: Looking you :
Observarlo.
Eso has hecho desde que lo conociste hace un par de años ya.
Y te gusta observarlo.
No puedes negarte que es una de las criaturas más bellas que has visto jamás.
Y te intriga.
Cómo puede sumarse en un sólo ser tal belleza, está más allá de tu razonada comprensión. Muchas veces has analizado qué es lo que te hace observarlo tanto.
Sí, te gusta la forma en que se mueve su cabello trenzado cuando camina, te gusta la palidez ambarina de su piel y la textura que tiene; te gustan sus ojos rasgados y el dorado único de su color, te gusta su voz suave mas siempre segura, te gustan sus labios rosados al sonreír… pero sobre todo, te gusta el cómodo y pacífico silencio que trae consigo cuando está a tu lado. Porque si presencia junto a ti, nunca exige nada a cambio.
Quien diría que has notado todos estos detalles cuando siempre aparentas estar sumido en tus propios pensamientos, cuando no escapa nada más que un gruñido de tu boca para contestar, cuando tu mirada recia advierte el no atreverse a importunarte.
Risible, no lo crees Kai.
¿Qué crees que diría el pequeño chino de saberse siempre vigilado? ¿Qué crees que haría si supiera que ahora tu mano cual experimentada ladrona le roba una caricia a su mejilla? Ya ni siquiera recuerdas cuándo empezaste tu furtiva adicción a tocarlo cuando duerme, pero sabes bien que no puedes pasar más de un día sin hacerlo de nuevo, no importa cuanto te digas que no lo harás.
¡Oh no! ¡Se despertó! Se mueve un poco y sus ojos están parpadeando somnolientos, pero en definitiva los abrió. ¿Qué harás ahora Kai? ¿Cómo le explicarás tus dedos enredados en sus mechones y tu cuerpo tan cerca de él?
¿Por qué te calmas? Oh sí… te ha visto y te ha sonreído. Eso también te intriga, su capacidad para contenerte con ese solo gesto suyo.
-Me quedé dormido – susurra con infantil timidez. Tú sólo asientes como respuesta y lentamente retiras tus dedos de su negro cabello. Hoy estás más atrevido Kai, has dejado que las puntas se deslicen suavemente otra vez por su mejilla. Siempre quisiste saber qué sentirías de tocarlo así cuando él estuviera despierto.
Te gustó.
Te hizo sentir extrañamente emocionado el mirar sus doradas pupilas brillando desconcertadas pero complacidas por tu acción. El temblor que percibiste bajo tus dedos y el perezoso parpadeo que tus acciones causaron en él, no son nada despreciables tampoco. Esa visión fue extremadamente sensual para tu gusto.
-Es tarde. Sube a dormir en la habitación.
Tu voz sonó tan controlada como siempre, pero yo sé que te costó muchísimo el reunir tal sonido y ejecutarlo a la perfección. Sobre todo cuando sus ojos no han dejado de mirarte llenos de una indescifrable emoción.
El no responde, sólo te observa y no puedes evitar preguntarte qué es lo que mirará en ti. Tampoco puedes negar que deseas que piense lo mismo que tu cuando lo haces. Sonríe una vez más y en un grácil movimiento asiente con la cabeza, para entonces levantarse del sofá donde originalmente ambos verían una película. Te da las buenas noches y se retira, no sin antes dedicarte una última mirada.
Lo ves desaparecer por la puerta y escuchas atento el sonido de sus pasos hasta que dejan de hacer ruido. Quisieras correr tras de él, no es cierto. No sabes por qué, no lo entiendes y aunque lo niegues, cuando subas también y entres al cuarto que comparten, te asegurarás de que duerma de nuevo, antes de volver a dedicar tu noche a preguntarte qué es lo que Rei tiene que simplemente no puedes apartar tus ojos de él.
Simplemente te gusta observarlo.
: F i n :
Looking You es parte del proyecto Love Chronicles
