Holas! En este capitulo se notará la diferencia con la película de Anastasia. Ni la película ni los personajes me pertenecen.

-...- diálogos

(...) comentarios de su autora n.n

Capitulo 1

Año 198 después de la colonia

Heero Yui había cambiado mucho. Ya no era el escuálido mocoso de la cocina, sino un fuerte muchacho hecho y derecho. Con casi dieciocho, Heero era alto, con el pelo castaño oscuro y unos ojos azules hipnotizadores. Pero por mucho que hubiera cambiado físicamente, Heero no había olvidado lo ocurrido en el palacio.

Durante nueve años conservó la pequeña caja de música que se le había caído a la princesa. Porqué lo hizo, no tenía idea, pero presentía que le era imposible deshacerse de la cajita. Tampoco podía olvidar los ojos asustados de la princesa, que durante todo este tiempo se la tuvo por desaparecida.

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Miliardo Peacecraft logró llegar sano y salvo a París, pero tenía el corazón destrozado por la pérdida de su hermana. Hasta ese día la buscaba desesperadamente, y ciertas jovencitas se aprovechaban de su estado deprimido y se hacían pasar por la princesa desaparecida. Pero Miliardo no era tonto, él conocía demasiado bien a Relena como para dejarse engañar por cualquiera. Pero pronto se cansaría o se daría por vencido. Eso era lo que decían todos.

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Orfanato San Gabriel

De un orfanato, de aspecto pobre y destartalado, sale una anciana de cara bastante amargada llevando de la mano a una chica de unos diecisiete años que se despide con tristeza de los niños que se asomaban por la ventana.

-Entonces sigues recto y doblas a la izquierda- hablaba la señora- Me estas escuchando?

-Adiós a todos!- se despedía la chica, luego cambio su cara a una sumisa- la escucho.

-No has sido más que una espina para mi desde que llegaste!- exclamó la anciana agarrando a la chica por la bufanda y guiándola hacia la puerta- Pero tu te crees la gran reina de este sitio en lugar de la inútil campesina que eres! ¡Durante los últimos nueve años-a espaldas de la vieja la joven la imitaba- te he cuidado, te he vestido, te he mantenido en mi casa!- la chica comenzó a juguetear con la cadena que llevaba en el cuello- Ya deja de jugar con esa cosa!- La anciana agarra la cadena y lee lo que dice- "Juntos en París" Ahh!- Exclamo con voz dulzona- conque quieres ir a Francia a buscar a tu familia eh?-la chica asintió- Lena ingenua ya es tiempo de bajar a la tierra! Tienes lo que tienes y más te vale agradecerlo.- junto con esas palabras echa a Lena del orfanato- Juntos en París! agradécelo Lena.

- Agradécelo Lena- dijo la chica imitando la voz de la mujer- Agradezco haber salido de ahí! Toma la izquierda. ¿Para qué? Para ser siempre Lena la huérfana.

Lena se encontraba sola en un campo cubierto de nieve. Exasperada se sentó en un montículo.

-Envía una señal, o un indicio- le gritaba a nada en particular- Lo que sea!

En ese preciso momento, un bulto gris se le tiró encima. Se trataba de un cachorro gris con blanco que, juguetonamente, comenzó a tirar de la bufanda de la chica.

-Oye!-exclamó divertida- No tengo tiempo para juegos, estoy esperando una señal- al ver que el cachorro insistía tomo el otro extremo de la bufanda- Dame eso, suéltalo- el cachorro tiró tanto de la bufanda que Lena cayó al lado derecho del camino- Lo que faltaba, un perro que quiere que vaya al reino de Sanc- entonces una idea comenzó a surgir en su mente- Muy bien bonito, si tú eres mi señal, te sigo.

Lena y el cachorro, al que llamó Pooka, recorrieron los parajes nevados hasta llegar al reino de Sanc. Este reino definitivamente había tenido mejores tiempos. Las calles estaban sucias y llena de vagabundos. El palacio, antes tan majestuoso, ahora no era más que ruinas.

La chica se acercó a una taquilla para comprar un boleto a París. Un tipo de aspecto malhumorado le dijo que primero se fuera a conseguir una visa y cerró fuertemente las puertas de la taquilla.

-Amargado-murmuró Lena.

Entonces una anciana de aspecto estrafalario que se encontraba detrás suyo se le acercó y en voz muy baja le comentó- Heero te ayudará.

-Donde lo encuentro?- pregunto Lena con el mismo tono de voz.

-En el antiguo palacio, pero tú no lo oíste de mí. Anda chiquilla.

-Heero-el nombre le parecía vagamente familiar.

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Heero ciertamente estaba en el antiguo palacio, era su hogar. Después de la revolución, Heero seguía viviendo ahí. En ese momento estaba con su mejor amigo Duo Maxwell y, para su desgracia, con Silvia Noventa. La chica no lo dejaba tranquilo, lo seguía y acosaba en donde quiera que estuviese. Era una joven rubia de ojos verdes, con una personalidad entre infantil, coqueta y extrovertida. Una combinación algo irritante. Y para colmo, Duo lo molestaba con ella. No había forma de darle a entender que, de poder, Heero mandaría a volar a esa molestosa chiquilla.

Mientras tanto en las afueras del palacio, Lena buscaba alguna forma de entrar, todo estaba tapado con maderas. Sin embargo, Pooka pasó por un espacio que había debajo de ellas y entró tranquilamente.

-Pooka! Pooka!- Susurró Lena- Pooka donde estas?- la chica tomo las maderas y tiró fuertemente de ellas, logrando romperlas.

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-Escuchaste algo- preguntó Heero sobresaltándose un poco.

-No- contestó Duo

-Yo tampoco escuche nada cariño- le dijo Silvia con voz melosa.

Heero frunció el ceño, se paró y abandonó la sala.

-Adonde vas?- le gritó Duo

-Voy a ver que sucede.

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Lena observaba todo a su alrededor. De una forma u otra le parecía ya haber estado ahí antes.

-Pero eso es imposible-se dijo a si misma.

Llego al salón de baile, donde todavía estaba la vajilla que se usara en algún banquete. Lena tomó un plato y lo sopló quitándole el polvo. Vio su reflejo y algo más... vio a un chico de cabellos plateados abrazando a una niña rubia.

-Debo estar volviéndome loca.- comentó en voz alta, dejando el plato en su lugar.

Siguió su recorrido por el salón de baile. En su mente escuchaba una canción vagamente familiar. Sin reconocerla se puso a bailar por la pista mientras Pooka la observaba extrañado.

-Oye!-se escuchó una voz.

Lena asustada se dio vuelta y vio a un joven que la observaba desde lo alto de la escalera. Rápidamente salió corriendo.

-Oye espera!-Heero la alcanzó rápidamente- cómo entraste a...-Heero quedó mudo. Detrás de la jovencita se hallaba el cuadro de la princesa Relena. Heero contuvo la respiración. ¡Eran iguales!

Heero la miró fijamente, sin importarle los gruñidos de advertencia de Pooka

-Quién eres?- susurró.

-Hey Heero! quien es ella?- Duo llegó acompañado por Silvia, que miraba ceñuda a la chica que, harapienta y todo, no dejaba de ser atractiva.

-Eso me gustaría saber- comento Heero mirando fijamente a Lena.

-Discúlpenme- Balbuceó la chica- es que me dijeron que aquí podría encontrar a Heero.

-Para que quieres verme- Preguntó el aludido.

-Me dijeron que tu puedes ayudarme a encontrar a mi familia.

-Espera, espera un momento chiquilla, porqué no mejor empezamos por el principio y nos dices tu nombre?- sonrió Duo.

-Es cierto, disculpen. Mi nombre es Lena. Vivía en el orfanato San Gabriel, pero ahora soy demasiado mayor para estar ahí. En lugar de ir a buscar trabajo, quiero encontrar a mi familia que, según creo, está en París.

-Lo siento linda-dijo Silvia con voz sorna y mirando a Puka con recelo- pero no creo que sea fácil encontrar a tu familia si no nos dices tu apellido.

-Yo... no lo recuerdo.

-Como?

-No recuerdo mi apellido. Me encontraron inconsciente a los ocho años. Cuando desperté, no recordaba nada. Sigo sin recordar.

-Puede ser amnesia- comentó Duo.

-Por qué crees que tu familia está en París?- preguntó Heero

-Por esto-Lena les mostró el collar. Las palabras brillaron demostrando la valía del objeto.

-Pero si es de oro!- exclamó Duo. Luego miró a la chica- Tu familia debe ser muy rica.

-O saben hacer muy buenas imitaciones-rió Silvia algo picada

-No, esto es oro de verdad- la corto Heero sin dejar de mirar a la extraña chica- Pero por qué vienes a mi?

-Me... me dijeron que tu podrías ayudarme- dijo nerviosa la chica- pero creo que no es posible. Lo siento mucho mejor me voy...

-Espera querida-dijo Silvia con una falsa sonrisa- creo que podemos solucionar tu problema. Solo espera un momento.

Silvia se llevó a Duo y a Heero dejando a Lena entre nerviosa y esperanzada.

-Por qué le dijiste eso?-preguntó incrédulo Duo- Tú sabes que no podemos ayudarla.

-No creen que se parece mucho a la princesa Relena?- dijo Silvia ignorando a Duo.

-Sí, es verdad- musitó Heero- pero eso que tiene que ver?

-El príncipe Miliardo aún sigue en busca de su hermana, y dará una gran recompensa al que logre encontrarla- concluyó con una sonrisa maliciosa en el rostro.

-Que! estás diciendo que la llevemos a París y la presentemos ante el príncipe para ganar la recompensa?-exclamó Duo.

-Silvia no puedes pensar en hacer algo así...

-Y porqué no?-dijo la chica un tanto enfadada- después de todo muchas personas lo han intentado, y, con esta chica, lo más probable es que ganemos.

-Lo dices como si fuera un concurso-murmuró Heero amargado- Y si la verdadera Relena estuviera por ahí?

-Cariño-dijo Silvia con el mismo tono que uno usa para hablar con un niño pequeño- lleva nueve años desaparecida. De verás crees que siga viva? Yo, no. Además, imaginen que ella es la princesa, solo que no lo recuerda no la estaríamos entregando a su familia?

-No pienso unirme a esto- dijo rotundamente Heero.

-Ni yo. Lo siento pero de verdad es demasiado- lo apoyó Duo.

-Esta bien esta bien. Solo era una idea- exclamó exasperada la rubia- pero llevémosla a París. Después de todo eso quiere no?

-¿De donde sacaremos el dinero?-preguntó el trenzado.

-Todos tenemos algo ahorrado. Además recuerden que teníamos planeadas unas vacaciones. Venga, llevemos a la chica.

-No lo sé...- murmuró Heero.

-¿Qué te parece esto?-sugirió su amigo- la llevamos con la familia real para que ellos la ayuden. Si por un gran milagro resulta ser ella la princesa estaríamos haciendo una gran obra ¿no?

-Es genial! Vamos cariño, di que sí.

-Sin trucos?-le advirtió Heero ceñudo.

-Sin trucos.

-Esta bien.

Heero y Duo se vuelven hacia Lena, mientras Silvia descruzaba los dedos a su espalda.

-Ya me lo agradecerás cariño-dijo con una sonrisa maliciosa.

-Esta decidido!-dijo Duo con una sonrisa- te llevaremos a París.

-En verdad lo harán?- exclamó Lena abriendo mucho los ojos.

-Claro querida ¿es que estás sorda?- dijo burlona Silvia, ganándose una mirada de reproche de Heero.

-Oh gracias! se los agradezco muchísimo- exclamó la chica muy feliz.

-Pero antes- dijo Heero- me gustaría hablar un poco contigo... Lena.

Ignorando la mirada hostil de Silvia, Heero tomo suavemente Lena por el brazo y se la llevo a otra habitación. Ella, de paso, puso a su perro en brazos de Duo. Una vez dentro, Heero cerró la puerta y se enfrentó a la chica que le miraba extrañada.

-¿Puedo hacerte un par de preguntas?

-Si, claro-contestó Lena inquieta.

-¿Que edad tienes?

-Diecisiete.

-¿Dijiste que te encontraron a los ocho años?

-Si.

-Y ese medallón ¿lo tienes desde antes que te encontraran?

-Pues si- ahora Lena estaba muy incómoda- disculpa pero ¿a que se debe tanta pregunta?

-¿Ves ese cuadro?- dijo Heero, señalando el retrato cubierto de telarañas que mostraba la familia real, Lena asintió- La más pequeña es la princesa Relena. Quizá conozcas su historia- Lena negó con la cabeza- Hace nueve años la familia real fue atacada, es por eso que el reino Sanc está casi en ruinas. Fue una rebelión, dirigida por Treize Khusrenada.- Lena se estremeció, el nombre le daba escalofríos- Los mataron a todos, menos a los dos hijos menores, Miliardo y la pequeña Relena, que para entonces tenía ocho años. Querían tomar un tren que los llevaría a París, Miliardo pudo tomarlo, pero la pequeña se quedó atrás. Desde entonces la princesa a estado desaparecida, incluso se la ha dado por muerta; sin embargo su hermano cree que esta viva y la está esperando en París.

Lena estaba callada. Sentía, en lo más profundo de su ser, que eso ella ya lo había visto u o oído en alguna parte. Heero la observaba detalladamente, mirando el cuadro y a la chica.

-Mira bien a la princesa por favor.- le pidió Heero. Esta la vio.-¿No te parece familiar?

-Siento... siento que ya la he visto.

-Creo que te pareces bastante a ella.

-¡¿Que cosa!

-Pues eso, te pareces muchísimo a la princesa.

-Disculpa- dijo la joven riendo- pero si estás tratando de insinuar que YO soy la princesa Relena, lamento decepcionarte, pero soy una vagabunda, harapienta que ha vivido la mitad de su vida en un orfanato. No puedo ser una princesa.

-Yo no estoy insinuando nada-dijo Heero cortante- Solo estoy viendo las cosas en común que tienen ustedes dos.

-Son... coincidencias.

-¿Sí? Esas "coincidencias" son bastantes convincentes ¿no crees? Primero: la princesa tenía la misma edad que tú cuando desapareció y cuando tú fuiste encontrada, por lo tanto ahora tienes su misma edad; segundo: su único familiar está en París y justo tú dices que debes buscar a tu familia en París; tercero: todo este tiempo ha estado desaparecida y tú no recuerdas nada de tu pasado; y cuarto: ¡Son idénticas!

-¡Pero no dejan de ser coincidencias!- dijo Lena con voz ahogada.

-Escucha-Heero la tomó por los hombros- Sé que es muy difícil de creer y más aún con la vida que has llevado, pero debes tratar de entender. Hay muchas personas que quieren que vuelva la dinastía de los Peacecraft, pero el príncipe Miliardo dice que no se casará hasta que encuentre a su hermana. ¿Realmente es tan imposible que tú seas la princesa? Piénsalo.

Lena se quedó callada, pensando. ¿Era tan ilógico que ella fuera la princesa? Sí. Una parte de su ser le decía que sí, que era prácticamente imposible. Pero, por otro lado, quizá no fuera tan loco. A decir verdad, Heero tenía razón con lo de las "coincidencias", bien ella podría ser la princesa. Pero...

-No lo sé- dijo Lena angustiada- En verdad no lo sé.

-¿Quieres averiguarlo?

-¿Cómo?

-Hay una manera de saberlo. En París, el príncipe ve a todas las muchachas que dicen ser Relena, les hace preguntas y cosas por el estilo. Las pone a prueba. Ninguna la ha pasado, pues creen que es muy fácil llegar y fingir ser una persona, pero Miliardo no se deja engañar. Lo que puedes hacer es ir con él para que...

-Me estás pidiendo que finja ser la princesa?-exclamó Lena enfurecida- Lo siento, pero tengo mi dignidad y no pienso hacerme pasar por otra persona solo para que pasen mis desgracias!

Heero la observó apreciativamente al escuchar que su opinión sobre eso era la misma que la de él. Definitivamente era una chica especial.

-Antes de que me sigas bombardeando con tus insultos-dijo sonriendo- déjame terminar. No quiero que finjas ser Relena. Tampoco estoy diciendo que tú eres la princesa. Tienes una posibilidad de serlo. Solo pienso que quizá podrías ir y hablar con el príncipe, eso es todo.

Lena calló. Quizá Heero tuviera razón. Ella podría ir donde Miliardo y hablarle de su vida y él, por último, la ayudaría o la dejaría quedarse con él. Era arriesgado, pero valía la pena intentarlo.

-Está bien-dijo por último- Iré.

La sonrisa de Heero se acentuó. En el fondo, tenía la pequeña esperanza de que esa chiquilla fuera la princesa Relena. Ya lo averiguaría.

Lena se sonrojó un poco al ver la sonrisa de Heero. La verdad no estaba muy acostumbrada a tratar a chicos de su edad, y más aún cuando eran apuestos. Y este definitivamente lo era.

-Bien- interrumpió Heero el incómodo silencio- será mejor que volvamos con los demás.

Heero y Lena salieron al salón, donde los esperaban Silvia y Duo, quién jugaba muy alegre con Pooka. Silvia al ver que regresaban, rápidamente se colgó del brazo de Heero y le dedico una sonrisa de suficiencia a Lena, como si le advirtiera que si se acercaba al sujeto, estaría en terreno peligroso.

-Muy bien chicos- dijo Heero algo molesto por la muestra de cariño de Silvia- Nos vamos a Francia.

-Síí!- gritó Duo levantando el brazo en señal de victoria- oíste bonito? nos vamos a la ciudad luz!

-Y a la del amor, según dicen- continuó Silvia picándole un ojo a Heero.

-"Pues espero"-pensó Lena observando a Heero-"que el amor no me afecte a mí"

Ninguno de ellos se percató de la extraña silueta que los observaba tras una columna.

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Que tal? Ahora bien, no quise que Heero quedara como un estafador como muestran en la película, no creo que tenga la personalidad de ladrón xD, por eso le deje la tarea a Silvia (aclaro inmediatamente que no me cae muy bien). Todavía falta la aparición de muchos personajes asi que no crean que todo ronda alrededor de estos cuatro!

Rockergirl-sk: Acertaste! la pelicula si es "Anastasia" y sip, será un HeeroxRelena pero aún no se si se quedaran juntos... besos y sigue leyendo!

monik 15: ok aquí esta la historia más "gundamizada" xD de ahi me dices que te parece vale?

fbla: yep, Anastasia es xD, parece que se las deje facil ne? bueno, aquí se noto una pequeña diferencia con la pelicula, aparte que le voy a poner más personajes y todo eso... y el final... se sabra al final. No adelantare nada de nada xD. besitosss.