He aquí el tercer capítulo. Este me salió bastante deprisa, cuando me quise dar cuenta, tenía la inspiración a flor de piel, y este capítulo lo escribí enseguida. Es otro capítulo puente, pero espero que os guste
Disclaimer: Naruto no me pertenece
Capítulo 3 – Las pretensiones de Akatsuki
Ino sacudió su rubia cabeza bajo el chorro de aire caliente proveniente del secador de pelo mientras maldecía entre dientes. A su madre no parecía importarle el hecho de que tuviese una reunión con sus amigos en breves instantes, y la había hecho trabajar a destajo durante horas, hasta casi el cierre de la floristería, de modo que allá había quedado su idea de ir a la peluquería para hacerse un peinado nuevo e original para conquistar a Shikamaru. "Aunque, en el fondo, siempre le tuve conquistado" se dijo, orgullosa. La falta de tiempo la obligaba a hacerse su habitual coleta alta, que le llegaba ya por la cintura –recordaba a la perfección cómo se había cortado el pelo en el examen de chuunin, en su combate contra Sakura-, con el habitual mechón de pelo tapándole el ojo derecho, o más bien toda esa mitad de la cara, lo que le daba, según solían elogiar algunos shinobis adultos, un toque misterioso y sexy. Ino sonrió al recordarlo. Siempre le había gustado ser admirada. Alzó la mirada y se contempló en el espejo del cuarto de baño. Se recordó a sí misma a los doce años. Tan distinta, pero tan diferente. Una sucesión de ideas se la trajo a la cabeza.
SakuraPronto harían tres años desde que desapareció, aquel fatídico día en que compró flores en el negocio de los Yamanaka. Una docena de crisantemos blancos. La kunoichi lo recordaba como si hubiese sido ayer. "Sakura¿dónde estás¿Estás aún en algún lugar en que mi voz pueda alcanzarte?". Una lágrima solitaria recorrió su mejilla izquierda, la descubierta. Sakura, su más encarnizada rival y a la vez su mejor amiga, se había esfumado una tarde de niebla, y no se había vuelto a saber de ella. Desde aquel día, parecía que algo había muerto en la Villa Oculta de la Hoja. "Estés donde estés, ya habrás cumplido los dieciséis... Felicidades". La joven se apartó el mechón de la cara y se la lavó con agua bien fría. Miró la esfera del reloj y constató que ya iba diez minutos tarde. Terminó de arreglarse a toda prisa, se maquilló con precisión y salió pitando hacia el Asador Konoha, el restaurante preferido del grupo cuando tenían alguna cena importante.
Al llegar, descubrió horrorizada que ya estaban todos allí, excepto el de equipo de Shino, Kiba y Hinata. Shikamaru fue el encargado de reprenderla:
-Llegas muy tarde.
-¡Lo siento, lo siento! –Trató de disculparse- Mis padres me han hecho trabajar hasta que han cerrado¡y os recuerdo que la floristería Yamanaka cierra a las nueve de la noche!
-Venga, venga, déjate de propaganda, Ino, que hasta Kakashi habría llegado ya si le hubiésemos invitado –se burló Naruto.
Aquello fue demasiado para la rubia.
-¡No eres tú el más adecuado para decirlo, especie de cabeza hueca comedor compulsivo de ramen¡Ni que pudieses sentirte orgulloso de haber llegado tarde a más de un 60 de tus misiones, o siquiera de ser discípulo de ese viejo depravado que es Jiraiya!
-¡No te metas con el ero-sennin¡Con él sólo me puedo meter yo¡Y además, no sé por qué metes al ramen en todo esto, puesto que es una comida nutritiva y base de una dieta equilibrada!
Los dos chuunins siguieron intercambiando estúpidas proclamas a pleno pulmón mientras el resto del grupo entraba al local. Cuando finalmente repararon en que se habían quedado los dos solos en medio de la calle, se abrieron paso hasta la mesa que habían ocupado sus amigos, gruñendo de rabia.
Tomaron asiento en la mesa preparada para once personas, quedando así sólo tres sitios libres. Justo entonces, Chouji preguntó:
-¿Es que no piensan venir Kiba y los demás?
-Hoy volvían de una misión -explicó Shikamaru, aburrido.
-Espero que no tarden mucho... me muero de hambre.
-¿Cuándo no te mueres tú de hambre? –Le picó Tenten.
Discutieron animadamente un rato hasta que vieron a Shino entrar relajadamente en el comedor.
-¡Ya era hora! –Le espetó Naruto.
-Siento la tardanza. En realidad llevamos veinte minutos en la puerta, pero a Hinata le ha dado un ataque de nervios y se niega a entrar. Kiba sigue tratando de convencerla.
Ocho gotas de sudor recorrieron sendas cabezas hasta que Ino preguntó:
-¿Quiere decir eso que Hinata ha ganado en estos meses la determinación suficiente para negarse a hacer algo? –Tenten y el jinchuuriki la fulminaron con la mirada, pero la Yamanaka únicamente agregó, encogiéndose de hombros- Sólo digo la verdad. Hace un año escaso, Hinata habría entrado sin rechistar. La última, pero habría entrado.
En aquel momento intervino Neji:
-Creo que es por mi culpa. La última vez que nos vimos fui bastante rudo con ella –explicó lacónicamente.
"Ya venía siendo hora de que te dieras cuenta" pensó Tenten, poniendo los ojos en blanco.
-¿Y cuándo os visteis por última vez? –Preguntó Chouji, curioso.
-...Hace más de un año.
Todos los presentes abrieron los ojos de par en par, excepto Sasuke y Shino, que estaban a lo suyo.
-¿Tanto! –Preguntó Naruto, sorprendido.
-¡No es posible! –Negó Lee.
-¡Pero si vivís en la misma casa! –Añadió Ino.
-No me lo explico, Neji –gruñó Tenten, sorprendida.
-Pues es muy sencillo –respondió el Hyuuga con sequedad. Odiaba tener que dar explicaciones, pero aquellos amigos suyos hacían más preguntas que la CIA-. Entre mis misiones y las suyas no hemos coincidido en la casa más que un par de días, que por supuesto estábamos los dos ocupados con todo tipo de obligaciones para con el clan. No tiene vuelta de hoja.
-¡Oh, por los dioses¡Vuestro clan impide que deis rienda suelta a las emociones propias del corazón juvenil¡Cuánta crueldad pueden imponer las normas sociales! –lloriqueó Lee, con sendos ríos de lágrimas brotando de sus redondos ojos, arrodillado sobre el suelo del restaurante, con un foco de luz apuntándole y flores de cerezo surcando el aire.
-Corta el rollo, Lee –le interrumpió Shikamaru-. Menudo rollo... Neji, si crees que eso es lo que le pasa a Hinata, entonces vete al baño, espera hasta que llegue y entonces vuelves y te disculpas.
El miembro del Bouke se puso tenso:
-¿Y yo por qué iba a tener que disculparme? –El tono le salió ligeramente violento, como de advertencia. Sin embargo, el semblante de Shikamaru no varió ni un ápice.
-Tú lo sabrás mejor que yo. ¿No te llaman acaso el prodigio Hyuuga? Si ella no quiere entrar y tú intuyes que es por tu culpa, teniendo el byakugan no debería ser muy complicado averiguar el resto –el muchacho miró desinteresadamente sus uñas-. A menos que tengas miedo.
-¿Miedo¿Yo¿De qué? –Neji se iba calentando por momentos, y todos los presentes sabían que eso no era bueno. Aún así, el muchacho de la sombra copiadora ni se inmutó.
-De muchas cosas –le miró a los ojos, como provocándole-. Pero no entra entre mis deberes averiguar cuáles son.
La conversación se quedó ahí. El Hyuuga, rabioso, sostuvo la mirada de su interlocutor durante unos instantes, mientras se concienciaba de que debía mantenerse sereno, y luego se apartó de la mesa para dirigirse al servicio de hombres. Shikamaru gruñó:
-Qué problemático es este Hyuuga.
Los demás le miraban con los ojos haciendo chiribitas, alucinando en colores, incluso las gafas de sol de Shino habían resbalado por su nariz. Naruto fue, como siempre, el primero en soltar la frasecita de turno:
-Hay que ver Nara, y parecía tonto cuando lo cambiamos por una bicicleta.
El aludido esbozó una media sonrisa orgullosa y acto seguido refunfuñó:
-Y ahora, que por favor alguien salga en busca de esa chica, o aquí el amigo Akimichi se nos come la mesa.
Apenas acababa de decir esta frase cuando la joven heredera del Souke hizo su aparición en el comedor del restaurante, luciendo un bonito kimono malva claro adornado con azucenas y el pelo, largo por la mitad de la espalda, recogido en un moño sujeto con dos palos morados. Al ver cómo todas las miradas se clavaban en ella, agachó el semblante, tan ruborizado como recordaban, y balbució:
-Si-siento el retraso...
-¡No importa, Hinata-chan! –Gritó alegremente Naruto- ¡Estás muy guapa!
El rubor de la muchacha trepó hasta sus orejas.
-Mu-muchas... gra-gracias, Na-Naruto-kun –acertó a responder ella.
Detrás de la Hyuuga venía Kiba, con cara de fastidio y las manos metidas en los bolsillos. Ino se dio cuenta y preguntó:
-¿Qué pasa, Kiba?
Aunque esperaba que éste le respondiera que había perdido toda la paciencia lidiando con Hinata, lo que contestó fue:
-Que no me han dejado meter a Akamaru.
-¿Y qué has hecho¿Le has dejado en la puerta, solo? –Preguntó el jinchuuriki.
-Qué va... le he mandado a casa. Pero estoy muy pero que muy cabreado. ¡En cuanto acabemos de cenar pienso pedir una hoja de reclamaciones¡Akamaru es un perro muy civilizado! Bastante más que algunos humanos...
-Kiba, míralo desde otro punto de vista que no sea el de los Inuzuka –trató de hacerle entrar en razón Shino-. Akamaru ya no es el cachorro que era, ahora mide casi un metro de alto y es poco menos corpulento que un potro. Es natural que no te dejen entrar con él.
-¡No me jodas, Shino! –Estalló el chico-perro, que estaba demasiado irascible- ¡Tú lo conoces, sabes que es muy educado!
Sasuke habló por primera vez:
-Si lo es tanto como su dueño, comprendo que no le hayan dejado entrar.
Ino y Tenten lanzaron una mirada cargada de ira al Uchiha, que ni se inmutó. Kiba estaba a punto de lanzarse al cuello del muchacho del sharingan cuando intervino Hinata, con voz trémula, para poner paz:
-Kiba-kun, todos sabemos que Akamaru es un perro encantador, pero eso no quita que sea un perro, y uno muy grande, además. Es natural que no le dejen pasar a determinados lugares. La próxima vez que nos reunamos todos, lo organizaremos en algún lugar en que Akamaru-kun pueda estar con nosotros. Shino-kun, tienes razón en lo que dices, pero no está de más si tratas de ser un poco más delicado. Además, tú conoce bien a Akamaru. La próxima vez, trata de medir un poco tus palabras. Sasuke-kun... –los ojos plateados de la Hyuuga se posaron sobre los azabache del Uchiha. Nunca había intercambiado con él más de tres palabras seguidas, y ahora tenía que reñirle. Ardua labor para la tímida heredera del clan de los ojos blancos- si no vas a decir nada agradable, mejor no digas nada, tal y como haces normalmente. Después de todo, es ese comportamiento tuyo el que te reporta tantas admiradoras. No lo fastidies precisamente esta noche, por favor.
Las sorpresas aquella noche estaban sucediéndose una tras otra: primero, la revelación de Neji; después, la conversación cortante de Shikamaru con el miembro del Bouke; apenas unos minutos después, la impresionante transformación de Hinata; por último, el confiado y prudente discurso de ésta. Las miradas de los chuunins se clavaron en su amiga que bajó la cabeza, avergonzada.
-Bueno¿comemos o qué? –Preguntó, exasperado por la impaciencia, un hambriento Chouji.
Automáticamente, los presentes ocuparon sus sitios, y mientras un sudoroso camarero repartía las cartas, Kiba preguntó desinteresadamente:
-¿De quién es ese asiento libre?
Hinata alzó la cabeza, su rostro pálido como la cera. Notó de repente que su primo no había estado presente en un buen rato, mientras que sus compañeros de equipo sí que estaban, y había un cubierto desocupado. No le costó mucho atar cabos.
En ese momento, Neji atravesó el comedor y lanzó una gélida mirada a los presentes a modo de saludo para los recién llegados. Sólo entonces reparó en que Tenten había sentado a Hinata justo frente a él. Clavó sus níveos ojos en los de su prima, de idéntico color, tratando por todos los medios de no perder la compostura.
-Hinata-sama –saludó, deslizando en la expresión un evidente tono de forzada cortesía, casi insultante.
-Koban wa, Neji nii-san –respondió la aludida, bajando la mirada.
El muchacho tomó asiento en la silla indicada, lanzando una mirada iracunda a Tenten, que como respuesta le sacó la lengua. Una vez superados sus sentimientos por el Hyuuga, se divertía de lo lindo haciendo de celestina para los dos primos.
Llegó un camarero para tomarles nota de lo que iban a tomar. Una vez cada uno pidió los dos platos y el camarero se hubo marchado, Tenten (relaciones públicas del grupo) abrió la conversación anunciando:
-Bueno, ahora que por fin estamos todos...
Ino la interrumpió:
-No estamos todos. Falta Sakura.
Un silencio incómodo cayó como una losa entre los presentes. Sasuke lanzó una mirada fría a la Yamanaka y dijo una frase lapidaria:
-No hace falta que nos recuerdes nuestros errores.
-No lo pretendía –le encaró ella-. Tú, desde luego, no tienes nada que ver. Si alguien cometió un error, esa fui yo, ya que fui la última en verla.
-Has olvidado el "con vida" –puntualizó Shino, sin apartar la vista de su plato vacío, tanto que se reflejaban los dos círculos oscuros que eran las lentes de sus gafas de sol.
-¡No seas gafe, Shino! –Estalló Naruto- Sakura está viva.
Antes de que los shinobis pudiesen enzarzarse en una nueva discusión, Shikamaru dio un puñetazo en la mesa y ordenó:
-¡Callaos todos! Sois muy problemáticos... Dejad el tema de Sakura en paz por una vez. Hace casi medio año que no nos reunimos los once y otra vez lo sacáis a colación. Esté viva o muerta, cosa que espero que no sea cierta, el caso es que pasó lo que pasó, y nadie puede cambiar los hechos.
-Pasó lo que pasó, eso es cierto, pero... –el semblante de Lee estaba tan serio que preocupó a sus compañeros de mesa- si al menos supiésemos qué pasó exactamente... yo creo que ésa es la razón de tanta angustia.
Ino asintió con la cabeza.
-La verdad acaba saliendo a la luz. Lo sabremos, eso seguro. Ahora, dejemos el tema –zanjó el tema Nara.
Demasiado tarde. Para cuando quisieron darse cuenta, la alegría ya se había esfumado de la mesa que ocupaban.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Amaya sirvió tres hirvientes vasos de té y un plato de onigiris en la mesa número doce y lanzó una mirada al atestado local. Aquella noche parecía haberse puesto de acuerdo toda la Ciudad de la Frontera para salir a la calle y meterse en los bares. En Fuyu no Hana no cabía ni un alfiler, de modo que incluso Nikko había tenido que atarse el mandil de mesero para echar una mano con los clientes. Desesperadas por el tráfico de hambrientos comensales que llenaban todas las mesas del local, las camareras habían pedido ayuda a la última alternativa de ayuda que les quedaba. Así, Sakura desfilaba entre las mesas cargando con bandejas rebosantes de apetitosos platos que eran repartidos entre los clientes. Atrincherado en una pequeña mesa al fondo del local, Itachi vigilaba, sharingan avizor, que no se produjera ningún altercado en su local, tanto entre clientes como hacia sus trabajadores. Al cabo de unos minutos, hizo una señal para llamar a una de las camareras. Ume se acercó, solícita, con sus pomposas coletas pelirrojas rebotando sobre su cabeza. Era la más joven del grupo, apenas tenía catorce años, pero la voluntad de escapar de un matrimonio de conveniencia con un lujurioso anciano rico la había empujado a escapar a la Ciudad de la Frontera, donde Itachi la había contratado como mesera en Fuyu no Hana. La muchacha sentía adoración por el Uchiha, lo cual divertía a éste.
-Ume-chan¿podrías pedirle a Kasumi uno de esos jugosos onigiris que he visto pasar por allí? Y una cerveza, si me haces el favor.
-Enseguida, jefe –respondió la chica alegremente.
-Ah, y si no te importa, dile a Sakura que me lo traiga.
Itachi era pura provocación, y le encantaba serlo. Al contrario que su hermano pequeño, que rehuía a las mujeres, Itachi adoraba sentirse perseguido y admirado. Tenía un enorme ego. Le satisfacía especialmente que se pelearan por él, pues resultaba la unión de sus dos elementos favoritos: mujeres y combate. Una mezcla demoledora.
Sin embargo, Ume estaba demasiado agotada aquella noche, y especialmente agobiada por las peticiones de los clientes, como para tratar de abofetear a la Haruno, como había hecho más de una vez en los primeros tiempos. Sencillamente hizo el pedido y aprovechó que pasaba cerca de ésta para encasquetárselo a la pelirrosa, murmurando sencillamente un:
-Para el jefe, zorra.
Sakura encajó el insulto con una media sonrisa y se dirigió con el plato a la mesa de Itachi. "Esta juventud..." se dijo mientras descargaba parte de los vasos en una mesa cercana a de su destinatario.
Al llegar, posó lo que quedaba en la mesa del Uchiha en silencio, y se disponía a marcharse cuando su maestro la detuvo:
-Quédate un rato. Estás tensa.
-Estoy trabajando –le corrigió ella-. Hoy hay mucho que hacer.
-Mírale el lado positivo. Quedan cuatro horas para el cierre, pero probablemente ya hayamos recaudado lo necesario para pagar las reformas del cuarto de baño.
-Siempre tan optimista.
-Hago lo que puedo. Sólo trato de animarme, estoy bastante decepcionado, la verdad.
-¿Por qué?
Itachi exhaló un teatral suspiro.
-Esperaba que Ume y tú os pegarais en medio de la cafetería, pero veo que me he quedado sin espectáculo...
Sakura esbozó una sonrisa maliciosa.
-Hay dos razones para ello, Itachi-sensei: una es tiempo y la otra, espacio. Carecemos de ambas cosas. Sin embargo, creo que si en vez de esas reformas para el baño pones una piscina de barro en medio de la cafetería y le das más recados incendiarios a Ume-san, tendrás todas las peleas que quieras y más clientes. Pensándolo bien, te sale más rentable que una barra americana –finalizó su arenga la Haruno, con voz cínica.
Itachi rió.
-Maldita sea, Sakura, nunca debí convertirte en mi discípula. Acabarás siendo más inteligente que yo.
-Perdona, sensei, pero eso ya lo era cuando me secuestraste. Y ahora, discúlpame, pero debo volver al trabajo.
La muchacha se marchó, dejando tras ella el suave efluvio del perfume que siempre usaba, dulce y fresco, cargando de remordimientos al mayor de los Uchiha. Los años habían limado las pocas asperezas existentes en su casi ideal relación, convirtiéndoles en casi iguales. Aunque eran felices juntos, compartiendo sus vidas, una parte de Sakura se rebelaba ante la relajación que ésta había adoptado ante su actual situación, y era lo que la impulsaba a hacer comentarios que abrían las heridas de Itachi. En su devoción por su alumna, se había reprendido muchas veces por haberla arrancado de su vida, de su hogar, de todo lo que le era propio. Aquello había forzado el proceso de maduración de la Haruno, haciéndola cambiar en muchos aspectos. Aunque a él le gustaba así, era consciente de formar la minoría. ¿Cuántas personas recordarían con añoranza a la alegre y vivaz Haruno Sakura, del equipo siete?
La kunoichi se encontraba lidiando con la máquina registradora cuando Izumi la cogió del hombro:
-Sakura-chan, he de hablar contigo.
-Estoy ocupada, Izumi.
-Es importante.
La expresiva mirada de los castaños ojos de su compañera la convenció. Como todos los habitantes de la Ciudad de la Frontera, ya fuesen permanentes o eventuales, Izumi escondía un pasado con el que no se sentía especialmente cómoda. Ella había nacido en la Villa Oculta de la Arena, donde había trabajado como espía para el antiguo Kazekage. Pese a su carácter seco y su aspecto poco amigable, era una persona con un alto concepto del honor, razón por la que había desertado de Suna al tratar ésta de invadir Konoha. El resto era historia: había vagado durante semanas por los diferentes países hasta llegar a la Ciudad de la Frontera, donde había subsistido durante unos meses pluriempleándose en trabajos de mala muerte hasta que pasó por delante de una recién abierta Fuyu no Hana y, al ver el cartel en la puerta de Se necesita personal, se había arriesgado a entrar y preguntar. De eso hacía tres años, y allí seguía, al pie del cañón. Era tres meses mayor que Sakura, había nacido en diciembre del año anterior a ella, y ya había cumplido los diecisiete. Aunque había abandonado sus quehaceres como kunoichi, era una experta recabadora de información, habilidad que no se les pasaba por alto a ninguno de sus compañeros de trabajo.
La ex-espía de la Arena condujo a la pelirrosa hasta la puerta de atrás del local y ambas salieron a la calle por la puerta trasera. Era finales de abril y una suave llovizna, apenas perceptible, se precipitaba desde los cielos, que lucía naranja por el reflejo de las luces de neón de la ciudad. Una vez se hubieron cerciorado de que no había nadie cerca, Sakura preguntó:
-¿Qué pasa, Izumi-chan?
-Escucha atentamente lo que tengo que decirte. Las preguntas, al final –Sakura asintió con la cabeza-. Akatsuki está preparando una bien gorda. Saben que su querido convicto Itachi Uchiha está aquí, en la Ciudad de la Frontera, y piensan empezar a moverse desde aquí. Harán un poco de ruido para ponerle sobre aviso, pero no sólo a él. Quieren vengarse de Itachi, pero también le necesitan. Eso te sitúa en un punto conflictivo. Ten cuidado.
-¿Eso es todo lo que tenías que decirme? –La Haruno se mostró decepcionada.
-Déjame acabar.
-Pensé que ya habías terminado.
-Estaba tomando aire.
-Ah, perdón –"Vaya conversación de besugos" se dijo la pelirrosa.
-El caso, Sakura, es que no van a montar algo tan grande sólo por atrapar a Itachi. Tienen en mente dos peces más gordos –la Haruno alzó las cejas, expectante-. Hablo de los dos bijuu que conoces: Shukaku y Kyuubi.
Sakura abrió los ojos de par en par.
-¿Entonces... qué le pasará a Naruto¿Y a Gaara? –Preguntó con un hilo de voz.
-A Gaara, nada, al menos de momento. Tratarán de atraerlos a ambos aquí, pero Gaara-san es ahora Kazekage, así que no puede salir de la Villa Oculta de la Arena. Es posible, no obstante, que envíen a sus hermanos, Temari y Kankurô. Respecto a Uzumaki... he estado pensando, y creo que lo más posible es que vengan atraídos por los falsos movimientos de Akatsuki... pensando que te encontrarán.
Ambas kunoichis callaron. La lluvia empapaba ya sus cabellos.
-Debo advertirles –decidió la Haruno.
-Debes, pero no puedes –le espetó Izumi-. Sabes que Itachi controla todos tus movimientos. No le hará ninguna gracia, créeme.
-Se lo contaré todo –contraatacó la muchacha.
-No será suficiente si le da la vena posesiva. Es mejor dejarlo correr, Sakura. Lo que tenga que ser, será.
-¿Pero entonces por qué me has dicho todo esto?
-Para prevenirte. Hay algo que no te he aclarado y que te atañe directamente, y es el asunto de Itachi-sama. Verás, Sakura-chan, actualmente Akatsuki no está interesada en Itachi por sus habilidades como ninja o por resentimiento a causa de su deserción. Es el sharingan lo que ambicionan.
-No lo entiendo.
Izumi se sacudió la falda del uniforme de camarera y aclaró:
-A ver, Sakura, podría decirse que Akatsuki lo que pretende es "dominar el mundo". De hecho, es una explicación vaga e infantil de sus intenciones, pero se acerca bastante. El quid de la cuestión es cómo van a lograrlo. La explicación es relativamente sencilla: quieren hacerse con los individuos más poderosos de los países, a los que lavan el cerebro para que se unan a ellos, y las habilidades más asombrosas. Itachi estaba en el primer grupo, pero al desertar fue relegado al segundo, de modo que lo único que quiere Akatsuki de él es su técnica Barrera de Sangre, e irán a por él porque, de los dos miembros vivos de clan, él es el que la domina en su totalidad. Podrían ir a por Sasuke, pero se ve que su sharingan está aún inmaduro. Es demasiado joven. ¿Lo entiendes, Sakura?
La kunoichi asintió con la cabeza, ausente. Un fuerte dolor había apresado su corazón al oír su nombre en boca de alguien que no fuese ella.
SasukeCon el paso del tiempo había dejado de hablar de él con Itachi, que siempre le llamaba "mi hermano", calificativo que podía ir acompañado de un "pequeño" , un "necio", o ambas cosas. Sin embargo, él era casi inexistente. En su mente, él era aún un niño de doce años. "Aunque hayan pasado tres desde que le vi por última vez". Su mente había olvidado a conversación con Izumi y había volado hasta el menor de los Uchiha, al que creía haber dejado atrás. La confusión le inundó. Hacía ya tanto tiempo...
-¿Sakura¿Me oyes, Sakura?
La voz de la ex-espía de Suna la devolvió a la realidad, al callejón trasero de Fuyu no Hana, a la noche urbana jalonada de ruidos y a la fría llovizna calando su ropa.
-Perdona. Demasiados recuerdos me han saturado –se disculpó la pelirrosa, sonriendo inocentemente.
-No importa. No conozco el motivo que te sacó de la Villa Oculta de la Hoja, pero no debió ser demasiado amable si te quedas así. Ahora lo que importa es... Sakura, ten cuidado, va en serio. Aparte de que Akatsuki pueda tratar de hacerte algo para atraer a Itachi, está la cuestión de tu técnica... Ojos de Jade es muy poderosa, lo suficiente como para que la organización considere el sharingan como algo irrelevante. ¿Captas el concepto?
La Haruno asintió con la cabeza. Se sentía como una mosca atrapada en una tela de araña, que tratando de escapar, sólo se enreda más y más. De repente, una pregunta afloró en su confuso cerebro:
-¿Y el byakugan? Es la técnica Barrera de Sangre del clan Hyuuga, no me creo que Akatsuki no ande tras ella.
-No he recibido noticias porque no me ha interesado especialmente, pero ya que lo preguntas, haré indagaciones.
-Bien. Ah, Izumi. Quisiera que todo esto quedase al margen de Itachi... al menos de momento.
-¿Te asusta?
-No, pero no me fío. Quiero ayudar a mis amigos de Konoha, y no creo que él esté muy por la labor, de modo que de momento haré esto a mi manera.
-Será la primera vez que te manejes tú sola¿no? Te deseo buena suerte. El trabajo del ninja debe ser en equipo.
Sakura suspiró.
-Hace tiempo que perdí al mío. Pero no todos los lazos se cortan con la misma facilidad. Si vienen, les ayudaré.
-Eso te coloca en una posición limítrofe entre unos y otros. No será fácil. Cuenta conmigo.
Por primera vez desde el inicio de la conversación, Izumi sonrió.
-Gracias, Izumi-chan.
-Lucha por aquello que crees, Sakura. Sigue tu propio camino y plántale cara al destino. No conocerás la verdadera libertad hasta que te hayas liberado de todas las cadenas y hayas podido elegir por ti misma.
La pelirrosa asintió, sonriendo. La frase de Izumi le recordó a Naruto. Esbozó una sonrisa amable mientras a su alrededor la lluvia repiqueteaba más fuerte, como anunciando la sombra que no tardaría en cernirse sobre la misteriosa Ciudad de la Frontera.
Y ahora, las respuestas a los reviews :-)
NekoNoHaru: Realmente te da intriga la técnica, ehhh? xD Tranqui, que se averiguará dentro de poco... De momento, dejemos que los acontecimientos sigan su curso y que los personajes se encaminen inocentemente a su destino... muahahahahahahahahahahahahahaaaa
Lin Hashimoto: Gracias por el review :-) Espero que te guste cómo se desarrolla la historia
Nadeshiko-uchiha: Qué bueno que pusieras all en vez de romance :-D como fue el primer fic que colgué, estaba un poco nerviosa por todo lo de los reviews y eso... pero veo que tiene muy buena acogida, muchas gracias :3 Ya verás, Sakura será realmente una fiera! Por cierto, sí que es Nejihina. No te pierdas los siguientes episodios.
Marion-asakura: Pues la verdad es que no lo ideé como itasaku... lo que me gusta es el sasusaku xD Bueno, aunque no haya itasaku, si que Itachi y Sasuke tendrán alguna que otra discusión por Sakura... :-P
Hinaru90: Claro que será Sasusaku! Pero Sasuke y Sakura tendrán que salvar bastantes obstáculos, empezando por el terco orgullo del señorito Uchiha. En cuanto a Sakura... mejor no perderla de vista, aún tiene mucho que demostrar ;-)
Arhen: Si es que la pobre Sakura-chan estaba más de adorno que otra cosa, por eso se me ocurrió la idea para este fic.Ya queda muy poco para el reencuentro... será todo un acontecimiento :-D
Tere-chan: Espero poder llevar bien el fic, porque si hago algo demasiado grandioso se me puede ir de las manos... :s Espero que no me pase. Será un sasusaku¡por supuesto! Aunque Itachi meterá baza de vez en cuando...
SimaraNekoi: Itachi es un personaje al que se le puede sacar jugo de muchas maneras diferentes... ya se verá qué pasa con él ;-) Espero que sigas con atención la evolución de Sakura :-D
Yachiru: Gracias por el review :3
Sccmar: Va a ser fundamentalmente Sasusaku, Itachi influirá bastante en la relación entre su hermano y la pelirrosa, pero nada relevante...
Arwy: Gracias por los halagos. Espero que disfrutes del fic :-)
サクサス: Laverdad es que Sasuke sí que es bastante borde, el chaval... ¬¬ En fin, qué sele vaa hacer, eso cambiará xDLo de Ojos de Jade es invención mía, sip :-) Irás viendo un desarrollo en la historia, espero que lasigas
Shiho-Haibara: Gracias porlos halagos. Espero que te guste este capítulo :-D
Kitsune-Megamisama:La relación entre Neji y Hinata estará un poco en segundo plano, pero será muy dramática... espero que te guste :-)
Kuramasesshou: No importa que no dejases review antes, comprendo tus motivos... muchas gracias de todas formas. La verdad es que Itachi secuestrando a Sakuraes bastante topicazo, pero queda tan bien! Espero que te gusten los próximos episodios :-)
Blanca: Ya sabes cómo es Sasuke-kun,alzará una ceja como si no le importara... en fin, ya verás el reencuentro ;-) seráapoteósico!
Sakata Sakeki: Uff, muchas gracias, aunque no sé si el fic se me escapará de las manos... espero darme cuenta a tiempo en caso de que ocurra :s La verdad es que al principio prefería el Shikaino, pero de tanto leer fics acerca de Shikamaru y Temari (No estás sola entre ellos ;-)), me acaban pegando más xD Respecto al NejiHina... me gusta basicamente por dos razones: 1)tanto Neji como Hinata son dos de mis personajes favoritos y 2)Tenten me cae mal. No preguntes por qué xD ni yo lo sé xDDD así que la pongo como personaje de relleno. Por cierto, muchas gracias por la bienvenida
SaBaKu-No-MiSaKi: No es Itasaku, es Sasusaku... pero espero que te siga gustando igual. Falta poco para el reencuentro... intentaré que sea lo más memorable posible.
En fin, esto es todo. Gracias por los reviews :-)
