Para todos aquellos que empezaban a dudarlo: sí, sigo viva xD
He de decir que lamento muchísimo el retraso. La inspiración me abandonó de manera brutal (no hay otra forma de describirlo) y tan sólo me volvía para escribir Nuestro primer verano... Ahora que en ambos fics he alcanzado un punto culminante, prácticamente me daba miedo escribir y fastidiarla... Entre eso y los exámenes de Junio...En fin, finalmente con Ojos de Jade me he lanzado a la piscina, y advierto que es un capi centrado en el SasuSaku, en fin, espero que os guste... Aunque parece que SasuNaru es lo único que se ve por estos lares últimamente, no pierdo la esperanza de que los lectores de SasuSaku no hayan salido en desbandada aún xD Ante todo, espero que no olvidéis que iba a cambiar el rating n.n
ACTUALIZACIÓN: Tal vez os preguntaréis por qué no hay capítulo 19. Para saber qué ha sucedido con Ojos de Jade, leed mi profile.
Y por cierto, muchísimas gracias por todos esos magníficos reviews, que me han dado tantas fuerzas. Gracias por seguir ahí :-D
Disclaimer: Naruto no me pertenece
Capítulo 18 – Una gota de tiempo
-Muy bien, hagamos una recapitulación de lo que tenemos. ¿Prestáis atención?
Kakashi lanzó una mirada a su auditorio. Frente a él, trece exhaustos chuunins con ojeras hasta el suelo hacían méritos para no caer dormidos encima de la mesa, al igual que una pelirrosa y el asesino del clan Uchiha. La noche pasada apenas habían pegado ojo, y esto se dejaba notar en las caras largas y soñolientas que se esforzaban por seguir la perorata del Hatake. Únicamente Gaara se mantenía impertérrito, con sus acuosos ojos clavados en el jounin, pero después de todo, esto se debía al hecho de que el Shukaku no permitiera dormir al Kazekage, de manera que ya estaba más que acostumbrado. Frente a sus amigos, el sombrío shinobi de Suna parecía más fresco que una rosa. Aparte de ellos, Gai fingía no hacer caso de las palabras de su gran rival. Asuma y Kurenai se habían quedado en el hostal, aquejados de una resaca mortal.
-En fin... empecemos –suspiró Kakashi-. Veamos, empezaremos por las suposiciones. Shikamaru y Shino estuvieron investigando acerca del séptimo miembro del Club del Día del Juicio, nuestro amigo Hiroyuki, pero la ausencia de datos acerca de él nos hace pensar... o les hace pensar que Hiroyuki podría ser el nombre falso de un espía que Akatsuki habría colado entre su grupito de obreros soplones para controlarles. ¿Voy bien? –Sin esperar respuesta, prosiguió-. Respecto al Club del Día del Juicio propiamente dicho, sus seis miembros estaban encerrados en la Central Policial, por donde se pasó Hoshigaki Kisame para callarles. Como buena noticia os diré que a primera hora de la mañana he recibido noticias del Hospital General: uno de los integrantes del Club está vivo, pero de momento está en coma. Se llama... Isao Aoki. He pensado acogerle en un plan de protección especial. Enviaremos a dos de vosotros con este propósito. Luego está el percance sufrido por Neji y Hinata... que, para los que no lo sepáis, fueron atacados por un miembro de Akatsuki que se presentó como Akasuna no Sasori.
El Hatake lanzó una significativa a los hermanos de la Villa de la Arena, que a su vez dieron un respingo al oír ese nombre.
-No puede ser... –replicó Kankurô, lívido.
-¿Hum? .¿Por qué no? –Preguntó Naruto, curioso.
-Sasori-sama... se le consideraba muerto –balbuceó el hermano del Kazekage.
-Se trata del shinobi más importante de la Villa Oculta de la Arena –explicó Temari.
-Y el marionetista más hábil de todos los tiempos –añadió Kankurô-. Mis propias marionetas son de creación suya. Fue el creador de las técnicas en este campo que se siguen en Suna.
-Ya veo... Gaara-kun, .¿crees que podrías facilitarnos información desde vuestra Villa acerca de este sujeto?
El Kazekage tardó unos segundos en responder:
-Sin duda.
No obstante, una voz se alzó, malhumorada:
-¡Información, información! .¡Es lo único que buscamos y tenemos, información! .¡.¿Es que no vamos a pasar nunca a la acción?.!
Kakashi supo perfectamente a quien pertenecía aquella inconformista protesta.
-No seas impaciente, Naruto. Pisamos terreno pantanoso, tenemos que andarnos con cuidado antes de tomar cualquier decisión importante –el jinchuuriki se sentó en la silla, iracundo, mientras su maestro continuaba-. Íbamos por el enfrentamiento entre Sasori y Neji, .¿verdad? Si no me equivoco, fuisteis detenidos por otro individuo perteneciente a Akatsuki, al que Sasori reconoció por el nombre de Deidara.
En aquel momento, Chouji alzó la cabeza, sorprendida.
-¿Deidara? –Preguntó-. ¿Has dicho Deidara?
-Sí, eso he dicho, .¿por qué? .¿Te suena, Chouji? –Preguntó Kakashi.
-Claro que sí... Si recordáis la confesión de Kanehara mediante la técnica de Ino, nos habló de un tal Deidara como el contacto de Akatsuki que les ofertó formar el Club del Día del Juicio, y el que se reunía con ellos para recibir la información –explicó el Akimichi.
-Cierto, lo recuerdo –corroboró Shikamaru los datos dados por su compañero de equipo.
Kakashi sonrió bajo su máscara.
-Bueno, es un poco más de información que recabamos, y establecemos así un nexo que une a este Akatsuki con el Club del Día del Juicio.
-Neji –intervino Gai-, tú estuviste presente en la confesión de Kanehara, .¿cómo es que se te pasó por alto el detalle de ese tal Deidara? Ya que te enfrentaste contra él...
-Sensei, Neji estaba herido y muy concentrado en el combate –le defendió Tenten-. Además, Deidara sólo estuvo presente unos segundos.
El Hyuuga obvió la excusa de su compañera y se disculpó sucintamente:
-Sencillamente, no se me pasaron por la cabeza los detalles de la confesión. No tengo justificación.
-Bueno, no importa, al menos nos hemos dado cuenta a tiempo –Kakashi se encargó de quitarle hierro al asunto-. Por último, están los datos que amablemente nos han brindado nuestros colaboradores de la Villa Oculta de la Arena. Temari-san y Kankurô-san han estado investigando por su cuenta y nos han traído cierta información de lo más jugosa acerca de los planes más inminentes de Akatsuki, así como los lugares que frecuentan aquí, en la Ciudad de la Frontera. Voy a repartiros en parejas... para que cubráis todos los frentes que necesitan protección. Veamos... –el jounin enmascarado miró uno a uno a los shinobis.
De repente, Itachi se levantó, cogió a Kakashi del brazo y lo arrastró lejos del grupo, haciendo caso omiso de las protestas de éstos. Una vez se hubo asegurado de que no les escucharían, se giró hacia el Hatake y prácticamente exigió:
-Cuando repartas las tareas a los chavales, pon a mi hermano con Sakura.
El ninja copia abrió mucho su único ojo visible.
-¿Qué...? .¿Te has... vuelto loco, Itachi?
-No más de lo que ya estoy –ironizó el Uchiha-. En serio, Kakashi, ponles en el mismo equipo.
-No dará buenos resultados –negó el jounin con la cabeza-. Esos dos se llevan a matar.
-Precisamente por eso, Kakashi, precisamente por eso...
-No entiendo... ¿Qué estás tramando, Itachi?
-Nada malo... Sencillamente, soy un ferviente seguidor del dicho "el roce hace el cariño", y creo que si están otro rato a solas, se relajarán y podrán hablar más tranquilamente.
-La última vez que les dejamos a solas se besaron –El Hatake miró, suspicaz, al asesino.
-No, permíteme que te corrija: TU alumno besó a MI alumna.
-¿Es que acaso te extraña? Tienen quince años, una relación que no es ni demasiado sólida ni demasiado endeble, y no han hecho otra cosa más que pensar el uno en el otro durante tres años... Tenía que ocurrir tarde o temprano.
Los dos se cruzaron de brazos, el uno satisfecho y el otro...
-Sigo pensando que Sakura es demasiado buena para ese pardillo de mi hermano. Y aún así, le ha echado tanto de menos que no tengo valor para cortar todo esto de raíz.
-Itachi... –Kakashi se adelantó y puso la mano en el hombro del Uchiha- ya has hecho bastante en ese aspecto. Déjala libre.
Itachi miró al suelo, nostálgico. Por un lado deseaba la felicidad de Sakura, pero por el otro la quería sólo para él. Ella se había convertido en su única alegría.
-Ponlos juntos, .¿eh?
-No me responsabilizo de lo que pueda pasar.
-Me hago cargo –replicó Itachi, sonriendo maliciosamente.
El Hatake se encogió de hombros. No había nada que hacer ante la insistencia del asesino. Tras una última mirada cómplice, los dos shinobis volvieron con los muchachos.
-Bueno, chicos –comenzó a hablar Kakashi animadamente, mientras Itachi tomaba asiento, haciendo caso omiso de las miradas sospechosas de parte de los chuunins-. Como iba diciendo, os colocaré por parejas para repartir el trabajo, .¿de acuerdo? Veamos... Shikamaru, tú irás con Ino a esta dirección –el Hatake le extendió un papel doblado. Kiba abrió la boca, dispuesto a protestar, pero el jounin anunció-. Kiba y Shino, vosotros a ésta. Lee y Neji... a ésta. Tenten y Chouji, a vosotros os toca ésta. No tenéis que hacer gran cosa, tan sólo vigilar y tomar buena nota de todo cuanto resulte sospechoso y de lo que descubráis. Y respecto a los que quedan... veamos: Naruto y Hinata, vuestra misión será vaciar el refugio del Club del Día del Juicio, quiero que todo eso quede zanjado. Sacáis los trastos, os deshacéis de ellos y nos quitamos el tema de encima.
El jinchuuriki, crispado, se puso de pie de un salto y golpeó la mesa con las manos, desafiando a Kakashi con sus azules ojos.
-¡Sensei, eso es un coñazo! .¿Por qué los demás hacen cosas chulas y mientras Hinata y yo hacemos esas gilipolleces? .¿Es que no las puede hacer la policía de la Ciudad de la Frontera?
El Hatake suspiró. Lidiar con el Uzumaki le agotaba.
-Naruto... aún estamos en una fase muy temprana de nuestra investigación, y de momento lo único que podemos hacer es investigar hasta que averigüemos algo realmente consecuente. Tú para el espionaje no sirves, y lo sabes, de manera que prefiero que te mantengas en un segundo plano, de momento.
-Además –intervino de repente Gai-, tu misión también conlleva el proteger a Hinata. Después de todo, van tras ella, .¿verdad? Lo mejor es que pase desapercibida, y tú con ella, protegiéndola.
-Espero que lo entiendas, Naruto –añadió Kakashi-. Cuento contigo.
A partir de ese momento, el Uzumaki no abrió el pico, firmemente convencido de lo esencial de su papel en la protección de su amiga, que se mostró dulce y tímida, como solía. Tan concentrado estaba que no se percató siquiera de la opalina mirada de Neji atravesándole con mudas maldiciones escritas en plata.
-Y bueno, sólo quedan... –Kakashi alargó lo que pudo el momento. No sabía si merecía la pena disfrutarlo o si sencillamente no quería anticipar el estallido de ira que podía resultar de la loca petición de Itachi- Sasuke y Sakura. Bien, vosotros... ejem, vosotros dos os dedicaréis a la protección del superviviente en coma, Isao Aoki.
La reacción no se hizo esperar: los dos aludidos se pusieron en pie como si se hubieran sentado sobre una chincheta mientras protestaban:
-¿Qué?
-¡Ni loca!
Kakashi suspiró. No sabía cómo argumentar aquella pareja a todas luces tan problemática, de manera que sencillamente acudió a su autoridad y decretó:
-Es una orden. Como ninjas de la Hoja y mis subordinados, estáis obligados a obedecer.
Sakura se giró como un resorte hacia Itachi, buscando su amparo. No obstante, el asesino Uchiha se encogió de hombros, como diciendo: "yo me lavo las manos" De repente, la pelirrosa tuvo la terrible sospecha de que aquel endemoniado plan encaminado sin duda a hacerle la vida imposible contaba con la participación directa de Itachi. Clavando en él sus verdísimos ojos, le lanzó una advertencia que sólo ella comprendió.
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Sentados cada uno en un extremo de la inmaculada habitación que alojaba al comatoso Isao Aoki, Sasuke y Sakura no habían cruzado ni una palabra desde que, a regañadientes, habían sido conducidos por Kakashi hasta el lugar en cuestión. Cualquier civil que se hubiese dignado a asomar la nariz por allí habría jurado que aquellos dos adolescentes eran cualquier cosa menos que ninjas en plena misión: Sakura estaba sentada, rígida como una estaca pero ante todo muy digna, con la cabeza girada, mirando hacia la ventana, como si realmente contemplara el paisaje urbano que se extendía frente al hospital. Sasuke, por su parte, estaba sentado hacia la pared y utilizaba una mesita baja como banqueta. No dejaba de darle vueltas, una y otra vez, al comportamiento que había demostrado hacia la Haruno desde su llegada a la Ciudad de la Frontera. Tras un rato de reflexionar, se vio obligado a reconocerse a sí mismo que había sido tremendamente injusto, jugando a darle una de cal y otra de arena... No por escarmentarla, ni por herirla, ni siquiera por jugar con ella. Lo había hecho porque él mismo estaba terriblemente confuso en lo respectivo a sus sentimientos hacia ella... Y sin duda, las repercusiones habían sido mayúsculas, tanto las buenas –el beso que le había dado ocupaba el número uno en su escala de cosas buenas ocurridas a lo largo de su vida- como las malas –le había dicho verdaderas burradas-. El shinobi supo que nuevamente, de Sakura a Sakura y tiro porque me toca, era su turno de mover ficha, si pretendía, para empezar, que ella volviera a dirigirle la palabra.
-Oye, Sakura... –al ver que ella no respondía, se lanzó-. ¿Te han dicho alguna vez que... estás muy guapa cuando te enfadas?
Ella, cogida por sorpresa, giró el rostro hacia él.
-¿Estás... de broma?
Como de costumbre, el Uchiha se sintió atrapado entre la marea de sentimientos que, fluyendo por sus venas, le empujaban a explicarse, y su altivo e incorruptible orgullo. Tragando saliva, hizo de tripas corazón y aclaró:
-Cuando te enfadas... frunces el ceño de una manera... muy atractiva.
Ella se llevó la mano al entrecejo, sin acabar de creerse lo que Sasuke le estaba diciendo.
-Nunca... me lo habían dicho, la verdad –tras unos instantes de silencio, la muchacha comenzó a preguntar- .¿Por qué ahora...?
Sasuke se encogió de hombros.
-Cuando éramos niños, nunca te vi enfadarte, jamás. Por eso... bueno, como desde que estamos aquí te he visto cabreada más de una vez, pues me he fijado y... pensé... que alguien debía decírtelo.
-Y quién más apropiado para hacerlo que quien se ocupa de cargarme, .¿verdad?
-Sakura...
-Oye, si éste va a ser el comienzo de otra discusión, mejor lo dejamos, .¿vale? No me apetece dedicarme a eso, no aquí.
-No, no quiero discutir contigo, sólo decirte... que... Hmph, no sé cómo decirlo.
-Entonces mejor no lo intentes –le aconsejó la muchacha, cínica-. No vaya a ser que la fastidies de verdad.
-¿Más aún? –Preguntó el Uchiha, mordaz.
Los dos adolescentes se miraron a los ojos hasta que Sasuke, decidido a romper la tensión, activó su sharingan. Sakura apartó la mirada, compungida.
-Eso es trampa.
-Oye, yo... no sé cómo explicarme. No soy un tipo romántico, .¿sabes? No soy ningún príncipe azul. Sé que no puedo ser lo que esperas de mí, que tratar de hacerte feliz de la manera en que sueñas desde niña sería una traición a mi propia personalidad, pero también sé... que me estás volviendo loco, porque no dejo de pensar en ti ni un solo instante.
Sasuke clavó la mirada en el suelo, esperando una reacción. Ya está, había mostrado todas sus cartas, ahora sólo le quedaba esperar. La Haruno, por su parte, estaba lívida, procesando palabra a palabra el discurso del muchacho. Supo que si daba rienda suelta a sus emociones, volvería a ser esa niñata insoportable que había sido secuestrada por Itachi años atrás, pero no podía contenerse. Dos lágrimas solitarias resbalaron por sus mejillas y se oyó responder:
-Decías que no sabías cómo decirlo... pero ya lo has hecho.
El Uchiha alzó la mirada y vio a Sakura enjugarse las lágrimas con el dorso de la mano. Azorado, preguntó con torpeza:
-Esto... ah... Sakura... ¿Qué hago?
-No seas idiota, .¡abrázame! Por una vez que tenemos un poco de tiempo para nosotros...
El shinobi obedeció, rodeando con sus brazos el cuerpo de la chica. Se sentía muy extraño, teniéndola así entre sus brazos. Apoyando la barbilla en la coronilla de la pelirrosa, se preguntó qué era lo siguiente que debía hacer. Como si la propia Sakura se hubiera percatado de esto, acercó sus labios al oído del Uchiha y murmuró:
-Haz... lo que desees en este momento.
Sasuke puso los ojos en blanco.
-Estas cosas no se me dan bien...
-Se trata de ser sinceros, .¿Entiendes?
-Hmph... Sí...
-Entonces hazlo.
Ella esperaba que lo hiciera, y aunque no se sentía muy seguro –aquellas cosas, si se pactaban antes, perdían toda la gracia-, tragó saliva y la besó. Fue un beso muy distinto al que le había dado algunas noches atrás. Era más tranquilo, más pausado, casi podría decirse que más pensado en sí mismo. Sasuke estaba en una postura muy incómoda –inclinado sobre Sakura, con una rodilla apoyada en el asiento de la silla en que ella estaba sentada- y tenía la sensación de que, por más que la abrazara o se centrara en el tema, no le haría llegar ni un ápice de sus sentimientos.
Afortunadamente para él, se equivocó. Cuando se separaron, la muchacha enterró el rostro en el hombro del Uchiha y murmuró:
-Te quiero tanto...
Sasuke, pensó que debía responder, pero no se le daban bien las palabras, y lo sabía. Ambos lo sabían. Su única respuesta fue devolverle el estrecho abrazo a la pelirrosa.
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-Me pregunto si se habrán arrancado ya la cabeza Sasuke-baka y Sakura-chan entre ellos.
Naruto, con aire aburrido, contemplaba el desconchado techo de la guarida del Club del Día del Juicio, mientras Hinata trajinaba metiendo papeles en una caja de cartón que más tarde tiraría al contenedor que los servicios públicos de la Ciudad de la Frontera había puesto a disposición de los dos ninjas de Konoha. Su labor era, sin duda alguna, la más pesada y aburrida. No obstante, la Hyuuga no parecía molesta del hecho de estar ensuciándose las manos. Es más, parecía muy entretenida. La curiosidad venció al jinchuuriki, que se atrevió a preguntar a su amiga:
-Oye, Hinata-chan, .¿te diviertes?
La joven, sonriente, respondió:
-Bueno, aburrirme no me aburro.
-Pues qué suerte –comentó Naruto, poniendo los ojos en blanco.
-Bueno, por la tarde tendré agujetas seguro, pero es lo suyo –comentó la muchacha, sin perder la sonrisa.
-Sí, claro... –le siguió la corriente el Uzumaki.
-Tú no pareces muy contento, Naruto-kun.
-Bueno, es que yo no me metí a ninja para esto, .¿sabes, Hinata-chan?
-No, desde luego... –los pálidos ojos de la muchacha parecieron dudar, y enfocaron el techo que instantes antes contemplaba su amigo-. Sin embargo, a veces hacer estas cosas es mejor que arriesgar la vida.
-¡Pero es que no arriesgamos nuestras vidas! .¡He ahí el quid de la cuestión!
Hinata se tapó los oídos y masculló:
-Lo... lo siento...
El jinchuuriki reaccionó y, rascándose la parte posterior de la cabeza, se disculpó:
-Vaya, perdóname, Hinata-chan, no pretendía ser tan brusco...
Ella sacudió la cabeza.
-No importa. En cierto modo te comprendo, Naruto-kun. A ti te gustaría tener un poco más de acción, y te ves obligado a no hacer nada... Pero verás como, cuando llegue el momento, tendrás acción a raudales.
-...Qué buena eres, Hinata-chan.
Los dos adolescentes siguieron trabajando en la misión que les había encomendado Kakashi, concentrados tan sólo en su labor y en sus propios pensamientos, sin cruzar palabra, y fueron las cavilaciones del Uzumaki lo que le condujeron a preguntar a la muchacha:
-A ti no te importa hacer esto, .¿verdad?
Hinata esbozó una sonrisa, pero aquel gesto no le gustó nada a Naruto, pues se trataba de una sonrisa preñada de amargura.
-Lo prefiero, antes que estar cerca de Neji.
Al oír aquella frase, el jinchuuriki se tensó:
-¿Te ha vuelto a molestar, Hinata-chan? .¡Pensé que te trataba mejor ya, que te respetaba como mereces! Pero qué tonto soy, debí darme cuenta de cómo se puso ayer...
Aún tardó unos instantes en darse cuenta de que la heredera del Souke lloraba quedamente, y que sus lágrimas parecían la licuación de sus plateadas pupilas. Cortado, Naruto balbuceó:
-¿Q-qué te pasa, Hinata-chan? .¿He-he dicho algo malo?
Ella negó con la cabeza.
-No... pero... es que... es que Neji...
-Te ha molestado, .¿verdad? Seguro que ha vuelto a menospreciarte, el muy desgraciado...
-No es eso... no... Es sólo... que yo... yo le quiero mucho... –hipó la muchacha entre sollozos.
-Ah, claro, entiendo. Tú le quieres, pero él pasa... es muy frío. Y eso que le llamas "nii-san", como si fuera tu hermano.
Hinata sonrió con ternura, aun entre lágrimas, al advertir la ingenuidad del Uzumaki.
-No... no lo entiendes, Naruto-kun. Yo... yo no le quiero de esa manera.
El shinobi se quedó callado aún un rato, asimilando las palabras de la muchacha, hasta que cayó:
-¡Ah! Estás enamorada de él, .¿verdad?
La Hyuuga contempló a su amigo con los ojos abiertos de par en par.
-Tú... no pareces... sorprendido.
-¿Por qué iba a estarlo? Neji es un chico como cualquier otro, como yo, como Kiba, como Shikamaru e incluso como ese baka de Sasuke. No hay nada de sorprendente en que te enamores de él.
-Pero... ¡Naruto-kun! .¡Es mi primo!
El jinchuuriki se encogió de hombros:
-Eso no le hace menos hombre, .¿o sí? Yo no creo que haya ningún inconveniente en ello.
-Ojalá todo el mundo pensara como tú...
-La gente... es muy mezquina, Hinata-chan –el semblante de Naruto se volvió sombrío-. Desprecian todo lo que es distinto por miedo. Puedes creerme... yo lo sé mejor que nadie.
La muchacha sonrió. El Uzumaki, como siempre, le daba fuerzas.
-Gracias, Naruto-kun... –murmuró, frotándose los ojos.
-Venga, venga... –la tranquilizó el rubio shinobi, frotándole la cabeza-. Y bien, .¿qué me dices de Neji? .¿Te corresponde?
-Ésa es otra –musitó la heredera Souke-. A veces es encantador, y otras, un témpano de hielo. No sé qué pensar... pero prefiero no hacerme demasiadas ilusiones.
Naruto hizo una mueca que intentaba expresar que estaba cavilando, y Hinata se rió de su exagerado gesto.
-Lo averiguaremos, o se descubrirá él. Los hombre somos unos pardos, .¿sabes? Y en cuanto vemos una mujer bonita, perdemos el norte.
-Yo no soy bonita...
-Tienes razón. Bonita es un adjetivo pequeño para ti.
-Jo, Naruto-kun...
-Cuando se me ocurra alguno que te describa mejor, te lo diré. Estoy pensando, .¿eh?
La muchacha sólo rió.
-Qué bien os lo pasáis, qué envidia... ¿Puedo unirme a la fiesta?
Los dos adolescentes miraron, alarmados, a la puerta del sótano. En ella se recortaba una monumental silueta de cabello crespo, ataviada con una larga capa y armada con una enorme espada. Naruto le reconoció de inmediato:
-Hoshigaki... Kisame.
-Vaya, me alegra ver que aún te acuerdas de mí, Naruto-kun. Lamentablemente, no es a ti a quien quiero hoy. La que me interesa es tu amiguita.
Hinata, que se había puesto de pie, retrocedió un par de pasos. El Uzumaki, interponiéndose entre ella y el Akatsuki, anunció:
-Tendrás que pasar por encima de mi cadáver.
-Pues que no se hable más –fue la respuesta de Kisame, mientras desenfundaba su espada.
-Hinata-chan, retrocede.
-Naruto-kun...
-Tranquila... éste cabeza de sardina no va a poder conmigo.
-Ju...
Kisame apenas dio tiempo al jinchuuriki a prepararse, puesto que arremetió contra él empleando todo el peso de su cuerpo (más de cien kilos de pescado), de manera que Naruto esquivó el ataque por los pelos. A partir de ese instante, el combate se desarrolló a toda velocidad ante los atónitos ojos de Hinata, que se preguntaba cómo una mole como Kisame podía moverse tan deprisa, empleando de manera tan liviana un arma del tamaño de su espada. Estaba tan absorta que estuvo a punto de darle un paro cardíaco cuando la espada se clavó en la pared tras ella, justo a su lado, con un exhausto Naruto desplomándose a sus pies. Por los vidriosos ojos de su amigo, la Hyuuga intuyó que él había olvidado que la espada del Hoshigaki absorbía el chakra de sus oponentes. La muchacha se arrodilló junto al jinchuuriki, pero apenas había comenzado a ejecutar los sellos de un jutsu de curación cuando vio la enorme sombra de Kisame cernirse sobre ella y oyó la voz del Akatsuki:
-Más te vale venir conmigo, muchacha, y sin protestar.
Ella alzó la mirada, aterrada, a tiempo para ver cómo una especie de rayo verde asestaba una fuerte patada a la mole azul, lanzándole a varios metros, hasta que atravesó la pared, reduciéndola a escombros. Naruto, volviendo en sí, abrió levemente los ojos, a tiempo para ver el perfil de Neji y escuchar su voz cargada de desprecio:
-¿Así es como proteges a mi prima, Uzumaki?
Haciendo un soberano esfuerzo, el muchacho escupió:
-Cállate.
Ignorándole, el prodigio del Bouke se giró hacia Hinata y le preguntó:
-¿Estás herida, Hinata-sama?
-No...
-Sal de aquí. En cuanto Lee y yo acabemos con esto, volveremos al hostal.
-Pero...
-Y saca de aquí a Naruto. En este estado, lo único que puede hacer aquí dentro es molestar.
-Capullo... –le insultó el Uzumaki, con un rabioso hilo de voz.
-Mejor no hables, no vaya a ser que eches hasta la primera papilla.
Naruto se disponía a replicar de nuevo, pero la blanca mano de Hinata sobre su boca se lo impidió. Dócil, la Hyuuga optó por obedecer. Reuniendo todas sus fuerzas, colocó el brazo derecho del jinchuuriki sobre sus hombros y le ayudó a ponerse en pie cogiéndole por la cintura. Se disponía a iniciar la retirada cuando, antes de efectuarla, se giró y llamó:
-Neji nii-san... –él se giró y la miró de los ojos. Armándose de valor, la muchacha le pidió- por favor, ten cuidado.
-Lo haré, Hinata-sama.
La heredera del clan, satisfecha consigo misma, abandonó el sótano, arrastrando consigo al medio inconsciente Naruto. Neji, por su parte, se quedó inmóvil durante unos instantes, mirando, sin verlo, el combate que se desarrollaba entre Rock Lee y Kisame Hoshigaki, como si de repente toda la inseguridad de Hinata se hubiese trasladado al propio Neji. El prodigio Hyuuga se sintió avergonzado, pero no tardó mucho en reaccionar, al ver que, o bien tomaba su lugar en la batalla, o Lee no tardaría en sucumbir. Tomando posición de combate, Neji activó el byakugan y se abalanzó sobre el Akatsuki.
Y ahora, la respuesta a los reviews anónimos:
Hana No Sakura: Evidentemente que lo hice adrede! Pero tal vez si no hubiera dicho nada, nadie se habría percatado de que se trataba de un homenaje a la película. Lo cierto es que vendetta siempre ha sido una palabra que me había gustado... En fin, perdona la tardanza en actualizar, espero que el capítulo te haya gustado n.n
suzaru: Bueno, parece que la claridad ha acudido al encuentro de estos dos almas de pollo... xD Espero que te haya gustado este capítulo
andriu: Bueno, no te quejarás, Sasuke ha tenido un importante papel en este capi, aunque la autora haya tardado taaaaanto en actualizar ó.ò Créeme que lo siento, pero estaba en blanco, cero. Espero que este capítulo al menos te compense la espera :-)
Dermiel: Reconozco que mi Itachi es, ante todo, atípico, pero es que es un personaje que me cae genial y me parece un personaje muy desaprovechado a nivel humano con tanto misterio del asesinato del clan y todo eso... Y en cuanto al capítulo 17, iremos por partes :-) En la parte de Gaara, metí esa pequeña escena porque no quiero limitarme a los mismos personajes siempre, y aunque metí a Gaara en el fic porque me parece un extraordinario personaje, temo no poder desarrollarle como merece. Tendrá pocas escenas, pero me las pienso currar de lo lindo, shannaro! Respecto a lo de Ino y Shikamaru... natural que no lo hayas entendido, después de todo, para eso está xD Se explicará más adelante. Y en cuanto a Sasuke, no le he dado mucha coba, que vamos por el capi 18 y esto empieza a eternizarse! Al final se ha rendido... ;-) Muchas gracias por tu largo review
shiho-Haibara: Bueno, como sabes, Itachi y Sasuke tienen en común más de lo que a ambos les gustaría... y nuestro asesino rango S es demasiado orgulloso como para admitir que está ayudando a su hermano, él está completamente convencido de que a quien ayuda es a Sakura... pero en mi pueblo una pareja es cosa de dos, ne? En fin, espero que te haya gustado este capítulo n.n
sakura5: Me alegra que te guste el fic y esta extraña relación ItaSaku que aquí aparece n.n Espero que te haya gustado este capítulo
sccmar: Quien pillara a Itachi, ehh? Bueno, veo que en general el capi de "Noctámbulos" te gustó mucho n.n Me alegro muchísimo, aunque siento no acertar en tu gusto por el NaruHina. Espero que la espera mereciera la pena... :-)
caveli: La verdad es que el capítulo 17 tuvo de todo un poco, jejeje. En fin, espero que te haya gustado este capítulo, y lamento la tardanza, sumi masen!
Shanna Hunter: Bueno, me siento muy honrada de que te haya gustado el fanfic, y lamento horrores haber tardado tantísimo en actualizar... en cuanto a las parejas, las escogí más o menos basándome en el manga original, aunque Naruto no es precisamente una serie en la que prodigue el romance... si has visto algo más desde que me dejaste el review, sabrás por qué xD Espero que te haya gustado este capítulo!
tatiana: Siento haber tardado tanto en actualizar, espero que te haya gustado este capítulo n.n
Kyoko Himura: Bueno, como eso de jugar a dos bandas no me pega, ya ves en este capítulo el resultado del duelo por la chica xD Espero que te guste
Muchas gracias a todos!
