Diox! Millones de perdones!
Siento mucho el no postear con anterioridad este último capítulo, no se como disculparme así que acepto sus maldiciones con gusto (nada de lanzar tomates eh! Que duelen más n.n). Muchas gracias también por todos los mensajes, desearía contar con un poco más de tiempo para poder responderlo, pero me es imposible por ahora U.U
Antes de que comiencen a leer, si es que queda alguna persona que esperaba esta continuación…pues debo advertirles que este capítulo es lemon, por ello el ranking y que la Pareja es aquella que a mi me encanta H/Hr. Lo siento por el fan de otro ship que lo lea, pero eso no le quita el merito a esta historia no? Para mi Amethyst hizo un excelente trabajo con esta historia y le estoy eternamente agradecida que me dejara traducirla. Ahora si no los molesto más y a leer se ha dicho n.n
Lección siete – Interviniendo los limites.
Harry vagó a lo largo del castillo por al menos dos horas después de que su lección final antes de que finalmente se arrastrara nuevamente hacia la Torre Gryffindor. Desesperadamente no quería regresar y encararla. Sería un milagro si pudiera mirar a Hermione sin tener algún tipo de reacción explosiva – echando a llorar o gritando fuera su frustración o quizás simplemente explotar en algo, a gritos. No estaba seguro de que quería hacer más; cualquier cosa podría funcionar; mientras que esto mitigará el dolor.
Hermione no estaba allí esperando por él cuando regresó. Normalmente, ella podría estar, sentada con un libro y algunas veces carcomiendo su labio inferior con preocupación. ¿Cómo había cambiado tanto en tan poco tiempo?
Él camino arriba las escaleras a su dormitorio y fue saludado inmediatamente por el sonido de tres muchachos durmientes. Los notables ronquidos de Ron, sin embargo, visiblemente ausentes.
"Pareces un infierno, compañero," él dijo quedadamente.
Harry se encogió de hombros. "Parezco un infierno…se siente como el infierno. Supongo que debo estar en el infierno."
Ron levantó sus cejas. "Espero que eso no signifique que le dijiste."
"No," Harry suspiro cuando comenzó a cambiarse en su pijama. "No lo necesite."
"¿Ella sabía? ¿Estas seguro? Ella parecía condenadamente bastante distraída hace pocos días."
"Si, pues, supongo que no quiso decir nada porque no quería hacer las cosas incomodas, pero ella lo hizo bueno y claro, que ella no quería nada que ver conmigo."
"No puedo verla haciendo eso," dijo Ron con escepticismo. "¿Es eso lo que realmente dijo?"
"Ella dijo que quería que las lecciones terminaran y que debería ir y besuquear otras chicas ahora. ¿Qué suena eso para ti?" Harry contestó, arrastrándose lentamente en la cama.
Ron nunca respondió.
Al día siguiente, era claro que la noche anterior los había puesto a todos – a ellos tres – en un apuro.
Ron, quien ya estaba un poco cortante hacia Hermione por haberlo rechazado, había ahora tomado el rechazo de Harry como un gran insulto y se rehusaba a hablar con ella, dejando a la pobre Hermione completamente sin amigos, como ella evitaba activamente a Harry también. Ginny trataba de mantenerla acompañada a la hora de las comidas, pero en clase, Hermione podía ser encontrada sentada sola, al otro lado de la sala desde Harry y Ron, causando bastante especulación entre sus compañeros con respecto a que había ocurrido para causar tal grieta.
Para hacer peor las cosas, Ron parecía estar luchando ligeramente con delicia que el 'famoso Harry Potter' había sido rechazado por la misma chica que él. Harry sabía que Ron trataba de ser leal y no mostrar esos sentimientos, pero ellos seguían filtrándose en la conversación, que finalmente giró bastante fea al desayuno.
"Quizás ella no quiere estar contigo por toda la atención de los medios – quiero decir, luego de lo que sucedió con Krum y todo, ella probablemente no quiere ir a través de eso otra vez."
Gracias Ron, gracias por recordarme que todo acerca de mi me hace una pobre elección para ella.
"O quizás es a causa de Tú-sabes-quien – sabes, con la profecía y todo. Quizás ella considera que es demasiado arriesgado estar contigo…"
Maldito, torcedor de cuchillo, bueno-para-nada –
"O quizás ella simplemente piensa que eres un poco flacucho. Krum era más bien abultado, después de todo. Quizás así es como le gustan…"
El tenedor de Harry cayó en su plato con un estruendo. "Sabes, Ron, si quieres disfrutar mi desgracia, quizás deberías intentar hacerlo en la mesa de Slytherin – amarían escuchar acerca de esto," dijo él, con ira abandonando la mesa.
Luego de eso, ninguno de ellos se sentaba juntos en la clase. Aún la imperturbable Mcgonagall no podía ocultar su sorpresa de encontrarlos separados.
Y entonces parecía que los fuertes lazos entre los tres finalmente se habían roto, dejando a todos en Hogwarts un poco desorientados.
Y todo porque justo Hermione tuvo que convertirse en una estúpida, sangrienta chica.
Así, la agonizante miseria continuó – durante una semana entera. Harry vagabundeaba por el castillo como un fantasma – que quizás era tal vez una mala idea, como la conversación más larga que había tenido en una semana fue con Nick Casi Decapitado, y él había andado en unas paredes en el proceso, quebrando su nariz una vez y sus lentes dos veces.
Aunque el querido Nick valientemente trataba de animarlo ("Mira el lado bueno – ¡aún tienes tu cabeza pegada a tus hombros!"), él estaba exitosamente cerca como Ron lo estaba. Los fantasmas realmente necesitaban aprender que estar muerto no les daba él gran entendimiento sobre los temas emocionales de los vivos.
Incluso aunque Harry hubiera admitido que el podría quizás tal vez estar enamorado de Hermione, él estaba aún sorprendido simplemente lo mucho que la extrañaba. Ella no podía mirarlo a los ojos, dejar solo hablaría con él. Yendo sin las cosas simples era simplemente insoportable – cosas como su sonrisa y escucharla decir, "Buenos días, Harry," cada día hacía toda la diferencia.
Sus notas estaban sufriendo sin ella, y no lo ayudaba que todo lo que el podía hacer en clases era escabullir miradas a ella. Mcgonagall se mantenía diciéndole que buscara ayuda de Hermione, dejando a Harry preguntándose si ella quizás estaba conspirando para lograr que ellos se hablaran nuevamente. Él nunca le pidió ayuda a Hermione; aún no había tenido el coraje de decirle ¡hola!.
Para el próximo viernes. Harry estaba listo para explotar. Él no sabía cuanto más podía ir de esta manera, estando alejado de Hermione y riñas con Ron cada dos días. ¿Cómo podía ella actuar como si todo estuviera bien? ¿Cómo podía ella dejar que esto pasará? ¿…Como podía él?
Dios sabía que él no quería que eso pasara…pero él no sabía como arreglarlo. ¿Qué se suponía que debía decir? "Hermione, siento haberme enamorado de ti, ¿crees que todavía podemos ser amigos?" él no sabía si eso era aún posible, continuar siendo su amigo, con lo mucho que la quería en su vida…
Esto era aquella tarde, cuando Harry vagaba por el castillo otra vez, que algo finalmente sucedió.
Estaba bastante oscuro, y él no estaba prestando mucha atención a sus alrededores, demasiado perdido en su propia melancolía. Por lo tanto, cuando alguien extendió una mano desde un armario de escobas y lo arrastró adentro, él no estaba listo para reaccionar, y la puerta fue cerrada detrás de él antes de que pudiera alcanzar su varita.
"Tenemos que hablar."
Esa voz era inconfundible. Era Hermione.
Mientras Harry estaba aliviado de que no iba a ser atacado, él no estaba seguro de que Hermione era la persona con quien quería estar atrapado en un armario de escobas – por lo menos, no bajo las actuales circunstancias.
"Lumos," ella susurró, y su rostro fue iluminado por el pequeño círculo de la debíl luz blanca de la punta de su varita.
Para usar la descripción favorita de Ron, ella parecía un infierno. Juzgando por su tez pálida y las bolsas debajo de sus ojos, Harry no pensaba que ella estuviera durmiendo bien, o comiendo bien, o haciendo muy bien las cosas últimamente. Harry fue golpeado por la familiaridad de ello. ¿Podía ser que ella fuera tan miserable acerca de esto como él lo era?"
Harry no sabía que decirle a ella que posiblemente pudiera trasmitir lo que él quería – necesitaba – que ella supiera, entonces él hizo la primera pregunta que estallo en su cabeza.
"¿Por qué estamos en un armario de escobas?"
"Porque pensé que emboscarte sería la manera más fácil de hacer que hablaras conmigo," dijo ella, tocándolo con su varita. La luz en la habitación rebotaba alrededor con el movimiento de sus dedos. "Harry, necesito decirte algo, si quieres oírlo o no."
"Hermione, yo –"
"No, por favor, solo escucha," ella suplicó. Harry consintió, esperando que ella no estuviera cerca de decir lo que él pensaba que diría.
"La cosa es," dijo ella lentamente, sin encontrar sus ojos, "No estoy lista para dejar que las lecciones terminen. Tú podrías estar, pero – pero yo no. Quiero decir, no las lecciones, exactamente, pero lo que estábamos haciendo…no estoy lista para dejar ir eso."
La boca de Harry fue seca y se encontró a si mismo hablando nuevamente antes de que él decidiera lo que iba a decir. "Yo tampoco." Él dudo, mirando la tentativa sonrisa del rostro de Hermione. "Pero…no entiendo, dijiste que habíamos terminado. Dijiste que debería ir y encontrar otras chicas para besar. Pensé que era eso lo que querías."
"Oh, Harry, realmente puedes ser increíblemente torpe sobre las chicas a veces," dijo ella, sacudiendo su cabeza tristemente a él. "Cuando dije eso, estaba esperando que dijeras que no querías besar otras chicas o – o algo. Se suponía que fuera como…como una indirecta para que dijeras como te sentías."
"¿Bueno, como se suponía que fuera a saber eso?" Harry preguntó, rasgado entre la exasperación y él sentimiento que él era desde luego bastante torpe.
"No lo se. Tú no debías. No se lo que estaba esperando," dijo Hermione en un suspiro. "Solo se que todo fue mal, y no puedo soportar ir de esta manera mucho más. Te extraño."
Su mente pugnaba por formular las palabras para responder, para expresar simplemente lo mucho que la había extrañado también – cuan completamente miserable él había estado sin ella.
Hermione comenzó a caminar en el corto lugar, y, antes de que pudiera replicar, dijo, "Harry, yo…yo no quiero simplemente el besarnos, aunque. Es maravilloso, pero no es suficiente para mí. Necesito saber si quieres esto también, que es más que solo…físico."
Ella me quiere también. Ella…ella realmente me quiere también.
"Claro que lo es," dijo Harry como su corazón bailaba tap alrededor de su pecho. "Quiero decir eres tú. Eres demasiado importante para mi para ser solo físico."
"Oh – oh, Harry – estoy tan feliz," dijo ella cuando se arrojo sobre él. Él la atrapo cuando la fuerza del impacto lo golpeo nuevamente a la puerta.
"¿Así que, es lo mismo para ti, entonces?" Harry preguntó, necesitando escucharlo – su felicidad podría finalmente ser completa cuando ella lo diga.
"Claro, idiota," dijo ella, alejándose. Había lágrimas en sus ojos, pero ella estaba sonriendo. "¿Realmente piensas que te hubiera dejado hacerme todas esas cosas si no sintiera nada más que amistad por ti? Eres el único en quien podría confiar con mi cuerpo de esa manera."
"¿Realmente? ¿…Yo?"
Hermione rodó sus ojos. "¿A quien más podrías sugerir?"
Harry miro en sus ojos aguados, encendidos con felicidad, y sabía que había una sola cosa dejada por decir –
"¿Entonces cuando es la próxima lección?"
Hermione sonrió abiertamente. "Ahora."
Ella lo tenía fuera de la puerta antes de que él pudiera decir una palabra.
Las velas en la sala de requerimiento parecían lucir enteramente de una nueva manera ahora que todo estaba fuera abierto, y el no podía esperar para averiguar como podía ser besar a Hermione ahora que él sabía que ella quería esto tanto como él.
Hermione estaba aún más agresiva ahora que ella tenía permiso para serlo, y ellos apenas estaban en la sala antes de que ella empujara la túnica fuera de sus hombros, que rápidamente fue acompañaba al piso por si misma.
"Sácate tus zapatos y medias," ella le dijo cuando pateo los suyos propios y comenzó a quitar sus medias.
"¿Qué – por que?"
Hermione hizo rodar sus ojos. "Porque, lo harán en el camino."
Obedientemente, el se agachó y sacó los ofensores artículos. Al momento que se paro derecho nuevamente, la boca de Hermione estaba en la suya, insistente y ansiosa. Harry entonces se encontró a si mismo siendo forzado a la cama, pronto a ser atrapado bajo ella cuando ella lo besaba sin sentido.
De más esta decir, era una muy buena noche para Harry.
Cuando él dejo sus manos vagar por áreas de Hermione que no eran platónicas en absoluto, el quería preguntarle cuan lejos esto podría ir. Como era, su boca un poco preocupada para esto, y Hermione pronto le dio su respuesta posando su mano sobre su muslo.
"Quiero que termines lo que empezaste la última vez," dijo ella. Sus dedos picaban por moverse cuando ellos descansaron contra su suave piel.
"¿Hermione…estas segura que es esto lo que quieres?" Oh, por favor, por favor estés segura.
"Si…si, estoy segura. No quiero dejar esta habitación insatisfecha otra vez."
Harry humedeció sus labios. ¿Dios, había ella estado lujuriosa sobre él todo este tiempo? "Si hacemos esto –"
"No hay regresó, lo se," dijo Hermione. "Esto…bueno, esto puede ser un poco pronto para hablar tan seriamente, pero puedo vernos juntos por mucho tiempo, y aún si…aún si no es el caso, se que siempre voy a preocuparme por ti – que serás siempre mi mejor amigo. Harry, quiero que seas mi primero. Se que será especial si es contigo."
Ella se sonrojo tan tremendamente dulce que Harry olvido completamente la tentadora broma que él había tenido por verla recientemente. Aquí estaba ella, la Hermione que él siempre conocía – la Hermione hermosa, afectuosa, quien merecía mucho más que él.
"¿Estas segura que eres a mi a quien quieres?"
"Tengo mi mente arreglada acerca de ti por un tiempo ahora," dijo ella, riendo. "No voy a cambiarlo ahora."
Harry asintió y dejo a sus manos reanudar su viaje hacia arriba, memorizando el sentimiento de la suave, lisa piel bajo la yema de sus dedos. Tenía el sentimiento que nunca tendría suficiente de esto.
Trazando el borde de sus bragas, sus dedos frotaron contra el cordón. Querido Merlín, bragas de encaje… ¿Había ella planeado esto? Apuesto a que lo hizo…oh, realmente amo este lado de ella.
Hermione tembló ligeramente. "Puedes quitarlas…si…si quieres." Ella se movió y se recostó nuevamente en la cama, haciendo que todo fuera más fácil para él hacerlo.
El busco arriba y enganchó sus dedos en la banda de la cintura. Empujándola abajo tomando un dolorosamente largo rato, pero el no podía tratar de moverse más rápido. Él casi rió cuando ellas hicieron su primera aparición en sus rodillas donde su falda terminaba. Rosadas. Él nunca imagino que serían rosadas. Ellas apenas hicieron ruido cuando golpearon el piso.
Alzando la vista hacia ella, él vio que ella estaba desabotonando su blusa mientras él se había comprometido de otra manera. Ella soltó el último botón y tímidamente dejo que la camisa cayera abierta, exponiendo un largo tramo de pálida piel, hermosa. Sus ojos se movieron por si mismos a lo largo del sostén combinado con sus bragas, desde donde la cima de sus senos vislumbraba fuera.
Ella le permitió mirarla por una suficiente cantidad de tiempo antes de que ella sonriera y dijera. "Para de haraganear, Harry. Aún tienes asuntos que atender también."
Harry miro de regreso a su falda cubriendo su pelvis.
"A menos…a menos que no quieras. Entenderé si no quieres."
Harry la miro incrédulamente. ¿Estas loca? Claro que quiero." Él se sonrojo con vergüenza. "Yo solo…er…no tengo idea de lo que estoy haciendo."
Hermione rió ligeramente y le arrojó una mirada traviesa. "Te daré una lección apropiada en algún día, pero esta noche, solo quiero estar contigo." Aquella mirada en su rostro, la única que ella tenía cuando estaba de humor para romper algunas reglas; esto era un innegable encendedor para ver cuando sus bragas yacían sobre el piso en algún lugar.
"Confía en tus instintos, Harry," dijo ella, una vez más acomodando su mano en su muslo interior, un poco más arriba esta vez. "Eso es suficiente para mi."
Instintos. Él podía hacer eso, él lo había echo antes. Ahora mismo, el instinto – o algo así – estaba diciéndole que buscara ascendentemente. Sus dedos frotándose contra sus rizos, la única cosa entre él y – y oh, la sedosa piel lisa que él acababa de acariciar simplemente contra un dedo.
Hermione lo animó con un jadeo, seguido por un gemido maullante. Complacido con su reacción, Harry hundió su dedo más lejos dentro de su hendidura antes de retirarlos ascendentemente, a lo largo del lugar que le hacía arrojar sus caderas hacia él. Curioso, él fregó el lugar nuevamente, notando que se sentía de una manera diferente de los otros…casi como un pequeño trozo de alguna clase. Él no tenía idea de que estaba tocando, pero tenía el sentimiento que era la cosa correcta, como ella había arrojado su cabeza atrás contra las almohadas y gemía fuerte.
"Harry – oh – desde ahora en adelante, confía siempre en tus instintos," ella gimió, empujándolo para un beso más bien enérgico. Él luchó para besar su espalda y continuar acariciándola a la vez, un poco sorprendido. Hermione era más bien dominante, seguro, pero él nunca había esperando que fuera tan agresiva en la alcoba.
Hermione, evidentemente siguiendo sus antojos, lo alejo de ella, en su espalda, lo que lo confundió hasta que ella se sentó a horcajadas sobre él y desprendió su camisa.
Harry buscó arriba hasta desatar su sostén, esperando que ella de buena gana lo acompañara con eso, pero ella manoteo sus manos lejos.
"Tu turno," dijo ella firmemente, aproximadamente atacando los botones de su camisa. "No es justo, tienes toda esta ropa puesta y yo aún tengo que ver alguna de tus partes más interesantes."
Harry sonrió abiertamente, feliz de dejarle conseguir alguna de las partes que ella quería. "Pensé que querías que terminara lo que empecé."
"Cambie de idea," dijo Hermione cuando ella alcanzó el último botón. "No quiero venirme hasta que estés dentro mió."
Tal como dijo eso, ella colocó sus manos – quemantes manos calientes – sobre su abdomen. Harry tuvo que cerrar sus ojos para mantener su control.
"¡Santo cielos, Hermione, si sigues hablando de esa forma, no voy a durar hasta entonces. ¿Y desde cuando le hablas a los tipos de esa forma?"
"Desde ahora," respondió ella astutamente. "Tú me lo provocas, creo. Siempre has sido una mala influencia, sabes."
Bueno, ciertamente disfrutaba siendo su mala influencia, si ese era el caso. Hermione fue a trabajar sobre su cinturón, entonces sus pantalones, hasta que solo le quedaban sus boxers. Harry se sentó con ella aún en sus piernas y la arrojó contra él, calculando que era su turno de perder algunas prendas ahora. Él la distrajo con un beso, y como ella torno su foco a su boca, el serpenteo su mano ascendentemente sobre su espalda y desabrochó su sostén.
Hermione se alejó, sonriendo abiertamente. "Oh, muy suave, Potter."
"Trataré," él mofó, deslizando las satinadas correas rosadas bajo sus brazos como si desenvolviera un presente largamente esperado. Hermione le permitió arrojar la poca tela lejos y empujarla cerca nuevamente, dándole un zumbido de placer cuando su piel desnuda entro en contacto.
Harry no sabía otra cosa que hacer que besarla – sus labios, su mandíbula, la lisa columna de su cuello, la deseosa línea de su clavícula, bajo su garganta a sus ahora expuestos pechos. Él estaba arrojándose irresistiblemente hacia sus atractivos pezones, colocando uno y luego el otro en su boca, lamiéndolos con su lengua. Hermione arrojó su cabeza hacia atrás y se arqueo contra él, y meció sus caderas contra las suyas con el ritmo de su lengua.
Al sentido de su húmedo sexo contra la débil tela de sus boxers, él tuvo que alejarse de ella, y ella tomo esto en la oportunidad para moverse aún más lejos y quitar su falda, revelando cada pulgada seductora de ella a sus agasajados ojos.
Ella hizo una tentativa medio entusiasta de ocultar sus partes más intimas de él, pero Harry podía decir que era un sentido completamente fingido de modestia por la manera en que sus ojos hurgaban sobre él – como un gato hace apartar la vista de su presa.
"Tu turno," dijo ella simplemente.
Harry nerviosamente enganchó sus pulgares en la banda de sus boxers, viéndola mirarlo, rezándole a cualquiera que escuchara que ella no se riera al momento que lo viera completamente desnudo.
En un movimiento deliberado y aterrorizado, el empujo la ropa interior abajo sus piernas y las dejo caer al piso.
Hermione lo miró fijamente un largo rato, tan largo que él estaba cerca de salir de la cama para recuperar su ropa así como su dignidad, pero entonces ella comenzó a avanzar lentamente sobre la cama. Un destello peligroso había aparecido en sus ojos, uno del que él había aprendido a ser cauteloso a lo largo de los años.
Ella paró cerca de él, sobre sus rodillas, todavía mirando fijamente. Harry tragó cuando ella finalmente encontró sus ojos y extendió su mano ligeramente. "¿Puedo?"
La chica es verdaderamente loca, Harry comprendió, sorprendido de que ella aún sintiera la necesidad de preguntar. Podía ella tocarlo…como si él quisiera algo más en el mundo que simplemente esto.
"Cueste lo que cueste," él logró sofocar fuera, y una fracción de segundo más tarde su mano rozaba contra su tensa erección.
Paralizado por el placer que pasaba a través de sus nervios, él realmente no podía hacer nada más que mirarla, viéndolo, acariciándolo en una agonizante marcha constante. Su pequeña lengua rosada saliendo fuera para humedecer sus labios sutilmente, dolorosamente sutil, perversa expresión de lujuria. Él no podía imaginar porque ella podía mirarlo a él de esa forma, pero ella lo hacía y eso era todo lo que importaba.
Su cuerpo comenzó a tensarse y a temblar, y tuvo que obligarse a alejar su mano, sabiendo que no podría controlarse a si mismo bajo sus caricias mucho más.
"¿Hi-hice algo mal?" pregunto ella cuando el continuaba sosteniendo su mano en la suya.
"¡No! No, para nada. Tú estabas simplemente…bueno, estabas haciéndolo un poco demasiado bien," Harry dijo con vergüenza.
Hermione sonrió presumidamente y maliciosamente cuando ella se arrastro hacia delante, encima de su cuerpo, hasta que su boca estaba lo suficientemente cerca para descender sobre la suya. Él la acerco, sintiendo cada tentadora pulgada de su cremosa piel contra la suya, sus pechos maravillosamente suaves contra su pecho, el suave pedazo de su bello pubico contra su estomago, sabiendo que el tiempo de su juego había llegado a su fin…que ella pronto sería suya, completamente, y viceversa.
Hábilmente, con gracia, él los derribó, estableciéndose a si mismo entre sus muslos que firmemente abrazaron sus caderas. Sus dedos presionados en su espalda cuando ella corrió su pantorrilla izquierda contra la parte trasera de su pierna.
"¿Estas segura que quieres hacer esto ahora?" él le pregunto, la cabeza de su pene peligrosamente cerca de su húmedo calor. "No hay ningún apuro."
Oh, que mentiroso refinado que era. Si ella se arrepentía ahora él podría muy bien morir de la mezcla de sobre-estimulación y decepción.
"No pienses en parar ahora," dijo ella, dándole un codazo delante con sus piernas alrededor suyo. Él realmente, realmente no necesito que se lo dijeran dos veces.
Cuando él embistió por primera vez dentro de ella en una profunda, veloz zambullida, ella jadeó en lo que reconoció inmediatamente como dolor y clavo las uñas de sus dedos en su espalda. Su primer instinto fue retroceder, como si eso pudiera de alguna forma deshacer el daño, pero ella lo detuvo.
"Esta bien – eso se suponía que debía pasar," era en un tenso susurro contra su oreja. "Continua."
Él no podía obedecer su pedido ahora mismo – ¿como podía ella pedirle que hiciera que el dolido pliegue en su frente se incrementara más profundo? – entonces él permaneció tan quieto como le fue posible, intolerablemente quieto, cuando él besó su mandíbula y el lóbulo de su oreja y las esquinas de su boca y la solitaria lagrima que había escapado de la esquina de su ojo. Ella mientras lo agarró todo el rato, besándolo de regresó adondequiera que pudiera alcanzar y murmurando palabras de reaseguro en su oído. Extraño, pero bastante maravilloso, como ella sentía la necesidad de consolarlo cuando él estaba tratando de confortarla.
Algunos momento larga espera dolorosa pasaron antes de que Hermione le urgiera con un sutil meneo de sus caderas y él comenzó a moverse despacio dentro de ella.
Nada podía compararse al sentimiento de estar dentro de ella, sus sedosas paredes calientes y sutiles alrededor de él; ella era un hermoso cielo al que él nunca quería dejar.
Pequeños jadeos sutiles en su oreja le dijeron que el dolor de Hermione había retrocedido, que ella comenzaba ahora a sentir algo de lo que él estaba sintiendo – y, oh, como deseaba que ella pudiera sentir todo lo que él estaba sintiendo.
Él la beso ávidamente cuando comenzó a moverse más rápido dentro de ella, tragando sus gemidos. Sus caderas meciéndose contra las suyas y ella arrastró sus labios lejos, a través de su mandíbula, chupando su cuello. Él corrió sus manos sobre lo qué de ella podía alcanzar, disfrutando del maullido que hizo cuando su pulgar rozó sobre su pezón y el más fuerte que hizo cuando deslizo su dedo abajo de su sensitivo bulto de carne, justo sobre donde ellos estaban unidos. Él amaba mirarla, la manera que sus ojos se abrían y cerraban a la deriva, la manera llena de gracia en que ella arqueaba su espalda, presionando su cuerpo al suyo. En todas sus fantasías adolescentes, él nunca imagino cuan excitante podía ser simplemente ver a Hermione en este acto.
Sus gemidos pronto se tornaron en gritos, y él luchó para aguantar un poco más cuando las uñas de sus dedos presionaron en semicírculos en su espalda. Él desesperadamente quería complacerla esta vez, para asegurarse que ella quisiera una próxima vez, y otra vez luego de esa…porque él ciertamente no podía vivir sin esto. No ahora, no cuando ella había asumido la dirección de cada uno de sus sentidos, nublado su mente…robado su corazón.
Él sintió sus sedosas paredes apretarse sobre él y le vio arrojar su cabeza nuevamente contra las almohadas, su boca manteniéndose abierta cuando ella jadeó y jadeo por aliento…él podía decir que ella estaba deshecha, y era la cosa mas erótica que él alguna vez había visto.
Al momento que ella corcoveó sus caderas por primera vez en medio del inicio de su clímax, su último pedazo de control se escabulló, y él veía estrellas, viéndola, embistiendo desordenadamente, sin ritmo, hasta que sintió como si derramara cada ultimo poco de si mismo en ella y no hubiera nada más que sensación, una colección de neuronas zumbantes que flotaban sobre su encantador nuevo hogar…su Hermione. Hermione, quién había gritado su nombre en la cima de su placer, quien había caído floja pero no había parado de temblar bajo él.
Él alcanzó hasta frotar una sudorosa hebra de su pelo lejos de su frente. Sonriéndole perezosamente, ella arrojó su cabeza hacia delante por un beso.
Cuando él los hizo rodar a sus lados y ella rizó su cuerpo en el suyo, él sabía que nada podía ser mejor que esto.
Harry despertó sintiéndose perfectamente calido y contento de lo que el se había sentido antes en su vida. Hermione descansaba dormida sobre su estomago a su lado, sus brazos metidos bajo su almohada y su cabello esparcido fuera desordenadamente lo largo de su espalda y rasos hombros. Su rostro estaba girado hacia él, su boca rizada hacia arriba en la más pequeña de las sonrisas. Él quería demasiado extender la mano y tocarla, tal vez para confirmar que ella era más que un sueño, pero tenía miedo, de alguna forma, de perturbar su perfecto descanso. Él podía ser feliz de estar a su lado por mucho tiempo y escuchar su rítmica respiración. Había sido un largo tiempo desde que él se había sentido esta tranquilidad tan simple, sencilla.
Era casi espantoso como rápidamente las cosas habían cambiado…como un momento él pensó que ella nunca le hablaría otra vez, y al siguiente ella le estaba dando todo de ella misma a él. Ellos no podían retroceder ahora…la línea que los había retenido por tanto tiempo, la línea que marcaba los limites de su amistad, había sido borrada. Harry sabía que él perdería una parte esencial de si mismo si ellos alguna vez intentarán de redefinir aquella línea.
Había un cierto presente de recato, sin embargo, ahora que las líneas se habían ido. Harry nunca había tenido una idea de acerca de cómo iniciar cualquier tipo de contacto físico con cualquiera, el sexo opuesto en particular, y mientras Hermione le había ayudado con sus valuables instrucciones, él aún estaba inseguro acerca de tocarla o besarla sin tener a ella diciéndole como hacerlo.
Donde ellos estaban era incierto también, y Harry no quería trata nada hasta que estuviera seguro de esto. ¿Era ella su novia? ¿Había sonado como eso anoche cuando ella quería que ellos estuvieran juntos como una pareja real…pero que quería decir? ¿Podía besarla siempre que él quisiera ahora? ¿Podían ellos estar haciendo lo que hicieron anoche pronto nuevamente, o podía ella aún quererlo?
Aquellas preguntas podían esperar, pese a todo. Por ahora, ella estaba allí, a su lado, y en ese simple momento, él se sintió más en casa, más pacifico y más a salvo de lo que alguna vez había sentido.
"¿Qué estas pensando?"
Harry la miró con sorpresa, encontrando su favorito par de ojos en el mundo. Él contemplo su expresión, recordando la manera que ella se sentía en sus brazos, y comprendiendo exactamente que todas aquellas cosas sobre que había estado pensado realmente significaban.
"¿Sabes cuando anoche dijiste que podías vernos juntos por mucho tiempo?"
Ella volteo a su lado y el vio el comienzo del pánico en sus ojos. "Oh, Harry – olvida que alguna vez dije eso. No quería saltar a ese tipo de compromiso tan rápido – no quiero que te sientas presionado –"
"No, no," interrumpió él, a punto del pánico él mismo. "Justo iba a decir – que puedo verlo, también."
Su expresión ansiosa rápidamente se torno en una de felicidad.
"¡Estoy tan feliz – oh, Harry!" ella arrojó sus brazos a su alrededor, presionando todo tipo de maravillosa piel desnuda contra él. "Estaba aterrada de que no sintieras de la misma forma. Se que esto es nuevo para nosotros, pero yo ya siento tanto por ti…no se si yo pudiera fingir que somos simplemente alguna de esas personas saliendo – ¿porque somos más que eso, verdad?"
"Si," él respondió, "lo somos."
Hermione sonrió, visiblemente relajada. "¿Tiene más sentido que una relación ordinaria, no lo crees? Quiero decir, hemos pasado por tanto juntos como amigos, y nos conocemos el uno al otro tan bien, que casi no hay razón en que salgamos – salir es acerca de llegar a conocer a alguien, después de todo. Nosotros estamos por delante de eso."
"Concuerdo," dijo Harry, sosteniéndola fuertemente. "¿Entonces…esto quiere decir…que eres mi novia ahora?"
"Tu eres mi novio, si," respondió ella con una sonrisa burlona.
"Eso suena bien para mi," dijo él corriendo su mano sobre su espalda para probar las aguas. Como si ella leyera su mente y supiera exactamente en que estaba él, ella se inclino hacia delante y lo besó.
"No tienes que tener miedo de hacer eso, sabes," ella murmuro cuando se alejo. "Yo seguramente no me opondría – y tu podrías usar la practica."
El destello burlón en sus ojos lo dibujó. "¿Oh? Pero dijiste al final de la última lección que fui suficiente experto para dejar tus instrucciones – y creo que lo estabas disfrutando bastante anoche. Pienso que la practica es innecesaria en este punto."
"Oh, so seas tan arrogante," dijo Hermione, empujándolo sobre su espalda. Sus senos presionados a su brazo y su muslo trabajando su camino entre las suyas; se encontró a si mismo endureciendo contra eso. Ella sonrió con satisfacción y continuo, "Eres bueno, seguro – pero aún el mejor necesita practica. Para mantenerse en forma, sabes."
"Estoy seguro que tienes razón como siempre," dijo Harry. "¿…Realmente piensas que soy bueno?"
Hermione rió. "¿Qué, piensas que lo estaba fingiendo antes?"
Harry se sonrojo y tembló. "Supongo que no se que pensar. Estaba tan confuso como el infierno el tiempo entero."
Ella lo beso excusándose – gracioso, y sorprendente, como podía leer sus emociones en sus besos ahora. "Lo siento si sobre-complique las cosas," dijo ella, "pero también tenía miedo de decirte como me sentía…esperaba quizás no tener que tomar aquel riesgo si podía hacer que me quisieras. Eso es…eso es un poco al porque sugerí enseñarte." Su rostro se sonrojo. "Pensé que te gustaría si yo era la primera chica a la que realmente besabas…y yo…er…tendría una oportunidad de besuquearte."
Harry no podía evitarlo – él rió. "Perdón," dijo él rápidamente cuando ella frunció el ceño. "Es simplemente que yo solo te pregunte acerca de besar porque quería averiguar como reaccionarias si te besaba – en retrospección, debería haber sabido en lo que estabas. Tu oferta era pavorosamente ingeniosa –" ella golpeo su brazo, y él rió otra vez – "pero como dije, estaba mas bien confundido."
"¿Somos un pareja de idiotas, verdad?" dijo Hermione cuando ella se acomodo en el recodo de su brazo, acurrucándose a su lado. Sonriéndole, ella agrego suavemente, "Pero me gusto la manera en que funciono."
"A mi también," Harry sonrió abiertamente, incapaz de expresar solamente cuan bien esto realmente había funcionado en su caso. Él nunca se había sentido tan relajado, este todo, esto bueno en su vida.
"Ahora," dijo Hermione, frotando su muslo un poco más fuerte contra su erección, "quizás debamos hacer algo sobre esto."
Para el tiempo que Harry y Hermione finalmente emergieron de la sala de requerimientos, tal vez una o dos horas más tarde, casi todo Gryffindor estaba de pie y cerca, dirigidos hacia y desde el desayuno, jugando ajedrez y gobstones en la sala común, o chusmeando – principalmente acerca de ellos, y donde habrían estado la última noche cuando sus camas yacían vacías.
Esquivando sospechosas miradas e incomodas preguntas – con risitas secretas para cada uno – ellos hicieron su camino arriba para ducharse y cambiarse de ropa. Harry lo hizo lo mas rápido que podía, inexplicablemente impaciente de regresar al lado de Hermione, como atraído magnéticamente a ella. Ella claramente lo sentía, también, porque ella apareció por las escaleras meros segundos después de él.
Muy deliberadamente, para confirmar cada sospecha de cada ojo curioso, ellos juntaron sus manos y fueron por un tardío desayuno, donde ellos asumieron que encontrarían a Ron.
Entrando al Gran comedor, Harry sintió su estomago apretarse con nerviosismo. Él sabía que Ron había aceptado que Harry tenía sentimientos por Hermione…¿pero una relación? Esto era otra cosa completamente.
Harry lo descubrió sentado entre Dean y Seamus, su espalda hacia la puerta. Hermione apretó su mano fuertemente, se acercaron a él. Cuando Dean y Seamus captaron la vista de ellos (con cejas levantadas), Ron finalmente volteo para ver lo que ellos estaban mirando.
Un momento de tenso silencio pasó. Harry estaba en lo correcto Hermione sostenia su aliento.
Ron sacudió su cabeza, "Bueno, era el maldito tiempo."
Harry parpadeó. "¿Q-Qué?"
Ron tembló. "Mira, no voy a pretender que estoy completamente emocionado sobre esto, pero este incomodo tratamiento silencioso por el que han ido la semana pasada era solo…bueno, raro. Quiero decir, estoy acostumbrado a que Hermione me evite, pero es simplemente extraño cuando ella no te esta sermoneando…"
Hermione coloco su mano libre en su cintura, sus ojos revoloteando. "Disculpa me, eso no es todo lo que hago…no puedo evitarlo si necesitas un sermón, pero –"
"De todos modos," dijo Ron en voz alta, ahogándola. "Supongo que esto debía ser. Eres el único que siempre puede estar arriba con ella, no yo."
Hermione soltó un pequeño '¡humph!' que Harry encontró inexplicablemente adorable, y él le sonrió a Ron. "Considero que tienes razón, compañero. Puedo ver como podrías estar confundido, pienso…ella es atrozmente linda cuando esta molesta."
"Chicos," Hermione resoplo cuando soltó su mano a distancia de la de él y se sentó en la mesa. "Nunca entenderé su deformado sentido de camaradería."
"Y yo nunca entenderé tus insultos," dijo Ron, retornando a su comida. "¿Puedes usar más palabras que no tengan diez letras de largo?"
Harry tomo asiento al lado de Hermione, y ella le ofreció una sutil sonrisa que le informaba que ella, también, estaba feliz de tener las cosas finalmente, finalmente de regreso a la normalidad.
Y esta normalidad es aún mejor que la anterior, Harry pensó cuando su mano se poso en su rodilla, para permanecer allí a lo largo del desayuno, como si esta fuera la cosa más natural en el mundo…y Harry sospechaba que realmente lo era.
Y esa fue la última lección espero que fuera de su agrado.
