Hello chicas! Aquí les traigo el cuarto capitulo. Espero que lo disfruten! Me trade mucho. Pero ahora tengo otra historia de que hacerme acargo y he dejado esta un poco abandonada.

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Capitulo 4:We meet again.

Han pasado tres días en el palacio. Según Aya, ese era su lugar, independientemente de donde ella higa venido.

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Flash back:

Se encontraban en la biblioteca. Aya la había llamado allí, para que pudieran aclara sus dudas.

Aya, quiero que sepas que yo no soy la princesa Sumire. Mi nombre es Kagome y vengo del futuro.- empezó Kagome la conversación. Aya ya había escuchado a Kagome decir la misma cosa varias veces desde que había llegado allí.

OK, digamos que es como tu dice. Entonces me quieres explicar como fue que viajaste por el tiempo hasta esta época?- si Kagome decía la verdad entonces no seria problema alguno el contestar la pregunta.

Eso que lo que no se Aya, lo estado tratando de averiguar desde que llegue aquí. Mira, vengo de un mundo totalmente diferente a este. Donde la gente anda en carros, lo niños asisten a la escuela y la mayoría de los trabajos son hecho en computadora.- era difícil tener que explicar algo a una persona que no tenia ni la mas mínima idea de lo que ella estaba hablando. Para el colmo de los colmos, no traía nada con lo que pudiera demostrar que lo que ella decía era cierto. Cuando desapareció de la casa de su abuela ella traía puesto uno de los trajes antiguos que había encontrado en el guarda ropas de su abuela. Su ropa moderna se había que dado en esa habitación y la que traía puesta concordaba muy bien con la época.

Trato de entender, pero todo lo que dices es muy extraño, como para ser real.

Bueno, no es real ahora, por que todavía faltan muchos años para que cosas, como las que ya te mencione, sean construidas o encontradas.

Si no eres de esta época, podrías explicarme tu vestimenta y tu gran parecido con la princesa Sumire.

Bueno, creo poder hacerlo. Veras, mis ropas son así por que antes de llegar aquí me encontraba en la casa de mi abuela. Ella tenía un montón de trajes como estés. Me estaba midiendo uno. Y cuando menos lo pensé ya me encontraba aquí. Mi parecido con la princesa es por que según por lo que tu me as dicho la reina de esta villa se llamaba Kaede. El cual concuerda con el nombre de mi abuela. La verdad nunca conocí a mi madre, pero si me acuerdo bien, creo haber oído a mi abuela mencionado el nombre de mi madre y si la memoria no me falla el nombre de ella era Sumire.

Entonces, lo que me quieres decir es que tú no eres la princesa Sumire, si no tu madre.

Exacto. Ahora entiendes el por que yo no soy quien tu dices que...- Kagome fue cortaba a mitad de oración por Aya, quien al parecer no le estaba prestando atención a Kagome en lo absoluto.

Pero, si la princesa es tu madre. Entonces como le vamos hacer para poner esta villa a salvo! Este es el fin. OH Kami por que nos haces esto.

Espera, Aya de que estas hablando? que hay de malo con que yo no sea la princesa. Salvar la villa? Que hay de malo con la villa?- Kagome quedo un poco confundida con todo le que Aya decía. Aya estaba tan histérica que caminaba por el salón de un lado al otro. Mientras susurraba cosas in entendibles para Kagome.

Aya, que pasa. Por favor dime.- dijo Kagome al mismo tiempo que tomaba a Aya por las manos y la ayudaba a sentarse en un de los asientos.

Desde que la reina Kaede.., quiero decir, desde que tu abuela se fue de esta villa junto con tu madre las cosas en el reino han empeorado. Tu tío Naraku se apodero de Konane. Asido como una pesadilla para todos nosotros. Su tío se cree el rey de Konane. Y como la reina Kaede se fue sin dejar sucesores, el trono a quedado vació Durante todos estos años. La única esperanza que teníamos era si la princesa Sumire aparecía y reclamaba el trono, pero ahora que sabemos que la princesa es tu madre y que usted ni si quiera la conoce. Las esperanzas que teníamos se nos han acabado.

Pero aun tienen esperanzas de encontrar a mi madre.- dijo Kagome tratando de animar a Aya. Ella sabia que su madre lo mas probable estuviera muerta y si estuviese viva, se encontraría en la otra época.

No hay remedio. Su tío Naraku estará de vuelta en tres días y dos noches. Para la siguiente luna llena, el será nombrado rey de Konane. Ya que es el único pariente más cercano, pero si eso pasa este reino no volverá a ver la luz del sol brillar nunca más. Su tío, a pesar de que el no es el rey de Konane ha hecho cosas terribles. Imagínese si el logra tomar el control completo sobre el reino. Si tan solo hubiera un descendiente directo de la reina Kaede- dijo Aya con angustia en su voz. Aya casi lloraba mientras le contaba la historia a Kagome. Kagome solo escuchaba lo que Aya le contaba. No sabía que decir, además que podría hacer ella para ayudar. Nada, a decir verdad. Ella era solo una huérfana que venia de una época totalmente diferente a esta.

Espera! Aun queda una esperanza.- dijo Aya levantándose del asiento de repente, haciendo que Kagome se sobre saltara.

Si hay un descendiente directo. Tu miss Kagome. Usted es la hija de la princesa Sumire. Y si nosotros casi la confundimos por ella de seguro que su tío también lo hará.- decía Aya exaltada como si lo mas maravilloso de mundo acaba de ocurrir.

De que hablas? Pregunto Kagome.

Tú podrías ser la siguiente reina de Konane. Solo tienes que reclamar en trono. Así tu tío no podrá hacer nada, ya que tú si eres descendiente directa.- Kagome estaba perpleja. Había escuchado bien? Aya quería que ella fuera la futura reina de Konane!

End flash back:

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Se la había pasado durante todo ese tiempo pensando en lo que haría. No faltaba poco para que su "tío" Naraku llegara al palacio. Aya le había suplicado, que por favor aceptara. A Kagome no le quedaba de otra y acepto. Si no lo hacia se sentiría culpable por el resto de su vida. Según Aya se trataba de vida o muerte y que su decisión era lo que haría la diferencia. Aun ella no podía creer que su madre y su abuela pertenecieran a la realeza y mucho menos que fueran parte de la realeza de la era feudal. Aun seguía un poco confundida, por que muchas de las dudas que tenia no se habían resuelto aun. Como el como había llegado ella ahí.

Kagome fue extraída de sus pensamiento por lo ruidos que provenían desde afuera de su habitación. Salio de ella para investigar que era lo que pasaba. Abrió la puerta y lo único que vio era un montón de gente corriendo de arriba y para abajo por todos los pasillos. Kagome se acerco a uno de los sirvientes que se encontraba corriendo al igual que el resto del personal.

Espere, me podría decir que esta pasando?- pregunto Kagome al sirviente.

Que acaso no lo sabe princesa, el Conde Naraku acaba de llegar al palacio.- dijo el sirviente mientras le dirigía una Mirada de miedo a Kagome.

Princesa Sumire!- Kagome miro a su alrededor en busca de quien la estaba llamando. En seguida vio a Aya del otro lado del pasillo hacienda señas para que la viera.

Venga conmigo princesa. Su tío esta devuelta de su viaje y usted debe estar allí para recibirlo.- Kagome seguía de cerca a Aya mientras ella le explicaba que tenia que hacer cuando estuviera frente a frente con su tío Naraku. Bajaron por uno de los pasillos y aparecieron frente a la escalinata principal. Bajaron las escaleras lentamente. Al final de la escalera había varios hombres parados esperando por ellas. Kagome cada vez estaba más nerviosa. Había escuchado historias sobre su tío y ninguna de ellas era Buena. Todas hablaban de lo malo que el era y las cosas malas que le hizo al reino después de la huida de su abuela. Llegaron al final de la escalinata. Un hombre de pelo largo Negro, de piel pálida y rasgos finos se acerco a ellas.

El hombre se acerco primero a Aya y beso su mano. Para luego tornarse hacia Kagome. Tomo su mano y coloco un pequeño beso en ella. Kagome noto como el hombre se le quedo mirando aun después de de a ver terminado el beso en su mano. Sus ojos era estrechos y habían un brillo en ellos que hacían que los pelitos de Kagome se erizaran.

Bien bienvenido Conde Naraku- dijo Aya si quitar la vista de Naraku. Ni siquiera cuando este se encontraba saludando a Kagome. (Púese a Naraku como un conde, aunque eso a el no le queda, pero ni modo no tenia otra opción).

Que gusto verla me lady Aya.- dijo Naraku, quitando la mirada de Kagome, para dirigirla a donde se encontraba Aya.

Que lastima que yo no piense lo mismo Conde Naraku.- dijo Aya con tono desafiante.

Tan amistosa como siempre miss Aya. Y dígame quien esta bella huésped que tenemos aquí.

OH, perdone me imprudencia. Permítame presentarle a la princesa Sumire.- Aya dijo esto con una esplenda sonrisa en su rostro. Naraku por otro lado no podía creer lo que estaba escuchando. Acaso Aya le estaba jugando una broma o algún tipo de venganza.

Perdóneme?- fue lo único que dejo Naraku escapar de sus labios. Tratando de no sonar sorprendido.

Como esta Conde Naraku. Acaso no se acuerda usted de mi?- dijo Kagome esta vez tratando ella de sonar lo mas familiarizada que puedo. Había estado practicando con Aya por días, el como debía comer, hablar, sentarse y un infinito numero de cosas. También habían practicado como ella se debería de dirigir hacia Naraku.

Por supuesto que si mi princesa, es solo que nunca pensé que la volviéramos a ver, pero veo que gracias a Kami no fue así. Ahora si me disculpan debo subir a mi recamara.- Naraku le hizo una seña los guardias para que llevaran sus accesorios a su cuarto. Se acerco a Kagome y Aya. Agaro sus manos una vez mas y poso un pequeño beso, como lo había hecho antes. Mientras decía:

Lady Aya, princesa. Nos vemos en la cena.- dicho esto Naraku se retiro. Aya espero que su silueta se despareciera totalmente de su vista antes de quitarse el guante que traía puesto y tirarlo al piso.

Luego miro a Kagome quien la miraba confundida al no saber que era lo que Aya estaba haciendo.

Tu también Kagome, quítate ese guante, el cual ahora tiene los gérmenes de esa culebra venenosa.- Kagome hizo lo que Aya le dijo. Se quito el guante y lo arrojó al piso. Lo miro por un tiempo, pensando "que desperdicio de ropa". Kagome no entendía por que la gente decía que Naraku era malo. Lo acababa de conocer y ella lo encontró completamente de lo normal. Excepto por la miraba que ese hombre llevaba. Había algo en ella que no le gustaba del todo.

No te preocupes tenemos cientos de eso. Precisamente para este tipo de acontecimientos.- dijo Aya al notar la como Kagome miraba el guante.

Aya, no entiendo por que dices que Conde Naraku es malo. Es decir lo acabo de conocer y no se veía como me lo había descrito.- pregunto Kagome tratando de no sonar desafiante.

Tu misma lo acabas de decir. Lo acabas de conocer. Estoy segura que te iras dando cuanta de cómo es el con el paso del tiempo. El puede parecer un hombre pasivo y con un carácter estricto tal vez, pero muy adentro de el aguarda un hombre ambicioso y malévolo.- dijo Aya con precisión en su voz.

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Naraku estaba furioso. Sus planes habían sidos destruidos por una tal niña que apareció de la nada diciendo que ella era la princesa Sumire. Tenia que admitirlo era la princesa, pero había algo en ella que no le concordaba. Si había huido durante todo este tiempo, por que aparecerse en el día de hoy de la nada. No sabia como le haría pero de alguna forma u otra el se quedaría con el reino, ya sea si se tenia que casarse con ella o tener que hacerla desaparecer del mapa. No importaba como, al final el siempre salía ganando y esta vez no seria la excepción.

KAGURA!- llamo a su sirviente, enojado.

Si mi lord.- respondió Kagura saliendo de la oscuridad de la habitación.

Quiero que averigües todo acerca de la princesa Sumire. Como llego aquí, donde había estado antes todo! Y también quiero que la mantengas vigilada. Quiere sabré cuando duerme, va al baño, si camina etc.…- le hizo una seña a Kagura. Ella de inmediato desapareció entre las sombras como si nunca hubiese estado allí.

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Con el paso del tiempo Kagome pudo notar lo que una vez Aya le había dicho sobre Naraku. Sin embrago no era tan a menudo que el se comportar de esa manera. Pronto llegaría la noche de luna llena. Habían hablado sobre la noche de la coronación par de veces a la hora de la cena. Cada vez que hablaban de ello, Aya le dejaba bien claro a Naraku, que ya que la princesa había aparecido. Ya no era necesario que el tomara el trono. Naraku no parecía muy feliz con la idea, pero aun así nunca dijo nada al respecto.

Como pronto la noche de la coronación se acercaba. Aya siempre estaba ocupada con los preparativos y hasta el personal del palacio, estaban todo el tiempo ocupados. Kagome no le quedaba de otra. Se la pasaba en su habitación o dando paseos por el palacio. No la dejaban salir a la villa. Según Aya era muy peligroso y mas para ella que era la princesa. Había estado pensando ella misma si en verdad ella quería hacer esto. Al final siempre terminaba con la misma respuesta. Si tuviera otra opción la tomaría, pero como esta gente la necesitaba no le quedaba mas que cumplir con su promesa.

Aya abrió la puerta de la habitación de Kagome. La encontró como siempre, parada frente a los ventanales. Mirando quien sabe que.

Kagome.- Aya la llamo, pero no recibió respuesta alguna. Al parecer Kagome estaba sumida muy adentro de sus pensamientos. Aya la llamaba Sumire cuando se encontraban en público. Pero si se encontraban a solas, como en estos momentos, ella la llamaba por su nombre. Eso ayudaría a Kagome a recordar quien en verdad es ella y de donde viene.

Kagome- volvió a llamarla, pero esta vez puso su mano en el hombro de Kagome, para que ella se diera cuanta de su presencia.

Huh? O Aya, no medí cuanta que estabas aquí. Dime, se te ofrece algo.- dijo Kagome al notar la presencia de Aya.

Solo venia a ver como estabas y hablar contigo de algo muy importante.- Aya le dio la espalda a Kagome y se dirigió a la cama. Se sentó en ella y espero a que Kagome hiciera lo mismo.

Dime que es eso tan importante que me tienes que decir?

Bueno, no te lo pude decir antes, pero creo que es hora de que lo sepas. En la noche de luna llena tú serás coronada como reina de Konane.- Aya hizo una pausa y miro a Kagome en espera por alguna reacción de ella.

Ugh..- asintió Kagome en afirmativa.

Pero hay unas reglas que deben seguirse en orden, para que tú sea la reina de Konane. Tú serás la reina, pero como todos sabemos. Un reino necesita de un rey y una reina. Lo que quiero decir es que para que tu seas coronada como reina de Konane, tu necesitas estar casada.- Aya termino de explicar lo que tenia que decir y estaba esperando por la reacción de Kagome.

En otras palabras tu me estas diciendo a mi, que me tengo que CASAR!- Kagome estaba en shock. Pensaba que el tener que sacrificarse y ser la reina de un reino que fue gobernado por su abuela antes que ella, era mucho. Pero para el colmo de todo eso. También se tenía que casarse.

Si, Kagome, pero no te preocupes. El comité buscó par de candidatos que fueran adecuados para ti. Entre ellos se encontraba Naraku. Esa víbora quería convertirse en tu esposo y así el podría continuar con su malévolo plan. Pero no te preocupes, yo me encargue de el. Hemos elegido al rey de las tierras del Este. Nuestro reino necesita formar lazos con otros reinos y esta es la oportunidad que hemos estado esperando. Así mataremos dos pájaros de un tiro.- Kagome no podía creer lo que estaba pasando. Se tenía que casar y se casaría con el rey de otras tierras. Se casaría con alguien a quien ni siquiera conocía.

No, Aya yo no me quiero casar y mucho menos con una persona la cual yo no conozco.- dijo Kagome con un tono de angustia.

Lo siento Kagome, yo tampoco quiero que te cases con una persona la cual tu no conoces, pero reglas son reglas y no podemos romperlas.- Aya era la mejor amiga de Kagome en todo el reino y en todo ese mundo. Ella siempre ha estado ahí brindado le apoyo. Pero en eso precisos momento ni Aya estaba de su parte. Sabía que Aya tenia razón. Las reglas son reglas y Aya no podía hacer nada al respecto, ni ella tampoco.

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Kagura…esta todo listo?-pregunto la figura de un hombre, que estaba parado frente a la ventana de cristal.

Si, mi amo…- la figura de una mujer se hizo notar de tras de las sombras de la habitación.

Ya todo esta listo para la gran noche.- fue lo último que dijo Kagura antes de volver a desaparecer entre las sombras.

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La tan esperada noche de coronación había llegado. Los sirvientes se habían hecho cargo de los últimos preparativos para la gran noche y en cuanto a Kagome…

Princesa Sumire, se ve magnifica. Por favor, mírese al espejo.- le decía la costurera a Kagome, quien acababa de terminar el traje. Kagome se miro en el espejo que estaba frente a ella. El traje era hermoso, aun así, el tenerlo puesto era como un símbolo de lo que estaba por hacer.

El día transcurrió bastante normal. El color de la noche estaba reinando el cielo, dando le a entender a Kagome que pronto se daría comienzo a la ceremonia de coronación. Se encontraba en su cuarto, vistiéndose y arreglándose para la fiesta. Abajo en la gran sala y en los jardines del palacio, la fiesta había empezado. Solo faltaban horas para que ella fuese llamada para la iniciación de lo que para ella podía ser una pesadilla y para la gente del pueblo un sueño hecho realidad. De pronto un sonido fuerte se escucho en todo el palacio. Gritos se escuchaban a las afueras de la habitación de Kagome. Una llama de fuego grande se levanto frente a su ventana. Kagome miro por ella y vio que en el jardín había fuego. Acaso esto también es parte de la ceremonia?- se pregunto Kagome. En ese preciso instante Aya entro por la puerta. Histérica agarro a Kagome por el brazo y se la llevo con ella. Kagome trataba de para a Aya, pero ella no se detenía solo seguía corriendo por los pasillos del palacio.

Aya que es lo que pasa? Por que no te detienes? Y por que esta la gente gritando? Y el fuego? El fuego del jardín…- Kagome no pudo decir mas Aya se metió a un cuarto oscuro junto con ella y le puso la mano en la boca, impidiendo que Kagome hablar.

Escúcheme bien princesa, han atacado el palacio y están en busca tuya! Debemos buscar la forma de escapar del palacio y huir hasta que las cosas se calmen.- Aya le hablaba a Kagome casi en susurros. Kagome solo asentía a todo lo que Aya le decía.

Ok, será mejor que usted salga de aquí primero. Escúcheme bien. Bajando las escaleras del sótano, cerca de la última celda, ahí un pequeño agujero. El agujero conduce a las afueras del palacio, lejos de la villa. Salga por allí y escóndase lejos de este lugar. Puede ir a la cabaña que se encuentra detrás de las montañas al sur este. Manténgase allí hasta que todo esto pase. Una vez las cosas se calmen, yo misma ir a buscarle. Entendido?-Aya le explico a Kagome todo lo que tendría que hacer para salir de allí sana y salva. Luego le saco su mano de la boca de Kagome, permitiendo que esta hablase.

Entendido, pero que va a pasar contigo?- pregunto Kagome un poco preocupada por el destino de su única amiga en ese extraño mundo.

No te preocupes por mí. No se atreverán hacerme nada. Yo me las arreglo. De lo que debes preocuparte es por tu seguridad y en como saldrás de aquí. Será mejor que te vayas ahí vienen los guardias.- dicho esto Kagome le proporsiono un calido abrazo a Aya y se fue en direccion al sotano.

Una vez llegado al sotano, Kagome busco la ultima selda que se encontraba alli. Dentro de ella habia una roca que daba la impresión de que se podia mover. Rapidamente removio la roca de su lugar y como le habia dicho Aya, ahí se encontraba el agujero. Se adentro en el cuidadosamente. El agujero la condujo a las afueras del palacio como le habia dicho Aya.

Me encuentro a las afuera de la gran murallas del palacio.- Poco a poco Kagome comenzo a caminar alejandose del palacio como se lo habia dicho Aya. De pronto por la espalda, un oficial agaro a Kagome.

Al fin la encuentro princesa. A donde pensaba ir, eh?- hablo el oficial que la sotenia por lo brazo para evitar que Kagome forcejara contra su agare.

Suerte me!-girto Kagome mientras forcejaba con toda la fueraza que tenia.

No, iremos de vuelta al palacio a visitar a mi amo. De seguro que le encantar su presencia y usted la de el.

No suerte me!- Kagome seguía gritando, pero nada parecía ser útil. Acababa de salir del palacio y al parecer ahí volvería.

El soldado llevaba a Kagome casi a rastras. De la nada un muchacho con kimono rojo, salto sobre el oficial haciendo que este se desmayase y liberase a Kagome de su agare.

Gracias la verdad es que necesitaba la ayuda- dijo Kagome agradeciéndole a su salvador que se encontraba dándole la espalda en esto instantes.

No hay de que- dijo su salvador dándose la vuelta para encara a Kagome

TU!- ambos gritaron al ver de quien se trataba.

To be continue…..