La rabia tras el anuncio de Zeke se desvaneció por completo en cuestión de segundos. La virtud observadora de Hange les abrió los ojos para contemplar el panorama que se les presentaba en ese momento, sintiendo una nueva puñalada por la espalda al ver que Levi se encontraba allí como un simple guardaespaldas del candidato que resultó ganador por un fraude.

—¿P-por qué Levi está ahí? —preguntó Mikasa en voz baja, llevando una mano a su pecho tras la fuerte punzada que le dio al verlo. —¿¡Por qué con Zeke!?

Y sin decir nada más, Mikasa dio media vuelta para retirarse. Todos la miraron y Kenny fue el único en interponerse. Ella estaba furiosa y logró empujarlo para continuar su camino. No obstante, Ackerman no torcería su brazo ante su actitud impulsiva y tozuda.

—¡¡Mikasa!! —Utilizó su tono más grave y alto, deteniendo a la joven. —¿¡A dónde crees que vas!?

Ella formó puños y apretó su mandíbula. Gruñó y evitó romper en llanto. Estaba cansada. Cansada de llorar, de arrepentirse y de confiar...

—¡¡Iré a rescatar a Eren!! —exclamó con seguridad, volteando su rostro en dirección a su padrino.

—¡¡Te he dicho que debemos ir con calma!! No podemos meternos sin trazar un plan. ¡¡Estamos hablando de Zeke Jaeger y los hijos de puta que los apoyan!! —Intentaba persuadirla.

—¡¡Ya lo sé!! —gritó desde el fondo de su corazón, desgarrando los oídos de quienes se encontraban en el lugar.

Hange bajó su mirada. Su corazón estaba en medio de un abismo de confusiones que no le permitía pensar con claridad. Recordaba las firmes palabras de Levi al asegurar que encontraría a quienes asesinaron a su madre, que acabaría con la corrupción que tanto daño les hacía a las personas que vivían en los suburbios... Era ilógico que Levi estuviera del lado de Zeke, más aún sabiendo del gran daño que él y sus secuaces les había ocasionado a su tío, a Erwin... Pero mucho más a Mikasa y Eren.

»—¿Es que acaso no lo ves? ¡¡Levi nos traicionó!! —Sus ojos estaban rojos, cargados de rabia y dolor que cayeron como lágrimas sobre sus mejillas.

Kenny comprendió el cólera que dominaba su raciocinio, pues él tampoco podía comprenderlo a la primera. Frustrado por no poder darle una explicación que la calmara, Ackerman dio media vuelta y apretó sus puños para contenerse.

Erwin, adolorido, se levantó y caminó en dirección a Mikasa. La joven lo miró con desconcierto, pues no esperaba que el líder de la pandilla fuera por ella tras ese brote de rabia.

—¿Sabes algo, Mikasa? —Le dulcificó la voz y llevó una mano hasta la herida de su mejilla. —Levi es un hombre impredecible, con un humor de mierda que él y Hange pueden comprender. Tiene una inteligencia impropia de un ser humano y una fuerza de voluntad admirable.

Mikasa comenzó a respirar con calma y cerró los ojos mientras escuchaba a Erwin. Sus palabras le recordaban su rostro, cómo luchó por su bienestar y sus reacciones ante las verdades sobre su pasado.

»—¿No quieres darle el beneficio de la duda? —Ella abrió sus ojos y se encontró con las orbes azules del hombre. Un esbozo de sonrisa la hizo recapacitar y sacar un fuerte gruñido desde el fondo de su corazón. —Levi no es como ellos. Él es incapaz de traicionarnos. Dale una oportunidad, Mikasa.

Para acompañar a Erwin, Hange se ubicó junto a él, apoyó una mano en la espalda de Smith y la otra en el hombro de la joven. Mikasa estaba cabizbaja, desesperada y desconcertada.

—Erwin tiene razón y puedo dar fe de ello —agregó. —. Estoy más que segura de que Levi tuvo una fuerte razón que lo llevó a ese lugar con ese hijo de mil puta. Tú no tienes una idea de cómo aborrece a las personas como Grisha o Zeke, les parece vomitivos.

—Peor que la mierda, diría. —acotó Erwin y la pareja rió sutilmente.

—Pero aquí lo que importa es entender por qué Levi tuvo que llegar hasta ese punto y averiguar cómo rescatar a Eren. —Acarició su cabello y añadió: —Levi está solo en esa batalla y estoy muy segura de que anhela que nos reencontremos en cualquier momento. Ese enano es pésimo pidiendo ayuda.

Kenny soltó una carcajada, llamando la atención de todos los presentes. El único que no acotó nada en la conversación fue Uri, pues confiaba en que su amigo tomara la decisión correcta.

—Mocosa, tú mejor que nadie lo has descrito a ese enano insolente que tengo como sobrino —respondió con un deje de nostalgia. —. Pero Mikasa también tiene razón y es hora de ponernos en marcha. Aún no podemos asegurar en qué estado se encuentre Eren y me da mucho coraje pensar que están usando a Levi para perjudicarnos.

El silencio se adueñó del ambiente, obligando a Uri a tomar la palabra por primera vez en toda la conversación.

—Kenny, es momento que yo tome parte de esta guerra.

Inmediatamente, los presentes voltearon a verlo. Reiss respiró profundo y frotó las palmas de sus manos.

—¿A qué te refieres, Uri? —inquirió Kenny, desconcertado ante las palabras de su amigo.

—Kenny, sé perfectamente todo lo que has pasado y cómo los Jaeger han dañado a su familia actualmente. También soy consciente de que la corrupción no es algo nuevo y que nuestros ciudadanos necesitan a alguien para romper con esta mierda. Tú y los demás se encargarán del plan maestro; yo seré la cara que ellos buscan incesantemente.

Kenny, confundido, se acercó a Uri y lo sujetó de su ropa. Gruñó y frunció el ceño.

—¿¡Qué mierda dices, idiota!? ¿¡Acaso te das cuenta de la estupidez que propones!? —reclamó Ackerman. —¿¡Cómo puedes lanzarte al vacío por nosotros!?

Mikasa estaba expectante, pues sabía que Uri era un hombre muy inteligente y suponía que él podía anticipar los hechos mucho mejor que ellos.

—Padrino, suéltalo. Uri no es aventado en sus decisiones y si él está dispuesto a tomar parte de esto, deberías escucharlo antes de juzgarlo. —Mikasa sujetó la muñeca de Kenny para que él dejara ir a Reiss.

Él escuchó a su ahijada pero no la miró a los ojos, pues conocía perfectamente cuán débil era ante ella y no podía ceder. Sin embargo, la fuerza de la joven crecía al ver que él no pensaba retroceder. Por más que quisiera resistirse, le resultó imposible.

Con resignación, soltó a Uri y chasqueó la lengua. Reiss respiró profundo y le dedicó una dulce sonrisa a Mikasa. Ella, por su parte, la devolvió por un instante pero luego su semblante volvió a tornarse frío, sombrío.

—Primero que nada, muchas gracias Mikasa. Sin tu voto de confianza no podría expresar mi idea —La joven asintió. —. Lo que quería decirles era que volveré a mi casa y haré lo que tenga que hacer para que ganen el tiempo suficiente.

Erwin y Hange miraron a Kenny, quien llevó una mano a su rostro. Estaba conflictuado, pues Uri siempre lo ayudó en sus momentos más difíciles y sentía que, por una vez, debía dejarlo solo por su bien.

—¿Tú piensas que saldrá bien? —inquirió en voz baja.

—Por supuesto, aunque es un riesgo que estoy dispuesto a tomar.

El silencio fue suficiente para dar por terminada la reunión. Kenny y Mikasa estaban listos para pasar a una nueva fase en su misión, Uri aportaría su granito de arena para asegurar la victoria y Hange con Erwin se encargarían de los pequeños detalles que harían falta.

—Confío en ti, Uri.

Kenny estiró su brazo para sellar el trato. Uri juntó su palma con la suya y luego de un fuerte apretón de manos, comenzaron los preparativos.

Pronto podrían derribar a Zeke y sus secuaces de aquel pedestal de papel.

[...]

Una reunión, copas de vino y líneas de cocaína eran algunos de los condimentos del encuentro.

Encabezado por Magath, quien tenía una fuerte adicción por esa droga, él solía mezclar ese vicio con alcohol y se volvía un completo peligro.

—¡¡Felicidades Zeke!! Esto es todo un éxito. —espetó y estiró su brazo con la copa en mano para brindar. —¡¡Los ciudadanos te han recibido muy bien!!

El aludido sonrió y elevó su copa en celebración. Reiner, Berthold, Pieck y Annie aplaudían con discreción y una pizca de falsedad.

—Al final de cuentas, todo fue tal como lo supusiste. Ellos no atacaron porque él estaba ahí —Volteó su mirada en dirección a Levi. —. Estabas seguro de que harían algo luego de que desaparecieran de sus vidas. Lo mejor de todo esto es que grabaron su rostro y su presencia.

Reiner sonreía ante las palabras de Zeke. Luego, giró su rostro hacia Ackerman y guiñó su ojo derecho. Levi, por su parte, se mantenía estoico ante las provocaciones de las personas frente a él.

—¡Ten! —Magath arrojó una llave a Levi y éste la atajó. —Ese es el pago por cumplir con tu misión sin ningún contratiempo.

Levi la sostuvo con fuerza y frunció el ceño. Sin decir nada, se retiró de la sala dejando a los presentes a solas.

Una vez que se fue, Zeke chasqueó la lengua y dio un largo sorbo a su vino. Magath lo miró con desconfianza y procedió a aspirar una de las líneas de su droga para seguir con la reunión. Annie se mostraba indiferente ante la situación, pero por dentro estaba asqueada por todo lo que debía presenciar. Pieck estaba sonriendo con una falsa amabilidad, pues había alguien a quien no le agradaba y eso le daba mal humor. Reiner no quitaba sus ojos de Zeke, pues estaba seguro que si estuvo a punto de caer ante su propuesta, él aún poseía ese poder para vulnerarlo.

—Ha llegado mercancía fresca —comentó Magath con una extraña frialdad. —. Así que es momento que te hagas cargo de los trámites, Annie.

La aludida miró a su jefe y asintió.

—¿Aún sigues empeñado en que busque a esa mocosa? —preguntó con mala predisposición. —A esta altura, es muy probable que nunca dispongas de ella.

Tras un silencio incómodo, Magath rió y volvió a dar un nuevo sorbo a su vino. Suspiró y apoyó la copa con sumo cuidado. En ese momento se imaginó varios escenarios donde su principal presa fuera de su propiedad, tal como siempre lo quiso. No obstante, ahora que ya era toda una mujer, se empeñaba aún más en tenerla consigo.

—No. Tú prosigue con la mercancía. De mi cachorrita me ocuparé yo mismo —respondió con un deje de malicia que sólo él comprendía. —. Y tú, Zeke, es momento de desbaratar todo oficialmente.

—¿No crees que eso es demasiado pronto? Ya hemos removido el avispero en silencio y créeme que es mejor así. —respondió con preocupación, golpeando la mesa.

—El tiempo en la política es limitado. Cuanto más hagas, mejor para todos. Si tú no cooperas con las propuestas, nuestros patrocinadores se voltearán al instante. El primero es Nile. —argumentó el jefe con el afán de convencerlo.

—Yo no tengo nada que ver con ese tipo. Él era compañero de mi padre, así que no le debo nada...

—Te recuerdo que Nile fue quien se encargó de que Grisha y tú ganaran, ¡que no se te olvide! —advirtió en un tono alto, silenciando las mentes de todos los presentes. —¡Al primero que debes complacer con tus acciones es a Nile!

Resignado, Zeke se levantó de la mesa y se retiró dejando su copa vacía. Se había bebido todo el contenido de una sola vez y caminó a paso firme para abandonar el lugar. Dio un fuerte portazo y Magath no quitó su vista de la puerta. Luego, carraspeó y cruzó sus brazos antes de hablar.

»—Cada uno de ustedes saben lo que tienen que hacer. Así que Reiner, es tu turno. —ordenó y Braun se levantó de inmediato para ir tras Zeke.

Porque todos debían mover sus fichas. Tanto él como sus secuaces estaban al tanto lo que sucedería pronto...

[...]

Levi había llegado hasta la cerradura correspondiente de la llave que Magath le había dado. Su corazón latía frenéticamente y su mano temblaba al intentar quitar el seguro. Una vez que lo logró, abrió la puerta y encendió la luz.

Respiró profundo y cerró nuevamente para no ser interrumpido. Corrió hasta el lecho y se arrodilló al costado de ella. Llevó una mano hasta el cabello que estaba sobre la almohada y procedió a aflojar el amarre de una de las muñecas.

—Perdón por tardar tanto, Eren. —susurró mientras desataba los nudos que lo mantenían cautivo. —¡Quién sabe por cuántas penurias habrás pasado en mi ausencia!

Eren abrió sus ojos con pesadez. Su aspecto era aún más delgado que de costumbre y sus labios estaban resecos. Giró lentamente su rostro hasta estar frente a Levi y soltó unas cuantas lágrimas de impotencia.

—L-Levi —expresó en medio de un quejido. —¡No te preocupes por mí! Vete, yo podré...

—¿¿¡¡Y dejarte aquí con esos hijos de puta!!?? Ni lo pienses. Aunque me cueste la moral, no te abandonaré. —exclamó y logró soltar una de sus manos.

Eren suspiró y movió su mano en forma circular para recuperar un poco de sensibilidad tras el espantoso hormigueo que lo afectó durante ese tiempo.

—¿Por qué mencionaste tu moral? —inquirió tras analizar su dicho. Se sentó en la cama mientras Levi soltaba su otra mano. —¿Qué pasó?

—Nada. Tú preocúpate por tu salud. –Cuando logró soltar la otra mano, Eren sujetó su brazo para detenerlo. Él giro su rostro y dijo: —Si tú te mantienes al margen de esto, será mejor para ti.

Se miraron fijamente por un instante y Levi bajó la vista segundos después. No podía sostener la mirada, pues había muchas cosas que sabía y que necesitaba seguir ocultando por el bien de Eren. No obstante, la capacidad de Jaeger para leer cada gesto de las personas era algo increíble.

—No pienso mantenerme al margen. Yo te arrastré a esta mierda y tú más que nadie sabe que es muy complicado para luchar a solas. —espetó Eren con seriedad.

Soltó lentamente a Levi y comenzó a toser. Ackerman miró hacia todos lados y seguidamente salió de la habitación. Volvió a colocar el seguro y corrió hasta la cocina. Allí revolvió la nevera y encontró algunos ingredientes para prepararle un sandwich. Asimismo, cargó una jarra con abundante agua y llevó un vaso para él. Una vez que tuvo todo, regresó hasta el cuarto y se lo entregó a Eren.

Asegurándose que nadie entrara, Levi se mantuvo pegado a la puerta mientras miraba a Jaeger devorarse su comida. El contenido de la jarra fue vaciado por completo debido a su deshidratación.

»—Entiendo que quieras protegerme, pero necesito y quiero ayudarte —insistió el joven. —. Dime, ¿qué puedo hacer por ti?

Al oír las palabras de Eren, Levi dejó caer su cuerpo contra la puerta. Llevó una mano hasta su cabello y tironeó del cuero cabelludo. Con la otra formó un puño y golpeó el suelo.

—Ese hijo de puta... —murmuró y apretó su mandíbula. —¡¡Él tiene la información que he buscado por tantos años!! —exclamó en medio de su indignación, mirando directamente al joven Jaeger.

Levi finalmente se quebró. Todo el dolor que cargó por mucho tiempo fue expresándolo mediante lágrimas que no dejaban de caer. Era la primera vez que se mostraba tan vulnerable, pero saber tanto lo llevó a sus propios límites.

La sonrisa de su madre, sus caricias y su calor en los días helados eran algunos de los recuerdos más hermosos que le daban estabilidad emocional en medio de su propia oscuridad.

Si él continuaba peleando, era exclusivamente por su memoria.

Eren, por otro lado, cerró sus ojos y trató de imaginar cómo podría ayudarlo. Sus pies aún estaban sujetos pero no deseaba arriesgar a Levi ante Zeke.

—Levi, necesito que confíes en mí. Sé que puedes pensar que no sea la persona adecuada, pero tú y yo nos tenemos el uno al otro en este momento. Nadie más que nosotros podemos hacer algo al respecto. —Intentaba persuadirlo, pero Levi era aún más tozudo y no quería continuar involucrándolo.

«Si realmente deseas conocer toda la verdad de Kenny, el asesinato de Kuchel Ackerman y de los padres de Mikasa...»

Las palabras de Magath volvían a su mente cuando estaba a punto de hablar. El silencio era demasiado caro y la información obtenida sería doblemente costosa. Era un trato justo si no estuviera en juego la vida de otras personas.

—Si quieres que confíe en ti, sólo haz lo que te digo. Pronto huiremos de aquí, pero antes de eso quiero asegurarme de que todo esté listo y-

Alguien golpeó la puerta con insistencia. Levi, exaltado, se levantó rápidamente y colocó su índice sobre sus labios para indicarle a Eren que hiciera silencio. Él asintió y Ackerman apoyó su oreja para descubrir quién estaba allí.

»—¿Quién eres? —inquirió en un tono grave.

—Abre la puerta. Si sabes lo que te conviene, abrirás.

Encolerizado, Levi abrió y quien ingresó fue Magath. Tras una malévola sonrisa, se acercó a Eren. El hombre intentó tocar su cabeza pero Jaeger golpeó su mano para evitar el contacto.

Ackerman se mantuvo a pocos metros, observando y analizando a Magath. Aunque era muy difícil a simple vista, Levi estaba seguro que pronto descubriría sus verdaderas intenciones.

—¿Qué quieres? —inquirió con recelo.

—Pues, ya que cumpliste con tu parte del trato al cuidar de mi querido Zeke, tú puedes venir a auxiliar a Eren. A lo mejor mi gente se olvidó de algunas cosas pero...

—¡¡Tú dijiste que lo alimentarían!! Ni siquiera eso fueron capaces de hacer. —expresó en medio del cólera.

—¡¡Tranquilo!! ¡¡Esta vez vengo con una propuesta que te hará saltar de alegría!! —exclamó en un tono sarcástico.

Magath metió la mano en su bolsillo y sacó un revólver. Apuntó directamente contra Eren y lo miró fijamente.

»—¿Recuerdas que te dije que sabía quién y por qué asesinaron a tu mamita? —inquirió apoyando el arma en la cabeza de Jaeger. —Creo que ya llegó el momento de hacer un trueque, ¿te parece?

—¿De qué mierda hablas? —La impaciencia lo dominaba, más cuando la vida de Eren peligraba.

Se alejó de Jaeger y se paró junto a él. Le entregó el arma y luego rodeó su cuello con su brazo, clavando la punta de una navaja en su garganta.

Levi sentía cómo su respiración se acortaba, pero no se rendiría.

—¡¡Déjalo, hijo de puta!! ¡¡Deja en paz a Levi!! —gritaba Eren con desesperación, agitando sus piernas para tratar de quitarse el amarre.

—Si matas a Eren, te diré todo. Pero antes... —Acercó su rostro al oído de Levi y susurró: —Te diré que quien mató a tu madre también fue Kenny.

El pavor se adueñó de su interior, doblando su dedo sobre el gatillo que no dudó ni un segundo en disparar. Un sinfín de imágenes se instalaron en su mente, nublando su juicio por completo.

Su niñez, ese día en que Kenny llegó de improvisto a los suburbios... ¿Acaso era coincidencia? ¿Por qué estaba dudando de su tío y no de un simple desconocido? ¿Qué tanto ocultaba Kenny? ¿Y si fuera cierto?

Los gritos desgarradores de su mente lo perturbaron y ese mar de sangre lo ahogó nuevamente en ese trauma que lo desestabilizaba emocionalmente, llegando al punto de sentir cómo el ruido blanco se adueñaba del ambiente y de su ser.

Ya nada tenía sentido. Ese baldazo de agua helada fue suficiente para caer en el infierno que siempre lo había esperado...

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Hola!!! Esperen, no se sorprendan!!!

Volví a actualizar en menos de un mes!! Eso es un récord!!

En fin, espero que hayan disfrutado la lectura y que no se nos vuelvan locos por la poca, nula y mucha información que nos puedan dar los personajes!!

Que si estamos cerca del final?? Por supuesto!! Cada vez más cerca de saber la verdad y Magath acaba de decir algo que nos dejó boquiabiertos.

Qué piensan al respecto??

Muchas gracias por el apoyo que me han dado ️️️ los amo!!