AMAR ES...

Por Sumire-chan

Capitulo XIV: "Cuando las cosas se motivan"

Las personas se congregaron en un bonito templo al muy estilo japonés pero ella vistió un traje de novia hermoso que resaltaba todos los atributos de la dama al estilo occidental. Yoh se veía lindo, muy guapo, con el cabello en puntas y el traje negro que le lucía perfecto. Aunque estaba nervioso y cada dos por tres metía un dedo entre su cuello y la camisa, evidentemente acalorado. De hecho, no hacia calor era un clima perfecto, pero él se asfixiaba.

Después todo el mundo se trasladó a un saloncito; ellos llegaron poco después, sonriente, especialmente Yoh que veía a Anna reír sin pretenciones.

- Al fin estos dos ya se casaron – murmuró Hao para los que estaban cercado suyo – tienen mucha tensión sexual oprimida, en especial Anna, a ver si ahora comienza a ser menos gruñona.

- Si te escucha te matará...

- Oh, vamos, cariño, no lo hará, quizás me torture por unas horas, pero ahora soy su cuñado. No puede matarme, Yoh se pondrá triste... creo.

Su acompañante rió y él la tomó por sorpresa besándola. Se sentía tan rico, presionó sus manos contra la estrecha cintura ahora un poco más rellenita, pero perfecta. Y sintió como unas manos le atraían por el cuello, profundizando el beso. La electricidad recorría sus cuerpos y se volvía escalofríos, placentero y mortal. Un beso que terminó en un simple roce.

- te amo – murmuró Jeanne cuando él le acariciaba los plateados y ahora cortos cabellos.

- yo también preciosa.

- Vaya, par de tórtolos que bien lo escondían – dijo una voz y la figura de Pilika apareció tras una columna. Allá atrás, comenzaban a bailar después de una tranquila y muy deliciosa cena supervisada por Tamao, que no había dejado a Anna contratar a alguien más que organizase eso.

Jeanne se internó en los ojos de Pilika y sonrió ampliamente.

- Muchas gracias.

- No se dice eso. Somos familia todos. Da igual, porque siempre vamos a estar agradecidos los unos con los otros. Los quiero mucho a ambos – dijo abrazándolos. Jeanne la miró enrarecida.

- ¿Pasa algo?

- ¡nada! Voy a bailar.

Pilika se veía muy bonita esa noche, llevaba un vestido rojo con aberturas adelante y atrás. Despampanante con muchos lazos que se estrechaban en la espalda y una abertura en su vientre liso que dejaba ver su pequeño tatuaje. Escote pronunciado, curvas y piernas firmes. Una combinación fatal.

Alguien muy especial contra una columna la había observado toda la noche pero para su desgracia todos los hombres de la fiesta también y Liserg Diethel fue el primero en acercarse y sacarla a bailar, lindo, en su traje y camisa verde, sonrisa amable y dulce.

Una chica se le acercó y le invitó a la pista, la siguió por amabilidad pero no le prestó mucha atención, aunque parecía un poco ebria y le hacía caras raras que él no notaba por mirar a Pilika. Cuando la chica se abalanzó y trató de besarle, Len Tao notó lo borracha que estaba y entonces Pilika también volteó a verle. Él sostenía las manos de la muchacha frunciendo el ceño mientras las amigas corrían a evitar que hiciera más el ridículo. Se pasó una mano por el pelo y les dio las gracias sinceramente y las chicas contuvieron el aliento. Se veía tan guapo... el cabello violáceo, desordenado, la camisa entreabierta, los ojos dorados y ardientes.

Len recorrió el salón con los ojos, y finalmente clavó sus ojos en ella. Fue un choque de dos corrientes de agua, un terremoto y un huracán a la vez. Las piernas de Pilika temblaron y le sugirió al inglés ir a beber algo fresco. Algo que no tuviera alcohol o acabaría como aquella chica, en los brazos de Len, claro.

Por su parte, el chino volvió a apoyarse en la columna resignado, o ella salía con el inglecito o había hecho el tonto con esa escena de celos en el hospital y ahora le odiaba; o estaba la factible opción 3: ambos eran unos tontos y ninguno quería dar el primer paso.

Mientras Pilika recuperaba su autocontrol y conversaba animadamente con Liserg.

- tengo una nueva oportunidad – comentó él- salieron unas becas al exterior, tengo una a francia y me parece interesante. Ya acepté.

- pero...

- Son cuatro años de capacitación... Si tu quieres... Entonces yo podría acompañarte a tu viaje. Así no irías sola y yo te ayudaría con francés.

- pero tu eres Ingles.

Liserg rió.

- Tomo clases desde hae tiempo. No soy el mejor y tengo algún problema con los verbos pero se me da bien.

- Yo...

- Sólo piénsalo. No me contestes ahora que no tiene ningún sentido.

- Está bien. ¿Vamos a bailar? – él volvió a reír. Pilika no era chica que se hiciera demasiado problemas por las cosas repentinas.

Yoh y Anna bailaban románticamente envueltos en una nube entre la multitud de invitados, ella tenía el cabello un poco empapado y él se había quitado la corbata y la camisa lucía entreabierta.

- sabes que te amo¿no Annita? – dijo el joven gemelo suavemente en su oído.

- ¿sabes que yo también? Pero aún así no te dejaré que me llames así, ni siquiera hoy.

- ¿Ni siquiera esta noche?

Oh esa cara... Odiaba cuando Yoh hacía esa cara de niño bueno y le miraba con sus bellos ojos marrones llenos de felicidad y de amor. Se lo pensó mejor. Esa noche sólo querría estar entre sus brazos, no importaba como quisiese llamarla. Le sonrió tímida.

- De acuerdo, esta noche sí.

- ¡Eres genial cariño!

- Yoh...

- ¿Si Anna?

- Nada de cariño, Yoh.

- Jijiji, claro Annita.

Era tan linda la imagen de ellos dos juntos... No se sentía excepcionalmente felices por estar casados, llevaban casi toda una vida juntos. Eran sumamente felices por amarse tanto y lograr superar las pruebas preparadas para ellos; aún le quedaban muchas más, peor el amor es así y no hay quién diga que no se fortalece superando obstáculos y apretando fuertemente la mano del compañero. Esa es la esencia.

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Semana después de todo, llegó la graduación de Pilika y Tamao; ambas se veían radiantas y felices. Irían a la universidad y sus calificaciones eran muy buenas. Especialmente Tamao; Pilika continuaba siendo muy despistada (exactamente como Horo Horo) y charlatana, además no se le daba bien la historia contemporánea donde se quedaba dormida ni las lenguas modernas. Muchas veces saltaba esas clases y su amiga debía ayudarla con los apuntes.

La pelirrosada optaría por una academia de gastronomía como becada y Pilika iría a estudiar Biología marina a la universidad de la ciudad. Después de todo, sus calificaciones eran buenas pero no alcanzaban una beca, al igual que sus ingresos.

Aquella noche de la ceremonia, Pilika volvió a meterse en la piel de Tsuki y se subió al escenario de Fumbari.

Como muchos ella sentía la música en la piel y es que cantar es mucho más que sencillamente eso. Desde su puesto miró a sus amigos a la par que su voz llegaba a su a propio corazón. Tamao, la miraba con esa sonrisa de orgullo tan de ella, iba a ser siempre su mejor amiga, tan frágil y buena que parecía romperse fácilmente y que alguna veces le hacía pensar que era de otro mundo. Su hermano era muy afortunado porque Tamao estaba hecha para él.

Horo jamás cambiaría y quizás volvería a ser un tonto sobreprotector y celoso peor los lazos entre hermanos son más fuertes que el acero y mas valiosos que todo el oro del mundo.

Sintió su cuerpo hervir y la música lleno cada rincón de su vida, acompañando al amor de sus seres queridos y al orgullo por sus logros.

- "Solo falta algo" – pensó sin mostrar su real pena. Hizo una reverencia y bajó del escenario escuchando las felicitaciones del público.

Un muchacho medianamente joven que llevaba un elegante gabardina y una sortija de compromiso se acercó a ella sonriendo. Era guapo pero no más que eso. Aunque muchas chicas del bar le miraron como quisieran comerle.

- Soujiro Hirakizawa – se presentó tendiéndole la mano – productoras Ottawa y cía.

- Usted... – susurró ella con voz dulce.

- La otra noche, un compañero vino a escucharle cantar y hoy me ha tocado a mí. Queremos trabajar contigo, Pilika Usui. Claro, si te parece buena la oportunidad.

- ¿Cómo supo de mí?

El joven sonrió más.

- Un amigo, compañero de Universidad de mi prometida me comentó de una amiga que era justo lo que buscábamos y nos pasó su nombre y la dirección del bar. Bueno, no se equivocó eres lo que buscamos.

- ¿Y que estudia su prometida? – preguntó ella cuando él se marchaba. Apretó la tarjeta del sujeto en sus manos y le tembló el labios. – ella estudia...

- Buenas noches, Pilika.

¡Len! Era más que obvio, estaba claro para ella. Lo vio parado junto a la barra conversando con Tamao que estaba a cargo. Sus miradas se cruzaron por unos segundos hasta que él se metió en la parte de atrás. Pilika simplemente... sonrió.

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El casamiento de Anna e Yoh motivó a las personas a amarse, casarse y procrear. Las noticias comenzaron a caer como moscas en la miel y todo se lleno de gritos, risas y preparativos...

Fin del capítulo

Ya se que me estoy haciendo desear bastante con estos caps, pero es que el fic se está terminando y estoy muy contenta de que a todos les haya gustado a pesar de las tardanzas. Muy pronto se acercan los últimos capítulos que estoy tratando de distribuir por eso este me ha salido un tanto pequeñito.

Ante todo, esperosus reviews, criticas y demases que prometo contestar via mail o via reply dependiendode que tipo de usuario sean. Les prometo, siempre contesto.Mis besos y mis cariños especialmente a los que me dejan reviews todos los caps. Prometo al final extenderme en agradacerles a estos/as maravillosos/as amigos/as.

Los adoro, gracias por todo su apoyo y sus constantes ánimos.

Me voy. Besos a todos. Y nuevamente gracias.

Por siempre metida en todo.

Sumire-chan