Crisis en Tierras Infinitas Naruhina

Capítulo 32 Asesino de Dioses vs General Dragón

La líder de las Pleiades Yuri Alpha se había reunido especialmente con Narberal Gamma en propósitos de asuntos del gremio ya que era su kohai y así no levantar sospechas con los demás. Ella quería hallar a aquel que había logrado encantar el corazón de Albedo aunque no tenía idea de quien fue el afortunado o desdichado.

—¡¿Qué Albedo que?! ¿Lo sabe Ainz sama?—preguntó sorprendida la maid.

—No, y no debe saberlo. Nabe, dime una cosa. ¿Es verdad que Ainz sama fue un humano?—.

—¿Quién te lo dijo? La reunión entre Shiro y Ainz sama fue un secreto—.

—Albedo lo presenció todo, alguien le dijo al parecer que esto iba a ocurrir. ¿Acaso fue Shiro quien es el amante de Albedo?—preguntó ahora Yuri.

—No lo sé, no sé llevaban bien pero no es motivo para no sospechar. Vamos a preguntar, esta en el pueblo. Tengo su contacto—le mostró ella un celular.

—¿Y eso?—.

—Un regalo de Shiro. Deje que me conteste—empezó a marcar ella y luego se oyó la voz.

—Bueno, chiquibaby. Que raro que me contactes—se oyó por el altavoz y Nabe se sonrojó porque estaba coqueteandole frente a Yuri.

—Idiota, te está oyendo mi hermana mayor—.

—¿Hablas de la maid buenota con pinta de maestra?—se oyó a Shiro y la mencionada se ruborizó porque era raro que alguien hiciera eco a su belleza.

—Ejem, Shiro Yoku. Soy Yuri Alpha, líder de las Pleiades, quiero que me responda a una pregunta. ¿Usted es el amante de mi señora Albedo?—.

—Ah, ella. No, pero si conozco a quien lo es. De hecho su antiguo líder Sebas Tian es un amigo intimo. Parece que él le tiene cierto resentimiento a Ainz por el tema con la chica rubia humana que por cierto es hermana mayor de Ninya—reveló Shiro sobre ello.

—Espera, eso no me lo habías dicho. ¿La pequeña Ninya es hermana de la protegida de Sebas?—se sorprendió Nabe acerca de eso.

—¿Quién es Ninya?—preguntó Yuri sobre ella.

—Resulta que Shiro tiene una protegida llamada Ninya y resultó que es hermana menor de esa chica que Sebas sama acogió riesgosamente—.

—Ya entiendo, que pequeño es el mundo. Entonces si voy con Sebas, podré saber la ubicación de ese sujeto—.

—Así es, responde a nombre de Ryoku. Me tengo que ir, tengo fútbol, nos vemos después—colgó Shiro el celular.

—¿Qué es eso de fútbol?—se preguntó Nabe.

—No lo sé pero creo que será un dolor de cabeza en el futuro. Gracias por tu ayuda, Nabe—asintió la mujer.

—¿Por qué te preocupa tanto Albedo?—.

—Porque ella es pilar de Nazarick y el que alguien la enamore va a resultar mal. Mira como se puso Ainz sama con el tema de la chica Tuare, imagina lo que hará con Albedo si se entera de que tiene un amante humano que es alguien cercano a Shiro Yoku. No quiero pensarlo, debo ver si es alguien digno o no—.

—Mandale saludos a Sebas de mi parte. Dile que cualquier cosa, yo estaré de su lado—sonrió ella para la sorpresa de Yuri.

—Es raro verte sonreir. No, es raro que te pongas de lado de los humanos. ¿Algo pasó contigo?—preguntó la mujer de lentes con curiosidad.

—Simplemente maduré, me siento mejor que nunca—volvió a sonreír la maid para la tranquilidad de Yuri que quería que más de sus hermanas maduraran en su odio por las especies inferiores supuestamente.

—Nabe, me retiro. Espero verte pronto, Ainz sama no debe enterarse que vine y si lo hace dile que es por reportes de maids—.

—Entendido, mi boca es una tumba—.

Así fue como Yuri se fue camino a la ubicación de Sebas que pronto regresaría a Nazarick por órdenes de Ainz pero aún esperaba la orden definitiva. No tardó mucho en llegar debido a que le dieron un inesperado aventón por parte de Shiro Yoku que avisó sobre la ello.

—Servicio de Uber mágico, ¿A dónde la llevo mi reina?—preguntó un sujeto con acento de chilango conocido de Chusai.

—Le doy estas coordenadas, no conozco el lugar—.

—La lectura mental ya me arrojó la dirección probable. No sé preocupe por los gastos, doña. Ya me soplaron el aventón—.

—Que raro tipo, aunque no me incomoda. ¿Por qué será?—se preguntó la maid sin saber qué las criadas y los transportistas se llevaban bien por regla en Latinoamerica por el multiverso.

Así llegó Yuri a la casa de Sebas Tian mientras tomaba el té con un humano desconocido en tono de diversión, a lo que ella dedujo que se podría tratar del tal Ryoku.

—¿Yuri? Es una sorpresa verte fuera de Nazarick, ¿Qué te trae por acá? Ainz sama te mandó a reportarme—pidió el mayordomo.

—No, vine a hablar seriamente con un tal Ryoku por el asunto de Albedo—declaró ella y el aludido no había visto venir que la misma líder maid vendría a exigir explicaciones.

—Creo que los debo dejar a solas, con su permiso—se retiró Sebas indicando a Tuare que no los interrumpiera.

—Ejem, bueno. Creo que me descubrió, ¿verdad?—.

—Me dijeron que usted fue quien logró cortejar a la señorita Albedo. Es una gran hazaña considerando lo obsesionada que estaba por Ainz sama. ¿Puedo saber que intenciones trae con ella?—preguntó directo al grano la mujer.

—Espere, le juro que no le deseo el mal a Albedo tan—.

—¿Tan? ¡¿Tan cercanos son?! Por los creadores, esto es inaudito. Si no quieres morir, es mejor que termines con ella. Ainz te va a ser puré si se entera de que cortejaste a la tesorera de Nazarick—.

—Pues oi que la suspendieron de su cargo—.

—Es solo temporal. ¿Es solo un capricho tenerla como amante o no? Dígame la verdad, señor Ryoku—pidió saber la Dullahan sacando su instinto asesino sobreprotector como rara vez hacía.

—Déjeme explicarle bien—.

—Elija bien sus palabras—.

—¿Y si se lo digo en un poema?—.

Katarina entró rápido y le pasó un poema que Ryoku había escrito, aunque sospechosamente sonrió de forma maligna y ella se encargó de recitarla en nombre del general.

—Estoy ansioso de veras, por llegar a tu casa…—empezó la chica y Ryoku reconoció la canción—Para tenderte en mi cama y sacarme toda la…—.

—¡Esa no! ¡¿Dónde aprendiste eso?!—exclamó furioso Ryoku.

—Esta en su lista especial—.

—¿Lo haces a propósito, verdad?—.

—No lo sé, tu dime—.

—Mondriga—.

—Ejem, sigo esperando—seguía la maid con cara de ser bastante intransigente.

—Uh, va a seguir esperando—señaló Katarina en modo celostina.

—¡Ya hablamos de esto!—ahora reclamó Ryoku sobre ello.

—Me no entender español—.

—¡No te hagas la desentendida!—.

—No entiendo nada, ¿Qué le pudo ver Albedo en usted que la encantó?—señaló la maid con bastante molestia ante esto.

—Es la boa, y todos lo saben, lo saben—empezó a cantar Katarina y Ryoku se dio cuenta que se había juntado con Shiro para trolearlo.

—¿Nani?—se sonrojó Yuri ante esa implicación.

—¡Oye, Albedo no es tan superficial sobre eso!—.

—Ah, ¿quién sabe? Es una sucubo, ellas piensan diferente—.

—"Maldita sea, sus celos despertaron a Evil Katarina en el peor momento"—se dio cuenta de que la castaña normal se fue de año sabático.

—No puedo permitir que Albedo lo vea de nuevo. Es mala influencia para ella—declaró fervientemente la mujer Dullahan.

—¡OK, ya me harté, morra! ¡No diga que soy una mala influencia, al contrario! ¡Albedo era demasiado patética cuando la conocí! ¡Su dignidad estaba por los suelos, debería usted estar agradecida por eso! ¡No me venga con sermones, fierro!—se enfureció el hombre después de eso.

—Oiga, tranquilo—.

—¡Nada de tranquilo! ¡Albedo es muy importante para mí! ¡No soy el mejor hombre que hay en el mundo, no estoy ni cerca de ello pero ella lo cree y me basta para mi! ¡¿Quién se cree usted que es para decirme eso?!—.

—Basta, tranquilo—.

—¡¿Sabe que?! ¡No me importa si no es humana, ella me gusta! ¡Incluso usted me es muy atractiva!—.

—¡¿Espera, que?!—balbuceó desconcertada la maid.

—¡Quiero un romance de ensueño, la llevo a mi rancho! ¡Una carnita asada y luego una Indio! ¡La llevo en caballo al atardecer!—empezó ya a dar diatribas a una muy incomoda mujer y se pudo ver a Sebas darle un golpe con un abanico de papel.

—Eso fue poco elegante, señor Ryoku. Como buen noble no debe darse ese lujo de perder la calma—señaló el mayordomo.

—¡Lo siento, no medí mis palabras!—se disculpó el sujeto viendo que la cagó.

—¡N-no se preocupe! Fue mi culpa también, ya tengo mi respuesta a mis dudas—decía bastante acalorada la maid.

—Patético—miró Evil Katarina con desagrado pero Sebas le dio también su golpe con el abanico.

—Eso es poco elegante y honorable, señorita Claes—.

—¡Ay, eso dolió!—exclamó adolorida Bakarina que estaba de vuelta.

—Por cierto, me llegó una carta de la señorita Anne. Dijo que me ocupará personalmente de usted con todo el rigor de la elegancia—señaló el sujeto con un peligroso brillo en sus ojos.

—Ay, hamburguesas—maldijo Katarina viendo que le salió la jugada.

Luego de eso, Yuri regresó a Nazarick y se fue a descansar a su cuarto. Ella estaba muy ruborizada porque era la primera vez que le habían propuesto matrimonio o más bien una aventura de ese tipo. Ella ya no se sentía pura por culpa de Albedo y aún así el joven le dijo que no le importaban esos detalles ya que eran pequeñeces como el Tigres, según agregó la tal Katarina que se portó mejor.

—Ya veo porque Albedo se enamoró así, a su modo es encantador. Está mal fantasear con el amante de mi patrona pero no hace mal a nadie—cerró ella los ojos.

El sueño de Yuri era que estaba en una hacienda de Monterrey con Ryoku cabalgando en caballo llevándola al atardecer. El sujeto estaba en traje vaquero, barba tupida y lentes negros, además de que su caballo tenía el logo del Tigres.

—Fierro kun, ¿Cuándo me va a dar el si, patrón?—hablaba ella como la India María.

—Tranquila, morra. Después iremos a Tamaulipas, fierro—.

—Pero allá matan, patrón—.

—No en mi guardia, después de todo soy tu primo—.

En ese instante, Yuri despertó de golpe porque el sueño le pareció en extremo fuera de lugar y no sabía que era Monterrey o Tamaulipas, aunque no entendía tampoco que era el Tigres.

Luego de eso, volvió a sus aposentos y se dirigió a ver a Albedo a su habitación a ver si se había descontrolado aunque parecía que aún no había manifestado otro de esos picos de lujuria.

—Buen día, ¿Dónde estabas? Te busqué en todos lados—se le veía feliz a la sucubo.

—¿Podemos discutir ciertas cosas en privado? No quiero que esto salga de acá—le respondió la maid a la mujer.

—Entiendo, ¿de que quieres hablar?—.

—Acabo de tener una charla con ese tal Ryoku—.

—¡¿Ryoku?! ¡¿Cómo lo encontró?!—balbuceó la sucubo.

—Tuve mis medios, escúcheme bien. ¿Está dispuesta a tirar su posición en Nazarick por un humano extranjero?—.

—Yuri, esto ya lo había meditado. Si algún día me descubren, renunciaré sin duda a mi posición y si tratan de matarme, no me iré sin luchar. Lo amo y quisiera que tú me apoyaras en esto—le dijo ella tomando sus manos.

—¿Por qué yo de todas?—.

—Porque eres mi amiga, creo que eres mi mejor amiga aquí—admitió ella su sentir sobre la Dullahan.

—¿En serio cree que soy de su agrado para ser íntima con usted?—preguntó la líder maid bastante conmovida.

—De todas aquí siempre me ha dado una mano respetuosamente. A veces somos muy distintas a la hora de opinar pero me reconforta saber su opinión, eres muy sensata siempre y me gusta contar con su apoyo—.

—Señorita Albedo, conocí a ese hombre y pude notar que la ama bastante. Es muy diferente de como la trata Ainz sama. Quizás es porque es un humano, yo a pesar de ser un no muerto conservo mi amor por los seres vivos por como fui hecha. Usted ha cambiado mucho desde mi perspectiva y ese sujeto le hace bien a su alma, a mi me agrada mucho a pesar de ciertos detalles—recordó ella los lados poco elegantes de Ryoku.

—Lo sé, tiene cierto lado infantil y una obsesión por cosas extrañas para mí. Aún así, mi corazón late cada vez que está cerca de mí. Me duele el pecho por no estar cerca de él—.

—¿Sabe algo? No me disgusta la nueva usted. Tiene una magia distinta que me hace sentir cómoda que no puedo explicar—.

—Sí, ahora pasamos al otro tema. ¿Lista para otra ronda?—pasó la sucubo a intentar lo suyo pero Yuri le jaló la oreja.

—Epale, eso aún lo iba a discutir. No puede estar abusando de mi cuerpo cuando usted lo desee. Tiene que controlar sus hormonas—reclamó la mujer.

—Lo siento, es que desde hace días estoy así. Casi violo a Mare y a Aura, estoy avergonzada—se llevó Albedo las manos al rostro por su arrebato.

—Pobre niños, aléjese de ellos hasta que se controle. Respire profundo, no haga locuras. Está usted bajo la mira, si Ainz o Demiurge se enteran, está frita—.

—Entiendo, gracias por su ayuda de nuevo—.

—Si le sirve esto, tal vez calme sus nervios un poco—.

—¿Eh?—.

En ese instante, Yuri le dio un beso a Albedo que esta correspondió despues de que la sorpresa inicial desapareciera y luego de que despegaran sus labios, la sucubo se halla más tranquila.

—Creí que se avergonzaría de esto—.

—Estoy avergonzada, acabo de comprobar que soy en el fondo una bicuriosa. No ha desaparecido mi gusto por los hombres, solo que perdí el miedo a un beso con usted—fue lo último que dijo la maid antes de irse.

—Necesito controlarme, maldita sea. Por esto odio ser una súcubo—suspiró ella porque no podía abusar de la buena fe de su maid.

En otro lugar, se podía ver a Solution Epsilon regresando de una misión para Ainz sama e ignoraba de los eventos recientes por completo, a lo que no vio venir lo que le iba a ocurrir.

—Que bien, comida. Necesito divertirme con esta presa—se relamió la rubia los labios.

Para mala suerte de la maid slime, su presa era Chusai y era quizás el que menos se iba a apiada de ella, a lo que está llegó frente a él mientras esté caminaba a su reino.

—¿Se le ofrece algo, señorita?—.

—Felicidades, hoy serás mi almuerzo, humano inferior—.

La mujer era increíblemente atractiva pero esta no sabia que Chusai supo de inmediato quien era y como cazaba sus presas, por lo que no contó con que el sujeto sacara una ametralladora pesada y para colmo estaba vestido igual que Terminator.

—Hasta la vista, baby—.

El plomo le llovió a la rubia de forma magistral y su cuerpo fue despedazado sin piedad esparciendo sus restos por todos lados como mecos de otaku a las cinco de la mañana viendo hentai.

—Creo que me pasé de lanza esta vez—se fue Chusai de ahí dejando a la slime apenas uniendo sus piezas.

—¡Maldito humano, me las vas a pagar, te voy a comer!—juró venganza la mujer.

La slime era extremadamente vengativa, incluso más maligna de lo que era Narberal Gamma como parte de las Pleiades, por lo que se fue siguiendo al humano que se atrevió a atraparlo y comérselo muy lentamente.

—Así que Shiro y Ryoku van bien con su plan. Espero que hayas controlado tu hambre—dijo Chusai a Elma que se reunió con él.

—Sí, todo va de acuerdo al plan—.

—¿Ya dejaste de comer tanto?—.

—Ahora solo como 8 veces al día—aseguró ella sonriente.

—Es un logro—.

—Así que tiene una pareja, me la comeré por venganza—se veía a la slime infiltrarse en el lugar sin ser vista en su forma monstruosa.

—¿Sientes eso, señor Chusai?—.

—¿Cómo que?—.

—Es la misma sensación que yo tengo cuando me da hambre—.

Elma había detectado el aire depredador de Solution aunque no sabía dónde estaba la slime y lo dejó pasar y se marchó para ver que iba a comer con lo que consiguió de oro.

—Veamos, unos tacos de suadero estarán bien. Se me antojan—.

En ese entonces, se vio a la slime tomar el pie de la dragona bajo tierra y luego la envolvió de forma antinatural para tragarsela por completo.

—¿Por qué me siento tan mal? ¡Puaj!—vomitó la slime a Elma que estaba toda babeada.

—Una slime jamás podrá devorar un dragón, somos muy venenosos—explicó la mano derecha de Chusai sacudiendose la ropa.

—Un dragón, eres como Sebas Tian. Maldita sea—intentó escapar ella pero Elma la capturó con su magia.

—Que rara slime eres, tal vez si te llevo con mi señor me levante el castigo y pueda comer más—se le veía los ojos brillosos a la dragona.

Luego de eso, la slime fue llevada por Elma a Chusai que volvió a verla en un frasco de vidrio a prueba de ácidos gástricos con pH muy bajo. Solution se quería liberar aunque le fue imposible hacerlo y el General Mecha la vio.

—¿Con que la misma slime me quiso atacar? Esto no es nuevo—.

—¡Maldito humano, te voy a comer, no te lo voy a perdonar!—.

—Me va a servir para varios experimentos, su cuerpo es apto para aguantar mejor que otras especies—sonrió el sujeto.

—¡¿Qué me van a hacer?!—.

—Conozco bien a tu especie, nos ven como miserable basura. Yo a ustedes los veo como peor que escoria, quiero ver cuanto resistes la verdadera crueldad de los humanos como karma—.

—Uy, yo que tú me pondría a rezar. La última vez que me usó a mi como experimento no volví a ser la misma—declaró Elma en un tono lúgubre.

—¿Qué se supone que significa esto?—.

—Bueno, yo antes era una loli—.

—¡Sáquenme de aquí!—.

—Nel—.

Días después de eso, se podía ver a Mabui anotando las pruebas de laboratorio que dio la slime con una bata de científica mientras que Solution quería venganza.

—Te sugeriría que te quedes quieta, no dejas continuar con los experimentos—.

—¡Pudrete humana! ¡Los morenos son los peores!—reclamó la slime.

—Aparte de malvada, eres racista. Supongo que debo aplicar más sal al deshidratante—se veía más molesta a la mujer.

Solution estaba bastante arrepentida de ir contra estos humanos y deseaba escapar para contarle a Ainz sama de que había otro sujeto muy peligroso para sus planes pero habían conseguir neutralizar sus planes y solo jugaban con ella. ¿Así es como se sentía estar del otro lado? Es una completa mierda.

—¡Oye tu, ogresa! ¡¿Por qué sirves a estos humanos cuando deberías estar del lado de Ainz sama?! ¡Sácame de aquí!—.

—¿Ogresa? ¿Acaso eres de Asgard? Tu te lo buscaste—le respondió She Hulk y le pegó a la vasija donde estaba ella aunque se rompió y se logró liberar.

—¡Libre, gracias ogresa estúpida!—se fue ella de ahí.

—¡Maldita, vuelve!—.

Para mala suerte de She Hulk, ella se logró escapar por los ductor de ventilación y luego llegó a una habitación donde Samui perfeccionaba su boxeo como le aconsejaron.

—No he comido en días, voy a disfrutar comiéndote—se abalanzó Solution sobre Samui.

La slime logró devorarla aunque comenzó a temblar descontroladamente y explotó a la vez que se veía a la ninja de Kumo envuelta en una fuerte corriente de rayo negro.

—¡¿Quién dejó escapar a esta baba azul?!—reclamó la mujer furiosa.

—Maldita sea, no sabía que tenía esa habilidad—estaba inmóvil la slime por la horrible descarga.

—¡¿Oigan, quien la dejó ir?!—exclamó Chusai medio indagando quien fue.

—Ella—señaló Mabui a Jennifer Walters.

—Chismosa—.

—Crei que Elma era la torpe, estas compitiendo contra su título, ¿verdad?—.

—Ah, como sea. Ya me babeó toda y no es un hentai—se veía molesta a Samui llena de líquido azul.

—Jodanse todos—intentaba irse Solution de ahí.

—Admiro su valor pero no llegarás muy lejos—.

Chusai vio como se iba ella de ahí y los resultados de la slime estaban listos, por lo que recibió una inyección de enzimas especiales que extrañaron a todas.

—¿Qué es esto?—.

—Una ayuda para esa mente descarriada, ella fue programada de forma cruel para asesinar gente sin compasión y con sadismo. Esto calmará todo, ¿A dónde se fue?—.

—Esta a punto de salir del sitio, Elma esta cerca—señaló Mabui señalando la pantalla.

La dragona estaba comiendo su comida cuando vio salir a una baba azul de la ventilación y pasó a traer su almuerzo para recuperar fuerzas.

—Mi… comida—empezó a llorar ella.

—Ahora debo ir con Ainz sama para…—iba a decir la slime.

—¡Me las vas a pagar, maldita perra!—cambió su voz la dragona de forma monstruosa y demoníaca.

—¿Nani?—.

Si bien como slime, ella era muy resistente a los golpes físicos, ella tenía un límite natural que era sobrepasado por la fuerza de la dragona que era superior al de She Hulk en este momento. Cuando llegaron todos al sitio, vieron como habían restos de slime azul en todos lados y apenas se reunía de forma lenta debido al daño que le causaron.

—La aspiradora—.

—A sus órdenes—se fue Samui a traerla.

—Esa fuerza supera a la mía—.

—No te recomendaría subestimar a Elma, ella parece muy torpe pero tiene mucho poder dentro y es solo parte de su poder—.

—¡Elma aplasta, Elma enojada, Elma se vengará del mundo!—seguía furiosa la dragona.

—Me recuerda a mi primo—murmuró ella acerca de Bruce.

Mientras tanto, todos se preguntaban porque Solution se retrasaba en su misión y esto no le preocupaba en lo más mínimo a Albedo ya que ella había elegido a Shalltear sobre ella y por eso no estaba en sus personas favoritas en ese instante.

Hablando de la vampiresa, ella estaba ganando bastante poder político sobre Albedo lo que la hacía mejor candidata a ser la primera esposa de Ainz sama en un futuro pero lo raro es que la sucubo había desistido de esta competencia por razones no reveladas por ella. Quería indagar que le pasaba a la mujer, así que en una fiesta de té que tenía ella con Yuri Alpha, la loli la confrontó.

—Buen día, sucubo virgen. ¿Cómo se siente ser una perdedora suprema?—.

—No lo sé, pregúntale al Cruz Azul—ignoró Albedo de forma cómica a la vampira.

—No entendí eso, ignoraré eso. ¿Vas a recuperar tu puesto como tesorera o que? Ya me dieron el puesto a mi—señaló Shalltear presumiendo.

—No planeo eso, quiero quedarme fuera de eso—sonrió Albedo ante ello.

—¿Estas planeando algo, verdad? No te quedarías con las manos cruzadas—señaló la vampira desconfiada.

—Puedes quedarte con Ainz sama, ya no siento nada por él—dejó en claro la mujer.

—Esa no te la cree nadie, estás planeando que baje la guardia. Escucha bien, no voy a tenerte piedad y voy a asegurar mi puesto como la esposa de Ainz sama—se fue de ahí Shalltear sin dar lugar a réplicas.

—Sí tan solo supiera—dijo Albedo con seriedad.

—¿En serio no va a tratar de decirle la verdad?—preguntó Yuri ante eso.

—No, ella no me agrada para nada. Además no quiero competencia—.

El no tener su puesto le daba mucho tiempo libre a la sucubo para pensar en su situación y estaba más que decidida a abandonar Nazarick en el momento en que tuviera la oportunidad.

—Le informó que Ainz sama fue con Narberal a una misión, no va a volver pronto. ¿Tiene algo en mente?—.

—Ryoku me avisó de que no abandone el lugar porque las cosas se pondrían feos y que no me preocupe por él—.

—¿Crees que sea algo tan malo que requiera estar aquí?—preguntó Yuri acerca de eso.

—Sabes bien como yo que no debemos meternos si no les queremos estorbar. Dejemos que él lo resuelva hasta que de la señal—.

Días antes, Ryoku le había informado en secreto a Albedo que hiciera lo que hiciera no se le ocurriera salir porque no quería que fuera lastimada de gravedad. La sucubo tomó esto con discreción y permaneció en su guarida en espera de nuevos avisos.

Así fue como Ainz sama y Nabe fueron a la misión de captura de Hamasuke que era el rey sabio del bosque pero en un giro cruel del destino el equipo "Sword of the Darkness" fue asesinado cruelmente y encontraron en otro lado a Ninya muerta.

—No puede ser—maldijo Nabe viendo el cadáver de la maid.

—Fue torturada antes de morir, si Shiro se entera de esto—.

Apenas Ainz dijo esto y Nabe miró con horror a Shiro que veía esto con una mirada fría y se llenó un aura de muerte que llegó a Nazarick. Albedo entendió que a esto se refería y nadie se explicaba que pasaba excepto por Yuri que ya entendía el aviso.

—Ninya fue...—intentó decir Nabe pero Shiro se acercó para llevar su cuerpo y hacer un hoyo rápido para poner sus restos ahí, haciendo una tumba improvisada.

—Nabe, ¿por qué no la protegiste?—preguntó Shiro con un tono de voz asesino.

—Shiro, yo…—.

—Nabe estaba en una misión conmigo, no está involucrada en esto—declaró Momon con seriedad.

—Huele a sangre, a instinto asesino residual. No se va a quedar esto así—se veía al sujeto con una cara monstruosa mientras que su cuerpo comenzó a mutar horriblemente.

—¡¿Qué es esto?!—exclamó la doopelganger.

—Detrás de mi—.

Shiro ya había perdido el control de sus emociones y estaba convertido en una especie de simio monstruoso hecho de una energía roja corrupta mientras rugía y se iba del sitio como una bestia salvaje.

—Maldita sea, Nabe. Tenemos que parar esto, si llega a Nazarick todo nuestro esfuerzo será en vano—maldijo Ainz debajo del traje.

—Shiro, lo siento tanto—lamentó la maid viendo que había subestimado la situación y ahora una tragedia había sucedido que pudo ser evitada.

Ainz se fue cabalgando encima de Hamasuke para llegar más rápido y lo que encontró fue un área destruida a su paso mientras que la bestia rugia a la luz de la Luna Llena. El hechicero tenía que parar esto de una vez por todas y sabía que tenía que usar sus mejores técnicas.

—¡Detener el tiempo!—.

El tiempo se congeló y nada se movía, pero Shiro volteó la cabeza y esto alarmó al sujeto que vio como comenzó a formar una esfera de energía en la boca para lanzarla hacia él, apenas esquivandola.

—Estuvo cerca—.

La bestia se abalanzó para atacar y Ainz aprovechó para aplicarle un hechizo de muerte instantánea pero no funcionó por una extraña razón rebotando de su cuerpo.

—Que maldito problema—.

En ese instante, Nabe lanzó un potente rayo que hizo que Shiro rugiera del dolor y miró con furia a la maid que se acercaba lentamente.

—Shiro, tranquilo. Soy Nabe chan, recuerdame. Soy tu aliada, Ninya no querría esto—.

En ese instante, Shiro se abalanzó sobre ella y enseñó los colmillos para amenazarla aunque no le hacía aún algo en absoluto. En eso, Ainz preparó un hechizo muy especial generando unas cabras enormes y monstruosas que se dirigían contra la bestia para ganar tiempo.

—Shiro, no eres así. Para esto—.

—Este mundo no te deja ser bueno, tu jefe me quiere muerto. No intenta detenerme y lo sabes, voy a despedazarlo si se sigue metiéndose en mi camino—.

La bestia se volteó liberando a Nabe y las cabras monstruosas atacaron a Shiro mientras que la maid se fue a un sitio seguro.

—¡Vermilion Nova!—.

Una terrible pared de fuego llegó a donde estaba el sujeto aunque ni siquiera se quemó y el rugido de la bestia generó unas ondas sónicas que desintegraron a las cabras a quemarropa.

—Es demasiado poderoso—.

Mientras que Ainz luchaba por su vida, se podía ver a Albedo y a Yuri viendo desde un sitio de Nazarick contemplando el origen del mal sintiendo ese terrible poder desplegando de ahí.

—Albedo, Yuri—se oía la voz de Ryoku en la mente de ellas.

—Ryoku, ¿Dónde estás?—dijo Albedo sorprendida.

—Estoy hablando por telepatía, voy a ir a detener a Shiro ahora—.

—¿Qué pasó con él? No entiendo—.

—No lo sé, algo muy malo ocurrió y no va a parar hasta destruir todo este mundo. Creo que esta será la última vez que conversemos—declaró el sujeto con seriedad.

—Ryoku, no digas eso—.

—No sé si logre detenerlo, esto me va a matar seguramente. Fue agradable conocerlas, espero que sean felices. Las quiero mucho, recuerdenme como lo que fui, no olviden que son libres ahora—fue lo último que se oyó de él.

—¡Ryoku, espera! ¡No me dejes! ¡Ryoku! ¡Ryoku!—se podía oír los lamentos de la sucubo que trataba de ir al campo de batalla pero era demasiado tarde.

Se podía ver un domo especial a lo lejos de color blanquecino y Shiro en su forma monstruosa miraba rugiente como un caballero armado hasta los dientes llegaba del cielo para la batalla.

—Shiro, si no te calmas en este instante voy a tener que matarte—se oía muy severo al caballero.

—¿Este sujeto quien es? Tiene un increíble poder, ¿será uno de los generales?—se preguntó Ainz mientras que Nabe estaba bastante shockeada por lo ocurrido.

Shiro se arrojó hacia Ryoku que lo recibió con varios golpes y aún así se llevó varias embestidas severa que le hicieron daño. La bestia se hacía más poderosa a cada instante que pasaba y ni siquiera el General Dragón sólo podía con su ritmo.

—Maldita sea, esta sobrepasando el Modo Sabio Dragon como si nada. Se adapta muy rápido, tendré que usar mi carta de triunfo—.

Ryoku comenzó a concentrar energía en un solo punto de su cuerpo siendo su ataque definitivo actual y era un clásico que vio en cierta serie que vio en el mundo real afín a su repertorio.

—¡Esta es mi técnica mortal, la mejor de todas, Jihad Extremo!—.

El poder fue lanzado hacia Shiro y este respondió con un haz de energía idéntico para la sorpresa de Ryoku ya que replicó la técnica más rápido y fue rebotada hacia el cielo.

—El Jihad Extremo y tú me pelan toda la verga—se oyó en la mente de Ryoku como en cierto video de Spiderman.

—Hijo de tu…—.

—¡Lenguaje!—se oyó a Riki en la mente de ambos.

—Sí señora—dijeron ambos con algo de miedo.

—¿Por qué se están peleando?—.

—Es parte del plan, tú confía en nosotros—explicó Ryoku a Riki.

—Estaré vigilando por si acaso—.

En otro lugar, Albedo estaba ansiosa y se sentía completamente inútil porque no podía hacer algo al respecto y el amor de su vida iba a morir sin que ella pudiera hacer algo para evitarlo

—¡Señorita Albedo, no puedo permitir que se vaya! ¡Va a estorbarle al señor Ryoku!—.

—¡No, no puedo! ¡Ryoku debe vivir! ¡No puedo dejar que le pase algo!—exclamó ella reconociendo sus verdaderos sentimientos por fin a viva voz.

En ese instante, una armadura dorada apareció en el aire como si nada y brillaba con un emblema de los dioses antiguos que decía "Lujuria". Albedo tenía la mirada vacía al ver eso y Yuri trató de detenerla pero no pudo y la cubierta se llevó a la sucubo lejos de ahí en una especie de columna de luz hasta el campo de batalla.

—¿Qué demonios es eso?—se preguntó Ainz qué veía el brillo dorado.

En el palacio de Shiro se podía ver a Konran en la zona del templo mientras que se hallaba meditando como rara vez lo hacía y abrió los ojos al sentir una presencia conocida.

—La diosa de la lujuria, al fin esa zorra despertó—se oyó decir a la reina.

La armadura vistió a Albedo y se veía bien bad ass para la sorpresa de todos y Shiro rugía al reconocer esa presencia tan mística y antigua, digna como el linaje de Lilith.

—¡Ora ora ora ora ora ora ora ora ora!—empezó a lanzar golpes la sucubo a la velocidad de la luz.

—De todas las técnicas posible, ¿por qué hizo esa?—pensó Ryoku algo ofuscado por eso.

—El Asesino de Dioses, te atreviste a tocar al General Dragón. Voy a matarte—.

En ese momento, la bestia comenzó a mutar y adquirió una forma humana brillando de color blanquecino mientras que sus ojos eran rojizos y transmitían una frialdad peor que el corazón de tu ex.

—Diosa de la Lujuria, nunca pudiste matarme. ¿Crees que lo harás ahora?—.

Albedo se lanzó contra él y la lluvia de golpes fue detenida en ese momento, hasta que la armadura fue destruida de tajo por Shiro cortando la energía.

—Voy a destruir este mundo y a rehacerlo en uno donde este Ninya. Este sitio no merece vivir—declaró enloquecido el sujeto.

—¡Ya basta, Ninya no querría esto!—se levantó Nabe armada hasta los ovarios para hablarle así.

—Cállate ser inferior, ¿Qué se siente estar allá abajo como un simple insecto?—dijo el sujeto bien basado.

—¡Ya no me importa nada, esto es mi culpa y voy a detenerte como sea!—.

—Inténtalo—.

Ella se lanzó y pudo asestarle un potente golpe que tomó desprevenido a Shiro al mismo tiempo que ella tenía el mismo cabello blanco y ojos rojos.

—¿Qué demonios le pasó a Nabe? Se parece a Shiro—.

—Así que absorbiste mi poder cuando tuvimos sexo, ¿Eh?—sonrió el sujeto que se limpiaba un rastro de sangre.

—Aunque seas tú, voy a matarte si es necesario—se veía a Albedo armada de la nada con un escudo y un mazo que aparecieron mágicamente.

Nabe se lanzó con el martillo y logró darle un potente golpe con este, luego de esto lanzó el escudo siendo rebotado por Shiro a la vez que el martillo fue también dirigido al escudo y luego este rebotó en este para caer de vuelta a la espalda del rey. Seguido a esto se dio un buen combo de golpes con las armas mientras que juntó mucha magia para invocar rayos del cielo.

—¡Dragon de Rayo del Caos!—.

Un dragón rojo de pura electridad cayó hacia Shiro haciéndolo retroceder y Albedo que se había recuperado encerró al sujeto en una columna muy dura para aplastarlo.

—Muere—.

Sin embargo, Shiro se teletransportó atrás y ella pensó que iba a matarla pero simplemente le bajó el vestido hasta cintura dejando sus pechos al descubierto frente a Ryoku.

—¡¿Qué demonios?!—balbuceó Ainz al ver esto.

—¡Kyaaaaaaaaaa!—se cubrió ella avergonzada.

—Etzitante—se oyó a Shiro casi cambiando su expresión fría a una pervertida.

—¡Oooooooh siiiiiiiii!—liberó poder Ryoku en extremo estimulado.

—¡¿Liberó más poder por eso?!—estaba desencajada Nabe.

—Malditos pervertidos—se oyó a Riki en la mente de ambos.

Ryoku se lanzó a la carga y tomó por detrás a Shiro en una posición de Doble Nelson mientras miraba a las chicas con un aire de despedida.

—Recuérdenme como lo que fui, a partir de ahora estarán solas. Te amo—dirigió esto último al Albedo.

En ese instante, ambos se elevaron al cielo y una poderosa explosión se vio en el cielo que hizo todo de día por unos segundos. Albedo vio esto en shock total y cayó desmayada junto a Nabe que volvieron a la normalidad. Ainz estaba exhausto y Hamasuke que estuvo escondida todo el tiempo hecha bolita se acercó a su nuevo dueño.

—Creí que iba a morir. No puedo creer que el Asesino de Dioses esté muerto—se oía al hamster gigante muy sorprendida.

—¿Sabías de él?—.

—Todos saben de él en los bosques, ahora que se fue quizás todos querrán su fortuna—.

—Eso me interesa, Nazarick se quedará con todo—declaro el lich aliviado de que ahora se habían ido los principales enemigos de él.

Días más tarde de eso, Katarina Claes fue a dar una última visita a Sebas Tian que ya se retiraria a Nazarick por órdenes de Ainz. Ella parecía muy deprimida y es que aparentemente Ryoku se había sacrificado por protegerlos a todos.

—Es una pena que el señor Ryoku este muerto, tenía potencial para ser elegante—.

—Como esta la señorita Tuare—.

—No ha querido salir de si habitación, está destrozada por lo de su hermana menor—explicó el mayordomo sin inmutarse.

—Siento oír eso, la muerte de Cecilia no quedará sin castigo—.

—Ella me dijo que si algo le pasaba, que cuidara de su hermana. Parecía que presentía su muerte—.

—¿Crees que será aceptada por Nazarick? Ellos odian a los humanos—.

—Aunque fui retirado del puesto de jefe de mayordomos, aún esta Yuri Alpha a cargo y Narberal Gamma apoya esto. Ella ha cambiado mucho—mencionó el sujeto.

—Espero volver a reunirnos pronto—.

—Creí que esta seria la última vez que nos reunamos—señaló Sebas confuso.

—Estoy triste por lo que pasó aunque hay algo que Ryoku me dijo una vez. La muerte para ellos es como dormir una siesta, volverán pronto—.

—¿Hablas de un hechizo de resurrección?—.

—No lo sé, los demás generales no lucían preocupados por eso y tampoco se anunció el deceso por parte de la esposa de Shiro que es la reina suprema. Hasta que vuelva estaré a cargo de la misión—.

—Entonces estaremos en contacto—.

En algún plano místico, Ryoku despertaba en un paraíso y cuando vio al horizonte habían muchas angelitas lolis que lo saludaron de forma muy adorable.

—¡Oni chan, bienvenido!—se oyeron varios coros.

—¡Ya llegó su Luis Miguel!—se fue corriendo a la entrada de Lolilandia.

Sin embargo, apenas iba a pisar el lugar cuando se paralizó y fue succionado por una fuerza gravitatoria hacia atrás, lo que lo alejó del lugar forzosamente.

—Adiós oni chan—se vio a una loli rubia despidiéndose.

—¡Noooo, no me lleven!—.

Ryoku despertó en un laboratorio con la cara agitada y se podía ver a Shiro apenas despertando igual y Chusai estaba con Sora que habían usado alquimia muy poderosa para traerlos de vuelta.

—¡Están vivos!—exclamó el hombre como científico loco.

—¡Yo te mato!—se abalanzó Ryoku furioso sobre el sujeto—¡Devuélveme a Lolilandia!—.

—¿Lolilandia? Ahí fue Shiro de vacaciones con Konran la vez pasada—recordó Sora eso.

—¡¿Por qué no me dijiste de ese lugar?!—reclamó el General Dragón más enojado.

—No saldrías de ahí como mi padre de las cantinas—.

—Mondrigo—.

—Oye, por cierto. Creo que hubo un pequeño efecto secundario, señor Ryoku o debería decir joven Ryoku—señaló Sora cierto detalle.

Cuando el señalado se dio cuenta, este miró en un espejo cercano que efectivamente ahora era un adolescente de unos 16 años y estaba jodido ahora.

—¡Devuélveme a mi edad normal!—reclamó de nuevo el ahora joven.

—Hijole, creo que eso no se va a poder—se rascó la panza el hombre.

—Creo que es mi culpa, como usaron la maquina conmigo adentro la maldicion contagió a Ryoku—explicó Shiro sobre ello.

—¡Entonces quita la maldicion!—.

—Para que ir con prisa, así puedes ir sin miedo con la mitad de tus waifus—.

—¡Oye, le doy amor a mis waifus!—.

—Hace días acabo de oír a Bakarina de que quieres esperar a que ella cumpla varios años más—.

—Pero…—.

—Sí vas a recolectar waifus es para amarlas con toda pasión y hacerlas gritar tu nombre, no para tenerlas de adorno. He recibido quejas de muchas por correo—.

—¿Qué?—vio Chusai a Sora que estaba anotando todo.

—Va para todos los generales, menos Riki y Shiori que eligieron ser monogamas—.

—¿Yo tengo quejas?—.

—Eres el que menos ha usado a las waifus, Elma es la que más quejas tienes. Samui y Mabui ya pusieron denuncias, Jennifer aún no se da cuenta de cómo son las leyes aquí—explicó Sora ante ello

—Se los dije, si no van a darles amor voy a cancelar todo—advirtió Shiro.

—¡¿Y por que no a Shiori y a Riki?!—.

—Shiori apenas cumpla la mayoria de edad, tendrá que buscar su cónyuge. En cuanto a Riki, acabo de avisarle por correo su advertencia—.

Flashback…

Riki revisaba su correo que le entró de la nada y se miró el destinatario que era Shiro, a lo que ella abrió el aviso quedando helada.

Querida y estimada Riki Senryaku:

Por motivos de las quejas de los integrantes de cada escuadrón por abstinencia sexual, quiero para dentro de una quincena una prueba de que has tenido actividad sexual con uno de tu grupo al menos una vez. Tomo en cuenta tus hábitos monogamicos como trato pero ya no se tolerará el hecho de que pospongas tu soltería.

Queda de sobre aviso la noticia y Sora investigará a detalle todo si tratas de engañar. Cada mes se repetirá este procedimiento. Shiori no estará obligada a esto hasta que cumpla la mayoría de edad y si hay interferencia tuya, habrán consecuencias legales.

Atentamente…

Shiro Yoku.

—¡Pero que mier…!—.

—Lenguaje—se oyó a Lucifer entrar y miró la carta.

—¡No, me niego! ¡Juré hacer mis votos como General Kitsune!—.

—Nunca hubo votos, te los inventaste sola para alejarte de Lucifer—se oyó a Inari que estaba de chismosa cerca.

—¡Tú cállate!—.

—Así que todo este tiempo me mentiste. Y yo soy el diablo aquí—sonrió entre molesto, curioso y divertido el ángel caído.

—¡No, no voy a hacerlo!—.

—Son ordenes de tu jefe—.

—¡Shiro esta loco, los kitsunes no tienen sexo, es parte de mi lore!—reclamó Riki al respecto.

—¿De que estas hablando? Los kitsunes somos los animales más sedientos de sexo con nuestras parejas. El tema del celibato es cosa del catolicismo que se inventaron los sacerdotes occidentales—explicó Inari sonriente.

—Confirmo—secundó Lucifer.

—¡Nada de confirmo!—.

Shiori iba llegando cuando vio a su madre discutir con Inari y Lucifer, cosa que le pareció raro porque la diosa de los zorros siempre secundaba a ella en vez del ángel caído.

—¿Qué pasa?—.

—Nada hija, nada pasó aquí—.

—Tu mami debe tener sexo una vez al mes con alguno de sus reclutados o sino enfrentará consecuencias legales por orden de Shiro—explicó Lucifer sabiendo que al que eligirian sería él.

—¡¿Qué cosa?!—.

—¡No, me niego a eso! ¡No, no y no!—se fue Riki de ahí huyendo de la casa.

—Va a volver, siempre lo hace. Mi espera valió la pena—sonrió el ángel caído muy risueño.

—Por cierto, hay algo que aclarar. Si te atreves a tener sexo con alguien fuera del grupo de Riki si será infidelidad y tú enfrentarás las consecuencias legales—.

—Bueno, de por sí no he hecho algo desde que llegué acá. Así que haré que todo sea especial, ¿Dónde está la tienda de juguetes cariñosos?—.

—En la zona de las kitsunes yako—señaló Inari.

—No ocultas lo mucho que te emocionó la noticia, ¿verdad?—miró Shiori al hombre con mucha sospecha.

—Tú no te salvas de esta, apenas seas legal también te meterás en el mundo de la ssbrosura con alguien de tu escuadrón—le soltó este la noticia.

—¡¿Qué?!—balbuceó ella.

—¿Dijiste que vas a cumplir 14 años, verdad?—.

—Te quedan dos años, pasan muy rápido para seres como nosotros—sonrió Inari viendo que la pequeña Shiori estaba cerca de ser una atractiva Kumiho.

—Eso me gusta, si me elige a mi prometo que no se arrepentirá. Estuve casado varias veces, ninguna de mis esposas se quejó de mi—se oyó a Alucard en su mente.

—¡Tú cállate, viejo lesbiano!—.

Más tarde, Riki veía varios expedientes mientras lloraba lágrimas de sangre porque no se iba a poder escapar de esto. Incluso iba a usar la chancla contra Shiro como amenaza pero esta no funcionaba si esta juzgaba que la acción era incorrecta para no lanzarla.

—Maldita chancla traidora—.

—Lo siento, mamá. Parece que está vez no tienes escapatoria—.

—No quiero, no quiero—seguía llorando sangre la pelirroja.

—Te vas a quedar anémica—.

—Me las va a pagar, no se la voy a perdonar—.

—¿Estas viendo expedientes?—preguntó Shiori curiosa.

—Sí, pero no tengo muchas opciones. ¡Aaaaaah, no quiero a él!—.

—Veamos, el matrimonio Uzumaki. El futuro matrimonio Potter, el novio de Inari…—.

—¡No me quedan más opciones!—exclamó Riki llorando más sangre.

—Esta el pirata borracho, que pésima opción. De ahí pura chica, no me molestaría tener otra mami—.

—¡No, no iré por el camino del yuri!—.

—Solo queda Samael—.

—¡Es Lucifer!—se oyó a lo lejos al mencionado.

—Chismoso—.

—¡No, debí haberme asegurado de reclutar a alguien más decente! ¡Ya no tengo tiempo ni ganas de ir a otro mundo!—se revolcó Riki llorando más sangre peor que figura religiosa.

—Siempre creí que eras asexual con eso de que te declaraste célibe—.

—Ah no, claro que me gustan los hombres. Lo que pasa es que no me estaba segura de iniciar alguna relación contigo tan pequeña. Ya ni me acuerdo quien fue tu padre—admitió ella sobre ese tema particular.

—Shiro no me quiso decir sobre ello, ¿quién es mi padre biólogico?—.

—Simplemente lo olvidé, recuerdo ser una niña buena desde siempre. No recuerdo si fuiste alguien nacida del cielo o algo así—.

—No sé porqué tengo un mal presentimiento de esto—pensó Shiori de que su nacimiento era vergonzoso en cierto sentido.

—Bueno, ya que se le va a hacer. Lucifer ganó, pero haré un contrato especial—se fue ella con su abogado.

—Ese patán se salió con la suya, está bailando la macarena desde hace horas—miró Shiori por la ventana al sujeto que celebraba su victoria.

—Ahora tu mamá me dirá papi—sonrió Lucifer como Anya.

—Chistoso—.

Más tarde, el par estaba en una notaria para discutir los términos de un matrimonio legal e irrompible para evitar que el ángel caído cediera a las tentaciones de algún tipo ya que Riki era muy quisquillosa y posesiva.

—¡Vamos, somos seres superiores!—.

—¡No, nadie ajeno entrará a lo nuestro! ¡Estoy haciendo un esfuerzo físico y mental enorme para siquiera ceder a este tema!—.

—Entonces a cambio de fidelidad eterna bajo contrato, exijo que me den la oportunidad de que ella se deje hacer más cosas—le dijo Lucifer al abogado.

—Hecho—.

—¡No, no, eso no!—.

—Los contratos deben quedar equitativos, a cambio de limitar el derecho a harén tienes que sacrificar otra cosa—explicó el licenciado de derecho.

—Me lleva la…—.

—Lenguaje—.

—¡No uses mis frases, me las vas a pagar cuando tenga la oportunidad!—lloraba más sangre la mujer.

—Sí hay hijos, Lucifer Morningstar deberá hacerse cargo de todo y dar su apellido—.

—¡No, quiero mi apellido!—reclamó la pelirroja.

—¡Yo quiero el apellido, me costó trabajo crear un apellido bueno!—.

—¡Olvídalo, Senryaku es mejor!—.

—Ya conocen la ley, el apellido paterno es primero si hay un padre de por medio. Si hay dos fortunas que heredar pueden dar un apellido a un hijo y el otro padre dará el suyo depende de las circunstancias—dio a saber el abogado.

—Entiendo eso, creo que Shiro dijo algo así por el tema de las concubinas—recordó vagamente la pelirroja ya que sólo un príncipe heredada el trono.

—OK, aunque no me gusta la idea. Además no debes preocuparte, los ángeles no se pueden reproducir—alegó Lucifer confiado.

—Díselo a los Grigoris—.

—Eso fue un accidente—.

—Vi una línea alternativa donde has tenido hiios. No me jodas, si puedes tener hijos—.

—¿Tengo hijos en una línea alterna de tiempo?—.

—Sí, en el futuro donde no desafiante a Asterión por la semilla del caos—explicó Riki sobre ello.

—¿Tuve más hijos? Tuve muchos amoríos—se veía preocupado al ángel de ese detalle.

—Es algo complicado, es casi un ritual. Ya investigué sobre eso, no eres padre de nadie más… bueno, el Lucifer viejo que vimos en el mundo de Harry tuvo un hijo llamado Mammon. No es lindo—.

—No se porque suena a que tuve algún hijo con Mazequeen en ese mundo—pensó este con preocupación.

Pasando a otro lugar, se podía ver a Albedo dormida como la Bella Durmiente en su cama y no había despertado desde el día en que ocurrió. Ningún hechizo había funcionado ya que su condición mental era tan fuerte que sólo un beso del verdadero amor tendrá efecto.

—¿Yuri onee chan, que le pasho a ella?—preguntó Nabe en un tono infantil.

—Esta dormida, no la molestes—.

—Onee chan, quiero helado—.

—Bien, bien, entiendo. Vamos por helado—.

—¡Shiiii!—.

Por su parte, Nabe estaba psicológicamente afectada por la muerte de Shiro y su mente se reprogramó para tolerar esa pérdida.

—No quelo ir a limpiar—se quejó la chica.

—Sí limpias haré lo que quieras de comer—.

—¡Papas fritas, papas fritas!—.

La pobre Nabe daba mucha pena ya que era aún más infantil que los gemelos elfos que si eran unos niños de verdad. Era tanto el nivel de daño que era susceptible al llanto y por eso no se le asignaron demasiadas tareas.

—¿Qué haremos con Narberal Gamma ahora que su inestabilidad mental la ha dejado indispuesta?—preguntó Demiurge casi sugiriendo que fuera eliminada para recalibrar su memoria.

—Sí quieres que la mate, no pude. Cada vez que lanzó un hechizo, rebota no importa lo poderoso que sea. Es como si Shiro Yoku hubiera colocado un hechizo de protección muy poderoso—.

—¿Qué hay de Albedo?—.

—Investigaré después del plan de dominio mundial si hay una cura. Nazarick debe aprovechar la ausencia de los protectores de este mundo para ser los amos de los reinos—.

—Por cierto, Epsilon Solution regresó. Dijo que se ausentó porque tuvo dificultades en su misión. Ya no hay más peligros para alcanzar la supremacía—.

—Eso es excelente, pronto probaremos el poder de Nazarick ante los humanos—declaró fervientemente el esqueleto.

Sin que ellos supieran, había una mini cámara en la habitación que estaba entrelazada al cuerpo de Solution Epsilon que lucía preocupada de que esto los mataría a todos.

—Amo Chusai, el señor Ainz planea seguir con sus planes. La muerte del Asesino de Dioses no lo conmovió—explicó la slime por medio de telepatía.

—Entonces no tendré arrepentimientos. Cuando sea el momento, la ira de los dioses caerá sobre los pecadores—se oyó a Chusai.

—Se oye estresado—.

—Es una larga historia, sigue en lo tuyo—.

Si bien Solution Epsilon era la peor maid de todas en el gremio, su mente reprogramada con libre albedrío y una dosis de realidad por parte de su nuevo amo. Ainz Ooang Gown no era invencible como ella creía y todo el tiempo estaba siendo la marioneta de Shiro Yoku.

—Solution chan, ¿Quieres papitas?—preguntó Nabe que llegó a donde estaba ella.

—Sí, dame una—.

Nabe estaba rota y jamás pensó ver que la más fría de las Pleiades lograra enamorarse de esa forma de un humano. Era tan contradictorio que un hombre fuera el peor enemigo que podrían enfrentar y el hecho de que la mentalidad de la chica cambiara de esa forma fue muy chocante.

—Lo siento por lo que ocurrió—.

—¿De que hablas?—preguntó Nabe curiosa.

—Sobre tu novio—.

—Ah, Shiro kun va a volver. Siempre lo hace—sonrió la chica de forma muy linda.

—Nabe—.

—El dijo que volvería por mi, él no me culpa de lo ocurrido con Ninya. Tengo fe en que regresará—.

Dentro de su psique, Nabe se sentía tan culpable que no cumplió su promesa de cuidar de la chica aventurera como se lo pidieron que fue parte de ese problema de conducta de la maid.

—Iré a hacer los mandados que me pidió Yuri onee chan—.

—Cuídate, no hagas tonterías—.

—Chi—.

Omake Nageru y el Atlas…

Luego de varias semana de su aventura con el reino Conejo, Nageru estaba sentado con la camisa del Atlas y las chicas lo veían raro.

—¿No que me ibas a Cruz Azul?—preguntó Anko con la ceja alzada.

—Sí, pero como el Tigres lo eliminó apoyo al Atlas—.

—Que villamelón—murmuró Rarity viendo con ojos duros al hombre.

—¡Mi Atlas pasó a la final a lo Atlas!—.

—¡Son mamadas, son mamadas!—se oía a Ryoku enojada a lo lejos.

—¡Si era penal, a ustedes les regalaron uno también!—.

—¡Pretextos!—.

—Aquí vamos de nuevo—suspiró Tayuya que se fastidiaba que Nageru se ponía intenso con el fútbol.

A la semana siguiente…

—¡Campeón, campeón!—celebró Nageru la copa del Atlas.

—¡Pinche Ratlas, todo fue culpa del VAR!—se veía furioso Chusai en el lugar.

—¡No tengo la culpa que los Tuzos no anotarán más goles!—.

—¡¿Quieres pelea?!—.

Entre los dos se armaron los golpes y esta era una situación de todos los años por el resto de la eternidad. Al final siempre eran calmados por la chancla voladora que controlaba la situación antes de que ocurriera una guerra ridícula.

Crisis en Tierras Infinitas Naruhina

Capítulo 32 Asesino de Dioses vs General Dragón

La líder de las Pleiades Yuri Alpha se había reunido especialmente con Narberal Gamma en propósitos de asuntos del gremio ya que era su kohai y así no levantar sospechas con los demás. Ella quería hallar a aquel que había logrado encantar el corazón de Albedo aunque no tenía idea de quien fue el afortunado o desdichado.

—¡¿Qué Albedo que?! ¿Lo sabe Ainz sama?—preguntó sorprendida la maid.

—No, y no debe saberlo. Nabe, dime una cosa. ¿Es verdad que Ainz sama fue un humano?—.

—¿Quién te lo dijo? La reunión entre Shiro y Ainz sama fue un secreto—.

—Albedo lo presenció todo, alguien le dijo al parecer que esto iba a ocurrir. ¿Acaso fue Shiro quien es el amante de Albedo?—preguntó ahora Yuri.

—No lo sé, no sé llevaban bien pero no es motivo para no sospechar. Vamos a preguntar, esta en el pueblo. Tengo su contacto—le mostró ella un celular.

—¿Y eso?—.

—Un regalo de Shiro. Deje que me conteste—empezó a marcar ella y luego se oyó la voz.

—Bueno, chiquibaby. Que raro que me contactes—se oyó por el altavoz y Nabe se sonrojó porque estaba coqueteandole frente a Yuri.

—Idiota, te está oyendo mi hermana mayor—.

—¿Hablas de la maid buenota con pinta de maestra?—se oyó a Shiro y la mencionada se ruborizó porque era raro que alguien hiciera eco a su belleza.

—Ejem, Shiro Yoku. Soy Yuri Alpha, líder de las Pleiades, quiero que me responda a una pregunta. ¿Usted es el amante de mi señora Albedo?—.

—Ah, ella. No, pero si conozco a quien lo es. De hecho su antiguo líder Sebas Tian es un amigo intimo. Parece que él le tiene cierto resentimiento a Ainz por el tema con la chica rubia humana que por cierto es hermana mayor de Ninya—reveló Shiro sobre ello.

—Espera, eso no me lo habías dicho. ¿La pequeña Ninya es hermana de la protegida de Sebas?—se sorprendió Nabe acerca de eso.

—¿Quién es Ninya?—preguntó Yuri sobre ella.

—Resulta que Shiro tiene una protegida llamada Ninya y resultó que es hermana menor de esa chica que Sebas sama acogió riesgosamente—.

—Ya entiendo, que pequeño es el mundo. Entonces si voy con Sebas, podré saber la ubicación de ese sujeto—.

—Así es, responde a nombre de Ryoku. Me tengo que ir, tengo fútbol, nos vemos después—colgó Shiro el celular.

—¿Qué es eso de fútbol?—se preguntó Nabe.

—No lo sé pero creo que será un dolor de cabeza en el futuro. Gracias por tu ayuda, Nabe—asintió la mujer.

—¿Por qué te preocupa tanto Albedo?—.

—Porque ella es pilar de Nazarick y el que alguien la enamore va a resultar mal. Mira como se puso Ainz sama con el tema de la chica Tuare, imagina lo que hará con Albedo si se entera de que tiene un amante humano que es alguien cercano a Shiro Yoku. No quiero pensarlo, debo ver si es alguien digno o no—.

—Mandale saludos a Sebas de mi parte. Dile que cualquier cosa, yo estaré de su lado—sonrió ella para la sorpresa de Yuri.

—Es raro verte sonreir. No, es raro que te pongas de lado de los humanos. ¿Algo pasó contigo?—preguntó la mujer de lentes con curiosidad.

—Simplemente maduré, me siento mejor que nunca—volvió a sonreír la maid para la tranquilidad de Yuri que quería que más de sus hermanas maduraran en su odio por las especies inferiores supuestamente.

—Nabe, me retiro. Espero verte pronto, Ainz sama no debe enterarse que vine y si lo hace dile que es por reportes de maids—.

—Entendido, mi boca es una tumba—.

Así fue como Yuri se fue camino a la ubicación de Sebas que pronto regresaría a Nazarick por órdenes de Ainz pero aún esperaba la orden definitiva. No tardó mucho en llegar debido a que le dieron un inesperado aventón por parte de Shiro Yoku que avisó sobre la ello.

—Servicio de Uber mágico, ¿A dónde la llevo mi reina?—preguntó un sujeto con acento de chilango conocido de Chusai.

—Le doy estas coordenadas, no conozco el lugar—.

—La lectura mental ya me arrojó la dirección probable. No sé preocupe por los gastos, doña. Ya me soplaron el aventón—.

—Que raro tipo, aunque no me incomoda. ¿Por qué será?—se preguntó la maid sin saber qué las criadas y los transportistas se llevaban bien por regla en Latinoamerica por el multiverso.

Así llegó Yuri a la casa de Sebas Tian mientras tomaba el té con un humano desconocido en tono de diversión, a lo que ella dedujo que se podría tratar del tal Ryoku.

—¿Yuri? Es una sorpresa verte fuera de Nazarick, ¿Qué te trae por acá? Ainz sama te mandó a reportarme—pidió el mayordomo.

—No, vine a hablar seriamente con un tal Ryoku por el asunto de Albedo—declaró ella y el aludido no había visto venir que la misma líder maid vendría a exigir explicaciones.

—Creo que los debo dejar a solas, con su permiso—se retiró Sebas indicando a Tuare que no los interrumpiera.

—Ejem, bueno. Creo que me descubrió, ¿verdad?—.

—Me dijeron que usted fue quien logró cortejar a la señorita Albedo. Es una gran hazaña considerando lo obsesionada que estaba por Ainz sama. ¿Puedo saber que intenciones trae con ella?—preguntó directo al grano la mujer.

—Espere, le juro que no le deseo el mal a Albedo tan—.

—¿Tan? ¡¿Tan cercanos son?! Por los creadores, esto es inaudito. Si no quieres morir, es mejor que termines con ella. Ainz te va a ser puré si se entera de que cortejaste a la tesorera de Nazarick—.

—Pues oi que la suspendieron de su cargo—.

—Es solo temporal. ¿Es solo un capricho tenerla como amante o no? Dígame la verdad, señor Ryoku—pidió saber la Dullahan sacando su instinto asesino sobreprotector como rara vez hacía.

—Déjeme explicarle bien—.

—Elija bien sus palabras—.

—¿Y si se lo digo en un poema?—.

Katarina entró rápido y le pasó un poema que Ryoku había escrito, aunque sospechosamente sonrió de forma maligna y ella se encargó de recitarla en nombre del general.

—Estoy ansioso de veras, por llegar a tu casa…—empezó la chica y Ryoku reconoció la canción—Para tenderte en mi cama y sacarme toda la…—.

—¡Esa no! ¡¿Dónde aprendiste eso?!—exclamó furioso Ryoku.

—Esta en su lista especial—.

—¿Lo haces a propósito, verdad?—.

—No lo sé, tu dime—.

—Mondriga—.

—Ejem, sigo esperando—seguía la maid con cara de ser bastante intransigente.

—Uh, va a seguir esperando—señaló Katarina en modo celostina.

—¡Ya hablamos de esto!—ahora reclamó Ryoku sobre ello.

—Me no entender español—.

—¡No te hagas la desentendida!—.

—No entiendo nada, ¿Qué le pudo ver Albedo en usted que la encantó?—señaló la maid con bastante molestia ante esto.

—Es la boa, y todos lo saben, lo saben—empezó a cantar Katarina y Ryoku se dio cuenta que se había juntado con Shiro para trolearlo.

—¿Nani?—se sonrojó Yuri ante esa implicación.

—¡Oye, Albedo no es tan superficial sobre eso!—.

—Ah, ¿quién sabe? Es una sucubo, ellas piensan diferente—.

—"Maldita sea, sus celos despertaron a Evil Katarina en el peor momento"—se dio cuenta de que la castaña normal se fue de año sabático.

—No puedo permitir que Albedo lo vea de nuevo. Es mala influencia para ella—declaró fervientemente la mujer Dullahan.

—¡OK, ya me harté, morra! ¡No diga que soy una mala influencia, al contrario! ¡Albedo era demasiado patética cuando la conocí! ¡Su dignidad estaba por los suelos, debería usted estar agradecida por eso! ¡No me venga con sermones, fierro!—se enfureció el hombre después de eso.

—Oiga, tranquilo—.

—¡Nada de tranquilo! ¡Albedo es muy importante para mí! ¡No soy el mejor hombre que hay en el mundo, no estoy ni cerca de ello pero ella lo cree y me basta para mi! ¡¿Quién se cree usted que es para decirme eso?!—.

—Basta, tranquilo—.

—¡¿Sabe que?! ¡No me importa si no es humana, ella me gusta! ¡Incluso usted me es muy atractiva!—.

—¡¿Espera, que?!—balbuceó desconcertada la maid.

—¡Quiero un romance de ensueño, la llevo a mi rancho! ¡Una carnita asada y luego una Indio! ¡La llevo en caballo al atardecer!—empezó ya a dar diatribas a una muy incomoda mujer y se pudo ver a Sebas darle un golpe con un abanico de papel.

—Eso fue poco elegante, señor Ryoku. Como buen noble no debe darse ese lujo de perder la calma—señaló el mayordomo.

—¡Lo siento, no medí mis palabras!—se disculpó el sujeto viendo que la cagó.

—¡N-no se preocupe! Fue mi culpa también, ya tengo mi respuesta a mis dudas—decía bastante acalorada la maid.

—Patético—miró Evil Katarina con desagrado pero Sebas le dio también su golpe con el abanico.

—Eso es poco elegante y honorable, señorita Claes—.

—¡Ay, eso dolió!—exclamó adolorida Bakarina que estaba de vuelta.

—Por cierto, me llegó una carta de la señorita Anne. Dijo que me ocupará personalmente de usted con todo el rigor de la elegancia—señaló el sujeto con un peligroso brillo en sus ojos.

—Ay, hamburguesas—maldijo Katarina viendo que le salió la jugada.

Luego de eso, Yuri regresó a Nazarick y se fue a descansar a su cuarto. Ella estaba muy ruborizada porque era la primera vez que le habían propuesto matrimonio o más bien una aventura de ese tipo. Ella ya no se sentía pura por culpa de Albedo y aún así el joven le dijo que no le importaban esos detalles ya que eran pequeñeces como el Tigres, según agregó la tal Katarina que se portó mejor.

—Ya veo porque Albedo se enamoró así, a su modo es encantador. Está mal fantasear con el amante de mi patrona pero no hace mal a nadie—cerró ella los ojos.

El sueño de Yuri era que estaba en una hacienda de Monterrey con Ryoku cabalgando en caballo llevándola al atardecer. El sujeto estaba en traje vaquero, barba tupida y lentes negros, además de que su caballo tenía el logo del Tigres.

—Fierro kun, ¿Cuándo me va a dar el si, patrón?—hablaba ella como la India María.

—Tranquila, morra. Después iremos a Tamaulipas, fierro—.

—Pero allá matan, patrón—.

—No en mi guardia, después de todo soy tu primo—.

En ese instante, Yuri despertó de golpe porque el sueño le pareció en extremo fuera de lugar y no sabía que era Monterrey o Tamaulipas, aunque no entendía tampoco que era el Tigres.

Luego de eso, volvió a sus aposentos y se dirigió a ver a Albedo a su habitación a ver si se había descontrolado aunque parecía que aún no había manifestado otro de esos picos de lujuria.

—Buen día, ¿Dónde estabas? Te busqué en todos lados—se le veía feliz a la sucubo.

—¿Podemos discutir ciertas cosas en privado? No quiero que esto salga de acá—le respondió la maid a la mujer.

—Entiendo, ¿de que quieres hablar?—.

—Acabo de tener una charla con ese tal Ryoku—.

—¡¿Ryoku?! ¡¿Cómo lo encontró?!—balbuceó la sucubo.

—Tuve mis medios, escúcheme bien. ¿Está dispuesta a tirar su posición en Nazarick por un humano extranjero?—.

—Yuri, esto ya lo había meditado. Si algún día me descubren, renunciaré sin duda a mi posición y si tratan de matarme, no me iré sin luchar. Lo amo y quisiera que tú me apoyaras en esto—le dijo ella tomando sus manos.

—¿Por qué yo de todas?—.

—Porque eres mi amiga, creo que eres mi mejor amiga aquí—admitió ella su sentir sobre la Dullahan.

—¿En serio cree que soy de su agrado para ser íntima con usted?—preguntó la líder maid bastante conmovida.

—De todas aquí siempre me ha dado una mano respetuosamente. A veces somos muy distintas a la hora de opinar pero me reconforta saber su opinión, eres muy sensata siempre y me gusta contar con su apoyo—.

—Señorita Albedo, conocí a ese hombre y pude notar que la ama bastante. Es muy diferente de como la trata Ainz sama. Quizás es porque es un humano, yo a pesar de ser un no muerto conservo mi amor por los seres vivos por como fui hecha. Usted ha cambiado mucho desde mi perspectiva y ese sujeto le hace bien a su alma, a mi me agrada mucho a pesar de ciertos detalles—recordó ella los lados poco elegantes de Ryoku.

—Lo sé, tiene cierto lado infantil y una obsesión por cosas extrañas para mí. Aún así, mi corazón late cada vez que está cerca de mí. Me duele el pecho por no estar cerca de él—.

—¿Sabe algo? No me disgusta la nueva usted. Tiene una magia distinta que me hace sentir cómoda que no puedo explicar—.

—Sí, ahora pasamos al otro tema. ¿Lista para otra ronda?—pasó la sucubo a intentar lo suyo pero Yuri le jaló la oreja.

—Epale, eso aún lo iba a discutir. No puede estar abusando de mi cuerpo cuando usted lo desee. Tiene que controlar sus hormonas—reclamó la mujer.

—Lo siento, es que desde hace días estoy así. Casi violo a Mare y a Aura, estoy avergonzada—se llevó Albedo las manos al rostro por su arrebato.

—Pobre niños, aléjese de ellos hasta que se controle. Respire profundo, no haga locuras. Está usted bajo la mira, si Ainz o Demiurge se enteran, está frita—.

—Entiendo, gracias por su ayuda de nuevo—.

—Si le sirve esto, tal vez calme sus nervios un poco—.

—¿Eh?—.

En ese instante, Yuri le dio un beso a Albedo que esta correspondió despues de que la sorpresa inicial desapareciera y luego de que despegaran sus labios, la sucubo se halla más tranquila.

—Creí que se avergonzaría de esto—.

—Estoy avergonzada, acabo de comprobar que soy en el fondo una bicuriosa. No ha desaparecido mi gusto por los hombres, solo que perdí el miedo a un beso con usted—fue lo último que dijo la maid antes de irse.

—Necesito controlarme, maldita sea. Por esto odio ser una súcubo—suspiró ella porque no podía abusar de la buena fe de su maid.

En otro lugar, se podía ver a Solution Epsilon regresando de una misión para Ainz sama e ignoraba de los eventos recientes por completo, a lo que no vio venir lo que le iba a ocurrir.

—Que bien, comida. Necesito divertirme con esta presa—se relamió la rubia los labios.

Para mala suerte de la maid slime, su presa era Chusai y era quizás el que menos se iba a apiada de ella, a lo que está llegó frente a él mientras esté caminaba a su reino.

—¿Se le ofrece algo, señorita?—.

—Felicidades, hoy serás mi almuerzo, humano inferior—.

La mujer era increíblemente atractiva pero esta no sabia que Chusai supo de inmediato quien era y como cazaba sus presas, por lo que no contó con que el sujeto sacara una ametralladora pesada y para colmo estaba vestido igual que Terminator.

—Hasta la vista, baby—.

El plomo le llovió a la rubia de forma magistral y su cuerpo fue despedazado sin piedad esparciendo sus restos por todos lados como mecos de otaku a las cinco de la mañana viendo hentai.

—Creo que me pasé de lanza esta vez—se fue Chusai de ahí dejando a la slime apenas uniendo sus piezas.

—¡Maldito humano, me las vas a pagar, te voy a comer!—juró venganza la mujer.

La slime era extremadamente vengativa, incluso más maligna de lo que era Narberal Gamma como parte de las Pleiades, por lo que se fue siguiendo al humano que se atrevió a atraparlo y comérselo muy lentamente.

—Así que Shiro y Ryoku van bien con su plan. Espero que hayas controlado tu hambre—dijo Chusai a Elma que se reunió con él.

—Sí, todo va de acuerdo al plan—.

—¿Ya dejaste de comer tanto?—.

—Ahora solo como 8 veces al día—aseguró ella sonriente.

—Es un logro—.

—Así que tiene una pareja, me la comeré por venganza—se veía a la slime infiltrarse en el lugar sin ser vista en su forma monstruosa.

—¿Sientes eso, señor Chusai?—.

—¿Cómo que?—.

—Es la misma sensación que yo tengo cuando me da hambre—.

Elma había detectado el aire depredador de Solution aunque no sabía dónde estaba la slime y lo dejó pasar y se marchó para ver que iba a comer con lo que consiguió de oro.

—Veamos, unos tacos de suadero estarán bien. Se me antojan—.

En ese entonces, se vio a la slime tomar el pie de la dragona bajo tierra y luego la envolvió de forma antinatural para tragarsela por completo.

—¿Por qué me siento tan mal? ¡Puaj!—vomitó la slime a Elma que estaba toda babeada.

—Una slime jamás podrá devorar un dragón, somos muy venenosos—explicó la mano derecha de Chusai sacudiendose la ropa.

—Un dragón, eres como Sebas Tian. Maldita sea—intentó escapar ella pero Elma la capturó con su magia.

—Que rara slime eres, tal vez si te llevo con mi señor me levante el castigo y pueda comer más—se le veía los ojos brillosos a la dragona.

Luego de eso, la slime fue llevada por Elma a Chusai que volvió a verla en un frasco de vidrio a prueba de ácidos gástricos con pH muy bajo. Solution se quería liberar aunque le fue imposible hacerlo y el General Mecha la vio.

—¿Con que la misma slime me quiso atacar? Esto no es nuevo—.

—¡Maldito humano, te voy a comer, no te lo voy a perdonar!—.

—Me va a servir para varios experimentos, su cuerpo es apto para aguantar mejor que otras especies—sonrió el sujeto.

—¡¿Qué me van a hacer?!—.

—Conozco bien a tu especie, nos ven como miserable basura. Yo a ustedes los veo como peor que escoria, quiero ver cuanto resistes la verdadera crueldad de los humanos como karma—.

—Uy, yo que tú me pondría a rezar. La última vez que me usó a mi como experimento no volví a ser la misma—declaró Elma en un tono lúgubre.

—¿Qué se supone que significa esto?—.

—Bueno, yo antes era una loli—.

—¡Sáquenme de aquí!—.

—Nel—.

Días después de eso, se podía ver a Mabui anotando las pruebas de laboratorio que dio la slime con una bata de científica mientras que Solution quería venganza.

—Te sugeriría que te quedes quieta, no dejas continuar con los experimentos—.

—¡Pudrete humana! ¡Los morenos son los peores!—reclamó la slime.

—Aparte de malvada, eres racista. Supongo que debo aplicar más sal al deshidratante—se veía más molesta a la mujer.

Solution estaba bastante arrepentida de ir contra estos humanos y deseaba escapar para contarle a Ainz sama de que había otro sujeto muy peligroso para sus planes pero habían conseguir neutralizar sus planes y solo jugaban con ella. ¿Así es como se sentía estar del otro lado? Es una completa mierda.

—¡Oye tu, ogresa! ¡¿Por qué sirves a estos humanos cuando deberías estar del lado de Ainz sama?! ¡Sácame de aquí!—.

—¿Ogresa? ¿Acaso eres de Asgard? Tu te lo buscaste—le respondió She Hulk y le pegó a la vasija donde estaba ella aunque se rompió y se logró liberar.

—¡Libre, gracias ogresa estúpida!—se fue ella de ahí.

—¡Maldita, vuelve!—.

Para mala suerte de She Hulk, ella se logró escapar por los ductor de ventilación y luego llegó a una habitación donde Samui perfeccionaba su boxeo como le aconsejaron.

—No he comido en días, voy a disfrutar comiéndote—se abalanzó Solution sobre Samui.

La slime logró devorarla aunque comenzó a temblar descontroladamente y explotó a la vez que se veía a la ninja de Kumo envuelta en una fuerte corriente de rayo negro.

—¡¿Quién dejó escapar a esta baba azul?!—reclamó la mujer furiosa.

—Maldita sea, no sabía que tenía esa habilidad—estaba inmóvil la slime por la horrible descarga.

—¡¿Oigan, quien la dejó ir?!—exclamó Chusai medio indagando quien fue.

—Ella—señaló Mabui a Jennifer Walters.

—Chismosa—.

—Crei que Elma era la torpe, estas compitiendo contra su título, ¿verdad?—.

—Ah, como sea. Ya me babeó toda y no es un hentai—se veía molesta a Samui llena de líquido azul.

—Jodanse todos—intentaba irse Solution de ahí.

—Admiro su valor pero no llegarás muy lejos—.

Chusai vio como se iba ella de ahí y los resultados de la slime estaban listos, por lo que recibió una inyección de enzimas especiales que extrañaron a todas.

—¿Qué es esto?—.

—Una ayuda para esa mente descarriada, ella fue programada de forma cruel para asesinar gente sin compasión y con sadismo. Esto calmará todo, ¿A dónde se fue?—.

—Esta a punto de salir del sitio, Elma esta cerca—señaló Mabui señalando la pantalla.

La dragona estaba comiendo su comida cuando vio salir a una baba azul de la ventilación y pasó a traer su almuerzo para recuperar fuerzas.

—Mi… comida—empezó a llorar ella.

—Ahora debo ir con Ainz sama para…—iba a decir la slime.

—¡Me las vas a pagar, maldita perra!—cambió su voz la dragona de forma monstruosa y demoníaca.

—¿Nani?—.

Si bien como slime, ella era muy resistente a los golpes físicos, ella tenía un límite natural que era sobrepasado por la fuerza de la dragona que era superior al de She Hulk en este momento. Cuando llegaron todos al sitio, vieron como habían restos de slime azul en todos lados y apenas se reunía de forma lenta debido al daño que le causaron.

—La aspiradora—.

—A sus órdenes—se fue Samui a traerla.

—Esa fuerza supera a la mía—.

—No te recomendaría subestimar a Elma, ella parece muy torpe pero tiene mucho poder dentro y es solo parte de su poder—.

—¡Elma aplasta, Elma enojada, Elma se vengará del mundo!—seguía furiosa la dragona.

—Me recuerda a mi primo—murmuró ella acerca de Bruce.

Mientras tanto, todos se preguntaban porque Solution se retrasaba en su misión y esto no le preocupaba en lo más mínimo a Albedo ya que ella había elegido a Shalltear sobre ella y por eso no estaba en sus personas favoritas en ese instante.

Hablando de la vampiresa, ella estaba ganando bastante poder político sobre Albedo lo que la hacía mejor candidata a ser la primera esposa de Ainz sama en un futuro pero lo raro es que la sucubo había desistido de esta competencia por razones no reveladas por ella. Quería indagar que le pasaba a la mujer, así que en una fiesta de té que tenía ella con Yuri Alpha, la loli la confrontó.

—Buen día, sucubo virgen. ¿Cómo se siente ser una perdedora suprema?—.

—No lo sé, pregúntale al Cruz Azul—ignoró Albedo de forma cómica a la vampira.

—No entendí eso, ignoraré eso. ¿Vas a recuperar tu puesto como tesorera o que? Ya me dieron el puesto a mi—señaló Shalltear presumiendo.

—No planeo eso, quiero quedarme fuera de eso—sonrió Albedo ante ello.

—¿Estas planeando algo, verdad? No te quedarías con las manos cruzadas—señaló la vampira desconfiada.

—Puedes quedarte con Ainz sama, ya no siento nada por él—dejó en claro la mujer.

—Esa no te la cree nadie, estás planeando que baje la guardia. Escucha bien, no voy a tenerte piedad y voy a asegurar mi puesto como la esposa de Ainz sama—se fue de ahí Shalltear sin dar lugar a réplicas.

—Sí tan solo supiera—dijo Albedo con seriedad.

—¿En serio no va a tratar de decirle la verdad?—preguntó Yuri ante eso.

—No, ella no me agrada para nada. Además no quiero competencia—.

El no tener su puesto le daba mucho tiempo libre a la sucubo para pensar en su situación y estaba más que decidida a abandonar Nazarick en el momento en que tuviera la oportunidad.

—Le informó que Ainz sama fue con Narberal a una misión, no va a volver pronto. ¿Tiene algo en mente?—.

—Ryoku me avisó de que no abandone el lugar porque las cosas se pondrían feos y que no me preocupe por él—.

—¿Crees que sea algo tan malo que requiera estar aquí?—preguntó Yuri acerca de eso.

—Sabes bien como yo que no debemos meternos si no les queremos estorbar. Dejemos que él lo resuelva hasta que de la señal—.

Días antes, Ryoku le había informado en secreto a Albedo que hiciera lo que hiciera no se le ocurriera salir porque no quería que fuera lastimada de gravedad. La sucubo tomó esto con discreción y permaneció en su guarida en espera de nuevos avisos.

Así fue como Ainz sama y Nabe fueron a la misión de captura de Hamasuke que era el rey sabio del bosque pero en un giro cruel del destino el equipo "Sword of the Darkness" fue asesinado cruelmente y encontraron en otro lado a Ninya muerta.

—No puede ser—maldijo Nabe viendo el cadáver de la maid.

—Fue torturada antes de morir, si Shiro se entera de esto—.

Apenas Ainz dijo esto y Nabe miró con horror a Shiro que veía esto con una mirada fría y se llenó un aura de muerte que llegó a Nazarick. Albedo entendió que a esto se refería y nadie se explicaba que pasaba excepto por Yuri que ya entendía el aviso.

—Ninya fue...—intentó decir Nabe pero Shiro se acercó para llevar su cuerpo y hacer un hoyo rápido para poner sus restos ahí, haciendo una tumba improvisada.

—Nabe, ¿por qué no la protegiste?—preguntó Shiro con un tono de voz asesino.

—Shiro, yo…—.

—Nabe estaba en una misión conmigo, no está involucrada en esto—declaró Momon con seriedad.

—Huele a sangre, a instinto asesino residual. No se va a quedar esto así—se veía al sujeto con una cara monstruosa mientras que su cuerpo comenzó a mutar horriblemente.

—¡¿Qué es esto?!—exclamó la doopelganger.

—Detrás de mi—.

Shiro ya había perdido el control de sus emociones y estaba convertido en una especie de simio monstruoso hecho de una energía roja corrupta mientras rugía y se iba del sitio como una bestia salvaje.

—Maldita sea, Nabe. Tenemos que parar esto, si llega a Nazarick todo nuestro esfuerzo será en vano—maldijo Ainz debajo del traje.

—Shiro, lo siento tanto—lamentó la maid viendo que había subestimado la situación y ahora una tragedia había sucedido que pudo ser evitada.

Ainz se fue cabalgando encima de Hamasuke para llegar más rápido y lo que encontró fue un área destruida a su paso mientras que la bestia rugia a la luz de la Luna Llena. El hechicero tenía que parar esto de una vez por todas y sabía que tenía que usar sus mejores técnicas.

—¡Detener el tiempo!—.

El tiempo se congeló y nada se movía, pero Shiro volteó la cabeza y esto alarmó al sujeto que vio como comenzó a formar una esfera de energía en la boca para lanzarla hacia él, apenas esquivandola.

—Estuvo cerca—.

La bestia se abalanzó para atacar y Ainz aprovechó para aplicarle un hechizo de muerte instantánea pero no funcionó por una extraña razón rebotando de su cuerpo.

—Que maldito problema—.

En ese instante, Nabe lanzó un potente rayo que hizo que Shiro rugiera del dolor y miró con furia a la maid que se acercaba lentamente.

—Shiro, tranquilo. Soy Nabe chan, recuerdame. Soy tu aliada, Ninya no querría esto—.

En ese instante, Shiro se abalanzó sobre ella y enseñó los colmillos para amenazarla aunque no le hacía aún algo en absoluto. En eso, Ainz preparó un hechizo muy especial generando unas cabras enormes y monstruosas que se dirigían contra la bestia para ganar tiempo.

—Shiro, no eres así. Para esto—.

—Este mundo no te deja ser bueno, tu jefe me quiere muerto. No intenta detenerme y lo sabes, voy a despedazarlo si se sigue metiéndose en mi camino—.

La bestia se volteó liberando a Nabe y las cabras monstruosas atacaron a Shiro mientras que la maid se fue a un sitio seguro.

—¡Vermilion Nova!—.

Una terrible pared de fuego llegó a donde estaba el sujeto aunque ni siquiera se quemó y el rugido de la bestia generó unas ondas sónicas que desintegraron a las cabras a quemarropa.

—Es demasiado poderoso—.

Mientras que Ainz luchaba por su vida, se podía ver a Albedo y a Yuri viendo desde un sitio de Nazarick contemplando el origen del mal sintiendo ese terrible poder desplegando de ahí.

—Albedo, Yuri—se oía la voz de Ryoku en la mente de ellas.

—Ryoku, ¿Dónde estás?—dijo Albedo sorprendida.

—Estoy hablando por telepatía, voy a ir a detener a Shiro ahora—.

—¿Qué pasó con él? No entiendo—.

—No lo sé, algo muy malo ocurrió y no va a parar hasta destruir todo este mundo. Creo que esta será la última vez que conversemos—declaró el sujeto con seriedad.

—Ryoku, no digas eso—.

—No sé si logre detenerlo, esto me va a matar seguramente. Fue agradable conocerlas, espero que sean felices. Las quiero mucho, recuerdenme como lo que fui, no olviden que son libres ahora—fue lo último que se oyó de él.

—¡Ryoku, espera! ¡No me dejes! ¡Ryoku! ¡Ryoku!—se podía oír los lamentos de la sucubo que trataba de ir al campo de batalla pero era demasiado tarde.

Se podía ver un domo especial a lo lejos de color blanquecino y Shiro en su forma monstruosa miraba rugiente como un caballero armado hasta los dientes llegaba del cielo para la batalla.

—Shiro, si no te calmas en este instante voy a tener que matarte—se oía muy severo al caballero.

—¿Este sujeto quien es? Tiene un increíble poder, ¿será uno de los generales?—se preguntó Ainz mientras que Nabe estaba bastante shockeada por lo ocurrido.

Shiro se arrojó hacia Ryoku que lo recibió con varios golpes y aún así se llevó varias embestidas severa que le hicieron daño. La bestia se hacía más poderosa a cada instante que pasaba y ni siquiera el General Dragón sólo podía con su ritmo.

—Maldita sea, esta sobrepasando el Modo Sabio Dragon como si nada. Se adapta muy rápido, tendré que usar mi carta de triunfo—.

Ryoku comenzó a concentrar energía en un solo punto de su cuerpo siendo su ataque definitivo actual y era un clásico que vio en cierta serie que vio en el mundo real afín a su repertorio.

—¡Esta es mi técnica mortal, la mejor de todas, Jihad Extremo!—.

El poder fue lanzado hacia Shiro y este respondió con un haz de energía idéntico para la sorpresa de Ryoku ya que replicó la técnica más rápido y fue rebotada hacia el cielo.

—El Jihad Extremo y tú me pelan toda la verga—se oyó en la mente de Ryoku como en cierto video de Spiderman.

—Hijo de tu…—.

—¡Lenguaje!—se oyó a Riki en la mente de ambos.

—Sí señora—dijeron ambos con algo de miedo.

—¿Por qué se están peleando?—.

—Es parte del plan, tú confía en nosotros—explicó Ryoku a Riki.

—Estaré vigilando por si acaso—.

En otro lugar, Albedo estaba ansiosa y se sentía completamente inútil porque no podía hacer algo al respecto y el amor de su vida iba a morir sin que ella pudiera hacer algo para evitarlo

—¡Señorita Albedo, no puedo permitir que se vaya! ¡Va a estorbarle al señor Ryoku!—.

—¡No, no puedo! ¡Ryoku debe vivir! ¡No puedo dejar que le pase algo!—exclamó ella reconociendo sus verdaderos sentimientos por fin a viva voz.

En ese instante, una armadura dorada apareció en el aire como si nada y brillaba con un emblema de los dioses antiguos que decía "Lujuria". Albedo tenía la mirada vacía al ver eso y Yuri trató de detenerla pero no pudo y la cubierta se llevó a la sucubo lejos de ahí en una especie de columna de luz hasta el campo de batalla.

—¿Qué demonios es eso?—se preguntó Ainz qué veía el brillo dorado.

En el palacio de Shiro se podía ver a Konran en la zona del templo mientras que se hallaba meditando como rara vez lo hacía y abrió los ojos al sentir una presencia conocida.

—La diosa de la lujuria, al fin esa zorra despertó—se oyó decir a la reina.

La armadura vistió a Albedo y se veía bien bad ass para la sorpresa de todos y Shiro rugía al reconocer esa presencia tan mística y antigua, digna como el linaje de Lilith.

—¡Ora ora ora ora ora ora ora ora ora!—empezó a lanzar golpes la sucubo a la velocidad de la luz.

—De todas las técnicas posible, ¿por qué hizo esa?—pensó Ryoku algo ofuscado por eso.

—El Asesino de Dioses, te atreviste a tocar al General Dragón. Voy a matarte—.

En ese momento, la bestia comenzó a mutar y adquirió una forma humana brillando de color blanquecino mientras que sus ojos eran rojizos y transmitían una frialdad peor que el corazón de tu ex.

—Diosa de la Lujuria, nunca pudiste matarme. ¿Crees que lo harás ahora?—.

Albedo se lanzó contra él y la lluvia de golpes fue detenida en ese momento, hasta que la armadura fue destruida de tajo por Shiro cortando la energía.

—Voy a destruir este mundo y a rehacerlo en uno donde este Ninya. Este sitio no merece vivir—declaró enloquecido el sujeto.

—¡Ya basta, Ninya no querría esto!—se levantó Nabe armada hasta los ovarios para hablarle así.

—Cállate ser inferior, ¿Qué se siente estar allá abajo como un simple insecto?—dijo el sujeto bien basado.

—¡Ya no me importa nada, esto es mi culpa y voy a detenerte como sea!—.

—Inténtalo—.

Ella se lanzó y pudo asestarle un potente golpe que tomó desprevenido a Shiro al mismo tiempo que ella tenía el mismo cabello blanco y ojos rojos.

—¿Qué demonios le pasó a Nabe? Se parece a Shiro—.

—Así que absorbiste mi poder cuando tuvimos sexo, ¿Eh?—sonrió el sujeto que se limpiaba un rastro de sangre.

—Aunque seas tú, voy a matarte si es necesario—se veía a Albedo armada de la nada con un escudo y un mazo que aparecieron mágicamente.

Nabe se lanzó con el martillo y logró darle un potente golpe con este, luego de esto lanzó el escudo siendo rebotado por Shiro a la vez que el martillo fue también dirigido al escudo y luego este rebotó en este para caer de vuelta a la espalda del rey. Seguido a esto se dio un buen combo de golpes con las armas mientras que juntó mucha magia para invocar rayos del cielo.

—¡Dragon de Rayo del Caos!—.

Un dragón rojo de pura electridad cayó hacia Shiro haciéndolo retroceder y Albedo que se había recuperado encerró al sujeto en una columna muy dura para aplastarlo.

—Muere—.

Sin embargo, Shiro se teletransportó atrás y ella pensó que iba a matarla pero simplemente le bajó el vestido hasta cintura dejando sus pechos al descubierto frente a Ryoku.

—¡¿Qué demonios?!—balbuceó Ainz al ver esto.

—¡Kyaaaaaaaaaa!—se cubrió ella avergonzada.

—Etzitante—se oyó a Shiro casi cambiando su expresión fría a una pervertida.

—¡Oooooooh siiiiiiiii!—liberó poder Ryoku en extremo estimulado.

—¡¿Liberó más poder por eso?!—estaba desencajada Nabe.

—Malditos pervertidos—se oyó a Riki en la mente de ambos.

Ryoku se lanzó a la carga y tomó por detrás a Shiro en una posición de Doble Nelson mientras miraba a las chicas con un aire de despedida.

—Recuérdenme como lo que fui, a partir de ahora estarán solas. Te amo—dirigió esto último al Albedo.

En ese instante, ambos se elevaron al cielo y una poderosa explosión se vio en el cielo que hizo todo de día por unos segundos. Albedo vio esto en shock total y cayó desmayada junto a Nabe que volvieron a la normalidad. Ainz estaba exhausto y Hamasuke que estuvo escondida todo el tiempo hecha bolita se acercó a su nuevo dueño.

—Creí que iba a morir. No puedo creer que el Asesino de Dioses esté muerto—se oía al hamster gigante muy sorprendida.

—¿Sabías de él?—.

—Todos saben de él en los bosques, ahora que se fue quizás todos querrán su fortuna—.

—Eso me interesa, Nazarick se quedará con todo—declaro el lich aliviado de que ahora se habían ido los principales enemigos de él.

Días más tarde de eso, Katarina Claes fue a dar una última visita a Sebas Tian que ya se retiraria a Nazarick por órdenes de Ainz. Ella parecía muy deprimida y es que aparentemente Ryoku se había sacrificado por protegerlos a todos.

—Es una pena que el señor Ryoku este muerto, tenía potencial para ser elegante—.

—Como esta la señorita Tuare—.

—No ha querido salir de si habitación, está destrozada por lo de su hermana menor—explicó el mayordomo sin inmutarse.

—Siento oír eso, la muerte de Cecilia no quedará sin castigo—.

—Ella me dijo que si algo le pasaba, que cuidara de su hermana. Parecía que presentía su muerte—.

—¿Crees que será aceptada por Nazarick? Ellos odian a los humanos—.

—Aunque fui retirado del puesto de jefe de mayordomos, aún esta Yuri Alpha a cargo y Narberal Gamma apoya esto. Ella ha cambiado mucho—mencionó el sujeto.

—Espero volver a reunirnos pronto—.

—Creí que esta seria la última vez que nos reunamos—señaló Sebas confuso.

—Estoy triste por lo que pasó aunque hay algo que Ryoku me dijo una vez. La muerte para ellos es como dormir una siesta, volverán pronto—.

—¿Hablas de un hechizo de resurrección?—.

—No lo sé, los demás generales no lucían preocupados por eso y tampoco se anunció el deceso por parte de la esposa de Shiro que es la reina suprema. Hasta que vuelva estaré a cargo de la misión—.

—Entonces estaremos en contacto—.

En algún plano místico, Ryoku despertaba en un paraíso y cuando vio al horizonte habían muchas angelitas lolis que lo saludaron de forma muy adorable.

—¡Oni chan, bienvenido!—se oyeron varios coros.

—¡Ya llegó su Luis Miguel!—se fue corriendo a la entrada de Lolilandia.

Sin embargo, apenas iba a pisar el lugar cuando se paralizó y fue succionado por una fuerza gravitatoria hacia atrás, lo que lo alejó del lugar forzosamente.

—Adiós oni chan—se vio a una loli rubia despidiéndose.

—¡Noooo, no me lleven!—.

Ryoku despertó en un laboratorio con la cara agitada y se podía ver a Shiro apenas despertando igual y Chusai estaba con Sora que habían usado alquimia muy poderosa para traerlos de vuelta.

—¡Están vivos!—exclamó el hombre como científico loco.

—¡Yo te mato!—se abalanzó Ryoku furioso sobre el sujeto—¡Devuélveme a Lolilandia!—.

—¿Lolilandia? Ahí fue Shiro de vacaciones con Konran la vez pasada—recordó Sora eso.

—¡¿Por qué no me dijiste de ese lugar?!—reclamó el General Dragón más enojado.

—No saldrías de ahí como mi padre de las cantinas—.

—Mondrigo—.

—Oye, por cierto. Creo que hubo un pequeño efecto secundario, señor Ryoku o debería decir joven Ryoku—señaló Sora cierto detalle.

Cuando el señalado se dio cuenta, este miró en un espejo cercano que efectivamente ahora era un adolescente de unos 16 años y estaba jodido ahora.

—¡Devuélveme a mi edad normal!—reclamó de nuevo el ahora joven.

—Hijole, creo que eso no se va a poder—se rascó la panza el hombre.

—Creo que es mi culpa, como usaron la maquina conmigo adentro la maldicion contagió a Ryoku—explicó Shiro sobre ello.

—¡Entonces quita la maldicion!—.

—Para que ir con prisa, así puedes ir sin miedo con la mitad de tus waifus—.

—¡Oye, le doy amor a mis waifus!—.

—Hace días acabo de oír a Bakarina de que quieres esperar a que ella cumpla varios años más—.

—Pero…—.

—Sí vas a recolectar waifus es para amarlas con toda pasión y hacerlas gritar tu nombre, no para tenerlas de adorno. He recibido quejas de muchas por correo—.

—¿Qué?—vio Chusai a Sora que estaba anotando todo.

—Va para todos los generales, menos Riki y Shiori que eligieron ser monogamas—.

—¿Yo tengo quejas?—.

—Eres el que menos ha usado a las waifus, Elma es la que más quejas tienes. Samui y Mabui ya pusieron denuncias, Jennifer aún no se da cuenta de cómo son las leyes aquí—explicó Sora ante ello

—Se los dije, si no van a darles amor voy a cancelar todo—advirtió Shiro.

—¡¿Y por que no a Shiori y a Riki?!—.

—Shiori apenas cumpla la mayoria de edad, tendrá que buscar su cónyuge. En cuanto a Riki, acabo de avisarle por correo su advertencia—.

Flashback…

Riki revisaba su correo que le entró de la nada y se miró el destinatario que era Shiro, a lo que ella abrió el aviso quedando helada.

Querida y estimada Riki Senryaku:

Por motivos de las quejas de los integrantes de cada escuadrón por abstinencia sexual, quiero para dentro de una quincena una prueba de que has tenido actividad sexual con uno de tu grupo al menos una vez. Tomo en cuenta tus hábitos monogamicos como trato pero ya no se tolerará el hecho de que pospongas tu soltería.

Queda de sobre aviso la noticia y Sora investigará a detalle todo si tratas de engañar. Cada mes se repetirá este procedimiento. Shiori no estará obligada a esto hasta que cumpla la mayoría de edad y si hay interferencia tuya, habrán consecuencias legales.

Atentamente…

Shiro Yoku.

—¡Pero que mier…!—.

—Lenguaje—se oyó a Lucifer entrar y miró la carta.

—¡No, me niego! ¡Juré hacer mis votos como General Kitsune!—.

—Nunca hubo votos, te los inventaste sola para alejarte de Lucifer—se oyó a Inari que estaba de chismosa cerca.

—¡Tú cállate!—.

—Así que todo este tiempo me mentiste. Y yo soy el diablo aquí—sonrió entre molesto, curioso y divertido el ángel caído.

—¡No, no voy a hacerlo!—.

—Son ordenes de tu jefe—.

—¡Shiro esta loco, los kitsunes no tienen sexo, es parte de mi lore!—reclamó Riki al respecto.

—¿De que estas hablando? Los kitsunes somos los animales más sedientos de sexo con nuestras parejas. El tema del celibato es cosa del catolicismo que se inventaron los sacerdotes occidentales—explicó Inari sonriente.

—Confirmo—secundó Lucifer.

—¡Nada de confirmo!—.

Shiori iba llegando cuando vio a su madre discutir con Inari y Lucifer, cosa que le pareció raro porque la diosa de los zorros siempre secundaba a ella en vez del ángel caído.

—¿Qué pasa?—.

—Nada hija, nada pasó aquí—.

—Tu mami debe tener sexo una vez al mes con alguno de sus reclutados o sino enfrentará consecuencias legales por orden de Shiro—explicó Lucifer sabiendo que al que eligirian sería él.

—¡¿Qué cosa?!—.

—¡No, me niego a eso! ¡No, no y no!—se fue Riki de ahí huyendo de la casa.

—Va a volver, siempre lo hace. Mi espera valió la pena—sonrió el ángel caído muy risueño.

—Por cierto, hay algo que aclarar. Si te atreves a tener sexo con alguien fuera del grupo de Riki si será infidelidad y tú enfrentarás las consecuencias legales—.

—Bueno, de por sí no he hecho algo desde que llegué acá. Así que haré que todo sea especial, ¿Dónde está la tienda de juguetes cariñosos?—.

—En la zona de las kitsunes yako—señaló Inari.

—No ocultas lo mucho que te emocionó la noticia, ¿verdad?—miró Shiori al hombre con mucha sospecha.

—Tú no te salvas de esta, apenas seas legal también te meterás en el mundo de la ssbrosura con alguien de tu escuadrón—le soltó este la noticia.

—¡¿Qué?!—balbuceó ella.

—¿Dijiste que vas a cumplir 14 años, verdad?—.

—Te quedan dos años, pasan muy rápido para seres como nosotros—sonrió Inari viendo que la pequeña Shiori estaba cerca de ser una atractiva Kumiho.

—Eso me gusta, si me elige a mi prometo que no se arrepentirá. Estuve casado varias veces, ninguna de mis esposas se quejó de mi—se oyó a Alucard en su mente.

—¡Tú cállate, viejo lesbiano!—.

Más tarde, Riki veía varios expedientes mientras lloraba lágrimas de sangre porque no se iba a poder escapar de esto. Incluso iba a usar la chancla contra Shiro como amenaza pero esta no funcionaba si esta juzgaba que la acción era incorrecta para no lanzarla.

—Maldita chancla traidora—.

—Lo siento, mamá. Parece que está vez no tienes escapatoria—.

—No quiero, no quiero—seguía llorando sangre la pelirroja.

—Te vas a quedar anémica—.

—Me las va a pagar, no se la voy a perdonar—.

—¿Estas viendo expedientes?—preguntó Shiori curiosa.

—Sí, pero no tengo muchas opciones. ¡Aaaaaah, no quiero a él!—.

—Veamos, el matrimonio Uzumaki. El futuro matrimonio Potter, el novio de Inari…—.

—¡No me quedan más opciones!—exclamó Riki llorando más sangre.

—Esta el pirata borracho, que pésima opción. De ahí pura chica, no me molestaría tener otra mami—.

—¡No, no iré por el camino del yuri!—.

—Solo queda Samael—.

—¡Es Lucifer!—se oyó a lo lejos al mencionado.

—Chismoso—.

—¡No, debí haberme asegurado de reclutar a alguien más decente! ¡Ya no tengo tiempo ni ganas de ir a otro mundo!—se revolcó Riki llorando más sangre peor que figura religiosa.

—Siempre creí que eras asexual con eso de que te declaraste célibe—.

—Ah no, claro que me gustan los hombres. Lo que pasa es que no me estaba segura de iniciar alguna relación contigo tan pequeña. Ya ni me acuerdo quien fue tu padre—admitió ella sobre ese tema particular.

—Shiro no me quiso decir sobre ello, ¿quién es mi padre biólogico?—.

—Simplemente lo olvidé, recuerdo ser una niña buena desde siempre. No recuerdo si fuiste alguien nacida del cielo o algo así—.

—No sé porqué tengo un mal presentimiento de esto—pensó Shiori de que su nacimiento era vergonzoso en cierto sentido.

—Bueno, ya que se le va a hacer. Lucifer ganó, pero haré un contrato especial—se fue ella con su abogado.

—Ese patán se salió con la suya, está bailando la macarena desde hace horas—miró Shiori por la ventana al sujeto que celebraba su victoria.

—Ahora tu mamá me dirá papi—sonrió Lucifer como Anya.

—Chistoso—.

Más tarde, el par estaba en una notaria para discutir los términos de un matrimonio legal e irrompible para evitar que el ángel caído cediera a las tentaciones de algún tipo ya que Riki era muy quisquillosa y posesiva.

—¡Vamos, somos seres superiores!—.

—¡No, nadie ajeno entrará a lo nuestro! ¡Estoy haciendo un esfuerzo físico y mental enorme para siquiera ceder a este tema!—.

—Entonces a cambio de fidelidad eterna bajo contrato, exijo que me den la oportunidad de que ella se deje hacer más cosas—le dijo Lucifer al abogado.

—Hecho—.

—¡No, no, eso no!—.

—Los contratos deben quedar equitativos, a cambio de limitar el derecho a harén tienes que sacrificar otra cosa—explicó el licenciado de derecho.

—Me lleva la…—.

—Lenguaje—.

—¡No uses mis frases, me las vas a pagar cuando tenga la oportunidad!—lloraba más sangre la mujer.

—Sí hay hijos, Lucifer Morningstar deberá hacerse cargo de todo y dar su apellido—.

—¡No, quiero mi apellido!—reclamó la pelirroja.

—¡Yo quiero el apellido, me costó trabajo crear un apellido bueno!—.

—¡Olvídalo, Senryaku es mejor!—.

—Ya conocen la ley, el apellido paterno es primero si hay un padre de por medio. Si hay dos fortunas que heredar pueden dar un apellido a un hijo y el otro padre dará el suyo depende de las circunstancias—dio a saber el abogado.

—Entiendo eso, creo que Shiro dijo algo así por el tema de las concubinas—recordó vagamente la pelirroja ya que sólo un príncipe heredada el trono.

—OK, aunque no me gusta la idea. Además no debes preocuparte, los ángeles no se pueden reproducir—alegó Lucifer confiado.

—Díselo a los Grigoris—.

—Eso fue un accidente—.

—Vi una línea alternativa donde has tenido hiios. No me jodas, si puedes tener hijos—.

—¿Tengo hijos en una línea alterna de tiempo?—.

—Sí, en el futuro donde no desafiante a Asterión por la semilla del caos—explicó Riki sobre ello.

—¿Tuve más hijos? Tuve muchos amoríos—se veía preocupado al ángel de ese detalle.

—Es algo complicado, es casi un ritual. Ya investigué sobre eso, no eres padre de nadie más… bueno, el Lucifer viejo que vimos en el mundo de Harry tuvo un hijo llamado Mammon. No es lindo—.

—No se porque suena a que tuve algún hijo con Mazequeen en ese mundo—pensó este con preocupación.

Pasando a otro lugar, se podía ver a Albedo dormida como la Bella Durmiente en su cama y no había despertado desde el día en que ocurrió. Ningún hechizo había funcionado ya que su condición mental era tan fuerte que sólo un beso del verdadero amor tendrá efecto.

—¿Yuri onee chan, que le pasho a ella?—preguntó Nabe en un tono infantil.

—Esta dormida, no la molestes—.

—Onee chan, quiero helado—.

—Bien, bien, entiendo. Vamos por helado—.

—¡Shiiii!—.

Por su parte, Nabe estaba psicológicamente afectada por la muerte de Shiro y su mente se reprogramó para tolerar esa pérdida.

—No quelo ir a limpiar—se quejó la chica.

—Sí limpias haré lo que quieras de comer—.

—¡Papas fritas, papas fritas!—.

La pobre Nabe daba mucha pena ya que era aún más infantil que los gemelos elfos que si eran unos niños de verdad. Era tanto el nivel de daño que era susceptible al llanto y por eso no se le asignaron demasiadas tareas.

—¿Qué haremos con Narberal Gamma ahora que su inestabilidad mental la ha dejado indispuesta?—preguntó Demiurge casi sugiriendo que fuera eliminada para recalibrar su memoria.

—Sí quieres que la mate, no pude. Cada vez que lanzó un hechizo, rebota no importa lo poderoso que sea. Es como si Shiro Yoku hubiera colocado un hechizo de protección muy poderoso—.

—¿Qué hay de Albedo?—.

—Investigaré después del plan de dominio mundial si hay una cura. Nazarick debe aprovechar la ausencia de los protectores de este mundo para ser los amos de los reinos—.

—Por cierto, Epsilon Solution regresó. Dijo que se ausentó porque tuvo dificultades en su misión. Ya no hay más peligros para alcanzar la supremacía—.

—Eso es excelente, pronto probaremos el poder de Nazarick ante los humanos—declaró fervientemente el esqueleto.

Sin que ellos supieran, había una mini cámara en la habitación que estaba entrelazada al cuerpo de Solution Epsilon que lucía preocupada de que esto los mataría a todos.

—Amo Chusai, el señor Ainz planea seguir con sus planes. La muerte del Asesino de Dioses no lo conmovió—explicó la slime por medio de telepatía.

—Entonces no tendré arrepentimientos. Cuando sea el momento, la ira de los dioses caerá sobre los pecadores—se oyó a Chusai.

—Se oye estresado—.

—Es una larga historia, sigue en lo tuyo—.

Si bien Solution Epsilon era la peor maid de todas en el gremio, su mente reprogramada con libre albedrío y una dosis de realidad por parte de su nuevo amo. Ainz Ooang Gown no era invencible como ella creía y todo el tiempo estaba siendo la marioneta de Shiro Yoku.

—Solution chan, ¿Quieres papitas?—preguntó Nabe que llegó a donde estaba ella.

—Sí, dame una—.

Nabe estaba rota y jamás pensó ver que la más fría de las Pleiades lograra enamorarse de esa forma de un humano. Era tan contradictorio que un hombre fuera el peor enemigo que podrían enfrentar y el hecho de que la mentalidad de la chica cambiara de esa forma fue muy chocante.

—Lo siento por lo que ocurrió—.

—¿De que hablas?—preguntó Nabe curiosa.

—Sobre tu novio—.

—Ah, Shiro kun va a volver. Siempre lo hace—sonrió la chica de forma muy linda.

—Nabe—.

—El dijo que volvería por mi, él no me culpa de lo ocurrido con Ninya. Tengo fe en que regresará—.

Dentro de su psique, Nabe se sentía tan culpable que no cumplió su promesa de cuidar de la chica aventurera como se lo pidieron que fue parte de ese problema de conducta de la maid.

—Iré a hacer los mandados que me pidió Yuri onee chan—.

—Cuídate, no hagas tonterías—.

—Chi—.

Omake Nageru y el Atlas…

Luego de varias semana de su aventura con el reino Conejo, Nageru estaba sentado con la camisa del Atlas y las chicas lo veían raro.

—¿No que me ibas a Cruz Azul?—preguntó Anko con la ceja alzada.

—Sí, pero como el Tigres lo eliminó apoyo al Atlas—.

—Que villamelón—murmuró Rarity viendo con ojos duros al hombre.

—¡Mi Atlas pasó a la final a lo Atlas!—.

—¡Son mamadas, son mamadas!—se oía a Ryoku enojada a lo lejos.

—¡Si era penal, a ustedes les regalaron uno también!—.

—¡Pretextos!—.

—Aquí vamos de nuevo—suspiró Tayuya que se fastidiaba que Nageru se ponía intenso con el fútbol.

A la semana siguiente…

—¡Campeón, campeón!—celebró Nageru la copa del Atlas.

—¡Pinche Ratlas, todo fue culpa del VAR!—se veía furioso Chusai en el lugar.

—¡No tengo la culpa que los Tuzos no anotarán más goles!—.

—¡¿Quieres pelea?!—.

Entre los dos se armaron los golpes y esta era una situación de todos los años por el resto de la eternidad. Al final siempre eran calmados por la chancla voladora que controlaba la situación antes de que ocurriera una guerra ridícula.