Kyo salió tan rápido como le fue humanamente posible del edificio, todo a su alrededor parecía haberse nublado y las formas de los objetos parecían mezclarse en manchas amorfas de colores. Se apoyó en su motocicleta y exhaló una bocanada de aire que no se había dado cuenta llevaba conteniendo. Se sintió mareado de repente y tuvo que quedarse aferrado a la moto para no perder el equilibrio por un buen rato, mientras su visión parecía volver a la normalidad.

- Maldición – Murmuró , odiando sentirse de esa manera.

¿Cuánto tiempo llevaba sin sentirse así? ¡Años! NESTS había sido 'enterrado' metafórica y literalmente y Kyo creyó que había logrado superarlo.

Sin embargo, ver a esos jóvenes con su misma cara, le había traído una oleada de nefastos recuerdos de los laboratorios, el sinfín de experimentos y con ello una amalgama de sentimientos encontrados que él había deseado enterrar con la maldita organización. No sabía como había mantenido la compostura mientras le entregaba el sobre a Yagami, pero una vez en el ascensor sintió como si el mundo se desvaneciera para dar paso a los recuerdos.

Los sonidos de los autos en la calle, se confundieron con los sonidos de los constantes pitidos de la máquina que controlaba su pulso, el olor del asfalto de la carretera con el antiséptico de la habitación en donde estuvo preso por meses, conectado a diferentes máquinas como una maldito animal en exhibición.

Cerró los puños sintiendo como la sangre le palpitaba en la cabeza y en los puños y como su fuego se agitaba dentro de su pecho deseoso de salir y quemarlo todo.

Al cabo de unos minutos, logró retomar control de si mismo y se sentó en la moto sin encenderla, mirando la calle sin fijarse en nada en particular. Todo lo referido a NESTS le traía malos recuerdos y no podía evitar sentir esas sensaciones en su cuerpo, sin embargo, saber que Iori estaba en contacto con dos de sus clones, le había impactado al punto de que casi había tenido un ataque de pánico ahí mismo en medio de la calle.

Con el corazón aún agitado, Kyo cerró los ojos e hizo unos ejercicios de respiración que había aprendido hacía mucho tiempo con Saisyu, hasta que sintió como si el fuego en su interior se calmara y como su pulso se normalizaba.

Sabía que habían quedado clones vivos, porque él mismo había visto uno hacía años en una calle vendiendo takoyaki, en ese momento Kyo la estaba pasando bien con Benimaru y Shingo, por lo que fue una decisión de un minuto ignorar que había reconocido el clon y solo recibir la orden de comida para regresar con sus amigos. Heidern le había hecho prometer que si encontraba a un clon debía reportarlo inmediatamente y que ellos se encargarían de exterminarlo.

Pero Kyo no lo había hecho.

¿Qué más daba si un clon vivía en la ciudad y vendía Takoyaki? Claramente NESTS había dejado de funcionar cuando habían destruido la estación espacial, K' se había encargado de ello. Kyo sabía que K' en particular no descansaría hasta exterminar cualquier vestigio del la organización y por consiguiente, que durante todos esos años, ese clon estuviese viviendo de incógnito, no significaba que NESTS hubiese vuelto a operar.

Pero que estuviese en contacto con Iori...

No solo en contacto... claramente estaban en algún tipo de relación. Eso era enteramente otra cosa.

Kyo intentó poner en orden sus pensamientos y darle sentido a lo que había visto. Un clon le había abierto la puerta, vestido solo con un pantalón holgado de sudadera, sin camiseta, solo con un delantal de cocina, con lo que parecía una bandeja con comida en las manos ¿Qué mierda? ¿Un clon suyo cocinaba para Yagami? ¿Era su sirviente? Kyo no había podido controlar el impulso y había entrado en el apartamento y había ido directamente al cuarto del pelirrojo.

Y allí había visto a un segundo clon solo vestido con boxers, sentado sobre Iori quien estaba acostado también en la cama.

¿De que manera podía interpretar aquella escena? ¿Iori se estaba acostando con sus clones?

Kyo no se dio cuenta, pero una llama se había encendido en su puño y se estaba saliendo de control, comenzando a quemar sus guantes de cuero y el borde de su chaqueta, en segundos se concentró para que el fuego no destruyera su ropa y luego lo hizo desaparecer.

Maldición. ¿Porqué Yagami hacía cosas así? ¿Porqué había ido en busca de sus copias, cuando le había rechazado una y otra vez a él?

Kyo no comprendía la actitud de Iori, a pesar de todos los años que habían pasado desde que se habían conocido, no lograba entender porque se comportaba de maneras tan contradictorias. Por años, durante el tiempo en el que estaban en el colegio, Yagami le había buscado y le había perseguido como un verdadero stalker, apareciéndose en cada esquina cuando regresaba a casa o interrumpiendo sus citas con Yuki. Iori siempre había mostrado esa malsana obsesión hacía él y Kyo al comienzo se había sentido molesto y había deseado que lo dejara en paz.

Pero entonces, cuando habían peleado contra Orochi y el espíritu del ancestro de Iori se había comunicado con él, en ese momento de comunión espiritual, había comprendido el porqué de su obsesión. La voluntad de Orochi obraba a través de él y el disturbio de sangre, era algo que estaba fuera de su control. Había aprendido sobre la maldición de sangre y como le afectaba negativamente la vida, Kyo se había dado cuenta de que había mucho más allá que una simple riña ancestral entre clanes, entre ellos dos.

Kyo había deseado hablar con Iori al respecto, pero justamente había sido secuestrado por NESTS luego de eso. Había pasado un año atrapado, en esos laboratorios subterráneos, dopado con calmantes en un estado de semiinconciencia ya que los científicos sabían que sería peligroso si no lo hacían. Y Kyo había odiado cada segundo de su existencia, había deseado morir tantas veces que cuando había escuchado la voz de Iori entre esas pesadillas, había creído que finalmente había muerto y había ido al infierno.

¿Cómo se atrevía Iori a ser él primero que escuchaba al despertar?

¿Cómo se atrevía Iori a ser quien encendía el laboratorio en llamas permitiéndole escapar?

¿Porqué el hombre que había jurado matarlo en cada ocasión ahora le liberaba de ese tormento? Kyo no lo había entendido al comienzo y como NESTS aún estaba operando activamente planeando la destrucción de South Town, realmente no había tenido tiempo de buscarlo y hablar. ¿Quién demonios tenía tiempo para un café y una charla cuando una organización terrorista quería destruir el mundo usando su fuego?

- Maldita sea Yagami, ¿Porqué? - Murmuró y arrancó la moto, comenzado a avanzar por la calle, dejando atrás el edificio de apartamentos.

Pero las cosas no habían terminado ahí, no, por supuesto que no, luego de que NESTS fuera destruido, Yagami había vuelto a ser el mismo Yagami que le buscaba para pelear en cada ocasión, el Yagami que no escuchaba razones y que no perdía un segundo en lanzarse hacía él y no le daba chance de hablar. Kyo odiaba eso, odiaba tener que pelear sin sentido y aunque las peleas en si eran entretenidas pues debía reconocer que Iori era un oponente formidable, se estaba cansando de esa dinámica que nunca los llevaba a nada.

Entonces Iori había perdido su fuego. La magatama había sido robada y por primera vez Kyo dejó de sentir su presencia. La conexión entre ellos se había roto.

Y Kyo se había sentido extrañamente solo, aún estando rodeado de amigos. Iori había dejado de buscarlo, Iori ahora buscaba al culpable de que su reliquia hubiese desaparecido, lo cual era comprensible, pero Kyo se había dado cuenta de lo mucho que se había acostumbrado a ser perseguido por Iori. A que el pelirrojo le sacara de la aburrida rutina de su vida y que Iori dejara de hacerlo de repente, le había descolocado por completo.

Entonces Kyo había buscado a Iori por primera vez, recordaba vívidamente ese momento en la playa, en una noche de Otoño. El heredero Yagami estaba de espaldas a él, mirando el vaivén de las olas, fumándose un cigarrillo en silencio. Kyo había parqueado la moto en la arena y se había acercado a él y el pelirrojo como era de esperarse, había iniciado un combate sin esperar a escuchar lo que tenía que decir.

- Qué escurridizo eres Yagami - Comentó Kyo bajándose de la moto que acababa de parquear en la arena, Iori no se giró al escuchar su voz y Kyo se quitó el casco para dejarlo colgado en el manubrio.

- ¿Aceptas que viniste a buscarme? -

Kyo no podía ver su cara, pero podía escuchar el sarcasmo en su voz.

- Hm, eso quisieras, solo pasaba por aquí y te vi de pie sólo en la playa pretendiendo ser "cool" - Respondió Kyo al instante, ocultando hábilmente la verdad, en realidad si lo había estado buscando, desde que Iori había perdido su reliquia, Kyo se sentía preocupado, no solo por su estado de salud, sino por su estado mental.

¿Qué tipo de daño mental le hace a una persona el perder su poder y en cierta forma su razón de ser?

Kyo no lograba imaginar como sería su vida si de repente perdiera su fuego, su identidad como Kusanagi estaba atada a su reliquia y a las llamas milenarias dentro de su cuerpo. Iori debía sentir algo similar y por eso el moreno había pensado que Iori necesitaba hablar con alguien al respecto.

- Oye Yagami... si quieres podemos... - Comenzó a decir mientras se rascaba la cabeza y entonces Iori se había girado en redondo y lo había fulminado con su mirada.

- Pelear - El cigarrillo a medio consumir bailo levemente entre sus labios al hablar, el pelirrojo se colocó en su acostumbrada posición de ataque con sus manos abiertas como garras.

- He he, cómo siempre estás muy deseoso de combatir, pero esta noche estaba pensando que quizás podríamos hacer algo diferente para variar... -

- ¡Deja de hablar estupideces y atácame Kyo! - Gruño Iori.

Kyo suspiró cansino y se colocó en posición. ¿Porqué era tan difícil razonar con él? No le estaba pidiendo algo complicado, simplemente quería hablar, pero entonces el ataque de Iori lo forzó a tener que concentrarse en pelear, porque ese garrazo en su hombro había sido doloroso y Kyo no pensaba perder.

Iori le lanzó una serie de ataques usando sus manos como garras, era una experiencia extraña luchar contra el sin ver el fuego púrpura brotando de ellas, Kyo no lograba acostumbrarse a ello, sentía como si ese Yagami frente a él estaba incompleto, una parte importante de su ser había sido robada.

Kyo sintió una mezcla de rabia y pesar, rabia hacia el bastardo que había robado la Magatama y el Espejo Yata y pesar por no poder disfrutar del fuego de Iori rozando su piel. Había algo familiar en ese fuego así le hiriera la piel y ahora que no estaba Kyo se daba cuenta.

A pesar de que Iori peleaba de manera fenomenal aún sin el fuego, Kyo sentía el vació dejado por la ausencia de sus llamas.

Pelearon por un buen rato, Kyo dudo en si debía usar su propio fuego al comienzo pero la mirada llena de determinación del pelirrojo le había incitado a usarlas, algo le decía que Iori no toleraría que lo subestimara. Peleó entonces usando su fuego y Iori pareció complacido, correspondiendo cada golpe con igual intensidad.

No era una pelea a muerte por supuesto, Kyo podía reconocer en Iori qué no había una intensión asesina y aquello se sintió más como un entrenamiento que un duelo. Le gustó pensar en esa pelea como un entrenamiento, algo que podrían hacer cuando estuviesen estresados, algo para matar el tiempo.

Al cabo de media hora ambos hombres jadeaban , cansados por el esfuerzo físico, pero sin llegar aún al límite. Iori intentó derribarlo al suelo haciendo un agarré con sus brazos, pero Kyo uso sus piernas para mantener el balance y utilizó la energía kinestética de Iori en su contra, le hizo perder el equilibrio y el pelirrojo cayó pesadamente hacia atrás en la arena, con Kyo sobre él, forcejeando con sus brazos para mantenerlo en esa posición.

- Oye Yagami... - Comenzó Kyo cuando Iori dejó de forcejear para tomar aire – El hotel donde me estoy quedando está cerca... -

Iori se quedó mirándolo a la expectativa.

- Podemos tomar unas cerveza y pasar un buen rato... -

La expresión de sorpresa de Iori era justamente lo que Kyo esperaba ver, pues nunca había hecho ese tipo de invitación y su intención estaba implícita en sus palabras, le estaba invitando a pasar la noche con él, estaba abriendo la oportunidad de que pasara cualquier cosa entre ellos.

Kyo había dado el primer paso.

Sus conversaciones con él siempre habían estado llenas de insultos y de provocaciones, pero esa era la primera vez que Kyo lo invitaba a tomar algo, estaba claro que quería cambiar la atmósfera por completo. A pesar de la vergüenza que sentía en el momento al proponer algo así, Kyo lo miró fijamente a los ojos, su expresión llena de determinación.

Pero entonces Iori había usado una rodilla para empujarlo y quitárselo de encima en un movimiento brusco, se había sentado en la arena y sin mirarlo había dicho - No tengo nada que hablar contigo -

Kyo se quedó sentado en la arena también, demasiado decepcionado como para responder con algo sarcástico. Un silencio incómodo se estableció entre ellos, la tensión en el aire se sintió opresiva y el corazón pareció querersele salir del pecho. Finalmente Kyo se puso de pie, se giró en redondo, se colocó el casco de la moto y sin decir nada más se había alejado en su moto.

¿Porqué Iori actuaba de manera tan contradictoria?

¿Porqué le hacía sentir como si estuviera interesado en él y al minuto siguiente estaba tratándolo como un pedazo de mierda?

Aún le dolía recordarlo y Kyo se preguntaba, si Iori se habría burlado de su propuesta, por meses se preguntó que habría pasado por la cabeza del pelirrojo, sin embargo preguntarle sería una pérdida de tiempo, aún cuando Iori había recuperado su fuego y se habían visto de nuevo en el torneo de la KOF14, el comportamiento del pelirrojo no cambiaba.

Kyo se había dado por vencido, pues no quería seguir sintiéndose de esa manera cada que tuviera que enfrentarlo, se dijo así mismo que debía enterrar ese sentimiento. Y cuando Yuki le había enviado un mensaje de texto diciéndole que estaba de visita en Osaka no había dudado un segundo en verse con ella.

Kyo terminó con Yuki luego de que NESTS se había desmantelado, ella lo había esperado pacientemente y Kyo se sintió demasiado culpable por no ser el tipo de hombre que ella se merecía. Porqué era su culpa de que hubiese sido secuestrada para ser sacrificada a Orochi y Kyo era consciente de que mientras estuviera con el, podría ponerla en peligro.

Por esa razón, evitó contactarla durante los años en los que estuvo encargándose de NESTS y aunque ella le había esperado pacientemente, la sensación de culpabilidad de no poderle dar una relación normal, no lo abandonaba.

Ella había sido su primer amor desde el Colegio y había sido un amor puro y honesto. Kyo se encontró de repente añorando esos años en los que podía sentir algo tan puro y deseó tener una relación sin complicaciones.

Por eso se había visto con ella luego del torneo del KOF14 y habían comenzado a salir de nuevo.

Iori se quedó de pie al lado de la puerta y no se movió hasta que sintió como la energía de Kyo se disipaba y desaparecía del edificio, maldijo entre dientes su suerte, aquella era definitivamente la peor manera en la que Kyo hubiese podido verlo y aunque no tuviese que darle explicaciones al moreno sobre lo que hacía en su vida privada, que fueran sus clones lo hacía quedar como un degenerado pervertido. Iori regresó a la habitación sintiéndose molesto, pero sobre todo avergonzado con toda esa inesperada situación.

Los clones continuaban allí, en donde los había dejado, a la expectativa, con expresiones asustadas, como si esperaban que en cualquier momento Kyo fuera a aparecer de repente para prender todo en llamas.

- ¿Ya se fue? - Preguntó Hoki quien estaba escondido detrás de su hermano y lo sostenía por los hombros – Vaya... creí que no sobreviviría otro día... -

- No exageres – Le reprimió Mero – El Original no es un asesino -

- ¿Y cómo estás tan seguro? - Preguntó Hoki soltándolo.

- Porqué ya sabes quien fue el que acabó con nuestros hermanos – Respondió y miró a Iori quien acababa de entrar en la habitación.

- ¡Iré a recoger el desastre! - Exclamó Hoki con voz nerviosa y se apresuró a regresar a la cocina.

Mero intentó seguirlo pero Iori lo agarró por el hombro cuando estaba pasando por la puerta a su lado y no lo dejó pasar.

- Aún no hemos terminado de hablar – Murmuró Iori, empujando a Mero y obligándolo a quedarse dentro de la habitación.

Mero se cruzó de brazos con expresión fastidiada.

- Ya dijiste lo que tenías que decir ¿No? - Comentó por lo bajo haciendo un puchero – Ya no requieres de mis servicios -

- Todo esto ha sido un error y nunca debió ser – Aceptó Iori con un suspiro cansado – Y es mi culpa... -

- Oh wow... ¿De repente te nace una buena consciencia mágicamente? - Respondió sarcástico – Por supuesto que está mal, ¿Crees que no soy consciente de ello? -

- Estaba ebrio y me aproveché de tu miedo inicial – Continuó Iori ignorando su tono y recordando esa noche en particular – Esa noche cuando te encontré trabajando en el bar... no pensé en las consecuencias de mis actos... me dejé llevar por el impulso -

- Iori, lo que está en el pasado ya no importa ¿Te parezco el tipo de persona que vive en el pasado? -

- No... ese es precisamente el problema – Comentó Iori mirándole fijamente a los ojos – Que hasta el día de ayer nunca te había visto como a una persona -

- ¿Eh? - La voz de Mero sonó un poco más aguda con la exclamación y su rostro cambió.

- Por más que lo intentes, nunca vas a ser igual que Kyo -

- Eso ya lo se... - Refunfuñó Mero desviando la mirada hacía un lado.

- No se trata de si haces un buen trabajo o no imitándolo, no tiene que ver con tu habilidad – Le explicó Iori meneando la cabeza suavemente – Porqué tu eres único -

- ¿Te estás burlando de mi? - Preguntó el menor con expresión dolida. - No digas esas cosas a la ligera -

- Escúchame idiota, tú eres diferente a Kyo, porqué eres otra persona, tienes una personalidad diferente, tus propios gustos y así como Hoki, eres un individuo único -

Mero se quedó callado, demasiado contrariado como para hablar. Iori colocó ambas manos sobre sus hombros y lo obligó a que lo mirase a la cara.

- Ya no quiero tus servicios porque no quiero que sigas pretendiendo ser algo que no eres, ¿Comprendes? -

Mero continuó callado y sus ojos avellanas se fueron colocando vidriosos mientras las comisuras de sus labios temblaron ligeramente.

- Me tomó mucho tiempo darme cuenta porque... joder, eres idéntico a él – Continuó Iori con un tono de molestia – Es difícil no mirarte y no pensar en él... es un fastidio -

Iori se quedó unos momentos callado también, realmente le frustraba mirar a Mero y ver a Kyo, sabía que no eran la misma persona, pero la disonancia mental se presentaba cada vez, por eso había sido fácil dejarse llevar por la calentura del momento e imaginar que se trataba de Kyo todo el tiempo.

- Pero ese es mi problema y tú no tienes la culpa de ello, ni tú ni Hoki tienen la culpa... por eso ya no quiero seguir con esto – Concluyó y se llevó una mano a la frente, ¿Cuantos meses habían pasado desde que lo habían hecho por primera vez? Iori no recordaba ni una sola vez en la que luego de acostarse con Mero no sintiera esa desagradable sensación en la boca del estómago, veía a Mero y sentía un desprecio y un odio hacía si mismo que le hacían caer en una espiral, porqué entonces, volvía a su miserable vida solitaria y volvía a desear estar con Kyo y entonces, llamaba a Mero de nuevo, solo para volverse a sentir asqueado con sigo mismo por intentar remplazar a Kyo.

Era un círculo vicioso.

Y lo peor de todo ea que, no le había importado en lo más mínimo el daño colateral. Nunca se había detenido a pensar en como se sentía Mero al respecto.

- Es extraño hablar contigo sobre esto – Dijo al fin el clon luego de un prolongado silencio en el que pareció sobreponerse a las sensaciones iniciales que le provocaron las palabras de Iori – Nos hemos encontrado muchas veces pero nunca habíamos hablado – Una sonrisita se formó en sus labios – Tu boca siempre ha estado ocupada en otras cosas -

- Tch -

- Pero es verdad que al comienzo accedí a hacer esto porqué temía que fueras a hacerme daño – Aceptó Mero con un ligero suspiro – Obviamente... después de ver como dejaste a mis hermanos en el laboratorio... era lógico asumir que podrías hacer lo mismo conmigo -

Iori lo miró sin cambiar su neutral expresión, la verdad era que estaba tan acostumbrado a causar miedo en las personas a su alrededor, que la expresión aterrada que esa réplica de Kyo había puesto esa noche en el bar, no le había parecido extraña o fuera de lugar. Iori era alguien intimidante, inclusive personas que no conocían su pasado o su desempeño en el torneo, se pasaban de acera cuando lo veían en la calle para evitarlo.

- Pero entonces, me dije a mi mismo, si debo pretender ser El Original... debo tratar a este tipo como si no le temiera en lo absoluto, debo mostrar confianza en mi mismo, debo sentir como si pudiese patearle el culo y ponerlo en su lugar si se atreve a desafiarme – Continuó Mero con voz confiada – Irónicamente terminé creyéndome el cuento, porque ya no te tengo miedo Iori Yagami -

Iori arqueó la ceja que era visible al escuchar eso.

- Algo bueno ha salido de todo esto, ahora se que puedo enfrentar cualquier cosa – Comentó y sonrió pícaramente ladeando la cabeza hacía un lado – Porqué si puedo dominar a Iori Yagami, puedo hacer cualquier cosa en la vida ¿No? -

- Estás actuando de nuevo como él – Se quejó Iori cruzándose de brazos.

- Lo se, ya me sale natural – Aceptó Mero con expresión confiada.

- Tch... es molesto – Murmuró Iori desviando la mirada hacía un lado.

- En fin el punto es, que no soy el tipo de persona que se queda en el pasado, si así lo fuera no habría podido tener una vida normal con todo lo que he tenido que vivir y este 'trabajo' es parte de eso – Continuó el clon, cambiando su tono arrogante de momentos atrás a uno neutral.

- Hm... momentos atrás no parecías tan seguro de ti mismo – Increpó Iori.

- Eso es porqué creía que estabas enviándome al carajo porqué estabas cansado de mi y porqué creía que no lo hacía bien – Se apresuró a aclarar Mero con esa misma expresión seria y neutral, sus ojos no mostraban la tristeza de antes, pero entonces lentamente una sonrisa maliciosa se formó en su boca de nuevo – Por el contrario... lo hago demasiado bien -

Mero colocó ambas manos en la cintura de Iori y sin ningún atisbo de duda o vergüenza lo atrajo hacía él pegando sus cuerpos.

- Lo hago tan bien que siempre quedas con ganas de volver a verme y por eso quieres cortarlo todo, porque no puedes aceptar desear tanto a Kyo Kusanagi -

Iori no supo que decir, aunque era cierto que deseaba terminar toda esa locura, esa réplica de Kyo tenía razón en todo lo que decía, en el fondo Iori sabía que la verdadera razón por la que quería terminar ese tipo de contacto con él, era porque no poder discernir entre lo que era real y lo que era una fantasía estaba jodiéndose la cabeza y Iori iba terminar perdiendo su cordura si seguía entregándose a ese deseo.

- Es una despedida agridulce – Concluyó Mero acercando sus labios a los de Iori sin llegar a besarlo. Luego lo empujó levemente para separar sus cuerpos.

- Ya está listo el desayuno – La voz de Hoki los interrumpió, el muchacho se asomaba por la puerta.

- Me iré primero, hay algo que debo hacer, nos vemos luego – Le informó Mero.

- Ok – Exclamó Hoki inocentemente, ante un Iori que aún seguía algo descolocado con lo que acababa de pasar.

Al cabo de media hora, Iori se encontraba terminando el desayuno que Hoki había preparado, sopa de miso con tófu, arroz y huevos blandos, pasaban las 9 y media de la mañana, el clon limpió el reguero que había causado al dejar caer los platos con la llegada de Kyo y había arreglado un poco la cocina mientras Iori comía. Luego preparó café para los dos y el olor del café recién preparado inundó la sala del apartamento.

El café era negro y sin azúcar, tal y como le gustaba, Hoki se había memorizado todos sus gustos en ese mes que llevaba trabajando y ya ni le preguntaba que quería. Sabía que Iori prefería tomar café en la mañana y té en la tarde. Sabía que ambas bebidas debían ser servidas calientes y sin azúcar. Iori observó a Hoki en silencio mientras tomaba la taza y no pudo evitar cuestionarse cual era el verdadero motivo para que ese muchacho hubiese decidido pedirle trabajo, precisamente a él. Había pasado un mes y salvo por el incidente durante la noche, en el que Hoki le había tomado con su boca para no perder frente a Mero, no había notado que el muchacho tuviese segundas intenciones.

- ¿No vas a decirme nada? - Preguntó al fin Iori en vista de que el otro continuaba callado.

- ¿Sobre qué? -

- Sobre lo que hiciste anoche -

Al escuchar esto, Hoki se fue colocando colorado y se llevó ambas manos a la cara, como si de repente se hubiese acordado de lo que había hecho.

- Ji ji... pensé que lo habías olvidado... -

- ¿Porqué lo hiciste? - Preguntó Iori con el ceño fruncido - ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones al venir aquí y querer trabajar para mi? ¿Planeaste todo esto con Mero? -

- ¿Eeeeh? ¡No! - Exclamó Hoki negando con la cabeza – Mi hermano realmente no sabía que estaba haciendo este trabajo... nunca le conté que me habían echado del café -

Iori alzó una ceja y lo miró con desconfianza, porque no se creía ni una sola palabra de lo que decía.

- Es en serio, por eso cuando me vio, se molestó y comenzó a decir que debíamos competir para ver quien era mejor complaciéndote – Le explicó Hoki desviando la mirada hacía su taza – Mero... odia perder... y la verdad es que yo también... -

- Eso es ridículo, una persona no accede a hacer esas cosas solo por una competencia tonta – Replicó Iori pues realmente le parecía muy ilógico que Hoki hubiese accedido a hacer algo sexual de repente, cuando no había mostrado ningún interés en ello en otro momento. ¿Sólo porque Mero se lo pedía?

- En el laboratorio, escuchamos a los científicos hablar de eso... que habían logrado copiar algunas características de la personalidad del Original y creo que... ese deseo de ganar, es parte de ello – Le explicó Hoki aún sin mirarle a los ojos – De cualquier manera... no es algo que hayamos planeado, realmente Mero no sabía que te había pedido trabajo y se lo oculté, precisamente porqué no quería que se enterara -

- ¿Porqué no? -

- Porqué lo hice por él – Le explicó el menor y luego alzó la mirada – Cuando me enteré por primera vez que Mero estaba haciendo ese tipo de trabajo para ti, me preocupé mucho por él, porqué bueno... eras tú... -

- ¿Entonces viniste a asegurarte que no le hiciera daño? - Preguntó Iori, llevándose la taza a los labios.

- No realmente... pasó mucho tiempo desde eso, casi medio año ¿no? - Hoki meneó la cabeza – Con el tiempo comencé a sentir curiosidad sobre que tipo de persona realmente eras... porqué sabía muy poco de ti y comencé a notar un cambio en mi hermano -

- ¿Un cambio? -

- Mero siempre ha sido muy... inexpresivo y callado, para ser honesto, cuando estábamos en el laboratorio, rara vez le escuchaba hablar, sus ojos siempre parecían estar vacíos... pero teniendo en cuenta de la situación en la que estábamos, eso era de esperarse, yo mismo no sentía otra cosa que no fuera miedo o estrés –

Hoki se llevó la taza y le dio un trago al café antes de continuar.

- Llevamos varios años en la superficie, en el mundo real quiero decir y Mero ha ido cambiando poco a poco su actitud fría, pues es necesario aparentar, especialmente cuando se consigue un trabajo y se tiene que interactuar con clientes, sin embargo, solo cuando empezó a trabajar contigo noté un cambio más grande, ahora parecía tener más confianza en si mismo, por primera vez le veía motivado en hacer algo... como si realmente quisiera cumplir ese rol de actuación -

– Qué idiota – Murmuró Iori por lo bajo.

- Entonces me sentí curioso y quise conocerte – Concluyó Hoki con una media sonrisa – Así que se me ocurrió que podría ser tu sirviente, porque justamente me habían echado del trabajo de mesero -

- Bueno ya puedes estar tranquilo, el acuerdo entre Mero y yo ha terminado – Le reveló Iori. Hoki abrió los ojos con sorpresa pero no dijo nada, solo volvió a beber café con aire pensativo.

- ¿Es... es por la visita del Original...? - Preguntó al fin luego de unos minutos.

- No, desde antes de que llegara ya planeaba terminar con él – Respondió Iori de inmediato, podía notar en la expresión indecisa de Hoki hacia donde estaban yendo sus pensamientos, seguro se estaba preguntando si Mero no había sido 'suficientemente bueno' ya que había visto al original. Al parecer para ese par de idiotas, era muy importante probarse así mismos y Iori se preguntó si sería acaso por la manera en la que habían sido tratados en NESTS.

Si habían cientos de clones y todos estaban siendo entrenados con un mismo propósito, ser bueno en ese propósito era la única manera de diferenciarse de los otros. Probablemente por esta razón los científicos habían inclusive logrado copiar características de Kyo, como el hecho de que Kyo odiaba perder y siempre quería probarse así mismo. Kyo era el tipo de persona que aceptaría cualquier reto con tal de mostrar que era el mejor. Iori en más de una ocasión se había aprovechado de eso para incitarlo a pelear.

- Iori-san... - Comenzó a decir Hoki aún con la mirada puesta en lo que le quedaba de café en la taza – Hay algo que quiero saber de ti... -

Iori frunció el ceño, no quería que la conversación se volviera hacía él, porque no le gustaba hablar de cosas personales, suficiente era con que lo tolerara estando en su casa.

- ¿Por qué se niega a buscar el amor? - Preguntó Hoki.

Iori se atragantó con el café que estaba tomando justo en ese momento.

- Mi terapeuta siempre dice que todas las personas merecen ser amadas... - Hizo una pausa para levantar el rostro y mirarlo – Entonces porqué usted prefiere ser miserable y no experimentarlo? -

- ¿De qué estás hablando? - Gruñó Iori por lo bajo.

- El amor es una experiencia maravillosa, cuando estás cerca de esa persona que te gusta, sientes como si estuvieses caminando sobre las nubes y todo a tu alrededor se vuelve más brillante y hermoso – Continuó el clon con una sonrisita mirando hacía la ventana - ¿No es eso lo que siente cuando está cerca del Original? -

- Tch, cuando estoy cerca de Kyo quiero hacerlo arder en mis llamas – Respondió Iori sarcásticamente – O si estoy de buen humor solo cogerle la cara a golpes -

- Oh... ¿Entonces por eso buscaste a mi hermano? - Preguntó Hoki parpadeando con curiosidad - ¿Por eso permitiste que yo me acercara a ti? -

- ... -

Iori se quedó callado al escuchar eso, no estaba muy seguro de hacía donde quería llegar Hoki con lo que estaba diciendo.

- Nosotros somos físicamente iguales al Original... aún así hay ciertas cosas que están reservadas para él ¿no? - Hoki apoyó su cara en la palma de su mano y su codo en la mesa – Quizás es más fácil para ti así -

- No tengo idea de que demonios estás hablando – Se quejó Iori.

- Creo que empiezo a comprender – Finalizó Hoki y volvió a sonreír.

Iori entrecerró los ojos sin entender realmente lo que decía, pero Hoki y Mero eran extraños de por si, la forma en como veían las cosas era muy diferente a las personas normales, así que probablemente se estaba haciendo ideas raras en su cabeza. De momento a Iori no le importaba lo que pudiese estar pensando ese clon, lo que le preocupaba, era que acababa de firmar el documento para participar en el nuevo torneo como parte del equipo de los tesoros Sagrados.

Iba a volver a encontrarse con Kyo, iban a luchar juntos ¿Y como demonios iba a poder mirarlo a la cara luego de que el Kusanagi le hubiese encontrado semi desnudo en la cama con dos de sus clones?

Esa situación no podía ser peor.

Continuará.