7. Honestidad

La banda retomó el show al cabo de un buen rato en el que Kyo solo miró la escena desde la barra. Pidió un tercer cóctel sin perderse ni un solo detalle de lo que hacía el pelirrojo en la tarima, las palabras del heredero Yagami aún retumbaban en su cabeza, su reticencia a darle una explicación por lo ocurrido con el clon, le hacía sentir cada vez más irritado. Mero no había sido específico a la hora de explicarle que habían hecho, solo había dicho que le pagaba para que se hiciera pasar por él. Kyo se preguntaba una y otra vez que otras cosas habrían hecho y una molesta sensación que reconoció como celos fue creciendo en su interior.

Luego de una hora, la banda terminó de tocar y el público aplaudió con entusiasmo, era sin duda una noche exitosa para ellos y los músicos sonreían alegres a pesar del cansancio, inclusive le pareció ver que Iori sonreía escuetamente mientras se despedía del público.

Los músicos regresaron por la parte de atrás y entraron en los camerinos en donde habían dejado sus abrigos y maletas. Iori no tardó en salir con el bajo colgado en su estuche de cuero en su espalda, un par de fans se interpusieron en su camino y Iori se vio obligado a firmar otro par de autógrafos.

Mientras tanto, Hoki encontró a Kyo aún sentado en la barra.

- Voy a encender el auto, los espero en el garaje – Le indicó el muchacho y luego se fue caminando hacía la salida. Kyo esperó a que Iori terminara de atender a las fans para acercarse a él.

- Gracias – Murmuró Iori tomando el vaso con el cóctel que Kyo aún se estaba tomando para terminárselo de un solo trago.

- ¡Hey! - Se quejó el castaño, pero Iori hizo caso omiso y comenzó a caminar hacía la salida. Kyo no tuvo más remedio que seguirlo.

Ciertamente había bebido un poco más de la cuenta y si por algún motivo Yagami fuera a empezar una pelea estaría en desventaja, así que debía procurar comportarse como Mero y evitar que algo así pasara, Kyo realmente no podía imaginarse que pasaría si Iori se diera cuenta que lo había estado engañando toda la noche. Le siguió sintiéndose algo mareado, quizás sería una mejor idea regresar a su casa.

- ¿Cuánto bebiste? - Preguntó Iori cuando habían salido del bar y caminaban hacía el parqueadero tenuemente iluminado por las farolas citadinas. El viento se sentía mucho más frio pues eran las 2 de la madrugada.

- No mucho – Mintió Kyo sin saber si Mero tenía buena tolerancia al alcohol o si le gustaba beber en exceso.

- Idiota -

La voz de Iori fue acompañada de un brazo que le rodeó por la espalda e hizo que su cuerpo se apretujara contra el otro. Kyo abrió los ojos de par en par al sentir la cercanía del pelirrojo y tardó unos segundos en darse cuenta de que lo estaba abrazando para evitar que se tambaleara al caminar. El gesto podría pasar como algo que un amigo haría por el otro si fueran vistos por un tercero, como si fueran dos amigos ebrios saliendo de un bar luego de una noche de juerga, pero para Kyo quien nunca había tenido un contacto con Iori más allá de los golpes aquello se sintió inusitadamente extraño.

Se mordió el labio para no decir nada y le permitió esa cercanía, porque si a Iori no le parecía extraño, eso significaba que había hecho algo similar con el clon antes. Kyo no sabía que sentir al respecto, su corazón latía agitado por la adrenalina que de repente se sentía a tope en su cabeza, todo en su cuerpo le decía que debía alejarse de Iori porqué era peligroso, porqué podía atacarlo en cualquier momento, sin embargo se obligó a caminar y pretender que estaba un poco más ebrio de lo que realmente estaba, para que Iori no notara nada raro.

Pronto llegaron al auto negro del pelirrojo, Hoki estaba ya posicionado en el asiento del conductor, no había bebido nada como había prometido y les observó con una sonrisa tranquila mientras se subían en la parte de atrás.

- Felicitaciones Iori-san – Comenzó el clon pisando el acelerador y saliendo del parqueadero momentos después – Espero que la presentación haya sido un éxito rotundo y los contraten -

- Gracias – Murmuró Iori quien había comenzado a responder mensajes en su móvil, se sentía cansado y era un alivio que Hoki se hubiese ofrecido a llevarlo a su apartamento, porque realmente no tenía mucha energía para conducir (Sin mencionar que había bebido un poco).

Kyo se enderezó a su lado evitando tocar su hombro con el de Iori en el asiento y Hoki le miró por el espejo retrovisor meneando la cabeza ligeramente, divertido con la situación.

Durante el camino de más de media hora, Iori estuvo enfrascado en su móvil, respondiendo mensajes de los miembros de la banda en el chat grupal que compartían, el saxofonista estaba enviando fotos que los fans habían tomado y estaba bromeando que, las presentaciones eran exitosas porqué Yagami era demasiado guapo y que debían colocar su cara en el nuevo álbum cuando estuviera listo.

Kyo observó de reojo a Iori y notó que sonreía mientras respondía los mensajes y una vez más se maravillo al poder ver al pelirrojo haciendo algo cotidiano como chatear en su teléfono de manera tranquila, inclusive sintió curiosidad por husmear el chat y ver las fotos que le estaban enviando. A parte de ver a Iori iracundo en el torneo solo lo había visto en las reuniones con Chizuru y casi siempre lucía irritado.

En otras palabras Iori siempre estaba en diferentes grados de irritación. Nunca le había visto genuinamente contento y aunque sonara estúpido, Kyo había creído que el pelirrojo no tenía la capacidad para sonreír y disfrutar de momentos como ese. Se dio cuenta de lo poco que realmente lo conocía a pesar de llevar más de 5 años de conocerse. Resultaba triste pensar en que existía esa enorme barrera entre ellos.

- Tengo hambre – Comentó Hoki de repente cuando ya estaban llegando al edificio de apartamentos - ¿Quieren comer algo? -

- Estoy cansado – Murmuró Iori quien no tenía ganas de ir a ningún sitio a comer.

- No hay problema, puedo comprar algo rápido en el 7/11 – Propuso el castaño deteniendo el auto en frente de la entrada del edificio – Ya los alcanzo -

Iori asintió con la cabeza y salió del alto, por unos instantes Kyo dudó en si debía seguir Iori al apartamento. Ese era el momento perfecto para escapar ileso de esa situación. Debía inventar una excusa e irse del lugar, sin embargo notó como Iori lo esperaba en la entrada del edificio y se vio obligado a alcanzarlo.

Subieron por el elevador y sin darse cuenta Kyo se quedó callado pues no encontraba que decir. Iori lo notó.

- Estás muy callado – La voz de Iori sonó tranquila pero algo curiosa, las puertas del elevador se abrieron y Iori caminó por el corredor hacía la puerta – Bebiste más de la cuenta -

- No... no es eso – Logró decir Kyo sintiéndose tonto por no saber que decir. Seguramente Mero era una persona conversadora como Hoki y por eso Iori notabas algo diferente.

Iori abrió la puerta con sus llaves y pronto entraron en el apartamento luego de quitarse los zapatos, el abrigo y la chaqueta. Iori encendió las bombillas de la sala y colocó el bajo sobre el asiento del escritorio, Kyo se quedó recostado contra la pared que separaba la sala con la cocina sintiendo la aprensiva atmósfera que los envolvía en ese momento, tenía demasiadas preguntas en su cabeza y al mismo tiempo batallaba con el nerviosismo que le producía que Iori se comportara de una manera tan 'normal' con él.

- Es por lo que pasó... - Logró decir Kyo – Me siento algo extraño -

- ¿Qué quieres decir? - Iori se giró y caminó hacía él con los ojos entrecerrados.

- Olvidalo... -

Kyo se llevó una mano al cabello y lo revolvió con nerviosismo, por poco y se había delatado, quizás Mero no se portaba nervioso con Iori, pero no podía evitarlo, era la primera vez que estaba solo con él, con la guardia baja de esa manera y no tenía idea de que debía hacer.

Iori se acercó un par de pasos más.

- Se que fui yo quien te dijo que no quería seguir con esto – Comenzó a decir el pelirrojo con una voz baja casi como un susurro, su mirada fija en las orbes avellanas de Kyo – Pero en este momento... no me aguanto las ganas de besarte -

Lo siguiente fue rápido e inesperado para Kyo quien por supuesto no anticipó que Iori fuera a cerrar sus labios contra los suyos. Se quedó muy quieto sintiendo como le subía un escalofrío de pies a cabeza y olvidó que tenía que actuar como el clon, porqué ¿Cómo iba a pensar lógicamente en un momento así?

La lengua de Iori se metió en su boca sin permiso y en un santiamén Kyo se encontró correspondiendo el beso con una pasión que no esperaba fuera aparecer de repente. Sus manos rodearon la cintura de Iori y lo atrajo contra su cuerpo bruscamente apretándolo con más fuerza de la necesaria. De nuevo fue como si todo desapareciera a su alrededor, Kyo se sintió flotar, como si solo el toque de esos labios fuera lo único que existiera en el universo.

El deseo que lo embargó fue intenso y hasta irritante, no comprendía como podía estar sintiéndose así solo con un beso, cuando nunca se había sentido de esa manera con Yuki. Ese beso fue diferente, era como si su cuerpo, su mente y su alma se estuvieran entregando a la sensación que Iori le producía. Sintió una punzada de miedo en el estómago al darse cuenta de lo mucho que le gustaba ese imbécil que juraba que iba a matarlo en cada ocasión que se encontraban.

¿Pero no era eso justo lo que deseaba saber? Se cuestionó en esos segundos, ¿Saber que Iori correspondía sus sentimientos?

Iori metió las manos bajo la camiseta y tocó la piel tibia de su estómago, Kyo dio un respingo al sentir el contacto pero no cortó el beso. Si Iori estaba haciendo eso era porque seguramente lo había hecho antes con Mero. Aquél pensamiento le hizo sentir fastidiado y mordió el labio inferior de Iori soltando un leve gruñido.

Iori recorrido su abdomen en una caricia brusca, sintiendo las cicatrices en su piel, paseó los dedos por la piel lacerada gracias a las quemaduras y golpes que había recibido en el pasado. Kyo se estremeció ante la deliciosa sensación que le producía. Esos mismos dedos habían creado esas cicatrices en el pasado y ahora se sentían cosquilleantes sobre su piel.

Iori cortó el beso abruptamente y Kyo lo miró con curiosidad y con un innegable anhelo reflejado en su mirada.

- No te detengas Yagami - Murmuró y se inclinó hacia él para volver a besarlo, pero Iori lo empujó contra la pared con fuerza y lo miró con el ceño fruncido.

- Kyo -

Aquello no fue una pregunta, sino una afirmación y el castaño notó en su tono de voz y en su semblante que lo había reconocido.

- ... -

Se quedaron en silencio solo mirándose fijamente a los ojos, el castaño supo que ya no podía pretender y se preguntó como se había dado cuenta. Aún quería besarlo, pero el momento se había dañado y era mejor decir algo antes de que Iori reaccionara de manera violenta, porqué el pelirrojo parecía congelado, sus manos temblando ligeramente, como si no supiera que debía hacer.

- ¿Cómo no te diste cuenta? - Dijo al fin Kyo, ladeando la cabeza hacía un lado, se sentía avergonzado y nervioso, pero no iba a mostrarle nada de eso, de alguna manera, tenía que mostrarle que tenía control sobre la situación – Te pasas años persiguiéndome ¿y no puedes reconocerme solo porqué me visto y me porto un poco diferente? -

Iori seguía sin responder y Kyo fue incapaz de leer su expresión, ¿Estaba molesto y lo iba a atacar?

- Así es, me hice pasar por un clon, porqué tal parece que es la única manera de poder acercarme a ti – Aceptó frunciendo el ceño, las mejillas ahora coloradas.

- ¿Qué demonios...? - Finalmente el pelirrojo habló, su expresión aún confundida. Aún tenía a Kyo atrapado contra la pared y no se había movido ni un centímetro.

- Es molesto saber que tienes intimidad con... alguien que luce exactamente como yo – Se quejó Kyo y desvió la mirada hacía a un lado.

Ahora fue el turno para que las mejillas del pelirrojo se pusieran sonrojadas también, su expresión cambió de confusión a entendimiento lentamente, las palabras de Kyo y su actitud ¿Era eso un reclamo?

Iori simplemente no lo podía creer. Qué Kyo hubiese pretendido ser Mero implicaba muchas cosas, en primer lugar que el par de idiotas se habían confabulado con él, Hoki y Mero eran cómplices en esa ecuación y Iori no tenía idea de que Kyo estaba en contacto con los clones ¿Desde cuándo lo sabía? Se preguntó ¿Mero se lo había dicho?

Iori sintió una mezcla de rabia e indignación al sentirse traicionado por Mero y Hoki de esa manera. Recordó como Hoki sonreía inocentemente en el bar, lo fácil que pretendía frente a él, como se le daba de fácil mentir.

- ¿Qué tienes que decir al respecto? - Preguntó Kyo haciendo un puchero - ¿Porqué tengo que hacerme pasar por otro para estar contigo? -

- ... -

Iori no se esperaba ese reclamo de repente y arqueó las cejas en una expresión indignada, era él quien debía estar molesto por haber sido engañado ¿Porqué era Kyo quien lucía molesto y le estaba reclamando a él? Pero más importante aún que esas cuestiones, Kyo se había hecho pasar por Mero para estar con él. ¡Eso sólo podía significar que Kyo correspondía sus sentimientos!

- ¿Qué pretendías hacer con Mero esta noche? ¿Eh? - Insistió Kyo con cinismo y volvió su vista hacía él.

- ¿Estás celoso? - Preguntó Iori con un leve bufido, una sonrisa torcida formándose en su cara, porque comenzaba a comprender los sentimientos de Kyo.

Tal pregunta irritó aún más a Kyo, la vergüenza y los nervios que sentía se fueron convirtiendo en molestia solamente. Sus manos aún continuaban en la cintura de Iori en un movimiento rápido lo atrajo más contra si mismo, hasta que sus cuerpos quedaron pegados.

- Deja de jugar conmigo Yagami y responde – Le amenazó con la voz cargada de reproche.

Sin decir nada más, Iori aprovechó la cercanía para volver a unir sus labios. Se besaron de nuevo, aunque esta vez el beso fue más calmado, la pasión y el deseo seguían ahí, pero ambos comenzaban a comprender lo que significaba esa unión de sus bocas. Sin necesidad de palabras, Iori entendió que si Kyo había pretendido ser Mero, era porqué quería estar con él y eso le hizo sentir increíblemente complacido.

Se había pasado los últimos meses odiándose así mismo por caer en la tentación cada que estaba con Mero, castigándose mentalmente por imaginar que se trataba de Kyo y ahora estaba besándolo a él, su rival correspondía ese deseo que él siempre había sentido. Su corazón latió con tanta fuerza que creyó que se le saldría del pecho. ¿Desde cuando? ¿Y porqué no le había dicho nada? Se preguntó bordeándolo con sus brazos en un apretado abrazo. ¿Acaso importaba?.

Kyo cortó el beso para tomar aire y lo miró con una tristeza reflejada en sus ojos almendrados, la molestia de momentos atrás había desaparecido y ahora lo miraba acongojado.

- ¿Porqué buscaste a Mero? -

- No lo busqué a propósito – Respondió Iori juntando su frente con la de Kyo, cerrando los ojos, sabía que ya no valía la pena pretender o mentir – Lo encontré trabajando en un bar en el que tocamos... estaba ebrio y... -

Kyo se quedó esperando a que continuara y Iori se vio obligado a ser más preciso. Le explicó brevemente lo que había pasado esa noche y de como habían llegado eventualmente a un acuerdo. sin entrar en muchos detalles y Kyo lo escuchó en silencio, aún sin poder comprender el porqué de sus acciones.

- Pero porqué no me buscaste a mi idiota – Insistió Kyo con expresión dolida.

- Porqué tienes novia imbécil – Respondió el pelirrojo como si fuera obvio. Kyo se quedó callado y desvió la mirada hacía el suelo, quería alejarlo y al mismo tiempo le agradaba sentir sus brazos rodeándolo.

- ¿Entonces porqué rechazaste mi invitación... aquella vez? - Volvió a preguntar el castaño. Habían pasado dos años desde aquella noche en la playa y Kyo aún podía recordar vividamente la decepción que había sentido cuando Iori se había negado a volver con él al hotel. Si había regresado con Yuki era precisamente porqué creía que Iori lo había rechazado.

- ¿Qué invitación? -

- No te hagas el idiota – Se quejó Kyo, pero Iori entrecerró los ojos sin comprender a que se refería.

- ¿Realmente no recuerdas? - Insistió Kyo sorprendido al notar que Iori realmente no estaba pretendiendo – Aquella vez en la playa... te invité... a tomar algo en el hotel -

Iori frunció el entrecejo intentando recordar, solo habían peleado una vez en una playa así que no fue difícil para el pelirrojo reconocer la escena, pero no recordaba la conversación que habían tenido. Haber perdido sus llamas era perturbador y lo único que le importaba en ese momento era mostrarle a su rival que estaba a su altura, que podía pelear usando las técnicas Yazakani, que no era inferior solo porqué su reliquia hubiese sido robada.

Su orgullo estaba en juego y no iba a permitir mostrarse vulnerable por ello.

- ¿No estabas siendo condescendiente? - Preguntó el Yagami cuando finalmente logró recordar que en efecto Kyo le había dicho que quería hablar y que se estaba quedando en un hotel cercano.

Kyo resopló exasperado y le golpeó con el puño en el pecho con fuerza suficiente para hacerlo a un lado.

- Realmente eres denso como una roca – Se quejó Kyo y caminó por la sala para dejarse caer en el sofá – Te estaba invitando a tomar algo porqué no quería pelear contigo, quería... quería hacer otras cosas... ya sabes.. -

Iori lo miró por unos segundos ladeando el rostro sin poder creer que en ese momento Kyo había expresado su atracción por él y no se había dado cuenta.

- Creí que te estabas burlando de mi – Iori se llevó una mano al cabello rojizo fastidiado – Creí que estabas subestimándome por la pérdida de la Magatama -

- Tch, a diferencia de ti, no pienso en pelear todo el tiempo – Respondió el castaño cínicamente – Además, nunca te subestimaría, te conozco demasiado bien, se que podrías pelear aún sin usar fuego -

Una risita baja y un tanto siniestra se escapó de los labios de Iori.

- ¿Qué es gracioso? -

- Está situación – Respondió Iori, Kyo lo miró inquisitivamente – Tú y yo teniendo esta conversación... luego de tantos años -

Iori suspiró deseando fumarse un cigarrillo o beber un buen trago de whiskey, necesitaba algo fuerte. Lo que fuera. No podía creer que había perdido todo ese tiempo, ¡Dos años! Dos años en los que podría haber tenido a Kyo a su lado. La situación era tan absurda que le causaba gracia.

Observó a Kyo aún sentado en el sofá, aquella era la primera vez que podían hablar sin que las voces iracundas en su cabeza le pidieran destruirlo, Orochi no se manifestaba con tanta frecuencia ahora que estaba sellado, pero más allá de eso, con los años de lidiar con lo mismo, Iori había aprendido a distinguir el impulso asesino de la maldición de su sangre, con su propio deseo.

Había descubierto que quería estar con Kyo de una manera diferente y que había confundido ese deseo con la voluntad de Orochi por mucho tiempo.

Y ahí estaban luego de haber salvado el mundo repetidas veces, luego de haberse salvado y protegido mutuamente de enemigos poderosos, aún luego de todo eso, seguían sin poder hacer lo que sus corazones deseaban desde siempre. ¿Porqué se habían negado a ese sentimiento por tanto tiempo?

- Lo se... - Aceptó Kyo cruzándose de brazos – Pero tu tienes la culpa por hacerme creer que sentías algo por mi para luego amenazarme de muerte... ¿Sabes lo ilógico que es tu comportamiento? -

Iori caminó hacía el sofá y se sentó a su lado, Kyo tenía razón al hacerle ese reclamo, el mismo podía reconocer ese extraño patrón en su comportamiento y durante años le había avergonzado ser consciente de que deseaba a Kyo de esa manera, porqué el castaño tenía novia y por supuesto que no correspondería sus sentimientos ¿Qué otra cosa podía hacer a parte de pelear y amenazarlo de muerte? Se suponía que ese era su destino.

Se quedó mirando algún punto en la pared, no quería justificar sus acciones porqué le avergonzaba reconocerlo y además le resultaba difícil hablar de sus propios sentimientos aún cuando supiera que Kyo lo correspondía. La situación no dejaba de ser incómoda y extraña a pesar de ello.

- Pero supongo que es difícil dejar las viejas costumbres... ¿no? -

La voz de Kyo interrumpió sus pensamientos, tenía un tono más suave y ya no había cinismo, el castaño sonrió tímidamente.

- Si... - Aceptó Iori cansino y giró el rostro para encarar a su interlocutor – He sido preparado toda mi vida para matarte y además... esa maldita serpiente en mi cabeza... demandando que destruya la espada Kusanagi cada que estoy cerca de ti... – Se detuvo unos momentos – Durante mucho tiempo me sentí confundido -

Iori meneó la cabeza y cerró los ojos taciturno, nunca había verbalizado esos pensamientos en frente de nadie y resultaba algo refrescante poder abrirse un poco con Kyo, al fin y al cabo ¿Quién más aparte de Kyo podría entenderlo?. Iori tuvo novias y uno que otro desliz con sus fans, pero ninguna de esas relaciones fueron lo suficientemente profundas como para que el abriera su corazón por completo. La posibilidad de perder el control y hacerle daño a esas personas inocentes siempre estaba ahí y por más que lo intentara, no podía tener una vida normal como cualquier otra persona. Llevar esa maldición en su sangre, conllevaba una responsabilidad.

Kyo lo observó por largo rato,ya sabía todo eso pero se sentía diferente que Iori se lo dijera directamente. Sabía que sus clanes continuaban en esa extraña guerra fría a pesar de que se hubiese resuelto la riña ancestral. Sabía que Orochi deseaba destruir la reliquia Kusanagi para así garantizar que nadie pudiese exorcizar su energía cuando volviese a escapar del sello. Iori cargaba con el peso de las decisiones de sus ancestros y no lo juzgaba por ello.

- Terminé con Yuki -

Iori abrió los ojos sorprendido y lo miró de reojo por entre los mechones carmín que caían sobre su rostro.

- De hecho ya había terminado una vez con ella luego de lo ocurrido con NESTS pero... volvimos el año pasado durante el torneo de la KOF14 – Kyo dejó escapar un suspiro y luego agregó – Creí que las cosas mejorarían... que me sentiría diferente esta vez... pero no fue así -

- Ya no estás con ella – Murmuró Iori.

- No me hubiera atrevido a hacer nada contigo si aún estuviésemos juntos ¿Qué clase de hombre crees que soy? - Se quejó medio indignado.

- ¿Oh? Entonces ya venías con esa intención – La voz de Iori sonó maliciosa.

Kyo sintió que se le subía el calor a las orejas y desvió la vista hacía sus manos.

- No tenía idea de hasta donde habías llegado con Mero... porqué cuando me propuso el plan, no me dio detalles... así que no sabía que esperar de ti – Respondió evitando mirarlo – Solo lo hice porqué Mero me prometió que conocería un lado diferente de ti si me hacía pasar por él -

- ¿Y qué tal? - Preguntó Iori con una sonrisita torcida, tenía ganas de darle un buen golpe a Mero, pero muy a su pesar tenía razón en decir que conocería un lado diferente de él. Se habría comportado muy distinto si hubiera reconocido a Kyo desde el principio.

- Descubrí que puedes comportarte como una persona decente – Respondió Kyo con un resoplido – Y que puedes decir frases completas sin insultos -

- Hmm... es que resultas más agradable cuando estás pretendiendo ser otra persona – Respondió el pelirrojo, Kyo levantó el rostro y las miradas se encontraron por unos segundos y entonces fue Kyo quien soltó una corta risa.

- Quizás mostramos el peor lado de nosotros cuando estamos juntos – Concluyó divertido con esa idea. Ciertamente solo conocían el lado malo del otro, siempre que se encontraban terminaban peleando al fin y al cabo.

- Así es -

Volvieron a sumirse en un corto silencio, pero esta vez no se sintió incómodo. Kyo se sentía satisfecho con la explicación de Iori de momento, tener esa conversación sin tener el fuego de por medio era de por si un gran logro.

- ¿Creés que Hoki regresará con la comida? - Preguntó Kyo luego de un rato. Iori meneó la cabeza en silencio, el clon les había dejado solos a propósito e ir a buscar comida probablemente había sido una excusa.

- Gato astuto – Murmuró Iori entre dientes.

- Ambos lo son – Aceptó Kyo, pensando que probablemente los clones habían planeado todo desde un comienzo con la intención de que pasaran tiempo juntos.

Observó de reojo al pelirrojo quien parecía estar conteniéndose, la situación debía ser tan extraña para Iori tanto como para él, Kyo siempre tuvo la impresión de que Iori sería una persona dominante que imponía su deseo sobre otros, pues era la manera en como se comportaba con él en el ring, pero por supuesto, una pelea y una conversación eran dos cosas diferentes, esa noche Kyo descubrió que Iori era una persona tranquila a pesar de todo. Cuando no estaba siendo acosado por Orochi, era alguien calmado y de pocas palabras.

Aún en esa situación en la que estaban, Iori parecía dudar en si debía tomar la iniciativa una vez más. ¿Se avergonzaba aún de lo que sentía?

Hasta hacía unas horas Kyo se sentía nervioso y no sabía que hacer o decir, pero la atmósfera había cambiado progresivamente, no sabía como ni porqué, pero ahora se sentía cómodo a su lado y disfrutaba de su cercanía. Quizás aceptar ese sentimiento le había quitado un gran peso de encima y ahora que no sentía que debía pretender, le resultaba fácil ver las cosas con claridad.

- ¿Qué vamos a hacer ahora Yagami? - Preguntó con una sonrisa que a Iori le pareció demasiado coqueta. Kyo deslizó su mano por el sofá y la posó sobre la de él, entrelazando sus dedos.

Iori sintió su tacto suave pero firme, sonrió ladino y luego se giró una vez más para mirarlo.

- Recuperar el tiempo perdido – Respondió, colocando una mano en la nuca de Kyo, metiendo sus dedos por entre su cabello, enviándole un delicioso escalofrío por la espalda, los irises carmín recorrieron furtivamente su cuerpo y luego subieron para mirar sus labios, Kyo sintió un agradable estremecimiento al notar como Iori lo miraba. Notó que la forma en como Iori lo miraba no había cambiado en absoluto durante el tiempo que llevaban de conocerse, sin embargo ahora comprendía que ese deseo no era solamente por pelear.

Una sonrisa presumida se formó en los labios de Kyo y acercó su rostro hasta que sus labios volvieron a tocarse.

- Eso significa que ¿Puedo quedarme esta noche? - Preguntó aún rosando sus labios sin llegar a besarlo.

Iori tomó sus labios en un voraz beso como respuesta.

Continuara.

Notas finales:

;O; ame escribír esto e hice unos fanarts!

Hoki y Kyo pretendiendo ser Mero cuando llegan al bar y saludan a Iori.

Iori tocado en el bar *-*

En el parqueadero, Iori lo ayuda a caminar creyendo que está más ebrio de lo que realmente está.

Kyo le hace reclamos a Iori y Iori se da cuenta que corresponde sus sentimientos *-*

[¿Qué vamos a hacer ahora Yagami? - Preguntó con una sonrisa que a Iori le pareció demasiado coqueta. Kyo deslizó su mano por el sofá y la posó sobre la de él, entrelazando sus dedos]