No dejes para mañana…
—¿Qué haces, Ron?— preguntó bajito Hermione, de pie detrás de Ron e inclinándose sobre su oído.
—La redacción para McGonagall, Hermione —contestó Ron en tono monótono, sin levantar la vista.
—Vaya… así que al final no te dio tiempo a terminarla ayer ¿eh? —comentó ella.
—Pues ya estás viendo que no — dijo Ron en el mismo tono aburrido.
Hermione se incorporó y guardó silencio unos instantes. Se cruzó de brazos al ver que Ron parecía no inmutarse y volvió a hablar.
—Mira que te lo dije —siguió Hermione con tono de suficiencia
—Que sí Hermione, que s
—Eso te pasa por dejarlo todo para el último momento —continuó regañando Hermione, exasperándose un poco ante la impasibilidad de Ron.
—¿Que me pasa el quéee….?
—¿El qué? ¡Son más de las doce, Ron!
El chico dio un profundo suspiro, cerró el libro que estaba consultando y con calma empezó a recoger sus pertenencias de encima de la mesa.
—¿Ya lo has terminado? —preguntó Hermione extrañada.
—No.
—¿¿Lo ves??
—A ver, Hermione —dijo Ron, y tras otro suspiro, se puso de pie frente a ella —si me quedo hasta tarde acabando los deberes me regañas, ¡y si no me quedo también! —protestó Ron en un tono un tanto infantil —¿Cuándo vas a parar?
—¡Cuando no lo dejes todo para el último momento! Tienes que dejar de comportarte como un niño, Ron ¡sabes que hay cosas que tienes que hacer! —dijo Hermione de carrerilla, mirando a Ron directamente a los ojos.
—Vale —dijo él tras un instante, y dejando su mochila de nuevo sobre la mesa —si dejo de "portarme como un niño" y hago esta noche lo que tengo que hacer ¿prometes no regañarme más?
Hermione miró a Ron, levantando una ceja y ladeando ligeramente la cabeza.
—Si. Pero sólo si no dejas de cumplir. — sentenció ella, y después se cruzó de brazos.
—Hecho.
Ron puso sus manos sobre los hombros de Hermione. Ella echó dos miradas rápidas a éstas y antes de que pudiera mirarle a la cara, sintió unos inesperados labios demasiado cerca de los suyos.
Ella dio un pequeño respingo al que él contestó apretando ligeramente más sus manos sobre los brazos de Hermione. Ron terminó el beso, separándose pocos centímetros de los labios de ella, y volviendo a besarla de nuevo.
—¿Has visto como ya no soy un niño? –dijo Ron con una sonrisa, a pocos centímetros de la cara de Hermione.
Ésta solo abrió la boca y parpadeó.
—Y además soy cumplidor —dijo, colgándose su mochila al hombro —Buenas noches —le deseó, dando con su dedo índice en la punta de la nariz de Hermione, para seguidamente desaparecer rumbo a su dormitorio.
