AMAR ES...
Por sumire-chan
Capitulo I: "Nuevas actividades"
Una jovencita de ojos celestes y cabellos del mismo matiz estaba vestida con una faldita roja y azul y una polera con cuello de tortuga de colores azules también. Al parecer, ese era su color favorito. Su cuerpo se movía en una pista de patinaje sobre hielo de manera fluida y bastante agradable para la vista, no sufría ni frío ni calor, pues el ambiente estaba justo para que los deportistas pudieran practicar con gusto. Ella se sentía bien.
Terminó su rutina con una reverencia y sonrió satisfecha mientras apartaba algunos mechones rebeldes de su rostro, su cabello caía desde una cola de caballo alta por lo que daba a comprender que era muy largo, ya que aún así atado le llegaba casi hasta la cintura.
- ¡Bien hecho Pilika! Eres muy buena, sin duda podrás entrar en el campeonato regional - le dijo un sujeto que la había estado viendo, sus ojos eran marrones claros y su cabello negro amarrado en una cola baja, muy pequeña a la altura de la nuca.
- Gracias, Shimpachi-sensei, me alegro que le haya parecido buena la nueva rutina.
- Por supuesto, todo lo que haces me parece muy bueno.
Ella se sonrojó suavemente y se marchó a los vestidores, tenía poco tiempo para irse a su primer clase de defensa personal y luego tenía que volver a su casa a preparar la cena para ella y para su hermano mayor. Sus padres habían muerto cuando tenía muy poca edad, así que apenas los recordaba, pero desde entonces, su hermano, Horo Horo, se había hecho cargo de ella. Eran cosas que aún le agradecía. Él había salido adelante con una pequeña de cinco años a su cargo cuando apenas comenzaba a crecer y solo tenia 13 años, entonces, el mundo le había parecido muy grande y aterrador.
Pilika suspiró quitándose las ropas, la vida no había sido fácil con ellos, después del accidente de sus padres, donde el avión en que viajaban se estrelló en pleno mar, y solo algunos sobrevivieron, tuvieron que enfrentarse a la gente que quería separarlos. Hubo momentos para reír, pero mucho más para llorar. Aún así, la muchachita nacida en Hokkaido fue siempre muy fuerte, demostrando habilidades para muchas cosas, superándose con la ayuda de Horo. Él, también se esforzaba demasiado, estudiaba por la noche e iba a la universidad por la mañana, después trabajaba en un bar donde le pagaban ligeramente bien, era una de esas cafeterías para jóvenes, bastante moderna, y con muchas chicas lindas, aunque ellas no parecían fijarse en él. La joven también tenía una rutina parecida, solo que luego de terminadas sus horas en la cafetería 'FUMBARI' seguía con las clases de patín artístico y ahora también comenzaría a practicar artes marciales y defensa personal en un dojo chino no muy lejos de su casa.
- Buenas noches, Pilika, descansa bien - le dijo Shimpachi desde su auto. Ella le sonrió con calidez - ¿segura que no quieres que te alcance?
- No, voy directamente al dojo. Konban wa, Shimpachi-sensei.
*~*~*~*~*~*
Horo Horo miró inquieto por la ventana, su hermana debía estar llegando al dojo donde empezaría las clases de Kung Fu como le había recomendado. Él mismo le había explicado que las calles de Tokio eran muy peligrosas y era recomendable que hiciese algún arte marcial para poder defenderse.
- Bueno, tampoco se me ocurrió toda la idea a mí - dijo en voz alta antes de moder una manzana brillantemente roja.
*~*~*~*~*~* FLASHBACK *~*~*~*~*~*
- ¿Tu hermanita? - preguntó un muchacho sentado junto a Horo en la clase de Problemática social, ambos estaban en la carrera de Sociología.
- Sí, temo que algo le pase. Ella sale muy tarde de las clases de patín artístico y luego se viene caminando a casa sola o en bicicleta. No tenemos dinero para un automóvil.
El chico pareció pensar algo.
- Te propongo algo - le entregó una tarjeta - mándala hoy a este dojo, a la hora que dice en la tarjeta, es donde entreno yo, si quieres puedo hacerla entrar, pero solo si tu me ayudas a entrar a la cafetería.
- ¬¬ eres un estafador, chino.
- ò_ó no me trates así que no hago nada - le respondió enojado.
- ¡¡No no no!! Está bien tiburón, tu ganas.
- -___- es tan fácil convencerte.
- ¬¬U
*~*~*~*~*~* FIN DEL FLASHBACK *~*~*~*~*~*
- Ese estúpido de Tao - murmuró bebiendo un sorbo de leche y recordando la manía de su amigo.
Lo había conocido desde más niños y Len se había convertido, por mucho que quisiese negarlo, en su mejor amigo quien le aconsejaba siempre y le resolvía la mayor parte de sus problemas. Len Tao era un joven a simple vista atractivo, pero tenía el problema de ser el muchacho más frío que pudiese existir sobre la faz de la tierra, no mostraba sus sentimientos con facilidad y los únicos deslices que pudiese tener se relacionaban a pelear con él y también a pelear con sus padres. Estaba cansado de que la mayor parte de sus bienes llegaran sorpresivamente desde arriba y él no pudiese hacer nada para conseguirlos, por eso siempre le estaba pidiendo a Horo el que lo recomendara en 'Fumbari'. Claro que el muchacho de Hokkaido no quería hacerlo porque temía que Len llegara tan indescriptiblemente guapo, como solía hacerlo, y todas las niñas ayeran a sus pies. Además, de que luego lo echaran él y lo dejaran a Tao.
Horo Horo sabía perfectamente que Len jamás se fijaría en algunas de las niñas de la cafetería, porque la mujer que el joven buscaba o esperaba que llegace era distinta a ellas, él jamás se había enamorado realmente. La mayoría de las veces, ellas le buscaban, él las desgustaba - como solía decir - y luego las desechaba. Por supuesto, ellas se conformaban con eso.
*~*~*~*~*~*
Pilika abrió la puerta del dojo e hizo una reverencia, sonrojándose cuando todos los jóvenes que estaban allí se dieron vuelta a verla, levantó bien alto la mirada escuchando algunos murmullos. De pronto, un sujeto se acercó a ella.
- Señorita, ¿En qué puedo ayudarla?
- Pues verá, estoy buscando aprender algo de artes marciales, me gustaría saber si me puedo inscribir en este dojo.
El hombre era de apariencia china, vestía un kimono como los que había visto varias veces en las tiendas, era muy bonito aunque sencillo. Una jovencita que estaba entrenando más allá con ropas chinas también le sonrió y ella le devolvió la mirada.
- Estoy seguro que usted podrá entrenar, mas... ¿está completamente segura? El Kung Fu es un arte marcial bastante dificil, por los movimientos y en lo que a estado físico se refiere.
- Estoy bien segura.
- Su nombre es..
- Pilika.
- Bueno, Pilika le daré su uniforme y puede comenzar en este mismo momento si desea.
Ella asintió y recibió el envoltorio, luego caminó al baño de mujeres. Era raro que en un dojo hubiese baño para damas, aún así se cambió con tranquilidad, adoraba las ropas chinas, era una afinidad superior que la que le tenía a las japonesas.
- "Bien, Pilika, si te duele te la bancas... nada de llorar"
Cuando salió, todos volvieron a verle y hasta algunos se sonrojaron, las ropas se pegaban a su cuerpo bien formado, era muy bonita, sin duda, bastante atractica y sus atributos no pasaron desapercibidos por ninguno de ellos. Sonrió por dentro y se acercó al profesor.
- Antes que nada - dijo este - la manera de llamar profesor en chino se dice Sifu, así que te pido que me llames así para cualquier duda que tengas, incluso para pedir algun permiso, ¿entendido? - ella asintió - Bien, comenzaremos con las patadas y luego le explicaré las posiciones con las que trabajamos.
Callada siguió atenta sus explicaciones y aunque con las posiciones le costó bastante, pues eran bajas al contrario de las disciplinas japonesas, tenía que aguantar los pinchazos dolorosos en sus piernas y resistir lo más posible, quería demostrarse a sí misma que podía ser fuerte.
*~*~*~*~*~*
- Vaya una niña nueva - murmuró una muchachita mirando a la 'nueva' y pateando la bolsa que otro chico le sostenía - creo que luego iré a hablar con ella, no debe pasar los quince años, es bueno tener otra mujer de mi edad.
- ¬¬ ¿puedes callarte? Vas a hacer que nos reten - le dijo el joven que estaba tras la bolsa.
- Ay, hermanito, no seas así conmigo.
- Jun, deja de hablar y continúa.
- Sí, si, así ninguna niña se fijará en ti.
- No me importa.
Él no tenía interés de ver a la nueva, como le decía su hermana, solo quería terminar el entrenamiento del dia con provecho y luego darse un largo baño, para poder continuar con sus estudios, tampoco quería abandonarlos.
- "Que raro que el estúpido de Hoto no haya venido con su hermanita..." - pensó Len Tao sin saber la verdad...
*~*~*~*~*~*
Dos horas después, Pilika salía fresca del baño, ya cambiada con sus ropas normales, despertando, nuevamente, las miradas penetrantes de los jovencitos. Uno se acercó a ella, era alto y sonreía.
- Hola. - dijo él.
- Hola.
- ¿Cómo se llama, señorita?
- Pilika, ¿y usted?
- Lee Bruce Long.
- Bonito nombre - sonrió - ¿Hace mucho que practica esto? - preguntó viendo un cinto azul un poco oscuro atado del lado derecho de la cintura del joven.
- Sí, hace tiempo - susurró mirando a un costado - dígame, Pilika, ¿qué le ha hecho venir aquí?
- ¿No cree que es una pregunta un poco impersonal? No estoy obligada a contestarle eso, así que... con su permiso.
- ¡Espere! Lo siento, señorita, no quise incomodarla, es que una amiga mía quería saber de usted.
- Pues dígale a su amiga que venga ella misma a preguntarme, si me habla bien con gusto le contestaré - sonrió amablemente y se alejó a tomar su bolso y su abrigo colgados junto al resto.
Estaba arreglando sus cosas cuando una muchacha que no le pasaba mucho en altura, vestida aún con las ropas chinas, de cabellos verdes, raros y ojos del mismo color, se acercó a ella, tarareando una canción. Se detuvo frente a ella y finalmente, para la total sorpresa de Pilika, la abrazó.
- Do... ¿qué te pasa? - dijo la peliazulada soltándose.
- Bienvenida - sonrió y Pilika tuvo la obligación de bajar su defensa - Que bueno que practicas, ahora no seré la única mujer.
- Gracias... ehm...
- Jun... Jun Tao.
- Gracias Jun. ¿Cuántos años tienes?
- 17. ¿y tu?
- 16. - Pilika miró a los jóvenes que las miraban ahora, a ambas - ¿Siempre son así?
- Es que no es de costumbre ver a niñas en este dojo, a mí me fue difícil adaptarme, pero estoy segura que lo lograrás.
- Lo haré, no debes preocuparte por eso. ¿Tu eres la amiga de Bruce Long?
- Sí, perdona por el error. No debí mandarlo así, es muy torpe para decir las cosas, ¿Pilika verdad?
- Sí, Pilika. En cuanto a eso ya pasó. - sonrió nuevamente.
A Jun le cayó perfectamente la nueva jovencita, y en ese momento, una lucecita se prendió en su cabeza.
- Ven, te voy a presentar a alguien.
La china se volteó encontrándose con su hermano, él parecía estar en un estado muy extraño, como de exaltación. ¿Qué le sucedería?
- Él es Len Tao, mi hermano mayor...
Y a Pilika... a Pilika se le detuvo el corazón.
------- Fin del primer capítulo------
Sé que no es justo que comience un nuevo fic, teniendo dos fics ya pendientes en esta sección y unos cuantos más en la otra, ¡¡pero es que no me pude contener!! Este fic, tendrá muuuuuucho Pilika/Len, un poco también de Tamao/Horo y de Anna/Yoh. Las parejas no cambiarán a lo largo del fic, así que lo advierto ahora. Espero que les guste. ¿Qué pasará con Pili? Ya verán... habrá muchas sorpresas a lo largo de los capítulos.
UN gran beso
Sumire-chan
Miko no Ai
Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de
