Crisis en Tierras Infinitas Naruhina
Capítulo 26 Batalla de Hogwarts
Hace un año, Amelia Bones fue asesinada oficialmente por el mismo Lord Voldemort en un ataque silencioso a los integrantes del Ministerio de Magia ya que era la aurora más poderosa de todos. Era tal su habilidad que se necesitó del mismo Señor Tenebroso para finiquitar con ella. Sin embargo, esto no pasaría de nuevo por los huevos del Asesino de Dioses.
—¿En serio debemos salvar a esta mujer? ¿Por qué?—.
—Si ella hubiera sido la ministra en vez de Fudge, te habría sacado más pronto de Azkaban. Ella es de carácter justo, una Hupplepuff poderosa como pocas—.
—Bones, reconozco su apellido. Sus hermanos fueron conocidos míos en la Orden del Fenix—.
Shiro hacía su acto de aparición en la mansión Bones junto a Sirius Black y tocaron la puerta. La misma Amelia los recibió confundida y se le comunicó la historia absurda que le pronosticaba la muerte.
—Eso es imposible, dudo que vengan a atacarme—.
—Señorita Bones, usted es lo único que se interpone entre Voldemort y el puesto de Ministro de Magia. Si usted cae, estaremos en grandes aprietos–le comunicó Sirius.
—Hmmmm, me las arreglaré. Gracias por avisar de todos modos—.
—Si no funciona su escape, le prepararé algo especial—.
Shiro lanzó una magia no verbal y Amelia no tenía idea de lo que hacía pero le daba mala espina ya que todo este asunto era por lo menos sospechoso.
—¿Qué es esto?—.
—Usted confíe en nosotros, pasaremos después de su enfrentamiento en un minuto y 30 segundos—.
Ambos desaparecieron con Aparitio y justo pasaron 90 segundos cuando bloquearon ese mismo hechizo y los mortífagos aparecieron. A lo lejos Shiro y Sirius veían como una luz verde iluminaba la casa y el Black no tenía idea de porque lucía tan tranquilo. Los mortífagos se fueron con Voldemort y Amelia fue reportada muerta por el Ministerio de Magia.
—Creo que es demasiado tarde—comentó el merodeador preocupado por esto.
—Espera un poco más—.
Unas horas después, el funeral de Amelia se llevó a cabo y después de que los visitantes profanaran su tumba, la pelirroja despertó en un sitio desconocido mientras que Shiro y Sirius tenían unas palas.
—Al fin despiertas—saludó Shiro sonriente.
—¡¿Qué me pasó?! Estaba segura que Voldemort me mató—.
—Usé un contrahechizo personal extremadamente potente. El Avada Kedavra apaga todas las funciones nerviosas de golpe pero lo que hice fue aminorar los efectos para causar catalepsia. Se dice gracias, cerda malagradecida—.
—¿Qué clase de hechizo es ese? Nadie había podido engañar al Avada Kedavra—volteó a ver Sirius muy curioso por ello.
—Tengo mis trucos—.
—Me duele todo—se quejó la mujer.
—Es por el rigor mortis, tienes que moverte para quitarte el dolor—.
—Tengo que informar que sigo viva—se levantó Amelia muy alarmada.
—Con Voldemort fuera estarás muerta apenas pises el Ministerio de Magia. Es mejor que te quedes con Sirius, él sabe como es vivir como delincuente—.
—¡Oye! Ah no, es verdad—.
Amelia no entendía a que se refería y Shiro se fue sin más a su mundo quedando sola con un Sirius que no sabía que hacer con alguien que oficialmente estaba muerta. Sin embargo, no dejó la oportunidad de coquetear ya que una mujer madura muy atractiva.
—¿Tiene marido?—.
—No, me enfoco en mi carrera—.
—Pues ahora mismo no tiene carrera o puesto—.
—Demonios—.
Amelia estaba enojada porque era obvio que el sujeto frente a ella intentaba coquetear y no tenía tiempo para ello. Sin embargo, no sabia quien era ese sujeto en particular frente a él.
—Por cierto, si me voy a quedar aquí debo saber su nombre—.
—Sirius Black—.
—¿Black? ¿Habla de esa familia supremacista de la sangre?—.
—Sí, ¿usted oyó sobre el caso de los Potter?—.
—Caso de los Potter—.
—Recuerde mi apellido—.
—Hmmmm, espere un segundo. El guardián, ¿no debería estar muerto?—.
—Mi muerte fue neutralizada por ese mismo hechizo usado en usted. Desperté en mi ataúd tiempo después y salí de ahí con Aparitio—mintió el hombre para no hablar de mundos alternos.
—¿Por qué no informó de esto al Ministerio?—.
—Fudge era un completo imbécil, además no quiero alarmar acerca de un contrahechizo que engañe al Avada Kedavra. Imagina lo que pasaría con Voldemort si aprende algo así—.
—Tiene razón, demonios. ¿Estamos solos en esto?—preguntó Amelia muy seria.
—La Corte de los Búhos está en movimiento. Por el momento, debemos decir que morimos para no levantar sospechas—.
La mujer sabía que el tal Sirius tenía razón y debía desaparecer de la luz publica hasta que terminara la inminente guerra mágica. Por culpa de Fudge que no le informó de que Voldemort regresó, estaba metida en esa situación pero lo que mas le enojaba era que el sujeto frente suyo la desnudaba con la mirada.
—Para que conste, esta alianza es temporal. No permitiré que esto se salga de lo profesional—alegó Amelia muy enojada.
Unos meses más tarde…
En algún sitio desconocido al amanecer, Amelia estaba desnuda en su cama a lado de Sirius y cubierta con una sabana mientras que ahora lucía mucho mas joven y hermosa que antes. La misma poción que bebieron Harry y Ginny la tomó ella aunque en ese caso tenía un potente afrodisiaco que traicionó su cordura.
—Maldito Shiro, te odio—se tapó la cara ella.
—Ven aquí, preciosa—abrazó Sirius a la mujer por el pecho y ella estaba avergonzadísima porque recordaba bien esa noche de sexo.
—¡Te odio Shiro!—.
Flashback
—¿Qué es esto?—.
—Una poción multijugos especial, tiene el efecto secundario de que cambia tu apariencia lo suficiente para no ser reconocida fácilmente. Además mejora las habilidades mágicas latentes—explicó Shiro a la aurora.
—¿En serio? Gracias—.
Flashback fin
Amelia se miraba al espejo y efectivamente se miraba tan joven y bonita que era casi irreconocible. Ya no tendría que preocuparse por maquillaje muggle o algo así, fuera de lo ocurrido en esa noche de placer todo estaba bien.
De vuelta a la epoca actual...
Riki estaba planeando todo para los horrocruxes en el verano antes del Séptimo Año cuando algo muy extraño ocurrió. Todo el Sexto Año no vio en absoluto a Sirius y apenas se había presentado ya que Shiro hizo algo secreto. ¿Qué era eso que tenía que hacer?
—Señora Senryaku, debo presentarle a nuestra aliada secreta. Espero que aun no delate su presencia—.
—Mientras más ayuda mejor—.
La mujer bebía su juguito de naranja cuando vio llegar a alguien que deberia estar muerta para esta época: Amelia Bones. ¿Por qué estaba tan guapa? No era como la recordaba en la película o las ilustraciones de la novela.
—Le presento a Amelia Bones—.
Riki escupió su jugo apenas la vio y reconoció, a lo que intuyó con enojo y sorpresa de que Shiro le estaba jugando una broma y a la vez solucionaba un hueco en su plan de Felices por Siempre.
—Por cierto, ella es mi nueva novia—.
—¡No lo digas tan alto, no quiero malos entendidos! ¡Solo fue un resbalón de una noche!—reclamó Amelia enojadísima.
—¡¿Shiro, esto es tu culpa, verdad?!—grito Riki al cielo.
—Pero si es Amelia Bones, la aurora mas poderosa moderna—se vio llegar a Lucifer como siempre.
—Ay no—suspiró su jefa.
—¿Quien es usted?—.
—Lucifer Morningstar—.
—¿Cómo el diablo?—alzó la ceja la pelirroja.
—Algo así, ahora dígame que es lo que más desea—le aplicó Lucifer su habilidad pasiva.
—Yo... quiero volver a tener esa noche de pasión con Sirius... ¡No, espera! ¡No quise decir eso!—.
Riki quería meterle un chanclazo a Lucifer pero estaba muy interesada en este plot twist. Jamás había pensado en este ship tan peculiar y poco usual en los fanfics que leía.
—¡Deja de entrometerte en la vida sentimental de la pobre Amelia!—le dio un chanclazo enojada su superior al diablo.
—Eso me gusta, ¿así que quieres más?—se acercó Sirius a una Amelia que le apuntó con su varita y estaba llena de energía verde.
—Te voy a lanzar el Avada Kedavra si sigues molestando—se le veía enojadísima y avergonzada a la siempre correcta y ahora desmoralizada Bones.
Poco después de ello, Riki habló telepáticamente con Shiro sobre el porqué hizo ese ship entre dos personajes que jamás se conocieron originalmente.
—Si lo hice fue para más placer—fumaba Shiro una pipa.
—Dime la verdad, ¿por que conseguirle a Amelia de novia?—.
—Simple, Sirius es inmaduro y bastante infantil. Amelia es recta y cuadrada pero justa. Son la mitad de un solo idiota—.
—Buen punto—.
—¿Te gusta la ship?—.
—¡Deja de crear crack ships que me gustan! ¡Ya van 3!—.
—Oblígame—.
—Como sea, ¿hay otra razón para crear ese ship inusual?—.
—Ya debes haberlo intuido. Debes sacar a Sirius de su dependencia a los Potter, ¿quieres a Harry y Ginny a solas? No recomiendo que el perro lanudo esté cerca—.
—Si comprendo eso, ¡no hagas más ships raros que me gusten!—.
—Cambio y fuera—.
En otro lado en uno de los ultimos entrenamientos antes del fin del sexto año, Hinata había vuelto con más tortura digo lecciones a la Valquirias de Hogwarts como se denominaban ellas. Lily estaba ahí viendo como su futura nuera se fortalecía y en uno de los descansos Hinata se sentó a su lado.
—Las niñas lo hacen bien—dijo la pelirroja a la Uzumaki.
—Sí, tienen ganas de prosperar. Eso es importante en el entrenamiento—.
En ese momento, Daphne y Susan comenzaron a discutir fuerte ya que chocaron entre ellas, provocando que Hinata les diera un par de chanclazos para aquietarlas, cosa que llamó la atención de la inglesa.
—Uy quietas—les advirtió la Hyuga con cara seria.
—Lo sentimos—dijeron el par de amigas y rivales.
—Por eso odio los internados—.
—¿Pero que fue eso?—preguntó Lily curiosa ante lo ocurrido.
—Ah, eso no es nada. Es la famosa chancla, ¿no la conocen por acá?—.
—No—.
—¿Alguien tiene un mal presentimiento sobre esto?—comentó Harry al ver ese objeto en manos de su madre.
—¿Para que sirve la chancla?—preguntó la madre de Harry.
—Es el regalo de los dioses a las verdaderas madres para controlar a los hijos—.
Lily sostuvo una chancla en la palma de su mano y no se veía convencida del todo con respecto a ello. ¿Por qué la chancla es más poderosa que su varita?
—Harry, deja que te enseñe como ligar mujeres y así llevar a la cama a tu novia—le comenzó a aconsejar Sirius mientras abordó a Harry con el tema y ella se enojó.
—¡Alto ahí!—le arrojó la mujer la chancla con mucha fuerza y le dio en la cara al sujeto.
—K.O—miró Constantine la escena.
—Tanto poder en la palma de mi mano—dijo Lily en shock por lo ocurrido
Era innegable que en todos los mundos la chancla era un concepto tan básico como la vida misma y Riki diseminaba el evangelio con éxito. Poco sabía ella que el conflicto de sus hijos que los mataría sería finiquitado por la simple labor de la humilde y temible chancla.
Después de eso, Susan salió directo a su casa y estaba junto a Ginny que pensaba en su primera vez y las que siguieron. Para una chica hambrienta de amor, el sexo fue lo más maravilloso que había experimentado al grado que se había hecho algo similar a una súcubo.
—¡¿Qué?! ¡¿Ya no eres virgen!—balbuceó Susan al oir eso.
—Jiji, no alces la voz. Hace poco el profesor Tim y yo comenzamos a hacerlo. Se siente tan bien—suspiraba ella ante la situación vivida.
—Jajaja, ¿Cómo se siente? ¿Duele?—decía la pelirroja de trenza.
—Es indescriptible, dolió al principio y siempre termino agitada con la mente en blanco—.
Para Susan que creció en una familia muy recatada y de cuna noble el tema era muy vergonzoso y le resultaba un tabú. Si alguien se enteraba de eso, sería muy señalada por la sociedad mágica arcaica.
—¿Al menos el profesor es gentil?—.
—No, que va. Me ha hecho suya de todas partes, es un demonio en la cama. No sabía que se podía dar placer con la boca, es un mundo nuevo de posibilidades. Quiero repetirlo otra vez, no puedo esperar estar en sus brazos y gritar su nombre—.
—Diablos señorita—.
La plática era tan subida de tono que la pobre Bones no podía ocultar su vergüenza del rostro pero a la vez podía dejarse ver un rastro de celos por parte suya que Ginny notó.
—¿Estás molesta conmigo por algo?—.
—No, Ginny. Es que yo… te tengo una sana envidia—.
—¿Por qué?—.
—Porque eres la favorita del profesor—reconoció la chica de trenza al respecto.
—Espera, ¿te gusta el profesor Hunter? Él es mio te advierto—.
—No, no es que esté enamorada de él. Más bien podría haberme enamorado perdidamente si él me hubiera elegido como su aprendiz principal. Sabes, estuve enamorada de James un tiempo—.
—¡¿Pero queeeé?! ¡¿Te gustaba Jimmy?!—dijo sorprendida la pelirroja de cabello suelto.
—Ya sabes, su personalidad antes era muy linda. Un heroe de la justicia, muy valiente y muy guapo. Sin embargo, ahora es una sombra pálida de eso. Se tornó fanfarrón, ególatra, con una versión distorsionada de la visión de Griffindor. Además, Hermione está siempre cerca de él, yo quiero ser ella. ¿Por qué tuve que ir a Hupplepuff?—siguió confesando su sentir la chica.
—Te entiendo bien, alguna vez Harry me gustó. Desde lo que ocurrió en mi primer año eso murió, es como si el mundo conspirara en tu contra a favor de alguien más—.
—Es triste que los Potter son unos idiotas—.
—Ya que hablan de tristes historias de desamor, les daré la mía—llegó al lugar Daphne que oyó el relato de Susan.
—¿Te gustaba alguien antes?—dijo Bones curiosa.
—Harry por supuesto. Era su amiga el primer año, le enseñé todo del mundo mágico. ¡¿Y como me paga?! ¡Al tercer año me consideró una inútil y se fue con Snape a ser un aprendiz de emo grasoso! ¡Aaaaah, quiero matarlo por romperme mi corazón! ¡Nadie juega así conmigo!—empezó a decir enojada la chica.
—Sí, Harry es un idiota—.
—El día que tenga la más mínima oportunidad, me voy a vengar por todas las humillaciones que me hizo—.
—El corazón de una doncella roto, no tengo problemas de ese tipo—declaró Luna de la nada.
—¡¿A que hora llegaste que no nos dimos cuenta?!—reclamó Susan asustada.
—Siempre estuve aquí—.
—No es cierto—.
—Si sus hombres les rompieron el corazón, háganse lesbianas y listo—sugirió la rubia extraña pero recibió unos zapes.
—¡Claro que no!—dijeron Susan y Daphne al mismo tiempo.
Y así llegó el día en que la famosa y trágica noche de la batalla de la Torre de Astronomía llegó. Aunque era tentador salvar a Dumbledore y para Riki sería muy fácil sanarlo, en términos de estrategia era innecesario y hasta contraproducente ya que tendía a hacer planes bajo el agua.
Todo el plan estaba en marcha, las estrellas alumbraban el cielo nocturno que ahora era rosa. ¿Rosa? ¿Por qué rosa? Ese color le traía malos recuerdos a Hinata y Naruto con cierta persona.
—¡¿Por qué el cielo se tornó rosa?!—reclamó Riki teniendo un mal presentimiento.
—Me lleva la... parece que esa perra no se muere con nada—suspiró Hinata afilando kunais.
—Este no es su multiverso, ¿a qué vino?—se cuestionó Naruto muy serio.
—No quiero saber—.
—¿De qué hablan?—preguntó Lucifer sin entender.
—Antes de que ustedes llegaran, una versión maligna de Sakura Haruno nos ha dado problema a cualquier Naruverso que vamos—le explicó Shiori muy seria.
—Parece que no viene sola, siento varias presencias muy desagradables—comentó Constantine que notó que algo perturbaba el orden natural del mundo.
Justamente en el lugar se apareció la pelirrosada flotando en los aires y al lado suyo estaba una mujer con una mascara que olía a tinte en exageración que ahogaba a la nariz sensible de Riki.
—¡¿Qué hacen aquí?! ¡Este no es su multiverso!—reclamó Naruto enojado.
—¡Todo lo que yo quiera es mío por derecho! Si no puedo vencerlos debo tener aliados de todas partes. Saluden a mi nueva aliada—.
El poder de la aliada teñida era tremendo y se posaba ante ella un búho de color negro que daba miedo mientras que detrás salía alguien que Constantine conocía bien.
—Hola, John—saludó un hombre vestido de blanco.
—¡¿Qué haces aquí, Fred?!—exclamó el símil de Keanu Reeves.
—Dije que vendría por tu alma—.
—¿Ese es mi otro yo de tu mundo? Que viejo se ve—comentó Lucifer al ver a su doopelganger.
—Lucifer, ya tendrás a tu alma cuando acabemos con estas plagas que extienden el evangelio de los huanos—se oía a la mujer enmascarada.
En ese instante, varios búhos monstruosos salieron de las mangas de la yukata de la mujer y comenzaron a atacar al grupo y Shiori tuvo que huir porque intuyó que iba por Harry.
—¡Maten al Harry del otro mundo, este mundo se reiniciara y tendré mi Harmione!—.
—Es una psicópata de los ships como tu—declaró Lucifer asesinando a cuanto búho monstruoso se le aproximaba.
—¡Nada de Harmione, es HarGinny!—empezó a darse de golpes con la mujer.
—Están al mismo nivel—.
—¡No se olviden de mi!—.
Sakura iba tras Hinata como siempre y ahora uno de sus Rinne Sharingan los sustituyó por un Dharmagan que era de color verde.
—¡¿Por que siempre ridiculizas los ojos poderosos?!—reclamó Hinata furiosa.
—¡Cállate!—.
En otro lado, Shiori iba corriendo a toda velocidad y encontró que Ginny había asesinado a los búhos. Harry estaba viendo a lo lejos todo lo que iba a acontecer y podía notar que alguien que no debía estar ahí se estaba manifestando.
—¿Hermione?—.
—¡Larga vida a Sakura Otsutsuki!—.
—Oh mierda—.
—¡Avada Kedavra!—.
Shiori fue la que reaccionó antes y empujó a Harry con una patada para sacarlo de la trayectoria de un hechizo rosa en vez de verde. El color de la protagonista original era rosa chicle que demostraba que estaba infectada de la presencia.
—¡Muere, se me prometió grandeza en mi historia! ¡No te metas, ser inferior!—.
En ese instante, Ginny logró darle un empujón con un impulso de magia que la dejó lastimada pero sus heridas sanaban, mientras que la pelirroja se relamía los labios.
—Hace tiempo que quería patearte el trasero, esta es una oportunidad de oro—sonrió Ginny muy motivada.
—No vayas a matar a Hermione—le pidió Harry a su novia.
—No la voy a matar pero esto le dolerá un montón—.
En otro lado, Lucifer chocaba espadas con el otro Lucifer. Era curioso una escena así y Constantine empezó a lanzar un ataque de fuego en contra del diablo malvado.
—¡¿Con que derecho vienes a desafiarme?!—reclamó el Lucifer viejo.
—A mi no me des ordenes—.
—¡Oye, no te metas en mi pelea! ¡Quiero dejar en claro quien es el mejor Lucifer!—reclamó el Lucifer guapo.
—A mi me parecen la misma mierda—.
—¡Soy mejor Lucifer!—.
—¡No, yo soy mejor Lucifer!—.
Una pelea verbal había empezado y en ese instante, una patada de la mujer misteriosa pelirrosa le dio al viejo Lucifer que se volteó enojado y la tomó del cuello.
—¡No te rebeles contra de mi, Senryaku!—reclamó furioso el malvado diablo.
—¡¿Senryaku?!—.
—¡Idiota, queria mantener mi perfil bajo! Bah, que importa—.
En ese instante, la extraña dejó caer su mascara y era una versión alterna de Riki de cabello rosa teñido y unos pupilentes verdes jade que hizo darle nauseas a la pelirroja.
—Guau, eso es lo único que me faltaba ver—declaró el Lucifer guapo.
—Les presento a la elegante Riki Senryaku de tu mundo, Constantine. No me fue difícil seducirla con la promesa de poder, el poder de Lilith corre sus venas. Lo único malo es que no puede dar hijos pero ella sí—señaló el Lucifer viejo a la pelirroja.
—¡¿Quien, yo?!—dijo la aludida confundida.
—Existen muchas Rikis en el vasto multiverso pero tú eres la única capaz de tener hijos naturalmente. No, siempre que tienes una hija es porque el Asesino de Dioses está cerca—señaló enojada la pelirrosa.
—¿Shiro?—.
—La influencia del Asesino de Dioses es potente, tanto que ignora la maldición de esterilidad de Lilith. Shiori es un fruto muy escaso en el Multiverso, por eso la quiero conmigo—declaró la Riki malvada relamiendo sus labios.
—¡Eso jamás, ella salió de mis entrañas! ¡Búscate a la tuya!—.
—¡Además apenas me respeta, no te va a hacer caso!—señaló Lucifer Ellis al otro.
—Puedo ser un padre complaciente, imagina el potencial de la hija del diablo–.
—¡Yo la mato, la mato!—.
—¿Oye, qué pasó con Memnon?—preguntó Constantine dudoso.
—Mi mundo fue destruido, por eso quiero un nuevo heredero. Shiori es la mejor candidata a ser la reina del infierno sobre la Tierra—.
—Lo admito, este Lucifer está más enfermo que yo—admitió el guapo ángel caído.
—Lo único que me da coraje es que seas mucho más guapo que mi Lucifer. El mío se parece a Peter Stormare—.
—¡Porque eres una perra amante del innombrable!—declaró su otro yo con enojo.
En ese momento, las dos sacaron sus chakram y chocaban sus armas a la velocidad de la luz mientras el duelo se reanudaba. Mientras tanto, Shiori estornudó fuerte y tenía el presentimiento de que un par de dementes querían su custodia.
—¿Algún plan para volver a la normalidad a Hermione?—preguntó Harry serio.
—Hmmmm, debemos quitarle la energía rosa de alguna manera. ¿Conoces a algo que sea capaz de drenar energía del alma?—.
—Un dementor—.
—¡Eso es, vuelvo en un minuto!—.
Mientras que Shiori peleaba, Harry miró que Ginny se estaba metiendo en problemas y es que Ron llegó al sitio poseído y ahora su cabello era rosa.
—Lo que me faltaba—.
Harry peleaba sin querer mucho con Ron ya que el sentimentalismo de su antigua amistad estaba ahí y no podía herirlo pero se dio cuenta que por ese entrenamiento no era tan difícil contenerlo.
—¡Muerte al HarrGinny!—.
—¡Eres su hermano, deberías apoyarla!—.
—¡Muerte al HarrGinny!—.
—Se parece al Imperius, date prisa, Shiori—.
Por su parte Ginny disfrutaba jugar con Hermione quien a pesar del enorme power up, carecía de técnica ya que lo suyo no era precisamente los duelos tan intensos.
—¡Yo seré la waifu de este universo, ríndete!—.
—¡Ya me tienes harta con esa perorata!—.
—¡Oigan, aléjense lo más que puedan!—se oyó la voz de Shiori a lo lejos.
Todos voltearon y se veía a un montón de dementores siguiendo a Shiori que corría muy rapido. Ella había ido hasta Azkaban y atrajo a las criaturas hacia ahí que comenzaron a rodearlos.
—¡Activen su Modo Magia Sennin!—.
El par hizo caso y los ojos de ellos cambiaron a algo más salvaje y los dementores no los reconocieron, pero no era el caso de Hermione y Ron que estaban siendo drenados de la energía rosa. Para sorpresa de ellos, estos se coloreaban de ese color y de tanto que explotaron por la corrupción que suponía esto.
—Quien diría que los dementores servirían para esto—sonrió Shiori muy fascinada.
—Espera, ¿por qué los dementores no reconocen la Energia Magica Sennin?—preguntó Harry confundido y recogiendo los cuerpos de sus amigos.
—¿Recuerdas que Sirius escapó de Azkaban usando su forma animago?—.
—Si—.
—La forma de animago en realidad es una Tranformación Magica Sennin. Los dementores no están familiarizados con esta energía y por ello no tocan animales o cualquier cosa natural—.
—Rayos, eso me hubiera servido mucho hace tiempo—refunfuñó el pelinegro.
Mientras tanto, algo muy serio había pasado. Como se sabe, Dumbledore murió a manos de Snape y aquí viene un cambio gigantesco puesto que Henry y James tendrían su duelo a muerte. ¿Esto acabaría mal?
Varios minutos duró el duelo mágico entre los hermanos pero fueron interrumpidos por un Expelliarmus a la distancia.
—¡Deténganse, no deben pelear!—les dijo Susan Bones enojada.
—¡No te metas en esto, Bones!—alzó la varita peligrosamente Henry.
—¡Esto es entre tu y yo, traidor!—.
—Alto ahí, Griffindor. Mantén tu mente en calma—le declaró Daphne muy seria apuntando con su varita.
—Al fin llegas, Greengrass—sonrió Harry creyendo que su compañera Slytherin se uniría a él pero fue la sorpresa que ella le dio una bofetada.
—No pienses mal las cosas, Potter. No quiero que hagas una locura, voy arrastrarte a patadas a Hogwarts—.
—¡¿Saben que Dumbledore fue asesinado por Snape y mi hermano lo defiende?!—.
—Lo sabemos—admitió Susan triste pero no bajaba la varita.
—¿Pero qué...?—.
—Entonces la visión del futuro de la maestra de Tim fue real, entonces debemos parar este duelo ahora y calmémonos—.
El Harry Slytherin no iba a hacerle caso y atacó a traición a Susan para escapar pero Daphne desvió el hechizo y vio huir al sujeto pero lo alcanzó poniendo energía mágica en sus piernas.
—Alto ahí—.
—¡Piérdete!—.
En ese momento, un duelo entre ellos inició y Susan veía con cautela a James que no la veía con buenos ojos. James intentó desarmarla y la pelirroja después de esquivar el hechizo generó un Accio en varias piedras que lanzó al mago con un Wingardium Leviosa sin recitar el hechizo.
—Eres un impertinente, te jactas de ser un Griffindor heroico. Ni siquiera puedes conmigo, eres imprudente y selectivo con los demás. No eres distinto de un Slytherin—.
—¡Cállate, soy de la casa de los héroes! ¡No eres nadie para darme sermones! ¡Septumsepra!—.
La pelirroja levantó un muro de tierra pequeño que la cubrió del hechizo y cuando James miró detrás de este ya no estaba. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando Susan salió de las profundidades y le metió un puñetazo en la quijada al mago, noqueándolo de forma épica.
—Idiota, no sé porque un día eras mi heroe. El profesor Tim es el héroe en realidad o debería decir Harry—suspiró Susan que ya sabía el secreto desde hace no mucho.
Mientras tanto, Daphne no tenía muchos problemas en controlar a su compañero de casa y este no podía creer que ella lo había superado en duelos. De ser la lamebotas de Pansy pasó a ser una duelista muy buena y le estaba dando la paliza de su vida sin sudar.
—Estúpido, no sabes en lo que metes. ¿Crees que uniéndote a los mortífagos serás libre? Eres ingenuo, tu estupidez y tu ego te ciegan. Me das lastima—.
—¡Cállate, no sabes nada sobre mi!—le reclamó este pero Daphne logró desarmarlo y ella le aplicó una llave para someterlo en el suelo de forma muggle.
—Oh, claro que puedo leerte. Veamos, un niño que es rebelde y hace lo que sea para joder a su padre que prefiere a su hermano. Ya sé esa historia. Eres predecible, idiota y muy mentecato. Hay quienes querrían estar en tu lugar, deberías apoyar a tu hermano menor porque lo metiste en un lio pero no... quisiste jugar al hermano traidor. Yo daría mi vida por Astoria sin dudarlo, me das asco. Por eso me estoy arrepintiendo de ser una Slytherin—.
El Harry traidor no podía zafarse y veía a lo lejos como su hermano gemelo caía derrotado por la inútil Susan. Su hermano no era débil, ¿qué había pasado con ella? ¿Ese profesor era tan bueno?
—No vas a necesitar esa varita, Henry—escuchó una voz muy decepcionada y enojada a la vez.
—Señora Potter—dijo Daphne curiosa.
—Gracias por detenerlos, niñas. No pude llegar a tiempo con el director Dumbledore pero al menos puedo charlar tranquilamente con mis ojos. Que bueno que me enseñaron como usar la chancla, jajajaja—se veía a la pelirroja con algo temible que le dio Hinata.
Susan y Daphne se abrazaban con terror al ver como es que Lily le daba de chanclazos a sus dos hijos que gritaban del dolor y horror por la escena. Ellas aprendían la lección del día: No hagas enojar a tu madre o te lanzará la poderosa chancla. Ese verano sería tormentoso para la familia Potter ya que Lily les puso un alto definitivo a cada miembro de su familia, incluido a James que era responsable de los favoritismos a los Griffindor y despertó el lado malvado de su esposa que haría sentir orgullosa a Kushina.
Cerca de ahí, Lucifer y Riki malvados decidieron abandonar a Sakura Otsutsuki en el plano terrenal ya que sintieron cerca la presencia de Shiro que estaba en camino y la rosada se hallaba furiosa. Riki estaba segura de que ganarían y sería una victoria fácil, no habrían bajas significativas. ¿De verdad todo saldría tan bien?
—¡Vamos a vivir!—exclamó Susan feliz.
En ese momento, un Jubi salvaje apareció frente a Hogwarts rugiendo en el cielo de forma alarmante y todos miraron con miedo lo que pasaba con la criatura.
—¡Vamos a morir!—declaró Susan volviendo a su pesimismo.
—¡¿Pero que plaga?!—reclamó Riki enojadísima.
—¡Todos huyan de acá!—exclamó Naruto alarmado.
El Jubi maduro comenzó a ejecutar una Bijudama hecho de energía mágica hacia el castillo que lo iba a borrar de la existencia pero Hinata saltó y lo hizo chiquito revelando su ojo derecho convertido en uno dorado con rueda del Dharma.
—¡¿Pero que demonios?!—.
Un humito salió de las manos de Hinata y la bestia miraba con furia a la Hyuga queriendo devorarla ya que tenía ADN Otsutsuki por instinto.
—¡Me quiere a mi, yo voy a distraerlo!—.
Hinata se alejaba del castillo mientras la bestia lo seguía y en el cielo apareció Sakura Otsutsuki furiosa porque ella tenía ese poder tan único.
—¡Maldita Hyuga, te odio! ¡Muere!—.
En ese momento, el Jubi la tomó desprevenida y se la comió para transformarse en un Shinju que comenzaba a drenar el planeta. Naruto llegaba y las raíces comenzaron a perseguirlo por tener una cantidad demencial de chakra pero también se comenzaban a dirigir al castillo.
—¡¿Como destruimos esa cosa?!—exclamó Ginny con miedo de eso.
—Tengo una gran idea–sonrió Lucifer recordando algo.
—¿Qué cosa?—.
El diablo se lanzó a la carga y con una espada sagrada cortaba las raíces para frenar su avance mientras que Naruto lo atraía para evitar que la gente fuera succionada su magia.
—¡¿Recuerdan como matar una de estas cosas?!—preguntó Lucifer a los presentes.
—Se drena su energía y luego lo destruimos—.
Justo en ese instante, Yuna apareció en un puf de humo y se le veían los ojos blancos como el Byakugan de forma que Shiori la vio extrañada.
—¿Yuna? ¿Cómo llegaste aquí?—.
—Yo no soy Yuna, soy Kaguya—.
—¡¿Eeeeeeeeeeh?!—.
—Un árbol, es mío—.
Ella voló y de la nada comenzó a absorberlo con el karma de su mano para la sorpresa de todos los presentes mientras que su cabello se tornó blanco.
—Hmp, es poco poder. ¡Maldita sea!—.
En ese momento, una chancla le cayó en la cara a la niña y se veía a Hinata volando hacia ella muy enojada, con Kaguya con miedo ya que su lado humano absorbió su miedo maternal.
—¡Yuna, te dijimos que no llegaras a este mundo!—.
—¡Soy Kaguya!—.
—¡Me vale, no me alces la voz!—.
—¡Pero... soy la madre de chakra!—intentó vociferar la ahora Otsutsuki pero le cayó otro chanclazo.
—¡Ya te dije que no me alzaras la voz! ¿Eres la segunda personalidad Uzumaki? Mucho gusto por cierto. Aunque seas la madre del chakra, ahora soy tu mamá y no me vas a desobedecer—.
—Pero...—.
—Sin peros, liberar a ese Shinju de tu cuerpo—.
—Si mami—dijo la niña y escupió de su boca al Gedo Mazo.
—Parece que Yuna se quedó con el chakra Biju, ahora puede tener el poder de Kaguya a plena potencia—.
En ese momento, la niña cayó inconsciente y Hinata la sostuvo mientras que Naruto la examinaba ya que habían signos de que la doble personalidad malvada de Yuna fue complementada por los recuerdos de Kaguya.
—Deja me meto en su mente—.
En ese instante, Naruto se adentró en el paisaje mental y se podía ver a Kaguya al lado de una Yuna dormida. No lucía como su vida pasada sino como un reflejo albino de la Uzumaki y con un aspecto malvado.
—Estúpido Uzumaki, no me vas a matar, formo parte de tu hija—.
—Entonces ahora eres mi hija—.
—Yo no soy hija de nadie, soy la madre del chakra—.
—¿Como llegaste a este mundo? Es imposible sin las coordenadas precisas–.
—Por tu chakra, gracias a ese mundo raro puedo sentir las distancias multiversales. Te agradezco por no matar a mi huésped, me apoderaré lentamente de su mente—.
—Hmmmmp, si tanto lo deseas porque no lo haces ahora—le dijo Naruto serio.
—¿Ah?—.
—No tienes muchas restricciones, podrías haber asimilado a Yuna de una vez. ¿Por qué la proteges?—.
—Eso no te importa—se volteó Kaguya enojada.
—¿Asimilaste la bondad de Yuna?—.
—Cállate—.
—El corazón puro de Yuna fue lo suficientemente atractivo para conservarlo. Experimentas a través de ella, ¿no es así?—.
—No me provoques, Uzumaki. Yo puedo matar a tu hija y este cuerpo será mío—.
En ese momento, el rubio acarició su cabeza y la Yuna malvada no pudo evitar sentirse bien por ello. Su plan había salido terriblemente mal, desde que modificaron el sello karma ella no solo asimilaba el cuerpo de la Uzumaki sino sus sentimientos al grado de que ahora eran una misma.
—Te odio—se quitó la albina de ahí y se fue al lado oculto de su mente.
—Si quieres algo, nos llamas. Somos tus padres ahora—.
—Cállate—.
—¿Y ella quien es?—preguntó Harry en shock por lo ocurrido.
—Es mi hija—comentó Hinata llevando en sus brazos a la pelirroja.
—¿Qué fue lo que le pasó?—.
—Digamos que tiene una segunda personalidad malcriada que se revela a veces. No te preocupes por eso—.
—¿Entonces ya todo terminó?—preguntó Ginny harta de todo esto.
—¡Miren, es Voldemort!—señaló Shiro que llegaba al lugar.
Sin embargo, no había nadie y todos lanzaron cosas al bromista de mal gusto ya que no tenía piedad ante asuntos serios.
—Eres despreciable—le aventó Riki una chancla por chistoso.
Después de eso, se suspendió el año escolar por la muerte de Dumbledore y esa misma noche revisaban a los heridos, en especial a Hermione y Ron que fueron brevemente poseídos para que no quedaran secuelas.
—¿Por qué Hermione terminó siendo poseída por la cosa rosa?—se preguntó Ginny curiosa.
—Siempre que eso pasa hay un momento de vulnerabilidad emocional. Veamos sus recuerdos—comentó Riki al respecto
La General Kitsune vio lo que acontecía en las memorias de la maga y claramente ella estaba celosa y afectada de gran sobremanera por varios factores:
1. El golpe a su orgullo por no ser seleccionada en las Valquirias de Hogwarts ya que se suponía que era la mejor de su generación.
2. El hecho de que Ron tenía su novia y que James no estaba dándole mucha atención, además de que por el libro del Príncipe Mestizo subió de calificaciones.
3. Susan Bones y Daphne Greengrass la superaron por completo en el área de duelos en su año, cosa que bajó sus calificaciones y ahora tenía rivales serias por el primer lugar.
4. Ella había sido rechazada tajantemente por Hinata luego de que le pidiera que le enseñara en privado, cosa que le negó ya que Hermione le recordó en esencia a Sakura Otsutsuki antes de su reino de terror y tenía razón cuando fue poseída por la energía rosa.
5. Ya era la cabecilla de su propio grupo y las Valquirias de Hogwarts fueron hechas para marginadas como Ginny que realmente necesitaran apoyo.
—Ay que nena, Granger hizo trampa un montón de veces. Aún recuerdo que Ron me contó del giratiempo para tomar clases extra—recordó la Weasley al respecto.
—¡¿Por eso es el primer lugar?! ¡Que tramposa!—reclamó Daphne sobre ello.
—Dejando fuera de eso. ¿Por qué el idiota de mi hermano quedó poseído?—.
—Celos, parece que le gusta Hermione pero no parece estar en buenos términos con ella porque se han distanciado. Eso lo dejó expuesto a la Sakurización—.
—Que mal—.
En ese momento, la noticia de que el año había terminado prematuramente llegó a ellos debido a la muerte de Dumbledore y tuvieron que asistir todos a su funeral. El profesor Tim o más bien Harry estaba algo mal ya que no hubiera querido recrear este día.
—Otra vez tengo que pasar por esto—suspiró Harry en el lugar.
—¿Es doloroso?—.
—Ya no tanto, es que no frecuenté a este Dumbledore como antes. Quizás por ello no me duele mucho. ¿Qué tal tú?—.
—No me importa. No hizo nada para que mi vida fuera más amena luego del incidente del diario. Parecía que me usó de chivo expiatorio para sus planes. Por Riki me enteré de que él siempre tenía a todos como en un tablero de ajedrez—.
Ginny odiaba con pasión y también amaba por igual, era muy intensa en ese sentido como Molly. Ella cuando más quiso ayuda, el director se limitó a ayudarla en lo físico pero en lo anímico no se recuperó siendo más enfático en Jimmy Potter. Desde ese día le traía rencor al director y lo dejó de respetar como a muchas personas, siendo Harry el primer hombre al que llego a confiar y posteriormente amar con locura.
—Por cierto, ¿y Astoria? Malfoy debió huir con los mortífagos—.
—No lo sé—.
Astoria estaba sentada en el lugar y recordaba justo lo que pasó ese día antes de la muerte de Dumbledore. Ella sabía de antemano que Draco haría esa locura por ordenes del Señor Tenebroso y fue a verlo.
Flashback
—¿En serio vas a hacer eso, Draco?—.
—No puedo retractarme, él va a matar a mi familia—dijo el rubio muy estresado y a punto de romperse.
—Puedes huir conmigo, Draco. Podemos empezar de nuevo, Voldemort no domina el mundo. Estarás a a salvo de todo esto—.
—Mis padres estarán muertos por mi culpa, yo...—.
—Entiendo, solo te puedo desear buena suerte. Si necesitas mi ayuda, piensa en mi y estaré a tu lado—declaró ella antes de besarlo levemente y se fue de ahí.
Flashback fin
Su papel había terminado por el momento y no vería a Draco en mucho tiempo, ningún Greengrass era un mortífago así que no tenia forma de acercarse a él y no era seguro estar cerca de Voldemort.
—Cuídate mucho hasta que nos volvamos a ver—susurró ella viendo el cielo.
—Pobre Astoria, se enamoró de un villano—comentó Luna viendo con lastima a la chica.
—¿Ahora que será de nosotras? Estoy casi segura que Voldemort nos va a tener en sus manos—comentó Susan preocupada.
—Va a haber una guerra, ya oíste lo que dijo la loca de la chancla. A principios de mayo que viene será que toda la batalla final inicie—declaró Daphne muy seria.
—¿Vas a luchar aún siendo Slytherin?—.
—Si, los mortífagos le dan mala fama a mi casa. Yo no soy una cobarde—.
—Vamos a patear traseros—declaró Luna tronándose los dedos.
—Por cierto, recuerda la advertencia del profesor. Usa Aparitio cuando lleguen por ti—.
—Descuida, ya sé a donde ir—.
En esos momentos, se veía a Molly y Arthur Weasley que también asistieron al funeral vieron como Ginny estaba tomada de la mano con ese joven algo mayor y guapísimo que se parecía a los Potter.
—Molly, no vayas a hacer un escandalo—le susurró Arthur porque estaban en el funeral.
—¿Desde cuando Ginny tiene novio?—se preguntó la mujer en shock.
Ginny se percató que su madre lo miraba y a propósito puso su cabeza en el pecho de Harry fingiendo que lloraba nomás para molestarlos.
—Voy a hablar muy seriamente con esa niña—murmuró horrorizada la madre.
Más tarde, todos comenzaron a abandonar poco a poco el castillo y Ginny sabía que era hora de enfrentar a sus padres. La pelirroja esperaba pacientemente hasta que su madre y su padre llegaron por ella primero.
—Para que lo sepan, no me arrepiento de nada–aclaró de una vez la chica.
—¿En serio? ¿Por qué no nos avisaste de que tenías novio? Es muy mayor para ti—le dijo enojada la madre.
—Pft, me lleva dos años. No es mucho—.
—¡No lo conoces bien! ¡¿Que tal si es uno de los mortífagos y te está usando?!—.
—Ginny, estamos en una situación de crisis. Si no pertenece a la Orden del Fénix, no podemos confiar en él–comentó Arthur preocupado.
—¡Jajaja! ¡Jajajajajaja!—comenzó a reír como loca la pelirroja que perturbó a sus padres.
—Ginny, es mejor que yo les diga la verdad—.
Harry llegó y este se veía con una mirada seria que Molly no pudo evitar sentir familiar. Sin embargo, aún no podía confiar en él ya que no era seguro quienes eran aliados o no.
—Mi nombre es Harry James Potter, soy el hijo primogénito de James y Lily Potter. Ya los conocía de antemano en mi realidad—.
—¿De qué hablas? Eres parecido a James pero no te había visto—declaró Arthur confundido.
—El secreto del patito de hule es que sirve para entretener a los bebés en las tinas de baño—.
–¿Ah?—voltearon a ver Ginny y Molly confundidas.
–Esa duda siempre la tuve, no se la había confiado a nadie—.
—Su sueño es descubrir como los muggles vuelan con los aviones. ¿No es así?—.
—Eso no se lo he dicho a nadie—admitió Arthur sin ocultar su sorpresa.
—Usted adora a sus hijos. Sé que Ginny es a la que mas quiere porque es la menor. No sabe como acercarse a ella y en el fondo quiere de nuevo ser la madre que ella ama. No hay nada peor que una madre que su hijo la odie. Usted fue la que me enseñó lo que es el amor maternal aunque es algo pesada—.
—Son muchas palabras bonitas, pero aún no creo en ti. Ya no tengo tiempo para ti–intentó llevarse Molly a Ginny pero Sirius apareció frente a ellos.
–Buen día, señores Weasley—.
—¿Quien es él?—preguntó Arthur curioso.
—Sirius Black, y el joven a su lado es mi hijo mayor. Está de nuestro lado—se veía llegar a Lily con un James golpeado con la chancla.
—¿Sirius Black? Oi de eso, ¿no debería estar muerto? ¿Qué es esto?—.
—Madre, alguien usó un Giratiempo y alteró todo—declaró Ginny muy seria y tomando su mano.
—Molly, esto es en serio. Sé lo difícil que es tener conflictos con tus hijos. Confía en Ginevra, ella ama a mi hijo con todo su ser. No le quites la luz de su vida ahora que más se acercan tiempos oscuros—.
—¿Por qué todos me ven como la mala?—dijo nerviosa la aludida.
—Es que se pone muy difícil cuando toma su decisión, señora Weasley—comentó Harry sonriente.
—Siempre ha sido muy sobreprotectora—recordó Sirius sobre ella.
—¡Ah, ya no entiendo sobre el asunto!—.
—Tengo una mejor idea—declaró Harry para que todos vieran al mismo tiempo todo sus recuerdos.
El grupo fue llevado al despacho de Dumbledore donde tenía su Pensadero personal y vieron los recuerdos del Harry original para la sorpresa de los que no sabían. Todo era verdad y Molly veía como es que ella era muy cercana a Harry en ese mundo, cosa que no ocurrió aquí debido a que los gemelos fueron criados por sus padres.
—¿Al fin nos creen?—preguntó Sirius curioso y burlón.
—Esto se volvió muy extraño incluso para nosotros que somos magos—comentó Arthur bastante impactado de la existencia de mundos alternos.
—Madre, padre, Harry es un excelente ser humano. Por lo que más quieran, no deseo poner encima a ustedes sobre él pero si eso es el precio yo lo perseguiría hasta el fin del mundo. Solo quiero su bendición, estoy haciendo mi mejor esfuerzo para no armar una rabieta porque él me lo pidió—les dijo Ginny abriendo su corazón.
Prácticamente Ginny usaba el factor de presión grupal aunque a estas alturas ya era innegable que el profesor tutor no era un enemigo. Molly cedió y de paso abrazó a su hija que no sabía como responder ante eso.
—No frente a Harry—.
—Lo siento, aún eres mi hija—.
—No va a bastar eso para que los perdone por haberme dejado con esos idiotas por estos 5 años—murmuró la chica con algo de rencor.
—¿Qué podemos hacer para que nos perdones?—.
—Hmmmp, nada. Aún estoy dolida pero ya no enojada. Harry me lo pidió de corazón, si él ha perdonado a quienes le han fallado, yo debo seguir su ejemplo—.
¿Qué tanta influencia tenía ese joven en ella para que abriera su corazón otra vez y decidiera dar su primer paso a la reconciliación? Por lo que se dejó ver, este chico era un pan de dios y no era mal yerno.
—Aunque si castigan a Ron por idiota los perdonaré rápido—.
—Todo el verano que lave tu cuarto—.
—Hecho—.
—Que malvadas son—comentó Harry sonriente.
Así finalmente llegó esta aventura llegó a su fin aunque aún había un detalle que se tenía que discutir con Harry y Ginny ya que sería su decisión formar parte del equipo de Riki en el reino Kitsune.
—Entonces oficialmente este mundo acaba de pasar al Multiverso real. Que bien, todos están a salvo. Arreglen todo lo que falten y vuelvan a casa—se fue el rey de ahí.
—¿Entonces ya no volveremos a verlos?—preguntó Harry a Riki.
—Eso depende de ustedes. Si lo desean, pueden visitarnos o pueden quedarse para siempre. Incluso si mueren sus almas llegaran a nuestro reino si lo desean. Todo depende de su decisión—.
Harry y Ginny hablaron de esto muy a fondo ya que todo se había resuelto en este mundo pero eran muy débiles para controlar una amenaza tan fuerte como lo fueron los magos oscuros como Grindelwald o Voldemort. ¿Quien sabe si volvería a surgir otro Señor Tenebroso?
—Harry, tienes que ir—se escuchó a Lily al fondo.
—Mamá—.
—El tiempo que pasen en nuestro mundo no afectará su juventud. Es más, solo se irán un día en este mundo. El tiempo es ajustable—les propuso Riki.
—Solo un día, no suena mal—mencionó Ginny siendo atraída por la idea.
—Harry, sé lo mucho que quieres hacer por el mundo mágico. Sin embargo, Dumbledore falleció y ya no hay alguien tan poderoso aquí que les haga frente a los magos oscuros tan fuertes—.
—Pero...—.
—Solo será un día para ti, además puedes pasar tiempo a solas con tu novia. Puedes rehacer tu vida un tiempo allá, sabes que siempre nos unirá la sangre—.
Harry cerró los ojos y Ginny tomó su mano viendo que esto sería una aventura muy interesante más allá del mundo mágico. Magia más poderosa, principios de poder desconocidos, todo eso les esperaba en el reino.
—Yo aún tengo que avisar a mamá, solo diré que tomaré unas vacaciones para fortalecerme—declaró Ginny sabiendo que iba a decir.
—¿Está segura de que el tiempo aquí será más lento?—volteó a ver el joven ingles al grupo.
—Si, el tiempo en el multiverso no corre igual. Cuando regreses, apenas habrá pasado mínimo un día—explicó Shiori mostrando una grafica.
—Yo si quiero ir, Harry. Hay tanto que quiero aprender, este mundo nos limita en nuestro potencial. Quiero evitar otra catástrofe como esta y que nadie se atreva a levantar otro grupo de magos oscuros—.
Ginny estaba muy decidida a salir de la rutina y Harry accedió ya que quería proteger a todos de algo como lo que ocurrió. Así pues, la Weasley habló con su familia y les dijo que estaba invitada a un curso en lo que reconstruían la escuela en Francia, a lo que accedieron ellos sin saber que a donde iba estaba muy lejos pero a la vez no le tomaría tiempo volver.
—¿Que va a pasar con Sirius?—preguntó Harry a Riki otra vez.
—Es mejor que lo dejes aquí, si quieres estar a solas con Ginny no sería conveniente tenerlo cerca—.
—Creo que es lo mejor—admitió el joven pensando que su padrino si haría mal tercio y además tenía novia.
—Si quieren tener sexo, no les conviene a ese metiche—declaró Lucifer a voz alta.
—¡Oye, no digas eso frente a todos!—reclamó Ginny enojada.
