¡Hola de nuevo, queridos lectores!
He aquí el noveno episodio de Ojos de Jade. Respecto a los capítulos nueve y diez he de advertir que responden a una estructura un poco diferente a la de los capítulos anteriores: para empezar, ocurren de manera simultánea en el tiempo, están narrados en primera persona y en presente, lo cual limita los hechos a la versión presenciada o experimentada por los interesados, que son, claro está, primero Sasuke y después Sakura. Espero que os guste este giro, con el que pretendo darle más frescura y dinamismo a nuestra parejita SasuSaku ;-)
Estos dos capítulos estarán dedicados íntegramente a la pareja desde sus respectivos puntos de vista. En los próximos capítulos continuaré con la trama criminal de Akatsuki :-)
Muchas gracias por los reviews :-D Me dan muchas ideas, aunque nunca lluevea gusto de todos... :s Pero intentaré satisfacer al menos un poco las demandas de ItaSaku más adelante n.n
Disclaimer: Naruto no me pertenece. Todo el mundo lo sabe, ya que si me pertenciera mi apellido sería Kishimoto xD
Capítulo 9 – Orgullo
Sasuke
Demonios. Estoy muy cabreado.
Salgo a la calle solo, en silencio, y compruebo que ya no se ve ni a Sakura ni a Hinata por ninguna parte. Camino avenida abajo con parsimonia, sin prisa alguna por llegar a Fuyu no Hana. Sin ninguna gana de que Itachi me ridiculice por haber sido vencido por ella.
Ni siquiera sé bien cómo ha ocurrido. He desafiado a Sakura y la he atacado sin piedad. Pensaba contenerme por ser ella, pero sus sarcásticos comentarios me han sacado de quicio, y al final me he sentido impulsado a darlo todo. Y aún así, ni siquiera he activado el sharingan. Tal vez por ello no lo he visto venir.
Sus ojos ardieron como un incendio de fuegos fatuosY entonces, ocurrió lo antinatural: el tiempo se detuvo, y yo con él. Cuando quise darme cuenta, mi cuerpo estaba como congelado. Tardé unos segundos en darme cuenta de que la inmovilidad era una ilusión. Aún podía moverme, pero tan condenadamente despacio que de nada me servía. Sakura se abalanzó hacia mí y gritó:
-¡No te puedes hacer una idea de lo mucho que quería hacer esto!
Me golpeó, y no pude hacer absolutamente nada. Cuando el tiempo volvió a correr a su velocidad normal, sólo pude descubrirlo a través de sus ojos, cuyo brillo esmeraldino se esfumó. Sin embargo, mis miembros estaba aún entumecidos y su puño demasiado cerca. Así, me dio un puñetazo en la cara. Y justo entonces me di cuenta de que Sakura es digna alumna de mi hermano. Itachi la ha convertido en una suerte de prodigio.
Nunca antes en toda mi vida me había sentido tan humillado. No sólo por haber sufrido una derrota, sino porque haya sido a sus manos. No sé qué más le habrá enseñado Itachi, pero sé que debe haber sido lo mejor de lo mejor. Posiblemente, pretende convertirla en una kunoichi muy especial. ¿Por qué la llama su "doncella", si no?
-¡Sasuke!
Me giro a mirar a quien me ha llamado. Naruto se acerca alegremente, correteando saltando como una cabra. Puede que ya sepa que Sakura me ha vencido. Inmediatamente, me pongo a la defensiva:
-¿Qué coño quieres, baka?
-¡Bueno, tío, menos humos! –Protesta, picado-. He salido a buscarte porque nadie sabía dónde estabas. Temari ha preguntado por ti –guiña un ojo.
-Me da igual –le espeto. Quiero que se largue, joder.
-¿Te ha pasado algo? Te está empezando a salir un moretón en la cara. ¿Te han pegado? –Me aguanto las ganas de arrancarle la cabeza, apretando los puños, mientras él sigue burlándose de mí- .¡Han golpeado el idolatrado rostro de Sasuke Uchiha! Kami-sama, pagaría por haberlo visto –se carcajea.
De repente vemos una nubecita de humo y oímos un pof. Kakashi-sensei se materializa junto a nosotros.
-Yo! –Saluda, como siempre.
-¡Kakashi-sensei! –Vocifera el insufrible usuratonkachi- .¡Han pegado a Sasuke!
Kakashi me mira vagamente con su ojo derecho y comenta:
-Un derechazo, y de los buenos. ¿Por qué no te has defendido?
-He sido completamente incapaz –siseo entre dientes, furioso-. Ella detuvo el tiempo, no sé ni cómo lo hizo.
-¿Ella? .¿Qué ella? .¿Quién es ella? –Me bombardea a preguntas Naruto.
-Imagino que te refieres a Sakura –Kakashi-sensei suspira-. Si no fueses tan terco y te hubieses quedado anteayer, habrías oído la explicación de Itachi acerca de la técnica Barrera de Sangre de los Haruno.
-¿Los Haruno tienen una técnica Barrera de Sangre? –Pregunto, estupefacto. No lo habría imaginado de una familia tan mediocre, de la que pocos individuos son ninjas.
-¿Sakura-chan te ha zurrado? –Pregunta Naruto, que sin esperar respuesta, se tira por el suelo, meándose de la risa. ¡Qué humillante para un Uchiha!
-Deberías preguntar a tu hermano por la técnica –propone Kakashi, ignorando mi mirada de odio. Él sabe bastante más acerca de ella que nosotros.
-No pienso hablar con él –sentencio.
-¡No seas crío, Sasuke-dobe! –Interviene Naruto-. Itachi te puede contar un montón de cosas.
Les lanzo una mirada fría como el hielo, pero ellos me ignoran y anuncian:
-Vamos a Fuyu no Hana.
No me queda otra que acompañarles. Me paso todo el camino con las manos en los bolsillos, cavilando. Esa técnica debe tener un punto flaco. Ha de tenerlo, y yo lo encontraré. Entonces le pediré la revancha a Sakura y la venceré.
-Yo que tú no estaría tan confiado –comenta Kakashi, que camina releyéndose por enésima vez su tomo de Icha Icha Paradise, y que de repente parece haberme leído el pensamiento-. La técnica Ojos de Jade es un don divino, dudo mucho que la puedas vencer así porque sí.
-Ojos de Jade... –murmuro. Así que ése es el nombre de la técnica de Sakura.
Al llegar a la cafetería, observo que han hecho de ella casi un centro de operaciones. Incluso las tres camareras parecen parte del grupo ya. Sin embargo, ahora mismo no están haciendo nada útil, más bien al contrario: todos van a su bola, nadie está a lo que está. Veo a Hinata en un rincón y hago ademán de dirigirme a ella, pero Neji me lanza una mirada amenazadora. Le encaro sin tapujos. Empiezo a cansarme de tanta tontería.
-Será mejor que no molestes a mi prima, Uchiha –me advierte.
-¿Bromeas? Yo jamás molesto a las mujeres, es más bien al contrario... –las demás chicas se hacen eco del comentario y me lanzan miradas ofendidas. Así me aseguro de quitármelas de encima durante una temporada-. Además, los herederos de los clanes han de llevarse bien –añado.
-Teóricamente, el heredero no eres tú, sino tu hermano Itachi –responde el Hyuuga, impasible.
-Mi hermano... –inspiro para librarme momentáneamente de la rabia que se apodera de mí cada vez que digo esas palabras- asesinó al clan entero y traicionó a la Villa. Lo único que es Itachi, aun fuera de Konoha, es un criminal de rango S y un prófugo. En cuanto pise la Villa Oculta de la Hoja recibirá la pena de muerte, y técnicamente eso es como estar muerto ya. Por tanto, yo soy el único heredero del clan Uchiha.
-Te cedo todos los derechos, hermanito –me giro para mirar con rencor a Itachi, que sonríe sarcásticamente detrás de mí-. De hecho, creo que prefiero cederte los galones y quedarme con la chica. Además, me parece que ella está de acuerdo.
-Aún no se ha pronunciado –trato de defenderme.
-Tienes razón, aún no lo ha hecho... pero hoy, gracias a tu impetuosidad y soberana estupidez, la balanza se ha inclinado un poco más hacia mi terreno. Debo darte las gracias, Sasuke –me clava la mirada-. Lo estás haciendo muy bien.
Los latidos de mi corazón retumban en mis sienes a causa del odio y la rabia acumulados.
-Tengo algo importante que hablar contigo, aniki –doy un rotundo giro a la conversación y matizo-. En privado.
Itachi hace un gesto para que le siga y obedezco sin poner objeciones ni mirar atrás. Él me conduce por una angosta escalera que sube hasta un rellano mal iluminado. Se saca unas llaves del bolsillo y abre una de las puertas, la que tiene el número tres. Me invita a pasar, y obedezco de nuevo. Lanzo una ojeada al interior de la vivienda y pregunto:
-¿Tu casa?
-Nuestra casa –señala Itachi-. De Sakura y mía, quiero decir.
-Lo imaginaba –siseo.
Me conduce por un pasillo hasta un pequeño despacho sucintamente amueblado. Se sienta en la silla que hay tras la mesa y explica:
-Aquí es donde llevo la contabilidad y esas cosas de la cafetería.
Asiento con la cabeza y me siento en una silla frente a él, al otro lado de la mesa. Es una situación rara, e incluso un poco incómoda: yo, que siempre había proclamado que mataría a mi hermano para vengar al clan Uchiha, me encuentro ahora sentado frente a él en disposición pacífica, y ni siquiera vamos a negociar. Vamos a hablar de una chica. Esto es una locura.
-Sentado aquí –comienza a arengar, mirándome con ironía- la veo pasar cada día. Su habitación está al fondo.
Le devuelvo la mirada, preñada de odio.
-Deja tranquilito el tema, .¿quieres?
-Pero has venido aquí a hablar de Sakura, .¿no?
-No de ella, de su técnica Barrera de Sangre –creo que voy a perder el control. Itachi me saca de mis casillas, mucho más que cualquier otro.
-Inevitablemente, la conversación se desviará hacia otros derroteros. ¿O acaso lo dudas?
-Procuraré que no sea así.
-Está bien. En tal caso, sólo hablaremos de Sakura cuando tú quieras –se recuesta en la silla y ordena-. Ahora, dime de qué es de lo que quieres hablar
De repente, cientos de preguntas se agolpan en mi mente, la mayoría de ellas referentes al tema que precisamente no quiero tocar... Respiro hondo mientras selecciono y extraigo mentalmente la poca información que ya tengo de la técnica Ojos de Jade y finalmente respondo:
-Quiero que me cuentes todo lo que sepas de la técnica Barrera de Sangre de los Haruno.
-¿La ha empleado contra ti?
-Sí –contesto secamente.
Mi hermano se rasca el mentón mientras murmura, esbozando una sonrisa:
-Vaya, vaya...
Me inclino un poco hacia delante:
-¿Qué pasa?
Itachi ignora mi pregunta y comienza a explicar:
-Hace más de mil años, los dioses se enzarzaron en una guerra. El motivo de ésta se pierde en la noche de los tiempos, pero al parecer las relaciones entre los distintos dioses era bastante conflictiva... como ya imaginarás, cuando los dioses discuten, toda la creación se ve involucrada, y los diferentes dioses comenzaron a reclutar ejércitos de humanos a los que imbuyeron de habilidades especiales, pero con una diferencia a las suyas propias, y es que las habilidades eran externas a los humanos, es decir, no podían utilizarlas tan sólo deseándolo, tenían que conjurarlas utilizando una serie de gestos que hoy conocemos como "sellos". Aquella era una de las sustanciales diferencias entre dioses y humanos, y los integrantes de aquellos ejércitos fueron los primeros ninjas.
»Un buen día, el dios del tiempo, el bondadoso y querido Marise, fue atacado por sorpresa y arrojado desde los cielos a un profundo lago. Afortunadamente, sobrevivió, y no fue sólo gracias a su condición divina sino a que una muchacha le encontró, moribundo, en la orilla del lago. El nombre de la chica era Haruno Kaiya.
»Marise pasó un tiempo oculto en el hogar de los Haruno, conviviendo con ellos y con sus costumbres. Sin embargo, una noche sufrieron un ataque. Raidon, orgulloso dios del trueno y enemigo declarado de Marise, había descubierto que su rival, al que creía muerto, seguía vivito y coleando, y montó en cólera. Organizó una partida al dojo Haruno y ordenó que matasen a todo ser viviente que encontrasen, sin importar su naturaleza, humana o divina. Los Haruno lucharon con honor y esfuerzo, y lograron escapar del dojo antes de ser quemados vivos en su interior. Sin embargo, no fue una huida que saliera bien parada, ya que la encantadora Kaiya-san murió protegiendo a Marise-sama, al que amaba.
»Tras los modestos funerales de la joven, Marise-sama decidió poner fin a la guerra contra Raidon haciendo lo que antes por orgullo se había negado a hacer, y realizó una ceremonia en que insufló parte de sus poderes a los miembros de la familia que se lo había jugado todo por protegerle. El mayor don de un dios es lo que conocemos como técnicas Barrera de Sangre, o el paso intermedio entre dioses y humanos. Como sabes por experiencia propia, Sasuke, una técnica Barrera de Sangre nace y muere contigo, y está en tu genética a lo largo de toda tu vida. Marise-sama otorgó a los Haruno un extraordinario poder, el de manipular el tiempo para hacer que se detuviese o fuese más despacio. En honor al rasgo físico más característico de la familia, llamó a la técnica Ojos de Jade.
Itachi hace una pausa y respira hondo. Se levanta en silencio y sale del despacho, pero yo me quedo clavado al asiento, completamente inmóvil, procesando la información recibida. Parece que me estuviera contando un cuento o algo así en vez de algo verídico. Sin embargo, algo dentro de mí me dice que todo lo que cuenta es cierto. Mi hermano regresa al cabo de unos instantes y explica:
-Tenía la garganta seca.
-No me extraña –respondo-. Aniki, .¿cómo has averiguado todo eso?
Mientras se sienta, responde:
-Encontré un fragmento de un pergamino en una antiquísima librería del País del Agua y comencé a interesarme por la historia de los dioses y las técnicas Barrera de Sangre. De hecho, investigar acerca de ello se convirtió en mi hobby durante un tiempo, y me valía de mi cobertura de Akatsuki para hacerme con documentos y pergaminos. Finalmente, reconstruí la historia, eché cuentas, puse a prueba mi intuición y partí en busca de Sakura.
-¿Convertiste un hobby en tu razón para desertar de la organización terrorista más peligrosa que existe? –Pregunto, incrédulo.
-A medida que investigaba y leía acerca de las complejas tramas y actitudes entre dioses... sufrí un proceso filosófico que me hizo replantearme toda mi existencia. Me di cuenta de que Akatsuki no podía darme lo que estaba buscando, por eso abandoné.
-¿Y puede darte Sakura eso que buscas?
-Eso espero.
Nos quedamos un instante en silencio hasta que opta por continuar con el relato:
-Como te iba diciendo, los Haruno obtuvieron su técnica Barrera de Sangre, Ojos de Jade. Pues bien, siguieron apoyando a Marise-sama y finalmente vencieron a Raidon. Éste, furioso, lanzó una maldición contra la familia Haruno antes de expirar: "El amor de vuestro idolatrado dios se convertirá en vuestra condena. Vuestra existencia será torturadora en cuerpo y alma y moriréis sin hallar la paz, malditos por la divinidad que os acogerá en sus brazos cuando lleguéis al Infierno".
»Las maldiciones divinas son irreversibles, sean cuales sean las condiciones, así que Marise-sama no podía hacer nada para deshacerla. Su única salida fue la de bendecir a los Haruno para contrarrestar, en la medida de lo posible, los efectos de la maldición de Raidon. Así, propugnó que cada cinco generaciones nacería un solo individuo, uno solo, que sería reconocido como el elegido del dios, al que la maldición no le afectaría. Éstas personas podrían desarrollar la técnica sin agotar así su energía vital.
-Y una de esos elegidos es Sakura, .¿verdad? –Ato cabos rápidamente.
-Correcto –responde Itachi.
-Ignoraba que poseyese semejante poder –comento.
-Ella también. Lo cierto es que los Haruno perdieron su valor al recibir la maldición. Las generaciones siguientes se opusieron a hacerse ninjas por temor a morir empleando Ojos de Jade, y la técnica cayó prácticamente en el olvido. Sólo hubo algunas excepciones de shinobis que se atrevieron a emplearla, y gracias a ella obtuvieron grandes logros. Ellos son los protagonistas de muchas de las grandes leyendas épicas de Konoha.
Me arrellano en el asiento, sorprendido. Sin duda, es una historia extraña y excepcional. Parece que definitivamente Sakura sí que es más de lo que aparenta. Una pregunta escapa de mis labios contra mi voluntad:
-¿Estás seguro de que ella no morirá?
-¿Te importa? –Pregunta Itachi, socarrón. Le clavo una mirada cargada de odio y responde-. Absolutamente.
Nos sostenemos la mirada en silencio unos instantes hasta que oímos la puerta de la calle abrirse y una voz cantarina anunciar:
-¡He llegado!
-¡Bienvenida! –Responde Itachi.
Sakura avanza por el pasillo, se asoma a la puerta del despacho y se queda a cuadros cuando nos ve juntos, sentados el uno frente al otro y sin discutir. Mi hermano comenta:
-Estás pálida.
-Es que veros en la misma habitación en disposición pacífica impresiona –se excusa.
-Sólo es un remedio temporal –responde Itachi, divertido-. Después volveremos a intentar matarnos.
Ella sonríe, haciendo caso omiso de mí. Me siento molesto. Si estoy en su casa, lo mínimo a esperar sería un poco de cortesía, pero ni por ésas.
-Me voy a cambiar de ropa –anuncia.
-Deberías dejar de jugar con cerillas –bromea Itachi.
-Eso mejor díselo a tu hermano –responde ella, fulminándome con la mirada para acto después desaparecer por el pasillo.
Aguanto estoicamente la mirada de mi hermano, activando a la vez mi sharingan para estar en igualdad de condiciones. Tras unos instantes de duelo visual, Itachi pregunta:
-¿Has quemado tú a mi doncella, estúpido hermano pequeño? –Su voz está teñida de ira.
-¡Eh, eh, eh! .¡Que ella me hizo a mi su técnica Ojos de Jade! –Trato de defenderme. Nos retamos unos instantes más hasta que anuncio- Esto es entre Sakura y yo, no te entrometas, aniki.
Dicho esto, me levanto y me dirijo a la puerta, pero a medio camino le oigo advertirme:
-Sakura es mi alumna, y tú eres mi despreciablemente enclenque hermano pequeño. Creo que mi deber es intervenir cuando me parezca.
-Hazlo y atente a las consecuencias –replico, cerrando la puerta tras de mí.
Al otro lado, respiro hondo cerrando los ojos y, al abrirlos, veo a Sakura en medio del pasillo, vestida con unos pantalones largos y holgados y una camiseta verde de tirantes. Al verme, esboza una sonrisa maliciosa. Entrecierro los ojos.
-¿A qué juegas? –Le pregunto.
-¿Yo? Contigo no quiero jugar a nada –responde secamente, mientras la sonrisa se borra de su cara.
-Nadie diría... que hace años, yo te gustaba –comento.
Ella alza la barbilla, con expresión altiva.
-Nadie tiene por qué decirlo.
Sonrío.
-No seas tonta, Sakura. Lo tuyo conmigo era de dominio público, cualquiera podría recordártelo.
-Ya. Empezando por ti, .¿no? No sé qué demonios te ocurre, Sasuke, pero eres una versión ampliada de ti mismo: mucho más borde, insensible, cruel y egocéntrico de lo que te recordaba. ¿Pero sabes una cosa? Hay una diferencia sustancial esta vez, y es que yo ya no te pertenezco. Lo que sentía por ti se ha diluido con el paso del tiempo, y la visión idealizada que me había formado de ti se ha desmoronado por su propio peso. Llevas desde que llegaste cebándote conmigo. Mira, admito que me odies. Siempre lo has hecho, absolutamente siempre, y ahora para más inri estoy viviendo con el hombre al que más odias... acepto que me detestes, me parece lo más normal, pero te pido que al menos... dejes de atormentarme –Sakura finaliza su arenga bajando la cabeza, pero mirándome a través de su flequillo.
Noto cómo la rabia hace que mis puños tiemblen, y que me impulsa a empujar a Sakura hasta arrinconarla en la pared del pasillo. Cojo su barbilla con la mano derecha y la obligo a mirarme. Sus verdes ojos tratan de mostrar valentía, pero noto que está aterrada. Bien, parece que esa "imagen idealizada" no se ha desmoronado del todo. Practiquemos cómo reconstruirla.
-Parece que Itachi te ha entrenado a la manera Uchiha... pero esa actitud de gallito es muy poco atrayente en una chica. Creo que olvidó enseñarte algunas cosas importantes... –aproximo mi rostro al de ella y la noto temblar-. ¿Qué te pasa, Sakura? .¿Acaso a esta distancia no eres tan buena kunoichi?
Ella aparta la mirada, tratando de esconder su rubor, pero es inútil. Sonrío, confiado.
-Eres un... maldito cabrón, Sasuke –murmura ella-. Tú... que tanto alardeas de la nobleza y honor de tu poderoso clan... ¿sólo puedes vencerme recurriendo a estas técnicas tan sucias?
-Eso ha sido un golpe bajo, señorita... –me acerco un poco más y mi nariz roza su oreja.
-Pues no parece que te afecte mucho, la verdad –parece recuperar un poco la compostura.
-Soy un tipo duro –replico.
Recorro el tierno lóbulo de su oreja con los labios, apenas rozándolo. Ella se pega más a la pared, como queriendo huir, y me pregunto fugazmente qué demonios estoy haciendo.
-No... no eres... tan... tan... duro –balbucea ella entrecortadamente, para después apartarme de un empujón.
Cuando nuestras miradas vuelven a encontrarse, veo que ella está furiosa, pero que el rubor se resiste, rebelde, a disiparse de sus mejillas. Su indignado rostro se curva en una mueca para ordenarme:
-Lárgate. Vete de aquí –al ver que no me muevo, susurra- por favor...
Asiento levemente con la cabeza y anuncio, como un estúpido:
-Me marcho.
-Gracias –murmura ella, girándose en dirección a su dormitorio.
Atravieso en silencio el pasillo hacia la puerta de entrada, consciente de que tengo los airados ojos de mi hermano Itachi clavados como una daga en mi nuca.
Tadáaaaa! .¿Qué os ha parecido? La tensión podría cortarse con un cuchillo, .¿eh? No lo puedo evitar, me encantan este tipo de situaciones... los que leáis mi otro fic, Una semana de esclavitud, sabréis a qué me refiero ;-)
Y ahora, la respuesta a los reviews anónimos :-)
Arhen: La verdad es que hay diversidad de opiniones acerca de con quién debería quedarse Sakura... aunque yo siempre he sido y seré partidaria del SasuSaku, .¡yeah! El fic va para largo, sí, pero tampoco pienso escribir un Señor de los Anillos versión Naruto... ¡Dios me libre! xD En fin, espero que te haya gustado el capítulo 9 :-)
Shiho-Haibara: Tienes ganas de ItaSaku, .¿ehhh? En fin, puede que escriba un oneshot ItaSaku o algo, porque a este paso me voy a sentir culpable de que os quedéis con las ganas xD En fin, muchas gracias por tu largo review :-)
Arashipotter: Me alegra que te esté gustando, muchas gracias por los halagos o/o Espero que te guste el capítulo 9, como verás Itachi hace importantes revelaciones acerca de Ojos de Jade :-)
Sccmar: .¡Pues claro! .¡Sakura no se chupa el dedo! Tres años siendo alumna del genio Uchiha de algo le tenían que haber servido, .¿no? Pero Sasuke aún es capaz de hacerla dudar... ¡la cosa está que arde! No te pierdas los siguientes capítulos ;-)
Silvery: Bueno, no hay un gran desarrollo de acción, pero en este capítulo se profundiza un poco más en la psicología de Sasuke-kun... que en el fondo está hecho un lío. Ay madre, qué malas son las hormonas... xD
Kyroa: Me siento muy muy honrada de que me hayas dejado un review o/o me ha hecho mucha ilusión. Pues según lo que me pides de ItaSaku, la verdad es que me estoy planteando meter alguna escenita comprometida... quiero decir, más que la del pasillo, ocurrida en el capítulo 7, jejeje. Y en cuanto al NejiHina, no tardarán en tener un capítulo dedicado íntegramente a ellos ;-) Por cierto, me preguntas que si tengo más fics, y la respuesta es que sí: se trata de Una semana de esclavitud, un AU SasuSaku... espero que te guste ;-)
Muchas gracias a todos n.n
Kwatz!
