesperación, las vueltas de la vida.
—¿Quieres aprender un hechizo muy bueno?—.
—¿De que trata?—.
—Esto pondrá a prueba tu control de magia en tu mano. Si lo dominas, serás la mejor maga que exista—.
El mitico Rasengan apareció en la mano de la Hyuga y lo lanzó contra un arbol dejando en shock ya que dejó un hueco limpio y sin astillas. ¿Qué clase de hechizo era ese?
—Para dominarlo no requieres magia verbal o una varita como le haces. Solo es puro control de magia—explicó ella la mecánica.
—¿Qué debo hacer?—.
—Lo primero es que debe reventar este globo de agua sin ayuda—le dio ella el objeto.
—¿En que me va a ayudar eso?—.
—Ya lo verás—.
Efectivamente, Ginny vio como es que su ahora mentora reventaba ese globo de agua sin apretarlo y luego se le manifestó el hecho de que aprender a caminar en los arboles y los bosques era vital.
—¡Pero con tantas clases no puedo hacer eso!—.
—Podrías con un clon de sombra. Ah no, no existen clones para este mundo. ¿Sabrá algo Riki?—se preguntó Hinata.
En ese momento, un búho le dejó caer una carta a la Weasley y ella leyó que era de Riki precisamente. Parecía que ella previó esto y el búho se posaba en un árbol viéndolas fijamente.
—Clonatio, este hechizo permite generar duplicados idénticos de la persona con magia. Agite en forma de cruz la varita y recite el hechizo para generar el clon. Advertencia: Un golpe fuerte es capaz de destruir al clon pero sus conocimientos adquiridos serán tuyos, ideal para abarcar espionaje o aprender algo muy rápido.
—Vaya, ella generó una versión mágica de los clones de sombra. Es muy conveniente—.
Aprender el hechizo no era muy complicado y esto le permitió llevar una doble vida a la chica en esa época. Era casi imposible detectar señas de magia ya que técnicamente un mago estaba lleno de energía y solo un golpe fuerte deshacía el encantamiento.
Sin embargo, un evento no esperado ocurrió en uno de esos días tranquilos y es que el clon de Ginny caminaba sola para deshacer el encantamiento pero se topó con alguien inesperado: Lily Potter.
—Ah, señora Potter. ¿Qué la trae a esta escuela?—.
Aunque a Ginny le caían mal los hermanos, ella seguía siendo la madre de su crush y debía darle sus respetos, así que se controló lo más que pudo.
—Ginevra, ¿verdad? Jimmy y Harry me han hablado de ti—.
—Si, tengo mala fama con ellos—.
—Parece que a mis hijos les interesas—.
—¿Ah? ¿A Harry le gustó? Creí que era homosexual y era pareja de Draco—.
—Ejem, admito que me la creía. Henry no es gay como pensé—.
Para aclarar algo, el Harry de este mundo realmente se llama Henry oficialmente como su bisabuelo y Harry es un diminutivo de cariño, a diferencia del Harry original.
—¿Para que me buscaba, señora Potter?—preguntó falsamente inocente la joven ya que sabia bien a que llegaba.
—Es más una petición, quisiera que tuvieras darle una oportunidad a alguno de mis hijos si cabe la posibilidad. Están peleándose entre ellos por el tema—.
—¿Ah, se pelean por mi? Ellos ni me ponían atención, ¿desde cuando les importo tanto? Es una ofensa para mi esa petición si no es mucha molestia—comentó ella sonando muy ofendida.
—Disculpa por mi atrevimiento. No pensé que te desagradaran tanto mis hijos. Sé que Jimmy es Griffindor pero Harry si es de tu casa—.
—No es por hablar mal de sus hijos. Harry es muy amargado y resentido, no le gusta ser amigo de nadie. Jimmy no le gusta oír lo que odia, por eso tiene a mi hermano y la cabeza de pelos parados como amigos. No encajo bien con ninguno, no han hecho algo por lo cual deba sentir el mínimo respeto por ellos. Me han lastimado mucho desde que llegué a esta escuela y nunca se me va a olvidar—le contó ella su sentir a la mujer.
Lily estaba muy consciente de que la niña había tenido ese percance con Voldemort pero jamás se detuvieron a ver si habían quedado secuelas de ello. Al parecer esa chica tenía bastante odio en su corazón aunque ella recobró su postura.
—Además ya tengo un compromiso serio. Tengo novio y lo amo bastante más que a mi vida—.
—Eso no me lo habían dicho ellos—.
—Lo daré a conocer pronto, lo siento por lo que diré pero ninguno se le puede comparar a mi Tim. Lamento no aceptar su oferta—.
—Descuida, soy yo la que debe disculparse. No creí que hubiera tanta distancia entre mis hijos y tú—suspiró Lily ofuscada por ello.
—Por cierto, tengo algo que decirle. Hay un tercer Potter cerca de aquí—.
—¿Ah?—.
—Ya dije demasiado, cuidese—se fue la pelirroja de ahí sin decir más.
La señora Potter no entendió a que se refería con un tercer Potter. Los únicos con ese apellido eran su esposo y sus hijos, además de ella misma políticamente. ¿Hablaba de su esposo? No, no estaba aquí ya que tenía trabajo como auror. Poco sabía ella que ahora tenía un tercer hijo de otra línea temporal que conocería más adelante.
