Capítulo 13
Al día siguiente, en Tokio, Alisse y Lily estaban desayunando
-¿A qué hora llegarán los chicos?- preguntó Alisse a Lily, que había hablado con Wakabayashi hace un rato
-Cerca de las dos de la tarde- contestó Lily –no pudieron encontrar un vuelo que saliera antes...
-Ahm...
-¡Chicas, ¡¿cómo están!- les preguntaron de manera efusiva dos muchachos. Ellas con sorpresa, se dieron cuenta que eran Ryo Ishizaki y Urabe
-¿Qué hacen aún en el hotel?- les preguntó Alisse
-Damos vueltas- les contestó Ryo, sentándose -¿y ustedes, qué hacen solas, ¿dónde están los desgraciados de sus novios?
-En Hokkaido- contestó Lily
-¿Y no las llevaron, que considerados...
-No me sentí bien para viajar- dijo Alisse, sonriendo –y como era urgente preferí quedarme y Lily se quedó a acompañarme
-Y a cuidarte- agregó Lily
-Como sea... ¿cuándo se van?
-Aún no lo sabemos- dijo Urabe –tenemos unos días libes en el equipo, así que nos quedaremos aquí, a perder el tiempo. ¿Y ustedes?
-¿Qué cosa?
-¿Qué harán, supongo que los otros dos llegaran luego a buscarlas
-Se supone que llegan por la tarde- dijo Lily
-Bien, chicas, tenemos que dejarlas- sonrió Urabe –iremos de compras
-¿A comprar que cosa?
-Un regalo para Yukari- se adelantó Ryo, sonriendo embobado –si no le llevo algo, demás que se enoja conmigo
-Pues cómprale algo que valga la pena- lo molestó Urabe, apoyándose en él –porque las barbaridades que le has comprado a veces...
-Al menos tengo a quien regalarle...- decía Ishizaki, mientras los dos se alejaban. Alisse y Lily los observaban, divertidas
-¿Qué hacemos mientras esperamos a los chicos?- preguntó Lily
-Ah... pos no se lo que harás tú, pero yo iré al cuarto, a acostarme y a ver una película, que espero, sea entretenida
-Que buen panorama, Alisse- dijo con ironía Lily, mirando a su amiga, que se encogió de hombros -¿y que película veras?
-La que estén dando por la televisión... ¿me acompañas?
-Ya que...- suspiró Del Valle, poniéndose de pie –no hay de otra...
Más tarde, en el aeropuerto, los chicos estaban esperando un taxi para dirigirse al hotel...
-Mira la mala suerte, no pasa ni uno- gruñó Wakabayashi, con aburrimiento
-Y justo ahora que lo necesitamos mucho- suspiró Taro –que buena suerte tenemos...
En eso estaban, esperando, cuando de pronto Wakabayashi vio a alguien que llamó por completo su atención
-Misaki...- murmuró
-¿Qué?- preguntó con desgana el otro, mirándolo de reojo
-¿Ella no es la vieja?- dijo Genzo, Misaki, con extrañeza, miró hacia la misma dirección que su amigo miraba y la vio: estaba la anciana de la tienda
-¡Si, es ella!- dijo Misaki
Sin siquiera ponerse de acuerdo, ambos chicos comenzaron a caminar hacia donde estaba la vieja, sentada en una banca, tranquila. Por otra parte, Sanae y Tsubasa se quedaron de pie, mirándolos con extrañeza...
-Sabia que los vería aquí- sonrió la vieja cuando ellos se acercaron
-¿De verdad?- preguntó con escepticismo Wakabayashi
-Si. Es que ayer sus novias me dijeron que estaban en Hokkaido, y que llegarían hoy
Los chicos la quedaron mirando unos momentos, sin hacer comentario alguno
-¿Cómo fue esta experiencia nueva, eh?- les preguntó ella, sonriendo de manera divertida
-¡Horrible!- gritaron los dos a la vez, la vieja rió
-Para que aprendan que cuando en algún lugar diga "no se debe tocar", es para que lo cumplan...
-¡¿Y yo que culpa tengo de que Wakabayashi sea el porfiado!- preguntó Misaki, el otro le dio un codazo
-¿Dónde estaba el cartelito que decía "no tocar", nunca lo vi...
-Estaba justamente al lado del que decía "Cambio de Identidad"- contestó la anciana agriamente
-¿De donde sacó una piedra como esa?- le preguntó Misaki
-No se deben contar esas cosas...- contestó la anciana, sonriendo amablemente y poniéndose de pie –ahora, las cosas estarán bien para ustedes y para sus novias... espero que sean felices...
-Gracias por todo- dijo Misaki, sonriendo –que este bien...
-Adiós...
La vieja dio media vuelta y comenzó a alejarse lentamente. Los chicos la miraron unos momentos y cuando iban a volver donde sus amigos, ella se detuvo y miró a Misaki
-Será hombre- fue lo único que le dijo, y continuó su camino. El muchacho demoró unos momentos en reaccionar
-¿Habló del bebé que Alisse espera?- preguntó al aire, Wakabayashi lo miró con una media sonrisa
-Después de un tiempo lo sabrás, vamos donde están Tsubasa y Sanae
-Pero...
Durante el trayecto del aeropuerto al hotel, Misaki estuvo de lo más silencioso. Una vez que Wakabayashi le explicó a los otros dos lo que les había dicho la anciana, los otros lo comprendieron, y sonrieron...
Llegaron al hotel y se dirigieron con paso presuroso a la habitación de las chicas. Una vez ahí, golpearon la puerta. La que abrió, fue Lily, que parecía extremadamente aburrida
-¡Genzo!- exclamó, y se lanzó a los brazos de él... por supuesto que el otro la abrazó también...
Taro, Tsubasa y Sanae entraron al cuarto, mientras los otros se saludaban en la puerta. Misaki se apresuró a buscar a Alisse, y la encontró dormida sobre la cama
-¿Alisse se siente mal?- le preguntó con algo de preocupación a Lily
-No, es que la película era muy mala y se quedó dormida- contestó la otra
-Ah...
Misaki se acercó a ella y se sentó a su lado, despertándola con un beso... Alisse abrió los ojos y soltó un grito. Todos la miraron algo asustados
-¿Alisse, que pasa?- le preguntó preocupado Misaki. Ella no contestó durante unos momentos, luego suspiró, aliviada
-Uff, había olvidado que eras Taro...- suspiró, Taro sonrió
-Ya, terminemos una vez con esto- apuró Tsubasa
-¡Ah si!- Lily se dirigió rápidamente hacia una caja que había sobre una cómoda. La abrió
Estaba dentro la piedra de la tienda
-La anciana dijo que tenían que tocarla en orden contrario a como había sido la primera vez- explicó Alisse, sonriendo
-Entonces... ahora la toco yo primero- dijo Taro, sonriendo
-Si
Misaki se acercó a la caja y tomó entre sus manos la piedra, luego, Genzo lo tocó
Ambos lo sintieron, un escalofrío recorrió su espalda. Luego Misaki volvió a dejar la piedra donde estaba
-¿Y?- preguntó Alisse
-La primera vez no fue sino hasta la mañana siguiente que nos dimos cuenta que todo había ocurrido- dijo Wakabayashi –supongo que tendremos que esperar también esa cantidad de tiempo en esta ocasión
-Ah, entiendo...- dijo Lily, sonriendo y volviendo a dejar la caja donde estaba -¿y que hacemos con la piedra?
-Mantenla bien guardadita en la caja- dijo Alisse -¿creen que deberíamos botarla, ¿o será mejor buscar a la vieja y entregársela?
-Creo que le haríamos un favor a la humanidad si nos deshacemos de ella- murmuró Genzo -¿qué creen?
Finalmente, todos estuvieron de acuerdo con botarla... pero lo harían cuando estuvieran completamente seguros que había resultado
El resto del día lo pasaron tranquilos, conversando. Lily y Genzo decidieron salir a dar un paseo y Sanae y Tsubasa se fueron al cuarto en que se quedarían los chicos esa noche
Ya en la noche, los chicos se fueron a su cuarto y las chicas también. A pesar que Taro y Genzo estaban bastante preocupados, no les costó quedarse dormidos, al contrario de las chicas
-¿Lily, estas despierta?- preguntó Alisse, cuando ya era de noche y todo estaba oscuro
-Si...- contestó la otra –no puedo dormir
-Yo tampoco... ¿qué pasa si no resulta?- preguntó Farfán -¿qué haremos si no resulta?
-Ni idea... es algo que me tiene preocupada, en serio... no puedo dejar de pensar en que haré si mañana llagan y resulta que siguen igual...
-Deben calmarse, chicas- dijo Sanae. Las otras dos se sorprendieron, pues se suponía que estaba dormida –deben confiar en lo que dijo la anciana, harto caro que le salió todo
-Pues si... pero aún así...
-Traten de dormir... apuesto que los dos están durmiendo como troncos y ustedes acá preocupadas...
-Si, tienes razón...
A pesar de todo, a las dos igual les costó muchísimo dormir
A la mañana siguiente, ni Misaki ni Wakabayashi tenían deseos de abrir los ojos...
-¡¡¡Oigan, despierten!- gritó Tsubasa, haciendo que los otros dos despertaran de golpe
-¡Tsubasa, ¿te volviste loco!- le gritó Wakabayashi, Ozora sonrió.
Taro seguía acostado, apretando los ojos.
- Anda tú, no seas payaso.- le gruñó Genzo.- Ya levántate.
- No quiero.- negó Taro.
- ¿Por qué no?
- ¿Y si sigo en tu cuerpo de mastodonte?
- ¡Misaki!
Taro, sin abrir los ojos, se llevó una mano al pelo, y ya no sintió el cabello corto de Genzo, sino su propio cabello rebelde.
- ¡Vuelo a ser yo!.- gritó Taro, entusiasmado, parándose de la cama de un brinco.
-¡Ya están bien!- gritó Tsubasa, riendo
Recién en ese momento, Genzo y Taro se dieron cuenta de que ambos ya no se veían en el otro. Sonrieron ampliamente…
En el cuarto de las chicas, Alisse y Lily tenían ojeras, prueba de que habían dormido muy poco. Sanae las miraba con una media sonrisa
En eso, tocaron la puerta y fue Nakazawa la que abrió. Se encontró con unos sonrientes chicos, suponiendo de inmediato que todo había resultado
-¿Y?- preguntó Lily, asomándose. Por la sonrisa pícara de Genzo, se dio cuenta de todo, por lo que corrió a abrazarlo -¡Si!- por supuesto, que Wakabayashi la recibió y ambos se dieron un graaaan beso
-Como se nota que es Wakabayashi- sonrió a medias Tsubasa
Por otra parte, Taro y Alisse también estaban abrazados
-No podía con los nervios- dijo la chica, sonriendo
-Ya todo esta bien...
Los chicos decidieron que se tomarían desayuno y que luego viajarían a sus respectivos destinos...
En el camino, Wakabayashi llevaba la caja que contenía la piedra en sus manos. Habían decidido botarla, pero cerraron muy bien la caja, asegurándose que no se rompería y que la bendita piedra no volviera a causar problemas a nadie más
-¿No creen que habría sido mejor romperla, o algo?- preguntó Sanae
-Ehh... no habría sido bueno arriesgarse que alguien pudiera tocar alguna parte de la piedra por accidente- dijo Wakabayashi -¿te imaginas salta algún pedazo o se nos queda en el suelo sin darnos cuenta?...
-Le encuentro razón a Wakabayashi- dijo Misaki –es mejor asegurarse de esta forma...
-¿La dejamos en un basurero?- preguntó Alisse, con duda -¿no lo encuentran arriesgado, cualquier persona puede tomar la caja por accidente
-¿Y dónde más podríamos dejarlo?- se preguntó Lily –yo creo que como dejamos la caja extremadamente segura y que será muy difícil que se abra, más difícil es que alguien toque esa piedra
-No se diga más- dijo Wakabayashi, tirando la caja (que estaba completamente cubierta con cinta adhesiva) dentro del basurero –adiós, piedra, hasta nunca...
A la mañana siguiente, los jóvenes se dirigieron al aeropuerto, para tomar los vuelos respectivos. Todos habían perdido una considerable cantidad de tiempo en el lío que se había creado y necesitaban ponerse al corriente con los asuntos que habían dejado pendientes.
Tsubasa y Sanae irían a España. Ambos desde hacia buen tiempo que estaban viviendo juntos y ya estaban pensando seriamente en casarse (de verdad, el matrimonio no espanta a Tsubasa, como digo Wakabayashi... no por nada fue el primero en casarse)
Genzo y Lily irían a Alemania. La chica se había conseguido un trabajo ahí como médico y Wakabayashi necesitaba regresar urgentemente con su equipo, so pena de ser despedido…
Taro y Alisse se quedarían en Japón unos días más. Misaki había decidido ir a visitar a su familia en compañía de su novia para darles la noticia de que muy pronto serian padres...
Así, que Alisse y Misaki fueron a dejar al aeropuerto a sus amigos
-Espero que estés muy bien Alisse- dijo Lily, al despedirse –anda al médico, no hagas muchos esfuerzos, cuídate y...
-¡Ya Lily!- rió la otra, divertida –estaré bien... nos estaremos comunicando...
- ¡Los esperamos para el bautizo del pequeño Taro!.-dijo Misaki.
- ¿Y si es una Alisse?.- replicó Lily.
- Yo creo que no.- Taro guiñó un ojo, recordando la predicción de la anciana.
Taro y Alisse, tomados de la mano, les dijeron adiós a sus amigos, al tiempo que el sol se ponía en el horizonte sobre un mar que se teñía de rojo y dorado con las luces del ocaso.
