AMAR ES...

Por Sumire-chan

Capitulo VII: "Llegadas inesperadas"

- Len... - susurró muy suave, hasta que comprendió en la situación que se encontraban y se separó de él, poniéndose de pie - te devuelvo tu abrigo, muchas gracias, Len Tao.

- espera, Pilika, tu...

- Si quieres saber cómo sé que trabajas aquí, me lo comentaron hoy. No sabía que eras el amigo de mi hermano, hasta anoche no sabía que le conocías. Veo que no has querido decírmelo. Igualmente, gracias por lo de anoche. Ahora, con tu permiso, tengo que atender unas mesas.

La chica pasó por su lado muy tranquila y se metió en el vestuario de las mujeres, sostuvo el abrigo que la norteña le había dado y lo acarició con dedos trémulos. ¡Si no fuera tan tonto!

- ¿qué te pasa, chino? - preguntó una voz a sus espaldas.

- Ah, nada, Hoto Hoto.

- ¡Ya te dije que no me llames así!

- Horo, ¿porqué no me dijiste que tu hermana trabajaba aquí?

- ¿Qué? - se encogió de hombros - nunca me lo preguntaste. Oye, ¿Y como sabes tu eso?

- Ella misma me lo dijo.

- Bueno, no es algo que te afecte mucho, ¿o si?

- ¡Claro que no! - soltó Len saliendo definitivamente de Fumbari y dirigiéndose hacia la motocicleta, tenía pedidos que hacer. Recibió unos paquetes que el muchacho llevaba y se marchó a toda velocidad.

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¡¿Porqué tenía que ser todo tan complicado?! Tamao ocultó su rostro cuando Horo pasó a su lado, se volteó y deseó que él no entrara a la cocina. Ya que había dicho muchas mentiras ese día, primero a Pilika, luego a algunos profesores, ahora a Hao. Este estaba a cargo de la cafetería pero también era un buen amigo y quería ayudarle.

- Tamao, mira te noto algo rara, cada vez que me acerco me esquivas, ¿qué te pasa?

Hoy, Tamamura no tenía suerte, le escondió la cara a Horo mientras seguía cocinando.

- No me pasa nada, estoy bien, ¿qué te hace pensar eso?

- No sé, estás rara. Acaso, fue lo de anoche, ¿Estás arrepentida?

- ¡No!

Error. Gran error. Tamao volvió la vista hacia el muchacho y se le quedó mirando directo a los ojos, él ensanchó desmensuradamente sus órbitas azules, y su boca se abrió, pero nada salió de ella. Se acercó temeroso al rostro de su chica, tocando suavemente cada golpe, ella se encogió un poco.

- Santo Dios, ¿Q-Qué te sucedió?

- ¡Un auto! - se apresuró a contestar - ya sé que soy torpe, pero iba tan concentrada que no lo ví.

- Me estás mintiendo.

Ella tragó saliva muy pesadamente.

- ¿Qué?

- Te conozco más que nadie y sé muy bien que estás mintiendo, te pones nerviosa, tu rostro se tensa, no eres la Tamao normal, ¿qué pasa? ¿Qué fue lo que pasó? Acaso... algún muchacho...

- ¡No, no, no! - bajó la vista avergonzada - de acuerdo, esta noche, luego del show de Tsuki, te contaré cómo sucedieron las cosas.

- Me parece bien. ¿Te gustaría tomar un helado conmigo?

Ella sonrió abrazándose al cuello del joven de cabellos azules y dejó que él aspirara su aroma femenino, rozando la cabellera rosada de la muchacha, se sentían tocando cielos. Tamao suspiró, sintiendo como Horo besaba sus labios.

- Nunca me mientas, Tamao, no me mientas... por favor, no lo hagas - dijo él en tono de súplica.

- Y tu, Horo, jamás me dejes..

- No lo haré, lo prometo.

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Y él que pensaba que se había enamorado dos veces. Ya descubierto el extraño engaño, se sentía increíblemente bien saber que sólo estaba enamorado de una misma mujer, de ojos azulados como el mismísimo mar, que brillaba de la misma forma que aquel lo hacía cada vez que el sol penetraba en sus aguas, de cuerpo pequeño y quizás inocente, de una ternura especial, de cabellos azulados, inquietos. Sus formas, toda ella hacía que sus sentidos se volvieran incontrolables. ¡pero ella le odiaba! Por mentirle, por no decirle "mi nombre es Len tao". Horrible destino, miles de veces una mujer caía por decirle su nombe, y a veces ni siquiera tenía que hacerlo.

- ¡¡Soy un maldito!! - se dijo aumentando la velocidad de su motocicleta.

Tras él venía un automóvil a su misma velocidad, quizás a más, venían dos jóvenes gritando y charlando bien alto, la música estrellaba contra sus oídos, le impedía pensar. De pronto, el vehículo comenzó a cerrarse...

La puerta de Fumbari se abrió par en par y un remolino de cabellos ¡plateados! entró, precipitándose contra Pilika que miraba absorta con bandeja bajo su brazo.

- ¡¡Pilika!! ¡¡Cuánto te he extrañdo!!

- ¡¿Jeanne?! ¡Dios, has cambiado mucho!

- ¡Tu también!

- ¿Qué es todo este alboroto? - preguntó una voz a sus espaldas.

La recién llegada levantó el rostro para ver al dueño de esa masculina voz. Era él. diablos, había cambiado mucho, pero seguía siendo casi idéntico a Yoh. Sus ojos marrones incrustados en ese rostro valeroso, ese pecho fuerte y la altura que le complementaban a su carácter de hombre fuerte.

- oh eres tu - murmuró Hao - ¿Qué haces aquí?

- ¡He vuelto!

- Jo, pensé que cuando te fuiste musitando que jamás volverías a este "patético" país hablabas en serio. Estuvo por creerlo, pensé que no extrañarías a tu familia.

- ¡¿Desde cuanto tu piensas?!

- ¡Desde que tu dijiste que ibas a modelar! Y desde que las vacas vuelan.

- ¡Pero Hao! Si jamás lo hiciste. Yo al menos, tengo con qué hacer lo mío. ¿y tu?

- Obviamente también, niña. Ahora, toma una charola y haz algo por tu vida.

Hao se metió en la cocina y segundos más tarde salió Horo con una charola sobre su cabeza, quejándose.

- no puedo tener privacidad. ¡oh pero si era cierto! Eres tu...

- ¡¿Cómo estás, Hoto-Hoto?!

- ¡¡Callate, niña de metal!!

- ¿¿A quién le dices así??

- ¡¡A ti, obviamente!!

- ¿Obviamente? Pero ¡qué ha pasado en mi ausencia? Ahora hasta el chico-maceta piensa... ¡¡el mundo se viene abajo!!

- ¡¡Cierra tu boca de serpiente!

Pilika se alejó de la bola de brazos y piernas, tierra, charolas y mesas, con una gran sonrisa alegre. Ahora que Jeanne había vuelto las cosas se pondrían más divertidas, su amiga adoraba pelear a Horo y a Hao. Y ambos, por supuesto, le seguían el juego con emoción. Se encontró con una respiración al lado suyo.

- Vaya, hacia mucho que no veía este tipo de peleas - comentó Liserg con una tenue sonrisa.

- ¡Liserg! Uf, no me asustes - los dos sonrieron - Necesito pedirte un favor.

- Puedes contar conmigo, querida Pilika.

Ella se sonrojó un poco pero inmediatamente continuó, ante esa mirada electrizante del inglés.

- Necesito un nuevo instructor de patín y me gustaría mucho que fueras tu.

- pero yo...

- Sí, sé que hace mucho que no patinas. ¡Pero de verdad necesito seguir entrenando! Las eliminatorias nacionales no tardan en comenzar y yo quiero prepararme, ha sido mi sueño siempre. Por favor, Liserg, no me digas que no.

- mmm... de acuerdo, Pilika. Te ayudaré.

- ¡¡Oh muchas gracias!!

Feliz, extremadamente alegre ella se colgó del cuello del muchacho de ojos verdes, mientras le abrazaba. Él sonrió muy tenue abrazándola también. A veces, los momentos son tan mágicos que el tiempo se detiene, para Liserg ese era una de las contadas ocasiones en que se sentía realmente feliz. Pero, para su mala suerte, no duró mucho.

- ¡Escúchame tu té verde! ¡¿Qué demonios haces abrazando a mi hermanita?!

- ¡Horo!

- Yo... este... yo... Hoto... digo... Horo... yo...

- ¡¡Callate callate callate!! ¡¡No te acerques a mi hermana, tu... inglés!!

- Ugh, que elocuente Hoto.

- ¡Tu cierra la boca, víbora!

- Lo siento, Pilika, no pense.. tu hermano...

- Ya, Liserg, tranquilo - sonrió ampliamente la norteña posando una mano en el hombro del inglés. - Horo es un tonto, él se pone así por cualquier cosa.

- ¡¿Cualquier cosa?!

- ¡Pero Pilika, no me habías contado nada! ¿desde cuando estás con verdecito? ¡En tu última carta me dijiste que te gustaba un ch...!

- ¡¡Cieeerra la bocaa!! - musitó rápidamente agarrando a la chica de la boca y afixiándola consecuentemente, mientras peleaba con Horo muy enojado. Hao intervenía nuevamente en la pelea, y trataba, por primera vez, de quitar el brazo de Pilika de la nariz de Jeanne, y esta le pateaba porque no necesitaba su ayuda. Liserg, por detrás se disculpaba.

Tamao entró en la escena, vista por los clientes, y se excusó con ellos tratando de calmar a sus amigos. ¡Qué fastidio!

Ryu, uno de los meseros y amigos más queridos de Yoh Asakura, entró corriendo y se acercó a Tamao, moviendo los brazos y gritando, porque no le dejaban escuchar. Ella abrió la boca grande, se asustó y se puso muy pálida. Comenzó a llamarles, pero ellos... seguían discuentiendo.

Gruesa gota de sudor cayó por sus frentes.

- ¿nerviosa? - preguntó Yoh.

- No, vamos Yoh.

Ambos corrieron el shogi y entraron en el cuarto, sentándose en sus respectivos cojines frente al padre y la madre de Yoh. Los padres de Anna habían muerto hacia un buen tiempo y eran estos, ahora,quienes se ocupaban de la realización de la ceremonia.

Yoh tomó la mano de Anna y la apretó suavemente, con delicadeza. El tatami se sentía frío, raro. Los nervios recorrían ambos cuerpos.

- Hemos tomado una resolución por los dos. Pues ya tienen 24 años, y aunque sería ya conveniente que el matrimonio estuviese realizado y por su propia disposición, creímos que sería conveniente de que nos ocupemos. Sabemos que aún continúan sus estudios. Y no vamos a impedirles seguir con ellos. Especialmente a ti Anna, quien debería dejarlos y ocuparse de la casa.

Ella les miró con expresión fria.

- El matrimonio se realizará. Si ustedes no ponen ningún tipo de objección.

Se miraron. Y ella se perdió en sus hermosos ojos marrones, llenos de confianza y seguridad. Una seguridad que había tenido desde muy niño, se lleno de ella y sonrió muy tenue, de manera que sólo él pudiese notarlo. Pues Yoh estaba demasiado inmerso en Anna, sentía su corazón latir junto al suyo, su mano muy cálida bajo la propia. La humedad de sus labios frente a él. Sonrió también.

- Por supuesto que no, padre. Los dos estamos de acuerdo con que la unión se lleve a cabo - habló Yoh por tradición con una seriedad que no parecía de él.

- Bien. Entonces, se casarán. Hemos tomado otra decisión, que creo va a favorecerles mucho. - miró a su mujer.

- Yoh, hijo, yo sé que no te gustan las ceremonales al estilo tradicional. Me imagino que Anna es así como tu y ambos querrán tener un casamiento a su gusto. Por eso, tanto tu padre como yo, como los padres de Anna una vez, decidimos que llegado el momento les daríamos la oportunidad de arreglar las cosas ustedes mismos.

- ¿Quieres decir que podríamos casarnos de la manera occidental? - su madre asintió con una sonrisita - eso me parece bien. ¿anna?

- A mí también.

Yoh sonrió, ya una vez ella le había dicho: no me importa la ceremonia, yo sólo quiero estar contigo. Eso era... era maravilloso!!

- ¡¡YA CALLENSE!!

Todos se quedaron en silencio, Pilika soltó el brazo y Jeanne cayó al suelo mientras Hao le sostenía una pierna, Liserg le agarraba una mano y Horo tiraba del cuello de Pilika con brusquedad, esta detuvo su puño frente al rostro de su hermano.

- Len Tao tuvo un accidente, está en el hospital.

Pilika ensachó los ojos, por segunda vez en el día....

Fin del 7mo capítulo

Jejeje, fue un capitulo gracioso, pero mas que nada de transición pues quería hacer aparecer a Jeanne, y que Len sufriera el accidente, jejeje. ¿Qué pasará ahora? Bueno, lo veremos dentro de poco...

Ahora, a mis hermosos reviews:

c-erika: bueno, si son muchos conflictos, agreguemos a eso el patin, que Liserg esté tras Pilika, que Hao también, bueno, pero ahora apareció Jeanne a complicar todo, y Len está en el hospital. Y Ryu también llegó... XD O.o Muchas cosas más, jajajaja. .

Maru Kazegami N. De Taoku: mi oneechan, no llores, jajaja. Sí, había pensado en esa idea, igualmente lo puse en este cap. pero lo que tu propones será hasta más adelante. Y ocasionará más de unos celos, jaja. Por ahora Len está en el hospital, habrá que ver que pasa. Besos.

Sammyasakura: bueno, Ka-chan, me alegro que te guste el fic, la parte psicológica la puse porque estoy estudiando eso, y porque me quedó durante las vacaciones, jejeje. Nos vemos.

Tigresita: lo del problema con el padre de Tamao, es que quise explicar que en realidad existen personas así... y es lamentable que la mayoría de esos niños no tienen manera de revertir las cosas. Actualmente, la sociedad casi ni se preocupa por niños golpeados y aunque lo nieguen hay millones de formas para ayudar a esos niñitos. Siempre es bueno expresar las cosas, jeje.

Bueno, mis amigos, eso es todo. ¿qué más puedo comentarles? Si... que volví al cole, y ya estoy muy atareada. Hoy es domingo y estoy reunida con mi familia, subo este cap porque tengo que ir al cyber a buscar información para un trabajo de Gestión de lar organizaciones II. Les explico que la especialización de mi colegio es en Gestión y administración de empresas. Por lo que tengo este tipo de materias y también contabilidad. Ufs... pero me gusta, jeje.

No tengo mucho más para decir, sólo que tendría que estar estudiando inglés, nos vemos....

Bye bye

Suu-chan

Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de